1Preponderante indivisible: materia permanente
percusión de la saca- mete pecho
provoca jaqueca
en la cóclea donde mamá gallina roncacarea, con las espuelas marca su cumpleaños
recuerdo el hedor a hospitalillo en tumbas de musgo llagadas por escorrentía o varadas como troncos en una playa
y para que naciera el sur de la luna
al brujo amordazado se le inyectó jugo de campana poco a poco
para que sobre un gris trasfondo repentinamente
halle múltiples paraísos, urbes de puentes rotos, precipitación
de monedas huecas platinadas
jaurías de ojos viperinos que en ondas expelan al universo
las girasoles del sur
los pitirres del guaraguao
los cadáveres engabanaos en el río de Añasco
la peseta de oro y oración a San Miguel Arcángel en la crecida
el correspondiente papeleo rechazado, el futuro cancelado:
“Descenso colonialal fondo del mar Caribe”
desde las minillas a leguas un millón de seres fugaces batiendo los brazos,
volando ciclónicamente norte adentro
a chupar la savia y el néctar del oro y la marea, lo que ha quedado del solar reflejo entre el cielo y la boca de un río.
2Las perlas están vivas;
soy la vitrina, su borde metálico
vibra el mar, abre su boca Yemayá,
sobre las yolas de los pescadores mayagüezanos
Quiero. soy un abismo habituado a las
estatuas de alga, a los hijos
amordazadosdel sargazo
y los buques devorados por
anémonas rojas
fui la medusa que alzó sus tentáculos
por el río pa la montaña
espuma todo agua todo blanco perla el resplandor de
sus pecesde mar en agua dulce ahogados
No gracias.
Sólo sueño gente y perlas
3
guanín de oro somos
casucha de madera, fogón en la entrada trasera, nuestra entrada principal durante la guerra justa
de la negra bruja que esparce sus ramas pariendo el fruto relleno con polvo de estrella
del templo estrellado y los areitos de sacrificio con cohoba, de Lalesh hasta Caparra, donde muchas ratas de campo fueron desterradas con los mosquitos
del espejo enredado
por ortigas y parcha,
cundeamor en abundancia
y pechos por montañas he
mirado desde Dios y sus pezones besado, caído
siendo ángel de luz en medio del
paraíso, bebido su leche
que también sus murciélagos y buitres extraen en
pintas de cero, negativos y uno
ellos y los que no los he sido yo
no se aguarda la deidad, mejor ahorramos lo que podemos en el cofre; menudo, caracoles, chapas para el bingo, perfumes de suerte inmediata, que hoy sea otro día más parecido al sueño
allá, en ese aparatoso accidente de hermosa curvatura, esa herida de bala Atlántica que obliga, ese ultimátum sin que llegue la ambulancia, ese encanto y amarre que persiste en mi mirada
la interminable pasión con que el paraíso resulta benevolente para los secuestrados
guanín de oro, la montaña inexplorable, la impenetrable tiniebla y el fuego que nos conecta, Soy
4 nunca deseé apartarmede los soles escritos en piedranunca comer del cadáver de los arrastrados hacia el rojo del ríonunca reír de la carne siendo consumida en pétalos azules de fuegoy nunca deseé apearmede los centrosque aguantaban mis propias accionesde aventurarse mar adentronunca había ido más allá de mis templostienen un alisio dorado que me matay un aroma fresco de lluvia a lo lejos
nunca me salí, ni puesto un pie
fuera del paraíso; Sólo permití que crepitaraa la superficie de mi piel; Vengodel cielo y el infiernopuestos juntos en paz
donde necesitas dos tús para no ser hipócritadonde nosotros es sólo trabajo nebulosoy aunque haya cambiado mis maneras,sigo siendo esa bestia tropicalque aguarda bajo sombra y calor
5amarlocomo si volara mi chiringa amarilla en un techo de La Perla, durante sequía con un fili casi fumado por el viento por besarlo,
por liquidar el tiempo, con toda mi sangre,besarlo
6 pero es un número imperfecto; él, yo no sé, pareciera que no quisiera marcarse, que la emoción es para él un bosque en desertificación; o ilusión: y estoy sumido en un lugar denso, ficha de juego, fuera del cual estoy catatónico siendo clavado por el Diablo y sus cuernos
es un número que se sacudió hasta librarse de serlo. Sus partículas de carbón salieron del papel
siendo polvo de estrella, y mezcló su cuerpo
con los celestes. Ni el uno ni el otro mueven la boca ni por la gravedad se llevan
¿Por qué huye?
¿Por qué tiembla?
¿Por qué deja una tormenta de arena y levanta tanta duna en su mente?
¿Por qué asolas, si fui siempre llamado, hurgado y querido por sólo él?
7los girasoles del sur de la luna
cromados por oro blanco
una
memoria estelar estrellada como mi alma en el alma del paraíso
dejaron ráfagas arenosas finas líneas que cubren de brillante relieve su faz, es suave su cara cuando en la penumbra va pronunciando las fases de sus cornudos retoños
luna y lunita plena,
hay eternidades en las permanencias: cuando se te cayó la piedra de agua nacieron gemelos la mar y tú, mordiendo la calabaza, Deminán y deseo
pensar que son mis zapatos uno
con las nubes, subir en neblina y entregarme como los obreros que caen a las calderas; pero al revés, tocarte como si colgara de un hilo de sangre congelada interplanetario rasgando la yema en tu cáscara rostizada por el frío
los girasoles del sur son mi recorrido por la luna un sueño despierto
donde calo las minas a profundidades extremas, respirándome cada vez más hondo, tan abismal que nos delatan esos ríos de plata
y las hoyas de oro, coagulados en la nada de nuestros ojos
8ya no buscaré en el calor de las piedras el refugio para mi alma que brota, aroma de flor de barrio, arena y espora del hongo al dosel
tomaré prestado del éter el diamante donde pongo mi gota de sangre contaminada,
será mi garganta la que condujo hacia la locura, por sendas ya caminadas donde son presencias las huellas, son fantasmas los vientos y son danzas lentas los árboles
son flamboyanes sangrantes en verano, enroscados por la víbora de púas, cuando sienten el dolor tan agudo como el placer
ya no estoy en un trapo sucio, escrutando; estoy perfumado, y derredor no existe nadie
ya no buscaré, no ayudaré, te has de revelar asolas si quieres que la cueva grite y puje, si quieres que se levanten los mártires en el soplo de Dios, manos arriba asaltados por los vivos en las playas del olvido, y que se escriba en la balacera,
sobre la arena, a la sombra de la luna nueva en el Paseo De
La Princesa, “¡Allá voy otra vez! ¡A visitar los muertos
con guayaba, raíces
y candilejas, con ollas hechas con
lata e galleta, con rosarios
para las beatas y escopetas
brillosas para los guerreros,
flor campana para los
prisioneros y machetes para nuestros hijos,
con agua de lluvia pura en
abundancia, con carne de conejo, semillas, huevos
de gallina y gallos de pelea!”
9 Señor, PhD;
tengo un problema
con ser. Dibujar en la noche puede
quitarme el sueño, pero, creo, que a
veces las sombras
se intensifican cuando paso los portales, cuando
escruto los umbrales y
como que se alejan. Lo juro,
como si yo tuviera patas de cangrejo. Como si rodeada
por una conspiración,
he caído en el descenso del
péndulo que recién
descubrí salía lento
de una densa bruma y yo, en el
éter sin tiempo, sin moverme,
fui arremetida por él,
que acababa de conocer no bien su
silueta habiendo visto.
Doctor, es como si la senda y la
vereda son una a la otra paralelas,
como es el tiempo cuando una
personase enamora, como es la
nutrición cuando uno se cuida
o se envenena, o el té verde a las
seis, y otras aguas de
muerte buena. Nadie saben sus
besos más a aguardiente
que los que yo me doy;
y aunque todo pasará
a su opuesto extremo
y adelante, he intentado
últimamente ayunar hasta el
hambre para renegociar cómo
aprecio las cosas; y hasta el devenir,
las visitas inesperadas y la
parálisis del insomnio han
parado, pero
reemplazadas por lapsos en que
extingo el tiempo y recorro
las costas de la tierra
la mano por el borde
de la cama y anuncian que
tembló fuerte. Yo creo en la
correspondencia;
estimulé un punto frágil, o lo sentí
venir: Doctor, dígame qué es
lo que estoy pasando.
Sé usted y yo sabemos,
el mundo nuestro
penitenciario solamente
puede aguantar tanta locura;
cuando se acaba el suministro,
la criatura grita, suspira por aire,
convulsa, se le brotan los
cuernos y sobrehuesos por la
piel y aunque termina
ciego, con los cuernos la defensa
que provee la visión compensa. Es eufórico soñar
y escuchar la
bestia, un behemoth
enorme que retumba por el lado de la casa; los
vecinos disparan, convulsan, se
rasgan la ropa gritando, celebran
y la bestia bajó la montaña
a ponerse sobre la mina, un hueco
cónico amplio hacia el interior
de la tierra, exhibió sus
cuernos que ocupaban el
vacío vibrando intensamente con
energía de muerte; seguido podíamos
ver que a su ausencia de ojos, aquel toro
gigante era imponente, pero
ciego víctima también
de nuestra suerte.
Cuando agarro el corazón de
Caguana, clamando que ella
es simplemente así, elusiva, siento un latido que nos
conecta, siento extenderse
por la litografía su pulso. ¿Dónde he
caído, Doctor?
Dígame qué ha pasado.
10 suspiro sobre el puente nasal de Dios, por la cordillera del paraíso, donde entran a los recovecos de su cerebro mis humos
besé su mente más hacia el norte y dejará una vela prendida
para que entre por la ventana, por donde salen las nubes rellenitas de lluvia y se le infiltran los iluminados
por donde las moscas nos roban la comida o llegan las reinitas
a cantarnos, hacernos nido en las lámparas, confundir con flores los adornos de la casa
se nos infla con pájaros el alma, y en el proceso tomaremos otras formas sacando la bestia o la mariposa para lamer la humedad dulce
que encuentro por su oreja pa dentro, cual si hallara en secreto la verdadera casa de Dios es la ciencia escrita sobre los cuerpos desnudos, sobre el paso de los castillos por las islas y cómo se autoflagela su silueta de brazos abiertos, pecho de esperanza, pasando sus propias pruebas, amando a trechos relativos o razonables cual cuando se vive con una mitad que tiene cuerpo pero su alma a distancia, tanto que no se le puede
ver aún estando en mi cuarto, en mi misma piel, en la misma cama
pero nuestra culpa no es de nadie, ni nuestra, que la estufa esté demasiado cerca de la ropa florida del clóset, o que los esqueletos que guarde sean templos de sanación para las arañas, ni que la voz quiera comunicarle su presencia al silencio aunque muera leve escuchando las trompetas cual si fueran campanas
hasta él ha entrado como huracán por esa puerta y virado la mesa patas arriba, con pan y café
servidos, cadenas de dominó trancadas, ron, vino, cerveza y picadura de marihuana hasta él ha lanzado pesetas por la entrada de ladrones, hasta él puede un domingo cualquiera renunciar durmiendo en una hamaca
¿y qué importa si barro el balcón y la visita no llega?
¿o si de noche me voy cimarrón que huye de una bala en línea recta?
tendré que estrellarme
ser de polvo estrella
y de estrella polvo
sucesivamente
11 extrañarse es, a veces, la parte irremediable
como es diminuto el cambio más grande,
12 El diagnóstico es que el señor Presidente está deprimido
él cuelga la cabeza en el llavero pasadas las nueve, y despierta viviendo con sueño, porque quiere activar el sueño, pero no puede estando cansado
el sueño sueño es, dormido o despierto ¿y si cuando está
dormido está despierto y cuando despierto, dormido?¿qué pasa?
¿los judíos dejan de rezar sus mogollas? ¿los árabes dejan de autoflagelarse? ¿los hindúes dejan las castas, y los piratas Somalís dejan el hambre?
rugir por socorro no es malo; nos afila los dientes y las uñas, pero el presidente necesita descanso, porque dos sueños lo drenan hasta la locura
porque él no agarra la invisible mano, porque él no la toca, y aun
con ella tan cerca de su boca, no puede morder; es un trecho
llevar las casas ya puestas en la tierra sobre la espalda, es un reto pasar la boca de la botella, todos armados con filo, todos chocando las dagas
El diagnóstico esque el
señor presidentees un
muerto entre los vivientes que se brinda en sacrificio a las manos que mueven la manigueta, un látigo especial de oro le espera, y su depresión se debe a su despedida sin gloria, la misma vida una y otra vez
patética, cenas pomposas en Bangkok, desayunos en Kenya… ¿por qué es que tiene, en pleno infierno, que obligarse a ser feliz?
13 el sudor en la frente después de otro día trabajando, y la paga llega como un milagro la luna ensangrentada entera conduzca mi espíritu, yo solamente soy un animal que busca estabilidad aunque ya la tiene.
Gracias.
27/9/15