PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN POLÍTICA
SEMINARIO HISTORIA ECONÓMICA ARGENTINA
Le recordamos la iconografía de referencia que le o frecemos para facilitar la
lectura:
Identifica la apertura del seminario
Enfatiza y llama su atención para tener en cuenta especialmente
Destaca los conceptos
Fin del seminario
HISTORIA ECONÓMICA ARGENTINA
Por Héctor Zacaría y Gabriel Balbo
Nos alegra darle la bienvenida al Seminario “Historia Económica
Argentina”. Hemos elaborado esta propuesta para trabajar conjuntamente en la
adquisición de nuevas herramientas para la reflexión y la participación política.
Esperamos, le resulte de utilidad. Creemos que es útil y necesario conocer distintos
aspectos de la historia que hacen a la comprensión crítica del presente y una
actuación situada.
¡Comenzaremos!
El Modelo Agroexportador
La historia económica argentina del siglo XX comienza sustentada sobre los
pilares de la teoría del comercio internacional, debido principalmente a dos razones:
• sus condiciones naturales y
• las características de su elite gobernante.
Hacia fines del siglo XIX Argentina se reconoce en el mercado mundial como uno
de los principales productores de materias primas y alimentos (carnes y trigo), que
son exportados a una Europa que avanza en su proceso de industrialización.
Este modelo económico, basado en la producción de b ienes
derivados del agro con destino a los mercados mundi ales, se reconoce como el
modelo agroexportador.
En otras palabras, países productores de materias primas y alimentos como
Argentina, Australia y EEUU se complementan comercialmente con los países
europeos que elaboran productos manufacturados y que además generan capitales
excedentes (los que comienzan a dirigirse hacia los países agroexportadores en busca
de una mayor rentabilidad). Así, estos últimos intercambian materias primas y
alimentos por productos elaborados, mientras que los países industrializados de
Europa hacen lo inverso, vendiendo manufacturas y demandando materias primas y
alimentos.
En Argentina, el modelo agroexportador se implement ó
apoyándose sobre diversos factores:
• La incorporación, hacia finales del siglo XIX (vía campañas militares de
desalojo de comunidades indígenas en la Patagonia), de millones de hectáreas
a la producción, además del alambrado de campos;
• La llegada, en ese mismo tiempo, de la primer corriente de millones de
inmigrantes desde Europa, como consecuencia de la mala situación
económica, el desempleo, el hambre y la búsqueda de un mejor porvenir.
• El desarrollo del sistema ferroviario, que vincula los centros de producción
de carnes, granos y materias primas y los centros de consumo con los
puertos desde donde se exportan e importan productos manufacturados,
alimentos y materias primas y al mismo tiempo sirve como transporte de
mano de obra.
Entre 1881 y 1914 migraron al país 4.200.000 personas,
principalmente desde Italia y España.
El desarrollo del sistema ferroviario es posible debido al aporte de
capitales británicos y durante el período comprendido entre 1890 y 1914 la red
ferroviaria se extiende, pasando desde 9.400 a 34.000 kilómetros de vías férreas;
• Con relación a la exportación de carne, cabe destacar que a fines del siglo
XIX el ganado se exportaba en pie (vivo), para luego comenzar a
desarrollarse la producción de carne salada y seca en establecimientos
fabriles, de escasa inversión y poco tecnológicos, que logra colocar
importantes cantidades de carne en mercados externos y generan una
significativa cantidad de empleos. Ya a principios del siglo XX las
exportaciones de carne serán congeladas y posteriormente refrigeradas.
• La existencia desde el Estado de medidas conducentes a la protección de
la producción local de caña de azúcar en Tucumán, Salta y Jujuy, o la
producción de vino en Mendoza y San Juan, a partir de tarifas aduaneras a
la importación de estos productos.
El modelo agroexportador genera ingentes beneficios para los
terratenientes y mantiene a la población en general inmersa en la pobreza y sin
posibilidad de acceso a la propiedad de la tierra . Los trabajadores, en particular,
perciben bajos salarios por extensas jornadas laborales, en condiciones precarias de
actividad y sin la protección de leyes laborales, inexistentes aún en el país.
En 1914 se desencadena la 1º Guerra Mundial , provocando un fuerte
cimbronazo en la economía argentina, cuya actividad dependía en gran medida de las
exportaciones y se genera una drástica disminución de éstas. Al tiempo, también se
reducen las importaciones de productos terminados.
Este resultado provoca un importante crecimiento del desempleo (hacia
1917 alcanza al 20% de la población económicamente activa), una caída en los
salarios y un fuerte desabastecimiento de productos manufacturados en el mercado
interno, derivando en un fuerte incremento de precios y, en consecuencia, en una gran
pérdida del poder adquisitivo de la población.
La recuperación económica deviene con la finalizaci ón de la guerra ,
cuando se produce, tanto un crecimiento en los volúmenes exportados como en los
precios de la producción involucrada. Como consecuencia de esta situación, se
reactiva la demanda de mano de obra en las zonas rurales. No obstante, las
condiciones laborales y los salarios no mejoran y se produce una gran cantidad de
conflictos (huelgas) que fortalecen la organización sindical de sus trabajadores1.
Hipólito Yrigoyen, durante su primera presidencia, será el
primer mandatario que intercederá a favor de los tr abajadores, si bien será sólo
en lo que refiere a cuestiones menores, ya que en l os reclamos de mayor
amplitud y profundidad se advierte como metodologí a, la represión del pueblo
trabajador . El punto máximo de conflicto del movimiento obrero de la época se
producirá en la Semana Trágica2, cuando en los talleres metalúrgicos Vasena, los
trabajadores inician una huelga por jornada laboral de 8 horas, aumento de salarios,
pago de horas extras y reincorporación de los trabajadores despedidos en virtud a su
actividad gremial, conflicto que devendrá en la muerte de 4 trabajadores y una
treintena de heridos. Durante los días siguientes la represión policial continuó hasta
1 En ese entonces, el presidente de la Nación era Hipólito Yrigoyen de la UCR, vencedor en las
elecciones presidenciales de 1916 que se realizaron conforme a la Ley Sáenz Peña de 1912
que promovía el voto masculino, obligatorio, secreto y universal (quedando aún excluidas las
mujeres, a las que recién en 1947 con la sanción de la Ley de Sufragio Femenino se les
permitiría votar). 2 La Semana Trágica transcurre desde el 7 al 14 de enero de 1919.
que finalmente, tras un acuerdo de Yrigoyen y la empresa Vasena, los trabajadores
consiguieron ser escuchados en muchas de sus demandas.
Durante la Semana Trágica se produjeron entre 800 y 1500 muertos (según la
fuente de información que se utilice) y constituye una de las represiones más
sangrientas de la historia. Durante ese año, se registran cerca de 50 huelgas, que
afectan a diversos sectores de actividad (portuarios, metalúrgicos, aserraderos,
trabajadores rurales, etc.) y que están diseminados por varios puntos del país (Santa
Fe, Chaco, Corrientes, Salta, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires). En la mayor parte
de los casos, los conflictos se resuelven vía represión y en algunos pocos casos se
obtienen respuestas favorables a las demandas de los trabajadores.
No obstante, con los primeros legisladores del Partido Socialist a que
accedieron al Congreso de la Nación y con la presión popular del movimiento obrero
(en fase de creciente organización) se consiguen mejoras laborales para los
trabajadores con carácter de ley.
En 1921, se produce una huelga de los trabajadores rurales de las estancias
ovejeras de Santa Cruz, quienes se organizan para exigir mejores condiciones
laborales, recibiendo por parte de la policía una feroz represión, que, en lugar de
debilitar la protesta la intensifica. Yrigoyen envía al Teniente Coronel Héctor Varela a
intermediar en el conflicto. Los obreros aceptan el diálogo y se muestran conformes
con las mejoras en las condiciones laborales acordadas. Sin embargo, los patrones
Concretamente, se convierten determinados derechos de los
trabajadores en leyes y como resultado se elaboran las primeras leyes de
descanso dominical, la regulación del trabajo femenino e infantil (licencia por
maternidad) y la ley de accidentes de trabajo. Al mismo tiempo, como
consecuencias de las demandas sindicales se consigue en algunas industrias una
reducción de la jornada laboral a 8 horas (pese a que este derecho se convierte en
Ley Nacional en 1929).
rompen el pacto y no otorgan las mejoras negociadas y en agosto de 1921 vuelve a
estallar el conflicto.
Yrigoyen considera que se trata de una subversión armada y vuelve a enviar al
Teniente Coronel Varela al mando del Ejército. Éste reprime, encarcela y tortura y
ejecuta a más de 2100 obreros (de los cuales 1500 resultan muertos). Quienes
quedan en libertad, reciben una quita del 50% del sueldo que percibían antes del
conflicto.
Hacia 1922, los conflictos laborales se reducen y el movimiento obrero
implementa un cambio en la estrategia para efectuar sus reclamos, abandonando la
confrontación para intentar la construcción de cana les de negociación bajo el
amparo del Estado.
Este mismo año resulta electo como presidente de la Nación
Marcelo T. de Alvear. Durante su presidencia se observa una morigeración de
los conflictos laborales. Se impulsa una ley sobre la jubilación para maestros
primarios y se crea la empresa petrolera del Estado, Yacimientos Petrolíferos
Fiscales (YPF). Se nombra como director al General Enrique Mosconi, militar e
ingeniero y en 1925 se construye la Refinería La Plata, que en ese entonces se
convierte en una de las más grandes en términos de capacidad.
Durante la presidencia de Alvear, y por recomendación de Mosconi,
se plantea la posibilidad de nacionalizar el petról eo y monopolizar su
producción bajo control del Estado, lo que se transforma en el eje de la
campaña presidencial de Yrigoyen para las elecciones de 1928, de la que
resultará vencedor.
La Década Infame
El jueves “negro” del 24 de octubre de 1929 estalla en el mundo entero
ante la crisis financiera y bursátil en la Bolsa d e Nueva York , que dará lugar a la
crisis más larga, de mayor profundidad y de mayor alcance mundial del siglo XX.
El mecanismo por el cual se origina la caída de Wal l Street
deviene del excesivo apalancamiento que auspician l os comisionistas de bolsa,
en un contexto de creciente subas de precios de las acciones y de demanda
ilimitada por parte del público . El inversor utiliza las acciones en garantía con
comisionistas de bolsa, los cuales otorgan con esas garantías más crédito a los
ahorristas para que compren más acciones.
Este mecanismo llega a tomar una gran amplitud y velocidad, pero cuando el
mercado de valores comienza a caer, los comisionistas reclaman a los inversores la
reposición de las garantías, cuestión que se torna imposible para estos últimos,
produciéndose las ejecuciones y venta masiva de acciones provenientes del abusivo
apalancamiento anterior, con la caída sin límites del mercado de valores.
Al respecto Mosconi plantea un control integral del Estado
sobre el petróleo para competir contra las empresas privadas: “…no queda
otro camino que el monopolio del Estado pero en for ma integral, es decir, en
todas las actividades de esta industria: la producc ión, la elaboración, el
transporte y el comercio [...] sin monopolio del pe tróleo es difícil, diré más,
es imposible para un organismo del Estado vencer en la lucha comercial a
las organizaciones del capital privado…”
Las empresas industriales y comerciales que financian las compras de
máquinas, equipos y construcciones con emisión de acciones, dejan de hacerlo,
provocando un verdadero efecto dominó sobre toda la actividad económica y el
empleo. Esta situación se produce primeramente en EEUU para luego extenderse en
mayor o menor medida hacia el resto de las economías del mundo.
El impacto de la crisis en la economía argentina no es menor: el país
vive un momento de esplendor, su PBI lo ubica como la sexta economía más grande
del mundo y con un alto nivel de comercio exterior. La crisis financiera internacional
golpea fuertemente sobre su actividad.
Como hemos visto, el mundo soporta una caída drástica del comercio
internacional. Las exportaciones argentinas caen un 36% mientras que las
importaciones lo hacen en un 24%. Se genera una significativa caída en la
recaudación tributaria, proveniente en su mayoría de los impuestos a las
exportaciones e importaciones (tasas aduaneras).
El Estado decide, pese a los menores ingresos, mantener sus niveles de
gastos para evitar perder apoyo popular, y al mismo tiempo continúa cumpliendo con
el pago de la deuda externa, pese a los comportamientos generalizados del resto de
naciones, que ante la gravedad de la situación interrumpen los servicios de sus
deudas. Se genera entonces una caída de las reservas en oro (único medio para
saldar deudas con el extranjero) que deriva en una devaluación y desencadena el
problema de la inflación.
La crisis castiga fuertemente a la economía real: los productores rurales
(arrendatarios, pequeños y/o medianos propietarios) quiebran y las industrias
registran faltantes de insumos provenientes de importaciones, vitales para la
producción, generando menores niveles de actividad y el despido masivo de
trabajadores.
Concretamente, la desocupación alcanza al 28% de la población urbana y al
44% de la población rural. Se inicia entonces un proceso migratorio interno desde el
campo a la ciudad, lo que originó el surgimiento de las “villas”. También se registra un
fuerte aumento de la pobreza, las enfermedades y la delincuencia.
En este contexto, el 6 de septiembre de 1930 se produce el
primer golpe de Estado liderado por José Félix Urib uru, que derroca al presidente
Hipólito Yrigoyen poniendo fin a un período de 14 años de gobierno de la UCR.
Uriburu inicia en 1930 la Década Infame , caracterizada por elecciones
fraudulentas, que se suceden unas a otras: en las primeras (noviembre de 1931) se
prohíbe al radicalismo, resultando ganadora la fórmula integrada por Agustín P. Justo
y Julio Argentino Roca (hijo), manteniéndose en el poder desde 1932 hasta 1938.
Posteriormente, también en elecciones fraudulentas resulta electo Roberto M. Ortiz
(1938-1942).
Durante este período se superponen económicamente, el
llamado modelo agroexportador con la ISI, modelo de industrialización por
Sobre este escenario se genera un círculo vicioso, donde los
trabajadores pierden capacidad de consumir ya sea p orque pierden sus
empleos o porque el aumento de los precios (inflaci ón) erosiona el poder
adquisitivo del salario, mientras que las industria s y los arrendatarios rurales
pierden su capacidad de vender y se ven imposibilit ados de pagar las deudas
bancarias, provocando entonces una crisis bancaria y, en muchos casos la
quiebra de las empresas.
sustitución de importaciones. Este último se extend erá en continuo, con
diferentes variaciones, hasta 1975.
Ambos modelos se desarrollan entonces de forma inde pendiente, sin
coordinación y presentando frentes de conflicto ent re sí.
Por un lado , el sector agroexportador se desarrolla orientado hacia el
comercio internacional, con muy bajo empleo de tecnología y mano de obra (y en
condiciones precarias) y se cimienta sobre las pautas de la economía liberal clásica.
Por el otro lado , el sector industrial se direcciona hacia el mercado interno,
con el objetivo de sustituir las importaciones de productos manufacturados que con la
crisis habían comenzado a escasear y tiene lugar de acuerdo con los preceptos de
una economía con activa participación del Estado. La demanda de mano de obra
asalariada es dinámica y se desarrollan relaciones laborales colectivas entre los
trabajadores y los empresarios.
En 1933, se nombra como ministro de economía a Raúl Prebisch,
quien ante la gravedad de la crisis iniciada en 1929 impl ementa una serie de
medidas, entre las que se destacan el control del tipo de cambio, la regulación de las
importaciones (incentivando unas y desalentando otras) y la fijación de la tasa de
interés bancario (mediante el control de la cantidad de dinero circulante). Además, se
crean el Banco Central de la República Argentina (en 1935) y las juntas reguladores
Este proceso de industrialización por sustitución d e
importaciones tendrá su eje en empresas estatales c on fuerte influencia militar
o estratégica, tales como Fabricaciones Militares, YPF, Altos Hornos Zapla y
una numerosa cantidad de PYMES de capital nacional.
de carne, granos, algodón, industria lechera y vino, organismos públicos que
intervienen en los mercados de estos productos con facultades para controlar la
producción, comercialización, fijar precios y almacenar la producción, limitarla y/o
destruir stock, pese a que originalmente su función era asegurar un precio mínimo de
compra a los productores rurales.
Paradójicamente durante el año 1933 se firma el Pacto Roca-
Runciman entre Argentina y Gran Bretaña, en un intento de conservar la plaza
de Gran Bretaña para los productos argentinos, fundamentalmente la carne.
Este pacto surge ante las medidas proteccionistas implementadas por Gran
Bretaña y para contrarrestar la creación del Comonwealth, que era un área
preferencial de comercio internacional entre éste país y Australia, Canadá y
Nueva Zelanda.
A través de este pacto, Gran Bretaña se compromete a no imponer
ninguna restricción a las importaciones de carne enfriada argentina que
implicará una cantidad inferior a la importada en el trimestre del año terminado
el 30 de junio de 1932 siempre que su precio fuera menor al de los demás
productores mundiales. Además, establece que sólo el 15% de la carne
importada por Gran Bretaña puede provenir de frigoríficos de capitales de
propiedad argentina, lo que beneficia a los frigoríficos de propiedad británica
que monopolizan el mercado.
Argentina, en tanto, se compromete a destinar la totalidad de las libras
esterlinas obtenidas por la venta de productos argentinos a envíos corrientes
de Argentina al Reino Unido o como deducción del pago de los servicios de la
deuda pública externa argentina (lo que asegura que el gobierno argentino
continuará pagando la deuda pública pese a que, como consecuencia de la
gravedad de la crisis, había una cesación general en los pagos de la deuda
pública). De esta forma, la totalidad de las divisas provenientes del comercio
bilateral se deben gastar en Gran Bretaña y, aún más, los beneficios de las
empresas británicas podrían remitirse libremente a su país de origen.
Finalmente cabe destacar que se le otorga el monopolio del transporte a
Gran Bretaña, se garantiza el mantenimiento de las tarifas del servicio
ferroviario en manos británicas, se exige que el transporte sea en barcos
británicos y se le reconocen aranceles preferenciales a los productos británicos
(fundamentalmente, carbón, productos textiles y para los ferrocarriles).
La economía peronista
El 4 de junio de 1943 se produce un nuevo golpe de estado que
pone fin a la “década Infame”. En primera instancia asume el poder el General
Pedro Pablo Ramírez y luego el General Edelmiro José Farrell.
El Coronel Juan Domingo Perón asume en la Secretaría de Trabajo e impulsa
medidas de protección social como el estatuto del peón rural en defensa de los
salarios y estabilidad de los peones y demás condiciones de trabajo y de
remuneraciones como los salarios mínimos, los descansos obligatorios, alojamiento en
Como es lógico, este tratado es duramente cuestionado
localmente, ya que el mismo no resulta realmente co nveniente para
Argentina , sino sólo para los intereses de los grandes ganaderos invernadores
dedicados al comercio de carne enfriada y para los frigoríficos propiedad de
capitales extranjeros, quienes monopolizan el mercado e imponen los precios a los
pequeños productores
buenas condiciones de higiene, buena alimentación, provisión de ropa de trabajo,
asistencia médico-farmacéutica y vacaciones pagas, entre otras cuestiones. Sumado a
esto, apoyó el rol de los sindicatos (convenios colectivos de trabajo), obligó a la rebaja
del precio de los arrendamientos y la suspensión de los desalojos debido a que la
tierra no debía ser un bien de renta sino ser un medio para generar trabajo y propició
la inclusión de más de 2.000.000 de trabajadores al régimen jubilatorio.
Estas medidas le dieron a Perón un impulso político importante y asume al
mismo tiempo como Vicepresidente de la Nación y Ministro de Guerra (conservando al
mismo tiempo el cargo de Secretario de Trabajo).
En 1945, como consecuencia del crecimiento de su imagen política, sus
detractores le pidieron la renuncia de Perón a Farrel quien el 9 de octubre de 1945, le
solicita, el abandono de todos sus cargos y lo encarcela en la Isla Martín García.
Los trabajadores se movilizaron para exigir la vuelta a la política de Perón, y el
17 de octubre de 1945 una multitud se aglutinó en la plaza de mayo para pedir por
Perón y a Farrell no le quedó más opción que dar marcha atrás y volver a darle la
responsabilidad en todos sus cargos.
En 1946 Perón triunfa en las elecciones presidencia les . En ese
entonces, la economía argentina poseía una gran cantidad de reservas en el BCRA ya
que durante los años de la Segunda Guerra Mundial, las exportaciones se había
incrementado significativamente y las importaciones se habían reducido por el
desarrollo de la política de industrialización por sustitución de importaciones.
De acuerdo a la propaganda oficial durante el prime r plan
quinquenal peronista se centralizó el régimen bancario con el fin de darle impulso a
la industria, permitiendo que ésta creciera a través del otorgamiento de créditos; hubo
un fuerte incremento del nivel de vida como consecuencia del incremento de los
salarios reales y de las mejoras en las condiciones de trabajo y de las medidas de
estímulo al consumo familiar. Además, se nacionalizaron los servicios ferroviarios, se
modificó la política migratoria lo que devino en una nueva oleada inmigratoria.
Finalmente, se desarrolló una política de incesante búsqueda de la justicia social y se
brindó apoyo a las empresas de capitales nacionales frente a la competencia de las
filiales de las empresas multinacionales para evitar el envío de utilidades a sus países
y se creó un sistema nacional de ciencia y tecnología vinculado a los procesos
productivos.
Concretamente, los resultados del plan quinquenal (1947-1951) fuer on los
siguientes:
• Se construyeron 217.000 viviendas destinadas a familias obreras;
• se inauguraron 8000 escuelas
• Se crearon 4300 centros de salud.
Durante el Gobierno de Perón la política económica se desarrolla en
base a planes quinquenales, bajo los tres postulado s básicos del peronismo:
1. Soberanía Política
2. Independencia Económica
3. Justicia Social
El primer plan quinquenal (1947-1951) persiguió el pleno empleo, el aumento
del salario real, la defensa del poder adquisitivo del salario, el crecimiento del mercado
interno y una distribución del ingreso más igualitaria.
• Se incrementaron los salarios un 40 por ciento;
• Creció el Producto Bruto Interno un 8% anual; y
• Se disparó el consumo interno (impulsado por la compra de cocinas, heladeras
y radios)
En la ejecución del Plan Quinquenal fue crucial el Instituto Argentino de
Promoción e Intercambio (IAPI) que centralizaba el comercio exterior .
Entre las funciones del IAPI , vinculadas al comercio internacional,
se destacaban el financiamiento de exportaciones a los países europeos y la
importación directa de bienes de capital o insumos industriales para luego venderlos a
precio subsidiado en el mercado interno. Sin embargo, también ejecutaba políticas de
subsidios a ciertos productos de consumo masivo y participó en el financiamiento de la
adquisición de los ferrocarriles y al mismo tiempo, permitió redistribuir las ganancias
extraordinarias que se generaban en el campo para dirigirlas hacia la industria.
Pese al éxito del plan quinquenal, en el año 1949 la economía experimentó
los primeros problemas debido al incremento de la inflación y a la drástica reducción
de las reservas internacionales producto de la merma en el ingreso de divisas.
Dicha caída en la generación de reservas se produjo, principalmente, por la
implementación del Plan Marshall por parte de EEUU.
El Plan Marshall brindaba apoyo económico a los países aliados
de EEUU mediante el envío de alimentos (donaciones) lo que repercutió
inmediatamente sobre las exportaciones argentinas y consecuentemente sobre
el ingreso de divisas . Posteriormente, se produjeron 2 años de sequías que
afectaron la producción agropecuaria, las exportaciones y al mercado interno que
sufrió desabastecimiento e incremento de precios.
El gobierno de Frondizi
El golpe de Estado de 1955 fue realizado por la autodenominada
Revolución Libertadora con el General Eduardo Lona rdi y Pedro Eugenio
Aramburu al mando.
Arturo Frondizi gana las elecciones de 1958 y se erige en el
nuevo presidente de la República Argentina. Durante su gobierno le imprimió al país
una impronta desarrollista con la industria como pilar básico . Frondizi impulsó el
desarrollismo industrial, fundamentalmente, la indu stria pesada y la instalación
de empresas multinacionales.
Se puede considerar que durante su gestión, se implementó una
segunda etapa en el proceso de industrialización po r sustitución de
importaciones ya que las ramas más estimuladas fueron la automotriz, petrolera,
gasífera, petroquímica, química, la metalúrgica y las de maquinarias eléctricas y no
eléctricas.
En 1953, se lanza el segundo plan quinquenal que perseguía el
afianzamiento del desarrollo industrial, fundamentalmente a través del desarrollo
de la industria pesada y el autoabastecimiento de combustible, pero queda trunco en
1955, cuando se produce un golpe de estado que derroca al Gobierno de Perón.
Este desarrollo industrial se basó en el ingreso de inversiones extranjeras
directas, que se incrementaron significativamente (según estimaciones el
crecimiento fue superior al 800%), al mismo tiempo que se duplicó la inversión interna,
lográndose así un gran mejora en el equipamiento industrial y un incremento en la
capacidad productiva.
Veamos lo que ocurrió con las distintas ramas de la industria.
En materia automotriz , se estableció un Régimen de Promoción de la
Industria Automotriz y como consecuencia se radicaron en el país las siguientes
empresas automotrices, Dinborg, Citroën, Alcre, De Carlo, Decaroli, Deutz Argentina,
Dinarg, Isard Argentina, Peugeot, Renault y Siam Di Tella Automotores, Auto Union,
Autoar, Bambi y Goliath Hansa, mientras que Fiat y General Motors incrementaron sus
plantas productivas.
En materia siderúrgica, en 1960 se inauguró (su construcción había
empezado en 1952, bajo el gobierno peronista) un alto horno para la producción de
acero que ofrecía trabajo a 12.000 personas.
Con respecto al petróleo , el país era importador neto. Se diseñó una política
petrolera orientada a lograr el autoabastecimiento petrolero, para lo cual se ejecutaron
importantes inversiones en exploración y producción. Cómo resultado, por primera vez
en la historia nuestro país dejó de ser importador neto de petróleo en 1962.
En tanto que, en materia gasífera se construyó el gasoducto Campo Durán
que permitió el desarrollo de la industria petroquímica.
La década de los `60
Durante este período se desarrolló la segunda etap a en el
proceso de industrialización por sustitución de imp ortaciones y se extendió
desde de finales de los cincuenta hasta la mitad de la década de los setenta.
Este auspicioso estado del sector industrial coexistirá con grandes problemas
de inestabilidad, generados por un preocupante cuadro de inflación estructural
principalmente generada por la puja distributiva entre salarios y retornos del capital.
En 1963, con el regreso de la democracia, triunfa e n las
elecciones Arturo H. Illia con apenas el 25% de los sufragios obteniendo la primera
minoría ya que el peronismo votó en blanco ante la proscripción de los candidatos
Solano Lima-Begnis, representantes del Frente Nacional y Popular.
Frondizi fue destituido por un gobierno de facto, encabezado por
José María Guido. Al fin del gobierno de Frondizi , la economía exhibía un alto
nivel de actividad, fundamentalmente impulsado por el dinamismo industrial, existía
una incipiente inestabilidad en el tipo de cambio, la tasa de inflación se encontraba
en bajos niveles y la balanza comercial era deficitaria al tiempo que las reservas
mermaban.
La economía se encontraba en recesión, con déficit presupuestario (y deudas
atrasadas con proveedores, salarios impagos en la administración pública), una
considerable deuda externa y tasas de desempleo y de inflación crecientes.
El plan implementado para superar esta situación consistió en
medidas orientadas a recuperar el consumo para lo cual se implementaron (vía
negociaciones colectivas con los sindicatos) aumentos salariales del 30%, acordados,
y se elevó e indexó el salario mínimo de acuerdo con el costo de vida. Al mismo
tiempo, se impusieron controles de precios para evitar que el impacto de estas
medidas sobre los costos, se trasladaran a los precios.
Los resultados del plan económico de Illia fueron s atisfactorios,
el PBI creció 10,3% en 1964 y 9,2% en 1965; la industria registró aumentos del 18,9%
en 1964 y del 13,8% en 1965 y el sector agropecuario aumentó al 7% y 5,9%, la
inversión en maquinarias y equipos aumentó 20% aproximadamente en el mismo
período. La balanza comercial mejoró ante el incremento de las agro-exportaciones y
también las reservas del Banco Central.
Por otro lado, la tasa de inflación anual se mantuvo en niveles ba jos y los
salarios nominales aumentaron (lo que derivó en un fuerte incremento del salario
real).También se registró un incremento en los niveles de empleo. Como consecuencia
de estos desempeños en los niveles de empleo y de salarios, se produjo una mejora
en la distribución del ingreso.
Sin embargo, en 1965 comienzan los problemas, fundamentalmente
políticos. Por un lado, los sindicatos reclamaban incrementos salariales y por otro, la
UIA estaba disconforme con el manejo económico y en junio de 1966 un golpe militar
depuso a Illia.
El golpe de estado que derrocó a Illia, se extendió entre 1966-1973 .
En primera instancia, estuvo al mando del General Juan Carlos Onganía hasta 1970.
Onganía diseño un Programa de tres tiempos :
1. El tiempo económico;
2. El tiempo social; y
3. El tiempo político.
4.
La idea era construir un gobierno fuerte que fuera capaz de
garantizar el orden en términos políticos y económi cos, pero fundamentalmente
en el aspecto social. Con este orden, se generaría un clima propicio para los
negocios y el ingreso de capitales que contribuiría n a la industrialización y el
desarrollo nacional.
Su Ministro de Economía, Adalbert Krieger Vasena, diseñó un plan al que
denominó “La Gran Transformación” de la economía argentina hacia la economía
de mercado . Con el fin de mejorar la eficiencia y la productividad, propuso la
liberalización comercial mediante la promoción de la libre competencia y la eliminación
de la protección arancelaria. Además, se propuso la reestructuración de las empresas
estatales y la administración pública para procurar un incremento en la eficiencia.
Los principales beneficiarios de “La Gran Transformación” de la economía
argentina fueron las grandes empresas (principalmente industriales y multinacionales).
En tanto que el agro pampeano fue perjudicado por la devaluación de la moneda
(implementada para como un mecanismo para contener la inflación) y por el
restablecimiento de las retenciones a las exportaciones agropecuarias. La supresión
de medidas proteccionistas perjudicó a productores regionales de azúcar, yerba mate
y té, entre otros.
En cambio, frente al contexto inflacionario, Krieger Vasena no ejecutó una
política liberal. Su programa anti-inflacionario proponía la activa p articipación del
Estado. El mismo consistió en una devaluación del 40%, el congelamiento de los
salarios, el restablecimiento de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, una
reducción generalizada de aranceles, la desaparición de la mayoría de los controles
sobre el mercado cambiario y la autorización para la importación de una amplia gama
de mercaderías (hasta ese entonces prohibidas).
Este plan anti-inflacionario generó fuertes confli ctos con el movimiento
obrero, que sufrió el congelamiento de los salarios durante varios años, la suspensión
de las negociaciones colectivas y violentas represiones a las protestas.
El mayor conflicto, “El Cordobazo” se produjo el 29 de mayo de 1969
en la Ciudad de Córdoba donde trabajadores y estudiantes universitarios marcharon
contra las políticas de Onganía, lo que para muchos significó el fin de Onganía y de
sus sueños de implementar una dictadura duradera como la de Franco en España.
Onganía es sucedido, en primer lugar, a Roberto Mar celo
Levingston (1970-1971) y posteriormente, a Alejandr o Agustín Lanusse (1971-
“La Gran Transformación” de la economía argentina s ignificó
el primer paso hacia la apertura comercial, y fue significativa ya que en
promedio los recargos a las importaciones se redujeron del 119% al 60%, aunque
la apertura no fue total debido a que se mantuvieron numerosos aranceles,
principalmente los que protegían de la competencia internacional a los productos
metalúrgicos y forestales.
1973). Lanusse convoca a elecciones nacionales para el 11 de marzo de 1973 ,
donde triunfa el Frente Justicialista de Liberación (FREJ ULI), con la fórmula
Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima, que contaba c on el aval de Perón.
El 20 de junio de 1973 Perón retorna definitivamente al país (ya había
regresado el 17 de noviembre de 1972) y el 13 de julio de 1973, Cámpora y Solano
Lima renuncian forzados por los sectores tradicionales del peronismo con el
consentimiento de Perón.
La Fórmula Juan Domingo Perón - María Estela Martín ez de
Perón triunfa ampliamente en las elecciones del 23 de septiembre de 1973. Perón
Fallece el 1º de Julio de 1974 y asume la presidenc ia, María Estela Martínez de
Perón.
La crisis del petróleo de 1973 tendrá graves consec uencias
para la economía nacional, principalmente producto de la disparada del precio
del crudo (Argentina era importador neto en ese ent onces) y de la reacción
proteccionista a la crisis de los países europeos, que reducen sus compras de
productos nacionales .
De esta manera la reducción de los ingresos por exportaciones se
produce sin mediar cambios en la tendencia alcista de precios y salarios: el Estado
tiene un alto déficit fiscal y se financia con emisión monetaria, la cual finalmente
devendrá en “el Rodrigazo”.
“El Rodrigazo” fue un plan de ajuste impulsado por el ministro de
Economía Celestino Rodriguez (en junio de 1975 ), con el objetivo de “sincerar” la
economía.
Las medidas consistieron en:
• devaluación superior al 150% del peso en relación al dólar comercial;
• incremento promedio de un 100% de todos los servicios públicos y transporte;
• aumento de hasta un 180% de los combustibles; y
• aumento en un 45% los salarios.
Estas medidas dispararon la inflación, licuaron gran parte de las deudas de las
empresas (las que estaban en pesos), y disminuyeron enormemente el poder de
compra de los trabajadores. Ante semejante situación, la CGT intentó negociar con el
gobierno un mayor aumento de salarios, que debido al desborde y fuerte movilización
de los trabajadores, generarán el primer paro contra un gobierno peronista. Finalmente
se acuerda un aumento en promedio del 180% en los salarios, pero que en gran parte
se licúa por la inflación.
La dictadura militar de 1976-1983
José Alfredo Martínez de Hoz , a cargo de la cartera de Economía,
establecerá como objetivos económicos, primeramente, la lucha contra la inflación y
En un contexto económico no resuelto y en una socie dad
convulsionada políticamente, en marzo de 1976 se pr oduce el golpe de estado
que lleva al poder al general Jorge Rafael Videla . A partir de entonces se
producirá la reorientación de las políticas públicas del gobierno.
luego la (re)apertura de la economía al comercio internacional, subordinando el
desarrollo industrial a estos objetivos.
La apertura a la competencia externa tenía varias r azones que la
sustentaban en el análisis que hacía el gobierno de la coyuntura : generar un
ajuste de los precios vía competencia externa, impulsar la mejora de la competitividad
de las empresas argentinas (hasta ese momento protegidas del mercado externo) y
equilibrar la balanza de pagos incrementando el sesgo exportador del país,
primordialmente a partir de la comercialización productos primarios.
Las ideas de Martínez de Hoz iban emparentadas con lo que estaba pasando
en el mundo en ese momento.
En 1974 ya se vislumbraban cambios en las ideas eco nómicas
dominantes : se comenzaba a hacer un fuerte cuestionamiento del Estado de
Bienestar y de las ideas keynesianas, sustentando nuevas teorías económicas que
refutaban la capacidad del Estado para hacer política económica, de intervenir con
El gobierno militar (conformado por los sectores me nos
nacionalistas de las fuerzas) quería disciplinar lo s precios internos con
competencia extranjera, dejando en segundo plano la cuestión del
crecimiento económico . Contaban con la ventaja que les brindaban los
mercados internacionales de poder endeudarse y, de esta manera, no
solamente no se ocuparon de solucionar el desequilibrio presupuestario estructural
existente sino que contrajeron y acrecentaron de forma indiscriminada una
substancial deuda externa.
éxito en el mercado, otorgándole a la propia economía la capacidad de ajustarse
automáticamente. Las nuevas teorías se enfocaban en los fenómenos monetarios que
repercutían sobre la balanza de pagos de los países, teniendo como idea central que
los defasajes entre la oferta y la demanda de dinero se corregían, en una economía
abierta, a través del sector externo.
Martínez de Hoz, entonces, implementó una política aperturista gradual; los
aranceles a las importaciones fueron disminuyendo en forma escalonada en el tiempo,
de tal modo que las empresas nacionales pudieran ajustar sus costos a una nueva
realidad económica. Dejaban de existir los mercados nacionales protegid os y
complementariamente se adoptaban políticas de promo ción a las exportaciones.
No obstante, la política económica iba detrás de la lucha antii nflacionaria y
el crecimiento de la economía estaba en un segundo plano.
Esto implicaba un perjuicio para las empresas nacionales, que debí an
soportar la competencia externa favorecida por un a traso cambiario . De tal
magnitud era este último que “en 1980 el ingreso per cápita argentino medido en
dólares igualaba al de Austria, Finlandia o Italia, y se tomaba prestado para gastar en
línea con esa ficción de riqueza”3.
La conjunción del atraso cambiario con la rebaja de los
aranceles significó, de facto, la clausura del anti guo paradigma de la ISI.
3 (Gerchunoff y Llach, 2003:482).
1984-2001
El modelo de economía abierta impuesto desde 1976 n o
termina con la gestión del gobierno militar sino qu e continúa (con ciertos
matices) en el gobierno de Raúl Alfonsín y se profu ndiza durante los dos
gobiernos de Carlos Menem . Al igual que lo que ocurre en toda la región, durante los
ochenta se debate en Argentina el rol del Estado en la economía, y comienzan,
durante el gobierno Alfonsín, las privatizaciones de algunas empresas estatales
secundarias.
En la misma época nuestro país recibió la presión de los
organismos multilaterales de crédito , principalmente el FMI (Fondo Monetario
Internacional) y el Banco Mundial, quienes abogaban por la estabilización de las
variables macroeconómicas de los países deudores, c on prioridad en
asegurarse los pagos de capital e intereses.
Esta combinación de apertura a los mercados externo s,
creciente endeudamiento y apreciación cambiaria lle vó no sólo a incrementar el
desequilibrio fiscal estructural y la vulnerabilida d externa, sino que agregó a la
ecuación un stock. de deuda impagable .
En la década del ´80 la economía se caracterizó por sus
altas tasas de inflación, consecuencia de la emisió n monetaria utilizada
para financiar los déficits fiscales .
El 14 de junio de 1985 se intentó implementar un plan de
estabilización, denominado Plan Austral que se soportó en una devaluación
cambiaria, el compromiso de no financiar el déficit con emisión, la creación de
una nueva moneda (el austral), el aumento en la recaudación por reducción del
rezago fiscal y adelantamientos de precios y salarios para su posterior
congelamiento.
La tasa de inflación disminuyó fuertemente, pero se continuó con la
política monetaria expansiva que derivó en el retorno de la indexación. En la
práctica, se cambió el congelamiento de precios por un sistema administrado y
por una política de ajustes periódicos en el tipo de cambio y las tarifas.
.
Este programa no funcionó debido a que la inflación alta dejó
rastros en los comportamientos, generando expectati vas inflacionarias. De
esta manera se arribó a las hiperinflaciones de 198 9 y 1991
Luego del fracaso del gobierno Alfonsín por lograr la estabilización,
y con una hiperinflación galopante, llegará al poder en 1989 (anticipadamente)
Menem, quien adoptará un plan económico basado en u na férrea disciplina
monetaria y una apertura externa amplia y unilatera l.
En el año 1991 irrumpirá en el gobierno el ministro de
economía Domingo Cavallo, quien recurrirá a la paridad dólar-peso a través de la
Ley de Convertibilidad ( según la Ley de Convertibilidad del Austral Nº 23.928
sancionada el 27 de marzo de 1991) para lograr la estabilización de la economía. Este
instrumento monetario y cambiario, inspirado en el patrón oro de principios del siglo
XX, dejará al Estado sin la posibilidad de utilizar con libertad herramientas de
tipo monetarias y cambiarias, anclando la emisión de moneda a la efectiva
tenencia de reservas en dólares y congelando el tip o de cambio (paridad 1 peso
igual 1 dólar).
Los importantes logros de estabilización de la econ omía (la
inflación prácticamente desaparece durante los nove nta), de reordenamiento de
las cuentas nacionales y de modernización de alguno s sectores de la economía
se van a contraponer al grave deterioro de gran par te de la industria argentina, el
crecimiento del endeudamiento externo y de la tasa de desempleo.
El “Plan Cavallo” vendrá acompañado con la alineación incondicional a los
preceptos del Consenso de Washington , a partir de los cuales el Estado abandonaba
en gran medida su influencia en la economía, dejando la misma a los libres arbitrios
del mercado.
Los preceptos del Consenso de Washington responden a la
corriente de pensamiento neoliberal y se basan en l a minimización de la
intervención del Estado en la economía de manera ta l que se puedan desarrollar
libremente los mecanismos de mercado : el Estado debe ser promotor de los
negocios del sector privado asegurando estabilidad, un regulador minimalista de los
excesos del mercado (por ejemplo, programas de alivio de la pobreza y protección del
medioambiente), y un garante de la paz social y de los derechos de la propiedad.
Según la teoría planteada, la economía se rige por el libre juego de
la oferta y la demanda mediante los ajustes vía pre cio que equilibren
instantáneamente todos los mercados, ya sea el merc ado de bienes y servicios,
el mercado laboral o los mercados financieros .
En principio fue una medida celebrada por los merca dos y el
público en general, principalmente por la eliminaci ón del fantasma
inflacionario, que venía repercutiendo cotidianamen te en la vida de las
personas desde principios de los ’70 y que había ll egado en 1990 al 2314%
(dos mil trescientos catorce por ciento) en el año .
Posteriormente la Convertibilidad significará la ca usa de la peor
depresión económica de la historia argentina.
De esta forma, si existiera exceso de demanda de bienes con relación a la
oferta disponible de los mismos, la presión de la demanda por conseguir estos bienes
provocará inmediatamente el incremento de precios; esta situación inducirá por un
lado la retracción de la demanda y por el otro el incremento de la oferta, hasta el
momento en que se restablezca el equilibrio. En el caso inverso, una situación de
oferta excedente de un bien en comparación con su demanda provocará la caída de
su precio en el mercado.
Cabe destacar que para la teoría económica clásica, los ajustes son
instantáneos y existe plena flexibilidad de precios tanto a la baja como a la suba.
En cuanto a la globalización , el Consenso de Washington sostiene
que la misma provee ventajas significativas en el largo plazo y que por ende las
economías de los países deben abrirse al mundo no o bstante los costos que
puedan ocasionarse en el corto plazo . La apertura implica al comercio internacional,
al mercado de capitales y a la inversión extranjera directa.
Finalmente, el consenso hace referencia a la equidad distributiva
y menciona la “teoría del derrame” según la cual los sectores de mayores ingresos
perciben en primer lugar los productos del crecimiento y luego, se produce un
“derrame” hacia los estratos más bajos. Con la teoría del derrame se justifica la
presencia de “elites” prósperas que conducirán un proceso de cascada de la riqueza
desde estos polos hasta las clases, inicialmente, menos favorecidas por el modelo.
A los fines prácticos, el Consenso de Washington consistía en un
programa de receta única, inicialmente pensado para América Latina, pero que
luego se generalizó mundialmente (incluyendo también los países del bloque
comunista) para ser implementado en todas aquellas economías que debían
experimentar crecimiento económico .
John Williamson compiló las conclusiones del encuentro que dio origen al
Consenso. Estas adoptaron la forma de una receta de diez puntos que los países de
subdesarrollados debían ejecutar para experimentar crecimiento y desarrollo
económico.
El compilado de John Williamson se puede resumir en los
siguientes postulados:
1. Disciplina fiscal: se refiere a la obligación de los países de mantener
equilibrados sus presupuestos fiscales.
Con los presupuestos balanceados se eliminaban las fuentes de desequilibrios
macroeconómicos, principalmente las crisis hiperinflacionarias porque se
evitaban financiar los déficits fiscales vía emisión monetaria.
2. Reordenamiento de las prioridades del gasto público : Se postula la
prioridad para redirigir el gasto público de áreas menos productivas (como los
subsidios tanto a empresas ineficientes como a las áreas económicamente
inviables) hacia otras con mayor retorno económico y social como en áreas de
educación, salud y de inversión pública (infraestructura).
3. Reforma Impositiva : se requiere que la base tributaria sea amplia, mientras
que la tasa tributaria marginal sea moderada.
4. Liberalización de las tasas de interés : El mercado debe determinar las
tasas de interés para evitar distorsiones en la asignación de recursos.
5. Un tipo de cambio competitivo : se debe lograr un tipo de cambio
competitivo, independientemente de que se trate de un tipo de cambio fijo o
flexible. Se debe considerar que el límite del tipo de cambio competitivo está en
las presiones inflacionarias que se podrían generar. Se pretende de esta forma
que el tipo de cambio sea favorable a las exportaciones y que el equilibrio de la
balanza de pagos se alcance por una expansión de las exportaciones antes
que por la protección de la industria nacional (o la sustitución de
importaciones).
6. Liberalización del comercio internacional : el Estado debe abrir el
mercado doméstico al comercio internacional, dejar de proteger la producción
nacional, ya sea vía subsidios y transferencias o tipo de cambio o aranceles
aduaneros, exponiéndola a la competencia internacional.
7. Apertura a la entrada de inversiones extranjeras di rectas: las inversiones
extranjeras directas aportan el capital necesario para el desarrollo, proveen
capacitación y know-how para la producción de bienes y servicios tanto para el
mercado interno como para la exportación. Por esta razón, se recomienda que
la inversión extranjera directa debe recibir el mismo trato que la inversión de
capital nacional.
8. Privatización: las privatizaciones responden a la creencia de que el sector
privado se desempeña más eficientemente que el sector público. Así, se
recomienda la reducción del Estado en la economía vía la implementación de
un proceso de privatizaciones de las empresas públicas. Se aconseja entonces
disminuir la presencia del “Estado Empresario”.
9. Desregulación : la competencia es la mejor forma de asignar los recursos.
Se plantea la conveniencia de la desregulación de la economía como forma de
promover la competencia. En concordancia con ello se manifiesta avanzar en
la desregulación de los mercados, exceptuando aquellos vinculados a los
temas de seguridad, protección ambiental, y una supervisión prudencial del
sistema financiero.
10. Garantía de los derechos de propiedad: El establecimiento de normas
(reglas de juego) claras y estables favorece la garantía de los derechos de
propiedad.
Resumiendo, se puede decir que los postulados del Consenso de
Washington se enfocaron en políticas macroeconómicas prudentes, de orientación
hacia afuera y de capitalismo de libre mercado.
Se puede precisar en su contenido dos falencias imp ortantes:
a) Consiste en una receta única para todos los países del mundo,
independientemente de las características intrínsec as de cada país.
b) Fue impuesto exógenamente.
Siguiendo la lógica del “Consenso”, durante la administración
Menem se produjo la llamada “Modernización del Estado”, proceso por el cual se
profundizaron las privatizaciones de empresas públi cas.
La privatización de las principales empresas públicas fue avalada por la
Ley de Reforma del Estado de 1989, lo que le permitió al gobierno aliviar su
situación financiera mediante el ingreso de efectivo (el financiamiento se
encontraba entonces restringido tanto interna como externamente) y mejoró la
relación con los acreedores, a los que se aceptó como forma de pago los títulos
públicos a valor nominal4. Finalmente, se mejoró la situación fiscal al no tener
que soportar el déficit que arrastraban las empresas privatizadas.
Es notorio que Argentina pactó con el FMI la reforma del Estado, exigiendo
este último su realización de manera presurosa, cuestión que ignorará las mismas
recomendaciones en contrario del Banco Mundial, quien manifiesta que una reforma
de Estado acelerada puede dar origen a una corrupción generalizada.
4 Los acreedores presionaban por la realización de éste tipo de operatoria ya que el valor de
mercado de los títulos públicos representaba el 14% de valor nominal.
Esta necesidad de acelerar la reforma del Estado atentará contra la eficiencia
del proceso de privatizaciones e incrementará los riesgos de corrupción.
Durante esta etapa se consolida el cambio operado a partir de
Martínez de Hoz: un país que había abandonado una estrategia de valorización
productiva basada en el crecimiento de la industria y en la realización del mercado
interno virando hacia una estructura apoyada en la valorización financiera del
excedente y con fuerte orientación al mercado externo.
Entre las distintas empresas públicas que fueron pr ivatizadas,
ya sea vía venta de activos o por concesión se pued en mencionar : Empresa
Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), Fabricaciones Militares, , Servicios
Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA), Gas del Estado S.E., Agua y Energía
Eléctrica S.E., Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas, bancos provinciales,
Banco Hipotecario Nacional, Caja de Ahorro, Petroquímica Bahía Blanca y
Petroquímica General Mosconi, YPF, Sociedad Mixta Siderurgia Argentina
SOMISA y Altos Hornos Zapla, concesiones ferroviarias, centrales hidroeléctricas
y térmicas de producción de energía, concesión de aeropuertos, concesiones
aéreas, entre otros.
La concepción mencionada estará plenamente sustentada en el reducido
horizonte temporal de planificación al cual se hallarán sometidos los actores
económicos, cuestión que no será revertida completamente con la aparente
estabilidad que le otorgaba a la economía argentina el Plan Cavallo.
La planificación empresarial a corto plazo provoca la búsqueda
de rentabilidades ajustadas al corto plazo . Estas últimas se encuentran en las
colocaciones financieras y no en las inversiones de largo plazo en el sistema
productivo. Se producen en estos años ingentes ingresos de capitales al país,
desafortunadamente en su gran mayoría en la modalidad de inversiones
temporarias (en cartera), de libre entrada y salida de los mercados y en menor
medida en activos fijos o IED (Inversión Extranjera Directa)5.
La mencionada calidad de las inversiones en la economía argentina (de
carácter especulativo) hacen que se vuelva un mercado muy vulnerable a los cambios
de humor de los inversores financieros (con tenencias de cartera), lo que explica los
fuertes cimbronazos que vivió con las distintas crisis de deuda de los países
5 Se habla de inversión extranjera directa (IED) cuando un inversor radicado en un país (el país
de origen) adquiere un activo en otro país (el país receptor) con la intención de administrar ese
activo. El elemento de administración es lo que diferencia la IED de una inversión de cartera en
acciones, obligaciones y demás instrumentos financieros extranjeros.
(http://www.wto.int/spanish//news_s/pres96_s/pr057_s.htm)
En otras palabras, la economía se apoyaba en los mercados
financieros y en los mercados externos, dejando de lado la concepción de una
matriz productiva diversificada primordialmente enf ocada en el mercado
interno.
emergentes, la más importante el Efecto Tequila en 1994 (Crisis mexicana), a la que
siguieron en 1997 la “Crisis de los tigres asiáticos” (soportada por Indonesia, Corea
y Tailandia), en 1998 la crisis rusa , en 1999 la crisis del Brasil y Turquía .
El constante deterioro de las reservas y la imposibilidad de utilizar la política
monetaria para la estabilización de la economía, debida al corset de la Convertibilidad
que fue defendido políticamente por sus creadores hasta el último momento, van a
derivar en la Crisis de Diciembre de 2001 , con medidas restrictivas para particulares
y empresas al retiro de fondos de los bancos, ya sea depósitos en cajas de ahorro,
cuentas corrientes o plazos fijos (el “Corralito”).
El estallido del 19 de diciembre de 2001 encuentra al país con el
mencionado “Corralito”, con 4,8 millones de desocupados, representando a un 18,3%
de la población activa que, sumando a los subocupados alcanzan al 34,6% de la
población activa. La deuda pública llega a 132.000 millones de dólares. Los datos de
la industria no eran menores: caídas del 11,6% en la industria, 18,1% en la
construcción, 27,5% en la industria automotriz, etc.
Fernando De La Rua renuncia el 20 de diciembre, dando lugar a la mayor crisis
política desde la vuelta a la democracia en 1983, sucediéndose en pocos días cuatro
presidentes, hasta la asunción como presidente interino de Eduardo Duhalde. El 24 de
diciembre de 2001 se declara la suspensión de los p agos de la deuda pública .
La transición 2002-2003
La salida del Plan de Convertibilidad a principios del 2002, epílogo
de la gran crisis de la economía argentina, marca el fracaso de un modelo y la
posibilidad de recuperar el potencial industrial del país; la devaluación de la
moneda y la revalorización de “lo nacional” , serán señales de estar en los
albores de una recuperación del tejido industrial argentino, principalmente a partir
del mantenimiento de un tipo de cambio alto.
Este cambio de paradigma será sustentado además por una aparente
reformulación del interés nacional . A partir de la salida de Menem del poder (la
asunción de Fernando De La Rúa como presidente) se comienza a buscar un cambio
al modelo hacia afuera que llevaba adelante el anterior mandatario. Se consolida la
visión de un país cada vez más segmentado socialmente (mayor desigualdad) y una
tasa muy alta de desempleo, una de las consecuencias principales y más notorias del
definitivo desmantelamiento del tejido industrial.
La administración Duhalde, con Roberto Lavagna como Ministro de
Economía, logra estabilizar la economía a pesar de la persistencia de la crisis
social.
Se deroga la Ley de Convertibilidad, recuperando la posibilidad
de hacer política monetaria y de tipo de cambio , lo cual permite la posibilidad de
mayores exportaciones por un lado y una mejora relativa de los costos locales para
producir.
Modelo de Acumulación de Matriz Productiva Diversif icada con
Inclusión Social
En 2003 asume Néstor Kirchner la presidencia, con la carga a
cuestas de una economía completamente deprimida (en mayo de 2002 se llegó a un
pico de 21.5 % de desocupación) y la cuestión de la deuda soberana defaulteada.
Tanto las medidas inmediatas como aquellas de mayor plazo estarán sustentadas en
un “giro de rosca” a la reformulación del interés naci onal.
Desde finales de la década del ´90 y hasta el año 2002 la Argentina
experimentó un proceso de destrucción neta, explicado fundamentalmente por la
disminución de las empresas industriales, pero también comerciales que excedían al
incremento en la cantidad de empresas de servicios.
Con la reformulación del interés nacional, desde 20 03 se
observa un fuerte proceso de la creación de empresa s, producto de la renuncia a
la ley de convertibilidad y el establecimiento de un dólar alto que implica la posibilidad
de recuperar el dinamismo interno (tipo de cambio favorable a la competitividad de
productos argentinos y barrera a la entrada de productos importados), del abandono
de las políticas neoliberales y como consecuencia de la aplicación del nuevo
modelo económico con una activa y decidida particip ación del Estado . En este
contexto, la industria lideró la recuperación, observándose importantes inversiones
destinadas a ampliar la capacidad instalada para poder evitar posibles cuellos de
botellas que impedirían incrementar la producción.
La matriz productiva se basa en un sector industrial diversificado
que experimentó un fuerte crecimiento impulsado por la recuperación de la demanda
interna y del tipo de cambio competitivo para exportar.
En tanto, que también es importante la producción agropecuaria y el
desarrollo de industrias y servicios asociados que resultó beneficiada por los altos
precios internacionales, un tipo de cambio competitivo y la expansión de la soja .
También, se encuentran los servicios y el comercio y las economías regionales que
crecieron como resultado de la dinámica económica.
Este fuerte incremento de la producción manufacturera implicó un cambio en la
matriz productiva ya que no sólo se comenzaron a recuperar empresas que había sido
devastadas por la política de tipo de cambio desfavorable para competir y la
liberalización (apertura) comercial. Sino que además se cambió el patrón productivo
que era fuertemente agroexportador de materias prim as. De esta forma, el país
comenzó a efectuar manufacturas sobre los productos primarios, generando un
importante valor agregado en la producción nacional.
Pero la política industrial no se centró únicamente en el desarrollo de sectores
exportables sino que también puso énfasis en el desarrollo de ramas de
producción que sustituyan importaciones y en el des arrollo de cadenas
productivas que poseen fuertes cuellos de botella sobre ciertos insumos, piezas o
componentes. Dicha política significó tanto la creación o recuperación de
empresas como su reconversión.
Específicamente, la política industrial se basó en el tipo de
cambio competitivo, el impulso al crédito, política s antidumping, planes de
apoyo sectoriales y asociativos y programas de actu alización y capacitación
laboral.
Dicha modificación en el patrón productivo del país modificó la estructura del
mercado laboral , donde la demanda provenía principalmente de los servicios
(sistema financiero y comercio).
Actualmente, la industria es el demandante de mano de obra
más dinámico , por lo que no sólo se crearon más empleos sino con mejores
remuneraciones (tan es así, que el salario promedio es el mayor de América
Latina ).
Las medidas antes mencionadas fueron acompañadas por políticas públicas
destinadas a incentivar la difusión de los benefici os de la nueva matriz
productiva diversificada hacia todos los sectores de la sociedad.
En tal sentido, bajo su gestión y posteriormente durante la presidencia de
Cristina Fernández de Kirchner se tomaron medidas o rientadas a la justicia
social entre las que se destacan :
• La recuperación de la administración de los fondos de jubilaciones y
pensiones (privatizados por la administración Menem) que significó el fin de un
pésimo negocio para el Estado que como garante de que los jubilados
cobraran, al menos, el haber mínimo tenía que poner dinero debiendo recurrir
al financiamiento vía emisión de bonos que compraban las AFJP con el dinero
de los aportantes al sistema.
Con el Sistema Integrado Previsional Argentina (SIP A) se elimina la
individualidad del sistema ya que con el sistema anterior cada persona aportaba a
su propia cuenta de capitalización y en función a los aportes recibirían su jubilación lo
que derivaría en una gran desigualdad.
Así, se recupera el pacto intergeneracional solidario do nde las
generaciones de trabajadores activos actuales finan cian las jubilaciones de los
trabajadores pasivos actuales.
Con el nuevo sistema, los aportes se destinan íntegramente a las jubilaciones (ya
que no existen comisiones), y además la ANSES puede ejecutar políticas públicas de
inversiones para promover la economía real, financiar políticas orientadas a la
justicia social como la AUH y el programa Conectar Igualdad y/o generación de
empleo , entre los que se destacan la construcción de viviendas, caminos, plantas de
generación de energía eléctrica, agua, fondos para financiar el consumo de autos y de
electrodomésticos, por medio de mecanismos que le dan a esos fondos rentabilidad
significativamente mayor a las que obtenían las AFJ P.
• El establecimiento, en 2009, de la Asignación Unive rsal por Hijo , un seguro
social que otorga a trabajadores desocupados u ocupados pero sin registrarse
formalmente un subsidio por cada hijo menor de 18 años, que posteriormente
se extendió a las embarazadas con la asignación por embarazo y que exige
como contrapartida la asistencia a la escuela de los menores de 18 años y el
cumplimiento de los controles sanitarios y los planes de vacunación.
• El diseño y ejecución de una nueva política jubilat oria que incluye una Ley
de movilidad jubilatoria la cual contempla dos ajustes anuales en función a la
evolución de los salarios privados y de los fondos de la ANSES, la posibilidad
del beneficio jubilatorio anticipado, la universalización de la pensión no
contributiva por la cual se pueden jubilar las amas de casa y se gestionaron
significativas Mejoras en las prestaciones del PAMI.
• La promoción de las paritarias como método de discu sión salarial con el
objeto de incrementar el poder adquisitivo del sala rio . En este marco, el
salario mínimo que era en 2003 de $250 se elevó a $2.300 en el 2011 (un
incremento del 820%). Del mismo modo, las asignaciones familiares desde el
2003 ($40) aumentaron 575% hasta 2011 ($270). Los salarios crecieron 391%
desde el 2003 hasta la fecha.
• La búsqueda de recuperar la cultura del trabajo (entendida como los
hábitos, responsabilidades y demás costumbres inherentes al trabajo), que
mejore la empleabilidad de las personas, cortando de esta manera el círculo
vicioso que desencadena una profundización del deterioro socioeconómico.
Es muy importante esta política ya que desde la década del ´90, los altos
índices de desempleo y su naturaleza estructural derivaron en una pérdida de
la cultura del trabajo.
El Estado, consciente de que el trabajo es la forma de generar inclusión
social se planteó el desafío de ejecutar programas de reentrenamiento de trabajadores
desocupados, de generar puestos genuinos de trabajo y al mismo tiempo actuar
activamente para evitar que trabajadores pierdan sus fuentes de empleo.
El principal programa para generar trabajo genuino es el “Programa Argentina
Trabaja: Ingreso Social con Trabajo” que con una inversión inicial de 1.500 millones
de pesos generó más de 125.000 nuevos puestos de trabajo cooperativistas
(dedicadas a tareas comunitarias y de mejoramiento o construcción de infraestructura
barrial) que cobran un salario mensual y tienen acceso a capacitación específica y/o
podrán terminar sus estudios formales. En este contexto de crisis global, el Estado
tomó la decisión de implementar un “Plan Recuperación Productiva (REPRO)” con
el fin de evitar que la crisis externa repercuta sobre nuestro país. Este programa brinda
una asignación de carácter no remunerativo que ayud a a pagar el salario a
empresas que están en problemas, para que no despid an a sus trabajadores.
Entre los beneficiarios de REPRO se encuentran 77.190 trabajadores (durante la crisis
financiera internacional de 2009 ascendió a 143.653 trabajadores), pertenecientes a
2769 establecimientos que declararon tener su actividad en crisis, de los cuales el
43,6% son empresas pequeñas (de hasta diez empleados) y el 33% empresas de
entre 11 y 50 trabajadores.
• La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central d e la República
Argentina (BCRA), en marzo de 2012. Con ésta medida el BCRA podrá
reorientar crédito a partir del plazo, tasas de int erés y comisiones que
ofrece cada banco en el país y de esta forma, el sistema financiero puede
volver a constituirse en un engranaje fundamental del desarrollo económico y
social, impulsando la industrialización, la sustitución de importaciones, la
promoción de exportaciones y el estímulo a la inversión productiva, que genere
más y mejor empleo y mayor agregación de valor.
• La recuperación de la soberanía y control de un ins trumento fundamental
para el desarrollo económico de un país como son lo s hidrocarburos .
Para ello, se declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del
patrimonio de YPF S.A. y Repsol YPF Gas S.A.
Dicha medida se tomó debido a que la política empresaria de REPSOL – YPF
priorizaba la maximización de utilidades y contemplaba unos niveles de
inversiones, casi nulos, en exploración, producción y refinación, porque su
objetivo no declarado era llevar la empresa al vaciamiento, favoreciendo
inversiones de REPSOL en otros lugares del mundo (Alaska, Brasil, el Golfo de
México, el Caribe, Argelia y Libia). En consecuencia se produjeron drásticas
caídas de las reservas de gas y petróleo y también en la producción que podría
limitar el crecimiento y desarrollo económico y que exigió el incremento de las
importaciones de estos productos, a precios internacionales por los que el
Estado para mantener la política de precios de la energía baratos para
estimular la producción y el consumo de los hogares y familias, tuvo que
destinar importantes sumas de recursos a subsidiar la energía que de otra
forma (léase, una política de REPSOL – YPF responsable, sujeta la normativa
legal y comprometida con la República Argentina y su pueblo) no debería haber
realizado y el Estado podría estar destinando fondos públicos a profundizar aún
más las políticas redistributivas en pos de lograr la justicia social.
En el cuadro siguiente es posible observar la Evolu ción del PIB desde
2003 al 2011.
Para ello, a principios de 2005 comienza el proceso de
reestructuración de la deuda argentina , logrando la administración de Néstor
Kirchner, una quita del 70 % en la deuda defaulteada y desde fines de 2005 total
independencia del Fondo Monetario Internacional, al cancelar con reservas del
BCRA la totalidad de la deuda con este organismo.
Evoluci—n del PIB a precios de 1993 (miles de mill
200.0
250.0
300.0
350.0
400.0
450.0
1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011
Efecto Tequila (crisis mexicana)Crisis económica 2001-02 (fin de la Convertibilidad)
Elaboración propia. Datos de INDEC (2012)
Como resultado de las políticas llevadas a cabo des de 2003
hasta la fecha, la economía argentina mantiene un c recimiento continuo de su
producto bruto, del orden del 7.8% promedio por año , una tasa de desempleo
menor al 10% desde el segundo trimestre de 2010 (ac tual: 6,7 % 6) y la deuda
pública debidamente estructurada, operando la mayor ía de los vencimientos
después de 2018 7
6 Cuarto trimestre de 2011 (Fuente : INDEC) 7 Vencimientos de deuda en millones de pesos: 2012-2017:312,902 ; 2018-2089:357,950
Evolución de las variables de empleo
10.1
6.9
12.4
18.4
6.7
21.5
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
1999
2000
2001
2002
IV T
R2003
IV T
R2005
IV T
R2007
IV T
R2009
IV T
R 2
011
tasa de desocupación %
tasa de actividad
tasa de empleo
Fuente: elaboración propia, según datos del INDEC (2012)
Para finalizar es posible señalar que La administración de Cristina
Fernández de Kirchner continúa en la actualidad enfrentando tres grandes desafíos
en la Argentina contemporánea, cuestiones establecidas como ejes del interés
nacional: la reindustrialización, el desarrollo eco nómico y la equidad social.
Hemos llegado al final del Seminario. Esperamos que, junto a los demás
módulos del Programa, le resulte útil y se transforme en una herramienta eficaz para
comprender y actuar sobre la realidad.
Top Related