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Volumen 10/ 2013 vulcania REVISTA DE ESPELEOLOGÍA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO

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vulcaniaREVISTA DE ESPELEOLOGÍA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10

redacciónhttp://www.vulcania.org

Política Editorial

vulcania es una publicación de periodicidad anual en la que se incluyen artículos y notas científicas inéditas sobre cualquier aspecto del mundo subterráneo relacionado con las cavidades existentes en las islas Canarias o, en sentido más amplio, con la Región Macaronésica.Todo artículo remitido a vulcania será valorado por más de un supervisor. Actuarán como evaluadores y correctores los miembros del Consejo de Redacción y aquellas personas elegidas directamente por ellos en razón a su competencia y es-pecialidad. Se valorará la originalidad, calidad e interés del con-tenido del manuscrito, así como el cumplimiento de las normas de redacción vigentes. La aceptación definitiva del escrito para su publicación corresponde al Consejo de Redacción.Los trabajos y notas admitidos serán publicados por orden de aceptación salvo causa justificada y por acuerdo del Consejo de Redacción.vulcania sólo publica trabajos escritos en español, inglés y portugués.

Toda la información contenida en los artículos, notas y comentarios bibliográficos publicados en vulcania es de

exclusiva responsabilidad de los autores.

Director Rafael García BecerraSecretario Francisco Govantes Moreno

Vocales Pedro Oromí MasoliverMiguel A. Martín GonzálezA. Javier González DíazFélix Manuel Medina HijazoAna Sofía Reboleira

Edita Asociación Cultural VulcaniaAnagrama De Aquello DiseñadoresPortada Foto “El cielo desde el abismo”

Autor: Antonio González (G.I.E.L.P/CielosLaPalma.com) Colabora: José Miguel Hernández (G.I.E.L.P)

Maquetación Pedro Rodríguez PérezWebmaster Adrián Brito de La FuenteISSN

Depósito Legal 2.539/97

Consejo de Redacción

Volumen 10, edición online completa en PDF

1989-9122

Volumen 10Santa Cruz de La Palma

Mayo 2013

REVISTA DE ESPELEOLOGÍA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO

vulcania

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 101

Normas de Redacción, Estilo y Remisión de Manuscritos

Normas de redacción

El contenido de la publicación se ajustará a las normas de los códigos internacionales de nomenclatura cien-tífica.

Artículos- Título en mayúsculas. Los nombres

latinos de los taxones del nivel de gé-nero y especie irán en cursiva, y al final del título se indicará entre paréntesis al menos la familia y otro taxón superior de conocimiento general.

- La inicial del nombre y el primer apellido del autor o los autores irán en versales.

- Si se desea, nombre de la entidad/es a la que pertenece/en el autor o autores.

- Dirección postal y/o electrónica de contacto del autor o los autores.

- ABSTRACT en inglés y con una ex-tensión no superior a 15 líneas, seguido de las palabras clave (Key words), y lue-go, lo mismo en español (RESUMEN y Palabras clave). Si el texto del artículo está en portugués, se añadirá un tercer resumen en dicho idioma.

- Texto del artículo. Se indicará la posición de las tablas y figuras a los márgenes. Véase “Estilo” al final de esta página y la sección “Remisión de manuscritos”.

- Las figuras que lo requieran lleva-rán escala en el sistema métrico.

- Cuando se citen coordenadas, éstas se usarán preferentemente en UTM, y notación extendida (X=xxx.xxx m Y= y.yyy.yyy m Z= z.zzz m), antepo-niendo siempre huso y zona. En cual-quier caso se indicará el Datum al que se refieren las coordenadas, incluso si éstas se aportan en formato geográfico (grados, minutos y segundos).

Ejemplos de notación UTM:Punto con resolución 1m x 1m, no-tación extendida (aconsejado): “Da-tum WGS84, 28R X=218.425 m Y= 3.166.235 m Z= 1.120 m”Misma localización, misma resolu-ción, notación militar (desaconsejado): “Datum WGS84, 28RBS1842566235,altitud 1.120 m”

- En las topografías sería convenien-te indicar el grado de precisión UIS o BCRA con el que están realizadas, o en su defecto el material y técnica em-pleados en su realización. Ej: “Grado 3 UIS”, “Grado 5d BCRA”.

- Bibliografía: ordenada alfabética-mente y según el siguiente ejemplo:

Bellés, X. (1987). Fauna cavernicola i in-tersticial de la Península Ibérica i les illes Balears. C.S.I.C. & Ed. Moll. Mallorca, 207 pp.

García, r. (1997). La fauna de la cueva de la Machacadora (La Palma, islas Canarias). Vulcania, 1: 49-56.

Martín, J.l., P. OrOMí & J.J. Hernán-dez (1986). El tubo volcánico de la Cueva de San Marcos (Tenerife, Islas Canarias): origen geológico de la ca-vidad y estudio de su biocenosis. Vie-raea, 16: 295-308.

Notas y comentarios bibliográficosLas notas no pueden superar una pá-

gina impresa.Las normas son semejantes a las de

los artículos, pero no llevarán resumen y el nombre del autor y su dirección irán al final de todo.

Los comentarios bibliográficos co-menzarán con la reseña bibliográfica completa de la obra comentada, así como la dirección postal del editor y el precio, si se conoce. El nombre del comentarista y su ficha académica o di-rección irán al final, se recomienda no exceder una página impresa.

Estilo

El estilo ha de ser conciso y con el número mínimo de tablas e ilustracio-nes. Se recomienda seguir las siguientes pautas:

- Los encabezados principales irán en mayúscula, alineados a la izquierda y separados dos líneas del párrafo prece-dente, y una del siguiente.

- Los encabezados secundarios irán en negrita, separados una línea del pá-rrafo precedente.

- El comienzo de cada párrafo se sangrará.

- Las figuras irán numeradas correla-tivamente con números arábigos (p. ej. Fig. 2), y las tablas con números roma-nos (p. ej. Tabla II).

- Como norma general, en el texto corrido no se emplearán las mayúscu-las. Los nombres de los autores de los taxones o de las obras referenciadas irán en minúscula; si se ha de diferen-ciar entre uno y otro caso, se empleará la versalita para los autores de obras.

- Como norma general, la cursiva sólo

se empleará para los géneros, especies, subespecies, títulos de publicaciones y citas en latín.

- El texto en otro idioma o los títulos de obras referenciadas irán entre «co-millas francesas».

- Las especies citadas en el texto irán acompañadas del autor y el año de su descripción (ej. Canarobius chusyae Ma-chado, 1987), al menos la primera vez.

- En español, las mayúsculas irán acentuadas y la coma separará las cifras decimales.

- Las abreviaturas de unidades de medidas irán siempre en minúsculas (p. ej. km, 2 ha).

Estas normas de estilo podrán ser modificadas si la estructura del artículo así lo requiere y ello es aceptado por el consejo de redacción.

Remisión de manuscritos

El autor enviará toda la documenta-ción necesaria para elaborar la maqueta de su artículo a la dirección electrónica:

[email protected] documentación irá empaque-

tada en un archivo comprimido .ZIP cuyo nombre será el apellido del primer autor seguido de la fecha de envío.

Ejemplo:Rodriguez_2010-02-25.zip

Dicho paquete contendrá:

1) Documento de procesador de tex-tos

Será un archivo de Microsoft Word compatible (extensión de archivo .doc) que tendrá el texto con formato del artículo, así como las tablas y gráficos, en el caso de que estén elaboradas en ese mismo programa. El archivo llevará como nombre el apellido del primer au-tor, precedido de un número de orden e indicando contenido (TXT= texto, TAB= tablas, GRA= gráficos).

Ejemplos de nomenclatura:00-Rodriguez_TXT_TAB.doc(archivo contiene texto y tablas) 00-Rodriguez_TXT_GRA.doc (ar-chivo contiene texto y gráficos) Etc.

Para el texto se usará la tipografía Garamond, tamaño 12 puntos, e in-

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 2

Normas de Redacción, Estilo y Remisión de Manuscritos

terlineado 1,5 en una página DIN A4 (297x210 mm) con márgenes laterales, inferior y superior de 4 cm. Tendrá el formato mínimo (mayúsculas, versali-tas, negritas, cursivas, subrayados, su-bíndices, superíndices y sangría de pri-mera línea). Se recomienda reducir a lo imprescindible las notas a pie de página y al final del documento.

Las tablas y gráficos no estarán in-tercalados en el texto, sino en páginas libres al final del documento. Estarán debidamente numerados (Tabla II, Gráfico 3…) y acompañados de su le-yenda.

Las tablas se elaborarán para encajar en el ancho de una columna de VUL-CANIA (85 mm) o de dos (175 mm).

En el texto corrido se hará referen-cia al lugar preferido para colocar las tablas, gráficos, figuras y fotografías. Esta referencia se hará mediante un comentario de Word, donde además se darán las indicaciones oportunas para la maquetación, caso de ser necesarias (ej. “Figura 2, colocar a página completa”; “Tabla I, ancho de una columna”).

Borrador de ejemplo descargable: http://www.vulcania.org/revistas/Borrador_ejemplo.doc

2) Fotos e ilustraciones en mapa de bits

Las fotografías e ilustraciones, nu-meradas según su orden en el artícu-lo, estarán a una resolución de 300 ó 400 dpi (puntos por pulgada), tamaño mínimo de 1000 pixels en su lado me-nor, modo de color RGB y formato de archivo TIFF con compresión LZW o JPEG a máxima calidad (JPEG sin compresión).

Si se desea que la fotografía o ilus-tración se publique en grises, las carac-terísticas del archivo serán las mismas, pero el modo de color será “Escala de grises”.

Si se desea que la fotografía o ilus-tración se publique a página completa, deberá tener un tamaño mínimo de 3600 pixels en su lado mayor y rela-ción de aspecto de la norma DIN A (alto/ancho=1,41), para evitar recortes no deseados y permitir su maquetación “a sangre” si se considera oportuno. La resolución seguirá siendo de 300 dpi como mínimo.

Se indicará siempre el nombre del primer autor del artículo, para evitar posibles confusiones.

Ejemplos de nomenclatura de foto-grafías e ilustraciones:01-Rodriguez_Foto_estafilito.tif02-Rodriguez_Figura_descensor.jpg

2a) Ilustraciones vectorialesSi se desea aportar ilustraciones en

formato vectorial, se deberá contactar con la redacción de VULCANIA para concretar las especificaciones.

3) Índice de leyendasSerá un archivo de Word compatible

(extensión .doc) conteniendo un índice de fotografías e ilustraciones con sus correspondientes leyendas y autor/es.

Ejemplo:Nombre de archivo:01-Rodriguez_Foto_estafilito.tif Leyenda: “Estafilito tubular en el tercio superior de la cavidad” Autor: B. B. Rodríguez.Ejemplo de nomenclatura del archi-vo índice de leyendas: 00-Rodriguez_Leyendas.doc

4) Otra documentaciónLos gráficos y tablas que no estén ge-

nerados mediante Word, deberán apor-tarse en formato de imagen de mapa de bits, con las mismas especificaciones descritas en el punto 2.

Si se aportan los gráficos y tablas de esta manera, al documento descrito en el punto 3 se añadirá la lista de leyendas correspondiente.

Envío de artículos “pesados”

En el caso de que el paquete .ZIP ocupe más de 10 MB de espacio, se contactará con la redacción de VUL-CANIA para acordar una forma de envío alternativa a través de servidores gratuitos, como por ejemplo DropBox (https://www.dropbox.com).

Siempre se puede, si se desea, enviar por correo postal la documentación ci-tada, contenida en un CD-R con for-mato de archivo Joliet para Windows o CD-R con formato de archivo ISO 9660 multiplataforma, a la siguiente di-rección:

Redacción de VULCANIA C/El Pilar, 8. 3º, pta. 1

38700, Santa Cruz de La Palma Islas Canarias, España.

Publicación de trabajos

Una vez la redacción reciba la do-cumentación antes descrita, contactará con el autor para comunicarle la fecha de recepción de su trabajo, así como que éste pasa a ser valorado por parte del Consejo de Redacción.

Si es necesario, el Consejo de Redac-ción remitirá el borrador al autor/es in-dicando las correcciones que se han de realizar para su oportuna publicación.

En caso de que no sean necesarias correcciones, el Consejo de Redacción contactará con el autor para comuni-carle la fecha de aceptación de su tra-bajo, así como que éste pasa a la fase de maquetación.

Una vez elaborada la maqueta de la separata, se remitirá al autor un borra-dor de la misma en PDF para que la revise y corrija posibles errores. Una vez subsanados éstos, se generará el artículo PDF definitivo que se colgará en la web de VULCANIA con su co-rrespondiente fecha de publicación y paginación en prensa.

Al cerrarse la edición, la separata se unirá y paginará en una sola maqueta junto con los trabajos del resto de au-tores, adquiriendo así VULCANIA su forma tradicional.

Al autor se enviará por correo elec-trónico:

a)una separata en PDF de su artículo, en baja resolución (150dpi), y pagi-nación en prensa, en el momento en que se publique su trabajo.b)una separata en PDF de su artícu-lo, en baja resolución (150dpi) y pa-ginación definitiva, al terminarse la maqueta general.c)un ejemplar en PDF de la revis-ta al completo, en baja resolución (150dpi), al terminarse la maqueta general.

Si desea copias impresas de su separata, deberá contactar con la redacción de VULCANIA para tra-tar los costes derivados, que corre-rían por cargo del autor.

Editorial

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 103

La isla de La Palma en particular, y la exploración del subsuelo canario en general, están de enhorabue-na porque en este año 2012 se ha fundado un nuevo grupo de espeleología en nuestra isla.

Se trata de un equipo de aventureros apasionados por todo lo que acontece en el medio hipogeo de nuestro archipiélago que se han unido para crear el GIELP, siglas bajo las que se acoge al “Grupo de Investigaciones Espeleológicas La Palma”. Este en-tusiasta proyecto surge con la firme intención de reforzar y profundizar en las investigaciones que durante estos últimos años han realizado los ya des-aparecidos Grupo de Espeleología de Canarias Beni-sahare-La Palma y Grupo de Espeleología Junonia, y el actual Grupo de Espeleología Tebexcorade-La Palma.

Este nuevo colectivo apuesta por desarrollar una línea de trabajo orientada principalmente hacia es-tudios sobre Geología, Paleontología, Arqueología, Zoología y Didáctica, pero sin perder nunca de vista el aspecto lúdico y deportivo de esta ciencia-deporte.

De esta manera la Espeleología canaria sale be-neficiada, y también, la Revista de Espeleología del Archipiélago Canario “Vulcania” que se nutrirá del trabajo y conocimiento de los miembros de esta nue-va entidad, para ir desvelando con sus reportajes y descubrimientos los muchos secretos que nuestro frágil mundo subterráneo celosamente aún esconde.

Desde aquí instamos a todos los integrantes de los dos grupos espeleológicos palmeros a unir esfuerzos y colaborar con la Asociación Cultural Vulcania en cuantos proyectos consideren oportunos, para des-plegar la armonía y el compañerismo que debería concentrar las voluntades de quienes exploramos el subsuelo.

Asimismo, queremos aprovechar estas líneas para comunicar a los espeleólogos canarios que este por-tal está abierto para todos ellos, que dejen correr su

imaginación y plasmen su admiración por este mun-do en artículos y notas que estamos deseando leer y publicar.

Igualmente, queremos agradecerles a todos uste-des las muchas muestras de apoyo y fidelidad que nos proporcionan con sus visitas al portal digital de la revista que en estos dos últimos años no ha dejado de crecer, convirtiéndose en un estímulo de retroali-mentación positiva que nos obliga a seguir intentan-do mejorar, buscando así poder ofrecer a nuestros seguidores nuevos espacios con opiniones que en-riquezcan el conocimiento y respeto hacia nuestra pasión.

P.D.: En estos tiempos de crisis y recortes, to-dos sufrimos sus consecuencias, la revista “Vulca-nia” también está afectada, y a pesar del interés que siempre ha despertado en muchos lectores (más de 50.000 personas anualmente consultan nuestra web), nos encontramos en una situación económica deli-cada que pone en riesgo su futuro. Buscamos nuevas formas de financiación, y mientras tanto nos atre-vemos a sugerir a esas 50.000 visitas que, si están dispuestas a colaborar, nos hagan una donación a la cuenta de: “Asociación Vulcania” 2065 0790 12 1401075273.

En momentos desesperados, actuaciones desespe-radas. Se publicaría en la web de la revista una lista con los nombres de quienes donasen y la cantidad, excepto que indiquen lo contrario, y anualmente se publicaría una nota referente a los gastos. Así, como ejemplo, si los 50.000 visitantes aportáramos un euro cada uno, tendríamos suficiente dinero como para incluso crear becas de investigación, en colabo-ración con la Universidad.

Investigar y publicar es caro, soñar es gratis.La Dirección de Vulcania

editorial

Índice

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 4

Normas de Redacción, Estilo y Remisión de ManuscritosLa Dirección de Vulcania 1

EditorialLa Dirección de Vulcania 3

PROPUESTA DE TUBOS VOLCÁNICOS COMO NUEVOS ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS EN LA ISLA DE LA PALMA (CANARIAS)F. Govantes & R. García 5

CAVIDAD VOLCÁNICA DE CALLEJONES DE ABAJO (VILLA DE MAZO, ISLA DE LA PALMA, ISLAS CANARIAS): MÁS DE 2.000 AÑOS DE PRESENCIA HUMANAM. A. Martín 13

APROXIMACIÓN AL USO TURÍSTICO DE LAS CAVIDADES VOLCÁNICAS CANARIASF. Govantes 19

LA ESPELEO-ASTRONOMÍA Y LOS CAVERNAUTAS, LA CONQUISTA DEL MUNDO SUBTERRÁNEO EN EL SISTEMA SOLARJ. A. González Hernández 33

índice

Propuesta de Tubos Volcánicos como Nuevos Espacios Naturales Protegidos en La Isla de La Palma (Canarias)

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 105

reducida extensión con especies cuya supervivencia está ligada directamente a la protección del medio donde desarrollan su ciclo biológico. En ambos ca-sos, estas nuevas figuras han sido creadas para otor-gar mayor amparo jurídico y protección efectiva a ciertas poblaciones especialmente amenazadas.

Por tal motivo se ha optado por denominar a estos espacios de manera provisional “Áreas de Im-portancia Ecológica” hasta que puedan ser declara-dos espacios protegidos bajo alguna de las figuras actuales, y quedar así integrados dentro de la Red de Espacios Naturales de Canarias.

En un principio han sido seleccionadas treinta y una “Áreas de Importancia Ecológica” que com-prenden una superficie superior a las 1200 ha, cons-tituyendo casi el 2% del territorio insular que care-ce en líneas generales de población y de actividades económicas relevantes, pero que se ciernen sobre ellas continuos impactos y amenazas como son: visi-tas incontroladas y masivas de personas, actividades impactantes como los quads, 4x4 fuera de pista, bi-cicletas DH, vertidos de escombros, basuras, res-tos de animales muertos y llegada de flora y fauna alóctona.

Los espacios propuestos han sido selecciona-dos entre otros motivos por la presencia de fauna troglobia constituida en muchas ocasiones por in-vertebrados endémicos; tal es el caso de las cuevas: Honda del Bejenado, el Salto de Tigalate, la Furna del Pilón y Las Cáscaras. O Bien por presentar aspectos geológicos y geomorfológicos relevantes constitu-yendo además una de las mejores formaciones de lavas cordadas de la Isla, como son las cavidades del Búcaro del Puertito. Asimismo, algunos de los tubos volcánicos que se incluyen en este proyecto son los de mayor longitud y belleza, con singulares estructu-ras entre las que destacan los espeleotemas del Bú-caro del Puertito, la Cueva Honda del Bejenado, la Cueva Honda de Miranda o el Salto de Tigalate.

INTRODUCCIÓN

En la práctica totalidad de los Espacios Na-turales Protegidos (ENP) con cierta entidad territo-rial en la isla de La Palma existen tubos volcánicos. Ése es el caso de las dos categorías de Parques, el Nacional y el Natural; de los dos tipos de Reservas Naturales, la Integral y la Especial, así como de los Paisajes Protegidos y algunos Monumentos Natura-les y Sitios de Interés Científico (Martín et al. 1995).

La protección inherente a dichos Espacios engloba a los tubos volcánicos existentes en ellos, pero con categoría específica de protección para cuevas sólo está en La Palma el Monumento Natural del Tubo Volcánico de Todoque. Sin embargo, esta protección legal muchas veces no sólo no se traduce en una protección real de los valores naturales de la cueva, sino que llega a ser hasta contraproducen-te por las masivas visitas que tal situación provoca, habiendo sido denunciado en multitud de ocasiones (Fernández 1999, 2001; Govantes 1993, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000). Por otra parte, existen cuevas cuyo enorme interés natural va paralelo a su fragili-dad, siendo esta situación objeto de continuos estu-dios y denuncias (García 1999, García & González 2001, 2003, 2007).

Haciéndose eco de tal realidad, los técnicos del Consorcio Insular de la Reserva Mundial de la Bios-fera La Palma en una concienzuda tarea -que contó con la colaboración de su comité técnico- han ela-borado una amplia propuesta para la declaración de nuevos espacios protegidos en la Isla o ampliación de los ya existentes, varios de los cuales afectan a tubos volcánicos.

Dentro de la función de conservación y bajo el término de “microrreservas”, diferentes Comunida-des Autónomas del Estado Español (así como algu-nos países de la Comunidad Europea) han elabora-do una nueva figura de protección para espacios de

Abstract:The proposal of protecting some lava tubes by the

Insular Consortium of the Biosphere World Reserve from La Palma is presented and analysed.Key Words:

Protection, lava tubes, La Palma.

Resumen:Se presenta y analiza la propuesta de protección de

algunos tubos volcánicos desde el Consorcio Insular de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma.Palabras Clave:

Protección, tubos volcánicos, La Palma.

PROPUESTA DE TUBOS VOLCÁNICOS COMO NUEVOS ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS EN LA ISLA DE LA PALMA (CANARIAS)

F. GOvantes* & r. García*

*Miembros del Comité Técnico del Consorcio Insular de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma.

ISSN: 1989-9122Recibido: 5-IX-2012Aceptado: 20-XII-2012Publicado: 27-V-2013

Propuesta de Tubos Volcánicos como Nuevos Espacios Naturales Protegidos en La Isla de La Palma (Canarias)

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 6

El Plan de Acción pretende aportar propues-tas concretas para afrontar los desafíos que plantea el cumplimiento de tres funciones principales, en-marcadas dentro de las directrices establecidas por el Programa MAB para las Reservas de La Biosfera:a. Función de Conservación, para proteger los re-

cursos genéticos, las especies, los ecosistemas y los paisajes.

b. Función de Desarrollo, a fin de promover un de-sarrollo económico y humano sostenible.

c. Función de Logística, para respaldar y alentar ac-tividades de investigación, educación, forma-ción y observación permanente relacionadas con las actividades de interés local, nacional y mundial encaminadas a la conservación y el desarrollo sostenible.

Como resultado de la valoración de los espa-cios se sugiere que las propuestas queden contem-pladas bajo las siguientes categorías de protección:

AmpliAción de pArque nAturAl cumbre ViejA

1. Lomo Gordo, El Búcaro y El Puertito.2. Salto de Tigalate.

declArAción de nueVos sitios de interés científico

3. Cueva Honda del Bejenado.

declArAción de ÁreAs de sensibilidAd ecológicA

4. Cueva Honda de Miranda.5. Cueva de Las Cáscaras.6. Furna del Pilón.

Fuente: Reserva Mundial de La Biosfera La Palma.

Áreas de ImpoprtancIa ecológIcageología y

geomorfologíaflora fauna arquelogía etnografía

estado de conservacIón

amenazas

1. Lomo Gordo. El Búcaro. El Puertito **** **** *** ** **** **** **2. Juan Adalid **** **** *** *** *** *** **3. Salto de Tigalate **** *** **** **** * **** **4. Barranco del Río **** **** *** ** **** *** **5. Barranco de Garome **** **** **** *** * *** **6. Barranco de La Madera **** **** *** ** ** *** **7. Caleta de La Ballena **** *** *** * * **** ****8. Barranco de Briestas **** *** *** **** * *** *9. Barranco de La Herradura **** **** **** * * *** **10. Acantilados de Puntagorda-Tijarafe **** *** **** ** ** *** *11. Las Maretas ** ** **** * **** ** ****12. Roque de Los Guerra **** *** * **** * * ****13. Punta Salvajes **** **** *** * * *** **14. Punta Gaviota **** *** *** ** * *** **15. Cueva Honda del Bejenado **** *** **** * * **** *16. Barranco Seco **** *** *** ** * *** *17. Fernando Porto **** ** ** *** *** ** **18. Caldereta de Tigerorte **** ** * *** * ** ****19. Acantilados de Tenagua Y Palmeral Martín Luís *** *** *** * * ** ***20. Los Aguales *** *** *** * * *** **21. Cueva Honda de Miranda **** * **** * * **** *22. Cueva de Las Cáscaras *** * **** * ** ** ***23. Hoyo de Las Norias ** ** **** * * ** ****24. Las Martelas * * **** * *** ** ****25. Palmeral del Socorro ** *** ** * *** ** ***26. Palmeral del Dorador ** ** ** * **** ** **27. Punta El Guincho *** ** ** * **** * **28. Barranco El Dorador ** *** ** * * ** ***29. Furna del Pilón *** * **** * * ** **30. Finca Amado * *** * * * ** ****30. Almacigal de Argual * *** * * * * ****

Tabla I. Nuevos espacios naturales propuestos. Los relacionados con cavidades volcánicas están indicados con una flecha. Reserva Mundial

de La BiosferaLA PALMA

Propuesta de Tubos Volcánicos como Nuevos Espacios Naturales Protegidos en La Isla de La Palma (Canarias)

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 107

A continuación se apor-tan algunos comentarios sobre los tubos volcánicos1 afectados por la propuesta del Consorcio de la Reserva y las consideracio-nes esgrimidas para su inclusión en la misma:

1. Lomo Gordo. El Búcaro. El Puertito. (Propuestos como Ampliación de Parque Natural Cumbre Vieja)

Las cavidades están con-tenidas en el espacio designado como “Lomo Gordo. El Búca-ro. El Puertito” y propuestas para ser incluidas dentro de la ampliación del Parque Natural de Cumbre Vieja. Aunque los tubos volcánicos solo se locali-zan en el Búcaro de El Puertito, fruto de la erupción de una boca adventicia costera del volcán de Martín o Tigalate, en 1646, a resultas de la emisión de lavas considerablemente fluidas (Govantes, 2008).

Esta zona la formó el volcán de El Búcaro, ubicado al pie de las laderas de El Puertito, entre los puntos geográficos conocidos como la Baja del Agua y la Playa del Puertito. Tanto sus lavas ácidas y básicas, como los piroclastos y lapillis, han dispuesto un paisaje en estructura de isla baja2 que contiene el más amplio abanico de manifestaciones geomorfo-lógicas típicas de una erupción, con la particularidad de que todas ellas se pueden observar en un reduci-do espacio, hecho que no ocurre en ningún otro edi-ficio volcánico de la isla de La Palma (García, 2010).

Así, podemos observar interesantes procesos hidromagmáticos presentes en el delta de El Puer-tito, que junto con canales lávicos, simas, cascadas, jameos, lajiales, malpaíses, campos de picón, etc., hacen de este lugar una muestra magnífica de vulca-nismo canario que ya manifestaron Dumpiérrrez et al., 1999 y Govantes, 2008. Además, en este espacio y en un área de pequeñas dimensiones se pueden lo-calizar tres tubos volcánicos:A.- Cueva de los Jameos del Puertito (LP/FC-10),

originada por el techado del más notable de los

1 Reseñadas según la propuesta de catalogación elaborada por O. Fernández en 2007.2 Deltas de lava originados cuando un río incandescente llega al mar y se solidifica.

canales lávicos del conjunto. Sus 180 metros de desarrollo arrancan desde el mismo cráter principal: El Búcaro (palabra de origen galai-co-portugués que significa “cueva” o “gruta”, y aunque en La Palma suele utilizarse para ha-cer referencia a las simas, a veces se extiende a todo tipo de cuevas). Tenemos así, una de las cavidades volcánicas más próxima a la boca eruptiva, en su origen y desarrollo, de Canarias.

B.- Cueva de las Colmenas (LP/FC-2), se trata de un tubo lineal abierto en sus dos extremos y que presenta en sus 52 m de recorrido tres ja-meos.

C.- Cueva de Romén (LP/FC-3), su única boca se abre a los 40 m s.n.m. y con un desarrollo de unos 53 m se caracteriza por sus grandes di-mensiones y la presencia de fauna troglobia en su interior.

2. Complejo Vulcanoespeleológico de El Salto de Tigalate. (Propuesto como Ampliación del Par-que Natural Cumbre Vieja)

El Salto de Tigalate se localiza en la vertiente sudeste de La Palma y concretamente en el sector sur del municipio de Villa de Mazo, inscribiéndose geológicamente en el flanco oriental de la dorsal de Cumbre Vieja. La datación más antigua de la zona se corresponde con el final del Pleistoceno (Cuater-nario).

Fig1. Isla baja del Búcaro del Puertito.

Google earth© 2013 GoogleImage © 2006 GRAFCAN

Fecha de las imágenes: 3/8/2012 28 R224878.08 m E 3156250.48 m N elev. 61 m alt. ojo 784 m

Propuesta de Tubos Volcánicos como Nuevos Espacios Naturales Protegidos en La Isla de La Palma (Canarias)

Geomorfológicamente se configura como una gran depresión con aspecto de herradura -resultado de los intensos procesos erosivos que han originado el Barranco Hondo- prácticamente en su desembo-cadura, formando una espectacular caída de un par de centenares de metros que es a la que propiamente se denomina El Salto.

En la ladera norte de este paraje se localizan las diferentes bocas de entrada de los dos grandes tubos volcánicos afectados. Asimismo, existen otras notables cavidades muy próximas relacionadas a ni-vel espeleogenético con las que aquí se tratan. No obstante, la apertura de las dos que nos ocupan han sido el resultado del lento pero inexorable proceso de erosión que ha sufrido este barranco, propician-do la apertura de las cinco bocas exploradas de lo que fue un único tubo volcánico de al menos 3 Km de desarrollo. Siendo sin duda el mayor descubierto hasta ahora en la isla de La Palma. Estas bocas se abren a unas altitudes que oscilan entre 80 y 220 m a.s.n.m.

Las dos cavidades más conocidas son el “Tubo A del Complejo de Tigalate” y el “Tubo B del Com-plejo de Tigalate” (Govantes, 1995; Dumpiérrez et al. 1997), separadas ambas por apenas medio centenar de metros que corresponden a un desprendimiento de la pared lateral del barranco en la configuración actual de El Salto, proceso que continua en la actualidad.

Ambas cavidades presentan abundantes indi-cios arqueológicos. También hemos de destacar los frecuentes restos óseos de vertebrados encontrados (perro, murciélagos, ratas, conejos, cabras, ovejas, etc.). Asimismo, se ha confirmado la importancia que ad-quiere la fauna invertebrada en este lugar, constituida

por una treintena de especies la mayoría endémicas (García et al. 1995 y García & González, 1996).

El Tubo A (LP/MZ-1), con una longitud topo-grafiada hasta el momento de 1.632 m, es el mayor de los dos tubos propuestos en este paraje. Se trata de una cavidad de gran belleza por su rica y variada mor-fología, por los abundantes espeleotemas que en ella proliferan y por su interesantísima fauna cavernícola encontrada. Igualmente, destaca desde el punto de vis-ta arqueológico, tal y como evidencia la localización e abundantes restos de vasijas aborígenes a considerable distancia de la entrada, que nos muestra un uso de la cavidad por los auaritas.

El Tubo B (LP/MZ-2), con una longitud de 911 metros, es la cueva más conocida pero también la más deteriorada. Posee cuatro entradas, dos en su parte in-ferior y dos en su parte superior, lo cual facilita la for-mación de corrientes de aire que desecan su interior favoreciendo su pobreza faunística. Aunque presenta un número menor de formaciones geológicas que el tubo superior, su recorrido le confiere un especial inte-rés ya que es el resultado de la imbricación -a modo de trenza- de dos galerías que se unen, en cada nudo, en caprichosas alternancias de altura y vertiente. Asimis-mo, hace pocos años, como consecuencia del continuo proceso erosivo del barranco, esta cavidad sufrió un deslizamiento natural a nivel de una de sus salas, inte-rrumpiendo el paso subterráneo a escala humana entre los sectores resultantes.

3. Cueva Honda de El Bejenado. (Propuesta como Nuevo Sitio de Interés Científico)

Esta cavidad referenciada como (LP/EP-1), se encuentra entre las zonas delimitadas de Área Pe-

riférica de Protección y el propio Parque Nacional de La Caldera de Taburiente (PNCT), abriéndose su boca en una barranquera de la ladera sur del monte Bejena-do, a 1180 m s.n.m. En sus 1363 metros explorados se agrupan 19 ramales y un desnivel acumu-lado en la galería principal de 87 m (86 m subida, 1 m bajada). De esta manera, el interés de este tubo volcánico es múltiple. Se trata de la cueva conocida de ma-yor profundidad (distancia entre sus extremos) en El Bejenado. Otra particularidad es que la ma-yor parte de su recorrido proviene

Fig. 2. Galería del Seat Panda. Salto de Tigalate. (Foto: F. Govantes).

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de un solo tramo, y no de la suma de sus múltiples ramales; por lo tanto, tiene el mayor desarrollo y des-nivel entre las de la zona, y a nivel deportivo posee el paso estrecho de más dificultad forzado hasta ahora en la isla. Es, igualmente, una de las mayores gru-tas de La Palma, ocupando el 2º puesto en lo que a longitud se refiere con 269 metros menos que «El Salto de Tigalate A» (LP/MZ-1, Des.=1632 m) y 75 metros más que «La Cueva del Perdido» (LP/TZ-2, Des.= 1288 m).

Sus rocas han sido datadas con una edad ra-diométrica comprendida entre 700.000 y 750.000 años (Ancochea et al., 1994). Aún así, se conservan estructuras primarias intactas en muchos tramos, siendo de destacar algunos estafilitos del tipo «chu-rrete», como los presentes en varias cavidades lan-zaroteñas. Este tipo de formación es muy poco fre-cuente en La Palma.

En todo su recorrido acumula una enorme va-riedad de concreciones calcáreas, la mayoría frágiles y únicas. En sus primeros 340 metros, se agrupan espléndidas estructuras que tapizan suelo, paredes y techo que en conjunto podrían ser consideradas estalagmitas y estalactitas. Existe, además, un tipo de espeleotema que hasta la fecha es único de esta cavidad y probablemente de Canarias y nos referire-mos a ellas como «concreciones laminares eólicas». Desgraciadamente, las visitas incontroladas que ha recibido últimamente este tubo volcánico han dete-riorado gran parte de ellas.

Asimismo, su valor paleontológico es notable pues se han encontrado abundantes restos subfósi-les del lagarto gigante Gallotia simonyi (Steindachner, 1889), representado por cuatro ejemplares de gran tamaño bien conservados y acompañados de un nú-mero indeterminado en peor estado. También es re-señable la presencia, en todo su recorrido, de restos óseos de murciélago, llegando a encontrarse incluso en la sala terminal de la cueva lo que nos confirma un uso continuado de esta cavidad por parte de este grupo faunístico de alto valor ecológico. Igualmente, se puede observar (hasta el «Salto del Perro» a 540 metros de la boca) numerosos fragmentos óseos de perro y conejo que se introducen en la cavidad como depredador y presa. Del mismo modo, es patente la presencia activa de ratas tanto por la abundancia de sus restos óseos como de sus excrementos, lo cual favorece la proliferación de hongos que actúan como fuente nutricia epienergética para una interesante fauna entomológica, que hace de esta gruta la más rica en invertebrados del PNCT(García et al., 2007).

4. Cueva Honda de Miranda. (Propuesta como Área de Sensibilidad Ecológica)

Sita en el pago de Miranda dentro del munici-pio de Breña Alta. Su única boca fue puesta al descu-bierto con las labores de apertura del solar durante los trabajos de una Escuela Taller que edificaba la actual Residencia de ancianos Nina Jaubert, de ahí que la cavidad también se conozca con los nombres de Cueva de la Escuela Taller o Cueva de Nina Jau-bert, (Fernández et al. 1999) y ha sido referenciada como (LP/BA-3).

Su interés radica en múltiples aspectos, siendo de las pocas que supera el kilómetro de desarrollo lo que la convierte en una de las de mayor longitud de nuestra Isla. Posee un gran interés geomorfológi-co, con magníficas estructuras volcánicas y alberga una interesante fauna invertebrada. Entre los aspec-tos geológicos hemos de destacar las bellas cornisas presentes tanto en los tramos en los que se puede transitar erguido como en otros en los que hay que agacharse o reptar, estando en muchas zonas tapi-zadas de concreciones de yeso y carbonato cálcico. Otros espeleotemas a destacar son la variada gama de estafilitos, castillos lávicos y, a mayor escala, es-tructuras como los puentes de lava o las grandes ga-lerías y gateras constituyendo diferentes ramales, al-gunos interconectados formando cruces y cascadas lávicas de gran belleza, como El Salto (Dumpiérrez et. al. 2000). También, destaca como un enclave geo-morfológico singular, el Laberinto de los Cornetes, formado por avenidas de lavas muy fluidas que pro-piciaron la consolidación de dos tipos de estructu-ras: por un lado, un pequeño entramado laberíntico de hasta seis pequeños tubos paralelos, entrecruza-dos y a distintos niveles; y por otra parte, restos de antiguas burbujas de magma cuyas paredes abomba-das explotaron formando un hermoso vínculo con los pequeños tubos antes mencionados. El conjunto, que abarca una superficie de unos 200 m2, recuerda al laberinto cartilaginoso nasal y de ahí su nombre. Esta formación es una de las mejores expresiones de formación de galerías por drenaje de lóbulos mag-máticos que existen en La Palma.

Respecto a su biocenosis, se pueden localizar en esta cueva ocho especies troglobias endémicas de La Palma entre las que destaca la chinche mantis pal-mera Collartida tanausu Ribes, Oromí & Ribes, 1998 (heteróptero), incluida en el catálogo de Especies Protegidas de Canarias (2010) en la categoría de Pro-tección Especial y reconocida en el Libro rojo de los invertebrados de España como Vulnerable (2006).

Propuesta de Tubos Volcánicos como Nuevos Espacios Naturales Protegidos en La Isla de La Palma (Canarias)

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Por otro lado, la presencia de especies alóc-tonas de amplia valencia ecológica nos sugiere un problema de contaminación en algunos tramos del tubo por aguas cargadas de materia orgánica, prove-nientes de las construcciones que existen en super-ficie y por debajo de varias de las cuales discurren notables tramos de la cueva. Todo ello, incluso esto último, hace que la cavidad se haya impuesto como una auténtica “aula natural” donde habitualmente se desarrollan visitas de carácter didáctico (García y Govantes, 2011).

5. Cueva de Las Cáscaras. (Propuesta como Área de Sensibilidad Ecológica)

Esta es una pequeña cavidad de tan sólo 44,4 metros de recorrido que se encuentra cauce abajo, en la intersección del Bco. de Herreros con el Bco. de Las Ánimas a una altitud de unos 500 m s.n.m. Presenta dos bocas de entrada, una de ellas de muy pequeñas dimensiones que hace muy difícil el acceso por ella. Su sustrato básicamente es compacto con derrubios sueltos aunque presenta dos pequeñas zonas con suelo terroso-arenoso. Tiene un perímetro de 0,46 km, ocupa una superficie de 1,29 ha y está cataloga-da con la clave LP/PG-3.

Esta zona ha sido propuesta por la presen-cia de un raro invertebrado descrito por R. García (2003). El gorgojo Baezia martini es un endemismo local del que solo se conoce hasta ahora la serie tí-pica, constituida por siete ejemplares pertenecientes a un género canario del que hasta el momento se han descrito otros tres taxones. Este insecto destaca

por ser una especie anoftalma fuertemente adapta-da a los ambientes cavernícolas, de vida endogea y con régimen alimenticio probablemente rizófago. Al margen de esta especie se han encontrado otras 13 englobadas en 4 clases y 10 órdenes, destacando la presencia de algunos endemismos insulares como Chthonius machadoi canariensis Beier, 1965, Loboptera fortunata Krauss, 1892 y Licinopsis angustula Machado, 1987. Asimismo, podemos afirmar que los troglo-bios están constituidos por tres especies, los trogló-filos por cinco y los trogloxenos han presentado seis. También se han detectado especies introducidas y es frecuente observar restos óseos de perro, conejo, rata y cabra que ayudan a conformar una interesante biocenosis.

6. Furna del Pilón. (Propuesta como Área de Sen-sibilidad Ecológica)

Se trata de una cavidad de unos 41 m de desa-rrollo lineal y su clave en el Catálogo de Cavidades es LP/PL-8. Su única boca orientada al noroeste se localiza en la base derecha del barranco que separa Lomo Estrello y Lomo Piñero (La Galga, Puntalla-na) a una altitud de 500 m s.n.m. Ésta es de reducidas dimensiones fruto de la acumulación de materiales caídos por la ladera, la cual está cubierta principal-mente por plantas representativas de la laurisilva.

Es un tubo muy homogéneo de notables di-mensiones y amplio recorrido, con anchuras máxi-mas de 8 m y alturas que alcanzan los 2 m de media. La cavidad tiene un perímetro aproximado de 0,4 km y se extiende por una superficie de 4,04 ha.

La cueva está bastante erosionada. Sólo en los metros finales podemos observar algunos fragmen-tos de techo intacto, ya que la mayor parte de él se ha caído, encontrándose disperso por el suelo donde forma pequeñas oquedades debido a los derrubios y grandes bloques apilados, en algunos casos de más de 1,5 m de diámetro.

Aunque su geomorfología no despierta interés, los estudios faunísticos realizados por García y Gon-zález (2007) revelaron una enorme biodiversidad ya que se colectaron un total de 29 especies, englobadas en 8 clases y 15 órdenes. Destaca en diversidad el orden de los coleópteros con 7 especies. Desde el punto de vista cuantitativo sobresalieron los órdenes júlidos (60% del total), dípteros (18 % de las captu-ras) y colémbolos (8 %). Asimismo, podemos consi-derar que los troglobios están constituidos por diez especies, los troglófilos por cuatro, los trogloxenos han presentado ocho y los edafobios siete.

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Fig. 3. Baezia martíni. (Dibujo: R. García).

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Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1011

conlleva una publicidad que puede ser peor, desde el punto de vista de su conservación y, paradójica-mente, que el relativo anonimato que acompaña a su desprotección legal.

Por ello, y como complemento ineludible a la mera declaración formal de estas cavidades como nuevos Espacios Protegidos, se deberían adoptar al menos las siguientes medidas para contribuir a la re-cuperación y conservación de estas zonas:

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Tanto en la cueva como en el entorno de la misma, se ha colectado un pequeño coleóptero de la familia Curculionidae (Laparocerus machadoi García y González, 2006) del que solo se conoce la serie típica constituida por dos ejemplares. Se trata por lo tanto de un endemismo local extremadamente es-caso, de aspecto delicado y fino, adaptado a la vida subterránea. En la zona además se siguen realizando prospecciones ya que se sabe de la existencia de más especies nuevas para la ciencia, lo que reafirma aún más la propuesta de protección.

CONCLUSIONES

Asumiendo su feliz culminación a nivel legis-lativo, estas iniciativas de protección no pueden que-darse sólo en esto, pues el mero hecho de incluir las cavidades en una lista de espacios protegidos al amparo de una Ley con sus propias figuras de pro-tección, no garantiza en absoluto su preservación real. Si no se acompañan de los adecuados mecanis-mos de vigilancia y control de los impactos que se denuncian, estas interesantes cuevas permanecerán tan indefensas como hasta ahora, si no más; pues su declaración como nuevos Espacios Protegidos

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Fig. 4. Laparocerus machadoi. (Dibujo: R. García).

- recuperAción de suelos y espAcios degrAdA-dos en sus proximidAdes.

- control de lA florA y fAunA introducidA.

- refuerzo de lAs poblAciones de florA Au-tóctonA.

- regulAción de VisitAs y ActiVidAdes impAc-tAntes en el entorno.

- red de VigilAnciA y control efectiVo de lAs medidAs legAles de protección.

Propuesta de Tubos Volcánicos como Nuevos Espacios Naturales Protegidos en La Isla de La Palma (Canarias)

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Cavidad Volcánica de Callejones de Abajo (Villa de Mazo, Isla de La Palma, Islas Canarias): Más de 2.000 Años de Presencia Humana

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1013

Abstract:The lava tube to study is known as Cueva de los Calle-

jones (Fernández, 2000) or System of Los Lázaros (Fernán-dez, 2007) and takes the Key LP/MZ-7. It is a modal and a good example of permanent occupation from the moment of the arrival of the first settlers in the island of La Palma, more than 2.000 years ago. For this reason, the volcanic pipe of Callejones de Abajo, placed in Villa de Mazo, shows us several and different evidences of the human presence.Key Words:

Callejones de Abajo, lava tube, Usefulness, awara, La Palma.

Resumen:La cavidad volcánica a estudio se conoce como C. de

Los Callejones (Fernández, 2000) o Sistema de Los Lázaros (Fernández, 2007) y que lleva la Clave LP/MZ-7. Es un re-ferente y un buen ejemplo de ocupación permanente desde el momento de la arribada de los primeros pobladores a la isla de La Palma, hace más de 2.000 años. Por ello, el tubo volcánico de Callejones de Abajo, situado en Villa de Mazo, nos muestra numerosas y diferentes evidencias de la presen-cia humana.Palabras Clave:

Callejones de Abajo, tubo volcánico, utilidades, awara, La Palma.

cánicos de la isla de La Palma se encuentra algún tipo de vestigio o huella de la presencia humana a lo largo del tiempo. Este es el caso de la cueva de Los Callejones de Abajo, cuyos primeros rastros se remontan a los siglos previos al nacimiento de Cris-to, coincidiendo con el momento de la arribada de los primeros pobladores a la Isla que se instalaron de forma permanente en la base del Roque de Los Guerra, a escasos 300 m de distancia.

LOCALIZACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LA CAVIDAD

La gruta de Callejones de Abajo se encuentra en el término municipal de Villa de Mazo, en la ver-tiente oriental de Cumbre Vieja, cercana a la costa. Esta ubicación va a determinar las características ge-nerales del relieve basado en una sucesión de conos volcánicos, coladas lávicas y malpaíses, así como pe-queños barrancos debido a su reciente formación con algunas excepciones como Barranco Hondo en la costa de Tigalate.

Las cumbres del Municipio superan los 1.800 m de altitud, en algunas zonas el terreno desciende suavemente y en otras, como El Cabrito, las pendien-tes son muy pronunciadas. El paisaje vegetal muestra una gran variedad y contraste según las diferentes cotas altitudinales y las condiciones climatológicas predominantes.

En las cimas de Cumbre Vieja se desarrolla el pinar con otras especies vegetales como el codeso (Adenocarpus foliolosus) o la crespa (Plantago webbii).

INTRODUCCIÓN

Acercarse al interior de una oquedad subterrá-nea es adentrarse en un mundo diferenciado carga-do de incitantes sensaciones de aislamiento, misterio, extrañeza, temor, belleza… y oscuridad. Allí en tu soledad la mente es capaz de hurgar en lo más pro-fundo de tus emociones que te hacen reflexionar y cuestionar lo más íntimo del ser humano. La natu-raleza ha creado formas que el hombre ha ido reco-nociendo con el devenir del tiempo desde la antigua mitología hasta la más reciente disposición científica.

Buscar respuestas dentro de esa barrera del tiempo que es el interior de un tubo volcánico es algo fascinante por su diferencialidad. No es nada fácil adivinar qué llevó a los awara (antiguos pobla-dores de la isla de La Palma) a penetrar en el inte-rior de estas cavidades y dejar restos materiales de carbones, cerámicos, líticos, malacológicos y óseos. Sí tenemos claro que las motivaciones varían de unas cavidades a otras. Numerosas son las incógnitas a las que nos enfrentamos, pero dentro de ese contexto podemos interpretar algunas de las manifestaciones más significativas. Albert Einstein fue uno de tantos investigadores que destacaron el misterio como lo más hermoso que podemos sentir.

A partir del siglo XVI la antroespeleología histórica nos sigue dando muestras de una continua utilización, incluso modificadora, del interior de las cavidades volcánicas que intentaremos dar respuesta en las siguientes páginas.

Pues bien, en la gran mayoría de los tubos vol-

CAVIDAD VOLCÁNICA DE CALLEJONES DE ABAJO (VILLA DE MAZO, ISLA DE LA PALMA, ISLAS CANARIAS):

MÁS DE 2.000 AÑOS DE PRESENCIA HUMANAM. a. Martín*

*Prehistoriador y profesor de EEMM. C/ El Pilar nº 8, 2º-4. CP 38700 - Santa Cruz de La Palma. S/C de Tenerife

ISSN: 1989-9122Recibido: 7-X-2012Aceptado: 12-I-2013Publicado: 27-V-2013

Cavidad Volcánica de Callejones de Abajo (Villa de Mazo, Isla de La Palma, Islas Canarias): Más de 2.000 Años de Presencia Humana

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 14

hasta los 14,3 m. A 2,2 m de la entrada se constru-yó un muro artificial de piedras sueltas. Después de pasar una pequeña gatera, a los 16,6 m se abre otra de las bocas en el techo, producida por el derrumbe del mismo. A partir de aquí los siguientes 40 m son amplios y uniformes de suelo compacto, se aprecian algunas grietas en el techo y un pequeño jameo de 60 cm por 30 cm que podemos considerar la tercera en-trada. Continuando con el recorrido, ahora el suelo es más terroso y destacan dos muros artificiales de piedras. A los 66 m se abre la cuarta boca originada por un hundimiento del techo. El final de la cavidad lo conforma una enorme roca de casi 2 m de radio y una acumulación de piedras producto del derrumbe de paredes y techo (Dumpiérrez et al., 1997).

Fig. 2. El tramo más angosto del interior de la cavidad.

Según descendemos en altura, junto al pinar se in-tensifican los corazoncillos (Lotus hillebrandii), taga-sastes (Chamaecytisus proliferus), poleos (Bystropogon origanifolius), etc. El fayal-brezal tiene un enorme protagonismo en las medianías, mientras que en la zona costera empiezan a destacar pequeñas muestras de bosque termófilo como la sabina (Juniperus phoeni-cea), el mocán (Visnea mocanera) o la palmera (Phoenix canariensis) entre otros. La cubierta vegetal más baja es xerófila con el predominio de las higuerillas (Eu-phorbia regis-jubae Webb & Berthel.) y otro grupo de arbustos y plantas halófilas en las cercanías del mar.

La cueva de Callejones de Abajo se localiza a unos 200 m. s. n. m, distante unos 800 m del mar y a unos 500 m del cono volcánico de Los Valenti-nes. Actualmente, el entorno más cercano presen-ta un paisaje determinado por el típico malpaís con disposición de muros de piedra, parcelando algunas huertas, delimitando propiedades y una pista que pasa cerca de la cavidad. Se han levantado, asimis-mo, varios estanques o depósitos de agua y se han sorribado terrenos para usos agrícolas e industriales.

Fig. 1. Panorámica de la zona próxima a la gruta de Callejones de Abajo.

Se trata de un tubo volcánico lineal de 88,8 m de recorrido orientado de Oeste a Este. Presenta cua-tro entradas naturales y una quinta después de salir a la superficie y proseguir, unos metros más abajo, con otro pequeño segmento de tubo. La primera boca más próxima a la costa ofrece unas dimensiones de 1,25 m de alto y 1,5 m de ancho que se mantiene

LA HUELLA DE LOS AWARA

Los trabajos de campo se orientaron a la pros-pección de la cavidad y entorno adyacente lo que permitió evaluar el uso que recibió este espacio por parte de la población indígena y los lugareños his-tóricos.

La manifestación de pruebas inequívocas las podemos encontrar nada más entrar a la cueva don-de aparecen restos de cerámica, en concreto tres pequeños fragmentos de las fases III, IV y una sin decorar con tonos rojizos. Nuestro compañero D. Rafael García Becerra encontró y fotografió en una de las visitas varios trozos de cerámica de la fase II muy bien conservados.

Cavidad Volcánica de Callejones de Abajo (Villa de Mazo, Isla de La Palma, Islas Canarias): Más de 2.000 Años de Presencia Humana

Igualmente aparecen restos de carbones, algu-nos líticos y piezas malacológicas (conchas de lapas). A lo largo de la gruta se aprecian restos óseos de pe-rro y ovicápridos, así como otras piezas osteológicas que no logramos identificar. Todos estos restos bien pudieron ser más numerosos puesto que los usos históricos seguro que han afectado a la presencia de otros materiales.

Fig. 3 y 4. Fragmentos de cerámica awara muy antiguos corres-pondientes a los primeros momentos de ocupación. Destacan las decoraciones en metopas de la fase II. (Fotos: R. García).

Fig. 5. Muestras de líticos y lapa.

Fig. 6. Fragmentos de huesos.

Cavidad Volcánica de Callejones de Abajo (Villa de Mazo, Isla de La Palma, Islas Canarias): Más de 2.000 Años de Presencia Humana

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 16

VESTIGIOS HISTÓRICOS EN EL TUBO

Las primeras señales de la presencia humana a partir del siglo XVI es la construcción de tres muros de piedras que taponaban el tubo en aquellos lugares cercanos a las entradas inferior y superior para tabi-car pequeños tramos. Probablemente fueran confec-cionados para encerrar ganado. En este sentido, en el pasado siglo XX el techo de la entrada superior fue recubierto de cemento para acondicionar la es-tancia y evitar la entrada de agua de lluvia y los rayos solares.

Fig. 7. Parte de uno de los muros interiores de la cueva.

Resulta lógico pensar que la cavidad de Calle-jones de Abajo fuera visitada por los awara desde el primer momento de la arribada debido a la pre-sencia muy cercana, unos 300 m de distancia, de un yacimiento prehistórico muy conocido en la isla de La Palma que es el Roque de Los Guerra, catalogado por el arqueólogo D. Mauro Hernández en la década de los 70.

Se trata de una mole pétrea situado cerca del mar a una cota de 70 m. s. n. m. y con una altura asi-mismo de unos 70 m que contiene una serie de pe-queñas cuevas que se abren en la base de la cara oriental y meridional. Debido a los movimien-tos de tierra continuos para construir parcelas de plátanos se destruyó un importante poblado de cabañas situado en la base del mismo roque (Martín, 1997). El conjunto fue afectado por el volcán de Los Valentines (siglo I), cuyas coladas rodearon el roque y sepultaron parte del asenta-miento que fue, poco después, nuevamente ocu-pado. También se encuentran ejemplos de graba-dos rupestres con formas geométricas, canales y cazoletas en la parte superior del pitón. Asimis-mo, descubrimos en 1993, formando parte de un muro histórico, un petroglifo que actualmente se encuentra en el Museo de la Cueva de Belmaco.

El yacimiento arqueológico ha sido exca-vado mediante sondeos dando como resultado la existencia de una estratigrafía de más de 7 m, destacando la presencia de todas las fases cerá-micas lo que supone un poblamiento continuo desde la arribada de los awaras hasta la con-quista castellana de la Isla y la aparición de enormes cantidades de restos líticos, óseos, malacológicos, espinas de pescados, etc. Aunque, sin duda, el hallazgo más sorpren-dente fue la aparición en el corte 1 de innu-merables restos óseos de una especie de la-garto gigante (Pais, 1998) que fue consumido por los primeros pobladores. Estos reptiles de grandes dimensiones vivieron hasta los primeros siglos antes de Cristo.

El acceso a la cavidad es bastante hol-gado, presentando dos estancias más amplias que bien pudieron ser aprovechadas para gua-recerse en determinados momentos de tem-porales de agua y viento o calores excesivos. Es aquí precisamente donde se encuentran los restos materiales. No apreciamos eviden-cia alguna de aprovechamientos de minerales, agua o de cualquier uso religioso como sí su-cede en otros tubos volcánicos de la Isla.

Fig. 8. Techo de cemento en la boca de entrada superior.

Cavidad Volcánica de Callejones de Abajo (Villa de Mazo, Isla de La Palma, Islas Canarias): Más de 2.000 Años de Presencia Humana

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1017

Estas grutas han servido de refugio temporal, de escondite, de fresquera para guardar alimentos y pequeños recipientes de agua, aunque la mayoría de las veces el hombre moderno deja como recuerdo de su presencia en los tubos volcánicos restos de ba-sura. En este sentido, a unos pocos metros hacia el Este de la entrada superior de la cavidad de Calle-jones de Abajo encontramos restos de una fogata perimetrada con cinco rocas donde se aprecian pe-queños trozos de residuos de madera y carbones. Así mismo, próximo a uno de los muros, encontramos restos de basura en forma de plásticos y ruedas de una bicicleta.

En definitiva, la huella de la presencia humana en el tubo volcánico de Callejones de Abajo tiene una amplia cronología que abarca desde el siglo II o III a.C. hasta la actualidad. Sus usos fueron bien di-ferenciados entre los awara y los palmeros históricos como hemos podido comprobar.

BIBLIOGRAFÍA

duMPIérrez, F., M. Fernández, O. Fernández, r. García, a.J. GOnzález, F. GOvantes, M. Mata, & M. MuñOz (1997). Las cavidades vol-cánicas de Villa de Mazo (La Palma, Islas Ca-narias). Vulcania, 1: 1-48.http://www.vulcania.org/revistas/Vulcania_1/Vulcania1_pp1-48.pdf

Fernández, O. (2000). Avance global del catálogo de cavidades de La Palma(Islas Canarias). Vul-cania, 4: 77-84.http://www.vulcania.org/revistas/Vulcania_4/Vulcania4_pp77-84.pdf

Fernández, O. (2007). Avance global del catálogo de cavidades de La Palma (II). (Islas Canarias). Vulcania, 8: 79-86.http://www.vulcania.org/revistas/Vulcania_8/Vulcania8_pp79-86.pdf

Martín, M. a. (1997). La vida sagrada de los Benahoari-tas. Ediciones J.A.C.E. Santa Cruz de La Pal-ma. 121 pp.

PaIs, F. J. (1998). El bando prehispánico de Tigalate. C.C.P.C Tenerife. 451 pp.

Fig. 9. Residuos de carbón y madera.

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 18

fauna cavernícola de la Macaronesia Clase: Insecta

Orden: HeteropteraFamilia: ReduviidaeGénero: CollartidaEspecie: C. tanausu Ribes,

Oromí & Ribes, 1998

Insecto troglomorfo y anoftalmo. Con una longitud corporal com-prendida entre 4,7 y 5,3 mm. Endemismo palmero del que se han recolectado muy pocos ejemplares, siempre en tubos volcánicos

situados en una cota inferior a los 1000 m de altitud, en los municipios de Breña Alta, San Andrés y Sauces, Punta-

llana, El Paso y Fuencaliente.

Chinche mantis palmera

Texto y fotos: Rafael García Becerra.

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

exclusivamente la Espeleología, etimológicamente la “ciencia de las cavernas”, imponiéndose cada vez más el término “Espeleísmo” para los exploradores deportivos no científicos), es innegable la enorme curiosidad y fascinación que las cuevas despiertan en un enorme grupo de personas que ni son deportis-tas subterráneos (espeleístas) ni científicos espeleó-logos. Para dar respuesta a esta inquietud “popular”, en muchos países se ofrece una amplísima oferta de visitas no especializadas a cavidades, no siendo una excepción a esto lo que ocurre en la propia España.

INTRODUCCIÓN

Son ya decenas de miles las cavidades subte-rráneas que están catalogadas en España. La mayoría kársticas aunque también son de considerar aquellas que obedecen a otro tipo de espeleogénesis. Un caso bien definido es el de los tubos volcánicos (García et alli, 1997) los cuales, si bien circunscritos a Cana-rias en el contexto nacional, totalizan también varios centenares en análogas condiciones de estudio, ex-ploración, topografía, etc.

Al margen de la práctica deportiva de la ex-ploración subterránea o la profundización en sus aspectos científicos (lo que debería ser propia y aún Fig. 1. Mapa con la distribución de las cuevas turísticas

asociadas a la ACTE.

Fuente: Asociación de Cuevas Turísticas de España(http://www.cuevasturisticas.es).

Mina de Platade Bustarviejo

19

APROXIMACIÓN AL USO TURÍSTICO DE LAS CAVIDADES VOLCÁNICAS CANARIAS

F. GOvantes*

* Grupo de Investigaciones Espeleológicas de La Palma

Abstract:It presents and analyzes the reality of tourist use of

the volcanic Canary cavities and discussed future projects.Key Words:

Tourism, volcanic cavities, Canary Islands.

Resumen:Se presenta y analiza la realidad del uso turístico de

las cavidades volcánicas canarias y se comentan futuros pro-yectos.Palabras clave:

Turismo, cavidades volcánicas, Islas Canarias.

ISSN: 1989-9122Recibido: 28-X-2012Aceptado: 28-XII-2013Publicado: 27-V-2013

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 20

comunIdad autónoma cueva ubIcacIón

Andalucía

Cueva del Agua Iznalloz, Granada

Cueva del Tesoro Rincón de La Victoria, Málaga

Cueva de Las Ventanas Piñar, Granada

Gruta de Las Maravillas Aracena, Huelva

Cueva de Nerja Nerja, Málaga

Aragón Grutas de Cristal Molinos, Teruel

Asturias Cuevona de Avín Avín

BalearesCueva de Campanet Campanet, Mallorca

Cova de Can Marçà Sant Miquel, Ibiza

Canarias Cueva Del Viento Icod de Los Vinos, Tenerife

Cantabria

Cueva El Soplao Celis-Rionansa

Cueva de Hornos de La Peña San Felices de Buelna

Cueva de Chufín Riclones

Cueva de El Pendo Escobedo de Camargo

Cueva de Covalanas Ramales de La Victoria

Cueva de Las Monedas Puente Viesgo

Cueva del Castillo Puente Viesgo

Cueva de Altamira Santillana del Mar

Cueva de Santián Piélagos

Castilla La Mancha Mina Romana de Lapis Specularis de La Mora Encantada Torrejoncillo del Rey, Cuenca

Castilla Y León

Cueva de Los Enebralejos Prádena, Segovia

Cueva de Valporquero Vegacervera, León

Cueva de Los Franceses Revilla de Pomar, Palencia

Cueva de Ojo Guareña Merindad de Sostoscueva, Burgos

Cataluña Cueva Meravelles Benifallet, Tarragona

Comunidad Valenciana

Cueva de Adsubia Adsubia, Alicante

Cueva de Las Calaveras Benidoleig, Alicante

Cueva Del Rull Vall D´Ebo, Alicante

Rio Subterráneo de San José Vall D´Uixó, Castellón

Cueva de Don Juan Jalance, Valencia

Extremadura

Cueva del Castañar Castañar de Ibor, Cáceres

Mina de La Jayona Fuente del Arco, Badajoz

Mina Costanaza Logrosán, Badajoz

Murcia Cueva de El Puerto Calasparra, Murcia

Navarra Cueva de Mendukilo Astitz

País VascoCueva de Oñati-Arrikrutz Oñati, Guipúzcoa

Cueva de Pozalagua Carranza, Vizcaya

IGME Madrid, Madrid

Fig. 2. Relación de las Cuevas Turísticas asociadas a la ACTE. Fuente: Asociación de Cuevas Turísticas de España.

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

De esta manera, se pueden encontrar aquí cuevas perfectamente habilitadas para su visita turística, (Web 1) y para lo que no es necesario mayor equi-pamiento ni preparación que la necesaria para visitar cualquier museo. A pesar de que este tipo de turismo podría definirse por lo tanto como “espeleoturis-mo”, en sentido estricto tal término se viene propo-niendo más hacia el sector del ocio activo o turismo de aventura con visitas especiales donde, sin preten-der formar expertos en una o pocas jornadas, sí que logra dar respuesta a un sector de interesados con un grado mayor de afán de aventura que el común de los turistas.

Con objeto de representar y aunar los esfuer-zos de las cuevas turísticas nació en 1997 la Asocia-ción de Cuevas Turísticas Españolas (ACTE). Según su propia declaración de intenciones, la finalidad es la promoción del turismo subterráneo, el fomento de la conservación y el uso sostenible de las cue-vas turísticas, además del impulso y la realización de todo tipo de estudios y trabajos técnicos y científicos que contribuyan al conocimiento y a la promoción del mundo subterráneo. De esta manera, la ACTE realiza su actividad en torno a las cuevas en explota-ción mediante la organización de cursos y congresos,

tareas de asesoramiento para las cavidades que ini-cian su proceso de habilitación para las visitas tu-rísticas y estableciendo las pautas que garanticen la conservación de los valores naturales y patrimonia-les de las cuevas. Sin embargo, del gran número (in-determinado) de cavidades que se encuentran en ex-plotación turística en España, sólo 34 se encuentran asociadas a la ACTE, repartidas por toda la España peninsular, Baleares y Canarias. En el caso de este último archipiélago, sólo una y paradójicamente la de explotación turística más reciente y la que menos visitas anuales recibe de las cuatro con ese uso en las Islas. (Figuras 1, 2 y 5)

Resulta llamativo también el hecho de que la intensa actividad formadora y divulgativa en torno al mundo cavernícola, tanto en sus aspectos turís-ticos como científicos y didácticos corran a cargo de asociaciones como la citada ACTE o la Socie-dad Española de Espeleología y Ciencias del Karst (SEDECK), con poca o nula participación/colabo-ración de la Federación Deportiva de Espeleología, lo que viene a reforzar aún más la tendencia de ir definiendo el término Espeleísmo hacia los aspectos meramente deportivos y dejar el de Espeleología ha-cia los científicos y didácticos. (Figuras 3 y 4)

año curso

2008“Curso exprés para guías turísticos de la Cueva de Campanet”, organizado e impartido por la Asociación de Cuevas Turísticas Españolas.

2008“Curso exprés para guías turísticos de la Cueva de Don Juan”, organizado e im-partido por la Asociación de Cuevas Turísticas Españolas.

2000

“Curso de Gestión Avanzada de Cuevas Turísticas y Turismo Subterráneo”, or-ganizado por el Comité Técnico de la ACTE y la Escuela Oficial de Turismo, con la colaboración de la Dirección Gral. de Turismo y el patrocinio del Fondo social Europeo, Málaga.

2000“Curso de Formación Básica de Guías de Cuevas Turísticas”, organizado por el Comité Técnico de la ACTE y la Escuela Oficial de Turismo, con la colaboración de la Dirección Gral. de Turismo y el patrocinio del Fondo social Europeo, Segovia.

1999

“I Curso de Formación Básica de Guías de Cuevas Turísticas”, organizado por el Comité Técnico de la ACTE y la Escuela Oficial de Turismo, con la colaboración de la Dirección Gral. de Turismo y el patrocinio del Fondo social Europeo, Piñar (Granada).

1998

“Ier Curso de Gestión de Cuevas Turísticas y Turismo Subterráneo”, organizado por el Comité Técnico de la ACTE y la Escuela Oficial de Turismo, con la colabo-ración de la Dirección Gral. de Turismo y el patrocinio del Fondo social Europeo, Aracena (Huelva).

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Fig. 3. Cursos realizados por la Asociación de Cuevas Turísticas de España.

Fuente: Asociación de Cuevas Turísticas de España (http://www.cuevasturisticas.es).

Fig. 4. Relación de Jornadas de la Sociedad Española de Espeleología y Ciencias del

Karst, en ninguna de las cuales figura como entidad colaboradora la Federación Española de Espeleología o alguna de sus federaciones

autonómicas, tal y como puede consultarse en http://www.sedeck.org.

21

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 22

LAS CAVIDADES TURÍSTICAS EN CANARIAS

En la actualidad en Canarias existen cuatro tu-bos volcánicos en explotación turística, repartidos por las islas de Lanzarote (Cueva de Los Verdes y Jameos del Agua), Fuerteventura (Cueva del Llano) y Tenerife (Cueva de El Viento) (Figura 5). También existe el proyecto, ya en fase de ejecución, de la Cue-va de Todoque, en La Palma, y diferentes iniciativas que han contado con informes preliminares pero que no terminaron de concretarse en torno a la Cueva

de Don Justo, en El Hierro o la Cueva de Candelaria, en Tenerife. Tenemos así que todas las islas con inte-rés espeleológico cuentan con cuevas visitables ya en explotación o en proyecto, no siendo este el caso de: La Gomera y Gran Canaria (sin prácticamente tubos volcánicos debido a su gran antigüedad geológica y al grado de colmatación que han sufrido las pocas cuevas que perviven.

Se procede a comentar las características más relevantes de cada cavidad ci-tada en cuanto a su actividad turística o potencialidad caso de no estar aún en explota-ción. Se atienden aspectos como desarrollo del tramo vi-sitable, infraestructura asocia-da, número de visitantes, pre-cios de entrada, etc., así como una breve descripción general de la cueva que sirva de refe-rencia y contextualización a la hora de valorar el aprovecha-miento turístico de la misma. El orden seguido se hará de acuerdo con la fecha de inicio de la actividad turística.

Con carácter general, todas las cuevas anali-zadas son tubos lávicos típicos, esto es, cavidades volcánicas de tipo singenético reogenético subterrá-neo, siguiendo la clasificación propuesta por Monto-riol-Pous (1973). Esto quiere decir (descriptivamen-te en sentido contrario al orden de los términos) que todas son cuevas con bóveda originadas en el seno de la masa lávica durante el período de consolida-ción de la misma.

1. Cueva de Los Verdes (Lanzarote)

Está situada en el norte de la isla, en el munici-pio de Haría, e inmersa en el gran manto de lavas que configura el Monumento Natural del Malpaís de La Corona. Ahí se localizan otras cavidades de interés, como la de Los Lagos o los Jameos del Agua-Túnel de la Atlántida que en realidad son todo partes de un gran complejo vulcanoespeleológico que abarca unos 7,6 kilómetros de galerías con varios accesos a

Isla cavIdad turístIca vIsItantes en 2011 asocIada a acte

Lanzarote Cueva de Los Verdes 379.227 NO

Lanzarote Jameos del Agua 683.899 NO

Fuerteventura Cueva del Llano 14.393 NO

Tenerife Cueva del Viento 11.152 SI

Fig. 6 Jameo donde se abren las bocas de entrada y salida al tramo visitable

de la Cueva de Los Verdes. (Ver créditos).

Fig. 5 Cuevas Turísticas en explotación en Canarias.

Fuente: .

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1023

través de desplomes del techo conocidos como “ja-meos” (Figura 6), una de las formas más típicas en-tre las principales de la vulcanoespeleología canaria (García et alli 1997).

Isla. Lanzarote, sobre todo en los siglos XVI y XVII, se vio azotada por continuas invasiones, razzias, y secuestros de importantes grupos poblacionales por parte de los piratas de la costa norteafricana. Varios

autores recogen en crónicas de la época como los sinuosos pasadizos de la Cueva de los Verdes sirvieron como escon-dite y refugio a la diezmada po-blación insular cuando se pro-ducían estos hechos (Torriani, 1590; Viera y Clavijo, 1772-73).

El relato de estos hechos se imbrican acertadamente en los comentarios que los guías hacen del espectacular recorri-do de un kilómetro de desarro-llo en tres niveles de la cueva, apreciándose secciones de has-ta 25 m de diámetro en las que es posible disfrutar de una va-riada muestra de los espeleote-mas volcánicos. Este recorrido, fruto del ingenio del artista na-tivo Jesús Soto, fue inaugurado

en febrero de 1964 y optó por el modelo de ade-cuar un sendero de cemento con algunos tramos de sustrato original e iluminación y música ambiental. Los turistas, sin necesidad de equipamiento alguno, realizan en unos 45 minutos un recorrido guiado cir-cular cuyas bocas de entrada y salida se encuentran muy próximas en el interior de un gran jameo donde se localizan igualmente las casetas de los guías y de venta de tickets. Los precios para adultos son de 8 euros y para niños de entre 7 y 12 años, de 4 euros. Los horarios de apertura son todos los días de 10 a 18 h. ampliándose hasta las 19 h. en verano (del 1 de julio al 15 de septiembre).

Como se puede ver en el cuadro 5, las visitas anuales se aproximan a las 400.000 personas/año.

2. Jameos del Agua (Lanzarote)

Se trata en realidad de otro tramo del gran tubo volcánico anterior y que comprende todas las cavi-dades de la colada lávica del Volcán de la Corona. Es el tramo más cercano a la costa y debe su nombre a la existencia de un lago de agua salada (Laguna de los Jameitos) por filtración al encontrarse justo por debajo del nivel del mar. De hecho, es de éste de Los Jameos por donde se accede al tramo sumergido co-nocido como Túnel de la Atlántida, ya comentado.

La génesis de todas estas cavidades se debe a la actividad eruptiva del Volcán de la Corona, cuya datación de 21 ± 6,5 ka concuerda con el hecho de que en el tramo final de su colada, y ya bajo el mar, se localiza el llamado Túnel de la Atlántida, de 1,6 km de desarrollo y hasta una profundidad de > 8O m. Por cuestiones físico-químicas de la dinámica mag-mática resulta evidente que el tubo volcánico activo no pudo alcanzar esa profundidad circulando incan-descente por un medio subacuático, sino que fluyó por una plataforma costera 1,6 km más extensa y 8O m más baja que la costa actual. Estaría así el nivel marino en un límite muy inferior al de hoy, sólo ex-plicable en coincidencia con el último máximo gla-cial, hace unos 20.000 años. La subsiguiente trans-gresión inundó el tubo hasta el nivel actual. La edad de la erupción quedaría pues limitada por las edades radioisotópicas en 21 ± 6,5 ka y, concordantemente, por el máximo descenso del nivel marino, registrado entre unos 18 y 21 ka (Carracedo et alli 2003).

Además de esta importante característica geo-lógica, que hace del tramos final del tubo el más no-table ejemplo de interfaz marítimo-cavernícola de la Macaronesia, no menos destacada es la importancia histórica que la Cueva de Los Verdes ha tenido en la

Fig. 7 Pequeño auditorio en el interior de la Cueva de Los Verdes. (Ver créditos).

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Efectivamente, todo el diseño del conjunto se debe a este otro artis-ta lanzaroteño y se abrió al público, en sus primeras fases, en el año 1966. A lo largo de la siguiente década se realizaron numerosos cambios, hasta que en 1977 quedó establecida la actual estructura general de los Jameos del Agua, consi-derándose finalizda la obra con la inclu-sión del Auditorio y procediéndose a la inauguración oficial del conjunto. Aun así, posteriormente se han incorpora-do nuevas instalaciones como la anexa “Casa de los Volcanes”. Se trata de un espacio museístico que se dedica, desde 1987, a una labor científica y didáctica sobre la vulcanología en general, como Centro de Interpretación tanto de la Cueva de Los Verdes como de los pro-pios Jameos del Agua.

La visita a todo el complejo de estructuras e instalaciones citadas es libre, teniendo los mismos precios y horarios que la próxima -casi inmediata, apenas a un kilómetro- Cueva de Los Verdes pero, al tener además la posibilidad de disfrutar del servi-cio de restaurante situado bajo el Jameo Chico, de martes a sábado se puede acceder a entre las nueve y hasta medianoche con un incremento de 1 euro para adultos y 50 céntimos para menores (Web 3).

Si notable es la afluencia al otro espacio espe-leoturístico de la Isla, tal y como podemos ver en la tabla de la fig. 5, el caso de los Jameos es espectacu-lar, con casi 700.000 visitantes por año, que no ne-cesitan de equipamiento alguno para la visita, la cual tampoco precisa de guiado específico y como tal no se oferta por parte de la instalación, aunque muchos turistas reciben este servicio desde sus propias agen-cias o alojamientos.

Los tramos subterráneos están delimitados por al menos tres jameos: El “Jameo Chico” por donde se realiza el acceso al interior y que da paso a la Laguna de los Jameitos, el “Jameo Grande”, que se encuen-tra urbanizado a modo de un oasis artificial (Figura 8) con una piscina-lago y un tercero, denominado “Jameo de la Cazuela”. Una vez superado el Jameo Grande se accede a un espectacular auditorio apro-vechando una gran sala descendente y que marca el final del recorrido del enclave volcánico sobre el que operan dos figuras de protección medioambiental. De una parte y como ya se ha comentado, se en-cuentra situado dentro del Monumento Natural del Malpaís de la Corona y, de otra, está declarado como Sitio de Interés Científico debido a la presen-cia de más de una docena de especies endémicas de gran interés científico entre las que destaca el “Jameito” (Munidopsis polymorpha), los célebres cangrejos ciegos despigmentados que se ob-servan sobre el fondo rocoso del lago. Este endemismo de apenas un centímetro de longitud, sirve como símbolo turístico de los Jameos del Agua. A estas figuras de protecci se le suma la declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de Jardín Histórico, concedida por sus importantes valores patrimoniales al igual que otras obras espaciales de César Manrique.

Fig. 9. Laguna de los Jameitos. (Ver créditos).

Fig. 8. “Jameo Grande”. Al fondo, acceso al gran auditorio. (Ver créditos).

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

3. La Cueva del Llano (Fuerteventura)

Originado por la erupción de la Montaña Es-canfraga y con una edad de un millón de años (992 ±21 ka) es sin duda el tubo volcánico datado más antiguo de Canarias y probablemente del mundo, no siendo la única particularidad de esta cavidad de 648 m de desarrollo prácticamente lineal con un jameo de entrada cerca del extremo sur. En efecto, tanto su génesis por drenaje de un gran lago de lava (que dejó una pendiente de apenas un grado y amplitu-des de hasta 5 metros de altura por hasta 12 metros de anchura), como su comportamiento durante mi-lenios como sumidero, prácticamente un barranco subterráneo, le confiere una importancia única como fuente de datos paleontológicos. Muchas restos de especies extintas han quedado en los sedimentos que tapizan la cueva, aportando información no solo de la composición de la biocenosis de Fuerteventura en tiempos pasados sino también, y corres-pondientemente, de su clima, lo que ha de-parado varias sorpresas sobre el proceso de desertización de la isla, mucho más reciente de lo que se pensaba (Govantes, 2007).

De todo esto da cumplida informa-ción el Centro de Interpretación de la cue-va, situado sobre la propia bóveda del tubo pero bajo la rasante circundante y rodeada, junto con el jameo de entrada a la cavidad en sí, por un muro perimetral tipo barbacana.

Con una tipología de casa rural ma-jorera (incluye un hall-distribuidor, una sala de exposiciones, un punto de venta, una ca-fetería, aseos y almacenes), suma un total de superficie construida cerrada de 425 m2. La cubierta queda ajardinada pero transitable para su mantenimiento.

La información expuesta en paneles gira en torno a cuatro ejes fundamentales, que serían:a.- Historia geológica de Fuerteventurab.- Vulcanismo y formación de tubos vol-

cánicosc.- Evolución de la biodiversidad de Fuer-

teventurad.- Vida subterránea. Endemismo de la

Cueva

cavIdaddesarrollo total

(a)

topografIado

tramo vIsItable

(a)

Verdes-Jameos (b) 7.600 1.500

Cueva del Llano 648 400

Cueva del Viento 17.032 (c) 200

Tubo de Todoque 560 (c) + 200

(d) 400

Cueva de Don Justo

6.315 750

(a) Expresado en metros

(b) Se trata de dos tramos visitables, aún bien diferenciados, de un único tubo volcánico.

(c) La topografía está inconclusa, quedando tramos de la cavidad por topografiar

(d) Corresponde al tramo “Todoque 2”, inaccesible desde Todoque 1 por interrupción artificial.

Fig. 10. (Superior) Relación entre el desarrollo total de la cueva y su tramo visitable.

Fig. 11. (Centro, Inferior) Dos momentos de la visita realizada en julio de 2007 a la Cueva del Llano con

motivo de la realización del Curso de Especialistas en Espeleología organizado por la Escuela Regional de Espeleología de la Organización Juvenil Española en

Canarias (OJE Canarias. Albergue Maxorata 2007.(Ver créditos).

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 26

Efectivamente, toda la oferta de souvenirs de la cueva gira en torno a un arácnido exclusivo de esta cavidad. Se trata del opilión Maiorerus randoi un trogoblio troglomorfo cuyos ancestros, hoy extintos, llegaron al archipiélago en épocas anteriores, cuan-do el clima era más húmedo. Otro endemismo de reciente descubrimiento es la araña Spermophorides fuertecavensis wunderlicht, con menor nivel de adap-tación al medio cavernícola. Para la conservación de ambos taxones se han adoptado medidas de segu-ridad, restringiendo el acceso a la zona de la cueva donde viven y controlando la humedad ambiental. De esta manera, el tramo visitable de la cavidad que-da limitado a unos 400 metros, a partir del jameo hacia el norte, quedando los últimos 200 m como santuario biológico y las pocas docenas de metros que comprende el ramal sur con la misma finalidad en el campo de la paleontología. Aun así estamos hablando del mayor porcentaje de cavidad visitable respecto a su desarrollo total entre las actualmente abiertas a la visita y aún entre las que están en pro-yecto (Figura 10).

Los visitantes son guiados en su recorrido por la cueva en pequeños grupos por un guía que les pro-vee de información y de unos cascos de iluminación autónoma eléctrica por leds y en horario de martes a sábados de 10 a 18 h. La cueva por lo tanto no tiene instalaciones de iluminación pero sí un sendero de cemento por el que los visitantes deben transitar. Éstos se han ido incrementando progresivamente, en general, a lo largo de los años que lleva la cavidad abierta al público (desde 2006), acercándose en los últimos tiempos a los 15.000 visitantes anuales:

4. Cueva del Viento (Tenerife)

Se trata de un complejo vulcanoespeleológico que abarca lo que en su momento fueron varias cavi-dades supuestamente independientes (sobre todo la Cueva de El Sobrado y la propia Cueva de El Vien-to) y cuya interconexión probaba por el Grupo de Espeleología Benisahare hizo que durante muchos años fuera considerado este complejo Viento-Sobra-do como el tubo volcánico de mayor desarrollo del mundo.

En la actualidad está considerado como el ma-yor tubo volcánico de la Unión Europea, y quinto a nivel mundial. Sin embargo, la exploración de sus múltiples ramales continúa y no sería descartable que la ampliación de su topografía la hiciera escalar algunos puestos en este ranking.

El origen geológico de la cavidad hay que buscarlo hace 27.000 años en las lavas basálticas de la primera fase eruptiva del volcán Pico Viejo, que comparte con el Teide la gran estructura en estra-tovolcán que caracteriza el centro de las Cañadas en la isla de Tenerife. El nombre de la cueva se debe a las notables corrientes de aire que se generan en su interior debido a la disparidad entre las distintas secciones y volúmenes presentes en la cavidad y la necesidad de compensar las diferencias barométricas con el exterior.

También son de destacar sus espeleotemas y el hecho de ser la única cavidad volcánica conocida con tres niveles de pasadizos y que parecen ser fruto de sucesivas etapas eruptivas que generaron coladas superpuestas en cuyo seno se construyeron las gale-rías que sufrieron luego procesos de captura hasta dar la espectacular geomorfolgía actual.

Asimismo, debemos de destacar la riqueza bio-lógica de esta cavidad que continuamente se enri-quece con nuevos hallazgos, albergando hasta el mo-mento, unas 190 especies. La mayoría invertebrados y de las cuales 48 son troglobias y 15 han resultado ser nuevas para la ciencia. También desde el punto de vista paleontológico se han encontrado restos fó-siles de animales vertebrados ya extinguidos del con-texto insular tinerfeño y aún del mundial, como son los casos de la rata y lagarto gigantes de Canarias o el escribano patilargo (Emberiza alcoveri), conocido sólo gracias a la presencia de sus restos en esta Cueva del Viento.

Todo esto ha propiciado que la cavidad tenga su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) aprobado mediante Decreto 53/1998, de 17 de abril, y que es requisito establecido en el artículo

relAción de VisitAntes de lA cueVA del llAno de VillAVerde

(fuerteVenturA) desde el momento de su inAugurAción

Año 2006 ------- 4907

Año 2007 ------- 11198

Año 2008 ------- 11597

Año 2009 ------- 11035

Año 2010 ------- 14306

Año 2011 ------- 14393

Año 2012 ------- 10135 (a)

(a) Hasta septiembre.

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1027

15 de La Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conserva-ción de los Espacios Naturales y de La Flora y Fauna Silvestres, para proceder a la declaración como Es-pacio Protegido. Su Anteproyecto de Ley de Decla-ración como Reserva Natural Especial de la Cueva del Viento-Sobrado, cuenta con informe favorable

del Consejo Consultivo de Canarias. Sin embargo, y a día de hoy, la figura de protección propuesta se encuentra precisamente a ese nivel, el de propuesta, llevando en esa inexplicable situación más de década y media con el agravante de contar con todos los condicionantes favorables al dictado de esta protec-ción legal.

Respecto a la infraestructura y organización de las visitas, el com-plejo cuenta con un Centro de In-terpretación (llamado de Los Pique-tes) con videos y paneles bilíngües a bastante distancia de la boca de entrada. Las visitas guiadas parten de aquí en un vehículo que acerca al grupo (máximo 16 personas) a las inmediaciones de la entrada, en un trayecto de unos 10 minutos. Luego se hace un recorrido a pie de otros 45 minutos que transcurre por la zona de cultivos de medianías y pinar, así como por un antiguo ca-mino real hasta entrar en la cueva, todo dirigido por un guía que expli-ca las características de esta singular cavidad volcánica, en un recorrido por el interior que hay que realizar provistos de un casco con luz autó-

noma y que abarca apenas unos 200 metros, aunque existe el proyecto de ampliarlo. En definitiva, el re-corrido total a pie es de 1.200 metros, 1.000 de los cuales son por el exterior y la duración total de la excursión (que hay que reservar) es de dos horas, in-cluido el trayecto en vehículo. El horario se establece

de 9 a 16 horas de martes a sábado. El precio de las entradas a la Cueva del Viento es de 5 euros para los niños, 10 para adultos residentes en la isla, mientras que para el resto de personas es de 15 euros.

El hecho de ser la cavidad con menor reco-rrido dedicado a la visita turística, tanto en térmi-nos absolutos como especialmente en los relativos

Fig. 12 . Tramo de la Cueva del Viento (Organismo Autónomo de Museos y Centros. Cabildo Insular de Tenerife. Departamento de Difusión y Comunicación). (Ver créditos).

Fig. 13. Topografía Cueva del Viento.

(Ver créditos).

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Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 28

(Fig. 10 y 13) y lo engorroso del planteamiento de la visita hasta la entrada a la cueva en sí, se compensa con la espectacularidad de lo observable y la gran preparación de los guías. Aun así, es la cavidad turís-tica canaria con menor número de visitantes anuales (Fig. 5) con 11.152 en 2011 y la única asociada a la ACTE (Asociación de Cuevas Turísticas de España).

Las obras de acondicionamiento, coordinadas por el Museo de Ciencias Naturales, centro integra-do en el Organismo Autónomo de Museos y Cen-tros del Cabildo de Tenerife para hacer visitable el tubo volcánico, comenzaron en el año 1994 finali-zándose 14 años después.

5. El Tubo Volcánico de Todoque (La Palma)

Es una de las cavidades volcánicas más jóvenes de Canarias, ya que se gestó durante la erupción del volcán de San Juan, que comenzó el 24 de junio de

de visita al tubo de Todoque y su entorno. El tubo en sí se encuentra paradójicamente en el pago de Las Manchas, término municipal de los Llanos de Ari-dane, y no en el de Todoque del mismo municipio y que le dio nombre por confusión entre los límites comarcales por los primeros topógrafos de la cueva. Ésta también recibe el nombre de “las palomas”, so-bre todo por los lugareños.

Toda la zona superficial y adyacente a la cueva, casi tan espectacular como el interior, es un magní-fico ejemplo de colada reciente, con confluencias de lavas cordadas (pahoehoe) y tipo malpaís (lavas AA) con prácticamente el conjunto completo de estruc-turas geomorfológicas que suelen estar presentes en estas coladas, como: lagos de lava, canales lávicos, microtubos pneumatogenéticos, etc.

La cueva es un típico tubo volcánico práctica-mente lineal, de una media de tres metros de anchu-

ra por otros tres de altura en la mayor parte de su recorrido y orientado de este a oeste. Su desarrollo topografiado es de 560 m al que hay que añadir 200 m más que corresponden al tramo denominado Todoque II, cuya cone-xión está interrumpida de manera artificial con el resto de la cueva. Este hecho, y el que faltan al-gunos tramos de la cueva por topografiar, es lo que hace sospechar que el re-corrido del tubo pueda rondar el kilómetro en cuanto a desarrollo total.

A pesar de su ju-ventud geológica, tiene interés biológico por acoger varias especies troglobias. Presenta asi-mismo una rica y variada

geomorfología en forma de cornisas, estafilitos, chi-meneas, plumas de yeso, etc., entre las que destacan una decena de aberturas en el techo, que coinciden con conductos de desgasificación (García et alli, 1997).

Las agresiones que sufrió la cavidad por parte del dueño de los terrenos donde se localizaba propi-ció que pocos meses después la cueva fuera declarada

1949 y terminó el 30 de julio de ese mismo año. La formación del tubo debió tener lugar entre los días 8 y 23 de julio, tiempo durante el cual estuvo activa la fisura del Llano del Banco que emitió el campo de lavas en cuyo seno se encuentra el tubo de Todoque y otras cavidades notables (Dumpiérrez et. al. 1998) como la cueva de El Vidrio, implicada en el proyecto

Fig. 14 Galería principal del Tubo Volcánico de Todoque.(Ver créditos).

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1029

por Ley 12/1987 de 19 de junio, de Declaración de Espacios Naturales de Canarias como paraje natural de interés nacional del Tubo Volcánico de Todoque y reclasificado a su actual categoría por Ley 12/1994 de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Cana-rias, adjudicándosele la calificación de Monumento Natural. Finalmente se confirma tal categoría en el Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo, por el que se aprueba el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias. Como tal Monumento Natu-ral es, por definición, área de sensibilidad ecológica a efectos de lo indicado en la Ley 11/1990 de 13 de julio, de Prevención de Impacto Ecológico. Ade-más, todo el sector superficial del tubo fue declarado también Área de Sensibilidad Ecológica por la Ley 12/1994 de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias. También por decisión de la comisión al efecto reunida el 28 de diciembre de 2001 por la que se aprueba la lista de lugares de importancia comu-nitaria con respecto a la región biogeográfica maca-ronésica, y en aplicación de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, se le da la consideración de Lugar de

Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Con-servación (ZEC) con el código ES7020018.

Prácticamente junto a las iniciativas legisla-tivas de protección comienzan las encaminadas a conseguir que la cavidad se convierta en un atrac-tivo turístico por entender que, paradójicamente, una intervención en tal sentido es la mejor garantía para preservar sus valores naturales (Govantes 1993-2000) no siendo hasta el año 2011 cuando el Cabildo Insular encarga al arquitecto local José Miguel Fuen-tes Marante la redacción de un proyecto que incluye el establecimiento de un Centro de Interpretación imbricado en la adyacente Cueva de El Vidrio, tubo volcánico no protegido en las mismas coladas del San Juan, de parecida geomorfolgía y dimensiones al de Todoque aunque de menor recorrido). De este Centro de interpretación parten los senderos de ta-rimas flotantes sobre el espectacular lajial y malpaís que une ambas cuevas hasta penetrar en la de To-doque, en un recorrido subterráneo de unos 400 m (Fig. 14), el cual está previsto se realice guiado con medios de iluminación autónomos colocados en un casco (como en el caso de todas las cuevas turísti-cas canarias salvo las de Lanzarote). También prevé el establecimiento de una ruta deportiva con mayor autonomía para el visitante más inquieto (Fig. 15).

Fig. 15. Tramo propuesto como “Deportivo” en el Tubo Volcánico de Todoque. (Ver créditos).

Aproximación al Uso Turístico de Las Cavidades Volcánicas Canarias

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 30

Se espera que las visitas guiadas se inicien en 2014, habiendo comenzado a finales de 2012 las obras de acondicionamiento del tubo con la instala-ción de aparcamientos, pasarelas, etc. y dejando para una segunda fase la construcción y puesta en uso del Centro de Interpretación.

6. La Cueva de Don Justo (El Hierro)

Es un tubo volcánico reciente localizado en la colada basáltica de La Restinga, muy superficial por

El interés geomorfológico de la cavidad es por lo tanto incuestionable, por la complejidad de su desarrollo y la abundante presencia de llamativos estafilitos y acúmulos de lapilli que han penetrado por las grietas de la bóveda. Igualmente, es de des-tacar la presencia de una interesante fauna troglobia constituida, en algunos casos, por endemismos loca-les que sobreviven entre la maraña de raíces que en ocasiones tapizan las paredes y techos de las galerías (Fig. 16).

A pesar de que hace más de 30 años que el De-partamento de Zoología de la Universidad de La Lagu-na elaboró un proyecto de acondicionamiento para la realización de visitas turís-ticas y deportivo-científi-cas, este aún no se ha aco-metido. En él se hace una propuesta de recorrido cir-cular durante varios cente-nares de metros en los que se pueden observar todos los aspectos relevantes de esta cavidad sin apenas in-tervención tanto en el in-terior como en el entorno de la cavidad. A pesar del tiempo transcurrido desde la redacción del proyecto, éste sigue siendo vigente con muy pocas adecuacio-nes al nivel actual de co-nocimientos, siendo una verdadera lástima que no se haya llevado a cabo.

CONCLUSIONES Y REFLEXIÓN FINAL

La explotación turística de las cavidades vol-cánicas en Canarias se revela como un eficaz instru-mento de Educación Ambiental, puesta en valor de los recursos naturales de las Islas, divulgación de as-pectos generales y específicos del vulcanismo insu-lar, etc. Además de constituir una importante fuente de ingresos para las instituciones públicas que ges-tionan las cuevas, como ha quedado de manifiesto con las cavidades de Lanzarote. Es precisamente esta isla la única que tiene dos cuevas en explotación, pero tan cerca la una de la otra y con una tipología de visita tan diferente y a la vez complementaria, que no puede considerase la idea de una competencia.

no haber sido recubierto por erupciones posteriores y producto de un considerable proceso eruptivo de lavas muy fluidas que junto a otros productos volcá-nicos han configurado un bello entorno volcánico muy bien conservado, a pesar de estar atravesado por la carretera que baja al citado enclave costero. Así, se suceden los mantos de lapilli sobre lajiales de lavas cordadas, canales lávicos, conos de cínder, etc. en medio de los cuales se abre la única y angosta boca que da paso a más de seis kilómetros de galerías que se entrecruzan en el que es quizá el tubo volcáni-co continuamente subterráneo de mayor desarrollo del mundo (Oromí et. al 1984).

Figura 16. Galería con raíces en la Cueva de Don Justo. (Ver créditos).

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Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1031

En el resto de las islas, tanto las que tienen cuevas en explotación (Tenerife y Fuerteventura) como las que tienen proyectos para lo mismo (en ejecución ya en La Palma y durmiendo el sueño de los justos -nunca mejor dicho- en el caso de El Hierro) se apuesta por una sola cavidad en el contexto insular y también a instancias públicas. Quizá sea esta la razón por la que otras ideas de hacer visitable alguna otra cueva, como el caso de la Cueva de Candelaria, también en Tenerife o la de Miranda en La Palma, ambas a ins-tancias municipales, hayan sido desestimadas.

AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer a mis compañeros el pro-fesor D. Rafael García Becerra y el doctor D. Félix Medina Hijazo la lectura crítica del manuscrito y sus valiosas aportaciones para la mejora del mismo.

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Web 2: http://www.sedeck.org/web/

Web 3: http://www.centrosturisticos.com/

CRÉDITOS DE LAS FOTOS

Cuevas de Todoque, El Llano y Don Justo: Francis-co Govantes Moreno.

Cueva del Viento: imágenes obtenidas de la web ofi-cial. (http://www.cuevadelviento.net)

Cuevas de Los Verdes y Jameos del Agua: obtenidas de la web oficial. (http://www.centrosturisticos.com)

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 32

Se caracteriza por presentar formas de

recipientes troncocónicos y cilíndricos con

ornamentación acanalada, formando haces de líneas verticales alternando con espacios vacíos. Presenta una carena muy baja por donde se prolongan los

surcos finalizando en un círculo en el mismo fondo,

resultando un motivo soliforme

Tubo volcánico de Callejones de Abajo (Villa de Mazo)

Textos: Miguel A. Martín González. Fotos: Miguel A. Martín González y Rafael García Becerra.

La Historia Antigua

de La Palma

CERÁMICA AWARA

EN CAVIDADES

Fase cerámica II

La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1033

LA ESPELEO-ASTRONOMÍA Y LOS CAVERNAUTAS, LA CONQUISTA DEL MUNDO SUBTERRÁNEO EN EL SISTEMA SOLAR

Juan antOnIO GOnzález Hernández*

* Grupo de Investigaciones Espeleológicas de La Palma (GIELP). [email protected]

Abstract:The volcanic caves are not sole rights of our planet.

Other bodies of the Solar System can have all kinds of vol-canic cavities which might shelter life or serve as refuge for a future settling of the man in these new worlds.Key Words:

Volcanic caves, Mercury, Venus, Earth, Moon, Mars, cavenauts, volcanoes, probes, missions.

Resumen:Las cuevas volcánicas no son exclusivas de nuestro

planeta. Otros cuerpos del Sistema Solar pueden tener todo tipo de cavidades volcánicas las cuales podrían albergar vida o servir como refugio para una futura colonización del hom-bre en esos nuevos mundos.Palabras clave:

Cuevas volcánicas, Mercurio, Venus, Tierra, Luna, Marte, cavernautas, volcanes, sondas, misiones..

giraban alrededor de éste. Otros objetivos fueron la forma ovalada de Saturno, las fases de Venus y mi-llones de estrellas en la vía láctea. A partir de ese momento numerosos científicos buscaron y escudri-ñaron el universo, descubriéndose nuevos planetas y asteroides, pero... ¿De qué están formados?, ¿Son cómo nuestro planeta?, ¿Somos cómo una familia?, ¿Por qué unos más grandes y otros más pequeños?, ¿Por qué unos de gas y otros rocosas como el nues-tro? Incógnitas que tendrán que resolverse de ma-nera directa, comenzando así una carrera por ver y, sobre todo, tocar la superficie de otros mundos.

A mediados del siglo XX se lanzaron las pri-meras sondas espaciales a esos nuevos astros. El pri-mer objetivo fue la Luna, sobre todo por su cercanía. Primero sondas no tripuladas para luego continuar la carrera espacial con el primer hombre sobre la Luna. Pero el gran reto, ha sido y es ir a otros planetas. Así, numerosos estudios y reportajes nos ofrecen las pri-meras imágenes enviadas por las Veneras, Mariners, Vikings, Pioneers y fundamentalmente las Voyagers.

Desde que se ha incrementado el interés por la investigación de las “cavernas” han aumentado los descubrimientos, que nos han permitido unir distin-tas ramas de la ciencia y realizar estudios globales. Hablamos de interdisciplinariedad; geología, biolo-gía, química, prehistoria, entre otras, intentan anali-zar que ocurre en esos hábitats del subsuelo. Pero la Astronomía ¿Podría unirse a este conjunto de disci-plinas?

La humanidad siempre ha creído que nuestro planeta es único. Sin embargo, comenzamos a tener la necesidad de conocer más y así dirigimos nuestra mirada al firmamento, descubriendo que lo que nos rodeaba es más que una serie de esferas perfectas. Galileo Galilei fue -hace más de 400 años- el prime-ro en darse cuenta de la imperfección de la Luna, apreciando sobre ella, durante sus fases crecientes y menguantes, una rugosidad similar a la que encontra-mos en la Tierra, enormes montañas y mares de la-vas. Asimismo, dirigió su telescopio a planetas, como Júpiter, donde vio como otros luceros (satélites)

“Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad”

-Julio Verne-

ISSN: 1989-9122Recibido: 10-V-2014Aceptado: 2-VI-2014Publicado: 12-XI-2014

La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar

Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 34

Con la divulgación veíamos que la Astronomía no solo era propiedad de los Astrofísicos, también tenía cabida la Astro-geología, Astro-biología, Astro-quí-mica, etc. Por lo que hoy en día los especialistas cen-tran su investigación en una serie de universos que son más parecidos de lo que nosotros creemos.

Así, hace unos 5.500 millones de años una nube molecular gigante tuvo un colapso gravitato-rio, la mayor masa se reunió en el cen-tro, lugar que ocupa el Sol, y el resto formó un disco exterior que, debido a su giro y fuerza centrífuga, provocó choques entre partículas que poco a poco fueron formando los primeros protoplanetas. Finalmente la gravedad de estos cuerpos y el viento solar (par-tículas procedentes del Sol) barrieron gran parte de los excedentes de gases y pequeñas partículas, que fueron aleja-dos de nuestras periferias.

Pero fijémonos en los primeros, en esos que, en teoría, son afines al nuestro pero ¿Son tan similares como para pensar que su formación geológi-ca y sobre todo, evolución actual, sea igual al nuestro? Hagamos una peque-ña descripción de cada uno de ellos.

MERCURIO

El más pequeño y cercano a nuestra estrella. Sin embargo, su gran densidad y su núcleo -en com-paración con su tamaño- proporcionalmente un 42% mayor (el de la Tierra un 17%), han hecho pensar a los astrónomos que en un principio era mucho más grande, pero que por una colisión con otro cuerpo interplanetario vio reducido su volumen.

Este planeta fue volcánicamente activo, por lo que se formaron cuen-cas, depresiones, y extensas planicies lávicas. Hoy en día muestra indicios de que su interior se enfrió y se contrajo dando paso a numerosas grietas, favo-recidas por la fuerte marea de defor-mación que sufre el planeta debido a la atracción gravitatoria del Sol.

VENUS

El segundo en cercanía al Sol. De tamaño similar a la Tierra pero con una corteza dura y gruesa, sin placas tectónicas móviles pero con lavas jóve-nes y recientes, y actualmente con po-sibles emanaciones de gases. Esta acti-vidad reciente se cree que es debida a un gran cataclismo astronómico, como el impacto de un enorme asteroide.

Figura 2. Venus. (Ver créditos)

Figura 1. Mercurio. (Ver créditos)

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Sin embargo, sobre la superficie de este plane-ta podemos encontrar pocos cráteres de impactos meteóricos, debido a dos causas: la reciente actividad volcánica y a que la atmósfera es tan densa que los meteoritos suelen ser frenados hasta prácticamente su desintegración, antes de la colisión.

MARTE

Aunque su tamaño es prácticamente la mitad del nuestro, es el que más recuerda geológicamente a la Tierra; tal es así que se sospecha que en el pasado existía agua sobre su superficie. Lo demuestran las numerosas cuencas de ríos, lagos y glaciares, y otros procesos erosivos semejantes a los que conocemos en nuestro planeta. Su agente más importante es la atmósfera, que presenta vientos constantes capaces de levantar enormes cantidades de polvo que se tras-ladan por todo el planeta, erosionando rocas y mo-viendo zonas de dunas.

Marte se caracteriza por tener dos hemisferios diferenciados, uno más joven, cubierto por muchos volcanes de reciente actividad (en términos geoló-gicos), y otro más viejo donde predominan muchos cráteres por impactos meteóricos. Las últimas inves-tigaciones apuntan a que Marte poseía sólo dos pla-cas tectónicas que giran una sobre la otra. Un ejem-plo de este efecto lo encontramos en el hemisferio norte del planeta, en la zona de Tharsis, en la que se encuentran alineados, junto al coloso Monte Olimpo

-tres veces la altura del Everest-, tres cráteres volcá-nicos de notables dimensiones, cuyo origen se sos-pecha es debido al fenómeno conocido en nuestro planeta como punto caliente.

¿Y LA LUNA?

Nuestro satélite se formó debido al impacto de un gran asteroide contra nuestro planeta. Los restos desprendidos se condensaron para formar el satélite natural que hoy conocemos. Tras una época siendo un satélite inerte, dejó paso a una actividad volcánica que originó, hace unos 3.500 millones de años, los famosos mares de la Luna.

LAS CAVERNAS DEL SISTEMA SOLAR

Tras esta visión general y por extrapolación comparativa podríamos plantearnos la existencia de cuevas volcánicas en los planetas que hemos comen-tado.

Una actividad geológica vinculada a volcanes nos lleva a pensar que, lógicamente, tiene que existir todo tipo de estructuras relacionadas con estos: ca-nales lávicos, lagos de lava, tubos volcánicos, jameos, etc. Sin embargo, cada uno de estos planetas ha de-sarrollado una evolución geológica distinta marcada en parte por la composición química de su corteza.

Así podemos decir que en la superficie de Mercurio se ha observado la presencia de huecos,

que podrían estar relacionados con cuevas volcánicas o a la emanación brusca de elementos volátiles.

En el caso de Venus y de-bido a la falta de información que se tiene de él aún no se ha podido valorar la existencia de estas cavidades.

Por el contrario en la Luna, debido a su cercanía, hemos ob-servado la distribución de es-tructuras lávicas muy variadas vinculadas a su etapa de mayor actividad geológica y vulcanoló-gica, en las que se han localiza-do diversas cuevas o huecos que apoyan la idea de la formación de tubos volcánicos y canales sub-terráneos. Así la sonda japone-sa Kaguya-SELENE descubrió en 2007 las primeras cavidades.

Figura 3. Monte Olimpo (Marte). (Ver créditos)

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Una de ellas situada en las Colinas de Marius, de 65 metros de diámetro y una profundidad de 80. Se trata de un supuesto jameo originado por el posible colapso de una parte del techo de un tubo volcánico.

EL PLANETA ROJO

Debido al incesante se-guimiento de Marte median-te sondas que lo orbitan y a robots que deambulan por su superficie, en el año 2007 se obtuvieron las primeras imágenes, gracias a la cámara THEMIS de la sonda orbital Mars Odyssey, de unas caver-nas situadas en las laderas del extinto volcán gigante Arsia Mons, en la región de Thar-sis, cercana al ecuador. En un principio estas imágenes mostraron unos puntos os-curos comparables a agujeros profundos o pozos verticales, diferentes a los típicos cráte-res de impacto de meteoritos. Las mentes más imaginativas podrían pensar en la exis-

tencia de construcciones marcianas para la búsqueda de agua, tal y como ocurre en la Tierra, o grandes claraboyas o tubos de ventilación conectados a ciudades subterrá-neas.

Figura 4. Oquedad lunar fotografiada por la sonda Kaguya-SELENE. (Ver créditos).

Figura 5B. Dibujo seccional de la imagen tomada por la sonda LRO de la NASA. (Ver créditos)

Figura 5A. Cavidad en la Región de Marius Hills (La Luna). (Ver créditos)

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THEMIS se caracteriza por ser una cámara que capta la variación térmica, mediante las emisio-nes en el infrarrojo, y dio como resultado que estas oquedades mantenían una temperatura constante. Mientras que durante la evolución del día subían las temperaturas en la superficie marciana, el interior era más frío, y durante la noche se invertía la situación, es decir, el hueco mostraba una temperatura más cá-lida. Lo mismo ocurre en las cavidades volcánicas terrestres que mantienen una temperatura inte-rior estable durante todo el año.

Entonces ¿podrían ser estos agujeros si-mas, orificio de desgasificación o jameos?

Una sima se forma debido al vaciado de un conducto volcánico de desarrollo vertical, y un orificio de desgasificación por explosiones gaseosas y desbordamiento del magma desde el interior de una chimenea o tubo volcánico. Am-bos huecos se crean durante un proceso erupti-vo. Debido a que dicho proceso en Marte ya ha parado, en caso de que existiesen simas o con-ductos de desgasificación, serían los máximos candidatos a desaparecer, ocultos bajo toneladas de arena, provocado por las innumerables tor-mentas de polvo que se producen en el planeta rojo. Sin embargo, los jameos se pueden crear en cualquier momento, debido al hundimiento del techo de una cavidad.

A bordo de otra de las sondas orbitales, la Mars Reconnaissance Orbiter, se encuentra la cáma-ra HiRISE, que confirmó la existencia de paredes casi verticales de uno de estos huecos, con una pro-fundidad difícilmente detectable debido a encontrar-se en sombra.

Figura 6. Oquedades sobre la superficie marciana. (Ver créditos)

Figura 7. Cavidad en Arsia Mons, imagen tomada por la cámara HiRISE.

(Ver créditos)

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A partir de entonces, el descubrimiento de es-tos elementos geológicos ha ido en aumento, regis-trándose en la actualidad alrededor de un centenar de potenciales cavidades en el planeta rojo, con huecos que tienen entre 100 y 250 metros de diámetro, per-tenecientes a cuevas que podrían extenderse entre 73 y 96 metros bajo la superficie. La gran mayoría de ellas situadas en la Región de Arsia Mons.

Sin embargo, son dignos de mención dos descubrimientos. El hallazgo, en el cráter gigante de Tharsis, de dos huecos que presen-tan unos salientes, similares a las “cornisas” (o terrazas), que son como escalones pegados a las paredes que se forman debido a la antigua circulación interna de la lava. Y el realizado en 2010, por unos jóvenes estudiantes que se en-contraban realizando prácticas con científicos de la NASA, en la que en unas de sus imágenes obtenidas mostraron otro de esos misteriosos puntos, en las laderas del volcán Pavonis Mons, pero con un diámetro desmesurado, entre 190 y 160 metros.

Todos los indicios nos llevan a pensar que estos orificios son, básicamente, jameos, debido al colapso de parte del techo de un tubo volcánico que ha arrastrado, hacia su interior, la superficie arenosa que se encontraba sobre ella. Son enormes huecos, debido a lo exagerado de las dimensiones de estos tubos volcánicos que

podrían llegar a los 200 metros de diámetro. La idea más compartida, entre los geólogos, es que el gran volumen de estos tubos se ha debi-do a la poca gravedad del planeta y la abundancia de lavas muy fluidas durante las antiguas erupciones.

En algunos casos los huecos tienen forma de embudo que pue-de llevar a equívocos en la idea de su formación, ya que son pareci-dos a los cráteres de impacto de un meteorito y que, de manera casual, provocaría dicho orificio tras su co-lisión sobre el tubo volcánico. Pero realmente esa forma caprichosa es resultado de la arena de la superfi-cie, que se precipita hacia el interior en el momento del hundimiento. Entonces, ¿por qué se colapsan?

en la Tierra tenemos la explicación. En el momen-to de formarse el tubo volcánico la costra que da al exterior puede ser muy delgada y, si hablamos de lavas muy fluidas en Marte, durante el enfriamiento se crearían zonas de debilidad, como las grietas de retracción, que podrían colapsar con el tiempo.

Figura 9. Cavidad en Pavonis Mons, obtenida por la cámara HiRISE. (Ver créditos)

Figura 8. Cavidad en Pavonis Mons, situada en la Región de Tharsis. (Ver créditos)

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En las numerosas imágenes de alta calidad de la superficie del planeta Marte podemos observar una serie de depresiones alargadas y sinuosas, que en algunos casos pudieron ser debidas a la erosión fluvial o glacial que aconteció hace millones de años en el planeta rojo. Sin embargo, en otros casos, la aparición en estas depresiones, junto a esos huecos verticales o de una especie de “puente” natural que se sitúan en medio de dos líneas de colapsos, nos apuntan la existencia de los posibles tubos volcáni-cos.

posiblemente en estado sólido (hielo), y la obtención de energía gracias a la actividad hidrotermal, con-cluimos que estas oquedades son lugares claves para explorar y estudiar, no solo para entender mejor la posibilidad de vida en Marte, sino como trampolín para su “invasión”. Así, no sería necesaria la cons-trucción de una estación espacial para protegernos de las inclemencias del planeta, ya que podríamos resolverlo acondicionando estas grutas.

Sin embargo esta tarea no es tan fácil pues el acceso a estas cuevas es un gran reto. Hay que conseguir una tecnología que sea capaz de adentrarse en estos sub-mundos marcianos. Estaríamos hablan-do de instrumentos tecnológicos que sean capaces, de manera autónoma, de descender en rappel o aprovechar algu-nas de las rampas naturales, formadas por el derrumbe y la arena de la superfi-cie, para introducirse en el subsuelo.

Equipos de todo el mundo ya están realizando experimentos y simu-laciones de futuras misiones al Planeta Rojo, en las que ya se preparan para una espeleología marciana.

La NASA, en 2009, puso en mar-cha una serie de experimentos y estu-dios para el acondicionamiento de una serie de cuevas en el desierto de Ataca-ma, Chile. En Octubre de 2013 se rea-lizó la cuarta edición del programa CA-VES (que en inglés significa “cuevas” y es el acrónimo de “Cooperative Adven-ture for Valuing and Exercising human behaviour and performance Skills”) ca-pitaneado por la Agencia Espacial Eu-ropea (ESA), y en la que un grupo de astronautas y especialistas se adentra-ban en un sistema de cuevas del Valle de Lanaitho, en la isla italiana de Cerdeña, y en las que durante más de 6 días se realizaron diversas pruebas.

También en Europa el Foro Espacial Austria-co (ÖWF), con el apoyo de otros países y del Jet Propulsion Laboratory de la Nasa, realiza programas específicos de simulación de futuras expediciones a Marte. Se han elegido lugares extremos en cuevas de Alemania y Austria, donde se ha puesto en marcha las primeras pruebas de robots y de un traje espacial, el Aouda X, que permitirían, o por lo menos facilita-ría, la operatividad humana en el mundo cavernícola extraterrestre.

El hallazgo de estas cuevas es muy interesante pues son estructuras naturales capaces de proteger formas primitivas de vida del efecto de los microme-teoritos, la radiación ultravioleta, el destello del Sol, los valores extremos de temperatura, las inclemen-cias meteorológicas y las partículas de alta energía que bombardean este planeta. Si además añadimos la posibilidad de encontrar agua subterránea,

Figura 10. Posible colapso de un tubo volcánico en la Región Tartarus Colles. (Ver créditos)

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REFLEXIÓN FINAL

Tenemos aquí un nuevo reto, quizás quimérico como el viaje mitológico de Jasón y los Argonautas, o tan real como el de Cristóbal Colón. Lo que está claro es que la humanidad se adentra en una nueva conquista, la del mundo subterráneo en el Sistema Solar.

AGRADECIMIENTOS

Quiero mostrar mi agradecimiento a D. Fran-cisco Govantes Moreno, D. Rafael García Becerra y D. Miguel Martín González por la lectura crítica de este artículo y a Dña. Mireya Bienes, D. Raúl Gon-zález y D. Víctor González por su infinita paciencia. Asimismo, lo hago extensivo a todos aquellos que han creído en mis “locuras”.

BIBLIOGRAFÍA

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MOrO, a., J. a. Fernández & c. santana (2014). Cuevas volcánicas en Marte, claves para la fu-tura exploración humana. AstronomíA, 176: 22-31

En España, además, ha comenzado el progra-ma MSM, Mars Spanish Mission, que busca conse-guir que nuestro país y, básicamente, la comunidad hispanoparlante sea un referente en materia cientí-fica y tecnológica. Apoyándose en el desarrollo de experimentos en desiertos e, incluso, cuevas volcáni-cas, como las que encontramos en las islas Canarias.

La idea es desarrollar la mejor estrategia para un futuro asentamiento en el Planeta Rojo. ¿Volvería la humanidad a ser cavernícola? Nacerán, así, los pri-meros astroespeleólogos y cavernautas. Y otra cues-tión importante ¿seremos capaces de no contaminar de vida alóctona el planeta Marte?

¿Y MÁS ALLÁ?

¿No hay otros astros de nuestro Sistema So-lar que puedan tener cavidades? Aunque es difícil de determinar, ya que nuestros conocimientos y medios son muy limitados, sí sabemos que existen satélites naturales, orbitando alrededor de los planetas gigan-tes, como es el caso de Io (en Júpiter) que posee volcanes activos. Otros tienen el efecto denomina-do criovulcanismo debido a la rápida fase explosiva de sublimación del hielo (u otros elementos), como ocurre en Europa (en Júpiter).

Vulcania Adventure Express. Espeleo-Astronomía: ¿estás preparado?. (Ver créditos)

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Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 1041

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CRÉDITOS DE LAS FOTOS

Presentación con frase de Julio Verne. La Tierra des-de la Luna. Fuente: NASA.

Figura 1. Mercurio. Fuente: NASA.Figura 2. Venus. Fuente: NASA.Figura 3. Monte Olimpo (Marte). Fuente: NASA.Figura 4. Imágenes de la oquedad lunar descubierta

por la sonda Kaguya-SELENE de la agencia espacial japonesa JAXA. Fuente: JAXA

Figura 5A. Cavidad de 65 metros de ancho y 34 de profundidad. Región de Marius Hills en La Luna. Imagen de la sonda Lunar Reconnais-sance Orbiter (LRO) de la NASA. Fuente: NASA/Jet Propulsion Laboratory/Universi-dad de Arizona.

Figura 5B. Dibujo de la sección de lo que sería la imagen de la sonda LRO de la NASA. Fuente: NASA/Universidad de Arizona.

Figura 6. Registro fotográfico de numerosas oque-dades sobre la superficie de Marte. Fuente: NASA/Jet Propulsion Laboratory/Universi-dad de Arizona.

Figura 7. Cavidad en Arsia Mons, tomada por la cá-mara HiRISE (Mars Reconnaissance Orbiter). Fuente: NASA/Jet Propulsion Laboratory/Universidad de Arizona.

Figura 8. Cavidad en Pavonis Mons, situado en la Región de Tharsis. Fuente: NASA/Jet Propul-sion Laboratory/Universidad de Arizona.

Figura 9. Cavidad en Pavonis Mons, obtenida por la cámara HiRISE (Mars Reconnaissance Or-biter). Fuente: NASA/Jet Propulsion Labora-tory/Universidad de Arizona.

Figura 10. Imagen de la Sonda Mars Reconnaissan-ce Orbiter, en la Región Tartarus Colles. Su-puestamente el colapso de un tubo volcánico. Fuente: NASA/Jet Propulsion Laboratory/Universidad de Arizona.

Vulcania Adventure Express. Fuente: autoría propia.

Clase: InsectaOrden: Coleoptera

Familia: CurculionidaeGénero: BaeziaEspecie: martini García, 2003

#9

Insecto pequeño y de aspecto delicado. Con una longitud de 2,8 a 3,4 mm y una coloración par-do rojiza brillante, revestido con pequeñas sedas erectas de color testáceo. Especie recientemente descubierta (2002) y de la que sólo se conocen siete ejemplares, cuatro machos y tres hembras, capturados todos ellos en el interior de un tubo volcánico del oeste de La Palma conocido como Cueva de las Cáscaras en el término municipal de Puntagorda. Su única boca se abre a una altitud de 500 m s.n.m., en el piso bioclimático termo-canario seco, donde se aprecian pinos canarios dispersos y cultivos de almendros abandonados de cuyas raíces se alimenta esta especie.

Texto y dibujos: R. García.

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fauna troglobia de La Palma

En esta edición han colaborado:

vulcaniawww.vulcania.org