“Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015”
“Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social
Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015”
DOCUMENTO METODOLÓGICO
“Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015”
Índice.
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... I
1. JUSTIFICACIÓN DE LA IMPORTANCIA DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN. ................................................. XIV
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN. ............................................................................................... XVI
3. PLANTEAMIENTO Y DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA....................................................................... XVIII
4. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN. ................................................................................................... XX
5. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL DE REFERENCIA. ...................................................................... XXII
6. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS. ..................................................................................................... LVI
7.- PRUEBA EMPÍRICAS O CUALITATIVAS LAS HIPÓTESIS. ................................................................. LVIII
CONCLUSIONES Y NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN. .................................................................. LXXIII
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.................................................................................................................. XCV
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I
INTRODUCCIÓN
La sociedad mexicana de nuestros días se caracteriza por ser diversa, rica y
compleja, estos factores construyen una realidad cotidiana en constante cambio,
tan continuo como rápido, que en la rutina no se hace perceptible la evolución en
la que estamos inmersos, de ahí la importancia de analizar los problemas que
tienen implicaciones en nuestra vida tanto en la esfera privada como pública,
especialmente en lo que se refiere a la política de desarrollo nacional. En concreto
para exponer el presente estudio y con el objetivo de apoyar una mejor
comprensión del mismo, así como orientar al lector sobre la forma en la que se
diseñó la investigación se presenta una parte metodológica, donde se describe la
importancia de conocer y analizar el tema: “Economía y Desarrollo Sustentable,
el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015”,
los objetivos propuestos, la delimitación y el planteamiento preciso del problema a
estudiar, las preguntas de investigación y las hipótesis desprendidas de éstas.
Asimismo, se puntualiza la forma en que se constataron y falsearon las hipótesis
que guían el estudio, por otra parte, se describirán las fuentes de información que
sirvieron de soporte para la formación del documento, finalmente se presentan las
conclusiones que se obtuvieron como resultado de los análisis realizados a lo
largo de la investigación.
Como ya se ha mencionado, el presente estudio, surge del interés por tratar un
tema que se vuelve cotidiano por su relevancia, pero que sus particularidades no
se comprenden adecuadamente, por lo que se infiere la necesidad de analizar los
aspectos sociales, económicos y ambientales de manera conjunta y simultánea,
considerando la influencia e importancia de los antecedentes históricos.
La crisis financiera mundial a finales de 2008, el calentamiento global y la
multiplicidad de problemas económicos y sociales que se derivaron de ellos, los
elevados y persistentes índices de pobreza a nivel mundial, así como las cada vez
más profundas desigualdades entre regiones, son algunas de las manifestaciones
contundentes de la inviabilidad de los patrones de desarrollo vigentes.
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II
Consecuentemente, estos hechos constituyen algunos de los mayores retos a los
que habrán de hacer frente, todos y cada uno de los Estados-nación existentes
sobre el planeta, en suma, la humanidad.
Este trabajo parte de la premisa de que a medida que la ciudadanía conozca y se
involucre en las prácticas gubernamentales y en los procesos de rendición de
cuentas, podrá revertir de manera gradual las malas prácticas, costumbres y
desatención que de los temas fundamentales tiene el gobierno, y al mismo tiempo,
constituirá un elemento importante para abatir la corrupción, impulsar la
transparencia y contribuir a la transformación del gobierno y una administración
pública más democrática que no se vea rebasada por las demandas de la
sociedad en sus diferentes aspectos.
Conviene recordar que con la Revolución Industrial en Europa y Estados Unidos
se originaron los mitos del progreso y del desarrollo1, basados en el crecimiento
económico mediante el crecimiento científico y tecnológico, que han llevado a un
uso expansivo de recursos naturales y en general a la degradación de las bases
sobre las que se finca el desarrollo. No obstante, sobre estas ideas se ha
fundamentado nuestra actual civilización y a las cuales ha enfocado todos sus
esfuerzos.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que no todos los países han logrado
los objetivos del desarrollo, más de dos tercios de los países nunca lo han logrado,
-aún cuando se llegó a reconocer que los beneficios del crecimiento no serían
equitativos para todos-, por el contrario con el paso del tiempo las desigualdades
se han hecho más grandes y la pobreza ha aumentado; adicionalmente se
reconoce que este proceso ha ejercido impactos negativos sobre el medio
ambiente y que estos han llegado al extremo de poner en riesgo la existencia
misma de la raza humana. Sin embargo, tanto las ideas de progreso como de
desarrollo, continúan arraigadas hasta nuestros días.
Todavía a mediados del siglo pasado, a pesar de reconocerse la existencia de los 1 De Rivero, Oswaldo, El mito del desarrollo. Los Estados inviables en el siglo XXI, FCE, Perú, 2006, p. 22
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III
problemas ambientales y los riesgos que éstos acarrean, la idea de desarrollo no
se cuestionaba, más aún, los teóricos del desarrollo económico promovían una
idea más o menos lineal acerca de éste2, en la que no se hacía alusión al medio
ambiente, o bien lo tenían en cuenta como elemento implícito en el proceso.3
No es sino hasta finales de la década de los sesenta e inicios de los setenta,
cuando comienza a reconocerse la importancia que el deterioro ambiental tiene en
el crecimiento económico. Es decir, se logra establecer una conexión entre el
desarrollo y el medio ambiente. A partir de entonces el debate sobre medio
ambiente y desarrollo quedó abierto.
Por otro lado, es importante resaltar que a partir de entonces las cosas no han
sido sencillas y el debate ha transitado por diversos y complejos cauces, por
cuanto que ha implicado abordar y polemizar en asuntos que trastocan
profundamente a los intereses e ideologías dominantes del mundo
contemporáneo, tales como poner en tela de juicio la idea misma de crecimiento
económico, asimismo, se han cuestionado el papel que juega la tecnología, la
desigualdad de responsabilidades en el deterioro ambiental, la relación que existe
entre el hombre y la naturaleza, (por ejemplo si es el hombre quien goza de una
supremacía y dominio sobre esta y por lo tanto la naturaleza solo debe su
existencia por el beneficio que le representa, o bien, si la naturaleza posee un
valor intrínseco y el hombre sólo es un elemento más de ella), pasando por el
reconocimiento de los límites absolutos y relativos que la naturaleza impone al
sistema económico (por ejemplo la finitud de los recursos naturales o los límites de
carga y asimilación de los ecosistemas, etcétera), o bien, que tienen implicaciones
éticas tal como el crecimiento demográfico. Pero también, sin duda alguna, uno de
2 Entre ellos Víctor Urquidi nos menciona a Myrdal, Rosenstein-Rodan, Nurske, Prebisch, Singer, Arthur Lewis, Ahumada, Sunkel, Pinto, Seers, Furtado, entre otros. Por ejemplo, nos menciona que para éste último, el desarrollo, es un proceso de transformación que engloba el conjunto de la sociedad y que está ligado a la introducción de métodos productivos más eficaces y se manifiesta bajo la forma de un aumento del flujo de bienes y servicios finales a disposición de la colectividad, lo que permite satisfacer más plenamente las necesidades humanas. El punto de partida es una determinada estructura, sujeta a un proceso de cambio. Furtado asigna enorme importancia a la innovación, a los valores, al “excedente social” que hacen posibles nuevas fases del desarrollo pero que es susceptible de asignarse de diversas maneras en función de presiones políticas y de otra índole que los distintos estratos sociales ejercen. Urquidi, Víctor, “Economía y medio ambiente”, En: Nadal, Alejandro (Editor), Obras escogidas de Víctor L. Urquidi. Desarrollo Sustentable y cambio global, El Colegio de México, México, 2007, p. 160. 3 Ibíd.
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IV
los temas centrales de esta discusión ha sido el de la pobreza, cuando se
reconoce que ésta constituye uno de los mayores problemas.
Casi a finales del Siglo XX, la inmensa mayoría de los hombres y mujeres del
mundo trabajan por consolidar la participación ciudadana democrática en cada
uno de los ámbitos de su vida cotidiana, en cada una de las instituciones a través
de las cuales se han socializado. Desde el punto de vista sociológico la sociedad
de la primera modernidad y sus sucesivos desarrollos han sido en dirección
antihumanista (Donati, 1997). Al compás de una progresiva transformación y
complejización de la sociedad fueron surgiendo nuevas formas de solidaridad y
acción colectiva, coherentes con las nuevas situaciones y las nuevas necesidades.
Las llamadas organizaciones de la Sociedad Civil comienzan a expresarse de
diferentes formas de acuerdo a lo que las costumbres y tiempos sociales les
fueron indicando. Entre las causas por las cuales las redes de asociaciones del
Tercer Sector, emergen como actor colectivo con grados relativos de visibilidad,
pueden identificarse factores relacionados al contexto socio-político y coyuntura de
acción y factores relacionados a las características de las demandas sociales.
En el último tiempo han comenzado a circular en América Latina algunos trabajos
de investigación cuantitativa dedicados al “tercer sector”, refiriéndose con ello al
llamado “sector no lucrativo” compuesto por organizaciones privadas pero que no
se comportan como las empresas tradicionales: no reparten utilidades, ni buscan
obtenerlas. Es una tendencia relevante, por cuanto la emergencia de este sector
en la región no ha sido acompañada de un análisis de la envergadura real que
éste tiene. Cuando se habla de “sector privado”, se está haciendo referencia a las
empresas y no se considera la existencia de “otro mundo privado” que tiene otras
finalidades y cumple otras funciones sociales. Para ello es importante investigar,
llegado a una etapa de cierto desarrollo, las magnitudes organizativas y de acción
que alcanzan las entidades de este sector. Esta investigación se refiere a algunas
de las conceptualizaciones utilizadas para fundamentar investigaciones recientes,
proponiendo hipótesis que den sustento a esta necesaria estrategia de
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V
investigación.
Las tendencias recientes de la investigación y reflexión sobre la sociedad civil y el
tercer sector han enfatizado su dimensión cuantitativa y la han asociado con el
concepto de “capital social”. La hipótesis subyacente señala que, a mayor
densidad asociativa, mayor sería el “capital social disponible” en una comunidad.
En este texto, encontramos que resulta muy complejo determinar evidencias en
los principales trabajos para sostener esa hipótesis y para vincular a las
organizaciones de la sociedad civil con el “capital social”. Por lo tanto, es
necesario comprender la significación y el alcance de las mismas y no sólo su
cantidad y perfil. El modo como se ha encarado la cuantificación privilegia la
dimensión económica del “tercer sector” y resulta funcional a las necesidades de
desarrollo, tal como éstas son planteadas por organismos internacionales, que
buscan incorporar nuevas dimensiones a las propuestas a la Conferencia
Internacional de la International Society for Third Sector Research (ISTR). Pero no
se han resuelto cuestiones teóricas básicas que permitirían aclarar la relación
entre la sociedad civil, el tercer sector y el capital social, las cuales son decisivas
para orientar la investigación. Planteamos que es necesario reorientar la
investigación hacia la descripción y comprensión de la estructura interna de las
sociedades civiles en el país y hacia la vinculación entre esta estructura y las
grandes transformaciones socioeconómicas que la determinan en su conformación
y alcance. Sólo considerando esos factores, podremos establecer hipótesis
plausibles acerca de la relación entre una “sociedad civil organizada” y una
“disponibilidad de capital social”.
El término “capital social”, a pesar de haber sido usado por Bourdieu en 1980, sólo
ha cobrado cierta notoriedad a mediados de los noventa. Los términos a veces
parecen intercambiables: “sociedad civil”, “tercer sector”, “sector no lucrativo” y
“capital social”, “asociatividad”, etc. Esa confusión conceptual no sería
mayormente relevante y materia de especialistas, si no fuera porque rápidamente
se está dando el siguiente pasó: una vez que se ha decidido usar el concepto de
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VI
“capital” para aplicarlo a la sociedad, ahora corresponde cuantificarlo, saber quién
tiene y cuánto tiene. En el contexto del triunfo del capitalismo, ésta puede ser una
rúbrica de ese triunfo, es decir colocar a la organización capitalista como la única
moderna y eficiente, desplazando a cualquier otra.
Durante las dos últimas décadas la economía social y en general las iniciativas de
desarrollo sustentable, ha adquirido un peso económico y social incuestionable,
particularmente en los países latinoamericanos que constituyen nuestro entorno
de referencia, de forma que estas empresas están contribuyendo decididamente a
la creación de oportunidades productivas.
En estos momentos existen un gran número de empresas de economía social
activas, de las cuales la mayoría son cooperativas, algunas pocas adoptan la
forma de mutualidades de previsión social y otras son sociedades laborales,
anónimas o limitadas.
Tal y como ha indicado el gobierno, existen numerosos estudios del mercado de
trabajo que consideran que la creación de empleo y ocupación a escala local
dependen del dinamismo y expansión que experimente la economía social.
Las empresas o entidades de economía social tienen un objetivo social definido, y
su finalidad trasciende el mero beneficio económico para extenderse hasta el
provecho de la comunidad general, es en ese interés general donde su cometido
cobra su sentido esencial.
En el escenario actual se presentan las asociaciones que intervienen en casi todas
las áreas portando un nuevo código simbólico de lo que significa, hacer sociedad.
Los actores sociales y los movimientos en general tienen un rol doble por cumplir:
por un lado, son sistemas colectivos de reconocimiento social, que expresan
identidades colectivas viejas y nuevas, con contenidos culturales y simbólicos
importantes. Por otro, son intermediarios políticos no partidarios, que traen las
necesidades y demandas de las voces no articuladas a la esfera pública y las
vinculan con los aparatos institucionales del Estado.
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VII
De esta manera las ventajas para el desarrollo regional, implican la importancia de
las empresas de economía social en el desarrollo regional y local, ya que su
naturaleza organizativa impulsa la creación de puestos de trabajo localizados.
Asimismo, este tipo de empresas contribuyen a retener y fijar la población en el
territorio y a mejorar la oferta ofreciendo un conjunto de servicios que en muchas
ocasiones todavía es escaso en nuestra estructura productiva, contribuyendo así a
la diversificación.
Además, es reconocido el desarrollo de estas nuevas actividades que significa una
demanda por trabajo heterogénea, tanto en los niveles de calificación, como en el
tiempo de trabajo. Permitiendo incorporar al mercado de trabajo a individuos con
diversos niveles de formación o con problemas especiales de inserción
sociolaboral y compatibilizar la vida familiar y laboral.
En este sentido, el rasgo fundamental para definir las organizaciones de la
economía social o tercer sector y su contribución al desarrollo sustentable, no es
tanto la modalidad que adoptan, como la finalidad que persiguen que es
eminentemente social.
De esta manera, la economía social se ha consolidado en todos los sectores y
actividades productivas como una realidad multifacética, que se puede bordar
desde muy diversas perspectivas, en la medida que contribuye a crear un espacio
intermedio, ente el sector público y el sector privado, que podemos identificar
como el social.
Además, son empresas con un modelo de gobierno basado en la participación
democrática y responsable que las hace socialmente muy valiosas.
El tercer sector está contribuyendo a que la empresa se entienda no sólo como un
ente de producción y creación de riqueza directa, sino también como un elemento
promotor del desarrollo de nuestra sociedad, particularmente, mediante la
integración social que supone el empleo que ellas generan y también a través de
la responsabilidad social de las empresas que va creciendo día a día”.
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VIII
La metodología incluye análisis cuantitativos y cualitativos, valiéndose de
exhaustivos estudios y recopilación de información sobre organizaciones solidarias
y sociales que aceptan donaciones materiales o donaciones de tiempo voluntario
en todo el país. En consecuencia, la presente investigación tiene como objetivo
general describir y explicar la forma en que se han venido integrando las
organizaciones que conforman el tercer sector en México. De manera que se
puedan establecer las diversas restricciones que enfrentan el diseño e
instrumentación de políticas públicas enfocadas al desarrollo, consolidación y
legitimidad de este sector.
En cuanto a las técnicas que se utilizaron para la elaboración del estudio
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tercer sector en México, 1990-2015” se utilizó el método descriptivo, toda vez
que la finalidad de este método es el describir situaciones y eventos. Decir cómo
es y cómo se manifiesta determinado fenómeno. Se realizó investigación
documental y de campo, recabando libros y consultando revistas y periódicos
históricos, así como páginas de Internet relacionadas con el tema en cuestión. Por
lo que respecta a los métodos utilizados, consisten en el método cualitativo, y por
otra parte el método analítico, mismo que da soporte al análisis de la información
obtenida.
El texto se estructurará por cinco capítulos que establecen aspectos como los
siguientes:
El primer capítulo se enfoca a una propuesta teórico-conceptual, y el Tercer
Sector, donde busca plantear una problematización desde la ciencia política
adoptado para dar sustento y entender el papel de la evaluación de la política
social bajo diferentes perspectivas.
El segundo capítulo, establece las bases para su caracterización del Tercer
sector en México, entre la capacidad emprendedora y Capital Social, como
Factores Clave para el Desarrollo del Tercer Sector.
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IX
En el tercero capitulo, Análisis económico financiero de las empresas de la
economía social reacciones y desempeño. Se examinan tres trabajos recientes,
muy diferentes entre sí, innovadores en su enfoque, para determinar qué es lo que
cuantifican y cuáles son las interpretaciones válidas que puede darse a esos
resultados. Luego se analiza críticamente la noción misma de capital social e
intentaremos una explicación de la asociación de términos que se ha producido.
En el cuarto capítulo: Evaluación de la política de desarrollo social en México, se
hace una observación a la actividad evaluativa del CONEVAL, a la luz de los
resultados para abatir las desigualdades y la pobreza en un contexto de crisis
global.
En el capítulo 5, se identifica la respuesta que el Estado mexicano ha ofrecido
para tratar de solucionar o aminorar estos desequilibrios vía la política social y la
política ambiental. Por ello, hacemos una caracterización y descripción de ellas,
resaltaremos los aspectos a los que se han enfocado y los instrumentos que han
utilizado; hablaremos de sus presupuestos y de los resultados que se lograron
obtener, en términos de los principales indicadores de cuentas nacionales.
Por último, se especifican las conclusiones, que son el producto del estudio de
todos los ordenamientos sociales y políticos que citamos; son propuestas que
pretenden ayudar a la comprensión y resaltar las ideas relevantes dentro del texto,
las limitantes del argumento y su planteamiento. Llevamos a cabo un análisis
desde una perspectiva teórica, de la situación en la que se encuentra el Estado-
nación en la actualidad, con el fin de observar las transformaciones de las que ha
sido sujeto en las últimas décadas y los retos a los que se enfrenta, pero sobre
todo queremos hacer énfasis en las tareas que habrá de emprender, con el fin de
iniciar la transición hacia un proceso de desarrollo con sustentabilidad.
El propósito fundamental es apuntar ciertas directrices para que puedan
consolidarse y ampliarse los logros alcanzados. Tratamos de aportar ideas
conscientes, apegadas a nuestra realidad política, social, económica y cultural,
pero sobre todo, apegadas al a la realidad de nuestro país.
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X
De esta forma ha quedado establecido el contenido de la presente investigación,
misma que en todo momento busca contribuir al desarrollo integral entre la
sociedad y su gobierno.
El diseño de la investigación es de naturaleza no experimental, descriptiva y
observacional, es decir, se han identificado y descrito los principales elementos y
características que definen el origen y devenir histórico del sector social de la
economía a partir del conocimiento de las acciones y políticas implementadas por
el estado mexicano para su promoción y desarrollo, para lo cual, se requirió la
consulta y revisión de fuentes y bases de datos del pasado; en particular se utilizó
los elementos que ofrecen las fuentes bibliográficas y hemerográficas disponibles,
así como referencias de origen administrativo como son informes y evaluaciones
de los programas públicos desarrollados por las distintas agencias
gubernamentales y de justicia que inciden sobre la problemática, del mismo modo
se propuso una visión crítica sobre el material seleccionado para evitar cualquier
sesgo ideológico que pudieran contener los informes ejecutivos sobre la política de
fomento al tercer sector.
Las referencias utilizadas se encuentran adecuadamente registradas en el aparato
crítico y la bibliografía que acompaña al reporte escrito.
Debe señalarse que las fuentes bibliográficas consultadas se encuentran
adecuadamente registradas en el apartado Bibliografía, pese que en algunos
casos no se consideraron para la integración en el cuerpo de la investigación dado
que facilitaron elementos para contrastar, validar o refutar la información obtenida
en otras fuentes.
Asimismo, en cuanto al diseño de la investigación se encuentra el haber sido de
carácter retrospectivo y transversal, dado que se trabajó con información obtenida
con anterioridad al proyecto y con fines ajenos al trabajo de investigación, así
como el que se mide una sola vez las variables en un momento determinado.
De esta manera el tipo de estudio se caracteriza por ser de tipo exploratorio, el
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XI
cual permite “preparar el terreno” para investigaciones posteriores de mayor
profundidad y con objetivos más precisos, conforme a la definición que indique
Movimiento Ciudadano como línea de profundización y donde requiera análisis
más puntuales, con el fin de ofrecer a simpatizantes, militantes y ciudadanía en
general, elementos de juicio para definir su postura política – ideológica sobre este
tema.
En este sentido, el diseño de la investigación busco ante todo allegarse de una
visión integral de las variables, actores y circunstancia que rodean al problema
agrario y que dan cauce para la definición de una política de estado en materia
agraria, distinguiendo su problemática y las áreas de oportunidad para insertarse
como elemento de desarrollo y justicia social.
De esta manera, en la tesitura que indica Sampieri, los estudios exploratorios:
“sirven para aumentar el grado de familiaridad con fenómenos relativamente
desconocidos, obtener información sobre la posibilidad de llevar a cabo una
investigación más completa sobre un contexto particular de la vida real, investigar
problemas del comportamiento humano que consideren cruciales los profesionales
de determinada área, identificar conceptos o variables promisorias, establecer
prioridades para investigaciones posteriores o sugerir postulados verificables” 4
En este sentido el proceso de recopilación de datos, consistió en:
Detección de la literatura y otros documentos, en este sentido se distinguen tres
tipos de fuentes: Fuentes primarias o directas y secundarias.
El primer paso consistió en la elección y recuperación de la literatura disponible en
listados de referencias bibliográficas y hemerográficas publicadas en el área de las
ciencias sociales, así como el uso de motores de búsqueda en internet y
acudiendo a las bases de datos de diversas bibliotecas, entre las que se
encuentran: la Biblioteca Nacional, Colegio de México, Banco de México, entre
otras.
4 Hernández Sampieri, Roberto, Metodología de la Investigación, Mc. Graw Hill, México 1991. pág. 60
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XII
Una vez establecido una batería de citas bibliográficas afines al tema de
investigación, se inició su ubicación geográfica, y verificación de su disponibilidad
y acceso al material preseleccionado.
En un segundo momento se acudió a la revisión de fuentes primarias o directas
como son libros y publicaciones especializadas, monografías, tesis y
disertaciones, documentos oficiales como informes de gobierno y reportes sobre la
ejecución de los programas, trabajos presentados en seminarios y conferencias,
artículos periodísticos, entre otros.
En esta parte, se realizó una revisión exhaustiva de la bibliografía y fuentes
disponibles con el fin de discernir el material que atendiera de mejor manera el
objetivo y propósito encomendado para la investigación, en este sentido, fue
necesario prescindir de algunas de ellas en razón de la dificultad manifiesta de
acceder al material y también debido a que la profundidad y contenido del material
difería sustancialmente del perfil definido para la investigación. No obstante, se
integró una base de datos bibliográficos que pudiera ser útil para futuras
investigaciones, conforme la línea de investigación definida con Movimiento
Ciudadano.
Parte relevante de este esfuerzo consistió la búsqueda mediante medios
electrónicos de información disponible y accesible, para lo cual el equipo de
trabajo contó con el apoyo para la búsqueda en Internet y acceso a distintas bases
de datos como INDEX, Social Citation, entre otros.
Una vez con las referencias validadas se inició con el proceso de recuperación de
la literatura, lo cual consistió en la obtención de los ejemplares seleccionados
mediante su fotocopiado, extracción manuscrita cuando fue necesario, o bien
utilizando medios electrónicos como el scanner o la cinta de audio.
Una vez, seleccionado el material y establecido su disponibilidad, el equipo de
trabajo inició con la elaboración de fichas y notas de trabajo, utilizando los distintos
modelos disponibles como son: textuales, resumen, opinión, etcétera. Con el fin de
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XIII
alimentar el trabajo de reflexivo y de integración de la información, y dar
coherencia a la investigación, evitando la desviación del propósito original.
Para la discriminación de los textos se inició con el análisis del contenido, con lo
cual se obtuvo una pauta para conocer si los temas elegidos eran pertinentes para
el propósito de la investigación, posteriormente se revisan las conclusiones
Vale la pena mencionar, que el orden que llevó la integración estuvo determinado
por el contenido del marco teórico previo y la metodología definida. Es decir, si,
por ejemplo, el capítulo es de tipo histórico se condujo con un criterio de orden
cronológico de los hechos y/o de los hallazgos empíricos. Si la investigación se
relacionaba con una serie de variables o información de teoría, o bien estudios
previos sobre la relación entre variables, fue conveniente delimitar secciones que
abarcaran cada uno de los aspectos relevantes, a fin de integrar aquellos datos
pertinentes a nuestro estudio.
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XIV
1. JUSTIFICACIÓN DE LA IMPORTANCIA DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN.
El resultado del proceso de reforma al estado, ha visto disminuida su capacidad y
facultades de intervención para atender las necesidades más apremiantes en
materia de provisión de servicios básicos como la salud, alimentación y educación,
afectando cada vez más amplios sectores de la población. En este sentido, un
gran número de empresas, principalmente internacionales han comenzado a
sustituir esta participación compensatoria en sectores y tareas específicas. A
través de la filantropía primero y más recientemente, por medio de las acciones de
Responsabilidad Social Empresarial.
De esta manera el concepto de subsidiaridad del Estado liberal, refiere que el
Estado "no debería ocuparse de lo que la sociedad puede hacer por sí misma,
reservándose su compromiso en cuatro grandes campos: Salud, Justicia,
Seguridad y Educación.", está siendo ampliamente superado por las necesidades
sociales.
El principio o fundamento de la economía de solidaridad es que la introducción de
niveles crecientes y cualitativamente superiores de solidaridad en las actividades,
organizaciones e instituciones económicas, tanto a nivel de las empresas como en
los mercados y en las políticas públicas, incrementa la eficiencia micro y
macroeconómica, junto con generar un conjunto de beneficios sociales y culturales
que favorecen a toda la sociedad.
Dentro del sistema social prevaleciente, la empresa es la entidad económica por
excelencia, es el motor de desarrollo económico. Como parte fundamental de un
sistema las organizaciones sociales no se desarrollan de manera aislada. Al ser
entidades vivas y dinámicas, son vulnerables e impactan al resto del sistema.
El enfoque de las organizaciones de negocios desde una perspectiva ética se
originó en Norteamérica a partir de los años 70. Adquirió cierto ímpetu y alcanzó a
Europa a fines de los años 80, extendiéndose al anillo del pacífico, América Latina,
África y otras regiones durante la década de los 90. El concepto de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XV
responsabilidad social se acuñó a nivel internacional aproximadamente hace una
década con el objeto de que las empresas estuvieran conscientes del rol que
deben desempeñar en la sociedad. En este sentido existe consenso en que las
empresas reciben de la sociedad una serie de bienes y a su vez, lo retribuyen al
pagar impuestos, pero esto no es suficiente, deben ir más allá de las obligaciones
legales.
De esta manera efectuar un estudio que permita analizar particularmente el
impacto que ha tenido La política ambiental en la última década en México:
alcances, límites y desafíos contemporáneos, y reconocer la vigencia del
concepto, y retirar las barreras a las que se enfrenta para continuar
evolucionando, identificando posibles soluciones para contribuir a una sociedad
más justa y equitativa. Finalmente, este estudio exploratorio integra diferentes
puntos de vista, manteniendo en todo lo posible un enfoque objetivo.
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XVI
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
Objetivo General
Caracterizar y describir la forma en que han venido operando las organizaciones
que conforman el sector social en México, en el marco de las políticas públicas
establecidas para su fomento por el estado mexicano, de manera que se puedan
establecer las restricciones que enfrentan el diseño e instrumentación de políticas
públicas enfocadas al desarrollo, consolidación y legitimidad de este sector.
Objetivos Específicos
� Identificar los conceptos y característica que definen la particularidad de las
instituciones que forman parte la economía social y el tercer sector.
� Describir la experiencia en otros países en materia del fomento de la
economía social y compromiso social empresarial.
� Delimitar el concepto de capital social como un recurso disponible en las
sociedades para promover la equidad social.
� Explicar los instrumentos y programas implementados por el gobierno
federal en materia de fomento a las organizaciones que integran el
compromiso social en sus actividades.
� Evaluar la consistencia entre las políticas, programas y acciones
emprendidos por el Estado mexicano para el establecimiento un marco
normativo facilitador de estas iniciativas.
� Identificar el peso específico y las acciones y políticas concretas que
despliegan estas organizaciones en atención a sus objetivos.
� Exponer el impacto de las organizaciones del sector en el empleo, el uso y
mantenimiento de los recursos naturales, y justicia social.
� Explicar y detallar los principales alcances de las organizaciones que
integran el sector.
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XVII
� Caracterizar a la empresa cooperativa, así como de las organizaciones sin
ánimo de lucro.
� Distinguir las acciones de las empresas privadas que son consideradas
como parte del compromiso social empresarial.
� Examinar la concordancia de la acción de la política social del estado en
relación a fomentar el sector de la economía social solidaria.
� Examinar la vinculación entre la política social instrumentada por el estado
y las acciones que desarrollan las empresas en materia de desarrollo
social.
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XVIII
3. PLANTEAMIENTO Y DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA.
Este fenómeno, aunque no es nuevo, en el actual contexto de un estado
disminuido en sus capacidades de intervención sí lo es. Si bien es correcto señalar
que áreas específicas las entidades del tercer sector han demostrado mayor
eficacia y transparencia en la canalización de recursos, subsisten serias dudas
respecto los límites objetivos que tienen éstas como instrumentos de gestión del
desarrollo y sobre la forma en que el Estado debe intervenir.
Aunque ciertamente la cantidad de vertientes en que se han desdoblado dichas
organizaciones complican la definición de una sola política marco para todo el
sector, es necesario establecer una serie de principios éticos y de supervisión que
favorezca su transparencia y fomente la rendición de cuentas sobre las
subvenciones recibidas, basta con recordar que una buena parte de estas
organizaciones reciben donaciones directas de organismos públicos y privados de
fomento y que en contraprestación suelen emitir recibos deducibles de impuestos,
por lo que de manera indirecta dichos recursos son públicos.
Sin embargo, lejos de proponer una estrategia que involucre la persecución o
recelo de la autoridad a estas iniciativas, debe de insistirse en una normatividad
que coloque como primacía su consolidación y la rendición de cuentas, procesos
autogestionarios y en general, el cumplimiento eficaz de sus objetivos.
Por ello es relevante integrar un marco de referencia que permita conocer la
naturaleza y especificidad de este sector que está llamado a tener una
participación cada vez más relevante, en la dinámica social de nuestro país, con el
fin de promover el diseño de políticas específicas que tome en cuenta las
principales restricciones que enfrentan estas organizaciones, así como fomentar y
respaldar la necesaria contraloría social para evitar abusos y simulación en sus
actividades, alentando el debate y generando el consenso social necesario sobre
la urgencia de atender, rápida y eficazmente esta problemática.
El protagonismo adquirido por el tercer sector en el campo de las políticas sociales
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XIX
y en ese marco, la compleja articulación de relaciones con el estado y entre las
propias organizaciones que la integran, justifican su estudio, pensando en la
posibilidad de potenciar su participación como actores capaces de favorecer la
ampliación de la ciudadanía y la participación.
Este texto es un acercamiento al desarrollo sustentable en México, con la ayuda
de las políticas de desarrollo social. Para el análisis se optó por unas herramientas
teórico metodológico desde una perspectiva crítico-política, que indica que hay
más caminos posibles.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XX
4. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN.
¿Cuál es el origen de las organizaciones que integran el tercer sector o de la
economía social y solidaria?
¿Qué principios filosóficos y técnicos dan soporte y legitimidad a estas
organizaciones para ser receptoras de apoyos del estado?
¿De qué manera estas se complementan con las organizaciones privadas en
materia de promover el desarrollo social y el crecimiento económico?
¿Cuáles son las principales actividades en que se encuentran involucradas dichas
organizaciones?
¿Qué elementos positivos a los objetivos de las empresas privadas le aportan
suscribir acciones de compromiso social empresarial?
¿Cómo se articulan las diferentes acciones públicas, privadas y sociales para
atender temáticas como el desarrollo sustentable y la justicia social? ¿Qué
evolución han tenido?
¿Cuál es la importancia que han adquirido el desarrollo sustentable y la protección
del medio ambiental en los últimos años?
¿Cuáles son los principales participantes del tercer sector?
¿Cuáles son las principales características del marco normativo sobre las
organizaciones del tercer sector, es consistente con el objetivo de alentar su
consolidación y desarrollo?
¿Son las políticas sociales un factor relevante para el desarrollo del tercer sector?
¿Cómo se da la convivencia entre ambas perspectivas?
¿Las políticas de protección ambiental y el desarrollo sustentable son temas
relevantes para la consolidación democrática del país?
¿Cuáles son las principales características que definen a estas organizaciones
como participantes del tercer sector?
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXI
¿Cuál debe ser el compromiso que debe asumir el estado en el fomento de las
actividades del tercer sector y el compromiso social empresarial?
¿Cuál podría ser un resultado equilibrado entre la política social y el desarrollo de
este sector en México?
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXII
5. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL DE REFERENCIA.
Para llevar a cabo el presente estudio que aborda la “Economía y desarrollo
sustentable, el compromiso social empresarial y tercer sector en México,
1990 - 2015, se desarrolló un marco teórico conceptual (sustento metodológico)
con el fin de abarcar varios aspectos históricos, para ello resultan relevantes los
conceptos de ambiente, educación ambiental, sustentabilidad, crecimiento
sustentable, deterioro ambiental, medio ambiente, política ambiental, gestión
ambiental en México, entre otros, ya que esta investigación está basado en la
literatura de género, en los antecedentes jurídico-políticos respecto a su parte
doctrinal e histórica; en cuanto a los comentarios, las críticas, las opiniones y
conclusiones plasmadas, son de carácter personal derivadas de la información
recopilada.
Capítulo 1. Marco Teórico – Histórico de Referencia y el Tercer Sector
1.1 Conceptualización de desarrollo sustentable
El entender que es el desarrollo sustentable, comienza con la referencia histórica,
en el Informe de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y Desarrollo en
1987, durante la dirección de la Sra. Brundtland en él se da a conocer el
documento "Nuestro futuro común"5, en el que se plantean los problemas más
críticos en torno al desarrollo y el medio ambiente, y se propone al desarrollo
sustentable como la alternativa de solución.
En Nuestro futuro común se define al desarrollo sustentable, como "aquel que
responde a las necesidades del presente de forma igualitaria pero sin
comprometer las posibilidades de sobrevivencia y prosperidad de las
generaciones futuras", y se establece que la pobreza, la igualdad y la degradación
ambiental no pueden ser analizadas de manera aislada. (Foladori & Tommasino,
2000)
El concepto de desarrollo sustentable ha generado una serie de controversias por
5 http://www.un-documents.net/our-common-future.pdf. Consultado 15-enero-2015
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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la forma en que son interpretados los términos, sustentable, sostenible y sostenido
ya que, en la literatura, se pueden encontrar como sinónimos.
Para fines de comprender el concepto revisaremos algunas interpretaciones,
(Arias, 2003) comenta estas diferencias, mientras sustentable, se refiere a un
posibilidad, condición o característica de un hecho o fenómeno de tener
basamento6 de apoyo, soporte o sustentación para asegurar su permanencia en el
tiempo de presentarse la oportunidad de su ocurrencia; sostenible se entiende
como un proceso o hecho que una vez ocurrido puede mantenerse activo en el
tiempo o continuar en operación eficiente; y sostenido puede ser un hecho o
suceso que se mantiene invariable en el tiempo.
Otros conceptos utilizados a la par del desarrollo sustentable, son la sostenibilidad
y sustentabilidad, dentro de esta idea para la conceptualización, un grupo de
estudiosos de la Universidad Autónoma de Chapingo publicaron un documento
llamado el Manifiesto por la vida y por una ética de la sustentabilidad, en la cual se
presentan los siguientes comentarios acerca de las diferencias entre estos
conceptos:
El concepto de sustentabilidad se funda en el reconocimiento de los límites y
potenciales de la naturaleza, así como la complejidad ambiental, inspirando una
nueva compresión del mundo para enfrentar los desafíos de la humanidad en el
tercer milenio.
Sin minimizar al Manifiesto, se concentraron algunas diferencias, comentadas en
él, con la finalidad de sólo dar soporte a la presente tesis. Que se muestra a
continuación:
6 Cuerpo que se pone debajo de la caña de la columna, y que comprende la basa y el pedestal. (Diccionario de la Real
Academia)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Desde un punto de vista económico según Herman E, (2008) la sustentabilidad se
define como un legado intergeneracional no declinante de algo que no puede ser
medido ni donado, también coloca al futuro en desventaja, el presente podría legar
un flujo total cada vez más pequeño y sostener que es lo es suficiente para que no
se reduzca la utilidad, si el futuro aprovecha las posibilidades que se avizoren de
sustitución tanto en las funciones de producción como de utilidad
Cuando la economía se volvió economía ecológica, la ecología se convirtió en
ecología política y la diversidad cultural condujo a una política de la diferencia, la
ética se está transmutando en una ética política. La ética para la sustentabilidad
promueve la gestión participativa de los bienes y servicios ambientales de la
humanidad para el bien común. (Krishnamurthy, 2006)
Siendo que hay varias definiciones de sustentabilidad identificadas en la literatura,
(Guimaraes P., 1994) por ejemplo:
7 Se refiere a la acción que legítima a las autoridades para la utilización de medios cautelativos con el objetivo de conservar la vida ante la falta de certeza de conocimiento científico y el exceso imperativos tecnológicos y económicos.
DESARROLLO SUSTENTABLE SUSTENTABILIDAD
Revitalizando el viejo mito desarrollista, promoviendo la falacia de un crecimiento económico sostenible sobre la naturaleza
limitada del planeta Promueve una alianza entre naturaleza - cultura
Crecimiento económico a la par de la conservación de la naturaleza
Nueva economía
Criterios para orientar las acciones de los gobiernos
Percepción de una sola Tierra Diversidad cultural
Pensar globalmente y actuar localmente Pensar y actuar localmente, por consecuencia
global
Principio precautorio7 Principio ético
Promueve la responsabilidad colectiva, la equidad social, la justicia ambiental y la calidad de vida
La coexistencia de los derechos colectivos e individuales, la satisfacción de necesidades
básicas, realizaciones personales y aspiraciones culturales de los diferentes grupos sociales.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXV
• La mantención del stock de recursos
• Calidad ambiental para la satisfacción de las necesidades básicas
• Para las generaciones actuales y futuras
Por un lado, ciertos autores platean que la diversidad de definiciones relacionada
con la sustentabilidad, puede dificultar la posibilidad de llegar a acuerdos y a
entendimientos comunes sobre los cuales trabajar. (Hernández Ramos & Tilbury,
2006)
Siendo que hay un sin fin de definiciones se puede decir que el desarrollo de
sustentable, es un proyecto económico-social-ecológico, que busca racionalizar el
uso de los recursos, ocupando lo necesario; es decir un equilibrio en el
crecimiento poblacional y su sustento, en reciprocidad con la cantidad de recursos
de su entorno, para mantener permanencia y continuidad de la población.
Por otro lado, los citados señalamientos ignoran que en los debates
especializados el desarrollo sostenible y la sostenibilidad se han entendido, no
como un producto hacia el cual hayamos de aspirar o como un camino por el cual
todos debamos transitar, sino como procesos de cambio que pueden ser
conducidos por ciertos principios, pero que tienen que ser construidos localmente
con base en procesos de reflexión crítica y de acuerdos con los diferentes
contextos.
Debe inferirse que el concepto puede retomarse del informe de la Comisión
Brundtland, pero que la amplitud de interpretación dependerá de
condicionamientos de origen nacional o regional, o aun internacional, a la luz de la
gravedad de las tendencias actuales y la capacidad real que exista para
moderarlas o revertirlas. (Urquidi, 1996, pág. 47)
Siendo que hay varios enfoques en el concepto de desarrollo sustentable
podemos enmarcar la construcción de él, en la siguiente deducción:
El comprender que el desarrollo sustentable, presenta matices de diversos
enfoques, ya sea que sea sinónimo de sustentabilidad, sostenibilidad o sostenible,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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lo que sí hay que considerar, es que en ambas se agrupa la necesidad de un
cambio en la forma de conducirnos en este mundo. Para fines de homologar la
visión del desarrollo sustentable, a partir de este momento, se expresará como
único término, ensamblando los diversos puntos de vista, con una sola misión
construir un concepto que nos oriente hacia la creación de una nueva sociedad.
El desarrollo sustentable es una idea conformada de varias partes que a su vez se
hacen uno, para fines de explicación se muestran de manera fragmentada:
1. Se conforma de varias dimensiones, no como elementos sino de una
manera integral.
2. Se fundamenta en una ética ambiental
3. Se hace un solo elemento con la cultura
4. Coloca a la educación como centro de todo y como solución
Tener la construcción mental de que el desarrollo sustentable se conforma de
dimensiones, nos conduce a lo que según plantea (Foladori & Tommasino, 2000)
existen tres visiones con respecto a la concepción de desarrollo sustentable:
Creemos que las diversas posiciones pueden ser reducidas a tres grandes ejes
hacia los cuales los diferentes autores se ven más o menos atraídos: aquellos
para quienes la sustentabilidad es exclusivamente ecológica; aquellos para
quienes la sustentabilidad es ecológica y social pero donde la parte social es un
vehículo para llegar a la sustentabilidad ecológica (sustentabilidad social limitada);
y aquellos para quienes la sustentabilidad debe ser realmente social y ecológica
en forma de coevolución (coevolución sociedad-naturaleza).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXVII
Figura 1
Aunque le agregaríamos otras como lo muestra el siguiente esquema
Figura 2. Dimensiones del desarrollo
La idea de las dimensiones nos guía hacia la posibilidad de identificar la serie de
condiciones que se conjugan para el valor de la vida y el reencuentro de nosotros
mismos, como seres humanos sociales y naturales. Es necesario repensar la
globalidad desde la localidad del saber, es decir en el territorio y la cultura, desde
la riqueza de su heterogeneidad, diversidad y singularidad.
La sustentabilidad no es "simplemente", un asunto del ambiente de justicia social y
desarrollo. También se trata de la gente y de nuestra sobrevivencia como
individuos y culturas. La sustentabilidad es entonces acerca de una lucha por la
diversidad en todas sus dimensiones. (Barkin, 1998, pág. 27)
La ética ambiental plantea la necesidad de reconciliar a la razón y la moral, de
manera que los seres humanos alcancen un nuevo estadio de conciencia,
autonomía y control sobre su mundo, haciéndose responsables de sus actos hacia
sí mismos, hacia los demás y hacia la naturaleza, para la conducción de lo justo y
lo bueno. Es por ello, que es una ética de la vida y para la vida.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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La (Krishnamurthy, 2006) lo plantea como un conjunto de preceptos, principios y
propuestas para reorientar los comportamientos individuales y colectivos, así
como las acciones públicas y privadas orientadas hacia la sustentabilidad -como
sinónimo de desarrollo sustentable-
Ética de una producción para la vida: pasan por el cambio hacia una civilización
basada en el aprovechamiento de fuentes de energías renovables,
económicamente eficientes y ambientalmente amigables.
Ética del conocimiento y el diálogo de saberes: la ciencia se debate hoy entre dos
políticas alternativas, por una parte, seguir siendo la principal herramienta de la
economía mundial de mercado orientada por la búsqueda de la ganancia
individual y el crecimiento sostenible, por otra parte, está llamada a producir
conocimiento y tecnologías que promuevan la calidad ambiental, el manejo
sustentable de los recursos naturales y el bienestar de los pueblos. Para ello sería
necesario conjugar las aportaciones racionales del conocimiento científico con las
reflexiones morales de la tradición humanística abriendo la posibilidad de un
conocimiento donde puedan convivir la razón y la pasión, lo objetivo y lo subjetivo,
la verdad y lo bueno. Evitando el negar y excluir a los saberes no científicos, los
saberes populares, los saberes indígenas, tanto en el diseño de estrategias de
conservación ecológica y en los proyectos de desarrollo sostenible, así como en la
resolución de conflictos ambientales. Ello implica promover estrategias de
conocimiento abiertas a la hibridación de las ciencias y la tecnología moderna con
los saberes populares y locales en una política de la interculturalidad y el diálogo
de saberes. Con lleva un proceso de reapropiación social del conocimiento y la
orientación de los esfuerzos científicos y desde allí reconstruir el mundo a través
del diálogo intercultural de saberes y la hibridación de los conocimientos científicos
con los saberes locales.
La ética ambiental nos confronta, con el vínculo de la sociedad con la naturaleza,
la condición humana y el sentido de la vida. La ética para la construcción de una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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sociedad sustentable conduce hacia un proceso de emancipación8 que reconoce,
como enseñaba Paulo Freire, que nadie libera a nadie y nadie se libera sólo; los
seres humanos sólo se liberan en comunión. De esta manera es posible superar la
perspectiva "progresista", que pretende salvar al otro (al indígena, al marginado, al
pobre) dejando de ser él mismo para integrarlo a un ser ideal universal, del
mercado global al Estado Nacional; forzándolo a abandonar su ser, sus tradiciones
y sus estilos de vida para convertirse en un ser "moderno y desarrollado". Es una
ética de los derechos fundamentales predicables que promueve la dignidad
humana como el valor más alto y condición fundamental para reconstruir las
relaciones del ser humano con la naturaleza. (Krishnamurthy, 2006)
Debe estar basada en un principio de integridad de los valores humanos y las
identidades culturales, con las condiciones de productividad y regeneración de la
naturaleza, principios que emanan de la relación material y simbólica que tienen
las poblaciones con sus territorios, y con los recursos naturales y el ambiente.
(Krishnamurthy, 2006) Una ética de la diversidad cultural implica una pedagogía
de la otredad9 para aprender a escuchar otros razonamientos y otros sentimientos.
Esta se traduce en una ética de respeto a sus estilos de vida y sus espacios
territoriales, a sus hábitos y sus hábitats tanto en el ámbito rural como en el
urbano, se definen dentro de una concepción de la trilogía territorio-cultura-
biodiversidad como un todo íntegro e indivisible. (Barkin, 1998, pág. 20) Esto abre
los cauces para recuperar identidades, para volver a preguntarnos quiénes somos
y quienes queremos ser. Aunque en los diversos estratos de la sociedad, aún si la
gente está adquiriendo una mayor conciencia de la necesidad de cuidar el
ambiente, la creciente complejidad de los procesos productivos y las
características del consumo urbano conducen a perder contacto en la relación
intrínseca entre el bienestar ambiental y el humano (Barkin, 1998, pág. 26) Los
8 Liberación de una o más personas respecto de un poder, una autoridad, una tutela o cualquier otro tipo de subordinación o
dependencia. http://es.thefreedictionary.com/emancipaci%C3%B3n (recuperado 5 de marzo del 2015) 9 La noción de otredad es habitual en la filosofía, la sociología, la antropología y otras ciencias. Se trata del reconocimiento
del Otro como un individuo diferente, que no forma parte de la comunidad propia. http://definicion.de/otredad/ Recuperado
7 de marzo del 2015
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXX
sistemas productivos y los patrones de consumo existentes amenazan la
continuidad de nuestras organizaciones sociales, debido al reconocimiento de que
no sé pueden generalizar los niveles actuales de consumo de recursos per cápita
en los países ricos a la gente que vive en el resto del mundo.
La ética ambiental implica, entre otros aspectos, la reorientación de la evolución
tecnológica y el marco institucional, el avance en el crecimiento económico, la
modificación de los patrones de consumo, así como la realización de proyectos
responsables para disminuir y/o erradicar la extrema pobreza. Pero es indudable
que también pesa mucho el no saber cómo afrontar los retos. Es urgente fomentar
y formar talentos internos con capacidad de generar conocimientos y tecnología
propios, a fin de solucionar problemas internos de cada país; y a la vez
enfrentarse a un mundo globalizado en donde el conocimiento es la materia prima
de la competitividad. (Pérez García & Hernández Cárdenas, 1998)
La raíz latina de la palabra cultura es colere, que puede significar desde cultivar y
habitar, hasta veneración y protección. Su significado como habitar ha
evolucionado desde el latín colonus al actual colonialismo. Por un lado, la palabra
cultura señala la transición histórica decisiva, pero por otro, encierra por si sola
una serie de aspectos filosóficos clave. Entendida como un control organizado del
desarrollo natural, la cultura sugiere una dialéctica entre lo artificial y lo natural,
entre lo que le hacemos al mundo y lo que el mundo nos hace a nosotros
(Eagleton, 2001, pág. 13)
La organización cultural es como un pulpo, cuyos tentáculos están en gran parte
integrados de manera separada y pobremente conectados neurológicamente el
uno con el otro y con lo que en el pulpo puede considerarse un cerebro; y sin
embargo el animal consigue moverse y conservarse, en todo caso por un tiempo,
como una entidad viva viable aunque algún tanto desgarbada, sino que es la
investigación de símbolos significativos de conjuntos y de conjuntos de conjuntos
de símbolos significativos —los vehículos materiales de la percepción, de la
emoción y de la comprensión— y la determinación de las regularidades
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXXI
subyacentes de la experiencia humana que están implícitas en la formación de los
símbolos. (Geertz, 1973, pág. 336)
La cultura se mueve también a semejanza del pulpo, con movimientos inconexos
de una parte ahora que, luego de esta otra y más adelante de otra parte cuyo
efecto acumulado de alguna manera determina un cambio de dirección. (Geertz,
1973, pág. 337)
El mayor valor de la cultura es su apertura hacia la diversidad cultural. La
construcción de la sustentabilidad está suspendida en el tiempo, en una ética
transgeneracional. El futuro sustentable solo será posible en un mundo en el que
la naturaleza y la cultura continúen coevolucionando. El arraigo de los pueblos de
sus saberes, sus identidades y de la circulación de estos en el tiempo. Estos
legados culturales son los que hoy abre la historia y permite la emergencia de lo
nuevo a través del diálogo intercultural y transgeneracional de saberes, fertilizando
los caminos hacia un futuro sustentable. (Krishnamurthy, 2006)
La totalidad de la cultura se ha convertido en una pieza rentable del mercado.
Para ello ha sido menester forjar una economía acomodada a los nuevos mitos.
Según estos, el progreso consiste en la ampliación indefinida del consumo y el
desarrollo histórico significa producir más y consumir más.
Las soluciones al problema de la insostenibilidad no deben ser planteadas
únicamente en términos de conservación de la cultura, sino también en términos
de cambio de procesos y de dinámicas culturales. (Hernández Ramos & Tilbury,
2006)
Parte de esta solución es tener a una ciudadanía esta como menciona (Tréllez
Solís, 2006) se relaciona con el conjunto de los seres humanos asumidos como
personas que pueden y deben toma parte activa en el proceso de su propio
desarrollo, como individuo pensantes, como miembros de una comunidad, de un
nación, en suma, como seres humanos responsables vinculados con espacios
geográficos y ámbitos históricos y culturales y como ciudadanos y ciudadanas de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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este planeta Tierra que tienen el derecho básico a la vida y a un futuro mejor para
ellos y sus descendientes.
La ciudadanía ambiental es la integración dinámica entre el reconocimiento de los
derechos al ambiente y a la vida, los deberes diferenciados de ciudadanos y
ciudadanas frente al ambiente y el desarrollo sustentable, y la participación activa
de todos y todas para defender sus derechos y ejercitar cotidianamente sus
respectivas responsabilidades, en un marco ético y de valoración de la vida en
todas sus manifestaciones. (Tréllez Solís, 2006)
Parte del respeto a la diversidad, es reconocer el derecho de ser individuo y que
cada comunidad tiene la decisión y es libre para forjar su propio futuro. Las
características que se requieren para lograr la ciudadanía como parte de nuestra
responsabilidad ambiental (Tréllez Solís, 2006):
• Contar con un sustento ético, comprometido y un conjunto de valores que
permitan la construcción de seres humanos con una nueva visión.
• Ser crítico y responsable consciente, que comprendan, se interesen,
reclamen y exijan sus derechos ambientales.
• Ser capaces de organizarse y participar en la dirección de su propia vida,
adquiriendo también poder político comunitario, local, regional, nacional,
junto con una gran capacidad de cambio colectivo.
• Tener capacidad de vigilancia y participación en el manejo de los recursos
naturales.
Si se ensambla la ética y la ciudadanía esto favorece la capacidad de ser
negociadores con valores que permitan defender lo que es mejor para cada
región, además de adquirir la capacidad de resolver de conflictos.
Desde esta política cultural por la identidad, el clamor por la igualdad y la
sustentabilidad es una lucha por la diversidad por el derecho del ser diferente.
(Leff, 2013)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXXIII
Otro elemento necesario para la cultura es la alfabetización se entiende en
cambio, como la posibilidad de aprender a pensar a discernir. En especial el
alfabetismo ecológico, es definido, (Imaz Gispert, 2010) como la habilidad de una
persona para comprender cómo funciona el mundo, entendiendo que todas las
actividades humanas tiene consecuencias y la posibilidad de traducir este
entendimiento en acciones que redunden en el cuidado del medio ambiente.
El alfabetizar es un proceso de concientización entendiendo como liberación de la
conciencia, para que el analfabeto se asuma como sujeto de la historia, de su
historia. "Es fundamental entender que el hombre es un ser de relaciones y no
sólo de contactos, no sólo está en el mundo, sino con el mundo. De su apertura a
la realidad, de donde surge el ser de relaciones que es, resulta esto que llamamos
estar con el mundo" (González Gaudiano E., 2001)
Es por ello que el alfabetizar se da a través del conocer, esta condición produce
construcciones simbólicas generadas de las interacciones con los otros.
Resultando de ello símbolos que generan significados singulares en cada cultura,
a su vez en el interior de cada estructura social, familias, comunidades, regiones
etc.
Esos significados se mantienen y se dispersan por medio de la comunicación es
por ello una vía que puede encauzar hacia las sociedades sustentables, apoyando
en hacer del significado del desarrollo sustentable un concepto entendido y al
mismo tiempo cercano a la gente. En este sentido hay que buscar estrategias o
métodos que provean de una comunicación que propicie un cambio de
pensamiento basándose en las relaciones del contexto y las conexiones, sean
estas conscientes, emotivas y afectivas, con la intención de humanizamos. Esto
puede propiciar cambios en nuestros valores para cambiar el comportamiento
(Bozic, 2010) - siendo aceptados que los valores, junto con las actitudes y los
sistemas de creencias -, están relacionados con nuestros comportamientos. Se
definen actitudes como "la predisposición de responder o comportarse en una
cierta manera” y el comportamiento en visto como una consecuencia de la actitud.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XXXIV
En la búsqueda del cómo realizar esos cambios ya sean implementado métodos,
estrategias etc., se plantea que la educación sea una opción, (Imaz Gispert, 2010)
en el análisis de sistemas (Sterling 2006) coloca a la educación en el cetro del
nido, circulada por el sistema sociedad/economía y ambos incluidos en el círculo
denominado ecosfera. Con base en esta propuesta define a la sustentabilidad
como "la habilidad de un sistema de mantenerse en relación a su medio ambiente,
dado que todos los sistemas están conformados por subsistemas y forman parte
de sistemas más grandes o metasistemas. Sin embargo, enfatiza Sterling, existe
una relación co-evolutiva, la cual puede ser vista como la clave del cambio en
ambos sistemas (Imaz Gispert, 2010)
La educación para la sustentabilidad debe entenderse en este contexto como una
pedagogía basada en el diálogo de saberes, orientada hacia la construcción de
una racionalidad ambiental. Esta pedagogía incorpora una visión holística del
mundo y un pensamiento de la complejidad. Pero va más allá al fundarse en una
ética y una ontología de la otredad10 que del mundo cerrado de las interrelaciones
sistémicas del mundo objetivado de lo ya dado, se abre hacia lo infinito del mundo
de lo posible y a la creación de "lo que aún no es". La construcción de un futuro
sustentable, equitativo, justo y diverso, es una educación para la participación, la
autodeterminación y la transformación; una educación que permita recuperar el
valor de lo sencillo en la complejidad; de lo local ante lo global; de lo diverso ante
lo único; de lo singular ante lo universal (Krishnamurthy, 2006)
Por ello por si partimos de la visión actual, en la que se manejan acciones globales
para incidir en acciones locales como lo muestra la figura 2 A, continuaremos con
este desarrollo insustentable, más sin embargo si se avanza hacia una nueva
forma de vincular la relación del ser humano con su entorno, partiendo que el
cambio se comienza con el individuo, si se busca transformar hacia esa visión de
vida, de ser "yo” parte del entorno y por ello soy responsable de él, se requiere de
10La noción de otredad es habitual en la filosofía, la sociología, la antropología y otras ciencias. Se trata del reconocimiento
del Otro como un individuo diferente, que no forma parte de la comunidad propia. http://definicion.de/otredad/ Recuperado
7 de marzo del 2015
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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tener el enfoque de acciones locales a acciones globales. Como se muestra en la
figura 2 B.
Figura 2 A Figura 2 B
Lo que acontece hoy en día en el mundo, es resultado de esta visión que muestra
la figura 3 A, por lo que estamos en el borde de la transición hacia el paradigma
ecológico posmoderno, que sugiere un cambio epistemológico, que va del
reduccionismo al holismo, del objetivo a una subjetividad crítica y del relativismo al
relacionismo. (Sterling, 2010)
Ello indica la necesidad de sustituir enfoque ingenuos exclusivamente
"conservacionista” acerca de la sustentabilidad del desarrollo por el
reconocimiento de que los problemas ecológicos y ambientales revelan
disfunciones de carácter social y político. (Guimaraes P., 1994)
Es la razón porque se requiere de una educación ambiental - en la que se trate
sobre los problemas ambientales a los que el hombre enfrenta en su uso de los
recursos naturales y las posibilidades de superarlos y prevenirlos en el futuro,
nunca habrá una solución 100% correcta a problemas de la comunidad, lo que se
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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conciba como la solución adecuada depende de los propios valores y prioridades-.
(Breiting, 1997)
Para lograr el cambio, la gente tiene que creer en el objetivo, necesita
retroalimentación para entender o asumir que es lo que están haciendo vale la
pena, necesita saber lo que realmente puede hacer y finalmente necesita pruebas
y modelos de conducta. La cognición del comportamiento, tal como se relaciona
con el conocimiento del medio, se apoya no solamente en el conocimiento
sistemático - o entendimiento del asunto ecológico- sino también en el
conocimiento relacionado con la acción (lo que se puede hacer) y el conocimiento
de la afectividad (beneficios comparativos de acciones distintas) (Bozic, 2010)
Encajar al hombre dentro del ecosistema o en saber conservar, no es suficiente,
sino que se requiere que aprender a transformar bien.
La necesidad de utilizar un enfoque epistemológico de carácter transdisciplinario y
multidisciplinario que permita una mejor comprensión del fenómeno, a la vez que
una pertinente estrategia de búsqueda de soluciones de problemas. La
globalización e internacionalización de las vidas social, económica, política y
cultural como una realidad dramáticamente presente constituye en última instancia
el hecho fundamental que obliga al tránsito de un esquema rígido y disciplinario
tradicional, hacia un modelo flexible y carácter transdisciplinario. (Zenteno Gaytán,
2010) Hoy en día prácticamente cualquier decisión, en los microambientes y
macroambientes sociales, tiene que tomar en consideración las condiciones y
perspectivas globales. Se requiere un enfoque de calidad educativa que considere
nuestras experiencias personales y sobre todo, la educación en valores y calidad
de vida.
Para finalizar el desarrollo sustentable se concibe como una forma de vida,
construida de una visión, filosofía, ética y acciones cotidianas, que marcan una
nueva forma de convivir con nuestro entorno, entendiendo nuestra relación con él,
haciéndonos conscientes del compromiso y responsabilidad.
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1.2 El Principio de Sustentabilidad
El concepto de lo ambiental ha tomado parte importante en las discusiones
políticas y de relaciones internacionales en la actualidad; el marco jurídico se ha
modificado de manera acompañada con los cambios culturales en relación a la
sociedad y la naturaleza, constituyendo un elemento axiológico con la valorización
de la naturaleza y sus componentes, desarrollo que culminaría con la protección
constitucional de un “derecho al ambiente”.
La noción de desarrollo ha sido entendida en términos de un crecimiento,
recuperación o aceleración de un camino trazado de antemano. Es decir, el objeto
de conocimiento de la teoría del desarrollo había obedecido a una noción
determinista que interpretaba la historia material de los hombres guiada por las
tendencias registradas en los países desarrollados, y éstos, a la vez, por una
tendencia universal dada de crecimiento ilimitado. Se sostiene que la cultura
contemporánea dominante y el modelo de desarrollo que ésta impulsa, han
provocado una crisis ambiental que se han manifestado en el deterioro global de
las condiciones naturales que hacen posible la vida en el planeta y que ponen en
riesgo el futuro de la especie humana. Olivier Godard explica que el término
sustentable inspira entonces la definición de un proyecto de transformación de la
organización económica y social actual.11
Las ideas de crecimiento y desarrollo, así como en general las ambientalistas, han
variado desde visiones totalmente sociales hasta las más naturalistas; desde la
idea de incredulidad, hasta las más catastróficas. Thomas Robert Malthus, desde
una visión meramente social, planteaba que, mientras la población se desarrollaba
en progresión geométrica o exponencial, la producción de alimentos tendía a
hacerlo en progresión aritmética o lineal, por lo que, en un momento dado, los
alimentos resultarían insuficientes, y los salarios llegarían a niveles por debajo del
de subsistencia.12 Por otra parte, Paul Ehrlich exponía que se necesita una política
11 Véase Godard, Olivier, “L’inscription économique du développement durable”, en Cahiers Français, Francia, Número 306, 2002. 12 Véase Malthus, Robert, Primer ensayo sobre la población, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, s/f.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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de control con definición previa de lo que podría ser el tamaño óptimo de una
población estable y a consecuencia de las publicaciones del llamado Club de
Roma, se llegó a la elaboración de un modelo informatizado de las variables
asociadas a las cinco tendencias de inquietud mundial: industrialización acelerada,
rápido crecimiento demográfico, escasez general de alimentos, agotamiento de recursos no
renovables y deterioro del medio ambiente.
Con distintas proyecciones de tendencias y circunstancias actuales, estudiaron
posibles escenarios que incluían variables como el desarrollo tecnológico, los
recursos económicos, la contaminación y la escasez de alimentos. Las
conclusiones eran que, de continuar las tendencias actuales, los límites que el
planeta impondría al crecimiento se alcanzarían dentro de los próximos 100 años,
teniendo por resultado más probable una catástrofe general a partir del declive
súbito e incontrolable de la capacidad industrial, y la hambruna y disminución de la
población consiguientes, en un contexto de caos social.
Una propuesta alternativa de estas y otras visiones fue la del “ecodesarrollo13”.
Esta corriente recogió también gran parte de las críticas al concepto de desarrollo
como equivalente lineal de crecimiento económico, como son: críticas a los
patrones de consumo dominantes, a los sistemas y escalas de producción, a los
estilos tecnológicos, con la desaparición de los recursos naturales, a través de
ideas como la preferencia por los recursos renovables frente a los no renovables y
por las tecnologías adecuadas o blandas, buscando la conservación del medio
natural.
Fueron pocas y sin reflectores las conferencias en las que se divulgaba la idea de
este tipo de desarrollo. En el Seminario de Founex, Suiza, en 1971, se buscó
establecerla estrecha relación entre el desarrollo y el medio ambiente, que los
desequilibrios ecológicos se atribuyen al proceso de industrialización y al
crecimiento demográfico en general, así como la necesidad en la adecuada
regulación de los planes de desarrollo. Otra de las fechas en las que se incluía
13 Foladori, Guillermo y Pierri, Nina, ¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable, México, Porrúa, 2005, p. 45.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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esta propuesta, fue en la Conferencia de Cocoyoc, en México, en octubre de 1974,
en la que se insistió en que las desigualdades socioeconómicas en el deterioro
ambiental son consecuencia de los modelos de desarrollo y las formas de vida
vigentes; y se indicó la necesidad de estilos de desarrollo alternativos y de un
nuevo orden internacional.
La idea del ecodesarrollo constituye la idea de comunión entre el sistema natural y
el contexto sociocultural, así como la pluralidad de soluciones de acuerdo al tipo
de circunstancias, interpreta los problemas ambientales como externalidades del
sistema, de donde el ecodesarrollo buscaría integrar lo ambiental al proceso de
desarrollo, como la internalización. En la explicación del concepto, Ignacy Sachs
reivindicó una nueva ética de la naturaleza, y estableció los principios de una
solidaridad diacrónica con las generaciones futuras, basada en la conservación de
la estructura productiva de los recursos renovables y en la oposición a la
utilización inmoderada de los recursos no renovables. A esto se agregan acciones,
como la introducción de tecnologías apropiadas y la orientación del sistema
educativo para generar los conocimientos necesarios para un manejo
ecológicamente adecuado de los recursos, proclamando el rechazo a la
dependencia cultural y técnica.14
Antes de la idea del desarrollo sustentable, otra perspectiva importante fue la
propuesta al tiempo del Informe del Club de Roma, fue el estudio presentado por
la Fundación Bariloche. En “¿Catástrofe o Nueva Sociedad? Modelo Mundial
Latinoamericano”, se presenta una visión también humanista y crítica, pero más
profunda que la del ecodesarrollo por cuestionar las bases económicas y políticas
del orden actual y proponer alternativas en pos de una sociedad diferente. Los
elementos básicos de la nueva sociedad serían: equidad a todas las escalas; no
consumismo (determinación a través de las necesidades sociales y no por el lucro
14 Sachs, Ignacy, “Ambiente y estilos de desarrollo”, en Comercio exterior, Vol. 24, Número 4, abril, México, 1974, pp.360-368. Consultable en http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/407/5/RCE7.pdf Fecha de consulta: 18-septiembre-2016.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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privado); y el reconocimiento de que esas necesidades pueden ser definidas de
manera diferente según las diferentes culturas, entre otras características.
Catástrofes químicas, petroleras, atmosféricas y hasta nucleares desde 1976
hasta 1986, más las crisis económicas y sociales, fueron desencadenantes y
puntos de quiebre para el surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo. Es
entonces, a partir de la publicación del documento conocido como “Nuestro Futuro
Común”, que se refuerza la unión entre desarrollo y el ambiente como esfuerzos
interligados, y establece una reciprocidad de causa–efecto entre la pobreza y el
ambiente. La apelación al desarrollo sustentable es un llamado a cambiar las
estrategias aplicadas hasta el momento, tanto en materia de políticas de
desarrollo, como ambientales.
Respecto a la teorización de la sustentabilidad, es necesario volver a la idea de los
opuestos. Como en muchos otros temas, han existido posiciones en ocasiones
muy encontradas sobre la viabilidad y eficiencia del desarrollo sustentable; en el
plano ambiental general, existen grupos que comparten la idea de un desarrollo
con visión ambiental, a estos se les puede distinguir bajo el nombre de
economistas ambientales, y además existe un contrario, el de los economistas
ecológicos, o ambientalistas conservacionistas, que parten de la separación entre
el crecimiento y la protección a los recursos naturales, defendiendo la idea de un
necesario crecimiento cero. En materia de la sustentabilidad, se pueden destacar
–en el plano de la literatura sobre el tema– cuatro categorías de sustentabilidad,
desde la muy débil hasta la muy fuerte, con dos intermedios. Las sustentabilidades
muy fuerte y muy débil, representan las posiciones paradigmáticas de la economía
ecológica y de la economía moderada, que tienen las posiciones extremas
respecto al crecimiento, oponiéndose la primera, y defendiéndolo la segunda,
ambas de manera absoluta.
La sustentabilidad muy fuerte, niega la sustituibilidad entre capital natural y
manufacturado, proponiendo, como vimos, que son complementarios, y que debe
mantenerse todo el capital natural y reponerse lo más posible del ya dañado o
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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usado. En el otro extremo, la sustentabilidad muy débil, sostiene la perfecta
sustituibilidad, y le preocupa no sólo mantener sino, en lo posible, acrecentar el
capital total, independientemente de su composición. La sustentabilidad débil,
intermedia, es la propuesta por una parte de la economía moderada ambiental:
reconoce que la sustituibilidad no es perfecta y entonces hay que preocuparse por
mantener cierto capital natural tomando en cuenta las situaciones y posibilidades
concretas. Por su parte, la sustentabilidad fuerte a secas, se inscribe en la
economía ecológica, pero se aparta de su formulación tan cerrada con el fin de
obtener mayor pragmatismo.
El desarrollo sustentable representa una interconexión orgánica de tres campos de
conocimiento, sin embargo, actualmente ésta interconexión no se encuentra lo
suficientemente estudiada como para definir con precisión las relaciones que se
dan entre ellos; por lo tanto, es importante considerar que deberán construirse
nuevas instituciones y regulaciones que de manera transversal aborden el
problema de la sustentabilidad15. Así, trabajar por el desarrollo sustentable implica
avanzar simultáneamente desde incluso cinco perspectivas: económica, humana,
ambiental, institucional y tecnológica. Las características de este proceso serán
diferentes dependiendo de la situación específica en que se encuentre un
determinado país, región o localidad.
Entonces, la idea del desarrollo sustentable surge como una propuesta que integra
tres dimensiones: la económica, la ecológica y la social, y constituye el resultado
de un intenso esfuerzo por construir una visión integral sobre los problemas más
acuciosos del cómo pensar el desarrollo, recuperando las aportaciones desde la
aparición de la teoría de desarrollo como una especialidad de la economía hasta la
etapa actual, de construcción multidisciplinaria, del desarrollo sustentable. El
principio de sustentabilidad emerge en el contexto de la globalización como la
marca de un límite y el signo que reorienta el proceso civilizatorio de la
15 Cfr. Saldívar V., Américo, (coord.), De la economía ambiental al desarrollo sustentable: alternativas frente a la crisis de gestión ambiental, México, UNAM, 1998.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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humanidad, se comprende que el desarrollo debe centrarse en los seres humanos
y no sólo en los índices económicos.
El paradigma del desarrollo sustentable constituye un fenómeno cultural que
involucra la transformación de prácticas antes aceptadas y defendidas como
necesarias, ante la visión antropocéntrica del mundo, por hábitos y actividades
que significan un sacrificio contra esas prácticas hegemónicas. Además, las
transformaciones sociales y culturales derivadas de la evolución tecnológica
acelerada de los últimos años ha acelerado a su vez los tiempos de la sociedad
humana, contraponiéndose a los tiempos de la naturaleza; el crecimiento
poblacional es una muestra clara de cómo el avance de la sociedad afecta
fatalmente el entorno. Doctrinariamente, el adjetivo se ha concebido como
fundamento teórico y metodológico de un nuevo paradigma de desarrollo que
unifique el aspecto económico, la conciencia ecológica y la responsabilidad socio–
cultural.
En el terreno práctico, hoy en día es común la denominación de “sustentable” a
actividades humanas, ya de arquitectura, ya de ingeniería, etcétera; lo que ha
ocasionado problemas en su utilización es la vaguedad con la que en ocasiones
se maneja el concepto. Distintos escritores consideran que algunos ven la
sustentabilidad como una nueva creencia que sustituye a otros paradigmas como
el progreso, apunta que la noción de sustentabilidad está sometida a la lógica de
las prácticas: se articula a los efectos sociales deseados, a las funciones prácticas
que el discurso pretende volver realidad objetiva.
Derivado de esta vaguedad surge la confusión con el término “sostenible”, más
allá de la confusión gramatical, la discusión de la diferencia entre ambos
conceptos se basa, principalmente, en la idea de que el término “desarrollo
sostenible” suele usarse de una manera insustancial, general e imprecisa,
llamándose sostenible a innumerables procesos de producción, prácticas y
políticas que en realidad no responden a esa orientación. Estas ideas, se pueden
rebatir con lo siguiente: El término sustentable necesita dos momentos para
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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comparar resultados: el presente y el futuro, se trata de la relación entre un
presente conocido y un futuro deseable.
Esta noción sitúa a la sustentabilidad en la “causalidad teleológica”. Además, el
desarrollo sustentable, cuestiona de raíz los procesos de desarrollo económico y
el crecimiento ilimitado de la economía en un mundo finito, sugiriéndolo como
principal obstáculo para crear sociedades justas para todos y perdurables; en
definitiva, se hace necesario una transformación radical del modelo económico
imperante. De esta forma, lo sustentable se entiende como la práctica continua de
acciones y políticas que llevarán a lo que en un futuro resultará en un desarrollo
sostenible.
El desarrollo se debe concebir como una forma de planificación. La planificación
se debe entender como la preparación de una política y, más particularmente, de
una política de desarrollo. El desarrollo también exige transformaciones profundas
y deliberadas, cambios estructurales e institucionales. Se concibe entonces como
un proceso de cambio social, como un proceso deliberado que persigue como
finalidad última la igualdad de oportunidades sociales, políticas y económicas,
tanto en el plano nacional como en relación con sociedades que poseen patrones
más elevados de bienestar material.
En los procesos que se lleven a cabo en la búsqueda del nuevo modelo de
desarrollo, como ya se mencionó, es necesaria una planificación, la cual significa
una acción consciente, racional y organizada; la planificación debe ser concebida
como un proceso, en cuanto al conjunto de etapas sucesivas, así como un
sistema, en cuanto a una organización que posibilite atender los aspectos
concernientes con la ubicación y los plazos. La planificación es una condición
previa e indispensable para la formulación de las políticas y de las medidas de
desarrollo pertinentes para que sean eficientes.
Juan Rodrigo Walsh destaca entre los elementos característicos de la
interpretación de la sustentabilidad el símil al bienestar humano pero mantenido a
lo largo del tiempo; la exigencia en considerar la compensación por los deterioros
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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ambientales generados en el presente, con el fin de mantener las expectativas de
bienestar humano en el futuro, esto se efectiviza –al menos en parte– con la
garantía de un acervo de bienes equivalentes a los actuales; este “capital
constante” se compone tanto por recursos naturales como por recursos
antrópicos, con la alternancia y recomposición entre ambas categorías (bienes
naturales y recursos antrópicos), lo cual hace necesaria una valorización de
ambos tipos de recursos, así como una distinción de aquellos bienes naturales
que podrían considerarse irremplazables por medio de bienes antrópicos,
determinación que deriva en el concepto de “principio precautorio”. Además, la
innegable necesidad de transformar la forma clásica de medir el crecimiento
económico.16
“Las características de la sustentabilidad (Z) parten de una visión económica de
la problemática ambiental y tienen sus raíces en el pensamiento moderno, con la
generación de la clara conciencia respecto del crecimiento de la civilización
humana y las limitaciones materiales que este crecimiento impone al ecosistema
de la tierra”.17
Deben así tomarse en cuenta varios elementos neurálgicos para el cambio de
paradigma hacia un desarrollo sustentable: es necesario reafirmar y asegurar la
misma situación de derechos para todo ser humano, debe establecerse una visión
global de los problemas ambientales, en tanto que su afectación es global; la base
institucional política es necesaria como parte de la transformación integradora;
derivado de los puntos anteriores, es necesario tomar en cuenta las variables
culturales de cada sociedad, a partir de aspectos históricos y filosóficos, y no solo
políticos y legales; además, es necesaria la búsqueda constante de igualdad en
términos de oportunidades, así como de los beneficios hacia los más necesitados;
por último, es fundamental garantizar estos derechos no solo en una visión actual,
sino con la prospectiva de las generaciones futuras.18 Entonces, la noción de la
16 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), Ambiente, Derecho y Sustentabilidad, 10ª edición, Argentina, Editorial La Ley, 2000, pp. 27-29. 17 Ibídem, p. 29. 18 Fuchs Bobadilla, Margarita, “El desarrollo sustentable y el derecho”, Tomo 52, Número 237, México, 2002, pp. 85 y 86.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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temporalidad que se mencionó líneas arriba incluye también una nueva visión en
prospectiva para la decisión política y económica que se adopten.
1.2.1 La sustentabilidad como eje de solución transversal
Indicadores de la sustentabilidad
El problema de la insostenibilidad histórica de la sociedad industrial estriba en que,
a diferencia de la biósfera, no ha sido capaz de cerrar los ciclos de materiales
reconvirtiendo, con la ayuda del Sol y sus derivados, los residuos en recursos.
Con ello el sistema se topa con problemas de escasez de recursos y de exceso de
residuos, a la vez que resulta cada vez más difícil y costoso mantener su propia
calidad interna. Es fácil afirmar que un sistema económico se hace globalmente
más insostenible a medida que utiliza (directa o indirectamente) y degrada
cantidades crecientes de la energía y los materiales extraídos de la corteza
terrestre o de los obtenidos de la sobreexplotación de ecosistemas, especies o
recursos. Estos usos arrojan una huella de deterioro ecológico observable sobre el
territorio por el espacio requerido para obtener los recursos o para depositar o
digerir los residuos.
“Cuando a la sociedad, a la economía y al medio ambiente se les mira como
entidades separadas, como partes no relacionadas de la comunidad, los
problemas también se ven como tópicos aislados. Con base en este paradigma,
cada entidad pública va por su lado, los consejos para el desarrollo económico
tratan de crear empleos. Este enfoque, poco sistemático, puede generar un
número importante de efectos colaterales negativos”.19
Para monitorear el desarrollo en sus debidas dimensiones, para ayudar a quienes
toman las decisiones y elaboran las políticas a todo nivel a mantenerse enfocados
en el camino hacia el desarrollo sustentable, es necesario que la planificación se
desenvuelva en torno a diversos indicadores. El proceso de elaboración de
indicadores es lento y complejo y requiere numerosas consultas. Cuando aparece
19 Díaz Coutiño, Reynol, Escárcega Castellanos, Susana, Desarrollo sustentable: Una oportunidad para la vida, México, Mc Graw Hill, 2009. p 107.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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un nuevo indicador éste debe ser puesto a prueba y modificado a la luz de la
experiencia.20
Un indicador, es una variable que, en función del valor que asume en determinado
momento, despliega significados ligados a un constructo cultural y de significado
social que se asocia al mismo. De ahí que no cualquier tipo de estadística pueda
ser considerada como indicador, pues para entrar en esta última categoría, el dato
que se está considerando debe decir varias cosas de primera importancia a un
grupo determinado de personas, sin lugar a dudas o interpretaciones encontradas;
conforma una variable. Una variable es una representación operativa de un
atributo (calidad, característica, propiedad) de un sistema.
Un indicador proporciona una pista para un asunto de mayor trascendencia o hace
perceptible una tendencia o fenómeno que no es detectable inmediatamente. Por
tanto, el significado de un indicador va más allá que lo que realmente mide, y se
dirige más bien hacia un fenómeno de mayor interés. Deben, sin embargo, tener la
factibilidad de ser analizados y una metodología de medición fija. Los indicadores
proveen información en una forma más cuantitativa que únicamente las palabras o
los diagramas; implican una medida contra la cual pueden medirse algunos temas
de política pública, como el desempeño de la política. Los indicadores también
proveen información en una forma más simple y entendible que estadísticas
complejas u otra clase de datos científicos o económicos; implican un modelo o
conjunto de supuestos que relacionan, como ya se dijo, al indicador con un
fenómeno más complejo.
La importancia del establecimiento adecuado de indicadores se puede ver por su
propia función; reducir el número de medidas y parámetros que normalmente se
requieren para ofrecer una presentación lo más cercana posible a la realidad de
una situación, y con ello simplificar los procesos de comunicación. Estas funciones
básicas convierten a los indicadores en el instrumento mediante el cual se
proporciona información concisa y sustentada científicamente a diversos usuarios,
20 Foladori, Guillermo y Nína Pierri, óp. cit., México, Porrúa, 2005, p. 53.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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tomadores de decisiones y al público en general de manera que pueda ser
entendida y usada fácilmente.
Desde un punto de vista teórico, y de acuerdo al autor que se investigue, se
pueden encontrar distintos grupos de indicadores. Uno de ellos, por ejemplo, es de
acuerdo a lo que la (Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU)
denomina una “sociedad sustentable”, la cual se medirá de acuerdo a distintos
parámetros: En un primer grupo, se encuentra el índice de desarrollo humano, que
engloba el promedio de esperanza de vida, el nivel educativo y el ingreso per
cápita. En un segundo bloque se encuentra el índice de libertad humana, medido a
través de los derechos y libertades que se protejan. Un tercer parámetro lo abarca
la sustentabilidad específicamente ecológica, la cual se relaciona a los cuidados,
restricciones y acciones que se lleven a cabo para la protección del ambiente. Por
último, un cuarto bloque lo abarcan indicadores como el gasto en alimentos, agua
y otros recursos naturales; el uso de la energía y los cambios demográficos.21
Desde un punto de vista más práctico, se han desarrollado modelos que integran
los diversos indicadores que podrían ser utilizados, agrupándolos de acuerdo a los
aspectos o dimensiones que forman parte del desarrollo sustentable. Así, nos
encontramos con tres principales dimensiones, más una cuarta que recientemente
se ha añadido a la explicación. Los aspectos económico, social y ambiental son el
resultado de la sistematización de este nuevo paradigma, y un cuarto elemento, el
aspecto institucional o político, como planificador y regulador del sistema.
La dimensión económica de la visión del progreso ha sido en la que el sr humano
se ha enfocado más, principalmente desde la Revolución Industrial, se empezó la
producción en serie de un sinnúmero de bienes que permitieron al hombre –
principalmente a los dueños de las empresas y quienes controlaban los recursos–
una forma de vida más cómoda, además de percibir cada vez ingresos y
beneficios económicos cada vez mayores. Fue por un largo tiempo que se otorgó
21 Fuchs Bobadilla, Margarita, óp. cit., p. 93.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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mayor atención a cualquier vínculo económico con las acciones que el ser humano
realizara.
Así mismo, la humanidad ha cometido el grave error de buscar dar un valor
económico a todo producto, material o recurso a su alcance, o, para mejor decir,
se ha monetizado el sentido de la palabra “valor”, reduciéndolo a una simple cifra,
y encasillando los bienes en ganancias. Desde los textos del Club de Roma y de
diversos autores que han expuesto ideas en contra de este capitalismo
exacerbado, se ha dejado entrever la forma de redimensionar lo valuable y lo
valioso, ante la situación de saber que recursos tales como el agua de los
océanos, de ríos o lagunas, el aire, la energía del Sol, la oxigenación que ofrecen
los bosques, selvas y otra serie de servicios y beneficios que nos brinda la
naturaleza no han podido ser tarifados con la etiqueta de un precio, así como la
necesaria desvinculación del valor de un bien y de la calidad de vida del ser
humano (¿Cuánto valdría el beneficio de despojarse de toda la contaminación
sonora que ocurre en las grandes ciudades?, ¿Qué valor otorgar a la pérdida de
visión nocturna debida de los cientos de miles de espectaculares luminosos que
invaden cada vez más las calles?).
La enseñanza de un mundo que se desarrolle sustentablemente no implica la
eliminación total de los medios de producción ni del capital monetario, pero sí el
nuevo enfoque hacía el capital natural, hacia los recursos que se han ido y se
seguirán agotando. Así, entre algunos de los indicadores que se pueden registrar
en el aspecto económico se encuentran: La cooperación económica internacional
para mejorar el desarrollo sustentable en los países, y en sus políticas internas; el
cambio de patrones de consumo; la regulación y manejo responsable de
mecanismos y recursos financieros, así como la transferencia de tecnología de
quienes la poseen hacia quienes la necesitan.
La dimensión social del desarrollo sustentable consiste en reconocer el derecho a
un acceso equitativo a los bienes comunes para todos los seres humanos, en
términos intrageneracionales e intergeneracionales, tanto entre géneros como
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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entre culturas. La distribución de los recursos y su consecuente escasez ha
provocado la obligada respuesta de las personas que enfrentan severas
dificultades de acceso a los recursos más indispensables para sobrevivir, dando
como resultado guerras por el control y administración de los recursos y
manifestaciones sociales con diversas formas de demanda respecto a una
distribución justa de recursos y a un equilibrio de condiciones de vida para todas
las personas. Es por ello que uno de los objetivos primordiales en un marco de
desarrollo sustentables luchar cada vez más –y mejor– en contra de las
desigualdades y la extrema pobreza en el mundo.
Es por todos conocido el desplazo de comunidades y poblaciones debido a
conflictos económicos o conflictos bélicos, situación que debe erradicarse, pero
otro aspecto que no en muchos lugares se menciona es el número de
desplazamientos de poblaciones debido a problemas ambientales, ya causados
directamente por el hombre, ya indirectamente, tales como la escasez de agua, la
destrucción de bosques o zonas de cultivo, incendios e inundaciones.
Indicadores comúnmente vinculados al aspecto social del desarrollo son: Como se
mencionó, el combate a la pobreza; la regulación y estudio constante de la
dinámica demográfica y de sustentabilidad en poblaciones necesitadas; la
promoción de la educación, la concientización pública y la capacitación ante
cualquier problema o riesgo social y ambiental; la protección y promoción de la
salud humana; y la promoción del desarrollo de asentamientos humanos
sustentables.
La tercera dimensión, el aspecto ambiental, del desarrollo sustentable, es
resultado de la evolución que se ha expuesto líneas arriba, además de la suma de
los conflictos generados por los anteriores dos aspectos. A partir de las últimas
Conferencias y publicaciones de la ONU, se ha establecido la necesidad de
incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas
nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente. Lo que se busca
es preservar las condiciones del planeta con acciones como la defensa de los
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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bosques, la protección de las distintas especies de flora y fauna, conservar buenas
condiciones del aire, proteger las fuentes de suministro de agua, lograr un control
de la urbanización, así como otra serie de factores relacionados con el ambiente
que en su conjunto nos proporcionan las condiciones necesarias para una vida
digna y, sobre todo, el cuidar que estas condiciones se mantengan en el futuro.
“En términos ecológicos, el desarrollo sustentable supone que la economía sea
circular, que se produzca un cierre de los ciclos, tratando de imitar a la naturaleza.
Es decir, los sistemas productivos son diseñados para utilizar únicamente recursos
y energías renovables, para no producir residuos, ya que éstos vuelven a la
naturaleza o se convierten en input de otro producto manufacturado. Este modelo
opera considerando el ciclo vital del producto completo, desde su extracción hasta
la disposición final del residuo cuando su vida útil termina.”22
La actividad humana a través del tiempo, en aras del desarrollo, ha
desencadenado resultados negativos para la calidad de vida que se supone ese
desarrollo debía proporcionar, esto en relación al estado del ambiente,
circunstancia generada en gran medida por al uso irracional e inconsciente de los
recursos naturales.
Algunos de los indicadores ambientales más utilizados son: Los recursos de agua
dulce; el grado de protección de océanos, todo tipo de mares y áreas costeras; el
enfoque integrado para la planificación y administración de recursos del suelo; el
manejo de ecosistemas frágiles (desertificación y desarrollo en zonas vulnerables);
promoción de la agricultura sustentable y desarrollo rural; el combate a la
deforestación y la conservación de la diversidad biológica.
Por último, se ha integrado un cuarto aspecto en tanto que desempeña un papel
fundamental en el cumplimiento de objetivos en cada país, y por supuesto
internacionalmente. La clase política se instaura para regular los convenios
comerciales y de mantener las buenas relaciones entre países, a través de
tratados, que permitan una apertura de mercados con acuerdos arancelarios 22 Díaz Coutiño, Reynol, Escárcega Castellanos, Susana, óp. cit., p. 110.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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equivalentes; por ello se puede confundir el aspecto político con el económico,
debido a la misma hegemonía que se ha establecido de los aspectos económicos;
sin embargo, la dinámica actual entre los países abarca una gran diversidad de
relaciones, no solo económicas, sino personales, sociales, tecnológicas, o de
investigación, y es fundamental considerar todos los posibles para el
establecimiento de acuerdos, pues implica un hábil manejo político para lograr que
dichas relaciones sean exitosas.
La dimensión política o institucional funciona como el eje que organiza, regula,
ejecuta y monitorea los indicadores de los otros tres ejes, con la obligación de
mantener un apego entre cada uno de ellos con los demás. Con el propósito de
incorporar la variable ambiental en los acuerdos entre países desarrollados se
consideran principios tales como “el que contamina paga” a escala internacional y
el principio de la soberanía internacional, restricciones o diversos ordenamientos
jurídicos, ejemplo de ello es una de las medidas que mayor beneficio ha aportado,
la norma ISO 14001, para la evaluación de criterios de Gestión Ambiental.23
Entonces, dentro de los indicadores que se relacionan al aspecto político se
encuentran la integración del ambiente y el desarrollo en la toma de decisiones; el
fortalecimiento y promoción de avances científicos para el desarrollo sustentable;
la implementación y obediencia de instrumentos y mecanismos legales
internacionales, así como la transmisión de información para la adopción de
decisiones y el fortalecimiento del papel de los grupos principales en la toma de
decisiones políticas.
El establecimiento de indicadores para cada dimensión debe regirse por
características muy específicas:24
1. Ofrecer una visión de las condiciones ambientales, presiones ambientales y
respuestas de la sociedad o gobierno; 2. Ser sencillos, fáciles de interpretar y
capaces de mostrar las tendencias a través del tiempo; 3. Responder a cambios
23 ISO 14000 – Environmental Managment. Consultable en http://www.iso.org/iso/iso14000 Fecha de consulta: 18-septiembre-2016. 24 Villavicencio Ortiz, María de los Ángeles (coord.) Desarrollo sustentable en el contexto actual, México, s/e, 2011, p. 57.
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en el ambiente y las actividades humanas relacionadas; 4. Proporcionar una base
para las comparaciones internacionales (cuando sea necesario); 5. Ser aplicables
a escala nacional o regional, según sea el caso; 6. De preferencia tener un valor
con el cual puedan ser comparados; 7. Estar teórica y científicamente bien
fundamentados; 8. Estar basados en consensos internacionales; 9. Ser capaces
de relacionarse con modelos económicos y/o de desarrollo, así como con sistemas
de información; 10. Estar disponibles con una razonable relación costo/beneficio;
11. Estar bien documentados y gozar de calidad reconocida; 12. Ser actualizados
a intervalos regulares con procedimientos confiables.
Dependiendo de las prioridades asignadas por los gobiernos, las empresas y la
población en su conjunto, cada país aplicará sus propias estrategias para alcanzar
el desarrollo sustentable. La cuestión del desarrollo se concibe ya como un
proyecto de voluntad política, que toma forma en la concepción desarrollo
“sustentable”. Este calificativo al sustantivo desarrollo, es lo que constituye el
desafío para buscar un cambio de rumbo a las teorías del antiguo orden
económico.
Al hablar de lo que involucra la noción de indicadores en el desarrollo sustentable,
es necesario hacer mención de un presupuesto conceptual de la sustentabilidad:
el principio precautorio. Este elemento constitutivo del nuevo paradigma, involucra,
en principio teóricamente, los indicadores ambientales o ecológicos y sociales;
este criterio surgió en Alemania en la década de los ochenta como una política de
estado, tendiente a limitar o minimizar los impactos ambientales, mediante un
cuidadoso análisis de riesgos con la evaluación y planificación de alternativas,
exigiendo evitar lo mayor posible cualquier riesgo de menoscabo al ecosistema,
ante una situación de incertidumbre en el daño potencial en los aspectos social y
ambiental, derivado de cualquier acción planteada.25
Se pueden distinguir algunos criterios y elementos claves para el entendimiento de
este principio. En primer lugar, implica una proactividad, como disposición a tomar
25 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), óp. cit., p. 47.
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decisiones; toda acción está en función del beneficio que se vayan a producir y los
costos que ésta pudiese generar; Así mismo, cualquier acción se desarrollará en
el marco de la vulnerabilidad de los recursos naturales, y los umbrales de
irreversibilidad de éstos ante la acción a tomarse; este principio además conlleva
una valorización de los ecosistemas, como bienes naturales que poseen un valor
moral intrínseco por su propia vulnerabilidad; con la ejecución del principio
precautorio, se establece la carga al proponente de una determinada acción de
probar la inocuidad de la acción a tomarse; existe además la necesidad de
contemplar horizontes temporales amplios –situación que va en contra de la
cultura democrática de gratificaciones al corto plazo–; por último, a pesar de verse
como un principio por esencia proactivo, implica más ampliamente la
responsabilidad de recomposición de cualquier daño ocasionado en el pasado.26
Marco de Referencia.
INTRODUCCIÓN Capítulo 1. Marco Teórico – Histórico de Referencia y el Tercer Sector 1.1 Conceptualización de desarrollo sustentable 1.2 El Principio de Sustentabilidad 1.2.1 La sustentabilidad como eje de solución transversal 1.2.2 Desarrollo sustentable como derecho humano 1.2.3 El enfoque del derecho de las generaciones futuras 1.3 El tercer sector, definiciones y modelos teóricos alternativos 1.3.1 ¿Qué es la Economía de Solidaridad? 1.3.2 El tercer sector y la economía social 1.3.3 El Tercer Sector: entre lo Económico y lo Social 1.3.4 Las Instituciones Públicas y el Tercer Sector 1.3.5 La economía solidaria una alternativa al modelo capitalista 1.3.6 Las dimensiones del desarrollo de la economía solidaria 1.3.7 La participación social en la economía solidaria 1.3.8 El tercer sector y la política 1.3.9 Desarrollo con participación 1.3.10 El Estado y el Tercer Sector 1.3.11 Tercer Sector y empresa 1.4 El modelo conceptual del Tercer Sector 1.4.1 El resurgimiento de la sociedad civil 1.4.2 Participación y Capital Social 1.4.3 La institucionalidad pública, la racionalidad colectiva y el capital social 26 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), óp. cit., pp. 48-49.
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Capítulo 2. Tercer sector en México, bases para su caracterización 2.1 Las organizaciones de la sociedad civil 2.2 Capacidad Emprendedora y Capital Social: dos Factores Clave para el Desarrollo del Tercer Sector 2.3 La generación de empleo en las organizaciones del tercer sector 2.4 El modelo de intervención europeo y la promoción del empleo 2.5 Profesionalización de las Organizaciones del Tercer Sector 2.6 La Reflexión Europea en torno a las iniciativas locales, el Tercer Sector y las Nuevas Fuentes de Empleo Capítulo 3. Análisis económico financiero de las empresas 3.1 De la economía social reacciones y desempeño 3.1.1 Cooperativas Agrarias 3.1.2 Cooperativismo de consumo 3.1.3 Cooperativismo de servicios 3.1.4 Cooperativas de trabajo asociado 3.1.5 Sociedades laborales 3.1.6 Las entidades sin ánimo de lucro 3.1.7 Las funciones de origen empresarial 3.1.8 Redes solidarias entre pares 3.1.9 El voluntariado desde la empresa: ¿qué opinan los empleados? 3.1.10 ONG Microfinancieras en México 3.1.11 Comercio justo 3.1.12 Las jóvenes empresas de la Economía Social y su relación con el sistema bancario 3.1.13 Banca ética 3.1.14 Aversión al riesgo 3.1.15 Precios 3.2 Reacción a las dificultades financieras de las empresas de la Economía Social 3.2.1 Acceso al crédito por parte de las empresas jóvenes de la Economía Social 3.3 Empresas ecológicas o verdes y su desempeño en México 3.3.1 Responsabilidad Social Empresarial VS Corporativa 3.3.2 Empresas sustentables Capítulo 4. Evaluación de la política de desarrollo social en México 4.1 Antecedentes 4.2 Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014 4.3 El balance político-institucional de la crisis social contemporánea Capítulo 5. Desarrollo social en el siglo XXI 5.1 El Estado social de la postguerra 5.1.1 Antecedentes 5.1.2 La intervención estatal en la economía de la crisis de 1929 5.1.3 El florecimiento de las economías europeas 5.1.4 El Estado de Bienestar ó Estado social 5.2 Las transformaciones del Estado en la segunda mitad del Siglo XX 5.2.1 El Estado de Bienestar y su multidimensional crisis
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5.2.2 Neoliberalismo y globalización 5.2.2.1 Impactos en la seguridad social y derechos sociales 5.2.2.2 Crisis del Estado-nación 5.2.2.3 Nuevos modelos de organización territorial 5.2.2.4 Impacto en el Derecho y Derechos humanos 5.2.2.5 Desigualdades 5.3 Vigencia y necesidad del Estado 5.4 Retos del Estado para la gobernabilidad y el desarrollo sustentable 5.4.1 La reforma del Estado: un Estado social y democrático 5.4.2 La función del Estado en la provisión de bienes públicos 5.4.3 Estrategia para coordinar la política de Desarrollo Sustentable 5.4.4 El territorio: su ordenamiento dinámico y complejo 5.4.5 La crisis económica y la necesidad de regulación de los mercados 5.4.6 El uso de instrumentos económicos 5.4.7 El agotamiento del petróleo y la reconversión energética 5.4.8 Uso de nuevos indicadores multidimensionales 5.4.8.1 Construcción y monitoreo constante 5.4.8.2 Construcción del Índice de Progreso Real 5.4.9 Construcción de estrategias sociales locales 5.4.10 Propuesta para la construcción de un nuevo paradigma social 5.4.10.1 El decrecimiento 5.4.10.2 La teoría de la entropía 5.4.10.3 La teoría de la convivialidad 5.4.10.4 El concepto de metabolismo social 5.4.10.5 La paradoja de la eficiencia tecnológica (paradoja de Jevons) 5.4.10.6 La incongruencia de la sustentabilidad capitalista Conclusiones Bibliografía
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6. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS.
Hipótesis Principal.
La creciente cobertura, presencia y tamaño de las organizaciones y empresas con
objetivos sociales, ha significado un cuestionamiento relevante sobre la
pertinencia y capacidad del estado de proveer bienes y servicios importantes
socialmente, esta sustitución que parece favorable en la mayoría de las ocasiones,
en términos de oportunidad y eficacia operativa, tiene impactos significativo en
términos de legitimidad y gobernanza para los gobiernos, así como la carencia de
marcos normativos eficaces (regulación y supervisión) que les otorgue a las
organizaciones y acciones de este sector legalidad y certidumbre a sus
operaciones.
Hipótesis Secundarias.
1.- La evolución de las distintas concepciones y enfoques sobre la forma en que
las sociedad puede participar en la respuesta a problemáticas sociales concretas,
como son el desarrollo humano, la preservación del medio ambiente, y aun en
materia de la defensa de derechos sociales y políticos, permite identificar el reto
que significa al estado la transición hacia un modelo político que deberá incluir
como actores relevantes a la ciudadanía y particulares como competidores reales
de la legitimidad y por lo tanto reduciendo sus márgenes de gobernabilidad y
conducción del desarrollo social.
2.- El incremento de organizaciones e iniciativas empresariales que actúan en
diversos ámbitos proveyendo a la población de satisfactores en sustitución del
estado, puede sobrepasar la capacidad de regulación y supervisión de estas
organizaciones que sin un marco adecuado pueden dar ocasión a defraudar
fiscalmente o dañar a los receptores de servicios afectando el bienestar y calidad
de vida de las comunidades. En este contexto surge como requerimiento el
racionalizar su participación y uso de los recursos también públicos, es decir un
equilibrio que permita la permanencia y continuidad de sus acciones, pero sin
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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poner en riesgo la estabilidad social, ya que algunas de éstas iniciativas están
constituidas en gran medida por intereses de tipo político y económico.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
LVIII
7.- PRUEBA EMPÍRICAS O CUALITATIVAS LAS HIPÓTESIS.
En la presente Investigación se intentó comprobar las siguientes hipótesis:
HIPÓTESIS PRINCIPAL:
La creciente cobertura, presencia y tamaño de las organizaciones y
empresas con objetivos sociales, ha significado un cuestionamiento
relevante sobre la pertinencia y capacidad del estado de proveer
bienes y servicios importantes socialmente, esta sustitución que
parece favorable en la mayoría de las ocasiones, en términos de
oportunidad y eficacia operativa, tiene impactos significativo en
términos de legitimidad y gobernanza para los gobiernos, así como
la carencia de marcos normativos eficaces (regulación y
supervisión) que les otorgue a las organizaciones y acciones de
este sector legalidad y certidumbre a sus operaciones.
La anterior hipótesis está comprobada, a pesar de todos los programas que
otorgan los gobiernos, es complicado que las empresas dejen de producir sin
contaminar, pues muchas veces no tienen otra forma de obtener el producto final.
Sin embargo, es muy destacable que algunas empresas que están en esta
situación busquen otra forma de apoyar a evitar el deterioro del medio ambiente.
La problemática ambiental plantea la búsqueda de soluciones objetivas y
satisfactorias para lograr la resolución de conflictos mediante la confrontación de
diversos puntos de vista y a través de un verdadero enfoque holístico y
transdisciplinario. Sus características complejas y tan particulares, determinan
abordajes múltiples que requieren de la participación de todos los integrantes de la
sociedad.
Es cierto que con la premisa anterior no se busca justificar a las empresas que
están en territorio mexicano ni mucho menos al Estado, tristemente ambas partes
han dejado de tomar en serio el compromiso con el que México lideraba en las
diferentes reuniones internacionales unos años atrás.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
LIX
El contexto actual presenta un cambio en la política internacional y en la línea de
énfasis con el que se dirige ahora. El tema del cuidado se ha quedado rezagado
por algún tiempo y es difícil que se retome con tanta facilidad en otros países
latinos como Brasil o países europeos.
La sociedad mexicana le falta todavía un largo camino para identificar el camino
adecuado al consumo responsable de todos los productos que se realizan en
México o que se comercializan en nuestro país. Es indispensable que el gobierno
promueva este tipo de proyectos para que las empresas se obliguen a seguir la
tendencia del mercado y que el mismo se vuelva más estricto con las normas de
distribución y venta.
El trabajo que una empresa sustentable debe hacer va más allá. Es importante no
descuidar el objetivo principal que se debe seguir pues el cuidado del medio
ambiente es primordial para asegurar que las generaciones futuras logren
conseguir niveles de desarrollo económico, político, social, cultural y ambiental
parecidos a los que se poseen en la actualidad.
Es cierto que esto no es un trabajo exclusivo del sector privado sino también de
los Estados, esté o no participando en políticas de cuidado del medio ambiente
posterior a 1972 cuando se firma la Declaración de Estocolmo y se aceptan ciertas
medidas de acción para contrarrestar el cambio climático.
En caso de que los países no cumplan con dichas medidas, es responsabilidad de
la sociedad exigir su cumplimiento y en igualdad de condiciones con las empresas,
exigir que el Estado tome en consideración evaluar mejor a aquellas compañías.
Desde la visión de la academia, los conceptos antes mencionados pueden
proporcionar la pauta necesaria para fomentar la evaluación y evolución del
concepto propuesto y para que ayuden a la formación de nuevas políticas
ambientales que compartan la visión de una relación equilibrada entre el hombre y
la naturaleza, en donde se pueda convivir sin necesidad de destruir alguno de los
dos participantes.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
LX
Una propuesta a este punto es el fomento de una cultura ecológica, desde la
educación básica donde se aprecie el valor de la naturaleza, que se den opciones
de desarrollo y convivencia entre la sociedad y la naturaleza y donde el concepto
económico no resulte como elemento prioritario al momento de hacer negocios.
La gestión ambiental como dimensión esencial del Desarrollo Sostenible
demandas políticas públicas modernas acompañadas de conocimientos e
instrumentos interdisciplinarios lo que implica un reto sociopolítico de gran
envergadura al estar marcada por el conflicto de intereses de múltiples actores
económicos.
En general, existen suficientes leyes e instituciones como para realizar y mantener
una adecuada gestión ambiental, pero lo más frecuente es la falta de aplicación y
cumplimiento de leyes, regulaciones y normas. Por lo tanto, el esfuerzo principal
estará dirigido a emplear adecuadamente lo que existe y a aplicar efectivamente
las regulaciones y normas en vigencia teórica, pertinentes a la política ambiental.
Las nuevas prácticas del tercer sector intentan reconstruir los fundamentos de una
sociedad más justa que permita el ejercicio de la solidaridad en la vida cotidiana.
Hay que pensar y activar la nueva economía social en una sociedad cada vez más
globalizada, terciarizada, informatizada donde los vínculos sociales y familiares se
transforman constantemente según una tendencia irrefrenable hacia la
individualización y al deterioro de las relaciones y de los espacios públicos de
intercambio tradicionales.
Hay que subrayar que para organizar servicios de proximidad que atiendan a las
nuevas necesidades sociales, no es suficiente la organización de las ofertas y de
las demandas. Es necesario facilitar y asegurar la expresión de las demandas
sociales, usuarios (padres, ancianos, mujeres, vecinos) que también actúan como
actores de la construcción de las ofertas. La articulación de voluntarios,
profesionales y usuarios es una nueva combinación necesaria y que configura la
“nueva economía social”.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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El tercer sector tiende a ser mejor en el cumplimiento de tareas que generan
pocos beneficios o ninguno, exigen compromiso personal y solidaridad de los
individuos y una casi ilimitada confianza por parte de los beneficiarios o de los
clientes e implica la imposición de códigos morales y responsabilidad individual de
la conducta. Ello será cada vez más relevante en el futuro inmediato.
Un factor de primera importancia para el futuro de las organizaciones del tercer
sector, será la combinación coherente de los ingresos provenientes de la venta de
servicios, las cotizaciones de los socios y voluntarios, de las subvenciones y de los
servicios contratados con el sector público. La evolución muestra una tendencia
hacia un crecimiento de las dos primeras fuentes de ingresos y una disminución
de las dos últimas.
HIPÓTESIS SECUNDARIAS
1.- La evolución de las distintas concepciones y enfoques sobre la
forma en que las sociedad puede participar en la respuesta a
problemáticas sociales concretas, como son el desarrollo humano,
la preservación del medio ambiente, y aun en materia de la
defensa de derechos sociales y políticos, permite identificar el reto
que significa al estado la transición hacia un modelo político que
deberá incluir como actores relevantes a la ciudadanía y
particulares como competidores reales de la legitimidad y por lo
tanto reduciendo sus márgenes de gobernabilidad y conducción
del desarrollo social.
Como se demuestra en la presente investigación, la anterior hipótesis resultó ser
cierta, ante la cada vez más creciente necesidad de buscar formas de enfrentar la
problemática ambiental así como la posibilidad de Integración de desarrollo social
y crecimiento económico, surge el concepto de desarrollo sustentable. En el caso
de México, estamos conscientes que nuestro estudio requiere identificar los
factores que han contribuido a profundizar o generar los desequilibrios en términos
sociales y ambientales en el transcurso de las últimas cuatro décadas. Por ello,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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analizamos los modelos de desarrollo que se han adoptado en México al igual que
la política económica y los instrumentos que ha utilizado.
El analizar los aspectos sociales, económicos y ambientales de manera conjunta y
simultánea, considerando la debida importancia que constituyen los hechos
pasados o históricos como antecedentes u origen de la realidad presente, genera
un nuevo horizonte.
Una nueva política social para el DS requiere ser una política de corto, mediano y
largo plazo que erradique las bases estructurales de la pobreza y la desigualdad; y
debe centrarse en la integralidad y coordinación de las políticas económica y
social, las que deberán vincularse desde su propio diseño o planeación. Para lo
cual es preciso que tome como referencia las siguientes estrategias: - Equidad
distributiva - Equidad de género - Estabilización de la población - Responsabilidad
oficial y participación política27
Generar un nuevo conocimiento sobre el DS, supone una reelaboración
interdisciplinaria del saber. No significa una negación de la visión disciplinaria, por
el contrario, es un grado superior de construcción del conocimiento que, para
configurarse, supone necesariamente apelar a las disciplinas individuales,
previamente constituidas. Es un conglomerado cognoscitivo, nuevo, inédito que
resulta de la interacción entre disciplinas.
En este sentido, la política educativa deberá comprometerse con una nueva
cultura para el DS, es decir orientarse a lograr la equidad social, a respetar los
derechos humanos y la pluralidad política, a la satisfacción de las necesidades
básicas de la sociedad y a revertir los procesos de deterioro ambiental.
Por otra parte, es indudable que el mayor reto para el Estado mexicano lo
constituye la lucha que se libra contra la delincuencia y el crimen organizado. Sin
embargo, no puede tratarse con el mero incremento de recursos presupuestales
mientras no se combatan las raíces de este mal, en tal sentido, el concepto de
27 Véase “Evaluación del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 desde el enfoque del Desarrollo Sustentable”, óp. cit., p. 104-108
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
LXIII
seguridad debe cambiar hacia un acento mucho mayor en la seguridad de la
población.28
Es preciso comenzar por incorporar en las instituciones una conceptualización
amplia y completa de las obligaciones sociales que significan su accionar en
diferentes esferas, además del cuidado de la sustentabilidad de dichas iniciativas,
en la que el primero se entienda como un diálogo entre el sector público y el
social. En tanto que la sustentabilidad no debe quedar reducida en su dimensión
más local, si no tener en cuenta los esfuerzos para escalar la posibilidad de dichas
iniciativas, en este sentido debe además incluir:
1) La sustentabilidad alimentaria (se trata de conservar ecosistemas y también de
agroecosistemas y su diseño frente al cambio climático);
2) La sustentabilidad industrial, financiera y comercial; con la provisión de bienes y
servicios socialmente necesarios, y
3) Tener en cuenta el ciclo económico en todas sus fases (para aprovechar los
residuos, en términos de cuidado al medio ambiente).
Mismas que deberá quedar incorporadas desde el propio Plan Nacional de
Desarrollo, pasando por la Ley de Economía Social y Solidaría, el Programa
Sectoriales, la reforma del INAES.
Ahora bien, resulta imprescindible un cambio en la independencia con la que han
trabajo estas organizaciones, estilos operativos, financiamiento y rendición de
cuentas. Esto implica que tanto autoridades como las fuerzas productivas asuman
mayores responsabilidades, tales como:
• Garantizar la conservación de los ecosistemas (agua y biodiversidad),
• Protección y restauración de las culturas originarias, para conservar e impulsar la
bio cultura y la diversidad presente en el territorio nacional, impulsando acciones
que las hagan compatibles con el desarrollo económico y social de las
comunidades y ciudadanos. 28 Ibíd. p. 108-109, 110
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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• Estimular la explotación y aprovechamiento de los económicos y sociales
necesarios para el desarrollo de la sociedad.
• Promover el desarrollo del capital en manos de la comunidad, buscando que un
mínimo de 50% de las autorizaciones de aprovechamiento sean reorientadas al
desarrollo local y certificadas.
• Fomentar el desarrollo de sistemas de producción limpia en procesos
industriales, productos y servicios
• Establecer mecanismos judiciales de reparación del daño, cuando por omisión en
el cumplimiento de la ley las autoridades y/o los particulares resulten responsables
de procesos que impliquen afectar a particulares.
• Promover la participación activa de la sociedad en programas de ahorro y
financiamiento.
• Desarrollar y aplicar un programa de fomento de las energías renovables para
cubrir un porcentaje significativo de la demanda de energía primaria en los
próximos años
• Fomentar los medios de transporte colectivo y propiedad social con base en una
política y criterios de movilidad sostenible, y de seguridad en la planificación de las
infraestructuras y de los servicios del transporte
• Expandir los procesos productivos y de consumo dependientes de recursos
renovables, hasta una explotación de éstos consistentes con su capacidad
regenerativa
• Mantener un balance en la utilización de los recursos no renovables y de
sustitutos, que no minen la capacidad renovable de asimilación del ambiente,
dentro de la perspectiva transgeneracional.
• Rediseñar marcos regulatorios de las IAP.
• Impulsar industrias y servicios (ciudades) con enfoque comunitarios y solidarios
en base a energías limpias.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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• Configurar un sector de economía de los desechos (sector de nuevas empresas
y organizaciones civiles).29
Es preciso que el Estado asuma su responsabilidad y represente efectivamente el
interés público por la conservación y garantice el desarrollo de un tercer sector útil,
legítimo y seguro.
2.- El incremento de organizaciones e iniciativas empresariales
que actúan en diversos ámbitos proveyendo a la población de
satisfactores en sustitución del estado, puede sobrepasar la
capacidad de regulación y supervisión de estas organizaciones
que sin un marco adecuado pueden dar ocasión a defraudar
fiscalmente o dañar a los receptores de servicios afectando el
bienestar y calidad de vida de las comunidades. En este contexto
surge como requerimiento el racionalizar su participación y uso de
los recursos también públicos, es decir un equilibrio que permita la
permanencia y continuidad de sus acciones, pero sin poner en
riesgo la estabilidad social, ya que algunas de éstas iniciativas
están constituidas en gran medida por intereses de tipo político y
económico.
Esta hipótesis también resulta cierta, para afirmar en lo mencionado
anteriormente, una alternativa puede ser la educación, mediante de la
concientización, a través de comprender el concepto de desarrollo sustentable. Si
bien suene ilógico, siendo nuestro país rico en recursos naturales y biodiversidad,
día con día dilapida su capital ambiental sumergiéndose en un círculo de pobreza,
y por si esto no fuera poco, se eleva irremediablemente los índices de
contaminación, produciéndose también un agotamiento de los recursos naturales y
una alteración en las condiciones naturales de los sistemas ecológicos, así como
una destrucción de las especies, lo que sin duda alguna genera más pobreza.
Todo esto se debe a que hasta ahora no se ha adoptado un auténtico modelo 29 Véase “Evaluación del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 desde el enfoque del Desarrollo Sustentable”, óp. cit., p. 117 y 118; y, Torres Carral, óp. cit., p. 72
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económico que ponga en marcha un real desarrollo sustentadle da la Nación,
siendo que debe ser de imperante necesidad implementar un Plan Nacional de
Desarrollo cuyo objetivo fundamental sea alcanzar, como ya hemos dicho, un
verdadero desarrollo sustentable.
Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
Caracterizar y describir la forma en que han venido operando las organizaciones que conforman el sector social en México, en el marco de las políticas públicas establecidas para su fomento por el estado mexicano, de manera que se puedan establecer las restricciones que enfrentan el diseño e instrumentación de políticas públicas enfocadas al desarrollo, consolidación y legitimidad de este sector.
Identificar los conceptos y característica que definen la particularidad de las instituciones que forman parte la economía social y el tercer sector. Describir la experiencia en otros países en materia del fomento de la economía social y compromiso social empresarial. Delimitar el concepto de capital social como un recurso disponible en las sociedades para promover la equidad social. Explicar los instrumentos y programas implementados por el gobierno federal en materia de fomento a las organizaciones que integran el compromiso social en sus actividades. Evaluar la consistencia entre las políticas, programas y acciones emprendidos por el Estado mexicano para el establecimiento un marco normativo facilitador de estas iniciativas. Identificar el peso específico y las acciones y políticas concretas que despliegan estas organizaciones en atención a sus objetivos. Exponer el impacto de las
¿Cuál es el origen de las organizaciones que integran el tercer sector o de la economía social y solidaria? ¿Qué principios filosóficos y técnicos dan soporte y legitimidad a estas organizaciones para ser receptoras de apoyos del estado? ¿De qué manera estas se complementan con las organizaciones privadas en materia de promover el desarrollo social y el crecimiento económico? ¿Cuáles son las principales actividades en que se encuentran involucradas dichas organizaciones? ¿Qué elementos positivos a los objetivos de las empresas privadas le aportan suscribir acciones de compromiso social empresarial? ¿Cómo se articulan las diferentes acciones públicas, privadas y sociales para atender temáticas como el desarrollo sustentable y la justicia social? ¿Qué evolución han tenido? ¿Cuál es la importancia que han adquirido el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiental en los últimos años? ¿Cuáles son los principales participantes del tercer sector? ¿Cuáles son las principales características del marco normativo sobre las organizaciones del
HIPÓTESIS PRINCIPAL. La creciente cobertura, presencia y tamaño de las organizaciones y empresas con objetivos sociales, ha significado un cuestionamiento relevante sobre la pertinencia y capacidad del estado de proveer bienes y servicios importantes socialmente, esta sustitución que parece favorable en la mayoría de las ocasiones, en términos de oportunidad y eficacia operativa, tiene impactos significativo en términos de legitimidad y gobernanza para los gobiernos, así como la carencia de marcos normativos eficaces (regulación y supervisión) que les otorgue a las organizaciones y acciones de este sector legalidad y certidumbre a sus operaciones. HIPÓTESIS SECUNDARIAS. 1.- La evolución de las distintas concepciones y enfoques sobre la forma en que las sociedad puede participar en la respuesta a problemáticas sociales concretas, como son el desarrollo humano, la preservación del medio ambiente, y aun en materia de la defensa de derechos sociales y políticos, permite identificar el reto que significa al estado la transición hacia un modelo político que
Capítulo 1. Marco Teórico – Histórico de Referencia y el Tercer Sector 1.1 Conceptualización de desarrollo sustentable 1.2 El Principio de Sustentabilidad 1.2.1 La sustentabilidad como eje de solución transversal 1.2.2 Desarrollo sustentable como derecho humano 1.2.3 El enfoque del derecho de las generaciones futuras 1.3.1 El tercer sector, definiciones y modelos teóricos alternativos 1.3.1.1 ¿Que es la Economía de Solidaridad? 1.3.1.2 El tercer sector y la economía social 1.3.1.3 El Tercer Sector: entre lo Económico y lo Social 1.3.1.4 Las Instituciones Públicas y el Tercer Sector 1.3.1.5 La economía solidaria una alternativa al modelo capitalista 1.3.1.6 Las dimensiones del desarrollo de la economía solidaria 1.3.1.7 La participación social en la economía solidaria 1.3.1.8 El tercer sector y la política 1.3.1.9 Desarrollo con participación 1.3.1.10 El Estado y el Tercer Sector 1.3.1.11 Tercer Sector y empresa 1.4 El modelo conceptual del Tercer Sector 1.4.1 El resurgimiento de la sociedad civil 1.4.2 Participación y Capital Social 1.4.3 La institucionalidad pública, la racionalidad colectiva y el capital social Capítulo 2. Tercer sector en México, bases para su caracterización 2.1 Las organizaciones de la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
organizaciones del sector en el empleo, el uso y mantenimiento de los recursos naturales, y justicia social. Explicar y detallar los principales alcances de las organizaciones que integran el sector. Caracterizar a la empresa cooperativa, así como de las organizaciones sin ánimo de lucro. Distinguir las acciones de las empresas privadas que son consideradas como parte del compromiso social empresarial. Examinar la concordancia de la acción de la política social del estado en relación a fomentar el sector de la economía social solidaria. Examinar la vinculación entre la política social instrumentada por el estado y las acciones que desarrollan las empresas en materia de desarrollo social.
tercer sector, es consistente con el objetivo de alentar su consolidación y desarrollo? ¿Son las políticas sociales un factor relevante para el desarrollo del tercer sector? ¿Cómo se da la convivencia entre ambas perspectivas? ¿Las políticas de protección ambiental y el desarrollo sustentable son temas relevantes para la consolidación democrática del país? ¿Cuáles son las principales características que definen a estas organizaciones como participantes del tercer sector? ¿Cuál debe ser el compromiso que debe asumir el estado en el fomento de las actividades del tercer sector y el compromiso social empresarial? ¿Cuál podría ser un resultado equilibrado entre la política social y el desarrollo de este sector en México?
deberá incluir como actores relevantes a la ciudadanía y particulares como competidores reales de la legitimidad y por lo tanto reduciendo sus márgenes de gobernabilidad y conducción del desarrollo social. 2.- El incremento de organizaciones e iniciativas empresariales que actúan en diversos ámbitos proveyendo a la población de satisfactores en sustitución del estado, puede sobrepasar la capacidad de regulación y supervisión de estas organizaciones que sin un marco adecuado pueden dar ocasión a defraudar fiscalmente o dañar a los receptores de servicios afectando el bienestar y calidad de vida de las comunidades. En este contexto surge como requerimiento el racionalizar su participación y uso de los recursos también públicos, es decir un equilibrio que permita la permanencia y continuidad de sus acciones, pero sin poner en riesgo la estabilidad social, ya que algunas de éstas iniciativas están constituidas en gran medida por intereses de tipo político y económico.
sociedad civil 2.2 Capacidad Emprendedora y Capital Social: dos Factores Clave para el Desarrollo del Tercer Sector 2.3 La generación de empleo en las organizaciones del tercer sector 2.4 El modelo de intervención europeo y la promoción del empleo 2.5 Profesionalización de las Organizaciones del Tercer Sector 2.6 La Reflexión Europea en torno a las iniciativas locales Capítulo 3. Análisis económico financiero de las empresas de la economía social reacciones y desempeño 3.1.1 Cooperativas Agrarias 3.1.2 Cooperativismo de consumo 3.1.3 Cooperativismo de servicios 3.1.4 Cooperativas de trabajo asociado 3.1.5 Sociedades laborales 3.1.6 Las entidades sin ánimo de lucro 3.1.7 Las funciones de origen empresarial 3.1.8 Redes solidarias entre pares 3.1.9 El voluntariado desde la empresa: ¿qué opinan los empleados? 3.1.10 ONG Microfinancieras en México 3.1.11 Comercio justo 3.1.12 Las jóvenes empresas de la Economía Social 3.1.13 Banca ética 3.1.14 Aversión al riesgo 3.1:15 Precios 3.2 Reacción a las dificultades financieras 3.2.1 Acceso al crédito por parte de las empresas jóvenes 3.3 Empresas ecológicas o verdes y su desempeño en México 3.3.1 Responsabilidad Social Empresarial VS Corporativa 3.3.2 Empresas sustentables Capítulo 4. Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México 4.1 Antecedentes 4.2 Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014.CONEVAL 4.3 El balance político-
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Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
institucional de la crisis social contemporánea Capítulo 5. Desarrollo social en el siglo XXI 5.1 El Estado social de la postguerra 5.1.1 Antecedentes 5.1.2 La intervención estatal en la economía de la crisis de 1929 5.1.3 El florecimiento de las economías europeas 5.1.4 El Estado de Bienestar ó Estado social 5.2 Las transformaciones del Estado en la segunda mitad del Siglo XX 5.2.1 El Estado de Bienestar y su multidimensional crisis 5.2.2 Neoliberalismo y globalización 5.2.2.1 Impactos en la seguridad social y derechos sociales 5.2.2.2 Crisis del Estado-nación 5.2.2.3 Nuevos modelos de organización territorial 5.2.2.4 Impacto en el Derecho y Derechos humanos 5.2.2.5 Desigualdades 5.3 Vigencia y necesidad del Estado 5.4 Retos del Estado para la gobernabilidad y el desarrollo sustentable 5.4.1 La reforma del Estado: un Estado social y democrático 5.4.2 La función del Estado en la provisión de bienes públicos 5.4.3 Estrategia para coordinar la política de Desarrollo Sustentable 5.4.4 El territorio: su ordenamiento dinámico y complejo 5.4.5 La crisis económica y la necesidad de regulación de los mercados 5.4.6 El uso de instrumentos económicos 5.4.7 El agotamiento del petróleo y la reconversión energética 5.4.8 Uso de nuevos indicadores multidimensionales 5.4.8.1 Construcción y monitoreo constante 5.4.8.2 Construcción del Índice de Progreso Real 5.4.9 Construcción de estrategias sociales locales 5.4.10 Propuesta para la construcción de un nuevo paradigma social 5.4.10.1 El decrecimiento
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
5.4.10.2 La teoría de la entropía 5.4.10.3 La teoría de la convivialidad 5.4.10.4 El concepto de metabolismo social 5.4.10.5 La paradoja de la eficiencia tecnológica (paradoja de Jevons) 5.4.10.6 La incongruencia de la sustentabilidad capitalista
HIPÓTESIS SECUNDARIA 1
Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
Caracterizar y describir la forma en que han venido operando las organizaciones que conforman el sector social en México, en el marco de las políticas públicas establecidas para su fomento por el estado mexicano, de manera que se puedan establecer las restricciones que enfrentan el diseño e instrumentación de políticas públicas enfocadas al desarrollo, consolidación y legitimidad de este sector.
Identificar los conceptos y característica que definen la particularidad de las instituciones que forman parte la economía social y el tercer sector. Describir la experiencia en otros países en materia del fomento de la economía social y compromiso social empresarial. Delimitar el concepto de capital social como un recurso disponible en las sociedades para promover la equidad social. Explicar los instrumentos y programas implementados por el gobierno federal en materia de fomento a las organizaciones que integran el compromiso social en sus actividades. Evaluar la consistencia entre las políticas, programas y acciones emprendidos por el Estado mexicano para el establecimiento un marco normativo facilitador de estas iniciativas. Identificar el peso específico y las acciones y políticas concretas que
¿Cuál es el origen de las organizaciones que integran el tercer sector o de la economía social y solidaria? ¿Qué principios filosóficos y técnicos dan soporte y legitimidad a estas organizaciones para ser receptoras de apoyos del estado? ¿De qué manera estas se complementan con las organizaciones privadas en materia de promover el desarrollo social y el crecimiento económico? ¿Cuáles son las principales actividades en que se encuentran involucradas dichas organizaciones? ¿Qué elementos positivos a los objetivos de las empresas privadas le aportan suscribir acciones de compromiso social empresarial? ¿Cómo se articulan las diferentes acciones públicas, privadas y sociales para atender temáticas como el desarrollo sustentable y la justicia social? ¿Qué evolución han tenido? ¿Cuál es la importancia que han adquirido el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiental en los últimos años? ¿Cuáles son los principales participantes
HIPÓTESIS PRINCIPAL. La creciente cobertura, presencia y tamaño de las organizaciones y empresas con objetivos sociales, ha significado un cuestionamiento relevante sobre la pertinencia y capacidad del estado de proveer bienes y servicios HIPÓTESIS SECUNDARIAS. 1.- La evolución de las distintas concepciones y enfoques sobre la forma en que las sociedad puede participar en la respuesta a problemáticas sociales concretas, como son el desarrollo humano, la preservación del medio ambiente, y aun en materia de la defensa de derechos sociales y políticos, permite identificar el reto que significa al estado la transición hacia un modelo político que deberá incluir como actores relevantes a la ciudadanía y particulares como competidores reales de la legitimidad y por lo tanto reduciendo sus márgenes de gobernabilidad y conducción del desarrollo social.
Capítulo 1. Marco Teórico – Histórico de Referencia y el Tercer Sector 1.1 Conceptualización de desarrollo sustentable 1.2 El Principio de Sustentabilidad 1.2.1 La sustentabilidad como eje de solución transversal 1.2.2 Desarrollo sustentable como derecho humano 1.2.3 El enfoque del derecho de las generaciones futuras 1.3.1 El tercer sector, definiciones y modelos teóricos alternativos 1.3.1.1 ¿Que es la Economía de Solidaridad? 1.3.1.2 El tercer sector y la economía social 1.3.1.3 El Tercer Sector: entre lo Económico y lo Social 1.3.1.4 Las Instituciones Públicas y el Tercer Sector 1.3.1.5 La economía solidaria una alternativa al modelo capitalista 1.3.1.6 Las dimensiones del desarrollo de la economía solidaria 1.3.1.7 La participación social en la economía solidaria 1.3.1.8 El tercer sector y la política 1.3.1.9 Desarrollo con participación 1.3.1.10 El Estado y el Tercer Sector 1.3.1.11 Tercer Sector y empresa 1.4 El modelo conceptual del Tercer Sector 1.4.1 El resurgimiento de la sociedad civil 1.4.2 Participación y Capital Social 1.4.3 La institucionalidad
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
LXX
Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
despliegan estas organizaciones en atención a sus objetivos. Exponer el impacto de las organizaciones del sector en el empleo, el uso y mantenimiento de los recursos naturales, y justicia social. Explicar y detallar los principales alcances de las organizaciones que integran el sector.
del tercer sector? ¿Cuáles son las principales características del marco normativo sobre las organizaciones del tercer sector, es consistente con el objetivo de alentar su consolidación y desarrollo? ¿Son las políticas sociales un factor relevante para el desarrollo del tercer sector? ¿Cómo se da la convivencia entre ambas perspectivas? ¿Las políticas de protección ambiental y el desarrollo sustentable son temas relevantes para la consolidación democrática del país?
pública, la racionalidad colectiva y el capital social Capítulo 2. Tercer sector en México, bases para su caracterización 2.1 Las organizaciones de la sociedad civil 2.2 Capacidad Emprendedora y Capital Social: dos Factores Clave para el Desarrollo del Tercer Sector 2.3 La generación de empleo en las organizaciones del tercer sector 2.4 El modelo de intervención europeo y la promoción del empleo 2.5 Profesionalización de las Organizaciones del Tercer Sector 2.6 La Reflexión Europea en torno a las iniciativas locales Capítulo 3. Análisis económico financiero de las empresas de la economía social reacciones y desempeño 3.1.1 Cooperativas Agrarias 3.1.2 Cooperativismo de consumo 3.1.3 Cooperativismo de servicios 3.1.4 Cooperativas de trabajo asociado 3.1.5 Sociedades laborales 3.1.6 Las entidades sin ánimo de lucro 3.1.7 Las funciones de origen empresarial 3.1.8 Redes solidarias entre pares 3.1.9 El voluntariado desde la empresa: ¿qué opinan los empleados? 3.1.10 ONG Microfinancieras en México 3.1.11 Comercio justo 3.1.12 Las jóvenes empresas de la Economía Social 3.1.13 Banca ética 3.1.14 Aversión al riesgo 3.1:15 Precios 3.2 Reacción a las dificultades financieras 3.2.1 Acceso al crédito por parte de las empresas jóvenes 3.3 Empresas ecológicas o verdes y su desempeño en México 3.3.1 Responsabilidad Social Empresarial VS Corporativa 3.3.2 Empresas sustentables
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HIPÓTESIS SECUNDARIA 2
Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
Caracterizar y describir la forma en que han venido operando las organizaciones que conforman el sector social en México, en el marco de las políticas públicas establecidas para su fomento por el estado mexicano, de manera que se puedan establecer las restricciones que enfrentan el diseño e instrumentación de políticas públicas enfocadas al desarrollo, consolidación y legitimidad de este sector.
Evaluar la consistencia entre las políticas, programas y acciones emprendidos por el Estado mexicano para el establecimiento un marco normativo facilitador de estas iniciativas. Identificar el peso específico y las acciones y políticas concretas que despliegan estas organizaciones en atención a sus objetivos. Explicar y detallar los principales alcances de las organizaciones que integran el sector. Caracterizar a la empresa cooperativa, así como de las organizaciones sin ánimo de lucro. Distinguir las acciones de las empresas privadas que son consideradas como parte del compromiso social empresarial. Examinar la concordancia de la acción de la política social del estado en relación a fomentar el sector de la economía social solidaria. Examinar la vinculación entre la política social instrumentada por el estado y las acciones que desarrollan las empresas en materia de desarrollo social.
¿Qué elementos positivos a los objetivos de las empresas privadas le aportan suscribir acciones de compromiso social empresarial? ¿Cómo se articulan las diferentes acciones públicas, privadas y sociales para atender temáticas como el desarrollo sustentable y la justicia social? ¿Qué evolución han tenido? ¿Cuál es la importancia que han adquirido el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiental en los últimos años? ¿Cuáles son los principales participantes del tercer sector? ¿Cuáles son las principales características del marco normativo sobre las organizaciones del tercer sector, es consistente con el objetivo de alentar su consolidación y desarrollo? ¿Son las políticas sociales un factor relevante para el desarrollo del tercer sector? ¿Cómo se da la convivencia entre ambas perspectivas? ¿Las políticas de protección ambiental y el desarrollo sustentable son temas relevantes para la consolidación democrática del país? ¿Cuáles son las principales características que definen a estas organizaciones como participantes del tercer sector? ¿Cuál debe ser el compromiso que debe asumir el estado en el fomento de las actividades del tercer sector y el compromiso
HIPÓTESIS SECUNDARIAS. 2.- El incremento de organizaciones e iniciativas empresariales que actúan en diversos ámbitos proveyendo a la población de satisfactores en sustitución del estado, puede sobrepasar la capacidad de regulación y supervisión de estas organizaciones que sin un marco adecuado pueden dar ocasión a defraudar fiscalmente o dañar a los receptores de servicios afectando el bienestar y calidad de vida de las comunidades. En este contexto surge como requerimiento el racionalizar su participación y uso de los recursos también públicos, es decir un equilibrio que permita la permanencia y continuidad de sus acciones, pero sin poner en riesgo la estabilidad social, ya que algunas de éstas iniciativas están constituidas en gran medida por intereses de tipo político y económico.
Capítulo 3. Análisis económico financiero de las empresas de la economía social reacciones y desempeño 3.1.1 Cooperativas Agrarias 3.1.2 Cooperativismo de consumo 3.1.3 Cooperativismo de servicios 3.1.4 Cooperativas de trabajo asociado 3.1.5 Sociedades laborales 3.1.6 Las entidades sin ánimo de lucro 3.1.7 Las funciones de origen empresarial 3.1.8 Redes solidarias entre pares 3.1.9 El voluntariado desde la empresa: ¿qué opinan los empleados? 3.1.10 ONG Microfinancieras en México 3.1.11 Comercio justo 3.1.12 Las jóvenes empresas de la Economía Social 3.1.13 Banca ética 3.1.14 Aversión al riesgo 3.1:15 Precios 3.2 Reacción a las dificultades financieras 3.2.1 Acceso al crédito por parte de las empresas jóvenes 3.3 Empresas ecológicas o verdes y su desempeño en México 3.3.1 Responsabilidad Social Empresarial VS Corporativa 3.3.2 Empresas sustentables Capítulo 4. Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México 4.1 Antecedentes 4.2 Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014.CONEVAL 4.3 El balance político-institucional de la crisis social contemporánea Capítulo 5. Desarrollo social en el siglo XXI 5.1 El Estado social de la postguerra 5.1.1 Antecedentes 5.1.2 La intervención estatal en la economía de la crisis de 1929 5.1.3 El florecimiento de las economías europeas 5.1.4 El Estado de Bienestar ó Estado social 5.2 Las transformaciones del
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Objetivo General Objetivos
específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
social empresarial? ¿Cuál podría ser un resultado equilibrado entre la política social y el desarrollo de este sector en México?
Estado en la segunda mitad del Siglo XX 5.2.1 El Estado de Bienestar y su multidimensional crisis 5.2.2 Neoliberalismo y globalización 5.2.2.1 Impactos en la seguridad social y derechos sociales 5.2.2.2 Crisis del Estado-nación 5.2.2.3 Nuevos modelos de organización territorial 5.2.2.4 Impacto en el Derecho y Derechos humanos 5.2.2.5 Desigualdades 5.3 Vigencia y necesidad del Estado 5.4 Retos del Estado para la gobernabilidad y el desarrollo sustentable 5.4.1 La reforma del Estado: un Estado social y democrático 5.4.2 La función del Estado en la provisión de bienes públicos 5.4.3 Estrategia para coordinar la política de Desarrollo Sustentable 5.4.4 El territorio: su ordenamiento dinámico y complejo 5.4.5 La crisis económica y la necesidad de regulación de los mercados 5.4.6 El uso de instrumentos económicos 5.4.7 El agotamiento del petróleo y la reconversión energética 5.4.8 Uso de nuevos indicadores multidimensionales 5.4.8.1 Construcción y monitoreo constante 5.4.8.2 Construcción del Índice de Progreso Real 5.4.9 Construcción de estrategias sociales locales 5.4.10 Propuesta para la construcción de un nuevo paradigma social 5.4.10.1 El decrecimiento 5.4.10.2 La teoría de la entropía 5.4.10.3 La teoría de la convivialidad 5.4.10.4 El concepto de metabolismo social 5.4.10.5 La paradoja de la eficiencia tecnológica (paradoja de Jevons) 5.4.10.6 La incongruencia de la sustentabilidad capitalista
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CONCLUSIONES Y NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN.
Ante la crisis del estado de bienestar, y su paulatina sustitución por un enfoque
centrado en los mecanismos del mercado como garante del mejor distribuidor del
bienestar, se vive una crisis significativa en los niveles de gobernabilidad,
asociado a la percepción de la perdida de bienestar se debe a la ineficacia del
estado para proveer con calidad y oportunidad los servicios públicos más
elementales.
En México después de la alternancia en el poder de los primeros años del siglo
XXI, se propuso una profunda reforma del Estado, no solo no pudo prosperar sino
significo una crisis de legitimidad, por lo que la refundación del estado se alejó, en
medio del debate más pragmático en donde los partidos políticos se enfrascaron
en sus propios intereses y cálculos electorales. No obstante, en el año 2004 la
agudización de la crisis política y la polarización social, hicieron emerger
nuevamente el tema de la necesaria reforma del Estado. Los temas tratados
cuatro años atrás volvieron a aparecer, ahora con la evidencia de que el modelo
presidencialista no era operante. Se planteó entonces la necesidad de reinventar
el Estado desde la perspectiva de la apertura a nuevos actores en particular de la
ciudadanización de las políticas públicas enfocadas en el desarrollo humano.
Además, se reconoció que era necesario asegurar la conciliación de los objetivos
sociales y económicos dentro de las políticas públicas, lo cual implicaría una
rectificación sustancial de las políticas aplicadas por el gobierno, de las cuales la
mayoría se sentía excluida.
En este sentido, un Estado cívico implica un régimen plural de partidos, imperio
del principio de tolerancia, acuerdos recíprocos en beneficio de la colectividad, y
más recientemente la actividad de una multiplicidad de organizaciones en un
medio ambiente de Estado de derecho. Es posible impulsar una transición hacia
un Estado cívico y plural, el cual puede mitigar y hasta revertir los males de la
globalización capitalista.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Como señalamos anteriormente, la sociedad civil juega un papel muy importante
en tanto que son quienes pueden exigir al resto de los agentes económicos, en
particular al gobierno, el cumplimiento de los compromisos para el desarrollo
social, por ello será importante que la sociedad civil tenga la capacidad de ejercer
sus derechos plenamente en un marco normativo acorde para facilitar las
actividades que desarrollan las organizaciones del tercer sector, tanto por parte
del mercado como del propio funcionamiento del gobierno.
Algunos indicadores que nos podrían ayudar a evaluar la capacidad institucional
del estado mexicano para la gobernanza se encuentra los que el Banco Mundial
propone:
1. Voz y Rendición de Cuentas. Participación en la elección de gobernantes;
libertad de expresión; libertad de asociación y libertad de los medios de
comunicación.
2. Estabilidad Política y Ausencia de Violencia. Probabilidad de que el gobierno
sea desestabilizado por medios violentos; violencia política y terrorismo.
3. Efectividad Gubernamental. Calidad de los servicios gubernamentales; la
calidad del servicio civil y su independencia de presiones políticas y credibilidad en
los compromisos de política del gobierno.
4. Calidad Regulatoria. Calidad en la formulación e instrumentación de políticas.
5. Estado de Derecho. Confianza y respeto del orden jurídico; cumplimiento de
contratos; definición de derechos de propiedad; confianza en la policía y los
jueces, así como, extensión del crimen y la violencia.
6. Control de la Corrupción. Grado al cual se ejerce el poder público para obtener
ganancias privadas; “captura” del Estado por élites e intereses privados.
Sin embargo, es necesario hacer que la democracia sea apreciada no sólo por sus
bondades políticas, sino también porque debe asegurar la igualdad social y el
bienestar de todos los individuos, pues la democracia es también una construcción
cultural, y definitivamente es cuestionada cuando prevalece en un país la pobreza
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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y la desigualdad, los mismos problemas donde nacen iniciativas del tercer sector,
por ello resulta fundamental sentar las bases para el progresivo mejoramiento de
las condiciones de vida de la población.
Aunque el desarrollo económico no debe ser visto como una premisa para la
democracia, ambos procesos se realizan de manera simultánea, la construcción
de instituciones democráticas genera un marco más racional de la negociación y
participación política, que a su vez permite colocar en el centro de la política
económica los objetivos de desarrollo social. En este sentido el tercer sector y las
iniciativas de responsabilidad social empresarial son coadyuvantes y
complementan las acciones del estado en materia de desarrollo social.
Históricamente, una sociedad civil dinámica y autónoma ha sido fundamental para
la consolidación de la democracia y para el desarrollo sostenible. Diversos
factores económicos y políticos pueden contribuir al fortalecimiento de una
sociedad civil, pero siempre han sido indispensables los aportes voluntarios de
tiempo y recursos de ciudadanos de todos los estratos sociales.
Durante los últimos años, investigadores, organismos públicos y privados e
instituciones en América Latina han realizado importantes mapeos y perfiles de las
organizaciones privadas sin fines de lucro, y de las actividades filantrópicas de las
élites nacionales. Gracias a estos trabajos, sabemos que la mayoría de las
organizaciónnes privadas sin fines de lucro se sostienen con recursos propios -
aportes de sus miembros y beneficiarios, más que con recursos del Estado o
donaciones de las élites. Sin embargo, todavía sabemos poco sobre la naturaleza
e impacto del trabajo voluntario como tal en nuestra región, y de las donaciones
realizadas por ciudadanos “comunes y corrientes”.
Luego de las transiciones a la democracia de la década del 80 y principios del 90
se comenzó a definir a la sociedad civil en relación de colaboración con el estado,
reduciendo su capacidad de contestación a la defensa del individuo frente a este
último. Como contraparte, el término sociedad civil adquirió un uso instrumental
que se conjugó con nociones de democracia minimalistas y procedimentales. Una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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de las conclusiones más importantes de la investigación es necesario avanzar en
la construcción de un marco institucional y normativo para superar los riesgos que
afrontan estas organizaciones ciudadanas que caracteriza a los países de América
Latina, es necesario superar la supuesta dicotomía entre lo público y lo privado, y
recuperar el componente que se encontraba presente en precedentes teorías de
sociedad civil.
En ese sentido, la idea de sociedad civil a lo largo de la historia, ha evolucionado
desde los componentes contestatarios al poder del estado, hasta donde se le
concibe como una forma de colaboración. Esta primera perspectiva concluye que
posteriormente a los periodos de transición democrática, se incorporan las ideas
de colaboración y contestación, acentuando el elemento de colaboración.
En esta perspectiva colaborativa. Se identifica que estas versiones pueden
conducir a la idealización de la sociedad civil, olvidando que la misma está
estrechamente relacionada con el mercado donde prevalece una visión más
individual o la búsqueda de los directamente involucrados, generándose
situaciones de desigualdad que pueden conducir a la incivilidad y la violencia
(Whitehead, 1997 y Keane, 1992). Segundo, es necesario cuestionar la relación
causal entre desarrollo del mercado, aumento del pluralismo y emergencia de la
sociedad civil (Gellner, 1994; Oxhorn, 1994, Diamond, 1996) recordando que los
factores histórico-cultural también juegan un rol importante en esta cadena causal
(Lipset, 1997 y 1993). Tercero, reclamar la necesidad de tener en cuenta las
desigualdades del mercado (Fine, 1997; Bentham, 1997) no equivale a igualar
mercado y sociedad civil; por el contrario, en el primero los individuos persiguen
sus intereses particulares mientras que en el segundo se debaten asuntos de
interés público. Cuarto, pensar en la sociedad civil como diferente al mercado y
como el producto no sólo del desarrollo económico sino también de la expansión
de ciertos valores, implica a la vez cuestionar la idea de sociedad civil como un
orden a-moral (Gellner, 1994; Keane, 1992) y complementar la teoría del capital
social (Putnam, 1993) postulando que para que una sociedad organizada
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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produzca un capital social favorable a la democracia, los principios
organizacionales deben ser democráticos.
Posteriormente se concentra en las consecuencias del uso de estas perspectivas
colaborativas en los procesos de la transición y consolidación democrática en
América Latina. Se argumenta que estos hacen un uso instrumental del término
donde la sociedad civil organizada pero moderada sería fundamental para
mantener y legitimar a las democracias ya existentes (Baker, 2000). El problema
es que la democracia está lejos de ser parte de la vida cotidiana de todos los
miembros de las sociedades latinoamericanas (Pearce, 1997; Jelin, 1996) y por lo
tanto la sociedad civil no debería cumplir sólo un rol legitimador sino también
demandar la profundización de la democracia, reclamar su rol en la definición de lo
político y en la generación de nuevas formas de entender la realidad.
Las críticas presentadas a la participación de sociedad a través de las
organizaciones que integran el tercer sector, hoy en boga, llevan a concluir que
debe recuperarse las perspectivas que contribuyeron al desarrollo de la idea de
sociedad civil a través de la historia, frente a la necesidad de estabilizar las
democracias emergentes, se dejaron de lado. Se propone contrarrestar la
perspectiva "colaborativa" con una visión que recupere algunas de las ideas sobre
sociedad civil basadas en las iniciativas sociales y productivas que contribuyeron a
la transición democrática. Principalmente, recuperar la idea Gramsciana de que la
sociedad civil es el espacio donde se generan valores y perspectivas con las
cuales se analiza el mundo; valores y perspectivas que pueden ser tanto
legitimadoras como cuestionadoras.
Sin embargo, para que la reincorporación del elemento contestatario no resulte en
el cuestionamiento a ultranza del estado, es necesario superar la noción
minimalista del estado y la idea de sociedad civil como un orden a-moral. Si los
valores democráticos son los principios organizacionales y no simplemente las
reglas del sistema político, la adopción de una idea de sociedad civil que enfatice
el aspecto contestatario podría, sin mayores inconvenientes, facilitar la generación
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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de propuestas y alternativas que permitan profundizar la democracia en la región.
En este sentido, arribamos a la primera propuesta específica en materia de
política pública:
1) Reformulación de la Ley de la Economía Social y Solidaria a nivel
federal, así como la emisión de una Ley General de Asistencia Privada,
con el fin de homologar los principios y regulación de las entidades
privadas y del ámbito social que se integren como organizaciones sin
fines de lucro; estableciendo con precisión las obligaciones fiscales y
operativas que deben cumplir; así como las características de sus
operaciones autorizadas.
La discusión sobre el marco institucional está limitada a ejemplos internacionales
que no se conocen bien y que se da en un círculo cerrado donde no llegan los
análisis y los datos más importantes, distinguir este fenómeno y sus antecedentes,
así como las formas en que se configura (sobre lo que hemos trabajado en los
últimos años) puede ser un aporte, si esto se relaciona con hechos. No sabemos
qué grupos vulnerables acceden a ellos y cuáles son los perfiles de proyectos
seleccionados, los montos involucrados, la experiencia de los usuarios, etc.
Asimismo, el estudio nos permite identificar la necesidad de preparar
profesionistas especializados por lo que es necesario diseñar programas más
específicos que permitan formar a los jóvenes estudiantes en los temas del tercer
sector y la responsabilidad social, para que estén en condiciones de aportar
soluciones y cumplan un papel fundamental en la promoción de los valores y
prácticas de la solidaridad y la cooperación, la construcción de la ciudadanía y el
fortalecimiento de la democracia. Finalmente, afirmamos que los resultados
presentados reflejan las tendencias reales y actuales en relación a la gestión del
tercer sector y la responsabilidad social que se vienen desarrollando también en la
región.
Los propios sujetos que participan en la gestión de organizaciones de la sociedad
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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civil advierten necesidades de capacitación diferenciales de acuerdo a los
recorridos de históricos, la experiencia y naturaleza de cada organización y de
acuerdo a su área de atención. Por un lado, se requiere organizar y gerenciar al
grupo de voluntarios y viabilizar alternativas para el desarrollo autónomo de este
grupo; por otro lado, se encuentran los requerimientos de la gerencia orgánica
institucional que por lo general tiende a resolver sus necesidades coyunturales de
capacitación mediante cursos cortos y puntuales. La capacitación debe tender a
explotar las riquezas experienciales de las personas, no incurriendo en la
tiomogeneización ni de los sujetos ni de los contextos organizaciones que en sí
son radicalmente diferentes (no es lo mismo un contexto empresarial que una
organización sin fin de lucro). En estas organizaciones conviven dos tipos de
perfiles con la misma necesidad de capacitación o estudio sistemático y para lo
que se precisa de la disponibilidad del recurso humano docente (que es muy difícil
de encontrar, pues no hay una cantidad de experiencias de capacitación en el
área) y anexado a ello, la disponibilidad de bibliografía.
La orientación social de estas organizaciones se presenta para la autoridad como
un problema particular de estas organizaciones, en la medida que privilegian el
objeto social de su actividad, pero sin cuidar adecuadamente los aspectos
formales y más aún el cumplimiento de la normatividad. Los dirigentes de estas
organizaciones se encuentran preocupados por profesionalizar sus instituciones y
los equipos de trabajo, pero a la dificultad nombrada se le suma que por sí mismas
estas organizaciones no alcanzan a satisfacer esta necesidad- ya sea por no
contar con recursos capacitadores o con recursos económicos suficientes para
contratar personal para asistencia técnica.
Otro aspecto que es percibido como problemático en el interior de las
organizaciones no gubernamentales es el que atañe a la planificación estratégica
y que en este caso estaría estrechamente relacionada con lo institucional:
determinar sus fines, su misión, su interrelación e integración con el contexto.
En cuanto a lo económico: se caracterizan por las dificultades para la consecución
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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del recurso financiero y cuando lo consiguen lo utilizan para sortear sus propios
costos fijos, para la "sobrevivencia institucional" y no para una inversión en
capacitación. El costo se presenta para ellos como un factor crítico. Las
dificultades para encontrar fuentes locales de financiamiento y en general para
acceder a información respecto a potenciales fuentes de ingreso se asocia a la
falta de experiencia en el desarrollo de fondos (fund-aising) que les permita
sostener su infraestructura institucional, los recursos materiales, humanos y
técnicos necesarios para desarrollar los programas diseñados y a la ausencia de
una planificación económica (ya sea porque desconoce la cantidad estimativa del
dinero que contará el año entrante, o por desconocimiento total de cómo se realiza
un presupuesto).
De esta manera se hace indispensable, promover el fortalecimiento de las
organizaciones, por lo que en este contexto proponemos como segunda acción
específica en materia de política pública:
2) Establecer un sistema integral de atención al tercer sector, el cual
debe incluir la creación de un Consejo Superior por tipo de
organización con el fin orientar las acciones que los actores por rama
de actividad desarrollan, con el de evitar duplicidad y lapidación de
esfuerzos, pero a la vez conseguir sinergias y economías de escala y
alcance en los diversos sectores; dichos organismos autónomos
operativamente deberán de integrar cuerpos de gobierno
democráticos integrados por los propios organismos participantes,
pero coordinados por la autoridad gubernamental. Estos establecerán
políticas, acciones y evaluaciones pertinentes, y deberán de ser
consultados para determinación del marco normativo e institucional.
En este sentido, hay una preocupación generalizada en cuanto a la necesidad de
desarrollo de investigaciones sobre el sector, al mismo tiempo que reconocen el
alto nivel de sistematización que han alcanzado durante los años recorridos.
Las nuevas prácticas del tercer sector intentan reconstruir los fundamentos de una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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sociedad más justa que permita el ejercicio de la solidaridad en la vida cotidiana.
Hay que pensar y activar la nueva economía social en una sociedad cada vez más
globalizada, terciarizada, informatizada donde los vínculos sociales y familiares se
transforman constantemente según una tendencia irrefrenable hacia la
individualización y al deterioro de las relaciones y de los espacios públicos de
intercambio tradicionales.
Hay que subrayar que para organizar servicios de proximidad que atiendan a las
nuevas necesidades sociales, no es suficiente la organización de las ofertas y de
las demandas. Es necesario facilitar y asegurar la expresión de las demandas
sociales, usuarios (padres, ancianos, mujeres, vecinos) que también actúan como
actores de la construcción de las ofertas. La articulación de voluntarios,
profesionales y usuarios es una nueva combinación necesaria y que configura la
“nueva economía social”.
El tercer sector tiende a ser mejor en el cumplimiento de tareas que generan
pocos beneficios o ninguno, exigen compromiso personal y solidaridad de los
individuos y una casi ilimitada confianza por parte de los beneficiarios o de los
clientes e implica la imposición de códigos morales y responsabilidad individual de
la conducta. Ello será cada vez más relevante en el futuro inmediato.
Un factor de primera importancia para el futuro de las organizaciones del tercer
sector, será la combinación coherente de los ingresos provenientes de la venta de
servicios, las cotizaciones de los socios y voluntarios, de las subvenciones y de los
servicios contratados con el sector público. La evolución muestra una tendencia
hacia un crecimiento de las dos primeras fuentes de ingresos y una disminución
de las dos últimas.
Otro de los temas de importancia es la gestión de políticas sociales pensándola
desde las posibilidades no sólo de incidencia en su formulación sino también en su
implementación.
El universo conformado por las organizaciones de la Sociedad Civil ha dado lugar
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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a una rica y variada experiencia a lo largo de muchos años planteando diversos
escenarios e involucrando distintos actores con racionalidades o lógicas de acción
particulares cuya conjunción ha redundado en forma casi determinante en los
procesos de participación y en el peso relativo de cada uno de ellos.
Las organizaciones de la sociedad civil que participan del tercer sector no están
exentas de la necesidad de responder con celeridad a la velocidad de los cambios
que operan en el mercado al igual que las empresas y el estado. Este sector se
está desarrollando paulatinamente, pero la serie de obstáculos que tiene que
salvar de manera casi vertiginosa, dependen muchas veces de sus habilidades
personales, sin embargo, han incidido en la conformación de su identidad externa
e interna y plantea a la sociedad una alternativa y un fuerte desafío por seguir
recibiendo los beneficios, pero garantizando su viabilidad.
De esta manera todos los sectores de la sociedad comparten una línea de acción
común destinada a impulsar la realización de aquellos valores que se relacionan
con el bienestar colectivo sobre bases equitativas. Tanto el Estado y sus
instituciones políticas deberían actuar como ámbitos de mediación, construcción y
realización del interés general, dirigiendo el conjunto social hacia metas
socialmente compartidas, afianzando las prácticas y el régimen democráticos y
promoviendo la participación ciudadana tanto en la opinión como en la toma de
decisión frente a la resolución de cuestiones socialmente problematizadas.
El sector social, o tercer sector por su parte, está en condiciones de apoyar el
desarrollo de la sociedad civil mediante la disposición del recurso económico vital
para la sobrevivencia y fortalecimiento de las instituciones y las organizaciones de
la Sociedad Civil, de esta forma adquieren una gran capacidad de instrumentar
una diversidad de acciones, que están ejerciendo recursos significativos por lo que
deben continuar orientando su acción por principios democráticos, promoviendo el
ejercicio de los derechos de ciudadanía y, fundamentalmente, no perder de vista la
responsabilidad que tienen frente a los destinatarios de su actuación.
En este contexto es donde planteamos la tercera acción específica a seguir en
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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materia de política pública:
3) Es necesario fortalecer las capacidades regulatorias del estado, tanto
en el marco financiero, operativo y de gobernanza, para lo cual debe
existir coordinación entre las diversas agencias encargadas de emitir
y supervisar las normas regulatorias, existiendo un ente coordinar las
acciones para evitar los actos persecutorios, si no preferir un sistema
prudencial basado en el desarrollo de indicadores de eficiencia
financiera y operativas; así como de buenas prácticas de gobierno,
riesgos y protocolos de actuación pertinentes y transparentes. La
generación de un centro o área de concentración sobre la información
relevante que generen los diversos sectores, es un paso necesario
para avanzar en la evaluación y el seguimiento de las organizaciones.
Los fundamentos por cuales se establece esta nueva forma de organización
obedecen a los procesos que en últimos tiempos han venido protagonizando las
asociaciones civiles, jugando un rol privilegiado en torno al desarrollo social, su
aporte a la economía y su implicancia en relación a la formulación de políticas
sociales.
Recomendaciones de políticas
Uno de los principales desafíos de nuestro tiempo es la construcción de nuevas
relaciones entre el Estado y las organizaciones del tercer sector. El primero parece
que encargaría a la segunda la gestión de los servicios. Esto crea una tensión
sobre la autonomía de las organizaciones del tercer sector.
Los poderes públicos y el estado admiten la necesidad ineludible de crear un
espacio para las asociaciones en el marco de las políticas de cohesión territorial y
social. En la lucha contra las desigualdades y la exclusión. Asimismo, hay que
hacer notar que la participación comunitaria y las organizaciones comunitarias del
tercer sector cumplen un papel que, en algunos casos, es superior al que cumplen
los servicios públicos. En la medida que, se orientan más hacia el cuidado de las
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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personas que hacia los servicios a las personas, parece que comprenden mejor
los problemas que los profesionales de los servicios, están más comprometidas
con sus miembros, son más creativas y flexibles y, finalmente, tienen un menor
coste que los servicios profesionales (D. Osborne, 1994).
Pero las organizaciones del tercer sector no pueden quedar exclusivamente como
un actor de gestión de servicios públicos. Es el peligro al que se tiende en la
actualidad. La distinción como organizaciones sin fines de lucro cumple un papel
central en la naturaleza del tercer sector. De hecho, el voluntariado es el eje que
permite articular una nueva “hibridación” entre la economía pública y el sector
mercantil.
Pero también porque las organizaciones comunitarias se centran en las
capacidades de la comunidad mientras que los servicios sociales públicos se
centran en las deficiencias. Existen comunidades que dependen de las
capacidades de sus miembros para hacer cosas. Las organizaciones comunitarias
requieren una contribución de sus miembros, ya sea de tiempo, de habilidades o
de dinero. De ahí que toda su atención se centre en sus capacidades. En
contraste muchos programas públicos se centran en sus deficiencias y en su
tratamiento como víctimas. Esto lleva a las poblaciones y a las familias al
convencimiento cada vez mayor de su incompetencia para saber, cuidar, enseñar,
curar o hacer.
Cómo actúan las asociaciones y entidades no lucrativas ante la individualización
creciente de nuestras sociedades. Existe un contexto donde las opciones
individuales de los individuos son las que los llevan a afiliarse a una asociación y
no a la inversa.
Predomina un criterio más utilitarista. La asociación es algo más volátil para el
afiliado. De ahí la importancia que las asociaciones sepan encuadrar y dar sentido
a los voluntarios.
El tercer sector se renueva en función de los cambios profundos de nuestras
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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sociedades. Ya no es útil un concepto de economía social, definido en función de
sí mismo, empresas de economía social.
Asimismo, en esta perspectiva, adquirirá mayor importancia la transparencia y la
democracia de las organizaciones del tercer sector. Qué duda cabe que los
aspectos críticos y los conflictos a los que hemos aludido en estas notas, generan
cierta opacidad interna de las organizaciones, como son las relaciones entre
miembros voluntarios y profesionales.
Las reflexiones precedentes nos indicarían que cada vez será menos importante la
propiedad de un bien o de un servicio y que será mucho más relevante y decisivo
la dinámica del mercado privados o públicos, generada por organizaciones
innovadoras que dan satisfacción efectiva a las demandas y necesidades de la
población.
En este estudio, se ha expuesto una lectura agregada de balances y cuentas de
explotación de un conjunto de empresas de la Economía Social. La retención de
todos los beneficios permite una mejora de la dotación de recursos propios y de la
financiación estable en el pasivo. Les permite constituir su propio patrimonio, la
empresa cooperativa es una estructura productiva cuyo objetivo no es la
realización de beneficios para su distribución privada posterior. La cooperativa es
una estructura productiva que actúa para dar servicio a sus miembros.
El análisis de la central de balance para las jóvenes empresas y entidades de la
Economía Social permite constatar que las cooperativas de trabajo asociado,
sociedades laborales y jóvenes entidades sin ánimo de lucro están pagando el
dinero a un precio más alto que el conjunto promedio de la empresa convencional.
Las empresas cuya significación es central de compra o de venta la partida
principal del crédito son proveedores como queda explícito en las ramas del
cooperativismo de consumo, de servicios y crédito.
En el caso de las empresas de trabajo asociado, la principal fuente de financiación
es la capitalización de la prestación por desocupación de los socios de trabajo
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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fundadores en el supuesto de inicio de la andadura empresarial o de la
incorporación de nuevos socios que capitalicen en el supuesto de posteriores
incorporaciones. Una segunda fuente de financiación son los ahorros familiares de
los socios de trabajo o socios trabajadores. Una tercera fuente de financiación es
financiación externa: se observa que la dependencia financiera procede de los
propios socios de trabajo o socios trabajadores. Los beneficios se reinvierten en
su totalidad, pero al ser empresas pequeñas que actúan en mercado
tremendamente competitivos el nivel de generación de beneficios es insuficiente
para hacer frente a la capitalización de la empresa al ritmo deseable.
En el caso específico de las entidades sin ánimo de lucro, se considera que el
recurso productivo voluntariado en forma de tiempo o en forma de donaciones en
dinero es una fuente de financiación importante, aunque las donaciones en tiempo
usualmente no queden recogidas en los documentos económicos-financieros de la
entidad.
En las empresas de trabajo asociado y entidades sin ánimo de lucro, los bajos
niveles de remuneración de sus profesionales y el estrecho abanico salarial son
otras, dos fuentes de financiación de la actual empresa de trabajo asociado y
entidades sin ánimo de lucro. El nivel de motivación de sus profesionales por la
misión social de la organización facilita la capitalización de la empresa mediante el
aporte voluntario en trabajo de sus trabajadores, al menos, en el primer periodo de
andadura del proyecto empresarial.
En definitiva, el mensaje principal capitalización mediante reinversión de
beneficios e intentar el mínimo de dependencia financiera bancaria. Son empresas
que ya han desarrollado una parte de su andadura empresarial con un cierto nivel
de éxito empresarial que les permite empezar a crear su propio patrimonio. La
micro empresa recién constituida sin garantías patrimoniales no tiene relaciones
con el banco y, en el supuesto que existan, se establecen en unas condiciones
que recuerdan a las relaciones entre Goliat y David. Las empresas jóvenes y de
escasa facturación de la Economía Social tienen difícil el acceso al sistema
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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financiero al ser catalogadas por éste como clientes de “alto riesgo”. Los precios y
las garantías son, en consecuencia, superiores a las exigidas en el mercado en
general, y la documentación requerida, así como la necesidad de poseer
experiencia bancaria de pasivo previamente a la concesión de facilidades
crediticias, supone un coste elevado, tanto en dinero como en tiempo.
Para finalizar es necesario destacar que, en las circunstancias actuales, no se
observa que esta situación vaya a cambiar de forma voluntaria por parte de las
entidades financieras. Como reacción a esta exclusión que realiza el sistema
bancario, a continuación, repasamos brevemente algunas de las respuestas que
se han desarrollado con el objetivo de intentar capitalizar los proyectos
empresariales de las nuevas empresas de la Economía Social.
La Economía Social abarca empresas y organizaciones productivas muy diversas,
con ritmos de desarrollo empresarial distintos. Son empresas que actúan en el
mercado y deben respetar las reglas de la gestión empresarial. Como dice un líder
del cooperativismo europeo “para ser solidario, primero se debe ser eficiente”. Con
la democracia política, la Economía Social ha reflejado una capacidad
extraordinaria de crecimiento cuantitativo. Ahora el mayor reto es mostrar que esta
sociedad civil, organizada en estructuras de democracia económica, sabe
gestionar el crecimiento empresarial de sus empresas sociales. Se considera que
este es el gran reto que en la actualidad tiene todo el movimiento de la Economía
Social. Ejemplos en los medios de comunicación de quiebras o suspensiones por
razones de falta de profesionalización empresarial repercuten en todo el conjunto
de las empresas y organizaciones de la Economía Social. Un país con un
consolidado y amplio sector de Economía Social es un país mucho más
cohesionado y con mayor nivel de bienestar para sus habitantes. Ahora bien, el
reto de un verdadero sector de la Economía Social es responsabilidad de todos los
actores que forman parte de un país: gestores públicos, banqueros, sindicatos y,
por supuesto, los ciudadanos que han optado por realizar su carrera profesional
en una empresa de la Economía Social la descripción cualitativa arroja “la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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significativa predominancia de las organizaciones de base, el bajo nivel de
articulación institucional, el importante nivel de financiamiento obtenido por la
ejecución de programas del estado y el peso relativo del personal voluntario en la
prestación de sus servicios”
Más bien obliga a interrogar otro tipo de factores que inciden tanto en la
conformación de la sociedad civil organizada como del alcance de su acción. El
primero de ellos se refiere a la “densidad” de la trama asociativa, expresada en los
vínculos que existen entre los grupos y de éstos con la comunidad a la que
pertenecen.
Luego revisamos factores de contexto: el impacto de la transformación
socioeconómica y la relación de las asociaciones civiles con el estado y la
institucionalidad.
En cuanto a los vínculos internos se encontró una densa trama organizativa,
expresada en la gran cantidad y diversidad de grupos, pero no estructurada
internamente: sus vínculos intergrupos son pocos y débiles y no se expresan en
relaciones de cooperación estables. Más fuerte es la tendencia a articularse con
determinadas instituciones públicas, particularmente aquellas que ofrecen
recursos o proyectos a los grupos. También en algunos casos se participa de
redes de segundo o tercer nivel, en las cuales frecuentemente hay una institución
que la patrocina (Iglesia, Municipio). Poco menos de la mitad de los grupos
encuestados participa en algún tipo de redes. La mitad de los grupos mantiene
relaciones con otros, aunque sea de modo esporádico y puntual, mientras la otra
mitad actúan solos.
De acuerdo a lo anterior, puede afirmarse que subsiste en las comunas estudiadas
la tendencia de importantes segmentos de la población (principalmente de
sectores populares) a “organizarse”: sea para resolver problemas emergentes o
ante la convocatoria de alguna institución pública o privada que facilita las
condiciones para hacerlo. Esta tendencia se verifica cuando existen condiciones
de estabilidad de la comunidad que le permiten “acumular experiencia” asociativa,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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aún a pesar de los fracasos, escasez de logros materiales y períodos de debilidad
organizativa. Por ello es relativamente más fuerte en contextos relativamente
aislados y de poco dinamismo, así como también en una comunidad que surgió
del esfuerzo colectivo y conserva una memoria activa del mismo (Cerro Navia).
La asociatividad local aparece como un tejido social de alcances limitados, pero
altamente valorado por sus participantes como factor de unificación y
fortalecimiento de la comunidad y de obtención de algunos logros de mejoramiento
de la calidad de vida; pero no incidente en cuanto a controlar o transformar el
contexto en que la comunidad se desenvuelve.
La productividad de la acción asociativa se revela limitada, de cara a las
condiciones “duras” de desarrollo de la comunidad.
El contexto institucional más relevante es el que brinda el estado. La asociatividad
local predominante aparece vinculada de diferentes formas a la acción estatal,
especialmente el municipio y los programas sociales. El financiamiento de los
grupos proviene de modo muy significativo de fuentes estatales, el reconocimiento
legal requiere del concurso de las autoridades, la dinámica de los grupos fluctúa
según las oportunidades de acceso a programas y recursos estatales, etc. No
encontramos desarrollos asociativos equivalentes de tipo autónomo o desligado
de la acción estatal. De tal modo que las iniciativas que el estado toma y las
modalidades que utiliza son decisivas en la evolución y características de la
realidad asociativa. No se ha generado hasta ahora un contexto adecuado para un
desarrollo más autónomo en los diversos ámbitos (reconocimiento legal,
financiamiento, acceso a recursos y programas). Por su parte, la acción del Estado
no se ha puesto como objetivo el fortalecimiento del “capital social” de las
comunidades pobres donde interviene. Más bien sus objetivos han sido de ampliar
la base de infraestructura social y producir mejoras en la calidad de vida, mediante
proyectos de corta duración a los que se accede a través de concursos. Los
análisis de esas estrategias revelan que ellas no fortalecen la asociatividad, sino
que la funcionalizan para canalizar sus políticas y programas.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XC
El otro contexto relevante es la acelerada transformación socioeconómica del país
durante los últimos quince años, factor decisivo para la conformación de las
pautas asociativas de la comunidad. El cambio socioeconómico se revela
importante al constatar que aquellos sectores que han protagonizado cambios
más rápidos y profundos son los que muestran una menor asociatividad respecto
de aquellos con mayor estabilidad.
Aparentemente la flexibilidad de los tratos y la diversidad de intereses de los
distintos segmentos de trabajadores están grandes que ello resulta enormemente
difícil. El sindicalismo campesino está al margen de esta realidad, pues se
organiza en torno a los trabajadores permanentes (contratados), cuyo número,
diversidad y condiciones de trabajo difieren enormemente de los jornaleros.
Los estudios empíricos sobre la sociedad civil han avanzado en la línea de
cuantificar y caracterizar su estructura y dinámica y han establecido una
asociación entre esta realidad y el concepto de capital social. Hemos mostrado
que no es posible seguir avanzando en esa dirección si no se establecen con
mayor claridad algunos presupuestos conceptuales, ya que se trata de conceptos
que tienen acepciones muy diferentes.
Tras la pérdida de legitimidad del estado, esta ha tendido a predominar por sobre
una discusión conceptual adecuada con respecto a la sociedad civil y el capital
social. Ello redunda en privilegiar el rediseño de políticas, por sobre la
construcción conceptual. Es necesario fortalecer la reflexión desde instancias
académicas independientes, que incorporen estas temáticas en sus actividades.
Como enfoque se requiere elaborar mejor la heterogeneidad de la vida asociativa
en América Latina y discutir su evolución histórica en diferentes contextos
nacionales, regionales, étnicos, etc. Ello debiera anteceder a los estudios
comparativos que se basan en conceptos y metodologías homogeneizadoras
La conceptualización del “tercer sector”, que ha tenido una importante difusión,
sólo tiene una aplicación clara en terreno económico, sin que pueda resolver
preguntas esenciales sobre la significación del universo denominado de ese modo.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
XCI
Resulta especialmente relevante considerar las relaciones entre la “modernización
económica” según el modelo neoliberal predominante y sus impactos sobre la
formación y desarrollo de la sociedad civil. Si bien es posible que en determinados
contextos surjan “nuevos actores” (fundaciones empresariales, empresas sociales,
redes globales y otras) el rasgo más fuerte que puede observarse en la
investigación empírica es la disolución de las bases de la asociatividad tradicional,
sin reemplazo por otras. Incluso cuando se plantea la hipótesis de un
“desplazamiento” desde el “capital social formal” al “informal”, no existen estudios
previos acerca de la fuerza de ese capital informal, pero es plausible la hipótesis
de que ese también era mucho mayor en contextos de menor impacto de las
relaciones de mercado sobre la vida social. Es decir que la tendencia apunta a una
disminución neta de la fuerza de las asociaciones, aunque quedaría una “reserva”
de “espíritu cívico” informal.
También el contexto institucional es clave para entender la significación y peso
que pueden tener las múltiples formas asociativas que existen. En todas las
investigaciones se enfatiza el rol relevante del Estado como financista, impulsor e
influencia sobre la sociedad civil “realmente existente”. Ese Estado fue “protector”
en la etapa anterior al neoliberalismo.
Actualmente sigue interviniendo, por la vía de fondos de inversión social, el
clientelismo político y otros instrumentos, pero su intervención es radicalmente
diferente, pues apunta principalmente a hacer viables las políticas focalizadas en
sectores pobres. El marco normativo que fija el Estado no ha evolucionado en un
sentido de fortalecer a la sociedad civil, por lo que es también un condicionante
importante de estudiar. La introducción del concepto de “capital social” ha
significado un interesante énfasis en las variables no económicas de la vida social,
aunque bajo una conceptualización “traducible” para los economistas. El principal
impacto de este concepto ha sido su rápida aceptación en círculos políticos y de la
cooperación internacional, pues proporciona un instrumento fácilmente aplicable
para la reorientación de políticas. Sin embargo, la consideración del capital social
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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como un subproducto de la sociedad civil, e incluso como su sinónimo, no aparece
avalada por la investigación.
El estudio de la sociedad civil “desde abajo”, en contextos particulares es hoy una
necesidad, frente al desarrollo de estudios comparativos y diseños metodológicos
de pretensión amplia. Es necesario desarrollar más los instrumentos de
recolección de información de modo de trazar un perfil realista de las
características de la sociedad civil encada uno de esos contextos.
El concepto de sociedad civil es multidimensional y su delimitación supone
criterios normativos aceptados, por alguna comunidad de alguna naturaleza. De tal
modo que la orientación de los estudios descriptivos debe tomar en cuenta esa
realidad y desarrollar indicadores complejos, que no necesariamente tendrán
comportamientos sincrónicos entre sí. Al mismo tiempo, estos indicadores no
deben referirse sólo al campo de “las organizaciones de la sociedad civil”, sino
también a las dimensiones del contexto que determinan las características y
significación de éstas.
La investigación latinoamericana sobre el tercer sector ha hecho importantes
avances en el último tiempo, tanto en el terreno teórico como empírico. Sin
embargo, ambos esfuerzos aparecen separados uno de otro, pues los estudios
empíricos están asumiendo de modo poco elaborado conceptos provenientes
principalmente del mundo anglosajón, sin someterlos a un escrutinio adecuado a
la evolución histórica de nuestra región. Tanto la crisis del estado populista
latinoamericano y su relación con los grupos sociales, como la imposición de
modelos económicos neoliberales (mercados abiertos, concentrados, economías
desreguladas) están contextualizando la emergencia de la sociedad civil y
produciendo profundos cambios en la región. La posibilidad de que esta categoría
constituya un factor relevante de la vida social latinoamericana depende en gran
medida de su autonomía relativa frente a las determinaciones que imponen estos
dos procesos globales. El estudio de la sociedad civil no puede ni debe eludirlos.
La articulación del mercado, el estado y la sociedad civil se convierte en un
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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elemento fundamental del nuevo contrato social, y es el Tercer Sector quien tiene
la capacidad de imprimir fuerza a proyectos de largo plazo como el que se
requiere para redefinir el contrato social y dar un nuevo cauce al desarrollo.
La lección que puede obtenerse de la presente investigación es que, a escala
mundial son las políticas, y nos actos caritativos, lo que determinarán, en última
instancia, si las nuevas organizaciones se han de transformar en instrumento de
desarrollo humano en todo el mundo.
Parece necesario superar la tendencia a pensar en forma agregatoria buscando
completar lo existente, sin modificarlo, mediante la adición de un nuevo
componente; e intentar reflexionar en forma sistémica. Esto implica empezar a
pensar que los referidos objetivos, especialmente aquellos que significan
modificaciones d la situación existente y no sólo aumento de la eficiencia del
Estado en sus políticas sociales, sólo podrían alcanzarse si se produce no sólo
una reforma del Estado para hacerlo más eficiente, sino una real democratización
del mismo, del sistema político y de los partidos. Se requiere, asimismo, un
cambio en las relaciones entre el Estado, la sociedad y el sector empresarial, por
el cual éste se comprometa y asuma su responsablidad para consolidar una
democracia participativa con ciudadanía ampliada. Ciertamente, que esto es muy
difícil en las actuales condiciones políticas y sociales, e implicaría un cambio
substantivo de nuestra actual cultura política y del actual modelo de desarrollo,
como se ha señalado (Vergara 1989).
Aquí hemos planteado varios argumentos complementarios. Primero, es necesario
para las organizaciones del tercer sector y para la sociedad en su conjunto
comprender las contribuciones de éstas al propósito público. Sin esta comprensión
amplia y crítica sería difícil avanzar en la construcción de propuestas que
respondan a los múltiples problemas que enfrenta el país, ahora y en el futuro.
Segundo, las distintas organizaciones del tercer sector, y particularmente las
fundaciones empresariales, requieren una reflexión y un debate sostenido sobre
su propia práctica, sus capacidades y debilidades. Para ello, es una prioridad
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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consolidar un campo de investigación sobre el tercer sector en nuestro país. Si
bien se han generado algunos documentos sobre este tema, suelen ser poco
críticos y se dedican a destacar las acciones meritorias de las organizaciones sin
fines de lucro. Hay que demostraren qué sentido han sido y siguen siendo un
componente integral de una sociedad de mercado, democrática, equitativa y
plural. A su vez, hay que entender mejor nuestros resultados, los costos de
nuestras intervenciones y los impactos que éstas generan.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social
Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
REPORTE DE LA INVESTIGACIÓN
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
Índice
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................. 1
Capítulo 1. Marco Teórico – Histórico de Referencia y el Tercer Sector .......................................... 13
1.1 Conceptualización de desarrollo sustentable .......................................................................... 13
1.2 El Principio de Sustentabilidad ............................................................................................... 26
1.2.1 La sustentabilidad como eje de solución transversal ....................................................... 34
1.2.2 Desarrollo sustentable como derecho humano ............................................................... 42
1.2.3 El enfoque del derecho de las generaciones futuras ....................................................... 47
1.3 El tercer sector, definiciones y modelos teóricos alternativos .................................................. 57
1.3.1 ¿Qué es la Economía de Solidaridad? ............................................................................ 57
1.3.2 El tercer sector y la economía social ............................................................................... 58
1.3.3 El Tercer Sector: entre lo Económico y lo Social ............................................................. 61
1.3.4 Las Instituciones Públicas y el Tercer Sector .................................................................. 66
1.3.5 La economía solidaria una alternativa al modelo capitalista ............................................ 71
1.3.6 Las dimensiones del desarrollo de la economía solidaria ................................................ 72
1.3.7 La participación social en la economía solidaria .............................................................. 73
1.3.8 El tercer sector y la política ............................................................................................. 75
1.3.9 Desarrollo con participación............................................................................................ 80
1.3.10 El Estado y el Tercer Sector ......................................................................................... 83
1.3.11 Tercer Sector y empresa .............................................................................................. 88
1.4 El modelo conceptual del Tercer Sector ................................................................................101
1.4.1 El resurgimiento de la sociedad civil ..............................................................................101
1.4.2 Participación y Capital Social .........................................................................................106
1.4.3 La institucionalidad pública, la racionalidad colectiva y el capital social ..........................112
Capítulo 2. Tercer sector en México, bases para su caracterización ............................................. 121
2.1 Las organizaciones de la sociedad civil .................................................................................123
2.2 Capacidad Emprendedora y Capital Social: dos Factores Clave para el Desarrollo del Tercer Sector .........................................................................................................................................129
2.3 La generación de empleo en las organizaciones del tercer sector ..........................................131
2.4 El modelo de intervención europeo y la promoción del empleo ..............................................133
2.5 Profesionalización de las Organizaciones del Tercer Sector ..................................................136
2.6 La Reflexión Europea en torno a las iniciativas locales, el Tercer Sector y las Nuevas Fuentes de Empleo ..................................................................................................................................139
Capítulo 3. Análisis económico financiero de las empresas .......................................................... 141
3.1 De la economía social reacciones y desempeño ...................................................................141
3.1.1 Cooperativas Agrarias ...................................................................................................141
3.1.2 Cooperativismo de consumo .........................................................................................142
3.1.3 Cooperativismo de servicios ..........................................................................................143
3.1.4 Cooperativas de trabajo asociado ..................................................................................145
3.1.5 Sociedades laborales ....................................................................................................149
3.1.6 Las entidades sin ánimo de lucro ...................................................................................151
3.1.7 Las funciones de origen empresarial .............................................................................152
3.1.8 Redes solidarias entre pares .........................................................................................163
3.1.9 El voluntariado desde la empresa: ¿qué opinan los empleados? ...................................166
3.1.10 ONG Microfinancieras en México .................................................................................166
3.1.11 Comercio justo ............................................................................................................171
3.1.12 Las jóvenes empresas de la Economía Social y su relación con el sistema bancario ...175
3.1.13 Banca ética .................................................................................................................176
3.1.14 Aversión al riesgo ........................................................................................................180
3.1.15 Precios ........................................................................................................................183
3.2 Reacción a las dificultades financieras de las empresas de la Economía Social ....................185
3.2.1 Acceso al crédito por parte de las empresas jóvenes de la Economía Social .................195
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
3.3 Empresas ecológicas o verdes y su desempeño en México ...................................................201
3.3.1 Responsabilidad Social Empresarial VS Corporativa .....................................................202
3.3.2 Empresas sustentables .................................................................................................211
Capítulo 4. Evaluación de la política de desarrollo social en México ............................................. 220
4.1 Antecedentes ........................................................................................................................220
4.2 Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014 .............................................230
4.3 El balance político-institucional de la crisis social contemporánea .........................................236
Capítulo 5. Desarrollo social en el siglo XXI ................................................................................. 245
5.1 El Estado social de la postguerra ..........................................................................................245
5.1.1 Antecedentes ................................................................................................................245
5.1.2 La intervención estatal en la economía de la crisis de 1929 ...........................................246
5.1.3 El florecimiento de las economías europeas ..................................................................246
5.1.4 El Estado de Bienestar ó Estado social ..........................................................................247
5.2 Las transformaciones del Estado en la segunda mitad del Siglo XX.......................................250
5.2.1 El Estado de Bienestar y su multidimensional crisis .......................................................250
5.2.2 Neoliberalismo y globalización .......................................................................................254
5.2.2.1 Impactos en la seguridad social y derechos sociales .............................................256
5.2.2.2 Crisis del Estado-nación ........................................................................................256
5.2.2.3 Nuevos modelos de organización territorial ...........................................................256
5.2.2.4 Impacto en el Derecho y Derechos humanos ........................................................257
5.2.2.5 Desigualdades ......................................................................................................257
5.3 Vigencia y necesidad del Estado ...........................................................................................258
5.4 Retos del Estado para la gobernabilidad y el desarrollo sustentable ......................................259
5.4.1 La reforma del Estado: un Estado social y democrático .................................................259
5.4.2 La función del Estado en la provisión de bienes públicos ...............................................260
5.4.3 Estrategia para coordinar la política de Desarrollo Sustentable ......................................261
5.4.4 El territorio: su ordenamiento dinámico y complejo ........................................................264
5.4.5 La crisis económica y la necesidad de regulación de los mercados ...............................265
5.4.6 El uso de instrumentos económicos...............................................................................266
5.4.7 El agotamiento del petróleo y la reconversión energética ...............................................267
5.4.8 Uso de nuevos indicadores multidimensionales .............................................................268
5.4.8.1 Construcción y monitoreo constante ......................................................................268
5.4.8.2 Construcción del Índice de Progreso Real .............................................................270
5.4.9 Construcción de estrategias sociales locales .................................................................271
5.4.10 Propuesta para la construcción de un nuevo paradigma social ....................................272
5.4.10.1 El decrecimiento .................................................................................................273
5.4.10.2 La teoría de la entropía .......................................................................................274
5.4.10.3 La teoría de la convivialidad ................................................................................274
5.4.10.4 El concepto de metabolismo social ......................................................................275
5.4.10.5 La paradoja de la eficiencia tecnológica (paradoja de Jevons) .............................275
5.4.10.6 La incongruencia de la sustentabilidad capitalista ................................................276
Conclusiones ............................................................................................................................... 278
Bibliografía ................................................................................................................................... 299
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
1
INTRODUCCIÓN
La sociedad mexicana de nuestros días se caracteriza por ser diversa, rica y
compleja, estos factores construyen una realidad cotidiana en constante cambio,
tan continuo como rápido, que en la rutina no se hace perceptible la evolución en
la que estamos inmersos, de ahí la importancia de analizar los problemas que
tienen implicaciones en nuestra vida tanto en la esfera privada como pública,
especialmente en lo que se refiere a la política de desarrollo nacional. En concreto
para exponer el presente estudio y con el objetivo de apoyar una mejor
comprensión del mismo, así como orientar al lector sobre la forma en la que se
diseñó la investigación se presenta una parte metodológica, donde se describe la
importancia de conocer y analizar el tema: “Economía y Desarrollo Sustentable,
el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015”,
los objetivos propuestos, la delimitación y el planteamiento preciso del problema a
estudiar, las preguntas de investigación y las hipótesis desprendidas de éstas.
Asimismo, se puntualiza la forma en que se constataron y falsearon las hipótesis
que guían el estudio, por otra parte, se describirán las fuentes de información que
sirvieron de soporte para la formación del documento, finalmente se presentan las
conclusiones que se obtuvieron como resultado de los análisis realizados a lo
largo de la investigación.
Como ya se ha mencionado, el presente estudio, surge del interés por tratar un
tema que se vuelve cotidiano por su relevancia, pero que sus particularidades no
se comprenden adecuadamente, por lo que se infiere la necesidad de analizar los
aspectos sociales, económicos y ambientales de manera conjunta y simultánea,
considerando la influencia e importancia de los antecedentes históricos.
La crisis financiera mundial a finales de 2008, el calentamiento global y la
multiplicidad de problemas económicos y sociales que se derivaron de ellos, los
elevados y persistentes índices de pobreza a nivel mundial, así como las cada vez
más profundas desigualdades entre regiones, son algunas de las manifestaciones
contundentes de la inviabilidad de los patrones de desarrollo vigentes.
Consecuentemente, estos hechos constituyen algunos de los mayores retos a los
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
2
que habrán de hacer frente, todos y cada uno de los Estados-nación existentes
sobre el planeta, en suma, la humanidad.
Este trabajo parte de la premisa de que a medida que la ciudadanía conozca y se
involucre en las prácticas gubernamentales y en los procesos de rendición de
cuentas, podrá revertir de manera gradual las malas prácticas, costumbres y
desatención que de los temas fundamentales tiene el gobierno, y al mismo tiempo,
constituirá un elemento importante para abatir la corrupción, impulsar la
transparencia y contribuir a la transformación del gobierno y una administración
pública más democrática que no se vea rebasada por las demandas de la
sociedad en sus diferentes aspectos.
Conviene recordar que con la Revolución Industrial en Europa y Estados Unidos
se originaron los mitos del progreso y del desarrollo30, basados en el crecimiento
económico mediante el crecimiento científico y tecnológico, que han llevado a un
uso expansivo de recursos naturales y en general a la degradación de las bases
sobre las que se finca el desarrollo. No obstante, sobre estas ideas se ha
fundamentado nuestra actual civilización y a las cuales ha enfocado todos sus
esfuerzos.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que no todos los países han logrado
los objetivos del desarrollo, más de dos tercios de los países nunca lo han logrado,
-aún cuando se llegó a reconocer que los beneficios del crecimiento no serían
equitativos para todos-, por el contrario con el paso del tiempo las desigualdades
se han hecho más grandes y la pobreza ha aumentado; adicionalmente se
reconoce que este proceso ha ejercido impactos negativos sobre el medio
ambiente y que estos han llegado al extremo de poner en riesgo la existencia
misma de la raza humana. Sin embargo, tanto las ideas de progreso como de
desarrollo, continúan arraigadas hasta nuestros días.
Todavía a mediados del siglo pasado, a pesar de reconocerse la existencia de los
problemas ambientales y los riesgos que éstos acarrean, la idea de desarrollo no
se cuestionaba, más aún, los teóricos del desarrollo económico promovían una
30 De Rivero, Oswaldo, El mito del desarrollo. Los Estados inviables en el siglo XXI, FCE, Perú, 2006, p. 22
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
3
idea más o menos lineal acerca de éste31, en la que no se hacía alusión al medio
ambiente, o bien lo tenían en cuenta como elemento implícito en el proceso.32
No es sino hasta finales de la década de los sesenta e inicios de los setenta,
cuando comienza a reconocerse la importancia que el deterioro ambiental tiene en
el crecimiento económico. Es decir, se logra establecer una conexión entre el
desarrollo y el medio ambiente. A partir de entonces el debate sobre medio
ambiente y desarrollo quedó abierto.
Por otro lado, es importante resaltar que a partir de entonces las cosas no han
sido sencillas y el debate ha transitado por diversos y complejos cauces, por
cuanto que ha implicado abordar y polemizar en asuntos que trastocan
profundamente a los intereses e ideologías dominantes del mundo
contemporáneo, tales como poner en tela de juicio la idea misma de crecimiento
económico, asimismo, se han cuestionado el papel que juega la tecnología, la
desigualdad de responsabilidades en el deterioro ambiental, la relación que existe
entre el hombre y la naturaleza, (por ejemplo si es el hombre quien goza de una
supremacía y dominio sobre esta y por lo tanto la naturaleza solo debe su
existencia por el beneficio que le representa, o bien, si la naturaleza posee un
valor intrínseco y el hombre sólo es un elemento más de ella), pasando por el
reconocimiento de los límites absolutos y relativos que la naturaleza impone al
sistema económico (por ejemplo la finitud de los recursos naturales o los límites de
carga y asimilación de los ecosistemas, etcétera), o bien, que tienen implicaciones
éticas tal como el crecimiento demográfico. Pero también, sin duda alguna, uno de
los temas centrales de esta discusión ha sido el de la pobreza, cuando se
reconoce que ésta constituye uno de los mayores problemas.
Casi a finales del Siglo XX, la inmensa mayoría de los hombres y mujeres del
31 Entre ellos Víctor Urquidi nos menciona a Myrdal, Rosenstein-Rodan, Nurske, Prebisch, Singer, Arthur Lewis, Ahumada, Sunkel, Pinto, Seers, Furtado, entre otros. Por ejemplo, nos menciona que para éste último, el desarrollo, es un proceso de transformación que engloba el conjunto de la sociedad y que está ligado a la introducción de métodos productivos más eficaces y se manifiesta bajo la forma de un aumento del flujo de bienes y servicios finales a disposición de la colectividad, lo que permite satisfacer más plenamente las necesidades humanas. El punto de partida es una determinada estructura, sujeta a un proceso de cambio. Furtado asigna enorme importancia a la innovación, a los valores, al “excedente social” que hacen posibles nuevas fases del desarrollo pero que es susceptible de asignarse de diversas maneras en función de presiones políticas y de otra índole que los distintos estratos sociales ejercen. Urquidi, Víctor, “Economía y medio ambiente”, En: Nadal, Alejandro (Editor), Obras escogidas de Víctor L. Urquidi. Desarrollo Sustentable y cambio global, El Colegio de México, México, 2007, p. 160. 32 Ibíd.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
4
mundo trabajan por consolidar la participación ciudadana democrática en cada
uno de los ámbitos de su vida cotidiana, en cada una de las instituciones a través
de las cuales se han socializado. Desde el punto de vista sociológico la sociedad
de la primera modernidad y sus sucesivos desarrollos han sido en dirección
antihumanista (Donati, 1997). Al compás de una progresiva transformación y
complejización de la sociedad fueron surgiendo nuevas formas de solidaridad y
acción colectiva, coherentes con las nuevas situaciones y las nuevas necesidades.
Las llamadas organizaciones de la Sociedad Civil comienzan a expresarse de
diferentes formas de acuerdo a lo que las costumbres y tiempos sociales les
fueron indicando. Entre las causas por las cuales las redes de asociaciones del
Tercer Sector, emergen como actor colectivo con grados relativos de visibilidad,
pueden identificarse factores relacionados al contexto socio-político y coyuntura de
acción y factores relacionados a las características de las demandas sociales.
En el último tiempo han comenzado a circular en América Latina algunos trabajos
de investigación cuantitativa dedicados al “tercer sector”, refiriéndose con ello al
llamado “sector no lucrativo” compuesto por organizaciones privadas pero que no
se comportan como las empresas tradicionales: no reparten utilidades, ni buscan
obtenerlas. Es una tendencia relevante, por cuanto la emergencia de este sector
en la región no ha sido acompañada de un análisis de la envergadura real que
éste tiene. Cuando se habla de “sector privado”, se está haciendo referencia a las
empresas y no se considera la existencia de “otro mundo privado” que tiene otras
finalidades y cumple otras funciones sociales. Para ello es importante investigar,
llegado a una etapa de cierto desarrollo, las magnitudes organizativas y de acción
que alcanzan las entidades de este sector. Esta investigación se refiere a algunas
de las conceptualizaciones utilizadas para fundamentar investigaciones recientes,
proponiendo hipótesis que den sustento a esta necesaria estrategia de
investigación.
Las tendencias recientes de la investigación y reflexión sobre la sociedad civil y el
tercer sector han enfatizado su dimensión cuantitativa y la han asociado con el
concepto de “capital social”. La hipótesis subyacente señala que, a mayor
densidad asociativa, mayor sería el “capital social disponible” en una comunidad.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
5
En este texto, encontramos que resulta muy complejo determinar evidencias en
los principales trabajos para sostener esa hipótesis y para vincular a las
organizaciones de la sociedad civil con el “capital social”. Por lo tanto, es
necesario comprender la significación y el alcance de las mismas y no sólo su
cantidad y perfil. El modo como se ha encarado la cuantificación privilegia la
dimensión económica del “tercer sector” y resulta funcional a las necesidades de
desarrollo, tal como éstas son planteadas por organismos internacionales, que
buscan incorporar nuevas dimensiones a las propuestas a la Conferencia
Internacional de la International Society for Third Sector Research (ISTR). Pero no
se han resuelto cuestiones teóricas básicas que permitirían aclarar la relación
entre la sociedad civil, el tercer sector y el capital social, las cuales son decisivas
para orientar la investigación. Planteamos que es necesario reorientar la
investigación hacia la descripción y comprensión de la estructura interna de las
sociedades civiles en el país y hacia la vinculación entre esta estructura y las
grandes transformaciones socioeconómicas que la determinan en su conformación
y alcance. Sólo considerando esos factores, podremos establecer hipótesis
plausibles acerca de la relación entre una “sociedad civil organizada” y una
“disponibilidad de capital social”.
El término “capital social”, a pesar de haber sido usado por Bourdieu en 1980, sólo
ha cobrado cierta notoriedad a mediados de los noventa. Los términos a veces
parecen intercambiables: “sociedad civil”, “tercer sector”, “sector no lucrativo” y
“capital social”, “asociatividad”, etc. Esa confusión conceptual no sería
mayormente relevante y materia de especialistas, si no fuera porque rápidamente
se está dando el siguiente pasó: una vez que se ha decidido usar el concepto de
“capital” para aplicarlo a la sociedad, ahora corresponde cuantificarlo, saber quién
tiene y cuánto tiene. En el contexto del triunfo del capitalismo, ésta puede ser una
rúbrica de ese triunfo, es decir colocar a la organización capitalista como la única
moderna y eficiente, desplazando a cualquier otra.
Durante las dos últimas décadas la economía social y en general las iniciativas de
desarrollo sustentable, ha adquirido un peso económico y social incuestionable,
particularmente en los países latinoamericanos que constituyen nuestro entorno
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
6
de referencia, de forma que estas empresas están contribuyendo decididamente a
la creación de oportunidades productivas.
En estos momentos existen un gran número de empresas de economía social
activas, de las cuales la mayoría son cooperativas, algunas pocas adoptan la
forma de mutualidades de previsión social y otras son sociedades laborales,
anónimas o limitadas.
Tal y como ha indicado el gobierno, existen numerosos estudios del mercado de
trabajo que consideran que la creación de empleo y ocupación a escala local
dependen del dinamismo y expansión que experimente la economía social.
Las empresas o entidades de economía social tienen un objetivo social definido, y
su finalidad trasciende el mero beneficio económico para extenderse hasta el
provecho de la comunidad general, es en ese interés general donde su cometido
cobra su sentido esencial.
En el escenario actual se presentan las asociaciones que intervienen en casi todas
las áreas portando un nuevo código simbólico de lo que significa, hacer sociedad.
Los actores sociales y los movimientos en general tienen un rol doble por cumplir:
por un lado, son sistemas colectivos de reconocimiento social, que expresan
identidades colectivas viejas y nuevas, con contenidos culturales y simbólicos
importantes. Por otro, son intermediarios políticos no partidarios, que traen las
necesidades y demandas de las voces no articuladas a la esfera pública y las
vinculan con los aparatos institucionales del Estado.
De esta manera las ventajas para el desarrollo regional, implican la importancia de
las empresas de economía social en el desarrollo regional y local, ya que su
naturaleza organizativa impulsa la creación de puestos de trabajo localizados.
Asimismo, este tipo de empresas contribuyen a retener y fijar la población en el
territorio y a mejorar la oferta ofreciendo un conjunto de servicios que en muchas
ocasiones todavía es escaso en nuestra estructura productiva, contribuyendo así a
la diversificación.
Además, es reconocido el desarrollo de estas nuevas actividades que significa una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
7
demanda por trabajo heterogénea, tanto en los niveles de calificación, como en el
tiempo de trabajo. Permitiendo incorporar al mercado de trabajo a individuos con
diversos niveles de formación o con problemas especiales de inserción
sociolaboral y compatibilizar la vida familiar y laboral.
En este sentido, el rasgo fundamental para definir las organizaciones de la
economía social o tercer sector y su contribución al desarrollo sustentable, no es
tanto la modalidad que adoptan, como la finalidad que persiguen que es
eminentemente social.
De esta manera, la economía social se ha consolidado en todos los sectores y
actividades productivas como una realidad multifacética, que se puede bordar
desde muy diversas perspectivas, en la medida que contribuye a crear un espacio
intermedio, ente el sector público y el sector privado, que podemos identificar
como el social.
Además, son empresas con un modelo de gobierno basado en la participación
democrática y responsable que las hace socialmente muy valiosas.
El tercer sector está contribuyendo a que la empresa se entienda no sólo como un
ente de producción y creación de riqueza directa, sino también como un elemento
promotor del desarrollo de nuestra sociedad, particularmente, mediante la
integración social que supone el empleo que ellas generan y también a través de
la responsabilidad social de las empresas que va creciendo día a día”.
La metodología incluye análisis cuantitativos y cualitativos, valiéndose de
exhaustivos estudios y recopilación de información sobre organizaciones solidarias
y sociales que aceptan donaciones materiales o donaciones de tiempo voluntario
en todo el país. En consecuencia, la presente investigación tiene como objetivo
general describir y explicar la forma en que se han venido integrando las
organizaciones que conforman el tercer sector en México. De manera que se
puedan establecer las diversas restricciones que enfrentan el diseño e
instrumentación de políticas públicas enfocadas al desarrollo, consolidación y
legitimidad de este sector.
En cuanto a las técnicas que se utilizaron para la elaboración del estudio
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
8
“Economía y desarrollo sustentable, el compromiso social empresarial y
tercer sector en México, 1990-2015” se utilizó el método descriptivo, toda vez
que la finalidad de este método es el describir situaciones y eventos. Decir cómo
es y cómo se manifiesta determinado fenómeno. Se realizó investigación
documental y de campo, recabando libros y consultando revistas y periódicos
históricos, así como páginas de Internet relacionadas con el tema en cuestión. Por
lo que respecta a los métodos utilizados, consisten en el método cualitativo, y por
otra parte el método analítico, mismo que da soporte al análisis de la información
obtenida.
El texto se estructurará por cinco capítulos que establecen aspectos como los
siguientes:
El primer capítulo se enfoca a una propuesta teórico-conceptual, y el Tercer
Sector, donde busca plantear una problematización desde la ciencia política
adoptado para dar sustento y entender el papel de la evaluación de la política
social bajo diferentes perspectivas.
El segundo capítulo, establece las bases para su caracterización del Tercer
sector en México, entre la capacidad emprendedora y Capital Social, como
Factores Clave para el Desarrollo del Tercer Sector.
En el tercero capitulo, Análisis económico financiero de las empresas de la
economía social reacciones y desempeño. Se examinan tres trabajos recientes,
muy diferentes entre sí, innovadores en su enfoque, para determinar qué es lo que
cuantifican y cuáles son las interpretaciones válidas que puede darse a esos
resultados. Luego se analiza críticamente la noción misma de capital social e
intentaremos una explicación de la asociación de términos que se ha producido.
En el cuarto capítulo: Evaluación de la política de desarrollo social en México, se
hace una observación a la actividad evaluativa del CONEVAL, a la luz de los
resultados para abatir las desigualdades y la pobreza en un contexto de crisis
global.
En el capítulo 5, se identifica la respuesta que el Estado mexicano ha ofrecido
para tratar de solucionar o aminorar estos desequilibrios vía la política social y la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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política ambiental. Por ello, hacemos una caracterización y descripción de ellas,
resaltaremos los aspectos a los que se han enfocado y los instrumentos que han
utilizado; hablaremos de sus presupuestos y de los resultados que se lograron
obtener, en términos de los principales indicadores de cuentas nacionales.
Por último, se especifican las conclusiones, que son el producto del estudio de
todos los ordenamientos sociales y políticos que citamos; son propuestas que
pretenden ayudar a la comprensión y resaltar las ideas relevantes dentro del texto,
las limitantes del argumento y su planteamiento. Llevamos a cabo un análisis
desde una perspectiva teórica, de la situación en la que se encuentra el Estado-
nación en la actualidad, con el fin de observar las transformaciones de las que ha
sido sujeto en las últimas décadas y los retos a los que se enfrenta, pero sobre
todo queremos hacer énfasis en las tareas que habrá de emprender, con el fin de
iniciar la transición hacia un proceso de desarrollo con sustentabilidad.
El propósito fundamental es apuntar ciertas directrices para que puedan
consolidarse y ampliarse los logros alcanzados. Tratamos de aportar ideas
conscientes, apegadas a nuestra realidad política, social, económica y cultural,
pero, sobre todo, apegadas al a la realidad de nuestro país.
De esta forma ha quedado establecido el contenido de la presente investigación,
misma que en todo momento busca contribuir al desarrollo integral entre la
sociedad y su gobierno.
a) El diseño de la investigación es de naturaleza no experimental, descriptiva y
observacional, es decir, se han identificado y descrito los principales elementos y
características que definen el origen y devenir histórico del sector social de la
economía a partir del conocimiento de las acciones y políticas implementadas por
el estado mexicano para su promoción y desarrollo, para lo cual, se requirió la
consulta y revisión de fuentes y bases de datos del pasado; en particular se utilizó
los elementos que ofrecen las fuentes bibliográficas y hemerográficas disponibles,
así como referencias de origen administrativo como son informes y evaluaciones
de los programas públicos desarrollados por las distintas agencias
gubernamentales y de justicia que inciden sobre la problemática, del mismo modo
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
10
se propuso una visión crítica sobre el material seleccionado para evitar cualquier
sesgo ideológico que pudieran contener los informes ejecutivos sobre la política de
fomento al tercer sector.
Las referencias utilizadas se encuentran adecuadamente registradas en el aparato
crítico y la bibliografía que acompaña al reporte escrito.
Debe señalarse que las fuentes bibliográficas consultadas se encuentran
adecuadamente registradas en el apartado Bibliografía, pese que en algunos
casos no se consideraron para la integración en el cuerpo de la investigación dado
que facilitaron elementos para contrastar, validar o refutar la información obtenida
en otras fuentes.
Asimismo, en cuanto al diseño de la investigación se encuentra el haber sido de
carácter retrospectivo y transversal, dado que se trabajó con información obtenida
con anterioridad al proyecto y con fines ajenos al trabajo de investigación, así
como el que se mide una sola vez las variables en un momento determinado.
De esta manera el tipo de estudio se caracteriza por ser de tipo exploratorio, el
cual permite “preparar el terreno” para investigaciones posteriores de mayor
profundidad y con objetivos más precisos, conforme a la definición que indique
Movimiento Ciudadano como línea de profundización y donde requiera análisis
más puntuales, con el fin de ofrecer a simpatizantes, militantes y ciudadanía en
general, elementos de juicio para definir su postura política – ideológica sobre este
tema.
En este sentido, el diseño de la investigación busco ante todo allegarse de una
visión integral de las variables, actores y circunstancia que rodean al problema
agrario y que dan cauce para la definición de una política de estado en materia
agraria, distinguiendo su problemática y las áreas de oportunidad para insertarse
como elemento de desarrollo y justicia social.
De esta manera, en la tesitura que indica Sampieri, los estudios exploratorios:
“sirven para aumentar el grado de familiaridad con fenómenos relativamente
desconocidos, obtener información sobre la posibilidad de llevar a cabo una
investigación más completa sobre un contexto particular de la vida real, investigar
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
11
problemas del comportamiento humano que consideren cruciales los profesionales
de determinada área, identificar conceptos o variables promisorias, establecer
prioridades para investigaciones posteriores o sugerir postulados verificables” 33
En este sentido el proceso de recopilación de datos, consistió en:
Detección de la literatura y otros documentos, en este sentido se distinguen tres
tipos de fuentes: Fuentes primarias o directas y secundarias.
El primer paso consistió en la elección y recuperación de la literatura disponible en
listados de referencias bibliográficas y hemerográficas publicadas en el área de las
ciencias sociales, así como el uso de motores de búsqueda en internet y
acudiendo a las bases de datos de diversas bibliotecas, entre las que se
encuentran: la Biblioteca Nacional, Colegio de México, Banco de México, entre
otras.
Una vez establecido una batería de citas bibliográficas afines al tema de
investigación, se inició su ubicación geográfica, y verificación de su disponibilidad
y acceso al material preseleccionado.
En un segundo momento se acudió a la revisión de fuentes primarias o directas
como son libros y publicaciones especializadas, monografías, tesis y
disertaciones, documentos oficiales como informes de gobierno y reportes sobre la
ejecución de los programas, trabajos presentados en seminarios y conferencias,
artículos periodísticos, entre otros.
En esta parte, se realizó una revisión exhaustiva de la bibliografía y fuentes
disponibles con el fin de discernir el material que atendiera de mejor manera el
objetivo y propósito encomendado para la investigación, en este sentido, fue
necesario prescindir de algunas de ellas en razón de la dificultad manifiesta de
acceder al material y también debido a que la profundidad y contenido del material
difería sustancialmente del perfil definido para la investigación. No obstante se
integró una base de datos bibliográficos que pudiera ser útil para futuras
investigaciones, conforme la línea de investigación definida con Movimiento
33 Hernández Sampieri, Roberto, Metodología de la Investigación, Mc. Graw Hill, México 1991. pág. 60
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Ciudadano.
Parte relevante de este esfuerzo consistió la búsqueda mediante medios
electrónicos de información disponible y accesible, para lo cual el equipo de
trabajo contó con el apoyo para la búsqueda en Internet y acceso a distintas bases
de datos como INDEX, Social Citation, entre otros.
Una vez con las referencias validadas se inició con el proceso de recuperación de
la literatura, lo cual consistió en la obtención de los ejemplares seleccionados
mediante su fotocopiado, extracción manuscrita cuando fue necesario, o bien
utilizando medios electrónicos como el scanner o la cinta de audio.
Una vez, seleccionado el material y establecido su disponibilidad, el equipo de
trabajo inició con la elaboración de fichas y notas de trabajo, utilizando los distintos
modelos disponibles como son: textuales, resumen, opinión, etcétera. Con el fin de
alimentar el trabajo de reflexivo y de integración de la información, y dar
coherencia a la investigación, evitando la desviación del propósito original.
Para la discriminación de los textos se inició con el análisis del contenido, con lo
cual se obtuvo una pauta para conocer si los temas elegidos eran pertinentes para
el propósito de la investigación, posteriormente se revisan las conclusiones
Vale la pena mencionar, que el orden que llevó la integración estuvo determinado
por el contenido del marco teórico previo y la metodología definida. Es decir, si por
ejemplo, el capitulo es de tipo histórico se condujo con un criterio de orden
cronológico de los hechos y/o de los hallazgos empíricos. Si la investigación se
relacionaba con una serie de variables o información de teoría, o bien estudios
previos sobre la relación entre variables, fue conveniente delimitar secciones que
abarcaran cada uno de los aspectos relevantes, a fin de integrar aquellos datos
pertinentes a nuestro estudio.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
13
Capítulo 1. Marco Teórico – Histórico de Referencia y el Tercer Sector
1.1 Conceptualización de desarrollo sustentable
El entender que es el desarrollo sustentable, comienza con la referencia histórica,
en el Informe de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y Desarrollo en
1987, durante la dirección de la Sra. Brundtland en él se da a conocer el
documento "Nuestro futuro común"34, en el que se plantean los problemas más
críticos en torno al desarrollo y el medio ambiente, y se propone al desarrollo
sustentable como la alternativa de solución.
En Nuestro futuro común se define al desarrollo sustentable, como "aquel que
responde a las necesidades del presente de forma igualitaria, pero sin
comprometer las posibilidades de sobrevivencia y prosperidad de las
generaciones futuras", y se establece que la pobreza, la igualdad y la degradación
ambiental no pueden ser analizadas de manera aislada. (Foladori & Tommasino,
2000)
El concepto de desarrollo sustentable ha generado una serie de controversias por
la forma en que son interpretados los términos, sustentable, sostenible y sostenido
ya que, en la literatura, se pueden encontrar como sinónimos.
Para fines de comprender el concepto revisaremos algunas interpretaciones,
(Arias, 2003) comenta estas diferencias, mientras sustentable, se refiere a un
posibilidad, condición o característica de un hecho o fenómeno de tener
basamento35 de apoyo, soporte o sustentación para asegurar su permanencia en
el tiempo de presentarse la oportunidad de su ocurrencia; sostenible se entiende
como un proceso o hecho que una vez ocurrido puede mantenerse activo en el
tiempo o continuar en operación eficiente; y sostenido puede ser un hecho o
suceso que se mantiene invariable en el tiempo.
Otros conceptos utilizados a la par del desarrollo sustentable, son la sostenibilidad
y sustentabilidad, dentro de esta idea para la conceptualización, un grupo de
estudiosos de la Universidad Autónoma de Chapingo publicaron un documento 34 http://www.un-documents.net/our-common-future.pdf. Consultado 15-enero-2015 35 Cuerpo que se pone debajo de la caña de la columna, y que comprende la basa y el pedestal. (Diccionario de la Real Academia)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
14
llamado el Manifiesto por la vida y por una ética de la sustentabilidad, en la cual se
presentan los siguientes comentarios acerca de las diferencias entre estos
conceptos:
El concepto de sustentabilidad se funda en el reconocimiento de los límites y
potenciales de la naturaleza, así como la complejidad ambiental, inspirando una
nueva compresión del mundo para enfrentar los desafíos de la humanidad en el
tercer milenio.
Sin minimizar al Manifiesto, se concentraron algunas diferencias, comentadas en
él, con la finalidad de sólo dar soporte a la presente tesis. Que se muestra a
continuación:
Desde un punto de vista económico según Herman E, (2008) la sustentabilidad se
define como un legado intergeneracional no declinante de algo que no puede ser
medido ni donado, también coloca al futuro en desventaja, el presente podría legar
un flujo total cada vez más pequeño y sostener que es lo es suficiente para que no
se reduzca la utilidad, si el futuro aprovecha las posibilidades que se avizoren de
sustitución tanto en las funciones de producción como de utilidad
Cuando la economía se volvió economía ecológica, la ecología se convirtió en
ecología política y la diversidad cultural condujo a una política de la diferencia, la 36 Se refiere a la acción que legítima a las autoridades para la utilización de medios cautelativos con el objetivo de conservar la vida ante la falta de certeza de conocimiento científico y el exceso imperativos tecnológicos y económicos.
DESARROLLO SUSTENTABLE SUSTENTABILIDAD
Revitalizando el viejo mito desarrollista, promoviendo la falacia de un crecimiento económico sostenible sobre la naturaleza limitada
del planeta Promueve una alianza entre naturaleza - cultura
Crecimiento económico a la par de la conservación de la naturaleza
Nueva economía
Criterios para orientar las acciones de los gobiernos
Percepción de una sola Tierra Diversidad cultural
Pensar globalmente y actuar localmente Pensar y actuar localmente, por consecuencia global
Principio precautorio36 Principio ético
Promueve la responsabilidad colectiva, la equidad social, la justicia ambiental y la calidad de vida
La coexistencia de los derechos colectivos e individuales, la satisfacción de necesidades básicas, realizaciones personales y aspiraciones culturales de
los diferentes grupos sociales.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
15
ética se está transmutando en una ética política. La ética para la sustentabilidad
promueve la gestión participativa de los bienes y servicios ambientales de la
humanidad para el bien común. (Krishnamurthy, 2006)
Siendo que hay varias definiciones de sustentabilidad identificadas en la literatura,
(Guimaraes P., 1994) por ejemplo:
• La mantención del stock de recursos
• Calidad ambiental para la satisfacción de las necesidades básicas
• Para las generaciones actuales y futuras
Por un lado, ciertos autores platean que la diversidad de definiciones relacionada
con la sustentabilidad, puede dificultar la posibilidad de llegar a acuerdos y a
entendimientos comunes sobre los cuales trabajar. (Hernández Ramos & Tilbury,
2006)
Siendo que hay un sin fin de definiciones se puede decir que el desarrollo de
sustentable, es un proyecto económico-social-ecológico, que busca racionalizar el
uso de los recursos, ocupando lo necesario; es decir un equilibrio en el
crecimiento poblacional y su sustento, en reciprocidad con la cantidad de recursos
de su entorno, para mantener permanencia y continuidad de la población.
Por otro lado, los citados señalamientos ignoran que en los debates
especializados el desarrollo sostenible y la sostenibilidad se han entendido, no
como un producto hacia el cual hayamos de aspirar o como un camino por el cual
todos debamos transitar, sino como procesos de cambio que pueden ser
conducidos por ciertos principios, pero que tienen que ser construidos localmente
con base en procesos de reflexión crítica y de acuerdos con los diferentes
contextos.
Debe inferirse que el concepto puede retomarse del informe de la Comisión
Brundtland, pero que la amplitud de interpretación dependerá de
condicionamientos de origen nacional o regional, o aun internacional, a la luz de la
gravedad de las tendencias actuales y la capacidad real que exista para
moderarlas o revertirlas. (Urquidi, 1996, pág. 47)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Siendo que hay varios enfoques en el concepto de desarrollo sustentable
podemos enmarcar la construcción de él, en la siguiente deducción:
El comprender que el desarrollo sustentable, presenta matices de diversos
enfoques, ya sea que sea sinónimo de sustentabilidad, sostenibilidad o sostenible,
lo que sí hay que considerar, es que en ambas se agrupa la necesidad de un
cambio en la forma de conducirnos en este mundo. Para fines de homologar la
visión del desarrollo sustentable, a partir de este momento, se expresará como
único término, ensamblando los diversos puntos de vista, con una sola misión
construir un concepto que nos oriente hacia la creación de una nueva sociedad.
El desarrollo sustentable es una idea conformada de varias partes que a su vez se
hacen uno, para fines de explicación se muestran de manera fragmentada:
1. Se conforma de varias dimensiones, no como elementos sino de una
manera integral.
2. Se fundamenta en una ética ambiental
3. Se hace un solo elemento con la cultura
4. Coloca a la educación como centro de todo y como solución
Tener la construcción mental de que el desarrollo sustentable se conforma de
dimensiones, nos conduce a lo que según plantea (Foladori & Tommasino, 2000)
existen tres visiones con respecto a la concepción de desarrollo sustentable:
Creemos que las diversas posiciones pueden ser reducidas a tres grandes ejes
hacia los cuales los diferentes autores se ven más o menos atraídos: aquellos
para quienes la sustentabilidad es exclusivamente ecológica; aquellos para
quienes la sustentabilidad es ecológica y social pero donde la parte social es un
vehículo para llegar a la sustentabilidad ecológica (sustentabilidad social limitada);
y aquellos para quienes la sustentabilidad debe ser realmente social y ecológica
en forma de coevolución (coevolución sociedad-naturaleza).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Figura 1
Aunque le agregaríamos otras como lo muestra el siguiente esquema
Figura 2. Dimensiones del desarrollo
La idea de las dimensiones nos guía hacia la posibilidad de identificar la serie de
condiciones que se conjugan para el valor de la vida y el reencuentro de nosotros
mismos, como seres humanos sociales y naturales. Es necesario repensar la
globalidad desde la localidad del saber, es decir en el territorio y la cultura, desde
la riqueza de su heterogeneidad, diversidad y singularidad.
La sustentabilidad no es "simplemente", un asunto del ambiente de justicia social y
desarrollo. También se trata de la gente y de nuestra sobrevivencia como
individuos y culturas. La sustentabilidad es entonces acerca de una lucha por la
diversidad en todas sus dimensiones. (Barkin, 1998, pág. 27)
La ética ambiental plantea la necesidad de reconciliar a la razón y la moral, de
manera que los seres humanos alcancen un nuevo estadio de conciencia,
autonomía y control sobre su mundo, haciéndose responsables de sus actos hacia
sí mismos, hacia los demás y hacia la naturaleza, para la conducción de lo justo y
lo bueno. Es por ello, que es una ética de la vida y para la vida.
La (Krishnamurthy, 2006) lo plantea como un conjunto de preceptos, principios y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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propuestas para reorientar los comportamientos individuales y colectivos, así
como las acciones públicas y privadas orientadas hacia la sustentabilidad -como
sinónimo de desarrollo sustentable-
Ética de una producción para la vida: pasan por el cambio hacia una civilización
basada en el aprovechamiento de fuentes de energías renovables,
económicamente eficientes y ambientalmente amigables.
Ética del conocimiento y el diálogo de saberes: la ciencia se debate hoy entre dos
políticas alternativas, por una parte, seguir siendo la principal herramienta de la
economía mundial de mercado orientada por la búsqueda de la ganancia
individual y el crecimiento sostenible, por otra parte, está llamada a producir
conocimiento y tecnologías que promuevan la calidad ambiental, el manejo
sustentable de los recursos naturales y el bienestar de los pueblos. Para ello sería
necesario conjugar las aportaciones racionales del conocimiento científico con las
reflexiones morales de la tradición humanística abriendo la posibilidad de un
conocimiento donde puedan convivir la razón y la pasión, lo objetivo y lo subjetivo,
la verdad y lo bueno. Evitando el negar y excluir a los saberes no científicos, los
saberes populares, los saberes indígenas, tanto en el diseño de estrategias de
conservación ecológica y en los proyectos de desarrollo sostenible, así como en la
resolución de conflictos ambientales. Ello implica promover estrategias de
conocimiento abiertas a la hibridación de las ciencias y la tecnología moderna con
los saberes populares y locales en una política de la interculturalidad y el diálogo
de saberes. Con lleva un proceso de reapropiación social del conocimiento y la
orientación de los esfuerzos científicos y desde allí reconstruir el mundo a través
del diálogo intercultural de saberes y la hibridación de los conocimientos científicos
con los saberes locales.
La ética ambiental nos confronta, con el vínculo de la sociedad con la naturaleza,
la condición humana y el sentido de la vida. La ética para la construcción de una
sociedad sustentable conduce hacia un proceso de emancipación37 que reconoce,
como enseñaba Paulo Freire, que nadie libera a nadie y nadie se libera sólo; los
37 Liberación de una o más personas respecto de un poder, una autoridad, una tutela o cualquier otro tipo de subordinación o dependencia. http://es.thefreedictionary.com/emancipaci%C3%B3n (recuperado 5 de marzo del 2015)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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seres humanos sólo se liberan en comunión. De esta manera es posible superar la
perspectiva "progresista", que pretende salvar al otro (al indígena, al marginado, al
pobre) dejando de ser él mismo para integrarlo a un ser ideal universal, del
mercado global al Estado Nacional; forzándolo a abandonar su ser, sus tradiciones
y sus estilos de vida para convertirse en un ser "moderno y desarrollado". Es una
ética de los derechos fundamentales predicables que promueve la dignidad
humana como el valor más alto y condición fundamental para reconstruir las
relaciones del ser humano con la naturaleza. (Krishnamurthy, 2006)
Debe estar basada en un principio de integridad de los valores humanos y las
identidades culturales, con las condiciones de productividad y regeneración de la
naturaleza, principios que emanan de la relación material y simbólica que tienen
las poblaciones con sus territorios, y con los recursos naturales y el ambiente.
(Krishnamurthy, 2006) Una ética de la diversidad cultural implica una pedagogía
de la otredad38 para aprender a escuchar otros razonamientos y otros
sentimientos. Esta se traduce en una ética de respeto a sus estilos de vida y sus
espacios territoriales, a sus hábitos y sus hábitats tanto en el ámbito rural como en
el urbano, se definen dentro de una concepción de la trilogía territorio-cultura-
biodiversidad como un todo íntegro e indivisible. (Barkin, 1998, pág. 20) Esto abre
los cauces para recuperar identidades, para volver a preguntarnos quiénes somos
y quienes queremos ser. Aunque en los diversos estratos de la sociedad, aún si la
gente está adquiriendo una mayor conciencia de la necesidad de cuidar el
ambiente, la creciente complejidad de los procesos productivos y las
características del consumo urbano conducen a perder contacto en la relación
intrínseca entre el bienestar ambiental y el humano (Barkin, 1998, pág. 26) Los
sistemas productivos y los patrones de consumo existentes amenazan la
continuidad de nuestras organizaciones sociales, debido al reconocimiento de que
no sé pueden generalizar los niveles actuales de consumo de recursos per cápita
en los países ricos a la gente que vive en el resto del mundo.
La ética ambiental implica, entre otros aspectos, la reorientación de la evolución
38 La noción de otredad es habitual en la filosofía, la sociología, la antropología y otras ciencias. Se trata del reconocimiento del Otro como un individuo diferente, que no forma parte de la comunidad propia. http://definicion.de/otredad/ Recuperado 7 de marzo del 2015
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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tecnológica y el marco institucional, el avance en el crecimiento económico, la
modificación de los patrones de consumo, así como la realización de proyectos
responsables para disminuir y/o erradicar la extrema pobreza. Pero es indudable
que también pesa mucho el no saber cómo afrontar los retos. Es urgente fomentar
y formar talentos internos con capacidad de generar conocimientos y tecnología
propios, a fin de solucionar problemas internos de cada país; y a la vez
enfrentarse a un mundo globalizado en donde el conocimiento es la materia prima
de la competitividad. (Pérez García & Hernández Cárdenas, 1998)
La raíz latina de la palabra cultura es colere, que puede significar desde cultivar y
habitar, hasta veneración y protección. Su significado como habitar ha
evolucionado desde el latín colonus al actual colonialismo. Por un lado, la palabra
cultura señala la transición histórica decisiva, pero por otro, encierra por si sola
una serie de aspectos filosóficos clave. Entendida como un control organizado del
desarrollo natural, la cultura sugiere una dialéctica entre lo artificial y lo natural,
entre lo que le hacemos al mundo y lo que el mundo nos hace a nosotros
(Eagleton, 2001, pág. 13)
La organización cultural es como un pulpo, cuyos tentáculos están en gran parte
integrados de manera separada y pobremente conectados neurológicamente el
uno con el otro y con lo que en el pulpo puede considerarse un cerebro; y sin
embargo el animal consigue moverse y conservarse, en todo caso por un tiempo,
como una entidad viva viable aunque algún tanto desgarbada, sino que es la
investigación de símbolos significativos de conjuntos y de conjuntos de conjuntos
de símbolos significativos —los vehículos materiales de la percepción, de la
emoción y de la comprensión— y la determinación de las regularidades
subyacentes de la experiencia humana que están implícitas en la formación de los
símbolos. (Geertz, 1973, pág. 336)
La cultura se mueve también a semejanza del pulpo, con movimientos inconexos
de una parte ahora que, luego de esta otra y más adelante de otra parte cuyo
efecto acumulado de alguna manera determina un cambio de dirección. (Geertz,
1973, pág. 337)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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El mayor valor de la cultura es su apertura hacia la diversidad cultural. La
construcción de la sustentabilidad está suspendida en el tiempo, en una ética
transgeneracional. El futuro sustentable solo será posible en un mundo en el que
la naturaleza y la cultura continúen co-evolucionando. El arraigo de los pueblos de
sus saberes, sus identidades y de la circulación de estos en el tiempo. Estos
legados culturales son los que hoy abre la historia y permite la emergencia de lo
nuevo a través del diálogo intercultural y transgeneracional de saberes, fertilizando
los caminos hacia un futuro sustentable. (Krishnamurthy, 2006)
La totalidad de la cultura se ha convertido en una pieza rentable del mercado.
Para ello ha sido menester forjar una economía acomodada a los nuevos mitos.
Según estos, el progreso consiste en la ampliación indefinida del consumo y el
desarrollo histórico significa producir más y consumir más.
Las soluciones al problema de la insostenibilidad no deben ser planteadas
únicamente en términos de conservación de la cultura, sino también en términos
de cambio de procesos y de dinámicas culturales. (Hernández Ramos & Tilbury,
2006)
Parte de esta solución es tener a una ciudadanía esta como menciona (Tréllez
Solís, 2006) se relaciona con el conjunto de los seres humanos asumidos como
personas que pueden y deben toma parte activa en el proceso de su propio
desarrollo, como individuo pensantes, como miembros de una comunidad, de un
nación, en suma, como seres humanos responsables vinculados con espacios
geográficos y ámbitos históricos y culturales y como ciudadanos y ciudadanas de
este planeta Tierra que tienen el derecho básico a la vida y a un futuro mejor para
ellos y sus descendientes.
La ciudadanía ambiental es la integración dinámica entre el reconocimiento de los
derechos al ambiente y a la vida, los deberes diferenciados de ciudadanos y
ciudadanas frente al ambiente y el desarrollo sustentable, y la participación activa
de todos y todas para defender sus derechos y ejercitar cotidianamente sus
respectivas responsabilidades, en un marco ético y de valoración de la vida en
todas sus manifestaciones. (Tréllez Solís, 2006)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Parte del respeto a la diversidad, es reconocer el derecho de ser individuo y que
cada comunidad tiene la decisión y es libre para forjar su propio futuro. Las
características que se requieren para lograr la ciudadanía como parte de nuestra
responsabilidad ambiental (Tréllez Solís, 2006):
• Contar con un sustento ético, comprometido y un conjunto de valores que
permitan la construcción de seres humanos con una nueva visión.
• Ser crítico y responsable consciente, que comprendan, se interesen,
reclamen y exijan sus derechos ambientales.
• Ser capaces de organizarse y participar en la dirección de su propia vida,
adquiriendo también poder político comunitario, local, regional, nacional,
junto con una gran capacidad de cambio colectivo.
• Tener capacidad de vigilancia y participación en el manejo de los recursos
naturales.
Si se ensambla la ética y la ciudadanía esto favorece la capacidad de ser
negociadores con valores que permitan defender lo que es mejor para cada
región, además de adquirir la capacidad de resolver de conflictos.
Desde esta política cultural por la identidad, el clamor por la igualdad y la
sustentabilidad es una lucha por la diversidad por el derecho del ser diferente.
(Leff, 2013)
Otro elemento necesario para la cultura es la alfabetización se entiende en
cambio, como la posibilidad de aprender a pensar a discernir. En especial el
alfabetismo ecológico, es definido, (Imaz Gispert, 2010) como la habilidad de una
persona para comprender cómo funciona el mundo, entendiendo que todas las
actividades humanas tiene consecuencias y la posibilidad de traducir este
entendimiento en acciones que redunden en el cuidado del medio ambiente.
El alfabetizar es un proceso de concientización entendiendo como liberación de la
conciencia, para que el analfabeto se asuma como sujeto de la historia, de su
historia. "Es fundamental entender que el hombre es un ser de relaciones y no
sólo de contactos, no sólo está en el mundo, sino con el mundo. De su apertura a
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
23
la realidad, de donde surge el ser de relaciones que es, resulta esto que llamamos
estar con el mundo" (González Gaudiano E., 2001)
Es por ello que el alfabetizar se da a través del conocer, esta condición produce
construcciones simbólicas generadas de las interacciones con los otros.
Resultando de ello símbolos que generan significados singulares en cada cultura,
a su vez en el interior de cada estructura social, familias, comunidades, regiones
etc.
Esos significados se mantienen y se dispersan por medio de la comunicación es
por ello una vía que puede encauzar hacia las sociedades sustentables, apoyando
en hacer del significado del desarrollo sustentable un concepto entendido y al
mismo tiempo cercano a la gente. En este sentido hay que buscar estrategias o
métodos que provean de una comunicación que propicie un cambio de
pensamiento basándose en las relaciones del contexto y las conexiones, sean
estas conscientes, emotivas y afectivas, con la intención de humanizamos. Esto
puede propiciar cambios en nuestros valores para cambiar el comportamiento
(Bozic, 2010) - siendo aceptados que los valores, junto con las actitudes y los
sistemas de creencias -, están relacionados con nuestros comportamientos. Se
definen actitudes como "la predisposición de responder o comportarse en una
cierta manera” y el comportamiento en visto como una consecuencia de la actitud.
En la búsqueda del cómo realizar esos cambios ya sean implementado métodos,
estrategias etc., se plantea que la educación sea una opción, (Imaz Gispert, 2010)
en el análisis de sistemas (Sterling 2006) coloca a la educación en el cetro del
nido, circulada por el sistema sociedad/economía y ambos incluidos en el círculo
denominado ecosfera. Con base en esta propuesta define a la sustentabilidad
como "la habilidad de un sistema de mantenerse en relación a su medio ambiente,
dado que todos los sistemas están conformados por subsistemas y forman parte
de sistemas más grandes o metasistemas. Sin embargo, enfatiza Sterling, existe
una relación co-evolutiva, la cual puede ser vista como la clave del cambio en
ambos sistemas (Imaz Gispert, 2010)
La educación para la sustentabilidad debe entenderse en este contexto como una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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pedagogía basada en el diálogo de saberes, orientada hacia la construcción de
una racionalidad ambiental. Esta pedagogía incorpora una visión holística del
mundo y un pensamiento de la complejidad. Pero va más allá al fundarse en una
ética y una ontología de la otredad39 que del mundo cerrado de las interrelaciones
sistémicas del mundo objetivado de lo ya dado, se abre hacia lo infinito del mundo
de lo posible y a la creación de "lo que aún no es". La construcción de un futuro
sustentable, equitativo, justo y diverso, es una educación para la participación, la
autodeterminación y la transformación; una educación que permita recuperar el
valor de lo sencillo en la complejidad; de lo local ante lo global; de lo diverso ante
lo único; de lo singular ante lo universal (Krishnamurthy, 2006)
Por ello por si partimos de la visión actual, en la que se manejan acciones globales
para incidir en acciones locales como lo muestra la figura 2 A, continuaremos con
este desarrollo insustentable, más sin embargo si se avanza hacia una nueva
forma de vincular la relación del ser humano con su entorno, partiendo que el
cambio se comienza con el individuo, si se busca transformar hacia esa visión de
vida, de ser "yo” parte del entorno y por ello soy responsable de él, se requiere de
tener el enfoque de acciones locales a acciones globales. Como se muestra en la
39La noción de otredad es habitual en la filosofía, la sociología, la antropología y otras ciencias. Se trata del reconocimiento del Otro como un individuo diferente, que no forma parte de la comunidad propia. http://definicion.de/otredad/ Recuperado 7 de marzo del 2015
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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figura 2 B.
Figura 2 A Figura 2 B
Lo que acontece hoy en día en el mundo, es resultado de esta visión que muestra
la figura 3 A, por lo que estamos en el borde de la transición hacia el paradigma
ecológico posmoderno, que sugiere un cambio epistemológico, que va del
reduccionismo al holismo, del objetivo a una subjetividad crítica y del relativismo al
relacionismo. (Sterling, 2010)
Ello indica la necesidad de sustituir enfoque ingenuos exclusivamente
"conservacionista” acerca de la sustentabilidad del desarrollo por el
reconocimiento de que los problemas ecológicos y ambientales revelan
disfunciones de carácter social y político. (Guimaraes P., 1994)
Es la razón porque se requiere de una educación ambiental - en la que se trate
sobre los problemas ambientales a los que el hombre enfrenta en su uso de los
recursos naturales y las posibilidades de superarlos y prevenirlos en el futuro,
nunca habrá una solución 100% correcta a problemas de la comunidad, lo que se
conciba como la solución adecuada depende de los propios valores y prioridades-.
(Breiting, 1997)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Para lograr el cambio, la gente tiene que creer en el objetivo, necesita
retroalimentación para entender o asumir que es lo que están haciendo vale la
pena, necesita saber lo que realmente puede hacer y finalmente necesita pruebas
y modelos de conducta. La cognición del comportamiento, tal como se relaciona
con el conocimiento del medio, se apoya no solamente en el conocimiento
sistemático - o entendimiento del asunto ecológico- sino también en el
conocimiento relacionado con la acción (lo que se puede hacer) y el conocimiento
de la afectividad (beneficios comparativos de acciones distintas) (Bozic, 2010)
Encajar al hombre dentro del ecosistema o en saber conservar, no es suficiente,
sino que se requiere que aprender a transformar bien.
La necesidad de utilizar un enfoque epistemológico de carácter transdisciplinario y
multidisciplinario que permita una mejor comprensión del fenómeno, a la vez que
una pertinente estrategia de búsqueda de soluciones de problemas. La
globalización e internacionalización de las vidas social, económica, política y
cultural como una realidad dramáticamente presente constituye en última instancia
el hecho fundamental que obliga al tránsito de un esquema rígido y disciplinario
tradicional, hacia un modelo flexible y carácter transdisciplinario. (Zenteno Gaytán,
2010) Hoy en día prácticamente cualquier decisión, en los microambientes y
macroambientes sociales, tiene que tomar en consideración las condiciones y
perspectivas globales. Se requiere un enfoque de calidad educativa que considere
nuestras experiencias personales y, sobre todo, la educación en valores y calidad
de vida.
Para finalizar el desarrollo sustentable se concibe como una forma de vida,
construida de una visión, filosofía, ética y acciones cotidianas, que marcan una
nueva forma de convivir con nuestro entorno, entendiendo nuestra relación con él,
haciéndonos conscientes del compromiso y responsabilidad.
1.2 El Principio de Sustentabilidad
El concepto de lo ambiental ha tomado parte importante en las discusiones
políticas y de relaciones internacionales en la actualidad; el marco jurídico se ha
modificado de manera acompañada con los cambios culturales en relación a la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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sociedad y la naturaleza, constituyendo un elemento axiológico con la valorización
de la naturaleza y sus componentes, desarrollo que culminaría con la protección
constitucional de un “derecho al ambiente”.
La noción de desarrollo ha sido entendida en términos de un crecimiento,
recuperación o aceleración de un camino trazado de antemano. Es decir, el objeto
de conocimiento de la teoría del desarrollo había obedecido a una noción
determinista que interpretaba la historia material de los hombres guiada por las
tendencias registradas en los países desarrollados, y éstos, a la vez, por una
tendencia universal dada de crecimiento ilimitado. Se sostiene que la cultura
contemporánea dominante y el modelo de desarrollo que ésta impulsa, han
provocado una crisis ambiental que se han manifestado en el deterioro global de
las condiciones naturales que hacen posible la vida en el planeta y que ponen en
riesgo el futuro de la especie humana. Olivier Godard explica que el término
sustentable inspira entonces la definición de un proyecto de transformación de la
organización económica y social actual.40
Las ideas de crecimiento y desarrollo, así como en general las ambientalistas, han
variado desde visiones totalmente sociales hasta las más naturalistas; desde la
idea de incredulidad, hasta las más catastróficas. Thomas Robert Malthus, desde
una visión meramente social, planteaba que, mientras la población se desarrollaba
en progresión geométrica o exponencial, la producción de alimentos tendía a
hacerlo en progresión aritmética o lineal, por lo que, en un momento dado, los
alimentos resultarían insuficientes, y los salarios llegarían a niveles por debajo del
de subsistencia.41 Por otra parte, Paul Ehrlich exponía que se necesita una política
de control con definición previa de lo que podría ser el tamaño óptimo de una
población estable y a consecuencia de las publicaciones del llamado Club de
Roma, se llegó a la elaboración de un modelo informatizado de las variables
asociadas a las cinco tendencias de inquietud mundial: industrialización acelerada,
rápido crecimiento demográfico, escasez general de alimentos, agotamiento de recursos no
renovables y deterioro del medio ambiente.
40 Véase Godard, Olivier, “L’inscription économique du développement durable”, en Cahiers Français, Francia, Número 306, 2002. 41 Véase Malthus, Robert, Primer ensayo sobre la población, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, s/f.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Con distintas proyecciones de tendencias y circunstancias actuales, estudiaron
posibles escenarios que incluían variables como el desarrollo tecnológico, los
recursos económicos, la contaminación y la escasez de alimentos. Las
conclusiones eran que, de continuar las tendencias actuales, los límites que el
planeta impondría al crecimiento se alcanzarían dentro de los próximos 100 años,
teniendo por resultado más probable una catástrofe general a partir del declive
súbito e incontrolable de la capacidad industrial, y la hambruna y disminución de la
población consiguientes, en un contexto de caos social.
Una propuesta alternativa de estas y otras visiones fue la del “ecodesarrollo42”.
Esta corriente recogió también gran parte de las críticas al concepto de desarrollo
como equivalente lineal de crecimiento económico, como son: críticas a los
patrones de consumo dominantes, a los sistemas y escalas de producción, a los
estilos tecnológicos, con la desaparición de los recursos naturales, a través de
ideas como la preferencia por los recursos renovables frente a los no renovables y
por las tecnologías adecuadas o blandas, buscando la conservación del medio
natural.
Fueron pocas y sin reflectores las conferencias en las que se divulgaba la idea de
este tipo de desarrollo. En el Seminario de Founex, Suiza, en 1971, se buscó
establecerla estrecha relación entre el desarrollo y el medio ambiente, que los
desequilibrios ecológicos se atribuyen al proceso de industrialización y al
crecimiento demográfico en general, así como la necesidad en la adecuada
regulación de los planes de desarrollo. Otra de las fechas en las que se incluía
esta propuesta, fue en la Conferencia de Cocoyoc, en México, en octubre de 1974,
en la que se insistió en que las desigualdades socioeconómicas en el deterioro
ambiental son consecuencia de los modelos de desarrollo y las formas de vida
vigentes; y se indicó la necesidad de estilos de desarrollo alternativos y de un
nuevo orden internacional.
La idea del ecodesarrollo constituye la idea de comunión entre el sistema natural y
el contexto sociocultural, así como la pluralidad de soluciones de acuerdo al tipo
42 Foladori, Guillermo y Pierri, Nina, ¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable, México, Porrúa, 2005, p. 45.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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de circunstancias, interpreta los problemas ambientales como externalidades del
sistema, de donde el ecodesarrollo buscaría integrar lo ambiental al proceso de
desarrollo, como la internalización. En la explicación del concepto, Ignacy Sachs
reivindicó una nueva ética de la naturaleza, y estableció los principios de una
solidaridad diacrónica con las generaciones futuras, basada en la conservación de
la estructura productiva de los recursos renovables y en la oposición a la
utilización inmoderada de los recursos no renovables. A esto se agregan acciones,
como la introducción de tecnologías apropiadas y la orientación del sistema
educativo para generar los conocimientos necesarios para un manejo
ecológicamente adecuado de los recursos, proclamando el rechazo a la
dependencia cultural y técnica.43
Antes de la idea del desarrollo sustentable, otra perspectiva importante fue la
propuesta al tiempo del Informe del Club de Roma, fue el estudio presentado por
la Fundación Bariloche. En “¿Catástrofe o Nueva Sociedad? Modelo Mundial
Latinoamericano”, se presenta una visión también humanista y crítica, pero más
profunda que la del ecodesarrollo por cuestionar las bases económicas y políticas
del orden actual y proponer alternativas en pos de una sociedad diferente. Los
elementos básicos de la nueva sociedad serían: equidad a todas las escalas; no
consumismo (determinación a través de las necesidades sociales y no por el lucro
privado); y el reconocimiento de que esas necesidades pueden ser definidas de
manera diferente según las diferentes culturas, entre otras características.
Catástrofes químicas, petroleras, atmosféricas y hasta nucleares desde 1976
hasta 1986, más las crisis económicas y sociales, fueron desencadenantes y
puntos de quiebre para el surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo. Es
entonces, a partir de la publicación del documento conocido como “Nuestro Futuro
Común”, que se refuerza la unión entre desarrollo y el ambiente como esfuerzos
interligados, y establece una reciprocidad de causa–efecto entre la pobreza y el
ambiente. La apelación al desarrollo sustentable es un llamado a cambiar las
43 Sachs, Ignacy, “Ambiente y estilos de desarrollo”, en Comercio exterior, Vol. 24, Número 4, abril, México, 1974, pp.360-368. Consultable en http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/407/5/RCE7.pdf Fecha de consulta: 18-septiembre-2016.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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estrategias aplicadas hasta el momento, tanto en materia de políticas de
desarrollo, como ambientales.
Respecto a la teorización de la sustentabilidad, es necesario volver a la idea de los
opuestos. Como en muchos otros temas, han existido posiciones en ocasiones
muy encontradas sobre la viabilidad y eficiencia del desarrollo sustentable; en el
plano ambiental general, existen grupos que comparten la idea de un desarrollo
con visión ambiental, a estos se les puede distinguir bajo el nombre de
economistas ambientales, y además existe un contrario, el de los economistas
ecológicos, o ambientalistas conservacionistas, que parten de la separación entre
el crecimiento y la protección a los recursos naturales, defendiendo la idea de un
necesario crecimiento cero. En materia de la sustentabilidad, se pueden destacar
–en el plano de la literatura sobre el tema– cuatro categorías de sustentabilidad,
desde la muy débil hasta la muy fuerte, con dos intermedios. Las sustentabilidades
muy fuerte y muy débil, representan las posiciones paradigmáticas de la economía
ecológica y de la economía moderada, que tienen las posiciones extremas
respecto al crecimiento, oponiéndose la primera, y defendiéndolo la segunda,
ambas de manera absoluta.
La sustentabilidad muy fuerte, niega la sustituibilidad entre capital natural y
manufacturado, proponiendo, como vimos, que son complementarios, y que debe
mantenerse todo el capital natural y reponerse lo más posible del ya dañado o
usado. En el otro extremo, la sustentabilidad muy débil, sostiene la perfecta
sustituibilidad, y le preocupa no sólo mantener sino, en lo posible, acrecentar el
capital total, independientemente de su composición. La sustentabilidad débil,
intermedia, es la propuesta por una parte de la economía moderada ambiental:
reconoce que la sustituibilidad no es perfecta y entonces hay que preocuparse por
mantener cierto capital natural tomando en cuenta las situaciones y posibilidades
concretas. Por su parte, la sustentabilidad fuerte a secas, se inscribe en la
economía ecológica, pero se aparta de su formulación tan cerrada con el fin de
obtener mayor pragmatismo.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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El desarrollo sustentable representa una interconexión orgánica de tres campos de
conocimiento, sin embargo, actualmente ésta interconexión no se encuentra lo
suficientemente estudiada como para definir con precisión las relaciones que se
dan entre ellos; por lo tanto, es importante considerar que deberán construirse
nuevas instituciones y regulaciones que de manera transversal aborden el
problema de la sustentabilidad44. Así, trabajar por el desarrollo sustentable implica
avanzar simultáneamente desde incluso cinco perspectivas: económica, humana,
ambiental, institucional y tecnológica. Las características de este proceso serán
diferentes dependiendo de la situación específica en que se encuentre un
determinado país, región o localidad.
Entonces, la idea del desarrollo sustentable surge como una propuesta que integra
tres dimensiones: la económica, la ecológica y la social, y constituye el resultado
de un intenso esfuerzo por construir una visión integral sobre los problemas más
acuciosos del cómo pensar el desarrollo, recuperando las aportaciones desde la
aparición de la teoría de desarrollo como una especialidad de la economía hasta la
etapa actual, de construcción multidisciplinaria, del desarrollo sustentable. El
principio de sustentabilidad emerge en el contexto de la globalización como la
marca de un límite y el signo que reorienta el proceso civilizatorio de la
humanidad, se comprende que el desarrollo debe centrarse en los seres humanos
y no sólo en los índices económicos.
El paradigma del desarrollo sustentable constituye un fenómeno cultural que
involucra la transformación de prácticas antes aceptadas y defendidas como
necesarias, ante la visión antropocéntrica del mundo, por hábitos y actividades
que significan un sacrificio contra esas prácticas hegemónicas. Además, las
transformaciones sociales y culturales derivadas de la evolución tecnológica
acelerada de los últimos años ha acelerado a su vez los tiempos de la sociedad
humana, contraponiéndose a los tiempos de la naturaleza; el crecimiento
poblacional es una muestra clara de cómo el avance de la sociedad afecta
fatalmente el entorno. Doctrinariamente, el adjetivo se ha concebido como
44 Cfr. Saldívar V., Américo, (coord.), De la economía ambiental al desarrollo sustentable: alternativas frente a la crisis de gestión ambiental, México, UNAM, 1998.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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fundamento teórico y metodológico de un nuevo paradigma de desarrollo que
unifique el aspecto económico, la conciencia ecológica y la responsabilidad socio–
cultural.
En el terreno práctico, hoy en día es común la denominación de “sustentable” a
actividades humanas, ya de arquitectura, ya de ingeniería, etcétera; lo que ha
ocasionado problemas en su utilización es la vaguedad con la que en ocasiones
se maneja el concepto. Distintos escritores consideran que algunos ven la
sustentabilidad como una nueva creencia que sustituye a otros paradigmas como
el progreso, apunta que la noción de sustentabilidad está sometida a la lógica de
las prácticas: se articula a los efectos sociales deseados, a las funciones prácticas
que el discurso pretende volver realidad objetiva.
Derivado de esta vaguedad surge la confusión con el término “sostenible”, más
allá de la confusión gramatical, la discusión de la diferencia entre ambos
conceptos se basa, principalmente, en la idea de que el término “desarrollo
sostenible” suele usarse de una manera insustancial, general e imprecisa,
llamándose sostenible a innumerables procesos de producción, prácticas y
políticas que en realidad no responden a esa orientación. Estas ideas, se pueden
rebatir con lo siguiente: El término sustentable necesita dos momentos para
comparar resultados: el presente y el futuro, se trata de la relación entre un
presente conocido y un futuro deseable.
Esta noción sitúa a la sustentabilidad en la “causalidad teleológica”. Además, el
desarrollo sustentable, cuestiona de raíz los procesos de desarrollo económico y
el crecimiento ilimitado de la economía en un mundo finito, sugiriéndolo como
principal obstáculo para crear sociedades justas para todos y perdurables; en
definitiva, se hace necesario una transformación radical del modelo económico
imperante. De esta forma, lo sustentable se entiende como la práctica continua de
acciones y políticas que llevarán a lo que en un futuro resultará en un desarrollo
sostenible.
El desarrollo se debe concebir como una forma de planificación. La planificación
se debe entender como la preparación de una política y, más particularmente, de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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una política de desarrollo. El desarrollo también exige transformaciones profundas
y deliberadas, cambios estructurales e institucionales. Se concibe entonces como
un proceso de cambio social, como un proceso deliberado que persigue como
finalidad última la igualdad de oportunidades sociales, políticas y económicas,
tanto en el plano nacional como en relación con sociedades que poseen patrones
más elevados de bienestar material.
En los procesos que se lleven a cabo en la búsqueda del nuevo modelo de
desarrollo, como ya se mencionó, es necesaria una planificación, la cual significa
una acción consciente, racional y organizada; la planificación debe ser concebida
como un proceso, en cuanto al conjunto de etapas sucesivas, así como un
sistema, en cuanto a una organización que posibilite atender los aspectos
concernientes con la ubicación y los plazos. La planificación es una condición
previa e indispensable para la formulación de las políticas y de las medidas de
desarrollo pertinentes para que sean eficientes.
Juan Rodrigo Walsh destaca entre los elementos característicos de la
interpretación de la sustentabilidad el símil al bienestar humano pero mantenido a
lo largo del tiempo; la exigencia en considerar la compensación por los deterioros
ambientales generados en el presente, con el fin de mantener las expectativas de
bienestar humano en el futuro, esto se efectiviza –al menos en parte– con la
garantía de un acervo de bienes equivalentes a los actuales; este “capital
constante” se compone tanto por recursos naturales como por recursos
antrópicos, con la alternancia y recomposición entre ambas categorías (bienes
naturales y recursos antrópicos), lo cual hace necesaria una valorización de
ambos tipos de recursos, así como una distinción de aquellos bienes naturales
que podrían considerarse irremplazables por medio de bienes antrópicos,
determinación que deriva en el concepto de “principio precautorio”. Además, la
innegable necesidad de transformar la forma clásica de medir el crecimiento
económico.45
45 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), Ambiente, Derecho y Sustentabilidad, 10ª edición, Argentina, Editorial La Ley, 2000, pp. 27-29.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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“Las características de la sustentabilidad (Z) parten de una visión económica de
la problemática ambiental y tienen sus raíces en el pensamiento moderno, con la
generación de la clara conciencia respecto del crecimiento de la civilización
humana y las limitaciones materiales que este crecimiento impone al ecosistema
de la tierra”.46
Deben así tomarse en cuenta varios elementos neurálgicos para el cambio de
paradigma hacia un desarrollo sustentable: es necesario reafirmar y asegurar la
misma situación de derechos para todo ser humano, debe establecerse una visión
global de los problemas ambientales, en tanto que su afectación es global; la base
institucional política es necesaria como parte de la transformación integradora;
derivado de los puntos anteriores, es necesario tomar en cuenta las variables
culturales de cada sociedad, a partir de aspectos históricos y filosóficos, y no solo
políticos y legales; además, es necesaria la búsqueda constante de igualdad en
términos de oportunidades, así como de los beneficios hacia los más necesitados;
por último, es fundamental garantizar estos derechos no solo en una visión actual,
sino con la prospectiva de las generaciones futuras.47 Entonces, la noción de la
temporalidad que se mencionó líneas arriba incluye también una nueva visión en
prospectiva para la decisión política y económica que se adopten.
1.2.1 La sustentabilidad como eje de solución transversal
Indicadores de la sustentabilidad
El problema de la insostenibilidad histórica de la sociedad industrial estriba en que,
a diferencia de la biósfera, no ha sido capaz de cerrar los ciclos de materiales
reconvirtiendo, con la ayuda del Sol y sus derivados, los residuos en recursos.
Con ello el sistema se topa con problemas de escasez de recursos y de exceso de
residuos, a la vez que resulta cada vez más difícil y costoso mantener su propia
calidad interna. Es fácil afirmar que un sistema económico se hace globalmente
más insostenible a medida que utiliza (directa o indirectamente) y degrada
cantidades crecientes de la energía y los materiales extraídos de la corteza
terrestre o de los obtenidos de la sobreexplotación de ecosistemas, especies o 46 Ibídem, p. 29. 47 Fuchs Bobadilla, Margarita, “El desarrollo sustentable y el derecho”, Tomo 52, Número 237, México, 2002, pp. 85 y 86.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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recursos. Estos usos arrojan una huella de deterioro ecológico observable sobre el
territorio por el espacio requerido para obtener los recursos o para depositar o
digerir los residuos.
“Cuando a la sociedad, a la economía y al medio ambiente se les mira como
entidades separadas, como partes no relacionadas de la comunidad, los
problemas también se ven como tópicos aislados. Con base en este paradigma,
cada entidad pública va por su lado, los consejos para el desarrollo económico
tratan de crear empleos. Este enfoque, poco sistemático, puede generar un
número importante de efectos colaterales negativos”.48
Para monitorear el desarrollo en sus debidas dimensiones, para ayudar a quienes
toman las decisiones y elaboran las políticas a todo nivel a mantenerse enfocados
en el camino hacia el desarrollo sustentable, es necesario que la planificación se
desenvuelva en torno a diversos indicadores. El proceso de elaboración de
indicadores es lento y complejo y requiere numerosas consultas. Cuando aparece
un nuevo indicador éste debe ser puesto a prueba y modificado a la luz de la
experiencia.49
Un indicador, es una variable que, en función del valor que asume en determinado
momento, despliega significados ligados a un constructo cultural y de significado
social que se asocia al mismo. De ahí que no cualquier tipo de estadística pueda
ser considerada como indicador, pues para entrar en esta última categoría, el dato
que se está considerando debe decir varias cosas de primera importancia a un
grupo determinado de personas, sin lugar a dudas o interpretaciones encontradas;
conforma una variable. Una variable es una representación operativa de un
atributo (calidad, característica, propiedad) de un sistema.
Un indicador proporciona una pista para un asunto de mayor trascendencia o hace
perceptible una tendencia o fenómeno que no es detectable inmediatamente. Por
tanto, el significado de un indicador va más allá que lo que realmente mide, y se
dirige más bien hacia un fenómeno de mayor interés. Deben, sin embargo, tener la
48 Díaz Coutiño, Reynol, Escárcega Castellanos, Susana, Desarrollo sustentable: Una oportunidad para la vida, México, Mc Graw Hill, 2009. p 107. 49 Foladori, Guillermo y Nína Pierri, óp. cit., México, Porrúa, 2005, p. 53.
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factibilidad de ser analizados y una metodología de medición fija. Los indicadores
proveen información en una forma más cuantitativa que únicamente las palabras o
los diagramas; implican una medida contra la cual pueden medirse algunos temas
de política pública, como el desempeño de la política. Los indicadores también
proveen información en una forma más simple y entendible que estadísticas
complejas u otra clase de datos científicos o económicos; implican un modelo o
conjunto de supuestos que relacionan, como ya se dijo, al indicador con un
fenómeno más complejo.
La importancia del establecimiento adecuado de indicadores se puede ver por su
propia función; reducir el número de medidas y parámetros que normalmente se
requieren para ofrecer una presentación lo más cercana posible a la realidad de
una situación, y con ello simplificar los procesos de comunicación. Estas funciones
básicas convierten a los indicadores en el instrumento mediante el cual se
proporciona información concisa y sustentada científicamente a diversos usuarios,
tomadores de decisiones y al público en general de manera que pueda ser
entendida y usada fácilmente.
Desde un punto de vista teórico, y de acuerdo al autor que se investigue, se
pueden encontrar distintos grupos de indicadores. Uno de ellos, por ejemplo, es de
acuerdo a lo que la (Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU)
denomina una “sociedad sustentable”, la cual se medirá de acuerdo a distintos
parámetros: En un primer grupo, se encuentra el índice de desarrollo humano, que
engloba el promedio de esperanza de vida, el nivel educativo y el ingreso per
cápita. En un segundo bloque se encuentra el índice de libertad humana, medido a
través de los derechos y libertades que se protejan. Un tercer parámetro lo abarca
la sustentabilidad específicamente ecológica, la cual se relaciona a los cuidados,
restricciones y acciones que se lleven a cabo para la protección del ambiente. Por
último, un cuarto bloque lo abarcan indicadores como el gasto en alimentos, agua
y otros recursos naturales; el uso de la energía y los cambios demográficos.50
50 Fuchs Bobadilla, Margarita, óp. cit., p. 93.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Desde un punto de vista más práctico, se han desarrollado modelos que integran
los diversos indicadores que podrían ser utilizados, agrupándolos de acuerdo a los
aspectos o dimensiones que forman parte del desarrollo sustentable. Así, nos
encontramos con tres principales dimensiones, más una cuarta que recientemente
se ha añadido a la explicación. Los aspectos económico, social y ambiental son el
resultado de la sistematización de este nuevo paradigma, y un cuarto elemento, el
aspecto institucional o político, como planificador y regulador del sistema.
La dimensión económica de la visión del progreso ha sido en la que el sr humano
se ha enfocado más, principalmente desde la Revolución Industrial, se empezó la
producción en serie de un sinnúmero de bienes que permitieron al hombre –
principalmente a los dueños de las empresas y quienes controlaban los recursos–
una forma de vida más cómoda, además de percibir cada vez ingresos y
beneficios económicos cada vez mayores. Fue por un largo tiempo que se otorgó
mayor atención a cualquier vínculo económico con las acciones que el ser humano
realizara.
Así mismo, la humanidad ha cometido el grave error de buscar dar un valor
económico a todo producto, material o recurso a su alcance, o, para mejor decir,
se ha monetizado el sentido de la palabra “valor”, reduciéndolo a una simple cifra,
y encasillando los bienes en ganancias. Desde los textos del Club de Roma y de
diversos autores que han expuesto ideas en contra de este capitalismo
exacerbado, se ha dejado entrever la forma de redimensionar lo valuable y lo
valioso, ante la situación de saber que recursos tales como el agua de los
océanos, de ríos o lagunas, el aire, la energía del Sol, la oxigenación que ofrecen
los bosques, selvas y otra serie de servicios y beneficios que nos brinda la
naturaleza no han podido ser tarifados con la etiqueta de un precio, así como la
necesaria desvinculación del valor de un bien y de la calidad de vida del ser
humano (¿Cuánto valdría el beneficio de despojarse de toda la contaminación
sonora que ocurre en las grandes ciudades?, ¿Qué valor otorgar a la pérdida de
visión nocturna debida de los cientos de miles de espectaculares luminosos que
invaden cada vez más las calles?).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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La enseñanza de un mundo que se desarrolle sustentablemente no implica la
eliminación total de los medios de producción ni del capital monetario, pero sí el
nuevo enfoque hacía el capital natural, hacia los recursos que se han ido y se
seguirán agotando. Así, entre algunos de los indicadores que se pueden registrar
en el aspecto económico se encuentran: La cooperación económica internacional
para mejorar el desarrollo sustentable en los países, y en sus políticas internas; el
cambio de patrones de consumo; la regulación y manejo responsable de
mecanismos y recursos financieros, así como la transferencia de tecnología de
quienes la poseen hacia quienes la necesitan.
La dimensión social del desarrollo sustentable consiste en reconocer el derecho a
un acceso equitativo a los bienes comunes para todos los seres humanos, en
términos intrageneracionales e intergeneracionales, tanto entre géneros como
entre culturas. La distribución de los recursos y su consecuente escasez ha
provocado la obligada respuesta de las personas que enfrentan severas
dificultades de acceso a los recursos más indispensables para sobrevivir, dando
como resultado guerras por el control y administración de los recursos y
manifestaciones sociales con diversas formas de demanda respecto a una
distribución justa de recursos y a un equilibrio de condiciones de vida para todas
las personas. Es por ello que uno de los objetivos primordiales en un marco de
desarrollo sustentables luchar cada vez más –y mejor– en contra de las
desigualdades y la extrema pobreza en el mundo.
Es por todos conocido el desplazo de comunidades y poblaciones debido a
conflictos económicos o conflictos bélicos, situación que debe erradicarse, pero
otro aspecto que no en muchos lugares se menciona es el número de
desplazamientos de poblaciones debido a problemas ambientales, ya causados
directamente por el hombre, ya indirectamente, tales como la escasez de agua, la
destrucción de bosques o zonas de cultivo, incendios e inundaciones.
Indicadores comúnmente vinculados al aspecto social del desarrollo son: Como se
mencionó, el combate a la pobreza; la regulación y estudio constante de la
dinámica demográfica y de sustentabilidad en poblaciones necesitadas; la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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promoción de la educación, la concientización pública y la capacitación ante
cualquier problema o riesgo social y ambiental; la protección y promoción de la
salud humana; y la promoción del desarrollo de asentamientos humanos
sustentables.
La tercera dimensión, el aspecto ambiental, del desarrollo sustentable, es
resultado de la evolución que se ha expuesto líneas arriba, además de la suma de
los conflictos generados por los anteriores dos aspectos. A partir de las últimas
Conferencias y publicaciones de la ONU, se ha establecido la necesidad de
incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas
nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente. Lo que se busca
es preservar las condiciones del planeta con acciones como la defensa de los
bosques, la protección de las distintas especies de flora y fauna, conservar buenas
condiciones del aire, proteger las fuentes de suministro de agua, lograr un control
de la urbanización, así como otra serie de factores relacionados con el ambiente
que en su conjunto nos proporcionan las condiciones necesarias para una vida
digna y, sobre todo, el cuidar que estas condiciones se mantengan en el futuro.
“En términos ecológicos, el desarrollo sustentable supone que la economía sea
circular, que se produzca un cierre de los ciclos, tratando de imitar a la naturaleza.
Es decir, los sistemas productivos son diseñados para utilizar únicamente recursos
y energías renovables, para no producir residuos, ya que éstos vuelven a la
naturaleza o se convierten en input de otro producto manufacturado. Este modelo
opera considerando el ciclo vital del producto completo, desde su extracción hasta
la disposición final del residuo cuando su vida útil termina.”51
La actividad humana a través del tiempo, en aras del desarrollo, ha
desencadenado resultados negativos para la calidad de vida que se supone ese
desarrollo debía proporcionar, esto en relación al estado del ambiente,
circunstancia generada en gran medida por al uso irracional e inconsciente de los
recursos naturales.
51 Díaz Coutiño, Reynol, Escárcega Castellanos, Susana, óp. cit., p. 110.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Algunos de los indicadores ambientales más utilizados son: Los recursos de agua
dulce; el grado de protección de océanos, todo tipo de mares y áreas costeras; el
enfoque integrado para la planificación y administración de recursos del suelo; el
manejo de ecosistemas frágiles (desertificación y desarrollo en zonas vulnerables);
promoción de la agricultura sustentable y desarrollo rural; el combate a la
deforestación y la conservación de la diversidad biológica.
Por último, se ha integrado un cuarto aspecto en tanto que desempeña un papel
fundamental en el cumplimiento de objetivos en cada país, y por supuesto
internacionalmente. La clase política se instaura para regular los convenios
comerciales y de mantener las buenas relaciones entre países, a través de
tratados, que permitan una apertura de mercados con acuerdos arancelarios
equivalentes; por ello se puede confundir el aspecto político con el económico,
debido a la misma hegemonía que se ha establecido de los aspectos económicos;
sin embargo, la dinámica actual entre los países abarca una gran diversidad de
relaciones, no solo económicas, sino personales, sociales, tecnológicas, o de
investigación, y es fundamental considerar todos los posibles para el
establecimiento de acuerdos, pues implica un hábil manejo político para lograr que
dichas relaciones sean exitosas.
La dimensión política o institucional funciona como el eje que organiza, regula,
ejecuta y monitorea los indicadores de los otros tres ejes, con la obligación de
mantener un apego entre cada uno de ellos con los demás. Con el propósito de
incorporar la variable ambiental en los acuerdos entre países desarrollados se
consideran principios tales como “el que contamina paga” a escala internacional y
el principio de la soberanía internacional, restricciones o diversos ordenamientos
jurídicos, ejemplo de ello es una de las medidas que mayor beneficio ha aportado,
la norma ISO 14001, para la evaluación de criterios de Gestión Ambiental.52
Entonces, dentro de los indicadores que se relacionan al aspecto político se
encuentran la integración del ambiente y el desarrollo en la toma de decisiones; el
fortalecimiento y promoción de avances científicos para el desarrollo sustentable;
52 ISO 14000 – Environmental Managment. Consultable en http://www.iso.org/iso/iso14000 Fecha de consulta: 18-septiembre-2016.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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la implementación y obediencia de instrumentos y mecanismos legales
internacionales, así como la transmisión de información para la adopción de
decisiones y el fortalecimiento del papel de los grupos principales en la toma de
decisiones políticas.
El establecimiento de indicadores para cada dimensión debe regirse por
características muy específicas:53
1. Ofrecer una visión de las condiciones ambientales, presiones ambientales y
respuestas de la sociedad o gobierno; 2. Ser sencillos, fáciles de interpretar y
capaces de mostrar las tendencias a través del tiempo; 3. Responder a cambios
en el ambiente y las actividades humanas relacionadas; 4. Proporcionar una base
para las comparaciones internacionales (cuando sea necesario); 5. Ser aplicables
a escala nacional o regional, según sea el caso; 6. De preferencia tener un valor
con el cual puedan ser comparados; 7. Estar teórica y científicamente bien
fundamentados; 8. Estar basados en consensos internacionales; 9. Ser capaces
de relacionarse con modelos económicos y/o de desarrollo, así como con sistemas
de información; 10. Estar disponibles con una razonable relación costo/beneficio;
11. Estar bien documentados y gozar de calidad reconocida; 12. Ser actualizados
a intervalos regulares con procedimientos confiables.
Dependiendo de las prioridades asignadas por los gobiernos, las empresas y la
población en su conjunto, cada país aplicará sus propias estrategias para alcanzar
el desarrollo sustentable. La cuestión del desarrollo se concibe ya como un
proyecto de voluntad política, que toma forma en la concepción desarrollo
“sustentable”. Este calificativo al sustantivo desarrollo, es lo que constituye el
desafío para buscar un cambio de rumbo a las teorías del antiguo orden
económico.
Al hablar de lo que involucra la noción de indicadores en el desarrollo sustentable,
es necesario hacer mención de un presupuesto conceptual de la sustentabilidad:
el principio precautorio. Este elemento constitutivo del nuevo paradigma, involucra,
en principio teóricamente, los indicadores ambientales o ecológicos y sociales;
53 Villavicencio Ortiz, María de los Ángeles (coord.) Desarrollo sustentable en el contexto actual, México, s/e, 2011, p. 57.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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este criterio surgió en Alemania en la década de los ochenta como una política de
estado, tendiente a limitar o minimizar los impactos ambientales, mediante un
cuidadoso análisis de riesgos con la evaluación y planificación de alternativas,
exigiendo evitar lo mayor posible cualquier riesgo de menoscabo al ecosistema,
ante una situación de incertidumbre en el daño potencial en los aspectos social y
ambiental, derivado de cualquier acción planteada.54
Se pueden distinguir algunos criterios y elementos claves para el entendimiento de
este principio. En primer lugar, implica una proactividad, como disposición a tomar
decisiones; toda acción está en función del beneficio que se vayan a producir y los
costos que ésta pudiese generar; Así mismo, cualquier acción se desarrollará en
el marco de la vulnerabilidad de los recursos naturales, y los umbrales de
irreversibilidad de éstos ante la acción a tomarse; este principio además conlleva
una valorización de los ecosistemas, como bienes naturales que poseen un valor
moral intrínseco por su propia vulnerabilidad; con la ejecución del principio
precautorio, se establece la carga al proponente de una determinada acción de
probar la inocuidad de la acción a tomarse; existe además la necesidad de
contemplar horizontes temporales amplios –situación que va en contra de la
cultura democrática de gratificaciones al corto plazo–; por último, a pesar de verse
como un principio por esencia proactivo, implica más ampliamente la
responsabilidad de recomposición de cualquier daño ocasionado en el pasado.55
1.2.2 Desarrollo sustentable como derecho humano
Dentro de los derechos humanos reconocidos por los órganos internacionales y en
específico por el sistema jurídico mexicano, así como en otros de Latinoamérica y
el mundo, se encuentran los derechos ambientales, entendidos en su máxima
expresión, como necesidad de disfrutar de un ambiente sano, convertido, a su vez
en el deber de proteger y preservar el medio natural donde nos desenvolvemos;
ocupan un sitio destacado solo en recientes generaciones de derecho: “la razón
de esta ubicación responde al carácter progresivo que poseen los derechos
humanos, sobre la base de su constante desarrollo y la necesidad de
54 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), óp. cit., p. 47. 55 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), óp. cit., pp. 48-49.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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reconocimiento de nuevas figuras que aparecen al tenor de las transformaciones
sociales”.56
Incluso, la idea del desarrollo ha estado también incluida dentro de los derechos
del ser humano, reconocida formalmente desde 1986, en la Declaración sobre el
derecho al desarrollo. Un primer acercamiento a lo que debe entenderse por
desarrollo ha sido la realización completa y progresiva de todas las libertades y los
derechos del ser humano57. Este acercamiento no solo significa una separación de
la idea capitalista e industrializada del crecimiento sino la obligación de un
mejoramiento constante en los aspectos social, cultural y político. De esta forma,
el derecho al desarrollo constituye un proceso consistente con los derechos
humanos y sus estándares, trabajando a la par con principios como la igualdad, la
no discriminación, la participación y la transparencia. Se puede notar que el
derecho al desarrollo tiene la doble naturaleza de estimulador de otros derechos y
de un derecho propiamente englobado dentro de los derechos humanos; es,
entonces, un derecho compuesto, al tener interdependencia con otros derechos y
buscar la conjunción de todos ellos. Es importante esta acotación pues significa la
mejora constante del cumplimiento y disfrute de un derecho, pero sin menoscabar
otro derecho. En otras palabras, esta doble naturaleza, o desempeño, del derecho
al desarrollo, es el de funcionar como un derecho instrumental, al incluirse en el
proceso de mejora de derechos, y un rol sustancial, al ser también el resultado de
la mejora y cumplimiento de todos esos derechos.58
Ahora bien, una necesidad de los derechos proclamados como inherentes al ser
humano es la factibilidad de ser operacionales, por lo que se han incluido
elementos que permiten su continua evaluación y mejora, los llamados
indicadores. Incluyendo el establecimiento de indicadores a la primera definición
que se dio sobre el derecho al desarrollo, se puede conformar una más adecuada,
entendiendo así al derecho al desarrollo como el derecho a un proceso de
56 Bruzón Viltres, Carlos Justo y Antúnez Sánchez, Alcides Francisco, “Reflexiones en torno a la protección de los derechos humanos desde la perspectiva del derecho ambiental internacional”, de Revista Producción + Limpia, Colombia, Volumen 7, Número 2, 2002, p. 109. 57 Véase Sengupta, Arjun, “The human right to development” en Oxford Development Studies, Volumen 32, Número 2, Estados Unidos, 2004, p. 180. 58 Ibídem, p. 184.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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desarrollo, que consista en la realización progresiva de los derechos y libertades
del ser humano, así como la garantía a un proceso de crecimiento económico que
sea congruente con los estándares que otorgan los derechos humanos.
Otro elemento constitutivo del derecho al desarrollo es la colectividad del mismo,
lo que se entiende como la capacidad de ejercicio del derecho en sociedad, a
través del conjunto del disfrute por cada uno de sus individuos.
Dentro de este derecho ha evolucionado, y a partir de ahí ha tomado su propio
camino, el principio de sustentabilidad, por lo que han de señalarse los valores
que el desarrollo sustentable implica, como parte integral dentro del sistema –
cuestión que se explicaba líneas arriba–, principios como el de equidad
multidimensional, de autogeneración y autosuficiencia, sin olvidar la complejidad
del mismo por los procesos de desarrollo entre el individuo, sus semejantes, y su
contexto.
“Las normas se encuentran provistas de suposiciones reales que pueden ponerse
de manifiesto en el sistema jurídico mismo como errores, o resultar inadecuadas a
causa de una modificación de las condiciones (...). En la medida en la que la
sociedad aparece como la causa de lo que antes tenía que ser aceptado como
destino individual y que se convertía, por supuesto, en objeto de tematización
religiosa, se espera también de la sociedad prevención, ayuda y compensación de
las desventajas individuales. De todo ello es responsable el sistema político y,
sobre todo, el sistema jurídico”.59
El principio de sustentabilidad y la importancia del derecho a un distinto tipo de
desarrollo, no solo tiene su génesis en los problemas ambientales. Los problemas
expuestos en el capítulo primero –y otros más que pudiesen ser estudiados– están
íntimamente ligados a los problemas sociales como la desigualdad y la justicia
social, sin mencionar la ineludible verdad: todo problema de índole social o
ambiental, afectará en mayor medida a los sectores de la población con escasos
59 Luhmann, Niklas, El derecho de la sociedad, trad. de Javier Torres Nafarrate, 2ª edición, México, Herder. Universidad Iberoamericana, 2005, p. 602.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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recursos. Solo hasta que se garantice un mayor grado de igualdad social y un
cambio en el modelo económico, se podrá hablar de un desarrollo sustentable.60
Las ideas recogidas de todos los documentos internacionales en materia de
derechos sociales y ambientales, señalan la necesidad de la profundización en el
estudio del desarrollo sustentable61. Es notoria la relevancia que ha adquirido este
principio en el orden jurídico, al punto de procurar considerársele como principio
general del derecho, basado en una idea de orden público medioambiental en
razón de la actividad cotidiana de todas las personas; y por otra parte del orden
sistémico, como parte de la estructura dentro de todo el ordenamiento,
interdependiente con los demás principios y elementos del mismo. Esto añade, a
criterio de Piñar Mañas, un nuevo sentido a otro principio fundamental, el de
justicia; sentido que incluya "armonización de políticas públicas, así como
convergencia y alineación de las mismas en relación a la naturaleza (presente y
futura), pero también la regulación y reconducción de las relaciones entre los
particulares para los mismos objetivos".62
En el ya citado Acuerdo de París, se establece y se enfatiza la importancia de la
implementación, promoción, evolución y mejoramiento, de los elementos que
componen el desarrollo sustentable, pero es importante recordar la diferencia
económica y sociocultural de cada país y sus particulares circunstancias. Una
legislación con la perspectiva de un desarrollo sustentable, obliga a un enfoque
distinto, ya no análogo a lo que otros países influyan por la globalización. La
participación internacional debe basarse en la planeación de programas tendientes
a la promoción de este tipo de desarrollo, y además es primordial establecer de
manera contundente las formas de instrumentarlo.
Por otra parte, la evolución del derecho ecológico y ambiental hacia un derecho de
la sustentabilidad, ha llevado a tomar de los principios generales del derecho,
principios propios que lo conforman tanto en el plano internacional –como el
principio de cooperación internacional–, tanto desde cada Estado. De la ya citada 60 Véase Agyeman, Julian, Bullard, Robert D. y Evans, Bob, “Exploring the Nexus: Bringing Together Sustainability, Environmental Justice and Equity” en Space and polity, Volumen 6, Tomo 1, Estados Unidos, 2002. p.77. 61 Ibídem, p.87. 62 Piñar Mañas, J, “El Derecho Sostenible como Principio Jurídico”, en Desarrollo Sostenible y Protección del Medio Ambiente, Madrid, Civitas, 2002, p. 77.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Declaración de Río de 1992 pueden esbozarse los principios que contribuyen a la
concepción de este derecho:63
1. El uso sustentable de los recursos naturales, reconocido desde la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y, con una
vinculación al concepto de equidad intergeneracional, en la Convención sobre
diversidad biológica, entendiéndose como el uso de los componentes de la
biodiversidad de modo que no conduzca a la declinación de esos recursos a largo
plazo, pero manteniendo su potencial de satisfacción de las necesidades de
futuras generaciones; 2. Responsabilidades comunes pero diferenciadas. 3.
Cooperación, tanto en el intercambio de información como en la investigación
científica, así como en la consulta y notificación de cualquier actividad que pudiera
ocasionar un daño al ambiente. 4. Prevención del daño ambiental, en el que se
han incluido el principio precautorio y la evaluación de impacto ambiental. 5.
Contaminador–pagador.
El desarrollo sustentable, como principio, nos brinda la oportunidad de actuar con
discernimiento global, ubicando, entre otras cosas, a “los seres humanos como la
razón del ser del desarrollo; (Z) que debe existir compatibilidad entre crecimiento
económico y protección al ambiente; (Z) la necesidad de asegurar que los
recursos renovables y no renovables deben ser conservados”,64 con el fin, como
señala Cantú–Martínez, de “tomar en cuenta las clases sociales oprimidas –
indígenas, campesinos y de bajos recursos económicos– global y localmente”65.
La sustentabilidad también podría tomarse como valor utilitario, permitiendo
encuadrar las acciones del Estado. Sin duda, en este nuevo acuerdo entre las
naciones, como señala Cantú–Martínez, se persigue “revitalizar el crecimiento
económico, examinando de manera holística los contextos políticos, sociales,
económicos, culturales y biológicos en los que se desenvuelve el hombre”.66
El derecho del desarrollo sustentable debe estudiarse y aplicarse en un doble
sentido nacional e internacional, en el que se enfoque al ser humano con un fin en 63 Di Paola, María Eugenia, Walsh, Juan Rodrigo (coords.), óp. cit., p. 450-459. 64 Amaya Navas, Óscar Darío, El desarrollo sostenible y el derecho fundamental a gozar de un ambiente sano, Colombia, Externado de Colombia, 2012, p. 134. 65 Cantú-Martínez, Pedro C., El axioma del desarrollo sustentable. México, Revista de Ciencias Sociales, 2012, p. 90. 66 Ibídem, p. 99.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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sí, pero considerando su entorno como medio de vida y armonía. Su estudio
implica una visión multi e interdisciplinaria, tendiente a la sistematización de los
factores que trastoque; debe ser un derecho disperso, en tanto influye no solo en
una esfera de la sociedad, y también dinámico y flexible, que se adapte a todo
cambio político, social, ambiental o económico, con facilidad en su adecuación.
Este nuevo derecho debe considerar. Existe una urgente necesidad de enmarcar
los derechos ambientales como un componente significativo en las discusiones
sobre lo que se constituye como derechos humanos.67
1.2.3 El enfoque del derecho de las generaciones futuras
El derecho, visto desde el punto de vista filosófico, teórico, o desde el aspecto
positivo, se ha enfocado al conjunto de normas, principios, reglas, que se
establecen dentro de una temporalidad, en un espacio y hacia un determinado
grupo de personas. Lo que el reconocimiento constitucional de los derechos
ambientales integra, junto con el paradigma de la sustentabilidad, es un enfoque
intergeneracional en la eficiencia y la utilidad de las normas, esto es, la visión del
establecimiento de normas que sirvan ya no únicamente a un sujeto existente en
el presente, sino que no menoscaben, y por el contrario ayuden, a un sujeto que
aún no existe; como se dijo anteriormente, puede resultar difícil de concebir un
derecho que sea objeto de estudio sin un sujeto al cual adjudicársele directamente
ese derecho. Lo que se busca explicar en este apartado es la concepción que se
tiene sobre ese enfoque intergeneracional, así como la visión necesaria en el
ámbito de la justicia y del propio derecho en un escenario que trasciende a los
contemporáneos.
La idea de la justicia ha sido estudiada desde la antigüedad, desde Aristóteles
hasta John Rawls; lo mismo ha ocurrido con la concepción de obligación y
responsabilidad; principalmente sobre los miembros dentro de una misma
generación. Respecto a esos mismos principios en el plano intergeneracional,
desde autores como Brian Norton y Avner de–Shalit hasta Derek Parfit y Hans
67 Adeola, Francis O., “Cross-National environmental injustice and human rights issues”, en American Behavioral Scientist, Volumen 43, Número 4, Estados Unidos, 2000, p.687.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
48
Jonas han fundamentado nuevas ideas de justicia a partir de esa noción de
responsabilidad con el otro.
Hans Jonas, de quien se habló en la introducción de esta investigación, fue uno de
los primeros filósofos en analizar el modo en que el desarrollo de la tecnología y
de la ciencia ha afectado a la naturaleza y las consecuencias ecológicas
catastróficas para las generaciones futuras de seres humanos y para la
supervivencia misma de la especie. Jonas señala que el ser tiene un valor
absoluto, puesto que es el que dota a todo valor de la posibilidad de su existencia.
La existencia de la humanidad, aunque tiene un valor relativo (no absoluto), se
hace necesaria porque el ser humano es el único capaz de percibir y expresar el
valor del ser y de los entes, y, por tanto, es indispensable para la manifestación
del valor. La humanidad es la única capaz de asegurar la dimensión axiológica del
ser; así, si se considera al ser humano como el único capaz de tener
responsabilidad, entonces, dado que la responsabilidad es un valor, tenemos que
mantener la existencia del ser humano como condición de posibilidad de mantener
la existencia de la responsabilidad.68
Edward Page, profesor del Reino Unido, desde 1999 escribía un artículo en
relación a la responsabilidad hacía las futuras generaciones principalmente ante la
problemática del cambio climático, a partir de las ideas del ya mencionado Derek
Parfit e incluso desde el empirismo de John Locke. Page comienza su idea de
justicia intergeneracional desde una aproximación de igualdad en la distribución de
recursos a través de las generaciones, entendiendo la igualdad como la
procuración en la similitud de cantidad de recursos, o en la recomposición y
posibles acciones compensatorias por la falta de estos. Su estudio se desarrolla a
partir de dos políticas que, a su consideración, el ser humano puede tomar: El
agotamiento o la conservación.
Posteriormente, en el 2006, extendía su análisis en su libro Climate change,
justice and future generations69, con la fundamentación de nuevas teorías de la
68 Jonas, Hans, El principio de responsabilidad: Ensayo de una ética para la civilización tecnológica, Barcelona, Herder, 2004, p. 96. 69 Cfr. Page, Edward A., Climate change, justice and future generations, Estados Unidos, Edward Elgar, 2006.
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49
justicia ante las desigualdades generadas por el cambio climático, no solo a los
contemporáneos sino a los individuos de posteriores generaciones, revalorizando
hacia quienes se enfoca la idea de justicia, la medida de los beneficios que deben
tomarse en cuenta y que expectativas se tienen de las ideas actuales de justicia,
viéndose como una justicia consecuencial en contra de una simplemente
metodológica o procedimental. De este modo lleva su análisis hacia la igualdad en
tres posibilidades, la igualdad en la distribución de los recursos, la igualdad en el
bienestar de las personas y la igualdad de oportunidades; con el objetivo de
ampliar la concepción de bienestar y de justicia hacia un modelo intergeneracional
y sin limitación espacial. Así, la más viable política de adaptación es procurar la
igualdad de oportunidades a las siguientes generaciones: “La idea es que no se
trata del bajo bienestar actual de una persona lo que indica su relativa desventaja,
sino que la suma del grado de bienestar de todas las vidas posibles del individuo,
es menor a la de otros70”. Para Page, la adaptación, en términos de las
desventajas circunstanciadas, no es suficiente en un ideal de justicia por parte de
las generaciones anteriores, pues enseña y condiciona a los futuros individuos a
esas malas condiciones. Por último, incorpora la idea de Rawls de los bienes
primarios con una extensión del acuerdo hacia las futuras generaciones
sujetándose a un consumo apropiado de los recursos proporcionando de esta
manera, la idea de que un paradigma de sustentabilidad requiere que en cualquier
punto del tiempo que el grado de igualdad de oportunidades de cada individuo de
la población deberá ser capaz de mantenerse dentro de un tiempo indeterminado,
asumiendo que el tamaño de la futura población se mantenga igual al de la
presente.
Lo que intenta Page es fundamentar una nueva idea de justicia distributiva. Con la
primera premisa de que las acciones humanas ocasionan irrefutablemente un
daño, ocasionan cambios al clima y amenazan el bienestar de las futuras
generaciones y una segunda premisa de que toda acción que amenace el
bienestar de las futuras generaciones, llega a la conclusión lógica de que todo
70 Ibidem, p. 58.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
50
cambio en el clima que sea producido por la acción del ser humano, debe
considerarse como injusto.
Esos argumentos pueden debatirse, y se han debatido, desde distintos puntos de
vista, tales como el estado de la situación ética de las futuras generaciones, el
argumento de otros autores en tanto que las amenazas del cambio climático, al
ser un hecho empírico, serán limitadas, así como la disminución de
responsabilidades entre las generaciones entre más amplio sea el tiempo entre
ellas. Todos estos son problemas que se relacionan con dos ideas éticas
planteadas desde los autores mencionados anteriormente, Locke y Parfit. Uno es
el problema de la falta de reciprocidad y la otra es la falta de identidad. Estos
problemas se relacionan con el cuestionamiento sobre la obligación que tiene la
generación actual hacía con individuos del mismo presente, con individuos de un
futuro próximo y con individuos de un futuro lejano, respecto a la calidad de vida
actual y la potencial calidad de vida futura, y el daño que se genere en la
actualidad; también tienen relación con un sentido de “necesidad” de respuesta –
reciprocidad– que todo individuo experimenta al actuar de cierta forma con otros,
además de la ausencia de una presencia empírica –identidad– que determine al
sujeto que se busca defender, volviendo indeterminables sus derechos.
Para el profesor británico, estos problemas son refutables si se amplían y
profundizan, como expone también Peter Singer, nuevas visiones nuestros valores
ya existentes, tales como el de justicia, los derechos colectivos y los intereses
comunes, entendiendo que de manera general los intereses de esas futuras
generaciones serán semejantes a los actuales. Rasgos de una idea distinta de
justicia planteada por el autor, es re–enfocar la justicia en la distribución de
recursos, en la procuración de un bienestar, pero sobre todo en la lucha y defensa
por una justicia en el mantenimiento y protección de capacidades básicas del ser
humano.
En la misma estructura de la justicia intergeneracional, Andrew Dobson muestra,
con fundamentos más políticos, el planteamiento de una ciudadanía ecológica
responsable y reivindicativa, en que se pongan en el marco de discusión política
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
51
las decisiones que afecten a lo que pueda entenderse como desarrollo
sustentable. Esto implica el compromiso hacia un bien común y el vínculo
inseparable de derechos y responsabilidades, un modelo que no se detiene con la
justicia respecto al ser humano, esta concepción obliga a que se tomen en cuenta
los intereses también de la biodiversidad, asegurándose las condiciones
necesarias para su supervivencia; el problema entonces no radica en qué interesa
a las generaciones futuras no humanas, sino en cómo proporcionar las
condiciones para que estos intereses se cumplan, cualesquiera que estos puedan
ser.71 Dobson integra íntimamente las ideas de justicia y sustentabilidad en tanto
prácticas de distribución para la distribución de recursos y el origen y aumento de
la pobreza en relación al ambiente y la misma mala distribución de recursos.
Brian Barry cuestiona que el cumplimiento de nuestras obligaciones morales hacia
las generaciones futuras haya de identificarse únicamente con el objetivo de
crecer indefinidamente, pues es precisamente esta exigencia de crecimiento la
que reduce en muchos casos las posibilidades de elección entre diferentes planes
de vida. Para Barry, la sustentabilidad desde un aspecto ético, nos obliga a pensar
en la preservación; en primer lugar, para definir sustantivamente el contenido de la
sustentabilidad, es necesario aceptar el hecho de que, si poseemos obligaciones
hacia las generaciones futuras, al menos deberemos proporcionarles los medios
suficientes para que ejerzan sus derechos y las consiguientes oportunidades de
elección entre diferentes planes de vida que deseamos para nosotros mismos. La
consecución de la máxima libertad para elegir en el presente puede acarrear la
carencia casi absoluta de libertad de elección en el futuro; las restricciones a la
libertad necesarias para alcanzar mayores cotas de sustentabilidad deben gozar
de un amplio respaldo democrático.72
Laura Westra conforma otra idea de lo que debe comprenderse por
responsabilidad intergeneracional, conjuntando principalmente los estudios de
Edith Brown–Weiss, Paul Barresi, Alf Ross y Thomas Pogge.73
71 Dobson, Andrew, “Representative democracy and the environment”, en Lafferty, W. y Meadowcraft, J., Democracy and the environment, Estados Unidos, 1996, p. 137. 72 Dobson, Andrew, Fairness and Futurity Estados Unidos, Oxford, 2002, pp.101-110. 73 Westra, Laura, Environmental justice and the rights of unborn and future generations, Reino Unido, Earthscan, 2006.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
52
Edith Brown–Weiss expone que existen derechos y deberes que trascienden la
generación presente: La obligación de mantener las condiciones del planeta para
que las futuras generaciones hagan uso de éste, así como el deber de reparar el
daño ocasionado por las generaciones que antecedieron, acreditándose así una
obligación intergeneracional con deberes intrageneracionales. Sin embargo, estos
deberes son hasta ahora más morales que jurisdiccionales, por lo que es
necesario el tratamiento jurídico adecuado, que sirva de puente normativo entre
las experiencias del pasado, la situación del presente y la expectativa del futuro,
para una eficiente composición de la sociedad.
Por su parte, de Barresi se entienden cuatro puntos en relación a las obligaciones
de cada generación: Conservar la diversidad natural y cultural del planeta;
conservar la calidad ambiental para las siguientes generaciones; garantizar el
acceso de los recursos a todos los miembros de esa generación; conservar ese
acceso en las condiciones para que las futuras generaciones hagan uso de éste y
lo conserven de la misma manera. Además, fundamentado en el ius cogens, como
las normas de protección de valores esenciales vigentes para la comunidad
internacional, reclama responsabilidad mayor para los países desarrollados.
Westra incluye también teorías mencionadas anteriormente como la de Alf Ross y
la de John Rawls, entendiendo que la discriminación en relación a la distribución y
acceso de recursos también está sujeta a posiciones geográficas y temporales,
recalcando que, de acuerdo a lo que señala Thomas Pogge, ha existido una falla
estructural en el comportamiento de instituciones internacionales como el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional, al no haber entendido –mucho menos
actuado en contra de– la innegable conexión entre el colonialismo y la pobreza
actual; el hecho de, hasta ahora, depender de un único recurso –el planeta–, y
dejar el control de ese recurso a los individuos con mejor situación económica,
manteniendo y solapando así el desproporcionado orden económico global.
Expone también el concepto de eco–justicia (justicia ecológica), como aquella que
reconoce a los humanos como dentro y parte del hábitat, sumándose a la idea de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
53
Edward Page en tanto que estos derechos intergeneracionales son no más que la
consolidación de los derechos grupales.
Concluye que hay una innegable conexión entre el reconocimiento de estos
derechos y el derecho internacional, al existir una presión de los países en mejor
posición económica para mantener el estado de cosas, pero una reciente lucha
por conformar y robustecer una solidaridad transnacional y un nuevo enfoque de la
comunidad internacional humana, sin demeritar la soberanía estatal, con la puesta
en práctica del principio de herencia común de la humanidad. Señala que el riesgo
se encuentra en la impredictibilidad del futuro no en las consecuencias fácticas,
más en las formas de presentación y los efectos o daños que se ocasionen; que
se debe considerar como base el bienestar económico a nivel familiar y, por
último, que debe existir un respeto a la riqueza ecológica y garantizarse un
consumo más eficiente de los recursos actuales.
Otra aproximación de los derechos y responsabilidades intergeneracionales es la
idea de comunidad con bienes comunes e intereses compartidos, la cual se
extiende no solo entre la misma generación, sino, así como llega de anteriores
generaciones, trasciende hacia las futuras. La responsabilidad que tenemos con
respecto a las generaciones futuras tiene que ver con legarles las ideas, el bagaje
cultural y político de la comunidad que permite el mantenimiento de la identidad de
la misma. Es esa motivación la que se denomina “auto trascendencia”, con el logro
de que algo de nosotros permanezca después de nuestra existencia material.
En un plano gradualmente más jurídico, como explicaba Brown–Weiss, se ha
buscado el otorgamiento de derechos a las generaciones futuras; ha existido un
debate principalmente respecto a la posibilidad de reconocerle derechos humanos,
y otros más de establecerse en constitucionalmente. El constitucionalista Peter
Häberle ha planteado la idea de un contrato generacional, como modalidad del
contrato social; en Un derecho constitucional para las futuras generaciones. La
otra forma del contrato social: el contrato generacional74, Häberle hace una
74 Véase Haberle, Peter, Un derecho constitucional para las futuras generaciones. La otra forma del contrato social: el contrato generacional, trad, de Milton Fellay y Ferreyra Leandro, en Lecciones y Ensayos, Universidad de Buenos Aires-Facultad de Derecho, número 87, Argentina, 2009, pp. 17-37.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
54
revisión de la protección, directa o indirecta, implícita o explícita, de los derechos
intergeneracionales plasmados en las constituciones actuales, muchos de ellos
incluidos dentro de los reconocidos derechos ambientales; teniendo como primer
ejemplo de ello la Constitución de Baviera de 1984, en relación a la protección de
las bases naturales y la responsabilidad ante las futuras generaciones –y
actualmente en la constitución alemana:
Artículo 20.a. Consciente también de su responsabilidad hacia futuras
generaciones, el Estado protege las bases natales de la vida y los animales dentro
del marco del orden constitucional vía legislativa, y de acuerdo con la ley y la
justicia, por el poder ejecutivo y judicial.75
Además, refiere a las constituciones en las cuales se plasma la responsabilidad
actual hacia el futuro, e incluso de una forma más ecológica, protegiendo no solo
la vida humana sino la natural. Constituciones como la de Polonia, Estonia,
Moldavia, Rusia y Sudáfrica, establecen un principio de responsabilidad de
nuestra generación hacia las futuras; más aún, dentro de las protecciones de los
derechos ambientales, se establecía la importancia que conlleva la educación para
la consecución de estos principios.
Es importante la aclaración que el autor hace en referencia al contenido de esas
constituciones, ya que muchas de ellas protegen el patrimonio o la naturaleza,
detalle no menor pues su mención amplía el umbral de protección, y no
limitándose a las generaciones humanas, como se ha entendido en la literatura
“las generaciones futuras”.
En el constitucionalismo europeo, como modelo de referencia, se han desarrollado
las ideas generacionales a través de los tratados que se firman en comunidad,
desde la Carta Fundamental de los Derechos Humanos de la Unión Europea de
1999–2000 (responsabilidades y obligaciones tanto hacia los hombres como hacia
la comunidad humana y las futuras generaciones); hasta el proyecto de Tratado
Constitucional de Europa de 2004, estos textos forman parte del proceso de
75 Constitución de la República de Alemania (vigente). Consultable en http://ocw.um.es/cc.juridicas/derecho-internacional-publico-1/ejercicios-proyectos-y-casos-1/capitulo4/documento-20constitucion-de-alemania.pdf Fecha de consulta: 22-septiembre-2016.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
55
construcción de la creación constitucional europea, pues diversos autores han
ampliado y reformulado sus ideas a partir del derecho sustentable y la
responsabilidad con las futuras generaciones para la elaboración de proyectos
constitucionales. Sin embargo, se llega a un conflicto en materia normativa: desde
la teoría constitucional se plantea el problema acerca de la legitimación de las
generaciones actuales para vincular a las siguientes normativamente, tal es el
caso de la constitución francesa, al incluir en el artículo 28 de la Constitución de
1793, que establece que una generación no puede forzar a otra a regirse bajo las
reglas que esa generación establezca.
Häberle busca redimensionar la idea de futuras generaciones, de un modo,
aunque científico, natural y cultural, englobando así la concepción de la cultura y la
naturaleza como parte fundamental en el desarrollo humano: “Se podría
cuestionar (y, al mismo tiempo, seguramente afirmar) si la naturaleza puede existir
sin la raza humana y sus generaciones; sin embargo, es seguro que el hombre
sólo puede existir como parte de la naturaleza viviente e inanimada.[Z] la ciencia
de la naturaleza y la de la cultura tienen hoy el mismo fin, concerniente a la
protección generacional”76. De este modo, se engloba e integra la idea del hombre
con la naturaleza y la cultura, concluyendo, como se mencionó anteriormente, en
una comunidad internacional que proteja la herencia humana global, y
añadiéndose también a los postulados de Hans Jonas respecto a las decisiones
éticas y la conservación de la raza humana.
Esta redimensión constitucional con el enfoque del tiempo es lo que constituye el
contrato generacional de Häberle, “el ‘pueblo’ per se es una cooperación, una
coexistencia y una sucesión de varias generaciones”.77 El conflicto de la
temporalidad en la protección, como el régimen de pensiones en la Alemania de
los noventa, debe estudiarse a la luz de nuevas versiones de justicia,
redimensionando con ello los fundamentos de una protección ambiental, así como
de la economía:
76 Ibídem, p. 28. 77 Ibídem, p.32.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
56
“Todavía resta advertirse si la superposición de las escalas de tiempo
mencionadas debe ser complementadas por un extensivo gasto territorial,
excediendo los Estados de derecho. Dicho gasto territorial implicaría un “contrato
generacional mundial”, uniendo todos los pueblos y ciudadanos de nuestro planeta
azul. Un contrato de este estilo podría llegar celebrarse paso por paso. Las
demandas globales para la protección del medioambiente, la naturaleza y la
cultura y las varias legislaciones interestatales apuntan en esa dirección. Esto
también aclararía la conexión intertemporal entre las generaciones humanas”.78
Es evidente que la industrialización y el desarrollo tecno científico hace que los
efectos de nuestras acciones afecten a seres vivos cada vez más lejanos en el
tiempo y en el espacio: seres humanos y animales no humanos contemporáneos
nuestros, generaciones futuras de animales humanos y no humanos, otros seres
vivos presentes y futuros, debe entenderse que “los intereses que hayan de
tenerse en cuenta moralmente cuentan lo mismo, con independencia del momento
temporal en que vivan los portadores de esos intereses”;79 la idea de
sustentabilidad es construida y fortalecida únicamente alrededor de la noción
intergeneracional.
Giuliano Pontara identifica una moral intergeneracional80, cambiando la
perspectiva de “dueños del mundo” y estableciendo normas como base de esa
moral, como no ejecutar elecciones que tengan consecuencias irreversibles o cuya
irreversibilidad sea muy difícil o extremadamente costosa: poner fin a la enorme
destrucción forestal; maximizar el nivel de vida sostenible; proteger la
biodiversidad; proteger el patrimonio artístico, científico y cultural. Es
indispensable comprender que los derechos intergeneracionales constituyen
derechos de solidaridad ambiental, derechos que son una herramienta
imprescindible para la supervivencia de la humanidad, además de comprender
que la Naturaleza, a la que pertenecemos como seres vivos, tiene un valor
intrínseco.
78 Ibídem, p. 35. 79 Riechmann, Jorge, op. cit., p. 196. 80 Véase Pontara, Giuliano, Ética y Generaciones Futuras, Barcelona, Ariel, 1996. p.180 a 200.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
57
De esta forma podemos ir esbozando lineamientos que constituirían los
fundamentos de los derechos intergeneracionales, como lo es una obligación es
de carácter negativo, limitadora de la libertad de acción de las generaciones
presentes. Si determinamos al ser humano como un ser superior al menos
intelectual y éticamente, no se puede más que atribuir una necesaria
responsabilidad por parte del mismo con su entorno, y las proyecciones de ese
entorno. La responsabilidad activa del hombre sobre la naturaleza, y a través de
ésta respecto a las generaciones futuras, se resume básicamente en la asunción
de su papel de protector y vigilante de los bienes naturales. De esta forma, el ser
humano se determina como la criatura perteneciente al engranaje de la misma
naturaleza, con obligada función de ordenar de forma inteligente el entorno y sus
recursos.
Las nociones de sustentabilidad, la nueva reflexión sobre el ambiente, el
paradigma “eco–céntrico”, la diversidad cultural y natural, la redimensión de os
recursos naturales, el impacto que el ser humano ha ocasionado al ambiente, el
orden económico mundial que ha dividido al mundo, así como el repensar de
nuestro legado, la herencia y las futuras generaciones, forman parte del esquema
conceptual y fundamento del sistema de derechos ambientales e
intergeneracionales.
1.3 El tercer sector, definiciones y modelos teóricos alternativos
1.3.1 ¿Qué es la Economía de Solidaridad?
La economía solidaria o economía de solidaridad es una búsqueda teórica y
práctica de formas alternativas de hacer economía, basadas en la solidaridad y el
trabajo.
El principio o fundamento de la economía de solidaridad es que la introducción de
niveles crecientes y cualitativamente superiores de solidaridad en las actividades,
organizaciones e instituciones económicas, tanto a nivel de las empresas como en
los mercados y en las políticas públicas, incrementa la eficiencia micro y
macroeconómica, junto con generar un conjunto de beneficios sociales y culturales
que favorecen a toda la sociedad.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
58
Ha habido diferentes intentos por catalogar las organizaciones sin fines de lucro.
Se han catalogado como “organizaciones no gubernamentales”, “sociedad civil”, o
en otros países, como el sector “voluntario” o “independiente”.
Según algunos estudios recientes, otra manera más útil de verlas es como un
“tercer sector” de la sociedad moderna, igualmente complejo como el primero (el
mercado), o el segundo (el Estado)
Las entidades pertenecientes al tercer sector son: organizaciones formales;
privadas, sin injerencia de gobiernos; sin fines de lucro, que no reparten beneficios
para sus gestores; autónomas, que controlan sus propias actividades; y
voluntarias, en el sentido de que la pertenencia a ellas no es impuesta por ley. A
esta definición podría añadirse otro rasgo: típicamente, las organizaciones del
tercer sector producen bienes colectivos en el sentido de que sus productos están
orientados hacia el mejoramiento del bienestar de la sociedad en su conjunto, o de
subgrupos específicos, identificados como merecedores de atención especial.
La importancia del tercer sector está reflejada en un creciente cuerpo de
investigación académica en muchos países. Hace siete años se creó una
asociación internacional de investigadores especializados en estudios del tercer
sector (ISTR), que tiene más de 600 miembros de 70 países81. Según una
encuesta de sus miembros, la motivación principal es apoyar no solamente la
investigación sino también la creación de redes regionales y la educación formal e
informal.
Como suele ocurrir en muchos otros campos de investigación, los estudios sobre
el tercer sector están concentrados en los países más desarrollados. Sin embargo,
hay cada vez más estudios comparativos.
1.3.2 El tercer sector y la economía social
Este mayor protagonismo del tercer sector no está exento de ambigüedades y
contradicciones puestas de relieve por muchos autores (Defourny, J., Favreau, J.
L., Laville, J. L., 1998; Döring, R., Kegler, M., ed., 1996). Por un lado, se señala su
81 La principal contribución del estudio sería precisamente el refinamiento metodológico para la búsqueda de los datos, lo que en un enfoque cuantitativo resulta de gran importancia.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
59
creciente dependencia financiera e institucional de la administración pública, su
concomitancia y posibles manipulaciones políticas, las dificultades de articular los
intereses particulares con el interés general, la verificación de su representación,
etc., y por el otro, se citan las precarias condiciones de trabajo, el «secuestro» de
la voz de los pobres en manos de una creciente profesionalización, la irrupción de
criterios de gestión empresarial, más jerárquicos y menos participativos, la
creciente competencia ínter-asociativa, el riesgo de abandonar la lógica de la
donación y la reciprocidad por la búsqueda de beneficios, etc.
A pesar de estas contradicciones, potenciales y reales, las actividades y funciones
del tercer sector se han ampliado y diversificado. Cabe distinguir varios niveles.
Un primero se entronca con el aislamiento y la marginación que genera la
exclusión. Participar en una organización voluntaria, ¿no es el primer paso para
romper con estas circunstancias? ¿No es éste el camino seguido por millares y
millares de jóvenes, no tan jóvenes y personas mayores para dejar su
apartamiento? A menudo, esta participación significa encontrar una identidad, una
función social más o menos reconocida, unos compromisos con unas reglas
colectivas, el aprendizaje de aptitudes preelabórales. En muchas ocasiones, las
organizaciones socio voluntarias son verdaderas escuelas de ciudadanía y de
democracia e incluso fuentes de innovación.
En el itinerario descendente de la exclusión, en el ascendente de la inclusión y en
el horizontal de fuera hacia adentro, caben multitud de funciones tales como: las
actividades preventivas, motivadoras, formativas, informativas, de seguimiento, de
mediación y negociación, de interlocución y partenariado. La provisión de estas
funciones, que a menudo se transforman de una cierta informalidad en servicios
reglados, es una de las causas de la expansión del tercer sector.
Un tercer nivel es el dar la voz y a veces su capacidad de presión a las personas
que precisamente porque son más vulnerables y excluidas de los mecanismos de
representación, no tienen ni la una ni la otra. No siempre los que dicen ser la voz
de las personas excluidas las incorporan o las representan y ello constituye un
debate complejo que debería empezar por preguntarse por las condiciones
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
60
materiales que permiten u obstaculizan su participación. Pero es constatable que
determinados colectivos (discapacitados, expresos, gitanos, desempleados,
jóvenes) en función de su propia especificidad y problemática, o sobre una base
territorial (barrio, pueblo, zona), casi siempre local, se agrupan, toman conciencia
colectiva, plantean sus reivindicaciones y demandas, inician procesos de
interlocución, crean sus actividades, denuncian situaciones, etc.
Todos los análisis sociológicos dan cuenta del aumento en calidad y cantidad de
las organizaciones del Tercer Sector pero es imposible comprender este desarrollo
sin dirigir la mirada analítica hacia el carácter peculiarmente relacionar de la
sociedad que está naciendo: se trata de una nueva forma del ejercicio de la
ciudadanía, donde los actores colectivos reconocen su pertenencia a una
comunidad política pero fundamentalmente se reconocen a sí mismos como un
conjunto organizado, con grados relativos de autonomía, y se sustentan sobre
bases culturales: que promueven la relación solidaria, operativas: que viabilizan la
gestión institucional, normativas: que regulan la acción de sus miembros y
productivas: de bienes relacionases colectivos.
El tema de definir la identidad de un sector de la sociedad no es tarea fácil. En
líneas generales hemos visto que es posible analizar el tema desde una mirada
externa y una mirada interna al sector. Desde la primera mirada se reconoce que
las organizaciones tienen formas de estructuración y modos de operación
particulares, poseen una figura jurídica que determina su consecuente
reglamentación a la que debe atenerse, asumen modalidades y fines diferenciados
de producción de bienes y servicios y, finalmente, establecen para su acción
propósitos y funciones.
Desde la segunda mirada, es necesario recurrir a los sujetos que efectivamente se
encuentran trabajando en su interior, escuchar lo que ellos tienen por decir. Con
esta perspectiva se realizaron las reuniones diagnosticas separándolas en tres
grupos focales.
Las organizaciones del Tercer Sector, aunque no puedan ser consideradas un
subsistema de la sociedad, en el sentido habitual de la expresión, y aunque sea
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
61
problemático incluso considerarlas como un 'sector' de la sociedad, sin embargo,
son una dimensión relevante de ella, en la cual se expresa la capacidad de
asociatividad de esa sociedad, y realizan un aporte indispensable a sus niveles de
integración social (De la Maza 2000). Por ello resulta importante analizar su
situación en dichos procesos.
1.3.3 El Tercer Sector: entre lo Económico y lo Social
Nos encontramos con dificultades evidentes a la hora de definir el concepto de
TERCER SECTOR, también conocido por tercer sistema y por economía social.
Se trata de una definición acotada por la presencia de otros dos sectores
“tradicionales”, es decir, el sector público y el sector mercantil.
No nos interesa aquí entrar en un debate en torno a las definiciones de tercer
sector, sino más bien, en el análisis de una serie de fenómenos y tendencias de
nuestras sociedades del fin del siglo, que determinan en gran medida, la
configuración de un “tercer sector” que se define en torno a su papel, como una de
las manifestaciones de estas tendencias nuevas (y mutaciones) en nuestras
sociedades.
Desde una perspectiva histórica, el tercer sector fue muy importante en la etapa
previa a la creación del estado del bienestar. Muchas de las funciones sociales y
de protección que posteriormente, en la era industrial, fueron asumidas por el
estado del bienestar, estaban casi exclusivamente en manos del sector voluntario
y no lucrativo.
Posteriormente, con la consolidación del papel del estado como ente redistributivo,
el tercer sector se ha colocado en los márgenes de la vida pública, apartado por el
creciente dominio del mercado y por las esferas del gobierno. Ahora que los otros
dos sectores económicos disminuyen su importancia, al menos en cuanto a la
cantidad de empleo que generan, la posibilidad de resucitar y transformar el tercer
sector y convertirlo en vehículo para la integración económica y social de muchas
personas, y para garantizar la calidad de vida de nuestras sociedades, parece
evidente. Esto sobre todo es así cuando otras dimensiones que tradicionalmente
han sido fundamentales para la integración social –la familia, la empresa- han
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
62
disminuido su capacidad como factores de integración de un sector social muy
importante. En este sentido, a través de las afiliaciones a organizaciones de
voluntarios, muchas personas superan su sensación de aislamiento personal y, en
cierta medida, se convierten en parte de una comunidad real. Se trata de una
necesidad de primera importancia que no puede ser cumplida ni por las fuerzas
tradicionales del mercado ni por las intervenciones públicas.
La globalización del mercado y la disminución del papel gubernamental, tienen
como consecuencia, que las personas se vean impulsadas a organizarse en
comunidades y organizaciones que defiendan intereses comunes para asegurar
su propio futuro. Y todo indica que esta tendencia se verá reforzada en el futuro.
En EEUU mientras que el sector empresarial representa el 80% de la actividad
económica y el sector público contabiliza un 14% adicional del PIB, el tercer sector
contribuye, en la actualidad, con algo más del 6% a la economía y es responsable
del 9% del empleo total. Existe más gente trabajando en este sector de voluntarios
que en las industrias de la construcción, de la electrónica, del transporte o del textil
(J.Rifkin, 1994).
En Europa y en los países desarrollados, el tercer sector genera el 4,7% del PIB,
ocupan a 18,8 millones de personas. En los países de la Unión Europea ocupan
un 10.1% de la fuerza de trabajo. (J. Estivill, 1996). En Francia, la economía social
contabiliza en la actualidad más de un 6% del empleo total. El equivalente al 4%
del PIB del Reino Unido es generado por las organizaciones no lucrativas o
comunitarias y representa en torno al 5% del empleo en Alemania.
El Tercer Sector juega un papel social cada vez más relevante en los países de
todo el mundo. Las personas crean organizaciones para poder cubrir las
necesidades que no están garantizadas por el mercado ni por el sector público.
Jim Joseph, presidente del Council of Foundations de EEUU, observa que,
prácticamente en cada país la gente reserva para sí misma un espacio intermedio
entre los negocios y el gobierno en el que las energías privadas pueden ser...
empleadas para el bien público.
En concreto, el tercer sector viene a ocupar un lugar que no ocupa el sector
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
63
público ni el sector mercantil. Sin embargo, el tercer sector también combina e
integra dimensiones de la economía mercantil y de la economía pública. En esta
perspectiva el tercer sector responde a diversas facetas de cambio o de
transformación:
1. Las nuevas necesidades sociales, producto de los cambios de fondo que vive la
organización social, no son cubiertas por los mecanismos tradicionales de
mercado ni mucho menos, por la extensión del estado del bienestar. La
configuración de estos nuevos mercados, exige la presencia de actores que
podríamos encuadrar dentro del tercer sector. Es decir, se trata de actividades que
requieren nuevas formas de cooperación entre los ciudadanos, las instituciones
públicas y los profesionales-empresarios. En este marco, las organizaciones no
lucrativas y voluntarias, cumplen un papel de intermediación que resulta clave
para dar salida a estas nuevas necesidades sociales. La satisfacción de estas
nuevas necesidades sociales, es un aspecto crucial para garantizar la cohesión
social, la calidad de vida y la sostenibilidad ambiental de nuestras sociedades.2. El
declive del estado del bienestar clásico responde a un doble fenómeno. Por una
parte, a las políticas de ajuste y de equilibrios fiscales, exigidas por la
globalización, la liberalización de la vida económica y los requisitos de
competitividad. No es posible alimentar el déficit público, so pena de perder
capacidad para competir en una economía internacional fuertemente
interrelacionada. De ahí, la tendencia a los recortes presupuestarios y del gasto
público. Pero, por otra parte, el estado del bienestar se muestra ineficaz para tratar
y para abordar los nuevos fenómenos de la exclusión social, la individualización de
la vida social y, en suma, tiene cada vez mayores dificultades para intervenir de
forma directa en la satisfacción de las nuevas necesidades sociales. En este
marco, adquieren cada vez mayor relevancia, la presencia e intervención de
asociaciones y entidades ciudadanas que pretenden abordar problemas que el
gobierno no aborda y, sobre todo, de dar respuestas, “desde abajo” a los nuevos
fenómenos sociales82.
82 Para ello se estableció un listado consolidado de organizaciones a partir de diversas fuentes, se las dividió en cuatro categorías (de afinidad, territoriales, filantrópicas y de apoyo) y en base a ellas se construyó una muestra provincial a las
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
64
Así sucede, por ejemplo, en el campo del cuidado a las personas dependientes,
de la mejora del entorno urbano y ambiental, del cuidado de niños, de las
actividades culturales, etc. El tercer sector se basa, principalmente, en un
intercambio social y en la reciprocidad, aunque a menudo con consecuencias
económicas tanto para los beneficiarios como para el benefactor. En este sentido,
las actividades para la comunidad son sustancialmente diferentes de las
actividades propias del mercado, en las que el intercambio está basado en
aspectos materiales y financieros y en el que las consecuencias sociales son
menos importantes que las pérdidas y las ganancias económicas. Esta orientación
hacia el intercambio social y la reciprocidad es lo que define a las organizaciones
del tercer sector y lo que las diferencias de las organizaciones mercantiles y de las
políticas públicas.
La idea principal que explica la emergencia y crecimiento de las organizaciones
del tercer sector, es que el mercado no llega a la demanda no solvente y que el
estado no tiene recursos para garantizar la cohesión social.
El asociativismo ciudadano es un fenómeno heterogéneo, que no se configura en
un sector ni se consolida como tal, sino que responde a un movimiento
permanente. En su seno están presentes grandes organizaciones, con grandes
recursos y participación de asociados que se han consolidado en un mercado “no
lucrativo”. Piénsese, por ejemplo, en organizaciones mutualistas, en clubes
deportivos y sociales, en organizaciones de consumidores, etc. Junto a ellas,
existen, agrupaciones y grupos informales que actúan en espacios sectoriales o
territoriales, y que son la expresión de nuevos movimientos ciudadanos, y que no
necesariamente adquieren formalidad jurídica. Por ejemplo, grupos comunitarios,
que actúan en barrios concretos, y que expresan intereses y motivaciones
singulares (mujeres, jóvenes, grupos de cultura, de solidaridad, etc.). Entre estos
extremos, se mueve un conjunto de entidades y organizaciones diversas que
responden a motivaciones y objetivos heterogéneos, pero que todas ellas tienen
en común ciertas facetas que permiten incluirlas en este “tercer sector” emergente.
que se aplicó una encuesta construida a partir de los 15 indicadores. Ver: Índice de Desarrollo Sociedad Civil de Argentina. Formosa/Jujuy/Mendoza/Río Negro/Santa Fe. PNUD/BID, 2000.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
65
En todos los casos, se trata de organizaciones motivadas por la solidaridad y la
consecución de objetivos colectivos. Tienen como misión y se organizan con la
finalidad de satisfacer necesidades sociales a partir de la implicación-participación
de los propios afectados o interesados en dichos objetivos. El eje del análisis
sobre el tercer sector debe orientarse al papel que estas nuevas organizaciones,
cumplen como agentes de cambio y expresiones de las mutaciones de nuestras
sociedades. El tercer sector va llenando un espacio en expansión, fruto, a su vez,
de la extensión de los llamados “mercados incompletos” vinculados a las nuevas
necesidades sociales insatisfechas. La necesidad de encontrar nuevas soluciones
para cubrir estas necesidades, que ni las empresas mercantiles ni el sector público
son capaces de encontrar, es lo que da fuerza a la emergencia de las
organizaciones del tercer sector. Desde este ángulo, estas organizaciones
resultan más idóneas para cubrir estas necesidades, en la medida que identifican
e interpretan con mayor eficacia las mutaciones sociales en la medida que los
propios afectados-implicados, participan en la búsqueda de soluciones. Integran
una fuerte motivación y vocación de sus promotores y miembros con las
soluciones más idóneas para la resolución de los problemas. Combinan de forma
flexible el trabajo profesional-remunerado (imprescindible para alcanzar los niveles
de calidad que las nuevas actividades exigen) con el trabajo voluntario. Ello
permite, en muchos casos, reducir costes lo que permite asegurar una viabilidad a
los proyectos emprendidos y completar “mercados” que el sector mercantil no
podría hacer en una lógica clásica de mercado (remuneración del capital).
Por tanto, el tercer sector no debe ser reducido a las organizaciones ciudadanas y
entidades cívicas, vinculadas a la defensa de intereses y a la movilización civil. El
tercer sector se amplía a las organizaciones que participan en la vida económica,
que gestionan recursos, promueven proyectos y que cumplen un papel de primer
orden en la organización de determinados mercados, principalmente en aquellos
que responden a las nuevas necesidades sociales emergentes.
Por ello, en un sentido amplio y atendiendo a las mutaciones de fondo que viven
nuestras sociedades, podemos incluir en el concepto de tercer sector, iniciativas
que adquieren formas de autoempleo, microempresas o incluso, iniciativas
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
66
económicas informales, que nacen y se desarrollan para dar respuesta a las
necesidades sociales, no cubiertas por las empresas clásicas ni por el sector
público.
Ni la palabra voluntario ni el enunciado sin fines de lucro ofrecen una descripción
precisa del tercer sector. El sector está formado por organizaciones de propiedad
y control privados, pero cuya existencia tiene por finalidad la satisfacción de
necesidades públicas o sociales y no la acumulación de riqueza privada. (Drucker,
1968).
1.3.4 Las Instituciones Públicas y el Tercer Sector
Alrededor de las organizaciones del Tercer Sector se han creado amplias
expectativas sobre su papel en el desarrollo, democratización y cambio social. A
este sector se le adjudican importantes virtudes en la solución de problemas
sociales, en la generación de innovaciones, en la capacidad de producción de
bienes públicos, en los procesos de democratización y equidad social. Sobre la
base de casos exitosos y algunas anécdotas, se suele generalizar las ventajas
comparativas de algunas de las organizaciones al conjunto del sector. Las ideas
sobre el Tercer Sector como el “lado virtuoso de la sociedad” y la fuerza
democratizadora de cambio, suelen estar acompañadas de una historia que
subraya el origen “desde abajo” de sus organizaciones y su actuar desinteresado y
altruista por fuera de las instituciones públicas, el gobierno y la política (Skocpol,
T. 1996:23).
Contrario a la visión que se suele presentar al tercer sector como el de un grupo
conformado por organizaciones independientes de las instituciones públicas, de la
política, del poder y del gobierno, la historia de un amplio número de estas
entidades ha estado ligada a la formación y transformación del Estado, a los
arreglos institucionales inherentes a estos cambios y a la relación directa con los
diversos actores intervinientes en esas transformaciones.
La dinámica histórica de las organizaciones del tercer sector, como lo hemos
mostrado en el estudio de estas organizaciones para Colombia no puede ser
entendida por fuera del contexto de oportunidades y limitaciones ofrecidas por los
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
67
diversos arreglos institucionales, las definiciones públicas sobre las
responsabilidades en torno a lo social y la relación con los actores del sistema
político. (Villar, R. 2001). La interdependencia con otras organizaciones y con las
instituciones públicas más que el aislamiento e independencia permiten entender
la dinámica de las organizaciones del sector.
Esta interdependencia significa determinación mutua entre organizaciones e
instituciones. Siguiendo la distinción establecida por Douglas North, entre
instituciones como reglas del juego en una sociedad y organizaciones como
grupos de individuos unidos por propósitos comunes para lograr objetivos, se
puede establecer de forma general que “tanto el tipo de organizaciones que
surgen y la forma cómo evolucionan, está fundamentalmente influido por el marco
institucional." (North, D. 1990:5). La otra parte de la ecuación, es la consideración
de las organizaciones como agentes activos del cambio institucional (North, D.
1990:5).
En esa línea de argumentación, no sólo las instituciones públicas y sus procesos
de transformación han tenido un inmenso peso en la dinámica de las
organizaciones del tercer sector, sino que estas, con muy diversas estrategias,
han jugado un importante papel a lo largo de la historia en influir las políticas
públicas y en incidir en la creación o cambio de las instituciones públicas.
La labor de influencia en la política y el peso de la institucionalidad pública en la
dinámica de las organizaciones ha sido sin minimizado por las teorías que buscan
dar cuenta del Tercer Sector. Estas teorías han enfatizado la función de servicios
sobre las funciones sociopolíticas del sector y suelen acudir a explicaciones y
variables económicas, desestimando los factores políticos e institucionales
presentes en el origen y dinámica del sector. (Bonamusa, M. y Villar, R. 1998:6-
10).
El análisis de las organizaciones del tercer sector bajo una perspectiva que
involucre su vínculo con las instituciones públicas y que tenga en cuenta la
estructura de oportunidades políticas en que se desenvuelven, permite, desde
nuestro punto de vista, no sólo una mejor comprensión de la dinámica del sector,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
68
sino también dar mejores luces sobre el papel de estas organizaciones en un tema
de gran trascendencia para América Latina, la profundización de la democracia.
Este análisis requiere introducir el concepto de sociedad civil y evitar la
homologación de esta noción con la de tercer sector.
Del análisis sectorial al análisis relacional de la sociedad civil. A medida que el
conocimiento sobre el sector avanza, el "mito de la infalibilidad" de sus
organizaciones se cuestiona (Najam. A. 1996:339-340), poniéndose de presente
que muchos de los valores que se le adjudican a estas organizaciones
(democracia, equidad, inclusión, participación, interés por lo público, etc.) y
muchas de las funciones y capacidades (flexibilidad, innovación, promoción de la
participación, trabajar cerca de la gente, generar capital social, etc.) si bien están
presentes en un importante número de estas organizaciones, no necesariamente
son generalizable al conjunto. Compartir los rasgos estructurales y operacionales,
los cuales constituyen el común denominador de las organizaciones del Tercer
Sector (ser instituciones creadas voluntariamente, sin ánimo de lucro, privadas y
no gubernamentales), no parece ser un productor válido de los aportes sociales de
estas organizaciones, ni una guía para pensar sus orientaciones valorativas y
funciones.
Como bien nos lo recuerda un investigador mexicano de la sociedad civil, Alberto
Olvera, la sociedad civil no es un actor colectivo y homogéneo, ni posee ningún
proyecto de transformación radical ni un programa político específico y por lo
mismo no tiene un modo específico de relación con el sistema político y
económico. (Olvera, A. 2001: 18-19). El reconocimiento de la heterogeneidad de
las organizaciones del tercer sector, implica que el análisis de las relaciones con
las instituciones públicas no puede pensarse en términos "sectoriales" o del tercer
sector, pues lo que está en juego no es una relación general y uniforme entre los
sectores gubernamental y no gubernamental, sino entre intereses estratégicos y
preferencias políticas heterogéneas de organizaciones específicas, con las
instituciones públicas. (Villar, R. y González Bombal, I. 2002:4)
Algunos analistas suelen equiparar los conceptos de tercer sector con el de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
69
sociedad civil, olvidando que en ese proceso se empobrece la noción de sociedad
civil y se reduce la riqueza de esta noción al sentido meramente descriptivo que
tiene la de tercer sector. Esa reducción del concepto de sociedad civil, como
también nos lo recuerda Olvera, es parte de una de las “recuperaciones
contemporáneas de la sociedad civil” donde “el Estado debe ser reducido a su
mínima expresión institucional y los actores políticos son dignos de desconfianza
por definición. Los esfuerzos de institucionalización y permanencia de la sociedad
civil son con frecuencia incomprendidos o perdidos de vista”. (2001:19) A
diferencia entonces de la categoría descriptiva de Tercer Sector, constituido por un
aglomerado de organizaciones que comparten una serie de criterios (no
distribución de excedentes, ser organizaciones privadas y no gubernamentales, de
creación voluntarias, autogobernadas), la de sociedad civil incluye a estas
asociaciones, el espacio público y las instituciones mediadoras. Desde esa
perspectiva, “El fortalecimiento de la sociedad civil depende del desarrollo de las
asociaciones voluntarias que forman su tejido social y materializan nuevas formas
de solidaridad; de la existencia de una esfera pública en la que asuntos de interés
colectivo puedan discutirse, y de la disponibilidad de medios institucionales para
establecer un puente de comunicación entre el nivel de la sociedad civil y la esfera
pública y el ámbito de las instancias políticas representativas y el aparato de
Estado.” (Olvera. A. 2001: 15)
La existencia de instituciones públicas abiertas y bajo control de la ciudadanía, de
canales de participación amplios, con normas e incentivos claros para garantizar la
inclusión de la pluralidad de sectores de una sociedad y lejos de limitar la sociedad
civil constituye en elemento central para el fortalecimiento de la misma. El que
estas instituciones públicas contribuyan al fortalecimiento de la acción colectiva y a
la coordinación de esfuerzos entre diversos actores sociales en torno a propósitos
comunes, tiene como condiciones la existencia de confianza en la estabilidad y
efectividad de esas instituciones y la apertura de las mismas para que la
ciudadanía tenga voz en su adaptación y continua recreación. Para entender
mejor estas condiciones de posibilidad de funcionamiento institucional en relación
con las organizaciones cívicas, es de gran utilidad servirse del concepto de capital
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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social.
En el seno de este Tercer Sector, que trata de combatir la exclusión, han adquirido
en Europa occidental (aunque no sólo allí) una considerable importancia la
economía social y, más específicamente, las empresas sociales. Desde la década
de los setenta, en una sorprendente coincidencia cronológica (Berney, J., Darmon,
I., 1999), y a partir de experiencias de inserción de discapacitados (y de otros
colectivos), se crean iniciativas en la mayoría de países europeos que van
adoptando la fórmula empresarial, buscando resultados económicos positivos,
pero que no tienen ánimo lucrativo y cuyo principal objetivo, además de
motivaciones ecológicas, culturales e ideológicas, es el de la lucha contra la
exclusión sociolaboral.
En cada país adoptan nombres distintos. En Francia, bajo el nombre común de
inserción por lo económico» se acostumbra a distinguir las Empresas de Inserción
en primer lugar, las «Régies de Quartier», las Asociaciones Intermediarias y los
Centros de Adaptación a la vida activa; en segundo lugar, en Bélgica,
correlativamente se las ha denominado Empresas de Formación por el Trabajo,
Empresas de Aprendizaje Profesional, Acciones Integradas de Desarrollo y por
último hay que constatar la nueva posibilidad legal de las Sociedades con
Finalidad Social. En Alemania se definen como Sociedades de Inserción y
Calificación (BQC), y como Sociedades de Ayuda al Trabajo, al Empleo y al
Desarrollo Estructural (ABS) en los estados del Este. En Gran Bretaña, sobre todo
en Escocia, se inscriben en el movimiento de las empresas comunitarias
(Community Business). En la Península Ibérica adoptan fórmulas diversas:
Empresas de Inserción, Asociaciones para la Inserción, Talleres Especiales de
empleo, etc., y en Portugal se agrupan bajo el denominado Mercado Social de
Empleo. En Suecia e Italia (De Leonardis, O. 1998; Mauri, D., Rotelli, F., 1994;
CGM, 1997; CECOP, 1995) tienen una considerable importancia las Cooperativas
Sociales y en el último país, desde la ley de 1991, se acostumbra a distinguir las
de tipo A y las de tipo B.
Esta distinción es importante porque marca una diferenciación entre las empresas
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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sociales finalistas, en las que las personas se integran de forma permanente, y las
que juegan un papel de transición, puesto que su finalidad es la de su
incorporación al mercado de trabajo ordinario (Francia, Alemania, Austria,
Flandes). No es posible aquí recorrer el itinerario de las distintas fases de la
evolución de estas empresas sociales, aunque cabe destacar que todas ellas
comparten a escala europea: 1) un nacimiento anterior a la cristalización legal
(período 1992-1998); 2) el paso de una fase de militancia hacia una de
profesionalización; 3) la sucesiva articulación en consorcios, federaciones y redes
sectoriales, locales, nacionales e incluso europeas; 4) la diversificación sectorial
que les hace estar en actividades económicas más tradicionales (construcción,
muebles, textil, transportes) pero ir cada vez más hacia los servicios de proximidad
y los nuevos yacimientos de empleo; 5) las crecientes dificultades en cuanto a la
financiación exterior y el encuadramiento interno, y 6) una combinación entre sus
objetivos de lucha contra la exclusión y contra el paro -unas privilegian más el
primer aspecto, otras el segundo -, con una capacidad en la gestión empresarial y
en la venta de sus productos y servicios al mercado privado y público.
1.3.5 La economía solidaria una alternativa al modelo capitalista
La pobreza, la exclusión y la marginación que afectan a multitudes de seres
humanos, sectores sociales y pueblos enteros en diversas regiones del mundo.
La desocupación y la cesantía de porcentajes elevados y crecientes de la fuerza
de trabajo.
Los límites e insuficiencias de la muy extendida economía informal o popular, que
puede potenciarse y encontrar en la economía solidaria cauces apropiados para
una mejor inserción en los mercados. La economía solidaria ha demostrado en
muchos casos ser una alternativa capaz de conducir organizadamente a muchos
trabajadores informales, a operar con mayor eficiencia, permitiendo la reinserción
social y el progreso de vastos sectores que despliegan de modo independiente
iniciativas que les generan ingresos y elevan su precario nivel y calidad de vida.
Las enormes y crecientes injusticias y desigualdades sociales que genera el
sistema económico predominante, que se traducen en procesos de desintegración
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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de la convivencia social, conflictos que se prolongan sin solución apropiada,
ingobernabilidad y desafección ciudadana, acentuada delincuencia y corrupción,
etc. Siendo la economía de solidaridad una forma justa y humana de organización
económica, su desarrollo puede contribuir eficazmente en la superación de esta
serie de graves problemas que impactan negativamente a nuestras sociedades.
La situación desmedrada en que en muchos países se encuentra la mujer en el
ámbito del trabajo y de la economía, dificultada de acceder y de participar de
manera protagónica en las actividades y organizaciones económicas, sociales y
culturales. La economía solidaria ha demostrado ser una de las formas en que la
mujer y la familia encuentran nuevas y amplias posibilidades de participación,
desarrollo y potenciamiento de sus búsquedas basadas en la identidad de género.
La crisis de las formas cooperativas, mutualistas y autogestionarias tradicionales,
desde la cual se percibe la economía de solidaridad como un camino apropiado de
renovación y refundación de las búsquedas de formas económicas asociativas y
participativas que pongan al hombre y la comunidad por sobre las cosas y al
trabajo por sobre el capital.
El deterioro del medio ambiente y de los equilibrios ecológicos, derivados en gran
parte de modos individualistas de producir, distribuir, consumir y acumular riqueza.
La economía solidaria orienta hacia nuevas formas de producción y consumo,
social y ambientalmente responsables.
1.3.6 Las dimensiones del desarrollo de la economía solidaria
Cuando con serias y profundas razones muchos hoy día cuestionan la
conveniencia e incluso la posibilidad de continuación del crecimiento económico,
en las formas actualmente vigentes, la economía de solidaridad postula un nuevo
tipo de desarrollo, alternativo, integral, a escala humana, sustentable, con énfasis
en lo local. Otro desarrollo supone otra economía, y esa otra economía para un
nuevo tipo de desarrollo puede ser la economía solidaria, o al menor, constituir un
componente que efectúa una contribución importante en esa dirección.
Cuando el "sistema" capitalista parece haberse implantado como el modo único de
organización económica eficiente, no obstante sus enormes costos sociales y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
73
ambientales; cuando los proyectos socialistas basados en el Estado y la
planificación han fracasado en su intento de establecer una economía justa y
humana; cuando los motivos que históricamente fundaron los grandes
movimientos de cambio social con sentido de justicia y equidad siguen vigentes,
no encontrando sin embargo propuestas nuevas y alternativas que los encaucen;
cuando las energías sociales y espirituales orientadas a la transformación social y
que buscan formas éticamente superiores de organización económica, centradas
en los valores de la justicia, la equidad, la libertad, la fraternidad y la comunidad,
se encuentran desorientadas frente a una realidad adversa que parece tan
imposible de cambiar; cuando cunde la desesperanza y se difunde la convicción
de que "más de lo mismo" no conducirá a la humanidad hacia nuevos horizontes;
en este difícil contexto histórico, que no son pocos los que conciben como una
verdadera crisis de civilización, la economía de solidaridad aparece como el único
modo nuevo de pensar y de proyectar procesos transformadores eficaces y
profundos, en condiciones de concitar la conciencia y la voluntad de los más
vastos sectores que anhelan una vida mejor y una sociedad más humana y una
mejor convivencia.
Cuando se hace presente con urgencia la necesidad de un perfeccionamiento de
la economía, tanto a nivel de las empresas, de la organización de los mercados,
de las políticas públicas, de los procesos de globalización, etc., la economía de
solidaridad se ofrece como una realidad y un proyecto capaz de contribuir al
perfeccionamiento de la economía en el tiempo, con orientaciones, criterios,
metodologías y modelos organizativos nuevos y eficientes.
1.3.7 La participación social en la economía solidaria
Grupos populares y organizaciones de base, que se organizan solidariamente
para hacer frente a sus necesidades y problemas.
Personas de todos los grupos sociales que quieren desarrollar iniciativas
empresariales de nuevo tipo, eficientes y que sean acordes con un sentido social y
ético que se proponen establecer en sus actividades.
Movimientos cooperativos, mutualistas y autogestionarios, que encuentran en la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
74
economía de solidaridad una nueva perspectiva y nuevos conceptos que llegan a
potenciar sus experiencias.
Organizaciones y movimientos ecologistas, que descubren que los problemas del
medio ambiente son causados por formas económicas y de desarrollo insolidarias.
Pueblos originarios que luchan por recuperar su identidad, y que encuentran en la
economía solidaria una forma económica moderna en que se aplican y viven
valores y relaciones sociales acordes con sus culturas comunitarias tradicionales.
Empresarios que quieren compaginar eficiencia y solidaridad, y que aspiran a
establecer en sus empresas modalidades armónicas de convivencia humana.
Organizaciones no-gubernamentales que se proponen objetivos de desarrollo
humano y social, y que aspiran a contribuir con nuevas iniciativas y experiencias a
procesos de desarrollo local, alternativo, sustentable.
Instituciones públicas y poderes locales preocupadas de los problemas de la
pobreza y la desocupación, y que ven en la economía solidaria una manera eficaz
de abordarlos.
Instituciones religiosas que conciben la economía solidaria como una forma de
hacer economía coherente con sus orientaciones espirituales y éticas, y como
formas eficaces de generar espacios de desarrollo humano y social.
Intelectuales de variadas disciplinas que buscan nuevas respuestas a los grandes
problemas sociales de nuestra época, nuevas maneras de pensar el cambio social
y el desarrollo, nuevos paradigmas conceptuales y nuevas relaciones entre la
teoría y la práctica social.
Economistas que toman conciencia de las limitaciones e insuficiencias de los
marcos teóricos de su disciplina convencional.
Definimos el voluntariado como “el trabajo organizado y no pagado, realizado en
beneficio de otros o de la sociedad en su conjunto a través de alguna organización
social”. ¿Qué nos revelan estas primeras aproximaciones? Definitivamente, las
encuestas demuestran que el voluntariado no es solamente una actividad de las
personas que han resuelto sus más importantes necesidades materiales, sino que
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
75
parece ser un rasgo significativo y constante de nuestra sociedad en general.
Asimismo, las encuestas revelan que, a pesar de la difícil coyuntura económica
que afecta a todos, existe un porcentaje importante de personas dispuestas a
realizar donaciones de diferentes tipos, incluyendo las de carácter monetario.
Aunque muy pocos peruanos donan su tiempo o recursos a organizaciones
netamente políticas (menos de 5%), existe un importante sector de nuestra
población que realiza trabajo voluntario en otros ámbitos, y que se organiza en
forma colectiva para lograr objetivos comunes. En la Encuesta de 1998, por
ejemplo, encontramos que 31% de los encuestados hizo trabajo voluntario en una
amplia gama de organizaciones, incluyendo grupos parroquiales, clubes
deportivos, asociaciones vecinales y organizaciones comunitarias diversas.
Asimismo, encontramos que fueron los trabajadores pobres y las clases medias
bajas los que tuvieron las más altas tendencias al voluntariado. Entre los jóvenes
de Lima, por otro lado, un 36% hizo trabajo voluntario y 32% son miembros activos
de diversas organizaciones sociales, culturales, educativas y religiosos.
Aunque este primer perfil sugiere un alto grado de solidaridad social, también es
importante observar que muchas de las actividades voluntarias de los pobres, que
son la mayoría en el Perú, bien podrían clasificarse cómo de auto-ayuda; es decir,
actividades colectivas dirigidas a mejorar los niveles de nutrición, educación e
ingreso de sus familiares y vecinos. Esto ha generado un interesante debate sobre
el concepto mismo de “voluntariado”, tradicionalmente concebido en este país
como la donación de tiempo en forma desinteresada a terceros.
1.3.8 El tercer sector y la política
Las transformaciones estructurales que se manifiestan en Argentina durante los
años noventas derivan en la configuración de lo que ha sido caracterizado como
una nueva matriz societal83, la cual implica una redefinición de los actores
intervinientes y la emergencia de nuevas modalidades de desempeño. Las
evidencias parecerían indicar en este sentido que ha habido un aumento de las
relaciones de cooperación entre las organizaciones del tercer sector y las 83 Cavarozzi, Marcelo; Autoritarismo y Democracia (1955-1996) La transición del Estado al mercado en la Argentina, Ariel, Argentina, 1997.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
76
empresas y agencias estatales e incluso los organismos internacionales, así como
también de las instancias tendientes a su institucionalización y promoción. A su
vez se perciben múltiples esfuerzos tanto desde gran parte de la literatura como
desde ámbitos de formación y capacitación orientados a fortalecer y expandir este
tipo de vínculos.
En este escenario las relaciones de cooperación aparecen portando una impronta
positiva con respecto a las relaciones de conflicto, rasgo que claramente se grafica
en el terreno nominativo: más que ‘no’ gubernamentales o ‘sin’ fines de lucro,
estas organizaciones pertenecen a un sector que hace trinidad con otros dos. Sin
embargo la cooperación implica cierto grado de coincidencia (consciente o no) de
objetivos, intereses, perspectivas entre una y otra parte del vínculo; y a su vez la
participación de estas partes supone la marginación, o al menos no consideración,
de otras. Entonces, ante la conciliadora postura de que la cooperación es mejor
que el conflicto, cabría hacerse preguntas como ¿mejor para qué, para quién y
entre quiénes?
El trabajo parte de la premisa de que las relaciones –sean estas de cooperación,
conflicto o competencia- lejos de ser inocentes o neutras o altruistas son: a)
ejecutadas por determinados actores sociales con intereses, ideologías,
metodologías específicas; b) que se imponen a otros actores; y c) que contribuyen
a configurar y reproducir determinadas reglas de juego en y para la sociedad en la
que se despliegan. Se considera, en otras palabras, que todo repertorio de
relaciones supone en algún grado la efectivización de un proyecto político más o
menos determinado.
La hipótesis que se sostiene plantea que la noción de tercer sector hoy más
extendida –y por lo tanto el corpus de relaciones implícito en ésta- es configurada
principalmente a partir de las prácticas y los discursos hoy imperantes, los cuales
promueven relaciones, actores, reglas de juego, que -a grandes términos y con
sus particularidades locales- se corresponden con lo que se conoce como el
proyecto político del neoliberalismo84. Todo accionar o pensamiento que se dé en
84 Ver Bustelo, Eduardo; Pobreza Moral, en Sociales. Revista Latinoamericana de Política Social, Nº1, Octubre de 1999.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
77
el solo terreno operativo, entonces, estaría contribuyendo de algún modo a
reproducir un determinado modelo de sociedad que desde este campo no está
siendo apropiadamente debatido. Por otro lado, las experiencias alternativas a
estas prácticas y discursos, en tanto carecen de los suficientes esfuerzos teórico-
metodológicos y de instancias de institucionalización y de promoción, encuentran
dificultades para consolidarse en algo más que excepciones o hechos aislados. La
propuesta del trabajo pasa así por el desplazamiento del foco de análisis y de
debate desde las relaciones en sí mismas a la dimensión política que las
sustentan, para luego establecer algunos elementos que permitan otros
posicionamientos.
De este modo, en una primera parte del trabajo se realiza una caracterización del
tercer sector tal cual se entiende y se promueve desde los discursos y prácticas
dominantes, con el objeto de precisar los principales componentes de dicha
cosmovisión que inciden en la configuración del repertorio de relaciones actual. Se
sostiene en términos generales que estas organizaciones, a partir de una
especificidad que se articula en torno a valores como el desinterés, el altruismo y
el voluntariado, son concebidas como un sector homogéneo, con área de acción
propia en una dimensión social ‘apolítica’ y ‘aeconómica’, y dotadas de naturaleza
conciliadora hacia el estado y las empresas.
En una segunda parte se postula como elemento clave para la elaboración de
posicionamientos alternativos a la problematización de la especificidad del tercer
sector, entendiendo a la misma no como la manifestación de unos factores
inherentes a estas organizaciones sino como la resultante de un complejo proceso
de construcción en el que intervienen múltiples aspectos (legales, históricos,
culturales, etc.). Se propone aquí un modo de entender, abordar y promover estos
atributos tomando como punto de partida principalmente los planteados por
Salamon y Anheier85, para luego debatir si el pensar en las relaciones de
cooperación, competencia y conflicto en término de sectores no sólo podría ser
erróneo sino también tendencioso; si además de poder diferenciar entre buenas y
85 Salamon, Lester – Anheier, Helmut; Defining the nonprofit sector 1: The question of definitions. Working papers of the Johns Hopckins Comparative Nonprofit Sector Project, N°2, Baltirmore, The Johns Hopkins Institute for Policy Studies, 1992.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
78
malas organizaciones no sería preciso distinguir entre algo así como
organizaciones de izquierda y de derecha; si en nuestras sociedades figuras como
la del voluntariado no pueden en algunos casos adquirir funciones perversas,
entre otras cuestiones. Por otro lado, a modo introductorio se abordan dos de las
dimensiones que pueden considerarse imprescindibles para la concreción de la
perspectiva planteada: la dimensión legal, entendiendo al derecho como
herramienta de participación ciudadana86, y la naturaleza de la representación en
el universo de las organizaciones de la sociedad civil, en el marco de la crisis de
representación política contemporánea87.
En las dos últimas décadas, las ONGs crecieron a un ritmo muy superior al de
períodos anteriores conformándose, por su pluralidad y heterogeneidad, “un nuevo
escenario de relaciones sociales y políticas”.88
¿Ciudadanía o Servicios? ¿Autonomía o dependencia? ¿Voluntariado o
profesionalismo? ¿Vigías o Vanguardias? ¿Públicas o privadas? ¿Solidaridad o
Beneficios? Estos interrogantes están presentes no sólo entre los investigadores
de la temática, en los decisores de políticas públicas y la población destinataria de
sus acciones sino también en los miembros de las instituciones en cuestión.
En la literatura acerca de las funciones de la esfera no gubernamental pueden
diferenciarse tres “bibliotecas”: La primera, vinculada a los enfoques funcionalistas
sobre el tema y a los planteamientos de los organismos financieros
internacionales, tiende a ”sacralizar” el accionar de estas instituciones a las que
ubican en un ámbito privado no lucrativo enfatizando sus ventajas operativas,
especialmente en la producción de bienes y servicios sociales y su capacidad de
articulación e interlocución interinstitucional lo que las habilitaría para ejercer un
control social sobre los demás actores de la esfera pública89. Se las confronta con
un Estado “desacreditado” al que estas instituciones deben controlar pero del cual
reciben, sin embargo, la mayor parte de sus recursos financieros.
86 Saba, Roberto –Bömer, Martín, Participación ciudadana en la Argentina: estrategias para el efectivo ejercicio de los derechos, en Cuadernos del Foro, Año 2, N°3, CEDES/CELS, Argentina, 2000. 87 Ver Lechner, Norbert; Las transformaciones de la política, Revista Mexicana de Sociología, 1996 88 L. Bresser Pereira y N. Cunill Grau: Lo público no estatal en la reforma del Estado CLAD- Paidós, Bs. Aires, 1998, cap.2 89 ídem ant.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
79
La segunda, de origen más europeo, las visualiza en el campo de la esfera pública
y más ligada a la lógica política o cultural, según los casos, de los denominados
nuevos movimientos sociales o como instancias organizativas y “momentos”
activos de la sociedad civil y no como productoras de bienes y servicios.
La tercera “biblioteca”, las considera como organizaciones que resultan
funcionales a las políticas de ajuste económico, descentralización, terciarización y
privatización de actividades que deberían ser desempeñadas por el sector público-
estatal.
Desde distintas perspectivas se reconoce que los actuales procesos de reforma
del Estado y de participación de la sociedad civil en la conformación de lo público
no estatal como campo en construcción y en disputa se encuentra atravesado por
la tensión entre los fenómenos de control ciudadano de la gestión estatal, la
conformación de una democracia más participativa versus nuevas articulaciones
entre las ONGs convertidas cada vez más en "efectores" de políticas sociales
focalizadas, sin participación en el diseño de las mismas, y más alejadas de las
"organizaciones de base" concebidas ahora como población beneficiaria.
¿Cómo se perciben? ¿Con qué identidad, para qué actividades, con qué alcances
y limitaciones? ¿Cómo procesan las experiencias de articulación a través de
proyectos de intervención o emprendimientos concretos que han tenido con el
Estado? Teniendo en cuenta sus apreciaciones y experiencias revisaremos uno de
los temas difícilmente saldables en la discusión teórica como lo relacionado al
carácter público o privado de estas instituciones. Difícilmente saldables porque
dicho carácter, como construcción social y categoría de análisis, se vincula a
diferentes concepciones teóricas del campo de las ciencias sociales y a distintas
posiciones político-ideológicas de los actores involucrados.
Algunos autores reconocen que la importancia creciente que adquiere lo público
no estatal se asocia a la necesidad de proteger los "derechos republicanos": los
derechos que cada ciudadano tiene de que el patrimonio público sea de hecho
público y no capturado por intereses particulares. Dicha importancia está
directamente vinculada “a la conciencia de que el Estado ha estado expuesto -
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
80
sobre todo en el siglo XX- a un proceso de privatización, dominado y capturado
por intereses particulares, tanto de corporaciones privadas como de las propias
burocracias”. 90
1.3.9 Desarrollo con participación
Colaboración entre organizaciones civiles y gobiernos
Las interpretaciones sobre el desarrollo y las ideas sobre cómo alcanzarlo son
diversos, pero tienen en común que hasta ahora resultan insuficientes para
explicar de manera adecuada las desigualdades existentes y el fracaso de las
estrategias seguidas se expresa en el aumento de la pobreza y la desigualdad.
Las estrategias de desarrollo con participación se presentan como una alternativa
para enfrentar las desigualdades, siendo uno de sus principales propósitos el de
vencer los obstáculos para el empoderamiento de los excluidos.
Se afirma que la participación de múltiples actores puede facilitar el
establecimiento de orientaciones normativas con base en consenso social y
permitir tomar decisiones con base en diagnósticos y elaborar propuestas de
solución a los problemas más acordes a las condiciones de los interesados.
Las formas de colaboración se orientan a conjuntar recursos y complementar
competencias entre las instituciones gubernamentales y las organizaciones de la
sociedad civil con el objeto de facilitar la identificación de acciones públicas.
En este trabajo se revisan algunas experiencias de colaboración en México, en
particular las que se llevaron a cabo entre organizaciones civiles involucradas en
desarrollo social y el gobierno del Distrito Federal durante el periodo 1997-2000, a
través de fondos de coinversión. Cabe señalar que este periodo es de suma
importancia ya que es el primer gobierno electo por el voto popular.
En este trabajo se pretende recuperar las riquezas de las experiencias en la
construcción de una participación efectiva, así como identificar lecciones útiles
para introducir cambios en los procesos de intervención-participación, y en la
modificación de estructuras e instrumentos que sirvan de base para la
90 Óp. cit.: pag.32
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
81
transformación a largo plazo expresada en una reducción de la pobreza y en una
mayor equidad.
En particular en el trabajo se analiza la relevancia de las prácticas de colaboración
en términos de su contribución al desarrollo social y se reflexiona acerca de los
alcances de la colaboración, tipos de involucramiento y la adecuación de
mecanismos para asegurar la representación de los numerosos intereses y
actores y permitir la articulación de esfuerzos individuales y colectivos.
Se identificaron elementos que contribuyeron o impidieron el éxito de esfuerzos
para construir compartir o distribuir funciones y responsabilidades y a poner en
evidencia la necesidad de alternativas para compensar la existencia de
desbalances en el poder de los participantes. Asimismo, debido a la existencia de
diversas perspectivas sobre el desarrollo y la manera de lograrlo, el éxito de la
permanencia de formas de colaboración dependerá en gran medida de los
acuerdos sobre mecanismos para la resolución de conflictos.
Por último, si se quiere que la participación y las formas de cooperación entre
actores puedan posibilitar la transformación es importante sustituir las prácticas en
las que se la considera un mecanismo formal para legitimar acciones
gubernamentales o de las agencias y resignificarlas dando lugar a la genuina
expresión de las perspectivas y los intereses de la gente.
A finales de los 80´, gobiernos municipales de países europeos y latinoamericanos
comienzan a poner en práctica un buen número de experiencias y mecanismos
concretos de participación ciudadana y asociativa. Cabe señalar, por ejemplo, los
“presupuestos participativos” practicados en varias ciudades brasileñas y,
recientemente, europeas; los “jurados ciudadanos” ejercitados en las ciudades
británicas y españolas, las distintas experiencias de “planificación estratégica” y
consejos consultivos llevados a cabo a ambos lados del Atlántico. Dichos diseños
de innovación democrática pretenden ser novedosos al promover la intervención e
involucramiento ciudadano de tipo mixto (personas y asociaciones) y combinar
funciones cercanas a la deliberación, la toma de decisiones y la gestión de
servicios o políticas locales.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
82
La Argentina no ha permanecido ajena a esta tendencia en la gestión local de lo
público y en los últimos años se han implementado distintos modos y canales de
articulación y transmisión de intereses desde la ciudadanía al gobierno. En
algunas municipalidades de considerable peso político, demográfico y económico
estas políticas fueron precedidas o están siendo acompañadas por procesos de
descentralización administrativa, política y territorial. Córdoba, Buenos Aires, La
Plata, Rosario son algunas de las ciudades que han implementado este tipo de
instrumentos.
El artículo tiene por objeto caracterizar la estructura de oportunidades para la
participación de las asociaciones de la sociedad civil en el gobierno de la Ciudad
de Bs. As., en el marco del proceso de descentralización política y territorial que
ésta ha iniciado en 1996.
Para ello, se describe este proceso en función de sus objetivos y estrategias para
el fortalecimiento de la participación utilizando tipologías de clasificación
reconocidas en la literatura sobre el tema: Gifford, 1991 y Burns, Hambleton y
Hoggett, 1994.
Distingue los mecanismos implementados según el grado de formalización y
presencia de los mismos en cada distrito de la ciudad, la fase del proceso de
actuación pública que propone (diagnóstico y formación de agenda, diseño y toma
de decisiones y gestión de equipamientos y servicios) y los ámbitos de
intervención más comunes (política social, cultural, esparcimiento, desarrollo local,
etc.).
Asimismo, realiza un primer mapeo de los actores relevantes que utilizan estos
canales en los distintos centros de Gestión y Participación que dispone la ciudad.
Conclusiones: Se intenta ubicar el diseño institucional actual de participación
asociativa con que cuenta la ciudad en una clasificación modélica (deliberativa,
participativa, institucional, y territorial) a la vez que se identifican los factores que
posibilitarían, de cara al futuro, una mayor intensidad participativa: identidades
locales fuertes, elevada articulación de las asociaciones con estructuras sólidas de
coordinación, voluntad política de los gobiernos y relevancia de la acción municipal
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
83
en el terreno de la política pública local.
Metodología utilizada: el trabajo se apoya en datos obtenidos mediante la
realización de entrevistas a informantes claves de las áreas de descentralización y
participación del Gobierno de la ciudad, directores de los CGP; análisis
institucional y revisión bibliográfica.
1.3.10 El Estado y el Tercer Sector
El objetivo central de esta ponencia es el de hacer un breve análisis sobre la
situación del Estado chileno en el contexto de la modernización neoliberal;
seguidamente, se caracteriza la situación del Tercer Sector en Chile y, finalmente,
se examinan las posibilidades de una nueva forma de relación entre el Estado y
las organizaciones del Tercer Sector, mediante el análisis de un documento
reciente elaborado por una comisión mixta Estado-Tercer Sector.
Estos temas obligan a entrar en el campo de las complejas pero cruciales
relaciones de las organizaciones del tercer sector con las instituciones públicas.
Incluir esta perspectiva relacional, a su vez, implica superar el enfoque sectorial y
organizacional de buena parte de la investigación reciente sobre el tercer sector y
a introducir elementos claves del análisis de la sociedad civil, el espacio público y
las instituciones públicas. Obliga también a especificar el papel de las
organizaciones del tercer sector en la democratización, en el fortalecimiento de la
sociedad civil, en la producción de capital social y en su función de promotoras de
participación cívica.
Tareas estas bastante complejas, dados los supuestos que suelen tenerse sobre
los aportes de las organizaciones del sector. La literatura reciente ha señalado que
la densidad organizacional no se correlaciona necesariamente con cambios
sociales positivos, como por ejemplo mayores niveles de desarrollo, democracias
más avanzadas o con cantidades mayores de capital social (Rueschemeyer, R.
1998:12-16). Hay una creciente evidencia investigativa que problematiza el
supuesto de que las organizaciones del tercer sector orientan sus actividades a los
más pobres, realizan programas de forma más efectiva a los gubernamentales o
promueven la participación social incluyente (Hulme, D y Edwards, M. 1996:5). Por
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
84
otro lado, como lo han enfatizado varios analistas, el número de las
organizaciones del sector no es de por sí una guía suficiente para captar el
desarrollo del capital social de un país (Putnam, R. 2000: 53, Schuller, et al.
2000:27-28). Más que el número de organizaciones, lo que contribuye al desarrollo
del capital social, a la Profundización de la democracia y la ampliación de la
institucionalidad pública es el tipo organizaciones y las relaciones que estas
establecen con otras organizaciones, el público, los gobiernos y el sistema político.
(Warren, M. 2001; Evans, P. 1996, Diamond. L 1999).
Si este planteamiento de la importancia de las características de las
organizaciones y las relaciones es cierto, el foco investigativo debería variar de la
mirada sobre la topografía y el mapeo organizacional, hacia un enfoque que capte
las interacciones y la interdependencia de las organizaciones entre ellas misma,
así como sus vínculos con las instituciones públicas y con la ciudadanía. En ese
sentido, una evaluación más adecuada sobre las contribuciones y aportes de las
organizaciones civiles pasa por la ubicación de las mismas en el contexto de
relaciones que establecen con el conjunto institucional (Skocpol, T. y Fiorina, P. M.
1999:14-15).
Detrás de estas afirmaciones sobre la importancia de las relaciones entre las
organizaciones civiles y las instituciones públicas, existe también un planteamiento
normativo que va en contra de la visión del tercer sector como el lado virtuoso de
la sociedad, y del gobierno y las instituciones públicas como males necesarios que
requieren ser reducido en tamaño y funciones. Las organizaciones del tercer
sector tienen un papel socio político fundamental al retar, recrear e influir en la
orientación del sistema político, el estado y el mercado, pero no son la alternativa
a los gobiernos, ni al sistema político, ni al mercado. En la elaboración e
implementación de las políticas públicas, en el avance del bien común y en la
construcción de lo público, los actores de la sociedad civil participan al lado de las
agencias del estado y del mercado y no en su reemplazo, (Naidoo, Kumi y
Tandond, Rajesh. 1999:1).
En una perspectiva de construcción de un Estado Social de Derecho y no de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
85
desmantelamiento del mismo, como lo ha señalado José Bernardo Toro, “¿se
vuelve obsoleta la discusión de si las ESAL (Entidades sin Ánimo de Lucro)
complementan o sustituyen al Estado; para volver actual otra pregunta: cómo debe
organizarse la sociedad para cooperar con el Estado en la construcción de bienes
colectivos y públicos que contribuyan a hacer posible la equidad?” (Toro, J. B.:
2000). Lo que habría que definir entonces son los esquemas institucionales y las
condiciones de funcionamiento para la gobernabilidad democrática con amplia
participación ciudadana y donde efectivamente sea posible la inclusión de las
organizaciones de la sociedad civil en la definición y gestión de lo público.
Es desde esta perspectiva de énfasis en las relaciones y de recreación
institucional donde adquiriere mucha importancia para los investigadores del tercer
sector y para los analistas de la participación cívica el concepto de capital social.
Este concepto, fundamentalmente relacional, se refiere a los elementos
vinculantes de la organización social como instituciones, normas, redes sociales,
actitudes y confianza que facilitan o dificultan la coordinación, colaboración y
manejo del conflicto entre personas, organizaciones e instituciones. El estudio del
capital social, al menos para un buen número de autores, implica necesariamente
el análisis de las formas de articulación horizontal (entre organizaciones) y vertical
(con instituciones públicas) de las organizaciones y el reconocimiento de que las
formas de acción colectiva y participación social, así como las dinámicas
organizacionales están inscritas en estructuras sociales e institucionales
(Bebbington, A. et al. 2002: 18).
El proceso social de creación de un orden democrático, depende de la capacidad
política de promover la constitución de actores colectivos y de institucionalizar la
interacción entre ellos. Este proceso exige un marco institucional que permita
traducir la diversidad organizacional en una efectiva y coherente pluralidad y
facilite el ajuste reciproco de preferencias y expectativas, pero no se reduce a una
estrategia de reingeniería institucional o un cambio legislativo. La relación
dinámica entre desarrollo de instituciones públicas y desarrollo socio político de la
ciudadanía organizada es lo que está en juego y es posible en esa perspectiva
plantear un círculo virtuoso en el fortalecimiento de instituciones públicas para
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
86
alentar y garantizar amplios niveles de participación y a su vez promover el
fortalecimiento de la vida asociativas para que las instituciones públicas
participativas funcionen adecuadamente.
En ese sentido, un gran reto que tienen las organizaciones del sector para poder
orientar su acción en torno a un proyecto público y a un proyecto compartido de
nación que respete la diversidad de las mismas organizaciones, es consolidar el
marco institucional y los niveles de confianza que permitan la participación de las
organizaciones en la conformación de la institucionalidad pública y de la
gobernabilidad democrática. Esto significa afianzar la participación democrática en
un marco de fortalecimiento de las instancias de interés público y del Estado
Social de Derecho. De esa manera, el fortalecimiento de la sociedad civil y de la
participación de sus organizaciones en la esfera pública se convierte en un
proceso de suma positiva con el fortalecimiento de un Estado democrático que
propenda por la defensa real de los derechos económicos, sociales y culturales de
sus ciudadanos. (Villar, R. 2001)
Como la han mostrado diversos historiadores, Chile ha sido una sociedad con una
fuerte presencia del Estado desde sus inicios republicanos. En cierto sentido,
puede decirse que el Estado ha constituido la nación (Góngora 1982), de acuerdo
a la idea de orden (político y social) y de gobernabilidad Las dimensiones de
democracia, libertad y participación han sido minimizadas (García de la Huerta
1999). Durante el período de la modernización desarrollista, desde los treinta a los
setenta, dada la debilidad del sector empresarial, el Estado asumió un papel activo
en la modernización económica y en la industrialización del país mediante la
creación de la infraestructura y de las industrias básicas (Lechner 1970).
Desarrolló un sistema político complejo, creó un amplio sistema de educación
pública; un sistema de salud pública de gran cobertura; y tempranamente dictó
una legislación laboral progresista. Desde los sesenta favoreció la
democratización social, creó algunas formas de participación, y emprendió con los
gobiernos de Frei y Allende un acelerado proceso de modernización destinado a
convertir a Chile en un país industrial y una sociedad más justa. Sin embargo, no
logró articular la débil base económica con la activación de las luchas sociales, el
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
87
aumento de las demandas sociales y las formas espontáneas de participación, y
se produjo la crisis política y social que condujo al golpe militar de 1973.
El régimen militar transformó substancialmente el Estado el cual dejó de ser
desarrollista y social y se convirtió en un Estado represivo y neoliberal. El Estado
pos autoritario es, básicamente, un Estado neoliberal y asistencial, puesto que
proporciona servicios básicos de educación y salud, en condiciones muy
precarias, y busca atenuar la marginación y pobreza de los sectores populares
mediante políticas sociales. En esta situación, hubo poco interés del Estado de
desarrollar las organizaciones de la sociedad civil. Los recursos que llegaban a
estas organizaciones durante el régimen militar fueron destinados a apoyar las
políticas sociales; se optó por no abrir espacios a la participación social por el
temor a que se produjera una explosión de demandas insatisfechas; se consideró
que las funciones que cumplían dichas organizaciones debían realizarlas el
Estado o el mercado. “La redemocratización institucional del país no logró
reconstruir los lazos entre Estado y sociedad civil. Por el contrario, se desactivó el
movimiento social, y no se le remplazó por nuevas formas de participación”
(Consejo ciudadano 2000: 12). Afortunadamente, y como respuesta al crecimiento
electoral de la derecha, y al malestar frente a la modernización neoliberal esta
situación ha cambiado este último año, pues se observa cierto interés del Estado
de fortalecer la sociedad civil”, ciudadanizar la política y avanzar a una democracia
participativa.
A pesar de que el Estado, del mercado y de la opinión pública no han sido
favorables, en la sociedad chilena actual existe un nivel de asociatividad
intermedio respecto a los países que tienen mayor cantidad de organizaciones
sociales por cada diez mil habitantes, por ejemplo, Suiza y los que tiene menos,
como Argentina (Pnud 2000). Estas organizaciones pueden clasificarse por sus
temáticas que abordan. Las más importantes son las económicas; de salud,
educación y vivienda, y las vecinales que alcanzan en conjunto el 60 % del total.
Asimismo, estas organizaciones se encuentran en todos los sectores sociales,
aunque son predominantemente urbanas. Sin embargo, el Tercer Sector chileno
presenta algunas limitaciones y debilidades: la mayoría de sus organizaciones son
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
88
pequeñas y de pocos miembros, la participación de ello es de bajo perfil, pocas
han logrado organizarse participativamente, los sectores de mayor nivel
educacional y económico son los que presentan mayor capacidad de
asociatividad, cuentan con escaso apoyo del Estado y de las empresas.
Este contiene las bases éticas de la propuesta, un planteamiento sobre el marco
jurídico normativo, un conjunto de proposiciones para fortalecer institucionalmente
las organizaciones de la sociedad civil, sugerencias sobre modalidades de
financiamiento, y finalmente, un conjunto de propuestas para la cooperación del
Estado y la sociedad civil. En ellas se propone: que las organizaciones sociales
sean puentes de participación de la sociedad en la elaboración de políticas
públicas; el establecimiento de “relaciones equitativas entre el Estado, el mercado
y la sociedad civil”; y crear un organismo tripartito para “identificar y desarrollar
oportunidades frente a los desafíos que presenta el desarrollo del país”. (Consejo
ciudadano 2000: 12 a 15). Este texto aparece en un contexto en que ya se han
mencionado otras iniciativas como la del Banco Mundial de la participación de los
beneficiarios mediante la co-ejecución de proyectos sociales, la del Presidente
Lagos de subvencionar las principales organizaciones privadas humanitarias,
entre otras. En la actitud de los dirigentes políticos respecto a la sociedad civil se
constata la presencia de dos tendencias que forman pare de la cultura política
nacional: de una parte, tendencias innovadoras de carácter participativo,
tradicional y también de carácter directivo e instrumental (Vergara 1987). Explicitar
la discordancia entre estas tendencias, así como procurar que se abran mayores
espacios de participación y de cooperación simétrica entre Estado, sociedad civil y
empresas parece ser la gran tarea de las organizaciones sociales en este período.
1.3.11 Tercer Sector y empresa
La Economía Social ha registrado un importante crecimiento empresarial en el
curso de los últimos veinte años en España. La restauración de la democracia
política ha facilitado el entorno institucional adecuado para el desarrollo de
empresas basadas en el concepto de democracia económica. Sin embargo,
factores menos positivos como la crisis de ocupación que vivió el país a partir de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
89
la segunda mitad de los años setenta fue una de las bases de redescubrimiento de
las empresas de trabajo asociado por parte de los trabajadores en paro o en
riesgo de encontrarse en el desempleo. La construcción del Estado del Bienestar a
partir de los años ochenta con la transferencia de competencias a las diferentes
comunidades autónomas es otra de las principales razones que explican el
espectacular desarrollo empresarial, sobre todo, de asociaciones y fundaciones.
En este capítulo se utiliza la expresión. Economía Social para designar a
cooperativas en sus diferentes tipologías, mutuas, sociedades laborales,
asociaciones y fundaciones.
La pregunta que se plantea en este capítulo es: ¿La Economía Social está en
condiciones para financiar su futuro empresarial? Para intentar responder a esta
pregunta, este capítulo se estructura en seis apartados. En el primero se hace
referencia a la información utilizada y plantea la necesidad que el movimiento de la
Economía Social construya su propia central de balances si desea disponer de
información más certera sobre el futuro empresarial de las empresas que
constituyen la Economía Social en España. El segundo apartado presenta una
pequeña central de balances resumida de las ramas de cooperativas agrarias, de
consumo, de servicios, de trabajo asociado y sociedades laborales. Reconoce que
no dispone información económica-financiera sobre las entidades sin ánimo de
lucro. Este segundo apartado visualiza las estrategias empresariales que las
cooperativas están utilizando en su objetivo de permanencia en el mercado. Dos
son los instrumentos claves: profesionalización y alianzas estratégicas. Se obtiene
que este perfil de cooperativa opta por la creación de beneficios y su reinversión
para conseguir la capitalización de su estructura productiva. A continuación, el
capítulo plantea que, fundamentalmente, las jóvenes empresas de la Economía
Social tienen problemas de diálogo con las entidades financieras convencionales.
El tercer apartado describe de forma detallada las exigencias que la banca
convencional impone a las empresas jóvenes de la Economía Social si quieren
acceder al crédito. Se expone de forma detallada qué significa que una empresa
sea clasificada por la banca como empresas de “alto riesgo”. Frente a los
problemas de comunicación que tienen las jóvenes empresas de la Economía
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
90
Social con la banca convencional, el cuarto apartado analiza de forma muy rápida
la respuesta de las empresas de la Economía Social a sus dificultades financieras.
Se realiza una evolución general a la función de banqueros por parte de los
dirigentes de la Economía Social, se constata que en los últimos veinte años en
España no han surgido importantes experiencias de cooperativismo de crédito y
se plantea la necesidad del diálogo con la banca como uno del mecanismo de
desarrollo empresarial. Se asume que las empresas de la Economía Social deben
de ajustarse a la disciplina que exige la banca, pero también se apela a la
necesidad de compromiso, aunque sea obligado, de la banca con el crecimiento y
consolidación de las jóvenes empresas de la Economía Social. El capitulo termina
con unas conclusiones generales y con la cita de las referencias bibliográficas
utilizadas.
El tercer trabajo que comentamos es el más reciente, también del PNUD, esta vez
en Chile. Se trata del Más Sociedad para gobernar el Futuro. Desarrollo Humano
en Chile. (PNUD 2000). El estudio tiene varias partes, una de las cuales intenta
una cuantificación de la “asociatividad” por regiones.6 Esa cuantificación se la
relaciona con el “capital social”, que incluye también la confianza social, las
relaciones de reciprocidad y el compromiso existente en la sociedad chilena. Se
considera al “capital social” así entendido como un factor del “Desarrollo Humano
Sustentable”, entendido como “las capacidades de los chilenos para moldear el
orden social y apropiarse del futuro”, para lo cual deben “mejorar la calidad de su
vida social” (op.cit.:4)
53). Vale decir que aquí se avanza en la descripción cualitativa, pero el objeto es
el “vínculo social” y no la mera caracterización del perfil de las organizaciones.
Esto se vincula con el desarrollo, pues “la cohesión social y la concertación de
opiniones e intereses representan una de las mayores fuerzas productivas del
país” (Ibídem: 54) Dentro de ella “la asociatividad podría representar la base social
requerida para el buen funcionamiento de las instituciones económicas y políticas”
(Sinopsis: 17). 91
91 PNUD (2000), Sinopsis. Desarrollo Humano en Chile. Más Sociedad para gobernar el Futuro. Desarrollo Humano en Chile.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
91
Se conceptualiza el capital social en tres aspectos “a) relaciones informales de
confianza y cooperación (...); b) la asociatividad formal en organizaciones de
diverso tipo y c) el marco institucional, normativo y valórico de la sociedad que
fomenta o inhibe las relaciones de confianza y el compromiso cívico” (PNUD 2000:
110). Por ello el estudio se focaliza sobre tres dimensiones: “las aspiraciones” (a
un orden colectivo), el “vínculo social” que expresa la magnitud y calidad del
capital social y la “ciudadanía”, donde se manifiestan las condiciones
institucionales y de cultura cívica que hacen posible que esas aspiraciones se
hagan realidad.
La perspectiva adoptada por este estudio para vincular “asociatividad” y “capital
social” es compleja. Se combinan para ello tres elementos: un Mapa Nacional de
la Asociatividad; una encuesta que indaga en la pertenencia de la gente a formas
asociativas, que cuantificaría el capital social formal existente y un estudio de
campo en el que se observan las dinámicas existentes entre capital social y
asociatividad. Las conclusiones cuantitativas son claras: existe una enorme
cantidad de asociaciones (83.386, es decir más que en Argentina que tiene el
doble de población) y al menos un tercio de la población reconoce estar afiliada a
alguna asociación. Eso es considerado como una “capacidad instalada” en la
sociedad por cuanto “la capacidad de asociarse constituye un recurso siempre
presente (...) que no sólo es útil para un campo acotado de problemas. Sobre la
base de ella, también es posible avanzar en el logro de desafíos de mayor
envergadura, como la profundización y estabilidad de la democracia y el aumento
del Desarrollo Humano Sustentable” (op.cit.: 133).
Para este estudio el capital social es más bien un atributo de las personas, que
puede expresarse formal o informalmente y que está compuesto –además de la
asociatividad- por la confianza (en personas e instituciones), la cooperación cívica
y la reciprocidad. El resultado final es una tipología y no un índice continuo. Esta
tipología tiene cuatro categorías que permiten agrupar al total de la población en
combinaciones de capital social formal (alto o bajo) e informal (alto o bajo). (p.
150).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
92
El hecho de reconocer la necesidad de insertar la cuantificación de las
asociaciones en un marco conceptual más complejo, acota el alcance de las
conclusiones que pueden obtenerse directamente a partir de magnitudes que se
sabe que son extraordinariamente imprecisas.8 De los tres estudios comentados,
éste opta por el concepto más inclusivo (asociatividad) y, por lo tanto, el que
contiene mayor heterogeneidad.92
Por la misma razón debe considerársela como el “eslabón más débil” del capital
social, en el sentido de su menor capacidad predictiva, respecto de confianza,
reciprocidad y ciudadanía, que involucran vínculo activo. A lo más proporciona
condiciones para el desarrollo del capital social. Por ello, al vincular la
asociatividad con el capital social y el desarrollo humano, los autores incorporan
diversas dimensiones cualitativas. Sobre ellas es necesario centrar la discusión.
Por otra parte, una de las conclusiones “fuertes” del estudio relativiza aún más la
asociación simple entre la contabilidad asociativa y la potenciación social. Esta es
que “todos los grupos socioeconómicos poseen más capital social informal que
formal”, pudiendo ello interpretarse como un desplazamiento del capital social
hacia modalidades informales, producto “de la influencia del proceso de
individualización y redefinición de las identidades colectivas” (Sinopsis: 19). Esto
quiere decir que la gente tiende menos a participar en organizaciones, ha
disminuido su confianza en las instituciones y considera que no está amparada por
normas de reciprocidad establecidas. En cambio, a nivel de la sociabilidad tiene
vínculos informales significativos (conversaciones), aprecia reciprocidad en la
familia y el entorno cercano y está dispuesta a cooperar con otros en caso de ser
necesario (PNUD 2000: 144 y ss.). Vistos estos antecedentes, si se quiere obtener
cuantificaciones y descripciones cualitativas de la asociatividad, que guarden
relación con la dinámica social efectiva, es necesario recurrir a estrategias
metodológicas diferentes, que no se limitan a las fuentes escritas y los registros
institucionales, lo que en este estudio se intenta captar con un trabajo de campo.
92 “Mientras la asociatividad incluye todas las organizaciones de la sociedad civil, la sociedad civil no incluye todas las organizaciones que comprenden la vida asociativa de una sociedad”. El criterio de distinción no es su carácter voluntario, ni su autonomía del estado, se trata de criterios normativos, pues también existiría una “sociedad incivil”. Kumi Naidoo y Rajesh Tandon (1999), “La Promesa de la Sociedad Civil”. En CIVICUS, La Sociedad Civil en el Milenio, Cali, p. 13.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
93
En el estudio de Roitter, Rippeto y Salomón se utiliza la noción de “tercer sector”
definida por categorías institucionales formales, ya que sólo ellas son capturables
por la estrategia investigativa. Son éstas también las que tienen mayor peso
económico. Sin embargo, pareciera que la clasificación sobre la base de los
criterios definidos agrupa una inmensa diversidad, que no mantiene vínculos entre
sí en la realidad, ni los actores reconocen como una unidad. Más allá de eso, su
limitación es que impide analizar la práctica institucional real, que no siempre
coincide con las definiciones formales de las instituciones. Esto es particularmente
relevante respecto del carácter “no lucrativo” En el caso de Chile, por ejemplo, los
grandes clubes de fútbol, que son de hecho empresas millonarias, son
formalmente corporaciones, es93 decir pertenecen al “sector no lucrativo”. Lo
mismo ocurre con las universidades privadas. Lo contrario ocurriría con
asociaciones de mujeres pobres organizadas con fines de solidaridad y
subsistencia: si no son formales no aparecen y en la medida que se formalizan
son consideradas como “empresas lucrativas”, aún cuando mantienen su lógica,
mucho más cercana al “tercer sector”. Lo mismo ocurre con muchas cooperativas,
asociaciones indígenas y otros grupos. Lo anterior significa que “estar o no en el
mercado” es una noción relativa y no absoluta, lo mismo que “distribuir
ganancias”.94 La impronta anglosajona se expresa aquí en el hecho de que la
distinción jurídica básica para la legislación norteamericana es la de “for profit”o
“non profit”, expresada en la repartición de beneficios. Ello no ocurre de la misma
manera en otros contextos.
En relación al Estado sucede algo similar. Por un lado está el hecho reconocido de
que gran parte de los organismos no gubernamentales, así como las
organizaciones de base dependen financiera y a veces políticamente de
estructuras estatales, lo que relativiza su capacidad de constituir efectivamente un
93 PNUD (2000), Sinopsis. Desarrollo Humano en Chile. Más Sociedad para gobernar el Futuro. Desarrollo Humano en Chile. 94 Diversos trabajos han analizado la existencia de diferentes “lógicas de acción” al interior de actividades económicas, dando lugar a categorías como “economía popular” y “economía solidaria”. Ver de Luis Razeto: Las Donaciones y la Economía de la Solidaridad, Santiago de Chile, 1994, págs. 107 y ss. Por otra parte, en la tradición francesa no se habla de “tercer sector”, sino de “economía social”, indicando una aproximación que incluye prácticas que también se realizan en el mercado. Ver de J. Defourny y P. Develtere, Orígenes y Contornos de la Economía Social en el Norte y en el Sur, Liege, 1999, págs. 17 y ss.
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94
“tercer sector”.95 Por otra parte debe considerarse que el Estado –una entidad
netamente “no lucrativa”- ha comenzado a generar estructuras asimilables al
sector privado, mediante las cuales obtiene nuevos recursos, flexibiliza su
accionar, organiza grupos voluntarios, etc. Esta modalidad de acción le permite
eludir o alivianar la normativa legal que rige sus actividades e incursionar en
nuevos sectores con nuevas estrategias, lo que está en directa relación con las
acciones de “modernización” a los que están sometidos los Estados de la región.
Es el caso de las universidades estatales, sometidas a la presión del
autofinanciamiento, que crean fundaciones de apoyo y corporaciones destinadas a
captar recursos para unidades académicas específicas, sin pasar por la
administración general. Son instituciones de bien público, jurídicamente estatales,
que están sometidas a una competencia por recursos y la presión por obtener
rentabilidad, para lo cual recurren también a establecer organismos no lucrativos.
¿Dónde clasificarlas válidamente? También a los municipios se les ha agregado la
figura de corporaciones para administrar la salud y la educación de acuerdo a
criterios de gestión empresarial, es decir no sometida a los controles burocráticos
de la administración municipal y los hospitales públicos han creado fundaciones
para captar recursos y subcontratar servicios. Las fronteras se difuminan, pero
sobre todo la utilidad de la categoría “tercer sector” se vuelve escaso.
En la medida que la investigación que analizamos se mantiene en el propósito de
determinar el “peso económico” del sector, podría incluir legítimamente a todas las
modalidades institucionales que cumplen con sus criterios, debiendo delimitar
rigurosamente los límites del96 conocimiento que produce. En los términos
planteados “tercer sector” no tiene relación directa con “sociedad civil”, con
“ciudadanía”, ni con “capital social”. Es sencillamente un conjunto de modalidades
institucionales de nuevo tipo, que no pueden ser comprendidas completamente a
partir de la teoría económica o la teoría del Estado. Pero más que constituir un
95 De hecho gran parte de la discusión sobre ONG en Chile y América Latina gira alrededor de sus relaciones con el Estado y de la falta de condiciones adecuadas para el desarrollo de ese sector. Ver de Gonzalo de la Maza, Informe de Investigación Relaciones ONG – Estado. 1990 - 1993. Presentado al Seminario “Innovaciones en las Organizaciones Privadas Sin Fines de Lucro”, Santiago de Chile, 1994. 96 De hecho el rigor metodológico con que se elaboró el Mapa Nacional de Asociatividad impidió incluir las asociaciones religiosas que son aparentemente las mayoritarias y que estaban consideradas conceptualmente. Los autores mencionan varios otros de problemas que dificultaron la confección del mapa, limitando su alcance.
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“tercer sector”, en el sentido de lo que está “entre el estado y el mercado”; o lo que
“no es” Estado ni mercado, que es el modo como se ha popularizado esta noción,
convendría más una formulación del tipo “sector mixto”, formalmente definido por
las características ya anotadas. La utilidad de la noción de tercer sector se
aplicaría entonces principalmente en el debate sobre marco jurídico apropiado
para la acción pública. También en el debate sobre nuevas formas de crecimiento
económico y empleo, que comienza a reconocer en este sector una realidad de la
primera importancia97.
Las lecturas políticas del “tercer sector”, en cambio, requieren apoyarse en otro
tipo de conceptualizaciones, ya que asocian éste con objetivos sustantivos, como
la defensa de derechos, involucración de hombres de negocios en estrategias de
desarrollo local, autoorganización comunitaria, rol activo en la arena internacional
globalizada, por mencionar algunos.98 Así lo reconocen parcialmente los autores
de Descubriendo el Tercer Sector en Argentina cuando señalan que las
organizaciones informales –que no cuantifican- y las entidades que producen
“servicios intangibles” -las menores en número y peso económico- realizan una
“contribución a la construcción de ciudadanía y al desarrollo sustentable que
excede largamente su aporte en términos estrictamente económicos” (op.cit.: 17).
El segundo estudio comentado, utiliza la noción de “organizaciones de la sociedad
civil” (que es menos inclusivo que “sociedad civil”) “como un mecanismo colectivo
que promueve la confianza, al tiempo que confiere legitimidad a la vida pública y
sus instituciones” (PNUD/BID 2000: 20) Tiene mayor alcance que el de la
Universidad John Hopkins en cuanto se aplica a realidades provinciales y avanza
hacia determinar características de la estructura interna de la sociedad civil. Pero
conceptualmente es menos riguroso, ya que denomina a ese relevamiento
indistintamente “sociedad civil” y “capital social”, atribuyéndole por lo tanto un
conjunto de características comunes que no se deducen directamente del trabajo
97 Es la perspectiva de Jeremy Rifkin en El Fin del Trabajo, Paidos, 1996. En este texto demuestra que el tercer sector es un empleador creciente (el único) lo que lo vuelve económicamente relevante y anuncia que en el futuro seguirá aumentando su capacidad de brindar servicios, gracias a los recortes de los programas gubernamentales. Ver Cap. 17 “Potenciación del Tercer Sector”. 98 Ver por ejemplo de Anthony Giddens, “The role of the Third Sector in the Third Way”, en Focus, paper Nº 2, september 1999.
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96
de investigación.99 Algo similar ha ocurrido con el ya clásico libro de Robert
Putnam, cuya fama debe mucho al interés suscitado en esferas políticas y en
organismos como el Banco Mundial en el momento de su aparición.
Es posible establecer la hipótesis que en el marco de las llamadas “reformas de
segunda generación”, en los países de América Latina, que apuntan al rediseño
institucional, manteniendo un Estado reducido, la posibilidad de fortalecer la
capacidad de los ciudadanos por encarar los problemas que el sector público ha
abandonado y hacerlo a bajo costo, resulta una perspectiva atractiva para diversos
sectores. Ante la falta de un proyecto de reconstrucción de lo público que permita
redefinir adecuadamente los roles del Estado, el rol de la “ciudadanía” se torna
crucial, aunque teóricamente muy poco definido. En este punto convergen quienes
consideran que el “estado de bienestar” expropió la iniciativa individual y
ciudadana, con quienes postulan una “tercera vía” que abandona en los hechos
ese mismo “estado de bienestar”100.
La noción de “sociedad civil” reclama una formulación no formalista, sino que
incluye elementos normativos en su definición, como plantea, entre otros, Alberto
Olvera en la línea de Jean Cohen y Andrew Arato.101 Esto lo reconocen todos los
estudios mencionados, sin embargo el problema parece estar en que no se
extraen todas las consecuencias de esa afirmación.102 Si efectivamente existe una
99 De hecho ello aparece como justificación político institucional de las instituciones multilaterales que auspiciaron el estudio y no en el texto de investigación propiamente tal, como se desprende de las palabras de Janine Perfit, funcionaria del BID en el prólogo: “Tales colaboraciones (de la Sociedad Civil con los gobiernos y los mercados), redes y confianzas constituyen la base del capital social. Juntos, el capital físico, humano, financiero y social, aumentan la capacidad productiva de la sociedad (...) El Índice de Desarrollo Sociedad Civil es una herramienta clave ya que, no sólo ha sido difícil establecer mediciones sobre la magnitud y el tamaño de ésta, sino que hemos enfrentado enormes dificultades en delimitar a las OSC. Tal búsqueda (...) ha derivado en innumerables clasificaciones no siempre productivas” (op.cit.: 15). En la publicación del 2000 ya se ha omitido el término “capital social” del título del libro y en los textos institucionales que la prologan el “capital social” aparece sólo como uno de los procesos vinculados a la sociedad civil. 100 Entre los primeros: Ronald Reagan: “A medida que el gobierno se fue expandiendo, le cedimos las tareas que habían sido realizadas por las comunidades y los vecindarios” Citado por Jeremy Rifkin 1996: 294. También Michael Novak, “La Crisis de la Social Democracia”, en Estudios Públicos, Nº 74, Santiago de Chile, otoño 1999. Entre los segundos, notoriamente Anthony Giddens, 1999: 2 y ss. y también en su respuesta a Michael Novak, “El Futuro del Estado Benefactor”, incluida en el mismo volumen de la revista Estudios Públicos. Sobre la inclusión de la “sociedad civil” y el “capital social” en las agendas políticas de los organismos Internacionales, ver Diana Tussie (coord.), Los Organismos Internacionales frente a la Sociedad Civil: Las Agendas en Juego. Documento presentado a la Primera Conferencia Regional Sociedad Civil y Gobernabilidad Democrática en Los Andes y Cono Sur. Pontificia Universidad Católica de Lima, junio 1999. Durante su presentación en la 4ª Conferencia Internacional de la ISTR, Kumi Naidoo de CIVICUS, llamó la atención irónicamente acerca del hecho de que las unidades y oficinas “de ONG” en los organismos multilaterales, habían sido sustituidas por otras “de sociedad civil”. Veía en ello un cambio conceptual y nominal, pero no de procedimientos efectivos. 101 Ver los trabajos incluidos en Alberto Olvera (coordinador), La Sociedad Civil. De la teoría a la realidad. El Colegio de México, 1999. 102 “Comprender la acción de la Sociedad Civil requiere reconocer su rol como actor público, como esfera autónoma de la interacción social, orientado a la promoción del desarrollo humano sustentable, a la erradicación de la pobreza y a la
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“tercera esfera de la sociedad” además de Estado y mercado, entonces su
caracterización no puede hacerse sólo a partir de consideraciones jurídicas, ni su
función social entenderse sin relación a lo que ocurra con las instituciones
sistémicas del mercado y el estado. Tampoco se obtendrá una adecuada
caracterización de la misma, explorando solamente la pertenencia de las personas
a organizaciones y grupos.
La noción de sociedad civil tiene características diferentes a las que aquí se han
reseñado y reclama estrategias más complejas de investigación. “La sociedad civil
tendría dos componentes principales: por un lado, el conjunto de instituciones que
definen y defienden los derechos individuales, políticos y sociales de los
ciudadanos y que propician su libre asociación,103 La posibilidad de defenderse de
la acción estratégica del poder y del mercado y la viabilidad de la intervención
ciudadana en la operación misma del sistema (...) y el conjunto de los movimientos
sociales que continuamente plantean nuevos principios y valores, nuevas
demandas sociales, así como vigilan la aplicación efectiva de los derechos ya
otorgados”.104 Es decir que la sociedad civil es más que la suma de las
organizaciones y que la suma de organizaciones es algo diferente a la sociedad
civil.
El debate en torno a esta noción de sociedad civil es eminentemente político y se
divide principalmente entre quienes ven en ella el surgimiento de un nuevo poder
que dará origen a un nuevo proyecto político superador del neoliberalismo,
trascendiendo a la crisis de los socialismos contemporáneos y quienes la conciben
como una “estrategia de democratización autolimitada que busca hacer compatible
a largo plazo la lógica del mercado, las necesidades y estructuras del sistema
político y las necesidades de la reproducción sociocultural”. (Olvera 1999: 21)105
construcción de una vida pública más saludable”. (PNUD/ BID 2000:25) 103 Diversos trabajos han analizado la existencia de diferentes “lógicas de acción” al interior de actividades económicas, dando lugar a categorías como “economía popular” y “economía solidaria”. Ver de Luis Razeto: Las Donaciones y la Economía de la Solidaridad, Santiago de Chile, 1994, págs. 107 y ss. Por otra parte, en la tradición francesa no se habla de “tercer sector”, sino de “economía social”, indicando una aproximación que incluye prácticas que también se realizan en el mercado. Ver de J. Defourny y P. Develtere, Orígenes y Contornos de la Economía Social en el Norte y en el Sur, Liege, 1999, págs. 17 y ss. 104 Alberto Olvera, “Introducción”, en: A. Olvera 1999: 21. 105 No corresponde tratar aquí la problemática planteada por los teóricos de “la sociedad civil como proyecto” que incluyen una amplia gama de posiciones políticas. Ver un ejemplo, en Gabriel Salazar, “De la participación ciudadana: capital social constante y capital social variable”, en Proposiciones Nº 28, Santiago de Chile, 1998.
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98
Pero también se plantean problemas respecto de la utilización de la noción de
“capital social” como sinónimo de sociedad civil. Una definición extensiva del
capital social, que rescata los elementos comunes del mismo según varios
autores, lo representa como la aptitud de los actores para asegurarse beneficios
en virtud de la pertenencia a redes y otras estructuras sociales. Esa definición, no
incluye, por cierto, la dimensión normativa de los “valores cívicos”, sino sólo los
beneficios individuales o grupales que se obtienen del “capital social”. Porque no
todo el capital social puede utilizarse ampliando los beneficios individuales al
mismo tiempo que el espacio público, como podría suponerse. También el capital
social tiene su “lado oscuro”, al decir de Alejandro Portes. Se pone como ejemplo
las mafias, poseedoras de lazos fuertes y confianza, pero carentes de espíritu
cívico. También el hecho de que la pertenencia a redes sociales fuertes puede
constituir una traba para procesos de movilidad social y aprovechamiento de
oportunidades, mientras una cierta mayor “libertad” sería más auspicioso para la
superación de la pobreza.106
Portes resume en cuatro las “consecuencias negativas del capital social: exclusión
de los extraños, reclamos excesivos a los integrantes del grupo, restricciones a la
libertad individual y normas niveladoras hacia abajo”.107 Pero estas consecuencias
son negativas o positivas según la posición relativa de los actores. Una red social
estrecha y “entre iguales” puede dificultar a un108 grupo de pobladores
santiaguinos romper el círculo de la pobreza, pero puede ser decisiva para que -en
la misma ciudad- un grupo de migrantes peruanos ilegales sí lo haga. A los pobres
pueden convenirle las “redes débiles”, en términos de Grannoveter, pero los ricos
parecen preferir las “redes fuertes” donde circulan y se reproducen los lazos
familiares, los contactos laborales, la socialización común.109 En general esto
106 Vicente Espinoza ha aplicado esta idea al campo de la superación de la pobreza, a partir de una idea formulada inicialmente por Granovetter en 1974. Ver Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza, Un enfoque global de la pobreza y su superación, Documentos de Trabajo Nº 3, Santiago de Chile, 1999. Págs. 54 – 68. 107 Alejandro Portes, “Capital Social: sus orígenes y aplicaciones en la sociología moderna”, en: J. Carpio e I. Novacovsky, De Igual a Igual: El desafío del estado frente a los nuevos problemas sociales, Buenos Aires, 1999, p. 256. 108 De hecho gran parte de la discusión sobre ONG en Chile y América Latina gira alrededor de sus relaciones con el Estado y de la falta de condiciones adecuadas para el desarrollo de ese sector. Ver de Gonzalo de la Maza, Informe de Investigación Relaciones ONG – Estado. 1990 - 1993. Presentado al Seminario “Innovaciones en las Organizaciones Privadas Sin Fines de Lucro”, Santiago de Chile, 1994. 109 En determinadas coyunturas históricas, también las elites pueden requerir de “redes débiles”, que les permitan “ir al pueblo” y seguir reproduciéndose, insertándose en la sociedad de un modo diferente a la oligarquía tradicional, como lo muestra la trayectoria política de la “izquierda dorada” en Chile.
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quiere decir que asociarse entre “iguales” tiene beneficios o perjuicios según la
ubicación que se tenga en la estructura social y no es positivo o negativo en sí
mismo. Esta es otra limitación para considerar que la fortaleza asociativa equivale
a capital social en un sentido positivo. En el estudio del PNUD sobre Chile, se
descubre que el grupo socioeconómico alto es el único que posee alto capital
social tanto formal como informal. (PNUD, 2000: 151).
También Portes llama la atención sobre la aplicación del concepto de “capital
social”, originalmente surgido como atributo individual, a comunidades y naciones.
Siendo posible esta aplicación, el autor señala que deben tomarse en cuenta
múltiples precauciones para no obtener un resultado tautológico, lo que a su juicio
sucede en parte con Putnam, al menos en cuanto a no considerar suficientemente
explicaciones alternativas para las diferencias que observa en las ciudades
italianas. (Portes 1999: 260 y ss.). La “cultura cívica” de una comunidad o su
tradición organizativa, no disuelven las estructuras de desigualdad que puedan
existir en su interior, incluidas las del capital social.
El rápido éxito de la noción de capital social sin duda ha tenido que ver más con
requerimientos políticos e institucionales, que, con un desarrollo sistemático del
concepto, particularmente en el nivel social o comunitario. No es raro, pues
representa la “energía social disponible” (Salazar: 1998) en el momento en que
coinciden tres fenómenos: a) la crisis de la acción social del Estado, tanto en su
vertiente europea de estado social de bienestar, como en la populista y “de
compromiso” latinoamericana; b) la concentración del poder económico producto
de la mundialización y c) la crisis de los sujetos sociales tradicionales (clases
sociales).
Por ello el “capital social” es así el gran objeto de disputa de la intervención social.
La ambigüedad del concepto permite ubicarlo tanto como nexo entre las redes
sociales y las políticas públicas; como factor de cohesión y empoderamiento de la
comunidad; pero también como un ámbito más de penetración del sistema
económico.110
110 En el discurso de las agencias multilaterales se observa una cierta ambigüedad en la “apuesta” por el capital social, que
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
100
El siguiente paso que dan las agencias internacionales interesadas en el capital
social es hacia la “producción” o “crecimiento” del mismo. De acuerdo a Putnam
ello no es posible. No se puede de inducir el capital social “desde fuera”, pues se
forma de modo “autosustentado”, en relación a la identidad de los sujetos y en
ciclos largos. Sin embargo, la utilización predominante apunta a la reorientación de
las políticas en las “reformas de segunda generación”, para la cual el concepto
sirve. De allí la rapidez con que se transita hacia usos operacionales de un
concepto teóricamente poco desarrollado. Ello es políticamente legítimo, pero
insuficiente desde el ángulo analítico, sobre todo si no se toman en cuenta los
eventuales efectos negativos de tal inducción. El otro problema es la
determinación del horizonte hacia el cual apunta la “construcción del capital
social”, el llamado “scaling up”. En la versión más instrumentalista, se trata sólo de
mejorar las competencias de los desfavorecidos para ingresar en mejores
términos a la economía de mercado. Por eso reducen la subjetividad y las
prácticas sociales a un “capital social” instrumental para obtener las otras formas
de capital.24 Para los teóricos del “proyecto histórico popular”, en cambio, el
capital social no puede ser inducido “desde arriba”, ello sólo puede destruirlo o
mantenerlo como “aprendizaje histórico” de “lo que pudo ser y no fue”. Permanece
como una suerte de “proyecto histórico latente en la sociedad civil” (Salazar
1998:165). De todas formas, en esta versión, subsiste inexplicado el paso de la
“energía comunitaria” al “proyecto histórico”. Conceptualmente el problema es que,
si bien el capital social es un concepto de dimensiones múltiples, no hay un
vínculo directo entre confianza, reciprocidad, asociatividad y ciudadanía. “La
ampliación de la ciudadanía no resulta de la confianza, sino de la capacidad de
transformar en universal un principio de derecho particular de un grupo en
general”. (Jiménez y Rodríguez 1999: 40) Y eso conduce directamente a las
mediaciones político institucionales, que se construyen en nombre del “interés
general” y escapan del ámbito tanto del “capital social”, como de la “sociedad civil”.
Las precisiones conceptuales son el punto de partida para una necesaria
se expresa en el énfasis en la “legitimidad de las instituciones” que brindaría el capital social. Es perfectamente válido pensar que lo inverso también es verdad: muchas veces los movimientos sociales pugnan por el cambio de instituciones que consideran excluyentes e ilegítimas.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
101
reorientación de la investigación, de modo de analizar con mayor profundidad la
estructura interna de la sociedad civil y sus vínculos con el contexto político y
económico. Sólo así será posible interpretar adecuadamente los datos
cuantitativos que en el tiempo reciente se han comenzado a producir acerca de
esta realidad.
1.4 El modelo conceptual del Tercer Sector
1.4.1 El resurgimiento de la sociedad civil
Hay una razón teórica importante para estudiar estas organizaciones, y se refiere
a la necesidad de superar la concepción dualista Estado - sociedad civil, surgida
en un contexto histórico lejano y muy diferente del actual (Arancibia et alli 1998).
Como se ha dicho, es necesario desagregar el sentido original de la categoría de
sociedad civil, pues ésta comprende organizaciones y asociaciones muy
diferentes, incluso en sus lógicas de acción social. Puede decirse que la sociedad,
desde el punto de vista institucional, articula y comprende no sólo el Estado y el
mercado, sino también las denominadas organizaciones de la sociedad civil.
Ciertamente que los límites entre el Estado, el mercado y dichas organizaciones
pueden ser difusos, especialmente en algunos países. En México, por ejemplo,
muchas de estas organizaciones forman parte, de modos diversos, de la lógica de
poder del Estado, de sus políticas sociales, pues se financian realizando proyectos
cuyas características principales y límites son definidas por los organismos
gubernativos. Otras están articuladas a la lógica del mercado, puesto que
funcionan como una empresa, algunas producen importantes superavits, o incluso,
dependen a la vez del Estado y del mercado.
El problema actual ya no es el del siglo XVII-XVIII, el cual era el de afirmar y
fortalecer el conjunto de la sociedad civil frente a un Estado absoluto, sino el de
luchar por la autonomía y libertad de las personas frente a la lógica funcional del
dinero y del poder. Como se expondrá en este ensayo, es necesario potenciar las
organizaciones autónomas de la sociedad civil, frente al Estado y el mercado.
El proceso de modernización posee una buena imagen en los medios de
comunicación internacionales, especialmente en los relacionados al sector
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
102
financiero y empresarial. Chile es uno de los principales destinatarios de la
inversión extranjera, en América Latina, y su nivel per cápita de inversión externa
productiva es uno de los más altos. Más aún, es el único país de la región que ha
logrado un importante y sostenido crecimiento económico, durante más de diez
años, siguiendo la vía ortodoxa diseñada por los economistas de la Escuela de
Chicago, de la Comisión Trilateral y los organismos crediticios internacionales.
Esta vía es la de un modelo extravertido, orientado al mercado internacional,
basado en el crecimiento de los volúmenes de exportaciones de materias primas y
recursos naturales, el cual ha requerido una importante inversión externa en estas
áreas y en la de servicios. Asimismo, presenta el caso más radical de una
"sociedad de mercado", regida por la lógica mercantil. Por ello, se presenta la
economía chilena como un modelo para América Latina.
Los indicadores macroeconómicos corroboran esta interpretación: (a) la economía
chilena presenta un alta y sostenida tasa de crecimiento de más de 6 % anual
desde 1984 hasta 1997; (b) su tasa de inflación ha ido decreciendo hasta llegar al
3,6 % en los últimos doce meses, una de los más bajos de los países periféricos;
(c) la inversión extranjera productiva ha aumentado desde 1.314 en 1990 a 5.998
millones de dólares en 1998; (d) los niveles de desempleo de los últimos diez años
serían muy bajos, y menores que los de varios importantes países europeos (Pnud
2000).
Más aún, podemos decir que su acción se ha orientado predominantemente, y de
modo espontáneo por lo que Hinkelammert llama una "ética del bien común": "la
relación mercantil al totalizarse hoy, produce distorsiones de la vida humana y de
la naturaleza que amenazan a esta vida. Esta amenaza la experimentamos.
Experimentamos el hecho de que el ser humano es un ser con necesidades que
van más allá de simples propensiones a consumir. “La ética del bien común surge
como consecuencia de esta experiencia de los afectados por las distorsiones que
el mercado produce en la vida humana y en la naturaleza”. La misma experiencia
de la distorsión hace aparecer el concepto de bien común, en cuanto se hace
presente como resistencia" (Hinkelammert 1997). Para este autor, a diferencia de
las concepciones teóricas pesimistas de Weber y Foucault, la resistencia es
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
103
creativa; no es la mera negación de dichas distorsiones, sino que, en una especie
de dialéctica social, explicita y trae a realidad un principio ético universal, con
carácter proyectivo: todos merecen vivir, sin exclusión, ni subordinación; y tiende a
institucionalizar dichos valores en una comunidad y organización.
Más bien constituyen un germen de renovación e innovación social, un motivo de
esperanza en una sociedad de mercado en "que los ciudadanos están altamente
contaminados, respiran la peor polución anímica, esa que impregna hasta la última
neurona de escepticismo, desconfianza, desencanto, frustración, desamparo"
(Astorga 2000: D 26). Finalmente, convendría recordar la tesis del historiador Karl
Polanyi. Las sociedades de mercado están "siendo destruidas por la acción ciega
de instituciones sin alma, cuyo único propósito era (y es) el incremento del
bienestar material" (Polanyi 1944: 219). Consiguientemente, podríamos decir que
una sociedad que no fortalece su Tercer Sector y su Estado para limitar y regular
la lógica del mercado, se autodestruye y arrasa con su medioambiente
La economía de solidaridad es un nuevo enfoque conceptual, al nivel de la teoría
económica, referido a las formas económicas cooperativas, autogestionarias y
asociativas.
Desde los orígenes del capitalismo y a lo largo de la historia moderna y
contemporánea, se han desarrollado múltiples búsquedas y procesos de
experimentación de formas económicas alternativas, las cuales han asumido
diferentes nombres: cooperativismo, autogestión, mutualismo, economía social y
otros.
Un rasgo distintivo de dichas experiencias ha sido el ser acompañadas y
orientadas por un pensamiento económico-social formulado en términos ético-
filosófico, doctrinario o ideológico. A partir de estas formulaciones se establecen
principios orientadores y modelos organizativos que expresan el "deber ser" de las
propuestas económicas, y se derivan normativas de carácter jurídico y estatutario,
que indican con cierta precisión cómo deben organizarse y funcionar las
organizaciones que participan de las respectivas identidades.
Tales formas de pensamiento que orientan a las experiencias, sin duda útiles
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
104
especialmente para motivar a quienes participan en ellas, se han demostrado
insuficientes para: a) proporcionar adecuada guía y eficientes criterios de
eficiencia económica en los procesos decisionales y de gestión de las operaciones
que realizan; b) garantizar una identidad consistente a las experiencias y
búsquedas, que a menudo pierden el perfil inicialmente deseado y se van
asemejando y subordinando a las formas capitalistas y estatales de hacer
economía, respecto a las cuales aspiran a diferenciarse y constituir alternativas
válidas y viables; c) generar la confianza y convicción suficiente respecto a su
eficacia económica, como para atraer hacia ellas los recursos humanos,
financieros y materiales indispensables para su desarrollo; d) asegurarles la
autonomía cultural que necesita cualquier movimiento y proceso que aspire a
realizar cambios profundos en la economía y en la vida social.
Como explicación de todas estas limitaciones, puede mencionarse el hecho que
las experiencias cooperativas, autogestionarias, mutualistas y otras afines,
careciendo de un instrumental conceptual y o propio que las oriente en sus
procesos decisionales, a menudo recurren a aquellas herramientas de análisis
proporcionados por una ciencia económica convencional, que ha sido formulada a
partir de experiencias y racionalidades operacionales muy distintas y en cierto
sentido opuestas a las solidarias.
Aquellos cuatro aspectos, que implican limitaciones y deficiencias esenciales que
se manifiestan a menudo en estas búsquedas y experiencias económicas
alternativas, no pueden superarse sino mediante la disposición de una teoría
científica, elaborada al nivel de la disciplina económica, que no sólo respetando
sino aún fortaleciendo la identidad económica alternativa, exprese de modo
coherente su racionalidad económica especial y le proporcione criterios rigurosos
que guíen su proceso de toma de decisiones y su gestión y operación en los
mercados en que participan.
La concepción de la economía de solidaridad es una elaboración científica de
teoría económica que viene a llenar este vacío. Ella se establece al nivel
epistemológico de la ciencia económica, y utiliza las herramientas conceptuales y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
105
metodológicas propias de ésta, convenientemente ampliadas y reelaboradas para
expresar la identidad de formas económicas muy diferentes: la racionalidad
especial de las economías alternativas fundadas en la cooperación, la autogestión,
el mutualismo y la ayuda mutua. La economía de solidaridad constituye, en tal
sentido, una contribución relevante al potenciamiento y desarrollo de las
búsquedas de economías alternativas eficientes.
La concepción teórica de la economía de solidaridad ofrece, adicionalmente, otras
contribuciones:
a) Proporciona un lenguaje moderno, renovado, motivador y cautivante, en un
contexto cultural como el de hoy, en que las concepciones tradicionales del
cooperativismo, el mutualismo y la autogestión parecen haber perdido capacidad
de convocatoria.
b) Ofrece una posibilidad de integración bajo una común identidad social, a
búsquedas y experiencias que se han desarrollado bajo distintas denominaciones,
siendo en realidad convergentes en sus propósitos y efectivamente provistas de
una misma racionalidad económica especial, que requiere ser profundizada.
c) Permite reconocer como parte de la misma búsqueda de formas económicas
alternativas, a numerosas experiencias nuevas y originales que adoptan diferentes
estructuras organizativas, que se conocen con distintos nombres, y que son
protagonistas de una dinámica reactivación de los procesos de experimentación
de la solidaridad y la cooperación en la economía y en la vida social.
Las Corporaciones que se definen como una asociación de individuos unidos de
manera estable para la prosecución de un fin de interés común de carácter idea o
moral, o, en general que no tengan carácter de lucro. Las Fundaciones son
entidades constituida por un patrimonio proporcionado y destinado por un
fundador para la realización de una obra o fin de interés general. Las
Organizaciones Comunitarias Territoriales y/o Funcionales que son aquellas que
agrupan a personas naturales o jurídicas que se reúnen con el objeto de promover
el desarrollo de la comuna y los intereses de sus integrantes, de colaborar con las
autoridades del estado y de las municipalidades y de representar y promover
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
106
valores específicos de la comunidad dentro del territorio de la comuna o
agrupación de comunas respectivas.
1.4.2 Participación y Capital Social
Una de las virtudes del concepto de capital social es la capacidad de poner en
operación en diferentes niveles, el análisis del fenómeno de las instituciones,
normas, redes sociales y la confianza que facilitan o dificultan la acción colectiva
(Schuller et al, 2000:35). El capital social puede ser observado a un nivel micro en
las relaciones horizontales establecidas dentro de las organizaciones creadas
entre individuos, así como en las normas y valores vinculados a estas
organizaciones. El nivel medio captura la relación también horizontal entre grupos
y redes de organizaciones. Por último, en un nivel macro pueden analizarse las
relaciones verticales entre las organizaciones y las instituciones, así como reglas y
normas institucionales que regulan la vida pública. Estos diferentes niveles tienen
importantes efectos de complementariedad y sustitución y el concepto de capital
social ayuda al establecimiento de puentes en el análisis de esos diferentes
niveles.
La multidimensionalidad del concepto de capital reconoce que es posible que las
instituciones y la acción colectiva en los niveles micro, meso y macro se
retroalimenten y puedan complementarse unos con otros. Como bien lo sintetiza el
reporte sobre pobreza del Banco Mundial, "las macroinstituciones pueden proveer
un ambiente favorable en el cual las micro instituciones pueden florecer. A su vez,
las asociaciones locales ayudan a sostener las instituciones regionales y
nacionales dándoles una medida de estabilidad y legitimidad y haciéndolas
responsables por sus acciones" (World Bank, 2001: 129).
Por otro lado, desde un punto normativo esta aproximación multidimensional es
importante para pensar en cualquier estrategia de desarrollo y democratización.
Desde el punto de vista de una estrategia integrada, no es posible pensar el
desarrollo y la democracia, solamente como el fortalecimiento de organizaciones y
comunidades autocontenidas que pueden resolver por sí mismas sus problemas.
Es importante desarrollar la capacidad de coordinación, influencia y participación
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
107
de estas organizaciones en diferentes niveles. Al lado de la conectividad dentro de
las organizaciones y entre organizaciones, es importante apoyar la generación de
vínculos entre las organizaciones y con las instituciones de impacto público, ya
sean gubernamentales o no. La creación de normas, reglas del juego y confianza
en los diferentes niveles de acción reducen la incertidumbre social, facilita las
transacciones económicas, minimiza el costo de la información y hace posible la
deliberación, debate y apropiación de las políticas públicas, y el funcionamiento de
las instituciones públicas. (Daubón, Ramón, 2001:64)
La otra cara de la moneda en el uso de un concepto amplio y multidimensional de
capital social es que lo que por un lado es una gran virtud genera también una
inmensa complejidad y no pocos malentendidos en su uso. Si bien, puede existir
complementariedad positiva entre los niveles micro, meso y macro de capital
social, esto no sucede necesariamente y por tanto, no se puede inferir
mecánicamente que la acumulación de capital social en un nivel tiene efectos
positivos en el otro nivel. Al mismo tiempo que por ejemplo existen reglas y
ambientes institucionales favorables para el desarrollo de las organizaciones
civiles o incentivos para la generación de redes entre ellas, es posible encontrar
organizaciones con vínculos de confianza fuertes entre sus miembros pero que a
la vez desconfían de extraños. Esa identificación excluyente 7 genera no pocos
problemas para establecer vínculos entre organizaciones de diverso tipo o para
crear un espacio público plural en el que se respete el derecho a la diversidad y se
garantice una participación cívica plural que permita la gobernabilidad
democrática. (Grootaert, C. y van Bastelaer, 2002: 4).
En ese sentido, el estudio de los diferentes niveles de capital social y sus
interrelaciones requiere un buen nivel de especificación y su análisis contextual se
constituye en un área de investigación de inmenso valor por sus implicaciones en
programas de desarrollo y en propuestas de profundización de la democracia. A
continuación, profundizaré un poco más sobre los diferentes niveles de análisis del
capital social, las posibilidades de complementariedad de los mismos, así como
sobre las dificultades de agregación. Con este rodeo, podremos volver con mayor
claridad más adelante al tema central de las relaciones entre organizaciones e
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
108
instituciones públicas.
De los niveles de capital social y la complementariedad entre ellos. [1] El análisis
de capital social, como se mencionó atrás, presenta diferentes facetas de acuerdo
al nivel en el cual se expresa. Cuando se crean vínculos horizontales fuertes
dentro de las comunidades y organizaciones que comparten características
similares, se produce lo que se ha denominado el capital social de cohesión o
"bonding social capital". Esto contribuye a generar normas compartidas de
reciprocidad y confianza que facilitan la cooperación y coordinación entre los
miembros de estas comunidades. Este aprendizaje de normas y competencias
para la acción colectiva en pequeña escala a nivel intraorganizacional e
intercomunitaria puede ser la base para la coordinación de esfuerzos colectivos en
escalas mayores. (Putnam, Robert, 2000: 22; World Bank, 2001: 128-129)
En comunidades pobres, como lo ha mostrado la investigación, las organizaciones
manejadas por sus miembros para su propio beneficio y para el beneficio público
son con frecuencia la manera más efectiva de acceder a recursos, proveer
beneficios sociales a las comunidades y lograr que sus prioridades sean
escuchadas y atendidas por las instituciones públicas. Con razón se ha
denominado a la capacidad organizativa el "capital" de los pobres (Narayan,
Deepa et al. 2000:161). Las organizaciones comunitarias donde las decisiones y la
distribución de recursos depende de los propios miembros son instrumentos
importantes para responder a las prioridades de las comunidades y generar
capacidad local (Narayan, Deepa et al. 2000:161). Y a su vez, las organizaciones
de base que responden a las prioridades de las poblaciones pobres y de los
grupos excluidos, generan sensación de cohesión y confianza sobre las
posibilidades de cambio y sobre el potencial de su participación en la orientación
del mismo. En estas organizaciones se aprende a coproducir el futuro, a resolver
conflictos, a generar poder de negociación, a movilizar recursos colectivamente y
a encontrar soluciones a problemas prioritarios para la comunidad La importancia
de este tipo de organizaciones en la disminución de la pobreza ha sido objeto de
diversas investigaciones recientes. Por ejemplo, en los trabajos econométricos
que se impulsaron como parte de la iniciativa sobre capital social en el Banco
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
109
Mundial, se realizaron varias investigaciones para establecer el efecto del capital
en el bienestar de los hogares (Grootaert, C. 2002:41-84). Uno de estos estudios,
desarrollado en Bolivia, utilizó un índice de capital social compuesto por medidas
de participación en organizaciones locales y medidas de confianza. Acudiendo a
modelos 8 de regresión, comparó el efecto del capital social con los efectos del
capital humano y físico, obteniendo que el efecto del capital social en el bienestar
de los hogares era 2.5 veces más que el del capital humano. Este efecto, de
acuerdo al estudio, operaba a través de al menos tres mecanismos: El compartir
información entre los miembros de las organizaciones, la reducción del
compartimiento oportunista y la mejora en las decisiones colectivas gracias a la
existencia del capital social (Grootaert, C. Y Narayan, D. 2000: 58)
Junto al capital social desarrollado dentro de las organizaciones, se ha establecido
que la generación de vínculos horizontales entre organizaciones es un nivel
complementario de coordinación para el logro de cambios sociales de mayor
envergadura. Cuando los grupos sociales están desconectados de otros grupos
similares se reduce la escala de sus proyectos, la fuerza de su voz y su poder de
negociación, así como la posibilidad de movilizar o acceder a recursos mayores
para beneficio de sus comunidades La creación de lazos de confianza, vínculos y
coordinación de esfuerzos entre grupos similares o de organizaciones que
trabajan temas comunes, genera amplias oportunidades de aprendizaje social
entre los mismos. (Narayan, Deepa et al 2000:151).
Igualmente, es importante la generación de vínculos horizontales y formas de
coordinación entre organizaciones con recursos y capacidades diferentes pero que
buscan objetivos comunes. Estas alianzas, cuya fortaleza radica precisamente en
los aportes diversos que cada una de las distintas organizaciones puede aportar al
objetivo común, se han convertido en una importante estrategia para el desarrollo.
(Fiszbein, Ariel y Lowden, Pamela, 1999; Austin, James, 2000).
El capital social puente o "bridging social capital" acumulado en el proceso de
alianzas entre organizaciones diferentes y en las redes entre organizaciones
similares, contribuye a generar identidades incluyentes, grupos heterogéneos y al
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
110
desarrollo de perspectivas más abiertas al exterior y en ese sentido, los procesos
interorganizacionales contribuyen al acceso de recursos inexistentes entre las
propias comunidades. Cuando los grupos sociales no tienen conexiones con
grupos diferentes a ellos mismos, son incapaces de acceder a recursos al alcance
de otros grupos más poderosos. (Narayan, Deepa et al. 2000:151). Además de los
vínculos horizontales dentro y entre las organizaciones, existe otro nivel de capital
social de gran importancia para los procesos de desarrollo y democratización.
Nos referimos a los vínculos y formas de articulación verticales entre las
organizaciones y las instituciones públicas. Este es un nivel fundamental para
pensar en cambios sociales perdurables y de amplia escala. La participación de
organizaciones en procesos de concertación amplios, es prerrequisito y condición
de posibilidad para la formación de instituciones públicas confiable e inclusiva. A
su vez, la formación de estas instituciones requiere la participación de un amplio
sistema de actores donde están las bases (grassroots) pero también las élites
(grasstops) participando en el ejercicio democrático de su creación y control. (De
Souza Briggs, Xavier. 2000). "El empoderamiento, como lo señala el Banco
Mundial, significa ampliar la capacidad de los pobres para influir en las
instituciones estatales que afectan sus vidas, por medio de un fortalecimiento de
su participación en los procesos políticos y en la toma de decisiones a nivel
localZ" (World Bank, 2000:39).
Los sistemas de gobernabilidad democráticos donde el poder es negociado,
requieren de la participación de los diferentes segmentos de la sociedad en la
orientación de las decisiones públicas. Y para esto, se requiere de un ambiente
propicio para esta participación, un sistema de actores sociales diversos que lo
haga posible y unas instituciones que oigan y respondan a las voces de los
diversos sectores de la sociedad.
Para generar normas y reglas de juego institucional donde sea posible las
interacciones entre este conjunto de actores e intereses diversos, se requiere la
generación de vínculos verticales o "linking social capital" entre organizaciones e
Instituciones con relaciones asimétricas de poder (World Bank, 2001:128).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
111
Los grupos tradicionalmente marginados de la participación en las deliberaciones
públicas son aquellos que correctamente sienten que las políticas, programas,
planes y proyectos les pasan a ellos y no con ellos o por ellos, de ahí el esfuerzo
que requiere conectar los procesos organizativos con la creación de instituciones
públicas confiables e incluyentes y el esfuerzo requerido para disminuir las
resistencias a esta participación por parte de las élites. En ese esfuerzo, los tres
niveles de capital social requieren desarrollarse en una perspectiva en que se
refuercen mutuamente.
El capital social como bien contingente y contextual. La descripción de los niveles
de capital social de la sección anterior nos da muestras de lo amplio del concepto
y permite ver el potencial de complementariedad entre los niveles. Sin embargo,
aunque estas diferentes formas de capital social pueden reforzarse mutuamente,
es también cierto que unas formas pueden existir sin las otras, e incluso que
algunas formas de capital social en un nivel pueden impedir o dificultar la
formación de capital social en otro nivel (Grootaert, C. y van Bastalaer, T. 2002:3).
Un análisis de estos niveles que no muestre las dificultades de complementación y
agregación, así como las potenciales tensiones entre los mismos sería incompleto.
Amartya Sen en un documento reciente ha llamado la atención sobre las
características dicotómicas del capital social, mostrando que a la vez que un
sentimiento fuerte de afiliación a un grupo puede generar solidaridad y cohesión
entre sus miembros, ese mismo sentimiento puede ser la base para un tratamiento
excluyente y segregador hacia aquellos que no pertenecen al grupo. Si esa
dicotomía es cierta, afirma Sen, puede ser problemático tratar el capital social
como un bien permanente pues las contribuciones positivas en un contexto
pueden ser negativas en otro. En ese sentido propone tratarlo como un bien
contingente más que como uno incondicional y de carácter positivo en cualquier
circunstancia y contexto (Sen, A. 2003:6)
Otros estudiosos del tema han llegado a conclusiones similares, enfatizando que
cada forma de capital social puede tener efectos diferentes e incluso
contradictorios dependiendo del contexto en que se desenvuelve. Si es cierto que
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
112
ciertas formas de capital social pueden contribuir a la exclusión no podría
entonces asumirse que un bien como el capital social sea siempre para el bien
público. Al igual que otras formas de capital, el social en esta perspectiva puede
tener externalidades positivas o negativas e incluso en ciertas circunstancias más
que un bien público podría considerarse como un mal público (Pantoja, E. 2002:
138).
Se deriva también de este razonamiento que no puede pensarse el capital social
en “unidades” que pueden ser sumadas o restadas independiente de los vínculos
con estructuras más amplias de clase, etnia, género y poder en las cuales las
relaciones sociales están inscritas (Bebbington, A. et al. 2002:).
El análisis del capital social, al igual de lo que hemos comentado sobre el análisis
de las organizaciones del tercer sector, implicar reconocer que las acciones
sociales están inscritas en estructuras sociales e institucionales y reconocer que si
bien es posible que los niveles micro, meso y macro se refuercen mutuamente, el
contrario también es posible. Para un análisis de las relaciones entre
organizaciones e instituciones, estas distinciones son centrales, pues refuerzan la
idea que hemos sostenido a lo largo del documento que no puede derivarse de la
existencia de fuertes densidades organizacionales, el que eso se traduzca
necesariamente en mayores niveles de confianza en instituciones públicas. “Los
niveles micro y meso de capital social pueden contribuir tanto a mejorar el
funcionamiento del estado como a debilitarlo. Del lado positivo, las organizaciones
locales pueden fortalecer instituciones regionales y nacionales contribuyendo a su
legitimidad y estabilidad. Del lado negativo, excesivas identificaciones étnicas en
asociaciones locales pueden impedir el desarrollo de políticas e incluso contribuir
a facilitar la violencia” (Grootaert, C. y van Bastalaer, T. 2002:4).
Este análisis de los niveles de capital nos permite volver con mejores elementos al
tema central del documento, las características del capital social y del tipo de
relaciones entre organizaciones e instituciones públicas que contribuyen a ampliar
la participación ciudadana y la profundización de la democracia.
1.4.3 La institucionalidad pública, la racionalidad colectiva y el capital social
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
113
La interacción entre los niveles micro, meso y macro que comentamos atrás pone
de presente el vínculo de doble vía que existe entre organizaciones e instituciones
públicas y obliga a superar el tipo de análisis que se concentra en el nivel micro y
meso del capital social y que suele dejar de lado los efectos positivos de las
instituciones públicas en el desarrollo de organizaciones capaces de actuar en
espacios plurales y de concertar con diversos actores sociales. Unas instituciones
públicas abiertas a la participación equitativa de las organizaciones sociales y que
demuestren los beneficios11 de la participación a través de dar respuestas
concretas a las demandas ciudadanas, contribuyen a generar confianza en la
acción colectiva pública, a cualificar y ampliar las formas de participación social y a
desarrollar formas de gobernabilidad democrática (Abers, Rebecca. 2000: 149-
151).
Es importante subrayar desde ahora que esta legitimidad institucional se genera
no por la existencia de una normatividad apropiada, sino por el uso efectivo de la
institucionalidad y por los resultados sociales y políticos que genera. En ese
sentido, una participación inclusiva, plural, deliberante y efectiva puede tener
efectos importantes en la generación de confianza y en la generación de capital
social entre las instituciones y la ciudadanía. Para generar este tipo de
participación se requieren además de normas, instituciones abiertas a la
participación, voluntad política, recursos, atención a los procesos y programas de
promoción (Sudarsky, J. 2003: 3 del capítulo 2)
Ese tipo de participación tiene por supuesto una amplia serie de condicionantes.
Uno central, es el logro de instituciones y políticas públicas que contribuyan
efectivamente al logro de la equidad en la participación. Al igual que lo que ocurre
con el ingreso, la participación social no está igualmente distribuida y se requieren
estrategias públicas para promover procesos participativos inclusivos. Existe un
amplio desbalance entre los recursos que movilizan las diferentes organizaciones
y una gran asimetría en las capacidades de las mismas. Esos desbalances
organizacionales en relación a grupos económicos, sociales, culturales generan
asimetrías en la participación social, lo cual puede tener efectos negativos en la
democracia y en el desarrollo social.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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A quién se incluye en la participación, cómo se incluye, qué reglas se utilizan para
la deliberación de los participantes, de qué forma se promueve la generación de
capacidades organizacionales y cómo se responde a las propuestas de los
agentes participativos, son elementos cruciales en el desarrollo de instituciones
públicas favorables a la participación, formadoras de capital social y credibilidad
en la acción colectiva ampliada.
Las estrategias y reglas para promover deliberación, concertación y resolución de
conflictos entre los diversos sectores que participen en los espacios públicos son
también fundamentales en las políticas de participación que busquen ampliar lo
público y que contribuyan al desarrollo de una racionalidad colectiva y de una
confianza generalizada en las instituciones públicas. No siempre la participación
contribuye a la articulación vertical entre organizaciones e instituciones, o
articulación horizontal entre organizaciones, así que las reglas, incentivos y
características de las instituciones públicas se constituyen en factores facilitadores
o limitantes de estas formas de articulación. Un reto importante para la
investigación es encontrar claves en estrategias de articulación vertical y
horizontal que contribuyan al desarrollo de capital social y facilite formas de
coordinación y cooperación entre diversos en torno a proyectos de beneficio
público.
En lo que sigue nos serviremos de ejemplos de casos colombianos y brasileros y
de información de investigaciones realizadas en esos países para analizar el papel
de las instituciones públicas en la creación de capital social y en la promoción de
formas de participación inclusiva, así como para mostrar con alguna evidencia los
problemas de inequidad y desarticulación que las políticas de promoción de capital
social y participación cívica tienen que enfrentar.
Sobre la inequitativa distribución organizacional y la no relación entre densidad y
articulación. Un estudio reciente sobre capital social en Bogotá nos ayuda con su
información a ejemplificar varias de las proposiciones que hemos sostenido en
este documento y a mostrar las dificultades que enfrenta una política de
construcción de capital social al nivel institucional que busque ser inclusiva y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
115
responda a las asimetrías de recursos organizacionales y de participación
existentes en la sociedad.
Iniciemos con algunos datos sobre la asimetría en los recursos organizacionales.
En el estudio mencionado se midió la densidad organizacional de la ciudad de
Bogotá sobre la base del número de membrecías de la población de la muestra.
Este indicador de densidad muestra el grado en que los residentes de una
localidad o de la ciudad pertenecen activamente o no a organizaciones
voluntarias. Los resultados tabulados por estratos socioeconómicos muestran
gráficamente la distribución desigual de los recursos organizativos en la población.
Siguiendo esa gráfica se puede analizar rápidamente el desbalance en la
distribución de la pertencia a organizaciones y ver cómo disminuye el porcentaje
de membrecías a medida en que disminuye el estrato socio económico o en otras
palabras, como los estratos altos tienen mayores recursos organizacionales en
relación a los estratos bajos. (Sudarsky, J. 2003:53).
En el 2001, de acuerdo a este estudio, el 91% (2´190.000) de la población mayor
de 18 años que no pertenecía a alguna organización secular en Bogotá, se
concentraba en los primeros tres estratos. Para efectos de entender la dimensión
relativa de este fenómeno es importante anotar que el 84% de la población mayor
de 18 años se concentra en estos estratos y por tanto que existe claramente una
distribución inequitativa en términos organizacionales en la ciudad (Sudarsky, J.
2003:56). Este desbalance en los recursos organizacionales que se da en Bogotá
y seguramente se repite en varias ciudades en América Latina, genera un reto
inmenso para cualquier política de participación que tenga como criterio la equidad
y la inclusión y requiere de estrategias e instituciones públicas adecuadas para
promover y facilitar la participación de los estratos bajos de la población. Esta
asimetría ha sido estudiada en otros contextos y es un dato que obliga a no asumir
como punto de partida que los diferentes sectores sociales cuentan con las
mismas capacidades y recursos para participar en la arena pública.
En la investigación mencionada, además de la densidad organizacional, se midió
la articulación organizacional, entendiendo por este concepto el grado por el cual
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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las organizaciones se encuentran entrelazadas o se vinculan con otras
(articulación horizontal) y a su vez se asocian con otras organizaciones de mayor
cobertura territorial y participan de los procesos de planeación local con
instituciones públicas (articulación vertical). (Sudarsky, J. 2003:46). Tabulados los
datos de densidad y articulación por las localidades o divisiones territoriales y
políticas de la ciudad y puestos en una matriz, el autor nos muestra claramente las
diversas modalidades de vínculos entre densidad y articulación. Es posible
encontrar localidades con baja densidad y baja articulación, localidades con alta
densidad y baja articulación, localidades con baja densidad y alta articulación, y
algunas pocas con alta articulación y alta densidad.
Tanto la asimetría en la densidad organizacional como la no correlación entre
densidad y articulación, pone en cuestión una vez más el supuesto de que el
fortalecimiento organizacional es en sí mismo un factor para el fortalecimiento de
la sociedad civil y para generar alternativas de participación equitativas y que
superen la fragmentación cívica. Esta investigación en Bogotá, así como otras en
Brasil han puesto un importante énfasis en el peso de cierto tipo de instituciones
públicas para facilitar la articulación, concertación y agregación de demandas
ciudadanas. Veamos a continuación algunas de sus características.
El presupuesto participativo en Brasil, la justicia redistributiva y el fomento
continúo del capital social. El ejemplo por excelencia de institución pública que ha
contribuido de manera importante a la inclusión de los sectores más pobres en su
participación en las decisiones de políticas y en el cambio de la cultura política es,
sin duda, el presupuesto participativo de Porto Alegre. Esta innovación fue
introducida en 1989 en Porto Alegre y actualmente se practica en 103 ciudades en
Brasil y en algunas otras ciudades en América Latina. La amplia expansión de
esta innovación con resultados diversos en los diferentes contextos, se ha
constituido en un laboratorio social que permite extraer conclusiones de gran
relevancia para la discusión sobre los vínculos entre instituciones, capital social,
organizaciones y participación ciudadana.
El presupuesto participativo (PP) es una institución pública que incentiva la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
117
participación ciudadana y permite la deliberación y concertación pública en materia
de presupuesto municipal. De acuerdo a Leonardo Avritzer, uno de los analistas
más destacados de este fenómeno en Brasil, el PP tiene cuatro elementos que lo
caracterizan. El primero son las asambleas regionales y temáticas en las cuales
cualquier ciudadano del municipio puede participar y cuya función es realizar el
seguimiento al uso del presupuesto de anteriores administraciones y establecer
las prioridades por localidad después de negociar entre los participantes. (Avritzer,
L. 2002: 1, 5-6)
Una segunda característica es la combinación de diferentes elementos de
participación. Por ejemplo, mientras las asambleas temáticas y regionales se
basan en formas de participación directa, otro cuerpo del PP, el Consejo del
Presupuesto Participativo (CPP) funciona sobre la base de una participación
delegada. Este Consejo está compuesto por representantes elegidos (los
consejeros) en las asambleas temáticas y regionales y por representantes de
organizaciones sociales. En ese Consejo, se negocia y deciden las prioridades
presupuéstales entre los consejeros, y entre estos y los representantes de la
administración. Los representantes de la administración, al menos en Porto
Alegre, no tiene prerrogativas especiales ni poder de decisión, pero si voz y
capacidad de veto, basados en argumentos técnicos, ambientales y financieros
que tienen que argumentar y defender en el CPP (Avritzer, L. 2002: 6-7)
Una tercera característica es la autorregulación. Las reglas para la deliberación, el
proceso de toma de decisiones, así como para los procedimientos y la
composición de los diferentes cuerpos del PP se deciden en el CPP. En efecto el
diseño institucional actual es resultado de un proceso de concertación entre los
diferentes actores intervinientes en el proceso y no puede ser atribuido a ningún
actor en particular. (Avritzer, L. 2002: 4, 7)
El último elemento del PP es el cambio en la forma como se distribuyen los bienes
públicos, utilizando una combinación de decisiones basadas en la participación y
criterios técnicos de equidad sobre quién debe tener acceso a los bienes públicos.
(Avritzer, L. 2002: 2)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
118
Estos diferentes elementos han contribuido a generar incentivos continuos para la
ampliación de la participación, especialmente de los sectores más desfavorecidos,
han tenido efectos en la transformación de la cultura y prácticas políticas y ha
conducido a una redistribución efectiva de los recursos públicos. Estos diferentes
efectos a su vez han sido el sustento para generar confianza, legitimidad y
continuidad a esta institución pública.
Los vínculos entre la participación inclusiva y la efectividad del presupuesto
participativo. Un primer dato de suma importancia para los analistas de las
participaciones que los niveles de participación en los presupuestos participativos
no sólo han sido altos, sino que se han incrementado en el curso de los años. En
Porto Alegre, por ejemplo, en el primer año participaron 976 ciudadanos. Diez
años más tarde, ese número había ascendido a 13.687. En Sao Paulo, el primer
año de funcionamiento del PP contó con 30.000 ciudadanos. En el segundo año
participaron 50.000 en el PP. (Avritzer, L. 2002: 7). Este incremento continuo en la
participación se relaciona con la efectividad del proceso. Efectividad de un proceso
deliberativo que tiene efectos visibles tanto en la distribución equitativa de los
bienes públicos como en la transformación de la cultura política.
Es importante analizar cuántos participan pero también quiénes participan.
Algunas cifras de la participación en asambleas temáticas y regionales del PP en
Porto Alegre nos ayudan en este punto. El 30.22% de los participantes tenían
ingresos menores a dos salarios mínimos y 25.51% entre dos y cuatro salarios
mínimos, porcentajes estos similares a la composición socio económica de la
población (Avritzer, L. 2002:5). Lo cual muestra una capacidad inclusiva en
términos de participación de una institución pública como el PP.
En relación a la justicia redistributiva, un estudio sobre el PP realizado en Belo
Horizonte mostró como los estratos 5 y 6 (los más bajos) están recibiendo entre 4
y 10 veces más inversión pública que los estratos 1 y 2 (los más altos), como
efecto de las deliberaciones en el PP. (Rocha, R. 2003:1). Este efecto en la
distribución equitativa de bienes público, conjuntamente con la tradición asociativa
del sur del Brasil, ha contribuido a la participación de una población de estratos
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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bajos y por tanto, al fomento de procesos políticos y económicos inclusivos.
A pesar de este importante nivel de participación de población de bajos recursos
determinado por el diseño y efectividad del PP, esto no significa que los retos por
una mayor inclusión estén aún superados. Si los porcentajes de participación se
analizan en relación a los que toman la palabra durante las asambleas, se puede
notar una correlación inversamente proporcional entre participación activa y
condición socio económica. El porcentaje de participantes que nunca habla en las
asambleas en el grupo con ingresos menores a dos salarios mínimos es 47.3%,
mientras en el grupo con salarios entre ocho y doce, solamente el 27.1% nunca
habla. Ese mismo porcentaje para el grupo que tiene entre 2 y 4 salarios mínimos
es de 37.9%. (Avritzer, L. 2000: 6)
Regresando al tema del acceso a los bienes públicos es interesante analizar las
cifras presentadas por Avritzer en el cuadro comparativo sobre el impacto socio
político del PP en Porto Alegre y Belo Horizonte que reproducimos abajo. Un
primer elemento que resalta en esta información es la importancia que tenían otras
estrategias diferentes a la deliberación, utilizadas para acceder a los bienes
públicos antes del PP. Nos referimos a la movilización social y a los mediadores
políticos. Al comparar el porcentaje de los participantes del PP que utilizaban la
movilización social (54% en Porto Alegre y 34% en Belo Horizonte) o la mediación
de políticos (41% en Porto Alegre y 60% en Belo Horizonte), en relación a los que
reportan acceder a los bienes públicos a través del PP (89.6% en Porto Alegre y
60.3% en Belo Horizonte), nos podemos llevar una buena idea de la forma en que
las estrategias de participación han variado por la introducción de una innovación
en una institución pública como el PP. Si además tenemos en cuenta que la
intervención por fuera del PP no fue necesaria para el acceso a bienes públicos
para un porcentaje alto de los participantes (72% en Porto Alegre y 61.7% en Belo
Horizonte) y que la intervención específica de políticos fue básicamente
innecesaria (en el 100% de los casos en Porto Alegre y el 92.7% en Belo
Horizonte), se puede evidenciar claramente la transformación de las prácticas
políticas derivada del PP. (Avritzer, L. 2002:10).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
120
Avritzer, L. 2002: La información presentada atrás confirma nuevamente la
proposición sostenida a lo largo de este documento sobre la centralidad de la
efectividad de una institución pública para la generación de legitimidad y confianza
en la misma. La efectividad de un proceso de toma de decisiones público y
transparente y la capacidad de una institución como el PP de producir resultados
visibles tanto en el campo de la redistribución de bienes públicos como a nivel de
la transformación de las prácticas políticas, ha contribuido al incremento del capital
social y de la confianza en reglas que funcionan e instituciones que cumplen con
las expectativas de los participantes.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
121
Capítulo 2. Tercer sector en México, bases para su caracterización
Aunque las organizaciones mexicanas del Tercer Sector sean similares a las de
otros países, poseen una especificidad que no es posible comprender sin referirse
los procesos societales que constituyen no sólo su contexto, sino los cuales
establecen importantes condiciones, límites y posibilidades de su acción, y los
cuales condicionan su modo de organizarse y de funcionar en su vida cotidiana.
Por ello, es que debemos atender cuidadosamente al contexto social, cultural y
político nacional donde han surgido y se desarrollan.
¿UN PROPÓSITO PÚBLICO?
Sin embargo, más allá de esta investigación exploratoria y algunos estudios que
han recogido información estadística sobre el tercer sector en su conjunto, hay
poca investigación rigurosa sobre su historia y evolución. Exceptuando uno que
otro estudio de caso sobre un hospital particular o una universidad privada, la
academia no pareciera interesarse en la investigación sobre las organizaciones sin
fines de lucro. Tampoco existen estudios detallados de diferentes categorías de
organizaciones. Por ejemplo, de algunas fundaciones tenemos un conocimiento
práctico de sus misiones institucionales y sus objetivos –que varían según sus
respectivos campos de acción, su estructura, sus capacidades y recursos–.
Algunas fundaciones gestionan sus propios programas y proyectos, independiente
de las políticas gubernamentales. Otras participan en la identificación, diseño y
hasta implementación de políticas y programas. En algunos casos, están sujetas a
regulación por entidades oficiales y en otros, funcionan sin mayor escrutinio
público.
No obstante este conocimiento práctico, no se tiene información fiel que permita
contrastar nuestra experiencia con la de otras organizaciones. Sin este referente
externo, a menudo nos equivocamos en la elección de objetivos y estrategias.
Complicándose gravemente la posibilidad de identificar los problemas comunes en
nuestros respectivos campos de acción; tampoco encontramos las estrategias
exitosas, mejores prácticas o proyectos replicables. No hay posibilidad de
referenciación. Peor aún, si dentro de las mismas organizaciones del tercer sector
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
122
existe una falta de información sobre sus pares, en otros auditorios especializados
y en la opinión pública hay un déficit casi total. El tercer sector no forma parte de
nuestro imaginario colectivo. Hay escasa comprensión de su contribución a fines
públicos. Aun cuando hay tendencias opuestas, no son del todo positivas. Con el
crecimiento del tercer sector y de su influencia, también acrecientan las exigencias
para mayor transparencia, rendición de cuentas, responsabilidad y eficacia en el
uso de recursos. Como resultado del escrutinio público surgen críticas sobre la
ausencia de una cultura de responsabilidad o rendición de cuentas dentro de las
organizaciones sin fines de lucro. En México, al igual que en otros países, estas
organizaciones gozan de exenciones tributarias. Así pues, aparecen preguntas
sobre el verdadero beneficio social de dichas exenciones: ¿Realmente las
organizaciones sin fines de lucro contribuyen a un propósito público?8 ¿Son
percibidas como legítimas? ¿Tienen credibilidad ante el público en general? Una
encuesta de opinión realizada este año arroja unos datos inquietantes9. El 8% de
las personas encuestadas confían en los partidos políticos, 24% dicen que confían
en el Estado, mientras que 39% confían en las organizaciones no
gubernamentales (ONG). En cambio, 62% dicen que confían en la empresa
privada. Estos resultados se refieren a un grupo de organizaciones (ONG) con una
connotación muy precisa de activismo en campos como los derechos humanos y
civiles, protección al medio ambiente, fomento a la participación ciudadana, etc.
Dichas organizaciones han sido percibidas con recelo por las entidades estatales.
Y en los medios de comunicación no siempre han recibido una cobertura positiva.
No obstante, hay razones para pensar que el problema de credibilidad y confianza
del público se extiende a las organizaciones sin fines de lucro en su conjunto.
Por ejemplo, en el caso de la educación privada, vale hacerse las siguientes
preguntas: ¿Cómo funcionan los colegios privados sin fines de lucro? ¿O las
corporaciones universitarias? ¿Cumplen con su misión? ¿Prestan servicios de
calidad? ¿Cómo se comparan con entidades públicas en términos de sus
resultados, logro de los estudiantes, etc.?
En el sector de salud también hay preguntas de mucha relevancia:
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
123
¿Cómo se han sostenido los hospitales de caridad? ¿Cómo se gobiernan? ¿Sus
juntas directivas siempre entienden su papel dentro del sistema de seguridad
social en salud? ¿Cómo asegurar su sostenibilidad dentro del actual marco legal y
regulatorio? ¿Qué papel desempeñan las asociaciones profesionales y similares?
Según el estudio mencionado antes, en Colombia estas asociaciones tienen un
peso grande dentro del tercer sector ¿cómo explicar este peso? ¿La legislación
colombiana ha fomentado su creación?
La investigación comparativa citada anteriormente destaca el papel de las
organizaciones del tercer sector en la prestación directa de servicios sociales. Sin
embargo, queda mucho por indagar. ¿Cómo contribuyen al aseguramiento de las
políticas y programas de atención a la niñez, a los niños y adolescentes en
situación de riesgo, a las mujeres sujetas a violencia intrafamiliar, a los
discapacitados o a los ancianos? ¿Cómo han evolucionado las relaciones entre
estas organizaciones y las entidades oficiales? ¿Están sujetas a vigilancia o
regulación? Sin una visión histórica de su evolución y sin información detallada
sobre su actuar hoy en día (de lo bueno y de lo malo), no es posible llegar a una
comprensión amplia de las contribuciones de las organizaciones del tercer sector
al propósito público. En este contexto, es difícil emprender un diálogo con los otros
sectores de la sociedad (Estado y mercado) para encontrar metas comunes,
estrategias de colaboración, o marcos legales y regulatorios adecuados.
2.1 Las organizaciones de la sociedad civil
Una de las vías importantes para estudiar la sociabilidad, y sus potencialidades,
consiste en examinar las características que asume la asociatividad en la sociedad
chilena. Ella posee, en sus diversas formas, una importante tradición. México
presenta un nivel intermedio de cantidad de organizaciones por cada diez mil
habitantes: 56, respecto a Suiza que tiene 169, y de Argentina que sólo posee 22
(Pnud 2000: 117). El total de las organizaciones encuestadas por el Pnud es
relativamente alto: 83.386. Las económicas son las más numerosas constituyendo
el 21,7 %; las de salud, educación y vivienda el 20,4 %; las vecinales el 20,1 %;
las recreativas-culturales, incluyendo las deportivas, corresponde al 17,9 % y las
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
124
de grupos etarios y de mujeres el 12,6 %.
Entre las organizaciones económicas los sindicatos tuvieron un gran desarrollo
hasta 1973. Actualmente el nivel de sindicalización es bajo: en casi todas las
regiones del país es menor al 18 %, y su poder de negociación a nivel empresarial
y nacional es muy limitado. Por ejemplo, los porcentajes de aumento en las
negociaciones colectivas han ido disminuyendo desde 1990. Esto se debe: al alto
endeudamiento de los empleados y obreros; al temor de ser despedidos.
Los objetivos de las organizaciones de la sociedad civil son muy variados y los
más recurrentes son: la búsqueda de "potenciación estratégica" para sus
miembros, al cual se abocan el 25,2 % de las organizaciones; la "sociabilidad" con
el 22,1 %; la "mejora de la calidad de vida" que comprende el 18,2 % de las
organizaciones; y el de fomento y promoción que llega al 13,7 % (Pnud 2000:
130). Desde otra perspectiva, puede diferenciarse entre organizaciones
tradicionales y emergentes del Tercer Sector: "observamos un debilitamiento de
las formas de asociatividad que predominaron en períodos anteriores:
sindicalismo, asociaciones urbanas, campesinas, estudiantiles; y el surgimiento de
otras: ambientalistas, de mujeres, de consumidores, de derechos ciudadanos
frente a la inseguridad, de oposición a proyectos que afectan comunidades,
regiones y pueblos indígenas; también emergen movilizaciones frente a la
intolerancia cultural y persisten las referidas a derechos humanos" (Ahumada et
alli 1998: 63).
El Tercer Sector, aunque posee un desarrollo relativamente amplio y un nivel
medio de asociatividad presenta importantes debilidades. Examinando la
bibliografía y las opiniones de directivos de estas organizaciones, se podría
señalar de modo conjetural en conjunto que : (a) la mayoría de las organizaciones
son pequeñas y de pocos miembros; (b) el nivel de participación en ellas es
variable pero, en una importante porcentaje, es de bajo nivel; (c) en su
organización interna y en la relación entre sus miembros y asociados podría
decirse que predominan las formas organizativas autoritarias y paternalistas; (d)
los análisis muestran que los sectores de mayores niveles educacionales y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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económicos son los que han desarrollado una mayor capacidad de asociatividad
(Pnud 2000); (e) parte importante de ellas no cuenta con recursos materiales
mínimos, y se mantienen por el esfuerzo y dedicación de algunos de sus
miembros; se observa que tanto el Estado, las municipalidades, empresas y otras
organizaciones funcionales tienden a concebir a estas organizaciones con un rol
subordinado o de apoyo a sus objetivos; (g) el reconocimiento y auspicio del
Estado, sus organismos, ministerios y de las municipalidades a las organizaciones
de la sociedad civil es bajo, mínimo o inexistente, salvo aquellas que venden
servicios al Estado; (h) las empresas privadas -a diferencia de Estados Unidos,
por ejemplo- contribuyen en muy escasa medida a estas organizaciones, e incluso
están tendiendo a crear las suyas; por vacíos legales y la escasa capacidad
fiscalizadora del Estado, un conjunto significativos de empresas de servicios,
guiadas por criterios comerciales, funcionan bajo la apariencia de organizaciones
sin fines de lucro. Muchos de los colegios más exclusivos y caros del país tienen
la forma legal de organizaciones (fundaciones o corporaciones), sin fines de lucro.
El estudio realizado por el Pnud, que es el principal realizado hasta ahora, no
incluye muchas asociaciones pequeñas y sin personería jurídica. El hecho de que
no contemos con un catastro más completo y pormenorizado, muestra que la
sociedad y el Estado recién empiezan a valorar la diversidad de las
organizaciones del Tercer Sector; tampoco contamos con una acumulación de
estudios de casos, realizados con una metodología compleja que nos permita
conocer y analizar la situación real y la problemática de estas organizaciones.
En este sentido se puede estimar una fuerza vigorosa y económica del sector (5%
del PIB, 395 mil empleos asalariados y un millón y medio de voluntarios), por lo
que podríamos establecer dos conclusiones que son importantes para nuestra
hipótesis. En primer término que “la heterogeneidad es el rasgo dominante de las
organizaciones que conforman el sector sin fines de lucro, considerando sus
funciones, el tipo de servicios que prestan y sus características estructurales”
(Ibídem: 16).
En segundo lugar “desde una óptica que no subordina la importancia al tamaño,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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puede afirmarse que la significación de estas organizaciones también debe ser
evaluada por su contribución a la integración de la sociedad, por su creciente rol
en las diversas instancias de ejecución de políticas sociales y por su potencialidad
para generar un espacio económico y social en el que predomine la reciprocidad y
la solidaridad” (Ibídem 18).
Los distintos ejemplos revisados indican que la expansión de los mecanismos de
mercado, del modo como ésta se ha dado, genera efectos diferenciales según el
contexto en que se produzcan. La flexibilización de los mercados laborales y la
acelerada dinámica de cambio en el sector rural ha tenido como consecuencia una
marcada tendencia a la desintegración social, expresada nítidamente en las
pautas de la asociatividad: casi inexistentes entre los temporeros de la fruta y
defensiva entre los jóvenes marginales de la ciudad. En el caso de los sectores
medios emergentes también decae la tendencia asociativa y surgen propuestas
para el desarrollo de una sociabilidad no asociativa desde el propio mercado. Esas
propuestas sólo reemplazan parcialmente las funciones de la acción asociativa,
dejando un vasto campo sin cubrir.
En esta preocupación concurren diversas motivaciones que conviene explicitar.
• Primero, se ha sostenido que algunas organizaciones humanitarias pueden
proporcionar servicios a los más pobres, con un costo más bajo para el
Estado, lo que hace razonable subvencionarlas para maximizar los recursos
del gasto social.
• Segundo, en el mismo sentido, se ha identificado las organizaciones del
Tercer Sector con las Ongs, y se les atribuye un significativo papel en "la
lucha contra la pobreza", y se contempla la posibilidad de crear sistemas de
voluntariado. Se aumentarán los fondos para licitaciones de proyectos. De
este modo, se privatizará una parte importante de la aplicación de las
políticas sociales. Esto significará como en el caso anterior, la maximización
de recursos del gasto social.
• Tercero, se han creado desde 1990, pequeñas organizaciones, por ejemplo,
de homeless o "allegados"; y de habitantes de los barrios pobres,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
127
"pobladores", los cuales presentan proyectos que incluyen una parte del
financiamiento, y compiten entre sí, para obtener subsidios del Estado para
viviendas sociales, para pavimentar calles u otros fines. De este modo,
también se maximizan los recursos de las políticas sociales, y se tiende a
evitar que surjan movimientos sociales conflictivos. Este procedimiento ha
sido denominado "participación subordinada"(Guerra).
• Cuarto, en el mismo sentido, el Banco Mundial está proponiendo que los
beneficiarios de las políticas sociales se conviertan en coejecutores de
proyectos de dichas políticas. Habría que preguntarse porque no podrían
participar en su diseño y su evaluación.
• Quinto, las actuales políticas sobre el Tercer sector convocan a los
empresarios las empresas a realizar de actividades humanitarias y de
mejoramiento de la calidad de vida de los sectores pobres, de acuerdo a la
concepción de la responsabilidad social de las empresas. Se diría que estas
propuestas no se basan en un conocimiento realista sobre la mentalidad
empresarial chilena, para la cual este sector está cumpliendo con creces su
papel social por proporcionar empleos, contribuir al crecimiento económico
y exportar. Dicha propuesta tampoco considera las actuales condiciones
económicas de las pequeñas y medianas empresas, por tanto, su ámbito de
convocatoria se reduce (casi) exclusivamente a las grandes empresas.
Las referidas estrategias significarían que una parte de las organizaciones de la
sociedad civil potenciaría el rol subsidiario de un Estado asistencial y mínimo; lo
cual es concordante con la doctrina neoliberal prevalente. Esto no es negativo en
sí mismo, pero no corresponde -sino en muy escasa medida- con la idea de
fortalecer la sociedad, democratizarla y ampliar y profundizarla la ciudadanía.
• Sexto, hay una preocupación política en el amplio sentido de la expresión.
Los estudios del Pnud, se estarían mostrando que "ni el gobierno, ni el
parlamento, ni los empresarios, ni el modelo económico se van a legitimar,
sin que la sociedad sea más fuerte y se sienta más acompañada y valorada
por el sistema político. En otras palabras, el fortalecimiento de la sociedad
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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civil mediante la activación del Tercer Sector podría potenciar la democracia
y aumentar la integración social, lo que a su vez cumpliría un rol de
legitimación los otros dos sectores y de la modernización neoliberal. Sin
embargo, es difícil, o quizá imposible, que ésto pudiera lograrse mediante
los procedimientos mencionados.
• Séptimo, también se ha afirmado, en general, la necesidad de potenciar el
Tercer Sector para organizar la sociedad civil, fortalecer la democracia,
hacerla más participativa, ciudadanizarla, superando las limitaciones de una
democracia puramente representativa e institucional, y disminuyendo la
atomización y fragmentación social (Ortega 2000, Pnud 2000 y Lagos
2000).
• Octavo, una expresión de la búsqueda de nuevas alternativas, en el sentido
recién señalado, que superen la concepción funcionalista sobre las
organizaciones de la sociedad civil. Allí señaló que en la sociedad existían
diversas posibilidades de desarrollar el Tercer Sector, pues había una gran
cantidad de dirigentes políticos y sociales; un considerable interés por hacer
deportes; muchas iglesias que habían tendido a cerrarse sobre sí mismas,
las cuales podrían asumir una actitud de apertura; asimismo, las escuelas
podrían abrirse hacia la comunidad. El Estado y los municipios podrían
asumir la mayor responsabilidad en este nuevo proceso. El papel principal
de los dirigentes políticos y sociales sería el de constructores de
convivencia social.
En nuestra opinión, el problema básico no es de recursos, puesto que el Estado
está destinando importantes cantidades al área social, los cuales podrían
reasignarse. De hecho, el Estado estaba dando respuesta a distintos problemas,
pero éstas no son articuladas. Ejemplificó cuestionando las políticas de vivienda
social, puesto que, al ubicar las nuevas poblaciones en las zonas periféricas de la
ciudad, donde el suelo es más barato, el Estado sin proponérselo, contribuía a
reproducir la segregación urbana. Asimismo, la subvención a colegios particulares
en zonas populares ha generado una forma de segregación económica en los
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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colegios por el pago de matrículas y mensualidades. Asimismo, en muchos casos
los municipios son dirigidos con criterios empresariales, pero ellas no son
empresas ni deben intentar serlo. La tarea de hoy sería la de crear condiciones de
convivencia entre los vecinos y entre los ciudadanos, y reconstruir los modelos de
sociabilidad. La escuela podría ser el centro de rearticulación social. Esta tarea
implica debatir el modelo de desarrollo, y tratar de comprender lo que estaba
pasando en el tejido social (Montes 2000).
2.2 Capacidad Emprendedora y Capital Social: dos Factores Clave para el
Desarrollo del Tercer Sector
El tercer sector, en la medida que configura organizaciones que responden a
necesidades sociales, debe ser eficaz y eficiente en la satisfacción de las mismas.
Por tanto, debe orientarse hacia una demanda o hacia una clientela. La capacidad
emprendedora es un factor que atraviesa a todas las organizaciones y un
componente clave para su éxito. Las organizaciones del tercer sector se basan, en
gran medida, en la acumulación de capacidad emprendedora. De ahí la
importancia de analizar este factor en el seno del tercer sector.
La emergencia del espíritu emprendedor como a menudo se cree no depende solo
de opciones individuales o de fuerzas de mercado, sino de condiciones sociales.
Las actuales condiciones sociales son favorables a la emergencia de
emprendedores, de ahí la pertinencia de su definición como nuevo fenómeno
social.
Se puede definir a los emprendedores como personas que enfrentan problemas
que no tienen soluciones simples, que exigen el aprendizaje de nuevos métodos.
No esperan respuesta desde lo alto (gobiernos, empresas, organizaciones) sino
que presentan un cambio de actitudes y de valores, y demuestran una gran
capacidad de adaptación. La iniciativa emprendedora es la movilización de
personas que aprenden nuevas formas de actuar.
Estos emprendedores, no se reducen a la actividad empresarial privada, pueden
ser privados, pero también públicos o asociativos. En todos los casos, lo que los
define son algunos de estos rasgos:
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
130
• Estar atentos a las oportunidades para descubrir necesidades insatisfechas
y seleccionar vías apropiadas para satisfacerlas.
• Para aprovechar estas oportunidades, soportan riesgos (emocionales, de
reputación, y financieras) para llevar a cabo una acción con consecuencias
inciertas.
• Para proseguir estas acciones tienen que ensamblar equipos y redes que
reúnan talentos y los recursos necesarios para producir cambios.
Los emprendedores deben ser catalogados como innovadores culturales, capaces
de poner en movimiento nuevas pautas culturales y crear mutaciones porque en
su actitud está presente la preocupación por el modo de vida de la comunidad.
De aquí se desprende también su importancia central para la remoción de
obstáculos para satisfacer las nuevas necesidades Los emprendedores se
destacan por su clarividencia y fuerza para captar y satisfacer nuevas demandas,
habilidad para leer lo nuevo, que procede de su mayor sensibilidad hacia lo que
otros necesitan.
La capacidad emprendedora individual y colectiva es la base de una economía de
mercado abierta y dinámica. Pero también es necesaria en los espacios de “no
mercado”. De ahí la importancia de las iniciativas emprendedoras en los ámbitos
sociales o de interés público. En este sentido, las organizaciones del tercer sector
son un filón de capacidad emprendedora cuando ellas mismas son
emprendedoras, cuando se centran en la receptividad a las demandas de los
clientes-usuarios e innovan en la provisión de los servicios. Se puede constatar un
incremento de gran relevancia en la emergencia de nuevos emprendedores
sociales motivados por la creación de nuevos servicios a las personas y a la
comunidad, de protección del medio ambiente, o de actividades culturales,
generan proyectos, organizan equipos eficientes y alcanzan resultados exitosos en
sus ámbitos de acción. Sin duda, que los niveles de capacidad emprendedoras
están positivamente correlacionados con los niveles de asociacionismo cívico y
con el stock de capital social o capital de confianza que tenga la sociedad. El
capital social es otro factor de primera importancia para el desarrollo del tercer
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
131
sector. Puede definirse el capital social como el conjunto de normas y hábitos
sociales que llevan a las personas a la confianza recíproca, a asociarse para
tareas y objetivos comunes. De ahí que la densidad del tejido asociativo sea un
indicador del capital social existente en una sociedad. Este capital de confianza es
un factor de primera importancia para el desarrollo económico y para la cohesión
social de nuestras sociedades, en la medida que la confianza facilita y potencia la
resolución de problemas comunes y reduce costes de transacción y de
intercambio. Recientemente se ha estudiado con detenimiento la importancia que,
para el desarrollo económico y social de los países y regiones, tiene la dotación o
el stock de capital social que posee una sociedad determinada, así como la
propensión de algunos países, por ejemplo, los anglosajones, hacia una mayor
“sociabilidad espontánea”, o su mayor capacidad de asociarse en el seno de la
sociedad civil, más allá del estado y de los lazos familiares.
2.3 La generación de empleo en las organizaciones del tercer sector
Todas las estadísticas sobre la población activa muestran un incremento
significativo del empleo en las organizaciones del tercer sector y en las entidades
no lucrativas y este fenómeno tenderá a incrementarse en los próximos años
debido a los factores ya enumerados anteriormente en cuanto al nuevo papel que
las entidades del tercer sector cumplen en las transformaciones sociales de
nuestro tiempo.
Las actividades del tercer sector se desenvuelven en base a una combinación
inestable de trabajo profesional (remunerado) y el trabajo voluntario (donación). La
reflexión en torno al tercer sector como “fuente de nuevos empleos” y como
organismos que conducen progresivamente a la creación de empleo, puede
ocasionar una nueva contradicción entre voluntariado y trabajo remunerado.
Podemos ver aparecer formas de institucionalización del voluntariado, formas
mercantilistas de subvención, de profesionalidad y funcionalismo, que pueden
vaciar su sustancia desinteresada Entre la economía de las donaciones (propias
de las asociaciones de voluntarios), la economía de la redistribución (servicios del
estado) y el mercado (venta directa de servicios) se producen relaciones
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
132
complejas. Por una parte, en la medida que muchas asociaciones del tercer sector
gestionan programas por delegación pública. Por otra, porque las propias
asociaciones integran dimensiones de profesionalidad y gestión mercantil. Pero lo
más relevante es que existen tres dimensiones sustancialmente diferenciadas.
Muchas organizaciones del tercer sector viven esta contradicción entre
voluntariado, servicios a las personas, y la necesidad imperiosa de
profesionalización para proveer estos servicios. De hecho, se produce una tensión
entre los valores de eficacia gestora y los valores de solidaridad y donación.
Muchas se preguntan desde el ángulo de los principios éticos, si no se corre el
riesgo de mercantilizar y profesionalizar la solidaridad.
Pero hay otro ángulo de reflexión, si se quiere más pragmático. Durante los años
90, más de 94 millones de norteamericanos adultos, emplearon parte de su tiempo
en diferentes organizaciones voluntarias. Las horas dedicadas representan una
contribución económica equivalente a 9 millones de puestos de trabajo a tiempo
completo, y si se mide en términos monetarios, serían equivalentes a
176.000millones de dólares. (V. Hodgkinson, 1992). Esta dimensión tiene una
importancia crucial para el tercer sector en la medida que dispone, por su propia
naturaleza, de unos recursos y energías que le permite abordar los nuevos
problemas y, simultáneamente, reducir los costes de unos servicios que,
suministrados exclusivamente a través de la remuneración y del trabajo
asalariado, no existirían. Cabe pensar que el fenómeno del voluntariado no hará
sino crecer en nuestras sociedades. La reducción del tiempo de trabajo facilita el
tiempo de voluntariado asociativo. Es razonable pensar que nuestras sociedades
se encaminan hacia la pluriactividad.
El voluntariado cumple y cumplirá más en el futuro un papel en la identidad de los
individuos, en la medida que la identidad construida sobre la base laboral
profesional tenderá a reducir su importancia. La redistribución del tiempo social, y
el incremento del tiempo de voluntariado tendrán una incidencia mayor en la
construcción de la ciudadanía.
Por ello se hace necesaria una reflexión permanente y rigurosa en torno a los
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
133
equilibrios entre voluntariado y profesionalidad. De todos modos, puede
encontrarse una relación directa entre el voluntariado y el empleo. En muchos
casos, ser voluntario resulta un aprendizaje y el inicio de un itinerario hacia el
empleo. El voluntariado conlleva una formación personal de singular importancia
para futuros itinerarios profesionales. El nuevo rol de las organizaciones del tercer
sector en la satisfacción de necesidades sociales ha puesto de manifiesto la
necesidad de determinadas figuras o perfiles profesionales. Se trata de los
mediadores en toda su amplia variedad, imprescindibles para reconstruir vínculos
y relaciones deterioradas por nuestro modelo de convivencia. Se han debilitado los
vínculos la solidaridad informal del vecindario, de la familia, del trabajo. (B. Erme,
1996).
2.4 El modelo de intervención europeo y la promoción del empleo
Durante los últimos años, se ha ido desplegando una reflexión y una serie de
prácticas en torno a nuevos escenarios para la cohesión social, el empleo y el
desarrollo territorial europeo. Quizás el antecedente y referente más emblemático
ha sido el Libro Blanco sobre competitividad y empleo, o Informe Delors. La
Comisión Europea ha ido desarrollando una acción en esta dirección, y el llamado:
En el Segundo Informe sobre las Iniciativas de Desarrollo Local y de Empleo
(1998), han profundizado en esta línea Posteriormente, la Comisión, a través del
Fondo Social Europeo (artículo 6) ha promovido proyectos piloto sobre “Tercer
Sector y empleo”, e impulsado programas para la promoción de los llamados
“nuevos yacimientos de empleo” a través del Feder (artículo 10). En todo caso, las
relaciones entre creación de empleo y tercer sector están siendo promovidas de
forma decidida.
Las ILDE (iniciativas locales de desarrollo y empleo) resumen este enfoque.
Vinculadas a los cambios sociológicos, a la individualización creciente de nuestras
sociedades y al contexto económico de la globalización, tratan de apartarse de un
enfoque estándar de la creación de empleo. Frente a las predicciones sobre el
futuro del trabajo las iniciativas locales tienen una dimensión social e incluso
solidaria.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
134
Proponen una respuesta económica al desempleo, potenciando el espíritu de
empresa colectivo y aceptando que no toda relación de servicio se someta a un
intercambio comercial.
Los aspectos clave de este enfoque tienen que ver con una nueva perspectiva de
acción. En primer lugar, la atención a la demanda resulta esencial, puesto que las
ILDE sólo prosperan si proponen servicios de mejor calidad o más innovadores y
capaces de estimular en última instancia, una demanda solvente.
Existe y funciona un mercado intermedio de trabajo. A menudo está a cargo de
organizaciones específicas (asociaciones, empresas de inserción, etc.). No se
limitan a seleccionar los desempleados, sino que estimulan la demanda local de
trabajo para generar nuevos puestos que constituyan un trampolín hacia la
reinserción profesional: la activación de proyectos latentes en las empresas
privadas existentes, la prospección de los nichos de mercado y las necesidades
no satisfechas, son funciones de estas organizaciones.
Desde este enfoque se promueve la reorganización de profesiones en función de
las necesidades. La formación no constituye un dato exógeno o un instrumento al
servicio de la activación del mercado de trabajo, sino un componente del empleo e
incluso de los proyectos locales. A causa de las nuevas exigencias de calidad de
los servicios propuestos a los clientes, es que se reconstruyen las profesiones en
función de la demanda, proceso en el que participan los interlocutores sociales y
las instituciones. Esto también se relaciona con las nuevas formas de organización
del trabajo que exige nuevas necesidades de cualificación (perfiles transversales,
relación producción-control, aptitudes de relación, coordinación de proyectos, etc.)
Los servicios de proximidad que afectan a la cohesión y la calidad de vida, deben
ser considerados como soluciones innovadoras, que se dirigen a necesidades
sociales concretas, que ofrecen un servicio de calidad elevada, y que son
creadoras de empleo con buenas condiciones de trabajo. En ese sentido se
descarta una perspectiva de trabajos ocasionales o la creación de empleo precario
por el lado de la oferta. La explotación de los nuevos yacimientos de empleo en
los servicios de proximidad exige una aproximación de mercado amplia. Las ILDE
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
135
responden a necesidades no solo nuevas sino también ilustrativas de tendencias
de fondo. Reflejan comportamientos innovadores y reveladores de cambios
profundos. Estas prácticas tienen que ver con diferentes facetas: los cambios en la
organización del trabajo, en la función de la empresa, en la calidad de vida y sobre
las relaciones entre lo social y lo económico.
Aunque las ILDE no se limitan a iniciativas del tercer sector, muchas de ellas están
promovidas por organizaciones asociativas. Las ILDE ponen en entredicho, entre
otras dimensiones:
• El concepto de proyecto en donde se relacionan la intención del promotor y
las cualidades específicas de los colaboradores, en una perspectiva de
flexibilización de las jerarquías y los organigramas.
• El concepto de competencia. Nuevas competencias requeridas y
desarrolladas por los promotores de estas iniciativas.
• El concepto de empresa que rebasa por todas partes sus fronteras
jurídicas, fiscales y contables. Igual que los nuevos emprendedores
sociales que no se desaniman por tener que asumir responsabilidades y
maximizar la eficacia de sus recursos, preservando al mismo tiempo la
finalidad solidaria de su servicio.
Estos emprendedores que han sido alguna vez, empleados por cuenta ajena o
que lo serán en alguna etapa futura de su trayectoria personal, anuncian la
diversificación de las trayectorias profesionales en las empresas y en las
actividades del mañana. En comparación con otras formas de creación de
empresas las ILDE reúnen características adecuadas para apoyarse en una red
social emprendedora movilizada en torno a proyectos. El agrupamiento voluntario
local reúne a agentes de orígenes diversos: usuarios potenciales de los servicios,
profesionales y responsables de las autoridades locales. La intervención de las
autoridades públicas puede al menos facilitar la tarea de estos nuevos
empresarios y la nueva motivación de estos emprendedores locales. El éxito de
las ILDE depende en gran medida de elementos difíciles de catalogar como la
personalidad de los promotores de proyectos, su arraigo local y la utilización de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
136
una ingeniería financiera muy precisa. Estos factores no deben subestimarse
cuando se trata de desarrollar los puestos de trabajo de servicios que responden a
nuevas necesidades sociales.
Hay dimensiones que resultan fundamentales para el progreso de las ILDE y del
tercer sector emergente: Por ejemplo, la creación de estructuras jurídicas que
permitan la asociación entre el sector privado y el público y el ejercicio de una
actividad productiva sin desvirtuar los objetivos solidarios. El desarrollo de formas
de microfinanzas y la movilización del ahorro local es otro aspecto relevante.
Finalmente, el funcionamiento del régimen de gestión delegada de los servicios y
mercados públicos. De hecho las ILDE proponen la configuración y el desarrollo
de estructuras intermedias que asocian a las empresas, a las asociaciones y a las
autoridades locales para que actúen como catalizadores y animadores de las
iniciativas de empleo y cohesión social en los territorios. Cada vez con mayor
fuerza estas formas de operar en cooperación por parte de los tres sectores,
resultará decisiva para el desarrollo de nuestras sociedades.
2.5 Profesionalización de las Organizaciones del Tercer Sector
Todas las estadísticas sobre la población activa muestran un incremento
significativo del empleo en las organizaciones del tercer sector y en las entidades
no lucrativas y este fenómeno tenderá a incrementarse en los próximos años
debido a los factores ya enumerados anteriormente en cuanto al nuevo papel
que las entidades del tercer sector cumplen en las transformaciones sociales de
nuestro tiempo.
Las actividades del tercer sector se desenvuelven en base a una combinación
inestable de trabajo profesional (remunerado) y el trabajo voluntario (donación). La
reflexión en torno al tercer sector como “fuente de nuevos empleos” y como
organismos que conducen progresivamente a la creación de empleo, puede
ocasionar una nueva contradicción entre voluntariado y trabajo remunerado.
Podemos ver aparecer formas de institucionalización del voluntariado, formas
mercantilistas de subvención, de profesionalidad y funcionalismo, que pueden
vaciar su sustancia desinteresada.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
137
Entre la economía de las donaciones (propias de las asociaciones de voluntarios),
la economía de la redistribución (servicios del estado) y el mercado (venta directa
de servicios) se producen relaciones complejas. Por una parte, en la medida que
muchas asociaciones del tercer sector gestionan programas por delegación
pública. Por otra, porque las propias asociaciones integran dimensiones de
profesionalidad y gestión mercantil. Pero lo más relevante es que existen tres
dimensiones sustancialmente diferenciadas.
Muchas organizaciones del tercer sector viven esta contradicción entre
voluntariado, servicios a las personas, y la necesidad imperiosa de
profesionalización para proveer estos servicios. De hecho, se produce una tensión
entre los valores de eficacia gestora y los valores de solidaridad y donación.
Muchas se preguntan desde el ángulo de los principios éticos, si no se corre el
riesgo de mercantilizar y profesionalizar la solidaridad.
Como se mencionó anteriormente, más de 94 millones de norteamericanos
adultos, emplearon parte de su tiempo en diferentes organizaciones voluntarias.
Las horas dedicadas representan una contribución económica equivalente a 9
millones de puestos de trabajo a tiempo completo, y si se mide en términos
monetarios, serían equivalentes a 176.000 millones de dólares. (V. Hodgkinson,
1992). Esta dimensión tiene una importancia crucial para el tercer sector en la
medida que dispone, por su propia naturaleza, de unos recursos y energías que le
permite abordar los nuevos problemas y, simultáneamente, reducir los costes de
unos servicios que, suministrados exclusivamente a través de la remuneración y
del trabajo asalariado, no existirían.
Cabe pensar que el fenómeno del voluntariado no hará sino crecer en nuestras
sociedades. La reducción del tiempo de trabajo facilita el tiempo de voluntariado
asociativo. Es razonable pensar que nuestras sociedades se encaminan hacia la
pluriactividad. El voluntariado cumple y cumplirá más en el futuro un papel en la
identidad de los individuos, en la medida que la identidad construida sobre la base
laboral profesional tenderá a reducir su importancia. La redistribución del tiempo
social, y el incremento del tiempo de voluntariado tendrán teóricamente poco
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
138
desarrollado. Ello es políticamente legítimo, pero insuficiente desde el ángulo
analítico, sobre todo si no se toman en cuenta los eventuales efectos negativos de
tal inducción. El otro problema es la determinación del horizonte hacia el cual
apunta la “construcción del capital social”, el llamado “scaling up”. En la versión
más instrumentalista, se trata sólo de mejorar las competencias de los
desfavorecidos para ingresar en mejores términos a la economía de mercado. Por
eso reducen la subjetividad y las prácticas sociales a un “capital social”
instrumental para obtener las otras formas de capital. Para los teóricos del
“proyecto histórico popular”, en cambio, el capital social no puede ser inducido
“desde arriba”, ello sólo puede destruirlo o mantenerlo como “aprendizaje
histórico” de “lo que pudo ser y no fue”.
Permanece como una suerte de “proyecto histórico latente en la sociedad civil”
(Salazar 1998:165). De todas formas, en esta versión, subsiste inexplicado el paso
de la “energía comunitaria” al “proyecto histórico”. Conceptualmente el problema
es que, si bien el capital social es un concepto de dimensiones múltiples, no hay
un vínculo directo entre confianza, reciprocidad, asociatividad y ciudadanía. “La
ampliación de la ciudadanía no resulta de la confianza, sino de la capacidad de
transformar en universal un principio de derecho particular de un grupo en
general”. (Jiménez y Rodríguez 1999: 40) Y eso conduce directamente a las
mediaciones político institucionales, que se construyen en nombre del “interés
general” y escapan del ámbito tanto del “capital social”, como de la “sociedad civil”.
Las precisiones conceptuales son el punto de partida para una necesaria
reorientación de la investigación, de modo de analizar con mayor profundidad la
estructura interna de la sociedad civil y sus vínculos con el contexto político y
económico. Sólo así será posible interpretar adecuadamente los datos
cuantitativos que en el tiempo reciente se han comenzado a producir acerca de
esta realidad, será una incidencia mayor en la construcción de la ciudadanía.
Por ello se hace necesaria una reflexión permanente y rigurosa en torno a los
equilibrios entre voluntariado y profesionalidad. De todos modos, puede
encontrarse una relación directa entre el voluntariado y el empleo. En muchos
casos, ser voluntario resulta un aprendizaje y el inicio de un itinerario hacia el
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
139
empleo. El voluntariado conlleva una formación personal de singular importancia
para futuros itinerarios profesionales. El nuevo rol de las organizaciones del tercer
sector en la satisfacción de necesidades sociales ha puesto de manifiesto la
necesidad de determinadas figuras o perfiles profesionales. Se trata de los
mediadores en toda su amplia variedad, imprescindibles para reconstruir vínculos
y relaciones deterioradas por nuestro modelo de convivencia. Se han debilitado los
vínculos la solidaridad informal del vecindario, de la familia, del trabajo. (B. Erme,
1996).
2.6 La Reflexión Europea en torno a las iniciativas locales, el Tercer Sector y
las Nuevas Fuentes de Empleo
En una investigación comparativa (Bernier, A., Estivill, J., Valadou, C., 1997) en
seis países (Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia e Italia) se comprobó que
en los últimos diez años, este tipo de empresas habían sido capaces de crear
300.000 puestos de trabajo, incorporando a ellos personas provenientes de la
precariedad y discapacidad física, psíquica y social. Al mismo tiempo, se
constataba su capacidad de innovación en la búsqueda de nuevas necesidades,
en los mecanismos de implicación y participación, en las formas de inserción
permanente o intermediaria y en su tratamiento transversal (trabajo, sanidad,
formación, vivienda, etc.).
En otra investigación (GES-Fondation Macif, 1999) llevada a cabo a través del
seguimiento de treinta y tres proyectos en Francia e Italia gestionados por jóvenes
para crear empleo bajo la perspectiva de la economía social, se concluía que en
dos años habían creado un promedio de seis empleos de duración indefinida,
aunque a ello había ayudado el dispositivo «emploi-jeunes» creado en Francia en
1997. Cualitativamente se distinguían: 1) proyectos que prestaban servicios y que
debían vivir de ellos actuando en el mercado, manteniendo su utilidad social; 2)
proyectos que combinaban estas prestaciones con ingresos externos y con el
trabajo de inserción de sus asalariados por el que recibían ayudas públicas, y 3)
proyectos que hacían una animación territorial social, medioambiental o cultural y
que difícilmente podían vender sus servicios. Así pues, estas nuevas iniciativas,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
140
que también se abren paso en muchos países del Sur (Defourny, J., Develter, P.,
2000), son un punto de encuentro entre el mundo profesional y el de hombres y
mujeres excluidos y constituyen una especie de «welfare mix», puesto que tienen
una función de utilidad pública y colectiva e intervienen en el mercado donde se
encuentran con una frontera cada vez más flexible (Mazzoli, E., 1995) con el actor
y con sus organizaciones patronales y sindicales. Aunque esta entrada en el
mercado, junto a las exigencias de eficacia del sector público, hacen que sean
más selectivos, lo que tiende a excluir a los colectivos menos calificados y
productivos.
Sería deseable que, siguiendo el ejemplo del cooperativismo francés o italiano, el
movimiento de empresas de la Economía Social optara por realizar su central de
balances con una periodicidad anual o bianual que permitiera realizar un análisis
comparativo con los resultados obtenidos por la central de balances que realiza
anualmente el Banco de España para el caso de la empresa convencional.
Simultáneamente, las empresas de la Economía Social en España podrían
compararse con sus homólogas italianas o francesas. En definitiva, sería un
instrumento de información y de visualización de la empresa de la Economía
Social que facilitaría el diálogo entre los diferentes actores económicos y sociales
que interactúan en este país.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
141
Capítulo 3. Análisis económico financiero de las empresas
3.1 De la economía social reacciones y desempeño
3.1.1 Cooperativas Agrarias
El cooperativismo agrario en el curso de los últimos veinticinco años y en concreto
en el momento que España tomó la decisión de incorporarse en la Unión Europea
y entrar en procesos de liberalización de su mercado interior se encontró en la
obligación de ajustarse empresarialmente a las nuevas condiciones competitivas o
el riesgo de desaparecer.
El cooperativismo agrario desempeña un papel muy importante de equilibrio y
cohesión territorial. Como consecuencia, en el curso de este periodo de tiempo el
cooperativismo agrario ha desarrollado una fuerte dinámica de fortalecimiento de
su capacidad empresarial a partir de dos ejes básicos: la profesionalización de su
equipo directivo y la creación de alianzas estratégicas entre cooperativas mediante
la creación de grupos empresariales o la creación de cooperativas de segundo
grado o consorcios. En la actualidad la gran mayoría de las pequeñas
cooperativas forman parte de una estructura de segundo grado que es la
responsable de garantizar la comercialización de los productos del socio miembro
de la cooperativa de primer grado.
Un análisis de la central de balances del cooperativismo agrario permite constatar
que una cooperativa con un nivel de facturación de 750 millones y 18 trabajadores
es una empresa que sabe que tiene que dar servicios a sus socios pero ha
entendido que si quiere continuar dando servicios a este socio debe capitalizarse y
para ello generar aquel nivel de beneficios que le permita esta capitalización. La
realización de beneficios y la reinversión de beneficios es el método clave de
capitalización de la cooperativa agraria bien gestionada. La caída del precio del
dinero en los últimos años se ha traducido en un descenso de las cargas
financieras que ha tenido su impacto positivo de forma que el beneficio ordinario
ha incrementado a pesar de la fuerte caída de las subvenciones. La retención de
todos los beneficios se traduce en una mejora de la dotación de recursos propios.
Las cooperativas agrarias optan por un aumento del peso de los recursos propios
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
142
y de la financiación estable en el pasivo. No obstante, el peso de la financiación
bancaria a corto plazo, aunque se reduce en términos relativos, es importante. Los
ratios de recursos por persona ocupada, recursos propios por cooperativa y activo
total por cooperativa crecen más que el conjunto del PIB nominal. El valor de estos
indicadores de solidez de la actividad muestra una trayectoria de consolidación y
aumento de la eficiencia. Única forma de hacer frente con posibilidades de éxito el
futuro empresarial.
3.1.2 Cooperativismo de consumo
En el año 2002 hablar de cooperativismo de consumo significa hablar de ya que
representa el 98 por 100 de los puntos de venta del cooperativismo de consumo
español de distribución de alimentos y el 95 por 100 del total de puntos de venta
del cooperativismo de consumo. El cooperativismo eléctrico se encuentra
concentrado en el País Valenciano y destaca en especial la cooperativa de
Crevillent que se encuentra en un proceso de crecimiento importante. El resto de
cooperativas de consumo que actúan en otros sectores, -culturales, sanitarios, etc.
se encuentran en Cataluña. (Hispacoop, 2000). Este capítulo no hablará de Eroski
y del Grupo Mondragón Corporación Cooperativa dado que su comportamiento
extraordinario deslumbra una realidad empresarial más discreta.
La impresión que se tiene es que el cooperativismo de consumo no ha sido capaz
de recuperarse de los resultados nefastos de una guerra civil que lo despojaron de
su patrimonio y de sus líderes sociales. Tuvo su gran época de oro en los años
treinta del siglo XX en España. Después entró en una situación de eclipse con las
excepciones que se han mencionado anteriormente.
En el momento actual, el cooperativismo de consumo se configura en dos grandes
modelos: Un número muy reducido de grandes cooperativas todas ellas
profesionalizadas y con más de treinta años de antigüedad; bastante bien
posicionadas en sus mercados locales. Y un conjunto de jóvenes pequeñas
cooperativas de consumo en nuevos sectores de actividad como es el B2C, las
cooperativas de distribución de productos ecológicos o cooperativas
promocionadas por asociaciones de vecinos.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
143
Si exceptuamos la trayectoria de crecimiento empresarial de Eroski, la información
disponible permite observar que el crecimiento de las ventas del cooperativismo
de consumo es inferior al crecimiento del PIB monetario. Son empresas que tienen
como objetivo moderar sus precios aceptando la reducción del margen. Están
gestionadas con mucha cautela. El endeudamiento a corto plazo es muy pequeño.
La partida principal de pasivo es proveedores. La situación financiera es sólida.
Los beneficios se reinvierten y van a incrementar los recursos propios. Se constata
un fuerte nivel de autofinanciación que a las cooperativas con más trayectoria
empresarial les ha permitido constituir su propio patrimonio. En resumen, desde un
punto microeconómico, las pocas cooperativas de consumo que existen en el país,
en general, están gestionadas con criterio responsable. A nivel más general, de
sector, se echa en falta un movimiento de cooperativismo de consumo con mayor
presencia económica no sólo en el sector tradicional de la distribución de
alimentos sino también en otros sectores como cultura, educación o sanidad
donde la implicación directa del consumidor como socio de la empresa permitiría
desarrollar el concepto de empresa multistakeholder y reducir los costes de
transacción que genera la existencia de una información asimétrica en la
prestación de servicios a las personas.
3.1.3 Cooperativismo de servicios
El cooperativismo de servicios es un tipo de empresa cooperativa de importancia
estratégica en un país como España que registra unos altos niveles de iniciativa
empresarial autónoma y de micro empresa. Los dos principales perfiles que toma
en la actualidad el cooperativismo de servicios son: a) cooperativas de
comerciantes minoristas y b) estructuras organizativas de servicios de soporte a
los transportistas autónomos.
El objetivo de esta rama del cooperativismo es proporcionar servicios que faciliten
la actividad empresarial de sus miembros asociados. El análisis del sector permite
concluir que cuanto mayor es el nivel de consolidación empresarial de la
cooperativa, mejor y mayor variedad de servicios proporciona a sus asociados. El
cooperativismo de servicios es un instrumento clave de supervivencia del pequeño
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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negocio, base de todo el tejido productivo de un país.
De nuevo en este sector no existe un modelo único de empresa cooperativa.
Coexisten las grandes cooperativas de servicios con niveles de facturación que
pueden superar los 6.000 millones de pesetas con las pequeñas cooperativas que
facturan unos 150 millones al año. El análisis de este perfil de empresa para el
periodo 1998-2000 permite constatar que, manteniendo la eficiencia operativa,
buscan mantener un precio de venta favorable a los socios de la cooperativa, de
forma que las mejoras de gestión repercutan directamente sobre el socio y no a
través de la cuenta de explotación. En el curso de este periodo de tiempo las
ventas registraron un crecimiento superior al PIB nominal. Son empresas que
están reflejando capacidad de hacer frente a la dura competencia de las nuevas
formas de distribución. Este hecho da un aval a la continuidad y solidez de estas
entidades. El descenso en la carga financiera, asociado al descenso en los costes
financieros y la buena situación de autofinanciación, a la que contribuye una
reinversión de un porcentaje muy importante de sus beneficios, muestran una
situación en la cual la estrechez del margen coincide con mejoras de eficiencia
que se evidencian en el hecho que, el aumento del coste por persona ocupada
crece menos que el de vendas. Parte de este hecho es imputable al aumento de
dotación de capital por persona ocupada, medido por el cociente entre el activo
total y el número de personas ocupadas, que aumenta en los dos últimos
ejercicios.
En los balances destaca el aumento del activo fijo, especialmente en maquinaria e
instalaciones donde se incluyen acciones participadas, financiación por leasing y
créditos concedidos. En el descenso del capital circulante destacan el descenso
de tesorería con unas existencias más estables que las del conjunto de la
empresa no cooperativa y que, probablemente, responde a la voluntad de
mantener un abanico de oferta amplio con la finalidad de mantener la calidad del
servicio. El descenso de la liquidez no es peligroso en la medida que el activo
circulante supera con margen el pasivo a corto plazo y, en este, el endeudamiento
bancario es reducido.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Los recursos propios gracias a los beneficios no distribuidos aumentan. Además
en el último ejercicio también crecen los créditos a largo plazo, por lo que la
financiación estable es abundante para la actividad que realizan.
La partida de crédito de mayor volumen es la de proveedores que se mantiene por
encima del 50 por 100 del pasivo total. Esto es normal en todas las actividades de
naturaleza comercial.
¿Cuál ha sido el modelo de desarrollo empresarial de esta rama del
cooperativismo?
Se detectan dos grandes modelos de crecimiento empresarial.
A) Grupo empresarial donde cohabitan la fórmula de cooperativa de servicios con
la forma societaria la significación de la cual es asociación de capitales.
B) Alianzas estratégicas o trabajo en red: Otra vía de crecimiento empresarial es
mediante la realización de acuerdos estables de colaboración con
i) otras centrales mayoristas extranjeras.- la cooperativa de servicios participa en
estructuras de segundo grado de ámbito transnacional o mundial
ii) con otras cooperativas del mismo sector pero que actúan en otros ámbitos
geográficos del territorio. El caso más conocido es la Asociación de Cooperativas
Farmacéuticas, estructura de segundo grado que tiene como miembros a las
diferentes cooperativas de servicios cuyos miembros son las farmacias.
Se considera que el cooperativismo de servicios debería ser utilizado con mayor
intensidad. El sector del comercio minorista, del trabajo autónomo y pequeño
empresario constituyen un filón de creación de puestos de trabajo muy importante
siempre y cuando estos empresarios apuesten por actuar de forma organizada y
trabajando en red. De lo contrario hay el riesgo de la autoexplotación.
3.1.4 Cooperativas de trabajo asociado
Las cooperativas de trabajo asociado, (CTA) han mostrado una capacidad
extraordinaria de multiplicarse en el curso de los últimos veinte años. España es el
país de la Unión Europea con más empresas gestionadas por los propios
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
146
trabajadores como una expresión de autocupación. En el periodo transcurrido
entre 1990 y 2000 se constituyeron 18.731 cooperativas de trabajo asociado con
99.085 socios de trabajo en concepto de miembros fundaciones y con una media
de fundadores de 5 socios. Esta expresión del cooperativismo representó el 71,4
por 100 de las cooperativas constituidas en este periodo de tiempo, (Dirección
General de Fomento de la Economía Social y Fondo Social Europeo (2001) y
Anuario Boletín Estadísticas Laborales (2000). Al finalizar el año 2000, 17.037
CTA estaban dadas de alta en la Seguridad Social y 270.000 trabajadores de
cooperativas cotizaban a la Seguridad Social. De este total de 17.037 CTA sólo un
2,2% estaban dados de alta antes de 1960. Contrariamente, el número de
cooperativas activas después de 1980 supone el 90 por 100 del total. Además se
constata que a partir de principios de los años noventa, las cooperativas de trabajo
asociado se constituyen de forma mayoritaria en el sector servicios abandonando
progresivamente su perfil hegemónicamente industrial anterior.
Capitalización de la prestación por desocupación
La principal fuente de capitalización de las nuevas empresas cooperativas que se
constituyen a partir de la asociación de un colectivo de personas en paro y con
posibilidades de cobrar el subsidio de desempleo es poder acogerse al pago único
de la prestación por desocupación. Entre 1985 y 2000 un total de 57.849
trabajadores en riesgo de estar en el paro optaron por capitalizar su subsidio y
crear su puesto de trabajo en una cooperativa. La media de capitalización se sitúa
en torno a los 1,5 millones de pesetas por socio de trabajo.
Se considera que es la política activa de empleo más importante en la promoción
del cooperativismo en España: el 44 por 100 de los socios cooperativistas han
capitalizado su subsidio de desempleo. Es un porcentaje importante que permite
intuir que la actual fuerte dinámica de constitución de cooperativas se debe en
parte a la ayuda institucional que supone la posibilidad de capitalización del
desempleo. A partir de 1997 se observa que los porcentajes de nuevos socios que
capitalizan aumentan hasta llegar a un máximo del 74,4 por 100 en el año 2000.
Se observa que la década de los noventa se inicia con el porcentaje mínimo del
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
147
34,4% y tiene oscilaciones con tendencia creciente hasta el 1999, produciéndose
un salto espectacular durante el año 2000 (Dirección General de Fomento de la
Economía Social (2000) y Anuario Boletín Estadísticas Laborales, (2000)).
Es importante señalar que el trabajador que opta por crear su propio puesto de
trabajo, no sólo invierte su subsidio sino también sus ahorros familiares, tal como
se demuestra en Vidal, Rojo y Trigo (1992)
En resumen, el cooperativismo actual se denomina cooperativismo de trabajo
asociado. El actual movimiento de cooperativas de trabajo asociado se caracteriza
por estar compuesto de un numeroso colectivo de pequeñas empresas jóvenes,
con un máximo de antigüedad de veinte años y con presencia mayoritaria en el
sector terciario de la economía. Veamos, a continuación, cuál es el perfil
económico-financiero del actual movimiento de cooperativas de trabajo asociado.
Posición económica-financiera de la empresa cooperativa de trabajo asociado
La base de información que se va a utilizar es el Informe Entorno y realidad
económico-financiera de las empresas de trabajo asociado en Cataluña, que
realizó el Centro de Iniciativas de la Economía Social con Información Económico
Financiera de empresas federadas a la Federación de Cooperativas de Trabajo
Asociado de Cataluña para el periodo 1990-1995 (CIES, 1996, a).
En el colectivo de empresas CTA jóvenes, se observa un número importante de
cooperativas sin ánimo de lucro junto con otras que tienen mayor interés en
potenciar este aspecto por la naturaleza de la actividad que realizan. El tamaño
medio de las empresas CTA que ha participado en la muestra está en torno a los
25 empleados, con unas ventas unitarias en torno a los 100 millones y activos
medios que llegan a los 100 millones. Resalta la situación de empresas recientes y
pequeñas en las que las fluctuaciones económicas son más amplias que en las
empresas maduras convencionales y de más dimensión, donde las variaciones
son menores.
La distribución por sectores de la muestra de cooperativas de trabajo asociado es:
sector industrial 21%, construcción 11%, servicios 68% de las que se dedican a
trabajo social y servicios a las personas un 25%. El elevado porcentaje de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
148
servicios da cuenta del peso relativamente bajo del activo fijo, así como de la
cuota que absorben los costes laborales, que representan una proporción en torno
al doble de la que tiene en la cuenta de explotación del conjunto de la empresa
privada.
Las subvenciones de explotación ascienden a poco más del 0,8% de ventas pero
a 3,8 veces los beneficios. En el caso de muchas cooperativas de trabajo asociado
centradas en servicios a la comunidad o en la realización de trabajos asistenciales
por cuenta de la Administración Pública esta partida es crucial para su
supervivencia empresarial.
Las partidas de costes de mayor relevancia, aparte de las compras y suministros
externos, son los costes laborales y los financieros. Los primeros tienen un peso
relativo superior al 40 % como procede en empresas cooperativas que asocian
trabajo y en la que su capital es justamente el humano. Sin embargo, el coste por
persona ocupada no sólo es inferior a la media del conjunto empresarial, sino bajo
sea cual sea el concepto que se considere, lo que se explica porque en varias
empresas se ocupa a personas con grados de productividad que permiten
únicamente actividades con bajo valor añadido, y, por tanto, escasa retribución.
El valor añadido bruto por empleado oscila entre 2,46 millones y un mínimo de
2,34 millones. Con esta capacidad de generación de valor añadido, aunque todo
fuera íntegramente a retribuciones no se llegaría a la media de coste por
empleado del conjunto empresarial con lo que se explica el nivel de coste por
persona.
Las ventas por empleado crecieron un 14,8% en 1994 y el 12,9% en 1995 pero no
se han traducido en mejoras equiparables en retribuciones ni en reparto de
beneficios probablemente porque el beneficio por empresa es tan pequeño que
cualquier proyecto de inversión futura o meramente la prudencia, requiere una
acumulación adicional de recursos.
El coste del crédito es uno de los factores de debilidad de las cooperativas de
trabajo asociado. Las CTA pagan el precio del dinero a un nivel muy por encima
del que paga el conjunto de las empresas.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
149
En el activo de clientes hay un peso elevado de clientes, debido, en buena
medida, a las demoras de pago de las Administraciones Públicas, que constituyen
uno de los principales clientes de este grupo de empresas.
Para la continuidad de las empresas lo importante no es tanto el valor de los
fondos propios, sino el del conjunto de los recursos estables, que rebasan la mitad
del pasivo pero que, sin embargo, están en un proceso de reducción. La elevada
propensión a reinvertir beneficios es un mecanismo adecuado para revertir esta
tendencia, pero conviene no perder de vista el conjunto de otras acciones que
puedan contribuir al mismo objetivo como son: i) incrementar el nivel de
profesionalización de su estructura técnico-productiva y ii)la creación de
consorcios o cooperativas de segundo grado que faciliten mejorar sus condiciones
de negociación con las entidades financieras y con las administraciones públicas
territoriales en el caso de las cooperativas que actúan en el ámbito de la
prestación de servicios a las personas.
3.1.5 Sociedades laborales
La expresión heterodoxa de las empresas gestionadas por los trabajadores se
llama sociedades laborales. Son estructuras que nacen como reacción a la crisis
de empleo que sufre nuestro país desde la segunda mitad de los años setentas.
La principal fuente de capitalización de las sociedades laborales es, al igual que se
ha constatado para las CTA, la posibilidad que el trabajador pueda acogerse al
pago único de la prestación por desocupación. Entre 1985 y 2000 un total de
77.713 trabajadores en riesgo de estar en paro optaron por capitalizar su subsidio
y crear su puesto de trabajo en una sociedad laboral. La media de capitalización
se sitúa en 1,5 millones de pesetas (Anuario Boletín Estadísticas Laborales
(2001). Entre 1990 y el año 2000, 88.843 personas optaron por ser socios
trabajadores de una sociedad laboral. De este colectivo, 47.667 capitalizaron su
subsidio de desempleo. Esta cifra representa un promedio del 53,6 por 100 del
total de socios trabajadores de una sociedad laboral. En 1993 el 77 por 100
capitalizaron el subsidio de desempleo. Es importante señalar de nuevo que el
trabajador que opta por crear su puesto de trabajo no sólo invierte su subsidio sino
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
150
también sus ahorros familiares tal como se demuestra en Vidal, Rojo y Trigo
(1992). Por consiguiente se demuestra la efectividad de una buena medida de
política activa que ha estado bien concebida y utilizada por parte de la
administración y que ha generado efectos positivos en la movilización de recursos
privados para la autoocupación y la creación de riqueza.
Entre 1986 y el año 2000 se registraron 26.854 sociedades laborales. Entre 1991 y
el año 2000, 19.343 nuevas sociedades laborales, el número de socios
trabajadores fundadores fue de 69.242 y el número de socios capitalistas de
20.569; en total el número de socios fundadores fue de 89.811 (Dirección General
de Fomento de la Economía Social y Fondo Social Europeo, 2001 y Anuario
Boletín Estadísticas Laborales, 2001).
En el registro de la Seguridad Social había 11.935 sociedades laborales cotizando,
con un número de 84.870 trabajadores a 31 de diciembre de 2001. Desde 1998 a
2000 el número de sociedades laborales que cotizan a la Seguridad Social ha
incrementado en un 67 por 100 y el número de trabajadores en un 41,5 por 100.
Las sociedades laborales constituyen un movimiento empresarial muy joven: el
78,9 por 100 de las sociedades laborales activas actualmente se han constituido
en los últimos cinco años. Estas sociedades jóvenes han generado el 59,2% del
total de la ocupación del movimiento de las sociedades laborales. El colectivo de
microempresa con una plantilla laboral no superior a los 10 trabajadores significa
el 85,1% del total de sociedades y el 41,5% del total de trabajadores. En el otro
extremo, sólo 53 empresas, -0,5%-, tienen una dimensión superior a los 100
trabajadores, los cuales representan el 11,7% de la ocupación total de las
sociedades laborales. Se advierte que sólo hay 7 empresas consideradas de gran
dimensión. (Seguridad Social y Dirección de Fomento de la Economía Social y
Fondo Social Europeo, 2001).
Análisis de la posición económica financiera de las sociedades laborales
Las sociedades laborales que participaron en Vidal (dir.) (2001) son empresas con
una plantilla de 14 trabajadores y una facturación de 200 millones de pesetas. La
información económica - financiera corresponde al periodo 1999-2000. La
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
151
trayectoria del nivel de actividad muestra altos y bajos con un buen crecimiento de
ventas en 1999 y un crecimiento real negativo (ventas menos IPC) negativo en el
año 2000. Reflejan ser empresas demasiado pequeñas para tener poder de
negociación. Lo más notable de los gastos es el conjunto de los costes laborales.
El activo por persona ocupada crece en términos reales de manera que permite
esperar una mejora en la productividad por persona ocupada. Las sociedades
laborales de la muestra trabajan orientadas al mercado sin ayuda pública directa
apreciable. La carga financiera soportada se sitúa en cifras reducidas, como
corresponde a empresas de un aceptable y creciente nivel de capitalización y
escasa dependencia financiera externa que, de otra parte, en buena medida
procede de los propios socios trabajadores. La totalidad de los beneficios se
reinvierten La financiación a largo plazo, añadido a los recursos propios, dan una
proporción de recursos estables que en los dos ejercicios de análisis es superior al
60% del pasivo total. Como que el activo fijo está por debajo del 30% del total,
esto indica un elevado valor de ácido test. Así mismo, el activo circulante supera
de sobras el valor del pasivo a corto plazo, hecho que indica un grado de liquidez.
La situación que se ha expuesto, a la cual se puede añadir el aumento de la
inversión en inmuebles y terrenos, muestran una gestión basada en criterios de
prudencia. No hay financiación bancaria a corto plazo. En su conjunto, la situación
financiera está saneada, las empresas son rentables, crean puestos de trabajo y
cuentan con un activo que está bien correlacionado con la estructura financiera.
3.1.6 Las entidades sin ánimo de lucro
Que actúan en el ámbito de la prestación directa de servicios
Asociaciones y fundaciones
Si las cooperativas de trabajo asociado y las sociedades laborales despertaron
interés en el curso de los años ochenta del siglo XX como consecuencia de su
fuerte dinamismo de constitución en relación a periodos anteriores, las grandes
protagonistas en el curso de los años noventa han sido las asociaciones y las
fundaciones, sobretodo porque complementaron su función tradicional de defensa
de intereses con la actividad de prestar servicios y desarrollar una facete de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
152
empresa orientada al mercado y creadora de empleo. Según Ruiz Olabuenaga
(2001) en España hay unas 5.698 fundaciones y 174.916 asociaciones. Se
encuentran actuando principalmente en los servicios de cultura, salud, educación,
servicios sociales y ayuda al tercer mundo. Para ser conscientes del grado de
dinamismo que registra en la actualidad la constitución de nuevas asociaciones,
señalar que en Cataluña en el año 1975 sólo habían registradas 200. En 1980,
más de 1000. Al 31 de diciembre del 2000 había inscritas 35.819 y en el curso del
año 2000 se inscribieron 1957 asociaciones.
Las entidades sin ánimo de lucro representan las nuevas empresas de la
Economía Social, resultado del fuerte crecimiento del Estado del Bienestar en
nuestro país. Son empresas que tienen como cliente principal las diferentes
administraciones públicas, principalmente territoriales. Se han convertido en el
brazo gestor en la prestación de servicios a las personas. Son empresas
intensivas en capital humano y no se conoce su situación económica-financiera,
aunque se sabe que no disponen de las posibilidades de capitalización del paro
para iniciar su actividad empresarial como son los casos de las CTA y sociedades
laborales. A cambio tienen la ventaja de poder utilizar el recurso productivo que es
el voluntariado. Son empresas que por ley no pueden distribuir beneficios, por
consiguiente deben ser reinvertidos en la organización para su capitalización o
para iniciar nuevas actividades cumpliendo con su objetivo fundacional.
3.1.7 Las funciones de origen empresarial
Como se planteó antes, dentro del tercer sector pueden identificarse diferentes
categorías de organizaciones según su campo de acción, misión, estructura legal,
forma de gobierno, etc. Una categoría específica sería la de las fundaciones de
origen empresarial, vinculadas a una empresa o grupo de empresas, muchas
veces (aunque no siempre) bajo el liderazgo de una sola familia y con una misión
orientada hacia los campos de educación, salud, servicios sociales y desarrollo.
Cuando se observa lo que hacen las fundaciones empresariales en la práctica,
bien sea en Colombia o en otros países, saltan a la vista numerosas motivaciones,
estructuras, formas de acción y orientaciones temáticas. Hay de todo. No obstante
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
153
esta diversidad, sería de gran importancia una reflexión sobre la práctica de las
fundaciones, tanto individualmente como en su conjunto. Dicha reflexión podría
tomar diferentes caminos, como son los estudios académicos (incluyendo los
intentos de categorización), investigaciones históricas, evaluaciones de impactos,
estudios de caso, indagaciones sobre las mejores prácticas, etc.
Con el apoyo de la Fundación Ford se ha iniciado recientemente un programa de
estudios sobre la filantropía y las fundaciones empresariales en América Latina,
que incluye algunos estudios sobre Colombia. Vale la pena referir brevemente
algunos de los resultados de estos estudios de caso.
En primer lugar es importante anotar que los estudios han tenido un sesgo
académico y crítico, en el sentido de que han buscado situar a las fundaciones
empresariales dentro de un contexto cultural, social, económico y político. Por esta
razón, no son testimonios de la obra social de estas fundaciones.
Un campo que cuenta con un amplio historial se refiere a la labor filantrópica de
los empresarios y organizaciones que acuden a la atención de particulares
propósitos que de manera libre y sin limitaciones definen. México tiene una rica
experiencia y variedad de actividades filantrópicas que se expresan en una
considerable cantidad de organizaciones voluntarias no gubernamentales, de
entidades de utilidad común y, en particular, de fundaciones empresariales.
En el país existen varios tipos de fundaciones: las operativas, que desarrollan sus
propios programas manejados por un staff profesional; las donantes tecnificadas,
que cuentan con recursos importantes y un staff profesional de tiempo completo, y
las donantes no profesionalizadas, que tienen grandes presupuestos anuales para
donaciones pero que no tienen equipos profesionales.
Desde luego, muchas fundaciones operativas han sido exitosas y pueden mostrar
grandes logros. Sin embargo este modelo puede tener graves limitaciones. Por un
lado, la ejecución directa genera estructuras e intereses institucionales que
pueden ser contrarios a la innovación y a la evaluación de resultados. Por otro,
cuando los programas son financiados por los gobiernos o por agencias
internacionales las fundaciones ven limitada su independencia y autonomía.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
154
Las fundaciones donantes no profesionalizadas suelen expresar directamente las
prioridades de las corporaciones empresariales que las respaldan y cumplen una
función relevante como financiadores de una multitud de actividades de beneficio
social. Sin embargo no contribuyen al mejoramiento de la calidad de los
programas sociales pues carecen de un staff profesional que evalúe el impacto de
sus donaciones o genere aprendizaje.
Por otra parte, las fundaciones donantes tecnificadas no son operadoras de sus
propios programas pero han constituido un equipo profesional especializado,
encargado de definir sus políticas de intervención, realizar seguimiento a sus
donaciones, evaluar los proyectos y extraer aprendizaje de su labor.
De todas formas es posible percibir un cambio en el ejercicio de la filantropía
empresarial: más que nuevas fundaciones a nombre de una empresa lo que se
está generalizando es la creación de corporaciones, a nombre de grupos de
empresarios, con el objeto de contribuir a la resolución de un problema específico:
mejorar la administración de justicia, la calidad de la educación, etc.
Esta nueva forma de ejercer la filantropía aumenta el grado de profesionalismo de
estas entidades, exige una nueva forma de trabajar en equipo por parte de los
líderes del sector privado y permite la aparición de empresarios de menor escala.
Pero tal vez lo más importante es que a través de este enfoque los empresarios
están ayudando a fortalecer el ejercicio democrático más responsable y
aumentando la capacidad general del Estado y de otras organizaciones para
adelantar programas más efectivos.
En materia de inversión socialmente responsable, ésta se significa por la
integración de valores personales en la elección de determinadas inversiones o en
el desarrollo de una estrategia de inversión global. En este sentido, y analizando
las actividades filantrópicas en el marco de la planificación patrimonial, queda
claro que, además de aportar beneficios a la comunidad, permiten consolidar el
legado y respaldar los valores familiares generando cohesión a través de un
proyecto común.
Hay cuatro preceptos básicos a partir de los cuales se desarrolla un programa
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
155
filantrópico: el primero de ellos es identificar y examinar los valores y metas de la
empresa, así como las motivaciones que llevan a desarrollar las acciones
filantrópicas. A continuación, es necesario determinar un objetivo que permita
definir los valores con los que se identifica la empresa y elegir las principales
áreas de interés en las que invertir los fondos, además de realizar un balance
entre las acciones a desarrollar como empresa y aquellas a realizar de un modo
individual por sus miembros.
En tercer lugar, debemos establecer criterios de organización y toma de
decisiones dentro del entorno con el objetivo de efectivizar las líneas de trabajo y
colaboración de todos los miembros de la fundación. Por último, es fundamental
tener la posibilidad de compartir experiencias filantrópicas con otros interesados
en esta actividad que permitan lograr los resultados óptimos en referencia a los
recursos disponibles y las expectativas marcadas.
Entre los proyectos filantrópicos desarrollados, y dirigidos a aquellos patrimonios
que toman como base la responsabilidad social, cabe destacar algunos tipos como
los programas de microcrédito, los programas de formación, la creación de
carteras de inversión socialmente responsables o el desarrollo de planes que
equilibren las necesidades financieras y las inclinaciones éticas.
Responsabilidad Social Empresarial, naturaleza e implicaciones
El World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) definir la RSE
como: “El compromiso de la empresa para contribuir en el desarrollo económico
sostenido trabajando con, empleados, sus familias, la comunidad local y toda la
sociedad para mejorar la calidad de vida” (Holliday, Schmidheiny and Watts
2002:103)
En este sentido, la responsabilidad social va más dirigida a lo que llamaríamos el
interés universalizable. No se trata de optar por una ética desinteresada, sino que
se trata de una ética del interés universalizable, es decir, del interés de todos los
afectados por la empresa. Por tanto, la responsabilidad social se distinguiría del
derecho y también de la filantropía. Cortina, Adela (2003:5)
Es en atención a esta parte, por la que vivimos un momento empresarial
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
156
caracterizado por un protagonismo creciente del concepto de Responsabilidad
Social Empresarial en el que cada vez más las empresas son vistas como
ciudadanos corporativos.
Este protagonismo obedece a las demandas de la sociedad, a que cada día son
más los inversionistas socialmente responsables, al aumento de consumidores
dispuestos a guiarse por criterios de responsabilidad, porque los empleados se
sienten comprometidos al trabajar en este tipo de empresas y porque
definitivamente se crea valor por medio de ella.
Por supuesto, no todas las personas interesadas en la responsabilidad social
estarán de acuerdo en que existe una obligación moral por parte de las empresas
de gastar recursos para ayudar a resolver problemas sociales. En su artículo
clásico, “La responsabilidad social de las empresas es incrementar sus utilidades”,
Milton Friedman establece que la solución de los problemas sociales es tarea del
gobierno, de tal manera que los gerentes que gastan dinero en actividades
sociales actúan irresponsablemente (Madsen, 1990: 272).
Por lo que preguntaríamos, ¿cuál es la meta de la empresa? Solo habría dos
metas para la empresa como primera instancia:
1. Maximizar el beneficio económico (Milton Friedman, 1970)
2. Aumentar el beneficio para el accionista y, además, cumplir la ley.
Sin embargo, hay la posibilidad de tener una tercera opción que visualiza a la
empresa como un organismo creado para satisfacer necesidades humanas,
asumiendo su responsabilidad social a través de la obtención del beneficio. Por lo
que la responsabilidad social va a consistir en asumir voluntariamente las
consecuencias de la empresa en el medio social y en el medio ambiente. Por
tanto, va más allá de lo que exige el derecho.
El concepto de responsabilidad manejado por el Profesor Herman Roberto Thiry-
Cherques en su documento: “Responsabilidad moral e identidad empresarial”
parte del punto donde las empresas están siendo interpeladas a la
responsabilidad, ya que se ha comprobado que hay una serie de equívocos con
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
157
respecto a la economía y los efectos sobre la sociedad. Se les está
responsabilizando por la indiferencia e imprudencia que nos han llevado a una
situación de riesgo físico y espiritual. La corrección que se vislumbra hasta el
momento es integrar la responsabilidad social al conformar la nueva identidad de
las empresas.
Para proseguir con este tema es preciso comprender el concepto de
responsabilidad. La responsabilidad la vamos a entender como la obligación de
responder. Donde la responsabilidad social comprende el deber de personas,
grupos e instituciones con relación a la sociedad como un todo, o sea, con relación
a todas las personas, todos los grupos y todas las instituciones. La
responsabilidad es lo que nos hace sujetos y objetos de la ética, del derecho y de
las ideologías.
Doctrinas sobre la Responsabilidad Social Empresarial
Diversos autores subrayan que la función social de las empresas está
perfectamente colmada y salvaguardada con ofrecer un producto de alta calidad y
elaborado con los mejores procedimientos existentes que aseguren al consumidor
una compra segura y satisfactoria. Sin embargo, existen otros estudiosos de la
materia que encuentran en la Responsabilidad Social una fuente de nuevas
perspectivas sociales, a través de la cual se alcanzaran los fines de la
organización: "...lo que tiene que promover, esencialmente, es un sentimiento de
solidaridad y confianza entre todos los grupos sociales de una institución y este
sentimiento debe derivar de la convicción plena de que dicha entidad cumple su
rol institucional dentro del marco de la ley y la moral" (Flores Bao 1981).
Por otra parte, Francisco Aguadero, destaca categóricamente el papel de la
Responsabilidad Social, cuando afirma en su libro "Comunicación Social
Integrada: Un reto para la organización" que "al actuar así estamos discurriendo
por el camino de una de las principales funciones de las Relaciones Públicas
modernas: la asunción de la responsabilidad social en el marco de organizaciones
y en la relación de estas con la comunidad a la que pertenecen". Lo que apoya
Carlos Feminis: "Hay compromisos morales para la acción individual como para la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
158
conjunción colectiva, cuyos efectos se sintetizan en una imagen institucional frente
a la sociedad. Algunas concepciones sobre las nuevas responsabilidades sociales,
tienden a juzgar que la conducta ética es rentable. Según esta idea, si el público
percibe claramente una preocupación empresarial en este sentido, se mejoraría la
imagen y, por ende, se captarían más clientes."
Con este propósito se pueden establecer una serie de estrategias elementales
para su éxito:
� Profundizar el tema de la RSC al interior de la empresa. Encontramos en la
mayoría de las empresas un interés por la temática de la RSC pero siempre
referida a políticas externas. Existe una incipiente reflexión interna, es decir
de la responsabilidad de la empresa con sus propios trabajadores y con la
cadena del negocio.
� Profundizar la comprensión del concepto de RSC, al respecto señalamos la
necesidad que ésta pase a ser parte del leguaje de la empresa, para que no
sea percibido como una moda, por lo tanto, desechable. En este contexto la
empresa debe definir el porqué de la implementación de los planes de
responsabilidad social, la empresa debe poder detectar en qué lógica y
estado se encuentra y sobre esto, establecer los productos esperados de la
adopción de la estrategia de RSC.
Aquí es necesario subrayar la importancia de lograr una comunicación eficiente de
la RSC, tanto al interior de la empresa, mediante políticas específicas, como
externamente, en la cual el papel de los medios de comunicación de masas juega
un papel muy importante. La sensibilización desde el mundo de la comunicación
en torno a las acciones de RSC, servirá para la generación de redes y vínculos
entre los distintos sectores, así como la constitución de una imagen social
favorable a los propósitos. Donde la imagen pública de la organización asistencial
favorecida será trascendental para su éxito.
Adherir el concepto de responsabilidad social a la organización es sólo un paso
preliminar hacia la efectividad social de la empresa. Es importante, sin embargo,
porque es el elemento que da a los empresarios una base sólida para la acción
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
159
social. Asimismo, es la filosofía que justifica la participación empresarial en la
comunidad, pero la filosofía por sí sola es incompleta. Debe ser seguida por la
acción social efectiva. Por lo tanto, es preciso tener en cuenta respuestas sociales
al hablar de responsabilidad social.
Entre las prácticas más usuales para la implementación de los apoyos sociales,
encontramos muchas formas de aportar y cada una trae una retribución distinta:
Donativos anuales.- son una buena forma para que las compañías y
organizaciones se conozcan. Proporcionan un periodo de prueba inicial durante el
cual se puede evaluar cómo han de utilizarse los fondos y qué tan bien es
administrada la organización
Donativos en especie.- pueden dar menos flexibilidad que los donativos en
efectivo, pero ser muy importantes para los receptores. (Edificios, mobiliario, etc.)
Uso del nombre de la compañía.- Apoyar públicamente al grupo puede hacer
una contribución significativa a la credibilidad del mismo.
Consultoría y asesoría.- Muchas compañías hacen que su personal participe
como voluntarios en consejos. Esta es una forma excelente de dar y obtener ideas
valiosas y experiencia.
Algunas empresas consideran que ser socialmente responsable significa un gasto
extra o un lujo que sólo pueden darse los grandes corporativos y que a la práctica
no rinden ningún beneficio a la corporación, pero al hablar de inversión social, no
nos referimos a los recursos económicos que se donan o las acciones aisladas
que realiza en pro de la educación y salud, sin objetivos claros y lo que es peor sin
coherencia con su estrategia de negocios. Se trata de reemplazar el criterio
filantrópico de caridad y transferencia de recursos por el de integración y
vinculación con la comunidad. Las compañías que aquí y en el mundo,
materializan esta política como un componente vital de su estrategia empresarial
obteniendo entre otros beneficios:
• Mayor fidelidad a la marca
• Mejor posicionamiento de imagen
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• Actitud más favorable por parte de los consumidores y medios de
comunicación
• Más defensas contra la crisis, puesto que los clientes se vuelven más
leales
• La corporación se distingue de su competencia
• La Organización se identifica con la comunidad en la que opera
• Su Imagen se fortalece
En México la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no es una práctica
generalizada. Debido a la poca información ésta se ha llegado a considerar como
una moda o como simple mercadotecnia. Pero la esencia de la RSE radica en
desarrollar, desde las empresas, estrategias que procuren el bienestar social, más
allá de las acciones filantrópicas.
En este sentido, desde 1997 opera el programa Responsabilidad Social
Empresarial (RSE) del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), uno de los
programas pioneros en el tema en América Latina, que actualmente cuenta con:
54 empresas y 23 Fundaciones Empresariales asociadas, 61 empresas con el
distintivo ESR y 6 organizaciones aliadas estratégicas (AliaRSE).
Aun cuando se identificaron 94 fundaciones empresariales, uno de los resultados
sorprendentes del estudio se refiere a la incidencia de las fundaciones
empresariales dentro del quehacer de las grandes empresas. Si bien comparado
con otros países México tiene un número relativamente grande de fundaciones
empresariales.
Otro resultado tiene que ver con las motivaciones y objetivos de las fundaciones.
La autora argumenta que al estudiar las fundaciones de mayor tamaño, es
evidente que “para estos empresarios o grupos empresariales grandes, la
filantropía ha sido una buena estrategia de posicionamiento e incremento de
ventas dentro del mundo de los negocios”, ya que entre los empresarios se
respetan mucho las empresas que demuestran un compromiso con la comunidad.
Sin embargo, el estudio también reconoce que las fundaciones empresariales
suelen ser “híbridas”, en el sentido de que “en su propio seno articulan la esfera de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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los negocios con la esfera de la solidaridad”.
El estudio identifica diferentes enfoques o estilos de gestión de las fundaciones.
Vale la pena destacar dos de ellos: un enfoque “social-asistencial” y otro más
“desarrollista”. Bajo el primero, la problemática social se define en términos de
¿cómo insertar a los grupos marginales, “desocializados”, en alto riesgo de
adicalización política? Y en el segundo, “¿cómo lograrZ alianzas con entidades
sin ánimo de lucro, instituciones del Estado y la propia comunidad, para emerger
como socios importantes en movimientos para el cambio social?”. Si bien se
percibe una evolución histórica hacia el segundo enfoque, según este estudio, la
tensión persiste.
Otros de los estudios, el de la profesora Ann Farnsworth, examina los orígenes de
la filantropía empresarial en Antioquia, enfocándose en las empresas Coltejer y
Fabricato, y sus principales accionistas.
Según la autora, para los accionistas de estas empresas, sus fábricas deberían
ser modelos para una sociedad más armoniosa, sin conflictos de clase. Las
empresas instauraron un régimen paternalista de prestaciones excepcionales y a
su vez fomentaron una moral estricta basada en religiosidad, progreso y
pertinencia regional (“antioqueñidad”).
Este estudio histórico complementa el de la profesora Rojas, en el sentido de que
ayuda a comprender los factores culturales que condicionaron el surgimiento de
actividades filantrópicas entre el empresariado antioqueño. Siendo esta región la
de mayor presencia de fundaciones empresariales en el país, es claramente un
tema importante.
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Empresas en México que practican la responsabilidad social empresarial
CATEGORÍA EMPRESA PROGRAMA ACCIONES
VINCULACIÓN CON LA COMUNIDAD
Philip Morris México
México Brigada Alimentodos
-Promover el voluntariado corporativo. -Generar solidaridad con el entorno y llevar alimentos o insumos a poblaciones marginadas.
Merk Sharp & Dohme
365 días detectando glaucoma
-Convoca a clínicas y médicos especialistas a ofrecer servicios para detectar esta enfermedad. MSD proporciona todos los elementos para hacer las detecciones.
Imágenes de Vida
-Reducción en más del 80% en precios de medicamentos para tratar el VIH/SIDA. -Apoyo a proyectos de educación sobre los derechos humanos de las personas que viven con VIH/SIDA.
Janssen –Cilag
Momias de El Carmen
-Preservar sin deterioro las momias del Museo de El Carmen.
Cemex
Patrimonio Hoy -Atender las necesidades habitacionales y mejorar la vivienda de 80 mil familias de bajos recursos.
Escuela de la construcción
-Albañiles, maestros de obra y autoconstructores mexicanos tienen acceso a educación y actualización materiales y construcción.
HSBC Niños con futuro
-Programa nacional a través del cual los clientes realizan donativos en los cajeros automáticos, que se canalizan a organizaciones no lucrativas de atención a la población infantil con orientación en nutrición, salud y educación.
CALIDAD DE VIDA EN LA EMPRESA
British American Tobacco
Pasión por Vencer
-Apoyo al personal en caso de acontecimientos familiares (nacimientos, defunciones, bodas). -Horarios flexibles en ciertas áreas. -Apoyo para el retiro voluntario, desincorporación por reestructuración o jubilación. -Apoyo de hábitos y prácticas de trabajo saludables (seguridad, higiene y ecología). -Desarrollo de habilidades y competencias de su personal y familias.
Minera Penmont
Enfoque Holístico
-Adopción de pocos niveles jerárquicos para mejorar la comunicación, flexibilidad y velocidad -Ambiente laboral digno y seguro que fomenta la creatividad e imaginación del personal. -Cuida la integridad física y salud de los trabajadores.
CUIDADO Y PRESERVACIÓN DEL MEDIO
Hewlett- Packard México
Promoviendo una conciencia ambiental
-Políticas de medio ambiente, higiene y salud. -Campañas de ahorro de energía. -Información de programas de reciclado.
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AMBIENTE -Soluciones sustentables del medio ambiente. -Recolección de papel y cartón, de desechos biológicos-infecciosos y de desechos de la cafetería La Vianda.
3.1.8 Redes solidarias entre pares
¿Una alternativa de inclusión social para las personas de edad?
Las décadas de transición democrática implicaron un desarrollo sin precedentes
de las organizaciones de la sociedad civil (OSC), como alternativas -con un alto
grado de heterogeneidad- de participación ciudadana en lo que denominamos el
Tercer Sector. Entre ellas, se destaca la emergencia de las conformadas por
personas de edad (que denominaremos a partir de este momento OPE,
Organizaciones de Personas de Edad), cuya existencia en nuestro país se
remonta a los años ’50, pero cuyo número creció visiblemente a partir de la
década de la recuperación de la democracia en los’80.
La pregunta que guía el desarrollo del presente trabajo inquiere sobre el tipo de
participación de las personas de edad en estas organizaciones conformadas casi
exclusivamente por voluntarios y la calidad de la misma en el espacio geográfico
de la Ciudad de Buenos Aires111. Partimos para ello del supuesto de un contexto
social contradictorio, en el que las personas de edad son estigmatizadas a partir
de fuertes mitos y prejuicios sociales que las visualizan como sin capacidades y
desenganchadas de la sociedad, por un lado y con capacidad de ocio creativo,
actividad y creatividad por el otro (Moragas, 1991; Salvarezza, 1988; Yuni, 2000).
En este sentido la edad no se constituye en la única dimensión a tener en cuenta
para identificar al conjunto de adultos mayores, sino que la vejez es un concepto
que se construye socialmente (Oddone, 1995; Yuni, 2000) y se manifiesta en
nuestras sociedades en el esfuerzo de los viejos por dar nuevos sentidos al
concepto de vejez. Las OPE se constituyen en espacios de práctica social, por lo
tanto práctica política, en los que se constituyen los sujetos sociales, en este caso,
los viejos.
Estos espacios de participación autogestivos tendrían diversas significaciones, por
111 La Ciudad de Buenos Aires es la ciudad del país que tiene la más alta proporción de personas de 60 y más años entre sus habitantes (20,9%).
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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un lado, serían canales de construcción de ciudadanía de las personas de edad y
por el otro, conformarían “lugares” (Augé, 1998) solidarios a partir de estrategias
organizacionales entre pares. En respuesta al desafío que implican los prejuicios
acerca de la vejez, como tiempo de pasividad y desapego de la sociedad, estos
espacios con identidad, con historia y donde existen posibilidades relacionales,
constituyen un intento, de optimizar las condiciones de vida de los mayores y de
vigorizar la capacidad autogestionaria y de lucha por los derechos de este grupo
etario (Bidegain, Fassio, Golpe, 1999). En su participación en las OPE los
mayores resignificarían el “estar en casa”, ya que se constituyen en espacios en
los que su discurso sintoniza el mismo estilo retórico de los que comparten su vida
y es sencillo hacerse comprender y comprender. En estos “lugares” las personas
de edad transitarían, en diferentes grados, el camino de la participación en el
trabajo voluntario, edificando una renovada identidad en el espacio social,
definiendo los problemas a enfrentar y diseñando las respuestas a los mismos.
Esta participación además implica saldar necesidades vacantes que no son
satisfechas ni desde el quehacer público ni desde el privado.
Son muchos los estudios realizados en el campo del voluntariado empresario en
países como Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Brasil y otros países
latinoamericanos. La mayor parte de ellos ha centrado su objeto de estudio en la
empresa misma y los programas de voluntariado del empleado que realiza, o en
otros casos se han estudiado las alianzas entre la empresa y las organizaciones
sin fines de lucro para llevar adelante programas de esta naturaleza. Pero son
pocos los trabajos cuyo eje de estudio son los empleados mismos, quienes en
última instancia toman la decisión de iniciar una actividad voluntaria.
En nuestro país el desarrollo de programas de voluntariado del empleado
constituye una tendencia de reciente implementación. Si bien muchas empresas
en Argentina (y en algunos casos desde hace ya muchos años) han impulsado en
forma “espontánea” acciones hacia la comunidad en las que grupos de empleados
participan voluntariamente, no ha sido sino desde hace unos pocos años que
estas acciones comenzaron a adquirir un carácter más formal y organizado.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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Para efectos de este estudio hemos determinado una serie temas que nos parece
relevante conocer durante esta investigación. Estos son:
• Concepto de Responsabilidad Social en la Empresa. (Distinción entre
Filantropía e Inversión Social, manejo de conceptos, nivel de reflexión y
tematización en los distintos niveles de la empresa)
• Ética en los negocios. (Definición del concepto, apropiación, connotación
ideológica, etc.)
• Facilitadores y Obstaculizadores (Intraempresa) para la generación de
programas de responsabilidad social. (Distintas tendencias al interior del
directorio, definiciones programáticas, importancia que se la da al tema, etc.)
• Rentabilidad social y económica de las empresas que poseen programas
de responsabilidad social. (Autopercepción de la rentabilidad y percepción
externa. Material secundario).
• Tipos y funcionamiento de programas de responsabilidad social de las
empresas. (Niveles de reciprocidad en la inversión y forma de inversión en
relación con el nivel de integración a la comunidad, etc.)
• Empresas y desarrollo local. (Relación con las comunidades, proyectos e
inversión social, alianzas con ONGs y gobiernos locales, participación en
políticas públicas, etc.).
• Profesionalización de la responsabilidad social en las empresas e
institucionalización de la misma. (Fundaciones, Redes, Asociaciones).
• Percepción de otros actores para alianzas de Responsabilidad Social.
Percepción a futuro, es decir, receptividad para trabajar con el empresariado
en estos temas, confianzas y prejuicios al respecto).
• Percepción acerca de los incentivos u obstáculos (extraempresa) para el
desarrollo de la responsabilidad social de las empresas. (Legales,
tributarios, etc.).
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• Capital Cultural de las empresas. (reactivo o proactivo para la generación de
la responsabilidad social): formación de ejecutivos, modelos de liderazgo y
participación, resistencia a temas emergentes como ecología, género y no-
discriminación, etc.
3.1.9 El voluntariado desde la empresa: ¿qué opinan los empleados?
Dadas estas condiciones cobra relevancia un trabajo de investigación –de carácter
exploratorio- que se propone como objetivo realizar un estudio sobre las opiniones
y los conocimientos que tienen los empleados acerca del trabajo voluntario
avalado y/o impulsado por la empresa: ¿cuánto conocen acerca de lo que se
realiza en su propia empresa?, ¿por qué o por qué no les gustaría involucrarse?,
¿consideran que la empresa sólo persigue fines de “marketing” o que existe un
verdadero compromiso social?. Las respuestas obtenidas a partir de éstas y otras
preguntas, permitirán realizar un relevamiento que será de interés y utilidad para
toda empresa que desee implementar un programa de voluntariado del empleado,
ya que le brindará “pistas” sobre conocimientos y opiniones que sus empleados
pueden potencialmente albergar y sobre las que será necesario trabajar.
Asimismo, los resultados del presente estudio pueden constituir un punto de
partida para nuevas investigaciones que ahonden en esta temática.
3.1.10 ONG Microfinancieras en México
Las relaciones entre las empresas y la sociedad civil están entrando a una nueva
etapa de desarrollo con un creciente número de interacciones. Las relaciones
filantrópicas y caritativas aún son la conexión dominante entre estos sectores y
continuarán desempeňando un papel importante. Sin embargo, la actividad
crecientemente se ha completado con interacciones más amplias y más intensas
tanto en las metas centrales de las empresas como en las metas centrales de la
sociedad civil.112 En general, las interacciones están en una etapa naciente y han
sido, hasta cierto punto, fortuitas.
Las relaciones están basadas en mecanismos específicos que pueden dividirse en
112 Waddell, Steve. Market-Civil Society Partnership Formation: A Status Report on Activity, Strategies, and Tools, The Institute for Development Research, (IDR), IDR Reports, vol. 13, núm. 5, 1997, http://www.jsi.com/idr/online_lib.htm, (Consulta: 10/04/2001).
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cuatro tipos: 1) dinero mediante subvenciones, donaciones e inversiones; 2)
información mediante leyes de revelación, documentos de la organización,
reuniones e iniciativas educacionales; 3) estructuras formales a través de
comisiones intersectoriales y consejos consultivos; y 4) procesos y programas por
medio de audiencias, estándares y códigos, programas de intercambio de
personal, conferencias y talleres. El gobierno tiene un papel importante en hacer
disponibles estas herramientas, directa e indirectamente.113
Resumen: El presente capitulo se dirige a la presentación de las características
relevantes de la operación y resultados de las ong microfinancieras mexicanas, los
retos y dilemas a los que se enfrentan y las lecciones que se derivan de su
experiencia incluyendo las condiciones que requieren para lograr sustentabilidad
económica y social.
En el caso de las ong microfinancieras mexicanas las interacciones con el sector
empresarial aún no están presentes (por lo menos en una forma sistemática) pues
las propias ong constituyen un grupo emergente.
La contraparte de estas ong es el sistema financiero mexicano (sfm) y, en
particular, el sector bancario y el de organizaciones auxiliares de crédito. Hasta
hace poco tiempo la provisión de servicios financieros para pobres en México era
una actividad impensable para el sfm pues tanto el sector gubernamental como el
privado estaban convencidos de que los pobres no ahorran y no pueden pagar los
créditos (menos aún a tasas de mercado) por lo que no constituyen un nicho de
mercado propiamente dicho.
Las aisladas participaciones que estos sectores tuvieron en el pasado dirigidas a
esta población siempre se caracterizaron por basarse en actitudes paternalistas,
clientelistas o caritativas, reducidas a la concesión de créditos subsidiados o de
antemano catalogados “a fondo perdido”. Por ello, al menos por el momento, no
hay relaciones de cooperación, competencia o conflicto con el sector privado pues
éste no ha participado en él.
Por el contrario, la participación de las ong parte de la convicción de que los
113 Ibíd., p. ii.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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pobres quieren, pueden y necesitan ahorrar, y lo hacen cuando tienen
instrumentos e instituciones apropiadas a su alcance. Además de los créditos,
tienen necesidad de otros servicios financieros como seguros y pagos de remesas
del exterior (dado el gran número de migrantes en el extranjero).
A pesar de su reciente origen, los proyectos microfinancieros en México han
demostrado ser un arma eficaz de combate a la pobreza y un medio de mejoría de
las condiciones de vida e ingresos de quienes participan en ellos, de adquisición
de nuevas habilidades, actitudes y aptitudes para sus participantes, de aumento
del ahorro monetario y de su utilización para el desarrollo local.
Sin embargo, el seguimiento de estas ong se convierte aún más interesante e
imperioso dado que el ascenso al poder del partido de oposición ha dado lugar a
un cambio en la posición gubernamental al respecto. Está en marcha el Programa
Nacional de Microcréditos114 que apoyará en una primera fase a 32 de estas ong
(una en cada entidad federativa) con fondos y capacitación. Asimismo, está en
debate en el Poder Legislativo la Ley de Ahorro y Crédito Popular.
A partir de estas medidas surgen necesariamente interacciones con los sectores
público y privado que enriquecerán la experiencia de estas ong.
En las presentes líneas presentamos algunos de los rasgos más característicos de
la forma en las microfinanzas apoyan y fomentan la atención a la superación a la
pobreza, en este sentido, el subsector más estructurado e importante de los
servicios de microfinanzas los representa las Cajas Populares (cooperativas
financieras) y dentro de ellas en particular las que lograron su reconocimiento legal
como Sociedades de Ahorro y Préstamo.
La presencia y generalización de esquemas y actividades de financiamiento
popular es inminente, y lejos de lo que pudiera pensarse, es parte importante de la
actividad cotidiana de amplios sectores sociales considerados de escasos
recursos, demostrando lo erróneo del concepto tradicional sobre la falta de “cultura
114 Permitirá otorgar microcréditos (de 700 a 20 mil pesos) con aval social a la población de bajos ingresos. Es considerado “uno de los programas de desarrollo más importantes y más originales en el Gobierno del Presidente Vicente Fox” (Programa radiofónico Fox en Vivo, Fox Contigo del 24 de febrero de 2001. La versión estenográfica puede consultarse en la página “Sistema Internet de la Presidencia”: http://www.presidencia.gob.mx)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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financiera” de estos sectores y su incapacidad para constituirse como generadores
de fondos de ahorro y sujetos de crédito.
Más allá de clichés, el interés que han despertado las más recientes
investigaciones y el reconocimiento gubernamental a nivel mundial sobre la
importancia y carácter de los sistemas financieros populares, ha demostrado que
la gente de escasos recursos ahorra y hace uso apropiado –sobre todo estima- la
importancia y adecuado aprovechamiento del acceso al financiamiento.
La gran diversidad de esquemas financieros orientados al sector social que se
manifiestan a nivel mundial tiene como sustancia común el uso cotidiano de
acciones basadas en conceptos de ayuda mutua y reciprocidad. México, como es
fácil constatar, no es ajeno a este tipo de manifestaciones, y es en particular en el
sector de las Cajas Populares donde se vive el más singular, serio e
independiente esfuerzo para integrar a esta parte de la población en el uso
solidario de los recursos y sus potencialidades como detonadores de un desarrollo
social y económico más equilibrado.
Dichas instituciones han sufrido con seguridad momentos sumamente difíciles al
concretarse el buscado reconocimiento legal, dado que el tránsito hacia la
formalización institucional115, es decir ahora como Sociedades de Ahorro y
Préstamo, ha significado actuar con urgencia en una profunda reforma de sus
organizaciones con la profesionalización de sus cuadros dirigentes y
administrativos, el saneamiento financiero y operativo, y la consecuente
modernización tecnológica.
A partir de ello, se puede identificar la concreción de varias tareas de reflexión,
que podríamos delimitar de manera general en la importancia y perspectivas de
desarrollo para el sector de empresas microfinancieras a partir de las tareas
pendientes en el marco institucional y la consiguiente reforma operativa y
organizativa de las instituciones, todo ello en el marco de generación de políticas
de supervisión orientadas a su fomento y consolidación, y.
115 No hay que olvidar que los niveles de organización y autogestión alcanzados como microfinanciera son excepcionales y sirvieron de base a la nueva reglamentación.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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En este sentido, en las siguientes líneas se presentarán una breve reflexión sobre
las posibilidades y tareas pendientes del sector, y la forma en que se han ajustado
estas a los nuevos ordenamientos legales.
En este sentido, existe acuerdo en que la demanda de los servicios de ahorro y
préstamo de carácter popular está condicionada principalmente por factores
relacionados con el nivel de ingreso, seguridad y facilidad de acceso para las
clases populares. De esta manera, existe una significativa necesidad de
instrumentos de ahorro para las clases populares, como lo demuestran las
distintas investigaciones realizadas recientemente tanto por organismos públicos
(SHCP, Banco de México) como privados (agencias e instituciones financieras),
las cuales ubican entre los indicadores más relevantes el que el 41% de las
personas ahorran regularmente, de éstas el 59% lo hacen en efectivo en su casa y
en una proporción del 10% de su ingreso.
Asimismo, el 70% de las personas que ahorran regularmente lo hacen con el
objetivo de cubrir gastos familiares e imprevistos como enfermedades y
accidentes; el 60% de la población no utiliza servicios financieros y el 30% acude
a Cajas de Ahorros, cooperativas y uniones de crédito.
La competencia recientemente instrumentada en esquemas de ahorro por la
banca múltiple, no afecta de manera grave al mercado de las microfinancieras, al
ser dichos esquemas pobres en cuanto rendimiento, facilidad de acceso, y sobre
todo, la imposibilidad de acceso crediticio, situación que define en buena parte la
cobertura de los servicios de la financiera popular.
La oferta de servicios financieros por parte de microempresas se haya fuertemente
concentrada en los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.
Guanajuato es el estado donde estas organizaciones han tenido el mayor
desarrollo con más de 160 mil socios, 82 sucursales, ahorros por 893 millones de
pesos y una cartera de préstamos de más de 567 millones de pesos.
En este sentido, es en el Distrito Federal donde estas organizaciones aun no
cuentan con presencia relevante, pese a presentar uno de los saldos en plazo fijo
más altos del sistema (489 millones de pesos), la cartera de créditos es apenas de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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una décima parte de dicho monto.
Como consecuencia de lo anterior el Distrito Federal permanece como un
mercado aún desatendido, presentando un amplio perfil de usuarios favorable
para la operación de dichas organizaciones; teniendo como competencia más
importante las propias operaciones del sector informal, sin embargo, en base a las
características de las organizaciones, seguridad, rendimiento y costos supera
ampliamente las opciones disponibles.
Por otra parte, estas organizaciones muestran un diferencial histórico entre tasas
pasivas y activas, lo cual representaría en términos monetarios el ingreso bruto de
las organizaciones, se ubica en un 29%, que cabe señalar ha aumentado a partir
de la crisis del sector bancario iniciada en 1994 que ha llevado a situarlo hasta en
un 35.1%.
En cuanto a los precios, mismos que se representan por el diferencial en términos
porcentuales entre las tasas activas y pasivas, se observa una tendencia estable
ligeramente creciente en relación a la tasa de inflación, la cual deberá de ajustarse
de acuerdo a las propias características en las operaciones de las
microfinancieras.
La labor promotora, y las políticas y estrategias del crédito son las piezas
fundamentales para lograr los objetivos planteados por estas organizaciones, lo
cual lo consiguen a través de una amplia asociación y una rápida y eficaz
evaluación del riesgo crediticio.
El saldo promedio de las cuentas de ahorro en el Distrito Federal presenta una
tendencia positiva por lo que existe un mercado potencial, agregado a la
inexistencia de opciones viables de servicios financieros para la población
objetivo.
3.1.11 Comercio justo
El Comercio Justo es un tipo de comercio que surge de una nueva relación, libre,
directa y honesta (no fraudulenta) entre tres nuevos sujetos económicos: los
productores en vías de empobrecimiento, los consumidores solidarios y los
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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intermediarios sin ánimo de lucro (siempre entendemos por tal a hombres y
mujeres). Para ser claros, llamaremos a los primeros «pequeños-Productores-
asociados» [Pa], a los segundos «Consumidores-responsables» [Cr], y a los
terceros «Mediadores-facilitadores» [Mf]. Podemos decir que se trata de sujetos
que han aprendido las lecciones de la Historia y por eso son nuevos.
Después de tanta alienación y manipulación la gente reacciona, y una de las
lecciones aprendidas es que hoy los consumidores empezamos a ser conscientes
de nuestro poder. Como tales consumidores votamos todos los días eligiendo los
productos que compramos. El consumidor está empezando a entender que con su
consumo puede castigar a empresas por su mala conducta frente al medio
ambiente, sus trabajadores o su comportamiento en el Tercer Mundo. Pero de lo
negativo hay que pasar a lo positivo y el reto es que el consumidor pueda
recompensar a empresas con objetivos sociales, protectores del medio ambiente y
capaces de mejorar las condiciones de los trabajadores del Tercer Mundo. Este
tipo de empresas ya ha aparecido, pero para asentarse y perdurar tienen que dar
calidad y ser eficientes en el logro de sus metas y objetivos. En los países
industrializados de la metrópoli son las empresas de Comercio Justo, y en los
países empobrecidos, como en Nicaragua, son las cooperativas y comunidades de
pequeños productores que integran un nuevo espacio económico llamado la
Economía Popular Asociativa y Autogestionaria (este movimiento existe con sus
particularidades, más o menos avanzado en todos los países pobres).
Por supuesto este movimiento por «aprender las lecciones de la Historia» no ha
hecho más que comenzar. Entre los consumidores, hoy sólo se plantean elegir
con responsabilidad una pequeña minoría. Todo movimiento de cambio comienza
por unos pocos y nadie debe creer que esto es algo sencillo. Es un movimiento
que no ha hecho más que iniciarse y que requiere como condición previa a
personas y dirigentes con principios sociales y morales sólidos. Debemos tener en
cuenta que estamos hablando de colectivos y grupos minoritarios, pero que
pueden conformar un espacio de lucha y de incidencia social importante.
El otro grupo necesario para un comercio justo es el sector social de los pequeños
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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productores asociados [Pa] que se organizan en cooperativas, colectivos y
asociaciones y están dando al capital una nueva dimensión social: son a la vez
gestores y administradores de capital social, un capital compartido en colectivos,
como decimos.
La lección aprendida es que en soledad una familia o una persona productora de
mercancías poco pueden hacer en la jungla del mercado. La mayor parte de las
empresas de la burguesía nacional de los países del Tercer Mundo están
quebrando y la ola acabará por llegar a los eslabones más débiles de la vieja
Europa. La oportunidad de enriquecerse ya no es posible con la competitividad y
el expansionismo de las multinacionales y el capital financiero global que actúa
con la locura de otorgar, en los países de la metrópoli (Europa y EE.UU.), unos
créditos del 2,5 al 5,25%, mientras en los países pobres es de un 35%
(recompensa a los acreedores y arruina a los deudores).
Ante las masivas quiebras en el Tercer Mundo, los pequeños productores toman
nuevas responsabilidades. Estamos hablando de más de 500 millones de familias
donde tanto el hombre como la mujer perciben un dólar de salario al día. Este gran
colectivo son semiproletarios, esto es, trabajan para un patrón (en el campo) pero
además disponen de su pequeña propiedad rural. En su calidad de pequeños
productores agropecuarios, dueños de la tierra, están comprendiendo que tienen
que acceder por su propia cuenta al mercado y escalar sus empinadas y
laberínticas rampas (dotarse de capital para infraestructuras de almacenaje,
transporte, y muchos conocimientos, así como asociarse ente los pequeños) para
vender mejor sus productos y buscar allí consumidores favorables ofreciéndoles
mejor calidad y otras oportunidades.
La particularidad del Comercio Justo, como decimos, es que nace del encuentro
de estos tres nuevos sujetos: productor asociado [Pa], mediador facilitador [Mf] y
consumidor responsable [Cr] y además del encuentro entre el Norte y el Sur. Del
Norte proviene ese nuevo sujeto consumidor que toma «responsabilidad» y se
hace capaz de dirigir su elección de compra. Del Sur proviene estos pequeños
productores de familia extensa, integrados en comunidades y colectivos de apoyo
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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mutuo, decididos a gestionar el mercado de sus propios productos. Y de ambos,
Norte y Sur, provienen, por último, un tercer sujeto que son las ONGs que se
proponen acompañar a ambos sujetos en la escalada por su emancipación y
facilitarles el encuentro directo.
En las antiguas sociedades pre-capitalistas los pequeños campesinos iban al
burgo (centro urbano) y vendían directamente en la plaza lo necesario para
comprar productos de necesidad, como herramientas, aperos u otras mercancías
que no podían producir en su aldea. El desarrollo del capitalismo convirtió en una
reliquia esta forma de comercio directo (productor-consumidor), pero, territorial-
mente, sólo ocurrió así en las metrópolis y en particular en las zonas más
urbanizadas, donde se concentraba la naciente industria. Hoy con la globalización
se acaban las fronteras nacionales y con el desarrollo de las comunicaciones y el
transporte es factible llegar a cualquier rincón del mundo. Así que las condiciones
para un encuentro global entre pequeños campesinos productores y consumidores
están dadas. Lo mismo que un inversionista se conecta a los mercados financieros
a través de internet, un pequeño productor del Sur puede comunicarse con un
consumidor del Norte siempre que cuente con un mediador que se lo facilite.
Aunque el 70% del comercio mundial está controlado por las multinacionales, es
posible encontrar «nichos» de mercado donde productores y consumidores se
ponen de acuerdo directamente. Uno de estos «nichos» es el Comercio Justo.
Aunque cuantitativamente la masa de capital que mueve es muy pequeña
(insignificante comparada con el movimiento de los mercados convencionales), el
valor cualitativo que tiene esta forma de comerciar solidaria y recíproca es
inmensa y prometedora. Para llevar a cabo esta revolución del mercado, esta
revolución de los valores humanos y de las relaciones justas y equitativas, ambos
sujetos económicos precisan, como decimos, de un tercero que los ponga en
comunicación y sea «facilitador» de ese encuentro.
Entidades y ONGs que buscan un nuevo concepto de bien común y renuncian al
lucro, reclamando no más ingresos que los necesarios para afrontar sus gastos,
muchas veces bajos pues tienen la ventaja de que sus miembros aportan trabajo
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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solidario y gratuito. Existe entre un 1 y un 5% de la población dispuesta a este tipo
de trabajos gratuitos, y pueden hacerlo en sus ratos libres, porque consideran que
ya ganan lo suficiente o porque su condición de clase media sensible les mueve a
mejorar las condiciones del Tercer Mundo y frenar el ciclo de la pobreza.
3.1.12 Las jóvenes empresas de la Economía Social y su relación con el
sistema bancario
Las jóvenes empresas de la Economía Social (cooperativa, sociedades laborales,
asociaciones, fundaciones y otras empresas sin ánimo de lucro) están catalogadas
en el sistema bancario como empresas de “alto riesgo” Se les otorga esta
clasificación por los siguientes motivos:
a) Existe la idea generalizada que la gerencia de dichas empresas se caracteriza
por una baja o nula profesionalización. Ello conlleva una desconfianza por
parte del responsable de la entidad financiera, especialmente en cuanto a la
gestión financiera de la actividad de la empresa.
b) Otro factor de riesgo es el hecho que la responsabilidad de los propietarios
está diluida, ya sea por su forma jurídica o por el elevado número de socios o
accionistas, de forma que en el caso de tener que ser requerida la
responsabilidad de sus componentes cuando la empresa no puede hacer
frente a los compromisos adquiridos, es previsible que esto se convierta en un
proceso lento, costoso e incierto, desde la perspectiva del Sistema Financiero.
c) El volumen de negocio anual de estas firmas normalmente es menor a 200
millones de pesetas, de forma que la rentabilidad para el banco es escasa, y
ello reduce ostensiblemente el atractivo de estas empresas para el sector
financiero.
d) Adicionalmente, dado que en estos casos el objetivo principal de la empresa
suele diferir del principio económico de maximización de beneficio, las
entidades financieras consideran en peligro la generación de recursos que
asegura el pago de las operaciones crediticias facilitadas, al quedar relegada
la búsqueda de rentabilidad a un segundo término.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
176
Señalar que los puntos anteriores descritos son estructurales, con ello se quiere
indicar que la calificación de estas empresas dentro del sistema financiero no es
fácil que mejore, dado que la calificación de “alto riesgo” está basada en la propia
naturaleza de estas empresas.
Esta percepción de las empresas de la Economía Social conlleva que las
entidades financieras mantengan una cierta aversión a la toma de posiciones de
riesgo con respecto a este tipo de empresas.
3.1.13 Banca ética
Un poco de historia. La finanza ética moderna tiene su origen en Estados Unidos
en los años veinte. La Iglesia metodista, que hasta entonces veía la Bolsa como
una oscura casa de apuestas, decidió comenzar a invertir en ella, pero quiso
asegurarse de no hacerlo en empresas alcoholeras o implicadas en juego ilegal.
Sin embargo, el auge de la inversión socialmente responsable no llegó hasta los
años setenta. En plena guerra de Vietnam, grupos de ciudadanos decidieron
boicotear a la empresa fabricante del gas nápalm que, fumigado en la jungla
vietnamita, causó graves deformaciones en las poblaciones afectadas. A partir de
entonces, iglesias, fundaciones y universidades comenzaron a preguntarse sobre
el destino de sus ahorros.
Hoy día, la ética está presente en productos bancarios muy diversos: desde los
“fondos éticos” de inversión, que observan con lupa las empresas cuyas acciones
compran, eliminando las que tienen actividades negativas o no aplican una política
salarial o social correcta, hasta cuentas corrientes que ofrecen una tasa de interés
algo inferior a la del mercado, pero se comprometen a invertir parte de esos
beneficios en proyectos de cooperación o ayuda al desarrollo.
Asimismo, los operadores de la finanza ética son de naturaleza muy variada:
algunos funcionan como otro banco cualquiera, con sus sucursales, sus cajeros
automáticos y sus talonarios de cheques. Otros se asemejan más a mutuas o
cooperativas de crédito, como la Nef (Nouvelle Economie Fraternelle) francesa,
activa desde 1988 prestando fondos únicamente a proyectos de pedagogía,
agricultura biológica o sanidad. Por último, signo de la era virtual en que vivimos,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
177
otros tienen su ámbito de acción sobre todo en el ciberespacio. Es el caso de la
Banca Ética Universale de Italia, que abrió sus puertas en Padua hace poco más
de un año y hoy cuenta con oficinas en Brescia, Milán, Roma, Florencia, y
Módena. Su presidente, Fabio Salviato, se enorgullece de haber reunido 4,5
millones de dólares con los que financiar 250 proyectos dentro y fuera de Italia en
tan corto espacio de tiempo. “Nuestro lema es la defensa de los pobres. En el
Tercer Mundo, por supuesto, pero también en Italia, donde aproximadamente siete
millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza”, dice Salviato, cuyo
banco se especializa en inversiones sociales repartidas en cuatro terrenos: la
cooperación social —fundamental en un país como Italia, con más de 4.000
cooperativas de este tipo—, el voluntariado, el medio ambiente y la cooperación
internacional: “Sobre todo financiamos a ong con proyectos de microcrédito en
Albania o Macedonia. En Guatemala hemos colaborado en la constitución de una
pequeña banca popular en la comunidad de Chajul, que produce café para
vendérselo a empresas de comercio justo”, explica. “La remuneración que
pagamos por los depósitos a plazo es la misma que la tasa de inflación italiana,
que oscila actualmente entre 2% y 2,5% y el interés que damos por las cuentas
corrientes es de 1%, algo inferior al del mercado. Pero los gastos de gestión de la
cuenta son también más baratos que en los bancos convencionales.” Si ello es
posible, se debe en buena parte a que detrás del nacimiento de la Banca Ética
están miles de voluntarios de otras tantas asociaciones sin ánimo de lucro, pero
con cuentas corrientes y necesidades de crédito.
Dos mil personas jurídicas y diez mil personas físicas tienen hoy ahorros en la
Banca Ética.
Cabe también preguntarse si la finanza ética, que por un lado debe su existencia a
una preocupación ciudadana por vivir en un planeta mejor, no es también parte de
una campaña de imagen de la banca tradicional, ávida de captar a esa nueva
clientela socialmente responsable. Guy Hooker, director de la Cooperativa de
Inversión Ética (Ethical Investment Cooperative), del Reino Unido, estima que “la
gente elige inversiones y bancos éticos porque, colectivamente, se ha dado cuenta
del poder que tiene su dinero, aunque en muchos casos también porque obtiene
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
178
un mejor servicio”. Para él, interviene además el hecho de que el público ve una
relación directa entre su moral familiar y la política que defiende el banco.
Ahora bien, la noción de moral no es la misma para todos. A unos puede
parecerles aberrante que su banco financie a empresas entre cuyas actividades
figura la compra-venta de armas, aunque no encontrarán tan mal que preste
fondos a compañías tabaqueras o a determinado partido político. Igualmente,
habrá quien prefiera financiar proyectos de alfabetización antes que el salvamento
de ballenas o el comercio justo de bananas. Conscientes de ello, algunas
entidades, como Triodos Bank, nacida en los Países Bajos en 1980 con filiales hoy
en Bélgica y el Reino Unido, ofrecen a sus clientes la posibilidad de dirigir sus
inversiones a áreas muy específicas, como la agricultura orgánica o el desarrollo
de la energía solar en los países del Sur. Thomas Steiner, de Triodos, explica la
manera en que su banco trata de conciliar las diferentes sensibilidades: “Nuestras
oficinas de Bélgica, Países Bajos y el Reino Unido no funcionan como un Mc
Donald’s, que es exactamente igual en todos los países. Nuestra filial belga tiene
cierto sabor belga, pone el acento en la economía social, mientras que en el Reino
Unido nos centramos más en ayudar a las organizaciones caritativas y nuestra
máxima preocupación en los Países Bajos es el medio ambiente”, dice. Además, a
la hora de otorgar créditos o elegir las compañías destinatarias de sus fondos, el
banco neerlandés aplica ciertas normas muy estrictas: “Como cualquier otro
banco, damos préstamos. Los criterios que utilizamos para otorgarlos o no son
‘positivos’; quienes nos piden dinero tienen que pertenecer a los campos en los
que actuamos: naturaleza, economía social, organizaciones sin ánimo de lucro,
cultura y cooperación para el desarrollo. Sólo prestamos dinero a proyectos que
cumplen estos criterios positivos. Por otro lado, tenemos fondos de inversión.
Invertimos el dinero que nuestros clientes nos confían en el mercado de valores, a
través de criterios que llamamos ‘negativos’. Sólo invertimos en empresas que no
tienen ninguna relación con la energía nuclear, las armas o el tabaco.” Tras veinte
años de existencia, Triodos Bank cuenta con una cartera de 40.000 ahorristas y
4.000 accionistas.
Otro de los puntos por los que apuestan claramente los bancos éticos es la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
179
transparencia, visible incluso en la Banque Alternative Suisse (Bas) que, en un
país que protege por ley el secreto bancario, publica anualmente los nombres de
las personas y empresas a quienes otorga préstamos, así como las cantidades
prestadas. El Citizens Bank, propiedad de la Vancouver City Savings Credit Union,
la mayor entidad de crédito de Canadá, va un paso más allá: su programa de
donaciones a la comunidad, Shared Interest Program (programa de interés
compartido), invita a los clientes a nombrar grupos que estiman aptos para recibir
una parte del fondo. Una vez recibidas, las sugerencias se clasifican en cuatro
grupos, según el área a la que se refieran. De nuevo se invita a los clientes a votar
al grupo que merece el 50% del capital, cuál el 25, cuál el 15 y cuál el 10, y los
fondos se otorgan en virtud de este plebiscito.
En 1999, por ejemplo, los clientes de Citizens Bank decidieron donar 17.700
dólares a la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz (DEVP),
que lucha contra la pobreza y la injusticia en el mundo a través de sus filiales en
50 países. El segundo clasificado, Frontier College, una agrupación de
universitarios voluntarios muy activa en el campo de la alfabetización, recibió ese
mismo año casi 9.000 dólares. “Todo este proceso incluye la asesoría externa de
un comité formado por líderes de ong, clientes y personal del banco”, explica
Gillian Dusting, responsable de relaciones públicas de la entidad. Asimismo,
Citizens Bank se compromete a responder en 24 horas a todas las dudas sobre su
ideario ético que recibe por correo electrónico y su página web contiene un foro de
discusión sobre la finanza ética. Al cabo de tres años de operaciones, el banco
canadiense reunió depósitos por valor de más de 680 millones de dólares y sus
beneficios de 1998 antes de impuestos rondaron los tres millones de dólares.
El peso de la banca ética en el panorama económico mundial es todavía pequeño,
aunque aumenta año tras año. Según cifras publicadas por el Servicio de
Investigación sobre Finanza Ética (EIRIS), desde enero de 1999 a enero de 2000
la cantidad total invertida en fondos éticos en el Reino Unido pasó de 3.300 a
4.100 millones de dólares. La OCDE, por su parte, reconoce que aunque los
bancos éticos “han tenido un relativo éxito, están todavía lejos de cambiar las
actitudes de las instituciones bancarias convencionales”. Para la Organización, su
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
180
principal interés reside en que dan a las empresas sociales “otra respuesta al
problema del acceso al crédito”. David Perry, director del centro Markkula de Ética
Aplicada de la universidad californiana de Santa Clara, destaca precisamente que
“este tipo de bancos son para algunas personas la única manera de obtener
préstamos, sobre todo si no tienen un historial crediticio ni grandes avalistas.
Además, a menudo combinan los préstamos con programas de capacitación en
empresas que pueden ser de gran ayuda para gente que no conoce el mundo del
comercio.”
3.1.14 Aversión al riesgo
La política tradicional del sistema bancario es contraria a priori, por los motivos
anteriormente descritos, a conceder facilidades crediticias a las empresas jóvenes
y de pequeño tamaño de la Economía Social, lo que condiciona que el simple
hecho de conseguir una entrevista con un director de sucursal pueda resultar
dificultoso.
Esta aversión al riesgo conlleva, por tanto, una serie de particularidades para las
empresas de la Economía Social en cuanto a los pasos a seguir para acceder al
Sistema Bancario.
Este acceso se caracteriza por:
a. Dificultad en el primer acercamiento a la entidad financiera
b. Exigencia de mayores garantías
c. Precios superiores a los del mercado
d. Solicitud de una mayor cantidad de documentación.
Acercamiento
La dificultad de acceder al sistema financiero por parte de las empresas de la
Economía Social se produce ya en el momento de dirigirse por primera vez al
mismo. Generalmente debe acudirse a entidades bancarias en las cuales se
conozca personalmente al responsable, o donde se hayan mantenido relaciones
bancarias anteriormente por parte de alguno de los componentes de la empresa,
habiéndose demostrado en las mismas, seriedad, moralidad y solvencia
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
181
suficientes.
Una vez conseguida la entrevista, el primer contacto con las entidades financieras
raramente podrá ser la concesión directa de operaciones crediticias. Durante un
período relativamente extenso las relaciones bancarias deberán ser
exclusivamente de pasivo, para, de este modo, demostrar a la entidad financiera
mediante la experiencia contrastable, que las empresas disponen de ingresos
periódicos y saldos medios acreedores acordes con su volumen de negocios.
Garantías Personales
Una vez conseguida la confianza de la oficina bancaria, y sin que ello resulte
definitivo para conseguir créditos, en la solicitud de operaciones de activo se
requerirán, por parte de la entidad financiera, garantías personales de todos los
componentes, accionistas, socios o administradores de la empresa, que cubran
holgadamente el riesgo derivado de las operaciones de crédito o préstamo
solicitadas.
La Banca se basa en el principio de que “el primero que debe confiar en su
empresa es el propietario, con su tiempo y pertenencias, y el segundo la entidad
financiera”. En este principio no se contemplan aquellas empresas que, por su
volumen de actividad, años en el mercado y fincabilidad, cubran con holgura el
nivel de riesgo a asumir.
Las garantías personales en las jóvenes empresas de la Economía Social es un
factor que puede ser dramático, dado los siguientes aspectos:
a) En caso de existir varios componentes, se exige documentación de solvencia
contrastada (relaciones de bienes, verificaciones regístrales actualizadas, IRPF,
Impuestos sobre Patrimonio, etc.) de todos y cada uno de ellos lo cual implica
tiempo y dinero.
b) Se exige la firma personal y solidaria de cada uno, lo cual significa que cada
propietario o administrador responde con sus bienes presentes y futuros de la
globalidad del crédito solicitado y no de una parte proporcional.
Este punto presenta la dificultad adicional de que raras veces la solvencia de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
182
todos los componentes es equitativa, y dichas diferencias impiden una
negociación clara y ágil, resultando en numerosas ocasiones un desacuerdo
previo entre los solicitantes, por las consideraciones de injusticia que implica el
hecho de cada uno de ellos responda del montante global solicitado, arriesgando
unos miembros mayor cantidad de pertenencias que otros miembros con menor
solvencia.
Otros tipos de garantías según las distintas operaciones financieras que se
soliciten
Una vez presentadas las garantías personales, ello no significa que se tenga
acceso al tipo de financiación deseado. Distinguiremos por tipos de financiación la
diversa operativa existente:
a) Préstamos a largo plazo.
En este caso:
1. Se exigirá garantía hipotecaria, y preferiblemente sobre vivienda de mayor
valor, dado que este tipo de empresas generalmente no disponen de fincabilidad
propia, y habiendo demostrado holgadamente que se dispone de suficiente
liquidez para poder hacer frente al pago de las cuotas.
2. El leaseback es una forma de financiación a largo plazo, pero se requiere
ser titular de una finca para poder realizar la operación de venta y posterior
compra.
3. Otra opción sería el leasing, pero solamente es aplicable en caso de que la
inversión sea sobre bien mueble o inmueble
b) Pólizas de crédito. En términos generales solo pueden acceder a esta
posibilidad bajo la modalidad de anticipo de una subvención ya otorgada, y con
toma de razón por parte de la Entidad que emite el pago. Difícilmente es
concedida para su libre utilización.
c) Descuento Nacional. Las líneas de descuento son concedidas siempre y
cuando se trate de librados de primera línea, en forma de pagarés a la orden o
letras aceptadas. Adicionalmente se retiene como mínimo un 5% de cada remesa,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
183
y se mantiene en cuenta de ahorro firmada e intervenida afectando el saldo al
buen fin de la operación.
d) Descuento de Extranjero. Sólo se concede si el descuento está al 100%
garantizado con Créditos Documentarios o CESCE.
e) Factoring. Es la forma de financiación de más fácil acceso pare este tipo de
empresa, pero también la más cara, dado que la entidad financiera corre con el
riesgo de impago por parte del librado.
3.1.15 Precios
Si bien el tipo de interés y las comisiones difieren para cada tipo de operaciones
financieras, para las empresas calificadas de “alto riesgo” los precios siempre son
superiores al de la empresa que no ha recibido tal calificación. En 1996 la
situación llegó a ser muy desesperada ya que las empresas ya habían entrado en
un proceso de crecimiento empresarial siguiendo el ciclo económico por el
contrario el sistema bancario aun actuaba con un comportamiento de recesión y
crisis como correspondió al periodo 1993-1994. Como consecuencia de esta
sincronización, los precios del crédito para las empresas de la Economía Social se
situaron generalmente entre el 14% y el 18%, cuando los tipos de mercado se
movían en un intervalo entre el 8,25% y el 12,5%. En esta coyuntura de fuerte
sincronización, las empresas de la Economía Social en España empezaron a
hablar de la Banca Solidaria y otros sucedáneos que les permitiera aliviar el ahogo
financiero a que les sometía el sistema financiero convencional. En definitiva, el
precio del crédito desempeña una barrera importante para el crecimiento y
consolidación de la joven empresa de la Economía Social.
Con estos mayores precios se pretenden tres objetivos:
a) Cubrir lo que se conoce como Prima de Riesgo, que será tanto mayor
cuanto menor sea la empresa, de más reciente constitución y menor solvencia
registrada.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
184
b) Superar con un mayor precio la ausencia de compensaciones de negocio
bancario derivado del pequeño volumen de las empresas analizadas, para obtener
una mayor rentabilidad.
c) Desalentar la forma de financiación bancaria en esta tipología de empresas.
La bajada generalizada de los tipos de interés, ha reducido la carga de los costes
financieros de todas las empresas españolas y, sobretodo, de las empresas
jóvenes y de pequeña dimensión de la Economía Social. Por consiguiente, aún
constatando la discriminación que las entidades financieras realizan a las
empresas de la Economía Social, señalar que un comportamiento
macroeconómico fundamentado en estabilidad de precios y descenso de los tipos
de interés es un entorno económico muy necesario para la viabilidad empresarial
de las empresas de la Economía Social.
Documentación Solicitada- Tiempo de Respuesta
Las entidades bancarias, con el objeto de minimizar el riesgo, solicitan una mayor
cantidad de documentación para el análisis de las operaciones solicitadas. Entre
los documentos exigidos se encuentran generalmente los siguientes:
1) Escritura de constitución
2) Fotocopia de las declaraciones de impuestos.
3) Cuentas de Resultados y Balances.
4) Proyecciones económicas de los próximos dos años con documentación
acreditativa para su contrastación.
5) Previsiones detalladas de tesorería.
6) Relación de clientes con los que trabajan.
7) Fotocopia de contratos con clientes.
8) Fincabilidad y verificaciones regístrales de la Empresa y de todos los
componentes del Consejo de Administración, así como sus declaraciones
individuales de IRPF e Impuestos sobre Patrimonio.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
185
9) Relaciones de subvenciones a percibir, etc.
Adicionalmente, las decisiones referentes a empresas de “alto riesgo” son
adoptadas en el estamento superior jerárquico.
Ambos factores, la documentación solicitada y el nivel de decisión del riesgo,
suelen suponer un retraso de tiempo de entre uno y tres meses, sin ninguna
garantía de que la operación sea aprobada.
3.2 Reacción a las dificultades financieras de las empresas de la Economía
Social
El sistema financiero tradicional no comprende la lógica de las iniciativas socio-
económicas que gestiona las jóvenes empresas de la Economía. La banca
excesivamente selectiva, rechaza los clientes demasiado modestos; en paralelo el
sistema financiero tiene muchos problemas para entender la lógica de las
empresas que gestiona proyectos que tienen contenidos a la vez sociales y
económicos:
La financiación es demandada por personas que no cumplen con el perfil
tradicional requerido de empresario: padres de familias que quieren gestionar un
proyecto de centro especial de empleo para dar ocupación a sus hijos que sufren
discapacidades, jóvenes voluntarios que quieren gestionar un centro cultural en el
barrio, la asociación de vecinos que deciden crear una empresa de inserción para
dar empleo a las personas en paro de larga duración del barrio, etc.
Los demandantes carecen de formación o de experiencia en la gestión de
pequeñas y medianas empresas tradicionales
Las entidades financieras no entienden la lógica de la economía social en la cual
los promotores del proyecto deciden sacrificar una parte de la rentabilidad del
proyecto para ajustar mejor la actividad empresarial a las necesidades del usuario:
por ejemplo personas con discapacidades sociales y/o reconocidas y con bajo
nivel de productividad exige que los promotores deban elegir desarrollar una
actividad empresarial no por criterios de maximizar la rentabilidad de los recursos
invertidos sino en facilitar la inclusión de los usuarios en la sociedad. Es decir, la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
186
lógica es distinta y el diálogo no es fácil.
Los proyectos nacen en nichos de mercados muy nuevos; demasiado complicados
para entender.
Los proyectos carecen de garantías o están situados en zonas considerados por la
banca como zonas de riesgo (es una versión europea del famoso “red lining”
americano, en el cual se puede estar excluido de los servicios bancarios sobre la
sola base del código postal de la dirección).
Este cúmulo de dificultades explica que las iniciativas socio-económicas
procedentes de la Economía Social estén tentadas a realizar banca en lugar de
depender de ella. Pero esta actitud plantea la pregunta: ¿es posible hacer
Economía Social sin la banca, es decir, contra ella? o ¿es necesario hacerla con la
banca, entonces donde encontrar el compromiso?
Históricamente, cuando el sistema financiero convencional no estaba desarrollado,
el cooperativismo agrario creó primero sus secciones de crédito y más tarde las
Cajas Rurales. En la actualidad las secciones de créditos que se mantienen en
algunas de las cooperativas agrarias aún juegan un papel muy importante al ser
instrumento que facilita los fondos de maniobra de la empresa. Sin embargo,
después de más de cien años desde la primera experiencia de sección de crédito,
el saldo no es brillante: el cooperativismo agrario no ha sabido gestionar con un
análisis de largo plazo los ahorros de proximidad. Ha habido demasiados casos de
gestión al corto plazo y con criterios de clientelismo más que con criterios de
viabilidad empresarial y gestión responsable.
Como refleja el comportamiento de sus informes económico–financieros, las
cooperativas agrarias han optado por el compromiso con la banca. Este
compromiso se fundamenta en la profesionalización de estas empresas y en una
estrategia empresarial basada en la creación de grandes grupos. La agregación
de la oferta les facilita incrementar su capacidad de negociación con el objetivo de
fijar precios de venta de sus productos que les permita registrar beneficios con el
objetivo principal de su reinversión. En este planteamiento de empresas
profesionalizadas y con capacidad de negociación, pactan con la banca las
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
187
necesidades sobre todo de financiación corto plazo que necesitan.
Asimismo, otro origen del actual cooperativismo de crédito en la Unión Europea es
la existencia de cooperativas de trabajo asociado necesitadas de instrumentos
financieros propios para desarrollar su propio proyecto empresarial. El único caso
que existe en la actualidad española se denomina Caja Laboral Popular y forma
parte del entramado Mondragón Corporación Cooperativa. Nació en un momento
de la historia económica de este país donde la banca estaba muy poco
desarrollada. No debe olvidarse que Caja Laboral es una alianza estratégica entre
un conjunto de cooperativas para crear una estructura de segundo grado que
como explica Ormaechea (1997) en sus primeros años de andadura tuvo
necesidad de recibir de las cooperativas de base antes de estar en condiciones
para prestar servicios y convertirse en la espina dorsal del grupo cooperativo más
importante del mundo. Significa que para crear estructuras propias de soporte
financiero, primero es necesario que las cooperativas de base se unan y quieran
dar antes de empezar a pedir.
En este país no existen experiencias de cooperativismo de crédito cuyo origen es
el cooperativismo de consumo.
Más recientemente, en el curso de los años sesenta se ha desarrollado alguna
experiencia de cooperativismo de crédito muy relacionada con los colegios
profesionales pero que no nació con el objetivo de ser el brazo financiero de
cooperativas de base.
El fuerte desarrollo de la Economía Social en el curso del último cuarto de siglo XX
no ha ido acompañado del surgimiento de verdaderos soportes financieros al
servicio de estas experiencias de base, nacidos desde el propio movimiento de la
Economía Social. Ha habido intentos locales: alguna Federación de Cooperativas
ha creado una cooperativa de servicios financieros para el conjunto de empresas
federadas y que voluntariamente quiere operar con esta cooperativa; La
Federación Española de Empresas de Inserción recibió una donación de una
fundación empresarial para crear un fondo de financiación a las empresas
federadas; pero son intentos muy frágiles que no resuelven las necesidades de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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financiación que tiene el sector emergente de la Economía Social.
La constatación que la Economía Social en los últimos veinticinco años no ha
tenido capacidad para incrementar su función de banquero y dar cobertura
financiera a las nuevas empresas de la Economía Social es una realidad existente
en toda la Economía Social Europea, (2001).
Recordemos la pregunta planteada: Es posible hacer Economía Social sin la
banca, es decir, contra ella; o es necesario hacerla con la banca, entonces, donde
encontrar el compromiso.
Parece ser que en la actualidad se debe hacer Economía Social con la banca.
Ahora bien, la pregunta siguiente es: ¿dónde encontrar el compromiso?
Posiblemente el compromiso deba ser doble. La Economía Social debe intentar
ajustarse a las reglas de disciplina financiera que exige la banca y viceversa, la
banca, como empresa que debe participar del desarrollo sostenible de cualquier
economía, debe facilitar la financiación de proyectos basados en los conceptos de
cohesión social y territorial. La banca no puede excluir a ningún ciudadano.
Vayamos por partes: ¿qué significa que las empresas de la Economía Social
deben ajustarse a las reglas de disciplina financiera que exige la banca para no
ser catalogada de empresa de “alto riesgo” y poder negociar con las instituciones
financieras convencionales su crecimiento empresarial?
El análisis de central de balances constata que el fortalecimiento de la capacidad
empresarial de las cooperativas se basa en dos ejes estratégicos: a)
profesionalización de la estructura técnico productiva de la empresa y b) desarrollo
de alianzas estratégicas en forma de cooperativas de segundo grado o creación
de grupos empresariales. Contrariamente se considera que el crecimiento de las
empresas y entidades de la Economía Social ha optado por un modelo basado en
la pequeñísima empresa que no trabaja de forma organizada y coordinada y, por
consiguiente sin capacidad de negociación de precios con clientes y entidades
financieras. Se recomienda que en los próximos veinticinco años las autoridades
públicas responsables de la Economía Social y el movimiento cooperativo
promuevan políticas de fomento de la profesionalización de los técnicos y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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directivos de las empresas de la Economía Social y de constitución de consorcios
o estructuras de segundo grado como lo han venido realizando para el caso del
cooperativismo agrario.
Paralelamente, la pregunta pendiente es ¿cómo obtener el compromiso de la
banca? Se considera que no va a ser voluntario; por consiguiente, se propone que
sea perceptivo como sucede en los Estados Unidos.
La financiación por la banca de los proyectos de desarrollo comunitario
americanos
En los años sesenta los promotores de lo que los americanos denominan
desarrollo comunitario, descubrieron que era sumamente difícil que los banqueros
les prestaran dinero. Hasta mediados de los años sesenta, los esfuerzos del
desarrollo comunitario habían logrado un éxito muy limitado para estimular el
renacimiento y recuperación de áreas económicamente deprimidas. Muchos de los
líderes comunitarios habían aprendido, con sus propias experiencias, las
dificultades para obtener inversiones financieras de los bancos convencionales.
Además, como también se ha puesto en evidencia en este capítulo para el caso
de la joven Economía Social española, había también prácticas de discriminación
bancaria.
A medida que se sabía de estas prácticas, se desarrolló un movimiento de
protestas y manifestaciones sociales que condujo a la aprobación en 1975 de la
Ley de Revelación de Hipotecas, que obligó a las instituciones bancarias a revelar
datos detallados de sus prácticas de concesión de hipotecas. En 1977 se aprobó
la Ley de Reinversión que obligaba a todos los bancos a conceder préstamos para
el desarrollo comunitario en las regiones, poblaciones, ciudades y barrios donde
tenían oficina bancaria. En 1994 se aprobó la Ley de Instituciones Financieras
para el Desarrollo Comunitario que creó un fondo federal de casi 400 millones de
dólares para la capitalización de las entidades de desarrollo comunitario. En
definitiva, en Estados Unidos son los bancos convencionales quienes se
responsabilizan a canalizar una parte del ahorro de proximidad a proyectos
empresariales y comunitarios locales.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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El Sector Religión en Argentina: su importancia como empleador y como
generador de actividad económica cooperativa
1960 un importante movimiento cooperativo impulsado por la Iglesia Católica. Este
movimiento ha contado con la participación de líderes religiosos y laicos motivados
por establecer un cambio para mejorar las condiciones de vida de la población
excluida de esta región, con una propuesta propia de desarrollo. La alternativa de
cambio construida por este grupo de visionarios ha tenido influencia en el
desarrollo local y rural así como en el surgimiento de nuevas formas de gestión
cooperativa. Este manejo del desarrollo local ha dado como resultado cambios
evidentes en la población en materia de pobreza y de sostenimiento de una
economía campesina que interactúa con actores urbanos vinculados social y
económicamente a las actividades rurales.
Esta experiencia, de cerca de 40 años de permanencia, ha dado origen a
numerosas organizaciones de base como: asociaciones de juventudes
campesinas, asociaciones de mujeres, de productores de tabaco y fique y a un
número considerable de cooperativas de primer grado agrupadas en la Central de
Cooperativas de promoción Social – Coopcentral -
Igualmente este caso integra instancias que han impulsado procesos de
educación para adultos en áreas específicas según las necesidades locales.
Este caso colombiano es, en síntesis, un excelente ejemplo de manejo del
desarrollo por parte de una comunidad local impulsado por la Iglesia Católica, en
el cual hay un proceso dinámico de movilización de una población, de reflexión de
un proceso de cambio, de elementos políticos y de organización entorno a un
conjunto de oportunidades y problemas locales.
Es un caso que está inmerso en lo que sostiene Arocena « La historia reciente
parece indicar que la conservación de los equilibrios naturales y de ciertas
tradiciones locales son una condición de éxito de los procesos de desarrollo »
(Arocena 1995 p.33).
La Iglesia Católica en el Uruguay, a diferencia de lo ocurrido en otros países del
área, ha tenido sobre principios de siglo XX un temprano proceso de separación
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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del Estado que operó en el marco de una creciente polémica donde
protagonizaron con singular presencia los conceptos de secularización y
laicización.
Uno de los ejes de ese debate tuvo que ver con el papel del Estado y de la
sociedad civil, con especial referencia a las organizaciones religiosas, en la
ejecución de determinadas políticas sociales, de manera que el Estado uruguayo
se convertiría en uno de los primeros en el continente en desarrollar un modelo de
bienestar por el cual pasaba a desempeñar la mayoría de los servicios sociales
demandados por la ciudadanía.
Uno de los objetivos del trabajo será analizar cómo reaccionó la Iglesia Católica en
su inserción social a partir de entonces, y bajo qué marco doctrinario legitimó sus
nuevas incursiones en el plano social en esta primer etapa histórica que ubicamos
entre 1917 y comienzos de los setenta.
El análisis nos conducirá a una lectura contemporánea del fenómeno, dónde la
Iglesia Católica ha ido consolidando en todo el país una densa red de servicios
sociales, verdadera base constitutiva del tercer sector en el país.
Justamente la mayoría de estos servicios sociales pasan a constituir un rol central
en la prestación de servicios a la población a partir de la década del setenta,
cuando el Estado de Bienestar comienza a mostrar signos de debilitamiento. Para
este segundo gran período de referencia en la historia de las políticas sociales en
el país, la Iglesia comienza a procesar su intervención desde posturas distintas a
las que caracterizaron su participación sobre principios de siglo.
Una nueva concepción sobre la acción social de los cristianos, ahora iluminada
por el Concilio Vaticano II, más el desarrollo de las Encíclicas Sociales y el
impacto de los Concilios Latinoamericanos, le permitirá a la Iglesia uruguaya
fortalecer su Pastoral Social, y con ello, reorientar su participación hacia nuevos
criterios teológicos y sociológicos que le darán un sentido distinto a su acción.
La ponencia culmina con una estimación de la incidencia de la Iglesia Uruguaya
en la constitución actual del tercer sector en el Uruguay.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
192
Itinerario y proyección legal de las fundaciones de derecho privado en chile
Se parte de la base que la legislación de la Monarquía hispano-colonial
contemplaba la existencia de entidades del tipo fundación creadas por
particulares, pero con grandes restricciones, toda vez que en el concepto de la
organización social indiana, reforzada luego por el absolutismo ilustrado, en
principio solo a la Corona competía la realización de este tipo de iniciativas, por lo
que ella, en definitiva, debía autorizar y controlar su existencia y desenvolvimiento.
Por otra parte, históricamente, las fundaciones aparecen ligadas a ciertas formas
de vinculación de la propiedad, propias de una sociedad oligárquica de base
agraria, que impedían la libre circulación de la riqueza.
Si bien la República heredó el concepto “estatízate” del quehacer filantrópico, la
codificación civil introdujo novedades respecto de las llamadas “personas jurídicas
sin fines de lucro”, que tendieron a liberalizar el sistema. El legislador chileno –
modelo, a su vez, de varios Códigos latinoamericanos– concibió una fórmula
original siguiendo al romanista alemán Savigny. Partiendo de una dualidad que
reconoce las figuras de las “corporaciones” y de las “fundaciones de beneficencia”,
mantuvo ciertas limitaciones a la realización de actos jurídicos de carácter
patrimonial, luego suprimidas en el siglo XX y, sobre todo, un sistema de
“concesión” de la personalidad jurídica, que ha sido factor de dificultades no solo
para la constitución de las organizaciones, sino fuente de un estilo de fiscalización
que ha propiciado una cultura administrativa de sospecha, parsimonia y control
burocrático respecto del funcionamiento de esta clase de entidades.
El trabajo distingue analíticamente los conceptos legales de las dos figuras
arquetípicas de personas jurídicas sin fines de lucro: las corporaciones y las
fundaciones, a partir de algunos elementos diferenciales, poniendo de relieve la
interpenetración y mixturas de ambas con el devenir y complejización de las
necesidades sociales. Luego, expone, algunos aspectos del marco jurídico que les
es aplicable, con particular atención al régimen tributario y la existencia de
incentivos y franquicias asociados a donaciones que pueden hacer los
contribuyentes, toda vez que ésta es una de las materias en que se revela con
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
193
mayor nitidez la presencia fuerte o débil o, en su caso, la ausencia, de relaciones
de cooperación y políticas públicas emanadas del Estado hacia este segmento de
la sociedad civil, el que, por lo demás, ha desempeñado en las últimas décadas un
rol en buena medida configurador del llamado “tercer sector”.
Más allá de esta descripción, el trabajo analiza críticamente ciertos aspectos que
dificultan la actuación sostenida y la gestión de las fundaciones como instrumento
de filantropía o, más ambiciosamente, de cumplimiento de fines sociales en el
marco de la cooperación público/privada. Al ya mencionado control burocrático, se
unen la dificultad de acceso legal, la problemática referida a los “fines de lucro”, la
eventual instrumentalización o abuso de la personalidad jurídica y la escasa
transparencia referida a motivaciones e ideologías subyacentes en la creación de
fundaciones.
Sin perjuicio de lo anterior, el trabajo destaca dos fenómenos contemporáneos,
diversos entre sí, que han contribuido a dar un nuevo impulso a la creación y uso
de las fundaciones –y corporaciones– como herramientas para la realización de
acciones sociales de carácter solidario o filantrópico. Se trata, por una parte de la
emergencia del fenómeno no gubernamental y, por extensión de la consigna e
iniciativas que llaman al “fortalecimiento de la sociedad civil”, y por otra, de la
nueva mirada que paulatinamente el sector privado empresarial ha dado a las
entidades sin fines de lucro como expresión de una moderna filantropía.
Tomando en cuenta lo anterior, el trabajo concluye planteando la necesidad de
favorecer un clima político, social y cultural que permita el desarrollo sólido y una
mayor relevancia pública de esta clase de organizaciones, en la que se inserta
una mayor consideración de su función social por parte del resto de los actores
sociales. A tales efectos, finalmente formula algunas propuestas de cambios
legislativos, administrativos y de prácticas o hábitos institucionales tendientes
hacia ese objeto, bajo la comprensión de que las actuales estrategias de
desarrollo requieren el diseño explícito de una política de participación de la
sociedad civil que se expresa en el mejoramiento de la normativa, las funciones
asignadas y la posición de las fundaciones y demás entidades privadas similares
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
194
en el contexto de sus interrelaciones con los organismos públicos, las empresas y
los segmentos de base de la sociedad civil.
En este estudio nos interesa analizar la incidencia de las organizaciones de la
sociedad civil en el proceso de las políticas públicas,116 esto es, en las diferentes
etapas o fases que atraviesan las políticas, que incluyen la construcción de un
problema público, su incorporación en la agenda, el diseño de la política, su
implementación y la evaluación o monitoreo del conjunto de estrategias llevadas
adelante. En cada una de estas fases, la presencia del componente decisión al es
fundamental. En este sentido, y siguiendo a Craig Jenkins117 creemos que la
incidencia en políticas (policy advocacy) por parte de organizaciones de la
sociedad civil puede ser considerada como los intentos de influir sobre las
decisiones de elites institucionales, en todos sus niveles de acción, en función de
intereses colectivos o de grupos sub-representados - incorporando en esta última
categoría al público en general.
Las estrategias de incidencia llevadas adelante por las organizaciones de la
sociedad civil se traducen en repertorios de acciones118 cuyo desarrollo reconoce
dos factores fundamentales:
• la centralidad de la estructura de oportunidades políticas, 119esto es, la
existencia de ambientes políticos favorables para el desarrollo de las demandas y
su articulación con intereses de las elites gubernamentales; y
• la visibilidad del tema de incidencia a través de su cobertura por los medios
de comunicación o a partir del desarrollo de alianzas con los mismos por parte
de los actores sociales interesados.
En el caso que nos ocupa, nos referiremos a dos áreas específicas de incidencia:
116Aguilar Villanueva L (1996): Estudio introductorio en AAVV Problemas públicos y Agenda de gobierno, Ed. Porrua, Mexico. 117Craig Jenkins J. (1986) Nonprofit organizations and policy advocacy en The Nonprofit Sector: A Research Handbook, Editado por Walter Powell, Yale University Press, New Heaven. 118Tomo el término de Tilly, Charles (1986) The Contentious French, Harvard University Press, Cambridge; y de Tarrow, Sidney (1994) Power in Movement, Cambridge University Press. 119La estructura de oportunidades políticas es unas de los esquemas conceptuales a partir de los cuales se explica la formación de las organizaciones dedicadas a la incidencia en políticas públicas, o, más específicamente, el desarrollo de este tipo de actividades. Ver Mc Adam Doug (1996) Comparative Perspectives on Social Movements, Cambridge University Press; Craig Jenkins (1985) op.cit; Constain, Anne (1992) Social Movements as interest groups: the case of the woman´s movement, en Marc Petracca The politics of interest, Westview Press.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
195
derechos de la infancia y tratamiento y prevención de HIV/SIDA. En ambos casos
encontramos experiencias de influencia por parte de organizaciones de la
sociedad civil vertebradas por acciones que suponen no sólo la participación de
las organizaciones en la implementación de políticas públicas o en la fijación de la
agenda de discusión, sino que estas se dedican también al control y seguimiento
de las políticas de su incumbencia. Para ello, despliegan actividades en estrecha
vinculación con los medios de comunicación con el fin de hacer visibles sus
demandas, presionar por ellas, etc.
Partimos de la premisa que las reformas estructurales que afectaron la economía
y el papel del estado en Argentina, acompañadas por los mandatos actuales de
los organismos multilaterales de desarrollo que incorporan una mayor
transparencia y participación de la sociedad civil en la gestión de las políticas
sociales,120 han abierto un nuevo campo de acción para las organizaciones de la
sociedad civil y las han dotado de una mayor visibilidad social.
3.2.1 Acceso al crédito por parte de las empresas jóvenes de la Economía
Social
Objetivo. Este apartado expone la percepción que tienen las entidades financieras
respecto las cooperativas, sociedades laborales, asociaciones sin ánimo de lucro y
demás empresas de la Economía Social con niveles de facturación inferior a los
200 millones de pesetas, entendiendo que las que rebasan tal importe no se
encuentran en el conjunto de empresas que hace referencia este apartado de este
capítulo.
Tomando como base este perfil de empresa de la Economía Social, se desarrollan
los pasos a seguir por parte de estas entidades para poder acceder a las
disponibilidades crediticias del sector financiero y exponer cuales son las garantías
exigidas y los precios aplicados.
Alcance de esta problemática en el ámbito de la Economía Social
Se debe destacar que no existe una normativa escrita y estandarizada de
120Ver Tussie D. (comp.) (1997) El BID, el Banco Mundial y la sociedad civil: nuevas formas de financiamiento internacional, FLACSO Oficina de publicaciones del CBC UBA.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
196
condiciones y garantías exigidas para cada tipo de empresa, si bien es cierto que
las empresas jóvenes y de dimensión pequeña de la Economía Social reciben de
facto un trato similar, independientemente de la entidad financiera a la cual se
dirijan.
Cabe señalar que el desarrollo que se realiza a continuación, no considera todas
las particularidades que se pueden presentar, dada la amplitud de las mismas,
pero sí las más destacadas. Con ello se hace referencia al hecho que la concesión
de líneas de financiación no sólo depende del tipo de empresa desde el punto
vista jurídico, sino de factores tales como:
• Volumen de facturación,
• Año de asentamiento en el mercado,
• Estructura patrimonial y financiera de la empresa,
• Expectativas de futuro,
• Antecedentes bancarios o informes comerciales negativos,
• Evolución económica de la empresa,
• Tipos de clientes que conforman su cartera,
• Fuentes de ingresos, etc.
El criterio que se utilizará es considerar aquel tipo de empresa que:
1. Acaba de iniciar la actividad y/o
2. por el volumen de negocio o objeto de la actividad no resulta atractiva al
sistema bancario en general, y
3. no tienen informes comerciales negativos ni antecedentes bancarios
insatisfactorios.
Podría decirse que las expresiones "organizaciones de la sociedad civil" o del
"Tercer Sector" son términos vicarios, es decir, un modo sintético y breve de
denominar un conjunto heterogéneo de realidades. El problema surge cuando se
cree que dicho significante tiene un significado unívoco. Aún no tenemos un
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
197
conocimiento preciso y sistemático sobre la diversidad de organizaciones del
Tercer Sector en Chile, que permita hacer proyecciones y plantear proyectos
realizables que potencien su carácter de vías de participación y democratización
social. Se han hecho estudios sobre algunas Ong, pero otras son apenas
conocidas, incluso algunas muy importantes por su tamaño, presencia nacional y
capacidad de formar a sus miembros, por ejemplo, la de los scout y guías, y los
bomberos que en Chile son un organismo no gubernamental, compuesto de
voluntarios.
Como se ha dicho tantas veces, se requiere un amplio catastro, lo más completo
posible y en constante reactualización, que contenga la información básica sobre
su estatus legal, la cantidad de sus miembros, sus fines explícitos, sus
presupuestos, directivas, antigüedad, etc., así como información cualitativa sobre
la experiencia de sus miembros, y la opinión de las personas favorecidas por su
acción. Asimismo, parece muy importante realizar estudios de casos que permitan
acceder a la concreta diversidad de estas organizaciones, su realidad,
proyecciones, problemas y tensiones.
Ahora bien, se puede evaluar las actividades de algunas organizaciones del
Tercer Sector en Chile, desde la perspectiva de su contribución a minimizar los
efectos negativos del proceso de modernización, por su aporte al desarrollo de la
sociabilidad, y a la formación de sus miembros. Existen importantes
organizaciones del Tercer Sector, especialmente las humanitarias, que
proporcionan servicios de salud y de otro tipo a personas que no podrían acceder
a ellos por la vía del mercado. Contribuyen, ciertamente, a humanizar la vida bajo
un orden neoliberal, pero su acción no implica formas de innovación social, no
traen a realidad o no encarnan principios sociales diferentes a los de la ética de
mercado prevalente, mas allá del humanitarismo, sino que atienden "a los
perdedores del mercado", y con ello confirman, sin proponérselo, este mismo
orden mercantil.
¿INVESTIGACIÓN APLICADA?
Si bien resulta meritoria la evolución hacia un enfoque desarrollista identificada por
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
198
el estudio de la profesora Rojas, la verdad es que hace falta una mayor reflexión
sobre temas como la focalización y concentración, los costos y los resultados, el
impacto en los respectivos campos de intervención, etc. Aún queda mucho camino
por recorrer en la profesionalización de las fundaciones empresariales.
De hecho, para la Fundación Corona ha sido una preocupación permanente el
fortalecimiento de las fundaciones de origen empresarial en el país. Hemos
apoyado iniciativas lideradas por organizaciones internacionales, como los
estudios de caso y reuniones de expertos promovidas por la Fundación Synergos.
A su vez, hemos participado en diversas iniciativas nacionales, entre ellas el
programa “Entre Todos”, cuyo objetivo es coordinar y mejorar las intervenciones
programáticas de un grupo de fundaciones de origen empresarial en Antioquia.
Esta experiencia nos señala que no es suficiente la investigación histórica o crítica
sobre los orígenes, evolución histórica y contexto de las organizaciones del tercer
sector. También es necesario generar un campo de investigación aplicada al
quehacer del tercer sector, que se refiere a los temas específicos relacionados con
las diferentes categorías de organizaciones sin fines de lucro, incluyendo las
fundaciones empresariales. En Colombia todavía no existe investigación en esta
dirección. Por esta razón, hay que recurrir a estudios sobre otros contextos
nacionales.
Al respecto, uno de los estudios más llamativos en los últimos años es el de los
profesores Porter y Kramer, que se dedica a analizar cómo las fundaciones
pueden añadir más valor en sus intervenciones18.
Lo que sigue es una breve reflexión sobre dicho estudio y sus implicaciones para
las fundaciones empresariales. Tal vez la más importante decisión que enfrenta
una fundación es determinar su estrategia de intervención; más específicamente
definir en cuáles áreas actuará y, más importante aún, precisar de qué manera lo
hará. Al reflexionar sobre estas preguntas vitales, la fundación empresarial –como
cualquier otra empresa– debe aspirar a alcanzar el mejor desempeño posible en el
campo seleccionado; debe buscar la excelencia en su sector. Ya no son
suficientes los buenos deseos y las intenciones sinceras de contribuir. Sobre estas
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
199
intenciones, necesarias y bienvenida sin duda alguna, se deben agregar los
esfuerzos y escisiones por desempeñarse de la mejor manera, con la mayor
eficacia posible.
En muchas ocasiones, la definición de las áreas de intervención (educación,
medio ambiente, empleo, salud, cultura, etc.) ha estado históricamente atada a los
propósitos enunciados en la misión original, que sirve como marco de referencia
obligado. Sin embargo, con los años, la evolución institucional en medio de un
contexto social dinámico lleva usualmente a su decantación y precisión.
Al determinar explícitamente los campos y criterios de su intervención, las
fundaciones están de hecho dejando claro, ante sí mismas y ante su público, los
numerosos temas que han decidido dejar por fuera de su ámbito de acción. Las
exclusiones son inevitables y necesarias (cada vez más) si se quiere progresar
hacia la excelencia en uno o unos cuantos campos seleccionados.
Una fundación, como una empresa, difícilmente podrá ser sobresaliente en todo.
No obstante lo anterior, según el estudio mencionado, menos de 5% de las
fundaciones donantes en los Estados Unidos concentran más de 90% de sus
recursos en una sola área de intervención19.
Con respecto a la estrategia de intervención, un primer dilema que enfrentan las
fundaciones empresariales es si son o no son operadoras (ejecutoras) directas de
programas. Esta decisión tiene implicaciones profundas sobre la estructura
organizacional y el alcance de la entidad. Existen argumentos para una u otra
estrategia; y, en ocasiones, se hace necesario combinar ambas. En Colombia hay
fundaciones que actúan en las tres categorías anteriores.
La ejecución directa tiene la bondad del mayor control sobre los contenidos y la
operación de los programas, la facilidad de la evaluación y la sensación próxima
de logros. Como contraposición, implica crecer los costos fijos de la entidad, limitar
su flexibilidad y capacidad de adaptación y, eventualmente, competir con otras
entidades ejecutoras ya existentes en el sector.
Por otro lado, definir el carácter de no ejecutor le permite a una fundación mayor
flexibilidad en sus planes, con importantes ganancias en términos de eficiencia
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
200
interna y con la posibilidad de agregar al fortalecimiento de la capacidad
institucional ya presente en el país. Sin embargo, la enfrenta a las dificultades
inherentes de tener que trabajar a través de entidades externas (a veces
insuficientes o incluso inexistentes), con una aparente mayor complejidad para
controlar la implementación de los programas y para evaluar sus resultados.
Para aquellas fundaciones que deciden ser exclusivamente financiadoras de
iniciativas sociales (donantes), el estudio de Porter y Kramer señala cuatro
estrategias mediante las cuales pueden generar valor para la sociedad. Estas
estrategias son las siguientes:
1. Seleccionar las mejores instituciones donatarias; es decir, financiar los
mejores programas y las mejores entidades ejecutoras que existen en su
campo de intervención.
2. Guiar (inducir) a otras fundaciones donantes hacia estos mejores programas y
mejores instituciones donatarias; es decir, compartir su conocimiento sobre los
entes donatarios y sus programas, de forma que se canalicen más recursos
hacia estas mejores opciones.
3. Impulsar y contribuir decididamente al mejoramiento en el desempeño de las
instituciones donatarias; es decir, vincularse de lleno a fortalecer su capacidad
institucional.
4. Contribuir a mejorar el conocimiento público sobre determinados temas
sociales.
Las anteriores estrategias de intervención no son excluyentes para una fundación
donante. Por el contrario, pueden señalar un tránsito ascendente por un camino
natural de aprendizaje y fortalecimiento en un determinado campo social.
Igualmente, reflejan la propia evolución y fortalecimiento de un sector social en su
conjunto. Infortunadamente, la mayor parte de la inversión social canalizada a
través de las fundaciones donantes en países desarrollados se realiza en las
primeras dos estrategias de intervención. En Estados Unidos, sólo 2,2% de las
donaciones hechas por las fundaciones busca mejorar el desempeño de las
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
201
instituciones donatarias. Entre tanto, 95% de ellas tienen una duración inferior a un
año (a todas luces un tiempo insuficiente para dar real continuidad a programas o
para fortalecer entidades). Y más preocupante aún, sólo 8,8% de estas
donaciones hacen referencia a la investigación, innovación y generación de
conocimiento relevante para avanzar en las políticas públicas de campos sociales.
3.3 Empresas ecológicas o verdes y su desempeño en México
Anteriormente se ha mencionado vagamente el concepto de Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) o Responsabilidad Social Corporativa (RSC) sin
realmente dar su significado y sin destacar tampoco una relación con la
ecoeficiencia dentro del sector privado como un elemento que ayude al cuidado
del medio ambiente.
Antes de comenzar a dar la definición de cada uno de estos elementos, es
necesario aclarar que uno de los problemas más grandes que rodea la
participación del sector empresarial es su falta de carácter coercitivo y que la
buena fe de las partes prohíbe la unificación de acciones respecto al tema.
Como se verá a continuación, el definir a una empresa como socialmente
responsable no significa necesariamente que sea verde aunque en el caso
inverso, las empresas que se preocupan por ser verdes por lo regular cumplen con
los elementos necesarios para ser catalogadas de igual forma como empresas
socialmente responsables.
La relación con la ecoeficiencia resulta ser más sencilla de observar puesto que se
ha convertido en una filosofía para hacer negocios donde las empresas pueden
obtener mayores ganancias considerando las repercusiones económicas que
puede llevar consigo no cuidar los recursos con los que se cuentan para seguir
produciendo a futuro.
En este sentido, todas las empresas que pretendan seguir generando ganancias
consideran el concepto de ecoeficiencia propuesto por el empresario suizo
Stephan Schmidheiny “como respuesta del sector empresarial al reto del
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
202
desarrollo sustentable, y como una filosofía de administración que enlaza la
protección ambiental con los negocios, creando valor”.121
3.3.1 Responsabilidad Social Empresarial VS Corporativa
En la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro que se celebró en 1992 se reconoció
la participación activa del sector privado por primera vez. A raíz de este proceso,
el Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable122, que había sido creado
en 1988 por iniciativa del primer ministro canadiense Brian Mulroney, sentenció
que el desarrollo sustentable para una empresa significa “adoptar estrategias de
negocios que cumplan con las necesidades de la organización y sus accionistas,
al tiempo que protegen, mantienen y mejoran los recursos naturales y humanos
que se necesitaran en el futuro”123.
Al notar que esta definición se quedaba estancada en una visión empresarial, se
decidió por crear una nueva definición que se pudiese llevar como una filosofía
económica, organizativa y ambiental dentro de la política de una empresa que
buscara subir en la escalada del cuidado del medio ambiente y colaborar de esa
manera con el trabajo que los Estados ya estaban haciendo desde tiempo atrás.
El concepto de RSE y RSC se refieren exactamente a lo mismo por lo cual, de
ahora en adelante el documento se referirá al concepto como Responsabilidad
Social Empresarial. En ambos casos no se puede decir con certeza los
antecedentes que están detrás del concepto de RSE pues nos podríamos
remontar incluso hasta la Revolución Industrial inglesa y sus deseos por lograr una
manera más confortable de hacer negocios a costos más bajos, o simplemente
tomar como ejemplo aquellas empresas que comenzaron a reducir costos por
ahorrar en la obtención de materias primas o en su desecho.
Es cierto que el boom surge en Estados Unidos al fungir como el centro financiero
más grande del mundo pero se dirige hacia Europa donde logra un auge bastante 121 Gerardo Berges, Es rentable ser sustentable, Forbes, Agosto 15, 2013, página 57. 122 La misión del International Institut for Development Sustentable (IISD) es fomentar la innovación, permitiendo a las sociedades vivir de un modo sustentable. El objetivo del IIDS es adelantar recomendaciones de políticas de comercio internacional, instrumentos, cambio climático y manejo de recursos naturales para hacer sustentable el desarrollo. El IIDS también cubre negociaciones internacionales e informa y disemina conocimiento obtenido a través de proyectos en colaboración con socios globales. International Institut for Sustentable Development, [en línea] http://www.iisd.org/, consultado el 8 de enero de 2014. 123 Gerardo Berges, ídem.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
203
importante y donde se desarrolla el concepto de forma tal que, a principios del
siglo XXI se convierten en la bandera que toma el sector privado para asumir su
responsabilidad por los riesgos sanitarios y de contaminación en diversos sectores
económicos.
A nivel internacional existen diversas instituciones que definen la RSE y que
coinciden en lo general. Sin embargo es necesario dar al menos tres ejemplos de
lo que se entiende como RSE para poder entender de manera más clara a lo que
el tema se refiere.
1. World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), Suiza: “La
responsabilidad social empresarial es el compromiso que asume una empresa
para contribuir al desarrollo económico sostenible por medio de colaboración con
sus empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en pleno, con el
objeto de mejorar la calidad de vida”.
2. Prince of Wales Business Leadership Forum (PWBLF), Inglaterra: “La
responsabilidad social empresarial es el conjunto de prácticas empresariales
abiertas y transparentes basadas en valores éticos y en el respeto hacia los
empleados, las comunidades y el ambiente”.
3. Business for Social Responsibility (BSR), Estados Unidos: “La responsabilidad
social empresarial se define como la administración de un negocio de forma que
cumpla o sobrepase las expectativas éticas, legales, comerciales y públicas que
tiene la sociedad frente a una empresa”124.
A nivel nacional, el concepto no se queda atrás. Para el Centro Mexicano para la
Filantropía (CEMEFI) “aunque la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es
inherente a la empresa, recientemente se ha convertido en una nueva forma de
gestión y de hacer negocios, en la cual la empresa se ocupa de que sus
operaciones sean sustentables en lo económico, lo social y lo ambiental,
reconociendo los intereses de los distintos grupos con los que se relaciona y
buscando la preservación del medio ambiente y la sustentabilidad de las
124 María Emilia Correa, Sharon Flynn y Alon Amit, “Responsabilidad social corporativa en América Latina: una visión empresarial” en Medio Ambiente y desarrollo, División de desarrollo sostenible y asentamientos humanos, CEPAL, Series 85, Chile, 2004, páginas 15-16.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
204
generaciones futuras. Es una visión de negocios que integra el respeto por las
personas, los valores éticos, la comunidad y el medioambiente con la gestión
misma de la empresa, independientemente de los productos o servicios que ésta
ofrece, del sector al que pertenece, de su tamaño o nacionalidad”125.
Analizando todas las definiciones que se mencionaron con anterioridad, destaca la
buena fe de las partes como método de aplicación del mismo dentro del campo
corporativo, sin en cambio, esto puede ser un arma de doble filo pues puede
significar desde el lazo que reúne a las empresas por una sola causa hasta el
freno de la buena causa. Dentro de la academia, la crítica a este concepto es más
dura pues se dice que es imposible e inevitable no ver todos los vicios a los que se
enfrentan las empresas antes, durante y después de aplicar este método como
filosofía de negocios. Los vicios más destacados son:
• El gran bombo alrededor del tema RSC se ve como una pantalla para
justificar a las empresas: la nueva ola del “green washing”, simples
enunciados cosméticos que no significan un cambio en el impacto de las
operaciones de las empresas.
• Todas las iniciativas son voluntarias y por lo general no existe monitoreo
independiente ni sanciones firmes por el incumplimiento de compromisos.
• Las iniciativas de RSC tienden a orientarse a la resolución de problemas
específicos de reputación de una empresa y no en integrar el tema dentro
de la gestión empresarial.
• Los consumidores, ONG y empresas del Norte han liderado las iniciativas
de RSC, lo que refleja un favoritismo hacia los estándares e intereses del
Norte. Algunos grupos temen un imperialismo que no refleje la complejidad
social y económica de los países en desarrollo. Los gobiernos del Sur
también temen que la RSC tenga un efecto de barrera arancelaria que se
utilice para limitar la competencia.
125 Juan Felipe Cajiga Calderón, El concepto de responsabilidad social empresarial, Centro Mexicano para la Filantropía CEMEFI, [en línea] http://www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/esr/concepto_esr.pdf, consultado el 26 de septiembre de 2014.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
205
• Muchas empresas y organizaciones no realizan procesos de consulta con
públicos interesados, y ésta ausencia es paradójica dado el compromiso
general de RSC hacia la participación de los actores de interés.
• Algunas empresas y organizaciones no tienen en cuenta los derechos
fundamentales del trabajo de la OIT. Aunque los derechos de libre
asociación y de negociación colectiva son fundamentales, varios códigos,
especialmente los que desarrollan las empresas, no los mencionan.
• A pesar de la proliferación de códigos y estándares, la aplicación actual es
mínima si se tiene en consideración el volumen total del sector
empresarial126.
Analizando más allá del concepto y viendo los pro y contra de lo que conlleva ser
una empresa con características RSE es real que aunque en menor escala, los
puntos negativos sobresalen por una razón sencilla, el carácter no coercitivo que
sigue aplicando un límite al impacto que pretende tener en comparación del
impacto que ya tienen los Estados en el tema.
Esto se refleja en la creación de organizaciones privadas encargadas de la RSE
puesto que hasta la fecha no se han creado ningún instituto u organismo de gran
importancia a nivel supranacional que se encargue de evaluar la RSE de las
empresas. Todo lo contrario, se han creado institutos que se dedican a dar una
asesoría, orientar y dirigir a las pequeñas y medianas empresas (PyMES) a nivel
interno que deseen alcanzar un nuevo nivel corporativo en el mercado. Todos
estos institutos apoyados por los Estados.
En el caso mexicano, el instituto más importante es el Centro mexicano para la
filantropía o CEMEFI, una asociación civil fundada en territorio nacional en
diciembre de 1988. Actualmente cuenta con 325 miembros en los que destacan
asociaciones, empresas, fundaciones y personas. Su misión consiste en
“promover y articular la participación filantrópica, comprometida y socialmente
126 María Emilia Correa, Sharon Flynn y Alon Amit, ibíd., página 20.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
206
responsable de los ciudadanos y sus organizaciones, para alcanzar una sociedad
más equitativa, solidaria y próspera”127.
Es fundamental establecer ciertos marcos de referencia que han sido
consensados anteriormente por los miembros de esta asociación para poder
definir de forma precisa el apoyo que se da a las empresas. Uno de los conceptos
vitales que hacen posible que el trabajo de la CEMEFI funcione es la acción
responsable integral que involucra:
o Dimensión económica interna: responsabilidad se enfoca a la generación y
distribución del valor agregado entre colaboradores y accionistas,
considerando no sólo las condiciones de mercado sino también la equidad y
la justicia. Se espera de la empresa que genere utilidades y se mantenga
viva y pujante (sustentabilidad).
o Dimensión económica externa: implica la generación y distribución de
bienes y servicios útiles y rentables para la comunidad, además de su
aportación a la causa pública vía la contribución impositiva. Asimismo, la
empresa debe participar activamente en la definición e implantación de los
planes económicos de su región y su país.
o Dimensión social interna: implica la responsabilidad compartida y
subsidiaria de inversionistas, directivos, colaboradores y proveedores para
el cuidado y fomento de la calidad de vida en el trabajo y el desarrollo
integral y pleno de todos ellos.
o Dimensión sociocultural y política externa: conlleva a la realización de
acciones y aportaciones propias y gremiales seleccionadas para contribuir
con tiempo y recursos a la generación de condiciones que permitan y
favorezcan la expansión del espíritu.
o Dimensión ecológica interna: implica la responsabilidad total sobre las
repercusiones ambientales de sus procesos, productos y subproductos; y,
127 Centro mexicano para la Filantropía, México, [en línea] http://www.cemefi.org/congreso/presentacion/cemefi.html, consulado el 26 de septiembre de 2014.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
207
por lo tanto, la prevención —y en su caso remedio— de los daños que
causen o pudieran causar.
o Dimensión ecológica externa: conlleva a la realización de acciones
específicas para contribuir a la preservación y mejora de la herencia
ecológica común para el bien de la humanidad actual y futura128.
Realizar la división de cada estrategia integral ayuda a realizar de manera más
completa las estrategias que se deben llevar a cabo a nivel interno para poder
tomas acciones reales a los problemas, considerando costos y beneficios
(monetarios, sociales, culturales y ambientales).
Otro de los organismos que se encargan de dar asesoría sobre el tema es la
Alianza por la responsabilidad Empresarial (UniRSE) que a pesar de ser una
asociación fundada en 2005 en Nicaragua, se ha expandido dentro de la región de
América Latina para promover un espacio de responsabilidad empresarial
ayudándose con la creación de foros y centros de trabajo a nivel internacional.
Tanto a nivel nacional como internacional existen diversas organizaciones que se
dedican a calificar a las diferentes empresas que año con año se postulan para
pertenecer al selecto grupo de RSE. En este caso, la CEMEFI en conjunto con
Aliarse por México, Empresas Socialmente Responsables y la asociación Empresa
hicieron un ranking de las empresas latinoamericanas que destacan en la región
por tener muy buenos resultados como RSE.
Para evaluar a detalle su impacto en la región de América Latina, la CEMEFI
organizó un listado entre los años 2008 y 201465 de las empresas que son
consideradas como RSE donde destacan países como Colombia con un total de
24 empresas en el ranking, Honduras con 10 empresas, Costa Rica con 8
empresas, Perú con 6 empresas, Chile con 5 empresas, Argentina, Brasil y
Ecuador con 4 empresas cada uno, Paraguay con 3 empresas, Venezuela con 2
128 Juan Felipe Cajiga Calderón, ibíd. 65 Si se desea ver el listado completo que fue realizado por la CEMEFI dirigirse al ANEXO 4 o bien CEMEFI, Listado de empresas ejemplares reconocidas por su Responsabilidad Social Empresarial en América Latina 2008-2014, [en línea] http://www.cemefi.org/esr/images/Listado%20de%20Empresas%20Ejemplares%20Latinoamerica% 202008-2014.pdf, consultado el 26 de septiembre.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
208
empresas y Bolivia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico y
Uruguay con una empresa cada uno.
En este ranking está compuesto por empresas de diversos sectores como
académicos, financieros, de transporte, salud, ciencia y tecnología, entre otros,
siendo el sector académico el que prevalece encima de los demás sectores
participantes.
Como se puede observar, en esta lista no figura ninguna empresa mexicana
debido a que, al ser en su mayoría organismos de origen mexicano los que
realizaron la evaluación a las empresas, han decidido hacer una lista a parte sobre
el desarrollo empresarial nacional. En este caso, el ranking se realizó de manera
diferente, es decir, se contempla a las empresas de acuerdo a los años que han
obtenido un lugar en la lista contemplando desde 1 hasta 14 años dentro del
ranking de RSE mexicano. Para efecto de este trabajo, solo estarán presentes
aquellas empresas que han estado más de 10 años en el ranking.
10 años
ACCOR MÉXICO ARANCIA INDUSTRIAL CEUTA PRODUCE COCA-COLA FEMSA COOPERATIVA LA
CRUZ AZUL, S.C.L. DELPHINUS EDENRED MÉXICO FEMSA COMERCIO FEMSA LOGÍSTICA S.A. DE
C.V. FINANCIERA PLANFIA GRUPO FINANCIERO MONEX GRUPO LALA, S.A. DE C.V. IMBERA (FEMSA
EMPAQUES) INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY CAMPUS
MONTERREY INTERCERAMIC METLIFE MÉXICO S.A. MICROSOFT MÉXICO NEXTEL DE MÉXICO
NUEVA AGROINDUSTRIAS DEL NORTE PEPSICO MÉXICO SANTANDER SODEXO MÉXICO ON_SITE
SERVICES
11 años
ARCA CONTINENTAL CEMEX MÉXICO CINÉPOLIS DANONE DE MÉXICO GNP SEGUROS GRUPO
MODELO GRUPO NESTLE MÉXICO HOMEX PARQUE XCARET SEGUROS MONTERREY NEW YORK
LIFE SOLUCIONES 24/7 TECNOLÓGICO DE MONTERREY, CAMPUS ESTADO DE MÉXICO TELEFÓNICA
MÉXICO
12 años
FINANCIERA INDEPENDENCIA INTERPROTECCIÓN, AGENTE DE SEGUROS Y DE FIANZAS J.P.
MORGAN GRUPO FINANCIERO S.A. DE C.V. JUMEX MANPOWER GROUP NOVARTIS PHILIPS
MEXICANA, S.A. DE C.V.
13 años
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
209
AMERICAN EXPRESS COMPANY (MÉXICO) S.A. DE C.V. INDUSTRIAS PEÑOLES, S.A.B. DE C.V.
JANSSEN MÉXICO PARQUE XEL-HÁ TELEFONOS DE MEXICO S.A.B. DE C.V. ZUUM
14 años
BBVA BANCOMER COCA-COLA DELOITTE GRUPO BIMBO HEWLETT PACKARD MÉXICO HOLCIM
MÉXICO SC JOHNSON SHELL WALMART DE MÉXICO Y CENTROAMÉRICA ZIMAT CONSULTORES129
Ambas listas califican a las empresas que han cumplido con la dimensión integral
desde el desarrollo de sus mercancías hasta que salen de producción. El
problema es que esta calificación puede ser solo superficial porque no existe una
verdadera numeración para definir qué tanto se cumple con el concepto y qué
puntos se dejan de lado al momento de aplicar la teoría.
Así podemos ver empresas como Coca-Cola (Grupo FEMSA), Grupo Bimbo,
Walmart de México y Centroamérica o Shell que han logrado por 14 años
seguidos destacar en la RSE sin que mencionen si es que algunas de las áreas de
dimensión integral les es más complicada o no.
Posteriormente se analizará más a fondo el papel que tiene Grupo Modelo dentro
de esta categoría, pero por lo mientras es importante resaltar que ha obtenido el
grado de RSE por 11 años consecutivos.
A nivel mundial Expok es una empresa de origen mexicano que se encarga de
enlistar a las empresas que han alcanzado mayores resultados aplicando RSE
hasta las que menos logros han tenido. Lo que califica básicamente son:
“resultados económico-financieros, calidad en la oferta comercial; reputación
interna: ética y Responsabilidad Corporativa; dimensión Internacional de la
empresa; e innovación”130.
Para el año 2012 estas eran las empresas a nivel mundial que lograron la mejor
calificación:
1. Novo Nordisk A/S (Dinamarca)
129 Si se desea ver la lista completa de empresas mexicanas que ostentan el papel de RSE véase anexo 2 o bien, CEMEFI, Distintivo RSE 2014, [en línea] http://www.cemefi.org/esr/distintivoesr/lista-de-empresas-con-distintivo-2014.html, consultado el 26 de septiembre. 130 Luis Maram, Las 100 empresas más responsables de MéxicoZ y las 100 más reputadas, Expoknews, México, [en línea] http://www.expoknews.com/las-100-empresas-mas-responsablesde-mexico-y-las-100-mas-reputadas/, consultado el 29 de abril de 2013.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
210
2. Natura Cosméticos SA (Brasil)
3. Statoil SA (Noruega)
4. Novozymes A/S (Dinamarca)
5. ASML Holding NV (Holanda)
6. BG Group plc (Reino Unido)
7. Vivendi SA (Francia)
8. Umicore SA/NV (Bélgica)
9. Norsk Hydro ASA (Noruega)
10. Atlas Copco AB (Suecia)131
Espok realizó el mismo listado un año después para calificar a las 100 mejores
empresas dentro de México catalogadas como RSE132. La calificación máxima la
consiguió FEMSA con 10,000 puntos y Grupo Modelo consiguió posicionarse en el
sexto lugar con 4,347 puntos. Una diferencia bastante amplia en relación con el
primer lugar.
Lo que es importante destacar al respecto es que la diferencia de los dos primeros
lugares en relación con las demás empresas participantes es verdaderamente
considerable, es decir, mientras que entre el primer y segundo lugar la diferencia
es de 143 puntos, la diferencia con el tercer lugar ocupado por CEMEX es de
4,573 puntos. Si se realiza el mismo cálculo entre el primer y el sexto lugar es
evidente que la diferencia es más de la mitad de puntos que alcanzó el primero.
Si la cifra anterior se compara con la de tres años atrás observamos que en 2010
Grupo Modelo se posicionaba en tercer lugar según el trabajo realizado por
Phoenix y Global Sustainability Research Alliance (GSRA) en colaboración con el
gobierno mexicano. Así podemos observar que el primer lugar lo ocupa Coca Cola
con una inversión anual a programas sociales de $1,050,000,000 dólares y una
puntuación de 430 y Grupo Modelo ocupa el tercer lugar con la misma puntuación
131 Expokmasr, Las 100 empresas más sustentables del mundo 2012, México, [en línea] http://www.expoknews.com/las-100-empresas-mas-sustentables-del-mundo-2012/, consultado el 19 de noviembre de 2012. 132 Para ver la lista completa diríjase a ANEXO 5 o bien Luis Maram, ibíd.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
211
pero con una menor inversión anual a programas sociales, es decir, $229,457,000
dólares.
Si se desea comparar las empresas anteriormente mencionadas con los primeros
15 lugares de la lista que se realizó, podemos observar que la diferencia no es tan
grande en la puntuación global, pero si en la inversión anual a programas sociales
Empresas con mayor RSE en México durante 2010
Mundo ejecutivo, Ranking: 50 empresas con mayor responsabilidad social sustentable en México, [en
línea] http://www.expoknews.com/wp-content/uploads/2009/11/rsesustentable2.pdf, consultado el 25
de noviembre de 2012.
Ahora bien, sería muy interesante analizar a fondo las razones por la cual bajo de
posición en el ranking de empresas RSE y porque tiene una diferencia tan amplia
con respecto con los primeros lugares, pero a primera vista se observa que es a
causa de la baja inversión que ha presentado en los programas sociales en
México y que empresas como Coca-Cola (Grupo FEMSA) no han dejado de tener
a lo largo de su inserción en las RSE.
3.3.2 Empresas sustentables
En realidad no existe un concepto que defina con certeza lo que es una empresa
sustentable puesto a que se limitan a ser calificadas con la categoría de RSE.
Quizá de igual manera no es tan importante obtener una categoría más alta
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
212
porque hasta el momento no resulta necesario tenerlo para que puedan continuar
haciendo negocios y obteniendo ganancias en el mercado, por lo cual, en el
presente trabajo se presenta una propuesta para definir lo que se entiende como
empresas sustentables.
Las empresas ecológicas, verdes o sustentables son aquellas que, además de
involucrar ética, valores y principios dirigidos al respeto de los trabajadores y el
medio ambiente, fomentan de manera integral la participación de todos los
trabajadores en proyectos especializados en la protección del entorno, dentro y
fuera del ámbito laboral para poder reducir su huella ecológica y su mochila
ecológica, contemplando que se deben preservar la misma cantidad de recursos
con los que se cuentan actualmente para las próximas generaciones o al menos
proporcionar las herramientas necesarias para que esas generaciones próximas
puedan acceder a los recursos con la misma facilidad con la que lo hacen las
generaciones de ahora.
Esta definición integra elementos que contemplan un análisis a profundidad de las
actividades que realizan las empresas procurando que su impacto ambiental sea
amigable con el entorno.
Esto se diferencia del concepto de RSE pero en la realidad el panorama se
observa diferente pues mientras las empresas pretenden ser responsables con la
sociedad en donde se encuentran aplicando diversos pasos que aseguran mejores
condiciones para los trabajadores que por consecuencia cuidarán del medio en el
que se encuentran (tratando de hacer una especie de mano invisible ambiental), la
verdad es que esta mano invisible no funciona así.
En realidad, aunque se intente invertir en programas sociales que integran
diferentes aspectos de cuidado ambiental, muchas veces los trabajadores no
están involucrados verdaderamente a tener una consciencia ambiental. Y eso es
muy difícil de conseguir.
Es precisamente por eso que las PyMES pueden ser los mejores ejemplos para
empezar con un modelo de empresas sustentables. Estas estarían enfocadas a
involucrar a los trabajadores y sus familias en programas que ayuden a la
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
213
comunidad, otorgando ciertos incentivos que sean de provecho para ayudar a
combatir el cambio climático.
Hoy en día, las empresas que se encuentran en los primeros lugares de RSE
intentan hacer que los programas sociales a los que financian tengan un
verdadero impacto en el cuidado del medio ambiente y en el desarrollo de la
sociedad. Sin embargo el problema que siguen teniendo constantemente es que
muchas veces la elaboración de sus productos no puede parar de contaminar, lo
que se refleja fácilmente en la huella ecológica que dejan atrás.
Ejemplo muy claro es la elaboración de la cerveza. A pesar de que el producto
final gusta de muchos, no se piensa casi nunca cuál es el proceso que tiene detrás
del resultado. Este producto necesita alrededor de 90% de agua para lograr su
producto final, por ejemplo, para elaborar un litro de cerveza se necesitan
aproximadamente de 3.6 a 4 litros133 de agua lo cual significa una importante cifra.
Retomando el concepto propuesto anteriormente, en él se mencionó el término de
huella ecológica y mochila ecológica para incrementar los elementos de análisis y
observar el impacto que tienen las actividades empresariales en el medio sin
explicarlos a profundidad por lo cual es indispensable tratarlos de modo separado
para poder entenderlos en su totalidad.
Una de las interrogantes más importantes en relación al tema era como debía
seguir siendo el consumo a nivel mundial. Si pensamos en “una economía como
un organismo con un metabolismo industrial, se puede comparar con una vaca en
la pradera. La economía requiere <<comer>> recursos y eventualmente toda esta
ingestión se convierte en desechos y debe salir del organismo –la economía- de
nuevo. Por lo tanto, la pregunta es la siguiente: ¿qué extensión debe tener la
pradera para soportar esta economía, para producir todo su alimento y absorber
todos sus desechos?”134
133 María José Evia Herrero, ¿Cuánta agua se necesita para fabricar una cerveza?, Expoknews, México [en línea] http://www.expoknews.com/cuanta-agua-se-necesita-para-fabricar-una-cerveza/, consultado el 29 de septiembre de 2014. 134 Mathis Wackernagel y William Rees, Nuestra huella ecológica. Reduciendo el impacto humano sobre la tierra, Colección ecología y Medio Ambiente, Santiago de Chile, 2001, página 29.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
214
Comenzando por la Huella Ecológica, los autores Mathis Wackernagel de Suiza y
William Rees de origen canadiense realizaron en 1990 lo que actualmente se
considera como la definición del concepto, es decir, es "el área de territorio
ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático)
necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos
producidos por una población definida con un nivel de vida específico
indefinidamente, donde sea que se encuentre esta área”135.
La definición integra dos agentes en el cálculo de la Huella Ecológica: el consumo
directo contempla el suelo que ha sido ocupado para realizar las actividades
normales, mientras que el consumo indirecto contempla la producción, la
transformación y el transporte utilizado. Además involucra:
1. La cantidad de hectáreas utilizadas para urbanizar, generar infraestructura
y centros de trabajo.
2. Hectáreas necesarias para proporcionar el alimento vegetal necesario.
3. Superficie necesaria para pastos que alimenten al ganado.
4. Superficie marina necesaria para producir el pescado.
5. Hectáreas de bosque necesarias para asumir el CO2 que provoca nuestro
consumo energético.136
Así la huella de carbono se puede identificar como un indicador de desempeño en
materia de cambio climático, es decir, si se obtiene una mayor huella de carbono
el impacto negativo en el medio ambiente es mayor pero el desempeño generado
es peor.
El protocolo de Kioto define 6 gases de efecto invernadero (GEI) como causantes
del cambio climático. Estos pueden ser causados de manera directa o indirecta
por las organizaciones. Por este motivo se han categorizado en 3 alcances:
135 Ardisa, Huella Ecológica, Agenda 21, [en línea] http://agenda21ardisa.dpz.es/docs/ar_da_4.pdf, consultado el 29 de septiembre de 2014. 136 Ardisa, Huella Ecológica, Agenda 21, [en línea] http://agenda21ardisa.dpz.es/docs/ar_da_4.pdf, consultado el 29 de septiembre de 2014.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
215
1. El alcance de emisiones directas (GEI) son emisiones que se producen a partir
de fuentes que son propiedad o están bajo el control de la organización, por
ejemplo, las emisiones provenientes de las calderas, hornos o vehículos que
pertenecen o son controlados por la empresa.
2. El alcance de emisiones electrónicas indirectas (GEI) son aquellas emisiones
procedentes de la electricidad consumida por la organización.
3. El alcance de otras emisiones indirectas (GEI) son consecuencia de las
actividades de la organización, pero que provienen de fuentes de las cuales no
son propietarios o no están bajo su control. Entre ellas se incluyen emisiones
procedentes de los residuos; la extracción y la producción de los materiales
adquiridos desde terceros; el transporte de combustibles comprados y el
transporte de los empleados137.
Para poder calcular la huella de carbono se utiliza la fórmula:
Consumo = Producción + Importaciones – Exportaciones
En donde, el consumo es amigable con el medio ambiente cuando el proceso de
producción sumando los efectos que generan las importaciones y restando los
efectos que generan sus exportaciones no general emisiones de GEI más grandes
de lo previsto. De lo contrario, el consumo resulta negativo y los daños con el
medio ambiente significativos.
Para efecto de este cálculo, los productos poseen un ciclo de vida el cual se divide
en etapas que integran “1) la adquisición de materias primas, 2) fabricación de
materiales, 3) fabricación de productos, 4) uso de productos, y 5) disposición
final”138
En cada una de estas etapas se producen emisiones de gases de efecto
invernadero, ya sea por el consumo energético que incluye consumo de
combustibles, eléctricos, o de otros insumos; el transporte; y la generación de
137 Detén el cambio climático, gestiona tu huella de carbono, Green Solutions, [en línea] http://www.greensolutions.cl/huella_de_carbono.html, consultado el 29 de septiembre de 2014. 138 Ídem.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
216
residuos restando en los casos necesarios aquellos residuos que se reciclan. La
suma de estas emisiones conforma la huella de carbono del producto.
Para producir cualquier producto, independientemente del tipo de tecnología
utilizada, se necesita un flujo de materiales y energía, producidos en última
instancia por sistemas ecológicos. Se necesitan además sistemas ecológicos para
reabsorber los residuos generados durante el proceso de producción y el uso de
los productos finales, por lo cual se considera a las infraestructuras, viviendas
equipamientos, etc. Como un espacio que reduce la superficie de ecosistemas
productivos.
El término de Mochila ecológica no se queda atrás. En este sentido este término
viene a complementar al anterior pues “determina la cantidad de recursos
naturales que conlleva el consumo de distintos servicios y productos. De esta
forma pone de relieve la totalidad de los recursos que se necesitan, tanto en los
procesos productivos de todos los bienes como en la prestación de todos los
servicios, ya que muchos de dichos recursos permanecen en cubierto y hasta
ahora no se valoran”139.
Con esto, se evalúa de manera completa la elaboración del producto y el consumo
del mismo en diversos mercados y para diferentes personas que componen el
Estado.
Ambos conceptos reflejan el compromiso ambiental que se tiene por el medio
ambiente, dejando en segundo término la visión económica con la que se había
evaluado a las empresas a nivel mundial y por lo cual no se ha podido observar el
impacto ambiental que siguen teniendo realmente.
Sin embargo, la creación de entidades u organismos encargados de registrar el
grado de sustentabilidad de las empresas siguen contemplando en su mayoría
términos de crecimiento económicos que se refleja en las ganancias que poseen
anualmente y en la cantidad de inversión que puedan ofrecer a los programas
sociales.
139 Marta de la Cuesta González y María Jesús Muñoz Torres, Introducción a la sustentabilidad y la RSC, Colección sustentabilidad y Responsabilidad Social Corporativa, Netbiblo, España, 2010, página 17.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
217
Para contrarrestar esta situación se creó en 1999 el Índice de Sustentabilidad del
Dow Jones140, que hasta el año 2014 es integrado por más de 350 empresas
globales líderes en su campo que aplican tecnologías que favorecen la protección
del medio ambiente” 141Esta organización se creó con el fin de evaluar el
desempeño económico, ambiental y social de las empresas.
Conforme pasaron los años se crearon otros organismos internacionales
encargados de recopilar datos, los cuales son proporcionados por las empresas
con el fin de formar parte de índices de sustentabilidad.
Ejemplo de esto es el Global Reporting Initiative Global Reporting Initiative (GRI),
una organización cuyo fin es “impulsar la elaboración de memorias de
sostenibilidad en todo tipo de organizaciones”142. Fue fundada por CERES y el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en el año
1997 en Estados Unidos. A partir del año 2002, GRI trasladó sus oficinas a
Ámsterdam, donde actualmente se encuentra su Secretaría.
Las memorias creadas por el GRI son verificados por la KPMG Sustainability80,
organización pionera en sustentabilidad fundada en Suiza en 1987. De igual forma
está encargada de realizar informes que integran elementos sociales, económicos,
políticos y ambientales para poder abarcar a profundidad los temas que están
relacionados con el medio ambiente.
Los Estados utilizan esta información para analizar el compromiso del sector
privado. Estos datos funcionan como antecedentes que influyen en las políticas
públicas ambientales y posteriormente ayudan a algunos Estados a determinar los
incentivos que se deben dar a las empresas participantes en el tema.
140 Los Índices de Sustentabilidad del Dow Jones (DJSI) fueron lanzados en 1999 como el primer puntos de referencia globales de sostenibilidad. Los índices se ofrecen en forma cooperativa por Robeco SAM y S&P Dow Jones Índices. La familia sigue el desempeño de las acciones de las empresas líderes en el mundo en términos de criterios económicos, ambientales y sociales. Los índices sirven como puntos de referencia a los inversores que integran consideraciones de sostenibilidad en sus carteras, y proporcionan una plataforma de participación efectiva para las empresas que quieren adoptar las mejores prácticas sostenibles. Dow Jones Sustainability Índices, [en línea] http://www.sustainability-indices.com/index.jsp, consultado el 8 de enero de 2014. 141 Gerardo Berges, Ibíd., página 58. 142 Global Reporting Iniciative, [en línea] https://www.globalreporting.org/languages/spanish/Pages/default.aspx, consultado el 15 de febrero de 2014. 80 Se le da el nombre de KPMG Sustainability gracias a sus cuatro fundadores Piet Klynveld, Willian Barclay Peat, James Marwick y Reinhard Goerdeler. KPMG, [en línea] http://www.kpmg.com/Global/en/about/Overview/Pages/History.aspx, consultado el 25 de septiembre de 2014.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
218
En lo local, México no se ha quedado atrás. En 1992 se crea el Índice de
Sustentabilidad Empresarial o IPC Sustentable y junto con la Bolsa Mexicana de
Valores, se encargan de registrar a aquellas empresas mexicanas que desean
entrar en el mercado sustentable internacional.
Esto proporciona herramientas que permiten aumentar la competitividad de las
empresas mexicanas que desean participar y competir dentro del mercado global
y que se enfrentan directamente con otras empresas que buscan obtener
beneficios por parte de los Estados en apoyo con el cuidado del medio ambiente.
En esta competencia los elementos culturales también resaltan y se reflejan en el
número de compañías que se encuentran por continente. Por ejemplo, es evidente
que en Europa se encuentran una mayor cantidad éstas al cuidado el medio
ambiente a raíz de los programas que se han realizado respecto al tema desde
hace un par de décadas y el trabajo constante que se ha propuesto como reto la
Unión Europea.
En América el proceso es mucho más lento debido a que cada país posee sus
propias leyes e incentivos hacia los organismos del sector público o privado que
deseen participar en el retroceso del cambio climático. Por tanto, la homologación
de ciertas propuestas de acción en la región es más difícil.
La realidad nos indica que la falta de coercitividad provoca por un lado, que dentro
del sector privado no exista un verdadero interés por el cuidado del medio
ambiente y que sus actividades se reflejen en alcanzar la categoría de RSE sin
interesarse verdaderamente en la huella de carbono y la mochila ecológica que
dejan a su paso. Y por otro lado, que los Estados promotores del cambio climático,
a pesar de ser pioneros en el tema, no promuevan las políticas necesarias para
que se cumplan los propósitos que reafirman año tras año en las reuniones de
medio ambiente que celebran regularmente.
Realizando un trabajo conjunto entre el sector privado y el público no es imposible
la creación de empresas sustentables. Esto debe ser enfocado a que las
empresas deban cumplir con medidas estrictas de producción en donde se obligue
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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a las partes interesadas por el cambio climático a reducir su huella de carbono en
la producción y su mochila ecológica en el consumo.
Evidentemente este último punto debe ser plasmado mediante campañas
educativas que muestren a la sociedad la mejor manera de revertir el cambio
climático y evitar contaminar más. Ejemplo de esto es consumir productos
regionales, que hayan sido producidos de manera natural o que su
manufacturación sea lo menos química posible y que consideren que la huella de
carbono que quede como resultado en la producción no sea mayor a lo
recomendado para cada producto.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
220
Capítulo 4. Evaluación de la política de desarrollo social en México
4.1 Antecedentes
En las últimas tres décadas se ha registrado un deterioro constante en las
condiciones de empleo y de ingreso de millones de mexicanos, como
consecuencia de ello se han creado condiciones de pobreza en todas sus
magnitudes. Para tener una idea más clara sobre este fenómeno es necesario
observar los siguientes datos sobre la pobreza en México.
Los programas sustantivos de los gobiernos federales de las últimas décadas para
combatir la pobreza han cambiado de nombre en cuatro ocasiones desde 1988,
pero lo que no ha cambiado son los niveles de esta problemática social que,
desde entonces, afecta a más de la mitad de la población mexicana.
De Solidaridad, estrategia anunciada durante la administración federal de Carlos
Salinas de Gortari (1988-1994); pasando por Progresa, presentado en la gestión
de Ernesto Zedillo (1994-2000), y Oportunidades, implementado en el gobierno de
Vicente Fox (2000-2006) y continuado por el gobierno de Felipe Calderón (2006-
2012), ahora el principal programa gubernamental para abatir la pobreza se
llamará Prospera en lo que resta del sexenio, según anunció el Presidente Enrique
Peña Nieto durante el mensaje sobre su segundo informe de gobierno.
Las cifras oficiales muestran que los índices de pobreza patrimonial-insuficiencia
para adquirir la canasta básica alimentaria, así como servicios de salud,
educación, vestido y vivienda-, ha disminuido en menos de un punto porcentual en
22 años.
En 1992, 53.1% de los mexicanos vivían en esta situación, mientras que en 2012
lo hacían 52.3%, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Algunos especialistas como Mario Campos, Gerardo Esquivel y Edna Jaime,
alertan que el cambio de nombre podría mermar lo que ya se consideraba una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
221
política de Estado, aunque difieren sobre los potenciales resultados de los
cambios anunciados, más allá de la denominación del programa.143
“Se había logrado que Oportunidades se viera más como una política de Estado y
no del gobierno en turno; la continuidad que se había dado con Vicente Fox y
Felipe Calderón me parecía importante, porque la gente entendía cada vez más
que no era un tema de un gobierno, sino una política financiada con recursos
públicos”, dijo el politólogo Mario Campos.
Al respecto, el profesor-investigador del Colegio de México, Gerardo Esquivel,
calificó como alarmante que el cambio de nombre no responda a un diagnóstico
profundo del programa Oportunidades
Lo que me parece preocupante es si realmente éste es un cambio de nombre y
forma parte de un diagnóstico detallado de la situación y debilidades del programa
anterior; o si es, más bien, un intento por desvincularse de los programas
anteriores y generar una nueva marca”, sostuvo Esquivel.
El nuevo Prospera
El presidente Peña Nieto afirmó en el marco de su segundo informe de gobierno,
que la estrategia antipobreza del gobierno federal, en el que se invierten
anualmente cerca de 73,000 millones de pesos, se transformará para dar “más
alternativas” a las familias necesitadas para incrementar sus ingresos.
El mandatario indicó que el nuevo programa contará con apoyos como becas
educativas y acceso a créditos, y destacó que ahora las familias podrán tener más
oportunidades para ingresar a actividades productivas.
Para la directora del centro de análisis de políticas públicas México Evalúa, Edna
Jaime, los cambios anunciados al programa más allá de su denominación, pueden
revertir lo que era una carencia de Oportunidades: el acceso a actividades
productivas y generadoras de recursos.
“Parece que se le agrega una vertiente generadora de ingresos que antes no tenía
el programa, no contaba con programas de apoyo productivo vinculados al
143 Periódico Milenio. 2 de septiembre, 2014.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
222
programa; parece que Prospera quiere construir este puente, pero es importante
que no se desvirtúe la esencia de Oportunidades”, mencionó.
Aunque aclaró que es precipitado hacer un juicio sin tener muchos detalles de los
cambios, Edna Jaime resaltó la importancia de cuidar la implementación de los
nuevos componentes que incluirá este programa social que ahora se llamará
Prospera.
“Si se le va a agregar algo (al programa) es importante que se haga bien (Z)
tenemos que cuidar que el programa no genere clientelas, porque eso nos regresa
al pasado”, añadió la especialista.
Con esta preocupación por la implementación de los cambios anunciados
coincidió Gerardo Esquivel, aunque consideró que estas medidas podrían estar ya
incluidas en otros programas sociales del gobierno federal.
“Para evaluar habrá que ver la implementación del programa, pero no parece ser
una propuesta distinta de la que ya teníamos. A pesar de que aparentemente tiene
nuevas vertientes como tratar de vincular el programa con proyectos productivos,
con becas y con empleos... Son cosas que ya se han intentado y que existen ya
en la política social actual”, sentenció el investigador del COLMEX.
El programa anunciado por el mandatario mexicano, tiene tres antecedentes en
los últimos 30 años.
Solidaridad (PRONASOL)
Al momento de tomar protesta como presidente de México, Carlos Salinas de
Gortari, anunció el inicio del Programa Nacional de Solidaridad Social como
medida para combatir los niveles de pobreza en pueblos indígenas, campesinos y
en zonas marginales de las principales ciudades.
PRONASOL surgió como una medida para abatir los rezagos sociales de la crisis
de 1982 y sobre todo para contrarrestar los efectos de las políticas de ajuste
económico que trajeron como consecuencia la reducción del gasto social y la
caída de los salarios.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
223
La estrategia tenía como punto fundamental la participación social comunitaria,
pues los recursos entregados por el gobierno federal eran administrados por
comités comunitarios. El programa se concentraba principalmente en la
construcción de infraestructura.
Los objetivos del PRONASOL fueron;
• Creación de las condiciones físicas y socioeconómicas necesarias para la
igualdad de oportunidades.
• El pleno desarrollo de las capacidades de la población.
• La apertura de espacios de decisión a la participación social organizada de
las comunidades144
Cabe señalar que, a pesar que el programa se diseñó para la superación de los
rezagos sociales de la población más vulnerable y con especial énfasis en la
participación comunitaria, este programa también fue usado con tintes políticos y
electorales ya que el gobierno salinista carecía de legitimidad y usó a PRONASOL
como una plataforma para crear una base social y política para construir
legitimidad
“Quizá por esa necesidad de ampliar la base social del gobierno, del presidente
Carlos Salinas, el programa no siguió estrictamente una estrategia focalizada en
su operación y los Comités de Solidaridad se extendieron por todo el país,
generando una estrecha relación clientelar entre el gobierno y los beneficiarios del
programa.”145
De acuerdo a cálculos de Levy, en su estudio sobre el diagnóstico de la pobreza
en México, contrastado con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos
de los Hogares (ENIGH) de 1984, “mientras que la pobreza extrema era un
problema mayormente rural (los niveles de incidencia de la pobreza que obtuvo
fueron de 19.5% a nivel nacional, 37.2% en las áreas rurales, y 9.9% en las áreas
urbanas), la mayor parte de los beneficios entregados por el PRONASOL a través
144 Favela, Alejandro, Calvillo Miyriam, et al. El combate a la pobreza en el sexenio de Zedillo. Universidad Autónoma Metropolitana. 145 Acosta, Díaz, Félix, 2010, De pronasol a oportunidades: política social y persistencia de la pobreza en México, en Revista castellano-manchega de ciencias sociales, no 11, pp. 231-246, ISSN: 1575-0825, e-ISSN: 2172-3184
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
224
de subsidios a alimentos básicos como la tortilla y la leche se entregaban a los
pobres moderados de las zonas urbanas y metropolitanas como el Distrito
Federal”146.
Tal situación se vio reflejada en las cifras, pues la incidencia de pobreza urbana se
redujo entre 1989 y 1994, mientras que los índices de pobreza rural tuvieron un
aumento en la zona sur del país, ya que el ingreso de los trabajadores ejidatarios
se vio afectado negativamente por la depreciación del peso y por el colapso del
precio real de sus cultivos básicos y la pérdida de subsidios que sufrió el sector.
Según el Coneval, el sexenio de Salinas concluyó con 47 millones de pobres, es
decir, el 52% de la población de 1994 y con un porcentaje de pobreza patrimonial
de 52.4%. Al iniciar su gobierno, en el país había 46.1 millones en pobreza
alimentaria.
Salinas señaló, en su último informe de gobierno, que funcionaron para este
programa alrededor de 250,000 comités en todo el país y que se ejercieron bajo
este programa más de 52,000 millones de pesos en el sexenio.
Progresa
Durante el gobierno de Ernesto Zedillo se vivió una de las crisis más fuertes en
México que llevó al colapso de la economía, por lo tanto, los índices de pobreza se
dispararon de 52.4% en 1994 a 69% en 1996.
Esta situación provocó que Zedillo cambiara el programa social, por lo que en
agosto de 1997 Solidaridad vio su final y fue reemplazado por el Programa de
Educación, Salud y Alimentación (Progresa).
Entre los principales cambios en el plan social, estaban la eliminación de los
comités que administraban los recursos, y ahora el dinero en efectivo lo recibían
directamente las familias afiliadas a este programa.
Los beneficiarios de Progresa sólo eran familias de comunidades rurales que
recibían transferencias en efectivo, las cuales estaban condicionadas a que
cumplieran ciertos requisitos de atención de salud y educativa.
146 Ídem
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
225
Progresa tuvo como característica la creación de capital humano y para ello
integro en un solo programa tres dimensiones básicas: salud, alimentación y
educación, ya que personas más sanas, mejor alimentadas y con mayor
alimentación tendrían mayores oportunidades para acceder al mercado laboral.
Es necesario señalar que este programa fue el primero en someterse a
evaluaciones de impacto, ya que desde su diseño se planteó como un programa
técnico y no político, con criterios de focalización bien establecidos.
De acuerdo con el último informe de gobierno del entonces presidente, en el año
2000 el programa atendía a dos millones 600,000 hogares en todo el país.
Aunque dicha administración logró reducir los porcentajes de pobreza de 69% a
53.6% en cuatro años, este nivel al final del sexenio era similar al registrado al
inicio de su administración.
Oportunidades
La siguiente etapa del programa social enfocado en abatir la pobreza en México
llegaría en la administración del Presidente Vicente Fox.
Aunque en los primeros dos años de su gobierno continuó el programa Progresa
implementado por Zedillo, en marzo de 2002, Fox anunció que cambiaría de
nombre para ahora ser conocido como Oportunidades, y que también incluiría
como beneficiarios a familias pobres de zonas urbanas.
Este plan siguió con la estrategia central de otorgar el dinero directamente a las
madres de las familias beneficiadas, siempre y cuando cumplieran con revisiones
médicas y que llevaran a sus hijos a la escuela.
De acuerdo con información oficial, se incrementó el presupuesto para el
programa en 70% en comparación con el último año de Zedillo, por lo que
Oportunidades canalizaba más de 146,000 millones de pesos.
Al terminar Fox su sexenio la pobreza se redujo en más de 10 puntos
porcentuales, al alcanzar 42.9%, es necesario reconocer el esfuerzo que se hizo
en este periodo por institucionalizar la política social mediante la creación de la
LGDS.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
226
Al cambiar el gobierno, en ese momento encabezado por el presidente Felipe
Calderón, Oportunidades no nada más siguió con vida, sino que fue ampliado.
A partir de 2007 el monto entregado a cada familia pasó de 529 a 830 pesos al
finalizar 2012. Además, incluyó nuevos apoyos alimentarios a familias que no eran
parte del padrón de oportunidades.
De acuerdo con el sexto informe de Gobierno de Calderón, Oportunidades y el
Programa de Apoyo Alimentario beneficiaron a seis millones 500,000 familias.
Quizá una de las constantes en los periodos antes mencionados es el crecimiento
de la desigualdad, ya que hoy en día “algunos programas gubernamentales
orientados a reducir la pobreza y a combatir la desigualdad en la sociedad
mexicana son tachados, incluso por el propio gobierno, de populistas y
abandonados”147
El saldo social en México de la desigualdad económica ha sido desastroso, pues
los niveles de desigualdad y pobreza han aumentado de manera considerable en
comparación con años anteriores, como muestra de ello podemos ver que, en
2008, 10% de los hogares más pobres apenas sobrevivía con alrededor el 1% del
total del ingreso, mientras que 10% de los hogares más ricos concentraban más
del 40% de ese total. Visto de otra manera, para ese mismo año más del 56% del
ingreso lo concentran 20% de los hogares más ricos, mientras que 20% de los
hogares más pobres tenía apenas 3.6% del ingreso.148
Si bien es cierto que se ha registrado un leve incremento en el ingreso de las
familias mexicanas, la brecha entre los más pobres y los más ricos sigue siendo
abismal, esto se debe a que los gobiernos no han emprendido acciones concretas
encaminadas a la disminución de la desigualdad. La causa principal de este
problema es la ausencia de cambios importantes en la estructura distributiva que
promuevan la equidad y un verdadero desarrollo. Un ejemplo de ello es la
concentración del capital de las industrias y comercios en el territorio nacional ya
que sólo “115 de los dos mil 461 municipios que tiene el país general el 77% de la
147 Tello, Carlos, Sobre la desigualdad en México, 2010, Facultad de Economía, UNAM, p. 264 148 Ídem p 253
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
227
economía nacional en esas 115 jurisdicciones se concentra el 40% de la
población,”149 en contraste las entidades en donde se localizan los diez municipios
con mayor porcentaje de población en pobreza son Chiapas y Oaxaca, estos
datos reflejan la prioridad de la política económica y sus relaciones de producción,
además de los fuertes contrastes económicos del territorio.
La desigualad es producto de la concepción de desarrollo entendido como
crecimiento económico, tal idea de desarrollo se ha alejado de los preceptos de
justicia social y distributiva. La desigualdad puede ser prevenida mediante la
acción pública, en específico mediante la política social y económica. Es necesario
un crecimiento económico con equidad para poder alcanzar el desarrollo social,
sin embargo, los datos expuestos anteriormente evidencian que el problema de la
desigualdad no es un tema prioritario para la política social ni para la política
económica.
La desigualdad genera pobreza, es por ello que estos indicadores se encuentran
íntimamente ligados y relacionados con los ingresos y la insatisfacción de los
derechos sociales. Desafortunadamente debido a la especulación financiera han
surgido crisis como la del 2009 en donde el PIB disminuyó 6% y se perdieron
alrededor de 172 mil empleos netos reflejándose en el incremento de la tasa de
desocupación que pasó de 3.7% a 5.4% en 2009 según cifras del CONEVAL.
Según Carlos Tello150 el estado mexicano ha promovido esquemas que generan la
desigualdad ocasionando que las personas satisfagan sus derechos
constitucionales de manera inequitativa ya que muchos de los programas con
orientación social más que reducir la desigualdad la promueven, para ello alude al
ejemplo de los servicios de salud y seguridad social en México, pues estos
servicios surgieron a partir del principio de trabajo subordinado, es decir tenemos
un sistema de salud segmentado en distintas instituciones: IMSS, ISSSTE, Seguro
Popular, PEMEX, SDN, entre otros.
149 Linares, Zarco, Jaime, La geografía económica del municipio en México, UNAM 150 Catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM, en conferencia del Seminario Permanente de Gobernabilidad y Desarrollo Sustentable de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Eje rector 3 Igualdad de oportunidades.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
228
Las diferencias entre los servicios de salud que brindan las instituciones antes
mencionadas son abismales, esto se puede comprobar con los resultados del
CONEVAL, que demuestran que la población de derechohabientes afiliados al
seguro popular fue la que más reportó no cubrir atención a sus problemas de
salud.
A pesar de los incrementos en la inversión pública para combatir la pobreza, al
analizar la evolución de ésta según la metodología del CONEVAL, se observa que
hasta 2006 se presentó un descenso consistente en todas las dimensiones de
pobreza, sin embargo, en 2008 se registró un incremento aproximado de 5% en
todos sus tipos, ello fue producto del bajo crecimiento económico del país y por el
inicio de la crisis internacional que comenzó a mediados del año 2007.
Según el CONEVAL, entre 2006 y 2008 el número de personas en situación de
pobreza patrimonial se incrementó de 44.7 millones a 50.6 millones. La pobreza
alimentaria o extrema también se incrementó del 13.8% al 18.2%de la población.
Esto quiere decir que cinco millones de mexicanos cayeron en pobreza extrema
en esos dos años.151 En el periodo 2008 a 2010 el número de pobres extremos
resulto ser igual a 11.7 millones de personas en ambos periodos según
información oficial del CONEVAL.
La población en situación de pobreza ascendió a 46.2% en 2010, lo que
representó 52 millones de personas. En comparación con 2008, esto significó un
aumento de 3.2 millones de personas; no obstante, el número promedio de
carencias de la población en pobreza disminuyó de 2.7 a 2.5.
El incremento del número de personas en situación de pobreza fue resultado del
aumento de personas con carencia de acceso a la alimentación (4.2 millones)
como el de la población con ingresos bajos (la población por debajo de la línea de
bienestar aumentó en 4.8 millones y la población por debajo de la línea de
bienestar mínimo se incrementó en 3.4 millones de personas entre 2008 y 2010).
A pesar de estos resultados, la pobreza no se expandió en la misma magnitud que
la reducción del Producto Interno Bruto en 2009, debido a que en este periodo
151 De 14.4 millones en 2006 a 19.5 millones en 2008.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
229
(2008-2010) se incrementaron las coberturas básicas de educación, acceso a los
servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda, los servicios básicos en las
viviendas y la seguridad social, especialmente la cobertura de adultos mayores,
factores que son parte de la medición de la pobreza. Los esfuerzos de la política
de desarrollo social han contribuido a que la población en México cuente con una
mayor cobertura de servicios básicos.152
Más allá del avance en cobertura de los servicios, el porcentaje de pobreza
significa que un gran número de personas sufre de carencias sociales que limitan
o impiden el acceso a condiciones mínimas de bienestar. Esta situación se
observa con más claridad desde el enfoque de la pobreza multidimensional, con
ello nos damos cuenta que esta situación se ha agravado en los últimos años, y
quienes resultan más agredidos por esta condición son los grupos con mayor
vulnerabilidad social, siendo estos niños, niñas y grupos indígenas.
Como ejemplo de lo anterior, el porcentaje de población indígena en pobreza se
ha mantenido sin cambios estadísticamente significativos (71.0 por ciento en 2008,
74.4 en 2010 y 72.0 en 2012). En 2012, siete de cada diez personas indígenas se
encontraban en pobreza mientras que alrededor de cinco de cada diez, del total de
la población no indígena, se encontraba en esta condición
Las políticas dirigidas a la población indígena, además de considerar dicha
acumulación de desventajas, deben incorporar en sus acciones un amplio
conjunto de elementos culturales específicos y acordes con las necesidades de
esta población.
Respecto a la población infantil se observa que de acuerdo con la medición oficial,
44.2% de la población mexicana, es decir, 42.7 millones de personas, vivía en
condiciones de pobreza multidimensional en 2008. No obstante, entre los niños,
niñas y adolescentes del país, esta cifra ascendía a 53.3%, lo que equivale a 20.8
millones de menores de edad.
152 CONEVAL, 2011, Informe de Evaluación de la política de desarrollo social en México en materia de bienestar económico y generación de ingreso.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
230
Asimismo, la pobreza multidimensional moderada en menores de edad también
fue mayor que en otros grupos de edades, mientras que para los niños y
adolescentes fue de 40.2%, para la población adulta fue de 29.7% y para la
población adulta mayor de 32.5%.
En el estudio “La niñez y la adolescencia en el contexto de la crisis económica
global: el caso de México” sobre la distribución de la población infantil y juvenil en
condiciones de pobreza y de vulnerabilidad en 2008 se aprecia que 28.8% de la
población infantil era considerada como vulnerable por carencias sociales, para el
2010 esta cifra se redujo a 22.5%, lo cual habla de un avance positivo en esta
materia.
A pesar las cifras anteriores el comportamiento de la vulnerabilidad por ingresos
se incrementó del periodo 2008 al 2010, ya que pasó de 4.6% a 7.2% en la
población infantil y juvenil, es decir incrementó de 1.9 millones a 2.9 millones de
niños, niñas y jóvenes menores de 18 años.
La movilidad social, importante dimensión del desarrollo social, se mantiene
prácticamente estática entre los estratos extremos de la distribución de ingresos,
ya que 48 de cada 100 mexicanos de hogares del quintil más bajo de la
distribución se mantiene en esa posición, así como 52 de cada 100 mexicanos que
provienen de hogares del quintil más alto no se mueven de allí153. Lo cual conlleva
a reflexionar que el acceso a mejores oportunidades no siempre depende de las
capacidades de la persona, más bien se encuentra condicionado a cuestiones
externas como posición socioeconómica, entre otras.
4.2 Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014
CONEVAL.
Con el objetivo de contar con una evaluación general de la política de desarrollo
social, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(CONEVAL) realizó el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
2014, el cual analiza los avances en el ejercicio de los derechos sociales
marcados por la Ley General de Desarrollo Social e incorpora la medición 153 Datos según el informe de movilidad social en México 2013, imagina tu futuro
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
231
multidimensional de pobreza a nivel nacional y estatal (2008, 2010 y 2012) así
como a nivel municipal (2010).
El documento analiza la situación de la política social con un enfoque de derechos
sociales en dónde se aprecia un incremento en la cobertura de servicios básicos
(educación, salud y vivienda), pero la calidad de los servicios no ha crecido a la
par que la cobertura.
En materia de salud en 2012, de acuerdo con las estimaciones del CONEVAL,
21.5 por ciento de la población total del país presentaba carencia en el acceso a
los servicios de salud, lo que equivale a 25.3 millones de personas. Esta carencia
fue la que mayor reducción tuvo a nivel nacional y en las entidades del país de
2008 a 2012
Un ejemplo de la baja calidad de los servicios en materia de salud es el del Seguro
Popular, ya que en los últimos años ha tenido un número creciente de afiliados en
gran parte del territorio nacional, el cual pasó de tener una población afiliada de
21.6 millones de personas en 2008 a 47.8 en 2012, sin embargo, esto ha reducido
la calidad de los servicios principalmente en tiempos de espera, en abasto de
medicamentos y en cobertura de enfermedades.
Los datos anteriores demuestran que los incrementos en el acceso de los
derechos sociales no siempre indican que su aumento satisfaga las necesidades
de la población, dicho de otra manera, los indicadores de acceso a servicios
pueden mostrar que una política es exitosa cuantitativamente hablando, sin
embargo, cualitativamente es totalmente ineficaz.
En cuanto a educación, en el periodo 1992-2012 en todos los grupos etarios se
registraron incrementos en la asistencia escolar actualmente en el país, más del
90% de los niños y niñas de entre 6 y 14 años asisten a la escuela. Sin embargo,
la asistencia escolar de las personas entre dieciocho y veinticinco años sigue
siendo la que registra menor porcentaje, a pesar del incremento de ocho puntos
porcentuales en el periodo referido, esto se agudiza en el caso de la población con
ingresos inferiores, que solamente aumentó 4.4 puntos porcentuales y alcanzó 10
por ciento en 2012.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
232
El derecho a la vivienda arrojó los siguientes resultados, en 2012 el porcentaje de
personas con carencia por calidad y espacios de la vivienda descendió a 13.6%, lo
que equivale a 15.9 millones de personas
En términos porcentuales la población en zonas rurales presentó mayor
proporción de carencia por calidad y espacios de la vivienda. En 2012, 23.4%
reportó dicha carencia, mientras que la población urbana fue 10.6%. La carencia
por acceso a los servicios básicos en la vivienda considera aquellas sin acceso al
servicio de agua de la red pública, drenaje, electricidad o combustible.
Si bien se han presentado importantes avances en cuanto a los servicios básicos
de la vivienda, principalmente cuando se compara entre 1992 y 2012, existen
diferencias al analizar entre el ámbito rural y urbano. En 2012, 40.8 por ciento
(11.1 millones) de la población en zonas rurales, no contó con servicios básicos de
la vivienda, mientras que en el caso de las viviendas en zonas urbanas fue 7.2
(6.5 millones).
En cuanto a la seguridad social, en 2012 la carencia por acceso a este derecho
fue la mayor carencia social del país. En los tres años anteriores, en al menos 26
de las 32 entidades, más de la mitad de la población presentó falta de acceso a la
seguridad social. El desempleo, la política económica, el empleo informal y la
inestabilidad laboral son factores que contribuyen a los altos índices de personas
que nunca han cotizado a alguna institución de seguridad social, creando una
situación de vulnerabilidad para los periodos de enfermedad y vejez.
La seguridad social y el derecho al trabajo están estrechamente vinculados,
paradójicamente, en 2013 el gasto relacionado con el derecho a la seguridad
social ejercido fue 4.3% y para el derecho al trabajo, sólo 1% del total del gasto en
desarrollo social, siendo este último el menor de todo.
Es precisamente esta paradoja la que evidencia las contradicciones en el
planteamiento de las prioridades de la política, si se pretende terminar con el
asistencialismo en las políticas y atacar los problemas de raíz es necesario
replantear la política económica y laboral con un sentido humano y de justicia
social, se trata de llenar los vacíos éticos que hoy en día caracterizan diversos
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
233
aspectos tanto en la Administración Pública como en los mercados, la economía y
la sociedad.
El Informe destaca avances de la política de desarrollo social: se hace referencia
explícita a los derechos sociales en el Plan Nacional de Desarrollo y en diversos
programas sectoriales; se ha observado una coordinación intersectorial e
intergubernamental de la política social a partir de los indicadores de pobreza,
especialmente impulsada por la Cruzada Nacional contra el Hambre, así como por
las modificaciones al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social del
Ramo 33; se han hecho adecuaciones a diversos programas para mejorar el
acceso a derechos y a una mayor inclusión productiva; se han realizado reformas
que buscan incrementar la productividad en el mediano y largo plazo; y la política
social cuenta con avances importantes en la medición y la evaluación de su
desempeño.
En el documento se aprecia que el enfoque de derechos necesita definiciones
precisas que no están en la Constitución, y que desde el Congreso se contemple
su financiamiento gradual; el ingreso real de las familias ha caído desde 1992 y en
2014 no recupera el nivel que tenía en 2007; la calidad de los servicios educativos
y de salud es aún insuficiente para la población con menos ingresos; los
programas productivos no han tenido resultados adecuados y la productividad de
los pequeños productores es muy baja; se observa una gran dispersión de
programas sociales en los tres órdenes de gobierno; y todavía no se hace un uso
adecuado de la información que generan las evaluaciones para la toma de
decisiones presupuestarias, especialmente en el Congreso.
Respecto a la Cruzada Nacional contra el Hambre el Informe reporta los siguientes
hallazgos:
La observación en campo muestra que la población objetivo de la estrategia
(población en pobreza extrema con carencia alimentaria) efectivamente tiene
carencias importantes y un muy bajo nivel de ingreso, en zonas de atención
prioritaria tanto rural como urbana.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
234
Diversos programas presupuestarios han modificado sus reglas de operación para
adecuarse a la estrategia. Será necesario aclarar el alcance de los seis objetivos
de la Cruzada y determinar cuáles de ellos se aplican a los 7 millones de personas
de la población objetivo y cuáles son más amplios. En el trabajo de campo se
observó que la capacidad productiva de los pequeños productores rurales es
limitada y no hay suficientes herramientas de política pública para mejorar esta
situación.
En materia de participación social se ha cumplido la meta de creación de comités
comunitarios. Será necesario que éstos mantengan actividad a partir de su
creación y que exista una conexión más clara entre la demanda que se genera en
los comités y la oferta gubernamental, para no crear expectativas que no se
puedan materializar.
En el Decreto que establece el Sistema Nacional de la Cruzada contra el Hambre,
(22/enero/13) se establece la alineación de la operación de 69 programas de
gobierno que podrán apoyar en la instrumentación de la “Cruzada contra el
Hambre”.
Con base en este trabajo de organización y coordinación, cada una de las
instituciones, propuso para el ejercicio fiscal 2014, un conjunto de programas,
componentes, acciones, vertientes, fondos y sistemas que pudieran incidir en los
1,012 municipios correspondientes a la suma de la primera etapa (400) 2013 y
(612) 2014.
La Cruzada está modificando las dinámicas y rutinas de las dependencias
gubernamentales en los tres ámbitos de gobierno. El efecto es heterogéneo entre
gobiernos locales y tipos de programas.
Evaluación del Ejercicio del Gasto Público.
El 19 de febrero de 2015, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF),
entregó a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados el Informe de
Resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública correspondiente al
ejercicio del 2013. A través del informe de conclusiones y recomendaciones los
legisladores manifestaron su preocupación “por el hecho de que en la revisión de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
235
la Cuenta Pública se han determinado millares de observaciones y acciones en las
auditorías practicadas, desde recomendaciones hasta pliegos de observaciones y
denuncias penales, sin que a la fecha se perciba un cambio sustancial en muchas
de las prácticas que inercialmente se siguen llevando a cabo y se han realizado
así por varios años”. La ASF halló anomalías en el manejo de recursos por mil 740
millones de pesos en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). La Cruzada
Nacional contra el Hambre, que encabeza la Secretaría de Desarrollo Social,
ejerció en 2013 sólo el 37.1 por ciento de sus recursos asignados, lo que significa
que gastó únicamente 44 mil 626.8 millones de pesos, de los 120 mil 369.7
millones que tuvo de presupuesto.
En otro orden, la ASF se refiere a la fiscalización realizada al Seguro Popular, en
el capítulo denominado “Cotejo de Padrones del Sistema Nacional de Salud”,
realizado por la Secretaría de la Función Pública, con base en el Padrón Nacional
de Beneficiarios, donde se acusa una duplicidad en los registros de afiliación en
institutos de seguridad social.
Las inquietudes de los legisladores hacen evidente la necesidad de construir un
verdadero sistema de rendición de cuentas en México debido a que existe la
concepción de los ciudadanos de que no hay consecuencias para quienes faltan, a
su responsabilidad pública.
En este sentido, se destacó que el marco legal que norma la actuación de la
Auditoría Superior de la Federación genera un proceso de fiscalización extenso
que impide una actuación oportuna, además de que el ente fiscalizador carece de
facultades para sancionar penal o administrativamente, por lo que el Congreso
deberá concretar las reformas pendientes dirigidas a fortalecer el trabajo de
fiscalización.154
Uno de los puntos más relevantes que menciona el Informe del CONEVAL es la
necesidad de transformaciones que requieren cambios radicales para que el país
tenga los resultados esperados en desarrollo social y la disminución de la pobreza
de manera sostenida. Tales transformaciones requieren de reformas en materia de
154 Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, en la Cámara de Diputados. Conclusiones. 20/II/13
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
236
educación y finanzas públicas, control del gasto público, telecomunicaciones,
competencia económica, transacciones financieras, legislación laboral, sistema
político, sector energético, y en materia de amparo y justicia penal, en este sentido
es necesario señalar que tenemos la necesidad de impulsar una profunda reforma
institucional, democrática para poder cumplir con los objetivos del desarrollo social
sustentable.
Con base en estos diagnósticos y recomendaciones y a pesar del esfuerzo de la
Cruzada Nacional contra el Hambre para la organización de Comités
Comunitarios, el examen de la política social nos indica –desde el enfoque de la
sustentabilidad social-, que para darle mayor viabilidad democrática e institucional
es necesario tal como lo señala el CONEVAL realizar transformaciones técnico-
administrativas y de control parlamentario, pero además aumentar la densidad de
la participación social y mejorar la calidad de dicha participación en todos los
espacios, tal como se verá en el capítulo IV, de tal manera que el sistema en su
conjunto funcione de manera más adecuada, creando condiciones favorables —
legales, culturales, políticas, administrativas, económicas, sociales y ecológicas—
desde los ámbitos locales, para que se cumplan los objetivos de la política social.
4.3 El balance político-institucional de la crisis social contemporánea
En ausencia de un conjunto de indicadores sociales sistematizado, que permitiese
una evaluación metodológica (univoca) rigurosa, en el corto y mediano plazos, a
los objetivos de la política social, las cifras recientes sobre pobreza generadas por
el propio Coneval, analizadas minuciosamente en la presente investigación,
constituyen indicios que vale la pena tomar en cuenta para conocer la
multidimencionalidad de los problemas sociales y desafíos que todavía enfrenta la
política social en México.
La política social tiene una visión distorsionada del desarrollo social, ya que se
carece de una política con enfoque territorial integral, que incluya a la vez factores
como la diversidad social, política, económica, ambiental y el papel de los
movimientos sociales. Predominan las acciones aisladas, homogeneizadoras y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
237
asistenciales las cuales se caracterizan por una falta de continuidad, lo que ha
limitado la posibilidad de revertir los rezagos sociales.
Si bien el esfuerzo gubernamental en las últimas décadas ha logrado alcances
presupuestales significativos, aún quedan rezagos importantes. Las encuestas de
opinión, con resultados distintos al discurso oficial demuestran que el desarrollo
social atraviesa por una severa crisis; que la economía no marcha bien y que la
calidad de vida es cada vez más preocupante. El crecimiento de la pobreza
abierta, el desempleo, la cuestionada calidad de los servicios de salud y
educación, la falta de acceso al crédito o la tecnología, la inseguridad y los riesgos
de ingobernabilidad, han alimentado desaliento y desconfianza generalizados de
la sociedad en sus representantes y autoridades.
Las cifras generadas por la medición multidimensional de la pobreza 20062010,
también son indicativas de la prevalencia de la pobreza, de la carencia de
oportunidades sociales, del rezago en los derechos sociales y de la vulnerabilidad
de algunos grupos sociales, particularmente rurales e indígenas.
Desigualdades
En América Latina, el fenómeno de la globalización y la instauración del modelo
neoliberal como soporte político e ideológico ha traído como consecuencia un
devastador proceso de exclusión de grandes masas poblacionales como producto
de la creciente brecha de desigualdad y polarización de la riqueza, además del
deterioro de las identidades culturales, ya que se propicia un proceso de
homogenización de las culturas.
El acercamiento de América Latina a un marco de protección de los derechos
humanos y culturales corre parejo con el resto de la comunidad internacional, pero
ello no es un indicador de avances con respecto a la incorporación, adopción y
ratificación de los múltiples mecanismos e instrumentos adecuados a la protección
de los derechos humanos y en particular a favor de los pueblos indígenas y
afrolatinos.
Según el informe 178 de la organización internacional Oxfam la desigualdad
económica crece rápidamente en la mayoría de los países. La riqueza mundial
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
238
está dividida en dos: casi la mitad está en manos del 1% más rico de la población,
y la otra mitad se reparte entre el 99% restante; la riqueza del 1% de la población
más rica del mundo asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor
que el total de la riqueza que posee la mitad más pobre de la población mundial.
Tal problema es el resultado de la aplicación un modelo económico que ha
demostrado ser total mente ineficiente en materia social.
En las crisis económicas hay ganadores, y en este caso muchos perdedores que
representan una gran cantidad de la población mundial, con los datos expuestos
en el párrafo anterior se puede apreciar que una pequeña élite resultó beneficiada
de las crisis, ya que las leyes que rigen los mercados actúan a favor de ellos. “Los
beneficios empresariales, los salarios de directores, y las transacciones bursátiles
baten records cada día y no parece que vallan a reducirse”155.
El mismo informe revela que la desigualdad en los ingresos es la mayor amenaza
mundial, ya que las personas manifiestan que la desigualdad económica está
afectando la estabilidad social en el seno de los países y por lo tanto afecta a la
seguridad a nivel mundial. El resultado puede ser la erosión de la gobernabilidad,
la destrucción de la cohesión social y la desaparición de la igualdad de
oportunidades.
En cuanto a desocupación laboral, “la OIT (22/1/2013) advierte que hay un pico de
desocupación, 197 millones de personas están desempleadas y otros 37 millones
se han retirado del mercado de trabajo ante la imposibilidad de conseguir trabajo,
los jóvenes son los más afectados con una tasa de desocupación juvenil del
12.6%, que sobrepasa en algunos países europeos el 50%”156
Según cifras de la FAO hay mil 25 millones de personas en el mundo con hambre,
un gran contingente de ellos son niños. Una cantidad muy alta considerando que
sólo con 0.25 centavos de dólar diarios se puede dotar a los niños con una tasa de
los seis micronutrientes fundamentales.
155 “Gobernar para las Elites, secuestro democrático y desigualdad económica”. en: Informe 178 Oxfam, 20 de enero. 2014 156 Kliksberg, Bernardo, Ética para empresarios, ediciones ética y economía, 3ª edición, 2013 65 Conferencia magistral Braibant, Bernardo Kliksberg, Los nuevos roles del Estado en nuestro tiempo, serie Praxis 149, INAP
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
239
Para ponerle rostro y nombre a esta situación basta con citar una entrevista del
New York Times a una familia en el Congo, en donde el jefe de familia explica que
ese día comerán los dos hijos mayores, mañana no comerán ellos, sino que lo
harán los tres menores, protestarán unos y otros, y a la noche los que no comieron
estarán muy débiles.65 Todo ello derivado de la exclusión que genera la pobreza.
Debilitamiento del modelo económico mundial y su impacto ambiental
La crisis económica mundial representa la insustentabilidad del actual modelo
económico, el horizonte económico previsto por los analistas es el de un largo
periodo de estancamiento. El mundo no encuentra la salida y nosotros somos una
economía abierta dependiente de Estados Unidos, ya que nuestra economía está
fuertemente ligada a la evolución de la situación económica estadounidense, las
relaciones comerciales de importación y exportación son un ejemplo de ello.
Por otro lado, no hay que mirar muy lejos para ver el impacto de la caída de los
precios del petróleo (actualmente en su nivel más bajo en cinco años) para
México: simplemente se debe ver el balance comercial de Pemex. Se redujo a la
mitad en un mes, de mil 300 millones de dólares (mdd) en septiembre a 656 mdd
en octubre de 2014, y eso fue antes de que la combinación de una menor
producción de México y el precio mundial del petróleo más bajo realmente
comenzaran a doler.
Los Servicios para Inversionistas de Moody’s señalan que el impacto de menores
precios del petróleo en México en cuentas externas será moderado, ya que el
petróleo crudo representa menos del 15% del total de las exportaciones. Incluso si
el precio promedio de la canasta petrolera de México cayera a 60 dólares por barril
(pb) en el presente año, lo que ya está ocurriendo, ya que el precio del barril de
petróleo actualmente oscila entre 45 y 47 dólares (pb).
Suponiendo que el precio promedio del petróleo mexicano caerá cerca de 20
dólares durante 2015, el impacto potencial de los precios del petróleo más bajos
en las cuentas del gobierno representaría menos del 1% del PIB, una cantidad que
no es insignificante, pero todavía es manejable desde la perspectiva fiscal. Por
ahora, la línea del gobierno es que las finanzas del Estado para 2015 están
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
240
protegidas gracias al seguro anual de cobertura del petróleo, y los analistas
estiman que incluso si hay nuevas caídas en el precio de las exportaciones de
México todavía puede ser manejable.157
La caída del precio internacional del petróleo es atribuida a diversos factores como
la caída de la demanda de China y Europa. La débil demanda global de productos
derivados del petróleo no tiene mayor misterio ya que desde la irrupción de la
crisis económica en 2007-2008 la actividad económica mundial se ha estancado y,
paralelamente a ella, lo ha hecho el consumo de productos derivados del petróleo
(gasolinas líquidas, lubricantes, productos plásticos, fertilizantes y herbicidas,
fibras textiles artificiales, ceras, asfalto, azufre, etc). De hecho, algunas y algunos
economistas señalan que la caída de los precios del petróleo evidencia que la
economía mundial ha entrado en recesión durante 2015.
Del otro lado, la elevadísima renta petrolera abrió espacio para la producción
costosa de gas y petróleo no convencionales en Estados Unidos, desde los 4
millones de barriles diarios a los 9 millones, aproximándose a las cotas registradas
por Arabia Saudí y Rusia (10 y 9 millones de barriles diarios, respectivamente),
hasta una recuperación de la producción en Libia y en Irak. Ahora bien, en
términos globales este aumento de oferta no pudo compensar la caída
generalizada de producción convencional.
Los últimos informes trimestrales de la OPEP (2014) ponen de manifiesto que los
países miembros de esta organización están reduciendo la producción. Sin
embargo, países no pertenecientes a la OPEP como Estados Unidos y Rusia sí
aumentaron su producción de combustibles no convencionales, fundamentalmente
gracias a la técnica de fracturación hidráulica o fracking que por los enormes
proyectos de inversión y negocios boyantes y lucrativos tuvieron como
consecuencia la gestación de una burbuja en los precios del petróleo, teniendo
como consecuencia una caída brusca de los precios del petróleo hasta un nivel
más acorde a las circunstancias reales.158
157 Weber, Jude. Periódico Milenio. 22/12/2014 158 Garzón, Eduardo y Carlos Martínez. “Los problemas actuales del sistema bancario: Amenaza de una nueva crisis financiera internacional”. Revista Argumentos, número 9. 16/ene/2015. Fundación por la Europa de los/as Ciudadanos/as
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
241
Un factor esencial en el derrumbe de la renta petrolera es, obviamente, Arabia
Saudita, la cual se niega a restringir la oferta de combustibles para detener la
caída del precio, para no beneficiar a sus competidores, de momento, puede
sobrevivir varios años con los precios bajos ya que dispone de 750.000 millones
de dólares en reservas internacionales a diferencia de otros países productores de
petróleo.
Los más perjudicados con esta situación son las economías productoras de
petróleo (Brasil, Rusia, Venezuela y otros), que observan cómo vendiendo el
mismo volumen ingresan mucho menos dinero, en torno a los 50 dólares por
barril.159
Este giro modifica el curso de la crisis mundial porque da de lleno en la periferia,
en el mismo momento en que se ha hecho más aguda en Europa y Japón.
Europa no logra recuperarse de la crisis del 2009. Sus gobiernos se encuentran
entre la espada y la pared: pagar su deuda o proporcionar servicios básicos a la
población. La media de desempleo es superior al 12 por ciento y llega a casi el
doble en algunos países del sur. Los salarios reales han bajado para,
supuestamente, adquirir competitividad y exportar más; lo que habría de generar
más empleo e inversión. En 2012 su economía se redujo en un 0.4 por ciento y en
2013 creció a apenas un 0.1 por ciento. Sin duda, la crisis de los mercados
petroleros agudizará estas dificultades e incluso podría repercutir en la economía
de Estados Unidos, a pesar de sus expectativas de crecimiento al 4 por ciento del
PIB para el 2015.
Ocurre que la mayor parte de los gobiernos necesitan los impuestos a los
combustibles para hacer frente al pago de la deuda pública y al rescate de los
bancos, sin embargo, la caída del precio del petróleo replica la de todos los rubros
de minerales metalíferos y alimentos, así como la explosión de la burbuja del
fracking, técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales.
La fracturación hidráulica tiene impactos terribles en el agua, el aire, la tierra, la
salud humana, el bienestar del ganado, la fauna silvestre y el clima. Pero en una
159 Altamira, Jorge. Giro en la crisis mundial: una “guerra del petróleo... opinion.infobae.com/jorge-altamira/2014/11/28/
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
242
situación de estrangulamiento continuo de la economía por falta de su verdadero
motor último, la energía, está llevando a medidas verdaderamente desesperadas,
el alcance de las cuales probablemente no ha sido evaluado con la serenidad que
se requiere.
No sería razonable apostar por la transición energética, o por la búsqueda de
mejores instrumentos de la economía ambiental, sin tomar en cuenta que la crisis
ambiental cuya principal respuesta está en el cambio climático, es también una
expresión de la crisis capitalista global y que por ello requiere redefiniciones
profundas y generales, en el ámbito de la política, tanto como en el de la
tecnología y de la economía. No entenderlo así llevará, en el mejor de los casos, a
buscar paliativos para un problema de dimensiones planetarias.
Tal complejidad plantea al propio tiempo dilemas en apariencia irresolubles, como
el de seguir optando entre el crecimiento económico a costa del ambiente y de la
distribución equitativa del ingreso, o la protección de los recursos naturales y del
medio ambiente para beneficio de las generaciones futuras.
Debilitamiento del modelo institucional
Las instituciones tienen un papel muy importante en la sociedad, ya que en ellas
se organizan las relaciones sociales, gubernamentales y económicas, por lo tanto,
el modelo institucional debe responder a las necesidades y valores para las cuales
fue creado, de ello depende su legitimidad y el cumplimiento de sus objetivos, de
lo contrario se estaría debilitando el modelo institucional.
En los años que corren de esta década, vemos que el modelo organizacional de
gestión pública que comenzó a instalarse hace ya casi 30 años y aún vigente, se
está resquebrajando. Las firmes creencias sobre el Estado mínimo, la
desregulación y la infalibilidad de “la mano invisible del mercado”, comienzan a
ponerse en duda. Se cuestiona lo incuestionable, y eso es lo que sucede cuando
los paradigmas entran en crisis.160
160 Felcman, Isidoro Luís. (2009) Nuevos Modelos de Gestión Pública. Centro de Investigaciones en Administración Pública. CIAP. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Buenos Aires. Documento de Trabajo, Año 1 Nº 2.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
243
Se pueden mencionar algunas reflexiones de quienes anticiparon la crisis. Tal es
el caso de Paul Krugman cuando dice: “Yo no estoy a favor de la intervención del
Estado siempre y en todo, pero sí he sido un crítico de la visión extrema del libre
mercadoZ Y sí, esta (crisis) es una reivindicación para aquellos que decimos:
"Esperen, el mercado no siempre tiene la razón".161
En el mismo sentido se puede incluir una cita de Joseph Stiglitz, cuando afirma:
“El mundo no ha sido piadoso con el neoliberalismo, ese revoltijo de ideas
basadas en la concepción fundamentalista de que los mercados se corrigen a sí
mismos, asignan los recursos eficientemente y sirven bien al interés público. Ese
fundamentalismo del mercado era subyacente al thatcherismo, a la reaganomía y
al llamado “consenso de Washington” en pro de la privatización y la liberalización y
de que los bancos centrales independientes se centrarían exclusivamente en el
control de la inflación. Durante un cuarto de siglo, ha habido una pugna entre los
países en desarrollo y está claro quiénes han sido los perdedores: los países que
aplicaron políticas neoliberales no sólo perdieron la apuesta del crecimiento, sino
que, además, cuando sí crecieron, los beneficios fueron a parar
desproporcionadamente a quienes se encuentran en la cumbre de la sociedad.”162
De ahí la pregunta: cuando hablamos de reforma del estado, ¿estamos frente a un
ya recurrente slogan empleado en cualquier proceso de cambio, o bien ante una
oportunidad de transformación del Estado y sus instituciones asociada a una
ruptura paradigmática?
Para Bernardo Kliksberg, “la discusión sobre el rol del Estado en lo social forma
parte de una polémica más vasta sobre el rol global del Estado. Un abordaje usual
del tema de cómo rediseñar el Estado para facilitar y promover el desarrollo social
pasa por trabajar directamente sobre sus estructuras organizacionales, eficientizar
su gestión, incorporar técnicas modernizantes. Se trata de aspectos de
imprescindible tratamiento, pero hay una necesidad previa. Es necesario discutir
ante todo qué rol se desea que cumpla el Estado en los países en desarrollo. La
discusión tecnocrática pura sobre la reforma del Estado para el desarrollo social
161 Krugman Paul, Reportaje en la BBC, octubre de 2008. 162 Stiglitz Joseph. Reportaje del diario El País, noviembre de 2009.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
244
debería ser superada por un debate más amplio que arrancando de los replanteos
respecto a los modelos de desarrollo, extraiga conclusiones en cuanto a cuáles
serían los papeles del "Estado deseable", y a partir de allí se procure aportar
criterios de gestión pública para dotarlo de las capacidades para llevarlos a
cabo.”163
Se observa por lo tanto que el rol del Estado, la formulación de políticas públicas,
los modelos organizacionales de gestión pública y la participación social se
convierten en temas predominantes de la discusión, para garantizar el éxito
transformador con base a un nuevo paradigma y modelo organizacional de gestión
pública que sea congruente con la transformación y reclamos sociales con
perspectiva de largo plazo, dicho modelo organizacional consiste en una nueva
política social, la vinculación de la política económica con la política social y la
institucionalización de la acción colectiva.
163 Kliksberg, Bernardo. Repensando el Estado para el Desarrollo Social, más allá de dogmas y convencionalismos”. Artículo incluido en Biblioteca Digital de la Iniciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo (www.iadb.org/etica)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
245
Capítulo 5. Desarrollo social en el siglo XXI
Las transformaciones del Estado en el siglo XX, Las consecuencias de la
globalización y los desafíos ante el Desarrollo social en el siglo XXI
5.1 El Estado social de la postguerra
5.1.1 Antecedentes
Los inicios del Estado social pueden encontrarse en Alemania, en las leyes de
aseguramiento y las medidas sociales llevadas a cabo entre 1883 y 1891 por el
canciller Bismark, y la constitucionalización por primera vez de los derechos
sociales del individuo en 1919. Durante los siguientes treinta años, el sistema de
aseguramiento surgido en Alemania, fue un modelo que se generalizaría en toda
Europa.
Es por ello que comúnmente se ha señalado a la seguridad social como el núcleo
histórico del Estado social, que aunque no constituía ni mucho menos un sistema
universal, pues cubría tan solo a personas con cierta capacidad económica,
quienes debían pagar su cuota, mientras que los pobres y marginados quedaban
fuera de ese sistema de protección.164
Sin embargo, no fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando
los partidos socialdemócratas, quienes defendieron con mayor o menor éxito la
gestación y consolidación de fórmulas propias del Estado de Bienestar o Estado
Social, alcanzarían su máximo predicamento fundamentalmente en la Europa
occidental, logrando ejercer el gobierno en sus respectivos países, tal como
sucedió con el Partido Socialdemócrata Alemán, el Partido Laborista Británico, el
Partido Socialista Francés, el Partido Socialdemócrata Sueco y el Partido
Socialista Obrero Español, quienes progresivamente asumieron una ruptura con el
“marxismo” como fundamento ideológico. Y a finales del siglo XX, era indiscutible
que la socialdemocracia, aún con graves problemas de identidad, configuraba una
de las grandes corrientes políticas que operaban en el mundo desarrollado.165
164 Véase, Gallego Méndez, Ma. Teresa, “Estado social y crisis del Estado”, en: Del Águila, Rafael (editor), Manual de Ciencia Política, Editorial Trotta, Madrid, 1997, p.111-113 165 Taibo, Carlos, “Rupturas y críticas al Estado liberal”, en: Del Águila, Rafael, óp. cit., p. 88-89
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
246
5.1.2 La intervención estatal en la economía de la crisis de 1929
La aportación de Keynes
Por otra parte, la crisis de 1929 mostró la inseguridad de las relaciones capitalistas
de producción y la inestabilidad del modo de producción capitalista con resultados
catastróficos, abriendo paso a un nuevo intervencionismo estatal en la economía,
que encontró justificación en las teorías de Keynes. De tal manera que a partir de
los años treinta, el Estado adquiriría un papel económico realmente distinto, en
Europa y Estados Unidos resultó inevitable el crecimiento incesante del gasto
público, de los impuestos, del control de la fuerza de trabajo y de los mercados.166
5.1.3 El florecimiento de las economías europeas
Consolidación y expansión del Estado social en la postguerra
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las democracias europeas debían afirmar
una fórmula político-jurídica, la cual, evolucionando desde sí misma pudiera
adaptarse a las nuevas necesidades del desarrollo técnico, social y económico,
impidiendo la caída en el totalitarismo fascista y las posibilidades de revolución y
sistema del tipo soviético. De un lado, era necesario salir de la situación
económica posbélica con medidas económicas, y por otra parte consolidar el
sistema democrático.167
En este sentido, las propuestas keynesianas que otorgaban relevancia al mercado
y simultáneamente a la actividad pública para alcanzar los objetivos de la política
económica fueron indiscutibles y resultaron eficaces en el periodo posbélico,
logrando el objetivo principal del crecimiento –durante las décadas de los 50´s y
60´s se pudo observar el florecimiento de las economías europeas occidentales,
que en 1950 alcanzaron su nivel de outputs anterior a la guerra, y en 1962 lo
habían duplicado- con tasas de inversión altas y poco desempleo. Además, se
demostró que la planificación y el control del Estado junto con las instituciones
capitalistas podían lograr el pleno empleo; el Estado podía reformar el capitalismo.
166 Gallego Méndez, óp. cit., p.113-115 167 Ibíd., p. 120
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
247
De este modo, dichas circunstancias llevaron a la progresiva implantación de los
Estados de Bienestar.
Sin embargo, el clima de “progreso” generalizado en las economías capitalistas
con sistema político democrático generó también cambios sustanciales en el
desarrollo y uso de la tecnología, en las prácticas sociales de todo tipo, en la
familia, en los modos de vida, así como en el medio ambiente, los cuales
constituyen los grandes conflictos del mundo actual.168
5.1.4 El Estado de Bienestar ó Estado social
Hemos mencionado los orígenes y la forma en que inició el Estado del Bienestar a
finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, hemos hablado de la
socialdemocracia como una de las ideologías que le dieron sustento, y del
contexto histórico-económico de inicios de la década de los treinta del siglo XX
que mostró la necesidad y justificó unos cambios de planteamientos y sus bases
científicas sobre el papel y la intervención del Estado en los asuntos económicos y
sociales, y finalmente los resultados producidos por estos cambios en el periodo
de postguerra que llevaron a la consolidación y expansión de este tipo de Estado.
Lo que resta de este apartado, hacemos una caracterización y conceptualización
del Estado de bienestar o Estado social.
El Estado de bienestar o Estado social, es un sistema que se propone fortalecer
servicios y garantizar derechos considerados esenciales para mantener el nivel de
vida necesario para participar como miembro pleno en la sociedad. Provee la
integración de las clases sociales menos favorecidas, evitando la exclusión y la
marginación, de compensación de las desigualdades; y se funda en los principios
de legalidad, solidaridad y justicia social, pero no se limita sólo a éstos, sino
incorpora principios del Estado liberal como el reconocimiento y protección de la
libertad y los derechos civiles y políticos.
Aunque desde el punto de vista del análisis marxista, lo que caracteriza al Estado
de Bienestar es la utilización del poder estatal para modificar la reproducción de la
168 Ibíd., p. 119
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
248
fuerza de trabajo y para mantener a la población no trabajadora en las sociedades
capitalistas.
Este tipo de Estados deben desarrollar una actividad política de prestaciones
sociales, y debe garantizar el vigor de la igualdad de oportunidades y propiciar una
reducción de las diferencias sociales valiéndose para ello de mecanismos
redistributivos desarrollados ante todo por la vía de los impuestos. Política
económica y política social debían unirse para garantizar la subsistencia y que la
población pudiera adquirir bienes de consumo también de forma adecuada.
Prestaciones estatales y distribución de riqueza eran los mecanismos
fundamentales.
En este sentido, en el ámbito económico implica la postulación de una “economía
mixta” en la cual se hagan sentir por igual los efectos del intervencionismo estatal
y los de una economía de mercado, ya que ésta última exhibe numerosas
imperfecciones que deben ser corregidas por la acción estatal,169 tal como Keynes
lo señalaba.
Las propuestas keynesianas sobre las cuales se asentó este tipo de Estado
suponían el objetivo del pleno empleo, la estabilidad de los precios y el equilibrio
de la balanza de pagos por parte del Estado, así como el control de la demanda
mediante diferentes instrumentos: política fiscal, política monetaria y gasto público.
En todo caso, los objetivos del Estado social se refieren al incremento del
consumo y del bienestar social para lo cual la función redistribuidora del Estado y
el objetivo del pleno empleo tienen como finalidad justamente este aumento del
consumo, para todo ello es imprescindible la intervención, la planificación y la
coordinación.
En su dimensión jurídica, el Estado social actúa en cumplimiento de una
legislación que le obliga a responder ante las insuficiencias de la sociedad liberal y
capitalista. E implicó una transformación del Estado de Derecho de carácter liberal
para denominarse como Estado social y democrático de derecho para
169 Taibo, Carlos, óp. cit., p. 88- 89
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
249
salvaguardar la democracia política corrigiendo el individualismo clásico con
contenidos sociales.
Las constituciones intentaron fusionar Estado de derecho y Estado social, aún
cuando ambos difieren debido a su naturaleza, formas y contenidos, lo cual
supone dificultades filosóficas y jurídicas para articular ambos y que alcancen a la
garantía constitucional de los derechos económicos-sociales.
Los derechos económicos y sociales son los que califican a este Estado –pero son
distintos a los tradicionales derechos civiles y políticos-, es el Estado justamente
quien ha de garantizarlos y están orientados al logro de la igualdad. Sin embargo,
este tipo de derechos han encontrado algunos problemas, por ejemplo, en su
alcance jurídico, ya que se puede recurrir a los tribunales si se considera
lesionado el derecho a la libertad de expresión, sin embargo, no se puede actuar
de igual manera si una persona carece de trabajo o de una vivienda digna, es
decir no son exigibles constitucionalmente.
De igual forma, la igualdad ante la cual giran los giran los derechos sociales
presenta algunas dificultades que van de lo conceptual a lo jurídico. En primer
término, es difícil acordar un sentido preciso acerca de su significado, de ahí que
generalmente se hace una traslación y se habla de “igualdad de oportunidades”.
Por otra parte, no se puede concretar una idea de igualdad que pueda ser
comúnmente aceptado por toda la sociedad ya que ésta es heterogénea, dividida
en clases, sexos, culturas, etc, cuyas concepciones en torno a la igualdad pueden
ser contradictorias e incluso excluyentes, ó bien la misma noción de igualdad es
indeseable para algunos sectores.
En el plano jurídico, parece claro lo que significa igualdad ante la ley pero no lo
parecen la igualdad material o mayor grado de igualdad: ¿en qué grado y
mediante qué órganos deben los poderes públicos cumplir tal cosa? ¿Cómo
interpretar la igualdad en sentido económico-social y cómo exigirlo como derecho
positivo ante los tribunales incluso? Así, la igualdad en el plano de la legalidad si
no cuenta con desarrollos concretos se trata sólo de una conquista nominal.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
250
No obstante, y a pesar de éstas dificultades, en los hechos se presentaron
algunos elementos que permitieron el funcionamiento del modelo de bienestar,
tales como: 1) base constitucional adecuada, 2) pacto político para sustentar el
modelo, 3) Estado regulador e intervencionista con fines de crecimiento
económico y redistribución de rentas además del pleno empleo como objetivo
central. Se dieron también las pautas de actuación necesarias: 1) selección y
jerarquización de objetivos, 2) definición por parte del Estado de sus políticas
siempre con la búsqueda del consenso necesario entre los sectores implicados, 3)
racionalización política, administrativa y económico social con gran importancia de
la información, 4) planificación generalizada. Todo ello como expresión del
consenso incuestionable sobre la democracia.
No obstante la heterogeneidad social y la existencia de intereses no coincidentes
que se expresan en los fines y valores atribuidos al Estado, la experiencia real del
Estado de Bienestar lo convierte en un modelo que no es posible negar, y pese a
sus insuficiencias es hasta hoy el único modelo capaz de llevar a cabo en mayor
medida, la finalidad básica del Estado: “el bien común” y es también el único
instrumento que en medio de las contradicciones sociales puede atajar la
desigualdad como fuente de conflictos manteniendo la libertad, pero ante la
carencia de una definición común, distintos enfoques teóricos enfatizan distintas
finalidades.170
5.2 Las transformaciones del Estado en la segunda mitad del Siglo XX
5.2.1 El Estado de Bienestar y su multidimensional crisis
Crisis estructural del sistema capitalista
A la época de bonanza que acompañó el periodo de postguerra le siguió la época
de estanflación: fin del crecimiento económico espectacular, fin del pleno empleo y
crisis fiscal, características sobre las que se asentó la pérdida de confianza en el
modelo del bienestar y las críticas de diversa naturaleza al mismo. Pero sobre
todo, el pacto que le dio origen y generó resultados positivos sobre la base del
excedente económico en razón del crecimiento se rompió.
170 Véase, Gallego Méndez, óp. cit., p. 120-124
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
251
De ahí que en las últimas décadas del siglo XX se haya hablado incesantemente
de la “crisis del Estado de Bienestar”, que puso en tela de juicio todo el aparato
asistencial público, y cuestionó la orientación moral que subyacía bajo el poder
gubernamental.
No obstante, es necesario tener en cuenta la referencia a la crisis del Estado
social como una situación general, con múltiples dimensiones, incluido el hecho de
que el propio Estado como concepción también está en crisis. Los analistas
generalmente no consideran el Estado como macroinstitución, sino aspectos del
mismo que necesariamente son parciales. No es de extrañar por tanto que la
arena política se sitúe en el ámbito del bienestar y se pierda la perspectiva del
conjunto de Estado.171
Lo cierto es que la expresión respondía a una situación distinta a la de los años
setentas y ochentas: el aparato asistencial había alcanzado en muchos lugares
niveles de presión fiscal percibidos como intolerables por sectores estratégicos de
la ciudadanía, mientras que en otros, sufría de anquilosamiento, ineficacia e
incompetencia; todo ello obligó a discutir sus efectos perversos a costa algunas
veces de hacer caso omiso de sus efectos virtuosos. La situación forzó a
replantear la problemática que rodeaba al Estado de Bienestar, no solo teórico
sino eminentemente práctico que agitó considerablemente el panorama de las
políticas públicas, los fiscos y los programas de partidos políticos y gobierno.172
En primer lugar se señaló lo relacionado al gasto público, que a partir de las
propuestas de Keynes había adquirido una nueva consideración, adjudicándoseles
el constante crecimiento de este. No obstante, una vez que se observaron los
datos de su evolución histórica se constató la existencia de oscilaciones
sustanciales. Por ejemplo, desde mitad de los años 70 el crecimiento fue menor, y
las actividades que realizan las administraciones públicas se mantuvieron estables
en la OCDE entre 1960 y 1978, pasando solamente del 15.2% al 16.7% del PIB.
Es cierto que la consolidación del marco institucional del Estado de bienestar
supuso un aumento del volumen del gasto público, y que en países más 171 Ibíd., p. 127. 172 Salvador Giner y Sebastián Sarasa (Edits.) Buen Gobierno y política social, Barcelona, Ariel, 1997, p. II
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
252
desarrollados y más democráticos el gasto público es mayor, ya que existe una
relación entre proceso económico y procesos políticos, culturales e ideológicos,
donde los procesos de decisión política juegan un papel fundamental. No
obstante, los gastos que más habían crecido eran los considerados básicos
(sanidad, educación y vivienda), ya que otros gastos como los relativos a la
calidad de vida son más discutibles según algunos sectores.
Sin embargo, se señala que los problemas se hicieron más evidentes por los
efectos de la crisis económica, por la crisis fiscal y por el crecimiento del déficit
público. El gasto público que en términos generales creció hasta 1973, estuvo
relacionado con los ingresos públicos, pero a partir de mediados de los 70
apareció el déficit, y la necesidad sustituyó a la capacidad de financiación de los
Estados.
Por otra parte, sobre la crisis fiscal se señala que es expresión de la dimensión del
déficit público, y tiene su origen en el crecimiento de los precios del petróleo a
inicios de los 70: se produjo crisis económica, inflación, crecimiento del
desempleo, etc, en un periodo en el que ya existían altas tasas fiscales.
Problemas todos ellos que deben analizarse en relación a nuevos procesos: de
globalización del capital financiero, de deslocalización industrial, de
reestructuración de las regiones económicas del mundo, con los diferenciales de
crecimiento y protección social entre países, con los cambios drásticos en la
demografía, con la incapacidad de crear nuevos empleos y los cambios rápidos en
el mercado laboral relacionados con las nuevas tecnologías, con las reducciones
salariales, migraciones de fuerza de trabajo etc., y que sin duda crearon
problemas totalmente inesperados. Por tanto debe considerarse que el
crecimiento del gasto público total y del gasto social no es separable tampoco del
crecimiento de las demandas sociales que son resultado directo o indirecto de
estos procesos.
Sobre la crisis fiscal se han dado diversas interpretaciones. En una de ellas se
señala que el Estado capitalista debe satisfacer dos funciones básicas:
acumulación y legitimación. Para lo cual el gasto del Estado tiene un doble
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
253
carácter: por un lado, crear y mantener el capital social que facilite la acumulación
y por otro la “armonía social” para su función de legitimación. Tal como, sucedió
en el Estado de Bienestar, en el que la legitimidad de sus autoridades no dependió
tan solo de las urnas, sino de rendir ciertos servicios públicos, así como de servir
de uno u otro modo a los intereses de la ciudadanía en general y, en especial, la
de aquellos sectores de la población más necesitados de asistencia. Bajo estas
premisas, el crecimiento de la acción del Estado es causa y efecto de la expansión
del capital monopolista. De manera que el problema fundamental radicaría en el
sistema capitalista173.
Así se llegó a la conclusión sobre los nuevos condicionantes para lograr la
gobernabilidad de las sociedades avanzadas, sobre todo las europeas: a) un
crecimiento económico de los países centrales mucho menor que el que permitió
la extensión de las políticas sociales de las últimas décadas del siglo XX; b) una
reestructuración económica mundial que reducía el margen de actuación del Esta
donación tradicional, y c) un debilitamiento del apoyo político que había gozado
hasta finales del siglo XX el modelo del Estado de Bienestar.
El hecho es que los factores que habían empujado a las sociedades avanzadas
hacia el espacio del Estado-nación estaban cambiando, y cuyo marco de
referencia se hacía cada vez más angosto limitando las posibilidades de maniobra.
Por tanto, en la década de los ochenta se pasó de los planteamientos teóricos a la
etapa de las experiencias prácticas. El acceso al poder en dos países tan
significativos como los Estados Unidos y Gran Bretaña de gobiernos
neoconservadores abría la posibilidad de poner en práctica las recetas del
desmantelamiento del capitalismo del bienestar y de retorno a un capitalismo
centrado en el mercado; en tanto que se producía un evidente retroceso de las
opciones políticas socialdemócratas en toda Europa.
La nueva situación pareció anunciar un proceso de cambios y transformaciones
que sólo se han cumplido en parte –algunos autores han decidido calificar al
proceso como semi-globalización-. En casi todos los países occidentales se
173 Véase Gallego Méndez, óp. cit. p. 128-133.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
254
llevaron a cabo durante esos años considerables recortes –cuantitativos y
cualitativos- en las políticas sociales, justificados a veces por razones de mero
equilibrio presupuestario y otras por argumentos más ideológicos, como la
necesidad de recuperar incentivos para el trabajo. Probablemente uno de los
hechos más importantes ha sido el abandono casi generalizado de uno de los
principios básicos del Estado del Bienestar, como era el de la intervención estatal
para mantener el pleno empleo.174
Finalmente, todo el mundo parece aceptar la crisis del modelo. Analizar la
situación obliga a tener en cuenta su gran complejidad y a considerar multitud de
factores interrelacionados.175
5.2.2 Neoliberalismo y globalización
Crisis del Estado-nación y su impacto en las sociedades.
En los últimos años del siglo XX, con el auge del neoliberalismo el Estado fue
colocado en lo más bajo de sus capacidades y experimentó un gran debilitamiento
sobre todo en los países en desarrollo. La libre movilidad de capitales llevó a que
los capitales financieros se independizaran de las estructuras productivas y de las
regulaciones nacionales para circular en una globalización. Los Estados fueron
supeditados a los mercados financieros privados, el gobierno de la economía pasó
entonces a manos de empresas multinacionales privadas, y quedó determinada en
función de los intereses y las estrategias de los poderes mundiales privados.
De igual forma la relación entre el Estado y la sociedad cambió, ya que el Estado
se fue alejando de las necesidades de los individuos. La concepción de que era
función del Estado velar por los desfavorecidos se abandonó, y se encomendó a
los individuos valerse por sí mismos. Hubo un alejamiento de la justicia y la
equidad. Se infringieron importantes derrotas al mundo del trabajo y se
arrebataron viejas conquistas sociales, dando por resultado una disminución de
los derechos sociales. Los organismos financieros internacionales han tenido que
174 Jorge Benedicto y Fernando Reinares (Eds), “Las transformaciones de lo político desde una perspectiva europea”, en Las transformaciones de lo político, Madrid, Alianza Universidad, 1992, p. 20 175 Gallego Méndez, óp. cit., p. 134.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
255
reconocer que sus medidas agravaron la distribución de la riqueza y que las
reformas aplicadas empeoraron los salarios y el empleo y agravaron la pobreza.176
En los últimos treinta años hemos sido testigos y sujetos de diversos procesos en
el orden histórico, en la investigación teórica y en lo que se refiere a la acción
social que apuntan cada vez más a lo que parece configurarse como un nuevo
orden simbólico.
Este orden simbólico implica un cambio de referentes en diferentes sentidos, en
particular, en lo concerniente a las legitimaciones del poder así como a
normatividades jurídicas emergentes. Los cambios vienen motivados, en gran
medida, como apunta Fernando Quesada, por la crisis de ciertas “ideas madre”
que auguraron un progreso indefinido con carácter redistributivo, por los avances
científicos que abrieron posibilidades para atender demandas humanas, pero que
alertaron ante caminos imposibles de seguir especialmente los referidos a la
degradación ecológica y, por tanto, a la búsqueda de un desarrollo sustentable.177
Sin embargo, la llamada “globalización” no se limita a lo que sería un diagnóstico
unidimensional: nueva economía más nuevos instrumentos tecnológicos. Este
reduccionismo interpretativo podría llevarnos a lo que muchos quisieran: no
reconocer la dimensión de los movimientos sociales diversos que se entrelazan
emancipatoriamente como reacción a la globalización dominante, aunque nuestra
negativa a considerar la globalización como un proceso objetivo de carácter
únicamente económico no implica que asumamos que este fenómeno responda
exclusivamente a un planteamiento ideológico.178
Hobsbawn nos dice que el proceso de globalización, acelerado por la revolución
en el transporte y las comunicaciones, en el que sus efectos mayores
176 Véase Aziz, A., y Alonso, J., “Introducción: perfiles y desafíos del Estado”, en: Aziz Nassif, A., Alonso Sánchez, J. (Coords), Globalización, poderes y seguridad nacional, CIESAS-Cámara de Diputados- Miguel Ángel Porrúa, México, 2005, p. 17,18, 20 177 Ver, Fernando Quesada, “Procesos de Globalización: hacia un nuevo imaginario político”, en Siglo XXI: ¿un nuevo paradigma de la política?, Barcelona, Anthropos, 2004, p. 11 178 Se ha podido constatar que, entre 1970 y 1997, las adquisiciones de acciones extranjeras por parte de inversores de los países industrializados se multiplicaron por 197. Esta cifra da la idea del proceso que se abrió en el rearme del sistema económico tras la crisis del 73 y que está llevando a una interpenetración de los mercados financieros del planeta bajo el control de grupos económicos privados. Por otro lado, mientras los intercambios de mercancías a mediados de los noventa, representaban tan sólo el 3% del total de las transacciones en los mercados internacionales, los mercados financieros, que ya se habían multiplicado por 10 en los años ochenta, habían alcanzado, a mediados de los noventa, el valor equivalente al PIB de los siete países. A ello habría que añadir el hecho de que, ya en 1995, se dejó constancia de que el 30 % del total de la inversión directa en el ámbito mundial se concentraba en 100 grupos. Óp. Cit., p. 12
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
256
corresponden directa o indirectamente al ámbito económico y, aunque se presenta
en todos los campos, no así en los del poder político y la cultura, en la medida que
dependen del idioma.179
5.2.2.1 Impactos en la seguridad social y derechos sociales
Uno de los aspectos más serios de ese debilitamiento es el que ha privado a los
gobiernos –sobre todo a los de las economías desarrolladas del Norte y
Occidente- de sus ambiciosos y generosos planes sobre seguridad social, -que
desde los tiempos de Bismarck habían sido reconocidos como el mejor
instrumento para la estabilidad social y política-, esto es el Estado benefactor.
5.2.2.2 Crisis del Estado-nación
Por otro lado, los impactos que la globalización ha causado en el Estado-nación
han llevado señalar que éste se encuentra en crisis, o más aún, se dice que éste
es un Estado anómico. La globalización ha implicado el fin de la concepción
organizada en parámetros de territorios estatales, en contra de la naturaleza del
Estado como entidad antiglobal que genera funciones legales, penales y
administrativas en un territorio definido por fronteras.180
5.2.2.3 Nuevos modelos de organización territorial
La crisis del Estado-nación se ha expresado tanto en su versión unitaria como
federal.
Las razones son múltiples y se traducen en la superación del concepto de
soberanía estatal tradicional. Por un lado, tienen que ver justamente con la
internacionalización de la política y de la economía, que incrementa la
interdependencia entre Estados, y genera la multiplicación de los marcos de
cooperación y la creación de organismos internacionales y asociaciones de
Estados. Por otro, la crítica proviene de comunidades o unidades territoriales con
identidad propia que cuestionan la mitificada homogeneidad nacional de los
Estados-nación, para quienes los proyectos nacionalistas de construcción de
179 Cfr. Eric Hobsbawn. Después del siglo XX: Un mundo en transición, http://www.letraslibres.com/index.php?art=13082, 12/04/10, 13.00 hrs. p. 1-2. 180 Véase Aziz, A. y Alonso, J., óp. cit., p. 17
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
257
comunidades homogéneas han fracasado, y en la práctica han supuesto la
imposición de los valores de un grupo sobre los demás.181
5.2.2.4 Impacto en el Derecho y Derechos humanos
La globalización no ha dejado de causar cambios en el ámbito de lo jurídico-
político desde el momento de su nacimiento. El principal de ellos ha sido desde
luego, la fragmentación de la unidad del sistema, basado en el Estado-nación
provocada tanto por la apertura de los mercados de capitales, como por la
multiplicación de los procesos de empobrecimiento, por la resurrección de los
localismos tanto como por el incremento de los movimientos migratorios, la
liberalización de los mercados de bienes y servicios, o la aparición de nuevos
organismos de carácter supranacional.
Esta ruptura ha traído consigo una pluralidad de sistemas normativos que aspiran
a convertirse en auténtico Derecho, esto es a sustituir a las normas emanadas de
la autoridad del Estado-nación como formas de regulación de la conducta humana,
tales como las legislaciones consuetudinarias de las poblaciones indígenas de
Latinoamérica o África, o las reglas seguidas por los inmigrantes que viven sin
integrarse en los modernos Estados occidentales; a las que se añaden las normas
emanadas de organizaciones internacionales a los que los Estados ceden parte de
su soberanía como la Unión Europea o la NAFTA, pero también de otras que no
siguen ese esquema clásico, como el FMI o la Organización Mundial del
Comercio, y desde luego, la lex mercatoria, esto es el código de normas que las
grandes empresas transnacionales van elaborando progresivamente,
perfeccionado por la jurisprudencia que crean los organismos arbitrales a los que
acuden para resolver sus diferencias.182
5.2.2.5 Desigualdades
entre los beneficios de la globalización y el mito del desarrollo
En cierto sentido la multiplicación de Estados nacionales ocurrida durante el siglo
XX, ha favorecido la globalización económica pues muchas de las pequeñas y 181 Véase García Guitián, Elena, “Estructura territorial del Estado”, en: Del Águila, Rafael (editor), óp. cit., p. 165, 170-175 182 Véase De Miguel Beriain, Iñigo, El poder en la era de la globalización. Análisis de una metamorfosis, Editorial Comares, Granada España, 2008, p. 1-6
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
258
enanas unidades políticas dependen totalmente de la economía global porque
poseen recursos indispensables como es el petróleo, destinos turísticos, territorios
base para la evasión fiscal, empresas trasnacionales. Así pues, algunos países se
han beneficiado desproporcionadamente con la globalización.183
5.3 Vigencia y necesidad del Estado
Desde la terminación de las economías de planeación centralizada, todos los
países han estado en mayor o menor grado a merced del mercado. Esto no
implica que haya perdido todo peso específico en la economía, ya que todos los
gobiernos centrales y locales, por la naturaleza de sus actividades son los
principales empleadores de la fuerza laboral. Es más, así han retenido su mayor
valor histórico: el monopolio de la ley y el poder político, lo cual significa que si
bien ya no funcionan como los actores económicos en el teatro mundial, ni
siquiera como dramaturgos, sí lo hacen como escenógrafos. Pues los grandes
actores de hoy, las grandes corporaciones trasnacionales, se ven en la necesidad
de acudir a ellos pues también son los propietarios de los teatros nacionales que
requieren para sus operaciones. El hecho es que la globalización neoliberal ha
debilitado seriamente a los Estados nacionales como los conductores del poder y
artífices de la política184.
Las Naciones Unidas y otros organismos económicos en el mundo, prevalecen por
la conveniencia y el permiso que los propios países les otorgan. Los Estados
nacionales son las únicas autoridades en el mundo y sobre el mundo para ejercer
el poder de la ley y el monopolio de la violencia.
Ante las afirmaciones de que la globalización conlleva la extinción de los Estados
se ha señalado que eso no puede ser tan drástico porque los individuos siguen
perteneciendo a algún Estado concreto. En las interrelaciones de política exterior
las unidades siguen siendo los Estados. No hay otra entidad con capacidad para
integrar las contradicciones de una población que habita en un territorio. Al Estado
competen las decisiones políticas de carácter estratégico que movilicen las
183 Véase, Oswaldo de Rivero. El mito del desarrollo. Los estados inviables en el siglo XXI, México, Fondo de Cultura Económica, 2006, p. 11-15 184 Eric Hobsbawm, op cit., p. 5
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
259
potencialidades de la sociedad. Los Estados no han desparecido o perdido
relevancia sino poder, y tratan con dificultad de adaptarse a las nuevas
condiciones económicas, tecnológicas, sociales y culturales.185
5.4 Retos del Estado para la gobernabilidad y el desarrollo sustentable
Para algunos estudiosos los conflictos más peligrosos se sitúan en el escenario
internacional y trasnacional por lo que se pone en evidencia la necesidad de que
exista un poder a escala planetaria, lo cual no sólo vemos remoto, sino
ciertamente utópico.
Lo primordial es fortalecer las capacidades del Estado nacional mediante dos
estrategias paralelas: impulsar un proyecto nacional que se centre en la resolución
de necesidades locales y buscar su viabilidad económica, social y medioambiental
interactuando, dependiendo en la región geopolítica en la que se encuentre, con el
mundo desarrollado.
En este proceso el impulso del DS se convierte en un inmenso y noble desafío.
Solamente apuntamos algunos de sus retos:
5.4.1 La reforma del Estado: un Estado social y democrático
La modernización del Estado resulta ineludible y fundamental para la construcción
de un proceso de desarrollo sustentable, pues ésta implica la posibilidad de que
desempeñe las funciones que le corresponden, que sea capaz de conducir y
perfeccionar el sistema político y asegurar congruencia en el funcionamiento de
este sistema ante una economía globalizada.
En Latinoamérica urge una reforma del Estado, la cual debe comenzar
planteándose qué tipo de Estado se quiere para qué tipo de nación. Los sectores
populares latinoamericanos necesitan Estados fuertes, eficaces, efectivos y
creíbles, que sean capaces de revertir el deterioro de los derechos sociales,
superar injusticias y desigualdades y además suministrar a sus poblaciones
protección contra la violencia privada, las bandas terroristas y las mafias, por ello,
185 Aziz, A. y Alonso, J., Óp. cit., p. 21
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
260
una gobernabilidad democrática implicaría una sólida protección de los derechos
humanos y una reinvención de la política.
En este sentido, la reforma del Estado que se necesita debe generar una
interacción entre Estado y sociedad en cuanto a una profunda democratización en
los dos sentidos. Por un lado, hay que generar un Estado democrático respetuoso
de todos los derechos, pues las democracias latinoamericanas se encuentran
incompletas tanto del lado de la ciudadanía civil, como de la ciudadanía social. De
igual forma, debe atender la promoción de una nueva estatalidad y la expresión de
la autonomía del Estado en el contexto de la globalización.
En suma, el reto se centra en expandir la ciudadanía como condición fundamental
para la gobernabilidad de los países. El desafío implica la construcción de un
verdadero Estado democrático; un Estado que sea portador creíble de significado
político para la ciudadanía en general. Ya que cuando se consigue un Estado
democrático de fondo hay una capacidad virtuosa de expandir la ciudadanía. Esa
expansión salvaguarda el carácter democrático del Estado.
Además, la reforma del Estado tendría que implicar entre otras cosas, un
fortalecimiento fiscal del Estado, terminar con el veto contributivo de las clases
dominantes y evitar la evasión. También debe considerar la jerarquización de la
administración pública y una reforma administrativa, la lucha contra la corrupción,
la redefinición de una nueva estrategia de intervención del Estado en la vida
económica y social y el mejoramiento de los mecanismos de funcionamiento
estatal, transparencia y control ciudadano. 186
5.4.2 La función del Estado en la provisión de bienes públicos
Para la teoría de los bienes colectivos –basada en la suposición de la elección
racional-, el objetivo más fundamental de la política es hacer factible la provisión
de bienes públicos187 para la mejora y el bienestar de los miembros de la
comunidad, cuya provisión dependen en parte de las características de diferentes 186 Véase Aziz, A. y Alonso, J. óp. cit., p. 20, 21-22, 24- 26 187 Un bien público se trata de algo que los miembros de la comunidad quieren pero no pueden conseguir sólo por sus propios medios individuales, como por ejemplo, la seguridad, la justicia, las carreteras, las escuelas, el medio ambiente limpio. Mediante el concepto de bien colectivo o público, podemos trazar una línea divisoria racional entre el ámbito de la actividad política y el de los asuntos privados. Los bienes públicos son indivisibles. Las definiciones habituales de los bienes públicos hacen hincapié en que son ofrecidos de manera conjunta a todos los individuos interesados en usarlos.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
261
tipos de bienes,188 así como de un esfuerzo coordinado, ya sea por medios
voluntarios o coercitivos.189
Un bien público es un fracaso del mercado, es decir, algo que el mercado no llega
a proveer en la cantidad deseada.190 Así como también ha quedado claro que el
mercado ha fallado en reflejar en los precios los costos totales de producir bienes
y servicios, pues los costos sociales y medioambientales no están incorporados.
Sin embargo, no todos los bienes públicos potenciales ni todos los modos de
proveerlos son deseables o factibles. El ámbito de la actividad pública que puede
ser satisfactorio y socialmente aceptado depende del número de beneficiarios
potenciales de cada bien público potencial, de la intensidad de la preferencia de la
gente por el bien, de la tecnología disponible y de los costos de la coordinación
colectiva, la toma de decisiones y el aparato burocrático para proveer el bien. Así,
toda función de gobierno que no posea las características antes definidas de bien
público, según Paul A. Samuelson, “debería ser examinada con cuidado para ver
si es una función de gobierno realmente legítima.191
En el proceso de institucionalización del desarrollo sustentable un buen gobierno y
una Administración Pública sólida, son elementos esenciales para evitar la
primacía de lo económico sobre los social y ambiental. Aquí se encuentra la
intervención del Estado, en particular para proveer bienes y servicios, obtener sus
precios correctos, y a la manera de coordinar acciones esenciales a través de un
necesario marco normativo. La asignación socialmente eficiente de estos recursos
no sólo hace que las instituciones cumplan sus tareas con la mayor utilidad, sino
las hace exitosas, por eso se debe medir la capacidad institucional que punta a la
relación entre la gobernabilidad y el desarrollo sustentable.192
5.4.3 Estrategia para coordinar la política de Desarrollo Sustentable
188 En red, puros, con rivalidad, de club y los más difíciles bienes con rivalidad o congestivos que no son excluibles, como la atmósfera, ciertas especies de animales de valor comercial, las aguas no contaminadas, los pozos, los pastos y los bosques, etc. 189 Véase, Josep M. Colomer, Ciencia de la Política, Barcelona, Ariel, 2009, p. 3 190 Otro tipo de fracaso de mercado, que los economistas suelen llamar “externalidad” no es más que el efecto externo de cierta acción de unas personas sobre la satisfacción o utilidad de otras. 191 Ibíd. 192 Véase, Juan Carlos Belausteguigoitia, “Sustentabilidad ambiental del desarrollo”, en Héctor Zamitiz Gamboa (Coord.) Gobernabilidad y desarrollo sustentable, México, INAP, 2009, pp. 41-50
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
262
Hemos visto en los primeros capítulos de esta investigación la Estrategia de
Desarrollo Sustentable que el gobierno británico implementa actualmente, por ello
queremos destacar algunos de sus principales elementos que nos parecen
fundamentales para la construcción de un desarrollo sustentable.
En primer lugar, señalamos la necesidad de desarrollar la Estrategia ó plan de
acción de manera conjunta (gobierno central y gobiernos locales), para darle
mayor legitimidad y aumentar las posibilidades de ser instrumentada cabalmente.
En materia de política públicas deberán desarrollarse políticas y estrategias de alta
calidad basadas en la evidencia, para lo cual deberá promoverse un acercamiento
interdepartamental a los problemas, que requiere que los diseñadores de políticas
públicas consideren impactos y oportunidades fuera de sus propias áreas de
trabajo, y que contribuyan a metas de gobierno más amplias. Además de que es
necesario que estos diseñadores cuenten un enfoque de largo plazo.
Para elaborar y evaluar la sustentabilidad de las políticas públicas se pueden
utilizar cinco criterios fundamentales, a los que debe darse el mismo nivel de
importancia: 1) vivir dentro de los límites ambientales, 2) asegurar una sociedad
fuerte, sana y justa, 3) lograr una economía sustentable, 4) promover buena
gobernabilidad, 5) utilizar la ciencia sólida de una forma responsable.
Se deben establecer áreas de acción de prioritarias, los británicos contemplaron 4:
consumo y producción sustentable, cambio climático y energía, protección de los
recursos naturales y protección del medio ambiente, y creación de comunidades
sustentables. Así como 3 elementos transversales para lograr estas acciones:
involucramiento de las personas, el liderazgo del gobierno, y la seriedad a fin de
lograr resultados. Para medir los avances debe contemplarse el diseño de una
serie de indicadores de sustentabilidad, que en el caso británico fueron 68.
De igual manera, se contempla la creación de una instancia o estructura
especializada para poner al DS en el centro del gobierno, esta es la Comisión de
Desarrollo Sustentable, cuya función concreta es la de actuar como un órgano de
vigilancia del desempeño del gobierno en lo relativo al DS y su inserción en las
políticas públicas. La Comisión asesora a los gobiernos (central y locales) en
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
263
materia de DS, evalúa los avances de los diferentes ministerios (o secretarías) y
pública estas evaluaciones; elabora reportes públicos sobre diferentes temas
ambientales, sociales o económicos polémicos, convoca a debates públicos sobre
éstos temas y responde abiertamente a las iniciativas de políticas públicas
presentadas por el gobierno, apoyándose en opiniones de expertos en cada una
de sus áreas de trabajo. El financiamiento de la Comisión debe provenir de
diversas fuentes: departamentos centrales, gobiernos locales, asambleas locales,
ONG`s, etc. La Comisión deberá estar formada por un Consejo de comisionados
provenientes de diversos ámbitos: académico, científico, empresarial, ONG`s, etc.
Para hacer del gobierno un “líder en el ejemplo”, la Estrategia debe fijar objetivos
fundamentales en el mediano y largo plazo para eficientar las operaciones en las
instalaciones de todas las oficinas de gobierno, tales como pueden ser: la
reducción del porcentaje de emisiones de CO2 y carbono; incrementar el
porcentaje de reciclado de los desechos generados; reducción del porcentaje de
consumo de agua. Además de que se debe requerir a todos los departamentos de
gobierno que desarrollen y publiquen sus propios planes de acción de DS, y que
éstos sean evaluados por la CDS.
De igual forma es necesario realizar una reconfiguración de sectores y ministerios
en el cual podría contemplarse por ejemplo, un Departamento de Cambio
Climático y Energía y la creación de una legislación nacional sobre cambio
climático con una meta fijada.
Llevar a cabo acciones encaminadas a incentivar los patrones de conducta de la
sociedad en lo relativo al medio ambiente, analizándolos como segmentos de
mercado de acuerdo a sus patrones de consumo.
Cada uno de los gobiernos locales produzca sus propias Estrategias de
Comunidades Sustentables que deben ser evaluadas conforme a los indicadores
de sustentabilidad. No obstante, los británicos nos señalan la existencia de
algunos retos que quedan por enfrentar como lo son: la clara articulación de una
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
264
visión sustentable en el futuro, pero sobre todo, el cambio de mentalidad de los
negocios y consumidores hacia patrones de sustentabilidad.193
5.4.4 El territorio: su ordenamiento dinámico y complejo
El territorio ha sido registrado como el sustento de la vida sobre el planeta. Se
constituye como un bien público de la mayor trascendencia para la humanidad al
considerarse como el eje estructurador de la secuencia de intercambios de
energía que hacen posible la sobrevivencia de las especies animal, vegetal y
humana en la tierra.
El territorio es una pieza clave para la gobernabilidad en el proceso de transición a
un modelo de desarrollo sustentable. Su administración por parte del Estado es
vital para garantizar la continuidad de la vida sobre el planeta. Por lo tanto, la
forma en que el Estado implemente el ordenamiento durante los próximos años,
será sustancial para garantizar a la sociedad su permanencia intergeneracional;
debe tomar con determinación los conocimientos generados por distintas ciencias
como es la ecología, la biología, la psicología, la sociología, la economía, la
ciencia política y la administración pública, promoviendo nuevos enfoques no
lineales, heterogéneos y múltiples, para remodelar los sistemas de gestión
gubernamental capaces de responder a las características de un modelo de
desarrollo sustentable. 194
En este sentido, resulta fundamental reinterpretar al territorio no como un espacio
físico o un depósito más o menos grande de recursos naturales, sino como un
ensamble de ecosistemas articulados históricamente a las actividades humanas,
donde a toda transformación o cambio social relevante corresponde, para bien o
para mal, una transformación ecológica o ambiental.
193 Véase, Porrit, J. y Rutter, Jill., “sustentabilidad y la estrategia de desarrollo sustentable del Reino Unido”, en: Reséndiz, R. (Coord) Gobernabilidad y desarrollo sustentable desde la perspectiva de las ciencias sociales. UNAM-FCPyS. México, 2011, p.48-51; Castro, A., “Gobernabilidad para el desarrollo sustentable en el Reino Unido”, en: Zamitiz, H. óp. cit., p. 62-65. 194 Consúltese, Norma Teresa Ruz Varas, Tesis Doctoral, “La capacidad del Estado para administrar el territorio en el siglo XXI: su ordenamiento como un sistema dinámico y complejo”, México, INAP, 2009, 313 pp.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
265
Siempre hay un modelo de uso del territorio que subyace a toda política, la cual es
responsable del destino de los ecosistemas. Por tanto, el manejo sustentable del
territorio depende del modelo territorial vigente.195
5.4.5 La crisis económica y la necesidad de regulación de los mercados
La crisis americana-europea-asiática de 2008 ha tenido cierta sabia y
aleccionadora lógica, pues la progresiva recesión económica que afectó primero a
la economía norteamericana central, para después escaparse a lo largo y ancho
de los continentes, nos ha permitido ver la capacidad de lo político a nivel mundial
cuando ha transcurrido una década del siglo XXI.
La crisis nos permitió ver que el Estado nacional no fue el problema de las crisis
del sistema financiero, sino la solución,196 lo que ya desde hace siglos se sabe:
que el remedio contra la exacerbación irracional de los mercados es la regulación
y la transparencia. En términos de George Soros, si las burbujas son endémicas al
sistema, entonces los reguladores tienen que intervenir para evitar que tales
burbujas se vuelvan demasiado grandes pues “los gobiernos tienen que reconocer
que los mercados no son autocorregibles”.197
Ahora bien, la lógica inicial de la crisis al requerir intervención del Estado o de los
Estados, anunció lo que verdaderamente era alarmante para muchos de los
grandes economistas, la mayoría de ellos con un premio Nobel: que la mayoría de
los países entraran en un periodo de crisis severa pero con un liderazgo débil y
confundido.
Si para Joseph Stiglitz, la caída de Wall Street significaba para el fundamentalismo
de mercado, lo que la caída del Muro de Berlín fue para el comunismo; dicho en
otros términos, que la forma de organización económica resultaba no ser
sustentable, por lo que se requería un nuevo camino.198
195 Quadri de la Torre, Gabriel, “La política ambiental en México. Necesidades y prioridades”, en: Glender Alberto, Lichtinger Víctor (Comps), La diplomacia ambiental. México y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, SRE- FCE, México, 1994, p. 368 y 369 196 Varios Autores, La Crisis Económica Mundial, México, Debate, 2009, p.37 197 Óp. Cit., P. 66 198 Ibídem., p. 62
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
266
Se requería no sólo una regulación, sino el rediseño del sistema regulatorio, el
cual pudo haber instrumentado desde la Reserva Federal, en el cual había crecido
la burbuja financiera e hipotecaria.199
Debido a que enfrentamos retos amenazadores de calentamiento global y
dependencia energética, la próxima administración (de los EEUU) debe dirigir
cualquier plan de estímulo hacia el ahorro de energía, el desarrollo de fuentes de
energía alternativa y la construcción de una infraestructura verde. Este estímulo
puede ser el nuevo motor para la economía mundial”.200
5.4.6 El uso de instrumentos económicos
Como el pago por servicios ambientales hidrológicos
Tras el reconocimiento científico que recibieron los diversos servicios ambientales
de la naturaleza, especialmente los de las zonas forestales, se dio con relativa
facilidad el paso conceptual hacia la conveniencia y necesidad de pagar por ellos.
En países como el nuestro, donde el agua se encuentra mal distribuida (escasa en
el norte y abundante en el sur) y se carece de nieves perpetuas, glaciares y
grandes lagos, el abastecimiento de agua dulce se vuelve un problema de vital
importancia. La conservación y regeneración de la masa forestal juegan entonces
un papel fundamental para el abastecimiento del vital líquido.
En la medida en que el agua es resultado de un servicio ambiental que proveen
los bosques, se halla sujeto a la decisión que tomen los dueños de los bosques
respecto de su conservación. Para garantizar de manera sustentable la “seguridad
del agua”201, es necesario considerar una compensación a los dueños, por cuidar,
mantener, ampliar y -en su caso- regenerar la cubierta forestal. Por ello, se
propone que los beneficiarios de dicho servicio paguen a los dueños de los
bosques para que realicen estas acciones.
Exceptuando la explotación directa de la madera (legal o ilegal), el mercado no ha
asignado un precio a los otros servicios que proporcionan los bosques aún cuando
199 Ibídem., p. 62 200 Ibídem., P. 68 201 Entendida como la “disponibilidad confiable de una cantidad y calidad aceptable de agua para la producción, la subsistencia y la salud”.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
267
estos representan un alto valor para la comunidad. Por lo que en la medida que no
se les asignen valores económicos, su destrucción difícilmente será frenada. Es
importante destacar que la intervención del Estado para asignar estos valores
monetarios aquí resulta fundamental también. El enfoque de Pago por Servicios
Ambientales (PSA) es idéntico al principio de “el que contamina, paga”, al crear
incentivos positivos para la protección ambiental y la conservación.
El pago obviamente tiene que ser mayor al beneficio que obtendrían los
poseedores, derivado de un uso alternativo de la tierra, o no cambiarían su
comportamiento; y menor que el valor de los beneficios de las poblaciones
corriente abajo, o no estarían dispuestos a pagar por ellos. Es importante hacer
notar que esta lógica es permanente año con año y los pagos deben hacerse
durante todos los años que se desea que se provea el servicio y no sobre la base
de un solo pago.202
5.4.7 El agotamiento del petróleo y la reconversión energética
Los especialistas señalan que el mundo ha entrado de lleno en la tercera crisis del
petróleo, que sin lugar a dudas será la definitiva. Dicha crisis marcará la
inviabilidad futura del presente modelo urbano-agro-industrial a escala mundial y
se reflejará con especial intensidad en las metrópolis. La imposibilidad del
crecimiento económico continuo a partir de entonces, debido a que el suministro
energético será declinante, la primera vez en más de doscientos años, será el
mayor ataque que se puede prever a la lógica capitalista de expansión y
acumulación constante. Se iniciará pues a partir de entonces el decrecimiento que
cambiará todo y que implicará el colapso progresivo del actual modelo civilizatorio.
Dicho colapso puede ser catastrófico u ordenado en la transición obligada a un
suministro energético decadente. En cualquier caso, es inevitable el paso a
estructuras sociales y productivas de un nivel de complejidad e interrelación
inferior al actual a escala global.203
202 Véase, Pichardo Pagaza, I., “Pago por servicios ambientales hidrológicos: el caso del estado de México”, en: Zamitiz, H. óp. cit., p. 104, 106, 108-110. 203 Ramón Fernández Durán, El crepúsculo de la era trágica del petróleo. Pico del oro negro y colapso financiero (y ecológico) mundial, Barcelona, Virus Editorial, 2008, p. 77-78
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
268
Ante esta situación, establecemos lo que los especialistas nos han recomendado,
en el sentido de que más allá de la mera lógica de la ganancia, se requiere de una
voluntad política internacional y de un nuevo y potenciado Plan Marshall para
llevar la reconversión energética y el desarrollo sustentable al conjunto de las
naciones de éste mundo. Cuestión que sólo se puede instrumentar si se
constituyen nuevas apreciaciones y formas de satisfacer el gasto energético de las
necesidades biológicas y culturales de las muy diferentes naciones, y adecuarlas a
los nuevos requerimientos planetarios gracias a un cambio global.204
5.4.8 Uso de nuevos indicadores multidimensionales
5.4.8.1 Construcción y monitoreo constante
De un índice con visión integral que permita medir la sustentabilidad del desarrollo
y sus implicaciones para la política pública
El concepto de DS sin medición alguna no puede ser más que retórico y lejano a
la posibilidad de orientar las políticas públicas. Hemos permanecido en un círculo
vicioso de querer alcanzar un DS desde la retórica, ajenos a forma alguna de
medición y por ende sin políticas claras y metas concretas a alcanzar, donde la
política de Estado se perfile como una fuerza orientadora para avanzar hacia el
desarrollo integrado y equilibrado de lo social, económico y ambiental que
estructure las bases de una convivencia humana y de respeto a las diversas
formas culturales dentro de la misma sociedad.
Para ser posible calificar la sustentabilidad del desarrollo, son necesarias dos
cosas: necesitamos saber qué debemos medir y medirlo. Para medir la
sustentabilidad de un modelo considerando una visión integral se puede recurrir a
la construcción de un índice agregado de los tres sistemas: económico, social y
ambiental. Para medir el desarrollo de cada factor -aunque sea en forma marginal-
se requiere de un cierto número de variables que recojan lo esencial de su
expresión. Posteriormente podemos medir el desarrollo de todos ellos -aunque
cause cierta confusión su interpretación- esto se puede hacer agregando los
desarrollos de cada uno de ellos. Ahora bien, para medir que el desarrollo global
204 Véase, Bracho, J., “Lo irreversible y lo trágico del cambio climático”, en: Resendiz, R., óp. cit., p. 195.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
269
de esos factores sea sustentable, se requiere conocer los límites posibles de
aprovechamiento de los recursos disponibles en ellos. No obstante, estos límites
son hasta ahora desconocidos, y en el futuro, inciertos por la dinámica de cambio.
Ahora bien, para poder operacionalizar un método de medición como el anterior,
es necesario tener en cuenta algunas consideraciones que suponen implicaciones
para las políticas públicas.
La primera de ellas se refiere a que entre los factores económicos, sociales y
ambientales debe existir un marco normativo cuyo cumplimiento demanda su
institucionalización, lo cual habla del papel de las instituciones para lograr un DS.
Por otra parte, también es necesario considerar que si bien en lo económico y en
lo social se cuenta con un número importante de variables, no sucede lo mismo en
lo ambiental, ello nos habla de la necesidad de ampliar las bases de datos
ambientales, para lo cual es necesario asignar presupuestos especiales para tener
una base mínima de los recursos naturales y la contaminación ambiental, pues
hablar de crear políticas sustentables en el escenario mundial y el país, sin contar
con información de estos sistemas en los que habita el ser humano es una
quimera.
Es indudable que se puede llegar a proponer un índice de medición de la
sustentabilidad tomando en cuenta una serie de variables y que se cuente con
datos suficientes para la creación de los indicadores, pero esto sólo tendría
sentido en la medida en que se pretenda hacer un constante monitoreo de los
avances y retrocesos de tal índice como expresión objetiva de las políticas
públicas en cuanto a la perturbación que causen las acciones de la misma. Hasta
ahora se ve poco avance, porque no hay una integración de los datos en la
dirección de lo que se quiere medir y poco se puede medir cuando no se sabe qué
se debe medir y qué se puede medir acerca de la sustentabilidad.
Una forma de gobernabilidad con sustentabilidad social sería un sistema que
indujera: 1) un crecimiento económico y desarrollo social equilibrado; 2) sin
perturbaciones abruptas que amenacen al sistema, es decir, la gobernabilidad y
sustentabilidad; 3) con capacidad de recuperación del sistema cuando existan
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
270
factores fuera de sus oscilaciones históricas; 4) un sistema humanamente natural
y naturalmente humano y, 5) cuyo fin humano y medios naturales del sistema
fueran intercambiables, porque no puede haber un fin para los humanos sin
medios naturales, ni sentido tendrían los medios naturales si no hubiese un fin
humano. Entonces se tendría una auténtica sustentabilidad social, porque se
contaría con una gobernabilidad con participación de los gobernados.205
5.4.8.2 Construcción del Índice de Progreso Real
(PIB- pérdidas de bienestar y calidad de vida)
Los especialistas nos han señalado que el problema no consiste en la cantidad del
crecimiento económico, sino en su tipo y modalidad, lo cual tiene más un carácter
cualitativo que cuantitativo. De ahí que las estrategias de crecimiento tanto en los
países en desarrollo como en los industrializados deben de convertirse en
estrategias de desarrollo humano sustentable y con equidad intra e
intergeneracional.
Por ello, proponen la construcción de un Índice de Progreso Real, el cual se basa
en realizar un ajuste al PIB para acercarlo a un PIB sustentable, así, la ecuación
que se propone es la siguiente: DS=F (crecimiento económico- pérdidas de
bienestar y de calidad de vida, equidad y sustentabilidad ambiental).
Para efectos de ilustrar la aplicación del Índice (IPR), en el caso particular de
México se han evaluado 4 indicadores, a través de los cuales se muestra el grado
de erosión del progreso social y una adecuada calidad de vida, estos son los
siguientes: 1) pérdida por deterioro, contaminación y agotamiento de los recursos
naturales, 2) gastos y costos por la “autosupervisión” para prevenir, vigilar,
controlar y castigar la corrupción de los servidores públicos, 3) gastos por combate
a la criminalidad, la delincuencia y el narcotráfico; 4) costos económicos derivados
de las horas perdidas por transportación (traslados) congestionamientos y por el
monto de los daños por accidentes vehiculares.206
205 Véase, Zamudio, F. y Sámano, M., “Desarrollo sustentable y su relación con el desarrollo humano o sustentabilidad social: una idea para su medición.” en: Zamitiz G., óp. cit., p. 126-133 206 Saldívar, A., “Algunas reflexiones sobre el desarrollo sustentable, su medición y el decrecimiento”, en: Zamitiz, H, óp. cit., P. 142-144
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
271
5.4.9 Construcción de estrategias sociales locales
Ejemplo de la construcción de estrategias sociales locales para el DS de las
comunidades y los grupos originarios
Se ha señalado que algunos de los conceptos que los pueblos indígenas de
América Latina utilizan en la expresión de los prerrequisitos para la “gobernanza y
el desarrollo” son los siguientes: 1) la libre determinación, que es la posibilidad de
gestionar sus recursos colectivos mediante sus propias instituciones y sistemas de
gobernanza; 2) la recuperación de su cultura de sustentabilidad; 3) la revitalización
y el desarrollo de los sistemas de conocimiento colectivo; y 4) el acceso a un uso
adecuado de la propiedad comunal, como la tierra, los recursos naturales, el
patrimonio cultural, el conocimiento colectivo y todos los beneficios que se derivan
de ello.207
En este sentido, en México existen numerosos grupos sociales trabajando
activamente para fortalecer sus comunidades, para rehabilitar y proteger sus
ecosistemas y para forjar un nuevo pacto social en el cual pueden disfrutar de
mayores niveles de vida a la vez que contribuir a mejoras en la calidad de vida de
la sociedad entera.
El campesinado y la economía rural, incluyendo los grupos indígenas, están
reposicionándose en respuesta a la contracción de oportunidades en la sociedad
urbano-industrial. Esta economía rural ya se encuentra ampliamente insertada
dentro de la sociedad de las ciudades intermedias y algunas de la grandes en
México, más aún, esta transformación es de importancia medular para la nación
en su conjunto, ya que la consolidación de las comunidades rurales, el aumento
en la producción de maíz, la diversificación de fuentes de ingresos y actividades
productivas no-agrícolas, y la inyección masiva de recursos financieros a las áreas
rurales, están generando nuevas posibilidades para el desarrollo social auto-
gestionado y procesos constructivos de gestión ambiental, llevando a nuevas
prácticas de conservación del suelo y agua y restauración de ecosistemas.
207 Paré, L., “Transición hacia sociedades sustentables”, en: Reséndiz, R., óp. cit. p. 240
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
272
Esta transformación estratégica debe considerarse como parte de un salto de
paradigmas, hacia la construcción de una vía alternativa para el desarrollo social y
económico que rechaza su incorporación al por mayor como sociedades
marginales en un proceso globalizado de subdesarrollo, a favor de una sociedad
en consolidación, forjando sus propias estructuras de auto-determinación
(autonomía).
Se reconoce la importancia de considerar y valorar las aportaciones de estas
nuevas estrategias rurales, las cuales están contribuyendo a elevar la calidad de
vida para los que viven en estas comunidades, reduciendo la erosión e
intensificando la cosecha de la lluvia a través de la reforestación, prácticas de
siembra con curvas de nivel y otras
técnicas agroecológicas, o proponiendo nuevas maneras para que los grupos
urbanos puedan familiarizarse y apoyar a las comunidades rurales como
ecoturistas o como compradores de sus productos, introduciendo nuevos
productos y, sobre todo, alimentos, y fortaleciendo su capacidad de administrar
sus propios ecosistemas y contribuyendo a la gestión de las áreas naturales
protegidas, estas comunidades están produciendo lo que se llaman “servicios
ambientales,” tan importantes en los esfuerzos para revertir el calentamiento
global y la desertificación.208
5.4.10 Propuesta para la construcción de un nuevo paradigma social
La propuesta de construir un nuevo paradigma social puede ayudarnos a diseñar y
dibujar una nueva visión, urgente y necesaria para enfrentar los grandes desafíos
que enfrentamos. Así que en este apartado señalamos algunas de las cuestiones
que son fundamentales en la construcción de un nuevo modelo de organización y
convivencia social, tanto en el ámbito local, como en el global, las cuales vistas en
forma articulada nos permiten comprender los componentes de lo que deberá ser
este nuevo paradigma, estas son: la teoría de la entropía y su relación con el
decrecimiento, la teoría de la convivialidad, el concepto de metabolismo social, la
208 Véase Barkin, D., “Estrategias sociales alternativas para la sustentabilidad”, en: Zamitiz, H., óp. cit., p. 147-149, 151-153
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
273
paradoja de la eficiencia tecnológica, la incongruencia de la sustentabilidad
capitalista, y la relación entre la ética y la ciencia.
Para comprender lo anterior, es necesario que nos planteemos el desarrollo desde
otra perspectiva. Lo cual no significa que no pueda haber desarrollo, de lo que se
trata es que podamos entenderlo como el incremento cualitativo en la calidad de
bienes y servicios que atienda las necesidades humanas elevando básicamente la
calidad de vida, no sólo el nivel de vida, con el mínimo posible de transumos. De
manera que podemos adoptar la definición y espíritu del DS como un desarrollo
sin crecimiento donde se satisfacen las necesidades humanas sin aumentar la
utilización de materiales, energía y desperdicios, más allá de la capacidad de
carga del ecosistema, entendiendo por esto último la población humana que
puede ser sostenida por un ecosistema dado, con un nivel dado y razonable de
consumo y con una tecnología dada.209
Uno de los cambios fundamentales por realizar se encuentra en el plano de
nuestro sistema de creencias y valores, colonizadas por el imaginario social que
insiste absurdamente en seguir por el único rumbo posible: el crecimiento
económico. En este sentido, la austeridad, como una virtud que no excluye a todos
los placeres que formen parte de la convivencia, en particular en la relación con
nuestro entorno, puede hacer la diferencia en esta búsqueda de alternativas en el
que el posible escenario sea el “buen vivir”, concepción contraria a la “buena vida”
que pregonan las sociedades de consumo.
5.4.10.1 El decrecimiento
Es necesario considerar los planteamientos que el decrecimiento (analizado en el
primer capítulo de esta investigación) nos propone. De lo que se trata, tal como
Latouche lo ha señalado, es que los hombres en las distintas sociedades se
apropien de su destino, lo que supone que estas sociedades (empezando por las
pequeñas comunidades) sean revolucionarias en el sentido de que descolonicen
su imaginario; cambien la relación que tienen con sus ecosistemas, en tanto que el
209 Saldívar, A., óp. cit., p. 144
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
274
sistema productivista se convirtió en una guerra contra los hombres y contra la
naturaleza.
Así, el programa reformista del decrecimiento basado en las ocho etapas (“8
erres”) que inician con reevaluar, reconceptualizar, reestructurar, relocalizar,
redistribuir, reutilizar, reciclar y reevaluar nuevamente, junto con sus diez grandes
objetivos le van a permitir a la gente experimentar el buen vivir.
5.4.10.2 La teoría de la entropía
Nuestro sistema de creencias nos ha mantenido en el desconocimiento de los
límites que la naturaleza y nuestra propia condición humana nos imponen, se han
ignorado las aportaciones y desarrollos de la ciencia para evitar la entropía de
todo sistema, negando así la importancia de la unicidad de todo ente.
El sistema cultural actual y su marco jurídico - político e institucional que lo
respalda, han llevado a que día a día se profundice la ruptura de los equilibrios
eco-sistémicos, sin medir sus impactos económicos y sociales, llevándolos hasta
los límites de su equilibrio en aspectos múltiples. Estos son márgenes de equilibrio
eco-sistémico que la tecnología no debe ampliar más.
El principal reto está en saber hasta dónde puede llevar el hombre la
transformación de la naturaleza, pues hay límites naturales para la construcción de
los sistemas culturales y más allá de esos límites, el mismo sistema cultural
empieza a desmoronarse.
5.4.10.3 La teoría de la convivialidad
El principal escollo y la principal tarea para la construcción de un nuevo paradigma
social es el establecimiento de una sociedad justa, pues la naturaleza acaba
siendo minada por la injusticia social. No es posible separar la injusticia en la
distribución de la riqueza y en el gozo de los satisfactores terrenos sin producir
impacto en el medio. El exceso del consumo en sectores minoritarios a nivel
mundial y la pobreza cercana a la inanición de las mayorías es un tejido social que
debe ser el principal objeto de estudio para el medio universitario.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
275
Es necesario repensar la ciencia, la filosofía y los modelos institucionales de
gobierno.
Se requiere la construcción de nuevos enfoques para hacer posible la articulación
del conocimiento científico. Ello exige nuevos comportamientos académicos, muy
distintos a los diseñados por una educación basada en la competencia y en la
lucha de las profesiones. El reto en las instituciones educativas, es enseñar a
pensar en paradigmas que funcionen de otra manera ante la descomposición
social en que se encuentran nuestras sociedades Aproximarse a la construcción
de valores que fundamenten un nuevo paradigma social, significa luchar contra la
deshumanización de la técnica. La cultura no se puede construir sin la técnica,
pero no se puede reducir a la técnica. El hombre con su técnica es también
naturaleza, pero tampoco debemos asentar como valor un humanismo sin técnica.
5.4.10.4 El concepto de metabolismo social
El concepto de metabolismo social se basa en comprender los vínculos existentes
entre el medio social y el natural, para conocer, por ejemplo, la historia ecológica
de sociedades y naciones; conocer sus procesos de producción, distribución,
cambio y consumo, que nos ayudan a comprender el impacto de éstos en su
calidad de vida. El metabolismo social nos sirve científicamente para pensar
analógicamente a la sociedad como un organismo que vive procesos que tienen
que ver cómo la gente se apropia, consume y desecha mediante un metabolismo
que se debate, entre la capacidad de regeneración de los sistemas y la capacidad
de absorción de los ecosistemas.
Aquí ha hecho ya una principal aportación la economía ecológica al asignar un
valor numérico a los factores que se encuentran en la parte material y la parte
intangible de los procesos. La parte material es la energía, los flujos materiales y
el agua; la parte intangible son las instituciones, el conocimiento, las reglas y los
recursos. El concepto de metabolismo social al igual que otros son conceptos que
se encuentran en la búsqueda de un análisis integrado.
5.4.10.5 La paradoja de la eficiencia tecnológica (paradoja de Jevons)
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
276
La paradoja del economista William Jevons consiste en comprender que a medida
que exista más eficiencia debido a los avances e innovaciones tecnológicas,
irónicamente más consumo habrá de los recursos naturales que proveen de
energía; en otros términos: en la medida que es más eficiente el uso de la energía
más uso intensivo habrá de ella y por tanto habrá más consumo de recursos
finitos, como es hoy en día el petróleo. El ejemplo más claro es el uso del
automóvil en las sociedades modernas que consume cada vez más gasolina.
Por ahora nos enfrentamos a la necesidad de cambiar nuestros patrones de uso
de energía. Se requiere impulsar un cambio tecnológico que disminuya el costo
individual del consumo de un recurso (energía con baja entropía) que implica una
acción encaminada a conservar los recursos naturales (renovables o no
renovables).
5.4.10.6 La incongruencia de la sustentabilidad capitalista
El hecho de que las empresas trasnacionales pongan por delante todo legalmente,
antes incluso que el bien público, parece sólo preocuparles obtener beneficios de
corto plazo para sus accionistas. Estas corporaciones influyen en la sociedad y en
el planeta, tanto en el sentido medioambiental, como en las personas y en su
comportamiento como individuos y como grupos. Existen bienes públicos que
ahora ya no son tan públicos, o como ciertas empresas subsidiadas por el bien
común que después son privatizadas. Su influencia más notoria es la existencia de
guerras por recursos naturales que debieran ser de todos, como el agua.
Así, planteado el problema: ¿cómo operaría una economía que asigne más
recursos a la satisfacción de necesidades sociales que a la de la acumulación
ilimitada de ganancias? ¿Quiénes y cómo, serían los protagonistas de esa
construcción de prioridades nuevas, y cuál sería la organización humana e
instituciones capaces de guiarse por ellas? No nos queda sino trascender el viejo
paradigma para construir el futuro, encarando los problemas que nos plantea el
cambio de la era de la economía a la era de la sustentabilidad social.
Quizá sin darnos cuenta estamos en el punto de partida para empezar a entender
la dirección a seguir. Ello tiene que ver con la visión que adoptemos para revertir
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
277
las causas del crecimiento defectuoso que nos condujo a la crisis actual, la
concepción de las estrategias que puedan hacer viable el desarrollo que
deseamos y sus condicionamientos globales. Cambiar esas actitudes es
prerrequisito para poder abocarnos a una estrategia de desarrollo en armonía con
el ambiente.210
210 Notas del Foro Universitario “Hacia la construcción de un nuevo paradigma social”, coordinado por el Dr. David Barkin y desarrollado por la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco y la FCPy SUNAM entre los meses de abril y diciembre de 2010.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
278
Conclusiones
Ante la crisis del estado de bienestar, y su paulatina sustitución por un enfoque
centrado en los mecanismos del mercado como garante del mejor distribuidor del
bienestar, se vive una crisis significativa en los niveles de gobernabilidad,
asociado a la percepción de la perdida de bienestar se debe a la ineficacia del
estado para proveer con calidad y oportunidad los servicios públicos más
elementales.
En México después de la alternancia en el poder de los primeros años del siglo
XXI, se propuso una profunda reforma del Estado, no solo no pudo prosperar sino
significo una crisis de legitimidad, por lo que la refundación del estado se alejó, en
medio del debate más pragmático en donde los partidos políticos se enfrascaron
en sus propios intereses y cálculos electorales. No obstante, en el año 2004 la
agudización de la crisis política y la polarización social, hicieron emerger
nuevamente el tema de la necesaria reforma del Estado. Los temas tratados
cuatro años atrás volvieron a aparecer, ahora con la evidencia de que el modelo
presidencialista no era operante. Se planteó entonces la necesidad de reinventar
el Estado desde la perspectiva de la apertura a nuevos actores en particular de la
ciudadanización de las políticas públicas enfocadas en el desarrollo humano.
Además, se reconoció que era necesario asegurar la conciliación de los objetivos
sociales y económicos dentro de las políticas públicas, lo cual implicaría una
rectificación sustancial de las políticas aplicadas por el gobierno, de las cuales la
mayoría se sentía excluida.
En este sentido, un Estado cívico implica un régimen plural de partidos, imperio
del principio de tolerancia, acuerdos recíprocos en beneficio de la colectividad, y
más recientemente la actividad de una multiplicidad de organizaciones en un
medio ambiente de Estado de derecho. Es posible impulsar una transición hacia
un Estado cívico y plural, el cual puede mitigar y hasta revertir los males de la
globalización capitalista.
Como señalamos anteriormente, la sociedad civil juega un papel muy importante
en tanto que son quienes pueden exigir al resto de los agentes económicos, en
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
279
particular al gobierno, el cumplimiento de los compromisos para el desarrollo
social, por ello será importante que la sociedad civil tenga la capacidad de ejercer
sus derechos plenamente en un marco normativo acorde para facilitar las
actividades que desarrollan las organizaciones del tercer sector, tanto por parte
del mercado como del propio funcionamiento del gobierno.
Algunos indicadores que nos podrían ayudar a evaluar la capacidad institucional
del estado mexicano para la gobernanza se encuentra los que el Banco Mundial
propone:
1. Voz y Rendición de Cuentas. Participación en la elección de gobernantes;
libertad de expresión; libertad de asociación y libertad de los medios de
comunicación.
2. Estabilidad Política y Ausencia de Violencia. Probabilidad de que el gobierno
sea desestabilizado por medios violentos; violencia política y terrorismo.
3. Efectividad Gubernamental. Calidad de los servicios gubernamentales; la
calidad del servicio civil y su independencia de presiones políticas y credibilidad en
los compromisos de política del gobierno.
4. Calidad Regulatoria. Calidad en la formulación e instrumentación de políticas.
5. Estado de Derecho. Confianza y respeto del orden jurídico; cumplimiento de
contratos; definición de derechos de propiedad; confianza en la policía y los
jueces, así como, extensión del crimen y la violencia.
6. Control de la Corrupción. Grado al cual se ejerce el poder público para obtener
ganancias privadas; “captura” del Estado por élites e intereses privados.
Sin embargo, es necesario hacer que la democracia sea apreciada no sólo por sus
bondades políticas, sino también porque debe asegurar la igualdad social y el
bienestar de todos los individuos, pues la democracia es también una construcción
cultural, y definitivamente es cuestionada cuando prevalece en un país la pobreza
y la desigualdad, los mismos problemas donde nacen iniciativas del tercer sector,
por ello resulta fundamental sentar las bases para el progresivo mejoramiento de
las condiciones de vida de la población.
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
280
Aunque el desarrollo económico no debe ser visto como una premisa para la
democracia, ambos procesos se realizan de manera simultánea, la construcción
de instituciones democráticas genera un marco más racional de la negociación y
participación política, que a su vez permite colocar en el centro de la política
económica los objetivos de desarrollo social. En este sentido el tercer sector y las
iniciativas de responsabilidad social empresarial son coadyuvantes y
complementan las acciones del estado en materia de desarrollo social.
Históricamente, una sociedad civil dinámica y autónoma ha sido fundamental para
la consolidación de la democracia y para el desarrollo sostenible. Diversos
factores económicos y políticos pueden contribuir al fortalecimiento de una
sociedad civil, pero siempre han sido indispensables los aportes voluntarios de
tiempo y recursos de ciudadanos de todos los estratos sociales.
Durante los últimos años, investigadores, organismos públicos y privados e
instituciones en América Latina han realizado importantes mapeos y perfiles de las
organizaciones privadas sin fines de lucro, y de las actividades filantrópicas de las
élites nacionales. Gracias a estos trabajos, sabemos que la mayoría de las
organizaciones privadas sin fines de lucro se sostienen con recursos propios -
aportes de sus miembros y beneficiarios, más que con recursos del Estado o
donaciones de las élites. Sin embargo, todavía sabemos poco sobre la naturaleza
e impacto del trabajo voluntario como tal en nuestra región, y de las donaciones
realizadas por ciudadanos “comunes y corrientes”.
Luego de las transiciones a la democracia de la década del 80 y principios del 90
se comenzó a definir a la sociedad civil en relación de colaboración con el estado,
reduciendo su capacidad de contestación a la defensa del individuo frente a este
último. Como contraparte, el término sociedad civil adquirió un uso instrumental
que se conjugó con nociones de democracia minimalistas y procedimentales. Una
de las conclusiones más importantes de la investigación es necesario avanzar en
la construcción de un marco institucional y normativo para superar los riesgos que
afrontan estas organizaciones ciudadanas que caracteriza a los países de América
Latina, es necesario superar la supuesta dicotomía entre lo público y lo privado, y
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
281
recuperar el componente que se encontraba presente en precedentes teorías de
sociedad civil.
En ese sentido, la idea de sociedad civil a lo largo de la historia, ha evolucionado
desde los componentes contestatarios al poder del estado, hasta donde se le
concibe como una forma de colaboración. Esta primera perspectiva concluye que
posteriormente a los periodos de transición democrática, se incorporan las ideas
de colaboración y contestación, acentuando el elemento de colaboración.
En esta perspectiva colaborativa. Se identifica que estas versiones pueden
conducir a la idealización de la sociedad civil, olvidando que la misma está
estrechamente relacionada con el mercado donde prevalece una visión más
individual o la búsqueda de los directamente involucrados, generándose
situaciones de desigualdad que pueden conducir a la incivilidad y la violencia
(Whitehead, 1997 y Keane, 1992). Segundo, es necesario cuestionar la relación
causal entre desarrollo del mercado, aumento del pluralismo y emergencia de la
sociedad civil (Gellner, 1994; Oxhorn, 1994, Diamond, 1996) recordando que los
factores histórico-cultural también juegan un rol importante en esta cadena causal
(Lipset, 1997 y 1993). Tercero, reclamar la necesidad de tener en cuenta las
desigualdades del mercado (Fine, 1997; Bentham, 1997) no equivale a igualar
mercado y sociedad civil; por el contrario, en el primero los individuos persiguen
sus intereses particulares mientras que en el segundo se debaten asuntos de
interés público. Cuarto, pensar en la sociedad civil como diferente al mercado y
como el producto no sólo del desarrollo económico sino también de la expansión
de ciertos valores, implica a la vez cuestionar la idea de sociedad civil como un
orden a-moral (Gellner, 1994; Keane, 1992) y complementar la teoría del capital
social (Putnam, 1993) postulando que para que una sociedad organizada
produzca un capital social favorable a la democracia, los principios
organizacionales deben ser democráticos.
Posteriormente se concentra en las consecuencias del uso de estas perspectivas
colaborativas en los procesos de la transición y consolidación democrática en
América Latina. Se argumenta que estos hacen un uso instrumental del término
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
282
donde la sociedad civil organizada pero moderada sería fundamental para
mantener y legitimar a las democracias ya existentes (Baker, 2000). El problema
es que la democracia está lejos de ser parte de la vida cotidiana de todos los
miembros de las sociedades latinoamericanas (Pearce, 1997; Jelin, 1996) y por lo
tanto la sociedad civil no debería cumplir sólo un rol legitimador sino también
demandar la profundización de la democracia, reclamar su rol en la definición de lo
político y en la generación de nuevas formas de entender la realidad.
Las críticas presentadas a la participación de sociedad a través de las
organizaciones que integran el tercer sector, hoy en boga, llevan a concluir que
debe recuperarse las perspectivas que contribuyeron al desarrollo de la idea de
sociedad civil a través de la historia, frente a la necesidad de estabilizar las
democracias emergentes, se dejaron de lado. Se propone contrarrestar la
perspectiva "colaborativa" con una visión que recupere algunas de las ideas sobre
sociedad civil basadas en las iniciativas sociales y productivas que contribuyeron a
la transición democrática. Principalmente, recuperar la idea Gramsciana de que la
sociedad civil es el espacio donde se generan valores y perspectivas con las
cuales se analiza el mundo; valores y perspectivas que pueden ser tanto
legitimadoras como cuestionadoras.
Sin embargo, para que la reincorporación del elemento contestatario no resulte en
el cuestionamiento a ultranza del estado, es necesario superar la noción
minimalista del estado y la idea de sociedad civil como un orden a-moral. Si los
valores democráticos son los principios organizacionales y no simplemente las
reglas del sistema político, la adopción de una idea de sociedad civil que enfatice
el aspecto contestatario podría, sin mayores inconvenientes, facilitar la generación
de propuestas y alternativas que permitan profundizar la democracia en la región.
En este sentido, arribamos a la primera propuesta específica en materia de
política pública:
1) Reformulación de la Ley de la Economía Social y Solidaria a nivel
federal, así como la emisión de una Ley General de Asistencia Privada,
con el fin de homologar los principios y regulación de las entidades
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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privadas y del ámbito social que se integren como organizaciones sin
fines de lucro; estableciendo con precisión las obligaciones fiscales y
operativas que deben cumplir; así como las características de sus
operaciones autorizadas.
La discusión sobre el marco institucional está limitada a ejemplos internacionales
que no se conocen bien y que se da en un círculo cerrado donde no llegan los
análisis y los datos más importantes, distinguir este fenómeno y sus antecedentes,
así como las formas en que se configura (sobre lo que hemos trabajado en los
últimos años) puede ser un aporte, si esto se relaciona con hechos. No sabemos
qué grupos vulnerables acceden a ellos y cuáles son los perfiles de proyectos
seleccionados, los montos involucrados, la experiencia de los usuarios, etc.
Asimismo, el estudio nos permite identificar la necesidad de preparar
profesionistas especializados por lo que es necesario diseñar programas más
específicos que permitan formar a los jóvenes estudiantes en los temas del tercer
sector y la responsabilidad social, para que estén en condiciones de aportar
soluciones y cumplan un papel fundamental en la promoción de los valores y
prácticas de la solidaridad y la cooperación, la construcción de la ciudadanía y el
fortalecimiento de la democracia. Finalmente, afirmamos que los resultados
presentados reflejan las tendencias reales y actuales en relación a la gestión del
tercer sector y la responsabilidad social que se vienen desarrollando también en la
región.
Los propios sujetos que participan en la gestión de organizaciones de la sociedad
civil advierten necesidades de capacitación diferenciales de acuerdo a los
recorridos de históricos, la experiencia y naturaleza de cada organización y de
acuerdo a su área de atención. Por un lado, se requiere organizar y gerenciar al
grupo de voluntarios y viabilizar alternativas para el desarrollo autónomo de este
grupo; por otro lado, se encuentran los requerimientos de la gerencia orgánica
institucional que por lo general tiende a resolver sus necesidades coyunturales de
capacitación mediante cursos cortos y puntuales. La capacitación debe tender a
explotar las riquezas experienciales de las personas, no incurriendo en la
tiomogeneización ni de los sujetos ni de los contextos organizaciones que en sí
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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son radicalmente diferentes (no es lo mismo un contexto empresarial que una
organización sin fin de lucro). En estas organizaciones conviven dos tipos de
perfiles con la misma necesidad de capacitación o estudio sistemático y para lo
que se precisa de la disponibilidad del recurso humano docente (que es muy difícil
de encontrar, pues no hay una cantidad de experiencias de capacitación en el
área) y anexado a ello, la disponibilidad de bibliografía.
La orientación social de estas organizaciones se presenta para la autoridad como
un problema particular de estas organizaciones, en la medida que privilegian el
objeto social de su actividad, pero sin cuidar adecuadamente los aspectos
formales y más aún el cumplimiento de la normatividad. Los dirigentes de estas
organizaciones se encuentran preocupados por profesionalizar sus instituciones y
los equipos de trabajo, pero a la dificultad nombrada se le suma que por sí mismas
estas organizaciones no alcanzan a satisfacer esta necesidad- ya sea por no
contar con recursos capacitadores o con recursos económicos suficientes para
contratar personal para asistencia técnica.
Otro aspecto que es percibido como problemático en el interior de las
organizaciones no gubernamentales es el que atañe a la planificación estratégica
y que en este caso estaría estrechamente relacionada con lo institucional:
determinar sus fines, su misión, su interrelación e integración con el contexto.
En cuanto a lo económico: se caracterizan por las dificultades para la consecución
del recurso financiero y cuando lo consiguen lo utilizan para sortear sus propios
costos fijos, para la "sobrevivencia institucional" y no para una inversión en
capacitación. El costo se presenta para ellos como un factor crítico. Las
dificultades para encontrar fuentes locales de financiamiento y en general para
acceder a información respecto a potenciales fuentes de ingreso se asocia a la
falta de experiencia en el desarrollo de fondos (fund-aising) que les permita
sostener su infraestructura institucional, los recursos materiales, humanos y
técnicos necesarios para desarrollar los programas diseñados y a la ausencia de
una planificación económica (ya sea porque desconoce la cantidad estimativa del
dinero que contará el año entrante, o por desconocimiento total de cómo se realiza
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
285
un presupuesto).
De esta manera se hace indispensable, promover el fortalecimiento de las
organizaciones, por lo que en este contexto proponemos como segunda acción
específica en materia de política pública:
2) Establecer un sistema integral de atención al tercer sector, el cual
debe incluir la creación de un Consejo Superior por tipo de
organización con el fin orientar las acciones que los actores por rama
de actividad desarrollan, con el de evitar duplicidad y lapidación de
esfuerzos, pero a la vez conseguir sinergias y economías de escala y
alcance en los diversos sectores; dichos organismos autónomos
operativamente deberán de integrar cuerpos de gobierno
democráticos integrados por los propios organismos participantes,
pero coordinados por la autoridad gubernamental. Estos establecerán
políticas, acciones y evaluaciones pertinentes, y deberán de ser
consultados para determinación del marco normativo e institucional.
En este sentido, hay una preocupación generalizada en cuanto a la necesidad de
desarrollo de investigaciones sobre el sector, al mismo tiempo que reconocen el
alto nivel de sistematización que han alcanzado durante los años recorridos.
Las nuevas prácticas del tercer sector intentan reconstruir los fundamentos de una
sociedad más justa que permita el ejercicio de la solidaridad en la vida cotidiana.
Hay que pensar y activar la nueva economía social en una sociedad cada vez más
globalizada, terciarizada, informatizada donde los vínculos sociales y familiares se
transforman constantemente según una tendencia irrefrenable hacia la
individualización y al deterioro de las relaciones y de los espacios públicos de
intercambio tradicionales.
Hay que subrayar que para organizar servicios de proximidad que atiendan a las
nuevas necesidades sociales, no es suficiente la organización de las ofertas y de
las demandas. Es necesario facilitar y asegurar la expresión de las demandas
sociales, usuarios (padres, ancianos, mujeres, vecinos) que también actúan como
actores de la construcción de las ofertas. La articulación de voluntarios,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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profesionales y usuarios es una nueva combinación necesaria y que configura la
“nueva economía social”.
El tercer sector tiende a ser mejor en el cumplimiento de tareas que generan
pocos beneficios o ninguno, exigen compromiso personal y solidaridad de los
individuos y una casi ilimitada confianza por parte de los beneficiarios o de los
clientes e implica la imposición de códigos morales y responsabilidad individual de
la conducta. Ello será cada vez más relevante en el futuro inmediato.
Un factor de primera importancia para el futuro de las organizaciones del tercer
sector, será la combinación coherente de los ingresos provenientes de la venta de
servicios, las cotizaciones de los socios y voluntarios, de las subvenciones y de los
servicios contratados con el sector público. La evolución muestra una tendencia
hacia un crecimiento de las dos primeras fuentes de ingresos y una disminución
de las dos últimas.
Otro de los temas de importancia es la gestión de políticas sociales pensándola
desde las posibilidades no sólo de incidencia en su formulación sino también en su
implementación.
El universo conformado por las organizaciones de la Sociedad Civil ha dado lugar
a una rica y variada experiencia a lo largo de muchos años planteando diversos
escenarios e involucrando distintos actores con racionalidades o lógicas de acción
particulares cuya conjunción ha redundado en forma casi determinante en los
procesos de participación y en el peso relativo de cada uno de ellos.
Las organizaciones de la sociedad civil que participan del tercer sector no están
exentas de la necesidad de responder con celeridad a la velocidad de los cambios
que operan en el mercado al igual que las empresas y el estado. Este sector se
está desarrollando paulatinamente, pero la serie de obstáculos que tiene que
salvar de manera casi vertiginosa, dependen muchas veces de sus habilidades
personales, sin embargo, han incidido en la conformación de su identidad externa
e interna y plantea a la sociedad una alternativa y un fuerte desafío por seguir
recibiendo los beneficios, pero garantizando su viabilidad.
De esta manera todos los sectores de la sociedad comparten una línea de acción
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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común destinada a impulsar la realización de aquellos valores que se relacionan
con el bienestar colectivo sobre bases equitativas. Tanto el Estado y sus
instituciones políticas deberían actuar como ámbitos de mediación, construcción y
realización del interés general, dirigiendo el conjunto social hacia metas
socialmente compartidas, afianzando las prácticas y el régimen democráticos y
promoviendo la participación ciudadana tanto en la opinión como en la toma de
decisión frente a la resolución de cuestiones socialmente problematizadas.
El sector social, o tercer sector por su parte, está en condiciones de apoyar el
desarrollo de la sociedad civil mediante la disposición del recurso económico vital
para la sobrevivencia y fortalecimiento de las instituciones y las organizaciones de
la Sociedad Civil, de esta forma adquieren una gran capacidad de instrumentar
una diversidad de acciones, que están ejerciendo recursos significativos por lo que
deben continuar orientando su acción por principios democráticos, promoviendo el
ejercicio de los derechos de ciudadanía y, fundamentalmente, no perder de vista la
responsabilidad que tienen frente a los destinatarios de su actuación.
En este contexto es donde planteamos la tercera acción específica a seguir en
materia de política pública:
3) Es necesario fortalecer las capacidades regulatorias del estado, tanto
en el marco financiero, operativo y de gobernanza, para lo cual debe
existir coordinación entre las diversas agencias encargadas de emitir
y supervisar las normas regulatorias, existiendo un ente coordinar las
acciones para evitar los actos persecutorios, si no preferir un sistema
prudencial basado en el desarrollo de indicadores de eficiencia
financiera y operativas; así como de buenas prácticas de gobierno,
riesgos y protocolos de actuación pertinentes y transparentes. La
generación de un centro o área de concentración sobre la información
relevante que generen los diversos sectores, es un paso necesario
para avanzar en la evaluación y el seguimiento de las organizaciones.
Los fundamentos por cuales se establece esta nueva forma de organización
obedecen a los procesos que en últimos tiempos han venido protagonizando las
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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asociaciones civiles, jugando un rol privilegiado en torno al desarrollo social, su
aporte a la economía y su implicancia en relación a la formulación de políticas
sociales.
Recomendaciones de políticas
Uno de los principales desafíos de nuestro tiempo es la construcción de nuevas
relaciones entre el Estado y las organizaciones del tercer sector. El primero parece
que encargaría a la segunda la gestión de los servicios. Esto crea una tensión
sobre la autonomía de las organizaciones del tercer sector.
Los poderes públicos y el estado admiten la necesidad ineludible de crear un
espacio para las asociaciones en el marco de las políticas de cohesión territorial y
social. En la lucha contra las desigualdades y la exclusión. Asimismo, hay que
hacer notar que la participación comunitaria y las organizaciones comunitarias del
tercer sector cumplen un papel que, en algunos casos, es superior al que cumplen
los servicios públicos. En la medida que, se orientan más hacia el cuidado de las
personas que hacia los servicios a las personas, parece que comprenden mejor
los problemas que los profesionales de los servicios, están más comprometidas
con sus miembros, son más creativas y flexibles y, finalmente, tienen un menor
coste que los servicios profesionales (D. Osborne, 1994).
Pero las organizaciones del tercer sector no pueden quedar exclusivamente como
un actor de gestión de servicios públicos. Es el peligro al que se tiende en la
actualidad. La distinción como organizaciones sin fines de lucro cumple un papel
central en la naturaleza del tercer sector. De hecho, el voluntariado es el eje que
permite articular una nueva “hibridación” entre la economía pública y el sector
mercantil.
Pero también porque las organizaciones comunitarias se centran en las
capacidades de la comunidad mientras que los servicios sociales públicos se
centran en las deficiencias. Existen comunidades que dependen de las
capacidades de sus miembros para hacer cosas. Las organizaciones comunitarias
requieren una contribución de sus miembros, ya sea de tiempo, de habilidades o
de dinero. De ahí que toda su atención se centre en sus capacidades. En
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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contraste muchos programas públicos se centran en sus deficiencias y en su
tratamiento como víctimas. Esto lleva a las poblaciones y a las familias al
convencimiento cada vez mayor de su incompetencia para saber, cuidar, enseñar,
curar o hacer.
Cómo actúan las asociaciones y entidades no lucrativas ante la individualización
creciente de nuestras sociedades. Existe un contexto donde las opciones
individuales de los individuos son las que los llevan a afiliarse a una asociación y
no a la inversa.
Predomina un criterio más utilitarista. La asociación es algo más volátil para el
afiliado. De ahí la importancia que las asociaciones sepan encuadrar y dar sentido
a los voluntarios.
El tercer sector se renueva en función de los cambios profundos de nuestras
sociedades. Ya no es útil un concepto de economía social, definido en función de
sí mismo, empresas de economía social.
Asimismo, en esta perspectiva, adquirirá mayor importancia la transparencia y la
democracia de las organizaciones del tercer sector. Qué duda cabe que los
aspectos críticos y los conflictos a los que hemos aludido en estas notas, generan
cierta opacidad interna de las organizaciones, como son las relaciones entre
miembros voluntarios y profesionales.
Las reflexiones precedentes nos indicarían que cada vez será menos importante la
propiedad de un bien o de un servicio y que será mucho más relevante y decisivo
la dinámica del mercado privados o públicos, generada por organizaciones
innovadoras que dan satisfacción efectiva a las demandas y necesidades de la
población.
En este estudio, se ha expuesto una lectura agregada de balances y cuentas de
explotación de un conjunto de empresas de la Economía Social. La retención de
todos los beneficios permite una mejora de la dotación de recursos propios y de la
financiación estable en el pasivo. Les permite constituir su propio patrimonio, la
empresa cooperativa es una estructura productiva cuyo objetivo no es la
realización de beneficios para su distribución privada posterior. La cooperativa es
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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una estructura productiva que actúa para dar servicio a sus miembros.
El análisis de la central de balance para las jóvenes empresas y entidades de la
Economía Social permite constatar que las cooperativas de trabajo asociado,
sociedades laborales y jóvenes entidades sin ánimo de lucro están pagando el
dinero a un precio más alto que el conjunto promedio de la empresa convencional.
Las empresas cuya significación es central de compra o de venta la partida
principal del crédito son proveedores como queda explícito en las ramas del
cooperativismo de consumo, de servicios y crédito.
En el caso de las empresas de trabajo asociado, la principal fuente de financiación
es la capitalización de la prestación por desocupación de los socios de trabajo
fundadores en el supuesto de inicio de la andadura empresarial o de la
incorporación de nuevos socios que capitalicen en el supuesto de posteriores
incorporaciones. Una segunda fuente de financiación son los ahorros familiares de
los socios de trabajo o socios trabajadores. Una tercera fuente de financiación es
financiación externa: se observa que la dependencia financiera procede de los
propios socios de trabajo o socios trabajadores. Los beneficios se reinvierten en
su totalidad, pero al ser empresas pequeñas que actúan en mercado
tremendamente competitivos el nivel de generación de beneficios es insuficiente
para hacer frente a la capitalización de la empresa al ritmo deseable.
En el caso específico de las entidades sin ánimo de lucro, se considera que el
recurso productivo voluntariado en forma de tiempo o en forma de donaciones en
dinero es una fuente de financiación importante, aunque las donaciones en tiempo
usualmente no queden recogidas en los documentos económicos-financieros de la
entidad.
En las empresas de trabajo asociado y entidades sin ánimo de lucro, los bajos
niveles de remuneración de sus profesionales y el estrecho abanico salarial son
otras, dos fuentes de financiación de la actual empresa de trabajo asociado y
entidades sin ánimo de lucro. El nivel de motivación de sus profesionales por la
misión social de la organización facilita la capitalización de la empresa mediante el
aporte voluntario en trabajo de sus trabajadores, al menos, en el primer periodo de
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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andadura del proyecto empresarial.
En definitiva, el mensaje principal capitalización mediante reinversión de
beneficios e intentar el mínimo de dependencia financiera bancaria. Son empresas
que ya han desarrollado una parte de su andadura empresarial con un cierto nivel
de éxito empresarial que les permite empezar a crear su propio patrimonio. La
micro empresa recién constituida sin garantías patrimoniales no tiene relaciones
con el banco y, en el supuesto que existan, se establecen en unas condiciones
que recuerdan a las relaciones entre Goliat y David. Las empresas jóvenes y de
escasa facturación de la Economía Social tienen difícil el acceso al sistema
financiero al ser catalogadas por éste como clientes de “alto riesgo”. Los precios y
las garantías son, en consecuencia, superiores a las exigidas en el mercado en
general, y la documentación requerida, así como la necesidad de poseer
experiencia bancaria de pasivo previamente a la concesión de facilidades
crediticias, supone un coste elevado, tanto en dinero como en tiempo.
Para finalizar es necesario destacar que, en las circunstancias actuales, no se
observa que esta situación vaya a cambiar de forma voluntaria por parte de las
entidades financieras. Como reacción a esta exclusión que realiza el sistema
bancario, a continuación, repasamos brevemente algunas de las respuestas que
se han desarrollado con el objetivo de intentar capitalizar los proyectos
empresariales de las nuevas empresas de la Economía Social.
La Economía Social abarca empresas y organizaciones productivas muy diversas,
con ritmos de desarrollo empresarial distintos. Son empresas que actúan en el
mercado y deben respetar las reglas de la gestión empresarial. Como dice un líder
del cooperativismo europeo “para ser solidario, primero se debe ser eficiente”. Con
la democracia política, la Economía Social ha reflejado una capacidad
extraordinaria de crecimiento cuantitativo. Ahora el mayor reto es mostrar que esta
sociedad civil, organizada en estructuras de democracia económica, sabe
gestionar el crecimiento empresarial de sus empresas sociales. Se considera que
este es el gran reto que en la actualidad tiene todo el movimiento de la Economía
Social. Ejemplos en los medios de comunicación de quiebras o suspensiones por
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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razones de falta de profesionalización empresarial repercuten en todo el conjunto
de las empresas y organizaciones de la Economía Social. Un país con un
consolidado y amplio sector de Economía Social es un país mucho más
cohesionado y con mayor nivel de bienestar para sus habitantes. Ahora bien, el
reto de un verdadero sector de la Economía Social es responsabilidad de todos los
actores que forman parte de un país: gestores públicos, banqueros, sindicatos y,
por supuesto, los ciudadanos que han optado por realizar su carrera profesional
en una empresa de la Economía Social la descripción cualitativa arroja “la
significativa predominancia de las organizaciones de base, el bajo nivel de
articulación institucional, el importante nivel de financiamiento obtenido por la
ejecución de programas del estado y el peso relativo del personal voluntario en la
prestación de sus servicios”
Más bien obliga a interrogar otro tipo de factores que inciden tanto en la
conformación de la sociedad civil organizada como del alcance de su acción. El
primero de ellos se refiere a la “densidad” de la trama asociativa, expresada en los
vínculos que existen entre los grupos y de éstos con la comunidad a la que
pertenecen.
Luego revisamos factores de contexto: el impacto de la transformación
socioeconómica y la relación de las asociaciones civiles con el estado y la
institucionalidad.
En cuanto a los vínculos internos se encontró una densa trama organizativa,
expresada en la gran cantidad y diversidad de grupos, pero no estructurada
internamente: sus vínculos intergrupos son pocos y débiles y no se expresan en
relaciones de cooperación estables. Más fuerte es la tendencia a articularse con
determinadas instituciones públicas, particularmente aquellas que ofrecen
recursos o proyectos a los grupos. También en algunos casos se participa de
redes de segundo o tercer nivel, en las cuales frecuentemente hay una institución
que la patrocina (Iglesia, Municipio). Poco menos de la mitad de los grupos
encuestados participa en algún tipo de redes. La mitad de los grupos mantiene
relaciones con otros, aunque sea de modo esporádico y puntual, mientras la otra
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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mitad actúan solos.
De acuerdo a lo anterior, puede afirmarse que subsiste en las comunas estudiadas
la tendencia de importantes segmentos de la población (principalmente de
sectores populares) a “organizarse”: sea para resolver problemas emergentes o
ante la convocatoria de alguna institución pública o privada que facilita las
condiciones para hacerlo. Esta tendencia se verifica cuando existen condiciones
de estabilidad de la comunidad que le permiten “acumular experiencia” asociativa,
aún a pesar de los fracasos, escasez de logros materiales y períodos de debilidad
organizativa. Por ello es relativamente más fuerte en contextos relativamente
aislados y de poco dinamismo, así como también en una comunidad que surgió
del esfuerzo colectivo y conserva una memoria activa del mismo (Cerro Navia).
La asociatividad local aparece como un tejido social de alcances limitados, pero
altamente valorado por sus participantes como factor de unificación y
fortalecimiento de la comunidad y de obtención de algunos logros de mejoramiento
de la calidad de vida; pero no incidente en cuanto a controlar o transformar el
contexto en que la comunidad se desenvuelve.
La productividad de la acción asociativa se revela limitada, de cara a las
condiciones “duras” de desarrollo de la comunidad.
El contexto institucional más relevante es el que brinda el estado. La asociatividad
local predominante aparece vinculada de diferentes formas a la acción estatal,
especialmente el municipio y los programas sociales. El financiamiento de los
grupos proviene de modo muy significativo de fuentes estatales, el reconocimiento
legal requiere del concurso de las autoridades, la dinámica de los grupos fluctúa
según las oportunidades de acceso a programas y recursos estatales, etc. No
encontramos desarrollos asociativos equivalentes de tipo autónomo o desligado
de la acción estatal. De tal modo que las iniciativas que el estado toma y las
modalidades que utiliza son decisivas en la evolución y características de la
realidad asociativa. No se ha generado hasta ahora un contexto adecuado para un
desarrollo más autónomo en los diversos ámbitos (reconocimiento legal,
financiamiento, acceso a recursos y programas). Por su parte, la acción del Estado
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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no se ha puesto como objetivo el fortalecimiento del “capital social” de las
comunidades pobres donde interviene. Más bien sus objetivos han sido de ampliar
la base de infraestructura social y producir mejoras en la calidad de vida, mediante
proyectos de corta duración a los que se accede a través de concursos. Los
análisis de esas estrategias revelan que ellas no fortalecen la asociatividad, sino
que la funcionalizan para canalizar sus políticas y programas.
El otro contexto relevante es la acelerada transformación socioeconómica del país
durante los últimos quince años, factor decisivo para la conformación de las
pautas asociativas de la comunidad. El cambio socioeconómico se revela
importante al constatar que aquellos sectores que han protagonizado cambios
más rápidos y profundos son los que muestran una menor asociatividad respecto
de aquellos con mayor estabilidad.
Aparentemente la flexibilidad de los tratos y la diversidad de intereses de los
distintos segmentos de trabajadores están grandes que ello resulta enormemente
difícil. El sindicalismo campesino está al margen de esta realidad, pues se
organiza en torno a los trabajadores permanentes (contratados), cuyo número,
diversidad y condiciones de trabajo difieren enormemente de los jornaleros.
Los estudios empíricos sobre la sociedad civil han avanzado en la línea de
cuantificar y caracterizar su estructura y dinámica y han establecido una
asociación entre esta realidad y el concepto de capital social. Hemos mostrado
que no es posible seguir avanzando en esa dirección si no se establecen con
mayor claridad algunos presupuestos conceptuales, ya que se trata de conceptos
que tienen acepciones muy diferentes.
Tras la pérdida de legitimidad del estado, esta ha tendido a predominar por sobre
una discusión conceptual adecuada con respecto a la sociedad civil y el capital
social. Ello redunda en privilegiar el rediseño de políticas, por sobre la
construcción conceptual. Es necesario fortalecer la reflexión desde instancias
académicas independientes, que incorporen estas temáticas en sus actividades.
Como enfoque se requiere elaborar mejor la heterogeneidad de la vida asociativa
en América Latina y discutir su evolución histórica en diferentes contextos
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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nacionales, regionales, étnicos, etc. Ello debiera anteceder a los estudios
comparativos que se basan en conceptos y metodologías homogeneizadoras
La conceptualización del “tercer sector”, que ha tenido una importante difusión,
sólo tiene una aplicación clara en terreno económico, sin que pueda resolver
preguntas esenciales sobre la significación del universo denominado de ese modo.
Resulta especialmente relevante considerar las relaciones entre la “modernización
económica” según el modelo neoliberal predominante y sus impactos sobre la
formación y desarrollo de la sociedad civil. Si bien es posible que en determinados
contextos surjan “nuevos actores” (fundaciones empresariales, empresas sociales,
redes globales y otras) el rasgo más fuerte que puede observarse en la
investigación empírica es la disolución de las bases de la asociatividad tradicional,
sin reemplazo por otras. Incluso cuando se plantea la hipótesis de un
“desplazamiento” desde el “capital social formal” al “informal”, no existen estudios
previos acerca de la fuerza de ese capital informal, pero es plausible la hipótesis
de que ese también era mucho mayor en contextos de menor impacto de las
relaciones de mercado sobre la vida social. Es decir que la tendencia apunta a una
disminución neta de la fuerza de las asociaciones, aunque quedaría una “reserva”
de “espíritu cívico” informal.
También el contexto institucional es clave para entender la significación y peso
que pueden tener las múltiples formas asociativas que existen. En todas las
investigaciones se enfatiza el rol relevante del Estado como financista, impulsor e
influencia sobre la sociedad civil “realmente existente”. Ese Estado fue “protector”
en la etapa anterior al neoliberalismo.
Actualmente sigue interviniendo, por la vía de fondos de inversión social, el
clientelismo político y otros instrumentos, pero su intervención es radicalmente
diferente, pues apunta principalmente a hacer viables las políticas focalizadas en
sectores pobres. El marco normativo que fija el Estado no ha evolucionado en un
sentido de fortalecer a la sociedad civil, por lo que es también un condicionante
importante de estudiar. La introducción del concepto de “capital social” ha
significado un interesante énfasis en las variables no económicas de la vida social,
"Economía y Desarrollo Sustentable, el Compromiso Social Empresarial y Tercer Sector en México, 1990-2015"
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aunque bajo una conceptualización “traducible” para los economistas. El principal
impacto de este concepto ha sido su rápida aceptación en círculos políticos y de la
cooperación internacional, pues proporciona un instrumento fácilmente aplicable
para la reorientación de políticas. Sin embargo, la consideración del capital social
como un subproducto de la sociedad civil, e incluso como su sinónimo, no aparece
avalada por la investigación.
El estudio de la sociedad civil “desde abajo”, en contextos particulares es hoy una
necesidad, frente al desarrollo de estudios comparativos y diseños metodológicos
de pretensión amplia. Es necesario desarrollar más los instrumentos de
recolección de información de modo de trazar un perfil realista de las
características de la sociedad civil encada uno de esos contextos.
El concepto de sociedad civil es multidimensional y su delimitación supone
criterios normativos aceptados, por alguna comunidad de alguna naturaleza. De tal
modo que la orientación de los estudios descriptivos debe tomar en cuenta esa
realidad y desarrollar indicadores complejos, que no necesariamente tendrán
comportamientos sincrónicos entre sí. Al mismo tiempo, estos indicadores no
deben referirse sólo al campo de “las organizaciones de la sociedad civil”, sino
también a las dimensiones del contexto que determinan las características y
significación de éstas.
La investigación latinoamericana sobre el tercer sector ha hecho importantes
avances en el último tiempo, tanto en el terreno teórico como empírico. Sin
embargo, ambos esfuerzos aparecen separados uno de otro, pues los estudios
empíricos están asumiendo de modo poco elaborado conceptos provenientes
principalmente del mundo anglosajón, sin someterlos a un escrutinio adecuado a
la evolución histórica de nuestra región. Tanto la crisis del estado populista
latinoamericano y su relación con los grupos sociales, como la imposición de
modelos económicos neoliberales (mercados abiertos, concentrados, economías
desreguladas) están contextualizando la emergencia de la sociedad civil y
produciendo profundos cambios en la región. La posibilidad de que esta categoría
constituya un factor relevante de la vida social latinoamericana depende en gran
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medida de su autonomía relativa frente a las determinaciones que imponen estos
dos procesos globales. El estudio de la sociedad civil no puede ni debe eludirlos.
La articulación del mercado, el estado y la sociedad civil se convierte en un
elemento fundamental del nuevo contrato social, y es el Tercer Sector quien tiene
la capacidad de imprimir fuerza a proyectos de largo plazo como el que se
requiere para redefinir el contrato social y dar un nuevo cauce al desarrollo.
La lección que puede obtenerse de la presente investigación es que, a escala
mundial son las políticas, y nos actos caritativos, lo que determinarán, en última
instancia, si las nuevas organizaciones se han de transformar en instrumento de
desarrollo humano en todo el mundo.
Parece necesario superar la tendencia a pensar en forma agregatoria buscando
completar lo existente, sin modificarlo, mediante la adición de un nuevo
componente; e intentar reflexionar en forma sistémica. Esto implica empezar a
pensar que los referidos objetivos, especialmente aquellos que significan
modificaciones d la situación existente y no sólo aumento de la eficiencia del
Estado en sus políticas sociales, sólo podrían alcanzarse si se produce no sólo
una reforma del Estado para hacerlo más eficiente, sino una real democratización
del mismo, del sistema político y de los partidos. Se requiere, asimismo, un
cambio en las relaciones entre el Estado, la sociedad y el sector empresarial, por
el cual éste se comprometa y asuma su responsablidad para consolidar una
democracia participativa con ciudadanía ampliada. Ciertamente, que esto es muy
difícil en las actuales condiciones políticas y sociales, e implicaría un cambio
substantivo de nuestra actual cultura política y del actual modelo de desarrollo,
como se ha señalado (Vergara 1989).
Aquí hemos planteado varios argumentos complementarios. Primero, es necesario
para las organizaciones del tercer sector y para la sociedad en su conjunto
comprender las contribuciones de éstas al propósito público. Sin esta comprensión
amplia y crítica sería difícil avanzar en la construcción de propuestas que
respondan a los múltiples problemas que enfrenta el país, ahora y en el futuro.
Segundo, las distintas organizaciones del tercer sector, y particularmente las
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fundaciones empresariales, requieren una reflexión y un debate sostenido sobre
su propia práctica, sus capacidades y debilidades. Para ello, es una prioridad
consolidar un campo de investigación sobre el tercer sector en nuestro país. Si
bien se han generado algunos documentos sobre este tema, suelen ser poco
críticos y se dedican a destacar las acciones meritorias de las organizaciones sin
fines de lucro. Hay que demostraren qué sentido han sido y siguen siendo un
componente integral de una sociedad de mercado, democrática, equitativa y
plural. A su vez, hay que entender mejor nuestros resultados, los costos de
nuestras intervenciones y los impactos que éstas generan.
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