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De amores y perversidades
CÉSAR ARíSTIDES
Uno de los recursos más sobresalientesen la narrativa de Sealtiel Alatriste sefundamenta en el dominio que posee
de la cultura popular, esencialmente las
manifestaciones culturales del cine; no sólose ocupa de los grandes directores -Buñuel, Resnais, Badin, Eisenstein, el mismo
Jean Renoir. ..- y mitos cinematográficos;también tiene su lente dispuesta a capturarlas tragedias más célebres y emotivas denuestras clases sociales con escasos recursos
económicos, sus jocosas aventuras y sus involuntarios melodramas, conversos comopor encantamiento en fUmes cómicos; yqué decir de las notables adaptaciones quefundaron una época llamada de oro delcine nacional, con una rica --en talentointerpretativo- pléyade de actores.
Nacido en la Ciudad de México elafio de 1949, editor por oficio y narradorpor vocación, Alatriste ha dado fiel muestra de sus obsesiones en sus diversos libros,desde Tan pordios(ro (/ CU(rpo hasta Endifmsa tÚ la mvidia, surcando los territorios que componen "Cineteca Nacional";en toda su obra se esfuerza por presentarindividuos comunes con anhelos apasiona
dos, arropados en modelos populares, yuna extravagante manifestación de adoración a todo lo cursi, lo excesivo, lo exótico del barrio que se presenta en la cotidianidad demoledora; desenfadado baja de supedestal a insignes figuras de nuestra cultura y exhibe sus vicios y conjuros, susdebilidades y arrobamientos, se burla desus intimidades y brinda por sus enconos...
En su última entrega novelada intenta irmás allá con un estilo consumado: desnuda con mordaz ingenio un mito discutiblede la cinematografía mexicana y se da el
lujo --con alegre desfachatez- de llevarlode la excelsitud a la escena ridícula, de la
gloria forjada por los atributos físicos ala interpretación exaltada de la actriz queviolentó no pocos corazones, personaje soberbio que se afana en acrecentar su consumible grandeza, ocultando, tal vez, pro-
fundos temores al defenderse de malignosfantasmas: "A mí nadie, nunca, va a volver
a hacerme el amor"; sin embargo, otros
realizarán, a su costa, una labor de entregadesmedida, rebozante en la lujuria, desbor
dando sensualidades, inaugurando, con laperversidad como juez, otros límites de
la lengua en los pechos, los muslos, la tibiay húmeda entrepierna...
El mito de María ha sido abordado anteriormente de diversas formas: fragmentode un estudio socio-cultural, ficción de
voces internas, guión para cine, crónicasocial, novela de semblanzas y conflictosinternos, y ensayo para relacionar aspectos de su vida con su carrera. Como referen
cia de estos dos últimos podemos citar: Zona sagrada de Carlos Fuentes y La doña dePaco Ignacio Taibo 1, publicados en 1967 y1985, respectivamente. Verdad tÚ amor no
desea quedarse a la zaga, no pretende contemplar el fUme anecdótico desde unabutaca sin visibilidad aceptable.
Premio Planeta/Joaquín Mortiz 1994,
concedido por un jurado de la talla de AlíChumacero, Joaquín Díez-Canedo y Gustavo Sainz, entre otros, esta novela narra lasdesventuras de José María Sánchez, alias
Lucifer, desde el momento en que ve--en
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una modesta habitación de un barrio de
Guadalajara, Jalisco- a María desnudarse,la observa acariciarse voluptuosa ante unespejo, quitarse la ropa a un ritmo lento
que permite el cachondeo y la grácil cariciaa los genitales de lumbre. Lucifer es un
bohemio de mediados de este siglo que seescapa; el terco amor por la gran luminaria
de la pantalla lo llevará (cual estigma en losmomentos de fatalidad pasional o como
aliciente en sus largas noches de ayunoscorporales), movido por celos y concupiscencia febriles, a enterarse de que el afama
do cineasta Jean Renoir -"el único director que tuvo la audacia de confiar en ella y
estuvo a punto de convertir a María en unabuena actriz"- es dueño de múltiples
objetos nimios y valiosos (fetiches, discosde Edith Piaf, cuadros de su padre y deotros artistas, etcétera), entre los que se
encuentra una bella casona que compartecon su sobrina adoptiva, Tina, de extraordinaria delgadez y fealdad que, paradójicamente, llega a despertar tribulaciones amorosas, mujer a quien Lucifer seduce para
obtener ciertos favores materiales; entretantas cosas de singular estima hay, además,una cinta donde la impredecible Maríaaparece desnuda, efectuando "el ritual" endiversas tomas, secuencias, acercamientos,ángulos que descubren su rostro con estupor; movilidad sugerente eternizada en esapelícula que, se enterará después, fue filmada por el sobrino Claude Renoir y Tina,ocultos en la habitación de la estrella, sor
prendiéndola en la intimidad y en actos desonambulismo, exitándose ambos al mirar
el cuerpo y sus rincones salados, sus protuberancias generosas. Este suceso afectó profundamente a nuestro personaje, quien al
..
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final de! relato aparece, avejentado endemasía, deuás de la pareja formada por e!cineasta y su sobrina/amanre sosreniendouna maleta, rumbo al aeropuerto, en señalde sometimiento a una obsesión perversa,esclavizado por un deseo amatorio lejano
que simboliza su permanencia con ellos yen este mundo, donde el amor, acerbo en
su caso, pudre sus ensueños y lo abandonaen la contemplación dolorosa...
Conocemos los atributos estilísticosde nuestro amor: cederle al narrador -eneste caso un cantineto de remoto origenmexicano que labora en fastuoso restau
rante de París- la voz confesora de lo queacontece a nuestro desdichado Lucifer;anécdotas descritas con fresca agilidad, tono
acertado que nos conduce emocionado porlas osadas peripecias de nuestro enamorado, los misterios e intrigas relativas a la
película, la viva descripción de los objetossexuales que envuelven a María, las escenaseróticas que derivan en orgías y despertarde quebrantos. Sealtiel Alatriste aporta ensus textos una gran mezcla de humor yla descripción de atmósferas acordes a latrama manifiesta; a fuerza de desmitificarpersonalidades -anteriormente fue Reyes,Novo, Torri...- en Verdad de amor: la actriz, Efraín Huerta, Fernando Benítez, RenéClair... (en una entrega titulada "Boui
llabaisse a la Matisse", para la revista Alfil,utiliza casi idéntico -palabras, escenarios,descripción de cosas y personalidades- elesquema de esta novela, refiriéndose al afamado pintor fauvista y a la diva Sara Bernhardt), esta cualidad formal la presenta en
una estructura compacta que nos descubree! desamor citado con desparpajo y refieretragedias o sucesos de significativa nostal
gia; después de hacer burla de personalidades y aspectos culturales se atreve a cambiar el rumbo de existencias enaltecidas yubicarlas en tálamos candentes, habitacio
nes sórdidas, templos de algarabía ruidosa,velando siempre la perversidad sin importar la ternura de! cortejo, las palpitacionesde la libido; aquí, una hermosa mujerposee hilos sensibles de donde pende elodio, e! erotismo como maldición; dondese balancea la intriga difamatoria, cruel, rodeando el cuerpo desnudo de María y ladesventura de! enamorado que es cegadopor los imposibles, testigo del derrumbe desus mustios desvaríos, condenado por elatentado violento a su diosa.•
Sealtid A1arriste: Verdad tÚ arrwr, Premio PlanetafJoaquín Mortiz 1994, México, 1994. 158 p.p.
Cartas sobre cartas
RITA EDER
(
artas Absurdas es, en mi opinión, unjuego de sus autores, Teresa del Condey Jorge Alberto Manrique, entre lo
público y lo privado. En este libro se hanpermitido explayar, con relativa libertad,ideas, placeres, erudiciones y agravios, decepciones, temores y descubrimientos. Lascartas no son las que se cruzan los amigosentrañables o los amantes, no tienen tam
poco el tono de urgencia que muchas veces emplean, en tiempos de crisis, padres ehijos, ni e! acento ansioso de las cartas que sedirigen a un desconocido. Es una correspondencia amistosa entre colegas que abre eldiálogo con asuntos precisos, por ejemplo laspolíticas culturales del Estado en relacióncon los mweos, o las diferencias entre críticos, poetas y escritores que se ocupan deescribir sobre arte; ambos temas se relacionan y confluyen en una buena discusiónsobre la debilidad de la posición del críticode arte en México frente al poder de losescritores.
La UNAM y, en especial, la Facultad deFilosofía y Letras y el Instituto de Investigaciones Estéticas, ocupan en e! libro unespacio importante; sin embargo, las cartasque me han gustado más no necesariamente tienen que ver con las instituciones académicas ni con las largas discusiones sobrela naturaleza de! objeto artístico sino conlos relatos de viaje, las experiencias enEuropa o las múltiples visitas a la provincia; también con funciones que ambosautores desempeñan frecuentemente: serjurados en certámenes de artes plásticas.
La mejor forma de comentar estelibro es dirigirle a cada autor una carta;saben ellos que así se dicen de otra maneralas cosas.
* * *
Estimado Manrique:
He leído hasta la última página las cartas que durante dos años le has escrito a tu
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colega, ex discípula y amiga. El libro es rico,toca muchos temas, personas, obras y lugares.En una misma carta pueden aparecer remastan diferentes como la definición de los sentimientos o las formas de apreciar la vidainstitucional como un conjunto de relacionesregidas por la ausencia de un diálogo crírico.
No siempre decimos lo que pensamosen e! espacio adecuado y ésra es una manera de volcar lo que muchas veces se le haquedado en e! tintero o en la garganra.Aquí haces públicos asuntos que merecenserlo. Los textos están e criro para Teresao para Manrique pero con suerre los leerántambién aquellos a los que en buena medida este libro está dirigido: los funcionariosde la cultura, los artisras, los poelas o ncritores que se dedican, además, a la críticade arre, los compañeros de profesión, lIuestros alumnos y ciertos sectores oficialo enlas universidades.
En las carras se dibujan tus di'lintas vocaciones y habilidades: el viajero, elmaesrro, e! univer irario, el crírico de arley e! historiador. Aparecen rus hijos. IUS
discípulos, tuS amigos y rambién aquellosa los que no quieres ranto, rus críricas alas instituciones a las que perreneces y haspertenecido y tu polémica con los escritores y poetas que escriben sobre arle.Dices con frecuencia que el crírico de arleprofesional, al igual que un director demuseo, tiene una posición de segunda.Abordas el asunto de la relación entre loque socialmente se conoce como "los intelectuales" y "los académicos" y apuntan,tú y Teresa, las situaciones en las que losartistas, a la hora de una publicación importante, prefieren un rexto de "El Poera"o de "El Escritor", porque ya lo dijo contodas las letras un conocido pintor de frecuente presencia en las mesas redondassobre crítica de arte: "entre que escriba sobre mí RaquelTIbol o García Márquez, prefiero a Garda Márquez porque a ése lo
leen todos".
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