Volvía a Casa - Poemas

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Volvía a casa, de Luis Cardoza y Aragón Volvía a casa entre disparos y engañadas multitudes ciegas en su tormenta, amado pueblo mío. Qué trágico, qué duro, qué cruel nuestro destino de arar sobre el mar y que la luz te enlute. Desasosiego físico, que podía palpar como un dolor de muelas en el alma, me saturaba el cuerpo: zozobra que era náusea, entre certeza y duda de tu verdad mañana. Yo soy mi pueblo ciego con los ojos abiertos. Mi pueblo luminoso embarrado de sombra. La realidad y el sueño, la raíz y el lucero. La guitarra que siembra la semilla del alba. Por igual me dolían la bala y el herido. Tu día levantaba sus blancas torres altas lúcidas de esplendor, oh recio pueblo mío, si tu noche invadíame con pirámides truncas. Sólo soy la guitarra que canta con su pueblo. Aliento de su barro mi voz suya. Poema, de Luis Cardoza y Aragón imprimir | correo Yo canto porque no puedo eludir la muerte, porque le tengo miedo, porque el dolor me mata. La quiero ya como se quiere el amor mismo. Su terror necesito, su hueso mondo y su misterio. Lleno del fervor de la manzana y su corrosiva fragancia, lujurioso como un hombre que sólo una idea tiene, angustiadamente carnal con la misma muerte devorante, yo me consumo aullando la traición de los dioses. Soledad mía, oh muerte del amor, oh amor de la muerte, que nunca hay vida, nunca, ¡nunca! sino sólo agonía. En mis manos de fango gime una paloma resplandeciente porque el amor y el sueño son las alas de la vida. Me duele el aire... Me oprimen tus manos absolutas, rojas de besos y relámpagos, de nubes y escorpiones. Soledad de soledades, yo sé que si es triste todo olvido, más triste es aún todo recuerdo, y más triste aún toda esperanza. Porque el amor y la muerte son las alas de mi vida, que es como un ángel expulsado perpetuamente. Poema, de Luis Cardoza y Aragón imprimir | correo

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Volva a casa, de Luis Cardoza y Aragn

Volva a casa entre disparos y engaadas multitudesciegas en su tormenta, amado pueblo mo.Qu trgico, qu duro, qu cruel nuestro destinode arar sobre el mar y que la luz te enlute.

Desasosiego fsico, que poda palparcomo un dolor de muelas en el alma,me saturaba el cuerpo: zozobra que era nusea,entre certeza y duda de tu verdad maana.

Yo soy mi pueblo ciego con los ojos abiertos.Mi pueblo luminoso embarrado de sombra.La realidad y el sueo, la raz y el lucero.La guitarra que siembra la semilla del alba.

Por igual me dolan la bala y el herido.Tu da levantaba sus blancas torres altaslcidas de esplendor, oh recio pueblo mo,si tu noche invadame con pirmides truncas.

Slo soy la guitarra que canta con su pueblo.Aliento de su barro mi voz suya.

Poema, de Luis Cardoza y Aragnimprimir|correo

Yo canto porque no puedo eludir la muerte,porque le tengo miedo, porque el dolor me mata.La quiero ya como se quiere el amor mismo.Su terror necesito, su hueso mondo y su misterio.Lleno del fervor de la manzana y su corrosiva fragancia,lujurioso como un hombre que slo una idea tiene,angustiadamente carnal con la misma muerte devorante,yo me consumo aullando la traicin de los dioses.Soledad ma, oh muerte del amor, oh amor de la muerte,que nunca hay vida, nunca, nunca! sino slo agona.En mis manos de fango gime una paloma resplandecienteporque el amor y el sueo son las alas de la vida.Me duele el aire... Me oprimen tus manos absolutas,rojas de besos y relmpagos, de nubes y escorpiones.Soledad de soledades, yo s que si es triste todo olvido,ms triste es an todo recuerdo, y ms triste an toda esperanza.Porque el amor y la muerte son las alas de mi vida,que es como un ngel expulsado perpetuamente.

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Vela sin viento que no fue rumbo.Piedra lejos del arco y de la cpula.Horas podridas sin afn de musgo.Quin descansa sobre vuestro pensamientocomo descansa el da en los surtidores?Cmo en las aves descansa el viento,en la voz el espacio, el llanto en los relojes,la sombra en la frente de los ciegos?Por vosotros, mar de pupilas altas es el nufragoque se est quemando vivo en un lago de olvidode s mismo y fiel memoria de su sino.Slo le apagaran las aguas de los mapas,los sueos de las arpas y su tacto de radio de sonmbulo.Con total realidad, mintiendo con verdad,instaurar un abismo -como puentede asombro- entre las cosas y su nombre.La sirena es sirena. Caballo, el caballo.El hombre? Ay, ni t lo sabes, Eva.Qu poema el centauro absorto en restosy nupcias de realidad y deseo!Inventar las cosas sencillamentecon la precisin y la lealtadde la inmediatez de la infancia.Supe su nombre entonces: mi llamado escuchaban.Manuel planeta, el pan sobre la mesa,tan cotidiano y pleno y con alquimiaque no hay tiempo para perder el tiempo.Es tiempo recobrado su presencia ntegra.Caos, lenguaje inarticulado.La muerte no rescata el universo.Instantneamente nos hace verbo.Todo nombre es ya nombre sobrehumano.La palabra sentida.El grito del vendedor de naranjas.En la esquina: "Naranjas! Naranjas!"Y el sol se recupera de su herida.Porque supe su nombre, porque supe decirlocuando su aparicin fu necesariaalba infalible, el sol por los tejados!

Lzaro (Fragmento), de Luis Cardoza y Aragnimprimir|correo

Lzaro (Fragmento)de Luis Cardoza y Aragn

Como una flor de hielo sobre un piano,Lzaro, en medio de la noche, ciego.

Cuando El Hombre de la tnica blancaSin piedad, sin piedad, dulce me mandaLzaro, levntate y anda,Su sentencia tal mi pensamientoY no pude siquiera balbucir.Seor, Seor, por qu me has abandonado?Era un aborto, un vmito era.Y arrasado me fui por mi destinoMendigando una muerte de roco.

Olivos dorndose en su aceiteCalor y olor de pan y de boigaBurbuja en la punta de una agujaEs la tarde antorcha desangrndoseDetenida por los geranios rojosEl cntico de gallos y bramidos de torosHay una aura prpura ternuraBajo el alto azul acongojadoDe mortaja y paalY crepsculo raudo que se asomaCon rosados opacos pasos grisesTartamudeando trmulo sus cosasYa la noche suscita estrellas tristes

Perplejos vieron todos que Lzaro atendaEl conjuro divino.

A Marta y a Mara colmenas de alegraSus ms felices lgrimas vencan.

Renacer es ms fuerte que la vida o la muerte?Nadie conoce el dolor sobrehumanoDe volver a la vida.

Saliste de una rala tierra invlida,Como estril semilla paulatina,En ignorados brazos apoyadoQue otra lengua hablaban.

La luz te lastimaba, el universo,Y con desolacin de pez ahogndoseEl aire masticaste.

En tu barba de heno y desconciertoFulgi un lucero ptrido enredado,Un lucero de fango y de resentimiento.

Tu cuerpo amojamado,Bostezo de una estatua,Camin tenso, sooliento,Navagante y lento el pasoCon la alondra preciosa de la fbula.

Estabas mudo al ver la luz del mundoComo El Hombre de la tnica blancaQue un spero instante vio con tus ojosy juntos caminaron ya sin rumbo.

En el corral vecinoEl toro que degellanLloraba como un nio.

No, no estuvo vivo,No, tu nocturno corazn entero.Resucitado estuvoComo brusco, cacharro rescatado,Aorante de muerte redonda como un cero.

El Hombre de la tnica blanca,Can inverso del amor divino,A la espalda se ech Su fardo de preguntas,La esquina dobl del Callejn de las Flores,Se alej, como una lmpara que se apaga,Iba mordiendo su remordimientoHablando solo y trmulo de espantoMs que los huesos del resucitado.

La tierra de la muerte -que nunca es fallida-Es la nica Tierra Prometida.Mejor es dejar muertos a los muertos,Inmortal en la muerte es la vida.

Tomado deLzarode Ediciones ERA

Luna Park, instantnea del siglo XX. De Luis Cardoza y Aragnimprimir|correo

A Francis de Miomandre

En un Luna ParkEl creador filma la Vida,Y sobre ese panorama,Estn tendidos todos nuestros nervios:Estrpito sin descanso,Hombres y mujeres en las fbricasAl lado del msculo obedienteFielY sonoro de la mquina,Fauna del HOMBRE.Ferrocarriles, aeroplanos, barcos,Vas subterrneas,Arterias de la vida del mundoEn donde somos:Glbulos blancos,Glbulos rojos,BacteriasVida febril,Mecnica,Asperamente prctica;Agona de los ltimos romnticos-Siempre habr los ltimos-Belleza del espasmo.Vrtigos de montaas rusas.Las horas muertas no tienen minutos.Epilepsias del jazz band.Emocin.Un alta marea,La energa del mundo.De fiebre brillan los ojos de las mujeres.

Los corazones golpean los pechos de los machos.Y hay un grito que se angustiaEn la garganta de todos:Vivir! vivir! vivir!

Siglo neurastnico.Todos somos un poco enfermos:El hombre: un convaleciente,Un convaleciente de la vida.

Espiritualidad de la materia:Parecen nuestros cuerposProyeccin de nuestras sombras.Asomada el almaAl espectculo del mundo,Ha sentido en su fiebre mi fiebre,Y he odo el profundoLatido de su corazn,Como si fuese a estallar.

El prisma intelectual del siglo XXYa no ms descomponeEn los siente colores,La luz de la modernaEspiritualidad.

Intermitencia de lgrimas y risas.Tragedia.Sainete.Farsa.An no est seguroDe su papel,El mundo!A veces llorapor rer;A veces rePor llorar.Luna Park.

Velocidad.Visiones del frica EcuatorialCon la aurora boreal.En la maana de hoyEstaba en Shangai.

Ayer dorm en New YorkCenar en Pars?Bablica conflagracinDe lenguas y de razas.

Tierra, Arca de No constante,Esponja empapada de sangre y de sudor de hombres;Bosques de chimeneas fumando,Cirios de colososQue se acaban de apagar;Ciudades que no duermen,Ennegrecidas de carbn de piedraY olorosas a petrleo,Sangre de la Tierra;Nerviosidad de clepsidras,Pavor del minutoMuerto sin vivirlo.Pavor, pavor, pavor!Alegra del minuto deleitado,Tal un gajo del fruto de la vida!

El Ro, Novelas de caballera (parte final). De Luis Cardoza Y Aragnimprimir|correo

Soy el pez volador. Ciego irrump por el deslumbramiento del da. Me colmlo esplendente de la vida, escuch la msica de las esferas, el rechinar delos grillos.

Un instante!

Nada ms he podido tartamudear; el canto me fue prohibido por el infinitudvislumbrada. Vuelvo al mrmol que habito, con un canto roto en la garganta.Hechizo de la inmensidad que permanece sin expresin.No enunci lo que codiciaba. Ello me ensea lo que jams se aprende. Lo quejams se aprehende.Lo inasible.Atestiguo y festejo.He recogido y contado muchas nadas.La memoria es el Infierno.Mis ciegos pececillos abisales se confunden con mis pjaros. Tir de lared: estrellas marinas y celestes.No hay peligro de perder la muerte.Intent denotar el gozo de mi luz derruida, intent ofrecer mi ternurapaleoltica, intent balbucir mi colibr, chispa emplumada.Siempre acuden tarde las palabras.Estoy a punto de despertar.Escucho mi silencio como lluvia sin agua.Es la vida accidente de la muerte.El tiempo no existe; nosotros existimos.Quise dejar una lmpara encendida.La Gran Puerta Negra.La boca de sombra.Polvo.No es elfin

Es el mar.

Fragmento tomado de laColeccin Tierra FirmeFondo de Cultura EconmicaMxico

Siempreimprimir|correo

Luis Cardoza y AragnGuatemala- 1901- 1992Siempre

AMiguel ngel Asturias

He vivido casi toda mi vida lejos de mis cielos.Pero mis pies estn marcados en los cdices,en la voz profunda de mi pueblo.Camino sobre el mar y las nubes que me traje:son mi tierra firme.Quin me la puede quitar?Cuando digo que estoy solo es porque no estoy en la plaza pblicasino en cada uno de vosotros,como en los granos la granada.Podrais enterrarme en la voz de cualquier niosi tiene los pies descalzos y ha visto los volcanes.Mis ojos siempre se abren sobre la luz primera,y al cerrarlos, sobre m cae siempre la sombra de mi infancia.Y todo lo que he vivido,me pregunto, toda el agua escurrida entre mis dedos,todo lo bailado, no es un sueo?No he tenido tiempo para soar, amigos.Apenas si he tenido para no morirme.No puedo descifrar el smboloporque el smbolo no es un lenguaje.Estoy tan cerca que no me veisen las cenizas de los muertosy en las manos de los nios futuros.Tercamente guatemalteco,no necesito recordar, me basta con palparme.El sueo no tiene vocales,pero tiene llamaradas y tambores mudos,y las mismas fogatasarden en las mismas cumbres....Si tiene los pies descalzos y ha visto los volcanes.

Poema de Luis Cardoza y AragnColaboracin enviada por Carlos Lpez

QUE ES SER GUATEMALTECO?imprimir|correo

QUE ES SER GUATEMALTECO?

1Pienso en el devenir, siquiera medio siglo adelante. Los quichs, cakchiqueles y kekchs se replegarn a unmundo sobrepasado? Por qu no abriran sus culturas a un mundo nuevo y propio?

Propendo a suponer que para su supervivencia no es demasiado tarde, no obstante la devastacin de medio milenio.

El socialismo est llegando.Aunque no desde adentro, no en sus huesos, vvidamente su agona he sentido. Heaspirado a restituirlo a s mismo. Ignoro sus lenguas. Si las conocieras, en el espaol me hubiese refugiado.Comprendo y me entusiasma la tarea de indoctrinacin verbal en lenguas indgenas. La lengua es el Ser allendela primera nocin de patria.

El exiliado nunca pierde su tierra. La lleva consigo, ms que en la memoria en la imaginacin. La imaginada esntima y sutil, por real y por imaginada. Nunca concluimos de recorrerla, nunca nos fatigamos de crearla. Comoen el amor, es ms su imagen la que amamos que la tierra misma en s. Y la imagen irrumpe, se nutre, se erigecon lo que nadie puede suprimirnos: mitos, actos, sueos, conduca, palabras.

2El exilio es la divergencia entre la imagen y la realidad. Entonces, esa silenciosa confrontacin pertinaz es lo esencial: y no hay exilio puesto que vivimos una metfora. Guatemala, soy tu Pigmalin.

En todas partes hay muchachas, cielo y mar, amigos y una copa de alcohol.

A veces, por desesperacin, desearamos que el exilio fuese verdadero, y no la fbula que as solemos llamar. Y,sin embargo, cuando volv a Guatemala todo me expulsaba minuciosamente.

Me doy cuenta de como los nacionalismos han originado tantos crmenes, tantas limitaciones, tantos nulos anhelos.

Aun nacionalismos de pas dominado. Hay otras cosas en este punto. T nada comprendes, chovinista. La liberacin cultural es imposible sin revolucin. La revolucin es la verdadera cultura de nuestros das.

Los problemas del arte no cabe definirlos slo dentro de lindes nacionales. La nocin de patria, esa abastraccin,es aberrante si no la concebimos revolucionariamente.

Pero no es quimera la niez ni toda la cuerda que nos da, que nos conduce hasta el confn de nuestros das.Patria es no tenerla. El Hombre. Indefectible, ma, dulce y nocturna!

Vivo con ms sentido de libertad que de patria. Por ello, tanto ms siento a mi tierra cuanto ms privada delibertad. Es decir, la he sufrido, la he servido, la he sentido toda mi vida. Anoto arrebatos con sentimientono sentimental y sin sentimentalismo.

3El problema es verse desde fuera. Como si de otro se tratase. Salirse. Ni siquiera es asequible cuando mediosiglo ms tarde soportamos leer pginas nuestras sin reconocernos. No las releemos. Era yo aquel insensato?Una duda defensiva apenas. As como el cuerpo ha mudado ntegramente sin dejar de ser el mismo, lo mismo ocurre con el cuerpo verbal que identifica la conciencia de s.

Para deshabitarme, tengo que dejar de ser. Hablo de ti para sospecharme y vislumbrarme de algn modo. Pero nada ms puedo balbucir de ti, entreverte a travs de l. Con perfeccin confusa objetivo mi confusin. Mi tormentoes placer inconfesable de indefensa religiosidad contagiosa. La poesa es llama que no consume la sustanciaque la anima.

4Qu es ser guatemalteco?

Si se hurta a la universalidad, el nacionalismo es idiotez creada por idiotas, para otros idiotas. Burguesa essu raz, cortina de humo para fechoras. Se agita el pabelln y se hacen matar borregamente multitudes proletarias.

Estos holocaustos de millones se redimen si son coyuntura para que un Lenin transfigure nuestra "civilizacin"transnacional y "cristiana" de Hiroshimas y hornos crematorios.

Obligacin de liberarse de las coerciones polticas, familiares, culturales, religiosas, y nacionalistas sin"ideas exticas". Todo maniquesmo es simplificacin intolerable. Llamado a la libertad.

Ser la oveja ms negra entre las ms negras ovejas. As, detestado por los albos compatriotas de cal muertase comete el delito de lesa patria de estar vivo.

Enjambre de sueos. Nunca lgrimas saurias. Acto de fe y auto de fe. Sacudirse el peso de la noche. Como elperrito el cieno del pantano.

Quin al volver al pas doliente no haba dejado toda esperanza?

Urgencia de rebatir necias fidelidades. Dilatar la visin es ms exaltante que inhumarse en un mundo excedido.

Guatemala, invicta anctoda derrotada.

Viene a mi encuentro el yo que fui. Y soy como sola. Si para los dems no se es, nada se es.

5Abominar de nosotros por no crear an conciencia de la proceridad del pueblo y su perversin. As ocurre enGuatemala y otras grandes potencias.

El cristiano pas sin cristianismo yace bajo distendida sotana en vez de cielo. Hay que perforarla un milln deveces para alegrarse siquiera con estrellas mentirosas.

Feroz ternura, con reposado mpetu vivirla para que el sol negro del da negro y de la noche negra no seairrefragable.

Ser compatriota de Shakespeare, del Volcn de Agua, de Mart, de San Juan de la Cruz, de Huracn, corazn delcielo.

Morar en una pstula que sea rosa de dinamita al despetalar su podredumbre.

6Injusticia y hambre qu violenta, qu violenta violencia!

Nubes irresponsables vulneran el azul. Lleno mi copa de azul nico y seco. Me perturbo como imbcil que conoce mal la risa. Atnito contemplo el cielo inusitado. Vida irrefutable vivo.

Ser guatemalteco es bermelln, torre, privilegio, azahar, tigre, asombro, aristocracia, catstrofe plebeya por el abortoal anual la inercia.

La Momia ha muerto. Ha resucitado la Vida. Inmortal pericia del polvo. Las enredaderas escalofran las ruinas. Bengala de luces plurales, tu lirio. Ya no hay vaco.

Por incicatrizables, quemadura y beso definitivo, son jbilos celestes. Aleluya!

Cmo los volcanes rpidamente se empinan sin desmayo para despegarse de la planicie...

7Se guatemalteco es enviar al infierno el Libro de Job y evocar a Saint-Just sin olvidar a las baistas de Mack Sennett.

Es admirar cmo el Crucificado se mea en el templo de mercaderes sobre sus propias imgenes, los escapularios, los entorchados de los ejrcitos transnacionales. Mercaderes del templo rompen filas bajo su ltigo.

La mi Guatemala ma y la vuestra son doncellas mellizas de padre y vocaciones diferentes.

La injusticia engendra la violencia.

Complejo telrico de Edipo desmadrado sin madre. Puro Adn! Tener conciencia de hasta qu punto se debe ser por serlo sencilla y demencialmente tanto.

... Es saber sonrer.

Turcele el cuello al quetzal de engaoso plumaje y condimntalo con imprecaciones de Isaas y algn humor alqumico.

Como incrdulo tal vez fui amenazado de la lepra de ser fantico o alguna otra mierda fra. No puse a Marx las barbas dede vuestro Padre Eterno.

8Se fund el equilibrio sin eclecticismo. La poesa despleg velas hacia la certidumbre.

Vi al monje pavonenado su alma funestamente impoluta en el convento. Omita que es ms difcil arrastrarla por el mundo sin su mecnica fe ciega. Omita su soberbia porque sta nunca est iluminada por la gracia.Cuando nio, expuesto ainficionarme, quiz me salv votivamente consagrndome a la inutilidad de poesa imprescindible.

Un esquelo de joven madre india, un metro treinta, a la piltrafa del pechito rido allega los huesos del nio delirando de fiebre, azul de hambre y de muerte, que de vez en vez, desvanecindose de agona, imagina sorber crudelsima burbuja de aire guatemalteco.

9Utopa, la realidad.

So que fui antigeo.

En donde puedo ser libre es mi patria.

En donde puedo crearme.

En donde puedo resucitar cada da sin horror.

En donde puedo soar.

En donde siento que no soy exiliado.

En donde soy compatriota de Virgilio y de Alonso Quijano, y de Stravinsky y de Omar Khayam, y de Cristo y de Lenin, y de Goya y de Goethe y de Quetzalcatl.

En donde no existe el pus hediondo de Can.

Ser guatemalteco es ser la mala conciencia de su pueblo.

Tener morada en Sirio.

Acaso haber nacido en Guatemala.

Amar al indio que ya colg al encomendero.

Es que nos crean soberbios por tener la humildad de estar con el oprimido y explotado.

En mi pas de indios matar a un indio no es matar a un hombre.

Es exutorio que permite injuriarla sin desesperacin, escrupulosa, enamoradamente, con impvida suavidad.

Para quien vive fuera, ms que la geografa umbilical, el atlas de la inteligencia y la sensibilidad le fascina. Y nohay extranjero ni guatemalteco, nulas nociones obsoletas.

Que mis lmites fuesen planetarios en mi niez lo decid.

Necesito burlarme de mi, autoinjuriarme cuando intento hablar en serio.

Humanidad sin fronteras y sin clases sociales. Sin patriotismo y sin explotacin.

10La injusticia engendra la violencia.

Su realidad es lo mo imaginario; ni lo imaginario ni lo real del selenita es mo. Entre ellos tampoco me conocen. Imaginan que soy su compatriota porque nacieron en Guatemala.

Qu nostalgia cuando all viva.

Palabras en pubertad sin libertad.

A mi llama volverla mariposa para quemarla. Como si se pudiera. Vestir los guiapos del alma con caquctico cuerpo desnudo.

Nebulosa a horcajadas sobre un colibr.

Quitar todo espacio plaidero a la nostalgia.

Masoquista reventado de sdico vegetariano.

A mi geografa amnsica nada preguntes. No sabra responderte. Djame soarla.

Nac llevado de la mano de Ixquic y de Helena. Me descuartizaron. Las pinceladas acudieron a su sitio al ver el paisaje con lejana. Y ste irrumpi inaudito y unnime.

Tierra cruel, tierra de ceniza y llanto.

Mi respiracin no te olvida.

En ti me salvo. En m te vives.

Imaginarios, Quijote y Dulcinea.

Ridculos nacionalismos de mitologa patriotera. Fascistas de "patria absoluta".

El mundo se achic sin que hayamos crecido.

Ejecutada despus del indulto. Si no te indultan, viviras.

Navego porEl ro. Tal vez cumpl ya con mi mdica cuota antigorila.

Omnipresencia creada por la ausencia. Las seales que me haces no son por distancia, son por sustancia.

Aborrecer el nacionalismo cuando no es universal y no se sacude con incoercible vmito de campanario. Analizar el vmito, alejado del miedo y su gran piano gaseoso.

Stradivarius en odos marimberos.

11Qu es ser guatemalteco? No busco mi identidad. Soy lo que hago por y para los otros y lo que creo (todas las connotaciones).

Mucho, mucho me dio mi tierra. Todava ms le debo por ello. Por qu habra de darme aun su hospitalidad? Por qu?

Qu nostalgia de infancia. Por qu no pudo hablar ni llorar cuando volv? Aqu est mi relacin con el mundo. Mi imposibilidad de ser siendo. Hallazgo repentino de repentino prodigio. Cancin amorosa rodeada de rugidos.

Saberse marginal, sin apetecer tal corona suprema. Darse cuenta de estar sitiado por lo que al amor infamaba. Ansia de libertad y justicia para todos. La pequea voz que por encima de la cucaracha algo signifique a la gangrena insulta.

12Llego al rojo blanco. Cauterizaba mi beso. Para no volver ms, hube de partir de a mi soledad poblada de solidaridad y humor alegre. Linda la vida del ser inocente.

Entre insignes monumentos mayas circulan millones de ladinos salvajes.

Hago un llamado a la justicia.

Estoy como Chaplin. Si como siempre hay dspota, no puedo entrar. Me corren si como nunca hay democracia. Mi tierra me atrae muchsimo ms de lo que me excluye. Tal es la bellota de mi terco descalabro, tal es la lechuga de tu estril victoria. Te veo sonreirme, solemne como un colchn, fronteras nulas enmarandome.

Por qu negar el azul inmortal al indio en la mudez de su hazaa de an vivir?

13Por prohibida, la fijeza de su fascinacin se incrementa. Cuando del todo no me fue vedada, necesit salir y quedarme.

Adn si vuelve al Paraso no lo reconoce.Y si lo reconoce es por haber salido.No se arrepiente de volver sino dehaber conocido el Paraso. Por comunin profunda, con asco y furia invoca a la Tierra Prometida. Nada ms prometida, no slo por ella sino tambin porque la Tierra Prometida es l mismo. Ella no logr uniformarlo. Ni en l hubo desistimiento. Disensin visceral.

Nunca dijo lo que de l esperaron escuchar. Escucharon lo qu l necesit decir. Y defraudar fue victoria. El sueo no es evasin de la realidad.

14S, ciego total, acaso tuerto, t que bizcamente me miras no has reparado en que yo no soy YO, el yo, el abominable yo del hombre de las nieves;el YO narcisista de mierda;el necio YO del egoismo y el YO de la suficiencia;el inmundo YO del elitismo y de la infalibilidad y de la certeza;el impoluto YO sagaz, el vacuo YO acertado siempre;el ptrido YO del carajo enchido de presuncin, de sectarismo bestial, autoerigido en juez pendejo, ftido de orgullo,de pedantera, de envidia miserables;un YO podrido de insolvente profeta del pasado;un YO de hiperblica palabra oscura, incansable pregn de infamias antropoidales, enamorado definitivo por inocencia de la ninez atnita en una tierra que a patadas desoladamente venera. Odme ms all de la excrementicia monotona del servilismo, de la ceguedad y el embuste y la adulacin palaciegas: yo no soy YO, la mierda del narcisista con ditirambos batida, con servidumbres y conceptos negociables.

Yo, mi YO es ellos, es vosotros, es el repudio de todo lo que hiere a la conciencia popular. La conciencia planetariapopular. Mientras tanto, sigamos volando

15Escribir por necesidad de escribir; no por escribir. Y escribir para ahora mismo y escribir lo nuestro.

La injusticia engendra la violencia.

No ha sido un sueo; tampoco una pesadilla. ha sido insomnio y vigilia.

Lo sabes, Lya? Mi nica patria es tu corazn.

Bellsimo y muy moreno mi pas descalzo y sin chapines blancos.

Dije con humor y cursilera lo dicho. El humor es reto, fraternidad vertiginosa. La cursilera, para intentar sercomprendido.

Oir de torturas, de asesinatos, de crceles desde la niez hasta la muerte en el exilio. El pas cada vez ms hundido, ms colonizado, ms injusto y bestial que cuando nacimos.

Por l quem mis naves muchas veces. Volver a hacerlo.

Mi barco incendiado en mi noche, desbordado de pan y sal esplende para los Hijos del Maz.

Ser una velita de sebo en la noche de la iglesia de Chichicastenango.

16Oligarqua con hemorroides en el alma.

Con juanetes en el corazn.

Vuestra nocin de Patria es Wall Street y un cuesco.

Escucho el dilogo cordial del Che con Francisco de Ass.

Ser guatemalteco no es azar ni es gratuito. Esta primera etapa del juicio final con denuedo se conquista.

Se comienza a serlo generalmente despus de muerto.

Antes de nacer logr serlo.

Con la misin de ser felices nacimos guatemaltecos. Cmo cumplirla si el pueblo no lo es?

Que tu verdad de himno sea cierta: "Guatemala feliz..."

Cuando vivo en Jerusalem no vivo en Antigua. Si muero en Nnive en Guatemala muero.

Es el pueblo ms hermoso del mundo.

Es el pueblo ms intrpido del mundo.

El indio guatemalteco es prueba inequvoca de la resistencia humana.

Es la materia prima riqusima y renovable ms explotada del mundo.

El hambre engendra la violencia.

17Alegra, chispa divina, todos los hombres se vuelven hermanos all donde se detiene tu ala tan dulce. Que nos incendie, Beethoven, tu msica prodigiosa.

Oh patria! Cara patria! disimula si tus llagas no bao con mi llanto.

Piraas: a ustedes he arrojado este vasto aforismo. cuando hayan concluido su breve faena, una nube escarlata flotar sobre el cielo y el invisible esqueleto de un arcngel.

Soy ciudadano de la Va Lctea.

(A CARLOS MONSIVAIS)

Tomado del libroNovelas de Caballera, El RoAutor: Luis Cardoza y AragnPublicado por elFondo de Cultura Econmica

Biografa Luis Cardoza y Aragnimprimir|correo

Guatemala, 21 jun, 1901-Mxico, DF, 4 sep, 1992

Poeta, ensayista, narrador y crtico de arte.

A los 16 aos parti de Guatemala, pas por Nueva York y lleg a Pars, donde estudi medicina durante dos aos. Renunci a la medicina para dedicarse a la literatura. En Pars public, en 1923, su primer libro de poesa:Luna Park. En 1926 viaj a Marruecos, donde escribeFez, ciudad santa de los rabes, crnicas que son publicadas en Cuba por primera vez; la revista mexicanaNexoslo hizo en Mxico, en 1992. En este pas publica, en 1928, en la revistaContemporneos, un fragmento deTorre de Babel. En 1932 termin de escribirPequea sinfona del nuevo mundo, pero hasta 1948 fue publicada en Guatemala; sta era su nica obra impresa en su pas hasta 1992; en 1993 la Usac public, en convenio con el FCE de Mxico,Guatemala las lneas de su mano. Conoci y frecuent a Pablo Picasso, Tristan Tzara, Andr Bretn, Paul luard, Robert Desnos y Antonin Artaud. De 1936 a 1944 colabora con Fernando Bentez en el suplemento cultural deEl Nacional. Fue miembro fundador de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). De 1932 a 1944 trabaj con Xavier Villaurrutia en el catlogo de la pintura europea de la Escuela Nacional de Artes Plsticas, de Mxico. El 22 de octubre de 1944 regresa a Guatemala a trabajar con el movimiento revolucionario que dos das antes haba derrocado a la dictadura de Jorge Ubico.Guatemala, las lneas de su manorecoge, con lujo de detalles, esa gesta. En 1945 funda y dirige laRevista de Guatemala; tambin funda el Movimiento Guatemalteco por la Paz y la Casa de la Cultura de Guatemala. Es nombrado por Juan Jos Arvalo embajador en Noruega, Suecia, Francia y la hoy ex Unin de Repblicas Socialistas Soviticas. En 1947 viaja a Bogot como representante ministerial; ah se casa con Lya Kostakowsky, mexicana de ascendencia rusa, con quien vivi hasta la muerte de ella, ocurrida en 1988. En ese mismo lapso, lo nombraron embajador de Guatemala en Colombia, Chile y Francia. En 1952 regresa a Mxico, donde se instala de manera definitiva, y nunca ms, en esos 40 aos, a Guatemala. Ese ao comienza a colaborar enMxico en la Cultura, suplemento del diarioNovedades. Sus escritos aparecieron, adems, en peridicos y revistas de Madrid, Lima, Montevideo y Guatemala. En 1954 la Central de Inteligencia Americana, en cruento golpe de estado, derroca al presidente Jacobo rbenz Guzmn y Luis Cardoza y Aragn inicia una amplia y sistemtica denuncia del hecho por el mundo. En reconocimiento a sus aportes a la cultura nacional, la Facultad de Humanidades de la Usac le otorg el diploma Emeritissimum. En 1992 la Universidad de San Carlos de Guatemala le otorg el doctorado Honoris Causa; este mismo ao recibi el Premio Mazatln de Literatura por su libroMiguel ngel Asturias casi novelay la Medalla Roque Dalton. En la UNAM trabaj en el Instituto de Investigaciones Estticas e imparti la ctedra Jos Clemente Orozco. En 1979 el gobierno mexicano le impuso la mxima condecoracin que se otorga a un extranjero, la Orden del guila Azteca. De Nicaragua recibi la Orden de la Independencia Cultural Rubn Da-ro. Hombre libre, defensor de la dignidad de los pueblos, Luis Cardoza y Aragn muri en el exilio a los 88 aos. Sus restos fueron cremados en el Panten Espaol y sus cenizas regadas en el Cerro del Ajusco, en el mismo lugar donde fueron echadas las de Lya, su compaera de toda la vida. Su honradez intelectual y su brillante actividad creadora lo convirtieron en hombre fundamental de la cultura latinoamericana. Fue el ms grande crtico de arte que ha tenido Mxico (Fernando Bentez); El patriota ejemplar; el revolucionario consecuente; el luchador intelectual; el lcido pensador y defensor de su pueblo (Rodrigo Asturias); La poesa de Cardoza y Aragn ocupa un sitio singular y nico. Apenas y necesito recordar suPequea sinfona del Nuevo Mundo, verdadera obra maestra (Octavio Paz); Hombres as ya no hay. Poetas, astrnomos, visionarios, subversivos, insumisos, capaces de prodigarse hasta quedar vacos, de derramarse y regalar su sangre, hombres as ya casi no se ven (Elena Poniatowska); Se convirti en el primer crtico de la pintura mexicana, sus apreciaciones cambiaron la escala de valores establecidos y les ense a los mexicanos a ver la obra de sus artistas (Jos Emilio Pacheco).

Tomado delDICCIONARIO DE ESCRITORES GUATEMALTECOSde Carlos Lpez.