Aspectos económicos de la selección del estatus político de Puerto Rico
Eduardo A. Kicinski, Ph. DDepartamento de Economía
Recinto Universitario de Mayagüez
A: Maximización de objetivos individuales versus objetivos colectivos
La teoría económica tradicional asume que las personas toman
decisiones, con el fin de maximizar su bienestar personal. La función de
bienestar personal generalmente se representa con una función de utilidad. En
la misma incluimos variables que pueden afectar positivamente y negativamente,
el nivel de satisfacción de la persona. A esta función de utilidad generalmente la
acompañan las restricciones que pueden limitar su universo de posibilidades.
(1) Max Utilidad = f( X1, X2, …Xn)
Sujeto a las restricciones que aplica a cada
variable
g(X1) ≤ M1
g(X2) ≤ M2
.
.
g(Xn) ≤ Mn
La discusión del estatus de Puerto Rico tiene una peculiaridad, con
respecto a la forma que las personas llegan a la conclusión sobre que estatus le
conviene mejor. Por un lado, entran consideraciones de índole personal, como lo
son:
El pago de impuestos federales → Las personas de escasos
recursos económicos no le preocupan el pago de impuestos
federales, por lo que no representa un asunto importante para una
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gran parte de la población, que vive bajo el nivel de la pobreza. Si
puede ser importante para la clase media y alta puertorriqueña,
cuya carga impositiva recaería la tributación de los impuestos
federales. La principal debilidad de la estadidad es precisamente,
no podar contestar adecuadamente como será la transición
económica de Puerto Rico, al sistema de impuestos federal.
Las transferencias de fondos federales como el Medicare →
Puerto Rico como Estado de la Unión recibiría una mayor partida
en fondos federales, particularmente en el Programa de Medicare.
Los potenciales beneficiarios de éste y otros programas federales
verían en la estadidad con buenos ojos. La inequidad en la
participación de programas federales, particularmente, para
aquellos que viven bajo el nivel de pobreza, representa un costo
significativo bajo el actual estatus. Por otro lado, la pérdida de
fondos federales, como la beca Pell, Programa del Asistencia
Nutricional (PAN) y otros, continuará siendo, posiblemente el
principal obstáculo para la independencia de Puerto Rico.
Poder votar por el Presidente de los Estados Unidos → El
poder influir en la decisión de quien regirá el destino de la nación
americana es un beneficio para el que cree en la democracia y en
su participación electoral. Recientemente, las elecciones en los
Estados Unidos han sido cerradas, siendo la elección de año
2000, la más controversial. Esto hace más atractivo para los
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candidatos buscar el voto Latino. Puerto Rico, como Estado de la
Unión, tendría una voz importante como portavoz del grupo Latino.
Aquellos puertorriqueños que apoyaran un candidato ganador
pudieran tener beneficios en los nombramientos de posiciones
gubernamentales.
Tener representación con voz y voto en el Congreso de los
Estados Unidos → Puerto Rico como Estado de la Unión, podría
influir en muchas de las decisiones en el Congreso. Los políticos y
personas que aspiran a la política, tendrían la oportunidad de
aspirar a posiciones electorales de mayor rango y prominencia,
que lo representa actualmente el ser Comisionado Residente en
Washington, D.C. La falta de una representación puertorriqueña,
con voz y voto, en el Congreso de Estados Unidos bajo el ELA,
representa un “déficit en nuestra democracia”.
La participación de Puerto Rico en organizaciones
internacionales → Puerto Rico como república independiente y
soberana, tendría acceso a participar en los organismos
internacionales como las Naciones Unidas, La Organización
Mundial del Comercio, el Banco Mundial, Fondo Monetario
Internacional, la Organización de Estados Americanos, para
mencionar algunos. La participación de Puerto Rico en estos
organismos internacionales, le permite influir y participar de las
negociaciones que se dan a nivel internacional. Las personas, con
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la debida preparación académica y profesional, tendrían acceso a
representar a Puerto Rico en dichos organismos. El honor de
representar a Puerto Rico es un beneficio personal significativo
para muchos, que aman y quieren a su patria.
La participación en las Olimpiadas y concursos de bellezas →
Actualmente bajo el Estado Libre Asociado, Puerto Rico participa
en las Olimpiadas y concursos de bellezas. Las personas que
aspiran a representar a Puerto Rico, en calidad de atleta o de
concursante de belleza, ciertamente ven un beneficio de poder
representar a Puerto Rico. El pueblo disfruta de ver a nuestros
atletas y bellezas competir, en nombre de Puerto Rico. La llegada
triunfal de los ganadores de eventos deportivos y de concursos de
bellezas, son demostrativos de apoyo grande que tienen estas
actividades en Puerto Rico. A nivel emocional, el posible retiro de
Puerto Rico de estos eventos internacionales bajo la Estadidad,
continuará siendo uno de los principales obstáculos para la
Estadidad para Puerto Rico.
La protección de la ciudadanía americana y la Constitución de
Estados Unidos → El estatus actual y bajo la Estadidad, nos
asegura la protección de la ciudadanía americana y de la
Constitución de Estados Unidos. El valor de tener asegurado
nuestros derechos civiles es un beneficio significativo e
importante. La falta de certeza del una garantía del disfrute de los
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derechos civiles bajo la República de Puerto Rico, representa un
costo muy alto para muchos puertorriqueños. El apoyo mayoritario
del pueblo puertorriqueño a su ciudadanía americana, continuará
siendo uno de los principales obstáculos para la independencia de
Puerto Rico. El beneficio que confiere la ciudadanía americana de
poder viajar libremente a los Estados Unidos, ha permitido el
traslado de miles de puertorriqueños a los Estados Unidos. Para
muchos puertorriqueños, la ciudadanía americana es como un
seguro, por el cual si la situación económica del país empeora,
siempre se puede ir a buscar mejores oportunidades económicas
en los Estados Unidos.
La imposición del inglés como idioma oficial → Los
movimientos en Estados Unidos a favor de la oficialización del
idioma inglés, introduce un elemento preocupante para muchos
puertorriqueños. Existe la percepción de que bajo la estadidad,
existiría el requisito de que el idioma inglés se convertiría en el
idioma oficial. Aunque es debatible si el posible o no tal
imposición, no se puede negar que para muchos es motivo de
preocupación y un costo significativo bajo la estadidad.
A la misma vez, entran consideraciones de índole colectivo, como lo son:
El nivel de inversión privada que entraría a Puerto Rico bajo
cada fórmula de estatus → Durante las pasadas décadas, Puerto
Rico ha atraído fondos de inversión privada. Bajo el programa
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Operación manos a la obra y los incentivos contributivos de la
sección 936 y la 930, Puerto Rico ha logrado impulsar su
crecimiento económico. Actualmente, Puerto Rico ha perdido uno
de sus atractivos principales, con la eliminación de las cláusulas
del código de rentas internas federal, que permitían la exención
contributiva federal de las empresas americanas, establecidas en
Puerto Rico. Ante este nuevo escenario y bajo la creciente
competencia internacional, se hace imperativo repensar la
estrategia que puede seguir Puerto Rico. Un elemento crucial en la
discusión sobre la decisión de invertir o no, reside en el valor
esperado de las ganancias a realizarse. Este punto será discutido
en la próxima sección, cuando analicemos la decisión de invertir
dentro del contexto de la teoría de las expectativas racionales.
La estabilidad política de Puerto Rico bajo cada estatus →
Cada fórmula de estatus tiene un elemento positivo y negativo,
hacia un clima de mayor o menor estabilidad política. Bajo el actual
estatus, la falta de permanencia incide en crear inestabilidad
política. Al no saber con certeza hacia donde vamos, añade un
elemento de incertidumbre, que ciertamente afecta la estabilidad
política. La falta de continuidad en los proyectos gubernamentales
es resultado de actual estatus, debido que hay medidas y acciones
gubernamentales, que nos acercan o nos alejan de los Estados
Unidos. Este continuo debate genera inestabilidad en todos los
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sectores financieros, comerciales, educativos y legales. La
estadidad y la independencia, por su propia naturaleza, con de
carácter permanente. Por lo que confieren una ventaja de
solucionar permanentemente la problemática del estatus. Por otro
lado, la estadidad y la independencia, traen consigo elementos que
muy bien pudieran ser causa de inestabilidad política. La estadidad
promete ser causa, para que grupos radicales independentistas se
lancen a la calle a intensificar su lucha por la independencia.
Algunos de estos grupos, inclusive han hablado de llegar a la
violencia si es necesario. Aunque representar un grupo minoritario,
pueden ser un elemento significativo en crear la percepción de
mayor inestabilidad política bajo la estadidad. Por otro lado, la
independencia trae consigo la limitación de ser una fórmula de
estatus asociada con las experiencias de otros países
latinoamericanos, cuyas experiencias no han sido nada
halagadoras. La falta de garantías de una economía saludable y
robusta bajo la independencia, crea la percepción de una mayor
inestabilidad política bajo la independencia. Por lo tanto, el estatus
actual, a ser el estatus conocido, representa para muchos el “mal
conocido” y dejándose llevar por el dicho, “mejor mal conocido, que
mal por conocer”, optan por apoyar el actual estatus político.
La entrada o salida de fondos federales a Puerto Rico →
Puerto Rico es altamente dependiente de los fondos federales.
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Puerto Rico recibe fondos de Asistencia Nutricional (PAN), fondos
de beca para estudiantes universitarios (BECA PELL), fondos en
caso de una emergencia nacional (FEMA), entre otros.
Ciertamente, la discusión de estatus de Puerto Rico no puede
ignorar este elemento. Aun para personas que no dependen de
ayudas federales, pueden a nivel colectivo favorecer las ayudas a
las personas más necesitadas o de recursos económicos limitados.
Las instituciones post-secundarias dependen de la llegada de
fondos federales, provenientes de las becas federales.
Particularmente, las instituciones privadas que no cuentan con el
subsidio gubernamental que recibe la Universidad de Puerto Rico,
sufrirían de una crisis económica ante la ausencia de estos fondos.
Los comercios a detalle dependen de la demanda de los
consumidores. El Programa de Asistencia Nutricional (PAN), antes
Programa de Cupones de alimentos, subsidia todo un mercado. La
ausencia de este programa nutricional causaría un desbarajuste
significativo en la economía del país. Los partidarios de la
independencia sostienen que en un periodo de transición de diez
años se podría preparar al país a sostenerse sin la dependencia de
los fondos federales. Para muchas personas esto representa un
brinco de fe muy arriesgado, al cual no están dispuestos a
negociar. Posiblemente, el principal obstáculo de la independencia
sea la pérdida eventual de los fondos federales.
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Los poderes políticos y económicos bajo cada fórmula de
estatus de Puerto Rico → Los partidarios del actual estatus
político argumentan que una de las ventajas del mismo es su
autonomía fiscal. Según los estadolibristas, el ELA funciona porque
retiene poderes que no tienen los estados de la Unión, que le
permiten atraer empresas al país. Este argumento fue cierto, bajo
la cláusulas 936 del código de Rentas Internas de los Estados
Unidos. Ante su desaparición, el argumento ha perdido fuerza.
Aunque retiene la ventaja de que bajo el ELA no se pagan
impuestos federales.
Los partidarios de la independencia sostienen que
bajo la
independencia, Puerto Rico tendría los poderes para negociar
acuerdos internacionales, tratados de mutua cooperación,
protección de los productos puertorriqueños, menores costos de
transporte marítimo por no estar bajo la ley de cabotaje, entre
otros. Es innegable que con plena soberanía, Puerto Rico alcanza
una serie de poderes económicos y políticos. El problema que
tienen los independentistas es traducir los posibles beneficios de
estos poderes soberanos a bienestar colectivo e individual.
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Los partidarios de la estadidad basan su apoyo en los
poderes políticos que ganarían bajo la estadidad. La
representación de dos senadores puertorriqueños y de siete
congresistas puertorriqueños en el Congreso de los Estados
Unidos es un poder significativo, que representaría para Puerto
Rico la capacidad de influir en los asuntos a nivel federal. La
elección del Presidente de los Estados Unidos daría más
prominencia a los asuntos que nos atañan.
La cultura e identidad puertorriqueña → Los partidarios de la
independencia y del ELA han sido muy exitosos en convencer a
muchas personas que la estadidad representa la pérdida de
nuestra identidad como pueblo. Los partidarios de la estadidad no
han sido exitosos en contestar los argumentos. La asimilación
parcial de puertorriqueños que viven en los Estados Unidos ha sido
utilizado como una advertencia de los pasaría bajo la estadidad.
Los estadistas no han sido claros en establecer la diferencia entre
personas que viven en un lugar donde la mayoría de las personas
son de la cultura americana, versus los que viven en Puerto Rico,
donde la posibilidad de una asimilación es mucho más reducida.
Mas, mientras exista la percepción real o fabricada de una posible
pérdida de nuestra identidad como pueblo, continuará siendo, junto
al pago de impuestos federales, el talón de Aquiles de los
estadistas.
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Consideraciones individuales versus consideraciones colectivas
Se puede dar el caso, que una persona entienda que un estatus particular
le conviene a nivel personal, pero a su vez, entiende que le perjudica a Puerto
Rico, a nivel colectivo. Esto complica el debate de la discusión de estatus, ya
que el enfoque tiene que ser multifacético, que tome en cuenta los objetivos
individuales y colectivos. Bajo esta situación, la función de utilidad que
representa la maximización de objetivos individuales y colectivos se puede
representar de la siguiente forma:
(2) Max Utilidad = f( X1i, X2i, …Xni, Z1c, Z2c,…Zmc)
Donde Xi y Zc son las consideraciones individuales y colectivas,
respectivamente.
Cada variable tiene a su vez, sus restricciones. Por ejemplo, los fondos
federales que recibiría bajo la estadidad no pueden ser mayor que la cantidad
que recibiría si se fuera a un estado de la Unión.
Sujeto a las restricciones que aplica a cada variableg(X1) ≤ M1
g(X2) ≤ M2
.
.
g(Xn) ≤ Mn
g(Z1) ≤ N1
g(Z2) ≤ N2
.
.
g(Zn) ≤ Nn
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La incertidumbre bajo cada estatus
Cada estatus tiene un componente de incertidumbre sobre el resultado
que prevalece cada variable. Por lo que a cada variable es propio asignar un
valor esperado, basado en las probabilidades de que se de cada evento. Hay
eventos que por su propia naturaleza, tienen una certeza completa. Mientras que
otros eventos tienen un elemento de incertidumbre. Por ejemplo:
Si Puerto Rico se convierte en un estado de la Unión, el valor esperado de tener
representación en el Congreso de los Estado Unidos es 2 senadores y
aproximadamente 7 congresistas en la Cámara de Representantes federal.
E[Representación en el Congreso ] = 2 senadores y 7 representantes en la Cámara
de Representantes federal
Si Puerto Rico se convierte en un estado de la Unión, el valor esperado de la
inversión privada que entraría a Puerto Rico dependerá del atractivo que
represente para los inversionistas el invertir en Puerto Rico bajo la estadidad
federada. Por lo que podrían asumir varios valores dependiendo de si se dan las
condiciones más o menos favorables para maximizar las ganancias de los
proyectos de inversión privada.
E[Nivel de inversión privadaestadidad] = f (Expectativas de ganancias estadidad)
= Prob(condiciones favorables) (Gasto de inversión: condiciones favorables) +Prob( condiciones desfavorables) (Gasto de inversión: condiciones desfavorables)
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Al incluir este elemento en el análisis de nuestro votante, su función de utilidad
luce ahora de la siguiente manera:
(3) Max E[Utilidad ]= f( E[X1i], E[X2i], …E[Xni], E[Z1c], E[Z2c],…E[Zmc])
Donde E[Xi ] y E[Zc ]son los valores esperados de las consideraciones
individuales y colectivas, respectivamente.
Cada restricción tiene a su vez su valor esperado, basado en las probabilidades
de cada posible evento y de las condiciones favorables y desfavorables que se
puedan dar bajo cada estatus político.
Sujeto a las restricciones que aplica a cada variable
E[g(X1)] ≤ M1
E[g(X2) ] ≤ M2
.
.
E[g(Xn)] ≤ Mn
E[g(Z1)] ≤ N1
E[g(Z2) ]≤ N2
.
.
E[g(Zn)] ≤ Nn
Otra posible complicación es el grado de ponderación que cada votante le
de a cada variable. Habrá votantes que le den mucho más peso a variables
económicas, como habrá otros que le den un mayor peso a consideraciones de
tipo cultural. Para simplificar el análisis, podemos asumir que cada variable tiene
un peso equitativo o ponderación similar, con las demás variables y
consideraciones individuales y colectivas.
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La perspectiva económica y el estatus
La perspectiva económica utiliza el análisis de beneficios y costos para la
toma de decisiones. Bajo ente enfoque, la persona decide a favor de una acción
si el beneficio esperado es mayor que el costo esperado. Es decir:
Si el beneficio (hacer la acción x) > costo (hacer la acción x), entonces
sigo adelante con la acción x.
Si el beneficio (hacer la acción x) < costo (hacer la acción x), entonces
rechazo seguir adelante con la acción x.
Utilizando la perspectiva económica, dentro del contexto de la discusión del
estatus, el análisis a seguir plantea la siguiente operación:
Favorezco la fórmula de estatus A solo si el beneficio de que Puerto Rico
alcance este estatus, es mayor que el costo de abandonar el actual
estatus (Estado Libre Asociado actual)
Otra complicación en la discusión del tema, cuando la persona
busca la segunda opción como forma de evitar que Puerto Rico alcance
un estatus no deseado. Es decir, si una persona favorece el estatus C,
pero esta en contra de que se alcance el estatus A, apoyará el estatus B,
como estrategia para evitar a toda costa que se lleve a Puerto Rico a un
estatus no deseado.
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Mientras exista un grupo significativo de personas que busquen evitar a toda
costa que Puerto Rico se mueva hacia una solución “final”, sea hacia la
estadidad o hacia la independencia, tendrán un poder de veto sobre el futuro del
estatus de Puerto Rico.
Diagrama 2
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Cuando hay tres alternativas, la estrategia de apoyar la segunda mejor
alternativa es conducente a un apoyo continuo a estatus presente. Esto es así,
siempre y cuando, una de las alternativas de estatus no alcance una mayoría
absoluta de más del 50 por ciento. Dado que cada fórmula tiene su grupo de
fieles seguidores, la estrategia para una fórmula ganadora debe enfocarse en
atraer el grupo de personas con menos arraigo o lealtad hacia una fórmula en
particular. La interrogante que debemos hacernos es si para este votante las
consideraciones individuales pesan más que las consideraciones colectivas.
Cada fórmula de estatus tiene que elegir el mensaje más apropiado para
adelantar su causa. Usualmente, el mensaje estadista ha sido enfocado a las
consideraciones individuales. Mientras que el enfoque estadolibrista e
independentista ha sido enfocado en las consideraciones colectivas. Para el
votante independiente, que no esta atado emocionalmente o económicamente a
ninguna fórmula de estatus, ¿Cuál debe ser el enfoque? Si basamos nuestra
respuesta en los resultados más recientes de los plebiscitos celebrados en los
pasados años, la respuesta tiende a indicar que el enfoque colectivo ha tenido
más apego al grupo independiente. Esto nos sugiere que si los estadistas
quieren adelantar su causa tiene que dejar de enfocar casi exclusivamente en
consideraciones individuales, y atender las consideraciones colectivas. Si
quieres apelar a amor a la patria, tienes que convencer a las votantes
independientes, que tu fórmula de estatus es la que más le conviene a Puerto
Rico.
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Por otro lado, si los seguidores de la independencia quieren algún día
alcanzar con éxito la independencia tienen que apelar a la consideraciones
individuales. Un votante independiente votará en contra de la independencia si
entiende que la independencia le perjudica económicamente. Si entiende que la
República de Puerto Rico no le garantiza sus derechos civiles, su libertad de
viajar libremente a los Estados Unidos, si no le garantiza los beneficios
percibidos bajo la ciudadanía americana.
Los estadolibristas tienen la ventaja de ser el “estatus quo”. Mientras no
convenzan una mayoría absoluta que el cambio es necesario, tendrán las de
ganar. Para cambiar es necesario demostrar que estarás mejor individual y
colectivamente con el cambio, que si el cambio. Solo una dramática crisis
económica demostrará la necesidad de un cambio en el estatus político de
Puerto Rico. Los estadolibristas generalmente enfocan su mensaje en lo que se
pierde con el cambio. Mientras la mayoría de las personas perciban que el costo
del cambio de estatus es mayor que el beneficio del cambio, la permanencia de
ELA estará garantizada.
La Decisión es bilateral no unilateral
En el análisis de estatus político de Puerto Rico se asume explícitamente
que los Estados Unidos respetarán la libre determinación de Puerto Rico. En el
caso de la independencia, una proclamación de la mayoría de los
puertorriqueños sería suficiente para encaminar el proceso y la transición hacia
la república. Este no es el caso para los estadolibristas que favorecen un ELA
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con más poderes, ni para los estadistas que requieren que la estadidad sea
concedida por el Congreso de los Estados Unidos. Este elemento complica aun
más el análisis, ya que una estrategia de aumentar el apoyo puertorriqueño
hacia una fórmula en particular, puede provocar que aumente la resistencia del
Congreso de los Estados Unidos. La estrategia de los estadistas de apelar a los
pobres, con el lema “La estadidad es para los pobre”, tuvo el efecto de aumentar
el apoyo estadista por parte de los sectores pobres del país. Pero a la misma
vez, provocó sospecha de parte de los Estados Unidos, sobre el interés de los
puertorriqueños de ser estado de la Unión. Los americanos son sumamente
orgullosos y consideran que el deseo de ser estado de la Unión no debe basarse
exclusivamente en aspectos económicos, sino también en un aprecio y cariño a
los Estados Unidos.
Los estadistas tienen un dilema ante si. Se sostiene que el Congreso de
Estados Unidos no aceptará la integración de Puerto Rico como estado de la
Unión, como un estado pobre. La premisa detrás de esta aseveración reside en
que un estado pobre no puede demostrar su lealtad a los postulados y valores
que representan los Estados Unidos. Por lo tanto, bajo esta premisa, debemos
primero transformarnos en una economía prospera, para luego aspirar a
convertirnos en estado de la Unión. Pero, si nos transformamos en una
economía próspera, ¿Por qué cambiar el estatus? Por otro lado, un ELA
empobrecido demuestra la necesidad del cambio de estatus. Pero un Puerto
Rico pobre reduce las probabilidades de que el Congreso acepte una petición de
estadidad.
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El dilema se resuelve si los estadistas pueden demostrar su lealtad a los
postulados y valores que representan los Estados Unidos. Hay dos elementos
que favorecen a los estadistas. Primeramente, el servicio militar de los
puertorriqueños a través de los años, ante múltiples conflictos bélicos, ha
demostrado claramente la lealtad del pueblo puertorriqueño. El segundo
elemento ha sido la integración de miles de puertorriqueños en la sociedad de
los Estados Unidos. Los cuatro millones de puertorriqueños en los Estados
Unidos han hecho sentir su presencia y su aportación a la sociedad y cultura de
los Estados Unidos. A medida que se vea el asunto de los puertorriqueños en
Puerto Rico como una lucha por la igualdad de los derechos civiles de miles de
ciudadanos americanos, que residen en Puerto Rico, se verá como asuntos de
ciudadanos y no de pueblos. Es decir, la campaña estadista en el Congreso
tiene que enfocar temas que apelan a los valores y postulados que representan
a los Estados Unidos, como lo son, los derechos civiles, la democracia y la
libertad. Puerto Rico solo llegará a ser estado de la Unión, solo si demuestra la
necesidad de un cambio, ante una dramática crisis económica y si demuestra su
lealtad a los postulados y valores que representan a los Estados Unidos.
Los estadolibristas que aspiran una mayor autonomía y mayores poderes
económicos y políticos, enfrentan su propio dilema. Cada vez que los
estadolibristas y autonomistas reclaman mayores poderes económicos y
políticos, pierden el apoyo del sector más conservador dentro del movimiento
estadolibrista. Por otro lado, si no se mueven hacia una mayor autonomía
pierden el apoyo de los autonomistas que van perdiendo la fe en que sea factible
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y viable alcanzar mayores poderes autonómicos dentro del ELA. A la misma vez,
enfrentan un obstáculo del Congreso, que no ve con buenos ojos concederle a
Puerto Rico más poderes que los que tienen los cincuenta estados de la Unión.
Se argumenta que no hay ningún impedimento constitucional para que Puerto
Rico pueda alcanzar una mayor autonomía, tan solo falta voluntad política de los
Estados Unidos. La única forma que podemos visualizar que eventualmente
Puerto Rico tenga más poderes económicos y políticos, dentro del sistema
constitucional americano es si los autonomistas pueden convencer a los
hacedores de política pública de los Estados Unidos, que les conviene ejercer su
voluntad política, por que es de mutuo beneficio para ambas partes. Los
autonomistas tienen que presentar argumentos políticos y económicos que
justifique que los Estados Unidos quieran hacer un experimento constitucional
con Puerto Rico. La renuencia de Estados Unidos ha llevar a cabo este
experimento constitucional reside en el peligro que otros estados deseen y
aspiren a lograr tal arreglo constitucional, poniendo en peligro la fibra de unidad
de la Nación. Por décadas, los asuntos de los derechos de los estados versus
los derechos de gobierno federal han sido discutidos y decididos por la Suprema
Corte de los Estados Unidos. Es posible, que aun bajo un escenario donde el
gobierno de los Estados Unidos concediera más poderes autonómicos a Puerto
Rico, los mismos pudieran ser cuestionados por los otros estados de la Unión y
declarados inconstitucionalmente por la Suprema Corte, bajo la cláusula de
uniformidad. La tarea, tanto para los estadistas como para los autonomistas es
cuesta arriba.
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B: El rol de las expectativas racionales en el estatus de Puerto Rico
La decisión de invertir en un negocio o proyecto depende de varios
factores, uno de los cuales es la expectativa de ganancias que pueda generar el
proyecto. Según la teoría de expectativas racionales, las personas e
instituciones utilizan toda la información disponible para tomar decisiones que le
beneficien. Es por tal razón, que uno de los factores adversos para llevar a cabo
un proyecto de inversión es la incertidumbre. A mayor incertidumbre, mayor es el
riesgo que incurre una empresa. La incertidumbre generada por la discusión del
estatus reduce el incentivo de invertir en Puerto Rico. Si una empresa va invertir
millones de dólares en un proyecto de 20 años, la empresa querrá estimar una
proyección de los ingresos y costos que va a incurrir en el proceso. La
estabilidad política es un elemento atractivo y valioso para un país. El actual
estatus tiene la deficiencia de no ser un estatus permanente y final. Ante nuestra
presente situación política, desconocemos que leyes contributivas aplicaran, que
incentivos contributivos habrá, si la regulación federal aplicará parcialmente o
totalmente en las próximas décadas. Toda esta incertidumbre afecta el clima de
confianza del inversionista. No tan solo afecta la confianza de los inversionista
de las grandes empresas americanas e internacionales, sino también perjudica
la confianza del pueblo mismo. La creciente emigración de puertorriqueños hacia
los Estados Unidos es un síntoma de la falta de confianza del pueblo en el futuro
de Puerto Rico.
21
¿Es la estadidad beneficiosa para la inversión privada?
Primeramente, es un estatus permanente y final. Bajo la estadidad aplicarán
todas las leyes y reglamentaciones federales que apliquen a todos los estados
de la Unión. Es factible que bajo un periodo de transición, la aplicación de ciertas
regulaciones federales aplique en un periodo subsiguiente.
“Se argumenta que los Estados Unidos está obligado a tratar a Puerto Rico igual que a los demás estados de la Unión, mas nada impide al Congreso autorizar medidas transitorias y de beneficio para el nuevo estado puertorriqueño, si así lo entiende necesario en el proceso de entrada a la unión. Los precedentes establecidos por los subsiguientes 37 estados admitidos a la Unión ilustran algunas medidas requeridas para suavizar el periodo de transición del nuevo estado.”1
Argumento que fue avalado por el Comité de Energía del Senado Federal, en
vistas sobre la medida de estatus s712 del 19900, sobre la constitucionalidad de
las medidas transitorias:
“El Congreso tiene considerable autoridad bajo las cláusulas territoriales y de estabilidad en la Constitución para proveer trato económico no idéntico bajo la estadidad si tal trato es razonable, transicional y necesario.”2
Como sería ventajoso para los Estado Unidos asegurar un estado
puertorriqueño próspero, es razonable suponer que las medidas transitorias
serían beneficiosas y atractivas para atraer nuevas inversiones y empresas a
Puerto Rico. Las medidas transitorias deben ir a fortalecer la infraestructura, la
productividad laboral y la estabilidad política, elementos claves en las decisiones
empresariales sobre proyectos de inversión privada.
1 Kicinki, Eduardo, “Ponencia sobre Aspectos económicos de la Estadidad”, en Ceteris Paribus Vol.3 Num.2 (Octubre, 1993) p. 114-1152 García Passalaqua, Juan M., Carlos Rivera Lugo, Puerto Rico y los Estados Unidos: El Proceso de Consulta y Negociación de 1989 y 1990 (1992) p.127-128
22
Diagrama 3
C: La aplicación de las leyes federales y el estatus de Puerto Rico
Una de las agencias que ha sido más rigurosa en proteger el ambiente y
los recursos naturales ha sido la Agencia de Protección al Ambiente (EPA). La
EPA es una agencia federal, que regula el ambiente y pone en vigor la
legislación federal de protección al ambiente. En muchas ocasiones, los
ambientalistas han recurridos a la Corte Federal para hacer valer la leyes
federales de protección al ambiente.
Un país soberano e independiente podría ser más o menos riguroso que
la actual agencia federal. Mas, es razonable pensar, que bajo las presiones de
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crear oportunidades de empleo, la presión a las autoridades locales sea menos
rigurosos a la hora de proteger el ambiente. Una de las bondades de las leyes
federales es su aplicación a toda la Nación y por ende, menos sujeto a las
presiones locales particulares. Por ejemplo, los ciudadanos de Alaska pueden
desear explotar la Reserva Forestal del ártico en búsqueda del petróleo, mas su
explotación ha sido limitada por las leyes federales. Un Puerto Rico
independiente estaría desprovisto de la actual protección ambiental. Se puede
argumentar que bajo un país soberano, Puerto Rico podría implementar un
programa de desarrollo auto-sustentable, que vele por el ambiente. Habría que
preguntarse si bajo la independencia, la protección del ambiente se sostendría
ante una profunda crisis económica.
En el ámbito legal, es profunda la intervención de las Cortes Federales en
Puerto Rico. Como ciudadanos americanos, somos participes de la protección
que nos cubija la Constitución de los Estados Unidos. Aunque hay quienes
entienden que no es válida esa protección, no se puede negar que para muchos
puertorriqueños, las libertades que disfrutamos como la libertad de expresión y
la democracia, son elementos claves de nuestra existencia como pueblo, y
garantizados por nuestra ciudadanía americana. Una ciudadanía que es
apoyada y respaldada por la gran mayoría de los puertorriqueños.
Los partidarios de la independencia han luchado contra la presencia de
las Cortes Federales, inclusive no reconocen su presencia en Puerto Rico. Esto
fue evidenciado en la lucha por sacar la marina de la isla municipio de Vieques.
En esa ocasión, prefirieron los líderes independentistas que participaron de la
24
desobediencia civil, pasar tiempo en cárcel antes de reconocer la presencia de
la Corte Federal. Bajo la independencia, no estaría presente la Corte Federal.
Mientras la mayoría de las personas entiendan que la presencia de la Corte
Federal es una institución que sirve bien al pueblo, su salida bajo la
independencia representaría otro costo para la independencia.
Otra área de intervención federal es el ámbito del mercado laboral. Una
de las leyes federales que tiene más prominencia es la aplicación al salario
mínimo federal. La misma ha representado para muchos trabajadores la
posibilidad de alcanzar una mejora en sus actuales condiciones laborales. La
aplicación de la ley de salario mínimo ha variado bajo el estatus actual. En
algunos periodos, su aplicación ha sido parcial, en otras ha sido completa. Esta
ley es muy importante, particularmente cuando se toma en cuenta que la
mayoría de los trabajadores del sector privado no están representados por un
sindicato de trabajadores.
Otras intervenciones de la ley federal en el ámbito del mercado laboral
son las leyes que protegen a los trabajadores de trabajar en condiciones que no
sean peligrosas. La Administración de Seguridad y Salud en el Empleo (OSHA)
tiene la responsabilidad por que se cumplan las regulaciones federales que
protegen al trabajador. Bajo la independencia, los trabajadores podrían estar
desprovistos de esta protección, particularmente si la economía se encuentra
bajo una profunda crisis económica.
Una de las más recientes intervenciones del gobierno federal es
garantizar el acceso a las personas con impedimentos a los lugares públicos.
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Esta regulación ha traído justicia a miles de personas con impedimentos, que no
tenían acceso a los lugares públicos. La legislación federal y su aplicación a
Puerto Rico, representó un costo adicional en la construcción de rampas y
elevadores. Un costo, que posiblemente no hubiese incurrido un país sumido en
una profunda crisis económica. En el ámbito educativo, el gobierno federal no
solamente otorga millones en fondos federales, sino que existen leyes que
garantizan que todo niño, aun el que tiene impedimentos pueda tener acceso a
una educación. En países soberanos donde las personas con impedimentos no
tienen acceso a los medios de poder, sus oportunidades de progresar son
limitadas. Los costos económicos que implica el implementar medidas de justicia
social para estos ciudadanos, hace que muchos países soberanos no puedan
hacerles justicia.
Bajo la independencia se pierden las garantías que actualmente disfrutan
nuestros ciudadanos menos afortunados. Puede ser que bajo la independencia
se den todas y más garantías. La pregunta que se haría un muchacho en silla de
ruedas, ¿Estoy dispuesto aceptar el riesgo de perder todas las garantías que
tengo actualmente? Para una persona que el destino le ha ofrecido una tasa
media llena, el perder lo poco que tiene es pedirle mucho. Los partidarios de la
independencia tienen el reto de buscar las garantías económicas y
constitucionales que garanticen los derechos adquiridos de las personas con
impedimentos.
Si bien es cierto que bajo el estatus actual las personas con
impedimentos tienen ciertos derechos, también es cierto que bajo el ELA las
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personas con impedimentos pierden recursos económicos que recibirían bajo la
estadidad. Puerto Rico deja de recibir millones en fondos federales por no ser un
estado de la Unión. En el 1993, cuando se debatió el estatus en el plebiscito del
1993, se calculó que la totalidad de los programas federales que bajo el estatus
actual, Puerto Rico dejaba de recibir era aproximadamente unos $3,000
millones3.
“La totalidad de los programas federales representa unos $3,000 millones en fondos federales que Puerto Rico deja de recibir por estar bajo el status actual. Son unos $3,000 millones que los pobres, los impedidos, los enfermos, las familias con niños dependientes dejan de recibir bajo el status actual”
Más de la mitad de la población en Puerto Rico vive bajo el nivel de la
pobreza. Para ellos, la estadidad representa una oportunidad para mejorar su
situación económica. Los oponentes de la estadidad ven la participación a los
programas de bienestar social como un más mantengo y más dependencia. Mas
la desigualdad en los ingresos generada por el estatus actual nos encamina
cada vez un desastre económico.
D: El modelo económico de Puerto Rico
Bajo el estatus actual, Puerto Rico se encamina hacia una profunda crisis
económica. El modelo del ELA ya no rinde más frutos. Ya no sirve para impulsar
el desarrollo económico de Puerto Rico. Puerto Rico ya no cuenta con los
incentivos contributivos que atraían empresas de alta tecnología y
farmacéuticas. En los comienzos de la Operación Manos a la Obra, Puerto Rico
3 Kicinki, Eduardo, “Ponencia sobre Aspectos económicos de la Estadidad”, en Ceteris Paribus Vol.3 Num.2 (Octubre, 1993) p. 114-115
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bajo el ELA, obtuvo tasas de crecimiento superiores a los demás países en
proceso de desarrollo y de los Estados Unidos. En las décadas de los años
noventa, las tasas de crecimiento de los países en proceso de desarrollo han
sido superiores a los obtenidos por Puerto Rico4.
Crecimiento real en el Producto Interno Bruto1950-2001
Periodo Mundo Países en proceso de desarrollo
Estados Unidos
Puerto Rico
1950-1973
n.a 5.5% 4.2% 6.7%
1966-1973
5.1% 6.9% 4.0% 6.9%
1974-1980
3.4% 5.0% 2.5% 3.4%
1981-1990
3.2% 3.3% 3.2% 4.3%
1991-1997
2.2% 5.0% 2.8% 3.9%
1993-2002
3.5% 5.1% 3.4% 4.8%
Fuente: “The Convergent/Divergent Economic Trajectories of Puerto Rico and the United States” CEPAL (2004). Davidson (2003), NBER(2004), Junta de Planificación de Puerto Rico (2003)
Durante las pasadas décadas, la deficiencia en el gasto agregado ha sido
subsanada por un aumento en el gasto del gobierno. Una estrategia que no es
posible dentro de la actual limitación presupuestaria. Por años, el gobierno ha
sido el motor principal de la economía con los magnos proyectos como el tren
urbano, el supertubo, las comunidades especiales, entre otros. El déficit
presupuestario, que ahora se le llama un déficit estructural, limita las
posibilidades de una política fiscal expansiva que cargue con la economía. La
presente incertidumbre sobre el futuro económico de Puerto Rico ha perjudicado
el clima de inversión en Puerto Rico. No hay que enumerar los presentes 4 “The Convergent/Divergent Economic Trajectories of Puerto Rico and the United States” CEPAL (2004)
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problemas económicos que vivimos actualmente en Puerto Rico. Es conocido
por todos los problemas de desempleo, salud, criminalidad, educación y en la
infraestructura.
Ante una situación crítica hay dos maneras de subsanar el problema. Se
puede trabajar en un cambio se resulte en una solución al problema, o se puede
optar por alejarse del problema. Miles de puertorriqueños han optado por
emigrar a los Estados Unidos en una búsqueda de mejores oportunidades de
vida. Estos puertorriqueños han elegido con su acción votar por vivir bajo la
estadidad. Independientemente si son estadistas, autonomistas o
independentistas, con sus acciones apoyan el argumento estadista. Con sus
acciones, están diciendo prefiero pagar impuestos federales, prefiero enviar mis
hijos a escuelas americanas, prefiero vivir bajo la bandera americana. ¿Cuantos
más miles de puertorriqueños tendrán que abandonar su patria, hasta que
Puerto Rico decida su destino final?
E: Conclusiones
La decisión de favorecer una fórmula de estatus particular depende de
una serie de variables económicas, que afectan a nivel individual y colectivo. La
maximización de utilidad por parte de cada votante envuelve una valorización de
cómo cada una de estas variables le beneficia o le perjudica a nivel personal y
colectivo. Los partidarios de cada fórmula generalmente enfatizan uno de los dos
aspectos, el individual o el colectivo. Esto conduce a una falta de resolución por
parte del pueblo puertorriqueño. Si los partidarios de una fórmula particular
quieren alcanzar el apoyo mayoritario, tienen que conducir un mensaje que tome
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en cuenta los aspectos individuales y colectivos. Cada fórmula de estatus tiene
que convencer a la población, que su fórmula no solo representa una mejor
calidad de vida individual, sino que representa una mejor opción para el pueblo
puertorriqueño.
La estadidad no se debe vender meramente como un ELA con más
fondos federales y con representación en el Congreso. La estadidad representa
un cambio fundamental en nuestra sociedad. Para que la estadidad sea viable,
requiere de un nuevo modelo económico, que tome en cuenta el pago de
impuestos federales, como la total integración económica a los Estados Unidos.
Ciertamente habría un periodo de transición, donde el trato a Puerto Rico sería
algo diferente a los demás estados. Mas, por la cláusula de uniformidad de la
Constitución de los Estados Unidos, se hace necesario un eventual trato igual en
todos los aspectos económicos.
La independencia no podrá alcanzar el favor del pueblo si no atiende las
preocupaciones individuales que tienen los votantes. Los puertorriqueños
amamos nuestra patria, pero también queremos nuestros hijos. Deseamos un
mejor porvenir para nuestros hijos. Buscamos seguridad económica y empleos.
Con cantar la Borinqueña no podemos alimentar la familia. El modelo económico
de la independencia tiene que atender las dudas que tienen los ciudadanos
sobre su futuro económico. La transición económica no será permanente, por lo
que los partidarios de la independencia tiene que responder a como Puerto Rico
vivirá sin los fondos federales. En el mundo actual, las tendencias son hacia una
mayor integración económica. Los acuerdos comerciales del NAFTA (Acuerdo
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de libre comercio de Canadá, México y Estados Unidos) y el CAFTA (Acuerdo
de libre comercio de Centro América, República Dominicana y Estados Unidos),
son indicios de la interdependencia económica entre los países del mundo. Lejos
de alejarse de Estados Unidos, los países de Latino América buscan acuerdos
comerciales con los Estados Unidos. Actualmente, bajo el ELA, Puerto Rico
tiene un mercado común con los Estados Unidos. En el 2002, el 77.65 % de
nuestras exportaciones iban hacia los Estados Unidos5. Cualquier movida hacia
una república independiente tiene que tomar en cuenta el alto grado de
integración económica con los Estados Unidos.
Los autonomistas tienen una tarea particular. Convencer al Congreso de
los Estados Unidos, que la libre asociación o República asociada cae dentro de
la estructura del sistema político de los Estados Unidos. Tienen que convencer a
los puertorriqueños que la autonomía no precede a la independencia. Tienen
que convencer a los puertorriqueños que la autonomía puede ser “permanente”.
Los expertos constitucionales tendrían que responder a como se afectaría el
ordenamiento jurídico federal bajo la autonomía, y si se afectaría la ciudadanía
americana. Se habla de “falta de voluntad política” para llevar a cabo los
cambios por parte del gobierno de los Estados Unidos. Mas, la voluntad política
tiene sus límites en la Constitución de los Estados Unidos. Hay una realidad que
tienen que enfrentar los autonomistas, el Congreso de los Estados Unidos no va
aprobar un estatus político que le conceda fondos federales en bloque,
ciudadanía americana, sin jurisdicción de las cortes federales y más poderes
5 “The Convergent/Divergent Economic Trajectories of Puerto Rico and the United States” CEPAL (2004)
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políticos que los tienen los cincuenta estados de la Unión. El sentido común nos
dice que el Congreso de los Estados Unidos no aprobará un sistema político que
atente contra la fibra de la unidad federal americana.
Bibliografía
García Passalaqua, Juan M., Carlos Rivera Lugo, Puerto Rico y los Estados Unidos: El Proceso de Consulta y Negociación de 1989 y 1990 (1992)
Kicinki, Eduardo, “Ponencia sobre Aspectos económicos de la Estadidad”, en Ceteris Paribus Vol.3 Num.2 (Octubre, 1993)
The Convergent/Divergent Economic Trajectories of Puerto Rico and the United States” CEPAL (2004)
¿Estadidad, Independencia o la autonomía?
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