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Vino de Tina en

Mas Arboset Dossier de Prensa

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MAS ARBOSET, LA RECUPERACIÓN DE UNA TINA

Abadal ha destacado siempre por su vinculación al territorio y por el compromiso de expresar con sus vinos la singularidad de una tierra . Fue fundado en 1983 por la familia Roqueta en Santa María de Horta de Avinyó (comarca del Bages, Barcelona), en los terrenos próximos a la casa de la familia, con más de ocho siglos de historia y con una larga tradición en el cultivo de la vid.

La bodega es la apuesta por un territorio, como camino de diferenciación e identidad, y se debe a su paisaje y a su entorno. Viñedos rodeados de bosque dónde se encuentran las tinas, un valioso patrimonio social e histórico único en Europa.

Desde hace tiempo Abadal está inmersa en la recuperación de las tinas para revitalizar este patrimonio espectacular, mezcla de civilización, paisaje y cultura, y el proyecto de Mas Arboset es la culminación de este proceso.

En Mas Arboset se ha trabajado en la recuperación de una antigua viña de más de 70 años, donde encontramos las variedades Sumoll, Pansera, Punxó Fort, Garnatxot entre otras. Como particularidad de la finca, destaca que es la única tina existente en la zona que se mantiene enmedio del viñedo.

El proyecto de Mas Arboset es un ejemplo del esfuerzo de Bodegas Abadal para mantener su compromiso con el territorio. El conocimiento de nuestra historia y del camino que nos ha hecho llegar hasta aquí, nos permite encarar con garantías y conscientes de nuestras particularidades y rasgos diferenciales los retos del futuro.

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FILOSOFIA DEL PROYECTO DE MAS ARBOSET

Mas Arboset está ubicado en el municipio de Pont de Vilomara y Rocafort (Barcelona), y se enmarca dentro del paisaje característico del Valle del Flequer.

Abadal, con su enólogo Miguel Palau al frente, ha llevado a cabo la recuperación de este peculiar viñedo de la propiedad. Destaca porque es la única viña del Valle que aún conserva una tina de piedra seca en medio de la misma. Y en esta original construcción, se ha llevado a cabo la fermentación del vino.

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El proyecto en Mas Arboset se basa en 4 pilares:

• RIQUEZA VITÍCOLA Viña vieja de más de 70 años multi-varietal. Destacando entre otras Sumoll, Punxó fort, garnatxot, pansera, ... y otras variedades aún desconocidas. Hay identificadas en la parcel.la más de 10 variedades diferentes.

Antiguamente se plantaban cepas mezcladas porque el "coupage" se realizaba en el viñedo. Las variedades blancas y tintas se entraban en la tina en el mismo momento y se vinificaban de forma conjunta. Dominaba una variedad, pero las otras trabajaban como refuerzo cuantitativo.

De los viñedos de Rocafort se destaca que era de las zonas donde el vino siempre obtenía un grado más que el resto de lugares. Su terreno austero y las parcelas abruptas eran los principales responsables.

• RIQUEZA PAISAJÍSTICA

Mas Arboset es una parcela rodeada de bosque, rasgo característico de los viñedos del Bages. Hoy han quedado camufladas entre bosques que antiguamente también eran viñedos. Pinos, tomillo, hinojo y romero, llenan de riqueza aromática su entorno. También tenemos presente otro cultivo que ha acompañado a la viña de manera tradicional en Cataluña: el olivo. Olivos (algunos de más de 300 años) que sobrevivieron a las heladas de los últimos siglos. Predominan los olivos de la variedad Corbella junto con Vera y Verdal.

• RIQUEZA ARQUITECTÓNICA Una imagen vale más que mil palabras, y el hecho de poder contemplar hoy construcciones como las que hay en el Valle del Flaquer y en la riera de Mura son testimonio de una historia viva. Las construcciones de piedra seca son actualmente una de las mayores riquezas de nuestro patrimonio rural. Su envidiable economía de recursos y su integración total en el paisaje hacen de las construcciones de piedra seca auténticas maravillas artísticas, admirables por su simplicidad y versatilidad. En Mas Arboset, dotamos de protagonismo y valor a estas construcciones únicas en el mundo

• RIQUEZA HISTÓRICA La parcela de Mas Arboset tiene sentido como símbolo de la existencia de una actividad vitícola que fue uno de los principales pilares de la vida de nuestros antepasados. Actualmente son muy pocas las parcelas de viña vieja en el Bages y, aún menos, las que se conservan en los pueblos del Valle del Montcau. Esta es una, y Abadal adquiere el compromiso con la historia para preservarla, manteniendo los valores del esfuerzo, la constancia y la humildad propios de nuestros antepasados.

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PROCESO DE TRABAJO

Compromiso con el territorio:

Este proyecto nace con la voluntad de respetar nuestros orígenes y ponerlos en valor. Últimamente la tecnología ha evolucionado a gran velocidad lo que, en algunos casos, ha hecho que no tuviéramos ni tiempo para mirar atrás para coger una visión de nuestras raíces. Con este proyecto queremos "experimentar" todo lo que tenían nuestros antepasados, sin rechazar el conocimiento actual. Por esta razón, dentro de todo este proceso hacemos una valoración de lo que se hacía antes pero desde la posición actual. Lo llamamos experimentar porque con este proyecto, le invitamos a vivir nuevas sensaciones a través de un paisaje y de otra época.

Simbiosis con el paisaje:

En un sector y en un país donde se ha hecho una evolución admirable a la hora de entender e interpretar el paisaje vitícola a través de los vinos, nosotros queremos compartir la experiencia de volver a vinificar en un entorno de calma y silencio, en un pasaje único, y en un espacio expuesto a sol y serena.

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Acciones

Vitícolas:

- Recuperación y conservación de todo el patrimonio varietal existente a la parcela. Estas variedades son patrimonio y riqueza de nuestra agricultura y en cierta medida, son un poco de todos. No podemos permitir su desaparición.

- Recuperación de los antiguos marcos de plantación. Plantaciones densas para favorecer la competencia entre cepas y aumentar así el estrés entre las plantas. El resultado, una uva concentrada. Antiguamente, la finalidad era diferente: los marcos de plantación tenían sentido para sacar el máximo rendimiento del terreno, por lo que no se dejaba ni un rincón ni un solo margen sin plantar. A mayor plantación, mejor rendimiento.

- Tratamiento de la cepa de forma individual. Antiguamente nuestros abuelos llegaban a la viña cuando salía el sol y no se iban hasta que oscurecía. Largas estancias a pie de viña que hacían que conocieran las cepas una a una y que cubrieran sus necesidades de forma individual (calzarla con una piedra, reinjertarlo cuando se moría...)

Enológicas:

- Recuperación de la vinificación en tinas de piedra seca. Las tinas tienen en su interior baldosas de cerámica cocida que entraban en contacto directo con la uva al fermentar. Recuperamos estas vinificaciones para experimentar qué sensaciones aportaban estos vinos en un material menos "inerte" que lo que estamos habituados a emplear hoy en la bodega. Por el buen estado interior de la tina, la única preparación que se ha realizado ha sido una limpieza con agua de las paredes interiores.

- Recuperación del "coupage en la viña": Vinificación multi-varietal teniendo en cuenta la diversidad de variedades existentes en la viña. Coupage mayoritario de uvas tintas con un porcentaje de blanca (pansera). Surgían dudas: ¿qué papel jugará este % de blanca con la tinta? Técnicamente existen teorías enológicas sobre el papel de la uva blanca en la vinificación de tintos pero en Mas Arboset, haremos un trabajo de campo experimentando como lo vivían nuestros abuelos

- Encubado mixto de la uva: El encubado de la uva se ha hecho de manera mixta entre la manera tradicional (aplastando la uva sobre las tablas (“brescat”) con los pies y dejando caer mosto, pieles y rapa en la tina) y el encubado actual (despalillando las uvas para separar la totalidad de la rapa para eliminar un 70% de la rapa). Esta reducción de rapa nos asegura una menor astringencia y dureza al vino final. Es bien conocido que la presencia de la rapa en las vinificaciones no juega un papel favorable porque aporta verdores y tanicidades. No obstante, un % residual ayuda a estructurar y dar cuerpo al vino resultante. La fermentación se ha iniciado sin ningún tipo de aditivo, siendo las levaduras propias de la uva a los responsables de la misma. De esta manera, reforzamos el carácter autóctono e identitario del vino final.

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- Control de la fermentación / maceración: La fermentación se ha llevado a cabo sin control de temperatura. La temperatura de la uva a la entrada no superó los 16 º C y la fermentación no sobrepasó los 25 º C. Se ha hecho un control diario de densidades, temperatura y cata para valorar su evolución. Los trabajos de maceración se han realizado mediante pigeage manual.

- Tres descubados: En este proyecto, se ha querido ir más allá y poder valorar el proyecto en tres estadios diferentes, por lo que se han realizado tres descubados. Uno al final de fermentación (después de 17 días), uno en el estadio intermedio (después de 34 días de entrada de la uva) y uno a larga maceración (a los 53 días). Esto permite "experimentar" diferentes tipologías de vinos llegando a una maceración de casi dos meses. Cabe decir que antiguamente, se encuba la uva y se pasaba a descubar y prensar cuando el tiempo lo permitía (en muchos casos una vez terminada la fermentación, se tapaban las tinas con yeso para evitar que el vino se estropeara a la espera de poder ser prensado).

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LAS TINAS DE PIEDRA SECA

Una tina es donde fermenta el mosto fruto de pisar la uva. Son construcciones forradas con baldosas barnizadas.

Las tinas de viña de la comarca del Bages (Barcelona) aparecieron a finales del siglo XVI, se consolidaron durante el siglo XVII y se extendieron ampliamente con el crecimiento de la viña de los siglos XVIII y XIX.

Sólo en los términos municipales de Mura, Talamanca y Rocafort se conservan más de un centenar de tinas de viña que son testimonio vivo de la época de esplendor de la vid y el vino en el Bages, especialmente entre los años 1860 y 1890. Casi la mitad de estas tinas se concentran en el valle del Flequer y la zona de Mura, y la mayoría forman conjuntos de tinas y barracas de piedra seca de gran valor histórico, arquitectónico y cultural, que constituye una de las joyas del patrimonio etnológico de Cataluña y España.

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HISTORIA

La construcción de estos singulares depósitos de piedra respondió a la necesidad de rebajar los costes y el tiempo del transporte de la uva desde los campos de cultivo hasta las cubas situadas junto a las casas, en un momento de una gran demanda de vino debido a la crisis de la filoxera en Europa.

El origen de estos depósitos cúbicos para guardar el vino no puede desligarse del momento histórico y de la situación geográfica en la que se crearon. El relieve accidentado y las difíciles comunicaciones por las aisladas tierras de Mura, Talamanca y Rocafort influyeron para que los agricultores de estas regiones- durante el siglo XIX, y a remolque de la expansión de la vid en la comarca- plantaran cepas en las vertientes más inhóspitas de las montañas y solucionaran el problema derivado del transporte de la vendimia con la construcción de las tinas y la obtención del vino al pie de los viñedos, lejos de cualquier casa habitada.

Durante el siglo XIX el Bages fue la comarca de Cataluña que más hectáreas de viñedo tenía plantadas y más hectolitros de vino producía (en 1860, el 64% de las tierras cultivadas de la

comarca eran de viña). El crecimiento de la producción vitícola iba ligado al contrato de cepa muerta, mediante el cual el propietario cedía unas tierras con la obligación de que plantara viña y la cultivara mientras vivieran las cepas, a cambio de una parte de los frutos, normalmente la cuarta parte. El

momento de esplendor que vivieron las viñas del Bages terminó cuando llegó la filoxera, entre los años 1892 y 1895. Esta característica -la construcción de tinas y la producción de vino al pie de las viñas- no se da en ningún otro lugar de España.

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FUNCIONAMENTO Y PARTES DE LA TINA

© Diputació de Barcelona. Àrea de Territori i Sostenibilitat La estructura de las cubas a pie de viña suele ser de forma cilíndrica, hecha con piedra y mortero de cal y revestida por dentro con baldosas o azulejos de cerámica barnizadas de color rojo de 40 x 40 centímetros. La capacidad de las cubas oscila entre los 5.000 y los 31.000 litros. La capacidad media suele ser de unas 87 cargas de vino (unos 10.500 litros). La uva, una vez se había cosechado, se transportaba a las tinas donde se aplastaba sobre las tablas (“brescat”). Una o más personas aplastaban la uva cogidos de una cuerda que colgaba del techo de la tina. El mosto se colaba a través de los tablones y cuando se consideraba suficiente aplastado, lo que quedaba del grano de uva, la brisa, se podía depositar dentro de la tina moviendo alguna de las tablas. Y así, poco a poco, se iba llenando- cuanto la tina comienza a llenarse, el mosto ya se ponía a hacer la fermentación alcohólica (convertiendo los azúcares del mosto en alcohol). El mosto podía fermentar también sin la brisa. De una forma y de otra, daban vinos diferentes (tintos, rosados o blancos). Al terminar la fermentación, que duraba unas tres semanas, ya se tenía el vino y había una prensa para aplastar la brisa que quedaba dentro de la tina. Se sacaba por arriba y se prensaba para aprovechar el vino que quedaba en la brisa, el grano de uva mal aplastado y la rapa. Una vez el mosto se había transformado en vino, el mismo grado de alcohol ya lo protegía de estropearse. Y entonces, ya se podía sacar de la tina. Las tinas se vaciaban a través de un agujero de salida (“boixa”). Muchas veces se ponía una baldosa o plato de cerámica en el interior de las tinas para garantizar que quedara bien tapada y para asegurar que nadie se llevara el vino. Además, para evitar que la brisa atascara la salida al vaciar el la tina, se ponían unas zarzas o sarmientos en la tina frente al agujero. Datos a tener en cuenta: 1 portadora: 80-90 kg 1 carga de uva: 160-180 kg 1 carga de vino: 121 l Año de llegada de la filoxera: Francia, 1868; Cataluña (Girona), 1878; Bages, 1892-95 © Diputació de Barcelona. Àrea de Territori i Sostenibilitat

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EQUIPO

Miquel Palau Núñez, es el enólogo

de Bodegas Abadal desde 2008.

Ingeniero Técnico Agrícola por la

Escuela Superior de Agricultura de

Barcelona (UPC) y Licenciado en

Enología por la Universidad Rovira y

Virgili, donde obtuvo el IV Premio de

Enología Jaume Siurana al mejor

expediente académico, y Master en

Dirección de Proyectos en la EAE

Business School. Ha ejercido como

Técnico del Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña y también la docencia

como profesor en la Escuela Mercè Domènech y Rosell. Además, realiza conferencias y otras

actividades formativas. Como director técnico de Roqueta Origen, ha sido impulsor del proyecto

de vinificación a Mas Arboset, y el liderazgo en la recuperación del patrimonio varietal en el

Bages llevando a cabo trabajos de búsqueda e investigación con variedades como el mandó,

sumoll y malvasía de Manresa.

Valentí Roqueta Guillamet, propietario y presidente de Abadal. Es la cuarta generación de

una familia con larga tradición vitivinícola. Tiene una dilatada experiencia en el mundo del vino,

lo que le aporta una amplia visión del sector vitícola y empresarial. Obtiene el Diplome

Nationale de Oenologue a la Escuela Superior Agronómica de Montepellier, Licenciado en

Derecho por la Universidad de Barcelona, Máster en Dirección de Empresas en ESMA y

Programa de Alta Dirección del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa IESE.

Ampliamente vinculado a movimientos cívicos y sociales de la ciudad de Manresa, así como

miembro de diferentes instituciones y asociaciones vinícolas, es Presidente de Honor de la

Fundación Alicia (Alimentación y Ciencia en Món Sant Benet) y se convierte en el principal

impulsor de la Denominación de Origen Pla de Bages y desde su creación en 1995, es el

presidente.

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INFORMACIÓN Y CONTACTO

BODEGAS ABADAL

Santa Maria d’Horta d’Avinyó.

08279 Santa Maria d’Horta d’Avinyó, Barcelona (Espanya)

Tel. (+34) 93.874.35.11

www.abadal.net

Iolanda Mas

imas@roquetaorigen.com

Tel. (+34) 93.874.35.11