Es muy difícil responder a esta pregunta, si sientes que tu vida de pareja ya
no es la misma, lo primero que debes hacer es sentarte a analizar qué
cosas son las que crees que están afectando la relación y si son motivos
realmente grandes para terminar. Un análisis descriptivo de los niveles y
las tendencias del divorcio y la separación conyugal realizado por la
Universidad Estatal de San Diego, nos revela que un error que cometen las
parejas es que terminan sus relaciones por cuestiones emocionales
(momentos de enojo, donde dicen cosas que realmente no quieren decir,
pero que son tan hirientes que rompen completamente la relación), y esto
pudo haberse evitado con una buena comunicación.
En toda relación de pareja se tienen altibajos y no siempre todo puede ser
puro amor y miel, pero es importante conocer qué cosas se pueden cambiar
y trabajar, ya que los problemas no aparecen de la noche a la mañana y es
bueno hablarlos y remediarlos en el momento, ya que si crecen, son bolas
de nieve que derrumbarán la relación cuando menos lo esperes.
Porque lo que deseamos es que todas las relaciones amorosas sean
estables y brinden bienestar, te presentamos 10 puntos que se deben tener
en cuenta para saber si en realidad debes preocuparte y buscar solución en
tu relación o simplemente dejar atrás la vida en pareja.
1. Infidelidad. Si una relación no va bien, la infidelidad se presenta con su
mejor atuendo, esto se da cuando se busca aquello que hace falta como
complemento de vida o que ya se ha perdido en la relación de pareja que
se vive. Uno de los problemas más comunes en el rompimiento de
matrimonios es la infidelidad, que puede ser por alguna de las dos partes.
De acuerdo a la investigación del Instituto de Investigación DYM, por medio
de diversas estadísticas, se obtuvo que el 56% de los hombres nunca
rechazaría una aventura, aunque tengan un matrimonio o relación estable,
mientras que el 35% de las mujeres son infieles para castigar al hombre
con el que se encuentran o para demostrarle su inconformidad por sentirse
no valoradas.
2. Las decisiones se vuelven individuales. Si antes las decisiones
siempre se tomaban juntos, hasta para decidir los detalles de mínima
importancia, ahora las cosas han cambiado: las decisiones son individuales
y si tu punto de vista o el de tu pareja pasa a ser lo menos importante,
cuidado ¡algo no anda bien!
3. Los problemas son más frecuentes. Al principio de la relación los
problemas eran muy esporádicos y por cosas sin importancia, donde un
beso y un abrazo los solucionaban, pero ahora no desaprovechan ninguna
ocasión para generar un problema o discusión, se han hecho presentes los
insultos, gritos y las escenas de pelea se hacen ya en cualquier lugar, esta
es una señal de que la tolerancia está desapareciendo.
4. Comunicación. La comunicación, así como la confianza, son
ingredientes básicos en las relaciones, si ésta se perdió y no existe ningún
motivo para entablar una plática cordial y tranquila, podemos saber que no
hay nada más qué hacer en ese lugar.
5. Respeto. Si nos damos cuenta que alguno de los puntos anteriores
apareció, es porque el respeto y la confianza se perdieron y no es saludable
estar al lado de una persona que no tiene consideración ni respeto por su
pareja. Si el respeto se pierde, desaparece todo.
6. Comparaciones. Al iniciar una relación, la idea es que todo sea amor y
ayuda mutua, cuando las cosas empiezan a pintar de otro color, inician las
comparaciones: no hablar sólo de el lado económico, sino de empezar a
echar en cara que hace uno más que el otro, qué errores han cometido que
son una carta bajo la manga para cuando sea necesario sacarlo a relucir,
este tipo de situaciones son muy desgastantes y si no se les busca solución,
indudablemente serán causa de una separación.
7. De compañeros a rivales. Cuando iniciaron su relación formaron un
buen equipo donde se trabajaba en conjunto para lograr conseguir los
objetivos planteados, compartían ideas y dibujaban un futuro maravilloso
juntos, pero cuando alguno de los dos se excluye del equipo los problemas
se presentan, ahora sus proyectos son distintos y cada uno busca ganar,
ahora sus planes son individuales, por lo que poco a poco se convertirán en
vidas separadas.
8. Nadie se esfuerza. El amor, en cualquier relación, crece con detalles,
citas, notas románticas, etc., cualquier cosa que haga sentir bien a la
persona amada; si con el paso del tiempo la relación se vuelve fría y los
detalles desaparecen, ya no hay citas románticas, ni detalles y los
esfuerzos por recuperarlo se acabaron y ninguno de los dos hace nada por
volver a encender ese fuego que en algún momento los unió.
9. Buscar cualquier oportunidad para estar separados. Si el paso del
tiempo ha provocado que el contacto sea el menos posible, los mensajes,
llamadas, mails, han quedado en el olvido y cada uno prefiere tomar su
propio camino y buscar con quien compartir lo que sucede en sus vidas:
abre los ojos, ese ya no es lugar para ti.
10. El sexo acabó. Nadie querría tener sexo con la persona que está
obstruyendo su felicidad, esto es un hecho, ya que lo menos que se debe
querer es tenerla cerca, otra cosa por la que el sexo puede desaparecer es
por buscar una manera de castigar a la pareja, por no estar de acuerdo con
algo, o también puede ser porque la atracción terminó y este ya no sucede
ni en días festivos. Es momento de analizar qué está pasando y, si no hay
solución, buscar la manera más sana de terminar.
La separación no es fácil pero si llega el momento de hacerlo, tómalo con
sabiduría y madurez, es importante que lo veas como un momento de
cambio, de modificar el rumbo de tu vida y de comenzar de nuevo,
buscando siempre el objetivo de "ser feliz". Si las cosas no van bien y es
difícil que vayan mejor, puede ser que estés perdiendo tu vida en un
agujero sin salida. Es importante no perder el amor propio y decidir luchar
por estar bien con uno mismo. La vida sólo es una y la decisión de vivirla
feliz es tuya.
Por: Editorial Phronesis