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traperitoneal hipertérmica, para poder llegar a curara los pacientes potencialmente curables, limitandoa remitir a los oncólogos a aquellos pacientes queno se pueden beneficiar de esta alternativa tera-péutica (infiltración masiva del intestino delgado,afectación del espacio precavo-segmento I, retrac-ción infiltrativa del mesenterio).

La actitud del cirujano que se encuentra con unacarcinomatosis peritoneal colorrectal, tal y comoseñala Elias, debe consistir en realizar un estudiodetallado de extensión de la enfermedad conformeal índice de carcinomatosis peritoneal7, que con-templa el grado de enfermedad y su localización enlas diferentes regiones abdominales, toma demuestra para confirmación histológica, y limitarse asolucionar los problemas oclusivos si los hay, pre-servando indemne la mayor parte de los planosanatómicos abdominales, remitiéndolos luego acentros donde pueda administrárseles esta nuevaopción terapéutica.

Alberto Gómez PortillaPoliclínica San José. Vitoria. España.

Bibliografía1. Gómez Portilla A. Tratamiento quirúrgico de la carcinomatosis perito-

neal de origen colorrectal. Cir Esp. 2004;75:156.2. Ramírez-Rodríguez JM, Aguilella-Diago V. Recidiva local en el cán-

cer de colon y recto. Cir Esp. 2005;78:344-50.3. Sugarbaker PH. It’s what the surgeon doesn’t see that kills the pa-

tient. Nippon Med Sch. 2000;67:5-8.4. Jacquet P, Elias D, Sugarbaker PH. L’implantation tumorale dans les

sites de cicatrisation aprés chirugie des cancers digestifs. [Tumor im-plantation in cicatrization sites following surgery for digestive can-cers]. [Review] J Chir. 1996;113:175-82.

5. Gonzalez-Moreno S. Cirugía citorreductora y quimioterapia intraperi-toneal perioperatoria para las neoplasias con diseminación peritone-al: ha llegado el momento. Cir Esp. 2005;78:341-3.

6. Elias D. Les nouvelles modalités thérapeutiques des carcinose péri-tonéales doivent générer de nouveaux comportements de la part dechirugiens. The new therapies of the peritoneal carcinomatosisshould induce new surgical attitudes. Ann Chirur. 2005;130:449-50.

7. Gómez Portilla A, Sugarbaker PH, Chang D. Second-look surgery af-ter cytoreduction and intraperitoneal chemotherapy for peritonealcarcinomatosis from colorectal cancer: analysis of prognostic featu-res. World J Surg. 1999;23:23-9.

Respuesta de los autores

Sr. Director:

Hemos leído con especial interés los comentarios quesobre nuestra revisión de conjunto “Recidiva local en elcáncer de colon y recto”1 hace el Dr. Gómez Portilla. Ennuestro trabajo, por salirse del tema, no abordamos el

problema de la carcinomatosis peritoneal que, por otrolado, queda tratado en el editorial del mismo número deCIRUGÍA ESPAÑOLA, titulado “Cirugía citorreductora y qui-mioterapia intraperitoneal perioperatoria para las neo-plasias con diseminación peritoneal: ha llegado el mo-mento”2.

Así que no tenemos más que felicitar al Dr. GómezPortilla por sus trabajos en la carcinomatosis peritonealde origen colorrectal, con los que estamos de acuerdo.

José Manuel Ramírez y Vicente Aguilella DiagoSección de Coloproctología. Servicio de Cirugía B.

Hospital Clínico Universitario. Zaragoza. España.

Bibliografía1. Ramírez-Rodríguez JM, Aguililla-Diago V. Recidiva local en el cáncer

de colon y recto. Cir Esp. 2005;78:344-50.2. González-Moreno S. Cirugía citorreductora y quimioterapia intraperi-

toneal perioperatoria para las neoplasias con diseminación peritone-al: ha llegado el momento. Cir Esp. 2005;78:341-3.

A propósito del intervalo crítico

Sr. Director:

He leído atentamente el magnífico artículo de Escrig-Sos1, que me ha parecido sumamente interesante por laayuda que presta para la lectura crítica de la literaturamédica.

He seguido las instrucciones del autor, implementandoen una hoja de cálculo las fórmulas numeradas como 3 y4 del trabajo, y deseo hacer las siguientes observacio-nes.

El resultado de ambas fórmulas es exactamente elmismo, bien se utilicen los límites superior e inferior delintervalo de confianza (fórmula n.o 3) o sus inversos (fór-mula n.o 4), cosa por otra parte lógica por la propia defini-ción logarítmica, y que es fácil de probar.

Cuando se comprueba el primer ejemplo2, las cifrascoinciden pero no así en los ejemplos 23 y 34 utilizandolos inversos de los límites del intervalo de confianza. Enestos ejemplos las cifras son 0,51 y 0,96, respectivamen-te, con lo cual la argumentación siguiente con las cifrasdel artículo carecería de validez siguiendo exactamentelas instrucciones del trabajo.

Por lo tanto, deducimos que, como se apunta en las úl-timas líneas del anexo del trabajo sobre el uso del nomo-grama, no hay que introducir el inverso de los límites delintervalo de confianza en la fórmula n.o 3, sino tomar elinverso del resultado de la fórmula 3, en caso de que laodds ratio sea mayor de 1. Haciendo esto las cifras coin-ciden con las expresadas en el trabajo.

Cartas al director

Cir Esp. 2006;79(6):386-9 387

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