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El preventor y lo “no dicho”:
…todo lo que se ha pensado será pensado de nuevo por un
pensamiento que no ha salido a la luz.
Michael Foucault
(Publicado en la Revista de la Fundación José Félix Ribas “Drogas, Adictos y Adicciones”, Año 1, n° 2, p.65, Diciembre 2008, Caracas, Venezuela) Resumen
Etimológicamente hablando, un ‘adicto’ es aquel que no puede
comunicarse o ha perdido el habla. Un ‘a-dicto’ no puede comunicarse con los
demás y consecuentemente queda al margen de la sociedad. En cierto sentido,
este es el caso del preventor de drogas.
Las campañas antidrogas parecen no ejercer ninguna influencia sobre la
juventud, principalmente a causa de su incapacidad para comunicarse
efectivamente con la sociedad. Lamentablemente, muchos preventores culpan
a la sociedad por sus fracasos en vez de buscar en su propia práctica las
causas de tales fracasos. En otras palabras, falta en la prevención de drogas
una actitud autocrítica, indispensable si queremos cambiar la situación actual.
En este ensayo voy a argumentar que, como consecuencia de su imposibilidad
para comunicarse efectivamente con la juventud y la sociedad y su falta de
autocrítica, el preventor de drogas puede ser considerado como un tipo de ‘a-
dicto’, un ser sin voz.
Si una parte central de nuestro trabajo es comunicarnos efectivamente
con la sociedad- como todos coincidimos- es indispensable que el preventor de
drogas esté al tanto de las formas y modos en los que la sociedad se
comunica; especialmente, con las formas en las que se comunica la juventud.
Mientras que nosotros, preventores-adultos, el mundo digital y virtual es tierra
de nadie en la que no nos sentimos cómodos, para la juventud, ese mundo es
parte indisociable de su realidad cotidiana. Es nuestro deber revertir esta
situación. Es preventor debe re-alfabetizarse en los nuevos medios y
estrategias comunicativas. Una causa importante de la angustia y sufrimiento
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actual es el resultado de nuestros esfuerzos por enfrentar los problemas
actuales con medios y conceptos de ayer. Debemos enfrentar una guerra del
Siglo XXI con armas del Siglo XXI. De ninguna manera la guerra contra las
drogas está perdida, pero indudablemente debemos buscar nuevos medios
para pelearla.
Palabras claves: preventor, ‘a-dictum’, autocrítica, re-alfabetizar, nuevas
tecnologías comunicativas.
Abstract
Etymologically speaking, an ‘a-dicto’ is someone who is unable to
communicate or has lost the ability to speak. An ‘a-dicto’ can no longer
communicate itself with others and therefore remains at the margins of society.
In a way, this is the case with the drug preventer.
Anti-drug campaigns seem to exert no influence whatsoever over our
youth, maily due to its inability to communicate effectively with society.
Regrettably, many of the drug-preventers blame society for his failures instead
of searching in its practise the causes of its failures. In other words, what is
wanting in drug-preventers is an attitude of self-criticism, indispensable if we
want to change the actual situation. I will argue that, as a consequence of the
impossibility to communicate effectively with the youth and society and the lack
of self-criticism, the drug-preventer can be treated as a kind of ‘adictum’,
someone without a voice.
If a central part of our job is to effectively communicate with society- as
we all seem to agree- it is indispensable that the drug preventer should be
acquainted with the ways and modes in which the society communicates;
especially with the ways in which the youth communicates. Whereas for us,
adult-drug-preventers, the digital and virtual world is a no-man’s land where we
do not feel at ease, for our youth, that is their everyday life. It is our duty to
reverse this situation. The drug preventor should be re-literated in the new
communicational medias and strategies. An important cause of today´s anguish
and suffering is the result of our effort to tackle present problems with the
means and concepts of yesterday. We need to face a XXI st Century war with
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XXI st century weapons. By no means the war against illegal drugs is lost, but
we certainly need to find new ways to fight it.
Key Words: drug-preventer, a-dictum, self-criticism, re-literate, new
communicational technologies.
Introducción
El complejo y polifacético problema del uso indebido de drogas tiene una
cara pocas veces reconocida y contemplada en su real magnitud. Esta cara, sin
embargo, se encuentra presente en la misma etimología de la palabra.
Etimológicamente hablando, el adicto es aquella persona que por su
imposibilidad de comunicarse, o por carecer de voz propia, recurre a una
sustancia como medio de expresión.
Esta dificultad que experimenta el adicto para expresarse, afecta
también a quienes tienen a su cargo la prevención de adicciones, “el
preventor”. Sin embargo, son muy escasas las ocasiones en que se tiene en
cuenta esta dificultad y se la trata con la importancia que requiere este
problema. En este trabajo vamos a tratar justamente esta incapacidad del
preventor para comunicarse efectivamente con la sociedad.
El preventor a-dictum.
Este impedimento en la comunicación del preventor, lo que podríamos
llamar el “raquitismo en sus aptitudes comunicativas”, lo convierten en cierta
medida en un a-dicto, en el sentido de que no ha desarrollado las aptitudes
comunicacionales necesarias para la sociedad en que vive y para la tarea que
realiza. En cierta medida, tal como el adicto escapa a sus problemas y se
expresa a través de “ese algo”, el preventor tampoco enfrenta sus problemas y
adopta como estrategia comunicativa la censura del mundo que lo rodea. Tanto
el adicto como el preventor ubican la fuente de sus problemas en el afuera y de
esa manera se justifican y exoneran. El preventor encubre así sus carencias
comunicativas en la crítica absoluta y destructiva, con el serio riesgo de
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convertirse en esclavo de su propio Señor (1). El preventor acusa a los
jóvenes, a la familia, a los políticos, a los empresarios, etc., convirtiéndose en
el gran fiscal de la sociedad; sólo él se salva de su mirada condenatoria. La
imagen que el preventor construye de sí mismo y de su profesión es la de un
ser carente de defectos, exento de crítica alguna, ser proveniente del reino de
los ángeles.
No percibe que en la medida que no haga la permanente y profunda
autocrítica fortalecerá el discurso de “lo no dicho” del adicto y de la sociedad.
No podemos, ni debemos, olvidarnos de que la problemática de las adicciones
tiene una profunda raíz comunicacional del individuo consigo mismo, y con la
sociedad. La sociedad, los políticos, la familia, los jóvenes, y todos quienes
intervienen en esta problemática tienen limitaciones, defectos y son
perfectibles. El preventor también los tiene y debe encontrarlos y tener la firme
vocación de perfeccionar su acción. El problema radica en que el preventor no
se percibe como un ser perfectible objeto él de un diagnóstico.
La comunicación en la cultura de hoy
En la cultura de hoy lo cambiante es la norma y lo estático está condenado a desaparecer: el quietismo que resulta de no buscar alternativas
y no asumir los propios errores le da a la prevención el lugar de “tortuga”,
siempre detrás de una realidad “liebre”. Este divorcio entre el “tiempo
preventivo” y “el tiempo de la realidad”, significa nada más y nada menos que
“tiempo de profundo dolor” de nuestros queridos jóvenes.
Uno de los errores que más afecta a la prevención es el no haber
comprendido la magnitud de los cambios que se han producido en la ámbito de
la cultura. La transformación más profunda, es sin dudas la que bien ha
señalado Sartori; en la actualidad hemos pasado del “homo sapiens” al “homo
videns” (2). Cristina Petit, en sintonía con este concepto, sostiene que “lo virtual
y lo digital… se ha transformado en un modo de vínculo con los otros y con el
mundo” (3) y agrega que “la civilización actual se caracteriza por el auge de las
pantallas” (4)
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Federico Kukso afirma que toda tecnología que se naturaliza, modifica
nuestros hábitos y la vida cotidiana (5). El preventor debe asumir todas estas
transformaciones ya que constituyen el fondo sobre el que debe actuar.
La comunicación imaginativa
Preventores, padres, y docentes han aprendido a comprender y dar
sentido al mundo a través de la visión lineal propia de la lecto-escritura. Al
contrario, hoy los jóvenes se apropian del mundo mediante la polisemia de la
imagen digital.
Frente a las nuevas formas de comunicación y los medios masivos los
preventores suelen asumir la misma actitud de Platón frente al libro: “La
memoria es un gran don que se debe mantener viva entrenándola
constantemente. Con tu invento [el libro] la gente no se verá obligada a
entrenar la memoria, recordarán cosas, no debido a un esfuerzo interno, sino
meramente en virtud de un dispositivo externo”. El esquema de la crítica
platónica ha sustentado la postura de los preventores frente a las NTC.
(Nuevas Tecnologías de la Comunicación). Un claro ejemplo de esta actitud es
la televisión: desde hace 50 años la televisión constituye el paradigma
comunicacional dominante de la sociedad, la familia, y los jóvenes. Sin
embargo, todavía la prevención no a aprendido a utilizarla.
Para el joven de hoy la realidad virtual es parte indisociable de su
cotidianeidad. Sus principales fuentes de acceso al mundo y de socialización
son Internet, la Televisión y los Videojuegos, todos medios regidos por la
lógica de lo virtual y audiovisual, en oposición a la lectura. Esta realidad se ve
reflejada en la gramática del joven, que es más parecida a la del video clip que
a la del texto. Con el mero rechazo, el preventor no ha tenido presente que el
lamento no ayuda precisamente a esclarecer y menos a apropiarse de la
realidad comunicativa de la juventud, indispensable si se quiere llegar a influir
en los mismos.
La comunicación de la juventud se caracteriza por un predominio del contenido emocional, de placeres y entretenimiento, por sobre el contenido
racional. La imagen no le “paga peaje” a la razón, por lo que su capacidad de
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influir en los estados del joven es más rápida y directa. Las nuevas normas y
estándares de comunicación, y de vida, están dictados por la lógica de la
comunicación publicitaria, la cual es una comunicación fundada en las
posibilidades comunicativas que ofrecen la imagen y la música. En otras
palabras, la comunicación que la publicidad le ofrece al joven está organizada a
través de los conceptos de creatividad, imágenes, sonidos, y emotividad. Las
campañas preventivas son, por el contrario, el reverso exacto de esta realidad.
Los jóvenes de hoy viven lo que Sonia Livingstone (6) llama “bedroom culture” o “cultura de la habitación” por las largas horas que pasan
encerrados en sus habitaciones, conectados en Internet comunicacándose
entre sí a través de programas de ‘chat’- como el, Messenger- o mediante el
uso de mensajes de texto del celular. Frente a la civilización de la imagen el
preventor debe adquirir una “alfabetización visual” (7) o sea la capacidad
pensar y expresarse en imágenes y dejar de lado el rechazo platónico. Los
nuevos medios de comunicación son reflejo y agentes de esta realidad
dinámica y cambiante. En la medida en que el preventor sea un analfabeto
funcional le será imposible comunicarse efectivamente con los jóvenes
El pedagogo de la comunicación: la nueva palabra.
Dejar la postura “a-dictum” implica cambiar la actitud frente a las NTC.
La televisión y el resto de las NTC no han sido creadas por seres extraños con
el objeto de dañar intencionalmente a la sociedad, la familia y los jóvenes.
Son medios que han sido creados por los hombres para satisfacer las
necesidades de comunicación de la humanidad y para ampliar sus
posibilidades., Incluso McLuhan las considera como extensiones del hombre
que le permiten prolongar alguna facultad física o psíquica (8) Ni apocalípticos
ni integrados afirmó Umberto Eco: críticos. Hay que estudiarlos, “alfabetizarse”
y apropiarse de ellos, para poder relacionarnos efectivamente con quienes son
el por-venir: la juventud.
Tal como sostiene Barbero (9), el libro seguirá siendo la clave para la primera
alfabetización pero debe servir para la segunda alfabetización la que de lugar a
las múltiples escrituras visuales e informáticas. No podemos dejar que sean los
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promotores y publicistas del consumo de objetos- y especialmente drogas
legales- los que eduquen al joven la nueva palabra audiovisual. La palabra del
consumo significa un ejercicio de esclavitud; es resignar uno de los bienes más
preciados que tiene el hombre: la libertad.
Hacer prevención hoy es contribuir a que el joven construya la nueva palabra necesaria para el mundo actual. Hacer prevención es apropiarse de la nueva palabra audiovisual y difundir un por-venir caracterizado no por el
consumo sin sentido, sino orientado hacia la vida y la promoción de la salud.
Para ello es necesario que el preventor deje de ser un a-dictum audio
visual y se convierta en un pedagogo de la comunicación, de la imagen, de la
interactividad. Queda como serio interrogante hasta qué punto un preventor no
alfabetizado adecuadamente deja de promover los factores protectores en el
joven y promociona los factores de riesgo. ¿la prevención iatrogénica?
El preventor perdido
La inadecuada alfabetización no solo le dificulta su comunicación con
los jóvenes; además conduce a muchos al gran error de afirmar que la “batalla
contra las drogas está perdida”, sin percibir que la realidad es muy distinta ya
que es él- el preventor- quien está perdido, extraviado en una realidad que no
comprende y en la cual no encuentra su lugar.
M. McLuhan sostiene que “nuestra era de la angustia es en gran medida el resultado del esfuerzo por resolver los problemas de hoy con los medios y los conceptos de ayer” (10) (el subrayado y negrita es mío)
Bajo ningún punto de vista la “batalla contra las drogas esta perdida”, ya
que la misma representa la pelea del hombre contra el dolor y de esta
contienda la humanidad ha salido siempre victoriosa. El mejor ejemplo es que
no hay sociedad que no condene el abuso y adicción de sustancias como
remedio para combatir el dolor. Sí hay que tener en cuenta que el reloj de la
humanidad es muy distinto al reloj del hombre occidental tan afecto al
pensamiento “express”, reducido, limitado.
El problema es que queremos enfrentarla a esta batalla con
herramientas desactualizadas, como la lecto-escritura, que si bien en su
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momento le dieron al hombre resultados espectaculares, hoy su poder de
influencia es más limitado. No se ha reconocido la revolución perceptual
producida con el advenimiento de la televisión y que se profundiza con
Internet, “la nueva imprenta”. Queda por preguntarse sobre la utilización de
este nuevo medio en las políticas preventivas actuales o si sucederá lo mismo
que acontecido con la televisión.
Conclusiones: Un nuevo camino posible:
El preventor debe cambiar de actitud y dejar de buscar las causas de
su fracaso en la sociedad. Es tiempo que el preventor asuma su cuota de
responsabilidad en el poco éxito de las campañas preventivas.
Como primera medida, es indispensable que el preventor se re-alfabetice: debe aprender a leer y escribir, y sobre todo a pensar, a través de
los nuevos códigos de la comunicación virtual-audiovisual. Frente a la nueva
realidad, la actitud correcta debe ser la de “sumergirse en ella”, asumirla como propia.
El preventor debe ser no sólo un vanguardista del conocimiento,
también un indisciplinado del saber vigente, tal como lo sostiene Foucault,
“ya que pensar será siempre un acto de indisciplina” (11). Sólo así se podrá
hacer una prevención auténtica, en el sentido de ‘llegar antes’, abandonando la
postura de tortuga pronosticadora de catástrofes
El preventor será un promotor de comunicación, que contribuirá a que
el joven construya “la nueva palabra pre-ventiva, la palabra del por-venir” Así
como la imprenta determinó una forma de pensar la realidad y apropiarse de
ella, la era audiovisual genera otra forma por lo que se hace imprescindible la
construcción de un nuevo paradigma preventivo.
La prevención deberá ser más emotiva que racional y tendrá como
desafío provocar, emocionar y finalmente convencer al querido joven.
Bibliografía
9
(1) Viale, Luis:, 1996 Lo no dicho, Acto Social, Córdoba. Argentina., p.41-43
(2) Sartori, Giovanni, 1998,“El homo vindens”,Ed.Taurus,p.11
(3) Cristina Petit: La generación tecnocultural, Encuentro Grupo Editor,
Córdoba, Argentina p.27.
(4) op. cit. p. 66
(5) Federico Kukso: “Surge la primera generación de nativos digitales” en: Diario Critica, 23-06-08, Ed. Digital.
(6) Sonia Livingstone, citada por Kukso,Diario Crítica, 23-06-08, Ed. Digital.
(7) Alfonso Gutierrez: La alfabetización digital, Editorial Gedisa, p.63.
(8) Prats, Joan Ferres: Ed. Akal, p.13.
(9) J. Martín–Barbero Germán Rey: Ed. Gedisa, p.46.
(10) citado por Joan Ferrés Prats: Ed.Akal, p.25
(11) Foucault, M.: Pensar el Presente, Ed.Biblos, p.34.
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