“Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande
que te cagas, elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la
salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso
piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje
de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige el bricolaje y preguntarte quien demonios
eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la
mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura.
Elige tu futuro. Elige la vida. ¿Pero por qué iba yo a querer
hacer algo así?. Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa.
¿Y las razones? No hay razones. Quién necesita razones
cuando tienes
Heroína” Psicólogo Adán Domínguez
Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo
miserable siendo una carga para los hijos egoístas y hechos polvo
que has engendrado para remplazarte.
La heroína es una droga ilegal altamente
adictiva. Al mismo tiempo es el opiáceo más
abusado y el de acción más rápida. La heroína
se procesa de la morfina, sustancia que ocurre
naturalmente y que se extrae de la bellota de
ciertas variedades de amapolas o adormideras.
¿Qué es la heroína?
El opio es utilizado por
la humanidad desde la
Antigüedad, existiendo
referencias a su consumo
que datan de 4000 años
antes de Cristo.
Qué tranquilidad, señora mamá,
para sus hijitos…
heroína en sobrecitos…!
El laboratorio alemán Bayer fueron los inventores de la Heroína, una de
las peores drogas que existen en la actualidad. La lanzaron al mercado cerca
del 1900 a pocos meses de haber tenido un gran éxito con su otro
descubrimiento: La Aspirina. La promocionaban como un analgésico muy
eficaz para la tos y la bronquitis y para recuperar a los adictos a la morfina.
Típicamente se vende en forma de polvo blanco o marrón, o como
una sustancia negra pegajosa conocida en las calles como "goma" o
"alquitrán negro". Aunque la heroína de mayor pureza se está
volviendo más común, la mayoría de la heroína que se vende en la
calle es mezclada o "cortada" con otras drogas o con sustancias como
el azúcar, el almidón, la leche en polvo o la quinina (se usa para tratar
la malaria). La heroína de la calle también puede ser cortada con
estricnina u otros venenos. Ya que los abusadores de heroína no saben
la fuerza real de la droga o su verdadero contenido, están a riesgo de
una sobredosis o de morir. La heroína también presenta problemas
especiales debido a la transmisión del VIH y otras enfermedades que
pueden ocurrir al compartir las agujas u otros equipos de inyección.
La heroína generalmente se
inyecta, se inhala o aspira, o se
fuma. Típicamente un abusador de
heroína puede inyectarse hasta
cuatro veces al día. La inyección
intravenosa proporciona la mayor
intensidad y causa la oleada de
euforia más rápida (de 7 a 8
segundos), mientras que la
inyección intramuscular produce un
inicio relativamente lento de la
euforia (5 a 8 minutos). Cuando la
heroína se inhala o se fuma,
generalmente se sienten los efectos
máximos entre los 10 y 15 minutos.
Aunque ni el fumar ni el inhalar la
heroína produce una euforia inicial
tan rápida o tan intensa como la
inyección intravenosa.
¿Cómo se usa la heroína?
Poco después de la inyección (o la
inhalación), la heroína cruza la barrera de la
sangre al cerebro. En el cerebro, la heroína
se convierte en morfina y rápidamente se
liga con los receptores de opioides. Los
abusadores típicamente informan que
sienten una oleada de sensaciones
agradables, un "rush". La intensidad del
"rush" es una función de la cantidad de la
droga que se ha tomado y la rapidez con que
la droga entra al cerebro y se liga con los
receptores naturales de opioides. La heroína
es particularmente adictiva porque entra al
cerebro muy rápido. Con la heroína, el
"rush" generalmente va acompañado por un
acaloramiento de la piel, sequedad de la
boca y una sensación de pesadez en las
extremidades que puede estar acompañado
por náusea, vómito y una picazón severa.
¿Cuáles son los efectos inmediatos (a corto plazo) del
uso de la heroína?
Después de los efectos iniciales, los abusadores generalmente estarán
somnolientos por varias horas. La función mental se ofusca por el efecto de
la heroína en el sistema nervioso central. La función cardiaca disminuye. La
respiración también disminuye enormemente, a veces hasta el punto de
causar la muerte. La sobredosis de heroína es particularmente riesgosa en la
calle donde no se puede determinar con certeza la cantidad y la pureza de la
droga.
Uno de los efectos más perjudiciales de la heroína es la
adicción en sí. La heroína también produce grados profundos
de tolerancia y dependencia física que también son factores
poderosos que motivan el uso compulsivo y el abuso.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo del uso de
la heroína?
La dependencia física se desarrolla con
dosis más altas de la droga. Con la
dependencia física, el cuerpo se adapta a la
presencia de la droga y los síntomas de
abstinencia comienzan si el uso se reduce
abruptamente. El síndrome de abstinencia
puede ocurrir a las pocas horas a partir de la
última vez que se usó la droga. Los síntomas
de la abstinencia incluyen inquietud, dolor de
los músculos y huesos, insomnio, diarrea,
vómito, escalofríos con piel de gallina y
movimientos de las piernas. Los síntomas
mayores de la abstinencia alcanzan su punto
máximo entre las 24 y 48 horas después de la
última dosis de heroína y se calman
aproximadamente en una semana. Sin
embargo, algunas personas muestran signos
persistentes del síndrome de abstinencia
durante muchos meses. La abstinencia de la
heroína nunca es fatal para adultos
saludables, pero puede ser mortal al feto de
una adicta embarazada.
En algún momento durante el uso continuo de la heroína, una persona puede hacerse
adicta a la droga. A veces, hay adictos que se someten a muchos de los síntomas del
síndrome de abstinencia para reducir su tolerancia a la droga y así poder sentir la euforia
otra vez.
En un tiempo se creía que la dependencia física y el surgimiento de los síntomas de
abstinencia eran las características claves de la adicción a la heroína. Ahora sabemos que
esto no es totalmente cierto ya que el deseo y la recaída pueden ocurrir semanas y meses
después de que los síntomas del síndrome de la abstinencia hayan desaparecido.
También sabemos que los pacientes con dolores crónicos que necesitan opiáceos para
funcionar (a veces sobre largos períodos) tienen poco o casi ningún problema para dejar los
opiáceos una vez que el dolor se elimine por otros medios. Esto puede ser porque el
paciente con dolor simplemente está buscando alivio al dolor y no la euforia que busca el
adicto.
Las consecuencias médicas del abuso crónico de la
heroína incluyen venas cicatrizadas o colapsadas,
infecciones bacterianas de los vasos sanguíneos, abscesos
(forúnculos) y otras infecciones de los tejidos suaves, y
enfermedades hepáticas o renales. Las complicaciones de
los pulmones (incluyendo varios tipos de neumonía y
tuberculosis) pueden resultar de la mala salud del abusador
así como de los efectos depresivos de la heroína sobre la
respiración. Muchos de los aditivos en la heroína que se
vende en la calle pueden incluir sustancias que no se
disuelven fácilmente y que tupen los vasos sanguíneos que
van a los pulmones, el hígado, los riñones o al cerebro. Esto
puede causar una infección y hasta la muerte de pequeños
grupos de células en los órganos vitales. Las reacciones
inmunes a estos y otros contaminantes pueden causar artritis
u otros problemas reumatológicos.
¿Cuáles son las complicaciones médicas del
uso crónico de la heroína?
Por supuesto que compartir los fluidos o el equipo de
inyección puede conducir a las consecuencias más severas
del abuso de la heroína, las infecciones con hepatitis B y C,
VIH y una variedad de otros virus transmitidos por la
sangre, que los drogadictos pueden después pasar a sus
parejas sexuales y a sus hijos.
Los análogos de drogas son compuestos químicos similares a
otras drogas en cuanto a sus efectos pero que difieren un poco
en su estructura química. Algunos análogos son producidos por
compañías farmacéuticas para uso médico legítimo. Otros
análogos, a veces conocidos como “drogas de diseño”, pueden
ser producidos en laboratorios ilegales y a menudo son más
peligrosos y potentes que la droga original. Dos de los análogos
de opioides más comúnmente conocidos son el fentanil y la
meperidina (que se venden bajo el nombre de marca Demerol).
¿Qué son los análogos de opioides y cuáles son
sus peligros?
racias
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