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    WWORKINGPAPERS

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    Convergncia i Uni, del nacionalismo moderadoal secesionismo: cambio de posicin de los partidosnacionalistas y sistema de gobierno multinivel

    ASTRID BARRIO

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    Convergncia i Uni, del nacionalismo moderado al secesionismo: cambiode posicin de los partidos nacionalistas y sistema de gobierno multinivel

    PABLO BARBER

    ASTRID BARRIOUniversidad de Valencia

    WP nm. 330

    Institut de Cincies Poltiques i Socials

    Barcelona, 2014

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    El Institut de Cincies Poltiques i Socials (ICPS) es un consorcio creado en 1988 por laDiputacin de Barcelona y la Universitat Autnoma de Barcelona, institucin esta ltima a la queest adscrito a efectos acadmicos.

    Working Papers es una de las colecciones que edita el ICPS, previo informe delcorrespondiente Comit de Lectura, especializada en la publicacin -en la lengua original delautor- de trabajos en elaboracin de investigadores sociales, con el objetivo de facilitar sudiscusin cientfica.

    Su inclusin en esta coleccin no limita su posterior publicacin por el autor, que mantiene laintegridad de sus derechos.

    Este trabajo no puede ser reproducido sin el permiso del autor.

    Edicin: Institut de Cincies Poltiques i Socials (ICPS)Mallorca, 244, pral. 08008 Barcelona (Espaa)http://www.icps.cat

    Astrid BarrioUna primera versin de este trabajo fue presentado en el Panel Regionalist Parties in Nationalnstitutions en la XV General Conference ECPR Bordeaux, 4-7 septiembre 2013ISSN: 1133-8962DL: B-10186.2012

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    INTRODUCCIN

    El 11 de septiembre de 2012 una multitudinaria manifestacin en Barcelona conmotivo de la fiesta nacional catalana bajo el lema Catalunya Nou Estat dEuropa,convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), asociacin partidaria de laindependencia de Catalunya, acab precipitando el avance de las eleccionesautonmicas en Catalunya. La convocatoria se produca tan solo dos aos despus delas anteriores elecciones que permitieron a Convergencia i Uni (CiU)1recuperar el poderen Catalunya situndose muy cerca de la mayora absoluta, aunque la mayora absolutaobtenida por el Partido Popular en las elecciones generales de 2011 impeda a lacoalicin nacionalista ejercer un papel relevante en la arena estatal. CiU concurri a lasnuevas elecciones al Parlament con el compromiso de realizar una consulta sobre la

    autodeterminacin de Catalunya y con un programa que inclua medidas para la creacinde un Estado independiente.

    La invocacin de CiU al derecho de autodeterminacin no una novedad ya quedesde los aos 90, especialmente en CDC, el socio mayoritario de la alianza que integraCiU, dicha propuesta aparece en distintas ponencias aprobadas en los congresos delpartido y ya en el programa electoral de 2010 se encuentra claramente explicitada. Sinembargo en las elecciones de 2012 dicha cuestin monopoliza la campaa electoral ymarca la agenda poltica catalana ya que CiU, a travs de un acuerdo de legislatura conERC, asume el compromiso de realizar la consulta en la legislatura 2012-2016, muyprevisiblemente en el ao 2014, coincidiendo con el tricentenario de la derrota de 1714,que marc el fin de los privilegios medievales de Catalunya y el inicio de la hegemonacastellana. La novedad radica no slo en la transformacin de un principio ideolgico enuna propuesta poltica sino tambin en la implementacin de un conjunto de polticaspblicas encaminadas no slo a preparar la consulta sino tambin la secesin deCatalunya.

    Este trabajo es un estudio de caso que se propone demostrar que CiU haexperimentado un cambio de posicin en la dimensin centro-periferia y que ha pasadode ser un partido nacionalista moderado a ser un partido secesionista, y se sostiene queeste cambio de posicin se debe, en parte, a las dinmicas derivadas de la naturalezamultinivel del sistema poltico espaol. El inters del estudio de caso radica en que puedepermitir avanzar en el conocimiento del cambio de posicin de los partidos nacionalistas ytambin verificar la influencia de variables institucionales en el cambio de posicin de lospartidos, aspectos ambos poco presentes en la literatura sobre el cambio de posicin enlos partidos.

    1 CiU es una federacin de partidos compuesta por Convergncia Democrtica de Catalunya y UniDemocrtica de Catalunya, dos partidos con trayectorias y posiciones polticas diferenciadas. Pero a efectosde este trabajo, que slo tiene en cuenta, salvo excepciones, los programas electorales, el programa degobierno y la accin de gobierno, acciones todas ellas desarrolladas conjuntamente, ser considerada comouna unidad.

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    En la primera parte se explora la literatura sobre el cambio de posicin en los

    partidos y en la segunda se plantean las hiptesis de trabajo. En la tercera se describe elcambio de posicin y en la cuarta se expone como la dinmica multinivel y las respuestasdel entorno nacionalista a dicha dinmica inciden en el mismo. Finalmente se discuten loshallazgos y se concluye.

    MARCO PARA EL ANLISIS DEL CAMBIO DE POSICIN DE LOS PARTIDOSNACIONALISTASEl cambio de posicin en los partidos: revisin de la literatura

    Los primeros estudios sobre el cambio de posicin de los partidos se han basadoen las aportaciones de las teoras de la competicin espacial y han analizado, muy

    especialmente, como los partidos modifican su posicin en el eje izquierda-derecha(Budge 1994). Esta literatura ha identificado factores que explican por qu los partidoscambian de posicin y se ha enfrentado a los mismos dilemas que la teora general sobreel cambio partidista, aunque esta se haya centrado mayoritariamente en la perspectivaorganizativa. Sin embargo, como apunta Harmel (2002), el cambio puede tenerimplicaciones en otras dimensiones, como la ideologa o los posicionamientos polticos,aspectos que hasta hace poco han merecido escasa atencin.

    De las distintas dimensiones del cambio partidista apuntadas por Panebianco(1990) hay dos que han sido especialmente tenidas en cuenta para el anlisis del cambiode posicin en los partidos: el grado de intencionalidad y, sobre todo, el origen del mismo.El cambio que puede ser concebido como un proceso adaptativo (Katz y Mair, 1990),segn el cual los partidos se acomodan progresivamente a las transformacionesambientales o bien como un proceso en el cual los lderes del partido tienen un papelprotagonista (Wilson, 1980; Harmel and Tan, 1995). En el primer caso los dirigentes delpartido tienen escaso margen de maniobra mientras que en el segundo son los motoresdel cambio. Esta cuestin est estrechamente vinculada a la discusin en torno al origendel cambio que ofrece dos visiones que pueden ser alternativas o complementarias.Numerosos autores enfatizan los factores externos como motor de cambio (Panebianco,1990; Harmel y Janda 1994; Muller, 1997) mientras que otros advierten que los factoresinternos tambin pueden producir transformaciones incluso en ausencia de incentivosexternos (Harmel et al., 1995).

    La interpretacin ms extendida para explicar el cambio organizativo en lospartidos es que los factores internos juegan un papel determinante cuando se combinancon factores externos (Harmel y Tan, 2003). Sin embargo, los primeros estudios sobre elcambio de posicionamiento tienden a considerar que el cambio tiene un origen externoante el cual se produce una reaccin por parte de las lites del partido. El modeloespacial genera dos predicciones centrales acerca de las relaciones recprocas entre losprogramas de los partidos, las polticas de los rivales y las preferencias polticas de losvotantes. La primera es que los partidos ajustan sus programas polticos a losmovimientos de la opinin pblica. La segunda es que los partidos ajustan sus programas

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    a los movimientos de sus competidores, de modo que las estrategias de los partidos

    estn condicionadas por las posiciones de los partidos en el sistema de partidos.Adams et al. (2004, 2006 y 2009) han analizado como las lites partidistas

    reaccionan a los cambios en la opinin pblica y a las interpretaciones sobre laselecciones. Sus investigaciones han demostrado que los partidos se resisten a variar susposiciones ideolgicas y si lo hacen es sobre todo en respuesta a los cambios en laopinin pblica, y hay menos evidencias de que ajusten su ideologa en base a losresultados electorales. A su vez, Adams y Somer-Topcu (2009) tambin han demostradoque los partidos ajustan sus polticas a los movimientos de los rivales de la misma familiaideolgica y suelen moverse en la misma direccin que estos en la anterior eleccin. Aspues, segn la teora del contagio, si un partido quiere competir con sus rivales ha de

    parecerse a ellos.El hecho de que los partidos polticos cambien sistemticamente sus posiciones

    ideolgicas en respuesta a los cambios en la opinin pblica y a los cambios de susrivales refuerza la tesis segn la cual los partidos persiguen votos y puestos en elgobierno. Sin embargo Mller (1994) sugiere que hay razones empricas y tericas paradudar de ello. En ocasiones las lites y los activistas estn motivados por polticas demodo que tienden a priorizar los compromisos ideolgicos. De acuerdo con ello, paraevaluar el cambio de posicin hay que tener en cuenta, tal como han sugerido Harmel yJanda (1994) para el cambio organizativo, los objetivos de los partidos. As elposicionamiento de los partidos depender de cual sea el objetivo primario, y para ello espreciso prestar atencin a la vida interna del partido. El lmite al que se enfrenta esteplanteamiento es que los partidos no son actores unitarios. Y de acuerdo con ello Budge,Ezrow y McDonald (2010) han analizado como influye el proceso faccional interno en elposicionamiento de los partidos y han concluido que si partido pierde votos comoconsecuencia del cambio tiende a volver a la posicin inicial por la situacin de debilidaden la que queda la faccin partidaria del cambio, mientras que si el partido gana votosesta faccin se ve reforzada y el cambio se mantiene. Ahora bien, si se ha asumido quelos partidos no son actores unitarios las interpretaciones de los resultados electorales quehagan las distintas facciones pueden ser objeto de controversia. No en vano Ekegren yOscarsson (2011) han demostrado que las estrategias de los partidos varan en funcinde la percepcin que las lites de los partidos tienen sobre el comportamiento de losvotantes. Dependiendo de si adoptan el modelo downsiano, el de la relevancia, el de lacompetencia o el direccional su estrategia variar. As pues no se trata ya tanto de teneren consideracin lo que sucede sino lo que las lites interpretan que sucede. Ademstambin se ha demostrado que las lites prestan mucha atencin a los cambios deposicionamiento de los lderes de opinin (Adams and Ezrow, 2009). Todo ello permiteafirmar que para explicar los movimientos de los partidos es preciso prestar atencin alas dinmicas internas de los partidos y a la percepcin de los lderes sobre el ambiente.

    Existe otra lnea de investigacin sobre el cambio de posicin en los partidos quems que interesarse por las causas del cambio trata de esclarecer si el cambio depende

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    del tipo de partido, en base a la distincin entre mainstream parties y niche parties

    propuesta por Meguid (2005). Catalogando a los partidos nacionalistas como nichepartiesAdams et al. (2006) sugieren que stos, a diferencia de los mainstream parties, noson permeables a los cambios de posicin del votante mediano mientras que Ezrow, etal. (2011) han demostrado que ms bien responden a los cambios de sus propiosvotantes. As pues los mainstream partiesresponderan en general al modelo electoral yevidenciaran la primaca del votante mediano y los niche partiesse ajustaran el modelopartidista que enfatiza los vnculos con sus partidarios. Tambin para Schumacher(2011), aunque desde una perspectiva distinta, el tipo de partido resulta fundamental paraexplicar los cambios. Este autor sostiene que la organizacin del partidos es crucial paraentender por qu los partidos responden a unos incentivos ambientales (movimientos en

    el votante mediano, cambios en los votantes del partido o salida del gobierno y derrotaelectoral) y no a otros, y sugiere que la respuesta depende de si el partido est dominadopor los lderes o por los activistas. De este modo las caractersticas internas de lospartidos permitiran explicar porque ante los desafos ambientales los distintos partidosresponden de forma distinta.

    Y por ltimo, ms recientemente tambin se ha empezado a investigar como laglobalizacin y la situacin econmica (Haupt, 2009; Adams y Ezrow, 2011) afecta a laposicin de los partidos. Todo ello pone de manifiesto que recientemente la literaturasobre el cambio de posicin de los partidos ha avanzado mucho y que ha aportado unrico marco de anlisis. Al igual que suceda en las investigaciones sobre el cambioorganizativo, el principal dilema ha sido determinar si el cambio tiene un origen exgeno oendgeno. Los trabajos pioneros han tendido a subrayar la importancia de los factoresendgenos, tales como los cambios en la opinin pblica, en los lderes de opinin, en lospartidos rivales, en el votante medio o en el votante propio, y en los ltimos tiempostambin en la situacin econmica. Posteriormente se ha asumido la necesidad deprestar atencin a la organizacin del partido y se han sealado un conjunto de variablesindependientes que incidiran en el cambio de posicin de los partidos tales como ladivisin faccional, las interpretaciones sobre los resultados electorales o el tipo de partido.Sin embargo estas aportaciones resultan insuficientes para explicar los cambios deposicin de los partidos nacionalistas, que suelen abordarse ms desde la perspectiva dela radicalizacin e ignoran los sistemas multinivel.

    Cambio de posicin de los partidos nacionalistas en entornos multinivel: hiptesis

    sobre el comportamiento de CiU

    Como hemos visto, los estudios sobre el cambio de posicin de los partidos sehan basado en las aportaciones de las teoras de la competicin espacial y han analizadosobre todo como los partidos modifican su posicin en el eje izquierda-derecha y, msrecientemente, tambin partiendo del mismo marco, se han empezado a estudiar comocambian los distintos partidos, en base a la distincin entre mainstream parties y nicheparties. Algunos autores consideran a los partidos nacionalistas como niche parties, pero

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    la mayor parte de literatura especializada al respecto rechaza dicha consideracin. Elias

    considera que esta categora no acaba de resultar satisfactoria para entender lanaturaleza ideolgica de este tipo de partidos, y ms, como recuerda Hepburn (2009),teniendo en cuenta que dichos partidos se han convertido en una caractersticapermanente del paisaje poltico en algunos pases.

    Existe pues un notable vaco en el anlisis de los cambios de posicin de lospartidos nacionalistas, a pesar de que se reconoce la multidimensionalidad de suideologa (De Winter y Trsan, 1998; De Winter et al., 2006). Como apunta Gmez-Reino(2006), los partidos regionalistas no son single-issue parties sino que generalmente sonpartidos con ciertas posiciones y preferencias ideolgicas en las fracturas territorial yeconmica, que no son excluyentes. As, si se asumen los cambios de posicin en el eje

    izquierda-derecha por parte de estos partidos (Elias, 2009; Lynch, 2009), tambindeberan ser tomados en consideracin los cambios en el eje nacional, y ms teniendo encuenta que las evidencias empricas sugieren que la familia regionalista es mucho msheterognea que otras familias del espectro ideolgico izquierda-derecha (De Winter,1998) y que la fractura centro-periferia, que representa la dimensin central de suideologa, abarca desde el autonomismo hasta el secesionismo (De Winter, 1994, 1998;Seiler, 1982). No obstante los partidos nacionalistas han tendido a ser consideradosestticos desde el punto de vista ideolgico, al menos por lo que respecta a su posicinrespecto a la cuestin nacional. La principal preocupacin ha sido catalogarlos pero no seha prestado demasiada atencin, salvo algunas excepciones, a sus cambios de posicin(Prez-Nievas, 2006). Sin embargo, si los partidos nacionalistas se basan en la fracturacentro-periferia y una de sus principales preocupaciones es la distribucin territorial delpoder poltico cualquier modificacin o ausencia de modificacin en dicha distribucinpuede provocar un cambio de posicin del partido en la dimensin centro-periferia. A esterespecto Masseti (2009) plantea distinguir entre partidos autonomistas y partidossecesionistas. Los partidos autonomistas son aquellos que quieren extender la autonomade su regin en busca de reformas federales y los moderados son aquellos partidarios ungrado de autonoma menor. Los secesionistas, por su parte, se dividen entre extremistaso violentos, que son aquellos que mantienen vnculos con organizaciones terroristas ysecesionistas ambiguas. Sin embargo la frontera entre los partidos autonomistas y losindependentistas ambiguos es ms sutil. Los primeros pueden mantener su posicinsobre la autodeterminacin en sus discursos y en sus documentos, aunque negociensoluciones escasamente independentistas, mientras que los segundos pueden utilizarfrmulas ambiguas o dejar sus objetivos explcitos de independencia durante algntiempo. De acuerdo con ello se plantea la siguiente hiptesis.

    Hiptesis 1. CiU ha pasado de ser una formacin autonomista a ser un partido

    secesionista

    La otra cuestin que tambin ignora la literatura sobre el cambio de posicin enlos partidos es que stos operan, cada vez ms, en entornos multinivel. Como apunta

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    Deschouwer (2003), cuando se analiza el comportamiento de los partidos, aunque sea de

    modo implcito, tiende a hacerse en un nico nivel, cuando en realidad los entornos en losque los partidos polticos actan en la actualidad suelen ser multinivel. Los trabajos sobreel cambio de posicionamiento no son una excepcin y hasta ahora han ignorado estarealidad. Sin embargo desde hace ya algn tiempo una prolfica lnea de investigacin haanalizado el impacto de la descentralizacin en los partidos, especialmente en los dembito no estatal (Hopkin 2003 y 2009, Van Biezen y Hopkin, 2006) y tambin se haavanzado en las interrelaciones de la dinmica coalicional en los distintos niveles degobierno. As, como seala Elias (2009), el comportamiento de un partido en un niveltiene implicaciones en las aspiraciones en trminos de votos, puestos en el gobierno opolticas en los otros niveles territoriales. Igualmente el Manifestos Research Project

    (Fabre y Martinez-Herrera, 2009) y Regional Manifestos Project(Alonso y Gmez, 2011)han empezado a analizar la descentralizacin afecta a los programas de los partidos eincluso se ha abordado como los partidos de mbito estatal afrontan la cuestin nacional(Maddens y Libbretch, 2009). El principal objeto de estudio de estas investigaciones sonlos partidos de mbito estatal, en parte porque se considera que la descentralizacin noafecta (o al menos no afecta tanto) a los partidos nacionalistas, tanto desde el punto devista de su organizacin y tambin porque como se apuntaba antes los partidosnacionalistas tienden a ser considerados estables en sus reivindicaciones nacionales.Ahora bien, si como hemos sealado los partidos nacionalistas se basan en la fracturacentro-periferia y una de sus principales preocupaciones es la distribucin territorial delpoder poltico, cualquier modificacin o ausencia de modificacin en dicha distribucin,cuando dicha modificacin necesariamente tiene lugar en un marco institucionalmultinivel, puede afectar la posicin del partido en la dimensin centro-periferia. Deacuerdo con ello es de esperar que los partidos se vean influidos por ese entornoinstitucional. En este sentido se puede plantear que la dinmica multinivel puede provocarcambios de posicin en la dimensin centro-periferia nacional en los partidosnacionalistas. De ello se deduce la siguiente hiptesis.

    Hiptesis 2. CiU se ha convertido en un partido secesionista como consecuencia de la

    dinmica multinivel del sistema poltico espaol

    La literatura sobre el cambio de posicin en los partidos tiene en cuenta unnmero considerable de factores externos que inciden en los cambios de posicin en lospartidos que van desde los cambios en la opinin pblica, los cambios en los partidosrivales, los cambios en el votante mediano o en el votante propio y tambin se ha tenidoen consideracin los cambios en los lderes de opinin. Sin embargo, hasta ahora, haignorado la importancia de grupos de inters, movimientos sociales y medios decomunicacin. Lawson y Merkl (1988) ya haban sostenido que si los partidos fallaban,podan aparecer grupos de inters o partidos polticos menores que compitiesen con lospartidos existentes, y de acuerdo con ello se puede pensar que su existencia les obliguea posicionarse. Se plantea pues una adaptacin de la teora del contagio ya que en el

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    caso del nacionalismo, las fronteras entre los partidos y las otras asociaciones de distinta

    naturaleza que tambin integran el movimiento nacionalista, son muy fluidas. As pues sesostiene que el entorno con el que se relacionan e interactan los partidos, adems delos partidos con los que compiten, puede empujarlos al cambio, de lo que se sigue lasiguiente hiptesis:

    Hiptesis 3. CiU se ha visto empujada al cambio por la reaccin del entorno

    independentista a la dinmica multinivel

    En las pginas que siguen se analiza el cambio de posicionamiento de CiU y setrata de explicarlo. Lo haremos a travs de los documentos congresuales, programaselectorales e intervenciones parlamentarias de la formacin.

    LA LARGA MARCHA DEL SOBERANISMO: DE DECLARACIN DEPRINCIPIOS A PROGRAMA DE GOBIERNO

    Convergncia i Uni se ha caracterizado a lo largo de su historia por ser unafuerza nacionalista moderada (Caminal, 2000; Barber y Barrio, 2006). Tratndose deuna federacin de partidos, cada uno de sus integrantes ha aportado distintos matices,pero en su conjunto y de acuerdo con la clasificacin de Massetti (2009) CiU poda serconsiderado un partido autononomista. Tanto UDC, el socio ms antiguo de la alianza,como CDC, han considerado siempre a Catalunya una nacin que hunde sus races en elmedievo y que tiene como principal hecho diferencial la lengua. La aspiracin de estospartidos ha sido siempre la de dotar a Catalunya del mximo techo de autogobiernoposible y del reconocimiento y respeto de sus particularidades culturales. Sin embargo,en ningn caso han sido partidarias de la secesin. Uni, desde su fundacin en 1931 hadefendido una solucin confederal, mientras que Convergncia ha sido siempre msambigua respecto a la organizacin territorial de Estado siempre que Catalunya pudiesesentirse cmoda (Barber y Barrio, 2011). Esta posicin moderada en cuanto a ladimensin nacional combinada con una posicin tambin moderada en la dimensinizquierda-derecha, junto con el hecho de ser el mayor de los partidos de mbito no estatalen Espaa, permiti a CiU no slo participar activamente en el proceso de transicin sinotambin en la redaccin de la Constitucin de 1978, incidiendo muy particularmente en elttulo VIII que dio lugar al Estado de las Autonomas. CiU, a pesar de ser un partido dembito no estatal, puede ser considerado un padre fundador del sistema poltico surgidode la transicin, y su compromiso con el conjunto del Estado se ha hecho patente ennumerosas ocasiones cuando en su condicin de tercera fuerza y como partido degobierno en Catalunya ha garantizado la gobernabilidad dando apoyo parlamentario agobiernos de distinto signo (Aguilera de Prat, 2001).

    Sin embargo, a partir de los aos 90 se empiezan a producir sntomas de cambiode posicionamiento en la dimensin nacional, especialmente en el s de CDC. Estepartido empieza a reclamar una relectura de la Constitucin de 1978 que permitiese elreconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y por tanto de la identidad nacional de

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    Catalunya. Siguiendo con ese argumento, el reconocimiento de Catalunya como nacin

    deba implicar, a su vez, el reconocimiento de un mayor poder poltico y por tanto unmayor grado de soberana. A partir de ello reconoca el derecho de autodeterminacin2,pero no desde una perspectiva secesionista sino en el marco del Estado plurinacional.Este argumento era, por tanto, una versin actualizada de la clsica idea de CDC de queCatalunya pudiese sentirse cmoda dentro de Espaa. Se reconoca, sin embargo, quetodo ello poda verse limitado por el marco constitucional y estatutario, de modo que porvez primera se mostraba abierto a plantear la reforma de la Constitucin y del Estatuto deAutonoma. Pero al tiempo que CDC profundizaba en su perfil soberanista, UDCapostaba por dar un tono ms social y menos esencialista a su nacionalismo, y encoherencia con su manifiesto fundacional segua apostando por la va confederal como

    modelo ms adecuado para satisfacer las aspiraciones nacionales de Catalunya yreivindicaba la plurinacional del Estado3. Uni se inclinaba por el reconocimiento nacionalde Catalunya y por la profundizacin de la soberana, pero rechazaba cualquier aventurasecesionista y consideraba que los cambios podan tener cabida en el marcoconstitucional y estatutario vigente.

    Sin embargo, a finales de los aos 90, a pesar del desgaste ocasionado por cercade 20 aos de gobierno ininterrumpido en Catalunya, el principal reto al que tuvo quehacer frente CiU no tuvo que ver con su posicin ideolgica sino con la sucesin de JordiPujol, su carismtico lder hasta entonces. Y esa sucesin implicaba una redefinicin delmodelo de relaciones que tambin implic un cambio de posicionamiento (Barrio, 2008).En este sentido el nuevo lder de la formacin, Artur Mas, propuso no ya la reforma sinola elaboracin de un nuevo Estatuto de Autonoma para Catalunya4, una cuestin quehasta entonces CIU haba descartado a pesar de que desde 1999 su principal rival enCatalunya, el Partit dels Socialistes, ya lo planteaba. Ese proceso se puso en marcha enla legislatura 2003-2006, justamente cuando CiU perdi el Gobierno de la Generalitat deCatalunya, aunque ello no impidi que desarrollase una activa participacin, tanto en lostrabajos parlamentarios como en las negociaciones con el Gobierno del Estado paraconseguir su aprobacin. El nuevo Estatuto de Autonoma fue sometido a referndum el18 de junio de 2006 y se vio ampliamente respaldado por los ciudadanos catalanes, peroa su vez fue objeto de diversos recursos de inconstitucionalidad en el TribunalConstitucional, entre ellos uno impulsado por el Partido Popular que tanto en Catalunyacomo en el conjunto del Estado se haba opuesto a la reforma. CiU vio as satisfecho elobjetivo que se haba marcado, pero en 2006, a pesar de volver a ser la fuerza msvotada, se revel incapaz de recuperar el gobierno de la Generalitat.

    Como se ha apuntado, los resultados electorales, que son un poderoso incentivopara los cambios de posicin y ello contribuira a explicar porque en 2007 CDC lanz un

    2Ponncia 1: El nacionalisme catal als inicis del segle XXI. X Congrs Convergncia. La fora decisiva pera Catalunya.3La sobirania de Catalunya i lEstat plurinacional, UDC, Consell Nacional, 31 de maig de 1997.4Catalunya sense lmits: els nous horitzons del nostre projecte de paswww.convergencia.cat/media/128.pdf

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    llamamiento para refundar el catalanismo en la perspectiva de recuperar la mayora

    electoral perdida y al igual que en su fundacin en 1974 aspiraba a ser el eje aglutinador.Se trata de la propuesta bautizada como la Casa Gran del Catalanismeen la que optaabiertamente por el ejercicio del derecho de autodeterminacin5. Dicha propuesta seplasma por vez primera en un programa electoral en 2010, aunque el nfasis que se ledio en esas elecciones, muy marcadas por el contexto de crisis econmica, fue escaso.En esas elecciones, al igual que en las elecciones generales de 2011, la gran apuestapasaba por mejorar el sistema de financiacin de Catalunya, que se consideraprofundamente desequilibrado. En este sentido la propuesta estrella era la del pactofiscal, un modelo similar al cupo vasco que deba poner fin al supuesto dficit fiscalexistente. Se argumenta que Catalunya aportaba mucho ms a las arcas del Estado de lo

    que reciba, de modo que tras el reparto quedaba en una posicin en el ranking muyinferior a la que le correspondera. En el marco de una situacin de profunda crisiseconmica y con la exigencia de reducir el dficit pblico se interpretaba que estacircunstancia era la culpable de que el Gobierno de la Generalitat tuviese que realizarnumerosos ajustes y que con un reparto ms equitativo no debera realizar.

    El ejercicio del derecho autodeterminacin, bajo el eufemismo del derecho adecidir, fue el eje de la campaa en las elecciones de 2012, explicitado en el lema Lavoluntat dun poble, y se conceba como el paso previo a la constitucin de un Estadopropio. El desencadenante del adelanto electoral de 2012 fue la masiva manifestacincon motivo de la fiesta nacional catalana convocada por la Asamblea Nacional Catalana,aunque formalmente se aleg la supuesta frialdad con la que el presidente del Gobiernode Espaa acogi la propuesta de pacto fiscal. Se argument que estaba agotada la vade la negociacin y que para mejorar la situacin econmica la nica salida de Cataluapasaba por la consulta a sus ciudadanos.

    El programa electoral con el que CiU se present a estas elecciones supuso unverdadero punto de inflexin en el posicionamiento de la formacin que se declaraabiertamente secesionista. La legislatura se plantea como una transicin hacia un Estadopropio, no en vano se acua la frmula de transicin nacional, y, adems del compromisoa realizar la consulta, se proponen un conjunto de actuaciones para dotar a Catalunya delo que definen como estructuras de Estado6. Los resultados, sin embargo, no fueron losesperados por CiU, que no slo no fue capaz de mantener los resultados obtenidos en2010, cuando recuper el Gobierno en Catalunya y se situ a solo 5 escaos de lamayora absoluta, sino que perdi ms de 100.000 votos y 12 escaos. Se quedaba lejosde la mayora que reclamaba y que aspiraba a obtener, pero pudo mantener el Gobiernode la Generalitat gracias a un acuerdo de legislatura con Esquerra Republicana deCatalunya, que result ser la gran beneficiaria del retroceso de CiU.

    Por el acuerdo titulado Acuerdo para la transicin nacional y para garantizar la

    5www.ciu.cat/media/21719.pdf.6Programa electoral 2012, www.ciu.cat/media/76990.pdf

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    estabilidad parlamentaria del Gobierno de Catalunya7, CiU y ERC se comprometan a

    celebrar una consulta y a llevar a cabo un conjunto de acciones encaminadas a lacreacin de un Estado propio. Ambas formaciones se declaraban partidarias de agotarlas vas de negociacin con el Gobierno del Estado para que el proceso se hiciese en elmarco de la legalidad, pero en ningn caso descartaban medidas unilaterales en caso deque el Gobierno central no accediese a la celebracin de la consulta.

    Desde entonces el Gobierno cataln ha avanzado sistemticamente en elcumplimento del acuerdo. As el primer pleno de la Legislatura aprob una Declaracinde Soberana8, a travs de la cual el Parlamento inicia el proceso para hacer efectivo elderecho de autodeterminacin, al tiempo que se instaba al Gobierno de Espaa a hacerposible la celebracin de la misma9. Igualmente se constituy el Consell Assessor per a laTransici Nacional, concebido como un rgano de asesoramiento y apoyo al procesointegrado por acadmicos e intelectuales reconocidos en Catalunya10. Este consejo haelaborado diversos informes para avanzar en la construccin de las denominadasestructuras de Estado, de entre los cuales uno que contiene diversas vas consideradaslegales para la realizacin de la consulta11. Una de ellas, la Ley de consultas, se halla enproceso de elaboracin en el Parlament de Catalunyay otra, la va de la transferencia dela potestad por parte del Gobierno central en virtud del artculo 150.2 de la ConstitucinEspaola, ha sido objeto de una peticin que el Parlament de Catalunyaya ha trasladadoal Parlamento espaol. Asimismo se ha impulsado el Pacto Nacional por el derecho adecidir con el que se pretende involucrar a partidos, instituciones y sociedad civil en elproceso y se ha avanzado en el diseo de una diplomacia catalana y de una haciendapropia, entre otras medidas.

    A pesar de que CDC en sus documentos congresuales ya defienden el derechode autodeterminacin desde los aos noventa, dicho derecho no se concreta enpropuesta poltica hasta 2010 y en un escaso intervalo pasa a ser un programa degobierno y un conjunto de polticas pblicas. Es por ello que se puede afirmar que CiU hadejado de ser una fuerza nacionalista moderada para convertirse en una fuerzasecesionista. En las pginas que siguen se exploran las causas de este cambio deposicin.

    7 Acord X Legislatura, 19 desembre 2012. Acord per a la transici nacional i per garantir lestabilitatparlamentria del govern de Catalunya, www.ciu.cat/media/78434.pdf8Declaraci de sobirania i del Dret a decidir del Poble de Catalunya, www.ciu.cat/media/78744.pdf9www.ciu.cat/media/80946.pdf10Carles Viver i Pi-Sunyer, Enoch Albert i Rovira, Germ Bel i Queralt. Carles Boix i Serra, Nria Bosch iRoca, Salvador Cards i Ros, ngel Castieira i Fernndez, Francina Esteve i Garcia, Joan Font i Fabreg.Pilar Rahola i Martnez, Josep Maria Reniu i Vilamala, Ferran Requejo i Coll, Joan Vintr i Castells.11La consulta sobre el futur poltic de Catalunyahttp://premsa.gencat.cat/pres_fsvp/docs/2013/07/25/20/45/2f8e28b8-9c26-4e08-85779cb0fc362ecb.pdf

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    LAS CAUSAS DEL CAMBIO DE POSICINReforma institucional en un entorno multinivel: la reforma del Estatut dAutonoma

    En este trabajo se sostiene que uno de los factores explicativos clave paraentender los cambios de posicin de los partidos nacionalistas es de naturalezainstitucional y la naturaleza multinivel de los sistemas polticos en los que operan. Una delas cuestiones centrales de los partidos nacionalistas, por no decir la principal, es ladistribucin territorial del poder poltico. Por definicin, un partido nacionalista aspira auna determinada distribucin territorial del poder poltico, de modo que esta cuestin esobjeto de debate. Ya se ha sealado que CiU es un partido fundacional del sistemapoltico surgido en la transicin y que, como tal, es artfice del diseo institucional surgidode ella. Durante ms de 20 aos ha considerado que las posibilidades que ofreca para el

    desarrollo de su autonoma eran adecuadas y que no haba motivos para su modificacin.Con el nuevo milenio y coincidiendo con el cambio organizativo en CiU, motivado por elrelevo de Jordi Pujol, se considera agotada esa va y se plantea la reforma del Estatutode Autonoma de Catalunya, aunque hay que reconocer que esta no es una idea originalya que la primera propuesta en ese sentido la hace el lder del PSC. Sin embargo,cualquier modificacin del Estatuto de Autonoma acordado por la asamblea de unaComunidad Autnoma ha de ser aprobado tambin por mayora absoluta en el Congresode los Diputados. En este sentido la interrelacin entre la aritmtica parlamentaria de laComunidad Autnoma y la de las instituciones estatales condiciona el xito de cualquierreforma.

    El proceso de reforma del Estatuto de Autonoma se puso en marcha en 2003,coincidiendo con la prdida del Gobierno de la Generalitat por parte de CiU. A pesar deque CiU gan las elecciones, una coalicin formada por el PSC, ERC e IC-V obtuvo lamayora parlamentaria y se form un Gobierno presidido por Pasqual Maragall, que habasido el primero en plantear la reforma del Estatuto. El nuevo Gobierno cataln contabacon el apoyo del lder socialista espaol, Jos Luis Rodrguez Zapatero, quien se habacomprometido a apoyar la reforma del Estatuto que aprobase el Parlament de Catalunya.En paralelo, el PP, contrario a la reforma, gozaba de mayora absoluta en Espaa, demodo que cualquier modificacin pareca, de entrada, condenada al fracaso, aunque en2004 deban celebrarse elecciones generales. Esas elecciones, celebradas tan solo tresdas despus del trgico atentado terrorista de la estacin de Atocha en Madrid,supusieron un cambio de escenario ya que, contra pronstico, los socialistas, cuyo lderapoyaba la reforma del Estatut, ganaron las elecciones, aunque no obtuvieron la mayoraabsoluta. La interdependencia entre las arenas estatal y autonmica se puso demanifiesto en la investidura de Zapatero, que cont con el apoyo de diversos partidosnacionalistas, entre ellos los partidos que integraban el Gobierno de Catalunya (PSC,aliado del PSOE, ERC e ICV), mientras que CiU opt por la abstencin aunquemostrndose predispuesta a colaborar, en especial si se apoyaba la reforma del Estatuto.Por su parte Zapatero, en su discurso de investidura, como ya haba hecho durante la

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    campaa, reiter su compromiso con la reforma del Estatuto12.

    El 30 de septiembre de 2005 el Parlament de Catalunyaaprob el nuevo Estatutode Autonoma de Catalunya con la nica oposicin del Partido Popular y se inici eltrmite parlamentario en las Cortes Generales que deban dar su conformidad al textoaprobado por la cmara catalana. A lo largo de ese proceso el estatuto sufri diversasmodificaciones y su redactado final fue acordado por el PSOE y por CIU. ERC,disconforme con los cambios, acab votando en contra y pidiendo el voto negativo en elreferndum y ello provoc la ruptura del gobierno cataln y la convocatoria de nuevaselecciones autonmicas en 2006, elecciones en las que CiU se alz nuevamente con lavictoria sin obtener la fuerza parlamentaria suficiente como para evitar la constitucin deun nuevo gobierno de coalicin encabezado por los socialistas catalanes por medio de

    Jos Montilla.El referndum sobre el Estatuto cont con una participacin del 49,41 por ciento

    del censo y fue aprobado en referndum con 73,9 por ciento de votos favorables. El PP,principal partido de la oposicin, no apoy el proyecto y adems, considerando quealgunos artculos contravenan la Constitucin, present un recurso deinconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, al igual que hicieron algunosgobiernos autonmicos y el Defensor del Pueblo. Se dio la circunstancia, adems, de quela legitimidad del tribunal que deba pronunciarse sobre la constitucionalidad del Estatutoestaba en entredicho, ya que cuatro de sus integrantes incluida su presidenta habanexpirado su mandato, pero los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, no se ponan deacuerdo con los candidatos a sustituirlos. Este hecho, junto con la tardanza en dictarsentencia, fue objeto de mltiples crticas hasta el punto que los principales diarioscatalanes, en un hecho sin precedentes, firmaron una editorial conjunta en la que sedenunciaba dicha situacin. En junio de 2010, cuatro aos despus de haber entrado envigor, el TC dict sentencia sobre el recurso del PP declarando nulos diversos artculosdel Estatuto.

    La presin del entorno: ms partidos independentistas y ms movilizacin de la

    sociedad civil

    Esa sentencia fue rechazada por todos los partidos catalanes que haban apoyadoel estatuto y por ERC, y marc el inicio de un conjunto de acciones a favor del ejerciciodel derecho de autodeterminacin y de la independencia de Catalunya, empezando poruna multitudinaria manifestacin el 10 de julio de 2010 de rechazo a la sentencia bajo ellema Som una naci, nosaltres decidimen la que participaron todos los partidos quehaban aprobado la reforma.

    A pesar de que la sentencia del Tribunal Constitucional fue el factor desencadenante,lo cierto es que ya desde 2005 en el espacio independentista se observaba una elevada

    12Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, 2004, VIII Legislatura, numero 2

    www.congreso.es/public_oficiales/L8/CONG/DS/PL/PL_002.PDF

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    movilizacin: surgieron nuevos partidos abiertamente independentistas y se crearon

    numerosas asociaciones y grupos de presin que llevaban a cabo diversas accionescolectivas a favor del la autodeterminacin y la independencia.

    En el campo nacionalista siempre ha habido partidos partidarios de la secesin,empezando por ERC, el histrico partido que gobern la Generalitat, pero, a excepcinde Esquerra, ningn otro partido abiertamente secesionista haba obtenidorepresentacin parlamentaria hasta 2010. Fue entonces cuando Solidaritat Catalanaperla Independencia, surgida pocos meses antes de las elecciones como reaccin a lasentencia del Tribunal Constitucional, obtuvo cuatro escaos en el Parlament. Estaformacin tuvo una presencia parlamentaria efmera ya que perdi la representacin en2012 siendo sustituida por la Candidatura dUnitat Popular, una formacin de izquierda

    alternativa e independentista que recoge la herencia de diversos partidos de esta familiay que desde 2003 haba ido extendiendo su presencia en el mbito municipal. El hechode que estos partidos hayan logrado superar el umbral de la representacin es indicativodel incremento del apoyo al secesionismo, y, de acuerdo con las teoras de lacompeticin espacial, incide en el posicionamiento de los partidos de la misma familiaideolgica, de modo que tanto CiU como ERC se habran visto empujados a radicalizarsu posicin.

    Pero adems, ya desde 2005, a raz de las modificaciones introducidas en elEstatuto en el Congreso surgen distintas asociaciones y entidades que defienden laintegridad del texto aprobado por el Parlament y que se declaran partidarias de laautodeterminacin (Plataforma pel Dret a Decidir, Sobirania iProgrs, Cercle Catal deNegocis, etc.) Estas entidades llevan a cabo distintos tipos de acciones, comomanifestaciones, recogidas de firmas, campaas informativas, etc. Muchas de ellas en2012 se articulan en torno a la Assemblea NacionalCatalana (ANC), grupo de presinpartidario de la independencia de Catalua que surge en 2011 a raz de la ConferenciaNacional por el Estado Propio impulsada por personas vinculadas a diversosmovimientos, organizaciones y partidos de signo independentista. Fue sta laorganizacin que promovi la Marxa cap a la independncia que culmin en lamultitudinaria manifestacin13bajo el lema Catalunya, un nou Estat dEuropa que tuvolugar en Barcelona el 11 de septiembre de 2012.

    Tras la manifestacin sus dirigentes fueron recibidos por el presidente de laGeneralitat, a quien trasladaron la peticin de celebrar unas elecciones plebiscitarias yconvocar una consulta sobre la autodeterminacin en 2014. Y efectivamente, unasemana ms tarde, tras haberse reunido con el presidente del Gobierno de Espaa paratrasladarle la peticin del pacto fiscal, Artur Mas hizo suya la agenda de la ANC,convocando elecciones anticipadas y comprometindose a realizar la consulta.

    La influencia de este grupo de presin, no slo en el cambio de posicin de CiUsino tambin en el proceso en que ha desembocado el mismo, est siendo determinante.

    13Entre 600.000 y 2.000.000 de personas, segn las fuentes.

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    En 2013 puso en marcha una campaa a favor de la soberana fiscal para que

    particulares, empresas e instituciones pagasen sus impuestos en la Agencia TributariaCatalana, y ha impulsado una campaa de recogida de firmas para que el Parlamenthaga posible un referndum, y en caso de que el resultado del mismo no sea autorizadoo aceptado por el Gobierno declare unilateralmente la independencia.

    A su vez en junio de 2013 organiz un concierto bajo el lema Concert por laLlibertat en el estadio del F.C. Barcelona y organiz una cadena humana de 400 km porel recorrido cataln de la antigua Va Augusta a favor de la independencia para el 11 deseptiembre de 2013 que cont con la participacin del gobierno cataln, y al igual que en2012 ese mismo da sus dirigentes fueron recibidos por el presidente de la Generalitat.Actualmente la ANC est llevando a cabo la campaa Signa un vot per laindependncia, a travs de la cual estn recogiendo firmas que avalen una eventualdeclaracin unilateral de independencia caso de no poderse celebrar la consulta.

    Pero adems, en el mbito institucional tambin se estn llevando a caboacciones a favor de la autodeterminacin. Desde 2009 diversos municipios catalanes hanrealizado consultas no vinculantes sobre la independencia, y en 2011 se constituy laAssociaci de Municipis per la Independncia con el objetivo de agrupar a lasorganizaciones locales a favor de la independencia. Hasta febrero de 2014, se hanadherido a esta asociacin 683 municipios y diversos entes locales de distinta naturaleza.

    Muchas de estas iniciativas, adems, estn contando con el apoyo de medios decomunicacin privados y pblicos en Catalunya. La televisin pblica catalana emiti endirecto la manifestacin del 11 de septiembre de 2012 y el Concert per la Llibertat,ascomo la Via Catalanadel 11 de septiembre de 2013 y es notable el espacio dedicado ala problemtica en los informativos de la radio y de la televisin pblicas as como en losprogramas de debate.

    Discusin y futura agenda de investigacin

    Este trabajo a partir del estudio de caso de Convergncia i Unies una primeraaproximacin para tratar de probar que un partido nacionalista es susceptible deexperimentar cambios de posicin en la dimensin centro-periferia. Se ha constatado queel nacionalismo, al igual que otras ideologas, no tiene una naturaleza esttica y puedeexperimentar oscilaciones. CiU ha experimentado un cambio de posicin y se haconvertido en un partido secesionista, no slo desde un punto de vista discursivo sinoaplicando un programa de gobierno que incluye medidas encaminadas a preparar lasecesin.

    En segundo trmino se ha tratado de demostrar que para explicar los cambios deposicin de los partidos nacionalistas no son suficientes los factores explicativosidentificados por la literatura sobre cambio de posicin en los partidos, centrados sobretodo en la dimensin izquierda-derecha. Se ha sostenido que en el caso de los partidosnacionalistas, teniendo en cuenta que sus reivindicaciones estn estrechamentevinculadas a la discusin en torno a la distribucin territorial del poder poltico, el propio

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    diseo institucional y la dinmica multinivel que de l se desprende puede tener

    incidencia en el cambio de posicin.A su vez, teniendo en cuenta que el nacionalismo no slo se organiza a travs de

    partidos sino que tiene una lgica movimentista y que est integrado por mltiplesorganizaciones de naturaleza diversa, se ha planteado que la presin de las mismas esrelevante para explicar los cambios de posicin en los partidos nacionalistas.Efectivamente en el cambio de posicin de CiU ha sido determinante la dinmicamultinivel del sistema poltico espaol. El proceso de reforma del Estatuto, los recursosde inconstitucionalidad y la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional han ejercidouna influencia determinante en el cambio de posicin. Aunque seguramente sin lareaccin del entorno nacionalista a los resultados de la dinmica multinivel, la respuesta

    del partido no se hubiese dado con tanta celeridad.Este trabajo slo explica parcialmente el cambio de posicin de CIU, ya que solo

    ha pretendido arrojar luz sobre la importancia de factores institucionales como motoresdel cambio pero sin descuidar las aportaciones de las aproximaciones elitista osociolgica. Hay otros factores que con toda probabilidad ejercen influencia y debern sertenidos en cuenta en futuras investigaciones. En primer lugar, hay que tener en cuenta elposible impacto de la crisis econmica. Por otro lado hay que analizar el posicionamientode los militantes y de los dirigentes, puesto que si stos no hubiesen estado muypredispuestos al cambio este posicionamiento probablemente no se hubiese producido. Aeste respecto hay algunos indicios que apuntan en esta direccin y que sugieren unacierta radicalidad en el eje nacional por parte de las bases y los dirigentes del partido(Baras et al. 2009).

    En segundo lugar, se impone el anlisis del electorado para determinar si elpartido acta como un niche party y se fija en los cambios en sus apoyos o como unmainstream partyy presta atencin a los cambios en el votante medio. Y muy vinculadocon ello se debe evaluar el impacto de las interpretaciones de los dirigentes respecto alos movimientos del electorado y tambin evaluar la importancia que los dirigentesotorgan a los lderes. El anlisis de todos estos factores contribuir a dar una visinmucho ms precisa de las razones del cambio de posicin de CiU.

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