CULTURA POPULAR Y
CAMBIO SOCIAL
ÁLBUM FOTOGRÁFICO
Realizado por:
Mª CELIA OSSORIO RUBIO
PATRICIA TEJEDA GARCÍA
RAQUEL VELASCO ABARCA
Un buen día, tres amigas decidieron ir a la casa del
pueblo de una de ellas en busca de fotografías en blanco y
negro de la familia para hacer un trabajo sobre cultura
popular y cambio social.
Las chicas comenzaron a investigar por la casa, en busca de recuerdos del pasado, de una época en la
que la forma de vida era diferente a la que ellas conocían. En su búsqueda encontraron objetos que en
ocasiones les costaba incluso saber para qué servían.
Les llamó la atención el
cuadro del salón en el que
aparecía una escena de
caza.
Encontraron un antiguo
brasero, donde se
colocaba el carbón y se
encendían las brasas para
dar calor bajo las mesas.
y una antigua báscula para
los alimentos.
En la casa se conservaba también la antigua
máquina de coser de la bisabuela, una preciosa
Singer de los años 40 aproximadamente.
En uno de los armarios encontraron el
viejo uniforme de la guardia civil de su
abuelo, con el tricornio de gala, de los
años 60.
De repente, en una de
las habitaciones, las
chicas encontraron otra
báscula, esta mucho
más grande, “debían
usarla para pesar los
alimentos de la finca”
dijo una de ellas.
Decidieron subirse para
probarla, pero entonces
ocurrió algo… un
pequeño temblor y todo
empezó a girar a su
alrededor.
Después de un rato en una especie de torbellino de colores,
las tres amigas cayeron al suelo. Todavía algo mareadas se
levantaron y se miraron extrañadas, la habitación había
desaparecido y estaban en mitad de una calle empedrada.
Al fondo se veían animales, y la gente iba vestida con
extrañas ropas, las mujeres con faldas largas y pañuelos en
la cabeza, los hombres con pantalones y camisas.
Comenzaron a andar hasta llegar a una plaza donde una mujer recogía agua de la fuente con un cántaro y unas
mujeres que parecían tener más dinero que los anteriores estaban sentadas sobre un carro tirado por un caballo.
Se acercaron a hablar con ellas y descubrieron que habían viajado en el tiempo. Estaban a finales del siglo XIX
Después de la primera impresión, decidieron aprovechar su viaje para aprender todo lo que pudieran, y
siguieron investigando.
Encontraron la estación de bomberos, donde los hombres parecían preparados para salir a una urgencia,
pero los grandes camiones habían sido sustituidos por otro carro tirado por caballos.
Las casas de la zona se articulaban en torno a
un patio, enseguida comprendieron que era una
de las zonas más importantes de la vivienda, en
la que se trabajaba, socializaba y se hacían
todo tipo de actividades
En la Iglesia del pueblo se
encontraron con la celebración
de una boda, y al ver a la
novia, las chicas se quedaron
sorprendidas. El vestido blanco
había sido cambiado por uno
negro.
El novio llevaba un sombrero
de copa, muy típico de la
época.
El colegio de la zona no
estaba lejos. Pudieron
comprobar que en él había
una gran superioridad de
niños.
Mientras que en el instituto,
ya no encontraron a ninguna
niña. Parecía claro que los
estudios eran cosa de
hombres.
Durante su estancia también pudieron visitar la Universidad. Por entonces ya hacían orla de los cursos, con todas
las fotografías de hombres, por supuesto.
En aquella época las fotos no eran tan comunes como en la actualidad, no todos
podían hacerse fotos, y además eran en blanco y negro. Pero a las chicas les llamó
mucho la atención como coloreaban algunas fotografías, tratando de hacerlas más
bonitas y realistas.
Se toparon con otra boda durante su camino,
pero en esta ocasión, la novia ya no llevaba un
vestido negro, sino blanco.
La joven novia estaba muy contenta, pues se
casaba de blanco igual que lo había hecho la
reina Victoria de Inglaterra, y no de negro,
como era costumbre.
De pronto todo comenzó a girar de nuevo a
su alrededor. El tiempo había comenzado a
moverse otra vez, y pronto aterrizaron en un
nuevo siglo.
Cuando las chicas volvieron a aterrizar, se quedaron
sorprendidas de ver tantos animales. Estaban a comienzos del
siglo XX y era la feria del gandado.
Las chicas decidieron meterse en un café del lugar, y se quedaron
sorprendidas cuando todos se quedaron mirándolas. Todo hombres, con
bigote y bombín. Pronto comprendieron que los bares no eran lugares para
mujeres.
Las mujeres seguían reuniéndose en la fuente para
recoger agua. Todas con esos vestidos largos con
faldas grandonas y ajustados en la cintura.
Igual que habían vistso antes, se toparon con un
grupo de mujeres que iban a recoger agua a la fuente.
Todas ellas con faldas grandonas que les llegaban de
la cintura a los pies y el pelo recogido en moños
altos.
Para aquellos que no podía disponer de coches, tenían
que contentarse con una foto en un decorado como si
estuvieran en uno.
Durante su paseo se toparon con una madre y
sus hijos. Los niños llevaban algo en las manos,
pronto descubrieron que eran orinales, muy
típicos en una época en la que no había retretes
en las casas.
Las chicas pudieron ver a muchos niños jugando, y se sorprendieron al comprobar
que los juguetes no les resultaban muy extraños, pues todos ellos se utilizaban
todavía en el siglo XIX, triciclos, hula-hops, caballitos...
Pero no todos los niños podían disfrutar tanto como quisieran de sus juguetes, en las familias más pobres, los
niños debían trabajar para ayudar a llevar comida a sus casas. Pudieron comprobarlo al ver el trabajo de una
imprenta donde había niños empleados.
Además de los niños trabajando, los trabajos se caracterizaban en aquella época por una gran
diferencia de géneros. Los trabajos eran de mujeres o de hombres, y no era normal que se
mezclase. Las amigas vieron a los hombres trabajando en las fábricas....
La música era tan importante como lo es en la
actualidad, pero la forma de escucharla era diferente.
Las tres amigas se quedaron maravilladas al ver por
primera vez los fonógrafos funcionando.
Justo ese día, era el baile de la fiesta patronal, una de las ocasiones donde todo el
pueblo se reunía, daba igual la clase o la edad, lo importante era pasárselo bien y dejar
por unos momentos los deberes diarios vistiendo las mejores galas y una sonrisa.
Además de los trabajos, todos los hombres tenían la obligación de asistir al servicio militar. Las
chicas recordaron como sus padres les habían hablado de su mili, la cual se había mantenido
obligatoria en España hasta los 90.
Pero no todo el monte es orégano, da la
casualidad que ese día en el pueblo, hubo
momentos de tristeza.
Pudieron ver un entierro multitudinario y se
quedaron espantadas de ver cómo se hacía
fotografía del difunto.
Después de la tristeza
del entierro, las chicas
volvieron a subirse a
la báscula para
marcharse de aquella
época.
El mundo volvió a
desaparecer y todo
empezó a girar de
nuevo.
Volvieron a
aterrizara en un
momento en el que
las calles seguían
sin asfaltar y no
había altos
edificios, por lo que
la torre de la iglesia
solía destacar.
Al preguntar
descubrieron que
estaban en la
década de los años
20, su aventura
continuaba.
La madre era la que se
encargaba de críar y de
cuidar a los niños, por lo
que era normal que
estuvieran siempre con
ella.
Las chicas se toparon también con
comuniones de niños. Los niños
llevaban sus mejores galas para el
acontecimiento, y las niñas parecían
pequeñas novias, tampoco era tan
diferente a lo que ellas estaban
acostumbradas a ver.
En aquella época era normal encontrar
escuelas donde sólo había niños o
niñas, pero entre los cursos inferiores
también se podían encontrar escuelas
mixtas.
En cuanto a la maestra, era común que
se tratase de mujeres en cursos
inferiores.
Los juguetes de los niños no habían cambiado tanto, pudieron ver animales,
escopetas, triciclos, muñecas… Lo que más les sorprendió fueron los aros con
los que jugaban los niños a hacerlos rodar con su mano o con un palo.
Lo que más les sorprendió fueron los aros
con los que jugaban los niños a hacerlos
rodar con su mano o con un palo.
Una moda que se daba y que resultaba
curiosa a ojos de las tres compañeras,
eran las fotos dedicadas, porque las que
ellas llevaban siempre encima eran las de
tamaño carnet.
Se posaba para ellas, pensado en el
enamorado o enamorada y con el mejor
aspecto posible, en este caso, un posado
muy casual
Las mujeres llevaban
mantillas en las
ocasiones
especiales, se
trataba de una
prenda de encaje de
seda, muy popular
en España para
ocasiones
especiales. Solía ir
con una peineta.
La moda de los años 20 era
muy popular entre las mujeres
de clase alta. Con vestidos
sueltos, collares de perla, y
pelo recogido o con sombrero
Eran las fiestas del lugar,
todo el mundo estaba en la
calle con sus mejores galas.
Había una feria, algo
diferente a las que ellas
estaban acostumbradas, con
puestos en los que no se
vendía bisutería o fundas de
móviles sino elementos de
alfarería, aparejos de trabajo
o para animales.
Durante Semana Santa, y
diversas festividades, se
sacaba en procesión a las
imágentes con las
autoridades políticas y
religiosas al frente.
Los hombres se situaban a
la cabeza de la procesión y
las mujeres se vestían con
sus mantillas.
Las muchachas pudieron reir y bailar hasta caer rendidas en el baile. Allí todo el mudno
se reunía por las fiestas, con sus mejores galas. Los adultas bailando agarrados y los
niños entre medias, jugaban y bailaban también. Era el momento del “ojeo”, donde los
mozos y las mozas del lugar se conocía y se enamoraban.
Pero además de tanta fiesta,
el trabajo era duro para llevar
el pan a casa. Volvieron a
observar esa diferencia de
género, y aprendieron
algunos oficios totalmente
desconocidos para ellas.
Trillero: los trilleros
fabricaban y reparaban trillos
y cribas.
Comprobaron que la
division de género era un
lujo que no todos se
podían permitir. En
aquellas familias donde
era necesario, todos
arrimaban el hombro,
comoen el campo para
recoger la paja.
Las chicas se preocuparon al ver a un montón de hombres subidos al tejado de la
Iglesia. Lo estaban reparando, pero entre ellos no llevaban ninguna medida de
seguridad.
Las mujeres se dedicaban a otros trabajos. Las pudieron ver
en una fábrica de lino, donde se observaban una gran
pobreza. Aquí no quedaba resquicio de esa moda de los
años 20.
Las amigas pudieron disfrutar también del tiempo libre, jugando con la gente de la época a dversos
juegos que no conocían, como la calva. Consiste en golpear un madero en forma de ángulo bastante
obtuso, puesto en el suelo, con un objeto aproximadamente cilíndrico, llamado marro. El jugador, lanza el
marro desde una distancia de 14,5 metros (antes, probablemente 17 varas), para golpear el madero por
el lado levantado. Se hacen 25 tiradas, con dos anteriores de prueba.
Pero también
comprobaron que había
otros juegos que no
habían cambiado tanto.
Entre los jóvenes del
lugar el fútbol causaban
gran emoción.
Incluso comprobaron que ya
entonces había
equipaciones muy parecidas
a las del siglo XIX, con esas
camisetas a rayas.
Durante su tiempo libre los
hombres quedaban para beber
vino, fuesen de la clase que
fuesen. Lo que estaba claro es
que seguía siendo cosa de
hombres.
Durante su visita a los años 20, las tres amigas pudieron asistir a una zarzuela, muy
típica de la época.
Las chicas pudieron
montar en los autobuses
de la época, aunque
estos eran más
pequeños que los del
siglo XIX.
Los autobuseros,
uniformados con gorra
y chaqueta con
muchos botones.
Los enfermos mentales por aquel entonces conocidos como dementes no eran tratados como hoy en día,
muchas organizaciones religiosas tenían a su cargo “hospitales para dementes” en los que recibían el mejor trato
posible dentro de lo que los medios lo permitiesen….
Descubrieron que España
estaba en guerra, La
Guerra del Rif se estaba
desarrollando en aquel
momento, y las fotografías
de guerra llegaban a
España. En ellas pudieron
ver algunos de los soldados
en Rabat.
Entraron a esta nueva década con mucha
sed, y como les gusta mucho la
arquitectura modernista pasaron a este
café, pero al igual que unas décadas
atrás, encontraron muchos hombres,
hablaban de política, cultura, en lo que
llamaban tertulias.
El sombrero de bombín ya no se lleva,
pero el traje es algo que nunca pasará de
moda
El fútbol seguía causando sensación entre los hombres, que seguían formando
equipos masculinos para jugar.
Menos mal que ahora las niñas no llevan enaguas
pesadas y pueden ir más cómodas.
Estas simpáticas hermanas nos confiesan que son
muy coquetas, y que les gusta llevar el pelo a la
última moda, en este caso las ondas y la melena
recta.
Como una va de marinera, le preguntamos que si
esa también es la moda, y entre risas nos responde
que va a la playa. Ambas hermanas las invitaron a
pasar un día con ellas y su família.
La moda
evolucionaba, los
peinados y la
ropa cambiaban,
pero la mantilla
con peineta
nunca pasaba de
moda.
Aunque lo paron muy bien, se les hizo algo incómoda la ropa de baño que tenían que llevar, porque era
demasiado larga, y el bikini todavía no existía. Salvo eso, fueron unas turistas más en la época de vacaciones,
un gran lujo por lo que les comentó esta familia.
Paseando por la playa
vieron a gente mucho más
rica, ellos preferían estar a
la sombra y que solamente
les rozara la brisa del mar
Pudieron comprobar que
las mujeres vestían con
baños que tababan bien
su cuerpo.
Entre los niños de clase alta, las
bices estaban de moda.
Los niños tenían unas
sillas adaptadas para
que pudieran estar más
altos llamadas tronas.
Las niñas jugaban con muñecas, los niños con
balones. Todavía seguían siendo comunes los
caballitos de madera entre los niños de la
época.
Los coches motorizados se
estaban poniendo de moda
entre los adultos, de manera
que empiezan a aparecer
juguetes para niños que los
emula.
Carnavales
Entre los disfraces de la époco las chicas
pudieron ver Charles Chaplin, arlequines,
piratas, toreros.
Además de las fotos de toda
la clase, también se hacían
fotos en las que aparecían
los alumnos con el material
del colegio. Las chicas
pudieron ver mapas, libros y
hasta plumas con tinteros.
Las tres amigas pudieron tener en sus manos un carnet de Identidad de la República,
en blanco y negro y en el que aparecía el cargo que tenía, no entendían muy bien la
letra, pero parecía ser de un Inspector Veterinario.
Coche con chófer
Para los descapotables
siempre era bueno llevar unas
gafas que impidieran que la
tierra entrara en los ojos.
Moto
A las chicas les gustaban
los coches de la época, era
como estar en un museo.
En la estación de autobuses pudieron comprobar que ya eran mucho
más grandes, para viajar más cómodamente entre los pueblos.
Los coches todavía no era
demasiado comunes, y los
carros todavía seguían
llenando las calles. De ellos se
servían entre otros los
vendedores de verdura.
Los niños seguían trabajando
para ayudar a las familias.
Taller con hombres haciendo
alpargatas
Las tiendas se parecían bastante a las de ahora, pero no había grandes super,
eran como las tiendas de barrio, con carteles y escaparates.
Máquina de segar
Mujeres recogiendo
gavillas: conjunto de
sarmientos, mieses,
cañas, ramas,
hiervas...
Al igual que en las décadas
anteriors, la diferencia de
género se hacía patente en
los trabajos.
Un hombre trabajando en un laboratorio radiotelegráfico. En aquellos
años todavía se transmitía en morse.
En la plaza del pueblo las mujeres seguían reuniéndose para
coger haga de la fuente en sus botijos. Por ahí pasaban también
los vendedores de botijos con sus carros y sus burros.
Trabajadoras con una máquina de escribir, las mujeres eran las que
ocupaban los cargos de secretaria.
Taller de ropa de aguas para marineros. Las chicas pudieron comprobar que
son las mujeres las encargadas de coser.
Guardia Civil con tricornio y sable Guardia de asalto a lomos de su
caballo
Las tres amigas se toparon con algunos cuerpos de seguridad de la época.
Pero el final de la década estuvo marcado por la Guerra Civil Españo. En 1936 estalló la
guerra, y las chicas pudieron presenciar algunas de las acciones atroces que se
llevaron a cabo, como la quema de un conventos.
Muchos de los niños tuvieron que huir
de sus casas, desplazándose como
refugiados a otros lugares. Hubo
grupos de Auxilio Social que los
ayudaron durante la guerra.
1940
Celia estaba dispuesta a enseñar a los hombres cómo las mujeres trabajaron
duro también en los 40
En el entorno rural, la cosa ha cambiado poco, las cantareras siguen llendo y viniendo a por agua, eso si,
con la falda algo más corta que le permita un poco más de movilidad en las labores y un mandíl para no
ensuciarse
El autobús del pueblo era en muchas ocasiones el medio de transporte mas socorrido cuando uno
quería hacer largas distáncias, por lo general solía recoger y bajar a la gente en la plaza principal del
pueblo
Cuando una pareja se enamoraba era
normal tener citas, pasear como novios,
una relación formal, en la que hay algo
más que una amistad, eso sí, los gestos
de cariño como besos o cogerse de la
mano se dejaban para los momentos más
íntimos.
Ambas imágenes presentan una boda, los clores
son a elegir, pero se puede observar un sustituto al
velo en esta década: el sombrero
Aunque la vida en el entorno
rural no estaba del todo mal
habiendo salido de una guerra
civil, se comienzan a dar los
primeros movimientos del
conocido éxodo rural”
Muchas de las mujeres que dejaban los
pueblos trabajaban para casas como
criadas o “chachas”. Se las distinguía
por su delantal, como décadas
anteriores sucedía.
A pesar de existir esta situación difícil de posguerra, muchas familias apenas la notaron o se beneficiaron de
ella.
En este caso vemos la curiosa foto de unas señoras engalanadas con un vestido de fiesta y abrigos de pieles,
algo muy costoso de conseguir en esta década.
La moda más popular entre mujeres eran los
vestidos abotonados, faldas de tubo y camisas.
El pelo se llevaba semi recogido y con rizos en
media melena, un calzado cómodo o tacones de
baja altura
La postguerra marcó la educación, ejemplo de ello, en la foto encontramos las flechas y el yugo, emblema del
Franquismo.
Estas fotografías recordatorio será un modelo que se perpetúe hasta la actualidad
Y dando igual el origen rural o
urbano, el día de reyes siempre se
celebraba pensando en los mas
pequeños
Día de Reyes Magos. Casas de
Reina (Badajoz), 1947.
La báscula las desplazó
hasta 19501950
¡Vamos chicas! Por allí
pueden verse ya los 50!
¿Que nos encontraremos?
y pasando el tunel del
tiempo llegaron a los
50...
Y aterrizarón en un pequeño
parque, con la mala suerte de caer
en el estanque de los patos, se
pusieron perdidas de agua, pero a
cambio...
Fueron testigos de un flechazo a pimera vista, ella, muy guapa, parecía una Pin-up, con los labios en
carmesí y su recogido bajo. El llevaba un bigote fino como un personaje de Hollywood, y es que cuando
uno quería ir guapo se inspiraba en la moda americana que se importaba con las películas que se veía
en el cine.
Se intercambiaron estos retratos dedicados y decidieron volverse a ver...
Las invitaron a un baile de carnaval, ellas tenían entendido que no se celebraban esos bailes en la
dictadura, pero para su sorpresa pudieron asistir a uno, eso si, sin disfraces
Tras varios paseos, y alguna que otra discursión en las que se rajaban hasta las fotos, sus amigos les
comentaron una idea que tenían en mente...
¡Se casaban! Fuimos en ese
momentos conscientes de los
cambios en la celebración y su
indumentaria.
La novia seguía vistiendo de blanco,
los vestidos tenían un corte más
sencillo y realzaba más las curvas de
la mujer, el velo se acorta.
Las damas de honor y las invitadas
llevaban unos tocados muy originales
y el novio iba con un esmoquin, muy
elegante, aunque en décadas
anteriores se consideraba a esta
prenda como algo informal para esta
ceremonia.
La boda fué en una iglesia muy
bonita, aunque hubieran preferido
casarse por lo civil, en aquellos años
estaba prohibido
La familia tanto en el entorno rural como
en el urbano contaba con un alto
número de hijos
Y las abuelas tan contentas...
La gente con buen poder adquisitivo podía permitirse el lujo de tener un coche, en este caso llama
mucho la atención el Ford Custom, modelo muy solicitado entre la gente adinerada de la época y que
claramente refleja toda la eclosión de cultura popular procedente de Estados Unidos.
Excursión del 2º Curso de la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo. Mayo de 1950.
Un grupo mixto, cada vez hay más mujeres en la universidad.
En diciembre de 1958 Emilio Bellvis
presentó un invento español que
revolucionó la calidad de vida y los
sistemas de limpieza: “El Lavasuelos”,
antecedente de la Fregona.
Se publicitaba con vistas a la mujer y su
comodidad en las tareas del hogar
marcado por el estereotipo social de los
años 50 en EEUU: “El rol masculino del
que trae el dinero a casa frente al rol
femenino de la que compra lo
imprescindible para el hogar”
Todavía en las fotos de los alumnos se siguen observando elementos nacionales, en este
caso, la bandera
La cultura de masas también empieza a hacer
mella hasta en los más pequeños, y desde
América viene Mickey Mouse, un ratón muy
divertido
Pero siempre habrá clásicos como el
caballito
1960
La década del pop, los guateques,
los 600, Eva María se fué buscando
el sol en la playa… y las tres compis
a disfrutar de la década
1960
La llegada de la tele a muchos hogares sucede en
estos años, aunque sea un invento muy joven tiene
una gran acogida en los hogares.
Algunos juegos se inspiraban en lo
visto en la tele, como en películas
western, y los niños jugaban a indios
y vaqueros
Otra de las mayores ilusiones que
tenía un niño era poder pedirle sus
regalos a los Reyes Magos, año tras
año, la visita para entregarles la carta
era obligada
Parece mentira, pero las fotos
comienzan a tomar color.
Aunque no lo creáis, el tono anaranjado
no es por un filtro de instagram
La educación seguía siendo
diferenciada por sexos, no se juntaban
en el áula, era obligatorio recibir
nociones religiosasy en casi todas las
aulas había una serie de elementos
que se repetían en todos y cada uno
de los colegios de España
(foto de Franco y un crucifijo)
La foto de orla seguía
siendo el mismo, pero en
esta ocasión sin motivos
políticos, si con
religiosos, en este caso
haciendo referencia a los
Salesianos
Para aquellos que no tenían un coche propio, siempre les podía quedar el autobús del pueblo o la
ciudad.
El look de la mujer sufre
algunos cambios: el pelo
mucho más abultado, con
melenas y moños, los
vestidos más cortos y
comienza a usarse la
minifalda.
Las peluquerías aparte de cumplir
su función eran un punto de
reunión e intercambio entre las
mujeres
Como en décadas anteriores, el fútbol es uno de los grandes pasatiempos de los hombres, en esta imagen, el
equipo de la U.D Santa Cruz
Para no olvidar los
sucesos bélicos
pasados y dando igual
si era pueblo o ciudad,
los monumentos a los
caídos eran
característicos del
paisaje urbano.
Hoy en día muchos se
conservan en su lugar
de origen, en este
caso, frente a la iglesia
de Santa Cruz de
Mudela
Las procesiones no varían.
Típicas de la Semana Santa,
en ellas desfilan las
personalidades políticas y
religiosas destacables.
El séquito va por detrás, y
como no, acompañando a la
imagen, “las manolas” o
mujeres penitentes.
La báscula volvió a moverse y esta vez se desplazó a 1970.
El año en el que los Beatles dieron su último concierto :(
1970
Soporte digital
Una gran parte de las fotografías utilizadas en este trabajo han
sido sacadas de la siguiente página web que tiene un
maravillosos museo fotográfico:
http://www.20minutos.es/museo-virtual/
Nuestra segunda gran fuente fotográfica han sido los archivos
familiares de los que hemos podido disponer.
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