yo frente a la crisis

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El “Yo” frente a la crisis existencial, El “Yo” frente a la crisis existencial, crisis de identidad, y crisis crisis de identidad, y crisis vocacional. vocacional. Alternativas. Alternativas. Por Martín Soria www.martinsoria.cl El “Yo” frente a la crisis existencial, El “Yo” frente a la crisis existencial, crisis de identidad, y crisis crisis de identidad, y crisis vocacional. vocacional. Alternativas. Alternativas.

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El “Yo” frente a la crisis existencial, El “Yo” frente a la crisis existencial, crisis de identidad, y crisis crisis de identidad, y crisis

vocacional. vocacional. Alternativas.Alternativas.

Por Martín Soria

www.martinsoria.cl

El “Yo” frente a la crisis existencial, El “Yo” frente a la crisis existencial, crisis de identidad, y crisis crisis de identidad, y crisis

vocacional. vocacional. Alternativas.Alternativas.

El “Yo”… frente a la crisisEl “Yo”… frente a la crisis

• El “Yo”… se encuentra inserto en este elástico de tendencias. Elástico que se puede ligar o desligar según sea la tendencia armónica o desarmónica con el sentido de la razón máxima constante.

• Y el “Yo”… se afecta o afecta también al entorno en el cual se inserta.• Pero, ese “Yo”… ¿Quién es?• Es alguien que vive, habita, piensa y trabaja en un determinado ámbito,

y que opera en función de determinados parámetros rectores culturales, ideológicos, religiosos, morales o políticos.

• Pero al mismo tiempo ese “Yo”… es alguien que siente necesidades, que razona o justifica significados y que desarrolla una serie de conductas conscientes o inconscientes.

• El “Yo” … es alguien que se orienta en alguna dirección.

• Ese “Yo”…, que necesita de algo y de alguien; ese yo que reconoce realidades y que busca ser consciente de su realidad, y ese “Yo”… que exige deberes al inmediato, ignora su deber máximo constante, el deber de ser persona.

• Todo “Yo”… cree saber que ignora quien es él. Conoce un nombre, una serie de rutinas que responden a una constante, pero que se modifican en el desarrollo del crecimiento de la persona. Reconoce a una identidad distinta del otro, a pesar de que exija al otro comportarse como él. Reconoce en sí un carácter, a pesar de sentirse siempre inseguro o carente del mismo. Reconoce que hay algo común a todos los diferentes, pero ese “algo común” es un misterio compartido.

El “Yo”… frente a la crisis existencial• El “Yo”… busca su origen, pero más allá del

origen natural, del ser hispano, sajón o chino, se busca el origen intencional del ser creado.

• Se dice que todo acto de habla o escritura contiene intencionalidad y significación, pero podemos ir un poco más allá y veremos que todo lo creado por el hombre responde también a una intencionalidad ya sea esta consciente o inconsciente, y se justifica en base a una razón, ya sea esta, intencional humana (propositiva) o, que responde a las normas de la naturaleza (fortuita).

• Si somos capaces de reconocer esta realidad en cada accidente, podemos llegar a entender que todo lo creado contiene intencionalidad y significación, esta no es una ocurrencia mía, es una máxima filosófica atribuida a Leibniz . De ser cierta esta máxima aceptada por la filosofía tradicional, y siguiendo una lógica socrática, si yo soy un acto un “ser creado” es lógico pensar que “Yo”… también respondo a una intención y a la razón que justifica mi existencia.

• Se sabe que todo cambia, y podríamos pensar que nuestra intención también puede cambiar, pero lo que cambia, cambia siempre en función de una normativa constante estable y permanente. Cambia siempre en función de la razón que justifica su modificación.

• Lo que no cambia es la razón que justifica el cambio, a pesar del variado número de razones justificantes del cambio que podamos nosotros ofrecer, esta razón es siempre necesaria y por eso ocurre el cambio.

• El cambio que justifica a la necesidad, la satisface y por lo mismo es valido. De esta manera podemos afirmar que la razón constante, estable y permanente en cada cambio es el valor. Todo cambia porque es necesario y por que es necesario se justifica y por lo tanto vale.

Si el origen de todo acto es el valor … ¿Qué es valor?

• Es fácil deducir por lo que hemos dicho que valor es la cualidad que satisface.

• Valor es la cualidad contenida en el objeto apreciado que satisface a la necesidad del sujeto que lo aprecia.

• Pero el saber que somos originados por una cualidad que satisface no es suficiente para satisfacer nuestro vacío existencial.

• Todos sentimos que servimos para algo porque todas las especies cumplen un rol específico, así como las arañas colaboran en la reconstrucción del bosque quemado, o los insectos polinizan, o los elefantes desforestan, así también nosotros debemos servir para algo en este mundo.

• Para reconocer a qué servimos, debemos antes reconocer cual es la necesidad que nos originó. Y la satisfacción de esa necesidad justificará nuestra existencia.

• Porque no reconocemos cual es esa necesidad, nos encontramos en la situación de compartir esta carencia existencial.

¡Todo es relativo! ¿Quien de ustedes no ha escuchado esta frase en alguna ocasión? Tal vez incluso alguno de ustedes la ha repetido alguna vez.

Pues, permítanme decirles que esta afirmación no es completamente cierta.La ciencia nos dice que aquello que ocurre siempre y en todo, que se da siempre y en todo, es ley, norma o principio y por lo mismo, adquiere el carácter de absoluto.

¿Es todo siempre relativo?Si es relativo debemos encontrar el paradigma constante que certifique que con respecto a tal medida, es relativamente más grande o más chico, más grato o menos grato, o más cierto o menos cierto. Pero, ¿puede la naturaleza del juicio ser siempre y para todo relativo?

• Imagínense un juicio en el que toda opinión, y todo valor es considerado relativo por el juez, así como por el defensor y por el fiscal. ¿llegarían a algún acuerdo?... Piensen profundamente en ello. ¿llegarían a algún acuerdo? Imagínense una sociedad en la que toda opinión, y todo juicio es siempre relativo, ¿se ordenarían sus conciudadanos? ¿establecerían algún acuerdo? ¿cooperarían en alguna construcción?

• La cooperación es producto del respeto mutuo y del establecimiento de jerarquías de valores. La cooperación y el respeto, exigen de lo bueno lo mejor, de lo razonable lo constante inmanente, de lo que se debe realizar, lo más eficiente. Lo mejor, lo más razonable y lo más eficaz, son siempre propulsores de la cooperación.

• El respeto está en función de la aceptación de la eficiencia, de la confianza y de la concordancia con cada uno pero también está en función de la aceptación de lo supremo, de lo más razonable y de lo más vinculante. El valor es unidad en el enlace vincular.

• El juicio o, conocimiento del juicio de la razón, no puede ser siempre relativo, de ser siempre relativo, no tendría ninguna validez nuestro intelecto.

• El intelecto del ser humano, espera la verdad, porque se siente en orden cuando confía y no cuando desconfía. Cuando el intelecto desconfía, el individuo ansía la verdad o se angustia por no tenerla.

• La ansiedad y la angustia son tensiones extremas que nada tienen que ver con la libre diligencia autónoma y responsable. El juicio de una razón es relativa a la apreciación de cada individuo pero eso no hace que todo juicio, todo conocimiento u opinión, sea relativa en su significado.

• Que la circunferencia es siempre 3,1416 veces su diámetro es una realidad absoluta, porque ocurre siempre y para todas las circunferencias.

La transformación de esta realidad en concepto no transforma a la realidad absoluta en relativa. Independientemente de que quien lo afirme sea un niño o un adulto, un maduro o un inmaduro.

Si afirmamos la existencia de esta realidad como valida siempre y para todas las circunferencias, ya no podemos seguir diciendo que todo es relativo No propaguemos falsos testimonios.

EL SENTIDO DEL TODO Y DEL SIEMPREEL SENTIDO DEL TODO Y DEL SIEMPRE• Todo, significa que no puede existir nada más allá del radio que

este término significa. Todo es todo, sin exclusión. • Hablar de un todo es implicar la existencia de una nada o ausencia

de todo, a no ser que el todo sea siempre. En ese caso la nada queda excluida.

• Siempre implica que no deja tiempo ausente, que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá.

• Siempre es una constante y todo es presencia inmanente• Es necesario ajustar estos conceptos – -todo -siempre- con su

significado, porque son demasiadas veces utilizados en un modo no siempre acertivo.

• El ejercicio del tu siempre haces eso, o, las cosas son siempre de este modo, dañan la realidad de la persona, que no siempre hace eso y falsea la realidad de las cosas, que no siempre ocurren de ese modo.

• El siempre y el todo ha de ser utilizado para aquellas cosas que si son siempre así o para aquello que todos hacen, o que está en todo.

• Por ejemplo, el acto, siempre contiene significación.• Lo creado siempre vale. Para ser apreciado o despreciado, para

construir o destruir.• Siempre existe movimiento, en todo. Luego, el movimiento es una

constante absoluta.• Siempre surge el valor de lo apreciado. Y para apreciarlo siempre es

necesario un actuario que aprecie y un acto a apreciar.• Todos los seres crecen.• Todo es energía.• Todo ser creado satisface la necesidad de dos propósitos uno

individual, que debe ser supeditado al satisfacer la necesidad del conjunto.

• Todas existencia acción y multiplicación responde a la necesidad que lo justifica.

• No siempre hace el ser lo mismo.• No siempre todo es maduro.• No siempre llueve la misma cantidad.• No siempre tenemos hambre.• No siempre ocurren las mismas cosas.• No todo es de color rosa.• No todo es igual.• No todo es como todos lo ven. Etc.

• Todos sabemos que existen diferencias siempre y que esas diferencias, que están siempre en equilibrio, nos permiten aprender a equilibrarnos con ellas, en la medida en que comprendemos cual es el equilibrio de las diferencias.

• El equilibrio entre las diferencias se desprende del valor.• Cuando las diferencias valen a los dos, al apreciador y a la diferencia, en

ese caso, las diferencias se equilibran. Pero cuando la diferencia no vale al que la observa, la diferencia entra en desequilibrio con el observador.

• Las diferencias se validan cuando adquieren un papel complementario, significativo o servicial a quien o a quienes las aprecian.

• Las diferencias no compartidas, no significativas o no correlativas con el espectador, entran en desequilibrio, en ruptura, en separación, en división. En una palabra en rechazo.

• Se rechaza lo que no se aprecia como valido.• Valor es todo aquello que nos satisface, significa y sirve de algún modo.• Valor es la cualidad contenida en el objeto apreciado que complace a la

necesidad, interés o deseo del sujeto que lo aprecia.• Existen valores absolutos, que son siempre y para todos validos y valores

relativos a la apreciación de cada individuo.• Valor es todo aquello que nos satisface, significa y sirve de algún modo.• Valor es la cualidad contenida en el objeto apreciado que complace a la

necesidad, interés o deseo del sujeto que lo aprecia.• Existen valores absolutos, que son siempre y para todos validos y valores

relativos a la apreciación de cada individuo.

• Valores relativos Son todos los fragmentos derivados de los valores absolutos.

• Por ejemplo, el placer es relativo a quien lo experimenta y a la intensidad que de este se perciba.

• La verdad es relativa al grado de recognición o convencimiento y al nivel de madurez de quien la recibe y reconoce.

• La bondad es relativa al beneficio que significa y al beneficiario que se sirve de ella.

• En todo acto, frente a toda decisión, en todo juicio y en toda conducta o creación, es conveniente fijar la atención en el establecimiento de valores absolutos.

• Conviene siempre dar y recibir aquello que es siempre y para todos valido, aquello que nos hace y que hace a todos sentirse plenos, autónomos y cumplidos.

El Yo frente a la crisis de identidad• A pesar de que todos

disponemos de un Rol Único Tributario RUT o de un documento nacional de Identidad, con nombre y apellidos, … si preguntamos a cualquiera de ustedes ¿quién o, qué es ese número o ese nombre y apellidos? Nos vamos a llevar grandes sorpresas. Y quizá la máxima sorpresa sea el reconocer que nadie sabe lo que es o, quien es, o cual es la razón que lo justifica como es.

• Encontraremos, eso sí, muchas y variadas explicaciones, pero seguramente la justificación del uno no sea o, no corresponderá con la justificación del otro.

• Si somos especie, y una especie se caracteriza porque comparte aspectos que la identifican como tal, entonces el ser humano debe también compartir algún aspecto con el resto que lo identifique como perteneciente a la especie humana.

• Por lo demás, sabemos que la especie humana comparte una información genética nuclear equivalente. La que origina su capacidad lingüística por ejemplo, o la capacidad de erguirse en vertical, o, la capacidad de dominio sobre sus conductas.

• Todos sabemos que existen características exclusivamente humanas, y sabemos también que somos únicos en atribuciones caracterológicas, sensibles, cognoscitivas y motivacionales, pero ignoramos cuales son y por eso, no podemos reconocer nuestra verdadera identidad como personas únicas e irrepetibles que comparten en común la atribución de ser completamente humano.

El “Yo “ frente a la crisis vocacional• Es común, al presentarnos que se

diga “yo soy pintor” o “yo soy ingeniero” o cualquiera sea la profesión de cada uno, pero difícilmente nos hemos encontrado frente a alguien que diga cuando se presenta:

• “ Yo, después de haberme realizado en base a la razón constante e inmanente de la autenticidad humana, y después de haber madurado en el oficio del ser persona, realizo trabajos de cultivo de uva”.

• Esta respuesta, que por lo demás, debería ser la más común entre personas maduras, es tan extraña a nuestro intelecto que ni si quiera la puede reconocer como probable.

• Ante la gran incógnita sobre el ¿qué debo hacer en la vida? La respuesta más repetida es la siguiente: ¡trabaja!.

Tú eres el oficio que desempeñas. Pero eso no satisface completamente. Nuestro intelecto no se cree que seamos campesinos, negociantes, banqueros, arquitectos o ingenieros.Pero cuando preguntamos a nuestros superiores ¿qué soy? La respuesta es siempre la misma: tú eres … -un nombre-; un número, una profesión, un género, un gentilicio. Y ninguna de estas respuestas acomodan a nuestra necesidad de encontrar nuestra verdadera razón de ser.

Llegamos a la conclusión de no saber qué somos, de donde venimos o a donde vamos

• Esto no tiene nada de novedoso, pero si podemos decir que es compartido por muchos de nosotros.

• Alguno de ustedes puede tener su razón como as escondido bajo la manga, pero esa tarjeta, si solo vale para uno, no vale para todos y no podríamos catalogarla como razón que justifique la existencia de la especie humana.

• Entrar en el reconocimiento de las razones constantes que identifican al ser humano como especie es algo apasionante y creo que a todos nos va a interesar mucho, por eso quiero invitarles a continuar en este estudio.

• Antes, si, me gustaría ofrecerles mi visión sobre las alternativas que se nos ofrecen en el mercado contemporáneo, para tal menester.

alternativas• Filosóficas, científicas, o religiosas.• La filosofía tradicional ha ofrecido numerosas alternativas significativas del ser

persona, pero ninguna de estas versiones ha podido ajustarse completamente a la generalidad de la especie.

• La ciencia ha demostrado la existencia de funciones y conductas paralelas, compartidas por todos los humanos, pero tampoco ha demostrado la razón constante e inmanente del ser persona que satisfaga la necesidad de todos y cada uno de nosotros.

• La religión también ofrece en paralelo, una visión del ser humano, pero quizá sea este el planteamiento que más ha costado demostrar a las generaciones contemporáneas, por su insistencia en el misterio de una fe que lo justifica todo.

• Cada uno de ustedes puede inclinar la balanza hacia la vertiente que más le acomode, pero con seguridad, podemos afirmar que ninguna de ellas podrá levantar la mano y decir que posee la auténtica razón de la existencia que satisface a la necesidad de todos los humanos.

• Nosotros, estamos al encuentro de esa verdad compartida y creo que en el estudio de las razones constantes podemos aproximarnos.

• Yo no me atrevería a afirmar que las razones que les voy a mostrar sean validas siempre y para todos, pero si creo que la recognición de estas constantes por aquellos que estén preparados para reconocerlas, será de mucha importancia en el desarrollo de nuevas metodologías de aprendizaje que nos aproximen al reconocimiento de la razón constante que justifica nuestra existencia como especie humana.

Debemos confiar en los postulados científicos porque se basan en los mismos atributos que los postulados filosóficos:

• 1. Las Leyes físicas son universales y se aplican en todo tiempo y en todo espacio, desde nuestro humilde planeta hasta el confín de las galaxias.

2. Son absolutas, puesto que no dependen del que las descubre. Un belga o un español acabarán por descubrir las mismas e idénticas leyes, hace miles de años o dentro de miles de años.

3. Son atemporales, puesto que si bien describen un mundo sometido al tiempo, así como los fenómenos en movimiento y cambio continuo, las leyes permanecen idénticas a ellas mismas sin ningún cambio.

4. Son omniscientes, puesto que actúan sobre los objetos materiales con la determinación del que sabe de antemano hacia dónde quiere ir y lo que quiere obtener.

Unamuno dice que no hay nada más descarriado que un libre pensador, porque quien no piensa en algo valido, no tiene cómo validar lo que piensa.

La ciencia y la filosofía postulan por lo valido.

• Aún así, debemos tener cuidado porque a pesar de todo, podemos caer en el cinismo de aquel principio que hizo explícito Federico II:

• «mis vasallos y yo hemos llegado a un acuerdo, ellos dicen lo que quieren y yo hago lo que me da la gana».

• Esta conducta en la actualidad es demasiado compartida y por lo mismo, padecemos el dolor del desencuentro, del desconocimiento y del desconcierto. ¡No culpemos a nadie de lo que debemos asumir nosotros!.

• Todo el mundo quiere que le digas la verdad, pero solo aquella que ellos quien escuchar...

conclusión

• Existe la necesidad por ser persona, pero las alternativas que encontramos para justificar la realidad del ser persona son insuficientes, por esta razón el ser persona no existe como arquetipo social o como ejemplo natural a seguir tradicionalmente.

• Es necesario encontrar el prototipo del ser humano que justifique a la necesidad del ser persona y que cumpla con el deber de ser auténtico.

• Esta necesidad, interés y deseo es compartido por todos y cada uno de los seres humanos, y por ser necesaria, se debe satisfacer con el descubrimiento del arquetipo original que la justifique como valida siempre y para todos.

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• What the bleep do we know?

• COMENTARIOS.• COFFEE BREAK

Martin Soria

www.martinsoria.cl