La obra, en palabras de la dramaturga, es una suerte de autobiografía fabulada sobre la infidelidad femenina, que se va alternando con una serie de entrevistas, investigaciones y estadísticas. Bajo la dirección de Enrique Salas y la producción general de Anayansi Carrasquel, el montaje invita al sillón de un psiquiatra (Rómulo), a través del cual el público podrá conocer las aventuras de la protagonista con su amante, a quien apoda "el intermitente". "Mi marido es un cornudo está compuesta por tres hipótesis básicas. La de los recursos, que es cuando el amante proporciona mejor alimento o protección; la de la diversidad genética, que es como participar en la bol-sa diversificando inversiones; y la del compañero sustituto, que está para llenar el vacío que deja el legal", expli-ca el director. Tomando en cuenta estos aspectos, Escobar dará vida a un texto que pretende enganchar al público con una fuerte carga de humor, ironía y desnudez. La actriz también se valdrá de la presencia de elementos curiosos, como los negocios que se derivan de la infidelidad femenina, para mantener el interés de los espectadores. En la escena, Escobar hará especial énfasis en "el kit para detectar semen amén de toda la sustentación teórica y estadística". Además, revelará unos tips infalibles para saber si el marido es infiel. "Desde que leí el libro supe que quería llevarlo al teatro", dice Escobar sobre su relación con este relato. "Es un texto maravilloso, fresco, directo, duro, descarnado por lo sincero pero muy profundo y reflexivo al mismo tiem-po". Escobar asegura que ha sido muy divertido todo el proceso del montaje: desde las reuniones con Elizabeth pa-ra trabajar la adaptación, todo lo que ha implicado el montaje y el cuidado en los detalles. "Hay que darle el crédito al muchacho (Eduardo Orozco) ya que con unas piernas así, ¿quién puede seguir siendo fiel?", señala entre risas la actriz. "Y eso es lo que se ve... ¿te imaginas el resto? ¡Niña!", complementa Fuentes. La dupla de féminas promete complicidad, humor, picardía, en hora y media de puro disfrute. La pieza está diri-gida a todos aquellos que "han montado cachos y para los que se los han montado", coinciden los integrantes del equipo de producción. La cita es este sábado 24 de marzo en el auditorio del Ateneo de Punto Fijo, Rubén Ismael Padilla, a las 7 de la noche. La entrada están a la venta en “El Ateneo”.