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José JavierSánchez - Vallejo González

En un pueblo cercano al mar, vivía Nacho, un niño de 7 años que le

gustaba muchísimo ir a la playa y bañarse en

el mar…

Allí, pasaban horas y horas hablando

hasta que se hacía de noche. Cada

día, contaban una historia distinta.

Un día, estando en la playa, se

encontró con sus amigos, Delfi y Pichi.

Esta vez, le tocó a Delfi. Y Nacho y Pichi comenzaron a preguntarle.

Nacho le preguntaba:- Delfi, Delfi, y, ¿qué nos vas a contar hoy?Delfi le dijo:- No te anticipes Nacho, que pronto lo sabrás.A esto, añadió Pichi muy contento:-¡¡¡Sii, siii, empieza ya!!! ¡Seguro que nos sorprendes como siempre!

Delfi les dijo que sería muy interesante que conociesen la historia de los delfines y las

ballenas.

Nacho le dijo:-¿Pero qué historia Delfi?

Y Delfi le contestó:- Tranquilo Nacho, lo que quiero decir es cómo ha evolucionado mi especie. Y ahora, os pido que me acompañéis en

mi viaje hacia el pasado para que conozcáis a mis antepasados.

Hace muchísimo tiempo, había un animal llamado PAKI, que vivía en tierra firme y se alimentaba de carne. Pero cada día, le costaba más encontrar su alimento, y tenía muchísima hambre.

Aggg, tengo muchísima

hambre, tendré que ir a buscar

comida

Llegó el día en el que tenía tanta hambre que se acercó al mar. Allí,

había mucha comida esparcida por la marea del mar.

Paki avisó a toda su familia y amigos, y les dijo que allí había comida para

todos.Pero había un problema…

ya que no era fácil adentrarse en el mar.

Hay un problema

Paki

¿Cuál? ¿Que pasa?

¿Cómo vamos a entrar en el mar? ¡¡¡ No sabemos nadar!!!

Tenemos que intentarlo,

necesitamos comer.

En esto, Paki y los demás empezaron a buscar comida por el mar. Pero era muy

díficil, ya que no sabían nadar. Eran animales terrestres con patas, y les costaba cada vez más adentrarse en el

agua.Al día siguiente, a Paki y a los demás, les empezaron a cambiar las patas. Estaban

diseñadas para poder nadar, y ya no tanto, para caminar. Además, los dientes y

las orejas se parecían cada vez más a la de los delfines y ballenas.

Estos antepasados fueron los AMBU. Ya podían adentrarse en el agua, pero con dificultades.

Buscaban comida, pero hay veces que deseaban volver a la

tierra.

Los Ambu entraban al mar para buscar comida, y salían cuando la encontraban. Pero, como no era fácil nadar, se cansaban y dejaron de meterse en el agua durante unas

horas.Estando en tierra firme, decían entre ellos:

¿Tu crees que sobreviviremos

estando en tierra firme?

Claro que no. No podemos

vivir así.¡¡Yo me voy al mar a buscar

comida!!

Es verdad, llevas razón.Tenemos que

adentrarnos en el mar, sino moriremos

Vamos a decírselo a los

demás. ¡¡Venga!!

Después de pasar unas horas sin adentrarse en el agua, se dieron cuenta de que no podían vivir de esa forma. Entonces, continuaron

viviendo como hacían antes.Al cabo de muchísimos años, de

tanto meterse en el agua a buscar comida, les salió una aleta en la

parte superior del cuerpo.

Cada vez se parecían más a los delfines y

ballenas, con esta aleta podían nadar mucho

mejor. Ya no les costaba meterse en el agua, y si salían fuera, rápido se metían otra

vez.El nuevo antepasado se

llamaba PROTO.Proto siempre solía

tener mucha hambre, y viajaba y viajaba por el

mar en busca de comida.

Les gustaba tanto comer que se pusieron muy fuertes, tanto que

llegaron a pesar muchísimos kilos.Comían peces que

encontraban por el mar. Pasaron años y años, y tanto cambió la especie

que surgió otro antepasado, esta vez,

llamado MYSTI.Los Mysti eran muy

grandes y fuertes, tanto que parecían los reyes

del mar.

Estos animales hacían su vida en el mar, les gustaba estar ahí, se encontraban muy bien, y se divertían muchísimo nadando y viajando por el mar.Después de los Mysti, llegó mi generación, decía Delfi. Los delfines y ballenas aparecieron para quedarse para siempre en este maravilloso mundo marino.

Nacho y Pichi quedaron muy sorprendidos al escuchar la historia que les contó Delfi.

Delfi les dijo:-¿Os ha gustado?Pichi y Nacho contestaron a la vez:-¡¡¡Siiii!!! -Es una historia muy bonita, dijo Nacho.Pero Pichi, que estaba un poco sorprendido, le dijo:-Delfi, ¿pero de verdad tus antepasados tenían patas y vivían en tierra?Delfi contestó:-Claro que si Pichi, y a través de muchísimo tiempo el delfín acabó viviendo en el mar.-Ahhhh, dijo Pichi. Es que yo pensaba que siempre habían vivido en el agua.Delfi dijo:-No, mis antepasados fueron animales terrestres.-¡Como dijo Pichi al principio de la historia, siempre nos sorprendes! Dijo Nacho.-Jajajajaja ¡¡¡Tenéis mucho que aprender amigos!!!

Y así, acabó Delfi de contar su historia sobre los delfines y las ballenas,

dejando sorprendidos a Pichi y Nacho.Ya se hacía tarde, y estaba

anocheciendo. Pichi y Nacho se despidieron de Delfi hasta el próximo

día, y se fueron a sus casas para cenar y dormir.

Seguramente que esa noche, soñarían con la historia tan

interesante que les contó su amigo Delfi.

FIN