William Morris

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 1 William Morris: conciencia social  y compromiso consciente Hombre polifacético al más puro estilo renacentista luchó por la construcci ón de una sociedad que reunier a todas l as condiciones de j usticia, igualdad socia l y responsabilidad para con el medio ambiente. William Morris (1834-1896 ) fue u n hombre polifacético al más puro estilo renacentista: escritor, traductor, diseñador, impresor, empresario y activista político fueron algunas de sus facetas. Nacido en 1834 en el sen o de una famil ia de clase alta, creció en el ambiente de los «triunfadores» de esa Inglaterra victorian a desde la cual se expandió la ebre industrial a todo el mundo. Nunca se sitió cómodo en ese entorno y re negó de su clase al tiempo que su preocupación por las nefastas consecuencias sociales y medioam- bientales producidas por el cap italismo crecía día tras d ía. Primeras lecturas y conci encia social Ya en su primera juventud, Morris desprecia la sociedad y quiere alejarse de ella pero, en ese momento, no concibe ninguna posibilidad ni esperanza en un cambio. Inuenciado por el poeta romántico Keats entre otros, entra en rebeldía con la sociedad. Esta revuelta puramente romántica consiste en resistirse a aceptar sumisamente los valores impuestos, en liberar sus sentidos, abrir la mente e intentar evitar la opresión que la sociedad ejerce sobre él. Más tarde entra en contacto con la obra de Thomas Ca rlyle y Jo hn Ruskin. Para Morris, el trabajo (sus formas y condiciones) fue el elemento más importante e inuyente para determinar el buen o mal funcionamiento de una sociedad. Aprende de Carlyle que el trabajo es la raíz de l a vida pero, como éste, no entiende ni acepta que tenga que ser valorado según los criterios del mercado. De John Ruskin asimila que el hombre accede a su propia humanidad a través del trabajo creativo y que la satisfacción en el trabajo está estrechamente ligada a la implicaci ón emocional del trabajador en el proceso productivo. Estas ideas le abrieron la puerta al joven Morris para que se lanzara a buscar la mejor salida a la situación creada p or la división y mecanización del trabajo.  A p artir de ese moment o, se empezó a ac ercar a las tesis socialis- tas leyendo las críticas del liberal John Stuart Mill al socialista utópico francés Charles Fourier, quien propuso un sistema cooperativo basado en pequeñas comunidades autosucientes, llamadas falansterios. Cuenta Morris que, al principio, concebía sus pensamientos acerca de una sociedad justa de manera puramente utópica y no albergaba esperanzas en su materialización. En 1871 y 1873 viaja a Islandia, allí deja atrás denitivamente «la autocomplaciente melancolía del Romanticismo» que había marca do su primera revuelta interior. V e el coraje de los duros hombres del norte para sal ir de situaciones mucho más complicadas que la suya y se avergüenza de su falta de  valen tía p ara e ncarar los prob lemas de la v ida.  Activi smo polí tico En 1883, después de darse cuenta de que los partidos tradicio- nales nunca van a hacer nada para arreglar la situación, acaba por aceptar que sus ideales son los socialistas y se une a la Demo- cratic Federation. Endurece su activismo político, hablando ya claramente de lucha de clases y de la necesidad de u na revolución social. Sigue con su actividad política en la Socialist League, de la que fue fundador al abandonar la Democratic Federation por alguno de los «eternos e insalvables» problemas que fragmentan el pensamiento socialista. Hasta ese momento conocía poco los textos de Marx y de otros teóricos comunistas, pero desde entonces, empieza un febril estudio de todos ello s. Aparte de Marx, se interesa por Robert Owen y por los utópicos franceses.  Arnau Estela Marzo de 2012 William Morris. Ilustración de Vincent Moustache. «Es sorprendente leer como hace más de cien años Morris hablaba ya del dominio de las grandes empresas sobre los gobie r- nos nacionales en un lenguaje que se nos hace muy familiar en nuestros días.»

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Visionario y fundador de los Arts and Crafts

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  • 1William Morris: conciencia social y compromiso consciente

    Hombre polifactico al ms puro estilo renacentista luch por la construccin de una sociedad que reuniera todas las condiciones de justicia, igualdad social y responsabilidad para con el medio ambiente.

    William Morris (1834-1896) fue un hombre polifactico al ms puro estilo renacentista: escritor, traductor, diseador, impresor, empresario y activista poltico fueron algunas de sus facetas.

    Nacido en 1834 en el seno de una familia de clase alta, creci en el ambiente de los triunfadores de esa Inglaterra victoriana desde la cual se expandi la fiebre industrial a todo el mundo. Nunca se siti cmodo en ese entorno y re neg de su clase al tiempo que su preocupacin por las nefastas consecuencias sociales y medioam-bientales producidas por el capitalismo creca da tras da.

    Primeras lecturas y conciencia social

    Ya en su primera juventud, Morris desprecia la sociedad y quiere alejarse de ella pero, en ese momento, no concibe ninguna posibilidad ni esperanza en un cambio. Influenciado por el poeta romntico Keats entre otros, entra en rebelda con la sociedad. Esta revuelta puramente romntica consiste en resistirse a aceptar sumisamente los valores impuestos, en liberar sus sentidos, abrir la mente e intentar evitar la opresin que la sociedad ejerce sobre l.

    Ms tarde entra en contacto con la obra de Thomas Carlyle y John Ruskin. Para Morris, el trabajo (sus formas y con diciones) fue el elemento ms importante e influyente para determinar el buen o mal funcionamiento de una sociedad. Aprende de Carlyle que el trabajo es la raz de la vida pero, como ste, no entiende ni acepta que tenga que ser valorado segn los criterios del mercado.

    De John Ruskin asimila que el hombre accede a su propia humanidad a travs del trabajo creativo y que la satisfaccin en el trabajo est estrechamente ligada a la implicacin emocional del trabajador en el proceso productivo. Estas ideas le abrieron la puerta al joven Morris para que se lanzara a buscar la mejor salida a la situacin creada por la divisin y mecanizacin del trabajo.

    A partir de ese momento, se empez a acercar a las tesis socialis-tas leyendo las crticas del liberal John Stuart Mill al socialista utpico francs Charles Fourier, quien propuso un sistema cooperativo basado en pequeas comunidades autosuficientes, llamadas fala nsterios.

    Cuenta Morris que, al principio, conceba sus pensamientos acerca de una sociedad justa de manera puramente utpica y no albergaba esperanzas en su materializacin. En 1871 y 1873 viaja a Islandia, all deja atrs defini tivamente la autocomplaciente melancola del Romanticismo que haba marcado su primera revuelta interior. Ve el coraje de los duros hombres del norte para salir de situaciones mucho ms complicadas que la suya y se avergenza de su falta de valenta para encarar los problemas de la vida.

    Activismo poltico

    En 1883, despus de darse cuenta de que los partidos tradicio-nales nunca van a hacer nada para arreglar la situacin, acaba por aceptar que sus ideales son los socialistas y se une a la Demo-cratic Federation. Endurece su activismo polti co, hablando ya claramente de lucha de clases y de la necesidad de una revolucin social. Sigue con su actividad poltica en la Socialist League, de la que fue fundador al abandonar la Democratic Federation por alguno de los eternos e insalvables problemas que fragmentan el pensamiento socialista.

    Hasta ese momento conoca poco los textos de Marx y de otros tericos comunistas, pero desde entonces, empieza un febril estudio de todos ellos. Aparte de Marx, se interesa por Robert Owen y por los utpicos franceses.

    Arnau Estela Marzo de 2012

    William Morris. Ilustracin de Vincent Moustache.

    Es sorprendente leer como hace ms de cien aos Morris hablaba ya del dominio de las grandes empresas sobre los gobier-nos nacionales en un lenguaje que se nos hace muy familiar en nuestros das.

  • 2En esos tiempos, Londres es un hervidero comunista. Adems de ser la ciudad donde Marx y Engels han fijado su re sidencia, all se encuentran refugiados de la Rusia zarista, de la Alemania de Bis-marck, miembros de la comuna de Pars y veteranos del Cartismo. Morris tiene contacto con muchas de estas personas y para l son una fuente de inspiracin y de conocimiento.

    En esa poca, se da cuenta de que lo que mejor que puede hacer es intentar que el resto de la poblacin sea consciente de las injusticias del capitalismo. Propagar el descontento se vuelve su objetivo y se dedica a ello en innumerables conferen cias impar-tidas por toda Inglaterra.

    Crtica social

    Es sorprendente leer como hace ms de cien aos Morris hablaba ya del dominio de las grandes empresas sobre los gobiernos nacio-nales en un lenguaje que se nos hace muy familiar en nuestros das. Morris afirma en 1887 que las naciones han cedido todo el poder a las grandes firmas capitalistas. La funcin de los gobiernos se ha limitado a sofocar las revueltas obreras en el interior del pas y a defender los intereses de estas corpo raciones fuera de l, con la fuerza del ejrcito si esto se considera necesario.

    Se vive en un estado de guerra permanente. Guerra comercial que acaba incitando a la guerra a sangre y fuego (de momento lejos de las llamadas por Morris naciones civilizadas) en una vergonzosa lucha por colonizar y destruir lo poco del mundo que an queda por explotar. Lucha que, como profetiza Morris en Cmo vivimos y cmo podramos vivir, acabar conduciendo a la Primera Guerra Mundial: Ahora se da una desesperada competencia entre las grandes naciones de la civilizacin por el dominio del mercado mundial, maana podra darse una guerra desesperada con ese fin.

    En las naciones europeas se est incentivando un patrioterismo populista de muy fcil arraigo en las capas ms desfa vorecidas de la sociedad. Un mensaje interesado, lanzado para favorecer los intereses del comercio competitivo.

    El estado de la sociedad es crtico: superpoblacin de las grandes ciudades provocado por la gran cantidad de migra cin campesina que han tenido que absorber, insalubridad por falta de infraestruc-turas, hambre, y una alarmante tasa de paro que hace muy difcil solucionar estos problemas.

    Morris afirma que a los favorecidos por el capitalismo esta situacin les interesa. Llama a los parados el ejrcito in dustrial de reserva y dice que este ejrcito es indispensable para librar la guerra comer-cial. Las empresas tienen disponi ble esta mano de obra barata y desesperada para cuando sube la demanda de su producto utilizarla antes de que otro les quite los pedidos. Evidentemente, cuando baja la demanda, todos a la calle otra vez.

    Esto hace vivir al trabajador en un estado de angustia permanente, ignorando si maana van a precisar de sus ser vicios y con ello va a poder alimentar a su familia. Esta situacin desencadena una tercera lucha o guerra. La guerra comercial promueve las guerras entre naciones y tambin incentiva la competencia entre los hom-bres por el trabajo, por su sustento.

    El nico consuelo de Morris es que todos estos despropsitos estn

    abriendo los ojos a un grupo de gente que ve que la situacin no puede seguir as, que hay que buscar una salida. El sufrimiento creado por estas injustas guerras les ha llevado a una mayor consciencia de clase y esta consciencia les ha de guiar a la lucha definitiva por conseguir la justicia social: la lucha de clases.

    Al igual que ahora intentan hacernos creer, por aquel entonces tambin se deca que los males de la sociedad eran necesarios e inevitables para el avance de la civilizacin. Pero l se niega a aceptar esta afirmacin y nos hace reflexionar sobre si realmente merece la pena sacrificar tanto a cambio de tan poco. Afirma que es mucho ms lgico construir una casa con piedras del campo de al lado que transportar materiales de otras zonas. Se est avanzando ms de cien aos a nuestro actual debate sobre soste-nibilidad? Es sorpresivo que en 1880, este autor hable en trminos de lo que hoy llamamos economa local y que se considera un tema de actualidad.

    Morris siempre record con nostalgia los parajes naturales de Inglaterra que el sinsentido de la brutal industrializa cin haba destruido. En la conferencia El arte bajo la Plutocracia del ao 1883, hace un alegato ecologista en contra del avance de esta plaga que se hace cada da ms pesada y ms envenenada sobre toda la faz del pas.

    Morris nos parece absolutamente contemporneo cuando describe la nueva sociedad deseada por l. Avisa de que sus cimien tos se basarn en la sencillez, en una vida simple en la que se tendr que renunciar a ciertas cosas para poder vivir con ms justicia y armona con la naturaleza.

    Y es que Morris se adelanta en ms de cien aos a debates que hoy estn en el punto de mira de la ms rabiosa actualidad como el de la importancia del cuidado del medio ambiente, el del consumo responsable y el de economa local, temas que hace tan slo veinte aos todava eran ignorados por la inmensa mayora de la poblacin en los llamados pases desarrollados.

    Para saber ms:

    Calvera, A.: La formaci del pensament de William Morris, Barcelona, Edicions Destino, 1991.

    Morris, W.: Escritos sobre arte, diseo y poltica, Sevilla, Doble J, 2005.

    Morris, W.: Cmo vivimos y cmo podramos vivir, Logroo, Pepitas de Calabaza, 2004.

    Thompson, E.P:: William Morris, de romntico a revolucionario, Valen-cia, Edicions Alfons el Magnnim, 1988.

    Arnau Estela. Profesional de las Artes Grficas. Estu-diante del Grado en Diseo, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona.