Y derramare mi espiritu
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Transcript of Y derramare mi espiritu
Y DERRAMARE
DE MI
ESPIRITU
De Dios para Ti
Joel 2:28-32; Hechos 2:1-39
Joel 2:28-32; Hechos 2:1-39
Joel 2: 28 »Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el
*género humano.Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes.
29 En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y
las siervas.30
En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo.
Joel 2: 28 »Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el *género humano.Los hijos y las hijas de
ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes.
29 En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los
siervos y las siervas.30
En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo.
31 El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre
antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.
32 Y todo el que invoque el *nombre del Señor
escapará con vida,porque en el monte *Sión y en Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho el
Señor.Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del Señor.
31 El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre
antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.
32 Y todo el que invoque el *nombre del Señor
escapará con vida,porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho
el Señor. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del Señor.
Hechos 2: 38 —*Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el
nombre de *Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y
recibirán el don del Espíritu Santo.
Cuando dise arrepientance, es nesasario saver que cadavez que
hay un cambio de dimencion tiene que haver un nivel de
arrepentimiento diferente
cuando dice arrepientance , es cuando una promesa se esta acercando,
nosotros tenemos que meditar en que tenemos que arrepentirnos porque
cuando nos acercamos a Dios, El nos muestra de cuales cosas tenemos que
arrepentirnos.
Hechos 2:39 En efecto, la promesa es para ustedes, para
sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para
todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera
llamar.
El arrepentirce, es una exijencia del reino.
Si usted lastima a alguien tiene que decir,PERDOMANE Y DECIRLO DE CORAZON PORQUE SINO NO
HABANZA AL OTRO NIVEL.
EL ARREPENTIRCE LO VA HACER SUBIR DE NIVEL EL SER LLENO DEL
ESPIRITU SANTO Y TENER LINEA DIRECTA CON DIOS Y SER UN CANAL DE BENDICION PARA
OTROS.
I. Se da la promesaA. El derramamiento viene después de
la restauraciónJoel. el gran profeta de Pentecostés probablemente vivió en Jerusalén
durante la infancia del rey Joás cuando Joiada el sacerdote tenía el control del gobierno. El profetizó un maravilloso derramamiento del Espíritu de Dios
"después".
La primera parte del libro de Joel hace un llamado al arrepentimiento
(1:14; 2:12-17). Después del arrepentimiento, Dios promete la
restauración (2:25). Así que, "después" puede significar después del
arrepentimiento y la restauración.
La primera parte del libro de Joel hace un llamado al arrepentimiento
(1:14; 2:12-17). Después del arrepentimiento, Dios promete la
restauración (2:25). Así que, "después" puede significar después
del arrepentimiento y la restauración.
Joel 1:14 Proclamen ayuno, convoquen a una asamblea;
congreguen en la casa del Señor su Dios a los ancianos y a todos los
habitantes de la tierra, e imploren su ayuda.
Ministerios Templo de Cristo
la Hermosa
Joel 2:14 Entréguense al ayuno, convoquen a una asamblea solemne.Reúnan a
los *ancianos del pueblo en la casa del Señor su Dios;reúnan a todos los habitantes del país, y
clamen al Señor.
Joel 2:14 Entréguense al ayuno,
convoquen a una asamblea solemne.Reúnan a los *ancianos del pueblo en la casa del Señor
su Dios;reúnan a todos los habitantes del país, y clamen al
Señor.
Joel 2:12 «Ahora bien —afirma el Señor—, vuélvanse a
mí de todo *corazón, con ayuno, llantos y lamentos.»
13 Rásguense el corazón y no las vestiduras.Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es
bondadoso y compasivo,lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga.
Joel 2:12 «Ahora bien —afirma el Señor—, vuélvanse a
mí de todo *corazón, con ayuno, llantos y lamentos.»
13 Rásguense el corazón y no las vestiduras.Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es bondadoso y compasivo,lento para la ira y
lleno de amor, cambia de parecer y no castiga.
14 Tal vez Dios reconsidere y cambie de
parecer, y deje tras de sí una bendición.Las ofrendas de cereales y las libaciones son del Señor su Dios.
15 Toquen la trompeta en Sión,
proclamen el ayuno,convoquen a una asamblea solemne.
16 Congreguen al pueblo, *purifiquen la
asamblea;junten a los *ancianos del pueblo, reúnan a los pequeños y a
los niños de pecho.Que salga de su alcoba el recién casado, y la recién
casada de su cámara nupcial.
17 Lloren, sacerdotes, ministros del Señor, entre
el pórtico y el altar;y digan: «Compadécete, Señor, de tu pueblo. No entregues tu
propiedad al oprobio, para que las naciones no se burlen de ella.[a]¿Por qué habrán de decir
entre los pueblos: “Dónde está su Dios?” »
Joel 2:25 «Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo
devoróese gran ejército de langostas que envié contra
ustedes:las grandes, las pequeñas, las larvas y las
orugas.[c]
"después" toma un nuevo significado en vista de toda la profecía bíblica. La restauración que hace posible la
venida del Espíritu Santo debe ser la comunión con Dios por medio del sacrificio de Cristo en la cruz. La experiencia del Calvario tuvo que
preceder a Pentecostés.
Muchos eruditos de la Biblia ven un indicio de esto en Joel 2:23. Para los judíos de la
antigüedad la última parte de ese versículo significaba: "Porque Dios te dará el Maestro para justicia y hará que caiga lluvia sobre ti,
lluvia temprana, y lluvia tardía antes que nada." De esto podemos ver que "después" hace que
el fluir sobre abundante del Espíritu sea un don que viene después del don del Maestro de
justicia, esto es, el Mesías, el Cristo.
B. La promesa del gran derramamiento
El derramamiento del Espíritu de Dios fue prometido para "toda carne", es
decir, "toda la humanidad".Otra característica importante de este
derramamiento profetizado es que rompería todas las barreras y
restricciones sociales.
"Toda carne" no tendría límites de edad ni sexo; los hijos y las hijas profetizarían. Los ancianos tendrían
sueños profeticos y los jóvenes verían visiones proféticas. Es más, el Espíritu Santo sería derramado
en abundancia sobre los esclavos. Esto era algo nuevo. Grandes multitudes de esclavos existían en los tiempos antiguos y no tenían derechos. Los judíos de entonces no podían creerlo. Su interpretación era "los siervos de Dios" no "esclavos". Los fariseos odiaban a
la gente común de Israel, y aun más a los esclavos (Juan 7:49).
Juan 7:49 ¡No! Pero esta gente, que no sabe nada de la ley, está bajo maldición.
Dios es un Dios bueno. Su propósito siempre ha sido bendecir a todos
(Génesis 12:3; 22:18; Juan 3:16). Así que, Joel aclaró que el derramamiento
del Espíritu es para todos: judíos y gentiles, ricos y pobres, jóvenes y
ancianos, educados y analfabetos, sin tener en cuenta el sexo, la raza, el color
ni el origen nacional.
el hebreo usa una forma del verbo "derramar" que indica que el
derramamiento es una acción progresiva o repetida. No debía ser un evento de una
sola vez, pues una vez que ocurriera continuaría de generación en generación.
Aunque algunos lo rechazaban, todavía sería accesible. Dios no deja de derramar
su Espíritu sobre los que creen y lo reciben. Cada cristiano puede creer y recibirlo hoy.
II. Cumplimiento de la promesa (Hechos 2:14-21)
Hechos 2:14 Entonces Pedro, con los once, se puso de pie y dijo a voz en
cuello: «Compatriotas judíos y todos ustedes que están en Jerusalén,
déjenme explicarles lo que sucede; presten atención a lo que les voy a decir.
15 Éstos no están borrachos, como suponen ustedes. ¡Apenas son las nueve de la mañana![a] 16 En realidad lo que pasa es lo que anunció el profeta Joel:
17 »“Sucederá que en los últimos días —dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre todo el
género *humano.Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán visiones los
jóvenes y sueños los ancianos.18
En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis *siervos y mis siervas, y profetizarán.
19 Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y nubes de humo.
20 El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangreantes que llegue el día del Señor, día
grande y esplendoroso.21
Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”[b]
A. El discurso inspirado de PedroEn el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos
cuando de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba. El viento era un símbolo del Espíritu en el Antiguo Testamento, y el sonido de ese viento indicaba poder. Debe haberles recordado la promesa de poder que
Jesús les dio en Hechos 1:8 para que fueran testigos. Luego vino algo que parecía una gran llama sobre todo el grupo que
se dispersó y se repartió como llamitas de fuego que reposaron sobre la cabeza de cada uno de los ciento veinte.
En el Antiguo Testamento, el fuego del cielo sobre el sacrificio indicaba que Dios aceptaba el tabernáculo, y después el
templo de Salomón.
Ahora los creyentes eran sacrificios vivos y tanto en grupo como
individualmente eran templos listos para ser llenos del Espíritu Santo.
Ahora los creyentes eran sacrificios vivos y tanto en grupo como
individualmente eran templos listos para ser llenos del Espíritu Santo.
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La Hermosa
No tenían que esperar más. Estaban todos llenos con el Espíritu Santo, y la evidencia era
que hablaban en otras lenguas (idiomas) según el Espíritu les daba que hablasen. Al
principio, muchos entendieron que alababan a Dios en esos idiomas, pero cuando se
reunió la multitud, muchos no entendieron y se burlaron de ellos, diciendo que estaban llenos de vino nuevo (vino especialmente
embriagante hecho de una clase de uva muy dulce).
Por fin, los doce discípulos se pusieron de pie, y Pedro comenzó su discurso inspirado. La palabra griega
quiere decir "pronunció" y viene del mismo verbo que se usa en Hechos 2:4 acerca del Espíritu que dio a los
ciento veinte la capacidad de hablar otros idiomas. Así que, lo que Pedro dijo no puede llamarse sermón. El
no se sentó para preparar un bosquejo de tres puntos, sino que se puso de pie y presentó una manifestación del don de profecía del Espíritu Santo, en un lenguaje que todos entendían. Habló a la gente para edificarlos
y exhortarlos (1 Corintios 14:3; Hechos 2:40).
Hechos 2:4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes *lenguas, según el
Espíritu les concedía expresarse.
1 Corintios 14:3 En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos.
Hechos 2:40 Y con muchas otras razones les exhortaba insistentemente:
—¡Sálvense de esta generación perversa!
Hechos 2:4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes *lenguas, según
el Espíritu les concedía expresarse.
1 Corintios 14:3 En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos.
Hechos 2:40 Y con muchas otras razones les exhortaba insistentemente:
—¡Sálvense de esta generación perversa!
B. Estos no están ebriosEl sonido de las lenguas atrajo a la multitud que
estaba confusa. Aun los que entendían el significado de las palabras en sus propios
idiomas no parecían entender el propósito. No debemos suponer, sin embargo, que su experiencia manifestaba el delirio que
caracterizaba las celebraciones paganas. Tampoco estaban hablando en éxtasis. Los
ciento veinte estaban en control de todas sus facultades. Sabían lo que hacían y estaban
llenos de gozo.
Tan pronto como los apóstoles se pusieron de pie, todos los ciento veinte tuvieron que dejar
de hablar para poder oír a Pedro. Eso demostró, además que estaban en control de sus
facultades. Pedro dijo que no era lógico que la multitud supusiera que los ciento veinte
estaban ebrios, puesto sólo eran las nueve de la mañana. Ningún judío en aquellos días se embriagaba tan temprano por la mañana,
especialmente porque era la hora de la oración.
C. Profecía de JoelPregunta: ¿Fue cumplida la
profecía de Joel en ese momento?
Pedro, hablando todavía con el don de profecía del Espíritu Santo, continuó su
declaración de que lo que la gente veía y oía cumplía la profecía de Joel. La
multitud vio y oyó a los hijos y las hijas de Israel profetizando, llenos del Espíritu, y
hablando bajo su unción. De esto deducimos también que el hablar en
lenguas que se entendían se consideró equivalente a la profecía.
Aunque Pedro relacionó esos eventos con la profecía de Joel, se sabe que lo que ocurrió en esa ocasión fue sólo el comienzo. No toda la profecía de Joel que citó se cumplió en ese
momento. Los ciento veinte no tuvieron sueños a las nueve de la mañana. Tampoco es probable que hubiera esclavos entre los ciento veinte. Sin
embargo, Pedro indicó que el resto vendría después, inclusive las señales y los juicios que
Joel profetizó.
Como se mencionó antes, Pedro indicó que el día de Pentecostés era sólo el
principio, por su interpretación inspirada por el Espíritu de la palabra
"después" en Joel 2:28.
Pedro mostró que eso significa "en los postreros días. En verdad, los
"postreros días" empezaron cuando Jesús ascendió al cielo (Hechos 3:19-21). La expresión "los postreros días" en la Biblia significa el último tiempo antes de la restauración de Israel y el
reino milenial de Cristo sobre la tierra.
No habrá otra era antes de la del reino. Así que, toda la era de la Iglesia es "los
postreros días", y es la del derramamiento del Espíritu Santo sobre
toda carne. Pedro también vio que pueden haber tiempos de refrigerio y avivamiento en toda esta era, hasta el tiempo cuando Jesús regrese (como se
demuestra en el original griego de Hechos 3:19).
III. La Promesa es para todos (Hechos 2:37-39)
A. El poder de la palabra proféticaEl mensaje profetice por los labios de Pedro fue un poderoso testimonio de Jesús. Dios lo había aprobado para el beneficio de la gente por medio de
poderosos milagros, maravillas y señales. Jesús fue clavado y muerto en una cruz, pero Dios lo levantó en cumplimiento de Salmo 16:8-11 y del pacto que Dios hizo
con David (2 Samuel 7:11-16; Salmos 89:3,4; 132:11,12).
Como Jesús es el prometido Rey mesiánico, no fue abandonado en el
Hades, ni su carne vio corrupción. Pedro y los ciento veinte fueron testigos de su
resurrección. Además, Dios había exaltado a Jesús a un puesto alto de poder y
autoridad a su diestra. Jesús había recibido la promesa del Espíritu Santo que luego
derramó sobre los ciento veinte, como la multitud acababa de ver y oír.
La conclusión de la palabra profética llamó la atención al hecho que Dios había convertido a
Jesús en Señor y Cristo. La respuesta fue inmediata. La multitud ya no decía: "¿Qué
significa esto?" Más bien, exclamaban: "¿Qué haremos?" Como indica 1 Corintios 14:24,25, a
causa del don de profecía se sintieron convencidos y compungidos de corazón, y
reconocieron que Dios estaba presente entre los ciento veinte.
B. Un llamado al arrepentimientoEl llamado de Pedro al arrepentimiento
era para que ellos cambiaran de parecer y actitud al aceptar la voluntad
de Dios revelada en Cristo.
(Según la Biblia dice en Romanos 12:1,2, eso significaba la renovación
de la mente con un cambio de actitud hacia el pecado, ellos mismos
y Dios).
Entonces podrían mostrar su arrepentimiento, su cambio de corazón y mente al ser bautizados en el nombre de
Jesucristo. En griego significa "sobre el nombre", o "sobre la autoridad" de Jesús.
La Biblia no explica más porque el mandato de Jesús (Mateo 28:19) deja
claro que el bautismo en agua era en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
Su bautismo sería una declaración de identificación con Jesús en su muerte y resurrección (Romanos 6:3)
Entonces sería un testimonio de que la persona había creído y recibido la remisión y el perdón de sus pecados. "Para remisión y perdón de pecados" es semejante a la
expresión "para arrepentimiento", que usó Juan el Bautista al hablar de su bautismo. El contexto muestra
que el original griego traducido "para" significa "a causa de". El bautismo de Juan no producía arrepentimiento. El bautizaba a las personas que se arrepentían. El bautismo
en agua no produce el perdón de pecados. Es un testimonio de que el bautizado ha creído y la sangre de
Cristo lo ha limpiado.
Además del perdón de pecados también recibirían la promesa del
Espíritu Santo, el mismo don que los ciento veinte recibieron en Hechos 2:4,
al cual Jesús se refería como (1) la promesa del Padre y (2) el bautismo en
el Espíritu Santo (Hechos 1:4,5).
"Recibir" aquí es tomar algo en fe, porque todos los dones de Dios
son por gracia por medio de la fe.
C. La promesa del cumplimiento sigue en pie
Pedro aclaró que la promesa del Espíritu Santo no era sólo para los
apóstoles ni los ciento veinte. Seguiría accesible a ellos, sus hijos (inclusive sus descendientes) y todos los que estaban
lejos, a los que el Señor llamara. ¡Ese llamado se sigue proclamando!
El llamado no puede limitarse a los judíos. En el Antiguo Testamento se profetizó que Dios habla de paz a los que están
lejos (Isaías 57:19). Efesios 2:17 aplica esto a la predicación del evangelio a los gentiles. Así que, los gentiles están
incluidos en los que estaban "lejos". La promesa de Dios a Abraham, repetida cinco veces en Génesis, fue que por medio
de él y su simiente todas las familias (en todas las naciones) de la tierra serian bendecidas. La simiente de Abraham por
medio de quien viene esta bendición es Jesús (Calatas 3:16). Cristo murió en la cruz por nosotros "para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu Santo" (Galatas
3:14).
Jesús también dio la gran comisión de predicar las buenas nuevas a todas las naciones hasta lo último de la tierra (Mateo 28:19; Hechos 1:8). Así que, mientras
el evangelio se predica y Dios llama a la gente a la salvación, el bautismo en el Espíritu Santo según Hechos 2:4 aún está disponible. El creyente que
acepta la responsabilidad de alcanzar a los perdidos con la verdad del evangelio también debe reconocer
la necesidad de hacerlo en el poder (el Don) del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo es necesario
para cumplir con la gran comisión de predicar el evangelio a toda criatura.
El Espíritu Santo vino el día de Pentecostés a los creyentes que ya tenían una relación con Dios por medio de Cristo. La muerte de Jesús en la cruz puso en efecto el nuevo pacto (Hebreos
9:15-17). Así que, los ciento veinte ya eran del nuevo pacto, la Iglesia, que había recibido la
comisión por medio de Cristo resucitado. El día de Pentecostés la Iglesia recibió el poder e hizo
que los testigos empezaran a propagar el evangelio para crecimiento.
Jesús no quería que sus seguidores empezaran la obra hasta que recibieran el poder. Se
necesitaron la señal de hablar en lenguas y la manifestación de los dones del Espíritu de profecía y exhortación para que los tres mil
fueran salvos el día de Pentecostés. Dios todavía quiere que su obra se haga por medio del poder
y los dones del Espíritu Santo.Todos los creyentes lo necesitan. Todas las
congregaciones deben tener el poder (dones) del Espíritu Santo.
1. Examinar la conexión entre la profecía de Joel y los eventos del día de
Pentecostés.
2. Desear el don del Espíritu Santo como una fuente continua de poder
espiritual.
El derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue algo nuevo en
el trato de Dios con su pueblo. En la época del Antiguo Testamento Dios
llenó a varias personas con su Espíritu. Bezaleel y Aholiab, por ejemplo, fueron
llenos para hacer un trabajo más excelente en el tabernáculo y enseñar a otros también (Éxodo 31:2,3; 35:30-
35).
Más tarde. Moisés reconoció que el Espíritu Santo debía ser parte de la experiencia normal del pueblo de Dios (Números 11:29), pero ese nunca fue el caso durante la época del Antiguo Testamento. Joel profetizó que Dios derramaría su Espíritu, no sólo sobre algunos, sino "sobre
toda carne." Los límites del Antiguo Testamento se quitarían y la experiencia sería para todos. El cumplimiento de la profecía de Joel empezó en
el día de Pentecostés y continuara hasta que Jesús regrese.
I. Se da la promesa (Joel 2:28-32)
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis
sido comprados por precio; glo rificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de
Dios" (1 Cor. 6:19, 20).
8 Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí,
sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.
10 No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de
ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a *prueba, y
sufrirán persecución durante diez días.
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
8 El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. 9 Porque los conocimientos y la profecía
son cosas imperfectas, 10 que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto.
11 Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de
un niño. 12 Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a
Dios como él me ha conocido siempre a mí.13 Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y
el amor; pero la más importante de las tres es el amor.