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- 1 - X JORNADAS ARGENTINAS DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN San Fernando del Valle de Catamarca, 4, 5 y 6 de noviembre de 2009 Sesión 13 “La familia, reflejo de la diversidad en el pasado y presente de Argentina (siglos XVIII-XXI)” Organiza : Dra. Mónica Ghirardi CEA-UNC. Familia y red social. La elite salteña en las primeras décadas del siglo XIX María Mercedes Quiñonez CEPIHA-Universidad Nacional de Salta [email protected] A modo de introducción El estudio de las elites decimonónicas es un tema largamente abordado por la historiografía latinoamericana y argentina en particular. Sin embargo, para el caso salteño la atención estuvo puesta en dos momentos históricos delimitados, por un lado, las elites tardocoloniales y su accionar durante las guerras de independencia, y, por otro lado, los sectores dirigentes de fines del siglo XIX y principios del XX, durante el llamado ‘régimen conservador’. El estudio de las elites en la primera mitad del siglo XIX y la reconfiguración de las mismas luego del proceso independentista y los años posteriores, signados por enfrentamientos civiles y una reestructuración económica, no convocó sistemáticamente la atención de los investigadores que estudian el pasado salteño. El propósito de nuestra investigación es explorar las bases sociales y económicas del poder y las alianzas políticas de los grupos de elite salteños emergentes del proceso revolucionario y las guerras de independencia, con una mirada centrada en el accionar familiar y desde la perspectiva de las redes sociales. En este trabajo centramos la mirada en familias salteñas que confluyen hacia mediados de siglo en el tronco familiar Patrón Costas, familias que con trayectorias diferentes iluminan los procesos históricos de una manera particular, a fin de analizar a través de ellas los derroteros políticos y las alternativas económicas y visualizar los sectores que se consolidan a fines del siglo XIX. Esta mirada posibilita conocer los reacomodamientos políticos en tiempos revolucionarios a nivel local y regional, la reconfiguración de alianzas familiares y comerciales y analizar la emergencia de los sectores luego de la coyuntura de las guerras de independencia. La propuesta pretende entonces contribuir al conocimiento de los grupos de poder locales y regionales en un período clave para la historia provincial y nacional.

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X JORNADAS ARGENTINAS DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN San Fernando del Valle de Catamarca, 4, 5 y 6 de noviembre de 2009

Sesión 13 “La familia, reflejo de la diversidad en el pasado y presente de Argentina (siglos XVIII-XXI)”

Organiza: Dra. Mónica Ghirardi CEA-UNC.

Familia y red social. La elite salteña en las primeras décadas del siglo XIX

María Mercedes Quiñonez CEPIHA-Universidad Nacional de Salta

[email protected]

A modo de introducción

El estudio de las elites decimonónicas es un tema largamente abordado por la

historiografía latinoamericana y argentina en particular. Sin embargo, para el caso salteño la

atención estuvo puesta en dos momentos históricos delimitados, por un lado, las elites

tardocoloniales y su accionar durante las guerras de independencia, y, por otro lado, los

sectores dirigentes de fines del siglo XIX y principios del XX, durante el llamado ‘régimen

conservador’. El estudio de las elites en la primera mitad del siglo XIX y la reconfiguración

de las mismas luego del proceso independentista y los años posteriores, signados por

enfrentamientos civiles y una reestructuración económica, no convocó sistemáticamente la

atención de los investigadores que estudian el pasado salteño.

El propósito de nuestra investigación es explorar las bases sociales y económicas del

poder y las alianzas políticas de los grupos de elite salteños emergentes del proceso

revolucionario y las guerras de independencia, con una mirada centrada en el accionar

familiar y desde la perspectiva de las redes sociales. En este trabajo centramos la mirada en

familias salteñas que confluyen hacia mediados de siglo en el tronco familiar Patrón Costas,

familias que con trayectorias diferentes iluminan los procesos históricos de una manera

particular, a fin de analizar a través de ellas los derroteros políticos y las alternativas

económicas y visualizar los sectores que se consolidan a fines del siglo XIX. Esta mirada

posibilita conocer los reacomodamientos políticos en tiempos revolucionarios a nivel local y

regional, la reconfiguración de alianzas familiares y comerciales y analizar la emergencia de

los sectores luego de la coyuntura de las guerras de independencia. La propuesta pretende

entonces contribuir al conocimiento de los grupos de poder locales y regionales en un período

clave para la historia provincial y nacional.

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Los individuos en su accionar dejan registros de sus actividades y decisiones. Si

entendemos a la familia como una forma particular de acercarse a lo social, las fuentes

privilegiadas para reconstruir sus trayectorias son aquellas que nos permiten analizar sus

actividades públicas pero que a la vez transparentan un universo privado de relaciones,

tensiones, estrategias y decisiones que traspasan y unen ambos espacios. Así, las escrituras

realizadas ante escribano público nos revelan un amplio espectro de actividades que nos

permiten reconstruir las trayectorias individuales y las redes sociales y comerciales, por lo

cual se privilegian en nuestro trabajo.

Además, tomar a la familia como punto de contacto con el mundo social nos permite

redefinir la cronología, manejando distintas temporalidades en el marco del desarrollo

histórico de Salta y la región. Así también, las trayectorias familiares permiten visualizar un

espacio social, económico y político por el cual los individuos transitan y que a la vez

construyen, que excede los límites jurisdiccionales o políticos.

Familia y red social: una apuesta para complejizar los estudios sobre las elites

Al hablar de la historia de la familia nos estamos refiriendo a un renovado campo de

análisis historiográfico que nos permite acercarnos a la complejidad del mundo social desde

otro registro. La familia no es un tema nuevo en la historiografía y, especialmente, en el

campo de la Antropología1, pero su estudio sistemático- y su diferenciación dentro del campo

de la Historia social- es relativamente reciente. Los estudios de familia abrieron una nueva

posibilidad analítica para la historia social. Al entender a la familia como punto de

articulación con el mundo social y a partir del diálogo con otras disciplinas- que permitieron

el intercambio de métodos y teorías- se profundizan y complejizan los estudios sobre la

familia y se conforma un campo interdisciplinar de renovado interés y crecimiento.

Así, es necesario estudiar las relaciones no sólo al interior de la familia sino todos

aquellos vínculos- comerciales, políticos, espirituales, de amistad, de vecindad- que se

establecen con otros grupos familiares y con distintos actores e instituciones sociales. Para

analizar esta dinámica los investigadores recurren a la técnica de las redes sociales, que les

permite explorar el conjunto de relaciones y vínculos formales y no formales que los

individuos y las familias establecen con su entorno. Así, el concepto de familia cobra nuevas

dimensiones y es entendida, en cuanto grupo social, como una red virtual en la que se

entretejen vínculos no solo basados en el parentesco y la consanguinidad, sino también en la

1 Para una aproximación a los estudios de familia y las interrelaciones entre distintos campos disciplinares remito a Bjerg y Boixadós, 2004.

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amistad, el interés, el paisanaje, el compadrazgo. Si a su vez consideramos a la sociedad como

una red de relaciones veremos como la institución familia cobra relevancia esencial. Dentro

de estas redes de relaciones los vínculos también son históricamente transformados y

responden a un determinado contexto social, dentro del cual hay que poner en juego al

individuo y las redes sociales que se construyen entre familias. La vida social se concibe

como generadora de redes interconectadas en las que cada elemento interactúa con los demás;

por las conexiones que establecen los individuos circulan elementos distintos, se emiten unas

señales y se reciben otras; se explican los comportamientos individuales por las características

de las redes en que los actores se encuentran inmersos2.

Los estudios referidos a la historia de la familia a través de la técnica de las redes sociales

han sido consistentemente utilizados en las investigaciones respecto de las elites en el poder,

ya que es posible reconocer la función de esos lazos en la promoción social y política,

reconociendo la génesis de los grupos de poder regionales y la vinculación de éstos con el

ámbito extraregional.

En nuestro trabajo nos proponemos no tomar a la elite como dato y describir sus atributos;

por el contrario, el propósito es estudiar la conformación de la elite salteña en el complejo y

conflictivo siglo XIX. Así, una de las características que diferencia a los sectores de elite de

aquellos que no lo son es su participación en ámbitos de gobierno y de decisión política, es

decir, el ejercicio del poder. Esta primera distinción necesita ser matizada a fin de no caer en

la tradicional dicotomía elite-masas, que simplifica el análisis social. Sin embargo, como

primera aproximación es válida en tanto el ejercicio del poder es un atributo insoslayable de

las minorías que se atribuyen la supremacía social. Es aquí entonces donde el término elite

muestra sus límites, ya que es un constructo muy complejo y diverso que necesita precisiones.

El poder no está concentrado solamente en los sectores de elite que poseen mayor riqueza,

prestigio o linaje, o cualquier otro atributo o combinación de los mismos que sirva para

identificarlos, sino que está también encarnado en subgrupos o “elites secundarias”3 o

“subelites”4 que se encuentran vinculados a dichos sectores y que ejercen una cuota de poder

imprescindible para el funcionamiento de la sociedad. Es necesario así recordar el carácter

2 Dedieu, 2000. Del mismo modo Zacarías Moutoukias señala que toda red reconstruida con fines de análisis puede ser abstraída como un conjunto de puntos, que representan a los individuos, vinculados entre sí por un conjunto de líneas, que representan a los lazos sociales. Dichas redes no son estáticas, es necesario tener en cuenta el accionar de los individuos, el azar y sus decisiones inesperadas, las prácticas y estrategias en relación con el parentesco, la alianza y la amistad. Moutoukias, 1998. 3 Tutino, 1976. 4 Cruz, 1989-90.

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dinámico de las elites y la perspectiva de “elites en sociedad” que propone Imizcoz Beúnza5,

que nos lleva justamente a no tratar de identificar solamente un grupo social en particular,

sino analizarlo en el tiempo y en el marco de las sociedades de las que son parte, a fin de

aportar para la comprensión del funcionamiento de la sociedad.

Ese carácter dinámico de las elites- en su composición, en el reclutamiento de nuevos

miembros, en el peso atribuido a la riqueza frente al linaje, en el ejercicio del poder, en los

enfrentamientos internos- lleva a considerar que un solo criterio no alcanza para definir la

pertenencia o no a la elite y es necesario mirar al complejo de alianzas, conexiones, vínculos,

es decir las redes sociales de las cuales los individuos forman parte y que les dan sustento

para permanecer o acceder a las filas de la elite. Así, esas redes sociales se constituyen en

redes de poder, en las cuales lo político aparece como un ámbito privilegiado para poder

escrutar el entramado relacional de dichas redes. Si consideramos que el mundo social es una

red podemos entender a lo político no como algo aislado sino como parte del universo social

en el que se ponen en juego la pluralidad de pertenencias de un mismo individuo o familia.

Entonces, tomar como punto de partida un individuo, familia o grupo de familias implica

posicionarse en un punto especial de observación que posibilita captar experiencias,

decisiones, estrategias que solo pueden ser vistas en esa escala. Distintas familias nos brindan

a su vez múltiples miradas que contribuyen al conocimiento más profundo de la sociedad

salteña del siglo XIX.

Las alianzas matrimoniales de los comerciantes a fines del Siglo XVIII. Comercio, poder

y linaje

En la época colonial la ciudad de Salta mantiene la preeminencia social de una elite

tradicional, poseedora de tierras, linaje y con amplia presencia en los ámbitos de gobierno de

la ciudad y la región. Pero el proceso de reformas iniciado por la monarquía borbónica hace

sentir su impacto tanto a nivel económico como político especialmente en la segunda mitad

del siglo XVIII. La ciudad de Salta se transforma a partir de 1783 en capital de la Intendencia

de Salta de Tucumán, dependiente del recién creado Virreinato del Río de la Plata, y como tal

recibe la afluencia de funcionarios enviados por la Corona los cuales constituyen un factor

que dinamiza y complejiza el espacio social local. Las reformas administrativas derivadas de

este proceso impactan al interior de la elite plasmando diferencias previas y conflictos nuevos

5 Imizcoz Beúnza, 1996. El autor nos advierte que los colectivos están compuestos por hombres y mujeres que se hallan vinculados por diversos lazos personales, principalmente los vínculos de familia y parentesco, a los que hay que agregarle la amistad, el patronazgo, padrinazgo, alianzas comerciales o políticas, entre otros.

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en el marco de la lucha por las atribuciones y jurisdicción de la intendencia y los distintos

cabildos6. El espacio económico también siente el impacto del amplio proceso de

mercantilización, producto entre otras cuestiones del ascenso comercial del puerto de Buenos

Aires- a través del cual se introducen esclavos y mercancías destinadas a abastecer

especialmente a los sectores “españoles”- y de la recuperación de la minería peruana y

altoperuana. De esta manera, la ciudad- eje de tres circuitos comerciales, de los cuales el más

importante une Buenos Aires con el Perú, articulando un comercio de gran escala7-, asiste a

una reactivación económica y un crecimiento poblacional que se expresa por un mayor flujo

comercial.

A raíz de este impulso mercantil arriban a la ciudad de Salta un importante número de

comerciantes de origen peninsular y de otras regiones del virreinato8, quienes son

protagonistas de un proceso de ascenso social ya que, si bien no detentan linaje, prestigio

social y poder como las familias tradicionales, logran acumular riquezas a través de sus

actividades económicas y las redes sociales que construyen. Así, podemos decir que los

comerciantes peninsulares constituyen a fines de la colonia una elite periférica o secundaria y

buscan vincularse a la elite tradicional a través de las alianzas matrimoniales9.

Los comerciantes necesitan de estas alianzas a fin de incorporarse a los grupos de elite y

accionan a partir de la riqueza acumulada en el comercio, pero también en muchos casos por

la condición de peninsular- muy valorada en la época-, el conocimiento de los circuitos

mercantiles, los vínculos con el puerto de Buenos Aires, la capacidad en los negocios, entre

otros atributos que los patriarcas de las familias tradicionales ven con agrado en sus futuros

yernos. A la elite tradicional estas estrategias matrimoniales le permiten incorporar nuevos

miembros que dinamicen los grupos familiares y les permitan concentrar linaje, riqueza y

poder. Las reglas familiares de herencia han sido consistentemente estudiadas por distintos

investigadores que sostienen que, a fin de evitar la dispersión patrimonial, los jefes de las

familias poseedoras de tierras y bienes desarrollan distintas estrategias que les permitan

conservar lo adquirido y sumar beneficios a través de su descendencia. De esta manera

6 Tanto Sara Mata como Marcelo Marcchionni han estudiado los conflictos al interior de la elite local en distintos momentos en los cuales se plasma la lucha por el poder y el control de los ámbitos de decisión. Ver: Mata de López, 2000 y Marchionni, 1997. 7 Mata de López, 2000. 8 Mata de López, 1993-94. 9 Las distintas alianzas y las redes sociales que se conforman y unen a miembros de la elite tradicional con estos nuevos sectores mercantiles nos muestran la complejidad del entramado social de los grupos dominantes de Salta a fines del período colonial. Pero tenemos que tener en cuenta que los grupos son heterogéneos y que si bien- con fines analíticos- clasificamos y diferenciamos el universo social a partir de ciertas características comunes, es necesario desentrañar las diferencias al interior de los grupos y analizar las opciones y las estrategias que los individuos ponen en práctica.

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pueden optar por destinar uno o más de sus hijos a la vida eclesiástica; otorgar a veces

importantes y cuantiosas dotes a sus hijas mujeres, que las privan a su vez de la herencia de

propiedades inmuebles; propiciar casamientos entre tíos y sobrinas a fin de evitar la

dispersión patrimonial, entre otras. Pero también es importante señalar que las estrategias

familiares no solo están destinadas a ‘conservar’, sino también- como partes de una sociedad

dinámica y cambiante- las estrategias procuran ampliar el horizonte de alianzas de cada grupo

familiar y sumar ya sea la riqueza, el poder, los conocimientos, los vínculos, de distintos

grupos familiares, en los cuales cada uno tiene determinados intereses en el momento de

constituir la alianza.

Es importante también volver a pensar que las estrategias matrimoniales no son

unidireccionales, sino que a través del matrimonio se unen dos grupos familiares que tienen

algo valioso para aportar en dicha alianza e intereses específicos que los movilizan en la

concreción de la misma. Así, es necesario analizar los grupos familiares y los intereses

presentes en cada elección matrimonial y el significado de la alianza en cada uno de ellos. De

esta manera podemos explicar situaciones a primera vista desiguales en términos sociales o

situaciones excepcionales que nos permitan alumbrar el complejo proceso de reproducción

social en la sociedad que analizamos.

A fines del período colonial, es posible establecer una estrategia recurrente en las familias

de elite que, vinculadas con otras estrategias como ser el destino eclesiástico de los hijos, les

permite permanecer en la cúspide social10. Esta estrategia consiste en heredar las propiedades

inmuebles de la familia a los hijos varones, procurando un único heredero que concentre

dicha herencia. Las familias procuran para estos herederos alianzas matrimoniales con

mujeres de su misma condición social, manteniendo unido el patrimonio y conservando el

apellido y el linaje. Estas alianzas sellan redes sociales que pueden o no ser exitosas, en la

medida que cada grupo familiar pueda aportar y obtener de la misma lo previsto e imaginado

en el momento previo de elección. De la misma manera, como sostiene Pierre Bourdieu11, las

elecciones se realizan dentro de un campo de relaciones ya existentes y consideramos que

mientras más próximos en este campo se encuentren los sujetos y grupos familiares

involucrados, mayores posibilidades de éxito en la alianza. Es decir, las expectativas de uno y

otro grupo no pueden registrar demasiada distancia en términos sociales de prestigio, linaje,

riqueza, en un mercado matrimonial que pareciera por definición, restringido.

10 Quiñonez, 2006. 11 Bourdieu, 1991.

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La estrategia complementaria de la anterior consiste en procurar el matrimonio de las hijas

mujeres con comerciantes provenientes de la península o de otras regiones del virreinato. Los

jefes de las familias tradicionales ven en estos futuros yernos la posibilidad de sumar

actividades mercantiles a las actividades familiares e incluso la incorporación de estos

comerciantes significa una vía de salida para las familias que no tienen descendencia

masculina o los hijos varones no demostraron capacidades en la administración de los

negocios. Serán numerosos los casos en los cuales se designa- por vía testamentaria- albaceas

y ejecutores del patrimonio a los yernos, dejando incluso las negociaciones matrimoniales de

los otros hijos- y las alianzas que conllevan- a cargo de éstos12.

Para los comerciantes estas alianzas matrimoniales constituyen una vía de entrada en una

esfera social que su riqueza por si misma no les asegura, como tampoco su condición de

peninsular. Los reducidos y homogámicos grupos de elite tienen como una de sus

características principales su cohesión y solidaridad interna, limitando y seleccionando los

miembros que pretenden incorporarse. Así, a los comerciantes no les será fácil lograr estas

alianzas, pero aquellos que si lo logren emprenden un camino de ascenso social a través de las

mismas13.

Como veremos en nuestro análisis, no todos los casos siguen el patrón analizado y las

excepciones nos permiten ver los distintos caminos y las posibilidades que la sociedad

tardocolonial y el desarrollo mercantil brinda a los recién llegados. Precisamente, al detener

nuestra mirada en distintos comerciantes que arriban a la ciudad de Salta a fines del siglo

XVIII podemos ver el complejo funcionamiento de la sociedad local.

Nuestro primer caso de análisis lo constituye el comerciante Antonio de Figueroa, de

origen cordobés, quien a través de su alianza matrimonial logra insertarse en una de las

tradicionales familias salteñas, los Toledo Pimentel. Antonio de Figueroa y Mendoza y

Cabrera nace en Córdoba en 1730 en el seno de una importante familia14 y en 1759 contrae

matrimonio con María del Carmen Toledo Pimentel, hija de Francisco de Toledo Pimentel y

12 Socolow, 1991. 13 Las pautas matrimoniales y las estrategias familiares directamente relacionadas constituyen una excelente muestra del tipo de sociedad que estamos analizando. Así, para el caso de Buenos Aires en el cual la tierra o el linaje no son símbolos de status social, la actividad comercial y la riqueza constituyen si un elemento favorable para formar parte de la elite. Los comerciantes entonces también procuran el casamiento de sus hijas mujeres con comerciantes provenientes en lo posible de la península y por esta alianza se consolida y continúa la empresa comercial. Los hijos varones en cambio, al no tener en su destino el mandato social de continuar con el apellido y el linaje o preservar unido el patrimonio familiar, tienen frente a sí un abanico de posibilidades que incluyen las carreras profesionales, militares o eclesiásticas. Socolow, 1991. 14 Hijo de don Francisco de Figueroa y Mendoza (Suárez de Velasco) y doña Bartolina de Cabrera y Celis de Burgos. Francisco de Figueroa era propietario de las estancias “La Limpia Concepción” y “Santo Domingo”, ubicadas en el norte de Córdoba En el año 1739 manifiesta que su abuelo el gobernador don Lucas de Figueroa y Mendoza (del Sueldo) había sido caballero de la Orden de Santiago. Coronel, 2006. Buscá-Sust Figueroa, 1999.

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de Juana Crisóstoma de Hidalgo y Montemayor. Francisco Toledo Pimentel es un importante

e influyente estanciero establecido en Salta, también de origen cordobés, quien en el año 1780

posee una de las fortunas más importantes, calculada en 35.280 pesos, principalmente basada

en propiedades rurales15. La familia Toledo Pimentel cumple una serie de atributos que

distinguen a la elite tardocolonial salteña. En primer lugar, Francisco Toledo Pimentel es

‘benemérito’ del Tucumán, aunque no de Salta, descendiente en línea directa del virrey del

Perú y vinculado a la casa de Alba en España16. Pero además de su linaje ostenta poder y

riqueza propio en el seno de la sociedad salteña. Participa del Cabildo local, posee cargos

militares y sus hijos comparten características propias de su grupo como la educación y el

destino sacerdotal de dos de ellos17. Su propia alianza matrimonial reproduce la tendencia

homogámica de los sectores más tradicionales de la elite salteña y la familia pertenece a la

Tercera Orden de San Francisco. Toledo Pimentel también es un importante propietario de

tierras y de ganado18, que además posee inmuebles en la ciudad de Salta, y participa del

comercio regional, remitiendo ganado a distintos destinos como el Marquesado de Tojo.

Antonio de Figueroa se incorpora en esta importante familia y continúa dedicado al rubro

mular como intermediario de ganaderos cordobeses y además opera por su cuenta, costo y

riesgo19, “indudablemente negocios con su ciudad natal continúan siendo importantes a la

vez que desarrolla una ascendente carrera vinculando el éxito comercial y el prestigio social

en su nuevo espacio” 20. Sus vínculos familiares le permiten vincularse con la orden jesuita, de

la cual obtiene préstamos que son volcados a la actividad mercantil. Mariela Coronel sostiene

que la década de 1770 parece ser el momento de consolidación de la familia en tierras

salteñas. Su importante ascenso comercial lo sitúa como uno de los comerciantes más

prósperos del ámbito local, invirtiendo además- algo no muy común entre los comerciantes-

en la adquisición de importantes haciendas y estancias ganaderas. En 1785 compra a la

administración de Temporalidades la hacienda del Bañado, conformada por dicha estancia

más los potreros El Saladillo y Viniacus, esta propiedad ubicada en el Valle de Lerma es apta

15 Mata de López, 2000: 184. 16 Mata de López, 2000: 198. 17 Coronel, 2006: 5. 18 En 1765 compra la estancia de Yatasto en la frontera este, cuya principal inversión la constituye el ganado vacuno. 19 Sara Mata al referirse a Antonio de Figueroa sostiene que “en la década del [17]70 actuaba sólo como intermediario, luego como fletador y, finalmente, al adquirir tierras propias, concentró las actividades de invernador, apoderado, fletador y dueño de tropas”. Al morir Antonio de Figueroa en 1800, sus hijos Narciso, Apolinar y Francisco Javier “si bien continuarán internando mulas, con mayor frecuencia garantizan las operaciones de otros, particularmente de su tío José Vicente Toledo Pimentel y de su cuñado, Apolinario Javier Usandivaras”. Mata de López, 1993-94: 195-196. 20 Coronel, 2006: 6.

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para la cría e invernada de ganado vacuno y mular. En 1783 compra tierras de estancia en

Escoipe y en 1789 adquiere la estancia El Simbolar, de buenas posturas, ubicada en el sur del

Valle de Lerma y de gran valorización a fines del siglo XVIII 21. Las propiedades rurales y la

actividad ganadera vinculada al comercio se convierten entonces en partes centrales de la

fortuna de este comerciante que deviene en estanciero, posición que profundiza la segunda

generación en tierras salteñas.

Complementariamente a su actividad comercial y a la adquisición de valiosas

propiedades, Antonio de Figueroa desarrolla una intensa actividad política y militar. Se

desempeña en el cabildo local y obtiene cargos militares, concentrando poder y prestigio,

además de reproducir en parte la carrera de su suegro, Francisco Toledo Pimentel. La relación

entre suegro y yerno resulta ampliamente satisfactoria para ambos. Al momento de testar,

Toledo Pimentel nombra a Antonio de Figueroa como segundo albacea y responsable de su

fortuna junto a sus hijos Francisco y Bonifacio22.

De esta manera, Antonio de Figueroa forma parte de un importante grupo de comerciantes

cordobeses que llegan a la ciudad de Salta vinculados principalmente al comercio mular.

Algunos de ellos conforman alianzas matrimoniales con hijas de estancieros y hacendados

locales, ingresando a los sectores de elite más distinguidos. Figueroa además inicia su propia

carrera como estanciero y gran propietario, marca de prestigio que distingue a la elite salteña

durante todo el siglo XIX e incluso el siglo XX.

Siguiendo el modelo de alianzas analizado, el comerciante Francisco Manuel Costas

también se vincula con otra familia ya constituida en la región desde principios del siglo

XVIII: los Ruiz Gauna. Sin embargo, al constituir los Ruiz Gauna un sector secundario de la

elite local, distinta será la trayectoria de la alianza matrimonial y de los grupos familiares

emparentados. Costas llega a la ciudad de Salta a mediados de la década de 1760 y contrae

matrimonio con María Ignacia Ruiz Gauna, hija de Juan Calixto Ruiz Gauna y María Josefa

Báez. Juan Calixto, casado en 1743 en primeras nupcias con María Josefa Báez, representa la

primera generación de la familia nacida en suelo americano23. En 1768 es designado por el

entonces Gobernador Juan Manuel Campero para administrar los bienes de los jesuitas

expulsos de la jurisdicción de la Rioja24.

21 Mata de López, 2000. Coronel, 2006. 22 Coronel, 2006: 8. 23 Hijo de Pascual Ruiz de Gauna y Juana Pedrozo Sierra. Su padre, natural de Álava en las Vascongadas, llega a la ciudad de Salta a principios del siglo XVIII. Archivo y Biblioteca Históricos de Salta (En adelante ABHS). Carpeta 15 “A”. Protocolo notarial 151. 1781. Fs. 7v-9v. 24 Ruiz Gauna se desempeña en el cargo de administrador de temporalidades durante un año, en una etapa en que los bienes aún no se habían arrendado o vendido y la administración es realizada directamente por las personas

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La designación de Juan Calixto Ruiz Gauna para el cargo de referencia nos habla de un

posicionamiento social y ciertas vinculaciones con el poder político local y regional que le

permiten acceder al cargo. Los bienes del Colegio de La Rioja son tasados en 77.043 pesos,

entre ganados, esclavos y bienes inmuebles25 y se ubica, según Quarleri, luego de los

Colegios de Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán26. La autora con su análisis intenta

matizar la idea de la pobreza del Colegio de La Rioja, pero los contemporáneos reflejan en sus

escritos esta visión de escasez, así Ruiz Gauna en una carta escrita durante su administración

observa que no existe “en esta cuenta dinero suficiente por la inopia del lugar para los

precisos gastos” 27. Si bien el destino asignado es considerado periférico en la gobernación28,

Fernández Campero recurre a este vecino de Salta para encomendar la tarea de gestión de las

temporalidades prescindiendo de los miembros de la elite local riojana. Consideramos que es

precisamente esta situación- la de ser un extraño, un “extranjero”- la que lleva a su

enjuiciamiento y condena, en virtud de no contar en la sociedad local con el respaldo y los

vínculos que puede otorgar una red familiar o social29.

Poco antes de su muerte Juan Calixto Ruiz Gauna nombra como primer albacea

testamentario a su yerno Francisco Manuel Costas, junto a Antonio del Oro, Juan Antonio

Moldes y su hija, Rosa Ruiz Gauna30, y declara como herederos a sus hijos legítimos. Es

necesario tener en cuenta esta designación ya que Juan Calixto tiene cuatro hijos varones al

momento de dictar testamento y sin embargo nombra a su yerno como primer albacea. Las

preguntas sobre el porqué de dicha designación se imponen y podemos conjeturar respecto de

designadas al efecto. Luego de su gestión Ruiz Gauna es acusado de graves irregularidades y es procesado por la Junta Superior por un faltante de 4.426 pesos. Si bien todas las administraciones previas a la creación de la Junta Municipal son declaradas irregulares, sólo la de Ruiz Gauna es comprobada. Quarleri, 2001. 25 “Lo mejor y más acomodado de este Colegio [La Rioja] son los esclavos, las dos viñas con sus bodegas… a excepción de los ganados mayores y menores que tienen en tres estancias que mantenían y mantienen dichos esclavos para su conservación”. Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Sala IX, Temporalidades de La Rioja, 22-7-1, 1767-1771. Expte. 1. 26 Quarleri, 2001. 27 AGN, Sala IX, Temporalidades de La Rioja, 22-7-1, 1767-1771. Expte. 1. 28 Catamarca y La Rioja tienen la desventaja de estar situadas marginalmente respecto del camino principal lo que implica menores posibilidades de aprovisionamiento de efectos de Castilla y de la salida para otros mercados de la producción local. Los principales productos son los tejidos de algodón, el vino y el aguardiente, cuyo principal mercado era Córdoba. La situación se complejiza especialmente luego de las reformas comerciales borbónicas a partir de las cuales pierden paulatinamente su conexión con los mercados del litoral y Buenos Aires. Bazán, 1986: 40-41. Quarleri, 2000-2001: 182. 29 No es el único administrador acusado de cometer irregularidades en su gestión, sin embargo si es el único cuyo juicio se concreta. Quarleri reconoce respecto a las administraciones de Baigorri de la Fuente y Ortiz Ocampo Isfrán que en “las otras situaciones, las denuncias fueron irrelevantes, no pudieron comprobarse o formaron parte del mecanismo de denuncias mutuas entre grupos enemistados”. Ruiz Gauna como no forma parte del vecindario de La Rioja no puede apelar a redes constituidas ni a la estrategia de mutua acusación en virtud de amistades o relaciones parentales. Quarleri, 2001. 30 ABHS. Carpeta 15. Protocolo notarial 150. Fs. 160. 1780. Testamentaria en: ABHS. Carpeta 15 “A”. Protocolo 151. Fs. 7v. 1781.

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la confianza brindada por Ruiz Gauna a Francisco Manuel Costas tiene que ver con sus

capacidades en los negocios y su asentamiento definitivo como comerciante próspero y con

buenos vínculos comerciales en la ciudad y con la ciudad puerto de Buenos Aires.

Francisco Manuel Costas se dedica principalmente a la compra y venta de efectos de

Castilla y, aunque también participa tangencialmente en actividades vinculadas con el ganado

mular, sus redes sociales y comerciales principales se encuentran vinculadas a los circuitos de

las mercaderías castellanas. Los efectos de Castilla llegados desde el puerto de Buenos Aires

abastecen los mercados local y regional y los excedentes son enviados a los centros mineros

para su venta31. Costas desarrolla su actividad comercial estableciendo vínculos con

comerciantes locales y con asiento en la ciudad de Buenos Aires, quienes lo abastecen de

mercaderías. En la ciudad puerto residen dos de los hermanos de Francisco Manuel y es

factible inferir que son ellos quienes enlazan- a través de su desplazamiento regional- las

redes de comercio locales y con la ciudad de Buenos Aires. La alianza matrimonial de Costas

también es significativa en relación a los vínculos que puede establecer con comerciantes

porteños. Juan Calixto Ruiz Gauna, su suegro, es natural de Álava en las Vascongadas, origen

de otros comerciantes radicados en Buenos Aires como Gaspar de Santa Coloma y José de

Incháurregui- ambos de Álava- y Juan de Lezica, natural de Vizcaya. Costas se desempeña

como apoderado- junto a Pedro José de Otero, un importante comerciante de quien Costas es

padrino de bodas32- de Gaspar de Santa Coloma33, y claramente vemos articularse los

vínculos entre el parentesco espiritual y las actividades mercantiles. Otero y Santa Coloma se

vinculan también a otro comerciante porteño Manuel Rodríguez de la Vega34 y Francisco

Manuel Costas establece transacciones con estos tres comerciantes35, mostrando su inserción

en este circuito mercantil. Otro apoderado de Santa Coloma y Rodríguez de la Vega en Salta

es el comerciante Manuel Antonio Boedo, quien se vincula a Costas otorgándole en 1777 un

31 Mata de López, 1993-94. 32 Francisco Manuel Costas es padrino de bodas- junto a Rafael Hoyos- de Pedro José de Otero y María Ignacia Torres También Costas apadrina la boda entre José Hormaechea y María Agueda de Torres. Ambas esposas son hijas de Gabriel de Torres. La información sobre matrimonios fue facilitada gentilmente por la Lic. Isabel Zacca. 33 Susan Socolow analiza específicamente a este comerciante y lo caracteriza como un ejemplo del ‘típico’ comerciante porteño del grupo de mayoristas de nivel medio-alto. Socolow, 1991: 159-167. 34 En una referencia de 1787, Socolow muestra a Pedro José de Otero como el principal deudor de Santa Coloma por un monto de 15.000 pesos, más un adicional de 6.000 pesos tomado en préstamo por Otero para comprar mercaderías a Rodríguez de la Vega. Socolow, 1991: 187. 35 ABHS. Carpeta 15. Protocolo notarial 149. Fs. 120. 1779. Poder general otorgado por Otero a Gabriel de Torres, su suegro, y a Francisco Manuel Costas. ABHS. Carpeta 15 “A”. Protocolo notarial 154. Fs. 49-50. 1783. Poder para adquirir mercaderías otorgado por Otero a Gaspar de Santa Coloma y a Francisco Manuel Costas. Uno de los testigos es Manuel Antonio Boedo.

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poder amplio y general para actuar en su nombre y representando su persona36. A la muerte de

Boedo, es Francisco Manuel Costas quien recibe el poder para actuar como apoderado de

ambos comerciantes porteños37, mostrando la persistencia y calidad de los vínculos y el papel

cada vez de mayor importancia que va adquiriendo Costas en esta red comercial38

Además, tanto Incháurregui como Lezica se encuentran vinculados a través de distintas

alianzas matrimoniales con Pablo Ruiz de Gaona, también natural de Álava y residente en

Buenos Aires39. Si bien no contamos con mayores datos acerca de estas relaciones es posible

que actúen aquí lazos de paisanaje y que la cercanía y el conocimiento previo de las familias

en la metrópoli permita comprender mejor los vínculos establecidos en la colonia y explicar la

rápida y exitosa incorporación de los recién llegados en circuitos comerciales donde se

manifiestan como centrales los vínculos personales y la confianza. Los vínculos de paisanaje

son muy fuertes en los emigrados a América y, la solidaridad y ayuda brindada a los recién

llegados están ligadas a la región o provincia a la cual pertenecen y no a España en general.

Aquí los lazos entre los ‘naturales’ de las Vascongadas (Álava y Vizcaya) aparecen con

claridad a partir de la figura del suegro de Francisco Manuel Costas, Juan Calixto Ruiz

Gauna. Las uniones matrimoniales permiten conectar a los provenientes de esta región con los

gallegos hermanos Costas y comprender sus vínculos comerciales en Buenos Aires y en Salta.

Si analizamos los vínculos de Francisco Manuel Costas en el rubro de efectos de Castilla

en relación a los lugares de origen de los comerciantes avecindados en Salta, es posible

establecer también algunas relaciones interesantes y significativas. La mayoría de estos

comerciantes son peninsulares, llegados a Salta en la segunda mitad del siglo XVIII y de

aquellos que conocemos su lugar de origen es posible establecer el mismo cuadro presentado

en relación a las vinculaciones de Costas con la ciudad de Buenos Aires. La presencia de

gallegos y vizcaínos es preponderante en el grupo, lo que indica que las alianzas establecidas

entre los llegados de ambas regiones podrían conformar un patrón en dichas relaciones y

36 ABHS. Carpeta 14. Protocolo notarial 146. Fs. 66v. 1777. Manuel Antonio Boedo, natural de Galicia, se dedica al comercio de efectos de Castilla. Un análisis más detallado de su capital e inversiones en Mata de López, 1993-94: 206-207. 37 ABHS. Carpeta 17 “A”. Protocolo notarial 176. Fs. 69-71. 1795. 38 ABHS. Carpeta 17 “A”. Protocolo notarial 176. Fs. 69-71. 1795. En la escritura Otero reconoce a Francisco Manuel Costas como el apoderado de los comerciantes porteños, poder recibido a la muerte de Boedo. La deuda remite a piezas de plata labrada, tucuyos y distintas obligaciones endosadas. Al año siguiente Antonio de Aguela, comerciante y vecino de la ciudad de Salta, también reconoce a Costas como apoderado de los comerciantes de Buenos Aires, comprometiéndose a pagar los 4.711 pesos que les adeuda. ABHS. Carpeta 18. Protocolo notarial 177 bis. Fs. 39-40. 1796. 39 Solocolw, 1991: 208-209. Si bien la autora se refiere a Ruiz Gaona, en las fuentes consultadas el apellido aparece indistintamente como Ruiz Gaona y Ruiz Gauna por lo cual establecemos que se trata del mismo apellido. En el clan de los Lezica Socolow incluye a Pablo Ruiz Gaona, natural de Álava, casado con Elena Lezica, que tienen como hija a Josefa Ruiz Gaona, casada con José Incháurregui, también natural de Álava.

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constituir una vía de entrada en las sociedades del nuevo mundo para quienes deciden emigrar

de la península. Además, los lazos entre los peninsulares radicados tanto en la ciudad puerto

como en Salta se revelan sólidos, articulando la esfera comercial pero también social, en tanto

es este grupo el que experimenta el mayor ascenso social del período.

Una trayectoria distinta la constituye el caso del comerciante Domingo Antonio Patrón,

también de origen español, nacido en Betanzos, provincia de La Coruña-Galicia. Patrón parte

del puerto de La Coruña, arriba a Montevideo y luego pasa a Buenos Aires. En esta capital

permanece aproximadamente tres años, posiblemente vinculado al comercio de efectos de

Castilla en calidad de dependiente. De esta manera se vincula a comerciantes porteños y

obtiene el crédito necesario para trasladarse a Salta y establecer una tienda de efectos de

Castilla40. En el año 1775 llega a la ciudad de Salta, donde se establece definitivamente41, y

en agosto de 1777 otorga poder a Vicente Rodríguez Carballo y a José Fernández, ambos

vecinos del Ferrol, para que en su nombre celebren matrimonio con Antonia Fernández

Tenreiro y Andrade, también peninsular, originaria de Ferrol, provincia de la Coruña en

Galicia42. Aquí es donde vemos una de las particularidades del caso analizado. Esta estrategia

matrimonial- diferente a las estrategias típicas de los comerciantes recién llegados que

analizamos- nos muestra una temprana orientación atlántica de los intereses de Domingo

Antonio Patrón. Además, los datos relevados son significativos en la medida que prefiguran

redes mercantiles que unen tempranamente a este comerciante con su lugar de origen y el de

su esposa. Por otro lado, esta estrategia no debe ocultarnos que dicho casamiento impide a

Patrón forjar lazos fuertes con comerciantes y estancieros locales y de esta manera usufructuar

de redes y vínculos previamente establecidos.

Sin embargo, la inexistencia de lazos matrimoniales que cimienten redes familiares

locales no significa la ausencia de vínculos en la sociedad local. El destino final de Domingo

Antonio Patrón parece estar vinculado a la residencia en la ciudad de Salta de Juan de Castro,

natural de Galicia, y su esposa María Josefa Freyre y Andrade, natural del Ferrol-Galicia, tía

de Josefa Fernández Tenreiro y Andrade, futura esposa de Patrón, a quien tiene dada palabra

40 AGN. Sala IX. Tribunales. Real Ejecutoria del pleito establecido entre Juan de Castro y Domingo Patrón por ajuste de cuentas (En adelante Real Ejecutoria). Legajo 174. Expte. 4. Fs. 268v. Testimonio de José Rollo en el que expresa que en el año 1775 arribo junto a Patrón a la ciudad de Salta y que éste trajo “dos carretas de géneros de Castilla… que aquí armó tiendas con ellos, que éstos los vino debiendo a Francisco Ignacio de Ugarte, de Buenos Aires… Que a un boticario de dicha ciudad también oyó decir le venía debiendo alguna cantidad”. 41 Testimonio de Tomás de Murrieta y Juan de Cenarruza y Veitia por información de soltería. Archivo del Arzobispado de Córdoba. Expedientes matrimoniales. Legajo 69. Expte. 74. 42 ABHS. Carpeta 14. Protocolo notarial 146. 1777. Fs. 126. José Fernández es el padre de Antonia Fernández Tenreiro y Andrade.

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de matrimonio en la península. Es posible establecer entre Juan de Castro, su esposa y

Domingo Antonio Patrón un trato cotidiano, familiar, a partir del establecimiento de Patrón en

la ciudad. Esta cercanía se refuerza desde la llegada de Antonia Fernández, momento en el

cual ambos se trasladan a vivir en casa del matrimonio Castro, recibiendo a Patrón “como a

un hijo” y como dueño de casa43. Esta residencia conjunta se prolonga durante nueve años, en

la cual Josefa Freyre asiste a Domingo Antonio Patrón, a su hermano, “sus mozos, huéspedes

y criados… en la comida, ropa limpia, costuras y demás necesario a su decencia” 44.

Aparte de los lazos construidos con el matrimonio Castro, Patrón se vincula con otros

comerciantes originarios de La Coruña como Cayetano Viniegra y en Buenos Aires conoce a

otros comerciantes que luego se radican en Salta, originarios de Vizcaya y del Principado de

Asturias. Estos vínculos primarios que es posible rastrear desde la península y su posterior

arribo al virreinato, se refuerzan con la presencia de Juan Francisco Patrón, hermano de

Domingo Antonio, quien se avecina en Santa María de Catamarca al contraer matrimonio en

1785 con Inés Villagrán45. Domingo Antonio, si bien se establece en la ciudad de Salta, tiene-

por lo menos hasta 1780- una tienda de efectos de Castilla en la ciudad de La Paz, la cual era

administrada por su hermano, en colaboración con Juan de Castro.

La red se establece principalmente a partir de lazos que vinculan a Domingo Antonio

Patrón con vecinos y comerciantes naturales de Galicia, que se encuentran radicados en Salta

y otros que residen aún en la península. Estos lazos son “utilizados” por Patrón46 y los

vínculos de paisanaje estructuran redes que le permiten a este comerciante exportar suelas

desde la ciudad de Salta hacia España, otorgando poderes para actuar en su nombre y

comercializar las suelas a comerciantes de La Coruña. Así, las redes familiares y de paisanaje

se imbrican, permitiéndole articular un circuito de gran extensión geográfica y que implica la

existencia de una red de notable envergadura para un comerciante avecindado en Salta, pero

que no posee gran capital, ni grandes extensiones de tierras ni vínculos con la elite local.

43 AGN. Sala IX. Tribunales. Real Ejecutoria. Legajo 174. Expte. 4. Fs. 220v. 44 AGN. Sala IX. Tribunales. Real Ejecutoria. Legajo 174. Expte. 1. Fs. 44-53. Los lazos que unen al matrimonio Castro con Domingo Antonio Patrón se deterioran a partir de 1785 en virtud de producirse un ajuste de cuentas que lleva a un largo juicio entre ambas partes. El pleito citado se encuentra en el Archivo General de la Nación. Los cuatro tomos en el que se desarrollan las distintas instancias del pleito reúnen un excepcional conjunto de documentos que nos permiten obtener una visión amplia y a la vez profunda de las actividades, intereses y vínculos de Domingo Antonio Patrón. AGN. Sala IX. Tribunales. Legajo 174. Real Ejecutoria. 45 Inés Villagrán, hija de Luis Villagrán y Paula Arias, naturales de Santa María, casada el 11-8-1785 con Francisco Patrón. Testigos: José Melchor de las Muñecas y Juan Fermín Fernández. Archivo de la Iglesia de Santa María. Agradecemos al Lic. Pablo Iramain quien nos cedió gentilmente estos datos. 46 Bourdieu, 1991. Este autor se refiere a la noción de las funciones de las relaciones de parentesco o "de la utilidad de los parientes” y considera que los usos netamente genealógicos del parentesco sirven para situaciones oficiales, como ordenadores del grupo social, pero a esto hay que contraponer los usos prácticos de las relaciones de parentesco que permiten analizar más allá de los lazos formalmente establecidos y poder establecer de un determinado individuo o grupo aquellas relaciones que puede- o no- movilizar para determinados fines.

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Además de ser reconocido como “comerciante de efectos de Castilla”, Domingo Antonio

Patrón participa desde su llegada en el comercio mular, rubro en el que su actividad adquiere

una mayor dimensión regional y en el cual el crédito mercantil es más destacado. En este

rubro Patrón se desempeña como intermediario, comprando mulas a vecinos de Salta47,

Córdoba48 y Buenos Aires49 y vendiéndolas a comerciantes de las provincias “de arriba”50, en

algunos casos mediante hipoteca de esas mismas ventas, pero sin participar en otras etapas ya

que no posee tierras. En 1780 establece en cercanías de la ciudad una fábrica para el

procesamiento de cueros y elaboración de suelas para ser comercializadas en los puertos

metropolitanos de La Coruña y Cádiz51. Los distintos rubros en los que incursiona Domingo

Antonio Patrón nos permiten observar la integración de la economía colonial y las

interrelaciones que se establecen entre las distintas ciudades del espacio económico.

Esto lleva también a preguntarnos por las otras vías que utilizaron los comerciantes para

incorporarse al mundo social y económico salteño. Si bien las alianzas matrimoniales son

consideradas como una vía privilegiada para “pertenecer” a los grupos locales más prósperos,

quienes no siguen este camino construyen redes, cimentadas en lazos familiares pero también

de paisanaje, que están orientadas hacia fuera de la sociedad local y ancladas en las

trayectorias previas a la llegada a América.

Una elite en construcción. Salta en la primera mitad del siglo XIX

Estas disímiles trayectorias de comerciantes llegados a la ciudad de Salta en la segunda

mitad del siglo XVIII y su inserción social en distintos sectores de la sociedad local, nos

muestran un universo social complejo y cambiante. Las nuevas generaciones nacidas de estas

47 ABHS. Carpeta 15. Protocolo Notarial 148. 1778. 48 ABHS. Carpeta 14. Protocolo Notarial 146. 1777. ABHS. Carpeta 15. Protocolo notarial 148. 1778. Protocolo notarial 149. 1779.. 49 ABHS. Carpeta 14. Protocolo Notarial 146. 1777. 50 ABHS. Carpeta 14. Protocolo Notarial 146. 1777. Contrata y venta de mulas con Benito Vial, de la provincia de Chiquitos. ABHS. Carpeta 15. Protocolo Notarial 149. 1779. Junto a Cayetano Viniegra contraen deuda por derechos de sisa por 3298 mulas que Patrón remite a las provincias del Perú. 51 La producción de suelas se desarrolla en el espacio regional gracias al clima y a la abundancia del cebil, que es utilizado para la conservación de los cueros. En el caso tucumano, el curtido de cueros constituye una importante actividad en el mundo rural y la suela se utiliza para la confección de calzados, aperos de los caballos y baúles para el transporte de mercancías en las carretas. En el marco de los cambios mercantiles de fines del siglo XVIII se acelera la necesidad de suelas que reclama el mercado porteño para su exportación. López, 2003. La curtiembre de Patrón tiene algunas particularidades que la diferencian en el espacio regional. En primer lugar es un establecimiento destinado específicamente al procesamiento del cuero y confección de suelas que se encuentra en inmediaciones de la ciudad de Salta y no en el mundo rural como parte complementaria de las grandes estancias ni en unidades menores como las familias campesinas. Por otro lado, el destino de las suelas no lo constituye el mercado regional sino mercados peninsulares, lo cual exige el conocimiento de estos mercados, el funcionamiento de redes de gran alcance que permitan la comercialización de las suelas y una calidad superior que permita la conservación en tiempos y espacios tan dilatados

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primeras alianzas son testigos y partícipes de la construcción de la elite decimonónica, fruto

de distintos avatares políticos y significativos reacomodamientos económicos. El proceso

revolucionario y las guerras de independencia configuran un nuevo panorama de relaciones,

en el cual las alianzas políticas adquieren preponderancia frente a los tradicionales vínculos

familiares y las nuevas circunstancias comerciales que alteran los circuitos coloniales.

El matrimonio de Antonio de Figueroa y María del Carmen Toledo Pimentel tiene una

amplia descendencia cuyas alianzas matrimoniales los ligan a distintas familias de

comerciantes, estancieros y funcionarios borbónicos. Así, los matrimonios de las hijas

mujeres vinculan a los Figueroa con los González San Millán, Usandivaras y Allende e

Ibazeta y Aguirre, todos comerciantes provenientes de Córdoba y avecindados en Salta en el

último tercio del siglo XVIII. Por su parte, Trinidad de Figueroa y Toledo contrae matrimonio

con Francisco Javier Aráoz de Lamadrid sellando una importante alianza con esta familia

tucumana. Los descendientes varones, excepto José Gabriel quien elige el destino sacerdotal y

tiene una destacada actuación en el proceso revolucionario, contraen matrimonio con hijas de

grandes propietarios como los Fernández Cornejo, los Cornejo y Castellanos, los Carballo

Arias Velásquez, los Aráoz Figueroa, los Goyechea52. Este patrón de alianzas se completa con

la que vincula a Sebastián Fructuoso de Figueroa Toledo con Francisca Güemes Goyechea,

hija de Gabriel Güemes Montero, tesorero de la Real Hacienda de la Gobernación del

Tucumán, y María Magdalena Goyechea de la Corte, descendiente de una tradicional familia

jujeña53.

En el caso de Francisco Manuel Costas le suceden a su muerte sus nueve hijos54. De ellos,

quien tiene un accionar político más relevante es Francisco Avelino, aunque María Ignacia

Ruiz Gauna y sus hijas María del Carmen y Francisca también tienen una actuación relevante

durante las guerras de independencia. Las alianzas matrimoniales vinculan a los hijos de

Francisco Manuel también con comerciantes y funcionarios borbónicos.

Esta amplia estructura de relaciones se expresa en momentos de la ruptura revolucionaria,

durante la cual los individuos y las familias se alinean en bandos diferentes. Familias

tradicionales de Salta encabezan ya a fines del período colonial distintos grupos frente a

coyunturas y conflictos políticos como la expulsión de los padres jesuitas o la creación de la

intendencia. Así, las familias Fernández Cornejo y Saravia mantienen a lo largo de los

conflictos una posición unánime, en apoyo a los funcionarios reales en el primer caso y

52 Coronel, 2006. 53 Aramendi, 2008. 54 ABHS. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. Fs. 141-143v.

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liderando al sector opositor en el segundo. En cambio, la familia Figueroa diversifica su

actuación y, por sus vínculos con la familia Toledo Pimentel, muy cercana a los padres

jesuitas, actúa en el grupo opositor al gobernador Campero en el momento de expulsión de la

orden; en cambio, en los conflictos que enfrentan a la intendencia y al cabildo local, Antonio

de Figueroa aparece aliado a la intendencia mientras su hijo, Francisco Javier, se une al grupo

opositor. De la misma manera, los miembros de la familia Ruiz Gauna-Costas también

participan en la vida política local de manera diferenciada. Juan Calixto Ruiz Gauna apoya al

gobernador Fernández Campero con motivo de la expulsión de la Compañía de Jesús, pero la

siguiente generación representada por su hijo Calixto y su yerno Francisco Manuel Costas, en

un nuevo contexto político y nuevos enfrentamientos, pertenece a la “pandilla opositora” a los

gobernadores intendentes, lo que implica un nuevo reacomodamiento familiar55.

La participación de integrantes de una misma familia en bandos opuestos, la cambiante y

versátil alineación de los miembros en los diferentes conflictos, las rupturas generacionales,

nos permite observar una lógica en la cual lo político aparece como otro ámbito del accionar

familiar, subordinado a sus intereses y puesto al servicio de la consolidación de las redes

sociales, comerciales y de poder. De esta manera es posible establecer que los alineamientos

no están concentrados aún en lo político y en la mayor o menor lealtad al rey y sus

funcionarios, sino que lo político forma parte de las relaciones y vínculos que unen a los

individuos, sumándose y también superponiéndose a otros vínculos de tipo familiar, religioso

o comercial, en una muy compleja trama de intereses y oportunidades que forman parte de la

vida política de las sociedades de antiguo régimen.

Sin embargo, con la ruptura revolucionaria los alineamientos políticos comienzan a

prevalecer cada vez más frente a las lealtades familiares. Teniendo en cuenta los

enfrentamientos anteriores al interior de la elite, Marcelo Marchionni sostiene que “la

revolución significó la consolidación de las familias tradicionales de propietarios de tierras

que se habían encolumnado en la defensa de las prerrogativas del Cabildo”56, a los que se

suman los comerciantes que adhieren rápidamente a la revolución. Sin embargo, el sector

realista tendrá en Salta una importante presencia, que tiene relación con el apoyo brindado por

parte de la elite local a los funcionarios borbónicos57. Las familias Figueroa y Costas-Ruiz

Gauna diversifican nuevamente su accionar. Algunos de sus miembros se manifiestan

tempranamente a favor de la causa revolucionaria y contribuyen al sostenimiento de la

55 Marchionni, 1999. 56 Marchionni, 1999: 194. 57 Mata de López, 2004: 232.

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guerra58 mientras otros integrantes suman su apoyo a los sectores realistas. Incluso en los

sectores patriotas el gobierno de Martín Miguel de Güemes genera resistencias por los

perjuicios económicos ocasionados. Así, al interior de la familia Figueroa- a pesar de estar

emparentados por el casamiento de la hermana del gobernador con Sebastián Fructuoso de

Figueroa- son continuas las quejas por el accionar de los gauchos y la expropiación de ganado

de sus estancias59.

Es interesante el caso de Francisco Avelino Costas, hijo de Francisco Manuel, quien

consolida el accionar político de la segunda generación al interior del grupo realista. Según

Paulo Cavaleri el “partido realista” de Salta se organiza alrededor de cuatro familias: la de

Nicolás Severo de Isasmendi, la de Francisco Avelino Costas, la de Juan Nadal y Guarda y la

de Pedro José de Otero60. La red nucleada en torno a Francisco Avelino Costas la integran dos

de sus hermanos: Juan Manuel, exiliado en Puno desde 1819 donde fallece sin regresar a Salta

y Santiago, deán de la catedral de Potosí. También forman parte de la red tres de sus cuñados:

Rafael de Echenique, casado con Francisca Costas; Juan Antonio de Murúa, casado con

Manuela Antonia Costas; y Agustín de Gasteaburu, casado con Liberata Costas. Otro

integrante es Rafael Peró, sobrino de José de la Serna quien llega al Callao en 1816 para

combatir en los ejércitos reales y al finalizar la guerra se avecina en Salta y contrae

matrimonio con Josefa Costas Frías, hija de Francisco Avelino61. Así, podemos ver cómo el

entramado de la nueva red familiar tejida por Avelino se revela esencial en su accionar,

desprendiéndose de la red formada por su padre junto a su familia política, los Ruiz Gauna, a

quienes ahora- en términos políticos- se encuentra enfrentado.

La distribución en el espacio de los miembros de la familia Costas permite visualizar una

red que excede los límites de la ciudad y su jurisdicción. Santiago Costas luego de ordenarse

como sacerdote se desempeña en la ciudad de Cochabamba62 y en tiempos de las guerras de

independencia es deán de la catedral de Potosí, mientras que Juan Manuel se casa en Abancay

58 “Apolinario de Figueroa Toledo participa en el ejército Auxiliar del Norte apoyando al general Belgrano en su retirada hacia Tucumán. Belgrano lo designa Gobernador de Potosí, pero debe renunciar a este cargo y retroceder con las fuerzas patriotas ante las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma”. Buscá-Sust Figueroa, 1999: 563. Por su parte, Francisco Javier de Figueroa Toledo participa de las “batallas de Suipacha, Tucumán, Salta, Vilcapugio, Ayohuma, Sipe-Sipe y Río Grande en Jujuy”. Buscá-Sust Figueroa, 1999: 487. Ambas citas en Coronel, 2006: 10. Calixto Ruiz Gauna (h) lleva varios años de participación en el Cabildo local en el grupo opositor a la figura del intendente. Precisamente en 1810 es regidor del cabildo y encarna a una de las familias que se consolidan en dicha institución en los años más turbulentos del período. En 1815 ejerce al cargo de Alcalde provincial, en 1817 es designado elector para el Cabildo de 1818 y en 1818 ocupa el cargo de Alcalde de 1º voto. Marchionni, 1999. 59 Coronel, 2006: 10. 60 Cavaleri, 1995. 61 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 265 y 270. 1821-1825. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. www.genealogiafamiliar.net: “Los Peró”. 62 ABHS. Carpeta 18 “A”. Protocolo notarial 183. 1797. Fs. 158-159.

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(provincia del Cuzco) donde se avecina63; en 1816 se encuentra como comandante en Tarija y

a partir de 1819 se exilia definitivamente en Puno. Esta presencia y conocimiento del espacio

les permite a los hermanos movilizarse y seguir los avatares de la guerra, ya sea como parte

de las tropas realistas o exiliándose en los reductos realistas altoperuanos. Francisco Avelino

debe exiliarse en distintas oportunidades de acuerdo a los avatares de la guerra de

independencia, al igual que otros vecinos de la intendencia como Pedro Antonio Olañeta,

Guillermo Marquiegui, vecino de Jujuy, o Saturnino Castro, quienes emigran luego de la

batalla de Salta (1813) con el ejército de Pío Tristán64. Sin embargo, aún en tiempos de

avances y triunfos de los ejércitos patriotas la presencia realista en Salta se mantiene y se

articulan mecanismos para ayudar a los enrolados en la causa del Rey.

Ahora bien, ¿quienes articulan estos mecanismos? Sin duda la presencia y el accionar de

las mujeres constituye una clave para ahondar el estudio y la comprensión de este período. La

historiografía local ha rescatado el accionar de algunas mujeres patriotas en la lucha contra el

enemigo realista, pero también es interesante mostrar la actitud de madres y hermanas que

actuaron acompañando a los jefes de las familias entre los leales a la monarquía española.

Estas mujeres que permanecen en sus ciudades cuando los hombres parten por las

circunstancias referidas son quienes continúan con las actividades cotidianas y se hacen cargo

de distintas operaciones para mantener los negocios familiares, a la par que prestan auxilio a

las tropas realistas. Estos registros también nos permiten observar las vinculaciones existentes

entre las familias realistas, vínculos entretejidos a partir de las mujeres. Así, Eulalia Costas-

hermana de Francisco Avelino es “encargada especial” en la ciudad de Salta de Josefa

Marquiegui de Olañeta65, quien permanece en Jujuy aún cuando su marido y hermanos

abandonan la misma con los ejércitos de Tristán y las siguientes retiradas del ejército realista.

Por su parte, el coronel Guillermo Marquiegui figura como apoderado de María Ignacia Ruiz

Gauna mientras las tropas realistas ocupan Salta en 182166. Así también, los vínculos se

expresan a fin de prestar auxilio a las tropas realistas67 y mantener el patrimonio familiar.

Así, a pesar de la guerra, los saqueos y las contribuciones forzosas, la familia Costas logra

conservar y acrecentar su patrimonio durante las décadas de 1810 y 182068. El originario

63 ABHS. Carpeta 21. Protocolo notarial 212. 1805. Fs. 57v-59. 64 Mata de López, 2004: 233-234. 65 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 268. 1823. Fs. 19-19v. 66 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 265. 1821. Fs. 59-60. 67 ABHS. Carpeta 25. Protocolo notarial 265. 1821. Fs. 51-52v. 68 Las mujeres de la familia Costas presentan reiteradas quejas y peticiones por esclavos que se enrolan en las filas patriotas o ganado confiscado para el mantenimiento de los ejércitos. Sin embargo, las pérdidas no son tan considerables teniendo en cuenta la adhesión a las filas realistas y los exilios. En su testamento, María Ignacia Ruiz Gauna reconoce que “solamente el ganado se ha perdido en la revolución, tanto de ellos [por sus hijos]

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patrimonio de Francisco Manuel se concentraba en las actividades y el crédito comercial, pero

la familia paulatinamente va adquiriendo propiedades rurales, en muchos casos lindantes con

la familia Ruiz Gauna. La segunda generación comienza la transición hacia las actividades

ganaderas propias de las familias de elite en el siglo XIX. Los hijos de Francisco Manuel

heredan y consolidan un importante patrimonio inmueble que incluye las Chacras de Peñalba

y Nuestra Señora del Carmen; las estancias y potreros Despensa, Mosquera y Porongos,

además de casas y tiendas en la ciudad69. El ascenso social de la familia Costas se consolida a

partir de la unión matrimonial, en 1840, del hijo de Francisco Avelino, Francisco Manuel

Costas Frías, con Catalina Figueroa Güemes.

Catalina es hija de Sebastián Fructuoso de Figueroa y Francisca Güemes Goyechea,

familia que une tempranamente linaje y propiedades a la riqueza derivada del comercio.

Además, la extensa parentela conformada por esta familia70 la vincula por vía matrimonial,

pero también a través de los vínculos espirituales, a una amplia gama de familias salteñas y de

la región que tienen distinta participación política en las guerras de independencia y las luchas

civiles posteriores, además de variados intereses económicos. Así, esta extensa red le otorga a

la familia Costas un amplio espacio social en el cual anudar nuevas y fructíferas relaciones. A

partir de una situación periférica en relación a la elite principal salteña, y a pesar de su

participación política en el sector realista, sus actividades económicas y fundamentalmente

sus alianzas matrimoniales permiten a la familia Costas integrar el núcleo de familias de elite

de mediados del siglo XIX71.

Distinta trayectoria siguen los herederos de Domingo Antonio Patrón y María Antonia

Fernández, trayectorias que permiten un análisis diferencial de las estrategias matrimoniales y

las alternativas económicas del siglo XIX. No conocemos la fecha exacta del fallecimiento de

Domingo Antonio Patrón ni sus circunstancias, aunque estimamos que la misma se produce

como el mío y de él únicamente se han podido salvar cien cabezas que retiró a la Frontera el capataz Francisco Báez”. ABHS. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. Fs. 141-143v. 69 ABHS. Carpeta 26. Protocolo notarial 273. 1825. Fs. 11-143v. 70 Gabriel Güemes Montero y María Magdalena Goyechea de La Corte procrean nueve hijos: Juan Manuel, Martín Miguel, María Magdalena, Francisca, José, Gabriel, Juan Benjamín, Manuel Isaac y Napoleón. Esta extensa familia se vincula por vía del matrimonio con las familias Tejada, Figueroa, Iriarte, Puch, Carrillo y Nadal. Magdalena Goyechea contrae segundas nupcias con José Francisco Tineo Castellanos. Por su parte, el matrimonio entre Antonio de Figueroa y Mendoza con María del Carmen Toledo Pimentel tiene trece hijos: Francisco Javier, Manuela, Sebastián Fructuoso, María Antonia, Marcelino Felipe, Trinidad, Vicente, José Gabriel, Cayetana, María Mercedes, Apolinario, Narciso y Santiago. 71 Es necesario recordar que Francisco Avelino Costas es el único descendiente varón de la segunda generación que continúa el apellido, ya que su hermano Santiago es sacerdote y Juan Manuel fallece sin descendencia. Por ello, las alianzas matrimoniales de sus hijos son importantes para consolidar la posición familiar. A su vez, Francisco Manuel Costas Frías es el único varón de su generación y su alianza con los Figueroa Güemes es estratégica y una clave para el análisis del ascenso social de esta familia.

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entre 1805 y 180772, y la de su mujer antes de 181373. La historia de la segunda generación se

enlaza con la de Juan Francisco Patrón, hermano de Domingo Antonio, quien se avecina en

Santa Maria, Catamarca, al casarse con Inés Villagrán. Al amparo de su tío paterno concurren

los descendientes de Domingo Antonio quienes se establecen en Santa María durante varios

años. Tanto Marcos Antonio como Juan Gregorio contraen matrimonio en Catamarca74

mientras Rosa Agustina se casa en 1815 con Francisco Gordillo, natural de La Rioja75, y se

avecina en Famatina76 con sus cinco hijos. Así, el destino de esta segunda generación se

dispersa por el espacio regional aunque- como veremos- permanecen ligados a la ciudad de

Salta. Consideramos que este derrotero particular se debe a que a la muerte de sus padres

ninguno de los hermanos Patrón Fernández se encuentra en condiciones de hacerse cargo del

emprendimiento de la curtiembre ni de retomar los vínculos comerciales de su padre, siendo

algunos de ellos aún menores de edad.

Los hermanos Marcos Antonio y Juan Gregorio Patrón, únicos descendientes varones,

regresan a la ciudad de Salta en la década de 1820, motivados suponemos por la perspectiva

de retomar el negocio familiar, aunque las circunstancias han cambiado radicalmente. La

historiografía parece coincidir en aceptar que las provincias del norte, especialmente Salta y

Jujuy, reanudan rápidamente- incluso antes de finalizada la guerra de independencia- las

vinculaciones con la economía altoperuana. Sin embargo, consideramos que esta recuperación

se hace bajo un nuevo signo.

Los circuitos tradicionales han sufrido grandes cambios, especialmente para los sectores

más vinculados al comercio con España. El eje Potosí-Buenos Aires articulaba los extremos

que entran en contacto con la economía internacional, el metálico altoperuano y los efectos de

Castilla, luego llamados ultramarinos. En ese circuito de gran envergadura por el que transitan

los comerciantes coloniales Salta cumple el rol de intermediaria, consumidora y

reexportadora, papel que no retoma en el siglo XIX cuando se pasa del monopolio colonial al

contacto directo con el mercado mundial, quedando como abastecedora de ganado y otros

72 En diciembre de 1804 otorga poder a Agustín Careaga, vecino de Chuquisaca, para la venta de un esclavo, en lo que constituye la última operación registrada a su nombre en el archivo notarial salteño. El 16 de febrero de 1808 Juan Francisco Patrón se compromete a pagar a Antonia Fernández la suma de tres mil pesos como liquidación de todas las cuentas sostenidas entre su hermano, ya fallecido, y él. ABHS. Carpeta 20. Protocolo notarial 208. 1804. Fs. 135. ABHS. Carpeta 22 “A”. Protocolo notarial 228. 1808. Fs. 76. 73 ABHS. Carpeta 24. Protocolo notarial 152. 1813. Fs. 14v-16. El matrimonio Patrón-Fernández procrea siete hijos: María Ángela, Marcos Antonio, Juan Gregorio, María Francisca, Rosa Agustina, María Josefa y María Antonia. 74 Marcos Antonio Patrón Fernández contrae matrimonio en 1813 con Ana María Díaz, y procrean seis hijos. Por su parte, Juan Gregorio Patrón Fernández contrae matrimonio en el mismo año con Eugenia Escobar Delgado, también en Santa María, lugar donde residen aproximadamente unos diez años. Corominas, 2006: 68. 75 Corominas, 2006. 76 ABHS. Carpeta 36. Protocolo notarial 347. 1857. Fs. 63-67.

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productos a Bolivia y el sur peruano77. En el caso de Domingo Antonio Patrón y sus

actividades productivas y comerciales a fines del siglo XVIII, podemos observar el

funcionamiento del espacio económico colonial. Patrón envía hacia las "provincias de arriba"

efectos de Castilla adquiridos en Buenos Aires y ganado mular y obtiene efectos de la tierra

que redistribuye por el espacio regional de la Intendencia y el metálico necesario para las

operaciones realizadas en la ciudad-puerto de Buenos Aires. Este circuito se amplia aún más

en la década de 1780 cuando Patrón establece la curtiembre en la ciudad de Salta. Las suelas

son enviadas para su venta- previo paso por Buenos Aires- a los puertos metropolitanos de

Cádiz y La Coruña. Allí obtiene efectos de Castilla que son luego ingresados para su venta en

los mercados local y regional y enviados también hacia el Alto Perú, y metálico que es

también utilizado para la compra de esclavos destinados al trabajo en la curtiembre. Este

complejo circuito se asienta en la permanencia del vínculo colonial, no sólo por los aranceles

o medios de transporte sino porque está afianzado en lazos personales, a veces de tipo familiar

y otras por lazos de paisanaje, que aceitan el funcionamiento del circuito mercantil. El

esquema descrito no se recupera luego de las guerras de independencia.

Los descendientes de Domingo Antonio Patrón continúan con el emprendimiento de la

curtiembre pero su mercado ahora lo constituye la economía litoral en expansión. A pesar de

ser la principal manufactura local, la balanza comercial resulta desfavorable para el comercio

salteño. Respecto a las exportaciones de Salta Viviana Conti expresa que para 1830 el 62%

del valor de las mismas lo constituye el ganado en pie que se envía a Bolivia, Perú y la Puna

de Jujuy y el 37% restante se envía a Buenos Aires- conformado principalmente por cueros,

pieles y suelas- lo que permite al sector comerciante mantener abierto el crédito mercantil en

la ciudad puerto y redistribuir los efectos ultramarinos principalmente hacia Jujuy y Bolivia78.

Sin embargo, al especificar los porcentajes en pesos vemos que los ingresos que recibe Salta

por los cueros, pieles y suelas que vende a Buenos Aires asciende a un monto de 23.721 pesos

mientras que compra efectos ultramarinos por un total de 116.043 pesos (70% del total de

importaciones), lo cual muestra una balanza claramente desfavorable para la provincia y los

comerciantes locales79. Además, las suelas que envía la provincia de Tucumán hacia Buenos

Aires en el bienio 1842-1844 constituyen casi el 74% del total de todas las regiones80, un

bajísimo 4,21% le corresponde a Salta lo que muestra sin dudas que la producción de suelas

77 Halperin Dongui, 2002. 78 Conti, 2003: 117-120. Ver especialmente gráficos 1, 2, 3 y 4. 79 Las reexportaciones hacia Bolivia y Jujuy ascienden a un monto de 22.142 pesos. 80 Con 32.229 unidades es la "provincia-región" que más suelas exporta hacia Buenos Aires. El total de suelas, incluye todas las regiones, es de 43.626 suelas. Rosal, 2003: 244-245. Cuadros 5 y 6.

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en la provincia no se destina al mercado exterior. Para el bienio 1848-1850 Tucumán

mantiene una creciente exportación de suelas, que constituye un 68% del total de todas las

regiones. Nuevamente solo un 3% del total de suelas es enviado desde la provincia de Salta.

Estas cifras aproximadas, de las pocas estimaciones cuantitativas de exportaciones de

Salta hacia Buenos Aires que se han trabajado para el siglo XIX, muestran el fin del proyecto

exportador de suelas que había iniciado a fines del siglo XVIII Domingo Antonio Patrón; las

curtiembres de Salta producen para otros mercados, abandonando la vinculación atlántica81.

Los descendientes de Juan Gregorio Patrón82, Domingo Antonio y Robustiano Patrón

Escobar, continúan el negocio familiar. Así, la familia compra en 1829 la Quinta y molinos de

Medeiros, luego llamada El Paraíso83, que pasa íntegra a manos de Robustiano y Domingo

Antonio por compra de las partes correspondiente a sus hermanos. En 1857 los hermanos

Patrón compran la estancia ganadera San Lorenzo84, uniendo estas extensas propiedades en

las cuales instalan la curtiembre. Los hermanos mantienen la producción y comercialización

de suelas a través de distintas estrategias que articulan distintos sectores vinculados al rubro.

Así, mediante contrato, los hermanos Patrón compran el ramo de carne asegurándose la

provisión de los cueros necesarios para la curtiembre85 y también mediante contrata venden

las suelas producidas a otros comerciantes encargados de su venta en Buenos Aires86. En

1865 Domingo y Robustiano formalizan la Sociedad Patrón Hermanos87 y continúan

vinculados a la producción y comercialización de suelas hasta finalizar el siglo XIX.

En 1865 los hermanos Patrón Escobar contraen matrimonio con las hermanas Francisca y

Catalina Costas Figueroa Güemes y conforman el tronco familiar “Patrón Costas”, que

constituye a fines del siglo XIX y principios del XX uno de los grupos familiares más

importantes de la elite salteña, con proyección a nivel regional y nacional. Como vimos, las

familias que confluyen en esta unión y sus trayectorias difieren entre sí y constituyen un

panorama de las opciones políticas y las actividades de Salta y la región en el siglo XIX, a

pesar de tener sus orígenes en los comerciantes llegados a ciudad a fines del siglo XVIII en el

marco de las migraciones borbónicas.

81 Miguel Ángel Rosal, retomando cifras de Woodbine Parish respecto a la exportación de cueros, sostiene que las cifras de exportación “de la producción del interior incluyen cueros secos y salados, no así curtidos, cuya cantidad es francamente despreciable”. Rosal, 1995: 21. Cuadro C “Exportación de cueros: Buenos Aires frente al interior”. 82 Juan Gregorio y Marcos Antonio fallecen en la década de 1830 dejando sus negocios en manos de sus mujeres e hijos. 83 ABHS. Carpeta 29. Protocolo notarial 301. 1837. Fs. 95-99v. 84 ABHS Carpeta 36. Protocolo notarial 349. 1857. Fs. 274–280v. 85 ABHS. Carpeta 37. Protocolo notarial 350. 1857. Fs. 19-20v. 86 ABHS Carpeta 34. Protocolo notarial 338. 1854. Fs. 214-216. 87 ABHS. Carpeta 41. Protocolo notarial 382. 1865. Fs. 42 y ss.

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Además, la imagen social de la familia, construida en el siglo XX, ha opacado alguno de

los aspectos de estas trayectorias a fin de ensalzar ciertas virtudes y comportamientos,

rescatando la prosapia de las hermanas Costas y el afán industrioso de los hermanos Patrón,

sin vincular dichas trayectorias a los procesos económico-sociales y políticos88. En este

trabajo la historia de la familia, y las distintas estrategias y alianzas matrimoniales, nos

posibilitaron acceder- desde otro registro- al complejo y contradictorio siglo XIX.

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X JORNADAS ARGENTINAS DE ESTUDIOS DE POBLACIÓN

San Fernando del Valle de Catamarca, 4, 5 y 6 de noviembre de 2009.

Sesión 13 “La familia, reflejo de la diversidad en el pasado y presente de Argentina

(siglos XVIII-XXI)”

Organiza: Dra. Mónica Ghirardi CEA-UNC.

Familia y red social. La elite salteña en las primeras décadas del siglo XIX

María Mercedes Quiñonez

CEPIHA-Universidad Nacional de Salta

[email protected]

Resumen

El propósito de nuestra investigación es explorar las bases sociales y económicas del

poder y las alianzas políticas de los grupos de elite salteños emergentes del proceso

revolucionario y las guerras de independencia, con una mirada centrada en el accionar

familiar y desde la perspectiva de las redes sociales. En este trabajo centramos la mirada en

familias salteñas que confluyen hacia mediados de siglo en el tronco familiar Patrón Costas,

familias que con trayectorias diferentes iluminan los procesos históricos de una manera

particular, a fin de analizar a través de ellas los derroteros políticos y las alternativas

económicas y visualizar la emergencia de distintos grupos familiares luego de la coyuntura de

las guerras de independencia. La propuesta pretende entonces contribuir al conocimiento de

los grupos de poder locales y regionales en un período clave para la historia provincial y

nacional.

Al entender a la familia como una forma particular de acercarse a lo social, las fuentes

privilegiadas para reconstruir sus trayectorias son aquellas que nos permiten analizar sus

actividades públicas pero que a la vez transparentan un universo privado de relaciones,

tensiones, estrategias y decisiones que traspasan y unen ambos espacios. Así, las escrituras

realizadas ante escribano público nos revelan un amplio espectro de actividades que nos

permiten reconstruir las trayectorias individuales y las redes sociales y comerciales, por lo

cual se privilegian en nuestro trabajo.