CELEBRAMOS O SAN VALENTÍN
ADÁN Y EVA
Adán es el primer hombre de la Tierra. Fue creado por Dios, que luego le dio una compañera, Eva,
formada de una de las costillas del hombre.
Dios mandó a Adán y Eva al jardín del Edén, que era el paraíso. Allí podían disfrutar de todo, pero
no debían comer los frutos de un árbol, llamado el árbol del bien y del mal, puesto que si lo hacían, podrían morir.
Un día una serpiente que vivía en el árbol tentó a Eva para que no respetase la prohibición. Ella, al
ver las buenas pintas que tenían las manzanas del árbol, cayó en la trampa de Satanás (serpiente) y
comió el fruto, invitando también a su esposo Adán. Cuando Dios se enteró de lo ocurrido, los expulsó
del Paraíso imponiéndoles como castigo el ser mortales, vivir de su trabajo y sufrir dolor y vergüenza.
Ya expulsada del Paraíso, la pareja no tuvo una vida fácil y engendraron tres hijos (Caín, Abel y
Set), que Eva parió con dolor. Se dice que Adán murió con 930 años y que Eva tuvo más hijos e
hijas.
Eva Debasa y Jéssica Rodríguez
TRABAJOS DE 3º ESO
ECO Y NARCISO
Zeus era infiel a Hera y, para encubrirlo, Eco (una ninfa que vivía en su cueva de los bosques) le
cantaba a ésta. Cuando la diosa la descubrió, se sintió muy dolida, de modo que hizo caer sobre ella
una maldición: “Desde ahora tendrás que repetir las últimas palabras que otros digan”. Un día Eco salió a pasear por el bosque. Por allí paseaba Narciso, cuya belleza era inmensa, pero la
desconocía porque un adivino le había dicho que mirar su imagen sería su perdición. Nunca había vis-
to su rostro. De repente, una rama crujió:
¿Quién está ahí?
Está ahí… está ahí… -respondió Eco, encandilada al verlo.
¿Por qué huyes? Ven a mí.
A mí… a mí…
¿No pensarás que yo te amo?
Te amo… te amo…
Prefiero morir antes de que tú me ames. Eco volvió a su cueva, habló por primera vez con un hilo de voz:
Quieran los dioses que él sufra enamorado como yo estoy.
Némesis escuchó sus lamentos y lo maldijo haciendo que tuviera sed. Narciso fue a beber a un ria-
chuelo y, al verse reflejado, se enamoró de su rostro. Desesperado por su castigo, lloraba inmóvil a la
orilla del río y aquel ser, enamorado, se convirtió en una flor.
Quizás Eco riega con sus lágrimas de amor a la flor de Narciso mientras que sus imágenes se refle-
jan juntas, siempre, en el agua del río.
Cristina Ledo y María Taboada. 3ºA.
EL ROMANCE DE HELENA DE TROYA Y PARIS
Cuando Helena tuvo la edad para casarse, numerosos pretendientes aparecieron en Esparta, lo que
hizo que su padre tomara la sabia decisión de hacerles jurar que aceptarían la elección de su hija y ayudarían al futuro rey si su esposa le fuese cuestionada. La muchacha escogió de entre todos ellos a
Menelao, con el que se casó de inmediato.
Mientras tanto, en Troya, una disputa por la destinataria de una manzana de oro con una inscripción
en la que se podía leer “Para la más bella” provocaba que Paris, un príncipe troyano, se viera inmerso
en una situación un tanto incómoda. Le habían encomendado a él la misión de entregar dicha manza-
na a la que considerara más bella de tres diosas en discordia: Atenea, Afrodita y Hera. Las tres divini-
dades pretendieron sobornar al joven, el cual se dejó llevar por la oferta de Afrodita, la diosa del
amor. Ella, a cambio de la manzana de oro, le proporcionaría el amor de la mujer más bella del mun-
do. Sin embargo, esta decisión traería graves consecuencias para su pueblo, de las cuales Paris no
era ni por asomo conocedor. En el paso de Paris por Esparta, este se quedó totalmente prendado de la belleza de Helena y, con la
ayuda de Afrodita, logró que en el corazón de la joven apareciera un inmenso amor por él. Los dos
amantes huyeron a Troya aprovechando la ausencia temporal del esposo de Helena. Pero con este ac-
to solo consiguieron retrasar el enfado de Menelao unos días más, ya que cuando este regresó de su
viaje y comprobó la ausencia de su esposa, se enfureció lo suficiente como para mandar reunir a to-
dos los antiguos pretendientes de Helena con sus tropas, aferrándose al juramento que habían tenido
que hacer, y emprendió camino a Troya para recuperar a su esposa o luchar por ella si era necesario.
Esto dio lugar a la guerra de Troya, en la que Paris perdió la vida. Tras la muerte de su amado, Helena
fue obligada a contraer matrimonio con Deífobo, uno de los hermanos de Paris. El nuevo marido de Helena murió a manos de Menelao, que estuvo a punto de matarla también a ella. El motivo de que
no lo hiciera varía dependiendo de las fuentes, unos dicen que al verla volvió a enamorarse por su be-
lleza, mientras otros mencionan que cedió ante sus pechos desnudos. Luego, Helena y Menelao co-
menzaron un largo viaje de regreso a Esparta, donde nacería otro de los hijos del matrimonio.
Fátima Reino y Carla Barreira, 3ºB
HIPÓMENES Y ATALANTA
Atlanta fue abandonada nada más nacer por sus padres, ya que solo querían varones. Una osa la
recogió y la crio. Cuando se hizo una mujer decidió mantenerse virgen y no casarse para consagrarse
a la diosa de la cacería, Artemisa. Fue reconocida por su talento para la caza y por su gran velocidad. Un oráculo le había predicho que el día que se casara se convertiría en animal. Para evitar esto, dijo
que solo se casaría con el hombre que le ganara una carrera, de modo que al que perdía contra ella lo
mataba. Un día Hipómenes decidió probar suerte y, gracias a unas manzanas de oro que le dio Afrodi-
ta, diosa del amor, logró ganar la carrera. Ambos se casaron, vivieron muy felices durante un tiempo,
pero un día en medio de una cacería se pararon en el santuario de Cibeles a disfrutar de su amor. De-
bido a este sacrilegio, la diosa convirtió a los esposos en leones. En la antigua Grecia se creía que los
leones no se juntaban entre ellos, así que, además de despojarlos de sus cualidades humanas, con
este acto los condenó a vivir separados.
Carlos Tenreiro y Marcos Tenreiro, 3ºB
DOÑA INÉS Y DON JUAN
Don Juan y Don Luis hacen una apuesta para saber quién libraba más batallas y quién seducía a
más mujeres. Don Juan sale vencedor y Don Luis, no conforme, lo desafía a que conquiste a una mu-
jer que se vaya a casar y a una novicia. El padre de Doña Inés, Don Gonzalo, al enterarse de la apuesta cancela el compromiso entre su hija
y Don Juan, concertado desde que su hija ingresara en el convento.
Don Juan compra a la criada de Doña Ana, prometida de Don Luis, para que le deje entrar en la ca-
sa, y la conquista.
Luego le envía una carta a Doña Inés declarándole su amor, entra en el convento, esta se desmaya
y Don Juan la lleva a su casa, a donde llegan inesperadamente Don Gonzalo y Don Luis reclamándole.
Ambos son asesinados por él.
Don Juan huye a Italia con su criado para eludir a la justicia. Cuando vuelve, cinco años después,
se entera de que Doña Inés, de la que se había enamorado, ha muerto.
Esa misma noche realiza una cena en la que aparece el espíritu de Don Gonzalo que le quiere llevar al infierno, pero se interpone el espíritu de Doña Inés. Don Juan muere y sube al cielo acompañado
de su amada que ha conseguido salvar su alma.
Elisa Rubal y Carmen Díaz
Popeye y Olivia
Son una pareja de cómic que surgió a finales de los años veinte en América.
El marinero Popeye está enamorado de Olivia, pero se encuentra con un contrincante, el malvado
Bruto. Continuamente tiene que enfrentarse a él para salvar a su amada. Para conseguirlo, debe con-seguir espinacas, las cuales come y con ello logra una gran fuerza que le ayuda a luchar contra el vi-
llano que le disputa la novia en múltiples ocasiones.
Miguel y Andrés
Victoria y David Beckham
Se conocieron a finales de los noventa en Stamford Bridge, el estadio de fútbol londinense, cuan-
do Mel C y Victoria, cantantes de las Spice, asistieron a un partido y fueron más tarde invitadas a la
recepción que ofrecía el equipo. Surgió entonces el flechazo entre Victoria y David, que se casaron tras diez meses de noviazgo. El matrimonio es uno de los más famosos de la actualidad y comparte la
felicidad con sus cuatro hijos.
Carlos y Miriam
TRABAJOS DE 2º ESO
TRABAJOS DE 1º ESO
4º ESO