UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO
FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS
COLEGIO DE HISTORIA
CASAS EDITORIALES, EDITORES Y LIBROS
EN MXICO EN EL PERIODO DE 1960-1971
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TTULO DE
LICENCIADO EN HISTORIA
PRESENTA
LUIS MARIANO HERRERA ZAMORANO
ASESOR DE TESIS.
DR. JAVIER RICO MORENO
Ciudad Universitaria Mayo 2011
Agradecimientos.
A mi madre. Quien me apoy en mi formacin profesional y personal. Me ense a ser responsable, cumplir mi palabra y a no dejarme vencer en los momentos difciles. Siempre estuvo a mi lado y nunca dej de apoyarme. Me corrigi cuando fue necesario y siempre tuvo un abrazo y un consejo para darme. Me respeta y me quiere como soy. Le debo una gran parte de lo que ahora soy como profesional y persona.
A mi padre. Que hizo todo el esfuerzo posible para que yo estuviera en la Universidad. Estoy convencido que le hubiera gustado estar aqu, ahora. Me ense a ser noble y respetar. El primer recuerdo que tengo de la Universidad lo compart con l.
A Carmen. Que siempre me motiv a realizar este trabajo. Lo hizo a travs de su cario y comprensin. Soport mis confusiones y me escuch en todo momento. Me apoy sin dudarlo un solo instante y gener una confianza invaluable para que terminara este proyecto. La amo profundamente.
A mis hermanos. A Beatriz, que con su ejemplo siempre me ha mostrado el camino a seguir como profesional. A Jonathan que su nobleza y disposicin me hicieron quererlo incondicionalmente. A los dos los admiro como personas y profesionales.
Al doctor Javier Rico Moreno. Que me gui en esta investigacin. Siempre fue un apoyo y me ense, sin saberlo, a pararme frente a un grupo y dar una clase. Este trabajo es en gran medida producto de sus recomendaciones y sugerencias.
A mis sinodales. Que hicieron apuntes y precisiones a este trabajo. En especial a la doctora Cristina Gmez quien tuvo mucha paciencia con este texto. Sus recomendaciones y correcciones hicieron que esta tesis fuera mejor.
A mis amigos. Javier, Carlos, Jos Luis y Antonio. Quienes me acompaaron en mi formacin personal y profesional. Siempre tuve en ellos un descanso y apoyo.
ndice. Introduccin. ............................................................................................................... 1
Captulo 1. Editores, libros y lectura. ........................................................................ 9
1.1 Consideraciones en torno a la historia de la edicin. ......................................... 9
1.2 El libro: objeto cultural y mercanca. ..................................................................... 13
1.3 El autor: entre el texto y el libro. ............................................................................. 23
1.4 El editor. Del oficio a la profesin. ......................................................................... 27
1.5 El editor frente al autor. ............................................................................................ 44
1.6 El proceso editorial. .................................................................................................... 47
Captulo 2. Aproximaciones editoriales en Mxico. ............................................... 52
2.1 El trabajo de edicin y los proyectos culturales de la primera mitad del
siglo XX. ................................................................................................................................ 52
El proyecto editorial de Jos Vasconcelos. ................................................................ 55
Aportaciones de los exiliados espaoles al trabajo de edicin en Mxico. ....... 66
2.2 Horizonte editorial en Mxico (1940 a 1960). ........................................................ 74
Captulo 3. Editores y libros en Mxico en la dcada de los aos sesenta. ......... 84
3.1 Situacin poltica y econmica en Mxico (1940-1970). ................................... 84
3.2 Editores y casas editoriales en Mxico (1960-1971). ......................................... 89
El Fondo de Cultura Econmica. ................................................................................... 90
Ediciones Era. ................................................................................................................... 110
Editorial Joaqun Mortiz. ................................................................................................ 118
Siglo XXI editores. ............................................................................................................ 124
Conclusiones. ......................................................................................................... 132
Bibliografa. ............................................................................................................. 147
1
Introduccin.
Uno de los aspectos ms importantes dentro de los fenmenos histricos,
sociales y culturales es la difusin de las ideas, la cual se da fundamentalmente
a travs de la cultura escrita. Aunque la tradicin oral est unida directamente a
la tradicin escrita, la conservacin de las ideas de la cultura se mantiene a
travs de lo que se ha escrito. La conversin del pensamiento e imaginacin en
texto influye directamente en procesos culturales que, en mayor o menor
medida, son una caracterstica de un determinado momento en la vida de la
sociedad. Los autores convierten estas ideas en un material asequible para que
el conocimiento y la creacin se propaguen y llegue a los lectores u oyentes
que se interesan por ello.
Un instrumento fundamental del proceso de transmisin y preservacin de
la cultura escrita es el libro, el cual es una herramienta que se conceptualiza
segn las formas de reproducirlo. No es posible pensar en el libro objeto
reproducido a travs de la copia exacta a partir de un texto, como lo hacan los
monjes de la Edad Media, de la misma forma en que se tiran 100 000
ejemplares en un mes de, digamos, una novela del siglo XXI. Las formas de
edicin y las influencias que el libro tiene en la sociedad, son fruto de las
tendencias editoriales, impulsadas por los involucrados en el proceso de la
produccin del libro, incluyendo al propio autor.
La historia del libro est conformada por diferentes facetas. Una de ellas
se refiere a los estudios que hacen referencia a la produccin de libro y todos
los factores y productos que se encuentran alrededor de ello. Otro tema
importante para la historia de libro es lo referente a la circulacin y distribucin
del libro. Las formas de entrega, promocin y venta son un referente importante
2
para comprender los alcances de los ttulos publicados en una poca.
Finalmente, otro aspecto trabajado alrededor del libro, es el que se refiere a la
recepcin de los textos y las prcticas de lectura, en este sentido se investigan
los hbitos que tiene el pblico dentro de una sociedad determinada, los temas
que interesan, la frecuencia del contacto de la sociedad con la lectura y sobre
todo, a la influencia que los autores tienen en sus lectores; se puede decir que
la forma y el contenido, en conjunto (libro-objeto) determina sus formas de
lectura.
La presente tesis se ubica en dos de estas facetas. En primera instancia en
la produccin de libros, en donde se incluyen la historia de la fundacin y
desarrollo de las casas editoriales que publicaron en Mxico durante los aos
sesenta del siglo XX, adems del papel que jugaron los editores que
protagonizaron el trabajo editorial durante esta dcada. Como esta produccin
no puede estar separada del todo de la circulacin y recepcin de los libros por
parte de la sociedad, la comercializacin del libro durante el periodo de este
trabajo es tambin un aspecto fundamental, porque con ello para se puede
examinar adecuadamente las propuestas editoriales y la proyeccin que
tuvieron en el mercado de ese tiempo, adems de explorar la distribucin de
los ttulos producidos.
Dentro del trabajo de produccin y comercializacin de textos, la imagen
del editor tiene un papel muy importante. Desde la creacin de la imprenta, el
impresor decidi cuales eran los textos que traan mayores utilidades por la
preferencia de los lectores y, por tanto eran ms convenientes para su
comercializacin. Las actividades y funciones que tiene el editor a lo largo de la
historia del libro son muy diferentes. Desde el momento en que el editor decida
3
los textos que publicara y los que no llegaran a los lectores a travs de su
imprenta, se puede definir al editor como un intermediario cultural. Aunque el
editor en la poca contempornea tiene actividades muy definidas, desde la
eleccin del texto hasta las formas de distribucin, pasando por la coordinacin
de la traduccin, correccin y formacin, no siempre fue as. El editor pas por
una faceta de impresor, librero, corrector, compilador y traductor, entre muchas
otras, para que en la actualidad se definiera como una actividad intelectual
especfica. El editor es un sujeto, que se define en funcin de las circunstancias
histricas. En la actualidad, alrededor del proceso editorial hay muchos trabajos
especializados como correctores, traductores o impresores que contribuyen a
la produccin y comercializacin del libro.
Esta investigacin tiene como objetivo explorar y examinar las propuestas
editoriales de cuatro empresas durante los aos sesenta del siglo XX en
Mxico: el Fondo de Cultura Econmica (FCE), Joaqun Mortiz, ERA y Siglo XXI
Editores. Si bien el FCE fue creado en 1934 por iniciativa de Daniel Coso
Villegas con recursos del estado mexicano, el periodo de consolidacin es a
mediados de los aos cincuenta, continuando con su crecimiento hasta la
dcada siguiente. A partir de 1960 hubo un auge editorial muy importante y
variado en donde ERA, Joaqun Mortiz y Siglo XXI Editores fueron fundadas y
se convirtieron en protagonistas importantes de ese apogeo.
Este proceso no se entendera sin la relacin que los editores y las casas
editoriales aqu estudiadas mantuvieron con los principales personajes de la
vida cultural de la nacin y, en el caso del FCE, con el estado mexicano. Las
colaboraciones que muchos escritores expertos en diferentes materias como
literatura, historia, periodismo y sociologa tuvieron en las editoriales, ya fuera
4
como autores, correctores, traductores e incluso editores, hicieron que los
textos de este periodo fueran diversos y de reconocida calidad tipogrfica. A
travs de los temas de la produccin editorial se pueden advertir muchos
aspectos de la cultura escrita de Mxico, los cuales giran en torno a exigencias
o afinidades de cada uno de los empresarios culturales. Los contenidos
temticos que estudiamos en este trabajo se refieren principalmente a cinco
grandes temas de la produccin escrita en Mxico durante este periodo:
historia, literatura, poltica, economa y ciencias sociales1. Consideramos que
esta produccin, distribucin y comercializacin de estos temas es un reflejo
fiel de la situacin poltica, social, econmica y literaria no slo de Mxico sino
da toda la regin latinoamericana.
La hiptesis que gui este trabajo es que el sector editorial de Mxico en la
dcada de los aos sesenta fue muy productivo; gracias al proceso de rpido
crecimiento que experimentaba el pas, algunos intelectuales desarrollaron
empresas editoriales que respondan a las demandas de los lectores (ya sean
estudiantes, profesores o pblico en general). Por consecuencia existe un
incremento de las publicaciones referentes a temas englobados en las
humanidades y ciencias sociales (historia, poltica, literatura, etc.) gracias al
crecimiento de la poblacin pero sobre todo de la clase media y de las
instituciones de educacin superior. Sin embargo, a lo largo de toda la
investigacin fue evidente que el perfil editorial de esta poca, adems estaba
determinado por sectores o grupos que tenan cierta afinidad con la empresa o
los editores y que las casas editoriales integran dentro de sus labores a
1 Aunque las disciplinas economa y poltica corresponden al grupo de las ciencias sociales, fue necesario
dedicarles un apartado individual debido a la cantidad de ttulos que se publicaron durante la dcada de los aos sesenta. Dejamos fuera a otros temas como arte y ciencias en general, ya que la produccin durante esta dcada por parte de las editoriales estudiadas fue muy reducida.
5
muchos especialistas en la produccin de los libros. As mismo, el
procedimiento de la produccin editorial fue enriquecido por los exiliados
espaoles, aunque este es un proceso que antecede los lmites temporales de
este trabajo, pues a finales de la dcada de los aos treinta, algunos espaoles
que llegaron a Mxico trabajaron en editoriales como el FCE; cuando editores
como Joaqun Diez- Canedo, fundador de la editorial Joaqun Mortiz; Neus
Espresate y Vicente Rojo, principales fundadores de ERA, deciden constituir
sus firmas editoriales, fue necesario contemplar, desde el punto de vista
editorial, la importancia de los transterrados en la vida editorial de Mxico.
En Mxico no existen trabajos que aborden en conjunto el tema de la
edicin durante la poca de los aos sesenta. Incluso son escasas las
investigaciones de la edicin en Mxico durante el siglo XX. Los periodos que
prefieren los historiadores del libro en Mxico y de la cultura escrita en general
son la Nueva Espaa y el siglo XIX. Un esfuerzo muy importante para
comprender el ambiente editorial de Mxico en esta poca es el estudio de
Vctor Daz Arciniega sobre el FCE, el cual tiene por objetivo hacer un recorrido
histrico de esa casa editorial, sin embargo no ofrece una visin de conjunto
que ofrezca las circunstancias editoriales en las cuales se desarroll el Fondo
de Cultura Econmica. Por esta razn, es pertinente comenzar a estudiar de
forma integral el trabajo editorial durante el siglo pasado, ya que arrojar
muchas luces acerca de los libros que se producan en Mxico y de las formas
en que se comercializaban, para entender la influencia que estas propuestas
editoriales tuvieron en la sociedad mexicana. En este sentido este trabajo
pretende descubrir algunas problemticas y temas que giran alrededor de la
6
historia editorial en Mxico en los aos sesenta del el siglo XX a partir de las
editoriales y editores que tuvieron protagonismo en esta etapa.
Para estudiar este fenmeno editorial de Mxico se utilizaron distintos tipos
de fuentes. Para explorar cuales eran los temas predominantes dentro de las
casas editoriales fue de vital importancia recurrir a los catlogos individuales de
cada una de las empresas. En el caso del Fondo de Cultura Econmica y Siglo
XXI Editores existen los registros puntuales, ya sea por colecciones o por aos,
de publicacin, sin embargo para el caso de Joaqun Mortiz y ERA los registros
son muy dispersos y tuve que realizar los catlogos de este periodo. Otra
fuente que aport mucho a la investigacin es la correspondencia que hay
entre algunos editores y escritores que por diferentes razones se encuentran
fuera de Mxico. Las memorias de personajes como Daniel Coso Villegas y las
entrevistas a editores como Arnaldo Orfila, Neus Espressate, Vicente Rojo y
Joaqun Diez-Diez Canedo, me permitieron corroborar fuentes y registros que
no eran del todo claros. Adems estn los testimonios publicados por algunos
intelectuales espaoles exiliados, los cuales son un mar de datos que, en
muchas ocasiones slo son tomados y estudiados en el terreno anecdtico
pero que, para este trabajo, son fundamentales para identificar las redes
intelectuales que se incorporaron al mundo editorial mexicano.
Los artculos periodsticos que abordan la historia de la edicin en Mxico
tambin fueron de gran utilidad para nuestra investigacin. Por su parte, las
revistas y peridicos de la poca estudiada tienen muchos registros generales
en torno al ambiente cultural de la poca, incluyendo el mundo de la edicin;
junto con las memorias y las entrevistas, complementan la informacin para
7
desarrollar la sociedad del conocimiento en torno al trabajo intelectual que
realizaron los protagonistas.
El primer captulo de este trabajo se refiere a los cambios y actividades que
el editor tuvo a partir de la creacin de la imprenta. En las diferentes pocas y
pases, los editores tienen ciertas caractersticas que determinan su funcin en
la vida intelectual de la sociedad. En primera instancia el editor comenz como
impresor y vendedor al mismo tiempo, despus, ya cuando el mercado de
libros creci considerablemente los editores, adems de ser vendedores se
convirtieron en intermediarios directos y conscientes entre el autor y el lector,
para esto comenz a sugerir a los escritores ciertos temas y ttulos a los
escritores.
Para reconstruir la figura del editor puntualizo las etapas en la produccin de
un libro en el momento en que interviene el editor y las caractersticas que el
trabajo editorial ha tenido desde la creacin de la imprenta.
El segundo captulo est destinado a la elaboracin de un panorama
histrico sobre la figura del editor a principios del siglo XX en Mxico. Este
recorrido me permiti hallar algunos antecedentes en los que logr reconocer
las caractersticas en las que atraves la produccin de los libros en Mxico a
principios del siglo XX. Para este efecto recurro a investigaciones
especializadas en este periodo.
Finalmente, en el ltimo captulo abordar el tema de la edicin en Mxico
de 1960 a 1971 y las caractersticas de cada una de las propuestas editoriales.
Junto a la descripcin de los personajes y de las editoriales incluyo los ndices
de publicaciones por temas y colecciones para ofrecer un panorama ms
completo sobre cada una de las empresas. Adems se analizan los papeles
8
que tienen los involucrados en el proceso de produccin en cada una de las
firmas editoriales y la correspondencia que hay entre la lnea editorial y la
formacin y experiencia de cada uno de los editores.
9
Captulo 1. Editores, libros y lectura.
1.1 Consideraciones en torno a la historia de la edicin.
El camino que sigue el libro como objeto cultural y mercanca, en cualquier
momento histrico y en todos los niveles sociales, incluye a tres actores
principales: autor, libro y lector, los cuales adquieren un papel determinante en
la consolidacin de las formas en las un grupo social se vincula con el texto
impreso. En el mbito de la produccin del libro se encuentra el editor, y entre
el libro y el lector est la librera o las formas de distribucin del libro. El editor
es el sujeto que elige el texto a publicar y coordina el proceso de la produccin,
desde el manuscrito original hasta la venta de los ejemplares.
Este tringulo autor-libro-lector est rodeado por circunstancias sociales,
polticas, econmicas y culturales que determinan su relacin. Este entorno es
nico e irrepetible; aunque muchos autores sigan cnones definidos por una
corriente ideolgica y estilstica particular, la relacin que mantiene con el lector
a travs del texto es individual.
Entre las investigaciones que se realizan para encontrar los puntos
medulares que fundamentan las caractersticas de la cultura escrita de la
sociedad moderna hay varios enfoques. El primero se relaciona estrictamente
los aspectos del libro y las tcnicas para reproducirlos, incluso apunta hacia los
temas, sin embargo, en esta lnea no pretende realizar una reflexin en torno al
destino de los textos y por consiguiente de las ideas. Como ejemplos tenemos
el trabajo de Pierre Kister titulado El libro ayer, hoy y maana; referente a la
historia del libro est Historia crtica de la tipografa mexicana de Enrique
Fernndez Ledesma que se refiere a la historia de la Tipografa en Mxico a lo
largo del siglo XIX.
10
En segundo lugar se encuentra el enfoque que trata la historia de la lectura,
que investiga la relacin que el lector tiene con el texto impreso. Esta incluye a
la historia de la cultura escrita, como la trabajada por Roger Chartier y Margaret
Meek, en donde se analiza la enseanza de las prcticas de lectura y la
alfabetizacin como procesos histricos muy importantes que determinan las
relaciones sociales que se gestan a partir de la lectura.
En tercer lugar se encuentran las reflexiones, investigaciones y trabajos que
analizan el papel que el autor tiene en la creacin y circulacin de los textos.
Aunque parezca un tema que debera ser tratado desde un punto de vista
meramente literario, pues el camino que recorre un texto est inmerso en una
intertextualidad caracterizada por la historia de la literatura, la creacin vista
desde la historia es conveniente para aclarar el contexto, las intenciones, la
finalidad y los logros del escritor. Es por eso que la creacin de un texto
historiogrfico y uno literario son muy parecidos y tienen el mismo gnesis: la
invencin reconstructiva2.
Existe tambin un tipo de trabajos relacionados con la historia de la edicin.
En este rubro se aprecia la idea de que entre el autor y el lector hay proceso
intermedio que desarrolla la produccin de un libro con la finalidad de ponerlo
en manos de un pblico. En este proceso el editor funge como un mediador
que debe conocer los rasgos fundamentales de un texto para ser publicado. En
este enfoque se busca interpretar y descubrir las relaciones que los editores
tienen con los autores y los lectores, as como explicar la importancia que
tuvieron algunos editores y casas editoriales en el desarrollo cultural de la
sociedad a travs de la produccin y distribucin del texto impreso.
2 Roger Chartier, La historia o la lectura del tiempo, Barcelona, Gedisa, 2007, pg. 35.
11
Los estudios exhaustivos que tienen relacin con la historia de la edicin
son de aparicin relativamente reciente. Existen dos vertientes de los trabajos
en torno a este tipo de investigaciones. En primer lugar, est la lnea de
investigaciones que demuestran que las actividades de editor se gestaron
histricamente y se convirti en un vnculo entre el autor y el lector; adems
refiere el proceso ideolgico del libro a partir de intelectuales orgnicos,
vinculados a la sociedad y al poder y, finalmente, a la importancia de la lectura
y la edicin de libros para la formacin educativa e intelectual de la sociedad
contempornea. La otra lnea de trabajos es monogrfica y ocasionalmente
anecdtica; se desarrolla en torno a historias de empresas editoriales y editores
que tuvieron cierta importancia en un periodo determinado de la historia
intelectual o cotidiana de una sociedad. Los historiadores que pertenecen a la
escuela de Annales, son los ms preocupados por conjugar la historia de la
edicin y de la lectura, en donde se reflexiona sobre la importancia de las
editoriales en un sector de la cultura de una sociedad. En este paradigma de
integracin, el cual combina la importancia del editor y su funcin en la
sociedad basado en los fenmenos histricos de la cultura escrita, se
encuentra Roger Chartier. El historiador francs ha desarrollado una lnea de
trabajos encaminados a la historia de la edicin y la lectura en Francia,
principalmente de los siglos XVI a XIX3. Es, creo yo, el principal estudioso que
determina el impacto que tiene la edicin, los editores y la lectura en la cultura
de la poca moderna. Adems, a lo largo de su trabajo establece la relacin
entre la cultura escrita y el proceso editorial. Por otro lado, se encuentra el 3 Como ejemplo estn los siguientes ttulos: Histoire de ldition franaise (direccin con Henri-Jean Martin), 4 volmenes (19831986), 2 ed., Fayard y Cercle de la librairie, 19891991. Lectures et lecteurs dans la France dAncien Rgime, Le Seuil, 1987, Libros, lecturas y lectores en la Edad Moderna, Alianza, 1993 (originales de 1987-1991), Sociedad y escritura en la poca Moderna. La cultura como apropiacin, Mxico, Inst. Mora, 1995; Historia de la lectura en el mundo occidental, Taurus, 1998, con G. Cavallo.
12
trabajo de Jess Martnez Martn, quien desarrolla un trabajo similar al de la
Escuela de los Annales, pero referente a la historia de la edicin en Espaa.4
Los parmetros fundamentales para realizar una historia de la edicin que
haga aportaciones importantes a la historia de la cultura deben realizarse a
partir de las relaciones histrico sociales que los editores tienen con los
escritores y los lectores, incluso con el trabajo del editor con textos de autores
que ya no viven. Cuando el referente histrico es una poca de transicin
poltica y econmica que determina las relaciones sociales (como el caso del
Antiguo Rgimen francs trabajado por Robert Darnton5), la historia de la
edicin y de la lectura es un referente que permite conocer una parte muy
importante de la cultura. Estas coyunturas polticas y sociales determinan
indudablemente los caminos que siguen las reflexiones y pensamientos
intelectuales. Bajo este enfoque, la historia de la edicin debe tomar en cuenta
los aspectos que la rodean. Las circunstancias histricas, sociales y
econmicas son definitivas en la publicacin de un libro.
Entre coyuntura y permanencia est la disyuntiva, sin embargo los largos
periodos en los que permanece la misma tcnica de impresin no son los
mismos en los que son publicadas tales o cuales obras que inciden en la
sociedad o que permanecen en ellas en forma latente para emerger cuando
sean consideradas importantes.
As como las etapas histricas tradicionales que son constantemente
repetidas en las aulas escolares son reiteradamente cuestionadas por los
historiadores para ser ms precisas, la historia de la edicin debe tomar un 4 Jess A. Martnez Martn (ed.), Historia de la edicin en Espaa, 1836-1936, Madrid, Marcial Pons,
2002. 5 Robert Darnton, El coloquio de los lectores, Prlogo, seleccin y traduccin de Antonio Saborit, Mxico,
FCE, 2003. El autor asume una postura interdisciplinaria en la que integra a la bibliografa y la investigacin histrica y social.
13
rumbo en el que los trabajos monogrficos sean slo una de las fuentes para
abordar la importancia de los editores y editoriales en la sociedad.
1.2 El libro: objeto cultural y mercanca.
Visto como un objeto, el libro ha experimentado diversos cambios a lo largo de
la historia de la cultura. El punto de partida para llegar a lo que es hoy lo
podemos encontrar con la creacin de la imprenta. La invencin de este
aparato que revolucion el mundo cultural de la poca y trascendi hasta la
poca actual, es lo que podra llamar la fecha era del libro. Antes o despus de
la imprenta es una de las acepciones ms utilizadas cuando se habla del texto
impreso.6
Los especialistas de este tema no llegan a un acuerdo en torno a la persona
que dise y elabor la imprenta por primera vez. Hay que tomar en cuenta
que la definicin de imprenta tiene problemas conceptuales. Se puede entender
imprenta como el arte simple de imprimir; en este caso, como lo menciona
Roberto Zavala Ruiz7 los inventores seran los chinos. Por otro lado, la
impresin con tipos mviles, se podra remontar a 1440. Autores como Agustn
Millares Carlo, Jacques Lafaye y muchos ms atribuyen esta invencin a
Johannes Gutenberg. La disputa por la titularidad del invento tiene otros dos
contrincantes principales: el holands Lorenzo Coster y el italiano Pnfilo
Castaldi. De cualquier modo, todos los datos encontrados apuntan hacia el
alemn, ya que fue el primero en instalar un taller de impresin a mediados del
siglo XV. Sin embargo, debe considerarse que el ambiente en el que se
desarroll este invento se enmarca en la problemtica de mejorar algunos 6 Federic Barbier, Historia del libro, Alianza editorial, Madrid, 2005. pg. 86-90. Tambin vase Jorge
Villar, Las edades del libro: una crnica de la edicin mundial, Madrid, Debate, 2002, pg. 41 y ss. 7 Roberto Zavala Ruiz, El libro y sus orillas, Mxico, UNAM, 1998, pg. 15-31.
14
sistemas de produccin, no slo de libros, imgenes o telas, sino de tambin
otros procesos, como forjar armas o pulir piedras preciosas; todo ello en una
sociedad que se expanda y la batalla entre el campo y la ciudad era ganada
por esta ltima. Este ambiente innovador es lo que llev a muchas personas de
diferentes oficios, como acuadores de monedas o copistas, a mejorar las
tcnicas de impresin.8
Escribir hazaas de otro tiempo y perpetrar las contemporneas a travs de
la escritura es un elemento cultural muy significativo para la historia del
hombre. Esta fijacin de imgenes a travs de ideas, letras y dibujos no
pertenece a la edad moderna. Las imgenes y los textos de pueblos pasados
registrados en diferentes materiales como barro, pieles o papiro son una
muestra de la preocupacin de registrar hechos o de conservar las ideas. As
sucede con los ejemplares que antecedieron inmediatamente a la aparicin de
la imprenta. Los seores feudales transmitan sus historias y costumbres en los
libros seoriales transcritos en la Baja Edad Media9. Un rasgo muy importante
de la invencin del libro como un objeto ms asequible para algunos grupos
sociales fue su caracterstica plural. Antes de la mquina de impresin, los
textos estaban sujetos a la transcripcin personal de cada uno de los autores o
de personas que lo secundaban. Los ejemplares ms conocidos eran copiados
por otras personas y as sucesivamente hasta llegar al lector final. La
separacin entre el que idea y escribe y el que lee no era, del todo alejada. Las
copias que se realizaban tenan un carcter personal.
No debe pensarse que desde la creacin de la imprenta, el libro fue un
objeto cultural de suma importancia para la humanidad, ya que lo era desde
8 Federic Barbier, op. cit., pg. 84.
9 Ibid. pg. 92.
15
antes, sin embargo la creacin y el desarrollo de la impresin a travs de los
tipos mviles trajo muchas ventajas a los impresores, comercializadores y
lectores del libro. Algunos datos mencionados por Federic Barbier10 apuntan a
que alrededor de 1480, 40 aos despus de la creacin de la imprenta, junto
con la tcnica de fundicin de los tipos mviles, el manuscrito fue abandonado
para dar paso libre a la nueva forma de impresin, la cual hizo posible la
divulgacin de la lectura de forma paulatina, ya que el impreso lleg a un
pblico mayor. Por otro lado, hay que considerar que el libro es un objeto que
pertenece a las minoras. No hay que concluir que con el nacimiento de la
imprenta la lectura se socializ de tal manera que las personas tuvieron acceso
libre a todos los libros, ya que, durante los dos primeros siglos de imprimir a
travs de tipos mviles, el libro fue un objeto costoso.
A finales del siglo XV y principios del XVI el oficio de impresor va de la mano
con el de librero. Probablemente la edicin era un trabajo conjunto que se
mantena gracias al inversionista y al impresor. Es, por tanto, una actividad que
apenas se vislumbraba en el proceso de produccin de un libro, pero que, para
tiempo despus tuvo que separarse del oficio de la impresin y de la venta de
los ejemplares, gracias a la creciente circulacin y comercializacin.
Con la aplicacin de las tcnicas de impresin para la elaboracin de los
libros y la incipiente industria del papel en Europa se logr una produccin ms
numerosa de ejemplares y propici que la imprenta se expandiera rpidamente.
Desde 1440 hasta el ao que despide al siglo XV existan imprentas en
territorios que hoy pertenecen a Holanda, Italia, Inglaterra, Francia y en menor
10
op. cit., pg. 35-70.
16
cantidad en Espaa. El tiempo en hacer uno o varios ejemplares de libros,
folletos, panfletos o cualquier impreso se redujo y por tanto, los costos tambin.
Aunque el libro es un objeto cultural, tambin debe ser visto como una
mercanca. Esta relacin intrnseca debe tomarse en cuenta cuando se estudia
el impacto que tiene en la sociedad. En este sentido, Jacques Lafaye afirma
que para el siglo XV y principios del XVI el libro impreso en papel es un
importante negocio a nivel internacional, los libreros-impresores afirma-
fueron ante todo negociantes11.
Parece ser que el negocio no se fundamentaba del todo en la produccin
sino en la comercializacin. Las relaciones que el impresor tuvo con los
recursos econmicos deben tomarse en cuenta para encontrar las razones por
las que el libro tuvo un xito comercial. Con este acontecimiento se llev a
cabo la diversificacin de los temas y los tipos de libros para un pblico que,
obviamente, haba crecido. Mantener una imprenta en ese tiempo significaba
un gasto muy elevado. Es por eso que muchos de los impresores que conocan
el oficio tenan que asociarse con inversionistas que consideraban que el
proyecto tena un futuro comercial importante, esto trajo como consecuencia
que hubiera una relacin entre el trabajo intelectual y fsico de la imprenta y de
los inversionistas. Aun cuando los impresores tenan asegurada la inversin
para producir y reproducir los libros no les alcanzaba, por lo menos en las
primeras dcadas de la inversin de la imprenta, para tener una vida decorosa.
Es por eso que muchos de ellos tuvieron que diversificar en los productos que
se vendan.
11
Jacques Lafaye, Albores de la Imprenta. El libro en Espaa y Portugal y sus posesiones de ultramar (siglos XV y XVI), Mxico, FCE, 2002, pg. 15.
17
Es importante mencionar que la estructura del libro antes y despus de la
invencin de la imprenta no ha cambiado. La Biblia, por ejemplo, que se
imprimi con caracteres mviles, tiene la misma distribucin temtica que la
transcrita por los monjes del siglo III d. C. Las prerrogativas y los alcances
deben observarse, fundamentalmente, en el terreno cultural, social pero
sobretodo en el econmico de los que tienen contacto con los libros impresos
con tipos mviles, ya que la distribucin y la venta se incrementaron
considerablemente y por ende la circulacin de este objeto cultural.
Este proceso de concepcin del libro como una mercanca se puede
ejemplificar con lo que pasaba en el Nueva Espaa. Una gran parte de los
libros que circulaban por la colonia eran de procedencia espaola, esto no
quiere decir que todos se impriman ah, sino que Espaa funcionaba como un
puente de libros (y otros productos) hacia sus posesiones de ultramar12. Los
negociantes del libro en la Nueva Espaa prefirieron comercializar y distribuir
los textos antes que imprimirlos. Adems de los riesgos econmicos para
mantener una imprenta exista el obstculo de la censura. Tener una imprenta
en la Nueva Espaa significaba tener un privilegio de la Corona, como tal, se
deban acatar todas las disposiciones que ella estableca.13
Hasta hoy se reconoce que las polticas que regulaban a los impresores y
libreros nacieron con los intelectuales ingleses y franceses. La disputa en la
que se abordan los temas acerca de la libertad de expresin, los impuestos y la
propiedad de la obra escrita, de los libreros (en el caso francs) est
12
Cristina Gmez Comercio y comerciantes del libros en la carrera de Indias: Cadiz-Veracruz, 1750-1778 en Historia Mexicana, vol. LVII nmero 3 (enero-marzo), 2008. pg. 621. 13
Cristina Gmez y Guillermo Tovar, Censura t Revolucin. Libros prohibidos por la inquisicin de Mxico (1790-1819), Mxico, trama editorial, 2009, pg. 6.
18
documentada e interpretada por Roger Chartier14. Los dos principales actores
fueron en primera instancia Diderot y Condorcet. El primero defendi al autor
como propietario intelectual de una obra escrita mientras que Condorcet seal
que ms que una propiedad era un privilegio que otorga satisfaccin, ya que el
texto no pertenece slo a un hombre pues, como en el campo, los frutos son
utilizados por muchas personas y por tanto, la produccin de los textos siempre
es una empresa social, ya que los escritores no existen por s mismos.
Ms all de la disputa personal y especfica, es evidente que la visin
acerca de los libros y la funcin que tienen en la sociedad era un tema de
discusin para la poca posrevolucionaria francesa. Con esto el libro se llev a
las discusiones polticas e intelectuales como una herramienta s, pero tambin
como un objeto que resulta de la creacin artstica del hombre.
A la par de este proceso surgi en Europa una burguesa que desarroll
nuevas necesidades. La lectura de los libros era fundamentalmente para
clrigos y algunos aristcratas. Con la aparicin de la burguesa, el libro se
utiliz para la alfabetizacin y educacin de la sociedad15. Tambin se sigui
concibiendo al libro como un instrumento de comunicacin, junto con el
peridico, aunque tena ciertos problemas, como el costo de los ttulos y los
problemas de distribucin.
Entre los siglos XVI y XVIII, las ediciones de los libros no superaban los 3000
ejemplares de cada ttulo16. Se podra pensar que con la imprenta se pudo
incrementar el pblico que lea; sin embargo, bajo las circunstancias de
analfabetismo y un periodo de inestabilidad poltica europea, el gran proyecto 14
Roger Chartier, Qu es un texto?, en Que es un libro?, Varios, Madrid, Crculo de Bellas Artes, 2006, pg. 28-32. 15
Pierre Kister, Entrevista realizada a Robert Escarpit, en El libro ayer, hoy y maana, Espaa, Salvat, 1973, pg. 9-17. 16
Jorge Villar op. cit., pg. 41.
19
de comercio editorial fue la iniciativa de Diderot, D`Alembert y del librero Andr
Le Bretn: La enciclopedia, este es un punto coyuntural en la historia de la
edicin y la lectura porque las ideas de la ilustracin se plasmaron en una serie
de libros que pretenda fundamentalmente la difusin del conocimiento que se
conoca hasta entonces, adems puso a prueba el sistema de ventas,
comercializacin y distribucin que se tena en todo el territorio europeo.
El objetivo fundamental de La enciclopedia era englobar en una serie de
artculos todos los conocimientos de los se tuvieran registro hasta ese
momento. El primer volumen apareci en 1751 y subsecuentemente se
publicaron 34 volmenes ms, de los cuales, 17 eran de texto, 11 de lminas e
imgenes, 5 suplementos y 2 ndices que concentraban los temas y las
referencias a los temas de los artculos y los autores. En un principio se haban
contemplado a 21 redactores, pero finalmente la plantilla se extendi hasta que
fueron 160 especialistas de diferentes materias17.
El mtodo de produccin y venta se hizo mediante suscripciones, como
muchos otros libros y obras de la poca. Las personas e instituciones pagaban
un adelanto para financiar la produccin y al terminar la impresin de los
ejemplares los editores y libreros los repartan a sus suscriptores. Con este
sistema se lleg a tener 4000 suscripciones para los volmenes. Esta forma de
venta se populariz en Europa y se estableci como un mtodo para
industrializar y comercializar la produccin del libro.
Posteriormente en la poca de la edicin industrial18 que ocupa gran parte
del siglo XIX y los albores del siglo XX, junto a la profesionalizacin del escritor,
17
Ibid. pg. 42 y ss. 18
El concepto pertenece a Jorge Villar, op. cit., sin embargo autores como Chartier y Darnton afirman que durante el siglo XIX y principios del XX se mantiene una forma de comercializacin que es fundada por los editores y libreros que produjeron La enciclopedia.
20
del que se hablar ms adelante, los temas de los libros fueron ms variados y
ms especficos. Sin embargo, una de las principales caractersticas, al menos
en el terreno literario do XIX, fue la novela por entregas en periodos semanales
y mensuales.
Tambin cobr importancia el contenido visual de los ejemplares. Aunque
en la poca final de la edad media, los dibujos y las lminas eran comunes
entre los manuscritos, ms an cuando se mecaniz este proceso en la
imprenta, los aportes grficos del siglo XIX fueron una caracterstica
fundamental de los libros como objetos. Es por esta poca cuando la alianza
que de los productores de libros con los peridicos, el teatro y otras
expresiones culturales caracteriza la industria editorial. La diversificacin de
temas y la publicidad de los libros por medio de los peridicos impulsaron al
negocio editorial europeo. Se dise un nuevo libro al que se denomin Best-
Seller para que fuera ms asequible al lector y se pudiera transportar a
cualquier lugar, sin necesidad de correr algn riesgo gracias a su tamao, pero
adems que bajara el costo de produccin y generara una mejor rentabilidad y
por tanto, un nmero mayor de lectores.
Llegamos as al siglo XX; para ser ms especficos al inicio de la tercera
dcada. A este periodo se le denomina la poca de la edicin de masas19, la
cual se debe fundamentalmente al incremento del nmero de lectores y
proporcionalmente al nmero de ttulos publicados. En la medida que los tirajes
fueron creciendo gracias a los beneficios de una buena administracin o la
perfeccin de las tcnicas de produccin, lo hicieron tambin los lectores, hasta
19
Jorge Villar, op. cit., pg. 204.
21
que la lectura fue accesible a grupos sociales antes marginados por la cultura
escrita.
El aumento de los contratos con los autores y las campaas de publicidad
incrementaron el costo de la produccin de los libros. Sin embargo, stos eran
cubiertos por las ventas de los ejemplares y en ocasiones por la adquisicin de
los derechos cinematogrficos de la obra. Si antes el teatro fue una plataforma
de fama para los libros y los escritores, ahora lo fue el cine. Otra caracterstica
de esta poca son los premios literarios, los cuales se crean para acrecentar no
slo las ventas sino la proyeccin del escritor y de la editorial.
Todas estas situaciones provocadas a veces por el editor, a veces por el
lector y otras tantas por el escritor, propici el surgimiento de grandes casas
editoriales, las cuales trabajaron sobre un catlogo especfico que incluye
temas y ttulos especficos.
En el mbito cultural se puede observar un equilibrio en donde las grandes
editoriales as como las medianas y las pequeas tienen un papel importante
en las aportaciones culturales. Cuando las grandes editoriales ponen a la venta
libros que se pueden comercializar mejor gracias a los temas y los costos, las
casas que no tienen tantos recursos realizan la publicacin de ttulos para un
mercado ms focalizado, pero que poda acceder de manera ms frecuente a
la lectura, ste es el caso de los estudiantes. Es en esta etapa de la edicin en
que los temas se diversifican y se empareja al proceso en el que las ciencias
sociales y exactas tienden a especializarse y, por consecuencia, apoyan la
forma en que las disciplinas del saber humano se convierten en
especificaciones de una ciencia mayor20. Por otro lado, muchos movimientos
20
Roger Chartier, Cultura escrita, literatura e historia, Mxico, FCE, 1999, pg. 30.
22
literarios, filosficos y polticos encontraron una salida para promover y
comunicar sus ideas y reflexiones.
Las empresas editoriales del mundo, principalmente de Europa,
respaldadas por grandes capitales fueron pocas. Para minimizar el riesgo
comenzaron a diversificar las plataformas de comunicacin; mientras
publicaban libros adquiran peridicos o canales de televisin y radio. Por otro
lado, las nuevas y pequeas editoriales comenzaron a incrementar, en la
medida de lo posible, su catlogo de publicaciones y temas. Ejemplo de esto
son editoriales como Random House o Gallimard21.
En el caso de Estados Unidos y Francia, por ejemplo, los pequeos
editores apostaban sus inversiones a los ttulos que pudieran generar buenos
ingresos en su localidad. En cambio, las grandes corporaciones fundamentaron
la publicacin de los libros en la competitividad que los pudiera posicionarse
mejor en un mbito internacional. Es en este momento, ya hacia los aos
sesenta del siglo XX, cuando el libro se convierte, adems de un muy buen
negocio cultural, en un objeto de comunicacin masiva y global, al menos para
las grandes corporaciones.22
Con la nueva reorganizacin geopoltica del planeta tras el fin de la
Segunda Guerra Mundial, el libro fue un instrumento de propaganda poltica23.
Los pases que protagonizaron la guerra fra tambin lo hicieron con el
comercio de libros adems de otros pases que aparecieron en la escena
poltica y econmica mundial. Amrica del Norte, Europa occidental y parte de
Asa fueron las regiones que ms se beneficiaron de la nueva forma del
21
Andr Schiffin, La edicin sin editores (Las grandes corporaciones y la cultura), Traduccin Eduardo Gonzalo, Mxico, ERA, 2001, pg. 32-50. 22
Ibid. 23
Jorge Villar, op. cit., pg. 210-211.
23
comercio editorial. Posteriormente, cuando el bloque socialista comandado por
la Unin Sovitica comenz a debilitarse, se consolid un grupo que pudo
controlar el mercado editorial en el mundo. Estados Unidos, China, Inglaterra,
Japn, Alemania, Francia, Espaa e Italia alcanzaron los ndices ms altos, no
slo de edicin sino de exportacin y traduccin de libros24. Este proceso de
industrializacin global permiti la consolidacin de las empresas editoriales de
gran alcance, pero tambin provoc, gracias al incremento de la poblacin, el
surgimiento de las nuevas editoriales, que aunque pequeas, contribuyeron a
satisfacer las necesidades de lectura de algunos sectores como el estudiantil
(en todas sus etapas) y el acadmico.
1.3 El autor: entre el texto y el libro.
Entre el texto y la lectura est el libro. Este ltimo es producto de un proceso
particular de cada poca, esta es la razn por la cual el libro objeto ha
cambiado a lo largo del tiempo. La creacin, mejor dicho, la produccin de un
libro se manifiesta ms all de la escritura como tal, es decir, el proceso
editorial funge como mediador entre el texto y la lectura. Producir un libro
implica, corregirlo, formarlo, adecuarlo, imprimirlo y venderlo. Es por eso que
las relaciones que se desarrollan en torno al simple hecho de leer un libro son
complejas. El transcurso de publicacin de un libro, por ejemplo, lleva consigo,
a veces sin quererlo alevosamente, una serie de actores e ideas que en su
conjunto germinan directa o indirectamente para lograr el objetivo final: la venta
de los ttulos.
24
Ibid., pg. 220.
24
La pregunta que emerge de tal postura es obligada Es necesario recuperar
el texto tal como el autor lo pens y lo imagin? Es importante que me detenga
en esta reflexin pues la forma en la que se publican los textos y el proceso
editorial al que deben sujetarse se apoya, fundamentalmente, en los lectores.
Para que existan textos, libros, debe haber lectores necesariamente y para
que los lectores adquieran o lean los textos (en libreras o bibliotecas) es
necesario que existan los editores o casas editoriales. No es un crculo vicioso
innecesario, es ms bien un proceso histrico determinado por las relaciones
que mantienen las personas que actan en la produccin de un libro. Estas
relaciones se reflejan directamente en el libro y, en muchas ocasiones, en la
lectura. Todos los ejemplares y ediciones muchas veces reimpresos o
reeditados, son, como dice Roger Chartier, gestos de la escritura y de las
prcticas del taller y constituyen la obra tal y como fue transmitida a los
lectores25 Es por eso que para la investigacin histrica del libro se debe
mantener al libro objeto como una fuente primaria.
Muy probablemente esta preocupacin del libro ntegro se deba a la
investigacin y crtica que se realiza en el terreno de la literatura y la filologa.
El proceso de la creacin de los textos es objeto del estudio literario. Sin
embargo, en el anlisis histrico del libro el referente ms importante no es el
proceso de creacin del texto sino la transformacin de manuscrito en libro,
pues lo que importa realmente para este efecto, es el impacto que tuvo en la
sociedad y la forma en que la editorial lo difunde y comercializa. Con una
visin integral se podra realizar el estudio del binomio creacin-publicacin, sin
embargo tendra que enfocarse, para mejores resultados, en un autor o en una
25
Roger Chartier, Qu es un libro? op. cit., pg. 16.
25
serie pequea de libros, pues no se pueden estudiar todos los libros de todos
los autores de una editorial y el proceso de publicacin de estos ttulos de
forma individual. La discrepancia entre la obra escrita y la obra leda o
publicada es un asunto del lector pues la apropiacin del texto requiere de un
libro con tipografa, marcos, sangra, etctera de las que el lector se
acostumbra o se aduea. Pero tambin incluye el discurso y la forma en que el
autor escribe.
Con lo anterior podemos afirmar que los autores no existen por s mismos,
los escritores muy probablemente s. La actividad de un autor est determinada
por los lectores. El creador de un texto no debe pensar que dejar un legado a
la humanidad, porque la humanidad desechar o valorar dicho texto, la
trascendencia no depende del autor, sino del texto ubicado en una poca
particular. Probablemente Ernest Junger tiene razn cuando menciona que
los autores son empleados de las editoriales, no de Apolo. El autor es un
sujeto que vende el trabajo acadmico a todo el pblico que lo quiere leer26. A
esta cita hay que incluir, para ser ms precisos, el trabajo de los escritores de
ficcin y narrativa.
El autor se imagina el texto impreso. Pocas veces queda como se pens.
Un libro es un texto editado. Pocas veces los editores transforman el contenido,
el fundamento, la estructura y el discurso. Transforman la tipografa, la
numeracin, la presentacin27. Bajo la perspectiva del editor, el texto se
convierte en un ejemplar que se puede vender. Los textos de los autores deben
someterse, obligatoriamente al criterio editorial. Todos estos cambios influyen
en la lectura del sujeto; no es lo mismo leer a Homero en las ediciones de
26
Ernest Junger, El autor y la escritura, Barcelona, Gedisa, 1984, pg. 31. 27
Roberto Zavala Ruiz, op cit., pg. 35-52.
26
Porra que en las de Gredos, no slo por la traduccin sino por la tipografa y
el diseo de la pgina; es muy probable que estas cuestiones tcnicas influyan
directamente en la lectura y en la reflexin28. La transformacin del texto en
libro por parte de los editores es fundamental en lo que el autor quiere
transmitir.
Adems de esto debe tomarse en cuenta el aspecto econmico que implica
la produccin, comercializacin y distribucin del libro. Mientras exista una
demanda de ciertos textos, el editor busca tener una oferta de ellos. El
mercado es el que determina cules son los textos que se ponen a la venta.
Las novelas o trabajos histricos escritos pero no publicados deben ser
enormes. En los archivos de las editoriales se encuentran muchos textos
olvidados y no llevados al pblico. Cuntos de esos textos pueden ser
importantes para la cultura escrita de la nacin y de la humanidad? La labor
del editor puede ser juzgada como un filtro, pero tambin como un
intermediario eficaz, todo depende de la visin. No se pueden publicar todos
los textos que llegan a las editoriales porque el costo econmico sera
exorbitante y no siempre la inversin de un libro trae ganancias para el editor.
Esta disyuntiva que necesariamente se observa retrospectivamente da pie a
plantarse el panorama editorial de una poca determinada, con los editores
como agentes del mundo de la cultura escrita de un grupo social.
No siempre los editores jugaron el mismo papel dentro de las relaciones que
han existido entre el autor y el lector. Las tcnicas de impresin fueron
cambiando con el tiempo, pero sobretodo la diversificacin de los temas y la
28
Roger Chartier, Cultura escrita, pg. 42.
27
particularizacin de los campos de la ciencia y las humanidades hicieron que
tanto el discurso como la estructura de los textos fueran modificndose.
1.4 El editor. Del oficio a la profesin.
El desarrollo histrico del editor es delicado de estudiar. Por la naturaleza
histrica del trabajo editorial (antes que editores fueron impresores,
inversionistas o libreros), esta actividad tiende a ser un oficio ms que una
profesin, lo que trae como consecuencia que las fuentes sean muy dispersas,
reducidas y el testimonio de primera mano sea el libro en s o las ancdotas
que lo rodean. Pero la forma y el fondo del libro contienen muchos datos que
se deben advertir; en su mayora cualquier editor o empresa editorial poseen
una lnea de publicaciones que exhibe las caractersticas de la empresa cultural
que pretenden desplegar.
Sin embargo el referente ms importante para realizar una historia de la
edicin es la historia de la produccin fsica, comercializacin y distribucin del
libro. Los momentos de ruptura que posicionan al libro en una situacin
diferente tambin lo hacen con el proveedor de estos ejemplares, es decir, con
el editor.
El trabajo del editor debe estudiarse en el contexto en el que se desarrolla
porque las tcnicas de impresin y venta no son las mismas e incluso distan
mucho de ser similares a lo largo de la historia. Por ejemplo, lo editores de la
primera Enciclopedia francesa, no son los mismos que los del siglo XX, ya que
las formas de impresin y venta de los libros han cambiado mucho y esto
determina su labor.
28
El oficio de editor no debe verse como una actividad inmvil o pasiva, las
razones por las que se publica un libro o una coleccin de libros dependen en
gran medida de las circunstancias alrededor del editor o la direccin de la
editorial, las cuales pueden ser polticas, sociales, culturales o econmicas
pero que, en su conjunto, determinan la imagen pblica de la empresa o de la
persona que la dirige. No es el objetivo hacer aqu una apologa de las
empresas editoriales, sino sealar que esta mediacin que la editorial tiene
entre el autor (antepasado o contemporneo) y el lector, define, en gran
medida, la relacin del individuo, ya sea estudiante, profesional o comn, con
el objeto (libro), y por tanto, con cierto sector de la vida cultural de un grupo
social, y que la lnea a seguir en el contenido del libro va de la mano con la
corriente de pensamiento del editor o editores, es decir, como cualquier
actividad humana es subjetiva; las posiciones ideolgicas y polticas son
determinantes en este aspecto.
En la medida que el libro fue producido a travs de la imprenta, se crearon
varias industrias y oficios que intervinieron en el proceso. As la industria del
papel, por ejemplo, desempe una funcin relevante en los inicios de la
industria de la edicin europea y se fortaleci en la medida que los libros eran
adquiridos por la sociedad, como lo demuestran Lucien Febre y Henri-Martn29.
Pero no slo del papel, las impresiones de los libros deban ser cuidados por
personas que al pasar el tiempo se fueron especializando en este oficio; y los
mismo sucedera con los libreros, quienes vendan los ejemplares para que la
imprenta se mantuviera.
29
Lucien Febvre y Henri-Martn, op. cit., pg. 210.
29
En los inicios del libro impreso con tipos mviles la labor de la persona que
se encargaba de dar origen fsico al libro es el impresor. A lo largo de la
consolidacin de este proceso, muchos de ellos fungan como correctores
ortotipogrficos y tambin como editores. Esto cambi con el fortalecimiento de
una clase de personas que vean en el libro una especie de inversin
intelectual y econmica en la publicacin. Es por eso, que cuando se afinan los
detalles para la impresin de libros con tipos mviles, el reconocimiento no slo
es tcnico, tambin es la cualidad de reproducir ciertos textos con un criterio
individual. Es decir, bajo la ptica del proceso de produccin de un libro, el
texto es elaborado mediante una mquina operada por una persona que se
especializa en ello, sin embargo, antes de esta situacin se debe elegir cul es
el texto que se deba imprimir. Parece una observacin trivial y obvia, pero, en
un principio, los textos eran elegidos por la reputacin que tenan y la demanda
que haba en el mercado. Bsicamente se trataban de temas religiosos, pero el
panorama fue cambiando paulatinamente.
El editor ejerce una influencia directa sobre los textos. La etimologa de la
palabra edere tiene que ver con engendrar o crear. Cuando la produccin de un
libro se convierte en un procedimiento en el que intervienen distintos actores y
otros medios, una persona debe coordinar todas estas acciones y cuidar los
tiempos de entrega y el presupuesto.
Por lo tanto, el trabajo del editor es la edicin. La transformacin de un texto
en un libro. Entre el autor y el lector ocurre una serie de procesos delimitados
por los editores, como los mencionados arriba. Roger Chartier habla de este
proceso como un camino que va del texto (autor) al libro como objeto: la
30
edicin es el momento en que el texto se vuelve un objeto y encuentra
lectores30
Dicho lo anterior, el editor es un individuo (dentro de las empresas
editoriales un puesto) en el que confluyen todos los mecanismos de la
construccin del objeto impreso. El editor marca las pautas a seguir dentro del
taller de edicin, selecciona o busca los ttulos que pueden ser un xito en las
libreras o es muchas veces un inversionista que apuesta por un ejemplar.
Adems son correctores, impresores y hasta vendedores de los ejemplares.
Sin embargo no siempre ha sido as. En la historia de la edicin en el mundo
occidental la postura que predomina se refiere a cuatro momentos
fundamentales en la historia del editor como intermediario entre el texto y la
lectura. La primera de ellas se puede hallar en la poca medieval, en donde las
lecturas en grupo eran muy comunes dentro de las universidades; el editor era
un copista y un lector al mismo tiempo, esta prctica de lectura era,
obviamente, una expresin de lite y el objetivo era fundamentalmente
didctico.
El segundo momento histrico del editor es el llamado impresor- librero, el
cual se caracterizaba por ser un productor y vendedor de libros al mismo
tiempo. Aqu la inversin y la produccin tenan una relacin intrnseca, que se
fundamentaba en las ganancias. La posibilidad de producir un libro estaba
determinada, obligatoriamente por las ventas de los ejemplares; el propsito
econmico era un impulso o un estmulo. En este momento, la inversin
econmica se diriga al establecimiento de un taller tipogrfico, en donde se
pudieran imprimir los textos seleccionados y una serie de suscripciones que
30
Roger Chartier, Cultura escrita, pg. 59.
31
generaran adelantos econmicos y que ayudaran en la compra de los insumos
como el papel, la tinta.
En este sentido, Guillermo Daz Plaja seala que el giro en la produccin del
libro que se da en periodo del siglo XVI al XVIII es determinante para la funcin
del editor. Mientras el libro se convierte de un objeto artesanal en uno
industrial, el mejoramiento de las tcnicas es muy importante31. Adems el
editor no slo debi cuidar las tcnicas de impresin y el proceso tal cual, sino
adems las inversiones, costos, y ventas, sobre todo estas ltimas. El
intercambio de ejemplares con otros editores-libreros es fundamental, ya que
mientras ellos publicaban ciertos ttulos, tenan colegas que hacan el mismo
trabajo y podan intercambiar los ejemplares para tener una librera ms nutrida
y variada. A partir de las relaciones econmicas que el impresor mantiene con
los inversionistas que arriesgan el capital para la impresin de los libros, los
primeros tienen que buscar la manera de distribuir y comercializar este
producto cultural. En realidad el impresor no siempre decida los ttulos que se
producan, ms bien eran los libreros, pues conocan ms a fondo la demanda
que los lectores tenan32.
Es en este momento cuando el impresor y comerciante de libros aparece y
se consolida en la Nueva Espaa. El primer taller de impresin que se
estableci estuvo a cargo (con diligencias, viajes y permisos) de Juan Pablos
hacia finales de septiembre y octubre de 1539, quien se asoci con un impresor
de Sevilla llamado Juan Cromberger.
La distribucin de los libros se adapt a las exigencias. La lejana y la
escasez de lectores propiciaban, como se ha mencionado, que el libro fuera un
31
Guillermo Daz Plaja, El libro hoy, ayer y maana, Barcelona, Salvat editores, 1973, pg. 49 y ss. 32
Jacqes Lafaye, op. cit, pg. 29.
32
objeto de consumo exclusivo para algunos sectores sociales. Las libreras eran
ms bien expendios de miscelnea, en donde se vendan artculos de todo tipo
como alimentos o ropa.33 Ahora bien, mientras que en los siglos XVI y XVII la
impresin y la venta de los libros se concentraban fundamentalmente en el
centro de la ciudad, en el siglo XVIII comenz un proceso de expansin de los
puntos de venta. Muchos de los libros que llegaban de la Pennsula al puerto
de Veracruz, se quedaban ah y se vendan directamente en libreras como la
de Manuel Lpez de Luna34. Esta diversificacin de los lugares da pie a pensar
que la transformacin del libro como un objeto de lujo fue un buen negocio para
los impresores y libreros, ya que los lectores crecieron en nmero y en varias
zonas de la Nueva Espaa.
Aunque los libros no aceptados por la Corona y la Iglesia para ser
comercializados s llegaban a la Nueva Espaa, lo hacan en menor cantidad y
bajo el riesgo de ser encontrados.35 Esto tambin era un buen negocio, por
alguna razn los libros prohibidos siempre tuvieron una reputacin que los
haca deseables y distribuirlos, aunque fuera sutilmente en la Nueva Espaa,
traa buenos beneficios a los impresores y libreros.
Durante el siglo XVIII la produccin y la comercializacin de libros tuvieron
un avance importante. Con el crecimiento de la poblacin en la capital de la
Nueva Espaa vino tambin el incremento de la actividad editorial. Sin
embargo, tambin hubo inters por continuar la edicin de libros y peridicos
33
Juana Zahar Vergara, Historia de las libreras de la ciudad de Mxico. Evocacin y presencia, Mxico, UNAM, 2006. Pg. 36. 34
Ibid. 35
Crsitina Gmez y Guillermos Tovar, op. cit., pg. 9-12.
33
en algunos centros urbanos importantes. De este modo se expandi la
distribucin de los libros a otros lugares de la Nueva Espaa.36
La permanencia de la imprenta gran parte del mundo durante los siglos XVI,
XVII y XVIII se da gracias a las relaciones familiares y sociales que se dieron
dentro de la impresin. Cuando el dueo falleca o se quera expandir a otras
ciudades dejaba a sus hijos o yernos como encargados. Esto sucedi tambin
en la Nueva Espaa de la misma forma en que los comerciantes y los
almaceneros de la ciudad de Mxico prolongaron su dominio y monopolizaron
el comercio, los impresores y libreros mantuvieron el negocio a travs de los
lazos familiares que formaron. Ya se habl ms arriba de Juan Pablos como el
principal promotor de la introduccin de la imprenta en la Nueva Espaa.
Algunos de los colaboradores de Pablos se emanciparon y lograron
establecerse como impresores independientes, tal es el caso de Antonio de
Espinoza y Antonio lvarez, quienes en 1559 y 1563 respectivamente fundaron
su propia imprenta37. Sin embargo, la historia no se queda ah, pues algunos
otros impresores y libreros como Pedro Ocharte y su viuda (hija de Juan
Pablos) y su hijo Melchor Ocharte, tienen una relacin filial con Juan Pablos y
fueron impresores muy respetados en el mbito de la cultura escrita. Otro
aspecto importante es la influencia que el primer editor novohispano tuvo en
personajes como Pedro Balli, impresor nacido en Salamanca, que conoci el
trabajo de Pablos en la Nueva Espaa y se dedic a la impresin de libros38.
Como vemos, el impresor adems poda ser librero (el cual debe entenderse
como un comerciante) Por tanto, el proveedor del libro era el impresor y el
librero es que lo comercializaba. Para mejorar el circuito de comercializacin 36
Cristina Gmez, Comercio y.., pg. 637 en adelante. 37
Ernesto de la Torre, Breve historia op. cit. pg. 42-50. 38
Ibid.
34
surgi un editor que adems de conocer el mercado, organiz y coordin los
tiempos de entrega, algunas veces fij los precios y comenz a mejorar la
calidad de los textos impresos.
La tercera etapa histrica del editor se puede ubicar, por lo menos en
Francia y algunos otros pases de Europa, hacia la tercera dcada del siglo
XIX. Aunque muchos autores coinciden en que el editor es un impresor y un
vendedor de libros al mismo tiempo, Chartier menciona que esta actividad
dentro del proceso de la creacin del libro como objeto es independiente de la
impresin y la venta, aunque existan muchos editores que tengan libreras y
talleres de impresin. Este momento del editor tiene que ver con la adquisicin
de textos, es decir, tener una relacin ms directa con los autores, la seleccin
de la forma de los libros y el cuidado de todos los elementos emergentes
dentro de la produccin. En otras palabras, las funciones del editor son ms
intelectuales que mecnicas o tcnicas.
Es importante sealar que hay dos posturas que observan el trabajo del
editor y que llevan a concebirlo como un arte o como un oficio. As en la
Inglaterra de finales del siglo XIX se observa que la edicin de libros es un
oficio de clase media que es filantrpico e intelectual a la vez y pocas veces
profesional, como lo menciona Muriel Spark, escritora inglesa en su novela A
far cry from Kensington.
Sin embargo, existe la posicin del editor como un benefactor del autor. El
autor pregunta en contadas ocasiones la posibilidad que tiene el libro en el
mercado, si es aceptado y cundo se publicar.
Dentro del proceso editorial del siglo XIX y mitad del siglo XX existen los
artistas que se encargan de disear la tipografa y de encuadernar
35
estticamente los libros. La idea de que el encuadernador es una artista
trastoca la posibilidad de permanencia en el tiempo. Una buena edicin no slo
es la formacin correcta del texto (corregido y diseado) sino tambin una
buena encuadernacin.
Una visin literaria de las actividades que conducen al editor durante el siglo
XIX a la publicacin de un libro, es la que nos ofrece Adolfo Castan en su
libro El mito del editor39 en el que se habla de un proceso artstico del libro,
delimitado y dirigido por una persona que no es el dueo de la casa editorial,
pero que s es editor. Segn Castan, Severo Sarduy habla del libro como un
tringulo equiltero. Este equilibrio se logra mediante los ngulos autor-editor-
lector. Subsisten en s mismos y tienen el mismo peso en la lectura y ms an
en la historia de la lectura y de la edicin. El agente editorial (editor) no slo es
un intermediario sino un artista. Hay que observar que no slo el
encuadernador o el tipgrafo son artistas, sino el editor que transforma el texto
en un libro. Sin embargo, el editor es el que consigue, de alguna manera el
reconocimiento (si es que existe alguno) ya que es el que dirige el proceso
editorial.
Muchas de las novelas publicadas que se refieren a la actividad editorial,
principalmente en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX observan al
editor como un peligro no slo para el autor y el lector, sino para la sociedad
completa. Tal es el ejemplo de La petite marchande de prose de Daniel Pennac
o de La Higuera de Francois Maspero.40 En estas obras el mundo editorial
retratado es un embuste. Una cadena de malos entendidos y mafias que se
involucran directamente en la sociedad. La capacidad de una editorial para
39
Adolfo Castan, El mito del editor y otros ensayos, Mxico, Miguel ngel Porra, 1993. 40
Ibid.
36
producir un libro tiene que ver con la forma en que se relaciona con la
sociedad. Distribucin es contacto directo con diversos grupos sociales. Si una
editorial no se da a conocer no puede triunfar; es por eso que estas empresas
deben tener una proyeccin real con el mercado al que van dirigidos, lo cual
provoca que su sello sea nico y distintivo. En consecuencia hay una bsqueda
constante de textos que puedan ser vendibles y exitosos, sin embargo, en
muchas ocasiones la lnea editorial se traslada en los ejemplares editados.
Me detendr un poco en este concepto que en los trabajos referentes a los
editores se le denomina lnea editorial. A lo largo de las relaciones sociales que
se realizan entre este tringulo utpico autor-edito-lector, los temas que son
publicados estn rodeados de una serie de enfoques y paradigmas que
delimitan la lectura. Estos enfoques son de corte ideolgico y permiten o
censuran los temas publicados. En este sentido la lnea editorial se refiere a un
conjunto de conceptos y paradigmas que envuelven a la edicin y que son
seguidos por los editores. Puede haber una lnea editorial que pretenda una
venta de libros de forma masiva sin importar del todo el contenido o el cuidado
del proceso de edicin, es decir una comercial; puede existir otra lnea que
otorgue mucha importancia a la creacin de textos narrativos o poticos, puede
haber otro tipo de lnea editorial que pretenda la distribucin de textos para un
fin o una causa. No quiere decir que todos los temas que se editan sean
especficamente de ciertos paradigmas o movimientos sociales, polticos y
culturales, pero la mayora son divulgados peridicamente para contribuir a una
reflexin sobre cierto tipo de temticas.
Es obvio que la lnea editorial se fundamenta en algunas instituciones ya
sean gubernamentales o privadas. Sin embargo, dependiendo de los intereses
37
que existan detrs de los dueos o los administradores editoriales, el objetivo
principal es que estas ideas lleguen directamente a la sociedad a travs de los
libros. Con esta lnea editorial, los recursos de los inversionistas y la proyeccin
de una empresa editorial se pueden comparar los diferentes proyectos
editoriales en un momento determinado.
Las editoriales pelean por el mercado, pero no con el mismo producto;
aunque parezca paradjico, el libro no es el mismo, ni siquiera en las
traducciones. Es decir, las casas editoriales venden los libros de autores que
venden sus derechos de autor. La adquisicin de estos derechos de
publicacin provoca la exclusividad no del autor sino del texto en un mercado
local. Pueden existir diversas ediciones del mismo libro con diferentes
editoriales pero son casos muy especficos, en los que, normalmente hay un
mercado amplio para el consumo de todos los ejemplares. Los Dilogos de
Platn, El Quijote de Cervantes, Cien aos de soledad de Garca Mrquez, son
ejemplos de esto; sin embargo libros especficos de estos mismos autores no
tienen el mismo impacto en el mercado y no se pueden editar tantos
ejemplares como los best seller antes mencionados.
Esta tercera etapa de editor corresponde directamente a lo sucedido con la
tarea editorial del siglo XIX en Mxico. Muchos negocios de la cultura impresa
de esta poca tuvieron un despegue muy interesante. Mariano Galvn por
ejemplo, fue un impresor y negociante que comenz por vender libros en su
tienda en donde tambin se podan adquirir productos como anteojos,
microscopios, papeles de msica y otros artculos de ese tipo. Galvn entendi
que la mejor manera de incrementar sus ventas era poner al alcance de las
personas una diversidad de productos. Cuando ingres al negocio de la
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impresin y venta de libros, en su tienda haba ejemplares en diversos idiomas
y formatos. Casos similares son los de otros impresores-libreros como Jos
Mara de Lara, Vicente Mara Torres y Jos Andrade41.
En palabras de Enrique Fernndez Ledesma42 durante el siglo XIX existen
algunos altibajos en el terreno de la formacin tipogrfica de los libros debido
ya sea a la falta de recursos o la venta segura de los ejemplares. Muchos
ttulos formados y vendidos por algunos libreros-editores como Mariano
Arvalo, Mariano Lara y Garca Torres, siguen muchos de los cnones de sus
antecesores y de pases como Francia e Inglaterra. Para este autor en las dos
primeras dcadas de este siglo no hay algn libro que tenga una relevancia en
el terreno tipogrfico, es decir, como libro objeto. Sin embargo, en los aos
posteriores se puede hablar de un embellecimiento gradual y mejoras en las
tcnicas de impresin que, a los ojos del autor son importantes de recordar. En
este sentido el Cuadro histrico de la Revolucin mexicana escrito por
Bustamante y editado por Alejandro Valds, y Geografa Universal editado por
Juan Nepomuceno Almonte, son dos libros en los que se observa un trabajo de
edicin muy profesional. De la misma manera la primera edicin mexicana del
Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicado en 1833 por la imprenta
dirigida por Mariano Arvalo, tiene un trabajo artstico que para el especialista
en tipografa y diseo editorial es importante de resaltar.
Otro de los personajes que sobresalen en la actividad editorial de este siglo
en Mxico es Ignacio Cumplido. Uno de los aspectos de su profesionalismo es
su exigencia en los detalles de los grabados, los cuales eran generalmente de
cobre, y cuando no se ajustaban a las exigencias de las impresiones, Cumplido 41
Ibid. pg. 92. 42
Enrique Fernndez Ledesma, Historia crtica de la tipografa en la ciudad de Mxico, Mxico, UNAM, 1991 (edicin facsimilar de 1939).
39
buscaba la manera de adquirirlos en el extranjero, lo cual obviamente
incrementaba los costos. Aunque el oficio de impresor-editor es inseparable en
esta dicotoma, que se fue separando a lo largo del siglo XIX, la eleccin de los
temas y el diseo tipogrfico defini esta actividad empresarial.
Un detalle importante para entender el proceso de impresin en las primeras
dcadas del siglo XIX es la importancia que tenan los tiempos de entrega. En
muchas ocasiones los libros podan tardar semanas o meses en ser
entregados. El mtodo era muy eficiente. Se colocaba un anuncio en el
peridico o en el negocio del librero en donde se haca extensiva la invitacin
de formar parte de la suscripcin de un ejemplar, digamos, por ejemplo, un
calendario. El interesado acuda a este lugar y pagaba una cantidad suficiente
para que fuera tomado en cuenta. Con el dinero recaudado el impresor-editor
poda comenzar la impresin de los ejemplares. Esto permita ofrecer una
mejor calidad en el impreso y en algunos casos, como el de Mariano Galvn43,
mandaban a imprimir los ttulos a Pars o Nueva York si sus mquinas estaban
trabajando en otros impresos. Cuando el texto llegaba a la ciudad de Mxico se
reparta entre los suscriptores.
Integrando a la formacin tipogrfica, el diseo y la impresin como una
faceta de la actividad editorial, los aos que para Laura Surez de la Torre son
los aos de repunte en todo el proceso editorial, para Enrique Fernndez
tambin es el periodo que da sabor, autoridad y lustre que caracteriza a la
tipografa mexicana del siglo XIX44
En este periodo es cuando Mariano Lara edita en 1844 los tres tomos de
Disertaciones sobre la historia de la Repblica Mexicana escrita por Lucas
43
Ibid. pg. 59. 44
Ibid. pg. 93.
40
Alamn, y Garca Torres publica en 1847 el Nuevo Bernal Daz del Castillo.
Adems de los famosos calendarios para seoritas y las cuatro de las mejores
ediciones de El periquillo sarniento de Fernndez de Lizardi, las cuales
alcanzaron nueve a lo largo de este siglo.
Aunque Ledesma pone en tela de juicio la calidad de los impresos en el
periodo posterior, es importante sealar que muchas de las obras que se
escriben, editan, publican y venden en la ciudad de Mxico son de mucha
importancia para el fortalecimiento de la cultura escrita, adems de la
profesionalizacin paulatina de los editores y el giro que se le da a la forma en
que la lectura poda llegar a un pblico ms plural. Aunque calidad y cantidad
se separaron progresivamente, ttulos como los Documentos para la historia de
Mxico de Joaqun Garca Izcabalceta, publicado en 1866; El libro rojo hecho
por Payno, Vicente Riva Palacio y Juan Antonio Mateos en 1870; la edicin
preparada por Daz de Len y White de la Historia Eclesistica Indiana de fray
Gernimo de Mendieta y todos los libros de Ignacio Manuel Altamirano, son de
gran valor para comprender los temas y las formas de escritura de la sociedad
intelectual de la segunda mitad del siglo XIX.
La diversidad de los temas y la amplia gama de escritores que se desarroll
durante la segunda mitad del siglo XIX pudieron ser reconocidos y ledos
gracias a los instrumentos que los editores-impresores disearon para
mantener el negocio funcionando. Para Juana Zahar Vergara, al finalizar el
este siglo, se pueden encontrar libreras en donde muchos editores-libreros-
impresores, ponan a disposicin una cantidad considerable de ejemplares. En
muchas ocasiones los catlogos de estos lugares estaban formados por
ejemplares editados e impresos por los propios dueos, pero contaban con
41
ejemplares importados de algunos pases como Espaa, Alemania, Inglaterra y
Estados Unidos.45
Sin embargo, al mismo tiempo existan diversos mecanismos para la
adquisicin de los libros adems de las libreras. Se encontraban las agencias
de suscripciones en donde se permita al lector inscribirse en los boletines y
peridicos, los cuales llegaban directamente a ese lugar y el suscriptor poda
recogerlos. Otra forma de comercializacin era la consignacin de libros.
Desde 1808 hay anuncios en el Diario de Mxico que hablan de varias libreras
y consignatarios46. Esta forma de venta consista en recibir los libros usados y
venderlos, con esto se generaba una comisin para el dueo del libro y para el
comprador.
Otra modalidad de comercializacin en la ciudad de Mxico eran los
Portales. Fundamentalmente se conocen cuatro de ellos. El portal de
Mercaderes, el de los Agustinos, el guila de Oro y el de Las Flores. Todos
ellos demuestran que la actividad editorial era prometedora y su desarrollo se
deba a la posibilidad de distribuir los ejemplares editados, sin embargo, con
excepcin de los calendarios o alguna novela, la mayora de los textos eran
adquiridos slo por algunas personas que pertenecan a las clases
privilegiadas.
Regresemos a los momentos histricos del editor. Existe una cuarta etapa
del desarrollo histrico del editor. Cuando las grandes corporaciones y sus
capitales incluyeron en su repertorio de influencia en la sociedad a la cultura
escrita, el trabajo del editor se convirti en la administracin de los textos. Ms
o menos por la poca de los aos cincuenta y sesenta en Europa y Estados
45
Juan Zahar Vergara, op. cit., pg. 67 y 68. 46
Ibid., pg. 60.
42
Unidos, muchas empresas trasnacionales adquirieron las acciones de algunas
empresas editoriales que producan libros, revistas y peridicos. Este cambio
repentino oblig al editor a buscar nuevos textos dentro de la sociedad y
presentarlos mediante un proyecto a los superiores, los cuales no dirigan las
editoriales, sin embargo eran los dueos. En este nuevo negocio de la cultura
impresa, la obtencin de resultados a corto plazo delimit las relaciones entre
los principales integrantes del proceso de produccin del libro: autor-editor-
lector47.
Ahora bien. No slo los capitales y monopolios industriales fueron los
dueos de las empresas editoriales. En muchos casos, algunas instituciones de
carcter estatal contribuyeron al crecimiento del desarrollo editorial. Este es el
caso de Mxico, en donde el Fondo de Cultura Econmica era auspiciado por
el gobierno, mediante un fideicomiso, y por lo tanto, conocan todo el
mecanismo de publicacin de esta casa editora.
En este momento de la edicin se puede decir que el capital manejaba los
mecanismos de comunicacin entre autores y lectores. As como en los siglos
XIV y XV los temas eran fundamentalmente religiosos, por la intervencin
directa de la Iglesia catlica, en esta poca la pluralidad de temas era la
recompensa de los monopolios econmicos, pues entre ms vendan las
ganancias se incrementaban.
No es un disparate afirmar que esta situacin trajo consecuencias positivas
en el mundo editorial occidental; si los editores franceses, ingleses y
estadounidenses eran los principales promotores de publicar en su idioma
respectivo, los temas comenzaron a variar y no slo se hablaba del panorama
47
Andr Schiffrin, La edicin sin editores: las grandes corporaciones y la cultura, Mxico, ERA, 2001, pg. 34.
43
cultural, social y poltico de un pas o una regin especfica que ataa
fundamentalmente a esos pases, sino que gracias a la competencia entre
estas casas editoriales emergi una especie de preocupacin por otro tipo de
mbitos y de gneros. Tambin en el ambiente de edicin de habla hispana
pases como Espaa, Argentina y Mxico jugaron un papel muy importante.
En este momento Amrica Latina no se qued fuera. Estamos hablando de
la mitad del siglo XX. Editoriales estadounidenses como Random House viraron
el camino y comenzaron a diversificar los temas. En primer lugar, se
establecieron alianzas con editoriales espaolas, inglesas y francesas. Esto
provoc que el inters por la publicacin de otros idiomas fuera cada vez ms
incipiente. A la par de este proceso,
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