8/13/2019 Omar Chabn: La confesin de un expulsado
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La confesin de unEXPULSADODesde una cama de hospital, entre destellos de sensatez y delirio, Omar Chabn repasa
l camino que lo llev del Caf Einstein a Repblica Croman, del teatro avant-garde
l rock barrial, y de la crianza rabe y la escuela alemana al centro de una pesadilla
ocial sin fin. PorPABLO PLOTKIN Fot og raf a s deFERNANDO GUTIERREZ
|Rollin g S t on e| Enero de 2014rollingstone.com.ar
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duardo Vzquez, baterista de Callejeros, unaadrugada de febrero de 2010 cargando a suujer Wanda Taddei despus de haberla prendi-fuego. La habitacin de Chabn tiene estruc-
ra para cinco pacientes, pero por la fragilidadsus defensas, y tambin por cuestiones de se-ridad, se resolvi mantenerlo aislado. As quey cuatro camas de hierro desocupadas y Oma r
iliza una como sostn de materiales de dibujo,ros y condimentos para ensalada. Sobre una
esita rodante hay una botella de yodo, potes deostaza, un celular primitivo, un cuaderno de
tas y una vieja radio porttil. Se pasa el da es-chando la radio: Splendid, Blue, Metro. Con-me unas siete horas de tango por da. Mientrasensa en su madre, postrada en un departamen-
de Olivos, escucha La Marcha Peronista porugo del Carril y llora. La angustia que sen-a por los muertos de Croman hoy la fui des-azando a las consecuencias que tuvo sobre mi
milia: lo que he hecho sufrir a mi mam, misrmanos, mis sobrinos.Por momentos parece tener una visin distor-
onada de su relacin con el afuera (dice que va
hacer una obra de teatro con Katja Alemann,
na especie de autobiografa experimental), peroa vez est muy informado. Su libreta de apun-s contiene pginas abigarradas con datos que
pta de las transmisiones: dibuj, por ejemplo,n grfico con la curva de aumento de la nafta.ambin lleva escrito un glosario de trminos conerta resonancia conceptual. A cada palabra le
gue una definicin de dos renglones en caligra-pareja: Hipstasis, Balcanizar, Serendi-
a, Maquila... Tambin tiene sobre la camaMida querida, de la Premio Nobel Alice Munro,a biograf a de Leonard Cohen d e Sylvie Si-mons,Soy tu hombre, completamente marca-
con resaltadores magenta, amarillo y verde.odas las oraciones estn encerradas en peque-
s compartimientos de dos o tres palabras. Susarcas, a las que es difcil adjudicarles un cri-rio, forman una especie de pared de ladrillosuorescente en cada hoja. Es inevitable pensar
e mientras trazaba esas lneas Omar tena laente en blanco, o en cualquier otra parte quefuera la vida de Cohen.
Ante todo, est plenamente satisfecho con el
rvicio del Santojanni, y a veces habla de susrtudes como si se tratara de un all inclusive.
manifiesta con una candidez conmovedora,mo un chico fascinado frente a un mundo de
undancia. Hasta que no lo ves, no sabs lo queun hospital pblico. Mir esto, dice y buscaun rincn una vianda que le trajeron hace un
to: un sandwich envuelto en celofn con unantidad enorme de jamn cocido. Ves, es unasa de locos. Y hace un rato me trajeron un plato de remolacha. Le agregu mostaza y com unontn. Es puro hierro.
Su humor es radiante hasta que, a las cuatrola tarde, una enfermera entra para decirnose el horario de visita termin. Omar explota:
No! Ellos son periodistas, no tiene nada que ver.
engo un permiso especial, estoy en situacin deertad condicional! Mientras levanta el tono,enfermera hace un gesto conciliador y sale de
la habitacin. Chabn queda visiblemente ner-vioso. No me tengo que cagar, dice. Estos hijosde puta me pegaron. No hay que r etrasar, no hayque retrasar... Mir, me pongo nervioso.
De nuevo, es el Chabn de siempre enfrentan-do la autoridad a los ponchazos, y tambin es lareaccin asustada y excesiva de un hombre quese acostumbr a vivir acorralado.
Cualquiera que haya estado con el lo
sabe:es una mquina de citar. La pregun-ta ms mundana puede derivar en una
respuesta que mezcla conceptos de psicoanlisis,filosofa y dramaturgia, en general de un modo
compulsivo y atolondrado. Dice que en las fotosperiodsticas trata de salir neutro por respetoa los familiares de las vctimas. Sigo un criteriode Andy Warhol, pontifica, en un sentido de
Brecht tomado por Godard. Godard es ms Bre-cht que Brecht, eso ya te lo expliqu. Cuando lepregunto si su formacin cultural lo ayud a so-brellevar todo este trance, asiente: Omar Viola
[creador del Parakultural] deca que el arte salva,y la referencia es a Walter Benjamin Que a lavez toma conceptos de Heidegger, Marcuse, Ha-bermas Ahora estoy con Habermas; mir que
yo lo puteaba, eh.La parbola existencial de Chabn es nica.
Aspiraba a ser un actor y director legitimado porla escena teatral avant-garde y termin convir-
tindose en una suerte de padrino dscolo del ro-canrol under, el punk mugriento y el pop barrial.Pero antes de ser un hijo bastardo de la contra-cultura ilustrada (un expulsado, segn su pro-
pia mirada), Omar Emir fue el primognito deEzzeddin Chabn, nacido en Siria y radicado enVilla Ballester, y Anglica Halouma Hadid, pai-sana de familia mendocina. Ezzeddin y Ang-
lica bautizaron a todos sus hijos con perfectosnombres arbigos (le siguieron Yamil y Ftima)y les dieron una educacin musulmana blanda.Ezzeddin sola decirles que lo mejor era que se
casaran con gente de su misma sangre, pero noera lo que abundaba en ese barrio del partido de
San Martn, una de las zonas con mayor concen-
tracin de alemanes de Argentina. Ezzeddin eratodo un personaje: admirador de la disciplinagermana y justicialista de la primera hora (fue
parte de la resistencia durante la proscripcin dePern, militando en la Unin Popular), el turcotocaba el lad y el violn, hablaba tres idiomas(francs, rabe y castellano) y era conocido en
Ballester tanto por sus ideas polticas como porsu instinto comercial (en el barrio todava fun-cionan la unidad bsica que abri en 1982 y elbazar Nasser, que hoy atiende Ftima, bautizado
en homenaje al lder poltico egipcio). Orientadospor la germanofilia del padre, los Chabn fueroninscriptos en el Hlters Schule, una escuela quepor esa poca, como muchas otras en aquellos
aos 60, reparta chirlos de lo lindo.En 1990, en una entrevista que le hizo para
su columna Buenos Aires me mata del S!deClarn, la periodista Laura Ramos le pregunta Chabn de dnde haba salido ese personajeraro que se haba inventado. Del resentimien-to, responda l. Iba a un colegio alemn, erarabe y me senta inferior porque no era rubio.
Es el viejo esquema: deseo las minas chetas conun sentido muy grasa. Despus estudiaba tea-
tro y era resentido porque tena envidia de losque levantaban minas. Los profesores me hu-
millaban mucho.Tcitamente haba tres clases: A, B y C. No-
sotros ramos clase B, dice Yamil, que recuer-da a su hermano como un rebelde precoz. En el
Hlters, desde luego, todos tenan que llevar elpelo corto, y Omar insista en dejrselo crecer.Un da, una de las autoridades se le acerc y lepeg tremendo grito: ms le vala pasar por la
peluquera. Esa tarde, el muy turro fue y se locort a cero, recuerda Yamil. Todos tenamos elcorte americano, pero l como reaccin decidiraparse. Pareca un presidiario. Al da siguiente
el profesor lo busc y haba que verle la cara. Yome mora de la vergenza.
Me quera hacer el John Lennon, dice Omar.Eran travesuras.
Mientras convida t y mate cocido en vasitosde telgopor, Chabn recuerda: Mi vida empeza los 18 aos, cuando termin la escuela. Unade sus primeras experiencias en la noche fue al
frente de un pequeo escuadrn de disc jockeysamateurs llamado Logos, en el que pasaba, a co-mienzos de los 70, temas de Creedence y SrgioMendes. Pero bsicamente era un holgazn con
aires deflneur, y viajaba al Centro en busca deuniversos desconocidos y tambin de un lugar depertenencia. Pasaba por el Di Tella, haca baseen Centro de Arte y Comunicacin (CAyC) de la
calle Viamonte, se meta en el Goethe. Otra cosamuy importante en mi vida son las bibliotecas,puntualiza. Yo arrancaba a las once de la ma-ana, y viva como si te dijera con 50 pesos por
da. Con eso coma, todo. Y volva con el tren ala 1 de la maana.
Hizo un curso con Gabriel Chame, pero termi-n despreciando el arte de clown por la onda po-
pular que lo rodeaba. Yo era un vago, resumeOmar. Hasta los 29 aos viva con la plata quesacaba de la caja del ba zar de mi viejo. Un da de-cid ir a hacerme famoso en Alemania. En su re-
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FOTO:ALEJANDROELIAS/PAGINA12
lato autobiogrfico voltil, ese viaje a Europa tienetodos los condimentos del rito inicitico, llegandoa una Berln en pleno brote cultural (hasta Bowiese haba mudado a la ciudad). Cuando recuerda
ese tiempo, Omar superpone imgenes: Ah meenamoro de una azafata. Alquilaba una habita-cin, el supermercado era muy barato y haba uncolombiano, un uruguayo y un alemn. Me mo-
lestaba un poco la idea de que tenas que ser elChe Guevara, y yo siempre fui de derecha. Descu-br el reggae, que es como el chamam. Entoncesuna noche empec a cantar una baguala a los gri-
tos y me rajaron. Y dije: Cmo? En Alemaniatambin me rajan?. Y ah me empec a bajonear.Un da me fui llorando por la calle.
Volvi a la Buenos Aires de comienzos de los
80, con las Malvinas en el horizonte y la dictadu-ra en decadencia. Era un tiempo en que su nimoprovocador poda encontrar un sentido renova-do. La revolucin en la poca de los milicos era
rerse, la gente quera divertirse, quera joda. Yoa los milicos les gritaba en la calle. No me mata-ron porque... no s. Pero ca preso mil veces. Mellevaban a Toxicomana, me llevaban a la calle
Moreno con las prostitutas... qu s yo.
En pareja con la actriz Katja Alemann y apunto de cumplir los 30, Chabn decidi quetena que dejar de ser un mantenido. De Alema-
nia haba vuelto con algunas ideas y un nombre:Caf Einstein, que por esos das era un reductohipde la contracultura berlinesa. Una de las ca-ractersticas que ms le haban impresionado de
la noche europea era que siempre pasaba algo, ylas bandas tocaban todas las semanas. Lo s showsno eran eventos excepcionales. Con esa energaabri su primer local. Fundado en 1982 en socie-
dad con sus amigos Sergio Aisenstein y HelmutZieger (Eramos un rabe, un judo y un nazi,es su viejo chiste), el Caf Einstein de Crdobay Pueyrredn fue sede de presentaciones legen-
darias de Sumo, Soda Stereo, Virus, Los Twist.Yo no tena la onda del rock profundo de LenGieco o Charly Garca, dice Chabn. Yo nazcocon el rock superficie de Los Twist y Sumo. El
Einstein fue un smbolo del despertar democr-tico, aunque Chabn, en una nota publicada enCrnicamedio ao antes del incendio de Croma-n, deca que por entonces ellos no pensaban en
la antinomia democracia-no democracia. Losideales no estaban sostenidos por lo social, ra-mos medio wagnerianos, defina.
El Einstein cerr en 1984. Un ao despus,
Chabn inaugur Cemento. Fue un proyecto depareja. Katja que poco despus lo echara de lacasa, enamorada del pintor Diego Linares puso
el dinero y Omar la gestin. Buscbamos un es-pacio de lo excelso, lo magnnimo. Los lugareseran pequeos y Cemento era grande. All que-ramos vivir una comunin, la fiesta con la gente,deca l en aquella entrevista con Crnica. Eraun lugar en el que poda organizar espectculosde rock (un mundo en el que Omar nunca dejde sentirse un outsider, de algn modo) y a la vezdesplegar sus experimentos teatrales. De los cien-
tos de bandas y artistas performticos que pasa-ran por ah, destaca tres nombres que influyeronen la construccin de su personaje (La gente a
la que yo afan): la bailarina y coregrafa Ana
Itelman (pionera de la danza contempornea enArgentina), Batato Barea y Luca Prodan.
Chabn nunca fue valorado comoperformer,pero su rol de gestor underground comenz a
crecer a la par de la consolidacin de Cementocomo plataforma de despegue de bandas. Ques lo que me diferencia de tipos como Grinbank,de los de Vorterix?, dice Omar con un gesto al-
tivo. Yo siempre le di bola al mito. Cre el mar-
keting de lo mtico. Por ej
bamos hecho todo de cemagua, tierra, fuego Elemno se podan usar.
Despus resume su ap
tura rock argentina, antesfatalmente de las manosuna manera de enfrentarQu pasaba? El Di Tella
yectos, pero no te generabque voshicieras guita. Ennico importante que hicimportante, es hacer que l
De lo otro puedo estar hPero lo importante es quelos grupos empiezan a gachuparle el culo a nadie.
Durante toda esa largaapertura de Cemento, covindose cada vez ms popbn se convirti, a ojos de
Omar Chabn
La libertad creagente violenta. Todala vida fui negligentecon la violencia: nopude controlarla.
Yo cre elmarketing de lomtico. Eso me
diferenci de tiposcomo Grinbank.
Lo vi tirado,retorcindose y
pasando la lenguapor el suelo, dice
Yamil Chabn.
HO
En
C
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rte del pblico de recitales, en un personajentoresco, equidistante del centro y la periferia
la escena. Claramente, era distinto de todossu modo de llevar adelante el negocio. Ms
del buen trato con las bandas (el famoso re-rto ganancial 70-30 a favor de los artistas, una
uacin largamente citada durante el juicio),na el cuerpo cuando era necesario, mostrabaextravagancia frente a las cmaras cuando le
ausuraban el local, se cargaba histrinicamen-
la explotacin de la barra de bebidas, te deja-pasar si te faltaban algunos pesos par a com-
etar el valor de la entrada y abra las puertas ado el mundo cuando olfateaba represin. Lo
ntetiz Ciro Pertusi en una carta abierta des-s de la tragedia, en horas en que medio pas
peda su cabeza: Chabn me cuid ms que mipap o mi mam.
Todas stas son verdades que chocan con elretrato monstruoso que se teji de l en la lti-
ma dcada, en parte explicable por el dolor y la
bsqueda de justicia de los familiares, en par tealimentado por sus modos altaneros, en parteconsecuencia de las consignas facilistas de lasmarchas y de algunos informes periodsticos. Con
todo, la historia puede perfectamente redimir aChabn, pero eso no lo hace menos responsablede la cadena criminal de descuidos que llev aCroman. Un tetris colapsado que empieza en
la gestin del entonces jefe de Gobierno AnbalIbarra y que termina en la cabeza zumbada deun fantico que le da fuego a una candela en unlugar techado. En el medio, funcionarios, policas
coimeros y una banda de rock enamorada de laautogestin pero alejada de ciertas nociones b-sicas de cuidado. Entre todos ellos, Chabn fueel que ms claramente vio el peligro (aunque no
la magnitud), sobre todo despus de dos princi-pios de incendio ocurridos das antes del 30 dediciembre. Fue el que pute al pblico e implorpara que no encendieran bengalas, porque iban a
terminar todos muertos. Pero era Chabn, el deli-rante, un aristcrata de los bajos fondos, un clownrenegado haciendo de empresario, y el Estado sehaba deshecho de sus herramientas bsicas de
control para dejar todo en manos de la suerte. Y
de gente como Omar y los Callejeros.Chabn fue, probablemente, el imputado que
ms estudi la causa. Y su foco de atencin u obse-
sin fue variando alrededor de tres ejes, al menos.Uno: la famosa puerta de emergencia. El 17 dediciembre, apenas dos semanas antes de la trage-
dia, Chabn acat el pedido del dueo del com-plejo Central Park, Rafael Levy (hoy procesadoy esperando sentencia), de cerrar con candado lapuerta que daba al estacionamiento del hotel; ah
concentraron los Callejeros para ese triplete derecitales de fin de ao (Les encantaba ese hotel,para ellos era el Sheraton, dice Anala Fangano,ex abogada de la banda). Chabn insiste en que
era una puerta alternativa, que no figuraba enlos planos, y en ese detalle tcnico se bas buenaparte de la estrategia de su defensa. El problemaes que, despus de cerrar el candado, no apag
el cartel luminoso de salida de emergencia. Ycontra esa seal que ya no llevaba a ninguna partese amontonaron decenas de vctimas.
Otro foco al que siempre apunt son los ben-
galeros, los autores materiales del incendio. Unalnea de investigacin que nunca prosper. Achaba una ideologa de la bengala, dice Chabn.Una cosa viril y machista. Yo acepto mi respon-
sabilidad en Croman, Callejeros tambin, peroel pblico es responsable con nosotros. No pe-nalmente, pero s a nivel social. Por qu nuncanadie habla de ellos?
Y por ltimo, l a comp osicin qumica de lamediasombra, que era ignfuga pero que, al en-trar en combustin con el resto de los materia lesuna capa de espuma de poliuretano y otra de
guata produjo emanaciones de cianuro de hi-drgeno, dixido de carbono, monxido de car-bono, xido de nitrgeno y vapores de isociana-to, segn figura en el expediente.
Chabn puede pasarse un rato largo hablandodel material, del momento en que lo recibi (es-taba casualmente con Pato Fontanet y el mana-ger Diego Argaaraz) y de cmo el vendedor de la
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A un ao de la sentencia, asvive el resto de los condenadoPato duerme en el pabelln psiquitrico, Vzquez convive con Mangeri y los otros Callejeros rearman la b
viven sus condenas los juzgados por Croman mientras la Corte reevala la sentencia POR GABRIELA PE
Omar Chaban
Diciembre volvi a sacudir
a los protagonistas
de la tragedia de
Repblica Croman. A un ao
de que los catorce condenados
fueran enviados a la crcel, el
procurador fiscal Eduardo Casal
pidi a la Corte que revise la
sentencia dictada por la Cmara
de Casacin y solicit el cambio
de calificacin legal a estrago
doloso (en lugar de culposo),
lo que implicara un importanteaumento de las penas para los
responsables. La situacin de los
detenidos est ahora en manos
de la Corte Suprema, que deber
decidir, en primer lugar, si acepta
o no abocarse a estudiar la causa
y, luego, qu suerte correr cada
uno.
LA BANDA
En el Complejo Penitenciario de
Ezeiza, los Callejeros se reparten
en distintos pabellones. Eduardo
Vzquez, tambin condenado por
el homicidio de Wanda Taddei,
est alojado en el pabelln H1,
que comparte con el portero
Jorge Mangeri, acusado de haber
asesinado a Angeles Rawson,
y el gremialista Jos Pedraza,
condenado por el crimen de
Mariano Ferreyra, entre otros. El
pabelln J alberga a los dems
miembros de la banda: Elio
Delgado, Christian Torrejn,
Maximilano Djerfy, Juan Carbone
y el manager Diego Argaaraz,
quienes superaron en la crcel
las divisiones que haban tenidoafuera, durante el juicio. En los
primeros tiempos en el penal,
Delgado escribi en una carta
abierta: Despus de haber
estado varios aos separados,
luego del accidente del Cabeza
(Vzquez), por motivos
personales e internos, divididos
en cuatro bandas diferentes
sin tener ningn dilogo, y con
proyectos musicales, siguiendo
el rol y vocacin de msicos, hoy
luchamos por nuestra pronta y
justa libertad para volver a ser
reintegrados en la sociedad. Este
es mi relato de lo que vivimos
con mis ranchos, a pesar de las
diferentes historias personales
que cada uno tenemos. El
escengrafo Daniel Cardell, que
haba sido condenado a tres aos
de prisin, apenas estuvo ochomeses junto a sus ex compaeros
de banda, y sali en libertad
condicional el 19 de agosto
pasado. La banda suele tocar sus
viejos hits en los festivales que se
celebran en la crcel.
Lejos de sus ex compaeros est
Pato. Luego de ser trasladado
a Ezeiza, en junio, desde una
clnica de Crdoba, donde
estaba internado haciendo un
tratamiento, el cantante qued
alojado en el pabelln psiquitrico
de la crcel: hace terapia entre
tres y cuatro veces por semana,
adems de musicoterapia, y toma
unas diez pastillas por da. Su
novia, Estefana Miguel, lo visita
todos los fines de semana y, cada
quince das, le lleva a su hijo,
Homero, que tiene poco ms de
un ao.
EL ENCARGADO
Rezo todas las noches por mi
familia, por mis hijos, por los ms
necesitados, por la recuperacin
de Omar. Pido sabidura, y que
Dios me acompae en la salud,dice Ral Villarreal desde el
mdulo 3 del pabelln 2 de
la crcel de Marcos Paz, a la
que lleg con una condena de
seis aos de prisin. El TOC
24 lo haba sentenciado a un
ao de crcel por el cohecho
activo (pago de coimas), pero
Casacin lo revirti. No celebr
en aquel momento del juicio,
no haba nada que festejar. Lo
nico que ped, siempre, es queojal los chicos encuentren la
paz. Despus me mandaron a
la crcel, pero yo esto lo voy a
pelear hasta donde sea, no es
justo, remarca quien fue mano
derecha y amigo de Chabn por
ms de 20 aos. En Marcos Paz,
Villarreal reparte su tiempo en
talleres de formacin profesional
(hizo de administracin de
microemprendimientos y de
jurisprudencia) y de fabricacin
de artesanas y juguetes para
jardines de infantes. Desde
adentro aconseja a nuevos artistas
que estn afuera y, de vez en
cuando, arma algn festival de
msica para los internos. Habla
por telfono con su familia casi
todos los das, llama a su amigo
Chabn, lo visitan hijos y nietos,
y cada tanto, recibe noticias de
sus compaeros de causa, los
integrantes de Callejeros. No
hay ningn tipo de rencores
entre nosotros. Ellos eran tan
chicos Y despus fueron muy
mal asesorados, cometieron
imprudencias, un poco por el
sentir revolucionario de juventud,otro poco por nerviosismo,
reflexiona Villarreal.
EL POLICIA
Tambin en Marcos Paz,
aunque en el mdulo IV, est
el ex subcomisario Carlos Daz,
condenado a ocho aos de
crcel por el co
El ex polica ha
beneficio del a
ya que tiene di
del ojo izquier
severo lmite e
el Tribunal Ora
tambin toca l
crcel.
LOS FUNCIO
En el mismo pa
Fontanet en Ezcomo Unidad 2
funcionario Gu
quien asumi c
Fiscalizacin y
Ciudad apenas
de la tragedia.
lleg a Ezeiza,
a conversar co
prefiri no man
con su compa
En la Unidad 3
alojada Fabian
subsecretaria d
Comunal y la f
mayor rango c
incendio. Com
con mujeres co
trfico de drog
homicidio. Hac
conversa con u
por mes. Depri
por el problem
aqueja a uno d
adolescentes,
para matar el t
Su amiga Vilm
la llev a traba
porteo, la vis
veces tras su d
esperanzas de el fallo y la dej
Su ex subaltern
Fernndez, ya
La Cmara de C
concedi la pri
en julio de 201
criar y amaman
beb que tuvo
de ese ao.
Yo acepto miresponsabilidad.
Callejeros tambin.El pblico tiene que
aceptar su parte.
Esto lo voy
a pelear hasta
donde sea, no es
justo, dice Ral
Villarreal.
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empresa Fonac-Sonoflexacerc la llama de un en-
cendedor para mostrar-le que no arda. Es justo
lo que necesito, recuerdahaber dicho l. Tambin
puede hablar de su confu-sin durante las horas pos-
teriores al incendio, pre-guntndose por qu haba
muerto tanta gente si nohaba visto fuego, hasta
que recibi el informedel inti(Insituto Nacio-
nal de Tecnologa Indus-trial) en el que explicaba
cmo su boliche se habaconvertido en una cmara
de gas. Puede relatar conlujo de detalle, tambin,
el instante en que ese dis-paro de candela abra una
rendija en la mediasombray rodaba por la tela como
una pelotita de metegol in-
candescente, largando unhumo blanco antes de queel calor quemara el resto de
los materiales y una explo-sin negra dejara Croma-
n a oscuras.Pero todo eso es algo de
lo que ya casi nadie quiere hablar. El juicio ter-min, los condenados estn presos y Chabn cree
que Croman hoy es un tema marginal, supe-rado por otras tragedias. O tal vez esa idea sea
una forma de alivio. El tiempo desde entoncestranscurri de manera extraa para l. Hay esce-
nas que recuerda o reconstruy con una pre-cisin casi irreal y hay veces en que su memoria
parece haber sido reseteada. No me acuerdo loque pas en los ltimos meses, dice volviendo a
la golpiza de los guardias y las noches de fiebre.Menos mal que casi no tengo recuerdos.
La ultima vez que lo voy a ver antes decerrar esta nota, el jueves 12 de diciem-
bre, Chabn est enfocado y sereno. Ayerrecibi un permiso especial para ir a visitar a su
madre. Fue con Yamil y Ftima hasta el depar-tamento de Olivos, compraron comida rabe y
almorzaron todos juntos. A Anglica, que pade-ce una enfermedad degenerativa, le cost reco-
nocerlo, pero despus de un rato volvieron a sen-tirse una familia, como antes de que Croman
se tragara todo.Omar dice que le queda algo as como un mes
de quimioterapia intensiva, y que despus podrseguir cumpliendo la condena en su casa, un
departamento modernoso del Centro. Los l-timos anlisis mostraron una remisin impor-
tante de la enfermedad. Es un milagro si se locontrapone al informe forense de hace algunos
meses, que lo presentaban como un agonizante.El temor de su defensa y su entorno es que una
mejora radical lo devuelva a la crcel, pero tra-tndose de un Hodgkin, meterlo en una celda
sera casi condenarlo a muerte.Puesto a proyectar una hipottica vida en li-
bertad, se imagina dando clases de teatro y diri-giendo. Reflexiona un segundo y afirma: Yo soy
el mejor director de teatro argentino. Luego acla-ra: Para propuestas raras. No se cansa de sol-
tar frases de esta ndole. Se define como un zenagnstico, aunque le encanta la religin, y como
un ninfmano asexuado. Dice que no necesitade los mtodos de meditacin para conectar con
lo trascendental. Le digo que l siempre tuvo unvuelo natural, una suerte de delirio. Es que soy
un genio, y slo me relaciono con genios, expli-ca antes de enumerar una lista de nombres de
los 80. Le pregunto si en algn momento sintique haba dejado de rodearse de genios. Nunca,
no puedo. Y ejemplifica: El Pity, genio. Cagal rock, lo destruy, pero es un genio. Los de
La 25? Genios. Muy buena gente. Los Calle-jeros? Unos tipos buensimos. Nunca hablamos
de plata con ellos. Una vez los invit a comer aTodos Contentos, en el Barrio Chino, y comieron
sushi por primera vez.
Cuando le pregunto cmo se lleva con el r-
tulo de empresario, s
para con Bill Gatestipos laburan desc
duermen la siesta, eEse es el criterio q
que aplicar. El automo no va. El problem
tuvo Cristina fue el tarismo. Ahora hiz
leyes buensimas, p
est ms floja. El potiene que ser viril, pudbil. Menem era d
reprimi a nadie, y Fue un tiempo muy
Como ahora. Vivimpoca utpica: rest
tes, teatro internacEs impresionante.
Te considers un sario hbil?
Demasiado.
Demasiado hbiAst uto. Ast ucia
Te voy a decir cm
guita yo: sin pensaguita. Tengo ese co
de Onassis: el que hacer guita, no pie
la guita.
Pero hiciste fortuNo. Yo hice lo que
Eso es lo importante.
Esa omnipotencia puede virar a vulnedad de un momento a otro. De pronto re
la angustia de cuando lo condenaron en ra instancia a veinte aos de crcel. Tem
dice mostrando las manos. Evoca con remiento los das en que un par de familia
vctimas fueron a tirarle huevos a la casa
llester, y la angustia que eso provoc en su Sigue sintindose un perseguido. Le digo se atormente, que est pagando su respon
dad, que los familiares slo reclamaban juEllos quieren el ncleo neurtico, no les
za con la condena, dice Chabn, sbitatenso. Pero no lo van a vencer. Porque d
de los 50 aos el ncleo neurtico no caLo dice Freud.
Un rato ms tarde, vuelve sobre el temciendo una extraa elipsis: Yo aprend
de Schwarzenegger y Stallone. En las peleaqueran parar. Pero les pegan, les pegan y,
el tipo pega un solo golpe y el otro cae. Nodel todo claro cmo relaciona eso con su
cin, o s, y es mejor no hacerse demasiadguntas. A esta altura Omar, como muchos
ce estar librando una batalla espiritual coparte de s mismo que se le volvi en co
mgicamente encuentra una sntesis: Laestrategia para vencer a alguien, dicen l
nos, es no hacer nada.Entonces un guardia entra para decir q
min el horario de visita. Esta vez Chabacciona con absoluta serenidad. Saluda y
de volver a quedarse solo, pone las noticiaradio y se sienta a merendar en la cama.
Omar Chabn
Conmigo losgrupos empiezan aganar guita. Eso eslo nico importanteque hice en mi vida.
LAS MIL Y UNA NOCHESChabn, un busca
de la vanguardia cultural. En 1979, en un
film en Super 8 (1); junto a Sumo en el Caf
Einstein (2), que abri en el 82 con Helmut
Zieger y Sergio Aisenstein, ac en escena
con Chabn(3); con Katja Alemann, su
pareja y socia en el proyecto Cemento (4).
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