UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MATATIPAC, S. C.
LICENCIATURA: PSICOLOGIA
GRADO: SEXTO CUATRIMESTRE
TEMA: SEGUNDA INFANCIA 7 A 12 AÑOS
NOMBRE DEL MAESTRO: ELIZABETH B. FAVIOLA.
NOMBRE DEL ALUMNO: SANDRA LUZ AVILA GAONA
La infancia de 7 a 12 años
Los progresos de la conducta y de su socialización o si es que existe un progreso de la
socialización que refuerza el pensamiento por interiorización. El niño, después de los siete
años adquiere, en efecto, cierta capacidad de cooperación, dado que ya no confunde su
punto de vista propio con el de los otros, sino que los disocia para coordinarlos. Las
explicaciones entre niños se desarrollan en el propio plano del pensamiento, y no sólo en el
de la acción material.
En cuanto al comportamiento colectivo de los niños, se observa después de los siete años un
cambio notable en las actitudes sociales. Las explicaciones entre niños se desarrollan en el
propio plano del pensamiento, y no sólo en el de la acción material. El lenguaje
"egocéntrico" desaparece casi por entero y los discursos espontáneos del niño atestiguan por
su misma estructura gramatical la necesidad de conexión entre las ideas y de justificación
lógica. Después de los siete años un cambio notable en las actitudes sociales, manifestadas,
por ejemplo, en los juegos con reglamento. Lo esencial es que el niño ha llegado a un
principio de reflexión. En lugar de las conductas impulsivas de la pequeña infancia, que van
acompañadas de credulidad inmediata y de egocentrismo intelectual, el niño a partir de los
siete u ocho años piensa antes de actuar y comienza a conquistar esa difícil conducta de la
reflexión. Podemos, decir que la reflexión es una conducta social, una discusión consigo
mismo pero interiorizada.
El niño de siete años comienza a liberarse de su egocentrismo social e intelectual y adquiere
la capacidad de nuevas coordinaciones que habrán de presentar la mayor importancia para
la afectividad. La lógica constituye precisamente el sistema de relaciones que permite la
coordinación de los puntos de vista entre sí los puntos de vista correspondientes a individuos
distintos y también los que corresponden a percepciones o intuiciones sucesivas del mismo
individuo.
Los progresos del pensamiento
Cuando finalmente los cuerpos ya no son considerados como seres que crecen de la misma
forma que los seres vivos, estas filiaciones no se le antojan ya al niño como procesos de
orden biológico, sino como transmutaciones propiamente dichas.
¿En qué consisten estos primeros tipos de explicación? ¿Hay que admitir que en los niños
este animismo cede directamente el paso a una especie de causalidad fundada en el
principio de identidad, la asimilación egocéntrica, principio del animismo, del finalismo y del
artificialismo, está en vías de transformarse en asimilación racional, a partir de los siete años,
el niño es capaz de construir explicaciones propiamente atomísticas, y ello en la época en
que comienza a saber contar el niño no generaliza. Las reacciones observadas en las distintas
edades han resultado extremadamente claras, y su orden de sucesión se ha revelado tan
regular que estas preguntas han podido pasar a ser un procedimiento de diagnóstico para el
estudio de los retrasos mentales.
La noción racional de velocidad, en cambio, concebida como una relación entre el tiempo y
el espacio recorrido, se elabora en conexión con el tiempo hacia aproximadamente los ocho
años. Todo lo que se puede decir es que las ideas fundamentales de orden, de continuidad,
de distancia, de longitud, de medida, no dan lugar, durante la primera infancia , más que a
intuiciones extremadamente limitadas y deformadoras. A partir de los siete años cuando
empieza a construirse un espacio racional.
Las operaciones racionales
Corresponden, en el pensamiento de los siete años, una operación es, pues, en primer lugar,
psicológicamente, una acción cualquiera (reunir individuos o unidades numéricas, desplazar,
etc.), cuya fuente es siempre motriz, perceptiva o intuitiva. Dichas acciones que se hallan en
el punto de partida de las operaciones tienen, pues, a su vez como raíces esquemas
sensorio-motores, experiencias efectivas o mentales (intuitivas) y constituyen, antes de ser
operatorias, la propia materia de la inteligencia sensorio-motriz y, más tarde, de la intuición.
¿Cómo explicar, por tanto, el paso de las intuiciones a las operaciones? Las intuiciones se
transforman en operaciones, a partir del momento en que constituyen sistemas de conjunto
a la vez componibles y reversibles.
Hacia los siete años, se constituyen precisamente toda una serie de sistemas de conjuntos
que transforman las intuiciones en operaciones de todas clases, y esto es lo que explica las
transformaciones del pensamiento. Por ejemplo, un concepto o una clase lógica no se
construyen aisladamente, sino necesariamente dentro de una clasificación de conjunto de la
que representa una parte. Los números no aparecen independientemente unos de otros (3,
10, 2, 5, etc.), sino que son comprendidos únicamente como elementos de una sucesión
ordenada: 1, 2, 3..., etc.
Hay que esperar a los nueve años por término medio para obtener una seriación análoga de
los pesos (a iguales dimensiones: por ejemplo, bolas del mismo tamaño pero de pesos
diferentes) y a los once o doce para obtener la de los volúmenes (a través de la inmersión en
el agua).
Operaciones Formales 11-12 años en adelante
El cambio más importante es que el pensamiento hace la transición de lo real a lo posible
Los adolescentes piensan en cosas con que nunca han tenido contacto
Pueden generar predicciones sobre hechos hipotéticos o futuros, pueden razonar sobre las
relaciones y analogías proporcionales, resolver las ecuaciones algebraicas, realizar pruebas
geométricas, analizar la validez intrínseca de un argumento, Adquiere la capacidad de pensar
en forma abstracta y reflexiva.
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