Dio5 e51d 5iempreconmigo 33
bl~ma.~, como d arr~pentim icnlo y diversas cons~cuencia.~.
y no hay nadie que este: realmente asustado del presente, pero no lo tememos porque lo conocemos. Tememos a/JOra
que: pasará lurgo. "Tengo algo por delante, y no me gusta nada~. El miedo es tan preciso y tan fiable como la previ
sión del tiempo local, pero ambos parecen especializarse
en poner frenética a la gente,
La pérdida, ,,1 Slifrim¡""to ¡y m"c/~as cosas mAs!
Cuando p ensamos en el futuro, tememos la p érdida y el sufrimie nto. Tenemos miedo de perder a personas. ¿Me
amará siemprr mi I!Sposo? ¿Durará esta amisMd tall valiosa? ¿Camiuarán mis IJijos ron,.1 Se,¡or, ° U apartaran d,. El?
Tenemos miedo de perder nuestros bienes. Apmas logro ""gar (1 fi1l d,. 1II<'S: ¿podri cOllurvar mi ctlSa? ¿ Tmdrl suficimtr para vivir? ¿Habrá di '1"0 para que mis bijos eSflldim <'Il la I</liv,.rsidad?
Tememos perder nuestra posición social. Hrtmbajado 1IIucho, yahorll tmgo 1I11a oporflll/idad. ¿La ulldri sil!lllPr,.
ola p"dm!? Tmgo drudas. ¿Lo dl!Scubrirá algllil!1I? Tememos el dolor risico; los cxjmencs y manipulacio
nes del médico; el sufrimiento que supone el dolor crónico debido a una enfermedad que no se cura .
Incluso más, le tenemos miedo al dolor emocional. Mi amigo ha mrolllrado a otro, a mis bljos /1O I<'S importa I/ada, mi part:}a sr rstá distallciando dr mi,
Tememos el sufrimiento personal. No <'StO) a gllsto COIl
migo mÚmo. Podría IJflber, debería IMber, /Mbría/JCrI,o, 110
IJia, 1/0 soy. Fallé. El miedo casi siempre tiene que ver con algo futuro que nos aSuSta .
Si quiere disponer de una lectura alegre antes de acos
tarse, busque la palabra múdo en Internet. Encontrará miles de fobias documentadas; es un t<'Tmino antiguo que
empleamos par;¡ clarificar lo que impide a una persona
34 PROMESA 1
en fre ntarse a situacioneS cOncretas. Una búsCJucda rápida nos ofrece las siguientes:
Acrofobia : mkdo a las ahuras
Acuafobia: miedo al agua
Agorafobia: miedo a los lugares ab ialOs o publicas Antropofobia: mi edo a !as perso nas
Astrofobia: miedo a l trueno y al rayo
Parece ser que si tom amos cua lquier t<'rmina griego y le añadi mos el sufijo fobia, ¡hemos nombrado Un miedo nuevo! Yesos son solamente los que comien:Wll por la A;
echem os un vis t azo rápido al reS l O del alfab/;lO:
Batmofobia: miedo a las escaleras o a Jos Jugares empi-
nados
Claustrofobia : miedo a los lugares cerrados
NiclOfobla: miedo a la oscuridad
Numerofobia : miedo a los números
Pirofobia: miedo al fuego Zoofobi a: miedo a los animales Me estoy aburriendo ... iY usted? La gente se asusta de
un montón d e cosas, y es divertido hasta que llegamos a
esa que hace que Se nos fo rme un nudo en el estómago.
Admitamos que el miedo es un problema universa l.
Nos golpea como un a ola, amenazando con Hagarnos en
su reflujo. Las Escrituras identifican la emoción aplastante
del miedo casi mil veces.
Echemos un viSTazo a algunos de esos pasajes bíblicos:
• Abraham tem ió la ausencia de un heredero varón.
Dios le dijo en Génesis 15:1: " N o temas . .. yo soy tu
escudo, y tu galardón sed sobrem anera grande".
• Agar tuvo miedo de ver morira Ismael. Dios le dijo en
Génesis 2 1: 17: "¿Qué tienes, Agar? N o remas; porque
Dios ha oído la voz del muchacho en donde está ".
• Los israelitas estaban a ter rorizados al ver que los
egipcios, con dc:seos homici das, les atacaban desde
Dio5 e51d 5iempreconmigo 35
la retaguardia mientras se enfrentaban a la barrera
de! Mar Rojo. No había escapatoria. Justo en medio de una situación aparentemente irresoluble, Moisés les dijo: uNo tengan miedo ... Mantengan sus posi
ciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que e! SENOR realizará en favor de ustedes" (Éx.
14:13, NVI) .
• David tuvo miedo por su vida en numerosas ocasiones, pero escribió estas palabras en el Salmo 23:4 : UAunque ande en v:dle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo".
• Salomón dudaba mucho de su capacidad de seguir los pasos de su padre al gobernar a su pueblo, pero David le d ijo: "Anímate y esfuerza te, y manos a la obra; no tem as, ni desmayes, porque Jehová Dios,
mi Dios, estará contigo; el no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová" (l er. 28 :20).
• Jeremías tenía mic:-do de decir al pueblo algo que no
querían escuchar. D ios le dijo en Jerc:-mías 1:8: "N o temas delante de ellos, porque contigo eSlOy para librarte".
Muchas de esas personas de la Biblia a las que consideramos héroes compartieron 10$ mismos ¡cmores que nos
resu ltan tan familiares.
El miedo el "" problemn ""ivenal Todos conocemo.~ el miedo en una U <)I ra de sus fo rmas. Es
una emoción primaria, instintiva p:ua nuestra natll raleza humana, como la rristcza o la ira. Usted ni siquiera Se dice uBueno, creo que ahora necesito asustarme"'. N o tiene que
planearlo: simplemente le sucede .
Por supueslO, el problema no eS cuando el miedo nos hace una visita. El problema eS cuando abrimos la pUC:-r!a
36 PROMESA 1
delantera y le invitarnos a entrar. ¡MúJo! ¡Bimvmit!" dr VI/,.[ta! 7~ estaba I!Jpatllldo. ¡ESfti lisra fU habiració./, la dI!!
jondo d"l pasillo! No, imúto .. , ¡el nujor dormitorio t'$ para ti.' ¡Mi casa N fU casa/Cuando usted recibe al miedo en su mente, Su corazón y su vida y lo agasaja como a un amigo,
eso supone un problema. Aunque no puede impedir <Jlle
el miedo le visite, puede cerrarle la puerta en las n arices.
Teniendo t"n la mano las promesas de Dios, eso es exactamente lo que time la capacidad de hacn.
El miedo elltre las emociones
Algunas respuestas emocionales tienen su razón de ser. Pensemos en la ira. Uno puede cnfurccusc rrente a la
injusticia. Ese tipo de ira justa eS positiva; impu lsa a hacer algo positivo. Ese es CXJClamCnlc el tipo de ira que innam6
a Jesús cuando caminaba por los atrios del templo, volcando las mesas de los cambistas y limpiando la casa de su Padre (véase Mt. 21 :12 -1 3).
La tristeza tambi¿n es aceptable en determinadas
épocas. Cuando mucre un ser querido o padecemos una púdida imponantc, neccsitamos ticmpo para asumirlo.
Existe u n ajuste saludable y necesario a la auscncia repentin a dc algukn o a lgo importante . Pero la tristeza puede
<¡lledarse en casa dem;lsiado tiempo, y al final hay <¡ue echarla. Aun así, la tr isteza tiene un propósito; el miedo
nunca lo tiene. Incluso la duda tiene su lugar. No es un error ni es perjudicial dudar en ocasiones. Puede dudar de una decisión o de una opinión. Puede dudar de un camino
por el <¡ue se ha puesto a ca min:u. No siempre está mal dudar. pero siempre es un error tener miedo .
Algunos pecados le agarran y le aprisionan. E l miedo
hace lo mismo. El temor le encadena en un cuarto pe<¡ueño y oscuro, y le clava sus garras gélldas en el alma. El terror
es difícil de expulsar. Una vez le ha concedido un lugar
Dio5 e51d 5iempreconmigo 37
en su corazón, se conviene en una droga adi<::tiva sin la que no puede vivir.
Por qué el miedo ',0 está bien
El miedo expresa lo opuesto a todo lo que debe ser el cristianismo. El miedo es la contradicción de la fe. La te dice: "Pase lo que pase, todo irá bien gracias a Dios~. El
miedo dice No va a ir bim, y no piensa mucho en Dios. El miedo es el tstado anti -Dios absoluto. Pocas veces
parece estar Dios mis lejos de usted que cuando su corazón está lleno de [emor. El miedo consis[e en apoyarse to[al
mente en sus propios recursos, y darse cuenta de repente que no son su fkiemes para sos[enerle. El miedo no lÍene
lugar en la vida del cristiano. Una respuesta de temor, como una reacción ansiosa, temerosa. nunca es buena y nunca procede de Dios. Romanos 8:15 nos dice: "Y uste
des no recibieron un espíritu qw: de nuevo los esclavice al miedo ~ (N VI); y 2 T imoteo 1:7 dice: "Porque no nos ha
dado D ios espíri[u de cobardía, si no de poder. de amor y de dominio propion.
Creo que ya me emiende. En su vida, no debe haber
temor. ¡Eche fuera el temor y mela en su vida la fe!
Primera promesa: Dios está siempre conmigo.
El antídoto para el miedo es la promesa de la presencia de Dios. Dior ertd con mted. "POf<IUe él dijo: No [e
desampararé, ni te dejaré; de m anera que podemos decir mnfiadamellle : El Señor eS mi ayudador, nO temeré lo
que me pueda hacer el hombre" (He. 13:5-6, cursivas
añadidas). Dios está eOll/l/igo a do.¡de quiera q/u voy. ¿Cómo podría rnur miMO?
Permita que la seguridad calma y firme de nuestra
38 PROMESA 1
primna promesa, grand" y pr<;<.:iosa, se asientc <; n Su alma:
Dios I'srd sit:mpre cOllllligo . Por rallfO, 1/0 fl!meré.
Siempre 1'11 JII p rellmcia
Ahora bien, ese "Dios está conm igo~ incluye más que d
hecho de la omnipresencia divina. Sí, Dios está en todas parles: por tamo, está donde estamos nosotros. En el sen
tido más fiel, D ios no está en !Ilustra pn:senda, sino que
nosotros cstamas en la Hiya . Para D ios, la distancia no
supone ninguna di ferenda.
David dijo en el Salmo 139:7-10: ""A dónde me iré de tu EspírilU ? iY a dónde huire de tu presencia? Si subiere a los cidos. a ll í estás ¡ú; y si tn el Seo! h iciere mi estrado,
he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas dd alba y habitare en el extremo dd mar, aun allí me guiad tu mano, y me asirá IU diesna~. Dios esta en todas pa rtes.
Me:- encanta Jeremías 23:23-24: "¿Se oculta rá a lguno,
dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea?~ Como pen
sar, ¡Dios nunca n/l' t:llconrrard por aquí! Dios dice: "¿No
lleno yo . . el cielo y la tierra?'·. N o puede esconderse de
Dios. Él esiá en lodas patln.
Para el creyente en JesucrisTO, la primera promesa es que Dios está con nosotros illd;vid,,{/Iml'"llf~. Existe un
sentido especi al en que Dios está con cada uno de nosotros
personalmcnte como con uno de sus hijos. Es como el amigo íntimo que se sienta a nuestro lado en un estadio
lleno de desconocidos. Está con nosotros de una manera
distinta a la que experimenta un in<::r¿dulo. En este sen
tido, COII nosotros también significa por nosotros, como
en Romanos 8:31 : ""Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es
con nosotros, ¿qu ién com ra nosolTos?".
Además, cua ndo usted pasa por momentos difíciles, o
cuando le pesa el corazón y está cargado, Diossc arrcmanga
y se acerca a usted de una manera distinta a la de cualquier
otro momento. No importa si ustcd le ve obnr o no. Es
Di05 e51d 5iempreconmigo 39
posibl~ qu~ su proxim idad no I~ haga s~nti r nada difn~n{~ a
lo habitual. I'~w ~s la v~rdad: Dios ~stá justo ahí, con usted . CuantO peor s~ ponen las cosas, más sc aCCrCa Él para que
usted pued a escuchar su voz. A veces da la sensación de que Dios se apane de usted cu ando llegan los problemas, pero
eso no es cierto. El Sa lmo 34 :1 8 dice: "Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los comritos de espír i tu~. ¿Se rompe su corazón hoy? Dios se acerca a llsted
presuroso. Está juntO a usted, w medio del fuego . En aquel
momento no pude sentirlo, pero ahora que miro atrás, Dios eStuvo juntO a mí durante m is días más tenebrosos. Me dio
la sabiduría para tomar las decisiones que me sacaron de u n valle muy profundo. Me dio las fuerzas que me impi
dieron salirme del camino y caer en la desesperación más profunda. Indujo a ese amigo a que llamara, justo en el momento adecuado. Hizo que sa liera el sol entre las nubes. La verdad es que no hubiera sobrevivido estos últimos años
sin la presencia permanente de Dios en mi vida. Uno de los lugares donde más se encontró D ios conmigo fue en su
Palabra. Para mí, el mes de marzo de 2008 fue el fondo de todos los fondos: todo era oscuro, no había luz. No podía
orar (ni siquiera se me ocurría algo que pedirle); el cam ino estaba muy oscuro y solitario. Sinceramwte, parecía que las
circunstancias nunca cambiarían ni mejorarían en ningún sentido. Mientras lloraba, reflexionaba y avanzaba por el libro de haías, me dejó anonadado el mensaje claro de lsaías 60:20 -2 1: "No se pondrá jamás tu sol , ni menguad
tu luna; porque Jehová te será por luz perpelua . y los días de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán JUSIOS, para siempre heredará n la l ierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme~. La pre
sencia de Dios no hubiera sido más evidente para mí que si se me hubiera aparecido visiblemente en la habitación .
Sé que aquellas fueron palabras reafirmantes de Dios para mí, y rápidamente señalé el m argen de m i Biblia.
40 PROMESA 1
Las Escrituras nos a.~cguran que el propio Jesús ora por usted. El! t:Stl! mismo i>m'lI/tI!. Hebreos 7:25 hace esta impaClantc afirmación : "por lo cual [Jesús] puede también
salvar perpetuamente a los que por él se ace rcan a Dios, viviendo siempre para in¡crccder por dlos~. Jesús vive para
interceder por usted. ¡Sorprendente! El verbo illtt:rcrdt:r
incluye el sentido de rogar por: ¡Jesús [e presenta anTe su
Padrl'" consta nte y persuasivamcnt<:! Incluso antl'"S de que usted se arrodille para abrirle el corazón a Dios, Jesucristo ha danl:\do a su Padre en su favor. Incluso antes de que pida, Él sabe de primera mano lo que usted ncccsila, por
gue está eOll usted. Recuerdo esta cita de mis años deo un ivusidad : "Si
usted pudiera escuchar al Señor orando por usted en la habitación de al lado, no temería ni a mil enemigos". JuSIO
donde se encuentre usted en este momento. piense que el Selior Jesús está en el cuarto de al lado, arrodillado delante del sofá o de una silla. Extitnde sus manos, taladradas por
los clavos, y presenta ante su Padre tanlO a usted como
su necesidad . Conoce sus circunstancias exactas. Pide a Su Padre: "Dale fuerzas, Señor"; "Da le sabidu ría, Señor";
"Dales paciencia. Van a destruirlo ellos solos, Señor. ¡Conctdeles la fe que venza a Su temor!~. A lo largo de las Escri
turas, una afirmación impresionante dice que Jesucristo no solo est;Í collusted, sino que en rea lidad intercede por
usted. Incluso con mayor seguridad, puede estar seguro de que iDios escucha a su Hijo cuando ora!
Escuche las palabras que Jesús dijo por usted en Juan 17:13-19:
Pero ahora voy a ti ; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
Yo les he dado tu p:\bbra; yel mundo los aborreció.
por'lue no son del mundo. como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo.
Dio5 e51d 5iempreconmigo
sino que los guardes del mal. No son del m undo, como Iampoco yo soy dd mundo, SantifÍ<,:alos W ru verdad: tu palabra es verdad, Como tu me enviaste
al mundo, así yo los he enviado al mundo, Y por
dios yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad,
No temeré: Dios está siempre conmigo.
41
E#a es U/M gra/J promesa, james, p"O, ¿es que Dios l/O está COII todo e/I/I/mdo?
Esa es una buena pregunta , Las Escritu ras, como
veremos, dicen que en rea lidad //0, 11010 t:Sfti, Hay cier
tas actitudes que repelen la presencia íntima de Dios. Su omnipresencia nunca merm a, pero su presencia accesible
sí se restringe. Está allí, pero por lo que a nosotros respecta eS como si na estuviera. Por supuesto. la verdadera guerra
se libra en el intetÍor. Él no se hará presente cuando le repudia ese pecado de actitud.
DiolllO eltd ""0"" los orgllllolos
¿Qué problema hum ano importante no comienza con el orgullo? El Salmo 138:6 dice: "porque Jehová . atiende al h um ilde, mas al altivo m ira de lejos". Si usted cree 'lue
no necesita a Dios y qu e puede vivir por su cuenta, D ios respetad su decisión y Se m antend rá alejado. Un alma
orgullosa piensa que Dios es solo para los débiles. Y Dios da un paso atrás y observa . Vt'rl"lIlOS cómo ft' va "1 vida. El
orgullo repele a Dios. El salmo 2 dice que incluso Se tÍe frente a la ridícula afirmación de cualqu iera de nosotros
que diga ¡9ue no encaja en la categoría de "débW! Haa un par de años, mi am igo Grcg Lauric apareció
en el show de entrevistas televisivo Larr] K illg Livt:. King eStaha analiza ndo el lema de Dios y el sufrimiento. Dijo
a Greg: "Pero, la idea de orar a Dios, ¿no es tan solo una
42 PROMESA 1
mu!.;ta? Es d~cir, si yo tuviera un c:ínar, ,nO tendría qu~ or:u a alguien ? ~.
G reg le dio una respuesta sorprendente: "¡Gracias a
Dios por esa muleta, Larry! Para mí Dios no eS una mera mulcotJ : ¡es un hospital Cnlcoro!",'
Dios Se apresura en ayud ar al humilde.
Dios /lQ esttÍ "con" los mundanos
Santiago 4:4 dice : "¿No sabw que la amistad cOn el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser am igo dd mundo se vuelve enem igo de D ios" (N VI) . El amor por
el mundo y el amor a D ios no pueden coexistir. Todos vivimos en csI3 bata lla. El mundo imenta arraslrarnos
hada abajo, y Dios quiere sacarnos de éL ¿Cuál es d patrón de Su vida sobre CSIOS asuntos?
¿Am a lo que am;) el mundo, la posición sodal, las posesio nes, la ambición? N o es que no sintamos la atracción
dd mundo, pero si su objetivo es saTisfacerse a sí mismo
y sus placeres privados, y obtener lo 'l ilC gukre cuan do le apeTece, es usted mundano. Cuando las actitu des y las ambiciones gue caracteriza n al mundo también le carac
teriza n a us ted, no está en buen lugar, por muchos amigos que tenga en Facebook.
Cuando Dios ve su preocupación por Ll5 cosas mundanas, le pregunta: ¿Cren qul' I'SO es UlIl imporrallu? dCr,.,.s
que l'Y "'I'jor qul' yo? ¿e rus que puede sarisfocerre y darte lo que yo 110 puedo daru? Ve a por elfo. D isfrúralo hasta que u CflflSf:>. y" l'spl'rarlaqu¡. Dios no quiere Tener nada gue ver
con una forma tan mundana de abordar la vida.
Djos no estIÍ "con" los rebeldes
¡Puede escuchar la exasperación de Dios en Isaías 1:5 y 15: ",Para gué insistir en la rebelión: ... Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos" (N V¡). Dios lo
deja d aro: CrulI que I/UII/dall //Sudes, per" si Vil'lIl'1l a Mi
Di05 e51d 5iempreconmigo 43
COII "U l'ipirúu ~Lo voy a hacer como quicra~, IIi ,;qui"rt1
los mirarr. No puedo rolt:rar .. u corazón, lIi Na aaitud. Dios inl .. nta transmilir una información a los rebeldes, y el los
Se le oponen con testarudez: Mi sisuma aÚI/ fimciOlIll.
AÚlIllO u Ill'asito. Yo 110, lIi a/JOra. Quizás otro d/tl U/!'SCU
charr. Siempre pensamos que tend remOS u n día más, pero el Salmo 95:7-8 nos advierte que escuchemos hoy y que
no endurezcamos nuestros corazones. Siga el patrón a 10 largo de toda la Biblia; Dios no tolera la rebelión. Tarde
o temprano, la :¡plasta. Él otá con usted si le entrega su corazón .
Dios 110 esttÍ " COII " 'l"ielles dall cabida al pecado
Escücheme, amigo o amiga. Esta advertencia es muy importante para todos nosotros. Santiago 3:2 dice que "todos ofendemos muchas veces", Ninguno de nosotros
es perfecto: ¡solo perdonado! Dicho esto, nuestra relación
con Dios depende de c6mo abordemos nuestro propio pecado. Hasta qu¿ punto nos tOmemos en Serio nueStrO
pecado define en qui61 nos convertimos. Si nos arrepenlimos de nueStro pecado .. n cuanto lo d .. tectamos, si acu
dimos a Dios hu mild .. mente, pidiéndole perdón y fuerzas para no volv"T a Caer en el mismo pecado, la miser icordia
divina nos inunda. [' .. ro si quitamos importancia a nuestro pecado, p .. nsando: Nadi .. /la a imp .. dimu haca lo q/u qui .. ro. M .. da igual qu .. no ,{'d U'/ pe-cado; voy a /¡a({'r!o igual, esa actitud Sl'" llama "dar cabid a al pecado", y tienl'"
consecuencias peligrosas y eternas. El Salmo 66:18 dice:
"Si en mi corazón hubiese yo mirado la iniquidad, el Señor no me habría escuchado". La primera consecuencia de
dar cabida al pecado es la sepaTOlci6n entre usted y Dios,
Si usted tolera su pecado, opta por inutilizar su vida de oración . Ore todo lo qu .. quiera, pero .. sas oraciones T .. bo
tarán en el techo. Pero si Dios 110 /111." nCII,!;a, (cómo puedo mlir de esta
44 PROMESA 1
s;,,,aá,,,,? Dios escuchara skmprc a un corazón contrito y arrepentido, pero solo le escuchará si usted habla de eSlc (COma. Por lamo, si se aCerCa a Él y alberga un pecado
secreto, privado, que no quiere solucionar, Dios le dirá: "Ah, muy bkn. ¿Has venido a hablarme de este pecado?".
Pero si usted adopta la postura de "No, en rea lidad es <Jue necesito otra cosa", Dios]<:- responded diciendo: "Lo siento,
pan la siguiente coSa en la lista I'! el tema de tu pecado. ¡Vuelve cuando estés dispuesto a abordar ese tcma!~.
Podemos decir categóricamente que el SelÍ.or no est:í con todo el mundo; nO está COn el orgulloso ni COn el mun
dano, con el rebelde ni con quien da cabida a l pecado en su
vida, pero puede estar con usud. Él CitÓ con usted si 1eo ha
entregado su corazón; si se ha apartado de su pecado y ha aceplado a Cristo por fe, y ahora procura cada día caminar
en obediencia a Él. Y si usted sabe, como creyeme. <¡ue en ocasiones el orgullo, la mundanalidad, la rebelión y el hecho de dar cabida al pecado siguen acosando su vida de
vez en cuando, dé gracias a Dios por ser consciente de ello,
confiese esos pecados y vuelva a tener comunión con ÉL Uno de los mayores tesoros del universo es la promesa
de <¡ue Dios estará con nosotros. Como Defensor, Ayudador. Senor Soberano y Salvador, Él esiá a nuestro lado y dice: ~Nunca te desampararé, ni te dejaré" (He. 13:5).
"Nunca te dejaré" <¡uiere deeir <¡ue siempre estad allí:
"nu nca te desam pararé ", <¡ue siempre actuará en beneficio de usted. No se lim ita a estar por allí con los brazos cruzados. Dios obra a su favor, iincluso cuando usted no lo ve!
¡Dios está por nosotros! Prueba: Entregó a 5U Hijo.
Romanos 8:31 es la mejor noticia del día. "¿Qué, pues,
diremos a esto? Si Dios eS por nosotros, ¿<¡uién contra nosotros?" ¿Qu¿ problema es demasiado grande? ¿Qu¿
enemigo eS demasiado fu erte? ¿Quién va a en fr entarse a usted cuando Dios está a su lado? ¡Dios está por usted!
Dio5 e51d 5iempreconmigo 45
¿Entiendc lo quc esto signirlca? El siguiente versículo
amplía el sentido: "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo cntregó por todos nosotros, "cómo no nos dará también con él rodas las cosas?". Dios entregó a su único
Hijo por usted. Su Hijo puro, sin pecado, perfecto, llevó
el castigo que merecían nuestros pecados. N o hay mayor
regalo que este. y dado que Dios ya le ha tntregado lo mejor que
tiene, "no e~cuchad la oraci6n en la que usted le pida mucho menos? Teniendo una capacidad infinita para dar y habiendo ya entregado lo mejor, nO hay nada que usted
pueda pedirle a Dios que no sea increíble y significativamente menos de lo que Él ya le ha dado. Por eso nos
acercamos al trono con valor y con con fianza , cuando le pedimos algo, porque "¿cómo no nos dad también . todas las cosas?~
¡Dios está por nosotros! Prueba: Nos defiende. Romanos 8:33-34 dicc: ""Quién acusará a los escogidos
de Dios?". ¿Quién puede acusarnos? ¿Quién puede derribarnos delante de Dios? Dios es quien justifica . Él es el Juez. Golpea con su mazo y toma la decisión final. El pasaje sigue diciendo: "¿Quién es el que condenad? Cristo
es el que murió; m;is aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también inrcrcede por nosotros~. Lo sabe todo de nosotros, cada inseguridad
secreta, cada lucha privada. Y tn lugar dc condenarnos, Jesucristo ora por nosotros. Esa verdad, por sí sola, ¿no
hace que Su espíritu se eleve con una confianza agradecida?
¡Dios u tá por nosorros! Prueba: Nos ayuda.
Volvamos a Hebreos 13:5·6: "Porque él dijo: No te des· ampararé, ni tC dejaré: dc manera que podemos dccir
confiadamente: El Senor es mi ayudador". Mi seguridad radica en Dios. Mi scguridad no dcscansa en el mercado
46 PROMESA 1
de valore$, ni en una carrera de éxito, ni en las sabias
decisiones familiares, ni en mis propias capacidades. Todas
eSaS cosas pueden desaparecer en un momento.
No son solo palabras DiOJ estd cml usted, ¿No es 1"/(1 Irme tipica de 10/ ptlJfOr?
Imaginé que estaría pensando eSO . Dios t'srá COII mud, hl'nlU/l/O. y roll usud, hl'muwa. Pno, ¿qué qu ierl'" decir eso en rea lidad? ¿Cómo funciona cxaCtamerHe?
Durante el desarrollo de esta enseñanza, Kathy y yo
pasábamos por una Temporada muy difícil. Tenía que ver
con uno de nues tros hijos. Si usted eS padre o madre,
conocuá el sufrimkntQ de algo así. A lo largo deo cada momento intenso, doloroso, que duró aqu ella prueba, la
presconcia de Diosse fue haciendo cada vez más rea l, tanto
<¡ue podíamos tocarla, Kathy y yo hicimos todo lo <¡ue
pudimos como padres, pero no fue suficiente . Hubo un
vacío d~ ind~f~nsión, temor ~ incluso ira, que nos dejó
muy claro <¡ue en última instancia no somos nosotros quie
n~s t~n~mos el control (algo difícil d~ ac~ptar cuando se
es padre). Cuando se nos acabaron los recursos, ideas y
fu~rzas propias, Kathy y yo tuvimos qu~ apostarlo todo
a la promesa de la presencia inmUl able de Dios: "No te
d~sampararé , ni t~ d~jaré; de man~ra <¡U~ pod~mos d~cir
confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que
m~ pu~da hacer el hombr~~ (He. 13;5 -6). D~scubrimos de
nuevo esu hecho: usud puede descansar todo su peso en
esta promesa, y le sustentará. Siempre le sustenta .
La experiencia más dolorosa <¡ue hemos tenido ha sido
permitir que unos hijos experimenten el surrimiento de
sus propias elecciones e<¡uivocad as. Sí, e ra lo que había
<¡ue hacer, ipero fue muy difícil! Estoy convencido de <¡ue
no hubiéramos permanecido firmes de no tener la expe
ri~ncia de la presencia de Dios con nosotros. Al mirar
atrás ahora, a<¡uel fue el punto de inflexión en la obra
Dio5 e51d 5iempreconmigo 47
de Dios, pero al principio las cosas empeoraron en vez
de mejorar. Estoy muy agradecido de que la presencia de Dios sigu iera impulsándonos en la fe: "Aunque ande en
valle de sombra de muerte, no temere: mal alguno, porque tú estarás conm igo; tu vara y tu cayado me infu ndirán aliento" (Sal. 23:4).
Si, pl'rO I'S qu~ "sud ~s pasror, Jamn Su obfigaciólI I'S
Cl/mplir 10 que dir~ ItI Biblia. ¿Qué pasa rOIl los rrisriallos d~ a pir, romo JO?
Por qué dijo Dau: ':4ún así lo tengo todo",
Le presento a Dan. Es un seguidor fiel de Jesús que forma parte de nueSlfa iglesia . Me ha concedido permiso, ama
blemente, para contar u na parte de su historia. Hasta hace unos meses, Dan era socio mayoritar io de Beu Stearns
Companies, uno de los bancos de inversión global más grandes dd mundo, ded icado al mercado de valores y a empresas de corretaje . Dan trabajó allí veinticinco anos,
y IUVO mucho 6ilo. La companía na sólida; acciones de
primera clase ano tras año, con un capital de 18 .000 millones de dóla res. Dan no l uVO mucho de qué preocupa rse
hasta que ... ¿H a visto la película Q,," balo es vivir? ¿Recuerda
cuando todo el mundo acude corriendo a la Asociación de Construcción y Préstamos p ara redrar sus ahorros porque
han oído que el banco se está quedando sin fondos? Todos fueron corriendo a las ventanillas, grita ndo y exigiendo su dinero. Todo el banco estaba a pUnlO de ven irse abajo,
porque todo el m undo quería sacar la totalidad de sus fondos aguc1 mismo día .
Eso es lo que sucedió a Bear Stearns en 20 08. Du rante
el transcurso dd ano, y luego al final durante u n par de días, su valor de mercado pasó de 165 dólares la acción a tan solo 2. La gente "corrió al banco", y la compaiiía
se hundió. Un día, D an y sus colegas estaban en terreno
48 PROMESA 1
sólido y estable, y un par de días vertiginosos más tarde, estaban en bancarrota. El torbellino de sucesos escapó por completo a Su conlfOI. La cJtásrrofc pilló desprevenidos a
todos. Dan lo perdió wdQ. ¡Qu¿ trisu!, puede que pknsc usted . ¿Y cómo It' mI a
Dat/? La respuesta inesperada es: gminl. Esd lleno de
al egría y alabando al Senor. ¡/mniblr! Mitntras se desarrollaban los acontecimientos, hablé regularmente con él por tclHono, para ver cómo afrontaba la situación. ,A fron
tar~ Dan estaba lleno de la presencia dd Señor. Me dijo: "James, me preocupa la gente que me rodea. Se derrumban
sobre sus mesas, llorando. Lo han perdido todo de vcrdad~. (¡Escuchm CSIO, cscéplicos!). Anadió: " Pero yo aún
lo tengo todo. ¡Tengo al Senor! El Senor está de mi lado. El Señor es mi Ayudador. N o temeré [o que me pueda hae.er el hombre~ (Sal. 118;6). Dan se movía por su empresa
moribunda, compartiendo el Señor con las personas en
su momento más oscuro, más desesperado. Es un ejemplo sorprendente de lo que puede significar la presencia del
Se!ior para usted, en el terreno practico. ¿Cómo Se explica eSIO: Se [o digo: el Señor está con
él, y esa historia aún no ha concluido. Dan está descubriendo, como usted puede h acer lo, que puede descansar
todo su peso en la promesa grande y preciosa de Dios de que tinllprl' I'stard COIl usted y le sustentad.
La promesa de la presencia de Dios hizo que Dan superase la crisis, y la promt"sa de la provisión d ivina (aún por venir) le ayudó a !cvantarse de nUeVo. Al final, Dan
encontró un empleo y vio cómo su panorama económico Se estabilizaba y comenzaba a crecer de nuevo. Lo mejor de
todo es que Dan me informó hace poco de que Dios usa su
vida como nunca antes. A menudo me dice que no quisiera volver a ser la persona qut" fut" anteS dt" que aquel desastre
[o cambiara todo. Conoce a Dios, y pasaron juntos por esa época tan ardua, [o cual ha suput"sto la gran di ft""fencia.
Dio5 e51d 5iempreconmigo 49
Guarde esto eJl S" cara:;';"
He guardado este versÍ<::ulo para el final ponlue quiero que lo ml'"moricl'": "Sl'"an fUl'"r/es y valienT<"s. N o Il'"man ni Sl'"
asusten ante esas naciones, pues el SEÑOR sU Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonad~ (Dt.
31:6 , NVI) .
ESlá lodo contenido en eSle versículo, "verdad? Cone¿
dase un momento para saborearlo de nuevo. Sean quienes sean "ellos~, ino tienen posibilidades!
Veamos el contexto. Mois¿s y la segunda generación de israelitas salidos de Egipto esdn en la fromera de la Tierra Prometida. Mois¿s sabe que está a punto de morir. Todos los padres y abudos de Israd habían acampado en
ese mismo lugar 38 años antes. pero habían dudado de que Dios estuviera con ellos y que les protegiera cuando mtrasen en la T ierra Prometida. Todos ellos murieron en el desieno. Ahora Dios va a dar a los hijos a'luello cuyos
padres perdieron debido a su desconfianza. Así que Mois¿s, en la rampa de salida que lleva al ciclo. les uansmite
estas órdenes (que he resumido): "Ames de que se enfrenten a esos gigantes de la tierra,
quid piensen que son demasiado fuertes para ustedes, como pensaron sus padres. Pero tengan en cuenta que DiOJ l'Srá ,011 usudn Tmdrán que enfrentarse a una oposición
violenta; puede que se sientan tentados a retroceder. Pero ptnsadlo de nuevo: Dios está COII ustedes. Se l'"nfrl'"ntarán a silUaciones terribles, donde estarán en franca desventaja. Su reacción natural sería el miedo. Pero no lo olviden: Dio!
l'Srdcon ustedn Esta lucha no acabará en diez minutos ni
en diez semanas; no hay soluciones rápidas. Si piensan que está tardando demasiado, recuerden: Dios está COII mudes".
"Sean fuer/es y valientes", añadió aquel líder anciano y
trabajado; "No teman ni se asusten ante esas naciones, pues
el SEÑOR su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandon ará" (Dt. 31 :6 , NVI). ¿No IUlflos aprl"/Jdido
50 PROMESA 1
que e, Mí durante nf(JJ cutlrrnla aúo,? Imagino a Moisés didendo esto: No IIOS ha abtllldolltldo mimtrt1s esrdbalflos
en el ¿"sierro. Nunca nOS olvidó, Jino qut' siempre lIOS dio lo
qut' 1Il'C/!sitdballlos. ¿Por q//; motivo deberíais umer ahora?
Ahora como contonees, cuanto peor se ponen las cosas,
mis está Dios a su lado. Cua nto más dura la pru eba, más se acerca Él a usted . ¿Se siente aplastado? Él se acerca deprisa
para pOlll'"rSC a su lado y ayudarle.
Lo mejor d e todo, Dios está C01l /lOsolros
Me gusta cSlUdiar las vidas de los pred icadores fa m osos.
Uno de mis favoritos es John Wcslcy, dd siglo XVIII. \Vcslcy inició un avivam iento poduoso en el Reino Unido,
llevando a decenas de miles a Cristo gradas a su ministerio. Qu ienes recorrían la frontera nortcarncoricana para
predicar el evangelio de dudad en dudad seguían, en su
mayoría , las huellas de Wesley. Dios cambió el mundo,
liura lmcnu, por medio de Wesl~y. Su vida ha sido una
inspiración tan grande para mí que nuestro segundo hijo
se llama Landon Wesley.
Hay <Jue lener muy en cuema las ú[¡imas palabras
d~ una p~rsona, dado qu~, al final d~ la vida ~s cuando
hablamos desde lo profundo de nuestras a lmas. Sabemos,
gradas a un [~s[igo fi ab l~, <JU ~ en su lecho de muerte Wesley exclamó: ~Lo mejor de todo, Dios está con nosotros·'.
En a<Judlos tiempos morir era una experienda en grupo.
La gente se reunía para convasar con las personas que
dejaban eSle mundo (y obsavarlas). Con su último aliento,
W esley repiti6 10 que había sido más predoso para él : "Lo mejor de lodo. Dios es!:Í con nosolTos~. l
'·Aunque ande en valle de sombra de muerte ... tú esta
rás conmigo ~ (Sal. 23:4).
El Dios que conoce el principio ye! fin ha hecho a lgu
nas promesas. La primaa es grande: Dio! cita cOI/migo.
DiO! I'SrtÍ COII usud. No 'numos liada que umero
Dio5 e51d 5iempreconmigo 51
Padr,., todos (/l/,ui/os l/U" 'II'rNitamos rl'1I0Vdr diaria
ml'1Itl' 'IIINfM co>ifiallza y IlIIl'stM ft 1'1/ ti, tI' rogamos ql/I' /Jos ayudl's ti apropiarnos d,. tu promesa d,. qu,. /Ju/lca /lOS
dejarás Ili 1/0S desampararás, Ayúdallos a bablar ya vivir si/l m i,.do, porqu,. SO/1/0S comcinues d,. ntar,./I tu pr"sl'Ilcia.
SOlor, tú ntth conmigo. Ortl$ pvr mi. NVNtOy wlv. ¿Hay
algu/la garmlfla mayor para qu" /lO d,.ba Umer? Ti. pro/1/na permanl're, I'xpresada Ulla y vtra vez 1'11 tu Palabra, y 1M
5atifocJ}v a tus uguidvrn durantl' míln d,. míos: tú e5tds collmigo. Guardo ,.sta v,.rdad 1" 1 mi corazóll ahora mismo. Q u" la C01l5ci,.llcia d,. qu,. ,.su 1'$ 11 u,.stro r,.to, mus(ra pr¡ubtl
y .westra carga >l/e flrtall'zca y >l/e SIIS{t"I/(I' hoy. Por,.1 poder d,. tu /lombr,., ambl.
GUÁRDElO EN SU CORAZÓN LH prome~~~ de D i o~ ~on un~ 9~r~ntí~ que ~I d~ ~ su pueblo para que puedan caminar por fe mientras espe ran que Él obre.
Formúlese las siguienles preguntas, haekndo una
pausa después de cada una para med itar su respuesta. Considere utilizar un cuaderno de notas para escribir las
respuestas. ¿D,. 1ul mmuras lucho COllfra ,.1 "ú,.do?
¿Qul es el "'údv? ¿Qul plI,.d,. baur Dios rnp,.cto a la (s) cosas(s) qu,. (nI/o?
¿Serd Ne el mvtivo por,.1 que ell oca$Íollt"i me súnto tall
lejos de DíV5 cuando mds le Ileresítv, porque 110 creO que Él p¡/,.da arr<"glar lo q/l,. >1/,. da mi,.do?
¿D,. q,,1 man,.ras ju<"go al "y si ... " ,.11 /1/i m,.n",? ¿Y si
pierdo mi empleo, y si ella me abandona, y si fracaso.,.? ¿Es ,.1 111 i,.do "/J factor qu,. i /lcid,. en /1/ is d,.cisio/Jes? No
puedo hacer eso, poT<!ue, ¿y si pasa "xyz··?
52 PROMESA 1
R"ciba estO por fe . Tómc.~c un momento para repasa r
su vid a esta semana. Piense en Jos lugares donde ha estado; recuerde en qué ha pensado O qué k ha provocado estrés.
¿Es dmuuiado dificil para Dios? "Jchov.i tu Dios estará contigo en dondegukra que vaya s~, le dijo D ios a Josué
(Jos. 1:9). Una vez haya asimilado es te concepto en su
corazón, ¿qui tú"l' 'Iue temer? ¿ella/u d,.los COIIUpro. incluidos l'Ill"Jfa pro!l/na habló
dir¡:cltlnuntc a "'ú Ir",,,rer?
¿Cómo puedo camillar ahora por fe hasta que Dios pOllga
por obra sus pro ilUsaS en mi vida'
APRÉNDALO DE MEMORIA DeUt('rOllomio 31:6 (N V¡)
Sean fuertes y valie ntes. N o teman ni se asusten
anle csas nado nes, pues d SEÑOR su Dios siempre los acompañará; nullCa los dejad ni los abandonará.
[TEOLOGíA DE UNA PROMESA]
Dios cumple todas sus promesllS.
Después de eSle estudio, no volveré a pensar en la viJa
uistiana de la misma manera que antes. La vid a cristiana se Ccnlra en las promesas de Dios y
en nuestra fe en lo que dijo que hará . En nuo:stro cam inar
con Cristo, necesitamos seguí r adelante (seguir amando,
sirviendo, obedecit'"ndo) hasta obtener lo que Dios prome
tió. Aún no tomemos IOdo lo 'lile ha prometido. Oc hecho, ni siquiera tenemos una pequeña parte de ello. ¡Aún queda
lantO por venir! Por lamo, siga adelante y camine por fe , y
algún día Él cumplirá todo Jo qu e dijo que haría. Usted y yo podemos tener las mejores intenciones
del mundo, pero nuestra mejor promesa significa Quúro haarlo; Tl"llgo jl/UllciólI di' ha,,.,,lo; Harl 10 que pueda.
Pero Todos sabemos <¡ue solo el tiempo lo did. Con Dios
no pasa lo mismo. Cuando Dios promete, no dice Lo ¡urel/Tar.!. No, dice ¡Pul!do baCl!rlo y 10 har';!
¿Quién más puede dedr eSto? Una persona hien ¡men·
donada pide un préstamo, pero es posible <¡ue no pueda
devolverlo. El haneo intenta asegurar ti préstamo, pero
wmo hemos aprendido ya en nuestro país, incluso las
grandes instituciones financieras no pueden cumplir siem
pre algo <¡ue se comprometieron a hacer.
Me avergüenzo cada vez <¡ue a lguien cuenta <¡ue se
ha hecho evidente 9ue ono predicador era un fracaso y un hipócrita . Me entristezco cada vez <¡ue escucho en las
53
54 TEOLOG(A DE UNA PROMESA
nOticias el ú ltimo chanchullo policial O el hundimiento moral de un político. Las personas a quienes se otorga la connanza para servir a l público hacen IOdo tipo de pro
mesas, pero no siempre las cumplen.
En nuestra pr imera ''Teología deo una promcsaH
vimos
el pasaje de Hebreos 6 :1 7-18, y descubrimos que Dios, por natura[aa , promete cosas, y que su carácter y su Pala
bra nunca cambiadn . Unos pocos vl'"rsículos antes, <'"o
Hebreos 6, el escritor nos an imó en nuestro caminar con
Cristo: ~Dcseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes
siga mostra ndo ese mismo empeño hasta la rcali1.adÓn
fina l ycompleta de su esperanza . No sea n perezosos: más
bien, ¡milcn a qu icncos por Su fe y paciencia heredan las promcsasn (vv. 11-12, NVlj.
¿C uántas v(eces se skm(e paezoso en su re~ ¿S(e (encuen
tra en med io de u na fase de pereza en estos momentos? La chispa de:- la p asion que:- solía tena, ¿se:- h a visto sustituida
por el letargo y la apatÍa? Hebreos 6:12 dice 9ue esto no es lo que Dios qu iere para usted. Quiere:- que sea imitador "de
aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas".
Pactos y condiciones Antes d(e continuar, n(eccsitamos un poco d(e cont(exto
para esas promesas. El siguiente versículo, Hebreos 6 :13, dice: "Porque cuando Dios hizo la promesa a Abra ham , no pudiendo jurar por otro mayor, ju ro por sí mismo~.
La Biblia contiene:- dos tipos de promesas, a ve:-ccs llamadas "pactos". El pncto condiórmnl induye la parte de
Dios y la de usted . Yo cumplo mi parle, y enrOllas Dios cumple la ",ya. El paCtO mosaico en Éxodo 19~24 fue un
ejemplo de una promesa condicional. Dios dijo: Si Ilstedes >l/e obedecen, ¡es bendecid. Si desobedecen, serán juzgados.
Un pauo il/col/diciol/al involucra solo a Dios. Élllcva el peso de las dos partes. Dios dice: Voy a hacer esta prO>llesa basál/dome solamenre el/ mi can/aer. Tr; l/O ril'lU's qUI'/Jacer
Dio, (umplt lodos su, promts<u ss
nada. No hay cond iciones 'lue debamos cumpli r para que
esa promesa se haga realidad. El paClO abrahámico en Génesis 12 fue incondicional .
Dios eligió a un pueblo para sí, mientras el único testigo de aquella promesa divina era el padre futuro de la nación .
Un pacto es un compromiso serio. En realidad, la pala. bra pacto significa "corrar~. En el Antiguo Testamento,
las dos partes involucradas en el pacto celebraban una cnemonia . Tomaban a un animal para el sacrificio, lo
mataban y lo cortaba n a lo largo. Entonces separaban en lierra las dos parleS de l animal, Se colocaban en medio de
ellas, se estrech aban la mano y juraban que harían aquello que habían pactado, sellando así el trato.
Cuando Dios estableció un pacto incondiciona l con Abraham, fue el único participante en aquella ceremonia .
Hizo que Abrah am se durmiera y se colocó, Él solo, entre las partes de los animales sacrificados. Afirmó así que
cumpliría su compromiso, hiciera 10 que hiciese Abrahamo Puede leer Génesis 15 para ver cómo se produjo ese
acontecimiento tan impresionante. Génesis 15 :17 dice, al final de la ceremonia: "Y suce
dió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre
los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra~.
1 ndepcndientemente de lo que hiciera Abraham, Dios dijo: "Te daré la tierra, te bendeciré y te mu l{iplicaré~.
Volvamos a Hebreos 6 . (Ya le dije que en eSle esru
dio viajaríamos por toda la Biblia . ¿No es mar:\Villoso ver cómo obra la mano de Dios por ¡oda su Palabra?). De lo
que estamos hablando es de la promesa incondicional de
Dios. Cuando llegó el momento de sellar el pacto, Dios no tenía a nadie mayor que Él por quien jurar, ¡de modo que
Hebreos 6:\3 dice que juró por sí mi smo! Entonces dijo: "De cierto te bendeciré con abund ancia y te mu ltiplicaré
56 TEOLOG(A DE UNA PROMESA
grand<;mcnlc~ (v. 14). Abraham se aterró a <;S3 promesa,
caminando pacientemente en fe, y el versículo 15 nos dice que la recibió: "y habiendo esperado con paciconcia, akanz6la promesa~, Este ejemplo se vuelve a uSar con mis
detalle en Hebreos 11:8-19.
Dios no olvida
Volvamos a leer Hcbrt'"os 6:17: ~ Por 10 cual, querit'"ndo
Dios mostrar más abundantemwte a los herederos de la
promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramemo". Estc consejo, las promesas que ha hecho Dios, no
puede cambiar. Las garantizó con dos cosas inmutables: Su carácter y Su Palabra .
Nuestra naturaleza humana no nos permite siquiera imaginar algo "inmutable ". Nunca hemos cxpcrimmtado
algo tan seguro y tan sólido. Sabemos instintivamente que Jesús decía la verdad cuando afirmó "El ciclo y la tie
rra pasaránH
, pero tendemos a preguntarnos si realmente 'luiso decir la segunda pane, lo de "pero mis palabras no pasarán~ (Mt. 24 :35), Nadie sino Dios puede hacer una
afirmación así, iY mantenerla! Palabras inmUlables de un
Dios que también lo es: "JesucrisTo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos~ (He. 13:8).
Una de las cosas de las que me ;lcusan brome;lndo
Kathy y mis hijos es de que olvido cosas. Alquilo una
película y le digo a Kathy: "Me pareció que era una buena película. No creo que contenga nada indecente" .
y ella me responde: "Sí, cariño, ya sabemos que es buena, porque la vimos hace dos semanas~. Así q ue se va
a leer un libro y yo pongo la película para ver qué pasa ,
porgue, sinceramente, no recuerdo nada de nada . No es
uno de mis mejores rasgos. Lamentablemente, también me pasa en las relaciones
personales. Conozco a a Igú n tipo eSTupendo que me dice
Dio, (umplt lodos su, promts<u 57
que juega al golf. Entonces le digo: "Me encanta el golf. Deberíamos ir a jugar un día de estos~.
Entonces me mira. cOn expresión de extraneza. y me dice: "iQuerrás decir como lo hicimos hace un mes!".
"¡Eso es!" No sé por qué, pero no tengo muy buena
memoria para determinadas cosas.
Afortun adamente, Dios no es así en absoluto. No olvida nada, y tampoco cambia . Es una Roca. Cuando
Dios dice algo, puede estar seguro de que 10 hará. C uando Dios cumplió su promesa:\ Abraham, también le incluyó a usted en ella. Galatas 3:29 dice que "y si VOSOtros sois
de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa~. Usted panicipa de todo esto.
Dios no p"ede me"tir
Ya hemos analizado el pasaje varias veces, pero es tan importante que le echaremos otro vistazo: ~ Por lo cual,
queriendo Dios mostrar más abundantemente a los here
deros de la promesa la inmutabilidad de su consejo, inter
puso juramento; para que por dos cosas inmutables, elllaS
mal,.,,.s imposible que Dios ",imM, tengamos un fortísimo
consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta ddame de nosotros~ (He. 6:17-18, cursivas
arí.adidas). ¡Dios es verdad! Inventó la verdad, y todo lo que hay
en Él eS verdad. No eS simplemente que a Dios le cueste mentir, porque eSO sería una cuestión de validez. N o es improbable que Dios mienta, porque eSO sería una cues
tión de probabilidad. Es imposible que Dios mienta (es un aspecto de los atributos inviolables de Dios), una de las
cosas que Dios 1/0 p¡¡ede hacer y por tanto l/O "ard. Piense en todos los motivos por los que mienten las
personas. Incluso si Dios pudiera mentir, no tendría moti
vos para ello. No ganaría nada por mentir. Todo lo que
58 TEOLOG(A DE UNA PROMESA
quiere que suc<:da, succd." Todo 10 'lue dkc eS verdad . No
le teme a nada. Tiene razón en todo. ¡Es Dios!
Satanás, como antítesis ultima de Dios, es un embus
tero. Juan 8:44 dice: "[Satanás] es m entiroso, y padre d e mentira". N o puede decir la verdad . N i una sola VeZ le
ha dicho la verdad a usted, a menos que fuera envuelta
en una mentira peor. Esa fue la {ánica 'lile empleó con
Jesús cuando se t"tlcontraron en el dcsiaTO (Me. 4 :1-11).
El diablo citó las Escrituras a Jesús. pero solo para distorsionarlas con un propósito manipulador. Satanás es el peor mentiroso, mientras que Dios eS guíen ¿iel; siempre
la verdad . Usted no puede fiarse de nada de lo que diga Satanás; pero puede descansar IOdo el peso de Su vida en
la Palabra de Dios.
DiQS /lO es inconstante
Cuando yo era un nuevo pastor de jovenes en Canadá,
en la iglesia habia u n hombre que decidió embarcarse en un proyeCto m isionero. Era un pla n bastante ambicioso,
pero todos le respaldamos y le ayudamos económicamente. En nueSlra iglesia éramos unos 150 m iembros, de manera
que enviar a alguien a África suponía una misión difíci l. Pasa ron las semanas y él fue haciendo su equipaje y
envLíndolo a África por adelantado. Le compramos un billete especial solo de ida . El día en que le despedíamos,
nos pusimos a su a lrededor, oramos por él, y le dijimos lo mucho que le queríamos y crdamos en él. Después del culto, fuimos a la "sala de comunión" (el sótano) y disfru
tamos de una gran com ida todos juntos. Le abrazamos, lloramos y le diji mos "'Dios te usará" y "¡Adela ntc! ". Esa
tarde a lguien le llevó al aeropuerto en coche.
Bueno, pues llegó la hora del culto dominical de la noche y volvimos a reunirnos en la iglesia. ¿Y adivina a
quién nos encontramos allí? ¡A nuestro misionero! "¿Qué haces aquí?"'.
Dio, (umplt rodos su, promts<u 59
"¡Ah!", contestó él. "Es 'Iue después de ver cuánto me
ama la gente de la iglesia, ino pude irme!n. Y no lo hizo.
Dijo que Se iba; reunió dinero para irse. Oramos por él
para cuando se fuera. Alguien le llevó al aeropuerto, ¡pero
cambió de opinión! iQué locura!
Ahora sonreímos al leer esro, pero la historia nos
recuerda que somos inconstantes. Nos encendemos y deci
mos: "Voy a hacer esto o lo otro aquí"' y "Esto es 10 que
más me importa". Pero más tarde decimos: "Olvídate de
todo eso; ahora quiero es to otro~. iVolubles! Pe ro Dios no
es así . Dios no vacila ni cambia de opinión . Josué 23:14 nos
recuerda: "Ustedes bien saben que ningu na de las buenas
promesas del SEÑOR Su Dios ha dejado de cumplirse al
pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas" (N VI).
Algunas de nuestras promesas son Sí, pero otras son Ya Vt-rt"I1/OS o Lo illfl'llrad dI' v,.,d'ld, e incluso Esp,.ro SillC,.ra
mmft fJUt d. Algunas de nuestras promesas se convierten
en S,. l>Ie olvidó. Pero Dios sabe lo que ha dicho. No puede
mentir, y nunca se le irá a lgo de la cabeza . Cumplirá lo
dicho, una vez ITas Otra.
Respire hondo y grábese esto en el corazón: Dios no
tkne nadtl que ver con las promesas rOlas. Cuando d ice
Lo prollleto, ya puede usted tenerlo claro: sucederá. Dios
cumple sus promesas.
Nunra, ni UIM sola vez en mi vida, fu rOllfiado ell Dios
para luego al7epmtirme de elfo, Pero podría ffmar páginas r011 historias dI' las veas m fJU" fu dudado dI' Dios y hr tomado malas dt'CÍ¡iOlI~. ¡Dirli IIU'lca me ha drjado.'
Su soberanía /l/mea ha asado de obrar. Usud no fielle que
preocuparse por si puede rOllfiaren Élo no. Dios ser" fiel a ji ",inno y a $Uj prolllt'Sas.
DIOS TIENE SIEMPRE EL CONTROL (No dudar¿)
Piar" d" jrlJOvá dr todo 111 corazón. y nO tr apoyrs ni
fU propia prudrncia. Rrcon¡julo m (I)d')$ tm "",,;nI11,
y jI mdau,drd (liS lit'rtJ,U. Proverbios 3:5-6
P or [o general, los cristianos no se proponen dudar de Dios. No ponemos nuestra fe en tda de juicio sin modvo.
Para la mayoría de nosotros , el dolor do: la vida simplt"
mente nos atrapa desprevenidos. Cuando nos dejan solos para abordar las dudas y las pn:guntas que atrapan nuestra
razón en un torbellino, caemos en picado.
Alguien ha dicho que la duda es el dncer del alma . Como una bola demoledora que golpea su hogar, la duda
bate y pcorjudica b estructura de lo más imporrante que
hay en su vida: sus creencias respecto a Dios. Sin embargo, si en los momentos de duda llevamos
nuestras preguntas directamente al SelÍor, nuestra fe
aumenta. N o podemos afirmar que no dudaremos: en
lugar de eso, inrentamos saber <.ju¿ hacn con las dudas
cuando nos sobrevengan . Las promesas de Dios y de su
carácter pueden someterse al escrutinio más microsc6-
pico posible. Las dudas deberían llevarnos de vuelta a las
promesas dc Dios, ¡no scr la causa de <.juc nos alejemos
de Él! Cuando ustcd dice No si ~xaual/Jmu lo qu~ IJa{~ Dios, pt'ro si que' time' ~I control de' la situació'l, esto e& u na
60
Dios ¡iene siempre el conlrol 61
evidwcia de que conría en Él. Usted nO se da cuenta de
hasta qué punto necesita las promesas de D ios hasta que su vida cómoda y sencilla hace un quiebro repentino. Ese
es el momento de explorar la Palabra d e D ios y encontrar algo que le permita andar su fe .
La duda es una falta de confianza o de seguridad en
que Dios cumplirá sus promesas. La fe es la confianza activa en qUl" las promesas dl"
Dios son siempre ciertas.
Supere la oleada de la duda
Santiago 1:6 dice que debemos orar con fe, o más wncre· tamente, que deberíamos orar sin d"dar. Santiago debía
acordarse de lo que era navegar en una época en que los barcos l"staban a m<"Tcl"d dd viwto y de las olas. Dijo: "el
que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por d viento". Inestable. De un lado para otro, en un estado de trastorno constante, iUn Hace que me maree, La duda hace esto,
Tal y como dicen los Evangelios, era entre las tres y las cuatro de la mañana cuando los disdpulos se vieron atrapa
dos en una tormenta en el mar de Gali lea. Cuatro o cinco de dios l"ran pl"scadores expertos; ¡wnodan lo bastante bien
la reputación del lago como para estar aterudos! El resto de los discípulos se fijaba l"n los eXp<"TTOS, Si un pescador
como Pedro sentía m iedo, ¿no deberían sentirlo ellos? JUSTO cuando d viento y las olas iban a hundir la barca, Jesús pasó
por allí". icaminando sobre el agua! ¡lncrdble! Mateo 14:26 nos dice que los discípulos "dieron voces de miedo", El
vcrsicu 1027 sigue diciendo: " Pero Jeslls les dijo en seguida : iCálmense! Soy yo, No tengan miedo" (NVI),
¿Por qul dudaste?, le preguntó, ESToyaqm', y Pedro le dijo en Matco 14:28: "Señor, si eres tú,
manda que yo vaya a ti sobre las agu as", Me encantan estas
62 PROMESA 2
cosas que tenía Ped ro. Es como si dijera : Si)",,;, dice q"r puedo cdmillar sobrt: 1m aguas, es que puedo. A sí qu e Jesús le dijo "Vcn» y, como rcospucsta , Pedro dcsandi6 "de la
barca, [y] andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el rucne vknto, tuvo mkdo, y comeonzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvamc!" (vv. 29-30),
¡Pl!rtJ Pedro, si lo nfabas har-il'lldo m "y bil'llf ¿Qul p"uó?
Yo le dire.' lo que pasó: apart610s ojos dd Sctior. ¿Lt'" ha pasado alguna vez a usted? Cuando tw ía la vista fija en el Setior, la vida iba bien pasara Jo que pasase a su al rededor. Pero en el mismo morncnlO en que se ctonó en el viento
yen las olas, empezó a hundirse. ¿C ómo le afecta eso hoya usted? Si se está hundkndo,
puedo garantizarle que es porque ha es tad o mirando las olas (como el flujo y reflujo de su fondo de pensiones). Ha
escuchado al viento <¡ue aúlla (como las voces constantes del destino aciago, <¡ue son las <¡ue más se oyen en nuestra sociedad). Se ha fi jado en [o que dicen otros, o en el modo
en que actúan, en vez de mantener su mente pl!rsl'vemllu
en Cristo (ls. 26 :3). Sin duda yo también me he visto así. Sé el aspecto que tiene esa incertidumbre. iPodemos
hacerlo mejor! Cuando el proyecto de construcción de nuestra igle
sia había superado el presupuesto en varios millones, y las obras se detuvieron debido a " irregularid ades en el accro~, la bancarrota se cernía como nubarrones negros
en el horizonte, acercándose presurosa. Luché por seguir predicando, sabkndo <¡ue cual<¡ ukr día podia acabar todo.
Fueron muchos los críticos, y la mayoría de sus criticas eran justas; pero, "acaso la fidel idad de Dios no llegaba
incluso a mis malas decisiones bien intencionadas? Las dudas, [os temores, [os remordimientos, eSas eran las olas
<¡ue hicieron que mi atención se desviase del Señor. Unos
CU;lntoS amigos, y la gracia de Dios por medio de ellos, me proporcionaron la fuerza para mantener la vista fija
Dios ¡iene siempre el conlrol 63
en Cristo. Anos mas tarde, la iglesia eSta sana y (uene.
La ferocidad de! temporal es un recuerdo distante. Pero cuando soplaba e! viento, y semí que me hu ndía . e! puntO
de inflexión fue , rea lmente, la decisión de apartar la vista de lo que generaba las dudas, y mantener mis ojos en e!
Cumplidor de Promesas.
Vivir por fe Sigamos leyendo w el versículo 31: "A l momento Jesús,
ex tendiendo la mano, asió de él, y le dijo: iHombre de poca (e! ¿Por qué dudaste?". Ahí lenemos nueStra pala
bra: duda . Jesús apuntó al problema central. N o fue que Pedro se diera cuenta del viento y de las olas, ni siquiera
que tuviera miedo al darse cuenta de dónde estaba; los problem as llegaron cuando permitió que 10 que vda le
condujese a la duda, ¡en vez de contemplar :1 Aquel que podía mantener firme su fe!
El camino cristiano es u na vida de fe. Para aferrarse
a las promesas de D ios, liene que creerlas y vivir segú n
ellas. Tiene que decirse a sí mismo: Creo qlle esta promesa
es cierla. Cr<'o qu,. ,.510 su,."derd, au"que no si ,ud"do ni
cómo. No Jiempr<'l'IItil'lldo 10J cami>/Os d,. DioJ, pao COI/fío l'Il tl. tlú,.,,,,,.{ rOlllrol.
Dios le ha ofrecido :11gunas garantías, p:1ra que usted pueda caminar por fe m ientras espera a que Él obre. Vivir
por fe y aferrarse a las promesas de Dios aporta estabilidad y fuerza a la vida, sobre todo cuando no entiende qué esd pasando justo delante de sus ojos.
¿Listo para u n entrenamiento de fuerza? Volv:unos nueSTrOS cora7.0nes a u na de las promesas más queridas
de la Biblia: Proverbios 3:5-6 .
Elija confiar
Muchas personas me han dicho que Proverbios 3:5 -6 es d versículo de su vida. Saben que es un mandato de la