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DISCURSO EN OCASIÓN DEL DÍA PODER JUDICIAL PRONUNCIADO POR EL MAG. JULIO
MANUEL CASTILLO PLATA, JUEZ PRESIDENTE DE LA CORTE DE TRABAJO DEL
DEPARTAMENTO JUDICIAL DE SAN FRANCISCO DE MACORÍS.
Honorable:
Magistrada Delfina Amparo de León, jueza presidenta de la Corte de Niños, Niñas y
Adolescentes;
Honorable:
Magistrada Martha Díaz Villafañas, jueza presidenta de la Corte Civil y Comercial;
Honorable:
Magistrado Gregorio Codero Medina, juez presidente Tribunal Superior de Tierras;
Honorable:
Magistrada Carmen Alardo Peña, Procuradora General de la Corte Penal, y demás
representantes del Ministerio Público;
Honorable:
Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís;
Honorables:
Magistrados del Orden Judicial;
Señores:
Autoridades civiles y militares;
Señores:
De la Prensa;
Señores:
Abogados y Abogadas;
Señores:
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Personal Administrativo;
Damas y Caballeros, muy buenos días a todos.
Hoy, al igual que cada año, nos hemos reunidos en esta sala de audiencia con el propósito
de efectuar esta audiencia solemne en conmemoración al Día del Poder Judicial, escenario
que, como de costumbre, sirve para presentarles a todos ustedes la rendición de cuentas
respecto a las labores judiciales realizadas durante el año que recién finaliza, y, de igual
modo, ha sido una propicia plataforma para abordar temas relacionados al ámbito de
nuestro quehacer. En cuanto a esto último, para la ocasión nos limitaremos, por cuestión
de tiempo, a presentarle las tres líneas de acción del proyecto Visión Justicia 20/24, el que
como más adelante podrán observar, se trata del diseño más amplio, objetivo y moderno
para hacer frente a las problemáticas que por décadas han permeado el Poder Judicial en
nuestro país, y, de paso, afectando desfavorablemente la credibilidad de este último.
Pero antes, es preciso clamar a Jehová Dios para que durante este año derrame bendiciones
sobre cada uno de los magistrados y el personal administrativo de los distintos tribunales
que conforman este Departamento Judicial de San Francisco de Macorís, en particular que
nos colme de salud para poder dedicar nuestras mejores energías a las delicadas labores
que se nos han encomendado, y nos ilumine para realizarlas con la imparcialidad, celeridad
e independencia que se requiere en cada una de nuestras decisiones administrativas y
jurisdiccionales.
Pasando al plano “Rendición de Cuentas del año 2019”, como es de conocimiento de todos
ustedes, en esta parte nos abocamos a indicar las estadísticas judiciales de las distintas
Cortes de este Departamento Judicial, con la salvedad de que existen sobradas intenciones
de poder ofrecer las estadísticas de todos los tribunales que comprenden este
Departamento Judicial, sin embargo, por cuestiones de tiempo, no es posible, aunque, cabe
resaltar que, actualmente, el Poder Judicial cuenta con una oficina denominada Centro de
Comunicación e Información Judicial Dominicana (CENDIJD), a través de la cual el ciudadano
puede obtener información sobre la labor judicial de cualquier tribunal del país.
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Pero antes, es oportuno destacar la importancia que reviste la rendición de cuentas en un
Estado Social y democrático de Derecho como lo proclama en el artículo 7 de nuestra
Constitución, pues rendir cuentas no solo alude a cuestiones tan fundamentales como es la
responsabilidad y transparencia del servidor público en las tareas que les corresponden,
sino también, en la especie, se trata de una verdadera expresión de control social, en tanto
es una fuente indispensable para los ciudadanos poder tener informaciones claras y
precisas sobre nuestras gestiones.
En ese sentido, en el caso de la Corte Civil y Comercial de este Departamento Judicial, su
labor durante el año 2019, fue como se detalla a continuación:
Recursos en general entrados: ……………….……… 443
Referimientos entrados: ………………………….……. 19
Asuntos administrativos entrados: ………………………. 12
Asuntos jurídicos entrados: ………………………………. 50
Audiencias celebradas: …………………….………… 1,497
Sentencias de fondo dictadas: …….…………………. 287
Ordenanzas Referimientos dictadas: …………………… 19
Sentencia administrativas dictadas: ………….. ………. 16
Sentencias incidentales dictadas: ………………………. 46
Autos jurídicos Administrativos resueltos: ……………... 46
Sentencias preparatorias dictadas: …………………… 972
Autos administrativos resueltos: …………………….. 520
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ESTADISTICAS DEL DESPACHO PENAL DEL DEPARTAMENTO JUDICIAL DE SAN FRANCISCO
DE MACORIS.
Asuntos Administrativos resueltos por el Presidente:
Entrados: …………………………………………….. 1,793
Salidos: ………………………………………………...1,793
Unidad de Recepción y Atención a Usuarios:
Entrados: ………………………………………… Más de 8,496
Salidos: ……………………………………………… 8,496
Primer Juzgado de la Instrucción:
Entrados: ……………………………………………. 1,496
Salidos: ……………………………………………… 1,016
Segundo Juzgado de la Instrucción:
Entrados: ……………………………………………. 1,364
Salidos: ……………………………………………… 989
Oficina Judicial de Atención Permanente:
Entrados: …………………………………………….. 3,958
Salidos: …………………………………………………3,941
Unidad de Ejecución de la Pena:
Entrados: ……………………………………………… 1,118
Salidos: ……………………………………………….. 1,128
Primer Tribunal Colegiado:
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Entrados: …………………………………………….. 216
Salidos: ……………………………………………… 431
Segundo Tribunal Colegiado:
Entrados: ………………………………………………181
Salidos: ……………………………………………… 358
Cámara Penal:
Entrados: ……………………………………………. 210
Salidos: ……………………………………………… 471
Corte Penal:
Entrados: ……………………………………………… 622
Salidos: ………………………………………………… 554
Audiencias Celebradas:
Ejecución de la Pena: ………………………………..505
Primer Tribunal Colegiado: ……………………………798
Segundo Tribunal Colegiado: …………………………522
Cámara Penal: ………………………………………….568
Primer Juzgado de la Instrucción: …………………….2,264
Segundo Juzgado de la Instrucción: ……………….. 2,247
Corte de Apelación: …………………………………….1,663
Total: ………………………………… ……………… 5,079
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Unidad de Soporte a Jueces:
Expedientes Entregados: …………………………… 2,566
Unidad del Centro de Notificaciones y Citaciones:
Asuntos Requeridos: …………………………Más De 43,000
ESTADISTICAS DE LA CORTE DE APELACIÓN DE NIÑOS NIÑAS Y ADOLESCENTES DEL
DEPARTAMENTO JUDICIAL DE SAN FRANCISCO DE MACORÍS.
ENTRADA GENERAL DE EXPEDIENTES:
Entrados: ……………………………………………… 42
Expedientes Fallados en materia civil:……………… 24
Expedientes fallados en materia penal: ……………. 2
Decisiones de Instrucción: …………………………… 8
Decisiones Administrativas: ………………………….. 5
Total Fallados: ………………………………………… 39
CENTRO DE ENTREVISTA: Desde su puesta en funcionamiento (junio 2019) hasta la fecha:
Solicitudes de entrevista fijadas: …………………… 153
Solicitudes de entrevista conocidas: ………………. 100
Solicitudes de entrevista en proceso: ……………….. 53
ESTADISTICAS DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE TIERRAS
Asuntos Contenciosos Recibidos: ……………….. 186
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Asuntos Contenciosos Resueltos: ………………. 171
Audiencias Celebradas: ………………………...... 644
Autos Administrativos: …………………………… 947
Fallos Sobre Incidentes: …………………………… 78
Asuntos Administrativos Recibidos: ……………… 115
Asuntos Administrativos Resueltos: ……………… 148
EN EL CASO DE LA CORTE DE TRABAJO:
Recurso de Apelación Entrados: ………………….. 125
Recursos de Apelación Fallados: …………………. 128
Referimientos entrados: ……………………………….54
Referimientos fallados: ………………………………. 54
Demandas en Materia de Ejecución entradas: ………4
Demandas en Materia de Ejecución Fallados: …….. 2
Demandas en ejecución pendiente de conocerse: … 2
Sentencias incidentales: ……………………………….152
Autos dictados por la Corte: ………………………… 433
Ordenanzas dictadas por la Corte: ………………….. 65
Audiencias conocidas: ………………………………... 401
Ahora, corresponde presentar a todos ustedes el proyecto que pondrá en vigencia el Poder
Judicial a partir de este año, creado con el objetivo de transformar significativamente la
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justicia dominicana, y así poder brindar a la colectividad un servicio basado en fácil acceso,
oportuno y confiable, el cual lo hemos denominado: Visión Justicia 20/24.
En este sentido, lo primero que hay que expresar es que, si bien es cierto que el Poder
Judicial requiere de nuevos paradigmas para enfrentar problemas tan graves como la
dificultad de acceso a la justicia por parte de los usuarios, la mora judicial, y excesivos
reenvíos de audiencias, entre otros graves problemas que padece, sin embargo, resulta
incuestionable que durante los últimos años el poder Judicial de la República ha mostrado
significativos pasos de avances, entre los que cabe citar mejoras en las condiciones
materiales en que desarrolla sus labores, implementando nuevos equipos informáticos,
incluso, dando pasos firmes hacía la gestión judicial digital, reparación y acondicionamiento
de las edificaciones que albergan los distintos tribunales del país, seguridad social de los
jueces y empleados, capacitación inicial y continua de sus miembros, utilizando como
soporte la Escuela Nacional de la Judicatura.
No obstante, la realidad demuestra que esos pasos de avances no han sido suficientes para
erradicar de manera definitiva escollos que aún subsisten y que, según todo apunta, se
mantendrían vigentes de no adoptarse un plan integrar para atacarlos, basado, por un lado,
en medidas tendentes a transformar la manera en que hemos venido desarrollando
nuestras faenas a lo largo de varias décadas, y que han dado como resultado que en
términos generales no hayamos sido capaces de poder brindar un servicio como merece y
demanda la sociedad dominicana, es decir: con la debida prontitud y calidad, y, por el otro,
fomentar en cada uno de los servidores judiciales el compromiso que deben asumir para
hacer realidad los propósitos sobre los cuales descansa este plan estratégico.
Para hablar de la historia y contenido del plan Visión Justicia 20/24, debemos iniciar
diciendo que el 4 de abril del año pasado se produjo la sustitución de una gran parte de los
jueces de la Suprema Corte de Justicia, incluyendo el presidente, y solo 3 jueces fueron
confirmados en sus cargos.
En efecto, con la llegada del honorable magistrado Luis Henry Molina Peña, como juez
presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, se inició de
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inmediato un exhaustivo análisis de la situación del Poder Judicial en todas sus vertientes,
cuyos resultados reflejan prácticas deficientes, recursos humanos y materiales
incorrectamente utilizados, así como trabas irracionales, en fin, múltiples problemáticas
que se erigían como verdaderos obstáculos para lograr una justicia pronta y confiable.
Como resultado de esas nefastas evidencias y con el profundo e inquebrantable propósito
de erradicarlas para siempre, nace la iniciativa del Poder Judicial de lanzar el plan Visión
Justicia 20/24, y para ello el Poder Judicial emprendió desde julio del año pasado un proceso
de consultas públicas con representantes de usuarios de la justicia, abogados y otros
actuantes del sistema, organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales, así
como con grupos de personas en condición de vulnerabilidad.
A los aportes de las 340 personas que participaron en las 28 mesas consultivas, se sumaron
las ideas recibidas por la web del Poder Judicial. En efecto, la consulta arrojó 3,347
comentarios, que incluían identificación de problemas, planteamiento de expectativas y
sugerencias para soluciones. Estos resultados, incorporados al diagnóstico institucional,
permitieron pasar a la siguiente ronda, consistente en mesas de trabajo de Visión Justicia,
con jueces y juezas de todo el país, en conjunto con servidores judiciales
Se busca la construcción de un modelo de justicia que dé respuestas a nuestras
problemáticas. Para eso, el Poder Judicial Dominicano está observando y estudiando a
fondo otros sistemas de justicia de Iberoamérica. En efecto, delegaciones de jueces y
funcionarios judiciales dominicanos ya han visitado otros países y contemplado su práctica
judicial; un ejemplo de ello es nuestra hermana nación de Puerto Rico. La experiencia
obtenida ha sido altamente provechosa, y a la fecha ya se tienen de manera concreta
algunas ideas para ser puesta en práctica en el futuro inmediato que vendrán a impactar en
beneficio del Poder Judicial Dominicano. Entre ellas: (a) distribución equitativa de la carga
de trabajo de todos los jueces y juezas, de manera que en aquellas jurisdicciones donde
existe una carga exagerada de trabajo como secuencia de la alta cantidad de expediente
que recibe, pueda dar respuesta pronta a estos asuntos; (b) implementación de una
secretaría común para todos los tribunales de cada Distrito Judicial, con esta medida se
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procura centralizar todos los asuntos de índoles administrativo para lograr mayor eficiencia
en el manejo y control de los expedientes; (c) Integración de la personalidad digital, con
esto se pretende aprovechar en gran medida las facilidades y seguridad que ofrece las
nuevas tecnologías, de forma que se facilite la transparencia y el acceso a la justicia por
parte de la ciudadanía, sin dejar de mencionar que esto impacta sobremanera en la no
utilización de papel, lo que a su vez contribuye a un planeta menos contaminado, además
de que implicará un beneficio económico para el Estado Dominicano; (d) Sistema
centralizado de manejo de audiencias en cada sede judicial; contribuirá a mejor
significativamente el aprovechamiento de los espacios físicos de cada sede judicial, así
como una mejora en la distribución de los horarios de trabajo tanto para jueces como
abogados; (e) protocolo de manejos de asuntos judiciales; con su puesta en ejecución se
pone fin a la incertidumbre que embargaban a los usuarios del Sistema, particularmente los
abogados, quienes a la hora de realizar un trámite judicial desconocen los requisitos a
exigirles, ya que estos pueden variar dependiendo del tribunal donde se realizará el
procedimiento o solicitud; (f) Modelo multicanal de atención a usuarios /usuarias de gestión
documental y de despacho, de forma que los ciudadanos tengan acceso por diferentes vías
a cualquier servicio del Poder Judicial, sin necesidad de traslado físico al tribunal apoderado
del asunto.
Como resultado de lo anterior, las ideas y propósitos que inicialmente se tenían como parte
integral de este plan, fueron ampliadas y enriquecidas con las propuestas provenientes de
aquellos sectores, lo que hoy, finalmente, permite que las autoridades del Poder Judiciales,
rebosadas de entusiasmo y esperanzas, presentemos a todos ustedes y a la ciudadanía en
general este Plan Estratégico.
En ese tenor, este Plan cuenta con tres (3) ejes centrales y 34 líneas de acción. Además, se
ha estructurado un mecanismo de gobernanza, que incluye herramientas de monitoreo y
seguimiento sistemático, de manera que se tenga registro del cumplimiento de cada uno
de los puntos.
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El primero de estos ejes se ha denominado: Justicia para todas y todos. Este comprende
aspectos relacionados al acceso a la justicia; acceso digital a servicios; sistema de
información relevante para facilitar servicios; un registro activo de usuarios, servidores y
auxiliares de la justicia. Además, infraestructura digna; descongestión de despachos;
creación de una base de conocimiento de jurisprudencia y legislación por materia; y
atención a temáticas de interés o impacto social.
Como se nota, este eje persigue que se cumpla de manera efectiva con el acceso a la justicia,
visto como uno de los componentes más importantes dentro de las facetas del derecho
fundamental de la tutela judicial efectiva que proclama el artículo 69.1 de nuestro texto
supremo, y que consiste en el derecho que tiene toda persona de poder acudir sin trabas a
los tribunales judiciales para formular pretensiones o defenderse de ellas,
independientemente de su condición económica, social, religiosa, raza, o de cualquier otra
índole.
Al decir de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): “El acceso a la justicia es un
principio básico del estado de derecho. Sin acceso a la justicia, las personas no pueden hacer
oír su voz, ejercer sus derechos, hacer frente a la discriminación o hacer que rindan cuentas
los encargados de la adopción de decisiones. Por ello, esta institución resalta que: (cito): “La
Declaración de la Reunión de Alto Nivel sobre el Estado de Derecho hizo hincapié en el
derecho a la igualdad de acceso a la justicia para todos, incluidos los miembros de grupos
vulnerables, y reafirmó el compromiso de los Estados Miembros de adoptar todas las
medidas necesarias para prestar servicios justos, transparentes, eficaces, no
discriminatorios y responsables que promovieran el acceso a la justicia para todos, entre
ellos la asistencia jurídica” (fin de la cita).
Por consiguiente, es una obligación del Poder Judicial el crear no solo espacios físicos para
el fácil acceso de aquellas personas vulnerables por su condición física o de avanzada edad,
sino también esa obligación supone eliminar las trabas que en el marco administrativo
impiden el acceso del ciudadano. Terminemos de una vez y para siempre con el desinterés
que a veces se percibe frente al asombroso drama del que implora justicia en condiciones
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de vulnerabilidad. No hay una sola razón para no abrir los brazos de la justicia aquel que la
clama. Todos los que laboramos en este Poder Judicial estamos llamados cada día a elevar
el nivel de compromiso institucional que requieren los usuarios. Por ende, seamos más
solidarios, humildes, comprometidos con construir un espíritu de justicia para todos, sin
dejarnos arrastrar por prejuicio, ya sea por condición social, raza, religión o color, o,
sencillamente, por falta de vocación al servicio prestado.
No es posible que se repita la escena vivida por quien les habla, cuando una mañana coincidí
con una señora en las escalinatas de este edificio, la que muy enojada me expresó que
recibió un trato desconsiderado por parte del personal de seguridad apostado en su entrada
principal, la que visiblemente atormentada por el drama que alegadamente estaba viviendo
por la muerte de su hijo a causa de un atraco, solo exclamó finalmente: “tiene que ser un
animal!, para darme un trato de esa manera”. Estos y otros hechos que se suscitan en
nuestro entorno judicial, son los que nos han colocado desgraciadamente en el bajo nivel
de valoración de eficiencia que nos atribuye la sociedad, a la hora que le corresponde medir
las instituciones públicas de nuestra Nación.
Lo cierto es que debemos trabajar sin descanso para cambiar esa percepción. La justicia no
puede seguir operando de espalda al clamor social, cuyas expresiones revelan desconfianza,
pesimismo e indignación. Ahora bien, tampoco podemos dejar de reconocer que por la
naturaleza del trabajo que realizamos es obvio que se generan expresiones de
inconformidad con las decisiones que adoptamos, pues al final habrá por lo menos una
persona perjudicada, la que casi siempre no la acepta, y en lugar de atacarla jurídicamente
por las vías recursivas, prefiere hacerlo en otros escenarios y apelando a razones apartadas
de lo jurídico. Por esta razón, y como podrán observar más adelante, el Poder Judicial
incrementará significativamente el acercamiento a la ciudadanía y fortalecerá la gestión
mediática, en aras de que estén en condiciones de comprender cuando un actor del Sistema
de Justicia justifica sus inacciones o incapacidad para realizar sus tareas, sobre la base de
lacerar la credibilidad de los jueces.
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Por tanto, para contribuir con aligerar esa tarea, cada juez, al momento de fallar, debe
procurar que sus decisiones, aparte de que sean prontas, también sean el producto de un
estudio ponderado, objetivo, apegado siempre a las pruebas suministradas, al derecho, y
apartado de cualquier elemento que pueda arrebatarle su sagrada imparcialidad e
independencia.
De igual modo, la apatía al trabajo debe ser erradicada, llevándose de plano el mejor aliado
de los que la predican: los reiterados reenvíos injustificados, los que muchas veces son el
resultado de una clara intención de dilatar el proceso; en cambio, en otros casos no son más
que el fruto del incumplimiento de diligencias o actuaciones por parte que de quienes
procesalmente están encomendados a ejecutarlas, lo que implica que en muchos casos los
procesos no avancen en la medida de lo esperado. Es por ello que, con la implementación
de todas las medidas que conlleva este plan, anidamos la esperanza de poner fin a los
aplazamientos por falta de citaciones, ya que en lo adelante se establecerá un centro con
todos los recursos humanos y tecnológico que permitirá ubicar los casos desde su inicio
hasta su fin. De igual modo, habrá reacondicionamiento de las áreas físicas de los tribunales
del país, con el objetivo de que aquellas personas en condiciones de vulnerabilidad puedan
tener acceso a los tribunales de manera fácil y ágil cuando así lo requieran. Tendremos un
sistema de información relevante para facilitar servicios, registro activo de usuarios, y
auxiliares de la justicia. Se dará mayor impulso a la Resolución Alternativa de Conflictos,
como herramienta idónea para procurar solución pronta, a bajo costo, pero, sobre todo,
que contribuye a la paz social por la naturaleza de las decisiones que se toman a través de
ese método de aplicación de justicia.
Por su parte, la segunda línea de acción de este Plan consiste en: UN SERVICIO JUDICIAL
OPORTUNO Y EFICIENTE.
Este se enmarca en los siguientes criterios. Mejora de servicios: creando protocolos y
reglamentos para estandarizar y unificar criterios jurídicos y administrativos. Digitalización:
poniendo en práctica la personalidad digital y firma electrónica de los actores del Sistema.
Centro de Notificaciones en todo el país, capaces de dar respuesta ágil y de calidad a los
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asuntos que requieran de notificaciones. Tendremos un modelo multicanal de atención al
usuario, con el cual se le brindará asistencia gratuita sobre información de los asuntos
relacionados a los procesos judiciales en que participan. Asimismo, se pondrá en práctica
un Manual de gestión documental y de despacho, y se creará un Sistema centralizado de
manejo de audiencias en cada sede judicial.
Para lograr un servicio judicial oportuno y eficiente requiere que se realicen con rapidez y
certeza todas las diligencias que demandan los diversos asuntos que nos son sometidos. No
es posible continuar con la forma en que se imparte justicia en determinados procesos,
donde las prórrogas de audiencias es lo cotidiano. Una muestra patética de esa realidad, es
el juicio abierto en el Distrito Judicial de Santiago por el intento de homicidio perpetrado
contra la señora Miguelina Llaverías, la que, para obtener una sentencia condenatoria en
contra de su ex esposo y sus cómplices, tuvo que soportar más de 30 reenvíos de audiencias,
la que luego de la condena relató a la Prensa que se trató de un proceso "largo, doloroso y
vergonzoso”.
Una Justicia retardada no es justicia. Pues como expresara el ilustre jurista Italiano
Francesco Carnelutti: “La condena a alimentos no debe ser pronunciada cuando la persona
necesitada haya muerto”.
La lentitud debe dejar de ser un calificativo para referirse al Poder Judicial Dominicano.
Tenemos que tener conciencia de que la celeridad es fundamental para la aplicación de una
verdadera justicia
La tercera, y última línea de acción de este Plan es: INTEGRIDAD PARA UNA JUSTICIA
CONFIABLE
Este eje de acción se resume en tres aspectos fundamentales: (a) Cumplimiento de reglas;
(b) rendición de cuentas; y, (c) empoderamiento.
Los propósitos que se persiguen con la implementación de esta línea de acción, nos revela
que habrá particular atención en lo referente a la formación de servidores judiciales,
capacitando a las juezas y jueces para lograr la calidad de los fallos, lo que se traduce en la
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reducción de errores. Se contempla la Revisión y actualización del Sistema de Integridad y
Código de Comportamiento ético, lo que implica rendición de cuentas, planes de
prevención de conductas indebidas y un verdadero sistema de evaluación de desempeño,
cuyos resultados sean a todas luces transparentes, objetivos y confiables.
Como todos sabemos, una justicia confiable requiere del cumplimiento efectivo de
múltiples componentes. En la especie, se trata de una de tareas más difíciles y delicadas,
pues no podemos soslayar que el manejo y control de un proceso judicial no es el resultado
de la labor exclusiva de los jueces y personal administrativo de los tribunales, sino que él
interviene otros actores, cuya participación, en ciertos casos, puede resultar determinante
para su suerte.
En efecto, tal y como he indicado en anteriores discursos en conmemoración del día del
Poder Judicial, la justicia no depende del trabajo de un solo hombre. La justicia se
fundamenta en un trabajo en conjunto donde participan diferentes profesionales,
funcionarios, instituciones, poderes públicos y hasta simples ciudadanos cuando se les
requiere como testigos o peritos especializados. Cuando una pieza del engranaje falla, el
sistema judicial sufre con el consecuente agravio para la comunidad y los ciudadanos
involucrados.
Lo antes descrito, adquiere mayor connotación en materia penal, lo que obviamente
incrementa los niveles de dependencia que tiene la justicia cuando se trata de la
investigación, procura, manejo y control de las pruebas de un expediente, en virtud de que
en esa jurisdicción participan instituciones como el Ministerio Público, la Policía Nacional,
la Dirección Nacional de Control de Drogas, la Defensa Pública, entre muchas otras, cuyas
acciones, separadas o entrelazadas, pueden impactar en términos positivos o negativos la
decisión final a adoptar por el tribunal, lo que, a veces, aún quisiera el juez remediar por
voluntad propia, sin embargo, en la mayoría de los casos no es posible porque la ley impone
límites para tales propósitos, aspectos importantes que en muchos casos es desconocido
por el ciudadano afectado por la decisión, y al final de cuentas este último la arremete
injustamente contra el juez o jueza. Por lo que para tratar de evitar que estas cosas sigan
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pasando, o por lo menos aminorar el impacto negativo que deja en la percepción social, se
incrementará el acercamiento con la ciudadanía y se fortalecerá la gestión mediática, en
procura de que la ciudadanía conozca a fondo el trabajo que realizan no solo los jueces, sino
cada una de estas instituciones que intervienen en los procesos judiciales, y les permita
conocer si en un determinado caso estos desempeñaron su rol de manera responsable y
oportuna, cuando a raíz del fallo emitido surgen cuestionamiento sobre el comportamiento
del juez.
Para lograr una justicia confiable, es necesario contar con un personal íntegro a toda
prueba. La integridad es un baluarte indeclinable de la justicia. Poco importa que los jueces
cuenten con todas herramientas tecnológicas, recursos humanos, beneficios particulares y
de seguridad social, en fin, todas las garantías posibles, si al final de cuentas no es una
persona comprometida a cabalidad con el mejoramiento de la justicia, y en su pecho no
lleva encendida la llama de la imparcialidad, el decoro, la honestidad y el afán de trabajador
intensamente en pos de una justicia digna que no es más que el desarrollo general de su
país.
En su diario vivir, el juez debe procurar cumplir de los principios y valores éticos que han
sido establecidos en el Poder Judicial Dominicano y el Código Iberoamericano de Ética, que
en el primer caso supone que este debe estar dotado de Conciencia Funcional e
Institucional; credibilidad; cortesía; eficiencia; honestidad; disciplina; entre muchos otros;
por su lado, el Código Iberoamericano de Ética nos indica que la independencia del juez es
una cualidad de primer orden, al igual que la imparcialidad, y otro principio no menos
importante que contempla este conjunto de normas éticas es que el juez motive de manera
correcta la decisión adoptada, y al respecto textualmente plantea que “Motivar supone
expresar, de manera ordenada y clara, razones jurídicamente validas, aptas para justificar
la decisión”.
Queremos dejar constancia a la sociedad dominicana de que contamos con la suficiente
humildad para escuchar las críticas, pero, sin dudas, que contamos con una mayor voluntad
para implementar los cambios que se requieran en aras de hacer de la justicia dominicana
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un ejemplo a seguir por otras naciones. Que se nos vea como un pueblo que aprendió de
los errores del pasado para construir un Poder Judicial modelo de buen servicio.
Para hacer realidad este Plan Estratégico, se requiere de mucha entrega, sacrificios, horas
incontables de estudio, trabajo, dedicación, vocación de servicio, pero particularmente el
anhelo inquebrantable de vencer la injusticia. Que en lo adelante no exista un solo tribunal
en esta Nación, donde no se brinde justicia accesible, digna, oportuna y de calidad.
Finalmente, al igual que aquel 28 de agosto del año 1963, en que Martin Luther King subió
las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln, en la ciudad de Washington, y les habló
a sus conciudadanos sobre el sueño que tenía de que tanto blancos como negros pudieran
coexistir en un ambiente armonioso y de igualdad, hoy 7 de enero del 2020, yo tengo el
sueño de una justicia donde no haya asientos para la impunidad. Yo tengo el sueño de que
el desposeído de riquezas materiales sienta que, al acudir a cualquier tribunal de país, se
les recibe con respecto, se les escucha, y sobre todo encuentra respuesta efectiva a sus
necesidades. Yo tengo el sueño de que los mismos derechos fundamentales que
actualmente le son protegidos al imputado, en la misma proporción se extiendan a la
víctima de aquel, borrando para siempre la funesta desigualdad que hoy se percibe, y que
jamás a mis oídos llegue la noticia de que la víctima tuvo que empeñar o vender casis todos
sus ajuares para contratar un abogado que esté, o pudiera acercarse, a la capacidad
profesional y ética del que asiste gratuitamente al imputado. Yo tengo el sueño de que se
destierre para siempre el desinterés de la ciudadanía a denunciar o someter los actos
cometidos en su contra, provocado por la creencia de que la justicia es un camino lleno de
trabas, donde abunda la incertidumbre, y que por sus pasillos ruedan los quebrantados
fragmentos con los que ese ciudadano construyó el anhelo y sed de justicia.
Magistrados, magistradas, servidores Judiciales, ciudadanos y ciudadanas en general,
estamos conscientes que son muchos los desafíos a vencer para el logro de tales propósitos,
sin embargo, con el trabajo en conjunto de todos, y contando con la divina gracia del
Todopoderoso y la de todos los hombres y mujeres de Quisqueya, no tengo dudas de que
lograremos el éxito esperado.
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Muchas gracias.
Julio Manuel Castillo Plata
Juez Presidente Corte Trabajo S.F.M.
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