Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
POLTICA, GOBIERNO Y SOCIEDAD:
Coordinadores:
Jos Eduardo Borunda Escobedo
Abraham Paniagua Vzquez
Ignacio Camargo Gonzlez
Gobierno. Poltica y Sociedad
Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
Poltica, Gobierno y Sociedad:
Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
Coordinadores:
Jos Eduardo Borunda Escobedo,
Abraham Paniagua Vzquez
Ignacio Camargo Gonzales.
ISBN 978-607-8223-33-6
Editado y producido en Ciudad Jurez, Chih., Mxico.
c 2013. Universidad Autnoma de Chihuahua
Portada: Elena Pin Urbina
Gobierno. Poltica y Sociedad
UNIVERSIDAD AUTNOMA DE CHIHUAHUA
DIRECTORIO COMIT ACADEMICO
Jos Eduardo Borunda Escobedo
Abraham Paniagua Vzquez
Ignacio Camargo Gonzlez
Jos Ismael Cepeda Cepeda
Rubn Borunda Escobedo
Jos Netzahualcyotl Gonzlez Gonzlez
Jess Carlos Martnez Ruiz
Jos Luis Baca Rodarte
Sara Amelia Ramos Alarcn
Martha Estela Prez Garca
Yadira Soledad Cortez Castillo
Miguel ngel Caldern Rodrguez
Vctor Hugo Medrano Nevarez
Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
DIRECTORIO UNIVERSIDAD AUTNOMA DE CHIHUAHUA
M.C. Jess Enrique Saez Senz Rector
Dr. Sal Arnulfo Martnez Campos Secretario general
M.A.R.H. Horacio Jurado Medina Director Administrativo
Dr. Alejandro Chvez Guerrero Director Acadmico
M.C. Javier Martnez Nevrez
Director de Investigacin y Posgrado
Dr. Rosendo Mario Maldonado Estrada
Director de Planeacin y Desarrollo Institucional
Lic. Sergio Reaza Escrcega
Director de Extensin y Difusin Cultural
Gobierno. Poltica y Sociedad
DIRECTORIO FACULTAD DE CIENCIAS POLTICAS Y SOCIALES
M.A. Eloy Daz Unzueta Director
M.A. Marco Antonio Rodrguez Bordallo Secretario de Planeacin
M.A. J. Alberto Lugo Vlez Secretario de Extensin y Difusin
M.A. Luis Francisco Martnez Ruiz Secretario de Investigacin y Posgrado
Lic. Jess Garca Galaviz Secretario Administrativo
M.A. Hctor Javier Lpez Miranda
Secretario Acadmico
Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
Tabla de Contenido
Captulo Introductorio
Captulo I
Democracia, violencia y participacin ciudadana
La Coniguracin de la esfera pblica. Discusin conceptual y acercamiento metodolgico. Notas para el anlisis en Quertaro, Mxico.Secciones de Atencin Especial por Inseguridad. El Distrito 01 de Santa Catarina, Nuevo Len.Incidencia delictiva, inseguridad y acceso a la justicia de jvenes en Nogales.Los votantes Chihuahuenses en el proceso electoral federal del 2012:
Una aproximacin interpretativa a las razones del compor-
tamiento electoral
Construyendo polticas pblicas municipales en la Regin Paso del NorteLa espectacularizacin meditica de las campaas electo-rales y la participacin ciudadana: una aproximacin a la
contruccin subjetiva de la credibilidad en las audiencias de Ciudad JurezConclusiones del captulo
Captulo II
Comunicacin, Gobierno y seguridad nacional
1023
23
23
55
79
113
113
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170
209
215
215
VACIN. Ibave, JL
Gobierno. Poltica y Sociedad
El Ejrcito Mexicano: su rol a travs de los sexenios Comunicacin poltica estratgica, complejidad y de-sarrollo de la sociedad del conocimiento
Los medios de comunicacin ante la violencia extrema
Estudio comparado de la inversin de los valores noti-
cia como forma alternativa de produccin informativa en Proceso, Contralnea y CIMAC
Conclusiones del captulo
Captulo III
Empresa y desarrollo sutentable
Enlace entre un programa de reestructuracin y la administracin estratgicaDeinicin de Competencias en Tecnologas y Manejo de Informacin (TMI) para estudiantes de la FCPyS de la UACH: Anlisis de la competencia tica y legal y su relacin con la cultura de la legalidadUna RSC integrada en la identidad corporativaEl reto de la Poltica Educativa en Mxico-LA INNO-
Conclusiones del captulo
Captulo IV
Mercadotecnia y procesos electorales
El activismo electoral y su relacin con las Opor-
tunidades Polticas. El caso del Movimiento Social #YoSoy132
277
306321321
321
334
352
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394
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397
397
215
245
Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
El voto electrnico y su implicacin jurdicaEvaluando propuestas de polticas pblicas por parte del Europarlamento utilizando un Algoritmo Hbrido basado en estrategias y estratagemasCaptulo V
Poltica y mujerAnlisis del mercado de trabajo de la maquiladora en Jurez: condiciones de vida de las obrerasLa vulnerabilidad de las mujeres trabajadoras de la indus-tria maquiladora ante la opresin de su sistema econmico neoliberalMujeres polticas del Estado de Chihuahua, Mxico y Departamento del Quindio, Colombia: prcticas de sobre-vivencia femenina en el sistema polticoEquidad de gnero en la participacin poltica de gobier-nos locales?; el caso de las mujeres en el estado de Chihua-hua
La perspectiva de Gnero en la Ley Electoral del Estado de
Chihuahua: un acercamiento desde el Modelo de Equidad de Gnero del INMujeresConclusiones del captulo
446
468
487
487
487
521
535
570
595
612
Gobierno. Poltica y Sociedad
Captulo introductorio
Eduardo Borunda
Ha muerto la Ciencia Poltica?
La gran pregunta que nos hacemos es motivo del encuentro acadmico
que celebramos y en el cual gira la oportunidad de tomar o desechar
la hiptesis de la muerte de la ciencia poltica. As la pregunta de
investigacin que nos hacemos trata de responder a la interrogante
Ha muerto la ciencia poltica?, como una relexin y una oportunidad de aclarar su muerte anunciada pero no aceptada por un gran crculo de
politlogos y estudiosos del tema como el caso del maestro universitario
y premio Universidad Nacional Autnoma de Mxico Jos Luis Orozco
Alcntara.
La obra de Jos Luis Orozco ha sido basada en el reconocimiento
de la ciencia poltica de los Estados Unidos. El discurso poltico que
interroga, como eje central, destacndose en el anlisis de la supremaca
hegemnica que no solo se queda en lo terico si no en el anlisis de la
prctica, del ejercicio del poder. Los casos observables entonces llevan
a la accin en los juicios a priori y los consentimientos con los que obra el
propio pueblo norteamericano cuya identidad se marca en la otredad,
en el nosotros y en los otros: la supremaca poltica internacional
como eje rector de la cultura poltica estadounidense.
Al respecto cierto autor sealaba la relacin entre identidad y cultura
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
que se desarrollan en un mundo global: Es en el espacio global que
los valores, las culturas, se encuentran, puede convivir y relacionarse.
La ciudadana supone igualdad. No homogeneidad. Los derechos
culturales de los ciudadanos tienen que garantizar toda la preservacin
y el desarrollo de las identidades originarias (lenguas, historias,
costumbres) como las relaciones entre ellas; las fusiones ni son
imprescindibles ni son negativas, son a la vez inevitables y parciales
(Borja, 2020:10). Bajo la premisa anterior, la cultura estadounidense
entonces no acepta a los otros, no los reconoce y si mucho lo que
producen es una mirada hacia abajo, mirando desde una ptica superior
a los otros ingeriores.
Existe una pregunta de investigacin que debe orientar el pensamiento
cientico: debe ser objetivo o subjetivo; escribir la realidad de lo observable o interpretar los hechos. Escribir y pensar por el pueblo o
pensar para formular una explicacin de la realidad. En otras palabras el
cientico social no puede estar fuera de la realidad ni dejar llevarse por sus posiciones ideolgicas ni por sus emociones. Las identidades se forjan
en lo que somos y no somos, por ello no puede el pensamiento a priori
ser receptculo de una ciencia que no es ciencia. En el pensamiento
norteamericano, en sus inicios, as naci su ciencia poltica.
La pequea ciencia sugiere que los cienticos sociales de la ciencia poltica estadounidense estn o estuvieron en crisis desde su nacimiento.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
Ello no quiere decir como sugiere Cansino (2010) en su ensayo el anuncio
de la ciencia poltica como tal. Puede, sin concederle la razn que est
en crisis pero no en muerte crnica o a punto de fallecer.
La ciencia poltica tuvo un origen peculiar, fue un regalo de Nicols
Maquiavelo a Lorenzo de Medicis, pero esencialmente era para formar
a un prncipe en los conocimientos de las acciones de los hombres es
decir de los menesteres del gobierno Qu se le puede regalar al hijo
de un rey que tiene todo lo material? Pues el arte de obtener el poder
poltico y de gobernar a su pueblo. Y as naci la ciencia poltica, con
un mtodo cualitativo - descriptivo del anlisis del buen gobierno, es
ms, pudiera decirse que fue una historia de vida o una etnografa como
metodologa cualitativa.
Recientemente se pronostic la muerte de la ciencia poltica,
cuando escuche tal aseveracin me sent frustrado, haba
estudiado una carrera que no se ejercera, haba dedicado parte
de mi vida a estudiar ese tema y de repente como una explosin
tipo Big Bang, todo se perdera de la noche a la maana.
La propuesta de cansino era solo especulativa podemos entonces
decir que la ciencia poltica no ha muerto. Tan no ha muerto que el
presente volumen da cuenta de los aspectos ms relevantes en donde
en cinco captulos se abordan los temas de mayor importancia y
producto del seminario Poltica, gobierno y sociedad organizado por
la Universidad Autnoma de Chihuahua.
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
Para el cientico social y estudiante de la ciencia poltica, retomar el anlisis del mtodo, nos podra llevar a ser acusados de positivistas,
como si ello fuera en si una maldicin, sin embargo, el cmo llevar
el anlisis nos lleva a ejercer una prctica importante de la realidad y
explicarla de acuerdo a las experiencias sensibles y postulados tericos.
Jos Luis Orozco, entonces nos permite con su obra conocer el cmo se
hace la ciencia poltica bajo un contexto ideologizado por la supremaca
y hegemona poltica norteamericana.
Louis Althusser haba sealado tanto a la iglesia como a la escuela
(incluyo aqu las universidades) como aparatos ideolgicos del Estado
o los AIE como lo sealan algunos de sus seguidores. Sin compartir la
misma idea del Althuser, coincido en el sentido de que si forman parte
de los aparatos ideolgicos pero no al servicio del Estado como el
propone, sino que las universidades en lo especiico forman y deinen una conciencia del Estado Nacin, su autonoma releja una ciudadana poltica, con derechos y garantas de pensamiento libre no totalizador
o dominante. Los AIE representan tambin una ruptura epistemolgica
con el marxismo clsico pero tienen un seguimiento dentro de la
corriente socialista, es decir, no hay un rompimiento total, sino una
regeneracin en el pensamiento propio. Por ello la ciencia poltica no
puede, al fallar o evolucionar en los procesos cognoscitivos, decir que
no existe, sino al contario se airma que vive.Por qu reiero lo anterior? Porque la obra abarca estos indicadores, A
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Gobierno. Poltica y Sociedad
quin debe servir el estudio de la ciencia poltica? Cuando se estudian
y comparan las escuelas puede decirse a quien sirven y all razonar una
propuesta cientica o no de los hallazgos, postulados, leyes y teoras que explican hacia dnde va el conocimiento generado. Althusser no se
puede explicar sin Marx porque la obra del primero evoluciona la del
segundo en el plano de lo terico.
La pequea ciencia.
La obra entonces de Jos Luis Orozco busca precisamente eso, hacer
un anlisis de la escuela norteamericana, con la cual los jvenes
universitarios y por supuesto, tambin los profesores podamos tomar
nota para mejorar la actividad profesional y la investigacin que
hacemos. Orozco hace un examen crtico y ello nos permite ser mejores
para que la ciencia poltica no muera pero y adems lorezca con sus aportes generando una opcin mexicana de las visiones que tenemos.
El estructuralismo capitalista inanciero y militar predomina en la ciencia poltica norteamericana es una conclusin a la que llega
Orozco y esto conlleva a establecer que el pensamiento poltico en
teora y prctica conlleva precisamente a una supra culturalizacin de la
democracia, del estado, del derecho, de la libertad, de la paz y de hecho
de los aparatos ideolgicos del estado.
Se aprecia desde la introduccin la comparacin del estudio entre la
escuela italiana (Tierra de Maquiavelo) y la escuela norteamericana,
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
la obra de La pequea ciencia se describe en dos actos, el antes y el
despus: la primera parte llamada construyendo, la segunda llamada
sistematizada. Enriquece la obra de Jos Luis Orozco el epilogo, escrito
en el ao 2011 aunque el resto del trabajo documentado data de 1975. El
prlogo de Hctor Zamatiz permite conocer en pocas palabras la aventura
de adentrarse en el anlisis de la escuela americana estadounidense.
La obra adems de ser generosa por su voluminosidad, permite que
descubramos el hito de la historia de la ciencia poltica. Puede leerse de
manera continua o bien de atrs hacia delante. Ver del captulo sobre
Hegel, or al escrutinio del captulo destinado a la primera ciencia poltica,
pasar de la consolidacin acadmica o iniciar simplemente, como
debemos, por el comienzo con el captulo de los espacios histricos.
El establecimiento acadmico es diseccionado con la inalidad de evidenciar las tendencias el destino maniiesto que es representado como el dedo de Dios. Se observa un paso detallado de cada una de
las corrientes ilosicas, sociolgicas. Hace hablar a los autores unos con otros. Detecta sus errores y los seala para dar una verdadera ctedra
universitaria que permanece en el tiempo y en el espacio sin importar
auditorio, la obra permanece como una iel radiografa destacando los puntos controversiales como la libertad civil, el proceso electoral a la
opinin pblica y/o el tema de los partidos polticos con referencia a
Lieber.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
Otra importante anotacin de la obra es el contexto en el que fue
elaborada como muchos otros clsicos de la literatura poltica, le toc
vivir sus primeros escritos en la maquina con teclado, las ediciones
eran armadas con tijeras y pegadas para dar forma a la idea central.
La edicin se haca primero en las histricas ichas de contenido, no haba otra forma de hacer el copy and paste de hoy en da. El mundo
viva en la guerra fra: Occidente contra Oriente, capitalismo contra
comunismo, no haba medias tintas y el estado ideolgico importaba.
Haba que deinirse y punto.Mxico, por cierto, reescriba su propia historia, con un partido
hegemnico y dominante de todas a todas la nueva ley electoral
de aquel ao conocida como LOPPE (1977) era aprobada ese ao y
representaba un gran avance en la transicin democrtica. Pero lo ms
importante la obra era esbozada y redirigida desde el mismo corazn
del pas vecino, en la ciudad de El Paso Texas y la Universidad de Texas en
el Paso (UTEP). La obra requiere entonces un reconocimiento especial
por ser entendida y concebida para un pblico letrado y aristcrata,
pensante, gustoso por las ideas polticas para poderlas comprender.
Hay que ser honesto, la obra es para disfrutarse, pensarse, recrear,
analizar y para tomar apunte mientras se recorre cada una de las partes
que la integran. Adems est fundamentada en una alta elaboracin de
pie de pgina que dan cuenta de la elaboracin minuciosa y cuidada al
detalle mximo.
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
La fortuna de hoy con los avances tecnolgicos y de la era de la
transformacin, permite que obras como estas se preparen en menos
tiempo pero seguros que solo facilitan su integracin, hacer un texto
como la ciencia poltica, en su poca y con las condiciones sealadas
prrafos atrs era y sigue siendo solo obra de titanes.
Como si fuera poco en el epilogo da cuenta, 30 aos despus, que el
medianismo de la ciencia poltica norteamericana descansa en un alto
grado de lo meditico (es decir, lo que en Mxico decimos, son chicos
de televisin y cuyo aporte a la ciencia es mnimo o absolutamente
nulo). Venden ideas como si vendieran imgenes corporativas y as el
in de la historia se revela como una comedia inventada. Lo de chicos de televisin es por presentarse atractivos pero no son capaces de
estructurar un mensaje sin un guin aprobado.
El epilogo sintetiza lo que ha pasado con la pequea ciencia durante
ms de 30 aos de vida acadmica. Es duro en la crtica de Lieber, por
los prejuicios de un cientico de escritorio, que escribe sin trabajo de campo, representa a los que hoy hacen investigacin de gabinete sin
salir de la ratonera o a los catedrticos que solo repiten la leccin en
clase, que la saben de memoria pues es la misma forma durante 10,15,
20 o ms aos han impartido pero en la cual no han aportado ni una
coma ni un signo de interrogacin para generar un pensamiento crtico
en los nuevos alumnos y futuros profesionalitas.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
La crtica entonces a la escuela americana se basa en debilidad
argumentativa de sus inicios, contradictoria, llena de perjuicios,
adjetivos y eptetos que son hoy en da ms un discurso poltico que
un pronunciamiento, tesis, hiptesis o teora poltica. Desde esta
perspectiva, escuchar una generalizacin como la de degenerados
mexicanos solo hacen referencia a un discurso xenofbico parecido a la
etapa de las precampaas republicanas del 2012 en donde precisamente
era inobjetable la superioridad aria.
Burgess no se escapa a la crtica ya que parte de presupuestos elitistas
y por supuesto econmicos para fundamentar su teora democrtica.
En una sociedad industrial e imperialista. No solo es un texto acadmico
de ciencia poltica, sino ayuda a comprender la teora del Estado, la
teora de la democracia, el reconocimiento del ciudadano por encima
del estado que subyace tambin como un derecho poltico que ejerce
la ciudadana e inspira a reconstruir desde sus cimientos el trabajo
pedaggico para ensaar la historia, su formacin y consolidacin
acadmica. Es inspirador para conocer como est hoy en da el
estado del arte de la ciencia poltica ya que estructura un discurso
metodolgicamente si no para probar en nuevas experiencias la historia
de la ciencia poltica.
Para leer La pequea ciencia se requiere tiempo y paciencia, una
buena taza de caf y por supuesto una libreta de apuntes, una pluma
y tiempo para hacer las anotaciones pertinentes por los muy variados
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
puntos que han zurcido un chaleco, claro sin mangas, pero que siempre
son un a paliativo que despierta la pasin del anlisis por la ciencia
poltica.
Poltica, gobierno y Sociedad.
Uno de los aportes al estudio de la ciencia poltica en Mxico son los
seminarios acadmicos y las obras como la presente que dan un
panorama del estudio que se genera en cada una de las universidades
pblicas y privadas del pas. As naci el volumen Poltica, gobierno y
sociedad: avatares de lo poltico en el norte de Mxico. Obra que inspira
la relexin, el anlisis y la discusin de temas selectos. En el captulo I, Democracia, violencia y participacin ciudadana se
discute el tema de los procesos electorales y sus indicadores de
evaluacin, principalmente el de la violencia que ha suscitado dilemas
en entidades como Nuevo Len y Chihuahua. De Quertaro se presenta
una propuesta metodolgica y conceptual de la esfera de lo pblico. La
inseguridad tambin es abordada en un caso de estudio de Nogales,
Sonora.
El captulo II, Comunicacin, gobierno y seguridad nacional tienen un
escenario donde son los actores el objeto de estudio principal. El ejrcito
es analizado en su primera parte a travs de los gobiernos sexenales. La
comunicacin es analizada en dos partes, por un lado como parte de
estrategia poltica y la otra como un efecto de la violencia extrema que
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Gobierno. Poltica y Sociedad
se reconigura entre diversos medios de comunicacin nacionales. Ya en el captulo III, Empresa y desarrollo sustentable se presentan
4 apartados. El primero enfrenta el anlisis de un programa de
reestructuracin y la administracin estratgica. El segundo la
deinicin de competencias en tecnologa de la informacin y su uso en instituciones de educacin superior. La tercera parte analiza la identidad
corporativa de una RSC. Finalmente, la cuarta parte se enfoca a la parte
de la innovacin de la educacin superior en Mxico.
El captulo IV, Mercadotecnia y procesos electorales presenta en una
primera visin y anlisis al movimiento #Yo soy 132 con miras en el
proceso electoral federal del ao 2012. Tambin se aborda el tema del
voto electrnico y sus implicaciones jurdicas en el plano nacional e
internacional.
Finalmente, en el captulo V, Poltica y mujer, abordan el tema de trabajo
de la mujer maquiladora, desde una perspectiva de las condiciones
laborales y en otro desde una visin del modelo econmico neoliberal.
Se hace tambin una presentacin de un estudio comparado a nivel
internacional entre estudios de caso de Mxico y Colombia, donde el
actor principal es la mujer que participa en poltica. Adems se presentan
dos apartados que dan cuenta del anlisis de la participacin de la mujer
en el contexto de la equidad de gnero en el estado de Chihuahua y de
la reforma electoral de ese mismo estado.
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
La obra entonces se compone de cinco captulos y el presente estudio
introductorio. En cada uno de los captulos se presentan las conclusiones
del mismo. Se agradece a cada uno de los coordinadores, asistentes y
lectores, as como a los miembros del comit acadmico que revisaron
los trabajos presentados porque sin su ayuda sera imposible entregar
la obra coordinada. En especial a Roco Anglica Ceniceros Reyes y Aide
Delgado Borunda asistentes de investigacin que jugaron un papel
importante en la compilacin y ordenacin de los materiales de cada uno
de los captulos hasta su revisin inal.A las autoridades de la Universidad Autnoma de Chihuahua y de la
Facultad de Ciencias Polticas y Sociales que creyeron en el proyecto y
que se entrega hoy como un smbolo de ese Luchar para lograr y lograr
para dar que caracteriza a una de las mejores universidades del pas:
Orgullo de ser UACH!
Jos Luis Orozco, simplemente gracias por regresar a tu alma mater, a tu
casa a la Universidad Autnoma de Chihuahua. Gracias muchas gracias
e ininitamente gracias por la semilla que sembraste aqu, en la mejor frontera de Mxico y que hoy vienes a ver la cosecha frondosa que naci
en el desierto chihuahuense. Gracias.
A las autoridades de la Universidad Autnoma de Chihuahua que
creyeron en el proyecto y que se entrega hoy como un smbolo de ese
Luchar para lograr y lograr para dar que caracteriza a una de las mejores
universidades del pas.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
Bibliografa.Borja, Jordi. Ciudadana y globalizacin en reforma y democracia, CLAD, Caracas, No.22, 2002.Cansino, Csar. La muerte de la ciencia poltica, Mxico, Debate, 2010.Maquiavelo, Nicols. El prncipe, Arcis, en www.philosophia.cl, libro electrnico en formato de PDF.Orozco, Jos Luis. La pequea ciencia: una crtica de la ciencia poltica norteamericana, Mxico, 2012, FCE.Altusser, Louis. Ideologa y aparatos ideolgicos del Estado. Freud y Lacan, Nueva Visin, Buenos Aires, 1988 en http://perio.unlp.edu.ar/teorias2/textos/m3/althusser.pdf.
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
Captulo I
Democracia, violencia y participacin ciudadana.
La configuracin de la esfera pblica. Discusin conceptual y acercamiento metodolgico. Notas para el anlisis en Quertaro,
Mxico.Mtro. Gabriel A. Corral Velzquez
Profesor Investigador Facultad de Ciencias Polticas y Sociales
Universidad Autnoma de Quertaro
Gobierno. Poltica y Sociedad
Abstract.
En Mxico, como en el resto de Amrica Latina han sucedido una serie
de cambios histricos vinculados a la democratizacin, principalmente,
que han permitido la (re) coniguracin de los espacios pblicos. A partir de ello, los actores sociales, polticos han replanteado sus interacciones
y su visibilidad. El caso que se utiliza para este anlisis es la ciudad de Quertaro que con sus particularidades ofrece la oportunidad para debatir
en torno a la coniguracin de la esfera pblica. Es en este sentido que se enmarca este documento el cual busca servir de gua para una discusin
conceptual que concluya en una formulacin de tipo metodolgico.Key Words: Esfera Pblica, democratizacin.
Introduccin
En Amrica Latina, a partir de la modernizacin institucional y las
reformas jurdicas que se promovieron, se han creado expectativas ligadas
a los procesos de modernizacin, globalizacin y democratizacin. En Mxico durante la dcada de los ochenta, con la llamada reforma
estructural iniciada por Miguel de la Madrid (1982 1988) se inici
este proceso de modernizacin y democratizacin. El adelgazamiento de las estructuras econmicas y polticas del estado; y la entrada de
Mxico a las economas globalizadas son ejemplos de ello. Durante este sexenio y el posterior, presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988
1994), de igual forma se continu con la reforma estructural del estado
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
y sucedieron una serie de cambios a nivel poltico relacionados con los
procesos electorales. Sin embargo, hubo reas que quedaron pendientes de reforma o que continuaron de manera dispar al avance institucional
del estado. A partir de los aos ochenta, numerosos militantes de los partidos de oposicin y ciudadanos organizados de manera independiente
impulsaron manifestaciones buscando la apertura a la competencia
electoral. Si bien durante el rgimen priista siempre hubo elecciones, se encuentra documentado que nunca hubo un reconocimiento de los
triunfos de partidos de oposicin hasta inales de la dcada de los ochenta y principios de la dcada de los noventa. La reforma que democratiz el estado tuvo lugar a principios de los aos noventa y autores destacan que la primera eleccin competida se llev a cabo en 1994. En los aos posteriores, sexenio de Ernesto Zedillo (1994 2000), se consolid la
reforma electoral y la actual estructura del estado. En los regmenes estatales, con los muy distintos matices regionales hubo procesos
similares. Anclados a la reforma del estado mexicano promovida durante esos
aos, las entidades federativas entraron tambin en los procesos de modernizacin y democratizacin. El caso de Quertaro es un ejemplo de ello. A partir de 1997 con la alternancia electoral de ese ao y las reformas que dieron pie a ella, Quertaro qued inscrito dentro del proceso de
democratizacin nacional. De este ao a la fecha, el estado cuenta con dos alternancias electorales, a nivel de gubernatura estatal, y numerosos
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Gobierno. Poltica y Sociedad
cambios en los gobiernos municipales y en la legislatura. En tal sentido, si se sigue la literatura clsica de la transicin, la cual seala que un estado est democratizado a partir del marco institucional, estaramos
hablando de un proceso de democratizacin sostenido a partir de este. El marco normativo, las lgicas institucionales a nivel gubernamental en
Quertaro sin duda hablan de una entidad federativa que forma parte de
un estado democratizado. Desde el punto de vista poltico, estos procesos de reforma han impuesto
cambios importantes en distintas reas de gobierno. Sin embargo, a pesar de las elecciones y de los cambios a nivel poltico, existen an elementos
que no pueden considerarse como democrticos. Es decir, no ha habido un desarrollo homologado entre los procesos de democratizacin
institucional y la democratizacin de los espacios sociales. De acuerdo con Avritzer (2002) el abordaje sociolgico de la democratizacin, contrario
a las teoras de la transicin, permite analizar la democratizacin no slo
en el momento de transicin. Permite la incorporacin de conceptos como sociedad civil y esfera pblica y precisa que la democratizacin
es un proceso permanente y nunca enteramente acabado que concreta la
soberana popular (Avritzer, 2002). Al hablar de la esfera pblica en los anlisis sobre democracia se ha
abierto la puerta para entender la interaccin de grupos, asociaciones
y movimientos en los procesos de democratizacin; y de esta manera
comprender que hay una relacin argumentativa, discursiva de los
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
distintos grupos sociales con la organizacin poltica. Las prcticas sociales y discursivas de un grupo tienen lugar en la esfera pblica. Seala Thompson (1998) en este sentido, que con el surgimiento de las sociedades modernas, sociedades democrticas, ha tenido lugar una
serie de transformaciones en la produccin y circulacin de las formas
simblicas. Se parte de la idea de que la esfera pblica no es un lugar como tal que en el cual tienen lugar los grandes debates. La esfera pblica es un espacio simblico en el que se visibilizan actores y con ello se socializan
las formas simblicas, las cuales son deinidas como: acciones, objetos y expresiones signiicativas de diversos tipos (Thompson, 1993:203). En la esfera pblica se maniiesta como un amplio campo de fenmenos signiicativos, desde acciones, rituales, discursos que permiten poner de maniiesto la cultura poltica. Esto debido a que la esfera pblica y con ello la produccin y circulacin de formas simblicas se da en relacin
con los contextos y procesos histricamente especicos y estructurados socialmente en los cuales, y por medio de los cuales, se producen,
transmiten y reciben tales formas simblicas. Es por ello que en el anlisis sociolgico de la democratizacin la esfera pblica resulta un elemento
relevante. Para este trabajo, la esfera pblica se deine, a partir de lo que seala Habermas (1981) como un espacio de asociacin libre y accin discursiva; cuyo sentido deriva en la funcin crtica y la capacidad de
generar opinin pblica.En tal sentido y para analizar el proceso de democratizacin en Quertaro
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Gobierno. Poltica y Sociedad
este trabajo realiza un anlisis de la coniguracin de la esfera pblica. La esfera pblica en Quertaro y el desarrollo de la cultura poltica
dominante en los ltimos aos pudiera parecer estrechamente ligada al desarrollo econmicoindustrial. Sin embargo, esta relacin es herencia de los cambios que han tenido lugar en el entorno econmico, sobre todo
a partir de los aos cuarenta con la transformacin de los hacendados a empresarios. (Nieto, 2000: 105). De acuerdo con Morales (1998) existe desde ese tiempo un debate por el control poltico. En los aos anteriores a los impulsos de industrializacin el poder lo ejercan los hacendados;
a partir de los aos cuarenta los grupos polticos locales empezaron a ser presionados por los nuevos grupos polticos constituidos por los grupos
de empresarios. (Morales, 1998: 78) De esta manera, en un perodo de cuatro dcadas aproximadamente, Quertaro pas de ser una entidad
considerada demogricamente rural y con una importante tradicin en actividades agropecuarias, a ser de manera predominante una entidad
demogricamente urbana y econmicamente industrial y comercial. (Daz, 2002) Sin lugar a dudas la industrializacin ha desempeado un papel importante en lo que al proceso de urbanizacin se reiere. Sin embargo, esta muestra de pluralidad econmica, social y poltica
tiene particularidades al momento de analizar cmo se han desarrollado
a lo largo de los aos. Quertaro tiene asideros culturales profundos que muestran que a pesar de los cambios existen continuidades que mantienen arraigo a partir de las prcticas. En tal sentido, y por medio del
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
discurso de los actores, se pretende conocer cmo los sujetos exteriorizan
los valores, las expectativas y los aprendizajes que se hacen patente en
las prcticas.Se parte de la idea de que la esfera pblica es relejo de la cultura poltica. En Quertaro se puede sealar que la esfera pblica permanece cerrada a determinados actores sociales y polticos. Es en este sentido que resulta relevante elaborar un anlisis sociocultural de la cultura
poltica democrtica (ideal) y la real (poderes fcticos). De esta manera dar cuenta del carcter excluyente de la esfera pblica considerando las
diferencias que existen entre los distintos grupos sociales, las diferencias
estructurales que determinan el acceso a la esfera pblica, los medios de
circulacin; as como el dominio de un discurso. De lo que se trata es de mostrar cmo a pesar de establecerse un estado democrtico a nivel
institucional y normativo; en las prcticas continan arraigados valores
propios de una cultura poltica autoritaria. Y, es justo la esfera pblica, el espacio donde se llevan a cabo las relaciones, en cual se concretizan
y se condensan los intercambios comunicativos generados en diferentes
campos de la vida social, donde se pueden analizar estas prcticas a
partir del discurso de los actores. El anlisis de la esfera pblica ofrece de igual forma un rea privilegiada para observar la manera en cmo se
procesan los cambios sociales, las tomas de decisin, las discusiones en
torno a lo pblico, y la reconiguracin del poder poltico y los nuevos actores sociales. Como lo sealan Costa y Avritzer (2002) el anlisis de
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Gobierno. Poltica y Sociedad
los procesos sociales de transformacin veriicados en la democratizacin no puede permanecer coninado a la esfera institucional; debe penetrar al tejido de las relaciones sociales y de la cultura poltica, revelando de esta
manera las modiicaciones ah observadas. (Costa y Avritzer, 2002)El punto central de este anlisis tiene lugar en las tensiones que se
generan, por un lado entre un espacio institucional abierto e igualitario
y un espacio pblico dominado por una sociedad poltica jerrquica y
cerrada.Se parte de la idea de que para entender la coniguracin de la esfera pblica se debe ir ms all de lo institucional y llevarla al entorno de
las relaciones sociales y de la cultura poltica. El discurso ofrece la oportunidad de conocer de voz de los actores las tensiones entre el entorno
institucional democratizado y la esfera pblica con prcticas autoritarias
relejo de la cultura poltica dominante.Acercamiento a una deinicin de Esfera Pblica La esfera pblica es un concepto que se ha desarrollado para entender
los cambios en la deinicin de los asuntos pblicos en las llamadas sociedades modernas1. Con las transformaciones institucionales en que 1Las sociedades modernas son las que, de acuerdo a la teora y los estudios histricos, han transformado las formas tradicionales de vida mediante una poderosa y efectiva movilizacin social que, en algunos pases, comenz a ocurrir en los siglos XVI, XVII y XVIII, en tanto que para otros empez a producirse apenas en las ltimas dcadas. Esto quiere decir que las sociedades modernas, aunque tienen un origen identiicable en el tiempo, no son simultneas y se van formando a lo largo de los ltimos tres siglos. (Miranda, 1978)
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
hubo en Europa durante los siglos posteriores a la edad media y con
ms ahnco hacia inales del S. XVIII con la Revolucin Industrial y la Revolucin Francesa. En un primero momento, los cambios a nivel poltico dieron como resultado la coniguracin de lo que conocemos hoy como EstadosNacin. Con la consolidacin institucional de las estructuras de estos EstadoNacin, siguieron los cambios a nivel
cultural. Thompson (1998) argumenta que estos cambios fueron los ms signiicativos puesto que permitieron una transformacin relevante de las formas simblicas tanto en sus modos de produccin como en sus
formas de circulacin en el mundo social. La formacin de los modernos Estados-nacin, tanto en Europa como en otras regiones del mundo,
estuvo involucrada de manera compleja con la creacin de smbolos y
sentimientos de identidad nacional. (Thompson, 1998: 71) Los cambios fueron sucedindose a nivel institucional y simblico; sobre todo con
el advenimiento de la imprenta y con la naciente burguesa quienes
demandaban la posibilidad de intervenir en la vida pblica y formar
parte de las decisiones de gobierno. Para Thompson (1998) la gran transformacin se llev a cabo con el advenimiento de la imprenta. Con la imprenta y el desarrollo de los medios impresos las sociedades
modernas lograron un desarrollo importante al menos en aspectos que
se consideran relevantes para entender la modernidad y la conformacin
de una esfera pblica ms amplia o al menos ms incluyente. En este sentido, anclados en la propuesta de Thompson (1998) que la esfera pblica y el consiguiente desarrollo de los medios impresos permitieron
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Gobierno. Poltica y Sociedad
la mediatizacin de la cultura y un desarrollo del intercambio de noticias.Es en este momento en el que surge lo que se puede llamar ahora prensa
independiente. Formada en su mayora por pensadores liberales. Con ello se buscaba incidir en los asuntos pblicos. El signiicado de autoridad pblica empez a cambiar; comenz entonces a referirse menos al
dominio de la vida cortesana y, cada vez ms, a las actividades de un
loreciente sistema estatal. (Thompson, 1998: 100) Al hablar de la esfera pblica en los anlisis sobre democracia se ha
abierto la puerta para entender la interaccin de grupos, asociaciones
y movimientos en los procesos de democratizacin; y de esta manera
comprender que hay una relacin argumentativa, discursiva de los
distintos grupos sociales con la organizacin poltica. Las prcticas sociales y discursivas de un grupo tienen lugar en la esfera pblica. Es por ello que en el anlisis sociolgico de la democratizacin la esfera
pblica resulta un elemento relevante. Estudiar la esfera pblica, como el hecho de que se constituyan instituciones democrticas en un estado,
no implica necesariamente la democratizacin de las prcticas a nivel
social. La esfera pblica es deinida como un espacio institucionalizado de asociacin libre y accin discursiva; en cuyo sentido se deriva su
funcin crtica y la capacidad de generar opinin pblica. (Habermas, 1981)
La esfera pblica es el lugar donde se construye el consenso y el disenso
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
en una democracia. Al hablar del discurso que la prensa construye y de las relaciones que inciden en dicha construccin, es inevitable establecer
que es en la esfera pblica donde convergen los distintos actores sociales
que inciden en la construccin democrtica. Habermas (1981) plantea que con la extensin de las relaciones del mercado surge la esfera de
lo social que rompe las limitaciones del dominio sensorialestamental
obligado a la adopcin de formas de administracin pblica.En una sociedad con las caractersticas actuales (el contexto de la
globalizacin y sus implicaciones socialesculturalespolticas
econmicas) se han modiicado las deiniciones tradicionales de espacio pblico y han puesto en la mesa la (re) deinicin de los conceptos, espacio pblico, medios pblicos, a partir de la visibilidad y el discurso. La existencia de distintos canales de comunicacin, es particularmente
importante para los estudiosos que creen que la gobernabilidad
democrtica debe llegar ms all de las elecciones democrticas para
incorporar un proceso de participacin real de la ciudadana.Por otro lado, la preponderancia de los medios de comunicacin ha
reducido la visibilidad de estas esferas pblicas y ha centralizado el debate en torno a lo que se ve publicado en la prensa o en los medios
electrnicos.2 En este sentido, los planteamientos sobre los medios de 2Por medios electrnicos se entiende: Televisin y Radio. Faltara agregar la Internet y, por ende las redes sociales que en los ltimos meses han constituido un debate particular en relacin a su participacin en los debates sobre los intereses pblicos, sin embargo, se tendra que hacer otro planteamiento para sostener su inclusin en las esferas pblicas y su incidencia en el propio debate pblico.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
comunicacin se centran principalmente en la idea de que los medios
y las tecnologas de comunicacin deben desempear un papel en la democratizacin de las sociedades es decir, en la creacin de una
esfera pblica incluyente. Sin embargo, pese a que desde las posturas normativas esto se puede sostener dada las caractersticas de los medios,
en la prctica, se puede observar que no ocurre de esta manera. Los medios dada su coniguracin como empresas parecieran encontrarse de manera ms cercana con los intereses econmicos y polticos, lo cual
limita el acceso de diversas voces al debate permanente que se sostiene
en las pantallas o en los impresos. Resulta entonces un reto importante hablar de la democratizacin de la
esfera pblica. (Hablando de que solo existe una esfera pblica a partir del planteamiento de Habermas). Pudiera parecer ms incluyente hablar de esferas pblicas en la idea de Burke (2005) a partir de la multiplicidad de espacios y actores, en virtud de sus propias culturas. A partir de ello y de esa pluralidad es quiz ms viable sostener la democratizacin de los
espacios.Para Herrera (S/D) al hablar de la democratizacin de los medios
sostiene que la participacin del pblico est vinculada a la relacin que
se establezca entre ellos. Parece que da la responsabilidad al pblico de relacionarse con los medios; sin embargo, desde la perspectiva
que se aborda la responsabilidad debe recaer en los medios dada la
responsabilidad social que tienen de vincular a la sociedad civil en su
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
conjunto con los poderes econmico y poltico.En este sentido, hay que tomar en cuenta que como se seala en distintas perspectivas la verdadera importancia social de la accin de los medios de comunicacin no se sita en el plano ms inmediato de las actitudes y
opiniones individuales, en el cual su inluencia es bastante relativa. Por el contrario, esta repercusin hay que buscarla en un plano ms profundo,
ms a largo plazo, en los efectos que tienen sobre la comprensin de
la realidad poltica por parte del pblico y, en consecuencia, sobre la
formacin de la opinin pblica (Benedicto, 2002: 35) La constitucin de lo pblico, tal como se entiende desde las perspectivas
que se plantean, tiene una articulacin importante con la emergencia de
la prensa, tras ver el papel que jug sta en los contextos de la expansin
capitalista de varios pases de Europa occidental. Hoy la discusin entre lo pblico y el papel de los medios de comunicacin, sigue teniendo
absoluta vigencia. Las crisis polticas y la necesidad de comprender la capacidad de los actores respecto de su propia incidencia en el debate
pblico y la injerencia de intereses econmicos y polticos que han
debilitado a la institucionalidad, han colocado un poder muy importante
en los medios para intervenir en la vida pblica. En no pocos casos estamos presenciando tambin un cambio de poca en relacin con la
constitucin de lo pblico, que concentrado en la poltica pudiera quedar
expresado en una simple estrategia y expresin meditica. Esto se puede ver relejado en la democratizacin de los espacios de debate.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
Plantear la democratizacin del espacio pblico en el entorno que nos
presenta Bauman (2002) y Mongin (2006) no es una tarea fcil. Para tal tarea es necesario revisar, en primer lugar, la serie de grupos en los
cuales est fraccionada la sociedad, as como los intereses particulares
que existen al interior de los mismos; en segundo plano, la oferta de
consumo que se ofrece para posicionar determinados productos, marcas,
ofertas polticas o estereotipos que en afn de ampliar el espectro, buscan
democratizar el espacio pblico. En el caso de Mxico, a lo largo de la historia ha habido momentos en
los que se ha buscado la apertura de la discusin de los asuntos pblicos,
cerrando, de alguna forma, la centralidad de algunos grupos a travs
de la ampliacin de las representaciones ciudadanas. Los espacios de representacin y discusin no han sido en ningn momento de la historia
homogneos, y siempre han tenido caractersticas diferenciadas. En este sentido, en distintos momentos se han buscado oportunidades para la
coniguracin de una esfera pblica plural ha implicado abrir a los grupos que han centralizado la discusin. Es decir, abrir la esfera de deliberacin a propuestas de opinin pblica que enriquezcan el debate.Se observa, a partir de esto que hace falta canalizar en la esfera pblica
la participacin de la sociedad civil. Como dice Alexander (2006) la sociedad civil depende en buena medida de la representacin discursiva
de las personas a las que representa y su capacidad para deinir en la esfera pblica sus intereses especicos (Alexander, 2006:209). De tal forma
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
que Las luchas polticas son, acerca de cmo distribuir la visibilidad de los actores a travs de la estructura del discurso, de tal forma que los
actores visibles puedan luchar dentro de la esfera pblica (Alexander, 2006:65). La sociedad civil puede de alguna forma abrir la centralizacin del debate, pasa justamente por romper el orden vertical. A pesar de que en muchos casos son visibles, no deja de ser parcial la presencia de
actores provenientes de la esfera civil como la llama Alexander (2006),
quien sostiene que hay una Contradiccin objetiva entre las Promesas democrticas de la sociedad civil y la dinmica de las esferas no civiles, lo cual es Una cuestin de interpretacin (Alexander, 2006:237). Sin embargo, el aspecto simblico (discurso y prcticas) de la sociedad civil,
a partir sobre todo de las representaciones discursivas3 tiende a ser ms
persuasivas cuando tienen una base en realidad que los hace crebles. (Alexander, 2006) Esto pone de maniiesto lo fraccionado de la sociedad civil. Los actores que buscan abrir un espacio son variados y con mltiples demandas, en donde convergen es en la lucha por la visibilidad
y en el cierre de la esfera pblica producto de culturas arraigadas en los
colectivos sociales. En este sentido, es conveniente sealar de nueva cuenta que esto es contradictorio a los postulados normativos que se han
vertido sobre esfera pblica en el sentido de que un espacio donde se
maniiestan de manera visible los distintos proyectos sociales. Para el caso de Mxico, de alguna manera se puede sostener que, la sociedad
3El discurso es un aspecto central en la conformacin de la esfera pblica. En el diseo metodolgico para el anlisis del caso propuesto se aborda de manera ms especica este concepto y su implicacin en el anlisis de la esfera pblica.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
civil organizada aparece de manera visible en los ltimos aos. Esto pone de maniiesto un aspecto importante, si bien siempre han existido espacios de deliberacin dentro de la esfera pblica estos, de alguna u
otra manera han sido siempre limitados.El caso de Quertaro. El acercamiento metodolgico.
La esfera pbica constituye el espacio en el que se despliegan las
interacciones culturales y la reproduccin o contestacin de los actores a
partir de las prcticas. Las prcticas polticas estn constituidas a partir de la cultura. El sistema poltico y la esfera pbica constituyen cristalizaciones que permiten observar las prcticas polticas de los actores. La esfera pblica constituye el espacio en donde se los actores participan en la
discusin de los asuntos de inters colectivo. Es ah donde tienen lugar las interacciones y el intercambio de experiencias. Es en esta esfera donde se da paso a la importancia de los actores y sus posicionamientos a partir de
la cultura poltica dominante. Es precisamente en la esfera pblica donde a partir de los procesos se crean los marcos y criterios donde se deine y negocia el acceso a las instituciones, se controlan y distribuyen los
recursos y se legitima el poder. En la esfera pblica donde se lleva a cabo la lucha por la hegemona y donde se coloca la participacin ciudadana.En planteamiento, se presenta a la esfera pblica de Quertaro como
un espacio cerrado producto de la herencia histrica de la cultura
poltica dominante. Es decir, existe como tal pero slo algunos actores,
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
principalmente quienes se encuentran ligados a los grupos hegemnicos
(empresarios y clase poltica) participan de las discusiones en torno a los
asuntos de inters colectivo.Durante los ltimos aos, la prensa ha sido el espacio en el que se debaten los asuntos pblicos. Sin ser en s mismos la esfera pblica los medios forman parte importante de ella. La visibilidad de los actores y los posicionamientos pasan necesariamente por los medios. En Quertaro, los medios han sido parte de los procesos que han tenido lugar en los
ltimos aos. A pesar de su precario desarrollo y de las acusaciones de estar cerca de los poderes, no pueden dejarse de lado como referentes
de los procesos que en la esfera pblica tienen lugar. En la historia de la prensa local, es comn la intervencin de los poderes poltico y
econmico para promover medios o para cerrar otros.Contrario al carcter incluyente de la esfera pblica democrtica que
sostiene Habermas (1981) en Quertaro a pesar de existir voces disidentes,
y que buscan el fortalecimiento de la esfera pblica a partir del esfuerzo
por gestionar demandas legtimas esta ha permanecido cerrada a partir
de las articulaciones de la lite. Esto muestra el carcter autoritario de los grupos que dominan la esfera pblica. Estas prcticas mantienen el carcter vertical de la esfera pblica cerrando el paso a formas distintas
de accin poltica en las instancias de deliberacin de los asuntos de
inters colectivo
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Gobierno. Poltica y Sociedad
En los ltimos aos existen diversos ejemplos de decisiones tomadas de manera vertical. En cada uno de estos casos el punto de vista ciudadano no ha sido tomado en cuenta a pesar de que en distintas ocasiones ha
hecho patente su rechazo a partir de distintas instancias de representacin,
independiente de los espacios en los cuales se han manifestado.En sntesis en la esfera pblica se encuentran representados, en mayor
medida los partidos polticos, los trabajadores, los empresarios y los
medios de difusin local. Sin embargo, salvo excepciones movimientos de la sociedad civil, organizaciones sociales han estado poco o
espordicamente representados.Como se ha observado, la esfera pblica de Quertaro no cuenta con
muchos ejemplos respecto a situaciones que hayan generado mayor sobre
salto en las discusiones en torno a lo pblico. Los movimientos sociales han sido ms bien de coyuntura y las representaciones en algn momento
estuvieron cooptadas por el partido en el gobierno o por las lites
econmicas industriales o hacendarias. Con el proceso de democratizacin institucional se abrieron espacios a otros sectores. Los cuales en algn sentido, fueron utilizados para canalizar demandas o en su caso para
protestar por decisiones tomadas por las autoridades gubernamentales y
que a sentir de los afectados vulneraba algunos derechos. En la esfera pblica los actores toman posicin en el debate a partir de
su accin discursiva, que se maniiesta en prcticas concretas. La accin
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
del discurso no reiere solamente al ejercicio lingstico sino que se hace patente a partir de prcticas de referencia. Para esta investigacin es relevante puesto que permite analizar en conjunto discurso y prcticas
en la esfera pblica relacionadas con la democratizacin. Con esto se podr poner de maniiesto si existe relacin entre los debates en la esfera pblica y el proceso de democratizacin o si prevalecen las prcticas
arraigadas de una cultura poltica autoritaria en la esfera pblica.Hay que sealar en este sentido que el discurso como prctica social, y los sujetos que producen las formas discursivas deben estar inscritos
dentro de un proceso social claro y que permita comprender la relacin
que existe. Por ello el discurso se analizar a partir de posiciones y subjetividades. En el discurso maniiesta el actor maniiesta su posicin respecto del tema y hace nfasis en las referencias a las que se encuentra
ailiado. Las posiciones reieren al lugar que ocupa dentro de los actores involucrados en la esfera pblica. Esto quiere decir que el actor al formar parte del debate su discurso lo identiica y a partir de ste toma posicionamiento.En los ltimos aos existen diversos ejemplos de decisiones tomadas de manera vertical. En cada uno de estos casos el punto de vista ciudadano no ha sido tomado en cuenta a pesar de que en distintas ocasiones ha
hecho patente su rechazo a partir de distintas instancias de representacin,
independiente de los espacios en los cuales se han manifestado.
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Gobierno. Poltica y Sociedad
En sntesis en la esfera pblica se encuentran representados, en mayor
medida los partidos polticos, los trabajadores, los empresarios y los
medios de difusin local. Sin embargo, salvo excepciones movimientos de la sociedad civil, organizaciones sociales han estado poco o
espordicamente representados. La esfera pblica de Quertaro no cuenta con muchos ejemplos respecto
a situaciones que hayan generado mayor sobre salto en las discusiones
en torno a lo pblico. Los movimientos sociales han sido ms bien de coyuntura y las representaciones en algn momento estuvieron cooptadas
por el partido en el gobierno o por las lites econmicas industriales o
hacendarias. Con el proceso de democratizacin institucional se abrieron espacios a otros sectores. Los cuales en algn sentido, fueron utilizados para canalizar demandas o en su caso para protestar por decisiones
tomadas por las autoridades gubernamentales y que a sentir de los
afectados vulneraba algunos derechos.Discurso como dispositivo metodolgico
A partir de lo discutido de manera conceptual y dada la articulacin que
se puede observar entre el discurso y el posicionamiento de los actores
sociales, se plantea en este sentido para analizar la coniguracin de la esfera pblica recurrir al anlisis del discurso como dispositivo
metodolgico:Analizar el discurso permite sostener que los actores sociales lo utilizan
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
como prctica social primaria para ubicarse en el entorno pblico. A partir de ello se puede entender el conjunto de interacciones comunicativas
propias de un grupo o sociedad, el contexto, la adopcin del discurso
como prctica social de los integrantes de un grupo y su categorizacin, la
secuencialidad y funcionalidad de los niveles y dimensiones del discurso
y la cognicin social. El abordaje del discurso permite abordarlo en el sentido formal, que reiere a lo que dice, y de contexto es decir accin e interaccin.En la esfera pblica los actores toman posicin en el debate a partir de
su accin discursiva, que se maniiesta en prcticas concretas. La accin del discurso no reiere solamente al ejercicio lingstico sino que se hace patente a partir de prcticas de referencia. Para este anlisis es relevante puesto que permite analizar en
conjunto discurso y prcticas en la esfera pblica relacionadas con la
democratizacin. Con esto se podr poner de maniiesto si existe relacin entre los debates en la esfera pblica y el proceso de democratizacin o
si prevalecen las prcticas arraigadas de una cultura poltica autoritaria
en la esfera pblica.Hay que sealar en este sentido que el discurso como prctica social, y los sujetos que producen las formas discursivas deben estar inscritos
dentro de un proceso social claro y que permita comprender la relacin
que existe. Por ello el discurso se analizar a partir de posiciones y
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subjetividades. En el discurso maniiesta el actor maniiesta su posicin respecto del tema y hace nfasis en las referencias a las que se encuentra
ailiado. Las posiciones reieren al lugar que ocupa dentro de los actores involucrados en la esfera pblica. Esto quiere decir que el actor al formar parte del debate su discurso lo identiica y a partir de ste toma posicionamiento. En este sentido se retoman para el anlisis tres aspectos que son importantes:a) El discurso debe inscribirse dentro de un proceso social. Es un ejercicio discursivo que asume una posicin determinada dentro del entorno en
el cual es producido y por ende hace referencia a aspectos sociales,
culturales e ideolgicos.b) Todo discurso remite de manera implcita o explcita a un sistema de relaciones y representaciones sociales preexistentes. Los cuales siempre hacen referencia a una escala de valores dominantes o subalternos en
constante lucha y cuya articulacin compleja y contradictoria deinen la conformacin de una sociedad.c) El discurso se presenta como una prctica ritual, atada a aspectos
culturales dentro de un marco social de signiicacin.Llevar a cabo anlisis del discurso permite un acercamiento, a partir de
lo que dicen los sujetos, a la apropiacin de lo que piensan en torno a
un asunto central sobre el cual se quiere profundizar. En este sentido es relevante tomar en cuenta qu se propone como conlictivo, qu valores
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
se proponen comunes, qu interpretan como colectivo acerca de un
asunto que es importante a su entorno. (Pardo, 2007)Para el anlisis crtico de discurso el corpus de anlisis es recuperado
de las formas naturales del uso de la lengua o del cdigo implicado. El discurso que se pretende explorar debe proceder de los actores o de una
situacin comunicativa. Este punto permite abordar el uso real de la lengua con todas sus implicaciones sociocognitivas y culturales. (Pardo, 2007).
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Gobierno. Poltica y Sociedad
Conclusiones
Con lo expuesto podemos plantear algunos aspectos relevantes para la
discusin conceptual y derivado de ello el acercamiento metodolgico
para el anlisis de la esfera pblica. El anlisis de la esfera pblica puede redeinirse desde lo que Sunstein denomina enclaves deliberativos. stos son analizados a partir de la propia ubicacin de los actores en el
entorno social. Quertaro en este sentido, ofrece el escenario adecuado para analizar las contradicciones que se da entre un entorno institucional
democratizado y una esfera pblica marcada por la cultura poltica
tradicional. El discurso es este dispositivo metodolgico que permite acercarse a las representaciones que de su entorno tienen los actores
sociales y facilita su ubicacin en la esfera pblica, al mismo tiempo que
verbaliza sus prcticas.Reconstruir la discusin terica sobre la esfera pblica y el escenario
poltico de las democracias y los partidos polticos es til en la medida
en que ediica las bases para realizar un acercamiento a la manera en cmo se (re) coniguran los espacios de debate pblico. A partir del planteamiento, se puede centrar la atencin en las formas a partir de las
cuales se conigura el inters pblico y las relaciones entre los ciudadanos y los actores polticos, las cuales se desarrollan en distintos espacios a
partir de la construccin del inters pblico; en ella se ven involucrados
desde los actores tradicionales hasta una nueva gama de actores polticos
y sociales. Con los cambios en el entorno latinoamericano, a partir de
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Avatares de lo Poltico en el Norte de Mxico del 2012
las transformaciones institucionales y los nuevos escenarios polticos, es
preciso analizar las contradicciones que se han generado entre espacios
democratizados y los entornos en donde prevalecen prcticas de arraigo.Para esto es necesario tener en cuenta la manera en que los ciudadanos
construyen sus prcticas. La forma como signiican sus relaciones polticas en la esfera pblica se puede observar a partir de conocer la manera en
como construyen el discurso; con ello se puede precisarlas opciones que
consideran para la representacin y expresin de sus demandas. Dicho de otra manera es por medio del discurso como adquiere sentido la
representacin social y las prcticas en la esfera pblica. Segn el acercamiento que se realiza se puede considerar que los debates
y con ello los propios actores van estableciendo sus propios espacios
de interaccin; en muchos casos circunscritos al terreno acotado por los
medios, o bien por los actores que dominan el debate. Es decir los medios de comunicacin y los acuerdos que se van llevando a cabo entre los actores
visibles del debate, van construyendo o reconstruyendo el intercambio de
formas simblicas acorde a los propios intereses del debate. En cualquier caso, no podremos obviar que los medios y la visibilidad que provee
a los distintos actores son, ante todo, un instrumento a travs del cual
podremos observar, modelar o inluir el debate pblico.
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Secciones de Atencin Especial por Inseguridad. El Distrito 01 de Santa Catarina, Nuevo Len.Mtro. Ricardo A. Martnez Espinosa
Universidad de [email protected]
Resumen:
El contexto de violencia en Mxico ha provocado un aumento alarmante
de Secciones de Atencin Especial, que conlleva no solo problemas de
organizacin sino tambin a factores psicosociales asociados que no
estn atendiendo los institutos electorales. Propongo un mecanismo vlvula que permita la construccin de estrategias que faciliten la jornada
electoral en zonas conlictivas. El modelo propone hacer uso de casillas especiales como una forma de votacin alternativa, en conjunto con otras
propuestas complementarias de participacin ciudadana.Palabras clave: Violencia, vulnerabilidad, IFE, elecciones, Mxico.
Era un da caliente en Nuevo Len como los hay en esos meses entre
marzo y mayo. En pleno proceso electoral y como consejero distrital del Instituto Federal Electoral iba acompaado en un recorrido por el distrito 01 con otras dos consejeras electorales. Nos estacionamos frente a unas canchas de ftbol soccer. El objetivo era veriicar que las ubicaciones de las casillas dentro de cada seccin electoral cumpliera con los requisitos
marcados en el COFIPE. La cancha de ftbol era uno de los espacios
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propuestos por el vocal de organizacin electoral.Eran las once de la maana y las canchas estaban repletas de jvenes practicando ftbol, algunos en medio de un partido. El complejo contaba con cuatro canchas en su mxima capacidad y unas gradas para un
pblico que esa maana no se present. Segn nos coment uno de los representantes de partido que nos acompaaba y que conoce bien el rea y el giro los sbados y domingos estas gradas se encuentran a reventar. Nios y seoras que vienen a apoyar a sus seres queridos mientras juegan.Poner una casilla aqu no va a gustarle a la gente. No creo que sea buena idea. En principio la idea tambin sonaba extraa para m, pero la alternativa era montarla en alguna de las casas de una o dos habitaciones
que abundaban en la zona y que en muchas ocasiones incluso carecen
de un patio frontal. En la eleccin pasada, nos coment el vocal de organizacin, los problemas fueron ms grandes para poder garantizar la
seguridad de los votos de estos ciudadanos.Ac en Santa Catarina no hay policas desde hace un ao, recuerdan Quin va a venir a proteger las urnas si llega a pasar algo? La pregunta de quin cuidaba esta zona de la ciudad sala sobrando. Como habitante de este municipio estaba bien enterado de los eventos que
se desencadenaron despus de la ejecucin del jefe de la polica y que
eventualmente provocaron que el ejrcito arraigara a la totalidad de los
agentes de polica. Muchos fueron liberados pero ya nunca volvieron a
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sus funciones, otros terminaron encarcelados por colusin con el crimen
organizado.Una vez que anotamos las observaciones respecto a esta seccin nos dirigimos en diferentes momentos al transporte que nos sacara de ah. Ya dentro, otra representante de partido poltico y habitante de esa zona
me coment que estas canchas en particular no eran ya administradas por
el municipio: La mitad las maneja el Golfo y la otra mitad los Zetas. Si queramos pedir permiso para ocupar una cancha el domingo 1 de julio
nos estbamos equivocando de contacto.Las Secciones de Atencin Especial de acuerdo al Instituto Federal
Electoral.
De acuerdo al IFE las Secciones de Atencin Especial (SAE) son Aqullas donde se detecta la presencia de ciertas caractersticas o problemticas
de carcter coyuntural o estructural que diicultan la aplicacin de las normas y actividades para integrar las mesas directivas de casilla en
algunas secciones electorales (IFE, 2011).De acuerdo a la misma fuente, estas problemticas pueden ser geogricas, demogricas, fenmenos ecolgicos y desastres, culturales, lenguas indgenas, inseguridad pblica, conlictos comunitarios y zonas navales y militares.De acuerdo al IFE en el Informe sobre la Primera Etapa de Capacitacin
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a Ciudadanos Sorteados (2012 B) se tuvieron para el ao 2012 un total de 12,133 secciones de atencin especial de un total de 66,740. Esto es poco ms del 18 por ciento del total de secciones en el pas. Es importante sealar que esto no signiica automticamente que la inseguridad sea el principal motivo por el cual se consider esta cifra, sino que pueden
ser razones geogricas o sociales no necesariamente asociadas con este fenmeno. Este mismo informe despeja la duda al establecer que fueron 4,528 secciones de atencin especial las registradas por motivos de alta inseguridad pblica, en palabras del propio Instituto Por pandillerismo, vandalismo, comisin de diversos delitos, presuntas actividades ilcitas,
presencia de personas armadas, entre otras (IFE 2012 B).Del total de secciones electorales en el pas 6.78 por ciento de ellas fueron reservadas por motivos de alta inseguridad, y un 37 por ciento del total de Secciones de Atencin Especial. En 2009 se tuvieron un total de 7,351 secciones de atencin especial y de stas 1,609 fueron consideradas reservadas por motivos de alta inseguridad asociada
al crimen organizado (IFE 2012 B). De 2009 a 2012 las secciones de atencin especial aumentaron un 65 por ciento, y las relacionadas con alta inseguridad aumentaron un 181 por ciento.Esto nos puede estar hablando de varios fenmenos. Un incremento importante en la percepcin de inseguridad que el propio Instituto Federal
Electoral considera al momento de establecer sus programas de seleccin
y capacitacin de ciudadanos, as como durante y despus de la votacin.
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Otra razn puede ser que solo se trate del establecimiento de una nueva
clasiicacin que en 2009 no se tena, o de la ampliacin de los criterios para considerar a una seccin como insegura. Las razones pueden ser diversas pero eso no cambia el aumento tan signiicativo en las SAE por alta inseguridad de un proceso electoral a otro.El propio IFE establece que estas SAE pueden ser consideradas en Nivel
1 o 2 segn si la problemtica podra complicar que se logren integrar los
7 ciudadanos como funcionarios de casilla el da de la jornada electoral. Esto nos da una clave del asunto.La clasiicacin de acuerdo al IFE tiene que ver con la organizacin previa a la jornada electoral y con la capacidad que tenga la Junta Distrital
a travs de sus Capacitadores Asistentes Electorales (CAE) para lograr
tener a los ciudadanos que quieran ser funcionarios de casilla de acuerdo a
los procesos de insaculacin. Nada se menciona ni en el Programa (2011) ni en el Informe (2012 B) sobre los riesgos que pueden sufrirse durante
la jornada electoral por parte de ciudadanos expuestos a la inseguridad,
mucho menos la probabilidad de que los ciudadanos de estas secciones
decidan no ejercer el sufragio o lo hagan de manera coaccionada.Aunque no deja de ser importante el enfoque que actualmente le da el IFE
a la situacin de inseguridad relacionada a su proceso de organizacin,
muy poco o prcticamente nada est haciendo respecto a los ciudadanos
que se ven inmersos en esta propia inseguridad.
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Cuntos ciudadanos dejaron de votar por motivos de inseguridad el 1 de
julio de 2012?
Cuntos lo hicieron temiendo que su decisin tuviera una repercusin
en su calidad de vida?
Cuntos fueron sujetos a coaccin mientras realizaban su sufragio?
Aunque sta podra ser una pregunta generalizada, aqu nicamente
busco enfocarme a las Secciones de Atencin Especial.Son preguntas que como acadmicos deberamos hacernos, pero sobre
todo como ciudadanos deberan preocuparnos.Efectos de la inseguridad en las elecciones.
Cuando se observa el comportamiento de delincuentes y gobierno durante
el proceso electoral un asunto resalta a simple vista: el crimen organizado no tiene inters en sabotear las elecciones. Ha habido terribles excepciones a esto, especialmente cuando se trata de ejecuciones de candidatos, pero
parecen ms encaminadas a enviar un mensaje a un partido poltico que
a la ciudadana en su totalidad o a los organizadores de las elecciones.Esto podra ser resultado de un desinters sobre la organizacin de las
elecciones o porque estn realizando la negociacin de sus intereses en
otros niveles y no necesariamente en las casillas. Si tuviera que tomar una posicin me inclinara por sta ltima. El crimen organizado tiene una lgica empresarial en muchos de sus comportamientos salvo cuando se
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trata de violencia entre grupos a nivel colonia o incluso a nivel manzana. Este elemento en particular lo pretendo desarrollar con ms atencin en
la siguiente seccin con el caso de Santa Catarina.La paz electoral parece descansar sobre una bomba de tiempo en donde la
autoridad y el crimen organizado han asumido una actitud de coexistencia. No hay elementos para pensar que esto pueda cambiar en el corto plazo
pero no debera ser justiicacin suiciente para no hacer algo al respecto. Por ms que se trate de una tranquilidad artiicial no es objetivo de esta ponencia ahondar sobre mecanismos que puedan mejorar esta situacin
o pensar en estrategias que permitan el combate al crimen organizado en
su conjunto. Por el enfoque electoral de este texto debo obviar factores que podran poner en riesgo el xito de los modelos que aqu propongo,
pero que de otra manera podran hacer que se pierda el foco de atencin
que intento llevar hacia el aspecto logstico.Una pregunta que he planteado anteriormente tiene que ver con la forma en que podramos analizar la propensin de que la percepcin de
inseguridad est afectando el comportamiento natural del ciudadano. No se trata nicamente de un planteamiento general sino un cuestionamiento
que busca enfocarse en los objetivos que se pretenden en el ciudadano al
momento de que emita su voto.Uribe (2010) hace una distincin entre seguridad humana y seguridad ciudadana que puede darnos un marco de enfoque para el anlisis de
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la situacin. La seguridad ciudadana Signiica principalmente vivir sin temor de sufrir un ataque violento, saber que la integridad fsica de uno
mismo ser respetada, y sobre todo, poder disfrutar de la privacidad del
hogar sin miedo a ser asaltado, y desplazarse libremente por las calles sin
temor de ser robado o atacado.La construccin de un concepto de esta naturaleza nos lleva a pensar en
enfoques multidimensionales para asegurar mrgenes similares a los que
aspira la propia deinicin. Se vuelve subjetivo y en esta subjetividad puede perder su fuerza. Este concepto habla de Saberse seguro, Disfrutar, Desplazarse sin temor. Cuestiones que se encuentran ms en la esfera de la percepcin que de las acciones objetivas. Sera tan complicado medirlas como puede ser garantizarlas. Sin embargo hay principios que s pueden establecerse para al menos aspirar a esas nociones.El contexto de violencia es contagioso, pues bastan hechos aislados
para quebrantar la percepcin de armona y estabilidad. El gobierno no puede aspirar ms que a reducir o minimizar estos eventos para as
poder mantener la percepcin de que se estn haciendo las cosas bien. En el caso electoral no es distinto. Los procesos de organizacin electoral lotan en una construccin colectiva de tranquilidad, la misma que aqu he compartido en cuanto a que no hay inters en que el proceso electoral
sea interrumpido o que se vea violentado el ciudadano en su ejercicio
cvico. Ms an existen momentos en donde el ciudadano se encuentra ms vulnerable que en otros.
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En general la percepcin de violencia se enfrenta con los hechos aislados
que pueden provocar la victimizacin de ciudadanos que no eran el
objetivo de los agentes del crimen organizado. El ejemplo ms claro de esto se encuentra cuando en los procesos de provisin de recursos los
ciudadanos son vctimas de asaltos, robos de vehculos, enfrentamientos
entre bandas en la va pblica y otros eventos que aumentan el riesgo y
por lo tanto la percepcin de inseguridad.Aunque se trate de manifestaciones violentas que no tienen el objetivo
de sabotear los procesos electorales, la ciudadana se encuentra en estado
de vulnerabilidad ante eventos que la autoridad no puede controlar,
especialmente cuando se trata de zonas conlictivas y con altos ndices de violencia Podemos asumir que el ciudadano que vota en una seccin
electoral estable tiene el mismo comportamiento que aqul que se
encuentra en una con mayor riesgo de una manifestacin de violencia?
Otro elemento a tomar en cuenta en las zonas de alto riesgo tiene que
ver con el enfoque psicosocial de los ciudadanos. Especialmente lo que Wilkinson (2005) llama la sensibilidad al desdn social. Aunque no exista una correlacin absoluta entre desigualdad y violencia, s hay
un elemento de injusticia que permea en los ciudadanos de las zonas
marginadas. La observacin de las desigualdades genera resentimientos que eventualmente pueden detonar violencia, y aunque se trate de algo
que va mucho ms all del aspecto electoral es importante tenerlo presente
cuando se analiza este fenmeno. Las zonas marginadas son propensas a
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mayores vulnerabilidades en aspectos jurdicos, polticos y econmicos.La capacidad del gobierno para mantener la tranquilidad se sostiene
principalmente en el tejido social que organizaciones civiles y
asociaciones de vecinos puedan proveer como redes de seguridad. Ante mayor marginacin, ms dbiles resultan estas redes y menos resonancia
tendrn las polticas pblicas y las acciones de gobierno. Un caso particular es el electoral, pues aunque se provean las medidas y estrategias
que los institutos electorales contemplen para reducir los riesgos, se
necesita en buena medida la participacin de los propios habitantes de
esas zonas para que stas tengan mayor probabilidad de xito. El caso ms emblemtico de esto tiene que ver por ejemplo con la decisin del
Instituto Federal Electoral de lograr en la medida de lo posible que los
Capacitadores Asistentes Electorales tengan su residencia en las mismas
zonas donde estn realizando su trabajo, para as asegurar que se tiene un
conocimiento del terreno y de la poblacin.La vulnerabilidad en estas zonas no puede ser resuelta desde las
instituciones electorales, pero al menos se podra intentar aprovechar
algunas estrategias de involucramiento y de participacin ciudadana
para reducir la propensin a la violencia. En el desarrollo de la propuesta ahondo ms sobre este aspecto