Procesado de muestras en el laboratorio de la clínica (I)
A lo largo de esta primera parte veremos como realizar un manejo correcto de las muestras de sangre, orina y líquidos orgánicos. Dejamos la citología para nuestro próximo número.
12.prevención de la salud
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Procesado de muestras en el laboratorio de la clínica (I)
La fi abilidad de un análisis y su interpretación dependen en gran medida
de la calidad de la muestra que se analiza o que se envía al laborato-
rio.
El manejo adecuado de las muestras desde que se obtienen hasta que
se procesan es muy importante para poder realizar un análisis correcto
y no tener resultados erróneos.
Repasaremos algunas normas de manejo de muestras que son bastan-
tes generales y que nos pueden servir tanto si los análisis se hacen en
la clínica como si se envían fuera, a laboratorios externos.
Análisis de sangre
Análisis hematológico: hemograma
El hemograma nos proporciona el recuento de glóbulos rojos, blancos
y plaquetas.
Para poder realizarlo la sangre tiene que conservar sus características
físicas y químicas, es decir no puede coagularse, debe permanecer lí-
quida.
La muestra que necesitamos es sangre entera recogida en tubos con
anticoagulante EDTA ya que es el anticoagulante que mejor conserva la
morfología de las células sanguíneas.
La primera regla para poder realizar correctamente el hemograma es
que la sangre que vamos a echar al tubo con anticoagulante EDTA no
puede tener ningún coágulo.
La segunda regla a tener en
cuenta es que es muy importan-
te ajustar la cantidad de sangre
que se echa al anticoagulante
que hay en el tubo (los tubos
vienen ya preparados con el an-
ticoagulante).
Normalmente los tubos vienen
con una línea que indica la can-
tidad de sangre que hay que
adicionar. Es fundamental res-
petar la recomendación ya que
un defecto o exceso de sangre
según la proporción de anticoa-
gulante del tubo va a producir
alteraciones hematológicas.
El EDTA es el anticoagulante de elección para hacer el hemograma y el frotis sanguíneo
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Si hay demasiada sangre y sobrepasa el nivel indicado en el tubo, la
muestra se coagulará. La muestra no será apta para realizar el análisis
hematológico.
Si hay poca sangre y no llega al nivel indicado se producirán falsos valo-
res del hematocrito y alteraciones de la morfología de las células.
El hemograma se puede realizar en muestras recogidas en tubos con
otros anticoagulantes como la heparina, pero este anticoagulante con-
serva peor la morfología celular y favorece que las plaquetas formen
grupos (agregación plaquetaria) lo cual altera su contaje.
¿Cómo conservar la muestra de sangre si no se puede hacer el
análisis inmediatamente?
Si no hacemos el hemograma en dos o tres horas la sangre debe ser
refrigerada a 4º C (debe estar en nevera). El recuento de glóbulos rojos,
la hemoglobina y el hematocrito no sufren modifi caciones si la sangre
se refrigera durante unas 24 horas.
Además de realizar los recuentos celulares, para completar un análisis
hematológico debemos realizar también un frotis sanguíneo. Hay que
extender una pequeña gota de sangre sobre una lámina de vidrio (por-
taobjetos) para formar una película delgada (frotis sanguíneo).
Lo dejamos secar al aire, y luego lo fi jamos introduciéndolo en un po-
cillo que contenga metanol y después se tiñe. El frotis se examina con
un microscopio, se cuentan los distintos tipos de glóbulos blancos y se
examinan las células. Al observar esta extensión de sangre se buscan
también posibles parásitos sanguíneos que pudieran aparecer.
Los frotis sanguíneos también deberían ser preparados inmediatamente
después de haber obtenido la muestra o como máximo transcurridas 2
horas tras la extracción de la sangre. Así se evitan los problemas deri-
vados de que la sangre esté mucho tiempo en el anticoagulante como
el deterioro de las células.
La cantidad de sangre que hay que adiccionar a cada tubo viene marcada en el propio tubo. Es muy importante respetar esa recomendación para que no haya resultados erróneos
prevención de la salud.15
Si el frotis, una vez hecho, no puede teñirse
inmediatamente, es importante por lo menos
fijarlo sumergiéndolo en metanol durante dos
minutos. Las células fijadas se conservan du-
rante mucho tiempo.
Análisis bioquímicos
Recordemos que la sangre es un tejido líqui-
do, formado por dos partes, las células y el
líquido en el que sobrenadan, el plasma.
El plasma se obtiene tras centrifugar la sangre
introducida en un tubo con anticoagulante. Con-
tiene factores de la coagulación (fibrinógeno).
Si ponemos sangre en un tubo de ensayo sin
anticoagulante y dejamos pasar unos minutos
se forma un coágulo. Posteriormente, el coá-
gulo se contrae y se separa de un líquido am-
barino y transparente, el suero sanguíneo.
El suero se obtiene dejando que se produzca la
coagulación espontáneamente en un tubo, pre-
ferentemente de vidrio, en el que no se ha pues-
to anticoagulante y después centrifugando.
El plasma se obtiene tras centrifugar la sangre
que se ha introducido en un tubo con anti-
coagulante
La mayoría de las pruebas bioquímicas que
se hacen en el laboratorio de análisis clínicos
pueden realizarse en muestras de suero.
Muchas de estas determinaciones pueden
realizase también en muestras de plasma te-
niendo en cuenta que el anticoagulante que
usemos no interfiera en la prueba.
Como hemos dicho para obtener suero para
hacer las pruebas bioquímicas la muestra de
sangre debe introducirse en un tubo seco sin
anticoagulante. Las muestras así obtenidas se dejan a tem-
peratura ambiente en posición vertical hasta
que se coagulen y se inicie la retracción del
coágulo (30-40 minutos después de obtener
la muestra). Posteriormente se centrifugan los
tubos a 2500-3000 rpm (5-10 min) para
separar el suero del coágulo. Esta separación
conviene realizarla dentro de las 2 horas des-
pués de la toma de muestras para evitar el
intercambio de compuestos entre las células y
el suero y que la muestra se deteriore.
Para obtener el plasma, las muestras se han
de recoger en tubos que contengan heparina,
preferentemente de litio, ya que este anticoa-
gulante interfiere en muy pocas determinacio-
nes bioquímicas. Igual que para hacer el he-
mograma es muy importante adicionar al tubo
el volumen de sangre indicado en el mismo.
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El plasma se obtiene centrifugando la muestra a 2500-3000 rpm
(5-10 min). Al igual que el suero, conviene separar el plasma de las célu-
las dentro de las 2 horas después de la toma de muestras.
Conservación suero/plasma
Si las determinaciones no se realizan inmediatamente después de ha-
ber obtenido el suero o plasma:
• conservar el suero/plasma a 4º C: la mayoría de los compuestos se
conservan bien a esta temperatura al menos durante 3 días.
• congelar el suero/plasma a -20º C: hay muy pocos compuestos que
no son estables a esta temperatura durante largo tiempo
Análisis de orina
Las muestras de orina se han de recoger en recipientes limpios, secos y
estériles. Es preciso conocer y apuntar la técnica de obtención (micción
espontánea, sondaje uretral, cistocentesis) ya que los valores de refe-
rencia del sedimento difieren en los distintos tipos de técnicas.
También es importante realizar el análisis cuanto antes, pues muchos
componentes se alteran desde que la orina sale al exterior, especialmen-
te bajo temperaturas de almacenamiento elevadas, pH alcalino y en las
orinas muy diluidas.
Las muestras de orina se conserva correctamente:
• 30 minutos a temperatura ambiente
• 12 horas a 4º C
Líquidos orgánicos
Cuando tenemos un líquido orgánico (pleural, peritoneal, pericárdico,
sinovial, cefalorraquídeo) las muestras se han de recoger en distintos
tubos dependiendo de las pruebas que queramos hacer:
Tubo con anticoagulante EDTA:
• recuento de células nucleadas y estudio citológico
Tubo sin anticoagulante o con anticoagulante heparina de litio:
• parámetros bioquímicos
Tubo estéril sin anticoagulante:
• cultivo microbiológico.
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