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Yo valgo mucho más! En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer: “¿Qué tipo de hombre estás buscando?”. Ella se quedó un momento callada antes de mirarle a los ojos y le preguntó: “¿En verdad quieres saber?”. El respondió: “Sí”. Ella empezó a decir: “Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí. Yo pago todas mis facturas. Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre. Yo estoy en la posición de preguntar, ¿qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?” El hombre se la quedó mirando. El claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero!. Ella rápido sabiendo lo que él estaba pensando dijo: “No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida”. El cruzó los brazos se acomodó en la silla y mirándola le pidió que le explicara… Ella dijo: “Yo busco a alguien que luche por la perfección mental, porque yo necesito a alguien con quien conversar y que me estimule mentalmente. Yo no necesito a alguien mentalmente simple. Yo estoy buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mis inquietudes, mis creencias, mis incertidumbres… No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera porque yo no necesito un cargo financiero. Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer. Yo estoy buscando a alguien el cual yo pueda respetar, un hombre que pueda arreglar él mismo sus problemas. Yo no puedo ayudar a un hombre que no se puede ayudar a sí mismo” Cuando terminó ella lo miró a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes. El le dijo “Estas pidiendo mucho…”. Ella le contestó: “YO VALGO MUCHO MAS!!!”. Un día, un hombre sentado al borde del camino bajo un árbol, observó cómo la oruga de una crisálida de mariposa intentaba abrirse paso a través de una pequeña abertura aparecida en el capullo. Estuvo largo rato contemplando cómo se esforzaba hasta que, de repente, pareció detenerse y que había llegado al límite de sus fuerzas: no conseguiría ir más lejos. O así creía él. El hombre decidió ayudar a la mariposa: agarró una tijera y ensanchó el orificio del capullo. La mariposa, entonces, salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba blanquecino, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola, porque esperaba que, en cualquier momento, sus alas se abrirían y estirarían y el insecto se echaría a volar. Nada ocurrió. La mariposa vivió poco y murió. Nunca voló, y las pocas horas que sobrevivió las pasó arrastrando lastimosamente su cuerpo débil y sus alas encogidas. Aquel caminante, con su gentileza y voluntad de ayudar, no comprendió que el esfuerzo necesario para abrirse camino a través del capullo era la manera que Dios había dispuesto para que la circulación de su cuerpo llegara a las alas, y estuviera lista para volar una vez hubiera salido al exterior.

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Yo valgo mucho más!En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer: “¿Qué tipo de hombre estás buscando?”. Ella se quedó un momento callada antes de mirarle a los ojos y le preguntó: “¿En verdad quieres saber?”. El respondió: “Sí”.Ella empezó a decir: “Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí. Yo pago todas mis facturas. Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre. Yo estoy en la posición de preguntar, ¿qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?”El hombre se la quedó mirando. El claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero!. Ella rápido sabiendo lo que él estaba pensando dijo: “No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida”. El cruzó los brazos se acomodó en la silla y mirándola le pidió que le explicara…Ella dijo: “Yo busco a alguien que luche por la perfección mental, porque yo necesito a alguien con quien conversar y que me estimule mentalmente. Yo no necesito a alguien mentalmente simple.Yo estoy buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mis inquietudes, mis creencias, mis incertidumbres…No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera porque yo no necesito un cargo financiero.Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.Yo estoy buscando a alguien el cual yo pueda respetar, un hombre que pueda arreglar él mismo sus problemas. Yo no puedo ayudar a un hombre que no se puede ayudar a sí mismo”Cuando terminó ella lo miró a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes. El le dijo “Estas pidiendo mucho…”. Ella le contestó: “YO VALGO MUCHO MAS!!!”.

Un día, un hombre sentado al borde del camino bajo un árbol, observó cómo la oruga de una crisálida de mariposa intentaba abrirse paso a través de una pequeña abertura aparecida en el capullo. Estuvo largo rato contemplando cómo se esforzaba hasta que, de repente, pareció detenerse y que había llegado al límite de sus fuerzas: no conseguiría ir más lejos. O así creía él.

El hombre decidió ayudar a la mariposa: agarró una tijera y ensanchó el orificio del capullo. La mariposa, entonces, salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba blanquecino, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola, porque esperaba que, en cualquier momento, sus alas se abrirían y estirarían y el insecto se echaría a volar. Nada ocurrió. La mariposa vivió poco y murió. Nunca voló, y las pocas horas que sobrevivió las pasó arrastrando lastimosamente su cuerpo débil y sus alas encogidas.

Aquel caminante, con su gentileza y voluntad de ayudar, no comprendió que el esfuerzo necesario para abrirse camino a través del capullo era la manera que Dios había dispuesto para que la circulación de su cuerpo llegara a las alas, y estuviera lista para volar una vez hubiera salido al exterior.

Algunas veces, justamente es el esfuerzo lo que necesitamos en nuestra vida. Si Dios nos permitiese vivir sin obstáculos, quedaríamos inválidos. Nunca llegaríamos a nuestra plenitud.

Por eso...

Pedimos fuerzas... y Dios nos da dificultades para hacernos fuertes.Pedimos sabiduría... y Dios nos da problemas para resolver.Pedimos prosperidad... y Dios nos da cerebro y músculos para trabajar.Pedimos coraje... Y Dios nos da obstáculos para superar.Pedimos amor... Y Dios nos da personas con problemas para ayudar.Pedimos favores... Y Dios nos concede oportunidades.Parece que no recibimos nada de lo que hemos pedido... pero recibimos todo lo que necesitamos.

Vivamos la vida sin miedo, enfrentemos todos los obstáculos e intentemos superarlos. La ayuda de Dios no nos faltará porque todo eso forma parte de su plan misericordioso sobre nosotros

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El corazón mas hermoso

Un día un hombre joven se ubicó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él máculas ni rasguños.

Sí, coincidió el gentío que era el corazón más hermoso de todos los conocidos. Admirado, el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar . De pronto, una persona señaló a un anciano y dijo: "¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni aproximadamente lindo comparado con el de ese hombre? Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, estaba cubierto de cicatrices y hasta existían zonas donde partes del corazón habían sido reemplazadas por otras que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su contorno. También había lugares con huecos donde faltaban trozos profundos. Entonces todas las personas tuvieron una gran confusión y pensaron - ¿como puede él decir que ese corazón es más hermoso?

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo. "Compara su corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el suyo es un conjunto de cicatrices y dolor." "Es cierto," dijo el individuo, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo.... Escucha, cada cicatriz representa una persona a la cual entregó todo su amor. Arrancó porciones de su corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que ha amado. Muchos a su vez, le han obsequiado una parte del suyo, que colocó en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales se alegra, porque al poseerlos vibra con el amor que han compartido." "Hubo oportunidades, en las cuales entregó un trozo de su corazón a alguien, pero esa persona no le ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos... Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas le producen al haber quedado abiertas, ellas hablan de la capacidad de amar de ese anciano, siempre esperanzado con el regreso de esos seres para que ocupen el vacío que han dejado en su corazón y logren así experimentar también ellos la alegría del Amor. "

"¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó una parte de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El hombre senil lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó una porción del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el intercambio de amor fluía en su interior.

Con toda la ternura de mi corazón a todos aquellos corazones,que con huecos y llenos de cicatrizes,como todos los corazones que comprenden,todavía son capaces de seguir amando.