UNIVERSIDAD DE MURCIA
Dña. Rosa María García Navarro2017
FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL
Política Social del Hambre: Estudio sobre la Eficacia del ProgramaOperativo de Reparto de Alimentos de la Región de Murcia
POLÍTICA SOCIAL DEL HAMBRE:
ESTUDIO SOBRE LA EFICACIA DEL PROGRAMA OPERATIVO DE REPARTO DE ALIMENTOS DE LA REGIÓN DE MURCIA
ROSA MARÍA GARCÍA NAVARRO
Mayo 2017
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UNIVERSIDAD DE MURCIA FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL Y
SERVICIOS SOCIALES
POLÍTICA SOCIAL DEL HAMBRE: ESTUDIO SOBRE LA EFICACIA DEL PROGRAMA OPERATIVO DE
REPARTO DE ALIMENTOS DE LA REGIÓN DE MURCIA
Autora ROSA MARÍA GARCÍA NAVARRO
Directores de Tesis JERÓNIMO MOLINA CANO
MARIA JOSÉ GARCÍA GÓMEZ
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A mis padres, mis adorables,
mis imprescindibles, mis necesarios padres
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Agradecimientos Cuando inicié el Estudio que dio origen al trabajo que hoy presento, desconocía aún la
envergadura de lo que vendría después y se abría ante mí la incógnita de cuáles serían los
pasos que iba a dar y hacia dónde iba a dirigirlos.
Tuve la suerte de contar con la brújula inestimable de mis dos directores de Tesis Doctoral,
los cuales me guiaron en un entorno que, inicialmente estaba difuso. Debo reconocer, que
hoy, al final del camino, cuando todos los sinsabores iniciales se sitúan ya en el olvido, me
queda la inmensa satisfacción de los conocimientos que he adquirido; conocimientos que, de
otro modo, no me hubiera planteado alcanzar.
Quiero agradecer a mis dos directores de Tesis Doctoral el apoyo, asesoramiento y
acompañamiento a lo largo de esta singladura que comenzó hace cuatro años. Han sido
fundamentales para poder culminar este trabajo que, he de reconocer, ha tenido momentos
gratificantes. A pesar de las dificultades personales y profesionales, siempre han tenido el
espacio para compartir conmigo este camino.
También quiero agradecer a mi familia, a la cual le he robado tiempo de disfrute y aún así,
me han apoyado y comprendido estando siempre disponibles. Especial mención, sobre todo,
a mis padres, tan presentes y necesarios en mi vida.
Al apoyo incondicional de mi pareja, comprensiva del reto que este trabajo suponía y del que
jamás escuche una sola queja a pesar de las horas que he pasado ausente en su realización.
A toda la gente, que me resulta difícil enumerar por ser muchos, que soportó mis ausencias, a
veces mi inquietud y mi desasosiego sin quejarse, haciendo el trabajo mucho más llevadero.
Tampoco puedo dejar de agradecer a todas aquellas personas que de manera generosa me han
facilitado la información necesaria para poder comenzar esta investigación. Al gerente del
Banco de Alimentos de Murcia, que me abrió las puertas y me facilitó el acceso a conocer a
todo el personal que dedica parte de su tiempo a la tarea de la distribución de alimentos. A
Begoña quien diligentemente compartió su tiempo y los datos necesarios, resolviendo todas
aquellas cuestiones que fueron surgiendo. A todos los profesionales de entidades que
aceptaron ser entrevistados ofreciéndome su experiencia y su valiosa opinión; a todos ellos,
grandes profesionales y personas va mi más profundo agradecimiento.
Cómo no recordar también a todas aquellas personas que, en un momento delicado de su
vida, compartieron conmigo sus vivencias y sus expectativas y accedieron a ser entrevistados.
A todos aquellas personas que, de alguna u otra forma, han contribuido con su conocimiento
a que este trabajo llegara a buen puerto.
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"Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios"
Artículo 25 de la Declaración de los Derechos Humanos
“La existencia del hambre en un mundo caracterizado por la abundancia no solo es una vergüenza moral; es también una torpeza desde el punto de vista económico” FAO, 2003
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Índice
8
Índice....................................................................................................................................7
Índice de Tablas…………………………………………………………………………..11
Índice de Gráficos………………………………………………………………………...13
Índice de Abreviaturas…………………………………………………………………...14
Resumen…………………………………………………………………………………...16
Introducción……………………………………………………………………………….19
1ª Parte NOCIONES Y CONTEXTOS
Capítulo Primero: Nociones: Pobreza, Exclusión Social y Hambre
1. Aproximación conceptual……………………………………………………………..…26
1.1 La pobreza…………………………………………………………………..…..26
1.2. La exclusión social y la vulnerabilidad……………………….………………..35
1.3. El hambre: una forma de pobreza…………………………….………………..37
2. El derecho a la alimentación como derecho humano……………………………………38
2.1. El derecho a la alimentación en el marco internacional………………………..39
2.2. El derecho a la alimentación a nivel nacional.....................................................43
2.3. La justiciabilidad del derecho a la alimentación………………………………45
Capítulo Segundo: Contextos
1. Los números de la pobreza.
1.1. Una aproximación comparativa entre España y la Unión
Europea………………………………………………………………………..49
1.2. El empleo. Situación nacional y regional….………………………………….52
1.3. La evolución de las condiciones de vida en la Región de
Murcia………………………………………….............................…..……....60
2. La lucha contra la pobreza, la exclusión social y el hambre
2.1. Escenario mundial de lucha contra la pobreza………………………………..70
2.2. Herramientas de lucha contra la pobreza……………………………………...75
a) La estrategia Europa 2020 ………………………………………………...76
b) Los Programas Nacionales de Reformas ………………………………....81
9
c) El Fondo de Ayuda a las personas más desfavorecidas y el Programa
Operativo…………...............................................................................................….84
d) Los Bancos de Alimentos………………………………………………...93
2ª Parte EL PROGRAMA OPERATIVO DE REPARTO DE ALIMENTOS EN LA
REGIÓN DE MURCIA: SU EFICACIA
Capítulo Tercero: Objeto, objetivos, hipótesis y metodología de la investigación
1. Objeto de esta investigación……………………………………………….……….........100
2. Objetivos e hipótesis…………………………………………………………..................103
3. Metodología de la Investigación………………………………………………................105
3.1. Criterios en la elección de metodología……………………………..................105
3.2. Técnicas utilizadas…………………………………...…………………………108
a) Análisis de datos………………………………………………………….109
b) La entrevista en profundidad………………………………………….…111
3.3. Selección de la muestra……………………………………………...................113
3.4. Diseño y planificación de las entrevistas a profesionales………………...........115
3.5. Diseño y planificación de las entrevistas dirigidas a beneficiarios
del Programa Operativo del Fondo de Ayuda a las Personas más desfavorecidas ...............118
3.6. Fases de la Investigación……………………………………….………..…..…122
Capítulo Cuarto: Análisis de Datos
1. Análisis Cuantitativo
1.1. Descripción de las tablas………………………………………………………126
1.2. Entidades de Distribución y de Reparto………………………………..….…..128
1.3.Beneficiarios del Programa…………..……………………………….…......... 129
a) Beneficiarios por Indicadores………..………..………………..........…..131
b) Beneficiarios por Edades…………………………….…………......……132
c) Distribución comarcal de beneficiarios……….……………….....…..…..136
1.4. Cantidad de alimentos repartidos……….…………………….………...……..140
1.5. Modalidades de Reparto: Entrega de Lotes de alimentación y Consumo en la
Instalación..............................................................................................................................143
1.6. Estudio por sexos………………………………………………………..…….149
1.7. Estudio sobre tamaño familiar…………………………………………...……152
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1.8. Evolución de la ayuda alimentaria…………………………………….……....157
2. Análisis Cualitativo
2.1. Análisis cualitativo a profesionales del ámbito Institucional............................162
2.2. Análisis de las entrevistas a los usuarios de las entidades de reparto...............184
a) Perfil socioeconómico de las personas entrevistadas……....………….…185
b) Ámbito Laboral….…….…………………………......…………….….…211
c) Ámbito Económico……..……………………………..……………….…215
d) Ámbito Formativo…….………………………………………………….219
e) Ámbito Sanitario………..…………………………………...……….…...220
f) Ámbito Vivienda………..…………………………………………….......222
g) Ámbito Relacional…….……………………………………………….…224
h) Ámbito Espacial……….…………………………………………………226
i) Ámbito Político……….…………………………………………………..227
j) La carencia material severa……………………………………………….228
k) El reparto de alimentos en el marco del Programa Operativo……….…...233
l) Autopercepción e Imagen…………………………………………………245
Capítulo Quinto: Conclusiones de la Investigación
1. Cumplimiento de los Objetivos y verificación de la Hipótesis…………………………..251
1.1. En cuanto a los Objetivos de la Investigación………………………………….251
1.2. En cuanto a la Hipótesis de la Investigación…………………………………...255
2. Otros aspectos relevantes obtenidos de la investigación....................................................259
Nivel Formativo y Precarización Laboral…………………………………………..259
Los discursos y la necesidad de su estudio en la Estructura Social…………………260
Limitaciones al Derecho a la Alimentación y su exigibilidad………………………261
Pilares de la Integración…………………………………………………………….262
La dificultad de acceso a los alimentos y problemas estructurales…………………263
Dificultades/ Limitaciones en la Investigación……………………………………..265
La Investigación Futura……………………………………………………………..265
3ª Parte REFERENCIAS Y APÉNDICES.........................................................................270
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Índice de Tablas Tabla 1. Tipología de pobreza según el INE…………………………………………….….33 Tabla 2. Comparativa componentes Tasa AROPE. España y Europa. 2008-2015………....51
Tabla 3. Evolución de la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social (AROPE). España y
Región de Murcia, 2008-2015……………………………………………………………….62
Tabla 4. Comparativa Tasa AROPE por componentes. España y Murcia. 2008-2015……..63
Tabla 5. Distribución de hogares por dificultad en pasar el mes. Comparativa Nacional y
Región de Murcia (2008-2015)…………………………………………………………..….67
Tabla 6. Distribución de hogares por carencia material. Comparativa nacional y regional.
Periodo 2008-2015…………………………………………………………………………..67
Tabla 7. Incapacidad de hacer frente a gastos económicos imprevistos (% de población)
Nacional y regional (2008-2015)…………………………………………………………….68
Tabla 8. Retrasos en los pagos (% de población total)……………………………………...69
Tabla 9. Objetivos de Desarrollo del Milenio y Objetivos de Desarrollo Sostenible…….....73
Tabla 10. Estrategia 2020. Prioridades, Objetivos e Iniciativas…………………………......78
Tabla 11. Evolución Estrategia Europea 2020. Objetivos de Educación y de Lucha contra la
Pobreza…………………………………………………………………………………….....80
Tabla 12. Medidas de los Planes Nacionales de Reforma 2011-2016………………………82
Tabla 13. Número de OAR adscritas en cada OAD de la Región de Murcia……………...129
Tabla 14. Número de OAR por tipo de entidad……………………………………………129
Tabla 15. Beneficiarios por OAD en la Región de Murcia………………………………...130
Tabla 16. Total de beneficiarios por tipo OAR…………………………………………….130
Tabla 17. Distribución de beneficiarios por indicadores…………………………….……..132
Tabla 18. Distribución por edades de beneficiarios y en la Región de Murcia………....….133
Tabla 19. Porcentajes de beneficiarios por rangos de edad en cada indicador………….….135
Tabla 20. Distribución comarcal de la Región de Murcia………………………………….137
Tabla 21. Población comarcal y distribución por comarcas de los beneficiarios…………..138
Tabla 22. Porcentajes comarcales sobre el total de beneficiarios de BASMUR y Cruz Roja y
porcentajes poblacionales de cada comarca en la Región de Murcia……………………….138
Tabla 23. Kilos repartidos y beneficiarios reales por OAD………………………………..141
Tabla 24. Kilos y promedio por modalidad de reparto.1º Fase 2016………………………142
Tabla 25. Beneficiarios por modalidad de reparto…………………………………………144
12
Tabla 26. Beneficiarios por OAD y modalidad de ayuda…………………………..……..144
Tabla 27. Distribución de beneficiarios por indicadores según la modalidad de ayuda
recibida……………………………………………………………………………………..145
Tabla 28. Beneficiarios por indicadores y porcentajes sobre el total en modalidad Entrega
por lotes…………………………………………………………………………………….147
Tabla 29. Beneficiarios por indicadores y porcentajes sobre el total en la modalidad
Consumo en la instalación………………………………………………………………….147
Tabla 30. Beneficiarios por edades y modalidad de reparto……………………………….148
Tabla 31. Beneficiarios por rango de edad y sexo…………………………………………149
Tabla 32. Población de mayores de 65 años en la Región de Murcia……………………...150
Tabla 33. Distribución de beneficiarios por sexos según modalidad de ayuda recibida…...151
Tabla 34. Distribución de modalidades de ayuda por sexos……………………………….152
Tabla 35. Coeficientes de Correlación de Pearson entre componentes de la Tasa AROPE y el
Tamaño Medio del Hogar para datos de cada Comunidad y Ciudad Autónoma.(2015)…...155
Tabla 36. Asignación de kilos anuales en España y Región de Murcia……………………158
Tabla 37. Evolución de población España y Región de Murcia……………………………159
Tabla 38. Perfil Sociodemográfico…………………………………………………………210
Tabla 39. Ámbito laboral de los usuarios…………………………………………………..211
Tabla 40. Ámbito económico………………………………………………………………216
Tabla 41. Procedencia de los ingresos……………………………………………………..217
Tabla 42. Ámbito formativo………………………………………………………………..219
Tabla 43. Ámbito sanitario…………………………………………………………………220
Tabla 44. Ámbito vivienda…………………………………………………………………223
Tabla 45. Ámbito espacial………………………………………………………………….226
Tabla 46. Ámbito político………………………………………………………………….228
Tabla 47. Distribución usuarios componentes de la carencia material severa……………..229
Tabla 48. Distribución usuarios según uso del recurso…………………………………….234
Tabla 49. Tipo de alimento y cantidad repartida. Año 2016……………………………….237
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Índice de Gráficos
Gráfico 1. Tasa AROPE Europa. 2008 y 2015……………………………………………50
Gráfico 2. Evolución de la tasa AROPE 2008-2015. España y Europa…………………..50
Gráfico 3. Evolución de la tasa de paro en función del sexo función del sexo. España, 2006-
2015………………………………………………………………………………………..54
Gráfico 4. Porcentaje de trabajador es pobres. Europa y España. Años 2006-2015……..55
Gráfico 5. Evolución tasas de paro nacional y regional. 2006-2015……………………...56
Gráfico 6. Tasas de paro por sexos. Región de Murcia. 2006-2015………………………57
Gráfico 7. Porcentaje de parados por tiempo de búsqueda de empleo. Más de dos años.
Comparativa regional y nacional (2006-2015)…………………………………………….59
Gráfico 8. Tasa AROPE Comunidades Autónomas. 2008 y 2015………………………...61
Gráfico 9. Evolución de la tasa AROPE. Murcia y España. 2008-2015…………………..62
Gráfico 10. Evolución de la población en riesgo de pobreza. España y
Murcia. 2008-2015…………………………………………………………………………64
Gráfico 11. Evolución de la población con carencia material severa. España y Murcia. 2008-
2015……………………………………………………………………………………..….65
Gráfico 12. Evolución de la población en hogares con baja intensidad en el empleo. España y
Murcia. 2008-2015………………………………………………………………………….65
Gráfico 13. Distribución de OAR por modalidad…………………………………………143
Gráfico 14. Líneas de tendencia y barras en porcentajes por sexo y rango de edad……….150
Gráfico 15. Distribución poblacional por sexos y edades. Región de Murcia……………..151
Gráfico 16. Tamaño medio de hogares en España por CCAA (2015)……………………..153
Gráfico 17. Nube de puntos con Tamaño medio del hogar y Tasa AROPE por CCAA…...154
Gráfico 18. Nube de puntos entre tamaño medio del hogar y Carencia Material Severa…156
Gráfico 19. Evolución de porcentajes de población y de alimentos repartidos en la Región de
Murcia………………………………………………………………………………………160
Gráfico 20. Evolución de la Tasa AROPE Nacional y de la Región
de Murcia 2010-2016……………………………………………………………………….161
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Índice de Abreviaturas - AROPE Risk of Poverty and/or exclusión (Tasa de Riesgo de Pobreza o Exclusión Social)
- BARM Banco de Alimentos de Cartagena
- BASMUR Banco de Alimentos de Murcia
- CDESC Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
- CDPD Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
- CE Comisión Europea
- CEDAW Convention on the Elimination of All Form of Discriminations Against Women
(Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer)
- CESRM Consejo Económico y Social de la Región de Murcia
- CREM Centro Regional de Estadística de Murcia
- DESC Derechos Económicos, Sociales y Culturales
- DUDH Declaración Universal de los Derechos Humanos
- DUEHM Declaración Universal sobre la Erradicación del Hambre y la Malnutrición
- ECH Encuesta Continua de Hogares
- ECV Encuesta de Condiciones de Vida
- EPA Encuesta de Población Activa
- EU2020 Estrategia Europea 2020
- EUROSTAT Oficina de Estadística Europea
- FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
- FEAD Fondo de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas
- FEGA Fondo Español de Garantía Agraria
- FESBAL Federación Española de Banco de Alimentos
- GFN Global Food Banking Network (Red Global de Banco de Alimentos)
- INE Instituto Nacional de Estadística
- OAD Organizaciones Asociadas de Distribución
- OAR Organizaciones Asociadas de Reparto
- ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio
- ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible
- PIDESC Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
- PNR Plan Nacional de Reforma
- PO Programa Operativo
- PSH Personas sin Hogar
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Resumen
16
Resumen Los objetivos de la Política Social están orientados a dar respuesta a las necesidades sentidas por la
ciudadanía, cuya satisfacción plena conduciría al Bienestar Social. Es el Estado quien, a través de las
instituciones públicas y, en ocasiones, privadas, promueve y gestiona las medidas necesarias para
hacer efectivos los derechos de los ciudadanos
En la actual coyuntura donde las cifras de pobreza y de exclusión social son muy elevadas, cabe
reflexionar sobre la eficacia de determinadas medidas llevadas a cabo para paliar situaciones de
necesidad en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Murcia.
En este sentido, en un mundo, en el que cohabita el hambre con un gran desperdicio de alimentos, el
derecho a la alimentación se ve fuertemente vulnerado en aquellas personas que se encuentran en una
situación de precariedad económica. La falta de recursos económicos, pues, limita las posibilidades
de acceder a una alimentación equilibrada y ajustada a las necesidades de las personas. La normativa
europea propone numerosas herramientas de lucha contra la pobreza, la exclusión social y de manera
implícita, contra el hambre. Así, el Fondo de Ayuda Europea para las personas más Desfavorecidas
(FEAD) propone una dotación económica para cada país europeo en función de sus tasas de pobreza
y desempleo que les permita adquirir alimentos para, posteriormente ser distribuidos y repartidos por
entidades benéficas teniendo como fin último paliar la pobreza y favorecer la inclusión social Los
Bancos de Alimentos, entidades sin ánimo de lucro, funcionan en este caso como Organizaciones
Asociadas de Distribución (OAD) que reciben los alimentos adquiridos y los distribuyen entre las
Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR) quienes lo reparten entre la población destinataria. En
esta investigación se reflexiona sobre el derecho a la Alimentación, su protección en el marco jurídico
nacional e internacional y sobre la situación de miles de personas en la Región que debe acudir a las
Organizaciones Asociadas de Reparto para obtener alimentos.
Se profundiza a través del discurso de profesionales de las entidades de reparto y de las personas
beneficiarias de las mismas, el alcance del reparto de alimentos así como su eficacia para satisfacer el
derecho a la alimentación y como medida favorecedora de inclusión social. La percepción y
valoración del recurso por parte de quienes hacen uso del mismo sirve de base para analizar otros
aspectos coadyuvantes relacionados con la imagen de la pobreza y su visibilidad.
Palabras clave: Política Social, Pobreza Alimenticia, Exclusión Social, Derecho a la Alimentación,
Banco de Alimentos.
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Abstract The objectives of the Social Policy are oriented to respond to the needs felt by the citizens, whose full
satisfaction would lead to Social Welfare. It is the State that promotes and manages the necessary
measures, through public and sometimes private institutions, to realize the rights of citizens.
In the current situation where the numbers of poverty and social exclusion are very high, it is worth
reflecting on the effectiveness of certain measures carried out to alleviate situations of necessity
within the scope of the Autonomous Community of Murcia.
In this sense, in a world where hunger coexists with a great waste of food, the right to food is strongly
violated in those people who are in a situation of economic precariousness. The lack of economic
resources therefore limits the chances of accessing a balanced diet that is tailored to the needs of the
people.
European legislation proposes numerous tools to combat poverty, social exclusion and, implicitly,
against hunger. The Fund for European Aid to the Most Deprived (FEAD) proposes an endowment
for each European country based on its poverty and unemployment rates, that enables them to acquire
food, for this to be later distributed by charitable organizations and as an ultimate objective, poverty
alleviation and social inclusion. The Food Banks, non-profit organizations, operate in this case as
Associated Distribution Organizations (OAD) that receive the food purchased and distribute it among
the Associated Share-Out Organizations (OAR) who divide it among the target population. This
research reflects on the right to food, its protection in the national and international legal framework
and the situation of thousands of people in the Region who must go to the Associated Organizations
of Distribution to obtain food.
The scope of food distribution as well as its effectiveness in satisfying the right to food, and also food
as a conducive measure of social inclusion is deepened through the speech of professionals of the
distribution entities and the beneficiaries of the same. The perception and evaluation of the resource
by those who use it serves as a basis for analysis of other contributing aspects related to the image of
poverty and its visibility.
Key words: Social Policy, Food Poverty, Social Exclusion, Right to Food, Food Bank.
18
Introducción
Introducción
19
Introducción En una coyuntura como en la que vivimos, donde la exclusión social, la precariedad
económica y la desigualdad afecta cada vez a más personas cabe reflexionar sobre la eficacia
que tienen ciertas medidas llevadas a cabo para paliar las situaciones de necesidad en el
ámbito de la Comunidad Autónoma de Murcia.
Tras más de treinta y cinco años de existencia de política en materia de Servicios Sociales, las
condiciones de vida de parte de la ciudadanía se enfrentan a las peores condiciones posibles,
teniendo que recurrir a los Bancos de Alimentos para poder satisfacer una de las necesidades
más básicas y primarias como es la alimentación, lo que se ha venido a llamar "privación
alimentaria".
Las tasas de pobreza y de exclusión social en la Región de Murcia son una de las más altas de
España a pesar del gasto social ejecutado durante varios años y del crecimiento económico de
los últimos años en Europa y en España, “lo que expresa la realidad de las desigualdades en
el contexto histórico actual, esto es, en un momento de cambios socioeconómicos y
socioculturales que presionan y cuestionan los modelos de bienestar de los Estados
Democráticos” (Vicente, 2008, p.132). El número de personas que hacen uso de las
Organizaciones Asociadas de Reparto que distribuyen alimentos cofinanciados por la
Comunidad Europea y el Estado español, nos hace reflexionar acerca de la efectividad de los
recursos sociales que existen para la satisfacción de la necesidad de alimentación.
De manera intuitiva, se acepta como una consecuencia lógica de la pobreza, la situación de
privación material. A pesar de que no existen estadísticas o estudios de investigación donde
se recojan de manera exhaustiva las cifras del hambre o de privación alimentaria, puesto que
siempre vienen expresadas en términos de pobreza, sí se dota económicamente a programas
específicos para combatir la privación alimentaria. De hecho, la normativa europea hace uso
de los índices de carencia material severa y de pobreza como fundamento para el
20
establecimiento de una vía de financiación a los países que, a través de sus respectivos
programas operativos, harán frente a la privación alimentaria acompañándola de actividades
de inclusión social.
Precisamente, esta investigación gira en torno a la determinación de la eficacia de las
medidas adoptadas por el Programa Operativo español sobre ayuda alimentaria, financiado
por el Fondo de Ayuda Europea a las personas más Desfavorecidas (FEAD) y dirigido
principalmente a abordar la privación alimentaria. La distribución de alimentos canalizada a
través de los Bancos de Alimentos que son identificadas como Organizaciones Asociadas de
Distribución (OAD), continúa con el reparto directo de alimentos efectuado por las
Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR) que, además, deben realizar las medidas de
acompañamiento previstas en la normativa.
Se reflexionará acerca de la naturaleza de dichas medidas de acompañamiento para favorecer
la inclusión social, que se proponen de manera conjunta con la entrega de alimentos y su
“efectividad” puesto que, como hipótesis se parte de que no se trata exclusivamente de
colectivos en situación de exclusión social arraigada (más bien en riesgo de serlo), sino de
personas en situación de precariedad económica o precariedad laboral afectados por la crisis
y que han agotado sus recursos personales y/o familiares para poder abordar una necesidad
tan básica como es la alimentación. Se profundizará sobre el perfil de las personas que
acuden al recurso y se reflexionará sobre la eficacia y alcance de la ayuda alimentaria con
cargo al FEAD, distribuida por los Bancos de Alimentos como medida para paliar la pobreza
alimentaria. También se abordará la perspectiva subjetiva del que hace uso del recurso a
través de los discursos de sus protagonistas.
Esta investigación se ha distribuido en dos partes: La primera parte, engloba a los Capítulos 1
y 2 que corresponde al marco teórico y contextualizador de la investigación y la segunda
21
parte, se compone de los Capítulos 3 y 4, que se centra en la investigación propiamente dicha
y en las conclusiones.
En el Capítulo 1 se expone el marco teórico donde se abordan los conceptos que se manejan
en la investigación como son la pobreza, la exclusión social y la vulnerabilidad destacando la
interrelación que existe entre todos ellos. También se aborda el concepto de hambre como
una forma de pobreza y el derecho a la alimentación y la sustentación jurídica del mismo en
los planos internacional y nacional.
A continuación, el Capítulo 2, se centra en el marco contextual. Las cifras de pobreza,
desempleo y de condiciones de vida de la Región de Murcia, constituyen el escenario donde
se desarrollan las condiciones que sustentan la investigación. A continuación, se amplía el
marco contextual y se detalla la lucha contra la pobreza a nivel mundial, europeo y nacional,
focalizando el punto de interés en el FEAD como herramienta principal para luchar contra la
pobreza a través de la adquisición y distribución de alimentos, medida que se concreta y se
hace efectiva a través de los Bancos de Alimentos configurados como OAD.
La segunda parte se inicia con el Capítulo 3, donde se detalla el objeto, los objetivos, la
hipótesis y la metodología que se han empleado en esta investigación. En primer lugar, se
enuncia el objetivo general que consiste en analizar el alcance o impacto de las medidas
adoptadas por el FEAD y concretadas a través de los Bancos de Alimentos, como medida
eficaz para hacer efectivo el derecho a la alimentación y para prevenir situaciones de
exclusión social y/o para favorecer la inclusión social. También se expone la hipótesis de la
investigación, que se concreta en la afirmación de que el recurso no resulta eficaz para paliar
la privación alimentaria así como herramienta para favorecer la inclusión social.
Se detallan asimismo las fases de la investigación y el diseño técnico de las entrevistas
cualitativas dirigidas a los profesionales vinculados a las OAD y OAR, así como las
entrevistas dirigidas a las personas usuarias de dichas organizaciones.
22
En el Capítulo 4 se desarrolla el análisis cuantitativo para conocer las cifras de reparto en
cuanto a perfil de beneficiarios y cantidad de alimentos repartidos, relacionando ambas
variables con el total de la población regional a fin de dimensionar su utilización. Para ello,
se hará uso de los datos facilitados por el Banco de Alimentos de Murcia (BASMUR) y que
corresponde a la primera fase de reparto del año 2016, así como, a los datos poblaciones del
Instituto Nacional de Estadística (INE). En este capítulo además se desarrolla el análisis
cualitativo de los discursos obtenidos a partir de las entrevistas semiestructuradas realizadas a
los profesionales del ámbito de las OAR y las personas usuarias del recurso.
A través del análisis del discurso de los profesionales vinculados a las OAR se profundiza en
la valoración que hacen sobre el recurso, así como, su percepción sobre la evolución del
perfil de las personas usuarias del mismo y de la eficacia de las medidas de acompañamiento
que son propuestas para evitar la exclusión social.
A través del análisis del discurso de los beneficiarios que recurren a este recurso se
comprueba la forma en la que el mismo es valorado por las personas, que debido a su
situación económica, tienen que recurrir a él y si es considerado suficiente para satisfacer la
necesidad de la alimentación.
En el Capítulo 5, se exponen las conclusiones que se han obtenido tras el análisis de los
datos, así como, el grado de cumplimiento de las hipótesis establecidas y de los objetivos
planteados.
En último lugar, se incluye la Bibliografía con las Referencias de libros y material que han
sido utilizados para la elaboración de esta tesis.
Como anexo a la investigación, se han incluido unos Apéndices en los que se han dispuesto
los guiones de las entrevistas realizadas, tanto a los profesionales del ámbito institucional
como a las personas que hacen uso del recurso, así como, las tablas de datos facilitadas por
BASMUR que han servido de base para la elaboración del análisis cuantitativo.
23
24
1ª Parte
NOCIONES Y CONTEXTOS
25
Marco Teórico y Contextual
Capítulo Primero:
Nociones: Pobreza,
Exclusión Social y Hambre
26
1.- Aproximación Conceptual
En este capítulo se revisan los conceptos teóricos vinculados con el objeto de la
investigación como son el hambre, la pobreza y la exclusión social. No se puede hablar del
hambre como una forma de pobreza sin antes hacer una conceptualización del término
pobreza y, por extensión, de la exclusión social como forma evolucionada y multidimensional
de la misma, así como, la vulnerabilidad que genera. Analizar el contexto actual donde estos
conceptos se desarrollan, es fundamental para comprender la dimensión de la falta de
alimentos puesto que son precisamente las condiciones socioeconómicas europeas, nacionales
y regionales las que propician la aparición de la pobreza alimentaria. Asimismo, el análisis de
las distintas actuaciones en materia de lucha contra la pobreza y el hambre, facilita la
comprensión y la contextualización de la consolidación de los Bancos de Alimentos.
1.1- La pobreza
A nivel intuitivo, la pobreza tiene una imagen social compartida que se podría resumir en
"carencia de algo", generalmente de recursos y bienes materiales. La imagen del pobre es tan
variada y ha sufrido tantas transformaciones a lo largo de la Historia, que construir una
definición fiel y compartida universalmente ha sido y es una tarea ardua.
Historiográficamente el interés se ha centrado en el estudio de las capas nobles de la
sociedad, de los personajes influyentes, dejando al margen siempre a un sector de la
población que, en determinadas épocas históricas, ha llegado a constituir el 90 % de la
población y que incluía a las capas populares, labradores, artesanos, jornaleros, mujeres,
pobres y marginados, entre otros, que frente a las clases sociales favorecidas, se les ha
considerado históricamente no privilegiados por carecer de todo aquello que les distanciaban
de los privilegiados (Rodríguez, 2003); además, "los pobres no sólo fue el más
intencionalmente olvidado en los escritos y documentos de los tiempos pasados,
especialmente en la Edad Media, sino que en la historiografía posterior e incluso en buena
27
parte de la actual se le ha continuado marginando" (Rodríguez, 2003:3). Este olvido hacia la
historia de los pobres alcanza no solo a la Edad Media, sino que es una constante a lo largo de
las sucesivas etapas históricas, por ello "no es exagerado afirmar que la cuestión del
pauperismo constituye el tema central, aunque los historiadores no lo hayan considerado así,
de la vida política y social del siglo XIX" (Álvarez-Uría, 1985:119).
La localización de la pobreza también altera la percepción que se tiene de ella. Ni siquiera es
lo mismo pensar en la pobreza en los países llamados subdesarrollados, que pensar en la
pobreza que tenemos al lado nuestro; lo que se ha denominado cuarto mundo, cuya
persistencia se consolida en los países con más progreso económico (Cobo, 1993). La
cantidad de personas afectadas por la pobreza también forman parte del constructo social del
concepto, ya que permite "clasificar" a un país entero como pobre por diversas causas,
principalmente estructurales, como carencia de recursos naturales, sequías prolongadas, etc.
Que la cuestión sobre la pobreza sea estructural o circunstancial también modifica nuestra
percepción del concepto. Así, según haya sido la conceptualización de la pobreza, así se ha
escenificado las medidas pertinentes para paliarla.
Los términos pobreza y pobre no han sido siempre iguales, sino que se han ido modificando
en función de las variables históricas, económicas, sociales, políticas e incluso religiosas de
cada momento histórico adoptando múltiples connotaciones. La noción de pobre, tiene
también diversos enfoques y su percepción ha ido evolucionando con el paso del tiempo
aunque casi siempre con connotaciones negativas. En la Edad Media se trataba de pobres de
solemnidad, pobres vergonzantes, pordioseros y aún se trataba de distinguir entre el falso y el
verdadero pobre para quienes la atención basculaba entre la asistencia y la represión (Álvarez
Uría, 1985)
28
Para Mollat (1988) durante la Edad Medía el pobre era
[...] aquel que, de manera permanente o temporal, se encuentra en una situación de
debilidad, de dependencia, de humillación, caracterizada por estar privado de los medios,
variables según las épocas y las sociedades, de potencia y de consideración social: dinero,
relaciones, influencia, poder, ciencia, calificación técnica, honorabilidad del nacimiento,
vigor físico, capacidad intelectual, libertad y dignidad personales (p. 12).
El autor propone una definición dinámica que contempla no solo el factor privación sino
además de posición con respecto a los demás, siendo esta posición definida siempre en
términos de desigualdad y de inferioridad.
Pese a ello, la existencia de la pobreza no estaba considerada como un problema, sino que, al
ser un fenómeno generalizado llegaba a conformar parte del paisaje normalizándolo,
asimilándose como natural (Sales, 2015a).
Más bien, históricamente, la pobreza ha tenido una función social que ha ido evolucionando;
si en la Edad Media los pobres constituían un vehículo de redención para los ricos a través de
la práctica de la limosna y de la caridad; en la sociedad postindustrial, la pobreza servía de
incentivo para la aceptación de condiciones laborales abusivas que beneficiaban, sobre todo,
a los dueños de la industrias. Para Sales (2015a) la Modernidad trajo consigo la ética del
trabajo, convirtiéndolo en un valor moral en sí mismo, no habiendo más opciones que, o las
condiciones precarias del asalariado, o las condiciones paupérrimas de los beneficiarios de la
caridad.
La asistencia al pobre también es vista como un medio para que éste no se convierta en un
enemigo de la sociedad, prestando tal asistencia “no por consideración al pobre, sino en
defensa del interés social” (Simmel, 2014, p.26), siendo por tanto el fin último la protección
de la comunidad. Con todo, Simmel se refiere a la pobreza como una forma paradójica de
29
pertenencia a la sociedad, pues está basada en la exclusión. Se trata de un estar dentro que
consiste en un estar fuera.
Para Bauman (1999), actualmente se ha pasado de la ética del trabajo a la estética del
consumo,
no es lo mismo ser pobre en una sociedad que empuja a cada adulto al trabajo
productivo, que serlo en una sociedad que -gracias a la enorme riqueza acumulada en
siglos de trabajo- puede producir lo necesario sin la participación de una amplia y
creciente porción de sus miembros. Una cosa es ser pobre en una comunidad de
productores con trabajo para todos; otra, totalmente diferente, es serlo en una sociedad
de consumidores cuyos proyectos de vida se construyen sobre las opciones de
consumo y no sobre el trabajo, la capacidad profesional o el empleo disponible. Si en
otra época "ser pobre" significaba estar sin trabajo, hoy alude fundamentalmente a la
condición de un consumidor expulsado del mercado (pp.11-12).
Como anteriormente se apuntaba, durante la Edad Media la pobreza no representaba un
problema social, es "en la Edad Moderna cuando la nueva percepción de la riqueza y el
trabajo asimilará la pobreza con la ociosidad y los excesos" (Alvarez Uría, 1985, p.120),
convirtiendo la pobreza en un fenómeno social al que hay que combatir (Sales, 2015b).
La definición de pobreza es, pues, tan amplia como la distinta perspectiva de los autores que
la investigan. Se trata de un “fenómeno muy complejo que no puede reducirse a un solo
aspecto de la vida humana” (Ministerio de Economía de Buenos Aires, 2002:11), por lo tanto,
va más allá de la simple carencia de recursos o de ingresos para garantizar unos medios de
vida. Además del hambre y la malnutrición, entre las manifestaciones de la pobreza se
encuentra el acceso limitado a la educación y a otros servicios básicos, la discriminación y la
exclusión social y la falta de participación en la toma de decisiones (Naciones Unidas,
30
2015a), lo que de manera resumida podríamos decir que se habla en términos de
posibilidades.
Igualmente en términos de posibilidades se expresa el Banco Mundial (2000), para el que
la pobreza es no poder alimentarse, no poder ir al médico, no tener acceso a la educación,
carecer de vivienda; ser altamente vulnerables y sobre todo, carecer de poder para influir en
las decisiones que le afectan; además de la dimensión de la pobreza en cuanto a nivel de
ingresos que impide el desarrollo en otras áreas del desarrollo humano, el informe incorpora
la dimensión subjetiva del que padece pobreza e incluye la impotencia y el miedo. Bauman
(1999) también profundizó sobre los aspectos subjetivos de la pobreza trascendiendo la
cuestión meramente física o de nivel de carencia; para el autor “es también una condición
social y psicológica […] Ser pobre significa estar excluido de lo que se considera una "vida
normal"; es "no estar a la altura de los demás". Esto genera sentimientos de vergüenza o de
culpa, que producen una reducci6n de la autoestima.” (p.64).
Además de la dimensión del bienestar económico y la dimensión subjetiva de la pobreza,
también se elabora una definición del término desde la perspectiva de las capacidades,
abordada por varios autores (Sen, 2000; Arteaga y Solís, 2005), en la que ven la pobreza
como una función de la falta de capacidades individuales, como la educación o la salud, para
alcanzar un nivel básico de bienestar humano. Desde esta perspectiva, “la pobreza se nos
presenta como un fenómeno inescapablemente multidimensional del que participan los
diversos y variados funcionamientos que la gente necesita y valora, relacionados con la
alimentación, la salud, la educación, la participación activa en la vida comunitaria, etc.”
(Ferullo, 2006:14). Para Sen (2000) este enfoque se centra en las privaciones que son
intrínsecamente importantes (las capacidades) frente a las que son instrumentalmente
importantes (la renta), apuntando que hay otros factores que influyen en la privación de
31
capacidades y por lo tanto, de pobreza real, ya que la renta o los ingresos, no es el único
instrumento que genera capacidades. Por lo tanto, la pobreza no solo es privación sino que
además constituye una merma o inexistencia de posibilidades, capacidades y oportunidades.
Actualmente, la concepción marginal de la pobreza se sigue manteniendo asimilando
incluso ésta como delito o, como algunos autores denominan, el delito de ser pobres
(Bauman, 2000; Sales, 2014) al tiempo que se incorporan otras visiones alejados de la ética
del trabajo.
Para Simmel (2014), la pobreza, sin embargo, va más allá del simple hecho material,
configurándose como una construcción social, en la medida en que la sociedad reacciona
ante la persona que necesita ayuda; “el pobre como categoría sociológica, no es el que sufre
determinadas deficiencias y privaciones, sino el que recibe socorros o debiera recibirlos,
según las normas sociales” (p.79) . Por ello no ve la pobreza como un estado que se pueda
cuantificar sino que está determinado por la reacción social que lo provoca, considerando
como pobre al que empieza a ser socorrido. Es decir, la asistencia social, configura la
concepción del pobre.
Como se ha visto, el lugar y el momento en el que se configura la concepción de la
pobreza, influye en la representación de ésta. Paugam (2007) establece tres formas básicas de
pobreza actuales que están relacionadas directamente con el grado de desarrollo económico y
del mercado de trabajo, la intensidad de los vínculos sociales y la naturaleza de los sistemas
de protección social. Así, distingue entre pobreza integrada, pobreza marginal y pobreza
descualificante. En la pobreza integrada, se produce una situación de pobreza generalizada,
lo que impide que la estigmaticen. En la pobreza marginal, por otra parte, los pobres
constituyen un grupo social aparte, distinguiéndose del resto y están fuertemente
estigmatizados. Por último, la pobreza descualificante, ligada a la precariedad en el ámbito
laboral, de la vivienda, de la salud o de la participación social. Para Paugam (2007), “esta
32
forma de pobreza no conduce a un estado de miseria estable sino a un proceso que puede
abarcar varias capas de población hasta ahora perfectamente integradas en el mercado de
trabajo” (p.167).
Cada uno de los tipos de pobreza están presentes en mayor o menor medida en distintos
países europeos, aunque es ésta última, la pobreza descualificante, la tipología que mejor
define a la situación actual.
Otro aspecto a considerar con respecto a la pobreza es la manera en que ésta se puede
cuantificar o medir; poder traducir en cifras el nivel de pobreza de una población se hace
indispensable para la elaboración y posterior ejecución de medidas correctoras, sin embargo,
“la pobreza es un fenómeno complejo en el que influyen multitud de factores y que puede ser
estudiado desde muy diversas perspectivas. Por ello, su estudio e interpretación no es una
tarea sencilla existiendo tantas formas de medir la pobreza como posibles formas de
definirla” (INE, 2006:3)
Así, por ejemplo, en el estudio de las condiciones de vida de la población pobre de Murcia
(EDIS, 1995) se establecían cuatro niveles de pobreza atendiendo a los niveles de renta,
teniendo como referencia la renta media nacional. La pobreza grave y la pobreza extrema que
se consideraban en su conjunto pobreza severa; y la pobreza moderada y la precarización
social que se consideraban conjuntamente como pobreza relativa
La medición de la pobreza atendiendo principalmente al factor económico, es el utilizado por
el INE, estableciéndose distintos tipos de pobreza, atendiendo a diferentes puntos de vista y a
los aspectos que se quieren resaltar. En el siguiente cuadro se establecen los diferentes tipos
de pobreza utilizados por el INE.
33
Tabla 1 Tipología de pobreza según el INE
Según el tipo de información utilizada
Pobreza Subjetiva Percepción de los propios individuos
Pobreza Objetiva Variables procedentes de la observación directa
Según imposibilidad de acceso a recursos
Privación Multidimensional o pobreza carencial está estrechamente vinculado con la exclusión social y está relacionado con la privación o falta de acceso a ciertos bienes y servicios, considerados necesarios por la sociedad, pudiendo ser de primera necesidad o no.
Dependiendo del baremo o referencia para establecer umbrales
Pobreza Absoluta Situación en la que no están cubiertas las necesidades básicas de los individuos existe carencia de bienes y servicios básicos (normalmente relacionados con la alimentación, la vivienda y el vestido)
Pobreza Relativa Desde esta perspectiva se considera que una persona es pobre cuando se encuentra en una situación de clara desventaja, económica y socialmente, respecto al resto de personas de su entorno. Esta concepción de la pobreza está muy ligada a la noción de desigualdad.
Según el tipo de permanencia Transversal (En un año fijado)
Pobreza de larga duración o persistente se considera que una persona está sumida en la pobreza de forma persistente si está clasificada como pobre el último año y al menos dos de los tres anteriores
Fuente: INE (2006). Elaboración propia
La creación por parte de la Unión Europea en 2010 de un nuevo indicador, vino a dar
respuesta a la multiplicidad de variables que componen el concepto de pobreza. El término
AROPE (del inglés a Risk of Poverty and/or exclusión- Tasa de Riesgo de Pobreza o
Exclusión Social) recoge no solo el nivel de ingresos, sino además, la privación material y la
intensidad de trabajo baja.
Este indicador fue creado en el marco de la Estrategia Europa 2020, para unificar los
conceptos de pobreza y exclusión social a nivel europeo, lo que permite hacer
comparaciones entre los distintos países.
La pobreza no sólo se relaciona con la renta de los hogares, sino también, con las
posibilidades de consumo. El concepto de privación material, a diferencia del de pobreza,
está basado en criterios objetivos y viene a complementar el concepto del riesgo de pobreza.
La privación material hace referencia a un estado de tensión económica, que se define como
la incapacidad de pagar una serie de gastos considerados por la mayoría de la gente como
deseable o incluso necesario para llevar una vida adecuada. Entre estos gastos se encuentran:
34
hacer frente a gastos imprevistos, poder disfrutar de una semana de vacaciones al año, una
comida que contenga carne, pescado o pollo cada dos días, el calentamiento adecuado de una
vivienda, bienes que implican bienestar, como lavadora, televisión, teléfono o coche; la tasa
de privación material severa, por otra parte, se define como el porcentaje de la población con
incapacidad para hacer frente a al menos cuatro de los elementos mencionados anteriormente.
Otro concepto integrado en la tasa AROPE, es la intensidad del trabajo del hogar. Hace
referencia al empleo, en tanto que se trata de una condición necesaria para tener
oportunidades en la vida y además una fuente de ingresos para poder acceder a determinados
bienes y servicios. La intensidad del trabajo en el hogar es la relación entre, el número total
de meses que todos los miembros del hogar, en edad de trabajar, han trabajado durante el
ingreso del año de referencia, y por otra parte el total de meses en los que teóricamente esos
mismos miembros podrían haber trabajado.
La población AROPE es la formada por las personas que viven en hogares en los que se da,
al menos, una de las tres circunstancias anteriormente descritas.
A modo de reflexión, cabe decir que ni la pobreza ni su medición constituyen una tarea
fácil. Es un término que ha ido evolucionando y cambiando al tiempo que lo hacían las
condiciones políticas, económicas, sociales, culturales e incluso religiosas. Constituye
asimismo un problema complejo que no puede ser abordado solo desde una única
perspectiva, sino que su multidimensionalidad exige un abordaje igualmente
pluridimensional. De este modo, las medidas y las políticas sociales dirigidas a disminuir la
pobreza, deben igualmente ser de carácter integral, centrando su atención no solo en el
mejoramiento material de las personas, sino también, en el desarrollo real de sus capacidades,
así como en el fortalecimiento de sus derechos.
35
Los efectos de la crisis económica que aún se sufre, ha dejado un mayor empobrecimiento de
la población, unas peores condiciones de vida, la aparición de nuevos grupos vulnerables,
entre ellos, los trabajadores pobres y una mayor dificultad en afrontar la cobertura de
necesidades básicas de los hogares. Sin embargo “la pobreza no puede entenderse una
consecuencia “natural” de la crisis, sino que tiene unas causas y una evolución más allá de la
misma, y que tienen sus raíces en los propios procesos sociales, económicos y productivos
dentro del sistema de producción capitalista.” (Fundación 1º de Mayo, 2014, p.3)
1.2.-La exclusión social y la vulnerabilidad
Podría considerarse que el término pobreza constituyó, inicialmente, el germen de lo que
hoy se entiende por exclusión social. Las progresivas transformaciones en la estructura
socioeconómica y la aparición de nuevas situaciones de desequilibrio y de marginalidad, ha
hecho necesaria la adopción de un término que abarque la complejidad de la emergente
realidad, superando la visión economicista, basada en los ingresos y en la renta de las
personas que, principalmente, constituía la base del concepto de pobreza. Por ello, se
considera que hace alusión a un fenómeno “complejo, multidimensional y que está
condicionado por la interacción de muchos factores, y en este sentido, la exclusión social se
define como un tipo de desigualdad o marginación característicos de las sociedades del siglo
XXI (Vicente, 2008, p. 134).
Para Subirats (2004) “la exclusión social no se puede explicar con arreglo a una sola causa o
factor, sino que precisamente se define como una definición o déficits que se interrelacionan
y se retroalimentan entre sí”. (p.19).
Si el concepto de pobreza, por una parte, tenía un componente estático y respondía a un
estado concreto, el concepto de exclusión social tiene un componente dinámico; para Miguel
Laparra et al (2007), la exclusión social constituye un proceso de carácter multidimensional y
36
que admite diversos estadios, en función de la cercanía o alejamiento de la situación de
integración social.
La intensidad con la que las personas se alejan o se acercan a un estado de integración social,
configura diversos estadios que abarcan desde la precariedad o vulnerabilidad más leve hasta
situaciones de exclusión social más graves (Foessa, 2008).
Castel (1995) también reconoce diversos espacios entre la exclusión social y la integración a
las que denomina zona de integración caracterizada por la existencia del vínculo social: la
zona de vulnerabilidad – que se caracteriza por una precariedad laboral y con debilidad en los
soportes relacionales - ;y la zona de desafiliación en la que se mueven los más desfavorecidos
y que se asimila la exclusión social. . De esta forma, las personas, en función de los apoyos
protectores pueden desenvolverse a lo largo de su vida, entre estas zonas. La zona de
vulnerabilidad supondría la desestabilización de los estables y supondría la antesala a la
exclusión social.
La vulnerabilidad, así concebida, se define como “una situación de precariedad social
multidimensional, manifestada en los ámbitos económico, laboral, ambiental, formativo,
salud y vivienda”. (Lafuente y Faura, 2012).
Además, la vulnerabilidad incorpora un componente de inseguridad ya que es el resultado de
la exposición a riesgos, aunado a la incapacidad para enfrentarlos y la inhabilidad para
adaptarse activamente” (Comisión de Economía para América Latina y el Caribe, CEPAL,
2002). Esta incapacidad para afrontar los cambios y los riesgos se expresan como sensaciones
de indefensión, miedo e inseguridad, activándose, en algunos casos, estrategias adaptativas y
defensivas ante los diferentes cambios que se producen en el entorno (Busso, 2001).
Para Alwang, Siegel y Jorgensen (2001), la vulnerabilidad como concepto incluye la
probabilidad de experimentar una pérdida en el futuro, causada por eventos inciertos en
relación con algún punto de referencia del bienestar; asimismo, el grado de vulnerabilidad
37
depende de las características del riesgo y de la capacidad del hogar para responder a ese
riesgo. Las personas en situación de pobreza tienden a ser vulnerables, debido a su limitado
acceso a los activos y las habilidades limitadas para responder al riesgo.
En el actual contexto, el impacto que ha tenido la crisis en las familias y la utilización de
estrategias que utilizan las personas y las familias para afrontar los efectos de esta crisis,
constituyen las dimensiones de la vulnerabilidad.
1.3.- El hambre: una forma de pobreza
Sin embargo, "para la gran mayoría de nosotros, en Occidente, pobreza es casi sinónimo de
hambre". (Banerjee & Duflo, 2015:39)
El hambre ha existido desde los albores de la humanidad. Las causas de esta lacra han sido
muchas y muy variadas. Históricamente, las guerras, las epidemias y las catástrofes naturales,
han sido las principales causas de largos periodos de hambruna, considerada ésta como la
carencia grave de alimentos, que casi siempre afecta un área geográfica grande o un grupo
significativo de personas. La historia reciente de Europa no permite hablar de "hambruna" en
los mismos términos, con los que nos referimos a las graves carencias que sufren de manera
casi estructural otros países.
Sin embargo, determinadas coyunturas históricas, han propiciado la escasez de alimentos, y
con ella, la dificultad del acceso a los mismos. En nuestra historia más reciente, la Guerra
Civil Española, provocó la paralización de la producción y de la distribución de alimentos,
circunstancia que afectó principalmente a las clases más desfavorecidas.
El fenómeno de la pobreza alimentaria, sin embargo, no es nuevo, aunque, si bien no radica
en la escasez de alimentos como ocurre en otros países o ha ocurrido en otros momentos
históricos. Patel (2008) alerta sobre lo que considera una gran contradicción ya que, a pesar
de que la humanidad produce actualmente más alimentos que en toda su historia, más del
38
diez por ciento de la población padece hambre. Esta dificultad y desigualdad en el acceso a
los alimentos tiene su origen principalmente en cuestiones meramente económicas.
En Europa, durante el año 2015, 119 millones de personas (23,7 %) estaban en riesgo de
pobreza o exclusión social y entre ellos unos 40,6 millones de personas (8,1%) no fueron
capaces de permitirse una comida de calidad regular cada dos días. (Eurostat, 2016). Las
consecuencias de estas limitaciones no son inocuas, ya que arrastran tras de sí problemas de
mala alimentación, desnutrición, y por consiguiente, empeoramiento de la salud.
Si las causas que provocaban situaciones de hambre eran diversas, no muy diferentes eran las
maneras de explicar dichas causas y de interpretar el problema. Autores como Vernon (2011)
destacan que el fatalismo o la creencia en un castigo divino eran consideradas "culpables" de
los periodos de hambre que asolaron Europa en el siglo XIX.
2.- El derecho a la alimentación como un derecho humano
El hambre, tal y como se ha visto, no es un problema de patrimonio exclusivo de países en
vías de desarrollo, sino que se extiende a nivel mundial y afecta incluso a los países
desarrollados. Paralelamente a la existencia de esta problemática, se articulan numerosos
instrumentos jurídicos para intentar garantizar el acceso a una alimentación adecuada. De
acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) “el derecho a una alimentación adecuada es un Derecho Humano internacional que
existe desde hace ya tiempo y al que se han comprometido muchos países. En las últimas
décadas, varios países han desarrollado e implementado reformas constitucionales, leyes
nacionales, estrategias, políticas y programas que tienen como objetivo el cumplimiento del
derecho a la alimentación para todos” (FAO, 2016).
39
2.1. - El derecho a la alimentación en el marco internacional
El derecho humano a una alimentación adecuada, tal y como es definido por la FAO, está
reconocido por numerosos instrumentos a nivel internacional. En 1948, la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (DUDH) recogía de manera expresa en su articulado, el
derecho a la alimentación, equiparándolos a otros en igualdad de importancia:
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su
voluntad”. (Naciones Unidas, 1948, art. 25.1)
El derecho a la alimentación, tal y como lo reconocía la DUDH, no era un derecho individual
sino social, y era considerado necesario para poder mantener un nivel adecuado de vida,
siendo interdependiente de otros, como la salud y el bienestar.
Posteriormente a la DUDH y de manera cronológica, se ratificaron numerosas
conferencias y declaraciones que abundaban en la protección de este derecho e incluían otros
aspectos importantes. Así, en la Declaración Universal sobre la Erradicación del Hambre y la
Malnutrición (DUEHM), celebrada en Italia y aprobada el 16 de noviembre de 1974 por la
Conferencia Mundial de la Alimentación, se incluía -además del reconocimiento del derecho
a la alimentación como un derecho inalienable, es decir, algo de lo que nadie se puede ver
privado- otras consideraciones tales como, la responsabilidad de los gobiernos en la
distribución equitativa y eficaz de los alimentos. Se insta, por primera vez, a evitar el
desperdicio de alimentos y se pone de manifiesto el interés por la conservación del medio
ambiente, para preservar las posibles fuentes que puedan producir alimentos.
40
El compromiso mundial para la erradicación del hambre, la malnutrición y garantizar la
seguridad alimentaria, se ha estado renovando en las sucesivas cumbres sobre la alimentación
de 1996 y 2002, la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria, de 2009, y las
Conferencias Internacionales sobre nutrición de 1992 y 2014.
El siguiente instrumento jurídico que explícitamente reconoce el derecho a la
alimentación, es el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(PIDESC), firmado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 19 de diciembre de 1966
y ratificado por España el 30 de abril de 1977. En su articulado, establece mecanismos de
protección y garantía para los derechos de índole económico, social y cultural. Con respecto a
la alimentación el artículo 11.1 de dicho Pacto recoge:
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un
nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda
adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados
Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho,
reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional
fundada en el libre consentimiento. (Naciones Unidas, 1966, art.11.1)
De manera explícita, recoge asimismo, la responsabilidad de los gobiernos para garantizar el
acceso al derecho reconocido. Del mismo modo, en el PIDESC, vuelve a mencionarse la
cuestión de la “distribución equitativa de los alimentos” (art. 11.2.b), ya mencionada en la
DUDH.
Como se observa, tanto en uno como en otro instrumento, la alimentación, junto con la
vivienda y el vestido, forman parte inherente y necesaria para conformar lo que se entiende
por un nivel de vida adecuado, definido por Naciones Unidas (1961) como “las condiciones
reales en que vive un pueblo” (p.1), procediendo a medir aspectos que se pudieran
41
representar de manera cuantitativa y que estuvieran reflejados como objetivos aceptados
internacionalmente por la política social y económica; de este modo, se consideraron
componentes del nivel de vida, la salud, la nutrición, la vivienda, las condiciones de empleo y
la educación.
El tratamiento del derecho a la alimentación o la protección contra el hambre, también ha
tenido su importancia de manera sectorial. Así, la Convención sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de 18 de diciembre de 1979,
ratificada por el estado español en fecha 5 de enero de 1984, reconoce en su preámbulo la
situación de desventaja de la mujer al reconocer que “en situaciones de pobreza la mujer tiene
un acceso mínimo a la alimentación, la salud, la enseñanza, la capacitación y las
oportunidades de empleo, así como la satisfacción de otras necesidades” (p.1). Del mismo
modo, se contempla la protección expresa de otros colectivos especialmente vulnerables; así,
la Convención sobre los Derechos del Niño de 20 de noviembre del 1989, ratificada por el
estado español en fecha 6 de diciembre de 1990, prevé, de manera explícita, el derecho a la
alimentación para los niños al proclamar en su texto que “[…] El niño tendrá derecho a
disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados” (art.4). Por otra
parte, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) de 12 de
diciembre del 2006, ratificada por el estado español en fecha 3 de diciembre de 2007,
comienza “destacando el hecho de que la mayoría de las personas con discapacidad viven en
condiciones de pobreza y reconociendo, a este respecto, la necesidad fundamental de mitigar
los efectos negativos de la pobreza” (Naciones Unidas, 2007, p.2).
Por lo tanto, se reconoce la especial vulnerabilidad de este colectivo y se determina de
manera expresa en su articulado “el derecho de las personas con discapacidad a un nivel de
vida adecuado para ellas y sus familias, lo cual incluye alimentación, vestido y vivienda
42
adecuados, y a la mejora continua de sus condiciones de vida” (Naciones Unidas, 2007,
art.28.1).
La ratificación de estos tratados, lleva aparejadas obligaciones para los Estados Partes, que
queda recogido en cada instrumento de ratificación. En líneas generales, esta ratificación
lleva el compromiso de respetar, proteger y promover, y la adopción de medidas adecuadas
para garantizar el derecho a esta protección.
Así queda recogido de manera específica en la Observación General nº 12 del Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, (CDESC), creado en 1985 para supervisar el
cumplimiento de lo dispuesto en el PIDESC, en el que se establecen tres tipos o niveles de
obligaciones para los Estados Partes: Respetar, proteger y realizar. La significación de estos
niveles de obligaciones queda recogida igualmente en dicha Observación. Así
La obligación de respetar el acceso existente a una alimentación adecuada
requiere que los Estados no adopten medidas de ningún tipo que tengan por
resultado impedir ese acceso. La obligación de proteger requiere que el Estado Parte
adopte medidas para velar por que las empresas o los particulares no priven a las
personas del acceso a una alimentación adecuada. La obligación de realizar
(facilitar) significa que el Estado debe procurar iniciar actividades con el fin de
fortalecer el acceso y la utilización por parte de la población de los recursos y
medios que aseguren sus medios de vida, incluida la seguridad alimentaria. Por
último, cuando un individuo o un grupo sea incapaz, por razones que escapen a su
control, de disfrutar el derecho a una alimentación adecuada por los medios a su
alcance, los Estados tienen la obligación de realizar (hacer efectivo) ese derecho
directamente. (Naciones Unidas, 1999, p.5)
Es tanta la relevancia de las obligaciones que cada Estado tiene para el cumplimiento de
los objetivos reflejados en el PIDESC, que no quedan exentos de aplicar medidas para
garantizar el acceso a una alimentación adecuada, sobre todo, a colectivos vulnerables,
incluso, cuando existen graves limitaciones de recursos causadas por ajustes económicos
43
realizados a causa de recesiones económicas, por condiciones climáticas u otros factores.
(Naciones Unidas, 1999, p.8).
2.2.- El derecho a la alimentación a nivel nacional
En el plano nacional, España, además de haber ratificado los diferentes Pactos y
Convenciones que incluyen mención expresa al derecho a la alimentación, en su texto
constitucional de 1978, recoge de manera implícita en su articulado, la protección del derecho
a una alimentación adecuada.
Así se establece, por ejemplo, en la Constitución Española (CE) que
Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre
elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una
remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que
en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo. (art.35.1).
El reconocimiento del derecho/deber al trabajo permite colegir que con un adecuado medio
de vida que comporte suficiencia de recursos económicos, se puede hacer frente a la
cobertura de necesidades básicas, ya no sólo individuales sino extensibles a la unidad
familiar; entendiendo por necesidades básicas, las que permiten desarrollar un nivel
adecuado de vida, siendo la alimentación condición indispensable para ello.
El texto constitucional también prevé en su articulado el derecho a la protección de la salud
en su artículo 43, siendo los poderes públicos los que tienen competencia para organizar y
tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios
necesarios. Resulta una obviedad que, sin una alimentación adecuada, el derecho a la
protección de la salud sufre cierto menoscabo, a pesar de contar con una red de atención
sanitaria más o menos eficaz. También prevé la CE la protección social, económica y jurídica
44
de la familia y la protección integral del menor (art.39), así como, garantizar la suficiencia
económica a los ciudadanos de la tercera edad (art. 50).
Cabe destacar que estos artículos, entre otros, se encuentran recogidos en la CE en
ubicaciones distintas a la de los Derechos Fundamentales y Libertades Públicas, quedando
fuera de la categorización de Derecho Fundamental. Así, los principios Rectores de la
Política Social y Económica (arts. 39-52) , no resultan ser auténticos derechos sino que
se trata de principios stricto sensu, que cumplen más bien una función orientadora
de la actuación de los poderes públicos, especialmente del legislativo y el ejecutivo,
aunque se cite igualmente la práctica judicial. No son tampoco normas de eficacia
directa o inmediata, por cuanto requieren de un desarrollo legislativo para
poder ser alegados ante los tribunales ordinarios" (Barrero, 2013, p.26).
Para algunos autores, el hecho de que se califique como derecho a algunas necesidades no
sirve de nada si no se modifican las circunstancias que lo rodean, es decir, "la mayoría de los
derechos económicos-sociales exige para su satisfacción la creación de una situación
objetiva de prosperidad que de momento no existe" (Sánchez y Pereira, 1992, p.262-263).
El estatus de las obligaciones internacionales en el ordenamiento jurídico nacional, está
recogido en el texto constitucional en los artículos 10.2 y 96.1. La importancia de estos
artículos radica en que incorporan una cláusula interpretativa que toman como referencia la
Declaración Universal de Derechos Humanos, así como otros tratados y acuerdos
internacionales. Esto no implica que se otorgue rango constitucional a los derechos y
libertades proclamados en los Tratados Internacionales, sino que, tal y como recoge la
Sentencia del Tribunal Constitucional 36/1991, de 14 de febrero
esta norma se limita a establecer una conexión entre nuestro propio sistema de
derechos fundamentales y libertades, de un lado, y los Convenios y Tratados
internacionales sobre las mismas materias en los que sea parte España, de otro. No
45
da rango constitucional a los derechos y libertades internacionalmente proclamados
en cuanto no estén también consagrados por nuestra propia Constitución, pero
obliga a interpretar los correspondientes preceptos de ésta de acuerdo con el
contenido de dichos Tratados o Convenios.
2.3- La justiciabilidad del derecho a la alimentación
La cuestión de la justiciabilidad de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC),
ha sido una cuestión ampliamente debatida (Abramovich y Courtis, 2002; Saura, 2002; De
Roux y Ramirez, 2004; Salamero, 2012). La justiciabilidad se refiere a “la capacidad de
reclamar una reparación ante un juez o un tribunal de justicia cuando ha ocurrido o es
probable que ocurra una violación a un derecho”. (Comisión Internacional de Juristas, 2009,
p. 7). El debate se centra en dos argumentos contrapuestos; por una parte, el argumento ético-
político, que ven los DESC como básicos e imprescindibles para la libertad y la dignidad de
la persona, lo que resulta ser condición sine qua non para una plena participación
democrática; y en contraposición, aquellos que consideran que estos derechos son, por una
parte, indeterminados, difícilmente cuantificables, lo que dificulta la determinación del
alcance de las obligaciones de los Estados y por otra parte, se le suma la inadecuación
procesal, que conlleva cuestiones de legitimidad, puesto que, resulta difícil saber quiénes son
los actores relevantes en un supuesto determinado. (De Roux y Ramirez, 2004).
Es lógico pensar que si un derecho no puede ser exigido judicialmente, no deja de ser una
mera declaración de buenas intenciones; para Abramovich y Courtis (2002) “muchas de
estas obligaciones resultan exigibles judicialmente y el Estado no puede justificar su
incumplimiento manifestando que no tuvo intenciones de asumir una obligación jurídica sino
simplemente realizar una declaración de buena intención política” (p.19-20).
Así pues, “lo que calificará la existencia de un derecho social como un derecho pleno no es
simplemente la conducta cumplida por el Estado, sino la existencia de algún poder jurídico
46
para actuar del titular del derecho en caso de incumplimiento de la obligación debida”
(Abramovich y Courtis, 2002, p.37).
Vicente (2006) ya anticipaba que para hacer efectiva la ciudadanía social cuya base eran los
derechos sociales, era necesario trascender las fronteras y crear un organismo internacional
que fuera competente para la justiciabilidad de esos derechos, para “alumbrar una ciudadanía
mundial” (p.12).
El reconocimiento del derecho a una alimentación adecuada a nivel constitucional, representa
una declaración de intenciones con respecto a la protección de los derechos en ella recogidos.
Se puede recoger una protección explícita o implícita del derecho a la alimentación. En el
panorama mundial, 160 países han ratificado el PIDESC. Treinta países tienen incorporado a
su texto constitucional, el reconocimiento a una alimentación adecuada de manera explícita,
tanto de manera general o solo atribuible a los colectivos más vulnerables. Algunos ejemplos
de ellos son, la Constitución de Colombia, de 1991, que en su articulado prevé la especial
protección de la mujer, sobre todo durante el embarazo, estableciendo un subsidio alimentario
(art. 43), reconoce la alimentación adecuada como un derecho fundamental del niño (art. 44)
y garantiza un subsidio alimentario a las personas de la tercera edad (art. 46).
Por otra parte, en la Constitución de Bolivia, el derecho a la alimentación está recogido de
manera explícita, atribuyéndoselo a toda la población; así, se expresa en su artículo 16: “I.
Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación. II. El Estado tiene la obligación de
garantizar la seguridad alimentaria, a través de una alimentación sana, adecuada y suficiente
para toda la población”.
De los treinta países que tienen recogido de manera explícita el derecho a la
alimentación en su texto constitucional, veintidós también incorporan en su articulado de
manera implícita el derecho a la alimentación, como es el caso de Bolivia o de Chile.
47
En total, cincuenta y dos países, tienen recogido en su ordenamiento jurídico la protección de
la alimentación, sólo de manera implícita; es decir, si bien no menciona expresamente el
derecho a alimentación, recoge otros que, sin la debida protección de este derecho, no se
podrían alcanzar, como el derecho a un nivel de vida adecuado, derecho a la salud, derecho a
la vivienda, etc.
Entre los países, que mencionan en su ordenamiento jurídico el derecho a la alimentación de
manera implícita se encuentra España, tal y como se veía anteriormente.
El hambre es una violación del derecho humano a la alimentación (Gifrá y Beltrán, 2013); sin
embargo, existe comida suficiente en el mundo para hacer efectivo este derecho, “por
consiguiente, el hambre no se debe a la falta de medios, sino a una distribución poco
equitativa de los mismos y a la falta de voluntad política real para afrontarla” (Gifrá y
Beltrán, 2013, p.28). Por ello, se podría afirmar que en una sociedad democrática y avanzada
la existencia de población que pase hambre constituye un cierto fracaso de las políticas
llevadas a cabo.
48
Capítulo Segundo:
Contextos
49
1.- Los números de la pobreza
1.1.- Una aproximación comparativa entre España y la Unión Europea
Las tasas de pobreza y exclusión social a nivel europeo, han sufrido un retroceso en el año
2015. Según la Oficina de Estadística Europea (EUROSTAT), las cifras han vuelto a los
valores de 2008, tras varios años de incremento. En 2015, alrededor de 119 millones de
personas, un 23,7 % de la población en la Unión Europea, estaban en situación de riego de
pobreza o de exclusión social. Esto significa que estaban, en al menos, una de estas tres
condiciones; en riesgo de pobreza, privación material severa o viviendo en hogares con baja
intensidad de empleo. Después de tres incrementos consecutivos entre 2009 y 2012 hasta
alcanzar el 25 % la proporción de personas en riesgo de pobreza o de exclusión social en la
Unión Europa, ha continuado decreciendo hasta volver al nivel de 2008 (23,7%), pero
permanece en 2015 más alta que en 2009 (23,3%).
En este contexto, la situación española no cumple el mismo patrón de comportamiento y se
sitúa en valores superiores a la media europea. Si en 2008, el porcentaje de personas en
situación de riesgo y de exclusión social era de 23,7%, en el año 2015, ese porcentaje se
incrementa hasta el 28,6 %. Es decir, en 7 años, la población en riesgo de pobreza y de
exclusión social se ha incrementado en casi 2.400.000 personas.
España, por tanto, está entre los nueve países europeos con las tasas más altas de pobreza y
de exclusión social junto a Bulgaria, Grecia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania y Rumania.
50
Gráfico 1. Tasa AROPE Europa. 2008 y 2015
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
Cabe destacar, no obstante, que la mayoría de países europeos también presentan incrementos
en el año 2015 con respecto al 2008, aunque sus evoluciones han sido desiguales. Así, por
ejemplo, a pesar de ser Bulgaria el país con mayor índice de pobreza y de exclusión social
(41,3%), ha descendido con respecto al 2008 en el que presentaba un valor superior al 44%.
No obstante, a pesar del descenso a nivel europeo de las tasas de pobreza a años pretéritos, no
se puede obviar que se trata de casi un cuarto de la población europea la que vive en estas
condiciones, a pesar de todas las estrategias políticas y medidas llevadas a cabo.
Gráfico 2. Evolución de la tasa AROPE 2008-2015. España y Europa
Fuente: Eurostat. Elaboración propia
51
Si realizamos el análisis por componentes de la tasa AROPE, se observa que a nivel europeo
el número de personas en riesgo de pobreza y el número de personas en hogares con baja
intensidad en el empleo, se ha incrementado en el 2015 con respecto al año 2008. Con
respecto a la privación material severa se ha experimentado un ligero descenso, pasando de
un 8,5% en 2008 a un 8,1% en 2015.
El comportamiento, tanto de la tasa AROPE como de sus componentes, son desiguales, tanto
en evolución como en cuantía, en los diferentes países europeos y están evidentemente
relacionados con su política interna. Si comparamos la media europea con la nacional, el
comportamiento de los componentes de la tasa AROPE son diferentes, tal y como se muestra
en la siguiente tabla.
Tabla 2
Comparativa componentes Tasa AROPE. España y Europa. 2008-2015
En riesgo de pobreza Carencia material severa Baja intensidad de empleo en el hogar
2008 2015 2008 2015 2008 2015
Europa 16.5 17.3 8.5 8.1 9.2 10.5
España 19.8 22.1 3.6 6.4 6.6 15.4
Fuente: Eurostat. Elaboración propia
España supera a la media europea en la población en riesgo de pobreza, habiéndose
incrementando con respecto al año 2008. En cuanto a la carencia material severa, España
conserva valores inferiores con respecto a Europa, pero mientras que en Europa ese valor a
disminuido con respecto al año 2008, en España se ha incrementado, casi duplicando su valor
anterior. Con respecto al porcentaje de personas en hogares con baja intensidad laboral, si
bien en 2008, la media española era inferior a la europea, esta tendencia se ha invertido en el
año 2015, experimentado un crecimiento de más del doble, pasando del 6,6% al 15,4%.
52
Atendiendo a la evolución de la tasa AROPE a nivel nacional, se observa que los valores para
el año 2015 han disminuido con respecto al año 2014, año en el que obtuvieron su máximo
valor tras una tendencia creciente.
1.2.- El empleo. Situación nacional y regional
El empleo, en términos positivos, es considerado una de las herramientas para favorecer la
inclusión social. En términos negativos, la falta del mismo es, sin duda, uno de los factores
que inciden, junto a la vivienda, la salud y la educación, en la prevalencia de la pobreza y
la exclusión social. Existe por lo tanto, “una relación directa entre desempleo y exclusión
social” (Zubero, 2006:299).
El empleo es considerado como una parte importante en la vida de los individuos y la
principal vía para la obtención de medios que garanticen la subsistencia; “la importancia del
empleo es tal que constituye el fundamento del orden social y determina ampliamente el lugar
de los individuos en la sociedad”(Meda, 2007:17).
Por ello, la pérdida del empleo no solo tiene consecuencias de tipo económico, sino también
sociales, educativas, sanitarias y psicológicas.
La baja intensidad de empleo, constituye una de las variables que conforman la actual tasa
AROPE, utilizada para medir la exclusión social, por lo que es indudable que
El trabajo constituye quizá la dimensión más importante en el estudio de los
procesos de exclusión social y pobreza por ser la principal fuente de integración
social. La remuneración del trabajo es la principal vía de obtención de rentas fami-
liares disponibles pero, además, la ocupación laboral provee importantes mecanismos
de participación y de obtención de recursos para la satisfacción de otras necesidades
vinculadas a la calidad de vida. (CES, 2001:16).
53
La situación laboral en el conjunto del territorio español con datos del primer trimestre del
2016, muestra que, a pesar de que el número de personas ocupadas ha descendido, el empleo
ha crecido, y lo ha hecho en unas 574.800 personas.
A pesar de esta cifra, la tasa de desempleo en España en el segundo semestre del 2016 se
sitúa en un 20 %, lo que supone una décima menos con respecto al trimestre anterior. Si bien
desde el año 2014 se inició un descenso de las tasas de paro, este indicador no ha repercutido,
como hemos visto, en la mejora de los niveles de pobreza.
En lo referente a la tasa de desempleo, cabe resaltar, la constante que se ha estado repitiendo
a lo largo de la evolución de la crisis económica sufrida en España desde el año 2007, con
respecto al sexo. Las tasas de desempleo femenino, superan al masculino tal y como se
muestra en el Gráfico 3. Se pueden apreciar dos aspectos fundamentales: por una parte, en los
momentos de desarrollo de la crisis, durante el periodo 2009-2012, la diferencia para ambos
sexos se acorta; por otra parte, en el momento previo a la crisis y en el actual escenario de
lenta recuperación, la diferencia entre ambos sexos se va incrementando, hecho que también
ocurre en el intervalo del año 2013, punto álgido en la evolución del desempleo. Se puede
colegir, por tanto, que “tras las crisis el empleo masculino se recupera antes que el femenino”
(Gálvez y Rodríguez, 2011:114) ya que “el escaso empleo creado se destina sobre todo a
hombres, de forma que se abre de nuevo la brecha de género, recordando una de las graves
desigualdades estructurales que persisten en el mercado de trabajo español” (Santos,
Martínez, Pérez y Viñas, 2014:199)
54
Gráfico 3
Evolución de la tasa de desempleo en función del sexo función del sexo. España, 2006-2015
.
Fuente: EPA INE. Elaboración propia
La falta de empleo provoca situaciones de empobrecimiento que afecta al conjunto de la
población, si bien, determinados colectivos resultan más afectados y los hacen
particularmente vulnerables; no cabe duda de que el desempleo puede desencadenar procesos
de exclusión social debido a la pérdida de recursos económicos para hacer frente a las
diferentes necesidades y por extensión, a la pérdida de redes sociales de apoyo, lo que
convierte al trabajo como un “hecho social total” (Meda, 2007)
A pesar de ello, “la creciente precarización del mercado laboral hace que el trabajo haya
perdido parte de su capacidad integradora y se convierta en un factor de exclusión social en el
nuevo modelo de cohesión social.”(Manzanera, 2015:24).
De este modo emerge la figura del trabajador pobre, los pobres con trabajo, el trabajador
empobrecido o la pobreza activa, que ha sido abordada por varios autores (Zalakain, 2006;
Zubero, 2006), denominado por la Unión Europea como in-work poverty y que, son las
personas ocupadas –tanto asalariados como trabajadores por cuenta propia– que pertenecen a
hogares cuya renta anual disponible se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, que se
corresponde con el 60% del ingreso neto anual familiar mediano de cada país.
55
Grafico 4
Porcentaje de trabajadores pobres. Europa y España. Años 2006-2015
Fuente: Eurostat Elaboración propia
La evolución del número de trabajadores en riesgo de pobreza ha tenido un repunte
significativo en el periodo 2014-2015 tras un periodo de cierta estabilidad, aunque aún con
valores elevados y siempre por encima de la media europea. Actualmente el porcentaje se
sitúa en el 13,1 % incrementándose 2,6 puntos con respecto al año 2013. El diferencial con
respecto a la media europea ha pasado de 2,9 puntos a 3,6 en un año, siendo España el tercer
país en el número de trabajadores pobres, solo superado por Rumania (18,8%) y Grecia
(13,4%).
La precarización laboral -traducida en términos de condiciones laborales precarias, salarios
más bajos, temporalidad en el empleo e incremento de los contratos a tiempo parcial-, el
desempleo de larga duración, el incremento de las tasas de pobreza, la disminución de las
partidas presupuestarias destinadas a Educación, Sanidad, Servicios Sociales y Empleo y el
incremento de hogares sin ingresos, constituyen el panorama general en el que se intensifica
la presencia de los Bancos de Alimentos.
56
La evolución del desempleo en la Región de Murcia ha presentado un comportamiento
creciente desde el año 2007. Si hasta esa fecha, las cifras del paro se mantuvieron más o
menos estables con leves variaciones de tipo decreciente, fue a partir del 2008 cuando
experimentaron un incremento paulatino hasta llegar a las cifras actuales.
A nivel comparativo, tal y como se recoge en el Gráfico 5, los valores de la tasa de
desempleo en la Región de Murcia, siempre han sido más elevados que la tasa de desempleo
para el mismo intervalo de la media nacional, a excepción de los años 2006 y 2007, periodo
previo a la crisis. Según se muestra en el Gráfico 5, la evolución de la tasa de desempleo en la
Región de Murcia se incrementó de manera abrupta a partir del año 2008 y siguió una línea
ascendente hasta llegar a su punto álgido en el año 2013, comportamiento similar al de la
media nacional; a partir de este año, se inicia un descenso paulatino menos acusado que el
incremento experimentado anteriormente, llegando a un valor a fecha de 2015, de un 24,62%
para la Región de Murcia y de un 22,06 % para la media nacional manteniéndose la misma
tendencia que desde 2008.
Gráfico 5
Evolución tasas de desempleo nacional y regional. 2006-2015
Fuente: EPA.INE. Elaboración propia.
57
Los últimos datos referidos al primer y segundo trimestre del 2016 apuntan a una
disminución en las tasas de desempleo, tanto a nivel nacional como regional, invirtiéndose el
diferencial entre ambas y superando por primera vez, la tasa nacional a la regional, sin
embargo, hay que considerar que aún faltarían dos trimestres para poder concluir que, en
términos anuales, el desempleo ha descendido.
En el segundo trimestre de 2016, la tasa de desempleo se sitúa en un 18,70% en la Región de
Murcia y de un 20% para el territorio nacional, quedando aún muy lejos del valor registrado
en el año 2006 (7,88%).
Al igual que ocurre con la media nacional, el desempleo femenino supera al masculino, salvo
en los años 2009-2012 coincidiendo con la expulsión del mercado laboral de los varones,
tradicionalmente vinculados al sector otrora floreciente de la construcción. Desde el 2013 se
produce un incremento del desempleo femenino alargando más la brecha existente entre
ambos.
Gráfico 6
Tasas de desempleo por sexos. Región de Murcia. 2006-2015
Fuente: ECV INE elaboración propia
58
Tal y como recoge el Gráfico 6, el desempleo femenino ha experimentado un crecimiento
progresivo desde 2007 y sitúa la diferencia entre un extremo y otro de 18,51 puntos.
El escenario que dibuja el Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM)
(2015) de la situación incluye un favorable cambio de tendencia en su economía que podría
suponer el fin de una etapa recesiva, así como, la creación de empleo, algo que sucede por
primera vez desde el año 2008. A pesar de estos datos favorables el CESRM apunta que “no
será suficiente el crecimiento económico si no favorece además el equilibrio social”
(2015:510), lo que nos da a entender que el actual contexto de lenta recuperación económica
no implica la reducción de la pobreza ni la de la desigualdad.
Destaca asimismo que el empleo creado ha sido de carácter temporal y de ocupación a tiempo
parcial, lo que califica de precariedad y ofrece las condiciones para generar lo que ha dado a
conocerse como “el trabajador pobre”. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), ha
aumentado el porcentaje de trabajadores en riesgo de pobreza y exclusión social pasando del
17,6% en 2014 al 18,1% en 2015, en la Región de Murcia.
También se incrementa el porcentaje de parados que llevan buscando empleo y no lo
consiguen durante dos o más años, es decir, los desempleados de larga duración. Según el
Gráfico 7, y teniendo en cuenta los valores anuales, la evolución de este dato ha sido
creciente desde el año 2007, iniciando una abrupta subida desde el año 2009.
59
Gráfico 7
Porcentaje de parados por tiempo de búsqueda de empleo. Más de dos años. Comparativa regional y nacional
(2006-2015)
Fuente: INE. Elaboración propia
Como se observa, la media nacional y la regional tienen un comportamiento similar con
resultados muy parecidos, salvo al inicio del intervalo en el que ese valor era más alto para la
media nacional. Sin embargo, en el ejercicio 2015, y por primera vez, la media nacional
supera a la regional.
Si atendemos a los últimos datos de los que se disponen referidos al segundo trimestre de
2016, Murcia vuelve a superar al conjunto nacional con un 44,3%, lo que supone un
incremento de 1,5 puntos con respecto al 2015. Por otra parte, para el conjunto nacional
disminuye en 1,3 puntos, con un porcentaje del 42,8%.
No obstante a las fluctuaciones aún siguen siendo cifras elevadas, constituyendo el grupo de
los parados de larga duración, uno de los colectivos más desfavorecidos; es decir, de cada
diez desempleados, casi cinco de ellos no encuentra trabajo tras más de dos años de
búsqueda.
60
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe “Perspectivas sociales y
del empleo en el mundo. Tendencias 2015” el desempleado de larga duración es un colectivo
de especial atención en las economías avanzadas, ya que corren el riesgo convertirse en
excluidos sociales
1.3.- La evolución de las condiciones de vida en la Región de Murcia
El impacto de la crisis ha propiciado un escenario cuanto menos desolador, que ha dejado
seriamente dañada la economía, el empleo y las condiciones de vida de la población. En este
contexto de situación de crisis económica cuyo origen se remonta al año 2008,
aproximadamente, se puede destacar el cambio producido en el perfil tradicionalmente
asociado a la pobreza y a la exclusión social, incorporándose aquellos grupos que se
encontraban en una situación de integración plena y eran considerados “normalizados”; así
“se pone de manifiesto la persistencia de algunos perfiles poblacionales como grupos en
riesgo de pobreza y exclusión social, la consolidación de perfiles menos tradicionales, como
es el caso de las y los “trabajadores pobres”, asociados a la precariedad y segmentación de los
mercados de trabajo, así como la aparición de nuevos perfiles de personas pobres, aquellas
que han perdido su empleo y que tienen serias dificultades para acceder a los bienes y
servicios básicos” (Ministerio de Sanidad, 2013:9). Es decir, frente a los perfiles clásicos de
pobreza, surge la nueva pobreza, a pesar de que algunos autores no la consideran nueva en
absoluto, sino más bien un resultado evidente y lógico de la evolución de las políticas
públicas sometidas a los dictados de la ideología del neoliberalismo. (Sales, 2015b). La
pérdida del empleo y, consecuentemente, la pérdida de la vivienda, han sido algunos de los
factores.
Se puede hablar que las consecuencias de la crisis han afectado de manera general a todo el
territorio nacional, aunque el impacto es desigual en cada una de las Comunidades
Autónomas (CCAA).
61
Gráfico 8
Tasa AROPE Comunidades Autónomas. 2008 y 2015
Fuente: ECV INE. Elaboración propia
Para el conjunto de CCAA y para las fechas comparadas, la tendencia siempre ha sido de
incremento, a excepción de Extremadura y de Ceuta que presentan en 2015 valores inferiores
al 2008, pero que ya partían de unos valores muy elevados. Si atendemos a las diferencias de
cada período, Murcia y Andalucía son las dos CCAA que presentan una mayor brecha entre
el año 2008 y 2015, habiéndose incrementado en más de 11 puntos.
La Región de Murcia se configura como la tercera Comunidad Autónoma con mayor número
de porcentaje de personas en situación de riesgo de pobreza y de exclusión social, precedida
de Ceuta 41,7% y de Andalucía con un 43,2%. Por otra parte, Navarra ( 13%), País Vasco
(17,6%) y Aragón (17,7%), son las tres CCAA con la Tasa AROPE más bajas. En este
sentido, Murcia ha estado siempre entre las seis CCAA con mayor nivel de pobreza,
62
ocupando el segundo lugar en el año 2014, con una Tasa AROPE que se elevó hasta casi el
45%.
Gráfico 9
Evolución de la Tasa AROPE. Murcia y España. 2008-2015
Fuente. ECV INE. Elaboración propia
A continuación se presenta la evolución de la Tasa AROPE en Murcia, en comparativa
con la misma Tasa a nivel nacional durante el periodo 2008 a 2015. Este periodo corresponde
al primer año posterior a que se iniciara la crisis económica y el año del que se disponen los
últimos datos. En un estudio previo existente se analiza la evolución de los perfiles de
pobreza y exclusión social en la Región de Murcia durante el periodo 2007-2012, así como,
la evolución de la Política Social y los recursos de apoyo social (Hernández Pedreño, 2014).
Tabla 3
Evolución de la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social (AROPE). España y Región de Murcia, 2008-2015
Año 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Nacional 23,8 24,7 26,1 26,7 27,2 27,3 29,2 28,6
R. Murcia 27,5 33,3 37,5 31,9 33,5 34,1 44,9 38,6
Fuente. INE. Elaboración propia
63
Se observa que la evolución de esta tasa a nivel nacional tiene una tendencia creciente, si bien
el incremento es progresivo y paulatino, la diferencia entre el año 2008, fecha en la que se
sitúa el inicio de la crisis y el 2015, es de 4,8 puntos.
Los datos referidos a la Región de Murcia para el mismo periodo reflejan una variación más
abrupta de la tendencia general creciente, pasando de un 27,5% en 2008 a un 38,6% en el año
2015, lo que supone un incremento de 11,1 puntos más en el periodo analizado. Ya en el año
2006, el riesgo de exclusión social para la población murciana se situaba en un 26,6%,
manteniéndose las tasas de pobreza y privación, a pesar de la bonanza económica vivida
durante los años anteriores (Hernández Pedreño, 2008:73).
Tabla 4
Comparativa Tasa AROPE por componentes. España y Murcia. 2008-2015
En riesgo de pobreza Carencia material severa Baja intensidad de empleo en el hogar
2008 2015 2008 2015 2008 2015
Murcia 24,5 31,8 5,4 9 5,5 16,1
España 19.8 22.1 3.6 6.4 6.6 15.4
Fuente: INE. Elaboración propia
La situación de Murcia con respecto a la media nacional se confirma igualmente en el
análisis por componentes de la Tasa AROPE, siendo los valores regionales muy superiores a
la media nacional. En términos de evolución, los valores se han incrementado para todos los
componentes, duplicándose para la carencia material severa y para los hogares con baja
intensidad laboral.
64
Gráfico 10
Evolución de la población en riesgo de pobreza. España y Murcia. 2008-2015
Fuente: INE. Elaboración propia
En los Gráficos, 10, 11 y 12, se aprecia que la evolución de la población en riesgo de
pobreza, con carencia material severa y en hogares con baja intensidad de empleo en la
Región de Murcia sigue un comportamiento similar, sufriendo una marcada tendencia
ascendiente desde 2008, haciéndolo de manera abrupta en determinados periodos. Así, en el
Gráfico 10 en el año 2014 se incrementó de manera importante la población en situación de
pobreza, mientras que la población con carencia material severa experimenta una subida
brusca en el año 2010 y en el año 2014. En todas las variables, la media regional es mayor
que la media nacional lo que refleja que la situación en la Región de Murcia es,
considerablemente, más negativa que en el resto del territorio nacional.
65
Gráfico 11
Evolución de la población con carencia material severa. España y Murcia. 2008-2015
Fuente: INE. Elaboración propia
La evolución de la población en hogares con baja intensidad en el empleo es también
ascendente, aunque con menos altibajos, a excepción del mismo periodo, 2014, año en el que
los tres componentes ascendieron de manera abrupta. A partir de 2015, se produce una cierta
disminución para todas las variables.
Gráfico 12
Evolución de la población en hogares con baja intensidad en el empleo. España y Murcia. 2008-2015
Fuente: INE. ECV. Elaboración propia
La privación material es la segunda forma más común de la pobreza; este valor pone
de manifiesto las dificultades económicas de los hogares. Para el INE (2016) las condiciones
66
materiales de vida, constituye una dimensión de la calidad de vida y está conformada por tres
subdimensiones: las condiciones económicas, condiciones materiales y la seguridad
económica.
Las condiciones económicas hacen referencia a los datos sobre la situación económica de los
individuos proceden de la Encuesta de Condiciones de Vida.
En cuanto a las condiciones materiales hacen referencia a las privaciones o carencias
materiales que pueden sufrir las personas y a las condiciones materiales y de acceso de la
vivienda. Se incluyen indicadores sobre privación material y privación material severa de
determinados bienes (carencia material y carencia material severa), y dificultades para llegar
a fin de mes. Los indicadores de carencia material se construyen a partir de un conjunto de
nueve ítems. Se considera que un hogar está en situación de carencia material cuando
manifiesta carencias en al menos tres de esos nueve ítems, y en situación de carencia material
severa si son al menos cuatro ítems.
Otra subdimensión de las condiciones materiales de vida es la seguridad económica,
incluyéndose indicadores objetivos tales como: retrasos en los pagos, y subjetivos como: la
incapacidad de hacer frente a gastos económicos imprevistos que reflejan los riesgos
económicos y la vulnerabilidad de los hogares e individuos, así como, su capacidad de
reacción y resistencia para hacer frente a situaciones económicas adversas a partir de la
Encuesta de Condiciones de Vida.
Nos centraremos en estas dimensiones puesto que son las que dan una visión de la situación
por la que atraviesan la población de la Región de Murcia, poniendo en perspectiva la
utilización de los Bancos de Alimentos.
67
Tabla 5
Distribución de hogares por dificultad en pasar el mes. Comparativa Nacional y Región de Murcia (2008-2015)
Fuente: INE. ECV. Elaboración propia
Como se desprende de la Tabla 5, el número de hogares en la Región de Murcia que han
tenido muchas dificultades en pasar el mes supera siempre a la media nacional, haciéndolo en
ocasiones con más de 12 puntos de diferencia, como en el año 2009. Las sumas de los
subtotales por año para la Región de Murcia, proporcionan la información del porcentaje de
hogares que tienen dificultad – en cualquiera de los grados- para poder pasar el mes. El valor
más alto corresponde al año 2015, con un total de un 77,6 % de hogares con algún tipo de
dificultad para pasar el mes, y el valor más bajo con un 68,2 % para el año 2008. En cómputo
general y como valor medio para todo el periodo, se puede estimar que casi las tres cuartas
partes de los hogares, tuvo alguna dificultad para poder pasar el mes, por lo que, solo el 25 %
no tuvo dificultades para hacerlo.
Tabla 6
Distribución de hogares por carencia material. Comparativa nacional y regional. Periodo 2008-2015
Fuente: INE. ECV. Elaboración propia.
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Con mucha dificultad Nacional 12,8 14,8 14,2 10,6 13,5 16,9 16,1 13,7 Región de Murcia 14,9 26,9 24,3 12,3 25,4 24,9 22,7 19,9 Con dificultad Nacional 17,7 17,4 17,9 17 19,1 19,8 21,2 20 Región de Murcia 20,3 23,3 25,7 30,3 20,6 23,2 22,8 24,2 Con cierta dificultad Nacional 30,4 28,2 28,0 28,7 28,3 28,3 29,1 29,4 Región de Murcia 33 23,9 27 29,8 29,7 28,9 29,6 33,5
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Carencia material (3 ítems de 9) Nacional Región de Murcia Carencia material severa (4 ítems de 9) Nacional Región de Murcia
10,1
13
3,2 4,6
12,3 22,7
4,0 6,5
14
26,8
4,5 13,4
12,7 19,5
4,4 4,9
15,1 22,6
5,5 8,7
15,3 25,4
5,6
9
16,9 28,4
6,6
11,3
15,4 20,1
6,1 8,3
68
Con respecto a la carencia material, se observa que, siguiendo la tendencia de los datos
contenidos en el resto de Tablas, el promedio regional supera a la media nacional en todo el
periodo 2008-2015. Los años 2009 y 2010, son los años con el mayor índice de carencia
material y carencia material severa, cuyos valores con respecto a la media nacional, suponen
casi 12 puntos de diferencia, lo que deja en evidencia la precaria situación de los hogares de
la Región de Murcia.
La incapacidad para hacer frente a gastos económicos es un indicador subjetivo de la
seguridad económica, una de las subdimensiones de las condiciones de vida. Tal y como se
muestra en la Tabla 7, los porcentajes de población que se ven afectados son bastante
elevados tanto en el plano nacional como en el regional, aunque, como marca la tendencia
general, los valores de la región de Murcia se distancian de la media nacional en más de 13
puntos en el año 2010.
Tabla 7
Incapacidad de hacer frente a gastos económicos imprevistos (% de población) Nacional y regional (2008-
2015)
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Nacional Región de Murcia
29,2 35,2
36,5 47,2
38,7 51,9
37,6 49,0
42,1 52,5
42,1 52,5
42,6 53,5
39,8 48,9
Fuente: INE. ECV. Elaboración propia
En el año 2015, la Región de Murcia, con un 48,9 % de población con incapacidad para
hacer frente a gastos imprevistos, se situó en cuarto lugar, por detrás de Canarias (67%),
Ceuta (63,2%) y Andalucía (55,1%).
Los retrasos en los pagos constituyen el indicador objetivo de la seguridad económica, y
tienen en cuenta los retrasos en el pago de hipotecas o alquileres, cuentas de suministros y
compras a plazos en los últimos doce meses.
69
Tabla 8
Retrasos en los pagos (% de población total)
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Nacional Región de Murcia
8,2 8,5
11,0 18,1
11,7 20,4
8,7 11,1
10,9 14,1
11,9 24,5
12,5 19,5
11,7 17,1
Fuente: INE. ECV. Elaboración propia
En este aspecto, los años 2010 y 2013, tienen los valores más elevados para la Región de
Murcia que, en su totalidad, superan a la media nacional.
Ambos indicadores, los retrasos en los pagos y la capacidad para hacer frente a los gastos
imprevistos, proporcionan una visión de la resistencia y vulnerabilidad de los hogares para
hacer frente a un riesgo económico.
Vista la evolución de las tasas de desempleo y la de las condiciones de vida de la Región de
Murcia, no es sorprendente la consolidación de los Bancos de Alimentos en Murcia, para
hacer frente a una cada vez mayor precariedad económica.
Según el estudio realizado al respecto (Hernández Pedreño, 2014 ) la influencia de la crisis
económica indicaba nuevos perfiles de exclusión social, destacando un mayor riesgo de
pobreza y exclusión entre los extranjeros no comunitarios, las personas en situación de
desempleo de larga duración o con contratos de trabajo temporales, con residencia en
viviendas de alquiler y como integrantes de un hogar numeroso, entre otros.
La pobreza y la exclusión social en la Región de Murcia, sigue una línea ascendente en el
periodo 2008-2015 al igual que en el resto del territorio nacional, aunque los valores para esta
Región se sitúan por encima de la media nacional.
Los datos sobre las condiciones materiales de vida de los hogares de la Región de Murcia,
revelan un elevado índice de población que tiene dificultad en hacer frente a pagos de
imprevistos, sufren retrasos en los pagos y manifiestan dificultad para pasar el mes,
70
destacándose las elevadas cifras de la Región de Murcia sobre la media nacional, situándose
entre las cuatro Comunidades Autónomas con peores condiciones materiales de vida.
No solo se puede hablar de situación de exclusión social, sino de situaciones de carencia
material severa y con condiciones materiales de vida que confieren gran debilidad a los
hogares, ya que los hacen vulnerables a los riesgos económicos, disminuyendo su capacidad
de resistencia y de respuesta ante imprevistos.
Asimismo, es notable el incremento en el riesgo a la vulnerabilidad que la Región de Murcia
ha ido experimentando en los últimos años según un estudio efectuado para el periodo 2005-
2009, en el que Murcia era una de las comunidades autónomas con más riesgo de
vulnerabilidad social, incrementándose ese riesgo en el periodo estudiado (Lafuente y Faura,
2012).
2.- La lucha contra la pobreza, la exclusión y el hambre
2.1.- Escenario mundial de lucha contra la pobreza
La erradicación de la pobreza y el hambre del mundo, ha ocupado un papel protagonista
en la agenda de los organismos internacionales y se ha configurado como un compromiso
político común a nivel mundial. El informe del Banco Mundial del año 2000-2001 “Lucha
contra la Pobreza”, destacaba la desigualdad como síntoma principal del escenario mundial
puesto que, a pesar de haber mejorado las condiciones humanas en el último siglo, el acceso a
dichas mejoras se producía de manera desigual, concluyendo que “nuestro mundo se
caracteriza por una gran pobreza en medio de la abundancia” (p.3).
En ese mismo año, el 13 de septiembre de 2000, la Asamblea General de Naciones Unidas
aprueba la Declaración del Milenio, donde los Estados Miembros se comprometen al
cumplimiento de una serie de ocho objetivos, inspirados en los valores fundamentales de
71
igualdad, solidaridad, tolerancia, respeto a la naturaleza y responsabilidad común, quedando
plasmados estos valores en acciones orientadas a la consecución de diversos fines. Es el
origen de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), donde la erradicación de la
pobreza extrema, entre otros objetivos, tenían un papel protagonista. Así, la declaración con
respecto a la consecución de este objetivo comenzaba
No escatimaremos esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y
niños, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema, a la
que en la actualidad están sometidos más de 1.000 millones de seres humanos.
Estamos empeñados en hacer realidad para todos ellos el derecho al desarrollo y a
poner a toda la especie humana al abrigo de la necesidad. (Naciones Unidas, 2000,
p.4).
Cuando se habla de la lucha contra la pobreza a nivel internacional, ésta aparece
indisolublemente unida a la lucha contra el hambre; se podría decir que erradicando la
pobreza se acabaría por alcance con el hambre. Si bien la mención expresa de la erradicación
del hambre no aparece en la formulación del objetivo, ésta sí queda recogida en el
planteamiento de las metas cuantificables, quedando patente que el hambre es una condición
deshumanizadora de la pobreza extrema y deja de manifiesto que “la pobreza y el hambre
están íntimamente relacionadas, […] el hambre no sólo es una de las causas de la pobreza,
sino también su consecuencia” (Programa Mundial de Alimentos, 2009:19).
Así, una de las metas del primer objetivo se plantea
Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta cuyos
ingresos sean inferiores a un dólar por día y el de las personas que padezcan hambre;
igualmente, para esa misma fecha, reducir a la mitad el porcentaje de personas que
carezcan de acceso a agua potable o que no puedan costearlo (Naciones Unidas, 2000,
p.5).
72
Para el desarrollo de esta declaración de intenciones, la comunidad internacional resolvía
crear un entorno nacional y mundial propicio y lo hacía depender, en primera instancia, de la
buena gestión de los asuntos públicos de cada país, al tiempo que instaba a una mayor
asistencia al desarrollo.
A pesar de que la crisis financiera global puso en peligro el cumplimiento de los ODM, se
obtuvieron resultados favorables aunque ninguno de los objetivos se cumplió en su totalidad;
si en 1990, casi la mitad de la población de las regiones en desarrollo vivía con menos de
1,25 dólares al día, diez años después la cifra había descendido a un 22 % (Naciones Unidas,
2014), reduciéndose hasta el 14 % en 2015. A pesar de los logros obtenidos, “el progreso ha
sido desigual a través de las regiones y de los países, dejando enormes brechas” (Naciones
Unidas, 2015b, p.8).
Una vez evaluados los ODM, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció, en
septiembre de 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuyo horizonte temporal
se situaban en el año 2030, y que comprendían 17 nuevos objetivos y 169 metas de carácter
integrado e indivisible que retomaron los OMD y ampliaron los objetivos. La esencia de la
nueva declaración consiste, en que no solo hay que alcanzar una serie de objetivos para
garantizar un entorno mundial favorecedor, sino que además hay que mantenerlo. Además de
seguir considerando la erradicación de la pobreza como base del desarrollo sostenible,
incorpora además la lucha contra la desigualdad dentro de los países, la igualdad de género,
el crecimiento económico sostenible, la preservación del planeta y el fomento de la inclusión
social. A simple vista, se constata que la Agenda 2030 es más ambiciosa que la Declaración
del Milenio, atendiendo al número de objetivos planteados. Con respecto a los ODM , se
mantienen algunas prioridades, como la erradicación de la pobreza, la salud, la educación y la
seguridad alimentaria y la nutrición, pero se incorporan amplia gama de objetivos
73
económicos, sociales y ambientales; el alcance de las metas de los ODS es universal y
afectan no solo a los países en desarrollo, sino a la totalidad de los países.
Por otra parte, comprometen las agendas económicas y políticas de cada país en pos de la
consecución del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, aunque respetando el
margen normativo de cada país, así reconocen que “los parlamentos nacionales desempeñarán
un papel fundamental en el cumplimiento efectivo de nuestros compromisos promulgando
legislación, aprobando presupuestos y garantizando la rendición de cuentas.”(Naciones
Unidas, 2015c, p.12)
Tanto la lucha contra la pobreza como la erradicación del hambre continúan ocupando un
lugar preferente en la agenda mundial; si bien aparecían como un objetivo unificado en los
ODS, se escinden en dos objetivos diferenciados ampliando las metas a la erradicación total
de la pobreza extrema y poner fin al hambre.
Tabla 9
Objetivos de Desarrollo del Milenio y Objetivos de Desarrollo Sostenible
Objetivos de Desarrollo del Milenio
Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema
y el hambre.
Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria
universal.
Objetivo 3: Promover la igualdad entre
los géneros y la autonomía de la mujer.
Objetivo 4: Reducir la mortalidad
infantil
Objetivo 5: Mejorar la salud materna.
Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el
paludismo y otras enfermedades
Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad
del medio ambiente
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades Objetivo 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos Objetivo 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos Objetivo 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos
74
Objetivo 8: Fomentar una alianza
mundial para el desarrollo
Objetivo 9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación Objetivo 10. Reducir la desigualdad en y entre los países Objetivo 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles Objetivo 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos Objetivo 14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible Objetivo 15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles Objetivo 17. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
Fuente: Naciones Unidas (2000 y 2015)
El primer objetivo a alcanzar es, el de poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el
mundo; en este sentido, ya no se hace diferencia entre pobreza extrema u otra forma de
pobreza. El segundo objetivo plantea poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y
la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, por lo que este objetivo amplia
la perspectiva del concepto “hambre”, y pretende actuar sobre el espectro de aspectos que
tienen influencia sobre la misma.
El Banco Mundial hace suyos los ODS y plantea su actuación en torno a dos
objetivos: a) poner fin a la pobreza extrema -esto es, reducir al 3% para 2030 la proporción de
75
la población mundial que vive en la pobreza extrema- y b) promover la prosperidad
compartida -es decir, incrementar los ingresos del 40 % más pobre de la población de cada
país- de manera sostenible. Introduce por tanto, no solo la reducción de la pobreza, sino el
mantenimiento de unas condiciones de vida aceptables y consolidadas en el tiempo, que
permitan salir de manera definitiva de la pobreza y la marginación.
Si bien todas las medidas del ODS son adoptadas en total consenso por los países
integrantes, cada país decide también la forma de incorporar esas aspiraciones y metas
mundiales en los procesos de planificación, las políticas y las estrategias nacionales.
Por lo tanto, se trata de medidas inspiradoras, no vinculantes, tendentes a establecer
un marco común de actuación, respetando las idiosincrasias nacionales. Así, el Banco
Mundial en su informe del año 2015 concluye que “Las estrategias que se utilicen para llegar
a los más desfavorecidos deben estar adaptadas al contexto del país y basarse tanto en
pruebas sólidas extraídas de los datos y los análisis más recientes como en las necesidades de
las personas.”(p.15) El escenario global institucional responde pues, con un firme
compromiso ideológico para luchar contra la pobreza.
A pesar de que los organismos internacionales responden con optimismo ante los logros
obtenidos tras la evaluación de los OMD, la desigualdad continúa siendo una constante
puesto que, quince años después, en su informe “La pobreza y la prosperidad compartida:
abordar la desigualdad”, expone que para poder alcanzar el objetivo mundial de poner fin a
la pobreza extrema para 2030, se considera necesario incluir medidas orientadas a reducir el
elevado nivel de desigualdad (Banco Mundial, 2016).
2.2.- Herramientas de lucha contra la pobreza
El escenario donde se articulan las políticas sociales europeas, está condicionado por los
efectos de la globalización y la gran crisis financiera sufrida. Al igual que las consecuencias
76
de ésta se dejaron notar en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la
implantación de las medidas de las diferentes estrategias europeas han estado condicionadas
por las circunstancias económicas, más allá de los compromisos adquiridos por los
diferentes países para hacer frente a la pobreza y a la exclusión social
a) La estrategia Europa 2020
Según se recoge en la introducción de la nueva Estrategia Europa 2020 (EU2020),
adoptada por la Comisión Europea (CE) en 2010, “la crisis ha echado por tierra años de
progreso económico y social y expuesto las debilidades estructurales de la economía
europea” (p.5). Es necesario pues, reparar en que tras los discursos y los acuerdos ratificados
en la CE, los resultados de las medidas adoptadas no están en absoluto garantizados. De
hecho, el contexto económico ha propiciado la situación actual y ha condicionado el
desarrollo de las diferentes políticas europeas para lucha contra la pobreza y la exclusión
social, de tal forma que la propia Comisión Europea reconoce que:
Puesto que la próxima década va estar probablemente marcada por unos
presupuestos públicos reducidos, las medidas tendrán que aumentar la eficiencia y
la confianza encontrando nuevas formas participativas de abordar la pobreza, sin dejar
de desarrollar políticas preventivas y de atender a las necesidades allí donde
surjan. (CE 2010a, pag.3).
La EU2020 se escenifica a través de unas prioridades y objetivos, asumidos de manera
colectiva como una vía de afrontamiento de la crisis. Estas prioridades van dirigidas a llevar
un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Es decir, basado en reforzar el
conocimiento y la innovación en el respeto al medio ambiente y el uso eficaz de los recursos,
y como facilitador de una economía con alto nivel de empleo que facilite la cohesión social.
77
La concreción de estas prioridades se articula en una serie de objetivos en torno al empleo, la
innovación, la educación, el clima y la energía y la inclusión social, que señalan la filosofía
de la EU2020 y que se concretan en que:
- El 75 % de la población de entre 20 y 64 años debería estar empleada.
- El 3 % del PIB de la UE debería ser invertido en I+D.
- El porcentaje de abandono escolar debería ser inferior al 10 % y al menos el 40 %
de la generación más joven debería tener estudios superiores completos.
- Debería alcanzarse el objetivo «20/20/20» en materia de clima y energía
(incluido un incremento al 30 % de la reducción de emisiones si se dan las
condiciones para ello).
- El riesgo de pobreza debería amenazar a 20 millones de personas menos. (CE,
2010a, p.5)
Como novedad, estos objetivos son cuantificables a través de indicadores, por lo que pueden
ser evaluados a fin de poder efectuar un seguimiento de los resultados y efectuar
comparaciones entre los países miembros.
Se propusieron siete iniciativas emblemáticas para catalizar los avances en cada uno de los
temas, y que incluían programas de trabajo específicos en ámbitos considerados como
motores importantes del crecimiento. A modo de resumen, el conjunto de prioridades,
objetivos e iniciativas se pueden ver en el siguiente cuadro.
78
78
Tabla 10 Estrategia 2020. Prioridades, O
bjetivos e Iniciativas
Prioridades C
recimiento inteligente
Desarrollo de una econom
ía basada en el conocim
iento y la innovación
Crecim
iento sostenible Prom
oción de una economía que haga un uso
más eficaz de los recursos
Crecim
iento integrador Fom
ento de una economía con alto nivel
de empleo que tenga cohesión social
Objetivos
Alcanzar el objetivo de invertir el 3 %
del PIB
en I+D
, en
particular m
ejorando las
condiciones para la inversión en I+D por parte
del sector privado y desarrollando un nuevo indicador
que haga
un seguim
iento de
la innovación.
Reducir las em
isiones de gases de efecto invernadero en un 20 %
en comparación con
los niveles de 1990, incrementar el porcentaje
de las energías renovables en nuestro consumo
final de energía al 20 % y aum
entar un 20 % la
eficacia en el uso de la energía.
La tasa de empleo de la población de
entre 20 y 64 años debería pasar del actual 69 %
a, como m
ínimo, el 75 %
. R
educir el
porcentaje de
abandono escolar al 10 %
desde el actual 15 % e
incrementar el porcentaje de personas de
entre 30
y 34
años con
estudios superiores com
pletos del 31 % a, com
o m
ínimo, un 40 %
. R
educir el número de europeos que viven
por debajo
del um
bral nacional
de pobreza en un 25 %
, liberando de la pobreza a 20 m
illones de personas.
Iniciativas em
blemáticas
«Unión por la innovación».
«Juventud en movim
iento». «U
na agenda digital para Europa» «U
na política industrial para la era de la m
undialización».
«Una Europa que aproveche eficazm
ente los recursos».
«Una agenda para nuevas
cualificaciones y empleos».
«Plataforma Europea contra la
pobreza».
Fuente: Com
isión Europea (2010). Adaptación y elaboración propia
De este modo, para hacer efectivo un crecimiento integrador, las iniciativas orientadas a la
formación, al empleo y a la lucha contra la pobreza, aparecen unidas puesto que todos los
objetivos están interrelacionados. La Plataforma Europea contra la Pobreza, es una iniciativa
orientada a “garantizar la cohesión social y territorial de tal forma que los beneficios del
crecimiento y del empleo sean ampliamente compartidos y las personas que sufren de
pobreza y exclusión social pueden vivir dignamente y tomar parte activa en la sociedad “.
(Comisión Europea, 2010, p.6).
En el texto primigenio de la EU2020, se orienta a la intervención que cada Estado debe hacer
para poner en marcha cada iniciativa. En el caso de la Plataforma de Lucha contra la Pobreza,
señalaba la necesidad de definir y aplicar medidas adaptadas a grupos especialmente
vulnerables y a promover la responsabilidad colectiva e individual en la lucha contra la
pobreza y la exclusión social, completándose con un adecuado despliegue de los sistemas de
seguridad social y de pensiones para lograr un apoyo adecuado a las rentas.
Asimismo, reconocida la disparidad de las situaciones de partida en la que se encuentran cada
uno de los países de la Unión Europea, se previó la adaptación de los objetivos a nivel
nacional, por lo que cada uno de los Estados miembros debe aplicar las reformas necesarias a
nivel nacional para hacer efectivos los objetivos acordados en la Estrategia 2020. Para ello,
anualmente habrán de perfilar un Plan Nacional de Reforma (PNR) que constituyen la
principal herramienta de planificación de medidas políticas y de presupuesto a adoptar, así
como, la definición de objetivos a medio plazo y su seguimiento. En este sentido, desde el
primer Plan Nacional de Reformas adoptado en el 2011 hasta el actual vigente del 2016, no
puede considerarse que haya habido mucho éxito.
En el siguiente cuadro se analizan los objetivos marcados para un crecimiento integrador y
que están relacionados con el empleo, la formación y la lucha contra la pobreza y la exclusión
social.
80
Tabla 11
Evolución Estrategia Europea 2020. Objetivos de Educación y de Lucha contra la Pobreza
Objetivos
Descripción España Europa
2009 2015 EU2020 2009 2015 EU2020
Empleo
La tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años debería pasar del actual 69 % a, como mínimo, el 75 %.
64% 62% 74% 60% 70,1% 75%
Educación
Tasas de abandono escolar prematuro por debajo del 15%
30,9% 20% 15% 14,3% 11% 10%
Al menos un 44% de las personas de 30 a 34 años de edad deberán completar estudios de nivel terciario
40,7% 40,9% 44% 32,8 38,8 40%
Lucha contra la pobreza y
la exclusión
social
Reducir al menos en 1,4 - 1,5 millones el número de personas en situación o riesgo de pobreza y exclusión social
539* 2,389* -1,4 -1,701* 1,312* - 20.000
* Diferencia acumulativa desde el año 2008, en miles de personas Fuente: Eurostat. Elaboración propia
Como se puede apreciar, los datos referidos al empleo, de los que se partía de un 69% cuando
se plantearon los objetivos de EU2020, se han ido alejando progresivamente.
Por otra parte, los objetivos referidos a la educación llevan una evolución desigual; mientras
que el abandono escolar prematuro ha tenido una evolución favorable, el segundo objetivo
referido a la población que debe completar estudios terciarios, apenas ha experimentado
evolución, estando a niveles similares a los del 2009. No obstante, arroja mejores resultados
que los previstos para la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Si se partía de una cifra
de 539.000 personas en diferencia acumulativa con respecto al año 2008, esta cifra se ha
incrementado en 2,389,000 personas más, en lugar de 1,400.000 personas menos que
preveían los objetivos de EU2020 que, a cuatro años de la fecha prevista, no parece que
81
vayan a poder cumplirse. En este sentido, la Unión Europea reconoce que no hay signos de
una mejora de la situación y que las expectativas del número de personas en situación de
pobreza permanecerán en torno a los 100 millones en el año 2020 en el conjunto de la Unión
Europea, reconociendo que “reckoning that the crisis has demonstrated the need for effective
social protection systems” (2016:162). 1
b) Los Programas Nacionales de Reformas
En España, la Política Social está unida a los objetivos estratégicos de Europa 2020; los
diferentes PNR aprobados han tenido siempre presente el diagnóstico de la situación para
plantear sus medidas, así como, las distintas recomendaciones que emite el Consejo Europeo
sobre la conveniencia de las medidas adoptadas. Las recomendaciones del Consejo se dirigen
tanto a las propuestas establecidas en los PNR como sobre el Plan de Estabilidad, instrumento
que establece el margen de actuación en materia económica que obedece al compromiso que
los Estados tienen de asegurarse de contar con una financiación sólida para sus programas de
reforma y de no alejarse de sus compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, creado
para garantizar la consolidación fiscal y el crecimiento; de este modo, los PNR y los planes
de Estabilidad se presentan semestralmente de manera conjunta y son evaluados de la misma
manera. Si bien, las recomendaciones del Consejo parecen hacer más incidencia en corregir
el déficit y aplicar estrategias presupuestarias, más que ahondar en las medidas adoptadas
para luchar contra la pobreza.
Por ello, “el avance, ha de consistir en que las garantías de los derechos sociales no queden
relegados a la vaguedad de una promesa política programática, sino que se reconozca a estos
derechos una vinculación jurídica directa” (Vicente, 2008, p.141).
1 “La crisis ha demostrado la necesidad de sistemas efectivos de protección social” (Traducción propia).
82
Tabla 12
Medidas de los Programas Nacionales de Reforma 2011-2016
PNR 2011 Junto con las medidas específicas de protección social se toman medidas relativas al empleo y a la educación que de manera transversal repercuten en la inclusión social - Plan para la Inclusión social 2011-2013 - Plan de Acción para el desarrollo de la Población gitana 2010-2012 - II Plan Estratégico de Infancia y Adolescencia 2010-2013 Las actuaciones están relacionadas con los objetivos propuestos en la iniciativa emblemática “Plataforma Europea contra la pobreza y la Exclusión social” y se articulan en cuatro bloques según su finalidad: Incrementar la renta de los hogares con miembros en edad de trabajar, promover la inclusión activa, reducir el riesgo de pobreza en determinados grupos de población y garantizar el acceso a la vivienda o un alojamiento digno.
PNR2012 Las actuaciones de este PNR van encaminadas a cubrir otros objetivos como la consolidación fiscal, la creación de empleo, la reforma de las Administraciones Públicas, restauración del canal del crédito a la actividad económica el impulso al crecimiento y a la competitividad. Se trata de reformas estructurales consideradas necesarias para seguir avanzando. En este sentido, no se recogen medidas de lucha contra la pobreza y exclusión social de manera específica.
PNR2013 Se han adoptado medidas diferentes actuando en dos frentes: medidas orientadas a la inserción laboral y actuaciones encaminadas a favorecer el acceso a los servicios básicos (servicios sociales, educación, sanidad y vivienda) . Transversalmente se incrementa la cuantía de la ayuda en el programa de recualificación profesional de las personas que agoten su prestación por desempleo y se adoptan mecanismos que permitan la reestructuración de la deuda hipotecaria y se permite la suspensión por un plazo de dos años de los desahucios de las familias que s se encuentren en situación de riesgo de exclusión - Plan de Acción sobre drogas 2013-2016 - Estrategia Nacional para la Inclusión social de la población gitana - II Plan estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2013-2016 (que hace especial hincapié en la lucha contra la pobreza infantil)
PNR2014 De manera transversal se incluyen actuaciones en materia de empleo como clave para fomentar la inclusión social - Plan Anual de Política de Empleo 2013 - Programa de Buenas Prácticas en los Servicios de Empleo - Estrategia de emprendimiento y empleo joven 2013-2016 - Plan de Acción de la Estrategia Española de Discapacidad 2012-2020 Se han llevado a cabo actuaciones en apoyo a colectivos
PNR2015 Trasversalmente, durante 2014 se adoptaron medidas para incrementar las políticas activas de empleo con medias para jóvenes y parados de larga duración con insuficiencia de recursos y se ha procedido a la implementación de la reforma de la calidad educativa Junto a las medidas estrictamente dirigidas a la inserción laboral se destacan la continuidad de otros instrumentos: - Plan Nacional de Acción para la
PNR2016 Trasversalmente se han adoptado medidas para incrementar la eficacia de las políticas de empleo y se ha continuado con la implementación de la reforma para la calidad educativa Se continúa con: - Plan Nacional para la inclusión social Estrategia Juventud 2020 y su plan de Acción 2014-2016 - Plan de Acción de la Estrategia Española de Discapacidad 2012-2020
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especialmente vulnerables: Plan Integral de Apoyo a la Familia como medida destacada del Plan Nacional de Acción para la Inclusión social 2013-2016 II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2013-2016
inclusión social 2013-2016 - La estrategia Juventud 2020 y su plan de Acción 2014-2016 - Plan de Acción de la Estrategia Española de la Discapacidad 2012-2020 - Plan de acción sobre drogas 2013-2016 - Plan Operativo 2014-2016 de la Estrategia para la Inclusión social de la población gitana 2012-2020 - II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2013-2016 - Plan Integral de Apoyo a la Familia
Plan de Acción sobre Drogas 2013-2016 - Plan Operativo 2014-2016 de la Estrategia Nacional para la Inclusión social de la población gitana en España 2012-2020 - II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2013-2016 - Plan Integral de Apoyo a la Familia
Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública. Elaboración propia.
Entre las medidas para la lucha contra la pobreza propuestas por el PNR de 2016, se
continúa con el Plan Nacional para la Inclusión social, aprobado en diciembre de 2013;
este Plan, encargado de coordinar las medidas dirigidas a garantizar la inclusión activa y
la atención a las personas en situación de especial vulnerabilidad se articula en un
conjunto de 3 objetivos estratégicos, 24 objetivos operativos y 240 medidas. Estos
objetivos estratégicos son: a) Impulsar la inclusión socio-laboral a través del empleo de
las personas más vulnerables, con una especial consideración a las familias con hijos
menores de edad en situación de exclusión social; b) garantizar la asistencia mediante
unas adecuadas políticas de rentas mínimas que asegure la cobertura de las necesidades
básicas y el acceso a unos servicios públicos de calidad; y c) garantizar la prestación de
unos servicios básicos a toda la población enfocados de forma particular hacia los
colectivos más desfavorecidos, especialmente el caso de servicios sociales, educación,
sanidad, vivienda y sociedad de la información.
De entre las 240 medidas previstas, dos están directamente relacionadas con el Fondo de
Ayuda a las personas más Desfavorecidas (FEAD) y con el suministro de alimentos. La
actuación número 70 consiste en “ Desarrollar y gestionar el nuevo Fondo Europeo de
84
Ayuda para los más Desfavorecidos para hacer frente no solo a las privaciones materiales
y a la falta de hogar, sino también, potenciando e incluyendo medidas de
acompañamiento para la inclusión social.”(Ministerio de Economía, 2013, p.74). Por otra
parte, la actuación 81, está orientada a “impulsar, en colaboración con las entidades del
Tercer Sector de Acción Social, programas de urgencia social, destinados a cubrir
necesidades básicas de las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad social tales
como: Programas destinados al establecimiento y/o mantenimiento de comedores
sociales, entregas de alimentos y otros bienes de primera necesidad -vestidos y productos
de higiene-.”(Ministerio de Economía, 2013, p. 75).
c) El Fondo de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y el Programa
Operativo
En el marco de la Estrategia 2020, de reducir en 20 millones el número de personas en riesgo
de pobreza y de exclusión social, en el año 2014 se estableció el Fondo de Ayuda Europea a
las personas más Desfavorecidas, regulado por el Reglamento de la Unión Europea 223/2014
de 11 de marzo. La necesidad de este Fondo queda bien justificada por las cifras de pobreza
europea que se han señalado y que, además de la elevada cantidad de personas que viven en
riesgo de pobreza, se encuentra el cada vez mayor número de personas que sufren privación
material severa. Su objetivo principal es el de reforzar la cohesión social, y contribuir a
reducir y a erradicar la pobreza, mediante el apoyo a los programas nacionales que prestan
ayuda no financiera al objeto de paliar la falta de alimentos, la privación material severa y/o
contribuir a la inclusión social de las personas más desfavorecidas. Asimismo, se especifica
que el FEAD contribuirá a lograr el objetivo específico de paliar las peores formas de
pobreza, previendo, además del suministro de alimentos, asistencia material básica y
actividades de inclusión social. (art. 3.1)
85
La naturaleza del FEAD es de tipo complementaria, ya que según el Reglamento, no está
destinado a sustituir políticas públicas aplicadas por los Estados miembros para combatir la
pobreza y la exclusión social. Es decir, paralelamente a la aplicación del FEAD, cada Estado
miembro deberá continuar llevando a la práctica las políticas sociales necesarias para evitar
la marginación de los grupos vulnerables.
El reparto de alimentos en la Unión Europea no comienza, sin embargo, con la aprobación
del FEAD, sino que se remonta hasta el año 1987, donde la política europea suministraba
alimentos procedentes de intervención a las personas más necesitadas de la Unión Europa.
Esta iniciativa aprobada por el Reglamento (CEE) 3730/1987 de 10 de diciembre, se basaba
en las condiciones climáticas adversas provocadas por el frío durante 1986 que propiciaron
que la Comunidad Europea aplicara durante varios meses de 1987 el suministro de varios
alimentos a organizaciones caritativas, para que éstas procedieran a su distribución entre las
personas más necesitadas de la Comunidad Europea (CE). Tras la valoración positiva de esta
iniciativa llevada a cabo por los Estados Miembros y la reflexión acerca de la potencialidad
que tenía la CE de contribuir al bienestar de los ciudadanos con más necesidad, se vio la
conveniencia de elaborar un texto único con base jurídica que facilitara la realización y
organización de medidas similares en cualquier momento. Este Reglamento sobre ayuda
alimentaria establecía las normas generales siendo su articulado breve, tan sólo siete artículos,
y sin descripciones ni definiciones de acerca qué organizaciones podían repartir alimentos,
sino que preveía la distribución a determinadas asociaciones designadas por cada Estado
miembro, refiriéndose a ellas en el texto como organizaciones caritativas. Tampoco ahondaba
en el perfil de las personas beneficiarias, a las que se refería como las personas más
necesitadas de la Comunidad. Posteriormente se aprobó el Reglamento 3744/1987 que
establecía las normas específicas en el suministro de alimentos previsto; en este sentido, se
seguía considerando a las personas beneficiarias de la distribución de alimentos como las más
86
necesitadas de la Comunidad, aunque se instaba a los Estados Miembros a que en su
planificación incluyera, además de las cantidades estimadas de productos alimenticios que se
retiraría mensualmente de los organismos de intervención, los períodos en los que se
realizaría la distribución, así como la forma de distribución, los criterios en base a los cuales
se determinaría quiénes eran los beneficiarios.
Los Programas Operativos
La aprobación del Reglamento que regula el FEAD, conllevó la preparación y presentación
de los Programas Operativos por parte de cada uno de los Estados miembros para llevar a
cabo las disposiciones previstas, que, en el caso de España, fue aprobado el 17 de diciembre
de 2014.
Tal y como prevé el Reglamento 223/2014 del Parlamento Europeo, “los Programas
Operativos de los Estados miembro deben identificar y justificar las formas de privación
alimentaria y/o material que deben abordarse y/o las actividades de inclusión social que
se financiarán”. (párr. 13). En este sentido se especifican dos tipos de Programa
Operativo, pudiendo los Estados Miembros adoptar uno u otro.
1. El Programa Operativo I es el programa operativo de alimentos y/o asistencia
material, el cual distribuye alimentos y asistencia material básica combinada, y
cuando proceda con medidas de acompañamiento, siendo este modelo el adoptado por
España. La selección de este modelo se debe al incremento del número de personas
beneficiarias en el anterior Plan de Ayuda Alimentaria, que según el Fondo Español
de Garantía Agraria (FEGA) superó un 217% en el período 2008-2012, lo que deja de
manifiesto que la alimentación constituye una necesidad prioritaria
2. El Programa Operativo II se denomina además “Programa Operativo de Inclusión
Social de las personas más desfavorecidas”, e incluye las actividades ajenas a las
medidas activas del mercado laboral- en este sentido hay que recordar el carácter
87
complementario que tiene el FEAD sobre las medidas ya existentes, responsabilidad
de los Estados- consistentes en asistencia no financiera y no material, dirigidas a
favorecer la inclusión social de las personas más desfavorecidas.
Financiación y dotación presupuestaria
Para la gestión del Programa Operativo, se prevé una cofinanciación de un 85 % con cargo al
FEAD y un 15 % con cargo al presupuesto nacional. La dotación del FEAD para España para
el periodo 2014-2020 es de 499.900.000 €, tal y como se recoge en el Anexo III del
Reglamento que regula el FEAD. España es el segundo país con la dotación económica más
elevada, después de Italia, seguido de Francia, Polonia, Rumania y Grecia.
Colectivo específico de intervención
Si la anterior normativa se refería al colectivo al que se dirigía la intervención, como “las
personas más necesitadas de la Comunidad”, en el Reglamento 3149/92 de 29 de octubre de
1992 que deroga el anteriormente citado, especifica lo que se entiende como «personas más
necesitadas», siendo
las personas físicas, individuos y familias o agrupaciones compuestas por estas
personas, cuya situación de dependencia social y financiera está constatada o
reconocida en función de los criterios de elegibilidad adoptados por las autoridades
competentes, o juzgada con relación a los criterios practicados por organizaciones
caritativas y aprobados por las autoridades competentes. (art. 1.3)
Con esta definición se ampliaba el concepto anteriormente vigente e introducía, por un lado,
el reconocimiento a nivel individual, familiar y comunitario de las situaciones de
dependencia social y financiera. Esta dependencia fue también un concepto nuevo
introducido que dista de los términos que actualmente se manejan, como privación material
88
severa o en riesgo de exclusión social. Se sigue insistiendo en el atributo de las
organizaciones al calificarlas de “organizaciones caritativas” y en la constatación por parte de
las autoridades competentes de la veracidad de las situaciones de “dependencia social y
financiera”.
Esta definición de “persona más necesitada” continua vigente en el Reglamento 807/2010 de
14 de septiembre que deroga el anterior; asimismo, prevé la distinción entre beneficiarios y
destinatarios finales, teniendo tal consideración las organizaciones caritativas cuando
garanticen la distribución real de los productos alimenticios en el nivel local donde residen
las personas más necesitadas; cómo se observa, se continúa con la consideración de la
naturaleza “caritativa” de las organizaciones.
En el actual Reglamento que rige el FEAD, se introduce el término “personas más
desfavorecidas”, definiendo en su artículo 2.2, como tal a
Las personas físicas, ya sean individuos, familias, hogares o grupos compuestos por
estas personas, cuya necesidad de asistencia se haya establecido con arreglo a criterios
objetivos que hayan sido fijados por la autoridades nacionales competentes en
consulta con las partes interesadas pertinentes, evitando los conflictos de intereses, o
determinados por las organizaciones asociadas y aprobados por esas autoridades
nacionales competentes, y que podrán comprender elementos que permitan definir
como destinatarios las personas más desfavorecidas de determinadas zonas
geográficas.
En la Resolución de 25 de febrero de 2015 (RES 25/2/2015) del Fondo Español de Garantía
Agraria, (FEGA), profundiza y amplia la definición del colectivo hacia el que van dirigidas
las actuaciones del FEAD, definiendo como personas más desfavorecida a
89
Los individuos, familias hogares, o grupos que se encuentren en situación de pobreza
económica, así como las personas sin hogar y otras personas en situación de
vulnerabilidad social. (art.2.1)
La novedad, con respecto a la normativa comunitaria, que no lo prevé, es que estas
situaciones, de pobreza económica y de vulnerabilidad, deben acreditarse por escrito a través
de un Informe Social de los Servicios Sociales Públicos, o de profesionales que tengan
funciones asimiladas y que trabajen en las organizaciones participantes.
Las Organizaciones Asociadas de Distribución (OAD) y las Organizaciones Asociadas
de Reparto (OAR)
Con respecto a las Organizaciones Asociadas, el Reglamento del FEAD se refiere a éstas
como “organizaciones sin ánimo de lucro” que entreguen los alimentos y/o cuando proceda,
la asistencia material básica a las personas más desfavorecidas, junto con medidas de
acompañamiento, directamente o a través de otras organizaciones asociadas, o emprendan
actividades encaminadas directamente a su inclusión social. (Art. 2.3).
En este sentido, en la RES 25/2/2015 del FEGA, por el que se establecen el procedimiento
para designar a las organizaciones asociadas, diferencia entre las Organizaciones Asociadas
de Distribución (OAD) y las Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR). Ambas siguen
definiéndose como organizaciones sin ánimo de lucro distinguiéndose, sobretodo, por su
ámbito de actuación. Las OAD son de dimensiones nacionales y reciben los alimentos de las
empresas suministradoras, y las distribuyen a las OAR.
La normativa exige que las OAD sean de ámbito nacional, estén legalmente constituidas, no
tengan ánimo de lucro y que no sean sociedades mercantiles; entre otros requisitos, deben
tener la capacidad suficiente, a nivel operativo y financiero, para poder almacenar los
alimentos, poder distribuirlos y poder realizar un seguimiento de las diferentes OAR a las que
90
reparten los alimentos, así como, acreditada experiencia previa en el reparto de alimentos.
Tanto éstas como aquellas, han de tener estatutos afines a la prestación de asistencia social de
personas desfavorecidas.
En este sentido, las OAD asignadas para la distribución de alimentos en España para 2015
son: Cruz Roja y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). En la Región
de Murcia hay tres OAD distinguidas: a) Cruz Roja b) Banco de Alimentos del Segura y c)
Banco de Alimentos de la Región de Murcia, en Cartagena; éstas últimas integradas en la
FESBAL.
Por otra parte, las OAR, entregan directamente los alimentos a las personas más
desfavorecidas, bien mediante entrega de lotes de comidas, o mediante la elaboración de
comidas preparadas para ser consumidas en sus instalaciones, denominándose como “unidad
de consumo”; a este tipo corresponde las entidades del tipo de comedores sociales,
residencias de ancianos, casas de acogida o comunidades terapéuticas, entre otros.
Los requisitos previstos en la normativa para las OAR ponen el acento en el carácter gratuito
del reparto, así como, el aspecto voluntario y altruista del mismo. Además de los aspectos
genéricos con respecto la capacidad administrativa y operativa para poder llevarlo a cabo, se
establece un número mínimo de 10 personas atendidas para poder ser consideradas como
OAR. Las OAR, en general, no tienen como única función repartir alimentos; en la mayoría
de los casos son organizaciones con una existencia y funcionamiento previos, con objetivos
y fines diferenciados, con actuaciones dirigidas a diversos colectivos, que ha asumido,
además de las propias, la función de repartir alimentos procedentes del FEAD. En ocasiones,
y precisamente por mantener un contacto más directo con la población a la que reparte los
alimentos, las diferentes OAR son asimiladas a los Bancos de Alimentos, produciéndose
confusión al respecto.
91
La obligación de realizar las medidas de acompañamiento necesarias previstas en el
Programa Operativo I (POI) orientadas a paliar la exclusión social, recae pues sobre las OAR,
estando prevista en el apartado 8.b de la RES 25/2/2015. En este sentido, las medidas de
acompañamiento aparecen definidas en el Reglamento del FEAD como
Actividades desarrolladas con carácter adicional a la distribución de alimentos y/o
asistencia material básica, con el objetivo de paliar la exclusión social y/o abordar las
urgencias sociales, de una forma que favorezca más la autonomía y más sostenible
como, por ejemplo, orientación sobre una dieta equilibrada y asesoramiento sobre
gestión presupuestaria (p.8)
En la RES/25/2/2015 del FEGA también se definen las medidas de acompañamiento de una
forma algo más genérica como: “el conjunto de actuaciones dirigidas a favorecer la inclusión
social de las personas más desfavorecidas destinatarias de la ayuda alimentaria.” (art. 2.4.).
Sin embargo, concreta como medida de acompañamiento básica la información de recursos
sociales, siendo esta información no elaborada en principio por la OAR sino por el Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; de este modo, las medidas de acompañamiento
realizadas por las OAR en el marco de la normativa del FEGA se ciñen exclusivamente a
proporcionar la información acerca de los recursos sociales, si bien, algunas de las OAR
pueden llevar a cabo otras medidas de acompañamiento que se enmarcan dentro del conjunto
de actuaciones que, como entidad con fines y trayectoria previa, ya venían realizándose, sin
que se puedan considerar actuaciones propias dirigidas a los beneficiarios y/o usuarios del
FEAD, quedando pues, en función de la capacidad de las OAR ampliar o no, las medidas de
acompañamiento.
Como respuesta a la dificultad de algunas OAR de afrontar medidas de acompañamiento
diferentes a las de la mera información sobre recursos sociales, se aprobó el Real Decreto
603/2016 de 2 de diciembre que otorga subvenciones directas a las OAR para llevar a cabo
medidas de acompañamiento complementarias. La normativa destaca que estas medidas de
92
acompañamiento son indisociables de la distribución de alimentos, o lo que es lo mismo, que
las medidas de acompañamiento subvencionadas con cargo a las cuantías previstas en el RD
603/2016, están destinadas a las personas beneficiarias del reparto de alimentos que se lleven
a cabo en cada OAR.
El objetivo que se prevé con estas medidas de acompañamiento, es el fomento de la inclusión
social de las personas más desfavorecidas y destaca el carácter excepcional por razones de
tipo social y humanitario, de la concesión directa de dichas subvenciones, lo que deja de
manifiesto la envergadura de la situación de pobreza y de exclusión social por la que
atraviesan las personas beneficiarias del reparto de alimentos.
Las actuaciones a financiar con cargo a las subvenciones previstas en el RD 603/2016, se
encuentran recogidas en su articulado y se concretan en las siguientes:
a) Información individualizada y orientación personalizada sobre los recursos sociales,
de empleo, sanitarios, educativos, etc., que se ajusten a las necesidades recogidas en el
Informe Social y actualizadas en entrevistas específicas de seguimiento; así como,
derivación directa de las personas más desfavorecidas que reciben la ayuda alimentaria
a dichos recursos, previa concertación de cita con los mismos, por parte de la OAR.
b) Acciones que conduzcan a la inserción socio-laboral: orientación y asesoramiento
para el empleo; intermediación laboral; formación y cualquier otra actuación que
mejore las condiciones de acceso al mercado de trabajo de las personas más
desfavorecidas que reciben la ayuda alimentaria.
c) Organización de sesiones informativas grupales sobre el acceso a los recursos
existentes, así como, a las ayudas económicas.
d) Información general sobre nutrición, dieta equilibrada y alimentación saludable.
e) Asesoramiento en economía familiar, contemplando actuaciones de formación y
orientación en gestión eficaz del presupuesto familiar, gestión del endeudamiento y
93
sobreendeudamiento, ahorro energético en hogares, préstamos hipotecarios y
personales.
f) Actuaciones que favorezcan la participación en las medidas de acompañamiento
indicadas en los párrafos a) a e) anteriores, a las personas con responsabilidades
familiares -familias monoparentales especialmente-, como pueden ser el acceso a
servicios de cuidado de menores y atención a personas en situación de dependencia.
(art. 5)
De las medidas de acompañamiento previstas en la normativa, se desprende el acento puesto
en las medidas que tienen que ver con la información - sobre todo acerca de recursos
existentes - y con la formación - orientada al acceso al mercado laboral y sobre economía
doméstica y nutricional.
d) Los Bancos de Alimentos La implantación de los Bancos de Alimentos como respuesta, - no a la escasez de alimentos
puesto que estamos inmersos en una sociedad donde la oferta alimentaria, junto al despilfarro
es notoria, sino a la dificultad de acceso a los mismos por motivos puramente económicos de
sectores de población desfavorecidos-, no es novedosa. De hecho, la consolidación de los
mismos, así como, el incremento del número de beneficiarios o usuarios, dan que pensar. Por
un lado, ante la pregunta de si ¿..se pasa hambre en España?, cabría reflexionar que,
precisamente, la existencia de los Bancos de Alimentos constituye una respuesta afirmativa
tácita a dicha cuestión. Por otra parte, si ..¿la solución a la dificultad en el acceso a los
alimentos debe de provenir de los Bancos de Alimentos o constituye más bien una
responsabilidad de los poderes públicos?.
Para Riches (1986), la existencia de Bancos de Alimentos representaba el resurgimiento de la
caridad en tiempos difíciles, y además, apuntaba al fallo del sistema de Seguridad Social. Al
94
mismo tiempo, se reflexiona sobre si, lo que se considera como caridad alimentaria,
constituye una respuesta práctica y efectiva para luchar contra el hambre y la pobreza
(Riches y Silvasti, 2014).
El primer Banco de Alimentos surgió en Fénix, Arizona, en 1967, a través de la iniciativa de
John Van Hengel quien fundó el Banco de Alimentos de Santa María, aún en funcionamiento.
Unos diez años después, en 1977, los Bancos de Alimentos se habían extendido por 18
ciudades del país. En 1979, se creó Second Harvest que pretendía organizar al conjunto de
Bancos de Alimentos creados, cambiando su nombre en el 2008 por el de Feeding América
(www.feedingamerica.org), que es una red nacional que aglutina 200 bancos de alimentos en
50 estados americanos.
El movimiento de creación de Bancos de Alimentos llegó a Europa, creándose en París el
primer Banco de Alimentos, en 1984. Francia y Bélgica fueron los promotores de la creación
de la Federación de Bancos de Alimentos de Europa (FEBA)
(http://www.eurofoodbank.org/) que se constituyó en 1986, siendo su objetivo
contribuir a la reducción del hambre y la malnutrición en Europa, a través de la lucha
contra el desperdicio de alimentos y la llamada a la solidaridad, mediante el
apoyo y el desarrollo de bancos de alimentos en los países donde más se necesitan.
La incorporación de países europeos a la FEBA se ha producido de manera paulatina. Así,
entre 1988 y 1996 se incorporaron al FEBA los bancos de alimentos de España, Italia,
Portugal, Irlanda, Polonia y Grecia; entre los años 2001 y 2009, se incorporaron
Luxemburgo, Países Bajos, Hungría, Eslovaquia, República Checa, Reino Unido y Lituania.
Los últimos en incorporarse fueron Suiza en el 2011, Dinamarca y Estonia en el 2012,
Bulgaria y Ucrania en el año 2013, Noruega en 2014 y Austria en 2015. En total, son 23 los
95
países incorporados al FEBA con, aproximadamente, 257 Bancos de Alimentos repartidos
por toda Europa.
La FEBA, a su vez, mantiene una estrecha relación de trabajo con la Global Food Banking
Network (Red Global de Bancos de Alimentos-GFN) que es una organización internacional
sin fin de lucro que lucha contra el hambre mediante la creación, apoyo y fortalecimiento de
los 792 Bancos de Alimentos en todo el mundo.
El primer Banco de Alimentos en España se creó en Barcelona, en 1989. Posteriormente en
el año 1995, se constituyó Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que
coordina y orienta todos los Bancos. Actualmente en España existen 56 Bancos de
Alimentos, a lo largo de todo el territorio nacional. Tal y como se desprende de los Estatutos
de la FESBAL, ésta se constituye como una Asociación, sin ánimo de lucro, con capacidad
jurídica y de obra, creada al amparo de la Ley 1/2002 reguladora del derecho de Asociación.
Además de los Estatutos, su funcionamiento se rige por la Carta Fundacional de los Bancos
de Alimentos de Europa que se basa en el voluntariado, en la lucha contra el despilfarro
alimentario, la distribución gratuita a entidades que trabajan directamente con las personas
empobrecidas y el rechazo a la supremacía del dinero, promoviendo una solidaridad activa y
responsable.
En Murcia, el primer Banco de Alimentos fue creado en 1995. El Banco de Alimentos de la
Región de Murcia (BARM) está ubicado en Cartagena; posteriormente, en 2009 se creó un
segundo Banco de Alimentos –del Segura- ubicado en Murcia (BASMUR), que se incorporó
a la FESBAL en el año 2012. Según la página web de BASMUR (www.basmur.es), la
entidad se define como una asociación sin ánimo de lucro con unos objetivos:
-Luchar contra el hambre y el despilfarro.
-Utilizar los excedentes alimentarios.
-Reducir la exclusión social y ayudar a las personas necesitadas.
96
-Aprovechar los alimentos perecederos utilizándolos como recursos solidarios.
-Hacer realidad el derecho humano a una alimentación suficiente y saludable.
-Contribuir a crear un mundo más sostenible maximizando el aprovechamiento de
los recursos.
En líneas generales, la expansión de los Bancos de Alimentos no es un fenómeno aislado ni
circunscrito tan solo a un país o a una determinada ciudad. Tal y como se desprende de los
datos existentes en la página de Feeding América, los Bancos de Alimentos han
experimentado un fuerte crecimiento, iniciado en la década de los años 80 y 90 hasta llegar a
los doscientos actuales solo en Estados Unidos. En Europa la progresión, aunque más tardía
ha sido igual. Si el primer Banco se creó en París en 1984, en treinta años, se han creado 257
Bancos de Alimentos distribuidos por toda Europa. Si atendemos a los años de creación, su
auge no se produce de manera exclusiva dentro de los periodos considerados de crisis o
recesión económica que afectó a Europa, sino que varios de ellos fueron concebidos en
periodos de bonanza económica.
97
98
2ª Parte
EL PROGRAMA OPERATIVO
DE REPARTO DE
ALIMENTOS EN LA REGIÓN
DE MURCIA: SU EFICACIA
99
Capítulo Tercero:
Objeto,
Objetivos, Hipótesis y
Metodología
100
1.- Objeto de la investigación
Esta investigación surge por el interés que suscita la existencia de un recurso creado para
cubrir una necesidad básica y elemental, como es la alimentación. El análisis desde el punto
de vista del recurso, a nivel cuantitativo y cualitativo, resulta necesario para conocer su
situación actual y determinar su alcance.
En este capítulo se detalla el objeto de la investigación, así como, los objetivos en los que se
concreta el desarrollo de la misma; se describe, asimismo, la metodología utilizada en
función de los objetivos a cumplir, así como, las diferentes técnicas adoptadas. Por último, se
detallan las fases de la investigación y el diseño del análisis cuantitativo y cualitativo. Éste
último integrado por las entrevistas realizadas tanto a los técnicos y profesionales del ámbito
institucional- de las Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR) y Organizaciones
Asociadas de Distribución (OAD) -, como a los usuarios beneficiarios del Programa
Operativo del FEAD.
La satisfacción de todos los derechos sociales, económicos y civiles están condicionados por
la satisfacción de las necesidades consideradas básicas. Resulta obvio que sin la debida
protección ante la vida, no sería posible ejercer el resto de derechos. Otros derechos pueden
ver mermados la plenitud de su ejercicio si no existen unas condiciones favorables; así, sin
una correcta alimentación, puede verse menoscabado el derecho a la Educación o el derecho
a la Salud y por ende, el acceso a un empleo remunerado.
El derecho a la Alimentación, pues, constituye un derecho básico sin cuya satisfacción plena,
se compromete seriamente el acceso al resto de derechos.
De manera resumida, los objetivos de la Política Social pretenden dar respuesta a las
necesidades sentidas por la ciudadanía, cuya satisfacción plena conduciría al bienestar de la
sociedad. En este sentido, “se entendería que el Bienestar es el bien a promover y a proteger
por parte de la Política Social” (Fantova, 2014:56). Esta concepción de Política Social, cuyo
101
objetivo es promover y proteger el bienestar de la ciudadanía, lleva aparejado la
responsabilidad sobre quien recae la obligación de garantizar la satisfacción de dichas
necesidades. En este caso, el Estado, a través de las instituciones públicas y, en ocasiones,
privadas, promueve y gestiona las medidas necesarias para hacer efectivos los derechos de los
ciudadanos. Para Molina (2007), la Política Social es, principalmente, una actividad
eminentemente estatal que tiende a estructurarse institucionalmente y que se realiza de
manera jurídica, dando carácter a una época histórica.
Las necesidades, cuando transcienden la individualidad y son sentidas por parte de la
sociedad, se convierten en objetivo de Políticas Públicas. En el caso de la alimentación, se
trata de una necesidad básica, de un derecho, cuya protección en la Constitución Española no
tiene un tratamiento específico por cuanto se pudiera pensar que, en sociedades maduras
democráticamente y consideradas avanzadas, la carencia de alimentos no deja de ser un
“problema puntual”.
Actualmente, y tras observar las cifras de la pobreza para el año 2015, que asciende al 31,8%
para la Región de Murcia según el INE, la carencia de alimentos, o en este caso, la dificultad
del acceso a los mismos, adquiere una entidad que trasciende la individualidad o la
consideración de problema social que solo afecta a una mínima parte de la población.
En este punto, la respuesta del Estado a las garantías con respecto al acceso a los alimentos,
se concreta -entre otras medidas de tipo transversal, como pudiera ser la mejora de políticas
de empleo-, en medidas que se consideran “asistencialistas” y que se traducen, en
proporcionar alimentos a aquellas personas más desfavorecidas que no tienen garantizado el
acceso a los mismos por diversos motivos, interviniendo en la consecuencia del problema y
no en la causa del mismo.
Los colectivos más desfavorecidos, las personas en situación de exclusión social, son el
colectivo diana de las políticas sociales encaminadas a la satisfacción de las necesidades
102
alimentarias; sin embargo, no podemos obviar, que las consecuencias de la crisis económica
que padece Europa y España en concreto, desde aproximadamente el año 2007, ha dejado en
la pobreza económica a un elevado número de personas cuyo perfil no se ajusta
necesariamente al perfil de la exclusión social, sino que lo ha abocado a una situación de
riesgo de padecerla. No se trataría tan solo de carencia de formación, experiencia laboral, o
ausencia de apoyos familiares, ni incluso, en ocasiones de carencia de empleo, sino de
precarización laboral que lleva a muchas familias a precisar apoyo para acceder a los
alimentos. En este sentido, el Reglamento 223/2014 que regula el Fondo de Ayuda Europea
para las Personas más Desfavorecidas, insiste en el papel asistencialista del recurso al
designar a las OAD participantes como “Organización Caritativa”, así como, en la
categorización de los colectivos a los que va dirigido como de riesgo de exclusión,
proponiendo además la certificación de tal condición.
Se podría considerar que una situación principalmente de carencia económica como resultado
de una crisis acuciante y prolongada en el tiempo, así como, la aplicación de recortes en el
gasto social, es la opción única en el discurso de la Política Pública en la salida de la crisis,
presionados por la austeridad y el equilibrio fiscal, (Arriba, 2014). Se transforma en
“estigmatización” de una parte de la población que no puede acceder de manera continua a
los alimentos, lo que algunos han llamado “el delito de ser pobres” (Sales, 2014) .
El objeto de este trabajo se va a centrar en describir la situación actual de la ayuda
alimentaria distribuida por los Bancos de Alimentos, con cargo al Programa Operativo del
Fondo de Ayuda Europea a las Personas más Desfavorecidas y facilitada por las
Organizaciones Asociadas de Reparto, así como, determinar la eficacia del recurso para
satisfacer la necesidad de alimentos. De igual forma, también tiene como objeto ampliar el
conocimiento del perfil de las personas que acuden a este recurso. No va a ser objeto de
estudio la descripción de las estructuras organizativas de los Bancos de Alimentos y de cada
103
una de las entidades de reparto, ni profundizar en las normas de funcionamiento de éstas ni
los procesos administrativos que siguen para la distribución de alimentos.
2.- Objetivos e hipótesis de la investigación Tras la revisión de fuentes documentales, principalmente bibliográficas y hemerográficas,
se han definido los conceptos de pobreza, exclusión social, vulnerabilidad y hambre que
sustentan parte de esta investigación. También se ha ampliado el espectro teórico, abordando
cuestiones como la configuración del derecho a la alimentación, de los derechos humanos y
su protección, así como, las diferentes herramientas que son utilizadas a nivel internacional y
nacional para luchar contra la pobreza y la exclusión social y por extensión contra el hambre.
Para la contextualización de esta investigación también se ha procedido a consultar fuentes
estadísticas oficiales, para conocer la situación de la población de Región de Murcia en
términos de variables socioeconómicas, que justifican el objeto de esta investigación.
El objetivo general de esta investigación es analizar el alcance o impacto que este recurso
supone, para hacer efectivo el derecho a la alimentación y para prevenir situaciones de
exclusión social y/o para favorecer la inclusión social. Para la aproximación a este objetivo
general se realizarán diversos análisis. El primero de ellos se centra en los datos facilitados
por el Banco de Alimentos del Segura (en adelante, BASMUR), donde se comprobará su
incidencia geográfica en la Región de Murcia, así como, el impacto en cifras de este recurso,
estableciendo una comparativa con la población de cada municipio y los índices de pobreza y
desempleo regionales. El segundo de ellos, se centrará en el análisis discursivo de las
entrevistas realizadas a una muestra de usuarios del recurso, a fin de profundizar en su perfil
y en la percepción que tienen del mismo, como medio para garantizar su acceso a los
alimentos. Otro de los análisis se centrará en el discurso de los profesionales de las distintas
OAR, a fin de ampliar el conocimiento sobre el perfil de los beneficiarios y conocer las
104
medidas de acompañamiento propuestas en la Resolución que regula el procedimiento de
distribución de alimentos, así como, su eficacia.
Para hacer efectivo este objetivo general se han establecido los siguientes objetivos
específicos:
1.- Conocer el alcance de la distribución de alimentos en la Región de Murcia, a cargo
del Programa Operativo de ayuda a las Personas más Desfavorecidas financiado por el
FEAD.
2.- Profundizar en el conocimiento del perfil del beneficiario del Programa Operativo
en la Región de Murcia.
3.- Determinar la eficacia del reparto de alimentos, como recurso para paliar la
situación de pobreza alimentaria y favorecer la inclusión social de las personas beneficiarias.
4.- Profundizar en la representación que tanto beneficiarios como profesionales tienen
sobre aspectos íntimamente vinculados con el derecho a la alimentación, y que pueden
condicionar tanto la concepción del problema como el alcance de la ayuda ofrecida.
La distribución de alimentos con cargo al Programa Operativo del FEAD, a través de las
distintas OAD y OAR, está constituida como un recurso para favorecer la inclusión social y
cubrir una necesidad básica como es la alimentación. La hipótesis es que, en primera
instancia, el perfil de las personas que acceden al recurso no se corresponde en exclusividad
con personas en situación de exclusión social, sino más bien a personas en situaciones de
carencia económica, motivada por situación de desempleo prolongado o por la existencia de
una precarización laboral. Otra hipótesis de partida es, que la eficacia del recurso para paliar
la necesidad de alimentos puede verse comprometida por el desajuste entre la necesidad
105
existente y los alimentos distribuidos. También se plantea la hipótesis de que la eficacia del
recurso como respuesta para favorecer la inclusión social puede verse limitado por las
medidas de inclusión básicas propuestas, consistentes en la información de recursos. A partir
de la valoración por parte de los usuarios del recurso, así como, la de los técnicos de las
OAR vinculados al procedimiento de reparto y de derivación para la obtención de alimentos,
se intentará responder si resulta suficiente para hacer efectivo el derecho a la alimentación y
favorecer la inclusión social.
3.- Metodología de la Investigación
3.1.- Criterios en la elección de metodología
A la hora de abordar esta investigación desde una perspectiva metodológica, no se puede
obviar la polémica existente entre el método cuantitativo y cualitativo del cual se hacen eco
diversos autores (Conde, 1990; King, Keohne y Verb, 2000; Ruiz-Olabuénaga, 2007; Olaz,
2008; Flick, 2015). Polémica que, según Ruiz-Olabuénaga (2007) “lejos de atenuarse, parece
acrecentarse día a día” (p.11).
A pesar de esta polémica, no parecen ser dos métodos totalmente opuestos o excluyentes
ya que “En las ciencias sociales, la investigación, ya sea cuantitativa o cualitativa, tiene dos
objetivos, describir y explicar. Unos investigadores se proponen describir el mundo y otros
explicarlo, y ambos propósitos son esenciales” (King et al., 2000, p. 45).
De otra manera se expresa, Álvarez-Gayou (2003), para quien la investigación cuantitativa
busca medir y cuantificar para poder extraer inferencias o generalizaciones, mientras que la
investigación cualitativa busca explicar y comprender las interacciones y los significados
subjetivos individuales o grupales.
Algunas de las características del método cualitativo son compartidas por varios autores,
106
así, Taylor y Bogdan (1987) y Ruiz-Olabuénaga (2007) señalan con respecto al método
cualitativo, que su procedimiento es más inductivo que deductivo y su orientación tiende a
ser holística. Además “su objetivo es la captación y reconstrucción de significado […] Su
lenguaje es básicamente conceptual [...] Su modo de captar la información no es estructurado
sino flexible y desestructurado.” (Ruiz-Olabuénaga, 2007:23). A modo de conclusión, para
varios autores, la investigación cualitativa es un arte (Taylor y Bogdan, 1987; Galeano, 2004;
Tójar, 2006) porque "realizar este tipo de investigación requiere tener una visión del mundo,
un talento creativo, ser receptor y transmisor de emociones y todo ello desde una perspectiva
estética, emocional e intelectual" (Tójar, 2006:145).
Pese a las diferencias que partidarios de una u otra corriente metodológica esgrimen para
hacer valer su hegemonía -tales como la visión del mundo que utilizan, el plan de trabajo, los
modos de recoger y de analizar la información almacenada, hasta llevar esta distinción a
niveles extremos casi irreconciliables-, la mayoría de los autores adoptan una postura más
equilibrada destacando la validez de ambas metodologías dependiendo de la situación y del
caso de que se trate, así como, la compatibilidad entre ambas, recomendando incluso su
combinación (Ruiz-Olabuénaga, 2007). En este sentido, se pronuncia Olaz (2008) para el que
el debate entre lo cuantitativo frente a lo cualitativo, “parece solventado a favor de una
convergencia metodológica” (p.21). Sin embargo, “el uso de “métodos mixtos” se ha
convertido en un tema controvertido en la actualidad, en particular la combinación de
métodos cualitativos y cuantitativos con supuestos paradigmáticos en apariencia diferentes”
(Kvale, 2011:73). Aunque para Ruiz-Olabuénaga (2007) esta controversia tiene más que ver
con “el monopolio de lo científico que, aparentemente han pretendido arrogarse los métodos
cuantitativos, reflejo de una ciencia social positivista” (p.17)
Si bien es cierto, que uno y otro método puede ser más adecuado en función de la rama de
conocimiento de que se trate, en el campo de la investigación social, la complementariedad
107
entre ambos sería la base fundamental, por lo que la presente investigación, dada su
naturaleza, se nutre de la combinación de ambas metodologías.
Para el desarrollo de esta investigación se han tenido en cuenta los objetivos a conseguir,
seleccionando en su caso la técnica más apropiada para ello.
Para el primer objetivo, “Conocer el alcance de la distribución de alimentos en la Región de
Murcia a cargo del Programa Operativo del FEAD”, se procedió al análisis estadístico de
datos facilitados por BASMUR donde constan además de los datos de identificación de las
diferentes OAR, diferentes variables tales como el número de familias, el número de kilos
repartidos, el sexo, edad, nacionalidad y el perfil de usuarios (personas con discapacidad y
personas sin hogar). Se tomó como referencia la primera fase del año 2016, por ser los
últimos datos disponibles durante la realización de esta investigación. Se han establecido
comparativas con los datos poblacionales del Centro Regional de Estadística de Murcia
(CREM) y de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE (ECV-INE), así como, la Encuesta
de Población Activa, para conocer la proporción de la población usuaria con respecto a otras
variables como las tasas de pobreza y las tasas de paro, entre otras, así como, la evolución en
términos cuantitativos del recurso. Asimismo, se elaboraron indicadores basados en la
proporción para estimar la vulnerabilidad de cada uno de los colectivos beneficiarios del
Programa Operativo del FEAD.
Para el segundo objetivo, “Profundizar en el conocimiento del perfil del beneficiario del
Programa Operativo en la Región de Murcia”, se determinó, en un primer momento, con el
análisis estadístico de los datos proporcionados por BASMUR, que ofrecía una primera
aproximación del perfil de usuario y que sirvió de base para obtener la muestra sobre la que
se realizaron las entrevistas en profundidad a los beneficiarios del recurso. Posteriormente, y
tras el análisis del discurso de los beneficiarios del reparto de alimentos, se profundizó en
dicho perfil.
108
Para el tercer objetivo, “Determinar la eficacia del reparto de alimentos como recurso para
paliar la situación de pobreza alimentaria y favorecer la inclusión social de las personas
beneficiarias”, se ha realizado el análisis del discurso de las entrevistas en profundidad
dirigida a los dos perfiles presentes en esta investigación: los técnicos de las entidades
responsables del reparto y a los usuarios del recurso. En cada una de estas entrevistas se han
elaborado preguntas exploratorias en este sentido que giran en torno a la valoración de
variables como: la cantidad y variedad de los alimentos suministrados, la frecuencia del
reparto, la accesibilidad del recurso, los trámites necesarios para acceder a él y la valoración
de las medidas de acompañamiento propuestas.
Para el cuarto objetivo “Profundizar en la representación que tanto beneficiarios como
profesionales tienen sobre aspectos íntimamente vinculados con el derecho a la alimentación
y que pueden condicionar tanto la concepción del problema como el alcance de la ayuda
ofrecida”, se han tenido en cuenta los discursos de ambos grupos entrevistados en torno a la
imagen de la pobreza, la responsabilidad pública sobre el derecho a la alimentación y las
estrategias de subsistencia de las personas beneficiarias del reparto de alimentos.
3.2. Técnicas utilizadas
El pensamiento humano, según Aristóteles, estaba estructurado en la episteme (o
conocimiento), doxa (u opinión) y tékhne (o técnica). Etimológicamente proviene del griego
tekhnicós y del latín tecnicus, y se describe como el conjunto de procedimientos y recursos de
que se sirve una ciencia o un arte.
Sin embargo, no existe unanimidad a la hora de definir lo que se entiende por técnicas de
investigación social. Para algunos autores, la técnica tiene un carácter eminentemente
práctico (Tamayo, 2003; Callejo, del Val, Gutiérrez y Viedma, 2010) y ha de ser flexible
para poder captar los cambios de la realidad social y su sentido (Callejo et al, 2010).
109
Para otros autores, las técnicas han sido definidas como procedimientos; según Goode y
Hatt, 1967, citado por Callejo et al (2010) “las técnicas de investigación se refieren a los
procedimientos específicos a través de los cuales el sociólogo reunirá y ordenará los datos
antes de someterlos a análisis” (p.21) .
a) Análisis de datos
El análisis de datos está correlacionado con el cumplimiento del primer objetivo. Para el
análisis cuantitativo se ha utilizado la Hoja de Cálculo Excel del paquete informático
Microsoft Office, puesto que el nivel de datos obtenido es compatible con su uso. Se han
analizado las tablas provenientes de BASMUR y de Cruz Roja y se han integrado en una
sola tabla de análisis, ya que ambas utilizan las mismas variables de registro. Este paso
permite el análisis conjunto de los datos de toda la Región de Murcia. Se ha realizado un
exhaustivo análisis tomando como referencia algunas de sus variables y desglosando sus
contenidos y agrupándolos en función de determinados registros.
Se ha hecho uso tanto de los datos poblacionales del CREM para extraer el porcentaje de
usuarios del banco de alimentos, como de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE; del
mismo modo, utilizando los datos de esta fuente secundaria de información estadística, se ha
comparado el porcentaje de uso del Banco de Alimentos con el indicador AROPE de especial
vulnerabilidad, a fin de conocer el alcance de asistencia a las diferentes OAR según esta
Tasa.
Otra variable que se ha considerado es el análisis por Comarcas, para lo cual se han
desglosado los datos distribuidos por Comarcas de la Región de Murcia, para establecer el
alcance del reparto en cada una de ellas y poder comparar su montante en tasa, porcentaje
sobre el total y por usuario registrado. Asimismo, los cálculos para la población total se han
desglosado para estas unidades de análisis. Esto nos ha facilitado información acerca de los
110
municipios con mayor porcentaje de uso de la ayuda alimentaria y la proporción con respecto
a la población total.
Otra de las variables que figuran en las tablas facilitadas es, si la entidad receptora de
alimentos proporciona a sus usuarios alimentos para su elaboración y consumo posterior
fuera del lugar de reparto, o si dispensa comidas elaboradas en sus instalaciones. En la
diferenciación general se denominan entidades de reparto y entidades de consumo
respectivamente.
En base a esta diferenciación se divide la población total en sus dos bloques
correspondientes, lo que nos ha permitido realizar cálculos y apreciar diferencias de perfil de
usuarios entre uno y otro estrato de la población. Al mismo tiempo, se han podido establecer
variables que tienen influencia en el paso de usuarios de unidades de reparto a unidades de
consumo, y obtener ciertos indicadores que incrementan la vulnerabilidad de los usuarios.
Otra variable que se ha considerado es el número de familias; para ello, se ha calculado una
media ponderada poblacional del número de usuarios por familia, lo cual nos ha permitido
acercarnos a la distribución real de tipos de familias atendidas según el número de usuarios
que la integran, en base a la desviación típica de esta distribución.
El número total de usuarios ha sido obtenido de la formulación sobre las tablas. No obstante,
el análisis posterior ha permitido calcular otros resultados de interés como tasas y porcentajes
de personas por sexo, origen étnico o geográfico, si sufren alguna discapacidad o si se trata de
personas sin hogar. Todas estas variables se han desglosado por edades al igual que reflejan
las tablas de origen de los datos.
Los cálculos referidos al total de usuarios y a cada uno de los dos bloques de reparto y de
consumo segregados del total, se han llevado a cabo para obtener conclusiones sobre perfil
diferencial de usuarios entre ambos y observar la significación de las variables de las que
disponemos en esta diferencia.
111
Otra variable considerada en el análisis de datos es el número de kilos asignados a cada
entidad de reparto o de consumo, que nos ha permitido calcular una media del número de
kilos que recibe cada usuario. Además de realizar los cálculos para el total, se han desglosado
en los dos bloques de entidades de reparto y de consumo. Este dato nos permite conocer la
cantidad de alimentos que se recibe de manera individual y ponerlo en relación con la
cantidad de alimentos que se estima necesaria para mantener un nivel de alimentación
adecuada.
b) La entrevista en profundidad
Dentro del conjunto de técnicas existentes para la investigación social desde una
perspectiva cualitativa, la entrevista en profundidad es la que más se adecua a una parte de
nuestra investigación, por lo que se ha optado por su utilización. Se ha hecho uso en dos
ámbitos diferenciados: por una parte, a los profesionales implicados en la distribución y
reparto de alimentos; y por otra, a las personas beneficiarias de dicho reparto.
Al igual que ocurriera con la definición de técnica, el término entrevista en profundidad tiene
su controversia, ya que, como explica Canales y Peinado (1994)
La llamada entrevista en profundidad (impropia denominación, pues no hay en ella
nada que no tenga que ver con la “superficie” de un habla controlada, y que debiera
denominarse simplemente abierta, semidirectiva o semiestructurada), ya sea centrada
en un tema o autobiográfica (como sucede en las historias de vida), supone una
situación conversacional cara a cara y personal. En ella, el entrevistado es situado
como portador de una perspectiva, elaborada y desplegada en “diálogo” con el
investigador. Este puede provocar ese habla con sus preguntas, pero también puede
intervenir en el habla mediante la reformulación y (algo siempre peligroso) la
interpretación de lo dicho. No hay, sin embargo, en ella, propiamente conversación,
pues el entrevistador no puede introducir su habla particular. Y puesto que el
112
entrevistado ignora la perspectiva del investigador, la transferencia obstaculiza la
emergencia del discurso, que no pasará del nivel de satisfacer mediante las respuestas
una (supuesta) demanda del otro (el investigador). (p.296)
Hay más autores que abogan por otra terminología, sustituyendo así el término “en
profundidad” y definiéndolas como entrevistas abiertas o cualitativas, distinguiéndose por un
escaso grado de estructuración y por preguntas no estandarizadas. (Finkel, Parra y Baer,
2008:131).
Para algunos autores, la entrevista en profundidad tiene muchos rasgos de la conversación
común. Taylor y Bogdan (1987) sostienen que “las entrevistas en profundidad siguen el
modelo de una conversación entre iguales y no un intercambio formal de preguntas y
respuestas (p. 101). Este aspecto es corroborado por Vallés (1997) que recomienda, “no
desprender de la entrevista algunas de las propiedades de la conversación común” (p.178).
Sin embargo, y en contraposición “la entrevista crea una situación comunicativa distinta a la
conversación. La interrogación y la respuesta, al igual que en la conversación son la base
práctica de su proceso comunicativo” (Callejo et al, 2010:65), estableciéndose la diferencia
en la asimetría existente entre entrevistador y entrevistado. Para Kvale (2011) la entrevista
supone una relación asimétrica de poder, constituye un diálogo unidireccional e instrumental
y puede llegar a ser manipulador. Asimismo, el entrevistador tiene el monopolio de la
interpretación por lo que la entrevista en profundidad no debe considerarse como un diálogo
abierto entre compañeros a un mismo nivel.
La investigación cualitativa, desde el paradigma hermenéutico que la sustenta, está
centrada en el entendimiento y la interpretación (Ruiz-Olabuénaga 2007); por extensión, las
entrevistas cualitativas son “reiterados encuentros cara a cara con el entrevistador y los
informantes; encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión de la perspectiva que tienen los
113
informantes sobre su vida, experiencia o situaciones, tal y como las expresan son sus propias
palabras” (Taylor y Bogdan, 1987:101). Pero además del entendimiento y la comprensión, las
entrevistas en profundidad “es un lugar donde se construye conocimiento” (Kvale, 2011:30).
Se ha optado por la entrevista en profundidad como técnica en esta investigación por la
propia esencia de la misma. El discurso libre, a modo de conversación es el más indicado
para tratar temas como el de la propia imagen ante la utilización de un recurso relacionado
con la precariedad económica o para indagar en la subjetividad del entrevistado ante su
situación personal, conocer su opinión, su motivación o sus expectativas vitales. Al tratar
temas personales, tales como la situación económica, la salud o la trayectoria laboral, la
posibilidad de poder explicarse con sus propias palabras puede enriquecer el contenido acerca
de su trayectoria vital, alejándose de la frialdad de la respuesta preconcebida y propuesta por
el entrevistador, pudiendo además matizar y profundizar en su respuesta. Dada la trayectoria
profesional de quien desarrolla esta investigación, la entrevista es la principal herramienta
para la elaboración de un diagnóstico social, así como, la creación del vínculo profesional con
el usuario.
3.3.- Selección de la muestra
Para Sierra (1987) “una muestra es simplemente, en general, una parte representativa de un
conjunto, población o universo, cuyas características debe reproducir en pequeño lo más
exactamente posible” (p.174); entre sus características, propuestas por el autor, además de
comprender parte del universo, es que la amplitud de la muestra sea estadísticamente
proporcionada a la magnitud del universo.
El procedimiento del muestreo en investigación cualitativa difiere del que se utiliza en
investigación cuantitativa, principalmente en el objetivo que persigue. En investigación
cuantitativa se busca poder hacer inferencias o generalizaciones, partiendo de una muestra
114
que pueda ser representativa de un universo más grande. Por ello, “la tendencia del análisis
cuantitativo a generalizar y universalizar sus descubrimientos le obliga a estudiar, en
principio todos los casos, y, en la imposibilidad de efectuarlo, a seleccionar unos cuantos
casos de muestra que representen al colectivo general” (Ruiz- Olabuénaga, 2007, p.62)
Para Álvarez-Gayou (2003) y Ruiz-Olabuénaga (2007), en contraposición a la
investigación cuantitativa, la representatividad en investigación cualitativa deja de ser una
cuestión primordial ya que si “en la investigación cualitativa buscamos conocer la
subjetividad, resulta imposible siquiera pensar que ésta se pueda generalizar.” (Álvarez –
Gayou, 2003, p.33)
Con respecto a esta investigación se han tomado decisiones muestrales siguiendo los
criterios propuestos por Vallés (1997) en cuanto a la heterogeneidad, accesibilidad y la
representación. Dado el interés central en esta investigación en conocer en profundidad el
perfil de la persona beneficiaria del reparto de alimentos con cargo al Programa Operativo
del FEAD, así como, la actitud del mismo hacia el recurso, los puntos de muestreo son
potencialmente todas las OAR existentes en la Región de Murcia, ya que el rasgo principal
es el de ser beneficiario de ese recurso. Siguiendo el criterio de accesibilidad, se han
entrevistado a doce personas propuestas por los diferentes profesionales entrevistados y
vinculados a las OAR y que a su vez, fueron escogidos por su nivel de conocimiento y
experiencia en las entidades de reparto.
La decisión acerca del número de personas o de casos que componen la muestra en
investigación cualitativa, es una cuestión abordada por diversos autores. Para Taylor y
Bogdan (1987) y Bonilla-Castro y Rodríguez (2005) es una cuestión de difícil determinación,
no existiendo reglas para decidir al respecto.
Como explica Patton, 2002, citado por Martinez-Salgado (2012) “ la lógica que orienta este
tipo de muestreo – y lo que determina su potencia –reside en lograr que los casos elegidos
115
proporcionen la mayor riqueza de información posible para estudiar en profundidad la
pregunta de investigación." (p.616).
3.4.- Diseño y planificación de las entrevistas dirigidas a profesionales
A la hora de planificar las entrevistas se ha seguido el guión planteado por Olaz (2008) en
el que se especifica el qué, el quién, dónde y cuándo de las entrevistas. Kvale (2011)
introduce además el por qué, diferenciando entre las entrevistas con fines exploratorios y
entrevistas que comprueban hipótesis, siendo éstas últimas más estructuradas.
Se ha elaborado la entrevista basándose en los objetivos planteados en la investigación y
dirigida a los técnicos y profesionales de las distintas OAR que de alguna manera están
involucrados en el proceso de distribución de alimentos, así como, de la aplicación de
medidas de acompañamiento establecidas.
Se ha seguido el formato de entrevista semiestructurada con un guión donde se recogen
los temas a tratar, así como, preguntas preparadas que abundan en las cuestiones afines a los
objetivos a investigar. Los cuatro bloques temáticos están relacionados con la Política Social,
la pobreza y la exclusión social, el derecho a la alimentación y el Programa Operativo del
FEAD, estando estructurados de la siguiente manera:
1. Política social y Derecho a la Alimentación.
Se formulan preguntas en torno a la situación de las políticas sociales actuales que se siguen
en materia de exclusión social, así como, el papel que juega en la misma la intervención que
se realiza desde la Organización a la que representan. Se trata de conocer la opinión sobre la
situación actual de las políticas sociales en la Región de Murcia, así como, valorar la
efectividad de las actuaciones que se siguen como concreción de las mismas. Del mismo
modo, se indaga en torno al derecho a la alimentación y de la responsabilidad de los poderes
públicos como garante de ese derecho.
116
2. Exclusión Social y Pobreza
Las preguntas van orientadas a conocer la situación real de ambas variables en la Región de
Murcia, así como, la evolución que han experimentado desde la perspectiva del ámbito del
experto que se entrevista.
3.- El reparto de alimentos con cargo al Programa Operativo del FEAD
Se trata de conocer la evolución del recurso, desde su implantación hasta la actualidad, en
cuanto al procedimiento que lo rige, al colectivo destinatario y a la eficacia del mismo para
paliar las situaciones de carencia para las que fue concebido. Asimismo, se pretende conocer
la evolución del perfil de las personas que acuden a este recurso desde la implantación del
mismo.
Si bien las preguntas están formuladas con enunciados definidos, la propia naturaleza de su
contenido deja lugar a la flexibilidad en su planteamiento, formulación y orden.
El número de preguntas es de doce en total, aunque en algunos casos éstas se han ampliado
en función de las respuestas obtenidas, facilitando así la interacción con el entrevistado. Esta
entrevista está orientada a indagar sobre la percepción en la evolución del perfil del usuario,
la opinión acerca de la responsabilidad de la satisfacción al derecho a la alimentación y la
reflexión sobre la efectividad de las medidas de acompañamiento dirigidas a los
beneficiarios, así como, una visión general de la situación de pobreza actual en la Región de
Murcia y la valoración sobre las medidas de Política Social llevadas a cabo.
Los informantes clave han sido seleccionados por el conocimiento previo que tienen del
procedimiento a investigar, escogiéndose entre los técnicos adscritos a las OAR que
participan en el reparto de la ayuda alimentaria. Una vez conocidas las OAR que participan
en el reparto de alimentos, así como, los distintos responsables de cada una de ellas, se
estableció contacto directo, en ocasiones personalmente, y en otras, de manera telefónica; de
igual manera, algunos informantes clave, han facilitado el contacto con otros, por lo que se
117
estableció una dinámica de transmisión entre los propios entrevistados. Se escogieron de
manera aleatoria entre los responsables de las OAR participantes, siendo la casi totalidad del
municipio de Murcia, ya que es en este municipio donde se condensa la mayor parte de la
actividad de reparto. Se determinó un número de ocho, las entrevistas realizadas a
profesionales y técnicos. En un principio, no se tuvo en cuenta ninguna otra variable o
característica socio demográfica individual, puesto que la variable determinante en este caso
es el conocimiento y la cercanía al recurso y a los usuarios.
En este sentido, y tal como expresa Flick (2015) “Nuestros casos tienen que ser capaces de
representar la relevancia del fenómeno que deseamos estudiar en la experiencia de ese
fenómeno y en la preocupación por él de los participantes en nuestra investigación.” (p.51)
Las entrevistas se realizaron durante la tercera fase de la investigación. En un primer lugar se
llevaron a cabo las entrevistas realizadas a los profesionales, puestos que estos fueron quienes
facilitaron el contacto con las personas beneficiarias del recurso.
Una vez se realizó el contacto previo con los participantes, se decidió el lugar de la entrevista,
en el que se ha tenido en cuenta las preferencias y disponibilidad de cada entrevistado/a como
medida facilitadora., principalmente en los despachos de las distintas OAR en las que tiene
lugar su desempeño profesional. También la selección del momento fue establecido por los
profesionales entrevistados, principalmente en horario de tarde que es el momento en el que
mayor presencia de usuarios hay en la organización, facilitando así el posterior contacto con
los beneficiarios del recurso.
En el contacto inicial previo a la entrevista, se les exponía el objeto de la investigación para
posteriormente explicar la estructura y contenido de la entrevista a realizar.
Las entrevistas se realizaron durante el mes de noviembre de 2016, realizadas en una única
jornada según preferencia del entrevistado. La duración exacta de las entrevistas vienen
118
especificadas en la transcripción literal de las mismas y rondan los 45 minutos cada una
aproximadamente.
Al inicio de la entrevista se le volvía a explicar los objetivos de la investigación y se le pedía
permiso sobre el uso de grabadora digital, aspecto éste aceptado por todos sin objeción
alguna. No obstante, se percibió en el inicio de la entrevista que la presencia del medio de
grabación generaba cierta tensión que, conforme avanzaba y tras desviar la atención hacia la
conversación, se conseguía rebajar e incluso desaparecía totalmente.
El desarrollo de la entrevista se realizó en un tono informal, alterando en ocasiones el ritmo y
orden de las preguntas según el momento e introduciendo otras según las contestaciones
aportadas.
3.5.- Diseño de las entrevistas dirigidas a beneficiarios del Programa Operativo del
Fondo de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas
Para la consecución del segundo y tercer objetivo, se han llevado a cabo entrevistas en
profundidad dirigidas a los usuarios de las distintas OAR. Asimismo, se ha optado por un
número de preguntas determinado que, por un lado, aportan la información que se busca, y
por otro, que su duración fuera lo suficientemente adecuada para facilitar su
cumplimentación. El guión de la entrevista está estructurado en cuatro Bloques Temáticos
dirigidos a obtener un perfil sociodemográfico de la persona entrevistada, a conocer en
profundidad su trayectoria, a indagar sobre la modalidad de uso del recurso y a conocer su
autopercepción de su imagen. Se han introducido preguntas orientadas a conocer los factores
de exclusión propuestos por Subirats (2005) presentes en las personas seleccionadas. Este
autor propone un sistema de indicadores de exclusión basados en la existencia de distintos
factores que, desde ocho ámbitos de exclusión diferenciados entre sí, pero totalmente
interrelacionados, actúan e influyen sobre la exclusión social. De este modo, se ha realizado
119
un guión de preguntas relacionadas con cada uno de los ámbitos- económico, laboral,
formativo, sociosanitario, vivienda, relacional, de contexto espacial y político- que abarcan
los factores de exclusión propuestos.
En cada uno de estos bloques temáticos, se ordenan las preguntas orientadas a conseguir la
información que se desea obtener, siendo flexible y quedando abierta a la interacción con la
persona entrevistada. Por lo tanto, los bloques temáticos propuestos son:
1. Datos socio demográficos
En este bloque se recogen las preguntas orientadas a conocer el perfil sociodemográfico de la
persona entrevistada, así como, indagar en la composición de su unidad de convivencia ya
que aporta un dato relevante acerca del tamaño familiar .
2. Factores de exclusión social
En este bloque se recogen preguntas orientativas para conocer la situación de las personas
entrevistadas en torno a los factores de exclusión social propuestos por Subirats (2004) y que
se estructuran en ocho ámbitos.
- Ámbito laboral: Las preguntas en este apartado van orientadas a conocer la trayectoria
laboral de la persona hasta su momento actual.
- Ámbito económico: En este apartado el interés se centra en conocer el nivel de ingresos, el
volumen de gastos que tiene la unidad familiar y las estrategias que sigue para poder
desenvolverse de manera cotidiana y la capacidad para afrontar cualquier tipo de gasto, ya
sea básico o complementario. Esta información va a permitir establecer un diagnóstico acerca
de las condiciones de vida de las personas entrevistadas. En este sentido, se han incluido
preguntas orientadas a conocer las posibles situaciones de carencia material severa (con
carencia en al menos 4 conceptos de una lista de 9), tal y como propone el INE en su
Encuesta de Condiciones de Vida.
- Ámbito formativo: El nivel de formación alcanzado por las personas entrevistadas puede
120
condicionar el ámbito laboral. Se han realizado preguntas en este sentido.
- Ámbito vivienda y equipamiento: El contenido de las preguntas de este apartado va
orientado a conocer la disponibilidad de vivienda y el equipamiento de que disponen en ella,
para ampliar el conocimiento sobre sus condiciones de vida.
-Ámbito sanitario: Las condiciones de salud son un factor importante en la vida de las
personas; conocer en qué medida les afecta y las consecuencias que para las personas tienen
la situación por la que atraviesan.
- Ámbito político: En este bloque se indaga sobre la participación o no en la vida colectiva, y
reflejan las inquietudes o las posibilidades de participación que tienen las personas
entrevistadas.
- Ámbito relacional: Las preguntas de este bloque van orientadas a conocer los apoyos con
los que cuentan las personas para afrontar sus dificultades cotidianas.
- Ámbito espacial: El entorno y el equipamiento de los lugares de residencia es considerado
otro factor de riesgo de exclusión social y se han introducido preguntas en este sentido.
3.- Acceso y uso del reparto de alimentos del Programa Operativo del FEAD
En este bloque se han realizado preguntas para conocer en profundidad la motivación y la
permanencia en el recurso. Las preguntas realizadas se han hecho utilizando el término
genérico de “Banco de Alimentos”, puesto que las personas entrevistadas no hacen distinción
de la procedencia de los alimentos y desconocen la terminología, asimilando las distintas
OAR que reparten alimentos como Banco de Alimentos. También se ha pedido una
valoración del recurso en cuanto a la variedad y la frecuencia del reparto y la percepción de
las medidas de acompañamiento propuestas.
4.- Percepción sobre la autoimagen
En este bloque se ha indagado sobre un componente subjetivo de la imagen de la propia
persona ante su situación. La percepción que sobre sí mismo tienen y sobre otras personas
121
que acuden al recurso. Ello aporta una visión valiosa acerca de cómo se construye la imagen
de la pobreza.
No se puede obviar que puede aparecer la subjetividad, tanto en la entrevista en
profundidad dirigida a técnicos como a los usuarios del recurso, sobretodo, en las tendentes a
recabar la opinión. En contraposición al paradigma positivista o cuantitativo, desde un
paradigma hermeneútico o cualitativo, según Gummesson, 1991, citado por Ruiz-
Olabuénaga1 (2007), “la distinción entre hechos y juicios de valor es menos clara; se busca el
reconocimiento de la subjetividad” (p.14). Ha de tener en cuenta que, en cualquier proceso en
el que estén involucrados los seres humanos, desprenderse del halo de subjetividad puede
hacer que perdamos información.
Por otra parte “el uso deliberado de la perspectiva subjetiva no tiene por qué ser un sesgo
negativo; más bien, las perspectivas personales de los entrevistados y del entrevistador
pueden proporcionar una comprensión distintiva y sensible de del mundo de vida cotidiano”
(kvale, 2011:118)
Con respecto a las entrevistas realizadas a beneficiarios del reparto de alimentos, los
contactos facilitados por los profesionales fueron cruciales para la selección de los
candidatos. En un primer momento, el profesional de referencia pedía el consentimiento para
facilitar el contacto a la que suscribe esta investigación. Una vez obtenido el consentimiento,
se estableció contacto telefónico en los mismos términos que con los profesionales,
informando del objeto de la investigación y del tipo de información que se deseaba obtener.
La selección del momento estuvo supeditado a las preferencias y disponibilidad de las
personas entrevistadas siendo realizadas todas ellas en horario de tarde, orientando a la
realización en un lugar cercano a su domicilio , por lo que fueron llevadas a cabo en los
locales de las OAR de referencia de cada una de ellas, por cercanía a su domicilio y como
medio para favorecer la comunicación al ser un lugar conocido por ellos.
122
De igual forma se les solicitaba permiso para la grabación y se le advertía del carácter
anónimo de estas entrevistas. Una vez obtenido, se iniciaban las preguntas agradeciéndole al
finalizar su participación. La presencia de la grabadora supuso un mayor condicionante al
grupo de personas beneficiarias, sintiéndose más intimidades y coartando en ocasiones sus
respuestas. De igual forma, el abordar cuestiones referidas a los ingresos económicos o sobre
la valoración del recurso al que acudían, provocaba ciertos reparos por lo que se tuvo que
recordar en diversos momentos el carácter anónimo de la grabación para rebajar la tensión.
Una vez la grabadora pasaba a segundo plano, la fluidez y la relajación en las respuestas fue
consolidándose.
3.6.- Fases de la investigación
La investigación se ha llevado a cabo en distintas fases que se exponen de manera
esquemática en el siguiente cuadro:
Fase 1 Fase 2 Fase 3 Fase 4 Febrero 2014-
Junio 2016 Julio-Noviembre
2016 Diciembre 2016- Enero de 2017
Enero- Abril de 2017
• Formulación de objetivos e hipótesis
• Revisión Bibliográfica
• Realización de entrevistas a profesionales vinculados al reparto de alimentos
• Análisis de las entrevistas realizadas a ambos grupos
• Redacción del texto de la investigación y las conclusiones de la misma
• Consulta a fuentes estadísticas
• Obtención de los datos de BASMUR
• Visitas e inicio del contacto con entidades de reparto
• Realización de entrevistas a las personas beneficiarias del reparto de alimentos
• Transcripción de las entrevistas
• Análisis cuantitativo
Elaboración propia
123
En la primera fase que abarca desde febrero de 2014 a junio de 2016 se llevó a cabo la
formulación de los objetivos y de la hipótesis, que tal y como se ha especificado consiste en
que el reparto de alimentos que se realiza en el marco del Programa Operativo del FEAD no
resulta eficaz para hacer frente a la necesidad de alimentación ni para favorecer la inclusión
social de las personas beneficiarias, tratándose éstas además de personas en una situación de
vulnerabilidad y precariedad económica, más que de personas con un perfil de exclusión
social. En esta primera fase se abordó de igual forma la revisión bibliográfica para establecer
el marco teórico y establecer los conceptos teóricos de los que se partía, abundando en los
conceptos relacionados con la pobreza, la exclusión social y el hambre y el derecho a la
alimentación y su protección en el marco jurídico nacional e internacional.
En esta misma fase se consultó igualmente las fuentes estadísticas que sirvieron de marco
contextual a la investigación, analizando las cifras del desempleo, la pobreza y la exclusión
social en la Región de Murcia para ubicar el reparto de alimentos como medida propuesta
para paliar la pobreza alimenticia; medida surgida de las políticas llevadas a cabo para lucha
contra la pobreza y la exclusión social. En este marco contextual, se abordó asimismo, el
conjunto de medidas de lucha contra la pobreza llevada a cabo a nivel europeo y nacional,
señalando especialmente a aquellas destinadas a paliar la pobreza alimentaria.
De manera simultánea se comenzó a realizar el tratamiento de los datos facilitados por
BASMUR, que contenía la actividad del reparto de alimentos vinculado al Programa
Operativo del FEAD y que se distribuyen a través de las distintas OAR, hasta llegar a los
beneficiarios para realizar un acercamiento a las dimensiones del reparto de alimentos en la
Región de Murcia. En este sentido, también se consultaron fuentes estadísticas para poner en
perspectiva dicho reparto en comparación con las cifras de la población y las tasas de
pobreza. En esta fase, igualmente, se inició el contacto con las entidades de reparto que
facilitarían posteriormente, el contacto con las personas susceptibles de ser entrevistadas.
124
En la segunda fase se realizaron las entrevistas a los dos grupos previstos: los profesionales
vinculados a las entidades de reparto y a las personas beneficiarias. Se realizaron un total de
ocho entrevistas a profesionales y doce a personas beneficiarias del reparto de alimentos que
fueron propuestas por estos profesionales. De manera simultánea, se realizó la transcripción
literal de las entrevistas para su posterior análisis.
En la tercera fase, se realizó el análisis cualitativo de los discursos de ambos grupos
entrevistados, extrayendo conclusiones parciales que fueron posteriormente utilizadas en el
apartado de conclusiones. También se realizó el tratamiento estadístico de los datos obtenidos
en BASMUR, siguiendo el mismo procedimiento de extracción de conclusiones que se iban
obteniendo del análisis.
Finalmente, en la cuarta fase, se ha elaborado el texto de la investigación, estructurando la
información obtenida de las distintas fuentes teóricas, del análisis cualitativo y cuantitativo
realizado y de las conclusiones finales.
125
Capítulo Cuarto:
Análisis de
Datos
126
1.- Análisis Cuantitativo
En este capítulo se realiza un análisis descriptivo de la actividad de las
Organizaciones Asociadas de Distribución (OAD) en la Región de Murcia durante la primera
fase del año 2016, período que comprende cuatro meses desde mayo a agosto y coincide con
los últimos datos de los que se disponía para esta investigación. La actividad a analizar se
centra exclusivamente en los alimentos distribuidos con cargo al Programa Operativo del
Fondo de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas (FEAD). En primer lugar, se realiza una
descripción de las tablas analizadas con cada una de las variables que las componen, para
conocer el tipo de datos recogidos y posteriormente estudiados. Para ello, se analizarán las
variables por separado, para después realizar diferentes comparaciones que permitirán mayor
conocimiento del tipo de entidad que participa en el FEAD, el estrato poblacional al que
pertenecen los beneficiarios, el tipo de modalidad de reparto a la que se adscriben, así como,
el rango de edad y el género para conocer cuáles son los grupos sociales más afectados.
En segundo lugar, se hace una descripción de la actividad realizada centrándose en la
distribución de los kilos repartidos, la diferenciación en cuanto a la modalidad de reparto, el
estudio centrado en el género y en el tamaño familiar.
Por último, se hace un análisis de la evolución que la ayuda alimentaria ha tenido, a nivel
nacional, en el período que abarca desde 2010 hasta la actualidad y se establece una
comparativa con la ayuda recibida en la Región de Murcia.
1.1.- Descripción de las tablas
Para el análisis cuantitativo del presente estudio, se partió de varias tablas en formato
Excel proporcionadas por el Banco de Alimentos del Segura (BASMUR), en la que figuran
los datos de intervención de las tres OAD existentes en la Región. Las tablas a las que hace
referencia este estudio se presentan como anexo digital a esta Tesis.
127
En total se distinguen 220 registros correspondientes a las 220 OAR que operan en la Región.
La tabla de datos de la primera fase de reparto de 2016 expresaba en cada registro la
identificación de la Organización Asociada de Reparta (OAR), sus datos de localización y
personas responsables, con indicación de los datos de contacto. Además, añade un campo
específico con los kilos destinados a repartir por cada una de ellas.
La distinción que se hace en las tablas con los identificativos “M” y “C” en el campo
OAD, se corresponde con los dos Bancos de Alimentos a los que estaba adscrita cada OAR.
Se distinguen en la Región de Murcia el Banco de Alimentos del Segura, ubicado en Murcia
identificado con el valor “M”, y el Banco de Alimentos Región de Murcia que se identifica
con el valor “C” localizado en Cartagena. No obstante, esta distinción no se contemplaba para
las OAR adscritas a Cruz Roja, aunque su distribución abarcara también amplias zonas de la
Región.
Para cada OAR se registra, además, si la entrega de alimentos se realiza por medio de
lotes de comida o si el consumo de los mismos es en las instalaciones de la entidad de
reparto. Esta distinción se especificaba en las tablas con las modalidades “Entrega lotes de
comida” y “Consumo en la instalación”. Otro campo indicado en los registros es el tipo de
OAR a que se refiere y se registró además el número de familias atendidas en cada una.
El total de kilos que se entregó a cada OAR para su reparto, fue otro de los campos que se
consideraron relevantes para su estudio.
Por otra parte, el Reglamento de la Unión Europea nº 1255/2014 de la Comisión, de
17 de julio de 2014 establece entre otras obligaciones, que las OAR participantes deben
registrar ciertos indicadores de resultados relativos a la ayuda alimentaria distribuida, en
particular el número total de personas que reciben ayuda desglosado de la siguiente manera:
- Número de niños de 15 años de edad o menos.
- Número de personas de 65 años de edad o más.
128
- Número de mujeres.
- Número de inmigrantes, participantes de origen extranjero, minorías (incluidas las
comunidades marginadas, como la de los romaníes).
- Número de personas con discapacidad.
- Número de personas sin hogar.
Estas especificaciones quedan recogidas en las tablas desde 2015, donde además se
registró el número de niños lactantes hasta los dos años en los campos c), d), e) y f).
La edad es una variable que se especifica en cada una de las subclases anteriores; sin
embargo, la distinción por géneros se especifica para el conjunto global de los beneficiarios.
Se procedió a la corrección del registro de la OAR “Cruz Roja Comarcal de Molina de
Segura” correspondiente al registro 62 de la tabla de la 1ª fase de 2016, por incorrección en
los cálculos.
1.2.- Entidades de Distribución y de Reparto
A nivel nacional, la asignación de alimentos del FEGA se repartió aproximadamente
al 50%, entre las dos entidades que se encargan de la distribución de alimentos en España que
son: la FESBAL y Cruz Roja Española, cada una de las cuales se divide por OAD en las
diferentes Comunidades Autónomas y Provincias.
De las 220 OAR participantes, 86 están adscritas a Cruz Roja en Murcia y las otras 134 a los
Bancos de Alimentos de Murcia federados en la FESBAL, de las cuales a su vez, 68 estaban
adscritas al Banco de Alimentos del Segura en Murcia y las otras 66 al Banco de Alimentos
Región de Murcia de Cartagena.
129
Tabla 13
Número de OAR adscritas en cada OAD de la Región de Murcia.
Organizaciones Asociadas de Distribución Federadas en FESBAL
Cruz Roja Murcia Banco de Alimentos del Segura
Banco de Alimentos Región de Murcia
Total
86 68 66 220 Fuente: BASMUR. Elaboración propia. Con respecto al tipo de entidad de reparto, se calculó su distribución de frecuencias y los
porcentajes de cada tipo sobre el total de entidades.
Tabla 14
Número de OAR por tipo de entidad
Tipo de OAR Número de entidades Porcentaje Entidad Religiosa Católica Asociación Servicios Sociales de la Administración Asamblea de Cruz Roja Española Fundación Otros Entidad Religiosa Otras Confesiones Total
124 48 19 16 5 5 3
220
56,36% 21,82% 8,64% 7,27% 2,27% 2,27% 1,36% 100 %
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Los resultados anteriores dan muestra de la cantidad de entidades dedicadas a la distribución
de alimentos en la Región de Murcia y por ende, las personas dedicadas a ello.
1.3.- Beneficiarios del Programa
Los datos de las tablas, recogen los indicadores registrados y facilitados por las OAR
sobre su actividad en el reparto de alimentos financiados por el FEAD. El punto de partida
del presente estudio se centra en la primera fase de reparto de 2016 en la que se calculó un
total de 68.027 beneficiarios, dando con este dato muestra del alcance en cuanto al número de
beneficiarios del programa. El mismo se corresponde con las personas más desfavorecidas
registradas y población diana a la que se refiere el Programa Operativo. Del total de
130
perceptores, 34.283 están registrados en los Bancos de Alimentos de la Región y 33.744 en la
OAD dependiente de Cruz Roja en Murcia.
Tabla 15
Beneficiarios por OAD en la Región de Murcia.
Cruz Roja Española FESBAL Número de beneficiarios 33.744 34.283 Porcentaje de beneficiarios 49,60% 50,40% Fuente: BASMUR. Elaboración propia. Se observa que los porcentajes son muy similares, pudiendo concluir que la mitad de las
personas solicitantes de alimentos obtienen alimentos procedentes de Cruz Roja y la otra
mitad, de Bancos de Alimentos de la FESBAL.
En las tablas se incluye el campo “Tipo de OAR” con el que se especifica si están
adscritas a alguna de las siete categorías que aparecen en la Tabla 16, donde se calculó el
número de personas en cada categoría y el porcentaje sobre el total de beneficiarios de cada
una de ellas.
Tabla 16
Total de beneficiarios por tipo OAR
Tipo de entidad Beneficiarios Porcentajes Entidad Religiosa Católica Asociación Servicios Sociales de la Administración Asamblea de Cruz Roja Española Fundación Otros Entidad Religiosa Otras Confesiones Total de Beneficiarios
40.535 8.342 7.374 9.199
919 377
1.281 68.027
59,59 % 12,26 % 10,84 % 13,52 %
1,35 % 0,55 % 1,88 % 100 %
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Comparando estos datos con los de la tabla anterior, se observa que en la categoría de
Entidades Religiosas Católicas hay más beneficiarios que los registrados en cualquiera de las
OAD por separado. Por lo que se concluye, que no todas las entidades de algún tipo están
131
adscritas a una de las OAD en su totalidad. Es destacable la proporción de beneficiarios que
atienden las Entidades Religiosas Católicas, afrontando la demanda de 40.535 personas que
suponen un 59,59 %, casi tres quintas partes del total. Por otra parte, se constata la
aportación fundamental de las ONGs que colaboran de manera directa en la detección y
seguimiento de situaciones de dificultad social, y en el reparto de alimentos como medidas de
apoyo a esta condición. El tercer sector se ha establecido como una vía de acción ciudadana,
nacida de la participación social, en ocasiones como única alternativa y en otras como
actuación complementaria respecto de la gestión pública. En este sentido, destacable es
también el porcentaje del 10,84% de personas atendidas que recae sobre la Administración, a
través de los Servicios Sociales Municipales, lo que la sitúa en la última posición con
respecto a las cuatro principales entidades. El papel de los poderes públicos en cuanto a la
gestión del FEAD se centra, principalmente, en las vías de financiación y de la gestión del
presupuesto, siendo residual su actuación directa con respecto al reparto de los alimentos.
a) Beneficiarios por indicadores
Para profundizar en el perfil de los perceptores de la ayuda, se analizaron las variables e
indicadores registrados de las tablas facilitadas por BASMUR.
De los 68.027 beneficiarios de las OAR participantes, se calculó el subtotal para cada
indicador y su porcentaje sobre la población estudiada. El perfil de los beneficiarios muestra
una diversidad de situaciones y procesos que llevan a esta condición. Reflejo de esto es la
obligatoriedad de registro por las OAR de determinadas situaciones: sexo, edad,
nacionalidad, discapacidad y sinhogarismo. No obstante, la combinación entre ellas y la
influencia de condiciones evolutivas de los núcleos familiares o de la coyuntura
socioeconómica, generan mayor vulnerabilidad. Las diferencias en las condiciones
individuales obligan a considerar cada situación particular, aunque se observan generalidades
132
que indican las dificultades por las que pasan o en las que permanecen las personas que
acuden al recurso.
Tabla 17
Distribución de beneficiarios por indicadores.
Personas Inmigrantes, de origen extranjero o perteneciente a
minorías étnicas
Personas con discapacidad Personas Sin Hogar
Total 20.091
Porcentaje 29,53%
Total 1.013
Porcentaje 1,49%
Total 1.639
Porcentaje 2,41%
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
El total de población inmigrante, de origen extranjero o procedente de minorías étnicas
arrojó un valor de 20.091 personas, lo que supuso un 29,53% de los beneficiarios,
acercándose al tercio del total.
El número de personas con discapacidad reconocida atendidas por las OAR fue de 1.013,
siendo el 1,49% del total de personas beneficiarias del recurso.
Las Personas Sin Hogar que acudieron al recurso, principalmente a unidades de
consumo, fueron 1.639, lo que supone un 2,41% del total de atendidos. Los datos del INE
para estas personas no están actualizados y aunque fueron registrados 429 personas sin hogar
en su cómputo de 2012, no se correspondían con el total de atendidos, siendo muchos más
estos últimos. La dificultad de cuantificar este colectivo se explica en parte, por su movilidad
y porque se estima que muchas de ellas no acuden a ningún recurso o lo hacen de manera
puntual.
b) Beneficiarios por edades.
La mera descripción de los porcentajes, no es informativa a efectos de extraer
conclusiones sobre una determinada variable. Por interés comparativo, se expone la
distribución por edades de los beneficiarios y sus porcentajes respecto del total de
133
beneficiarios, seguida de los mismos datos referidos a la Región de Murcia y sus porcentajes
a nivel regional a partir de los datos del Padrón Continuo del INE, a fecha de enero de 2015.
Esta aproximación nos permite obtener conclusiones sobre la situación de estas agrupaciones
de edad y acercarnos por tanto al perfil de los beneficiarios.
Tabla 18
Distribución por edades de beneficiarios y en la Región de Murcia. Rango de edad
0-2 3-15 16-64 > 65 Beneficiarios 3.787 19.066 43.032 2.142 % sobre el total de beneficiarios 5,57 % 28,03 % 63,26 % 3,15 % Región de Murcia 48.703 227.553 971.398 219.634 Porcentajes en la Región de Murcia 3,32% 15,51% 66,20% 14,97% Fuente: BASMUR y Padrón Continuo INE-Enero 2015. Elaboración propia.
De la comparativa de ambas cantidades, se pueden extraer algunas conclusiones. Por una
parte, en relación a los menores beneficiarios del recurso, se incrementa de forma importante
los porcentajes de beneficiarios con respecto al mismo grupo de edad de la población general.
Lo que supone el 3,32% y el 15,51% para lactantes y para el rango de 3 a 15 años
respectivamente, con respecto a la población total, se convierte en el 5,57% y el 28,03%
entre los menores beneficiarios del recurso. De este modo, se observa que la población de
menores de 16 años supone un tercio del total de los beneficiarios que acceden al recurso, y
representan un 8,27% de la totalidad de menores.
En cuanto al rango de edades comprendidas entre los 16 a 64 años, no muestra diferencias
de consideración entre beneficiarios del recurso y población regional, con un 63,26% frente
al 66,20%, obteniéndose que un 4,4 % de la población total de este rango de edad accede al
recurso.
En lo referente a mayores de 65 años, la disminución de las cantidades es más relevante,
representando un 14,97% de la población general, y de los usuarios del recurso un 3,17%.
134
Como conclusión, se puede decir que menos de un 1% de la población total mayor de 65 años
acude a recoger alimentos.
Los resultados muestran que, puesto que los menores son dependientes de sus familias,
sufren de manera extensiva las consecuencias de su situación. El bajo porcentaje de personas
mayores de 65 años que acuden a solicitar alimentos, puede tener una doble lectura. Por una
parte, los mayores de 65 años por su parte, gozan de otras formas de protección social tales
como pensiones, residencias y/o familiares; por otra parte, tal y como expone Benmarhania,
Zunzunegi, Llácer y Béland (2014), la mortalidad de las personas mayores ha aumentado
desde 2008, en particular en invierno y en las mujeres (con menores pensiones y principales
responsables de la atención a personas dependientes). Así, “el incremento de las tasas de
mortalidad durante el invierno es posiblemente el efecto sobre la salud más conocido de la
pobreza energética” (Tirado, Jiménez, López, Martín y Perero, 2014, p. 89). Según estos
autores, existe una relación causal entre habitar una vivienda con temperaturas por debajo de
niveles recomendables y un mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y
cardiovasculares durante los meses de invierno, afectando sobretodo, a personas en edad
avanzada, conociéndose este fenómeno como mortalidad adicional de invierno.
Este incremento progresivo de la tasa de mortalidad, podría estar asociado mayormente a las
peores condiciones de vida. Para estos autores, los mecanismos implicados serían la
disminución de los servicios de salud y sociales, la disminución del poder adquisitivo de las
pensiones y el aumento de la pobreza, el estrés psicosocial y económico al convertirse las
personas mayores en la principal fuente de apoyo a la familia, y la asunción del cuidado de
familiares dependientes, lo que puede explicar, en parte, el bajo porcentaje de personas
mayores de 65 años que acuden al recurso.
Se calcularon los datos de la edad en cada indicador para profundizar en la relevancia de
sus interacciones. Los porcentajes que ofrece la Tabla 19 permiten comparar la significación
135
de cada indicador registrado por las OAR y donde se observa la diferente distribución por
edades de cada uno de ellos, además, del contraste con el porcentaje por edades sobre el total
de beneficiarios.
Tabla 19
Porcentajes de beneficiarios por rangos de edad en cada indicador. Estrato poblacional Rango de edad
0-2 3-15 16-64 Mayores de 65 Personas Inmigrantes, Origen extranjero y minorías étnicas
5,78%
1,88% 0,31% 5,57%
28,87%
8,39% 2,01%
28,03%
63,53%
83,32% 94,94% 63,26%
1,81%
6,42% 2,75% 3,15%
Personas con Discapacidad Personas Sin Hogar Total de beneficiarios Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Por una parte la población inmigrante, de origen extranjero o perteneciente a minorías
étnicas no se desvió en cuanto a la distribución por edades del resto, lo que está muy
relacionado con que esta población aporta casi un tercio al cómputo total de beneficiarios, por
lo que es la variable que mayor peso aporta después del sexo. Para mayores de 65 años este
porcentaje pasa de 3,15% a 1,81%. García, Jiménez y Mayoral (2013) apuntan a que las
cifras de regreso de inmigrantes en España a sus países de origen se han ido incrementando
significativamente desde el comienzo de la crisis económica, estando basada esta decisión de
retorno principalmente, en motivos económicos y familiares. El retorno tras la jubilación
parece configurarse como una de las expectativas vitales de las personas extranjeras, lo que
podría explicar el bajo porcentaje de personas extranjeras mayores de 65 años que acude al
recurso.
En cuanto a las personas con discapacidad, en los rangos de edad 0-2 y 3-15 existe una
reducción, aproximándose al tercio del porcentaje de lo que ocurre en el total de beneficiarios
-1,88% frente a 5,57% en rango 0-2 y 8,39% frente 28,03% en el rango 3-15-, por lo que se
entiende que los niños y adolescentes con discapacidad disponen de un sistema de protección
136
mayor y están integrados en unidades de convivencia, dentro de las cuales, su condición de
discapacidad puede ser atendida, no convirtiéndose en factor desencadenante de la condición
de beneficiario. Sin embargo, en los rangos 16-64 pasa del 63,26% sobre el total al 83,32%,
lo que supone una diferencia de 20,07 puntos con el total. El mayor cambio en este indicador
se da para mayores de 65 años, donde de 3,15% sobre el total de beneficiarios pasa a 6,42%,
es decir, algo más del doble de porcentaje, lo que indica que la condición de discapacidad
sitúa en mayor vulnerabilidad a las personas conforme avanza la edad. La comparación de la
población infantil y adolescente con la de mayores de 16 años, permite percibir que la
discapacidad se configura como factor predisponente importante para recurrir a la ayuda
alimentaria a edad adulta. Esta situación se confirma para mayores de 65 años, en donde esta
situación de precariedad ya está establecida.
Todavía mayor es la reducción del porcentaje que suponen niños y adolescentes en el
indicador “Personas Sin Hogar”, donde se entiende la especial protección de la que gozan a
estas edades, gracias a la actual legislación y las políticas de protección a la infancia,
suponiendo en conjunto el 2,32% de las personas sin hogar registradas por las OAR. De esta
forma, el resto de integrantes de este estrato supone el 97,69% distribuido en el 94,94% para
el rango 16-64 y el 2,75% para mayores de 65 años. Este último rango también supone una
discreta reducción sobre el total de la población, objetivo sobre el que actúan medidas de
atención residencial para la protección de este colectivo.
c) Distribución comarcal de beneficiarios
Para estudiar el alcance de la labor de las OAR, se atendió a la distribución comarcal
del reparto de alimentos. Los datos facilitados por BASMUR registraban las localizaciones
municipales de cada OAR, las cuales se asignaron a cada una de las comarcas propuestas en
la división publicada por la web de Región de Murcia Digital.
137
Tabla 20
Distribución comarcal de la Región de Murcia
Comarca Municipios Comarca Municipios Altiplano Jumilla y Yecla Noroeste Bullas, Calasparra,
Caravaca de la Cruz, Cehegín y Moratalla
Alto Guadalentín Águilas, Lorca y Puerto Lumbreras
Oriental Abanilla y Fortuna
Bajo Guadalentín Aledo, Alhama de Murcia, Librilla, Mazarrón y Totana
Río Mula Albudeite, Campos del Río, Mula y Pliego
Campo de Cartagena Cartagena, Fuente Álamo y La Unión
Valle de Ricote Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva del Segura
Huerta de Murcia Alcantarilla, Beniel, Murcia y Santomera
Vega Alta del Segura Abarán, Blanca y Cieza
Mar Menor Los Alcázares, San Javier, San Pedro del Pinatar y Torre Pacheco
Vega Media del Segura Alguazas, Archena, Ceutí, Lorquí, Molina de Segura y Las Torres de Cotillas
Fuente: Web Región de Murcia Digital. Elaboración propia.
De este modo, los municipios de referencia de cada OAR están distribuidos e integrados,
siguiendo esta propuesta de adscripción comarcal.
Para la obtención del valor promedio de uso del recurso, se dividió el número total de
beneficiarios del FEAD en la Región de Murcia, por el número total de habitantes, lo cual
obtuvo un porcentaje de uso regional del 4,64%.
Se calculó el total de habitantes y de beneficiarios facilitados por BASMUR para cada
comarca. Para poder obtener una aproximación de su significación, se calculó además el
porcentaje sobre el total de beneficiarios que representaban los beneficiarios de las OAR de
cada comarca, y se utilizó como indicador para poder compararlo con el anterior promedio.
En la Tabla 21 se observa un porcentaje de uso sobre población comarcal del 9,62% en la
Huerta de Murcia, y del 8,85% en la comarca Río Mula. Siguiendo esta ordenación, Valle de
Ricote fue la tercera con un 5,26%. Estas tres comarcas son las que superan en porcentaje de
uso al promedio de la población regional y contrastan con el resto de proporciones,
comarcales donde los porcentajes se encuentran por debajo del 3%.
138
Tabla 21
Población comarcal y distribución por comarcas de los beneficiarios.
Comarca Población Beneficiarios Porcentaje de beneficiarios Altiplano Alto Guadalentín Bajo Guadalentín Campo de Cartagena Huerta de Murcia Mar Menor Noroeste Oriental Río Mula Valle de Ricote Vega Alta del Segura Vega Media del Segura Total
59.584 141.180 90.417 252.157 508.018 106.328 72.010 16.161 24.235 5.303 54.815 137.080
1.467.288
743 1.395 852
5.165 48.859 1.190 1.966 398
2.144 279
1.197 3.839 68.027
1,25 % 0,99 % 0,94 % 2,05 % 9,62 % 1,12 % 2,73 % 2,46 % 8,85 % 5,26 % 2,18 % 2,80 %
Fuente: BASMUR. Elaboración propia. Por otra parte, se realizó el cálculo de la representatividad que los beneficiarios de las
OAR de cada comarca suponían sobre el total de beneficiarios del FEGA en la Región de
Murcia, y se comparó con el porcentaje de población de cada comarca sobre el total regional.
Tabla 22
Porcentajes comarcales sobre el total de beneficiarios de BASMUR y Cruz Roja y porcentajes poblacionales de
cada comarca en la Región de Murcia.
Comarca Beneficiarios % beneficiarios FEAD % población regional Altiplano 743 1,09 % 4,06 % Alto Guadalentín 1.395 2,05 % 9,62 % Bajo Guadalentín 852 1,25 % 6,16 % Campo de Cartagena 5.165 7,59 % 17,19 % Huerta de Murcia 48.859 71,82 % 34,62 % Mar Menor 1.190 1,75 % 7,25 % Noroeste 1.966 2,89 % 4,91 % Oriental 398 0,59 % 1,10 % Río Mula 2.144 3,15 % 1,65 % Valle de Ricote 279 0,41 % 0,36 % Vega Alta del Segura 1.197 1,76 % 3,74 % Vega Media del Segura 3.839 5,64 % 9,34 % Total 68.027 Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
139
El porcentaje de población que cada comarca representa en la Región de Murcia, contrasta
con el que representa cada comarca en las tablas de las que se extraen los datos.
Como se puede observar, el mayor valor lo encontramos para la comarca Huerta de Murcia,
que alcanza el 71,82% de beneficiarios. Esta comarca supone el 34,62% de la población
regional, debido a que en ella se incluye el municipio de Murcia cuya población asciende a
439.889 habitantes.
Tal y como se muestra, el porcentaje de beneficiarios del FEAD en la Huerta de Murcia se
dobla con respecto al porcentaje de la población regional. Este fenómeno también ocurre en
la comarca Río Mula donde de una proporción de población sobre el total regional de 1,65%
,pasa a 3,15% sobre el total de beneficiarios. Y salvo en el Valle de Ricote donde el
incremento es positivo pero más discreto (0,36% frente a 0,41%), en las demás comarcas la
situación es inversa donde la razón anterior llega a dividirse por 4 en varias de ellas.
Estos datos indican por una parte los lugares de mayor concentración de reparto de alimentos
regional, y por otra parte, las posibles diferencias en cuanto a entramado asociativo dedicado
a esta labor.
Tomando en cuenta el estudio de AIS Group (Aplicaciones de Inteligencia Artificial-
www.ais-int.com) del 2015, los municipios de Lorca, Cartagena y Molina de Segura, estaban
dentro de los diez con mayor riesgo de pobreza de España y sin embargo, en la campaña
inmediatamente posterior, las comarcas que los incluyen no son las que más porcentaje de
beneficiarios registran sus OAR de referencia, según los datos de BASMUR.
Esto da lugar a varias consideraciones que pudieran justificar esta circunstancia:
- Las limitaciones de acceso al recurso y/o al conocimiento de su existencia, propiciadas entre
otras, por la distribución geográfica de la población.
- Las dificultades o diferencias socioeconómicas de estos municipios propician la búsqueda
de otros medios de apoyo social, familiar o popular.
140
- La disponibilidad de otros recursos alternativos al reparto de alimentos.
- Las necesidades reales de las personas en situación de dificultad social no se pueden ver
cubiertas con cargo al FEAD, precisando las diferentes OAR y OAD de esos municipios
realizar campañas de recogida de alimentos complementarias, quedando fuera de las
estadísticas oficiales del FEAD.
De los cálculos realizados, se concluye que el alcance del programa, aunque ampliamente
extendido, no parece ser equitativo en función de las necesidades. Máxime atendiendo a
determinados municipios con un porcentaje de usuarios sensiblemente inferior, pero de los
que se ha extraído que se encuentran en circunstancias de pobreza de tanta importancia como
el resto.
1.4.- Cantidad de alimentos repartidos
Con los datos facilitados por BASMUR se pudo profundizar en el alcance de la
distribución, tomando en cuenta el número de kilos de alimentos repartidos por persona.
El interés manifestado en el Programa Operativo para el reparto de alimentos es procurar la
cobertura nacional, atendiendo a las diferentes necesidades de cada región. Para este objetivo,
se utilizan indicadores objetivos de la situación socioeconómica de cada Comunidad
Autónoma como son:
- La Tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE)
- Tasa de desempleo.
- Número de personas perceptoras del reparto anterior.
Estos indicadores ponderan, respectivamente, al 40%, 10% y 50% para realizar el reparto que
corresponde a cada CCAA.
141
En la primera fase del Programa Operativo de 2016, la Región de Murcia ha recibido un
total de 1.149.145,504 kilos. El reparto realizado se muestra en la Tabla 23, en la que se
indica además el número de beneficiarios de cada OAD.
Hay que matizar, como se ha comentado anteriormente, que durante el tratamiento de los
datos en el campo “Número de kilos” aparecía el valor “0” en el registro de algunas entidades
de reparto, por lo que se interpretó que no habían recibido asignación alimentaria alguna.
Esto ocurrió en cinco de los registros, lo que supuso sustraer 1.634 personas del total de
beneficiarios potenciales, resultando 66.393 personas sobre las que se realizaron los cálculos
y que son referidos como usuarios reales. La variable a estudiar ha sido el promedio de kilos
de comida que recibió cada persona, no descubriéndose diferencias destacables entre las
OAD, con 17,65 kilos en promedio para el Banco de Alimentos del Segura y 16,92 kilos para
el Banco de Alimentos de la Región de Murcia. Los datos anteriores no muestran distinción
en el reparto con las OAR adscritas a Cruz Roja, que arrojan un promedio de 17,30 kilos por
persona. El promedio total fue de 17,31 kilos para el total de beneficiarios coincidente con el
correspondiente de BASMUR.
Tabla 23
Kilos repartidos y beneficiarios reales por OAD
Kilos recibidos Beneficiarios totales
Beneficiarios reales
Promedio de kilos por persona
BASMUR 574.575,752 34.283 33.191 17,31 Murcia 314.261,496 16.2990 15.389 17,65 Cartagena 260.314,256 17.993 17.802 16,92 Cruz Roja 574.659,752 33.744 33.202 17,30 Totales 1.149.145,504 68.027 66.393 17,31 Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
La comparación según modalidad de reparto, se realizó eliminando del cálculo las entidades
que no repartieron alimentos en la fase estudiada. En la Tabla 24 aparecen los kilos totales
entregados por modalidad de reparto, las personas en cada una de las modalidades y la
142
corrección de las mismas para realizar el promedio que aparece en la última columna, donde
se aprecia una diferencia de 2,37 kilos entre promedios a favor del reparto por lotes de
comida. Se observa que no existe demasiada variación entre los kilos percibidos por persona
en función de la modalidad de reparto, siendo similar.
Tabla 24
Kilos y promedio por modalidad de reparto.1º Fase 2016
Modalidad Kilos totales Beneficiarios Beneficiarios reales Kilos por persona
Entrega de Lotes 1.100.849,008 64.782 63.183 17,42 Consumo en la instalación
48.296,496 3.245 3.210 15,05
Totales 1.149.145,5 68.027 66.393 Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Según estos datos, cada persona recibió un promedio de 17,42 kilos durante la primera
fase del año 2016 -periodo comprendido entre mayo y septiembre-; cada una de las fases
consta de cuatro meses y hay un total de tres fases. Según datos del FEGA, para el ejercicio
2015 y todo el ámbito nacional, el cómputo anual fue de 69,84 kilos entregados por persona.
Paralelamente a este dato, en el año 2015, “el gasto en alimentación en los hogares españoles
registró un aumento del 0,9%, respecto al año 2014. Esta evolución, es el resultado del
descenso en el consumo (-1,3%) junto con el mayor precio medio de los alimentos (+2,2%).
El consumo per cápita medio ascendió a 656,7 kg/L por persona” (Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente, 2015, p.5).
De estas cifras se desprende, que el consumo de alimentos por persona en el conjunto
nacional dista mucho de la totalidad de alimentos por persona que recibe anualmente el
beneficiario del FEAD, ya sea en la Región de Murcia o en el resto de España, lo que apunta
hacia el carácter complementario del recurso para satisfacer la necesidad de alimentos.
143
1.5.- Modalidades de Reparto: Entrega de Lotes de alimentos y Consumo en la
Instalación
La aproximación al perfil de beneficiario y el alcance de la distribución, también se pudo
extraer del análisis de los datos referentes a las diferentes modalidades de reparto. Estas
modalidades de reparto que adoptan las OAR, “Entrega de lotes de comida” y “Consumo en
la Instalación”, responden a distintas necesidades de la población atendida. En este estudio se
aceptó que se encontraban en situación de mayor vulnerabilidad las personas que hacían uso
de la modalidad “Consumo en la Instalación”. Este punto de partida permitió realizar
comparaciones y obtener resultados sobre los indicadores que predisponen a una mayor
vulnerabilidad.
El número total de OAR que dispensaron alimentos elaborados en sus instalaciones fueron
35, mientras que el reparto por lotes de comida se realizó en 185 de las 220 totales.
Gráfico 13
Distribución de OAR por modalidad
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Las OAR cuyo reparto se realizó por lotes de comida atendieron a un total de 19.695
familias, las cuales integran a 64.782 beneficiarios de la ayuda. Los beneficiarios que
144
realizaron un consumo en la instalación fueron 3.245. En este sentido cabe destacar que las
unidades de consumo hacen referencia tanto a los comedores sociales, como a las residencias
de personas mayores y otras modalidades de recurso residencial.
Tabla 25
Beneficiarios por modalidad de reparto
Modalidad Número de beneficiarios Porcentaje sobre el total Consumo en la Instalación 3.245 4,77 % Entrega de Lotes de Comida 64.782 95,23 % Total 68.027 100 % Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Se observa que el mayor porcentaje de beneficiarios acude a recoger comida, siendo un
4,77% el porcentaje de personas que acuden a consumirlas a los recursos existentes o residen
en dispositivos con servicios para tal fin. Se entiende mayor vulnerabilidad para las personas
que están en estas circunstancias por no disponer de vivienda, instalación, recursos o
habilidades para la elaboración adecuada de los alimentos.
Se realizó la desagregación de la población total a estudio por la modalidad de ayuda que
ofreció cada OAR, es decir, distinguiendo entre la entidad de reparto que lo hizo entregando
lotes de comida de la que elaboró los alimentos para el consumo en sus instalaciones.
Se ha observado la especial adscripción a los Bancos de Alimentos de la Región de la
mayoría de entidades que reparten los alimentos mediante consumo en la instalación. En este
sentido, 3.065 personas acudieron a alguna entidad bajo esta modalidad, frente a las 180
personas calculadas para Cruz Roja.
Tabla 26
Beneficiarios por OAD y modalidad de ayuda.
BASMUR Cruz Roja Entrega de Lotes de Comida 31.218 33.564 Consumo en Instalación 3.065 180 Total 34.283 33.744 Porcentajes sobre el total 50,40% 49,60% Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
145
Se realizó, el cálculo para estos indicadores atendiendo a los distintos estratos poblacionales,
obteniendo el porcentaje de personas que acuden a cada una de las modalidades de reparto.
Tabla 27
Distribución de beneficiarios por indicadores según la modalidad de ayuda recibida.
Personas Inmigrantes, de origen extranjero o
perteneciente a minorías étnicas
Personas con discapacidad
Personas Sin Hogar
Subtotales Porcentajes Subtotales Porcentajes Subtotales Porcentajes Entrega de lotes de comida
19.064 94,89% 594 58,64% 444 27,09%
Consumo en la instalación
1.027 5,11% 419 41,36% 1.195 72,91%
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Se aprecia la disparidad de proporciones por indicadores de los usuarios entre unidades de
reparto y de consumo. Lo que para población general atendida supone un 4,77% en
modalidad de consumo en la instalación, para población inmigrante o de origen extranjero o
étnico minoritario se incrementa al 5,11%, lo que supuso una variación de 0,44 puntos y un
incremento del 9,22% dentro de este indicador de los beneficiarios. Este incremento supone
que este estrato se encuentra ante una situación de mayor vulnerabilidad que el total de
beneficiarios, que podría estar justificado por la dificultad para acceder a fuentes de ingreso
autónomas, propiciadas entre otros motivos por las dificultades que encuentran para su
integración social y por las condiciones de precariedad en su acceso al mundo laboral.
En personas con discapacidad los porcentajes de cada modalidad de reparto se acercan de
manera más abrupta, llegando al 41,36% en la modalidad de consumo en la instalación, lo
que sitúa a este estrato en situación de especial vulnerabilidad. Las personas con discapacidad
son particularmente vulnerables por sus dificultades para valerse en algún ámbito de su vida.
La disminución de la proporción de su significación en la población general con respecto a la
146
atendida por el reparto de alimentos, supuso apreciar que en población general este dato llega
a triplicarse. Esta diferencia está relacionada con varias cuestiones:
- La especial protección de la que son beneficiarias las personas con discapacidad a nivel
familiar, social, económico, laboral e institucional.
- La institucionalización en dispositivos públicos y privados de muchas personas en estas
condiciones.
- Los diferentes perfiles de las personas con discapacidad que las sitúan en diferente situación
de vulnerabilidad. Discapacidad no significa entonces necesitar ayuda alimentaria.
Por otra parte, las personas sin hogar no suelen tener recursos para la elaboración de
alimentos y parte de ellas recurre a los alimentos dispensados en entidades orientadas al
consumo en sus instalaciones. Aun así, el 27,09% está registrado en la modalidad de entrega
de lotes de comida. Por otra parte, las personas atendidas en la modalidad de consumo en la
instalación no coinciden con el total de Personas Sin Hogar (PSH) -3.245 frente a 1.639-, por
lo que se puede concluir que no sólo carecer de vivienda es la única circunstancia para
recurrir a esta modalidad de ayuda, aunque sea la que influye como mayor condicionante.
El estrato de PSH es el que dispone de peores niveles de acceso a alimentos o a lo necesario
para su preparación. Esta apreciación queda reflejada con los datos que comparan la
proporción de usuarios de este colectivo en ambos subuniversos. El hecho de que la
disparidad de su proporción sea tan significativa, con el 27,09% de las PSH en modalidad de
reparto y el 72,91% de PSH en modalidad de consumo, indica que son las personas con más
necesidad de protección a efectos de dispensa de alimentos, porque no solo no tienen acceso a
ellos sino que tampoco disponen de medios para su conservación y elaboración de forma
adecuada, y en general con grandes limitaciones para poder conseguirlos en el futuro.
147
Se ha elaborado una distinción entre los totales y porcentajes sobre el total de usuarios por
estratos poblaciones en cada una de las diferentes modalidades de reparto. Inicialmente se
especifican los beneficiarios para cada estrato en la modalidad de entrega de lotes de comida.
Tabla 28
Beneficiarios por indicadores y porcentajes sobre el total en modalidad Entrega por lotes
Personas Inmigrantes, de origen extranjero o
perteneciente a minorías étnicas
Personas con discapacidad
Personas Sin Hogar
Subtotales Porcentajes Subtotales Porcentajes Subtotales Porcentajes Entrega de lotes de comida
19.064 29,43% 594 0,92% 444 0,69%
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
A continuación, se especifica los totales y porcentajes sobre el total de usuarios por
indicadores en la modalidad consumo en la instalación.
Tabla 29
Beneficiarios por indicadores y porcentajes sobre el total en la modalidad Consumo en la instalación
Personas Inmigrantes, de origen extranjero o
pertenecientes a minorías étnicas
Personas con discapacidad
Personas Sin Hogar
Consumo en la instalación
1.027 31,65% 419 12,91% 1.195 38,83%
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
La relevancia de los datos contenidos en ambas tablas, estriba en la diferente significación
que cada indicador tiene dentro de cada modalidad de ayuda recibida. Para el indicador
personas inmigrantes, de origen extranjero o perteneciente a minorías étnicas, a efectos
comparativos se obtuvieron los porcentajes 29,43% y 31,65% para entrega por lotes y
consumo en la instalación, respectivamente. Se interpretó que dentro de la especial atención a
prestar a este colectivo, no había diferencias de consideración entre ambas modalidades de
reparto, por lo que la pertenencia al mismo, no suponía un indicador específico de mayor
148
vulnerabilidad, dado que su representatividad proporcional se mantenía estable
aproximándose al tercio del total de usuarios dentro de cada modalidad.
Con respecto a las personas con discapacidad, los datos sufren un incremento mucho más
notable al pasar del 0,92% al 12,91% de representatividad, 14,3 veces mayor en la modalidad
de consumo en la instalación que en la de reparto por lotes de comida. La presencia de un
mayor porcentaje de personas con discapacidad que acuden a algún recurso para comer,
apunta también a una mayor vulnerabilidad de este colectivo.
Las personas sin hogar, por otra parte, es el colectivo más representativo en el acceso a la
alimentación a través de recursos institucionalizados. El 0,69% acude a recoger alimentos
mientras que un 38,83% consume los alimentos en las instalaciones de los recursos, lo que
supone una diferencia de más de 56 veces. Esta cifra tiene su razón de ser en el perfil de las
personas sin hogar, ya que el carecer de vivienda, hace imposible la elaboración de comida
por sus propios medios.
Con respecto a los rangos de edad y las diferentes modalidades de reparto, se observa que
decrece el porcentaje de beneficiarios conforme avanza la edad en la modalidad de reparto de
lotes de comida, paralelamente, este porcentaje crece en la modalidad de consumo en la
instalación. Partiendo de una peor situación de las personas que acuden a la segunda
modalidad, el mayor nivel de desprotección se aprecia en mayores de 65 años, donde el
porcentaje pasa a ser del 17,13% sobre el total en este rango de edad.
Tabla 30
Beneficiarios por edades y modalidad de reparto.
0-2 3-15 16-64 Mayor de 65 Entrega de lotes de comida 3.697 18.413 40.897 1.775
97,62% 96,58% 95,04% 82,87% Consumo en la instalación 90 653 2.135 367
2,38% 3,42% 4,96% 17,13% Totales por edades 3.787 19.066 43.032 2.142 Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
149
1.6.- Estudio por sexos
Otra aportación al conocimiento del perfil de los perceptores de la ayuda consistió en
analizar los datos, atendiendo a la división por sexos de las tablas.
El total de perceptores de la ayuda se repartió en 34.817 mujeres y 33.210 hombres lo que
supuso el 51,18% y 48,82% respectivamente, aproximándose a la mitad para cada estrato.
Para edades infantiles y adolescentes, el número de hombres y de mujeres se acerca a la
mitad en los rangos de edad infantiles (0-2) y adolescentes (3-15 años), aunque ligeramente
superior en hombres. Por otra parte, en el rango de 16 a 64 y en mayores de 65 años
comienzan a contrastar los porcentajes, siendo mayor la proporción de mujeres que acuden al
recurso, con mayores diferencias en el rango de mayores de 65 años. Se puede concluir, que
la proporción en población atendida entre hombres y mujeres no muestra diferencias
apreciables (51,18% frente a 48,82% a favor de las mujeres). Estos datos se corresponden con
los datos extraídos del INE de la población por sexos en la Región de Murcia (50,12% de
hombres frente a 49,88% de mujeres a 1 enero de 2015). No obstante, comienza a notarse la
distinción cuando nos referimos a personas inmigrantes, o de origen extranjero o étnico
minoritario. En este caso, la proporción del 29,53 % sobre el total confirma la especial
situación de riesgo de pobreza y exclusión social de las personas inmigrantes, de origen
extranjero o procedente de minorías étnicas
Tabla 31
Beneficiarios por rango de edad y sexo.
0-2 3-15 16-64 > 65 Mujeres 1.834 48,43% 9.435 49,49% 22.304 51,83% 1.244 58,08% Hombres 1.953 51,57% 9.631 50,51% 20.728 48,17% 898 41,92% Total 3.787 19.066 43.032 2.142 Fuente: BASMUR. Elaboración propia. Mientras en la variable mujeres crece la proporción conforme crece el rango de edad
de las que reciben ayuda, en la variable hombres disminuye, mostrándose en el Gráfico 14 la
reproducción de estas tendencias cruzadas según el sexo de los beneficiarios.
150
Gráfico 14
Líneas de tendencia y barras en porcentajes por sexo y rango de edad.
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
Estos datos se contrastaron con los que ofrecía la población general. Según datos del INE,
la población de mayores de 65 años era de 219.634 personas en enero de 2015, siendo 95.884
hombres y 123.750 mujeres. Estos valores suponían unos porcentajes del 43,66% y 56,34%
respectivamente, por lo que las diferencias observadas no representaron una desviación
importante de lo que ocurre en la población a nivel regional.
Tabla 32
Población de mayores de 65 años en la Región de Murcia
Hombres Mujeres Total 95.884 123.750 219.634 43,66% 56,34% 100 %
Fuente. INE 2015. Elaboración propia.
En el Gráfico 15 se observa que el número de hombres es superior al de mujeres hasta los
54 años, invirtiendo esta tendencia a partir de esta edad.
151
Gráfico 15
Distribución poblacional por sexos y edades. Región de Murcia
Fuente: Padrón Continuo - INE. Elaboración propia
Se observa que según aumenta la edad para mayores de 65 años, se incrementa la
distancia entre ambos sexos, siendo las mujeres las que superan a los hombres en los tramos
de mayor edad. Las diferencias se hacen mayores, principalmente, por el hecho de la mayor
esperanza de vida de las mujeres.
Si bien es cierto que para el universo estudiado los porcentajes de hombres y mujeres se
acercan a la mitad del total, en la modalidad de consumo en la instalación aparece un
porcentaje de beneficiarios superior al doble en hombres (6,53% sobre total de hombres) que
en mujeres (3,09% sobre total de mujeres) como muestra la Tabla 33.
Tabla 33
Distribución de beneficiarios por sexos según modalidad de ayuda recibida.
Mujeres Hombres Beneficiarios totales Subtotales % mujeres Subtotales % hombres Total % del total Entrega de lotes de comida
33.740 96,91% 31.042 93,47% 64.782 95,23%
Consumo en la instalación
1.077 3,09% 2.168 6,53% 3.245 4,77%
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
152
Se realizaron cálculos sobre el total de beneficiarios, obteniéndose el 52,08% de mujeres
frente al 47,92% de hombres. Estos resultados supusieron una situación ligeramente en contra
de las mujeres en la modalidad de entrega de lotes de comida, siendo las más desfavorecidas
al respecto aunque acercándose en ambos estratos a la mitad de los beneficiarios. Sin
embargo, en la modalidad de consumo en la instalación se invirtió esta diferencia resultando
el 33,19% de mujeres frente al 66,81% de hombres, lo que supuso un tercio de mujeres frente
a dos tercios de hombres.
Tabla 34
Distribución de modalidades de ayuda por sexos.
Mujeres Hombres Beneficiarios totales Subtotales % mujeres Subtotales % hombres Total % del total Entrega de lotes de comida
33.740 52,08% 31.042 47,92% 64.782 95,23%
Consumo en la instalación
1.077 33,19% 2.168 66,81% 3.245 4,77%
Fuente: BASMUR. Elaboración propia.
1.7.- Estudio sobre tamaño familiar
El estudio sobre tamaño familiar, se ha considerado importante por ser el principal
beneficiario del reparto de alimentos. El hecho de ser un dato registrado por las OAR,
permitió su consideración para ahondar en su relevancia como factor de vulnerabilidad El
número de componentes que conforman las familias, aporta en qué medida éste puede ser
factor de vulnerabilidad, y por ende, susceptible de una mayor atención. Se procedió a
desagregar la muestra en dos universos distintos para su estudio diferenciado y comparado.
Por una parte, los registros que solo tienen una familia como usuaria correspondientes a los
registrados en modalidad de consumo en la instalación y de otro lado los que en este campo
153
aparecen un número mayor de beneficiarias que se incluyen en la modalidad entrega lotes de
comida.
A partir de esta división, se pudo aproximar el tamaño medio familiar de las personas que
acuden por lotes de comida a su OAR de referencia. En primer lugar, se realizó la división
del número total de beneficiarios entre el número de familias atendidas en cada OAR.
Posteriormente se obtuvo la media de este resultado de todas las OAR en modalidad reparto
por lotes obteniéndose 3,34 personas por familia, y la media ponderando con el número total
de beneficiarios de cada OAR resultando un valor de 3,45. El número de familias atendidas
por OAR solo se ha registrado en BASMUR para la 1ª Fase de 2016, por lo que se comparan
los cálculos realizados de esta magnitud con el resultado inmediato anterior de la Encuesta
Continua de Hogares del INE (2015), de la que se extrae el valor 2,73 personas de media por
hogar en la Región de Murcia, siendo 2,51 la media nacional (INE, ECH-2015). La
distribución del tamaño medio de los hogares por CCAA en 2015 se representa en el Gráfico
16 para datos en orden creciente.
Gráfico 16
Tamaño medio de hogares en España por CCAA (2015)
Fuente: INE. ECH (2015) Elaboración propia
154
Se observa la situación de la Región de Murcia en relación con el resto de Comunidades
Autónomas de España, donde aparece situada en tercer lugar como la Comunidad Autónoma
con las familias con mayor número de componentes. No obstante, este valor es superado por
el promedio calculado para los perceptores de ayuda del FEAD en Murcia.
Pensar en la posible asociación entre la Tasa AROPE y el tamaño medio de los hogares por
CCAA orientó a calcular el coeficiente de correlación de Pearson, resultando un valor de 0,56
sin tomar en cuenta el dato nacional. Este resultado supone una asociación claramente
positiva entre ambas variables con la suficiente fuerza como para tomarla en consideración.
La nube de puntos del Gráfico 17 y su línea de tendencia da muestra del grado de esta
asociación.
Gráfico 17
Nube de puntos con Tamaño medio del hogar y Tasa AROPE por CCAA.
Fuente: INE. ECH (2015). Elaboración propia.
La Tasa AROPE se calcula para la Unión Europea en porcentaje sobre la población total
de cada país, región o provincia. Se corresponde con la población en riesgo de pobreza o
exclusión social que calcula el INE y es aquella que está en alguna de estas situaciones:
- En riesgo de pobreza (60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo).
155
- En carencia material severa (con carencia en al menos 4 conceptos de una lista de 9).
- En hogares sin empleo o con baja intensidad en el empleo (hogares en los que sus
miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial de
trabajo durante el año).
La Tasa AROPE es un indicador de referencia de la pobreza y la exclusión a nivel
europeo.
Al desglosar los componentes indicados de la tasa AROPE por CCAA y compararlos con los
tamaños medios del hogar respectivos se obtuvieron los siguientes valores para su correlación
con el tamaño medio de los hogares como se especifica en la Tabla 35.
Tabla 35
Coeficientes de Correlación de Pearson entre componentes de la Tasa AROPE y el Tamaño Medio del Hogar
para datos de cada Comunidad y Ciudad Autónoma.(2015)
Coeficiente de Correlación con Tamaño Medio del Hogar
Valor de Correlación Tipo de asociación
Riesgo de Pobreza 0,544537704890006 Media Carencia Material Severa 0,839924290603087 Alta Hogares con Baja Intensidad en el Empleo
-0,0212769009990988 Baja(No hay asociación)
Fuente: INE. Elaboración propia.
Siendo el más significativo el que corresponde a la Carencia Material Severa con
0,84. El Gráfico 18 representa el diagrama de dispersión entre la Carencia Material Severa y
el Tamaño Medio del Hogar por CCAA, y se extrajo una asociación Alta entre ambas
variables.
156
Gráfico 18 Nube de puntos entre tamaño medio del hogar y Carencia Material Severa
Fuente: INE. ECH (2015). Elaboración propia.
La interpretación de estos resultados, puede asociarse por un lado con la comprensión de
cuestiones sobre planificación familiar de poblaciones con menor estatus socioeconómico y
con la accesibilidad a estos servicios para estos sectores de la población por cuestiones
formativas, culturales o intelectuales entre otras. Por otra parte, en lugares de mayor
empobrecimiento especialmente en momentos de crisis o ante dificultades económicas, la
densidad de los núcleos familiares se incrementa por las dificultades para la emancipación de
los jóvenes o por el regreso a la vivienda de los hijos que previamente la habían abandonado.
De esta forma se da la cohabitación de varias generaciones en el mismo domicilio.
El tamaño de las familias parece ser un indicador de vulnerabilidad ya que por una parte,
el tamaño medio de los hogares en la Región de Murcia es el mayor de todas las
Comunidades Autónomas que, asociado a una Tasa AROPE situada también en las primeras
posiciones, indica cierta relación que se constata en la correlación que muestra el estudio
realizado entre las dos variables. Por otra parte, su media en la población estudiada no solo
supera el valor de la Región de Murcia, sino el de todas las medias que facilita el INE para
2015, lo que orienta a confirmar esta asociación. Desglosar los componentes de la Tasa
157
AROPE permitió diferenciar el peso de cada uno en aquella asociación, pues la Carencia
Material mostró ser el de mayor relevancia al respecto. No se propone una relación causal
entre estas variables, aunque la asociación positiva indica por una parte, que en las familias
con mayor carencia material es más difícil la emancipación de sus miembros. Por otra parte,
las consecuencias de la crisis obliga a volver a casa de los padres o a agruparse en unidades
de convivencia que incrementan el número de miembros de los hogares.
Aunque la realidad es mucho más compleja, se puede considerar una influencia bidireccional
entre estas dos variables.
1.8.- Evolución de la Ayuda alimentaria
El alcance del reparto de alimentos con cargo al FEAD se pudo conocer desde un punto
evolutivo, atendiendo a los datos sobre la cantidad de alimentos asignada a la Región de
Murcia cada año desde 2010.
Los planes de ayuda alimentaria que la Unión Europea ha articulado para el suministro de
alimentos procedentes de existencias de intervención y su distribución entre las personas más
necesitadas de la Unión Europea, se remontan a más de dos décadas. Es a partir del año 2014
cuando los denominados Planes de Ayuda a las Personas más Necesitadas pasan a
denominarse Plan de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas tras la aprobación del FEAD,
cuya ejecución está prevista para el período 2014-2020. Como se puede observar en la Tabla
36, el porcentaje de cantidades de alimentos que correspondieron a la Región de Murcia con
respecto al total asignado a España se enmarcaron en el rango del 3,91% al 5,20% entre los
años 2010 a 2016. El porcentaje asignado a la Región de Murcia, experimenta una tendencia
creciente desde 2010 hasta 2013 con respecto al conjunto nacional. Eso implica, que la
Región de Murcia durante todo este período ha sido considerada de actuación preferente por
los elevados índices de pobreza y de exclusión social que ostentaba.
158
Tabla 36
Asignación de kilos anuales en España y Región de Murcia.
Año España Región de Murcia
Kilos nacionales Kilos regionales Porcentaje sobre nacional
2010 62.881.284,40 2.458.533,00 3,91%
2011 133.026.067,00 5.736.211,81 4,31%
2012 67.407.285,00 3.302.929,92 4,90%
2013 80.175.952,00 4.169.082,64 5,20%
2014 48.778.934,00 2.307.200,40 4,73%
2015 113.152.885,00 5.268.268,27 4,66%
2016 98.500.000,00 4.196.728,01 4,26%
Fuente: FEGA. Elaboración propia.
No obstante, con respecto a la evolución de los kilos de alimentos adjudicados a Murcia, no
siguen esa misma tendencia, puesto que están en relación con el número total de kilos
adjudicados al conjunto del territorio nacional. De hecho, se observa que para el año 2014 y
suponiendo un 4,73% del conjunto nacional, los kilos adjudicados son inferiores a los
recibidos en el año 2010 con un 3,91% de porcentaje sobre el conjunto nacional.
Esta diferencia de cifras está motivada principalmente por la asignación anual que la
Unión Europea hace a cada estado miembro, en función de determinadas variables. El
número de usuarios de la campaña anterior, la Tasa AROPE y la tasa de desempleo y su
variación interanual, marcan los criterios para calcular la cantidad de alimentos a cada Estado
en cada campaña.
159
Tabla 37
Evolución de población España y Región de Murcia
Censo a 1 de enero
España Región de Murcia % población sobre total nacional
2010 46.486.621 1.453.545 3,13%
2011 46.667.175 1.459.076 3,13%
2012 46.818.216 1.461.928 3,12%
2013 46.727.890 1.461.987 3,13%
2014 46.512.199 1.461.803 3,14%
2015 46.449.565 1.463.773 3,15%
2016 46.445.928 1.466.507 3,16%
Fuente INE. Elaboración propia.
Mientras la población regional se mantuvo relativamente estable con respecto al total
nacional oscilando entre el 3,12% y 3,16%, se observó la evolución que experimentó el
porcentaje de kilos del FEGA sobre el total nacional, incrementándose hasta llegar a su
máximo en este período en el año 2013, volviendo a descender hasta 2016. Dicho de otro
modo, a pesar de que la población de la Región se mantuvo invariable, se produjo un
incremento paulatino de la asignación de kilos de alimentos, motivado por el incremento de
las tasas de la pobreza; es decir, la misma población pero más pobre.
La descripción de las tablas anteriores no es suficientemente informativa, si no
comparamos las proporciones de kilos repartidos en la Región de Murcia con las de personas
recogidas en el padrón regional, con respecto a los datos nacionales. Aunque no es habitual
una variación poblacional importante si no se dan circunstancias especiales en las
poblaciones a estudio, fue una comprobación necesaria para extraer conclusiones. El Gráfico
19 muestra la comparación entre los porcentajes, con respecto a los totales nacionales de
población y de los kilos asignados a la Región de Murcia. En todo momento, quedaban los
porcentajes de kilos regionales por encima de las proporciones que expresaban su
160
significación poblacional. Se observa que es también en 2013 cuando se observan las
mayores diferencias.
Gráfico 19
Evolución de porcentajes de población y de alimentos repartidos en la Región de Murcia (2010-2016)
Fuente: INE y FEGA. Elaboración propia.
Los resultados de esta comparación fueron compatibles con los datos de la Tasa
AROPE regional que se utiliza como criterio, junto a la tasa de desempleo y la población
beneficiaria en campañas anteriores, para ponderar la cantidad de alimentos que corresponden
a cada Comunidad Autónoma.
El Gráfico 20 muestra la evolución comparada de la Tasa AROPE en España y en la
Región de Murcia entre los años 2010 y 2015, en el que se observa que también se encuentra
por encima de la media nacional, y que en igualdad respecto de los otros criterios, justificaría
una mayor asignación en porcentaje de kilos de alimentos con respecto a otras Comunidades
o Ciudades Autónomas.
161
Gráfico 20
Evolución de la Tasa AROPE Nacional y de la Región de Murcia 2010-2016.
Fuente: INE. Elaboración propia.
El retraso en la aprobación del FEAD que ocurrió en septiembre de 2014, explica el
hecho de que siendo 2014 el año en el que la Región de Murcia se situó como la segunda
Comunidad Autónoma con la mayor Tasa AROPE del conjunto nacional con un 44,9%, no
obtuviera en igual proporción la adjudicación de alimentos, siendo necesaria la aprobación de
un presupuesto extraordinario para poder dar continuidad al Plan de Ayuda Alimentaria.
2.- Análisis Cualitativo
En este apartado, se realiza el análisis cualitativo de las entrevistas realizadas tanto a
profesionales y técnicos de las distintas entidades que, de algún modo, están relacionadas con
el reparto y distribución de alimentos, y a usuarios y beneficiarios de las Organizaciones
Asociadas de Reparto (OAR).
Se analiza en primer lugar, las entrevistas a profesionales donde se exploran cuestiones
referidas a la pobreza y a la exclusión social, a las políticas sociales y a analizar el Fondo de
Ayuda Europea a las Personas más Desfavorecidas (FEAD), valorando su impacto en la
situación de las personas que acuden a él, así como, la evolución del perfil del beneficiario
del mismo.
162
Por otra parte, el análisis de los discursos de los usuarios de las distintas OAR, profundiza
sobre su perfil, sobre el impacto en sus vidas de la existencia de este recurso, de la valoración
que hacen del mismo, sobre las estrategias de subsistencia ante la situación que atraviesan, la
percepción de la propia imagen ante el uso de este recurso, así como, sobre las expectativas
de uso del mismo y la reflexión sobre la responsabilidad acerca de su propia situación.
2.1.- Análisis cualitativo sobre profesionales del ámbito institucional
En este apartado, se exponen los resultados del análisis de los discursos realizados a
profesionales del ámbito institucional que, de alguna manera, están relacionados con la
distribución y/o reparto de alimentos. Es necesario puntualizar que el perfil de las personas
entrevistadas tienen en común su implicación directa en esta actividad, si bien, existen ciertas
diferencias entre ellos, ya que el 50% de ellos mantienen una relación profesional contractual
con la entidad, y el otro 50% ejercen su labor de manera voluntaria, esto es, no remunerada.
El análisis se hace en torno a los tres ejes temáticos incluidos en la entrevista, desarrollados
en líneas posteriores y siendo estos:
- La Política Social y Derechos Sociales en la Región de Murcia.
- Exclusión Social y Pobreza: situación real de ambas variables y su evolución en la
Región de Murcia, según el profesional entrevistado.
- El Fondo de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas (FEAD) en cuanto a: - la
evolución del recurso y su eficacia; - la influencia de las medidas de acompañamiento; y
– la evolución del perfil de los usuarios.
El derecho a la alimentación como un derecho básico
Pese a que se ha abordado el derecho a la alimentación como un derecho reconocido en
numerosos instrumentos jurídicos, tanto nacionales como internacionales y de especial
163
protección sobre todo para determinados colectivos, los profesionales entrevistados sugieren
que la alimentación se enmarca dentro de los derechos considerados básicos y se equiparan
con otros que deberían estar garantizados por los poderes públicos. No obstante, se normaliza
la situación de indefensión que se produce cuando su protección no resulta efectiva.
A algunos entrevistados les parecía que tanto la ayuda alimentaria como la alimentación se
han convertido en la actualidad en un derecho.
[…] Antes era como algo vejatorio, ¿sabes? Ahora es un derecho, (EP1)
Puede ser aceptado que el derecho a la alimentación es como cualquier otro derecho de los
reconocidos como tales en instrumentos de carácter nacional, internacional o mundial. Por
una parte, puede aceptarse la incuestionabilidad de estos derechos aunque por otra se asume,
que como ocurre con algunos derechos, no hay herramientas para garantizar su cobertura. No
obstante, puede llegar a normalizarse la situación de indefensión que se produce cuando su
protección no resulta efectiva.
Ya, pero es como otros derechos básicos ¿sabes? Que no está cubierto (EP1).
Es algo básico, es como la vivienda, no se puede cuestionar el derecho a la vivienda, no se puede cuestionar el derecho a la alimentación, son cosas incuestionables que en pleno siglo XXI no se debería cuestionar y tendría que ser accesible a todo el mundo, debería estar superado (EP3).
Sucede como con otros derechos básicos ¿sabes? Que no están cubiertos, porque esta situación de crisis económica que hemos padecido en estos últimos años yo creo que nunca, no lo habíamos pasado antes, entonces, no estaba prevista esta situación. Nos hemos encontrado una crisis tan grande que nunca se pensó que gente de clase media pudiera pasar hambre (EP1).
Es que es muy difícil…hemos pasado una época de crisis que parece que estamos empezando a sacar ahora la cabeza,…y claro, en época de crisis, los fondos públicos no son suficientes para poder alimentar a la gente, poder pagar agua, luz, porque eso son gastos enormes (EP5).
164
En este sentido, se observa la supeditación de la satisfacción de los derechos a la realidad de
la situación económica. Se responsabiliza directamente a la crisis económica y se justifica la
imprevisión por la magnitud de la misma. No obstante, se sigue considerando a los poderes
públicos los responsables de garantizar la cobertura de los derechos recogidos en la
Constitución Española.
En general, fue aceptado por los profesionales el derecho de todo ciudadano a la
alimentación, unido a la obligación de los poderes públicos de paliar las situaciones que no lo
garantizan. Al mismo tiempo, surge la corresponsabilidad del ciudadano al que se le atribuye
el papel de sujeto exigente de este derecho ante estos poderes.
En algunos mensajes aparece la exigencia hacia el gobierno por el hecho de haber sido
votado, es decir, independientemente del partido que haya resultado elegido como ocupante
del poder ejecutivo.
Claro que sí…para eso les votamos.. para eso están ahí, para que miren por el ciudadano y para que velen por nuestros intereses.. y por nuestros derechos sobre todo.. aunque nosotros también tenemos que estar ahí y decirles, oye.. tenéis que hacer cumplir esto que para eso os votamos (EP2).
De esta forma, las necesidades de las personas más desfavorecidas pueden equipararse a los
intereses de todos. Ciertos verbos indican laxitud con las afirmaciones que los contienen
mostrando la dificultad de concretar tales exigencias. En sentido estricto, “velar por” y
“mirar por”, no expresan una acción que resuelva los problemas dejando en suspenso la
posible eficacia de sus actuaciones.
En otros discursos, se atribuye al Estado la función de proteger a las personas más
desfavorecidas. Implícitamente, el resto de la ciudadanía queda fuera del amparo de esta
protección. Las personas se valen de forma autónoma y de no ser así, el Estado debe suplir
esta función.
165
La situación les ocurre a otras personas por incapacidad o dificultades, mostrando una
identificación difusa con ellas. Son expresadas en tercera persona, refiriéndose a un grupo
aparte. La metáfora compartida y culturalmente extendida puede ayudar a suavizar la
expresión verbal de las situaciones de desfavorecimiento social.
“personas que menos pueden y más dificultades encuentran en el camino” (EP3).
La función protectora de las Administraciones sería de aplicación al conjunto de la población,
y con especial interés, sobre las personas desfavorecidas. No existe función previsora y la
prevención queda a criterio de cada individuo o grupo, abriendo la puerta a intervenciones
caritativas paliativas, una vez establecida la situación. Cuando se ponen de manifiesto las
dificultades de las personas puede ser demasiado tarde y se daría cierto favorecimiento de la
cronicidad de la situación.
Sí, sí, la Administración es la que tiene el encargo de proteger a esas personas que menos pueden y más dificultades encuentran en el camino (EP3). […] yo creo que la Constitución Española así lo dice, y que nosotros somos de alguna forma los hijos, de los padres que son los políticos de este país, ellos tienen la obligación, igual que yo tengo con mis hijos, de darle una habitación, de darles luz eléctrica para que se calienten o un aparato de aire acondicionado, unos estudios y comida, por lo tanto considero que sí, que sí es obligación del Estado (EP4).
Determinadas expresiones pueden transmitir la idea de que esta protección será realizada en
el futuro: “tiene el encargo.” Dando a entender que es una tarea que se postergará en el
tiempo.
En definitiva, la responsabilidad efectiva de luchar contra las situaciones de carencia
alimentaria parece hacerse recaer sobre los poderes públicos como entes abstractos, dejando a
otros posibles actores sin obligaciones o con responsabilidad discrecional.
166
Por otra parte, se le atribuye a la Administración la obligación de garantizar el derecho a la
alimentación como garante del principio de universalidad en el acceso, removiendo posibles
obstáculos vinculados a las ideologías o las creencias. En este sentido, cabe resaltar que el
60% de los beneficiarios acuden a entidades religiosas, siendo estas las que ostenta un mayor
porcentaje de reparto.
Yo creo que sí, que debería ser la Administración quien lo garantizase.. ¿Por qué lo digo? El que una organización, ya sea laica, ya sea religiosa, distribuya alimentos está limitando el espacio digamos de independencia suficiente como para poder ir tranquilamente a pedir alimentos; por ejemplo, ahora mismo en Cruz Roja tenemos mucha gente árabe, de Marruecos, de Argelia.., entonces esas personas que vienen con unas creencias religiosas, acercarse a una parroquia llena de santos, de cruces, debe ser, vamos yo no lo sé, me pongo en su papel y debe ser un poco.. (EP6). La Política Social, la Exclusión Social y la Pobreza en la Región de Murcia En general, es aceptado por los profesionales que la Región de Murcia se encuentra en
niveles superiores de pobreza con respecto al resto de Comunidades Autónomas, lo que se
confirma con los datos del INE sobre la Tasa AROPE en España. Los profesionales conocían
la especial situación regional.
[…] la situación que hay en Murcia es una situación muy precaria con respecto a otras CCAA (EP1). Sigue habiendo un índice de pobreza muy alto en la Región; no puede ser que una región como la Región de Murcia tenga índices de pobreza y de pobreza infantil tan elevados, entonces si los sigue habiendo, no se estará cumpliendo los objetivos (EP3).
La percepción de la ineficacia de las Políticas Sociales llevadas a cabo, traducida en
incumplimiento de los objetivos, planea por todos los discursos; la situación de la Región de
Murcia, con uno de los índices de pobreza y exclusión social más elevados del conjunto
nacional durante varios años consecutivos, propicia la percepción de esta ineficacia por parte
167
de los profesionales.
Por otra parte, observaban las dificultades de las Políticas Sociales para garantizar un nivel
mínimo de bienestar en la población. Aparecían en los discursos varios aspectos a considerar.
La asignación presupuestaria era uno de ellos.
En Murcia yo creo que sería una partida muy importante y… no, no llega (EP1).
La implantación de Políticas Sociales se encuentra además con la dificultad de establecer los
criterios de inclusión de los beneficiarios de las intervenciones. Tarea político-administrativa
que pretende un reparto equitativo de recursos.
Hay que discriminar entre mucha gente que viene a solicitar ayuda, el que realmente tiene necesidad (EP5).
La tarea de control de la Administración, puede tener su fundamento en la comparación de la
situación nacional con la de otros países que se encuentran en peores condiciones, en los que
la carencia alimentaria puede tener consecuencias más negativas en la población más
desfavorecida.
..la gente que viene aquí no pasa hambre, otra cosa es que le venga bien que tú les des alimentos porque el dinero que se ahorran en alimentos, lo dedican a otras cosas, entonces yo creo que en España la gente no pasa hambre (EP5)
Para algunos profesionales la actividad fundamental se ceñía a la información sobre los
recursos y ayudas disponibles.
Yo creo que una de las herramientas básicas de las Políticas Sociales es la información (EP5).
Aunque mayormente aceptada era la idea de cubrir ciertos derechos y dotar de recursos
personales a las personas inmersas en procesos de exclusión social.
Debería haberse trabajado mucho más lo que ahora se está empezando a hacer que
168
es trabajar la formación, la búsqueda de empleo, las habilidades, la higiene, muchas cosas, la base, para que esa persona, la autoestima, muchas cosas que te llevan al final a que consigas un empleo y a subsistir por una misma (EP3).
Por otra parte, algún profesional defendía la obligación preventiva de los poderes públicos
orientada a evitar situaciones de precariedad social en lugar de afrontar los problemas
sociales una vez que se han desencadenado.
Vamos a trabajar la prevención antes que… (EP3).
La visión de las políticas ejecutadas como herramientas alejadas de la realidad y de las
necesidades de la ciudadanía, subyace en la mayoría de los discursos. Una vez establecida la
ayuda a conceder por parte de los Organismos encargados, la intervención parece verse
reducida a discriminar a las personas que tienen derecho a la misma o a su tramitación,
añadiendo información sobre otros recursos para afrontar las situaciones de carencia de los
perceptores. Los ejecutores de proximidad de los programas, pueden tener la impresión de
que las condiciones de su actividad están rígidamente marcadas por instancias superiores, sin
considerar su visión particular al respecto.
Vamos a ver, yo es que.. sí es cierto que las leyes están para cumplirlas y que nos regimos por unas normativas y que eso es lo que hay que cumplir. Pero una cosa es, que el papel lo aguanta todo y otra cosa es una realidad, ¿entiendes? […]Se da como una disgregación entre lo que se inscribe como política y la realidad (EP1).
Ellos deberían bajar a la realidad, deberían hablar con las personas, con los ciudadanos y deberían tener en cuenta lo que le decimos las personas desde las ONGs, que somos las que estamos trabajando con ellos y los vemos todos los días, y no solo a nivel de directivos de ONGs, sino de técnicos que somos los que trabajamos con ellos (EP2).
[...] no viendo las cosas desde esa perspectiva tan genérica como se ve en el Gobierno ni siquiera el Ayuntamiento…habría que bajar al barrio, a los vecinos, habría que estar más cerca de ello, habría que ocuparse y preocuparse y enterarse de los problemas de ellos y desde abajo comenzar a solucionarlo; no ver solamente que el déficit ya se ha arreglado o se está arreglando o que las macro cuentas siguen
169
funcionando, porque eso es lo que dicen los políticos pero lo que aquí vivimos es que la necesidad cada día es mayor (EP4).
La proximidad y cercanía de los actores sociales involucrados en los procesos de reparto de
alimentos, visibiliza y personaliza las situaciones de carencia, produciéndose una
identificación que, se piensa, no se produce en instancias superiores. La percepción de que
existe un desconocimiento real de las situaciones de pobreza -más allá de las cifras oficiales-
por parte de “los políticos”, proyecta una imagen de insuficiencia de las políticas llevadas a
cabo.
Pues yo creo que ellos, con lo de los Bancos de Alimentos creen que eso lo tienen superado, creo que piensan que con los comedores sociales y con las organizaciones que estamos haciendo reparto es suficiente, pero realmente no se dan cuenta que en muchos municipios se han ido cerrando estas zonas, sobre todo de Cáritas que son los que más tienen reparto de alimentos. No es suficiente, pero los políticos creen que sí, que está cubierto y que desde ahí con el Banco de Alimentos a nivel europeo está cubierta la necesidad, pero no está cubierta (EP2). En general, las políticas destinadas a proporcionar un nivel básico de bienestar a los
ciudadanos, se entienden insuficientes por los profesionales entrevistados. Esta opinión se
mantiene en particular sobre las ayudas a satisfacer las necesidades alimentarias de la
población necesitada.
Yo creo que no es suficiente las Políticas Sociales que se están haciendo actualmente, sobre todo porque la situación que hay en Murcia es una situación muy precaria con respecto a otras CCAA, entonces,... claro yo no sé en otras comunidades autónomas.. cómo son en otras comunidades autónomas el nivel económico que se adjudica a las Políticas Sociales, pero en Murcia yo creo que sería una partida muy importante y... no, no llega (EP1). Sobre todo el tema de los presupuestos es muy difícil y muy complicado. Por ejemplo, hay partidas presupuestarias que se deciden a nivel político que cuando tú vas a echar mano, a lo mejor esto no es la necesidad que realmente hay en la región, porque han aparecido otras nuevas y esas políticas se han quedado obsoletas porque antes había unas necesidades y ahora hay otras (EP2). Yo creo que siempre falta….y la prueba de que falta es que nosotros el año pasado repartimos 1.400.000 kilos y este año vamos a repartir dos millones (EP4).
170
Las estrategias de subsistencia de la población para afrontar determinadas situaciones de
carencia, constituyen una herramienta vital para la evitación del conflicto social; conflicto
social, que en opinión de algunos profesionales, se produciría si las condiciones fueran más
extremas.
A nivel familiar, donde hay muchos hijos que lleven una alimentación deficiente, puede ser, pero problemas de hambre o hambruna, no, yo creo que no, si no este país se hubiera levantado en armas, son cosas muy básicas (EP5).
En el mismo sentido, conseguir ingresos de algún tipo persigue buscar unos mínimos vitales
no declarados, que junto a la ayuda alimentaria permiten afrontar otras necesidades.
[…] Todo se mueve en economía sumergida, “¿dónde estás?” “Estoy en un piso alquilado” “¿y qué pagas?” “300 euros” “¿Y cómo los pagas?” “Ah, es que..” Si tienes que pagar 300 de la casa, 50 de no sé qué, necesitan ya 500 euros para vivir, más la comida, más la ropa, más veinte mil cosas…entonces a mi las cuentas no me cuadran…(EP5)
Valoración del Fondo de Ayuda a las Personas más Desfavorecidas (FEAD)
Variedad del reparto
Uno de los objetivos planteados en la metodología, es conocer la eficacia del reparto de
alimentos del programa operativo con cargo al FEAD, como recurso para satisfacer una
necesidad básica-la alimentación- y como medida favorecedora de inclusión. Cabe recordar,
que el objetivo específico del FEAD es contribuir a lograr paliar las peores formas de
pobreza, a través del suministro de alimentos, la asistencia material básica y actividades de
inclusión social.
Para la valoración y el impacto que provoca en las vidas de las personas que acuden al
reparto de alimentos se tiene en cuenta, no solo la opinión de los que de manera directa están
implicados en el mismo, sino además, la valoración que las personas usuarias del recurso
hacen de él y que se exponen en el análisis del discurso de los beneficiarios. En este sentido,
171
se han explorado aspectos en cuanto a la variedad de alimentos, organización y trámite a
seguir para poder incorporarse al recurso, así como, la efectividad de las medidas de
acompañamiento que recoge el Programa Operativo.
En un primer lugar, en los discursos se destaca la limitada variedad de los productos
repartidos y la imposibilidad de poder cubrir las necesidades básicas de alimentación de las
familias, aspecto éste ampliamente compartido y explicitado en el discurso de los usuarios del
recurso. A pesar de la imposibilidad de cubrir esta necesidad, se reconoce como un recurso
muy importante para las familias, lo cual, deja en evidencia la precaria situación económica
en la que se encuentran las personas que acuden al mismo, ya que a pesar de ser insuficiente,
resulta básico y plantea la cuestión de qué alternativas habría en el caso de no existir.
¿Te refieres al Programa de la Unión Europea? Vamos a ver, es, es un pilar muy importante porque son alimentos básicos. Pero claro, que solo con eso una familia no puede alimentarse (EP1).
[…] y faltan muchísimos alimentos que han quitado.. se supone que nos dijo que la tabla de alimentos que se reparte a la gente que son productos no perecederos, cumplen con los niveles nutricionales y que los niños y las personas van a estar bien y tienen las necesidades cubiertas. No puede ser cuando solo se le da pasta, legumbres, arroz, leche, galletas, atún y tomate.. ¿y lo demás? (EP2).
La selección de los alimentos que componen la cesta de alimentos distribuidos con cargo al
FEAD, está realizada con criterios nutricionales llevados a cabo por especialistas. Esta
selección se ha ido modificando en las sucesivos planes de ayuda alimentaria realizados por
el FEGA y han variado en los últimos ejercicios del FEAD. Sin embargo, se revelan como
insuficientes para contar con una alimentación equilibrada, lo que pone de manifiesto el
carácter complementario de los alimentos distribuidos
Entonces, en algunas ocasiones se ha visto y se ha hablado de variar un poco esa dieta, ¿no? aunque en esos productos alimenticios que rondan entre doce y catorce alimentos, es verdad que detrás hay profesionales muy cualificados, nutricionistas, es decir que no es a la ligera, esto nos lo explicaron en Madrid y nos
172
dijeron que, bueno, no se eligen esos alimentos porque sí, o sea, detrás hay profesionales y un estudio muy claro de por qué este si o este no... Pero no son suficientes, es decir, tú no puedes hacer solo una comida con garbanzos, le tendrás que echar algo más (EP1).
No lo sé, mira, antes daban queso, azúcar, Cola cao, natillas líquidas para los niños, daban harina,…todo eso lo han quitado…el año pasado ya no se daba…y el anterior creo que tampoco…y ahora este año han quitado las alubias y los garbanzos, ahora de legumbres solo se dan lentejas…y en la primera fase no han venido las lentejas, las tenemos ahora en esta segunda fase (EP2).
Mi crítica al fondo del Banco de Alimentos es a la falta de variedades de alimentos, yo no te estoy diciendo que hayan lechugas, col y coliflor, te estoy diciendo que todos los meses te damos los mismos alimentos (EP3) Se observa como necesidad la ampliación de los productos suministrados para poder
garantizar la cobertura de las necesidades nutricionales
Hay muchísimos productos que se pueden dar en lata...lo único que se da ahora es melocotón en almíbar y judías verdes en latas, pero hay muchísimas otras más que se podrían dar[…]muchas más conservas que se pueden dar que van botes de cristal.. sé que es más complicado pero se podía hacer (EP2).
Además de la complementariedad con respecto a la alimentación, la obtención de alimentos
supone además un complemento económico de las familias que destinan la cantidad ahorrada
al pago de otros gastos; este aspecto complementario del recurso también ha sido puesto de
manifiesto en el discurso de los usuarios.
Otra cosa es que le venga bien que tú les des alimentos porque el dinero que se ahorran en alimentos, lo dedican a otras cosas (EP5).
Trámites a seguir
Garantizar un reparto equitativo, es una de las justificaciones de la existencia de un trámite
para la obtención de los alimentos. La necesidad de un Informe de los Servicios Sociales
173
Públicos donde quede constancia de la vulnerabilidad de la persona beneficiaria, apunta en
esa dirección. En algunos de los discursos subyace la ralentización que ese trámite puede
suponer para poder acceder a la ayuda alimentaria, con el consiguiente perjuicio para las
familias
No estoy a favor ni en contra…te digo el por qué…porque a lo mejor hay familias que necesitan que tú les des los alimentos ya, y a lo mejor porque le falta la documentación o algún papel o la cita con la Trabajadora Social sea justo después de nuestro día de reparto, se tiene que quedar ya para el mes siguiente (EP2).
Eso está bien, porque por ejemplo, las personas llegan, cogen un número, entran una primera entrevista de acogida que es donde se le da la información y donde se le cogen los datos básicos, ese día se les informan que documentos tienen que acompañar para entrar al plan de alimentos y qué otro día tienen que venir para hacer una valoración de su situación familiar y entregar los documentos. Se viene a otro segundo día, entrega los documentos, se le hace esa entrevista, se registran los datos en el ordenador y se abre el expediente, y ya se le da cita para ver cuándo puede venir a coger alimentos (EP6).
Vamos a ver, sí es cierto que eso ralentiza el acceso ¿no?, porque siempre la burocracia lo hace todo más lento (EP1).
A pesar de que se reconoce el trámite como un factor de retraso en el acceso al recurso, al
mismo tiempo se considera preciso para favorecer una utilización adecuada del mismo por
parte de la población receptora, subyaciendo en todos los discursos la posibilidad de que la
ayuda sea recibida por quien no ostente “la necesidad”. Esta circunstancia, tal y como es
transmitida, no está planteada en términos de posibilidad sino en términos de certeza, es
decir, que en el ámbito de lo social se producen situaciones en las que la ayuda prestada es
solicitada y recibida, en ocasiones, por personas que no acreditan situación de necesidad, o
aún acreditándola, no responde a la realidad, lo que convierte a los actores sociales en
“notarios” o “policías” más enfocados a la persecución del que no cumple requisitos que en la
resolución de problemáticas.
174
Digamos que eso puede tardar un mes, mes y quince días y creo que eso sí está bien cogido porque los documentos hay que renovarlos todos los años, a la gente hay que explicárselo así, aunque vean que es un papeleo...por sentido de la justicia, para que realmente no se lleven personas que no deben de llevárselo y pienso que ese sistema está bien organizado (EP6).
Pero por otro lado es necesario, porque como te decía antes, como nosotros no conocemos a todas las familias, yo tengo que saber que tú estás en una situación de exclusión y que te tengo que dar esa comida, porque si yo no te conozco yo no sé si verdaderamente lo necesitas, o lo vas a coger para llevártelo o lo vas a vender, o como se ha visto otras veces, contenedores llenos con la comida del Banco de Alimentos, o a lo mejor hemos dado algún alimento, y cuando nosotros nos hemos ido de aquí en la punta del carril, habían dejado algo porque era muy pesado y no se lo podían llevar (EP2).
De igual modo, la determinación de las situaciones de exclusión social conlleva de manera
implícita el reconocimiento de la heterogeneidad de los perfiles que pueden darse bajo la
misma denominación, pero que se puede unificar en uno solo a efectos de ser receptor de la
ayuda y es “tener necesidad de”. Es decir, se puede tener necesidad de alimentos, pero no
estar en una situación de exclusión social y, a la inversa, se puede estar excluido socialmente
y tener las necesidades básicas cubiertas.
La percepción de algunos profesionales sobre la desvalorización del recurso por parte de los
beneficiarios, justifica la existencia de unos trámites en la solicitud como medio de evitar esta
situación, percibiendo como necesaria la valoración positiva del mismo
Pero es necesario, o sea, el plan de 2014-2020, todas las modificaciones que ha hecho y la que ha puesto como medida imprescindible como el volante de derivación, es que era necesario....o sea, era ya tal el cachondeo de la no valoración de que te están danto alimentos, que ya, ¿sabes?. Es que no puede ser (EP1). Asimismo, se identifica a la Administración como la responsable de conocer la problemática
social y de la identificación de las situaciones de pobreza y de exclusión social, adjudicándole
los medios necesarios para tal valoración.
175
Yo entiendo que la Administración está hasta arriba, pero yo creo que es la Administración la que tiene que saber cuáles son las personas más necesitadas (EP2).
La existencia de un protocolo de derivación por parte de la Administración Pública, es
considerada eficaz para establecer quienes acceden al recurso; es pues, la Administración
Pública, a través de los Servicios Sociales Municipales, quien determina en última instancia
la vulnerabilidad y los criterios que definen tal circunstancia, criterios estos no especificados
en ninguna norma.
Medidas de Acompañamiento
Las medidas de acompañamiento previstas en el Reglamento 223/2014 del Parlamento
Europeo, son definidas como actividades desarrolladas con carácter adicional a la
distribución de alimentos y/o de asistencia material básica, con el objetivo de paliar la
exclusión social y/o abordar las urgencias sociales de una forma que favorezca más la
autonomía y más sostenible, como por ejemplo, orientación sobre una dieta equilibrada y
asesoramiento sobre gestión presupuestaria.
Las medidas de acompañamiento dispuestas en el PO hacen mención a que todas las OAR
participantes ofrecerán, como medida de acompañamiento básica, la información sobre los
recursos sociales más cercanos, estando contempladas estas medidas para que aquellas OAR
que tienen menos capacidad administrativa, de gestión y de recursos humanos, puedan
cumplir con la obligación reglamentaria prevista acerca de las medidas de acompañamiento.
El PO prevé, asimismo, medidas de acompañamiento más completas parra aquellas OAR que
dispongan de más recursos y experiencia en el ámbito socio laboral. Todas las medidas de
acompañamiento ofrecidas a las personas destinatarias son financiadas exclusivamente con
cargo al PO del FEAD, estando prevista la asignación de 30.640.512 € para todo el territorio
nacional para el periodo 2014-2020.
176
En los discursos de los profesionales entrevistados, queda de manifiesto las distintas
posibilidades que tienen cada una de las OAR en función de sus propios recursos. En cuanto
a la medida de acompañamiento básica de información, esta se está realizando desde la
totalidad de las OAR. De lo que se desprende de algunos discursos, estas medidas no resultan
suficientes para lograr la inclusión social, no solo achacable a lo básico de las medidas, sino
al desinterés por parte de quien las recibe.
Vale, ahora mismo las únicas, hasta la fecha, las únicas medidas de acompañamiento que han habido eran unos folletos que nosotros repartimos donde vienen todos los Ayuntamientos, a nivel de Murcia y en las pedanías y también salen las UTS (Unidades de Trabajo Social), por zonas. Poquito más, es decir, se da a la familia por si tienen algún problema, poder dirigirse. Pero claro, eso no es suficiente. Aunque no hace nada, es que... porque hay gente que ni se lo lee, ¿sabes? (EP1).
Nosotros desde aquí, con los usuarios del Banco de Alimentos es solo información y asesoramiento, ¿vale? Posterior al reparto, porque ellos la primera vez que acuden aquí es por eso, por el Banco de Alimentos, porque saben que lo tenemos, porque muchos de ellos vienen derivados de Servicios Sociales, y ya tienen una Trabajadora Social que está trabajando con ellos su situación (EP2).
La capacidad de gestión y de recursos de la que disponen algunas de las OAR, hace posible la
realización de medidas de acompañamiento complementarias, más allá de las meramente
informativas, por lo que no existe uniformidad en todas las OAR en la ejecución de estas
medidas.
Eso era hasta ahora, las únicas medidas de acompañamiento que nosotros teníamos en el plan. Luego sabemos que, bueno, que hay entidades que hacen otro tipo de medidas, y hacen actividades, están encima de las familias. Cáritas hace muchas medidas de acompañamiento (EP1).
La no duplicación de recursos y la rentabilización de los ya existentes, se configura como una
necesidad planteada por las diversas OAR, haciéndose necesario el trabajo en red para una
mejor coordinación.
177
Nosotros sí que hacemos un seguimiento desde aquí con esas familias que acuden al Banco de Alimentos, que la mayoría no solo vienen a por el Banco de Alimentos sino también a otros servicios que damos, pero si tuviéramos más personal podríamos involucrarnos más, un servicio más completo y un seguimiento mayor ; sí sé que Cáritas hacen una clase de español, pues bueno, a lo mejor no hace falta que yo haga clases de castellano; se trata de no duplicar y de complementar lo que se hace, para que al final los pocos recursos que tenemos sean más productivos (EP3).
El Real Decreto Real Decreto 603/2016, de 2 de diciembre, por el que se regula la concesión
directa de subvenciones a las Organizaciones Asociadas de Reparto encargadas del reparto de
alimentos y del desarrollo de medidas de acompañamiento, en el marco del Programa
Operativo sobre ayuda alimentaria del Fondo de Ayuda Europea para las Personas más
Desfavorecidas en España, recoge la totalidad de las subvenciones destinadas a estas medidas
y las distribuye por cada una de las OAR participantes.
La cuantía de la subvención directa para llevar a cabo medidas de acompañamiento, supone
un total de unos 3 euros por cada beneficiario, multiplicándose esa cantidad por el número de
beneficiarios totales de la OAR.
Si la medida básica es la información, este Real Decreto supone la ampliación a otro tipo de
medidas, entre las que se incluyen: Acciones que conduzcan a la inserción socio-laboral;
organización de sesiones informativas grupales sobre el acceso a los recursos existentes, así
como a las ayudas económicas; información general sobre nutrición, dieta equilibrada y
alimentación saludable; asesoramiento en economía familiar, contemplando actuaciones de
formación y orientación en gestión eficaz del presupuesto familiar, gestión del
endeudamiento y sobreendeudamiento, ahorro energético en hogares, préstamos hipotecarios
y personales; y actuaciones que favorezcan la participación en las medidas de
acompañamiento propuestas. La aprobación de dicho Decreto, posterior a la elaboración de
las entrevistas, no ha hecho posible valorar el alcance del mismo entre la población
destinataria, no obstante, la previsión de que se establecieran otras medidas era más o menos
178
conocido por los profesionales que valoraron en mayor o menor medida su implantación.
El planteamiento de estas medidas, se justifica sobre la necesidad de formación en
competencias básicas de las personas beneficiarias del recurso, manteniéndose una
representación social de la responsabilidad individual que las personas más desfavorecidas
tienen sobre su situación, tal y como aparece en alguno de los discursos de los profesionales
Es que yo no sé exactamente cuáles van a ser esas medidas, pero yo creo que irá más bien dirigida a que se hagan cursos para los beneficiarios. Por eso es tan importante, que si la gente no sabe cocinar una serie de alimentos porque hay mucha gente que no es de nuestra cultura, ¿no?... y se niegan y entonces tiran esos alimentos. Pues que sepan ¿no? es que no van más allá...no saben qué hacer con los alimentos. Entonces el enseñarles a cocinar, todo eso son medidas adecuadas (EP1).
El abordaje de ciertas medidas, orientadas a la elaboración de alimentos, ofrece una mirada
hacia la responsabilidad individual de las personas que atraviesan o se encuentran en
situación de exclusión social o de vulnerabilidad, y apunta hacia la incapacidad de las
familias para poder gestionar y alimentarse de manera adecuada. En este sentido, no se puede
obviar que la crisis económica ha provocado que los hábitos de consumo de las familias se
haya visto modificado, habiéndose reducido el gasto destinado a la alimentación y
produciéndose la sustitución de un tipo de alimentos por otros, de menor coste, con mayor
aporte de energía y menos saludables, hábitos alimentarios que son más usuales en los
colectivos con menos recursos económicos y en situación de pobreza (Antentas y Vivas,
2014).
Por una parte, ciertos discursos, presentan a los beneficiarios con pocos recursos personales
para solventar su situación. Al mismo tiempo, otras afirmaciones, culpabilizan a esas
personas por falta de voluntad o interés, en ocasiones, reforzando la imagen del colectivo
vulnerable susceptible de ser reeducado, infantilizándolo.
179
Entonces claro, no es solo ser bueno, ¿sabes?, tú tienes que ser firme, tú tienes a veces que a esas familias educarlas, porque no saben. Yo muchas veces les digo a las entidades benéficas, que tenéis que repartir poco a poco; no podéis darle los alimentos de una vez, a ver, porque la gente no va al supermercado y se compra kilos de alimentos. Y cuando la gente está en esa situación precaria, normalmente la cabeza no la tiene en su sitio, en el sentido de que no hacen las cosas con criterio (EP1). Evolución del perfil de beneficiarios del reparto de alimentos Algunos profesionales apreciaban una evolución en el perfil de los perceptores de la ayuda,
que ha supuesto a personas que anteriormente tenían recursos suficientes para afrontar sus
gastos de manera autosuficiente, tener que recurrir en estos momentos al donativo de
alimentos para sobrevivir en condiciones mínimas. El perfil inicial de perceptores de
alimentos, comenzó abarcando a la situación de pobreza extrema que posteriormente incluyó
a las personas inmigrantes con más dificultades que llegaban a la Región. En la actualidad,
también se integra a personas que eran hasta ese momento autónomas para su abastecimiento.
Antes, realmente era para la gente muy, muy pobre. Después, con todo el movimiento migratorio, pues luego lo cogieron todos los inmigrantes; y ahora los que lo están cogiendo es la clase media (EP1). Ahora españoles hay muchísimos, familias españolas, personas como tú y como yo, que todos los días que.., simplemente madres o padres que se han separado y ya no les llega, y sin trabajar (EP2).
Yo creo, que ha subido el número de personas nacidas aquí, con redes y raíces de aquí, que antes (EP3).
Yo, por ejemplo, lo que estoy viendo es que, hasta hace unos seis meses, por lo menos en Cruz Roja, había un 70-80 % de personas de origen árabe; y ahora en un tiempo a esta parte, mucha, mucha gente de aquí, de los barrios, de España (EP6). Las condiciones socioeconómicas actuales generan un marco de inseguridad, en el que la
posibilidades de moverse dentro y fuera de las fronteras invisibles de la exclusión social,
pueden afectar a toda la ciudadanía en un momento dado, haciendo alusión a la precariedad
en el empleo como un factor de riesgo.
180
De hecho el perfil de población en exclusión, ha ido cambiando…antes sobre todo eran los inmigrantes que estaban en esa situación, digamos los gitanos rumanos, los que estaban en asentamientos y chabolismos; y ahora, es que cualquier persona está en riesgo de exclusión; como tú no tengas un trabajo, incluso teniendo trabajo, como son tan precarios, es que no llegas.., es que están en el umbral de pobreza, es que no llega…si pagan agua, luz, alquiler o hipoteca, los que tienen más suerte y no le hayan quitado la casa, no llegan para alimentarse, se lo quitan de la alimentación, y del vestido, y de la higiene (EP1). El cambio del perfil de las personas que acuden al recurso para obtener alimentos, produce un
acercamiento y una mayor comprensión acerca de la situación por la que atraviesan, pudiendo
provocar la identificación entre el profesional que presta la ayuda, con la persona que la
recibe.
Sí, sí, en general en todo, más españoles…familias españolas, que cuesta que vengan, yo creo que cuesta que vengan, cuando vienen ya llegan muy…o no saben que esto existe, o es…”jolín, como voy a ir yo allí, con qué me voy a encontrar “. Pero sí es exclusión, porque si no tienes recursos económicos al final llegas a la exclusión, si no tienes dinero,.. llegas a la exclusión pero antes en general eran personas extranjeras, y ahora cada vez más, vienen personas de aquí (EP3). La imagen del otro
La imagen que se tiene de la persona que recurre al reparto de alimentos para poder cubrir su
necesidad, se ha tenido en cuenta desde una doble perspectiva. Por una parte, la imagen que
de ellos tienen los profesionales que están vinculados con las entidades de reparto; y por otra
parte, por la autoimagen de los usuarios del recurso y que se expone en el análisis a usuarios
realizados posteriormente. Se comprueba que la percepción que los usuarios tienen de sí
mismos, es proyectada en la percepción que los profesionales tienen a su vez de ellos,
reforzándose mutuamente. La identificación que se produce ante las situaciones de
precariedad económica y la convicción de que cualquiera puede sufrirla, refuerza esta
proyección, aunque se mantiene el alejamiento de la categoría de “los más desfavorecidos”.
181
Poder sufrir la situación de desfavorecimiento, no significa que ocurra, y ésta posibilidad se
prefiere tratar con distancia.
Algunos profesionales admitían la noción de normalidad, entendiendo que las situaciones
más graves de exclusión social estaban hace años fuera de ella. Por los profesionales
entrevistados, se percibe que, en la actualidad, el perfil de los solicitantes se iría ampliando a
personas con cierto nivel de normalización.
La forma verbal reflexiva indica, que esta responsabilidad puede atribuirse, en última
instancia, a las personas que experimentan procesos de exclusión. Los discursos dominantes
pueden revertir sobre los más perjudicados llegándoles en forma de variable sutilidad,
mensajes autoculpabilizadores, por encontrase en una situación de precariedad.
[...] la gente que se había salido de la normalidad [...] (EP1).
La responsabilidad atribuida por los otros, puede convertirse en sentimientos de culpa cuando
no se dispone de oportunidades o de medios para poder salir de la situación desfavorecida,
pudiendo llegar a convertirse en vergüenza de los beneficiarios ante los demás, incluso ante
el resto de perceptores de ayuda. Estos sentimientos, suponen en muchas personas, el estado
de ánimo con el que se enfrentan no solo al hecho de recurrir a la ayuda, sino al resto de
ámbitos de la vida, dificultando sus relaciones sociales y minando aún más sus posibilidades
de integración social. Además, esta predisposición, puede suponer que las personas más
vulnerables lleguen a utilizar la estrategia de afrontamiento de rechazo de unos alimentos, lo
que empeoraría más su situación y falsearía las estadísticas sobre los perceptores. Estos
sentimientos se observan, con mayor frecuencia, en las personas que han pasado de poder
abastecerse por medios propios, a tener que depender de esta ayuda para subsistir.
No lo está cogiendo la clase media porque quiera, porque hay mucha clase media que no acude, porque le da vergüenza, porque es muy difícil asumir esta situación de precariedad, entonces le da vergüenza y no van a pedir (EP1).
182
Vienen aquí, y casi escondidas porque les da vergüenza ir a Cáritas a pedir, por lo que han sido y lo que son (EP4).
Se puede llegar a tener conciencia de que algún subconjunto de las personas en situación de
precariedad emplea formas menos normalizadas de subsistencia, lo que se llega a considerar
un factor protector del impacto de cualquier crisis.
[…] el que está toda su vida trampeando, sacando de aquí, sacando de allá, la crisis económica le afecta pero menos, porque sigue trampeando a otro nivel. (EP5)
Personas con ingresos pueden llegar a ser usuarias del recurso al no declarar lo que realmente
disponen. La eventualidad, la economía sumergida o los bajos salarios, pueden motivar la
solicitud de ayuda.
[…]entonces, yo pido documentación y papeles…entonces qué ocurre, que nadie tiene nada; todo se mueve en economía sumergida ( EP5)
El desempleo como factor de exclusión social La mayoría de los discursos, apuntan hacia el desempleo como la principal fuente de
exclusión social. No solo es la falta de empleo sino las condiciones precarias de éste, las que
traen consecuencias que afectan a la situación de las personas, configurándose como un factor
de riesgo.
El empleo, la falta de empleo, el empleo precario, seguido de la vivienda, porque al no tener empleo, no tienes ingresos y te quitan la vivienda (EP2). Yo creo que el factor principal es la falta de trabajo y de un trabajo decente. Es decir, cuando una personas viene aquí y dice que está trabajando cinco horas y que le pagan cuatro perras, o que no está de alta, o que hace trabajos esporádicos, o que está limpiando en una casa y no está cotizando; yo creo que ahí lo importante es la falta de derecho del trabajo, la falta de tener un trabajo digno, con un salario medianamente digno porque eso es el motor, digamos, de poder cubrir necesidades (EP6).
183
La educación y la formación como factores de inclusión y acceso al empleo Las coyunturas socioeconómicas afectan en mayor grado a los colectivos más vulnerables.
No haber accedido a la formación requerida por algún ámbito económico de forma previa,
supone la necesidad de inversión de tiempo y un esfuerzo con mayor premura para personas
con diferentes situaciones familiares.
[...] Las cosas cambian y ahora me piden un certificado de profesionalidad de cualquier cosa y no lo tengo y tengo que acceder a cursos que duran un año entero y mi familia cómo come durante ese año (EP2). Debería haberse trabajado mucho más lo que ahora se está empezando a hacer, que es trabajar la formación, la búsqueda de empleo, las habilidades, la higiene, muchas cosas, la base, para que esa persona., la autoestima, muchas cosas que te llevan al final a que consigas un empleo y a subsistir por una misma, a no depender de ninguna organización y de ningún organismo (EP3).
No obstante, también llegaba a pensarse que aunque la formación puede suponer un factor de
inclusión, no garantiza el acceso al empleo o salir de una situación de precariedad. No sólo
las capacidades personales tanto psicofísicas como intelectuales, son las que determinan las
condiciones en las que se tendrá acceso al empleo, sino que además, la situación del mercado
laboral y sus posibilidades de integración de la población con capacidad de trabajar, establece
en gran medida la cantidad de personas más desfavorecidas, sin olvidar las personas en las
que se puede pensar que su situación de exclusión no es susceptible de cambio.
[…]Luego el formativo o educacional, no tengo la formación necesaria, o me he dejado los estudios cuando era joven; porque antes se trabajaba y había dinero, y ahora no puedo acceder a otro tipo de puesto (EP2)
Una de las políticas, yo creo más positiva es la formación para favorecer la inclusión. El problema es que si no hay empleo, por mucha formación que hagamos tenemos a las personas sin empleo, dando vueltas alrededor de circuitos de formación. Parece que lo que hacemos es retroalimentar un proceso de formación, pero al final, si no hay puestos de trabajo.. (EP6).
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2.2.- Análisis de las entrevistas a los/as usuarios de las Organizaciones Asociadas de
Reparto
En este apartado, se analizan los discursos de las entrevistas a los usuarios de las
Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR) encargadas de la distribución de los alimentos
procedentes de los Bancos de Alimentos, a los destinatarios finales -los usuarios-. En las
entrevistas, se ha optado por el término genérico de Bancos de Alimentos para referirse a las
distintas OAR, puesto que es de esta manera como el usuario de las mismas se refiere a ellos.
Inicialmente, se ha profundizado en la situación socioeconómica de la persona entrevistada a
fin de conocer su trayectoria laboral, formativa y familiar, utilizando los distintos factores
que aparecen ligados a la exclusión social tal y como los describió Subirats (2014),
constituyendo la base de la formulación de las preguntas, según aparece descrito en el
apartado de metodología. A continuación, se analiza el discurso acerca de la utilización del
recurso de distribución de alimentos, el impacto sobre sus vidas, su perspectiva de uso, así
como, cuestiones que tiene que ver con la imagen y la auto percepción de la situación que
viven.
a) Perfil socioeconómico de las personas entrevistadas usuarias de las distintas OAR
Para establecer un perfil en profundidad de cada una de las personas entrevistadas, se
realiza un análisis de los discursos efectuados a partir de diferentes dimensiones, como las
variables demográficas y los diferentes ámbitos que se han tenido en cuenta en la elaboración
de las entrevistas, tal y como recoge el apartado de metodología y que contemplan las
variables relacionadas con la exclusión social: ámbito laboral, formativo, económico,
vivienda, sociosanitario, relacional, de contexto espacial y político. En un primer momento,
se analiza individualmente el perfil de cada persona entrevistada a partir de su trayectoria
vital, y posteriormente, se analizan los discursos de cada una de las variables estudiadas.
185
Usuario 1 (EU1)
El perfil de EU1 es el de una mujer, de 49 años de edad, de nacionalidad española, separada
legalmente y con dos hijas, de 16 y 13 años, que conviven con ella y se encuentran
estudiando.
Con respecto al empleo, EU1 comenzó a trabajar con 18 años aunque solo consta como
autónoma durante tres años y tres meses, en los que regentó un negocio familiar que
posteriormente abandonó, tras quedarse embarazada de su primera hija. Su vida laboral se
reduce a ese periodo de cotización. Se encuentra en situación de desempleo y no percibe
ninguna prestación. Actualmente se dedica a la limpieza por horas y a trabajar los fines de
semana en la cocina de un Restaurante, pero sin contrato laboral, y por consiguiente, sin alta
en la Seguridad Social. EU1 ha tenido dificultades para encontrar un trabajo a jornada
completa, por estar al cuidado de sus hijas y no contar con apoyos. Sigue buscando
activamente empleo, aunque prefiere jornada parcial para poder supervisar y atender a sus
hijas y a su madre enferma.
En lo referente a la formación, EU1 dejó sus estudios en primero de Bachillerato no
concluyéndolo, lo que equivale al actual 3º de la ESO. No ha realizado formación
complementaria.
En cuanto al ámbito económico, EU1 manifiesta percibir 400 € por su trabajo por horas y de
fines de semana. Estos ingresos se completan con 350 € que percibe en concepto de pensión
de alimentos de sus hijas. Como gastos fijos tiene la hipoteca que asciende a 350 € al mes,
además de los suministros, comunidad de propietarios y teléfonos. Con unos gastos
destinados a la vivienda de un 46% de los ingresos, refiere retrasos en el pago de hipoteca y
deudas en la comunidad, así como, dificultad para hacer frente a gastos cotidianos como
alimentación, vestido y otros.
186
En cuanto a la vivienda, EU1 tiene una casa en propiedad que adquirió junto a su marido, los
años previos al estallido de la crisis. Cuenta con el equipamiento básico necesario que
adquirió hace más de quince años. La vivienda está hipotecada.
En el ámbito sanitario, la unidad familiar de EU1 cuenta con tarjeta sanitaria, asistencia
sanitaria y refiere no tener problemas de salud, minusvalía o toxicomanías. Su percepción
sobre su estado de salud es positiva, aunque derivada de su situación económica, refiere
episodios frecuentes de llanto.
En lo referente al ámbito relacional, EU1 mantiene relaciones con su familia más próxima y
extensa y cuenta con una red de amigos que la suelen apoyar de manera puntual. Refiere no
contar con el apoyo de su familia con la misma intensidad que hace un tiempo, por la
persistencia de su situación y por el empeoramiento progresivo de las situaciones económicas
de su familia.
En el contexto espacial, el lugar donde reside EU1, es un barrio bien comunicado y bien
dotado de recursos sin aparente conflictividad.
En cuanto al plano político, EU1 no participa en ninguna asociación u organización social. Le
hubiera gustado participar en la Asociación de padres y madres de alumnos (AMPA) del
colegio de sus hijas, poniendo la falta de tiempo como justificación para no hacerlo.
Las expectativas de EU1 es poder, al menos en un futuro, percibir una Pensión No
Contributiva (PNC) al carecer de cotizaciones suficientes; y más próximo en el tiempo, tener
un trabajo en el que gane el doble de lo que percibe actualmente, considerando eso suficiente
para poder mantenerse.
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Usuario 2 (EU2)
El perfil sociodemográfico de EU2 es el de una mujer española, de 53 años, divorciada y con
hijos mayores que viven de manera independiente.
En el ámbito laboral, EU2 está desempleada desde hace más de tres años y medio y se hizo el
carnet de desempleo hace unos dos años, de cara a poder percibir prestaciones. Su
experiencia laboral se focaliza en trabajos como camarera y cocinera. Comenzó a trabajar
muy joven, alternando periodos de actividad laboral con otros de desempleo para dedicarse al
cuidado de los hijos mientras eran pequeños. Refiere haberse mantenido casi siempre activa,
aspecto que no refleja su vida laboral, que es de unos dos o tres años, ya que casi nadie le
hacía contratos. En el último trabajo donde estuvo, fue en un Restaurante cercano a su barrio
donde permaneció durante unos tres o cuatro años, estando con “contratos basura” y
trabajando más horas de las que luego cotizaba.
A nivel formativo, EU2 solo terminó la Educación General Básica. Manifiesta, no obstante,
inquietud por aprender, y ha estado realizando formación complementaria no reglada y
orientada al empleo a lo largo de su vida, en organizaciones u otras entidades como Radio
ECCA.
En cuanto al ámbito económico, EU2 manifiesta vivir actualmente de las prestaciones
sociales. Aún con la edad de jubilación muy lejana, solo puede acceder a la Renta Básica de
Inserción. La cuantía de esta prestación asciende a 300 € al mes. Sus gastos van destinados al
alojamiento 150 €, suministros aparte, manifestando disponer de sólo 50 € para cubrir sus
necesidades básicas. Los retrasos en el pago de esta prestación por parte de la
Administración, implican que EU2 también tenga retrasos en el pago de alquiler, lo que le
provoca, según manifiesta, problemas de ansiedad.
En lo referente a la vivienda EU2, tiene alquilada una habitación en un piso compartido,
siendo esta su única opción dada su precaria situación económica. El equipamiento es el
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básico, aunque se trata de un piso antiguo con muchos problemas de humedad y de frío. Su
precaria situación económica, le impide hacer uso de calefactor y poder acceder a una
vivienda para vivir de manera independiente.
En el aspecto sanitario, EU2 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Tiene problemas de salud
crónicos de los que recibe tratamiento y le impiden llevar una vida normal. Tiene una
minusvalía del 46 %, en revisión para solicitar su incremento. Además de los problemas
físicos de su enfermedad que le dificultan la movilidad, EU2 sufre problemas de ansiedad
derivadas de su situación, que le han llevado a tener ideas de autolisis y se encuentra en
tratamiento psiquiátrico.
En lo referente al ámbito relacional, EU2 no menciona a sus hijos en ningún momento como
sujetos de apoyo, ya que no quiere ser una carga para ellos. Sólo refiere contar con el apoyo
de su hermana para cubrir gastos económicos puntuales o de otro tipo. Su ámbito relacional
es limitado y manifiesta no contar con amigos.
En el contexto espacial, el lugar donde reside EU2, es un barrio bien comunicado, dotado de
recursos, accesible y donde ha vivido toda su vida.
En cuanto al plano político, EU2 no participa en ninguna asociación u organización social. Su
única participación se reduce a votar en las elecciones, aunque manifiesta una fuerte
desafección política. Expresa su inquietud por participar más en Radio ECCA, pero sus
problemas de salud que le dificultan la movilidad y su escasa economía para utilizar
transporte público, le impide desplazarse.
Las expectativas de EU2 es poder trabajar en empleos que pueda desempeñar, adaptados a su
situación de salud que le permitieran ocupar una vivienda ella sola, no ser una carga para
nadie y tener seguridad; sin embargo, no es optimista al respecto.
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Usuario 3 (EU3)
El perfil sociodemográfico de EU3 es el de una mujer de 55 años, de nacionalidad marroquí,
divorciada y con dos hijos a cargo, uno de dieciséis y otro de veinte, ambos estudiantes.
En lo referente al ámbito laboral, EU3 comenzó a trabajar con 22 años en su país de origen,
en un hotel y en el Ayuntamiento como administrativa. Llega a España con 29 años y aquí
trabaja en servicio doméstico, en almacenes y en cafeterías. Su principal actividad laboral ha
sido en el sector de la Hostelería como cocinera en diferentes sitios, trabajo que ha ejercido
durante 17 años. Su vida laboral, no obstante, es inferior- unos catorce años- porque en
algunos sitios no le hacían contrato. Trabaja en un domicilio, dos días a la semana sin
contratar.
A nivel formativo, EU3 hizo el Bachiller en Marruecos y realizó alguna formación
complementaria como cursos de informática y contabilidad, pero no tiene los estudios
homologados en nuestro país.
En lo referente al aspecto económico, EU3 percibe una Renta Básica de Inserción (RBI) que
asciende a 269 €. Completa esos ingresos con 250 € que obtiene de trabajo doméstico en el
que está sin contratar. Sus gastos van destinados al alquiler, que asciende a 350 €, luz aparte,
siendo sus ingresos muy poco superiores a sus gastos. Por ello, debe meses de alquiler y
recurre a Cáritas para pagar recibos pendientes de luz. Su situación económica es muy
precaria.
En lo referente a la vivienda, EU2 tiene alquilada una vivienda de tres dormitorios. La
vivienda no tiene el equipamiento básico, a falta de espacios de almacenamiento e incluso de
camas. La televisión y el ordenador lo tienen por ser una adquisición de cuando EU3
trabajaba. La conexión a Internet se hace necesaria para los estudios de los hijos, motivo por
el cual no renuncia a ella, a pesar de la dificultad.
190
En el aspecto sanitario, EU3 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Tiene problemas de salud
crónicos de los que recibe tratamiento y le impiden llevar una vida normal. Tiene una
minusvalía del 38%, pendiente de revisión cuando sea operada. Tiene problemas de
movilidad por lesiones en las rodillas. No hay problemas de toxicomanías en su unidad
familiar. Además de los problemas físicos de su enfermedad, EU3 refiere que le duele la
cabeza de tanto pensar y toma medicación para ese dolor. Su percepción sobre su situación de
salud es negativa, y su estado anímico también.
En lo referente al ámbito relacional, EU3 tiene dos hijos mayores independizados, que la
apoyan de manera puntual con alimentación. Según refiere, también sus situaciones
económicas son precarias. Refiere contar con el apoyo económico de alguna amiga para los
casos en que precise dinero para imprevistos, a modo de préstamo. Su ámbito relacional es
limitado, según refiere.
En el contexto espacial, el lugar donde reside EU3, es un barrio bien comunicado, dotado de
recursos y accesible, no destacando ninguna situación conflictiva.
En cuanto al plano político, EU3 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No constituye para ella objeto de interés.
Las expectativas de EU3, es la de poder percibir una pensión o poder jubilarse
anticipadamente y acceder a su jubilación. De este, modo, argumenta que no precisaría pedir
ayuda ni a la Administración ni a las personas que le rodean.
191
Usuario 4 (EU4)
El perfil sociodemográfico de EU4 es el de un hombre de 46 años, de nacionalidad marroquí,
viudo recientemente y que tiene cuatro hijos a cargo, de 19, 10, 7 y 4 años, respectivamente,
todos estudiantes.
En lo referente al ámbito laboral, EU4 vino a España en el 2001 y comenzó a trabajar en la
construcción donde tenía ingresos elevados. En el 2007, se quedó desempleado a
consecuencia de la crisis. En 2010 trabajó unos tres meses en la construcción; en el año 2011
y 2012 trabajó unos tres meses en la recogida de la fruta. Su vida laboral no refleja el tiempo
trabajado, ya que solo cuenta con tres años y seis meses cotizados, reconociendo que ha
estado periodos trabajando sin cotizar. Actualmente continúa desempleado y se dedica a la
recogida de chatarra.
A nivel formativo, EU4 cursó sus estudios en su país, finalizando los estudios primarios. En
España no ha realizado formación complementaria.
En lo referente al aspecto económico, EU4 percibe una Ayuda Periódica de Protección e
Inserción Social (APIPS) que otorga el IMAS a las familias con cargas familiares, prestación
que asciende a 400€ al mes y que ya se encuentra extinta, manteniéndose solo aquellas que ya
estaban en situación de alta. De la recogida de chatarra, EU4 obtiene unos 250€ al mes. Sus
gastos van destinados al alquiler de la vivienda, que asciende a 350€, luz aparte, restándole
algo menos de los 250€ para cubrir las necesidades básicas de su familia de cinco miembros.
Debe varios meses de alquiler. Su situación económica es extremadamente precaria.
En lo referente a la vivienda, EU4 tiene alquilada una vivienda de cuatro habitaciones cuyo
dueño, recientemente, le ha bajado el importe del alquiler. La vivienda tiene el equipamiento
básico, aunque este es algo viejo y tiene algunos problemas de humedad. Cuentan con
televisión y ordenador que adquirió cuando su situación económica lo permitía; lo tienen por
ser una adquisición de cuando EU3 trabajaba.
192
En el aspecto sanitario, EU4 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Tiene problemas de salud
derivados de un accidente que le afectó la columna, motivo por el que no puede cargar peso y
se encuentra en tratamiento farmacológico por tal motivo. Tiene una minusvalía del 33%,
obtenida en el año 2006. En el domicilio no hay problemas de toxicomanías. También refiere
momentos de ansiedad derivados de su situación.
En lo referente al ámbito relacional, EU4 no tiene familiares directos en Murcia que le
puedan ayudar; solo algunas amigas de su mujer fallecida que lo apoyan con comida ya
elaborada. Refiere no contar con ningún apoyo en caso de imprevisto.
En el contexto espacial, el lugar donde reside EU4, es un barrio bien comunicado, dotado de
recursos y accesible, destacando la proximidad a la vía del tren como elemento negativo por
el ruido que genera.
En cuanto al plano político, EU4 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No constituye para él objeto de interés.
Las expectativas de EU4 es la de poder contar con apoyos para el cuidado de sus hijos, que le
permitan poder trabajar y aumentar así sus ingresos. La atención y cuidado de sus hijos le
impiden poder buscar un empleo.
193
Usuario 5 (EU5)
El perfil sociodemográfico de EU5 es el de una mujer de 52 años, de nacionalidad española,
divorciada que vive con dos hijas mayores de edad, de 23 y 19 años, ambas estudiantes.
En el aspecto laboral, EU5 comenzó a trabajar a una edad temprana. Con unos dieciséis años
trabajó en una fábrica de maletas, donde permaneció hasta que cerraron. Posteriormente, ha
trabajado como vendedora y locutora en Bingos en Barcelona y Murcia durante varios años.
Tiene cotizados unos veinte años aunque asegura que al menos ha trabajado 38 años, aunque
en algunos trabajos no han cotizado por ella la totalidad del tiempo. En el 2008 estuvo en una
empresa de limpieza durante cuatro meses, y en el 2014 le dieron de alta durante diez días
como ayudante de cocina, siendo éste su último empleo con contrato.
En el plano formativo, EU5 dispone solo del Graduado Escolar, aunque ha estado siempre
interesada en realizar formación complementaria; así, ha realizado el curso de conductor de
ambulancias y el de auxiliar de transporte sanitario, para ampliar sus opciones laborales, así
como, cursos de monitora de comedor escolar y alguno de ofimática.
En lo referente al aspecto económico, EU5 no cuenta actualmente con ningún ingreso propio.
Una de las hijas que convive con ella, trabaja en un domicilio por horas cobrando unos 180 €.
Tiene que hacer frente al pago de una hipoteca que asciende a 185 euros, así como,
comunidad y suministros. Tiene impagos de hipoteca de cinco meses y deudas de comunidad.
Ha sufrido el corte de suministro eléctrico en varias ocasiones y ha recurrido a su Parroquia
para el pago de recibos. También tiene deudas contraídas en comercios de la zona, por la
adquisición de artículos y productos de primera necesidad. Ha sido perceptora de Renta
Activa de Inserción (RAI), y actualmente es solicitante de Renta Básica de Inserción (RBI),
que aún está en trámite. Su situación económica es muy precaria.
En lo referente a la vivienda, EU5 tiene una vivienda en propiedad pagando una hipoteca que
finaliza en cinco años; la vivienda tiene tres habitaciones y cuenta con el equipamiento básico
194
necesario. Dispone también de ordenador, adquirido por la interesada cuando se encontraba
trabajando, y de acceso a Internet que costea su hija con el dinero de su beca.
En el aspecto sanitario, EU5 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Tiene problemas de salud de
tipo crónico que precisa tratamiento pero que no le impiden trabajar. No tiene reconocida
minusvalía y en su unidad familiar no hay problemas de salud mental o toxicomanías. Ha
tenido problemas de ansiedad derivados de su situación económica; ha estado en tratamiento
farmacológico por depresión, que tuvo que dejar por no poder costearse la medicación. La
percepción sobre su situación de salud, no obstante, es positiva.
En lo referente al ámbito relacional, EU5 refiere haber podido contar con el apoyo de su
familia extensa para momentos puntuales, para el pago de algún recibo o la adquisición de
alimentos; no obstante, ese apoyo ahora no es tan efectivo porque la situación económica de
su familia extensa también se ha modificado. Su hija supone un apoyo para ella, aunque la
interesada no quiere recurrir a ella por no preocuparla. Ha contado con el apoyo de los
comercios de su barrio para la entrega a cuenta de productos, que aún debe. En cuanto a otros
apoyos, como amigos, refiere haber sido apoyada, pero de manera puntual y ocasional, no
pudiendo hacer más uso de estos apoyos por haberse extendido en el tiempo su precariedad
económica. En caso de imprevistos, acude a la Parroquia.
En el contexto espacial, el lugar donde reside EU5, es un barrio bien comunicado, dotado de
recursos y accesible, sin aparente conflictividad..
En cuanto al plano político, EU5 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. Muestra inquietud por hacerse voluntaria en una asociación de niños
enfermos, la imposibilidad de poder costearse el transporte público para llegar a la
asociación, constituye el impedimento para participar.
Las expectativas de EU5 es la de encontrar un trabajo, que le permita unos ingresos
suficientes para mantenerse por sí misma; matiza no precisar demasiado ya que sus gastos no
195
son muy elevados. Mantenerse activa y conseguir un empleo digno es su meta. No obstante,
se muestra algo desesperanzada al respecto.
196
Usuario 6 (EU6)
El perfil sociodemográfico de EU6 es el de una mujer de 44 años, de nacionalidad española,
soltera y sin hijos, que vive sola.
En el aspecto laboral, EU6 trabajó en un hotel cuando tenía veinticinco años y lo hizo durante
unos tres años. Desde entonces, no ha trabajado. Vivía al cuidado de sus abuelos y con ellos
ha estado viviendo hasta que fallecieron. Su vida laboral se reduce a este corto espacio de
tiempo, pero según refiere, no cotizaron por ella, por lo que no tiene cotizaciones a la
Seguridad Social.
A nivel formativo, EU6 no finalizó la EGB, abandonando sus estudios en séptimo. No ha
realizado formación complementaria y no demuestra inquietud hacia seguir formándose.
En lo referente al aspecto económico, EU6 ha estado viviendo con sus abuelos que eran los
que la mantenían, a cambio de sus cuidados. Actualmente no tiene ingresos económicos,
aunque ha estado percibiendo la RBI y tiene previsto volver a solicitarla cuando se cumpla el
plazo para ello. No tiene grandes gastos porque la vivienda está cedida en uso, por lo que no
paga ni alquiler ni hipoteca, teniendo que hacer frente al pago de suministros, medicinas y
alimentación.
En cuanto a vivienda se refiere, EU6 tiene una vivienda cedida en uso que pertenece a su
madre. Tiene cuatro habitaciones y dispone de todo el equipamiento básico necesario. La
vivienda se encuentra en buenas condiciones, porque era el domicilio donde residía con sus
abuelos que eran los que mantenían la propiedad.
Con respecto a la cuestión sanitario, EU6 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Refiere tener
problemas de salud crónicos (Asma) que precisan medicación y que, según siente, le impiden
trabajar. Está recibiendo tratamiento farmacológico para la ansiedad. No tiene reconocida
minusvalía y en su entorno familiar no hay problemas de salud mental o toxicomanías. La
197
percepción sobre su situación de salud es muy negativa y la hace responsable de no poder
trabajar.
En lo referente al ámbito relacional, EU6 mantiene buena relación con toda su familia, tanto
cercana como extensa. Es su hermano y su madre quienes le suelen ayudar. El pago de
recibos, de medicación y de otros productos básicos es proporcionado por su hermano.
También recibe apoyo de otros familiares de manera puntual.
En cuanto al plano espacial, EU6 considera que el barrio donde reside está bien comunicado
y está dotado de recursos. Al vivir sola tiene miedo que le entren a robar, a pesar de que
durante todo el tiempo que reside en el barrio, no haya ocurrido nunca. Piensa que la gente es
conflictiva aunque no tiene experiencias que le hagan corroborar esa hipótesis.
En referente al plano político, EU6 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No muestra inquietud por hacerlo, responsabilizando a su estado de
salud.
Las expectativas de EU6 es la de tener una pensión de manera periódica y estable que le
permitieran afrontar sus gastos, que no cuantifica en demasiado, y no tener que tener que
recurrir más a su hermano.
198
Usuario 7 (EU7)
El perfil sociodemográfico de EU7 es el de un hombre de 65 años, divorciado, de
nacionalidad española, que vive solo y tiene un hijo independizado.
En el aspecto laboral, EU7 comenzó a trabajar cuando tenía 14 años, como aprendiz en un
taller de tractores. Posteriormente en una tienda de electrodomésticos, cortando limones y en
una almacén de pavimentos, que fue su último trabajo, cuatro o cinco años antes de jubilarse.
Durante su edad laboral activa, ha alternado periodos de empleo con otros de desempleo.
Cuando se jubiló le faltaban varios años de cotización para poder acceder a una pensión más
elevada, porque en sus comienzos, trabajó sin estar dado de alta, a pesar de ser una exigencia
por su parte. En la época del trabajo en el sector agrícola, él mismo era el que pagaba su
cotización. Actualmente lleva unos meses jubilado.
En el plano formativo, EU7 hizo estudios primarios. No realizó formación complementaria,
ya que a una edad muy temprana se puso a trabajar.
En lo referente al aspecto económico, EU7 cuenta actualmente con su pensión de jubilación
que asciende a 700€ al mes. Tiene los gastos derivados de su propio sostenimiento,
alimentación, suministros, seguros, impuestos y el mantenimiento de un vehículo viejo. No
tiene deudas.
En cuanto a la vivienda, EU7 tiene una vivienda que era propiedad familiar, por lo que no
paga ni hipoteca ni alquiler. Era una vivienda antigua la cual fue reformando cuando se
encontraba laboralmente activo. Tiene dos habitaciones y el equipamiento básico. No dispone
de lavadora ni ordenador.
En el aspecto sanitario, EU7 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Su percepción sobre su estado
de salud es positivo, no teniendo dolencias o enfermedades que le mermen su capacidad.
En lo referente al ámbito relacional, EU7 no tiene familia, ya que la mayoría han fallecido.
Tiene un hijo al que dejó de ver cuando era pequeño y que se crió con sus abuelos maternos,
199
no manteniendo contacto con él. Refiere contar con el apoyo de una vecina para la
elaboración de comidas de manera puntal .
En relación al contexto espacial, el lugar donde reside EU7, está algo apartado del barrio, en
una zona de huerta y tiene una iluminación deficitaria. No obstante, está bien conectado y
tiene acceso a recursos de todo tipo, de manera accesible.
En cuanto al plano político, EU7 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No ha tenido nunca inquietud al respecto.
Con respecto a las expectativas, EU7 tiene una situación más estabilizada lamentando el
hecho de que no hayan cotizado por él todo el tiempo que ha trabajado. Considera que haber
tenido una pensión más elevada, le permitiría una mejor calidad de vida y no tener que acudir
a ningún recurso.
200
Usuario 8 (EU8)
El perfil sociodemográfico de EU8 es el de una mujer de 33 años, de nacionalidad española,
soltera y que vive con su pareja y sus dos hijos, de cinco y de año y medio.
En el aspecto laboral, EU8 comenzó a trabajar con 17 años y su desempeño profesional,
habitualmente, ha sido en el sector de la limpieza. Siempre ha estado contratada pero a
tiempo parcial y en horas sueltas, por lo que su periodo de cotización es muy bajo, no
alcanzando los tres años en total. Al quedarse embarazada de su segunda hija dejó de trabajar.
Por otra parte su pareja, está en situación de desempleo desde que nació su segunda hija, hace
un año y medio. También ha estado contratado por tiempo inferior al que realmente realizaba,
aunque su vida laboral es algo más amplia, unos ocho o nueve años, desarrollando su
ejercicio profesional en el sector de artes gráficas y en una empresa de plásticos.
En el plano formativo, EU8 terminó la EGB y no ha ampliado su formación. No ha realizado
formación complementaria debido a que empezó a trabajar muy joven y, posteriormente, al
estar al cuidado de sus hijos.
En lo que respecta al ámbito económico, la unidad familiar de EU8 no cuenta actualmente
con ningún ingreso propio. Cuando ambos trabajaban, los ingresos de la unidad familiar
rondaban los 2700 € mensuales. Estuvo percibiendo durante 21 meses una prestación del
SEF, que acaba de finalizar y que ascendía a cien euros debido a las pocas horas en las que
figuraba contratada. Por otra parte, su pareja, dejó de cobrar el subsidio por desempleo del
SEF que ascendía a 300€ y que finalizó hace dos meses. Los gastos a los que tiene que hacer
frente son al pago de una hipoteca que asciende a 160€, a gastos de suministros y gastos
básicos necesarios para una familia de cuatro miembros. Debe dos meses de hipoteca y en el
momento de la entrevista, tiene previsto el corte del agua y de la luz.
En lo referente a la vivienda, EU8 tenía una vivienda adquirida junto a su pareja que tuvo que
realizar la dación en pago por no poder hacer frente al pago de la hipoteca. Su madre, le cedió
201
una vivienda de su propiedad y es ahí donde residen. El importe de la hipoteca, corresponde a
la anterior vivienda sobre la que aún pesa una deuda, que aunque no muy elevada, tienen que
hacer frente para no perder la actual. La vivienda estaba siendo reformada poco a poco, pero
tras quedarse en desempleo y con merma de ingresos, se quedó a medio. Cuenta con dos
habitaciones y el equipamiento básico necesario.
En el aspecto sanitario, la unidad familiar de EU8 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. Su
percepción sobre el estado de salud es positivo. No obstante, la pareja de EU8 estuvo en
tratamiento por ansiedad precisando acudir al psicólogo y tomar medicación. EU8 presenta
un estado anímico decaído, llorando de manera frecuente durante la entrevista.
En lo referente al ámbito relacional, EU8 mantiene buena relación con sus familiares. Cuenta
con apoyos con los gastos escolares y de ropa para los menores, por parte de sus padres y de
sus suegros. En relación a los amigos, no suponen un apoyo efectivo por encontrarse en
situaciones similares.
En el contexto espacial, el lugar donde reside EU8, es un barrio bien comunicado, dotado de
recursos y accesible, sin aparente conflictividad.
En cuanto al plano político, EU8 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. Su pareja, por otra parte, es voluntario de Protección Civil desde hace
quince años.
Las expectativas de EU8 es la de encontrar un trabajo, que le permita unos ingresos
suficientes para mantenerse y poder hacer frente a sus gastos. Cifra en 1200€ los ingresos que
precisaría para vivir adecuadamente. Se muestra muy desesperanzada y pesimista al respecto.
202
Usuario 9 (EU9)
El perfil de EU9 corresponde con el de un hombre de 47 años, casado, procedente de Guinea
Ecuatorial y que convive con su mujer, tres hijos de 14, 15 y 28 años, un nieto de pocos
meses y una sobrina de ocho años.
En el aspecto laboral, EU9 llegó a España hace 21 años, cuando tenía 26 años. Su actividad
laboral principal ha sido la construcción, donde ha estado durante varios años, y su último
trabajo desempeñado fue como peón de topografía. En el año 2007 se quedó en situación de
desempleo y no ha vuelto a trabajar. Por otra parte, su esposa ha tenido más dificultad para
encontrar empleo; actualmente es la única que trabaja, pero sin contrato laboral en el sector
agrícola, siendo un trabajo inestable sujeto a la producción.
En el ámbito formativo, EU9 curso el Bachillerato en su país y en Murcia realizó estudios de
Formación Profesional de Segundo Grado de Informática de Gestión, en el año 1998. Su
esposa realizó COU en su país pero no tiene homologado el título. Su grado de conocimiento
del idioma es muy alto.
En lo referente al aspecto económico, EU9 agotó todas las prestaciones y los subsidios del
SEF. Su esposa percibe unos ingresos que oscilan entre los 1200-1300€ al mes, aunque son
ingresos inestables y variables en función de los días que trabaje. Sus gastos mensuales fijos
corresponden al pago de la hipoteca que asciende a 150€ al mes, suministros, vehículo y el
sostenimiento propio de una unidad familiar compuesta por siete miembros. EU9 ha sufrido
cortes de luz en su vivienda de varios días y de suministro de agua de incluso un mes, por no
poder hacer frente a su pago.
En cuanto a la vivienda, EU9 tiene una vivienda que adquirió en el año 2001, cuando su
situación se lo permitía. Tras no poder abonar la cuota del préstamo, hablaron con la entidad
bancaria que les aplicó una moratoria y le bajaron la cuota durante un tiempo. La vivienda
dispone de tres habitaciones y le falta equipamiento, ya que el mobiliario está deteriorado por
203
el uso, y la unidad familiar ha visto incrementado su número en poco tiempo (por su nieto y
sobrina). No dispone de agua caliente ya que anularon el suministro de gas por no poder
pagar.
En el aspecto sanitario, la unidad familiar de EU9 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. No tiene
problemas de salud importantes, aunque refiera problemas de ansiedad de manera frecuente
derivados de su situación. No existen en su unidad familiar problemas de salud mental,
toxicomanías, dependencia o minusvalía. La percepción sobre su estado de salud es positivo,
no teniendo dolencias o enfermedades que le mermen su capacidad.
En lo referente al ámbito relacional, EU9 tiene familia en España que no le pueden prestar
apoyo por tener situaciones similares. Su familia política en Guinea Ecuatorial le remite
dinero de vez en cuando. En cuanto al apoyo por parte de amigos, refiere no disponer de
amigos que le puedan ayudar.
En relación al contexto espacial, el lugar donde reside EU9, está bien dotado de recursos, es
accesible y no tiene aparente conflictividad.
En el plano político, ni EU9 ni su esposa participan ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No ha tenido nunca inquietud al respecto y ahora le da prioridad a su
situación económica.
Con respecto a las expectativas, EU9 la centra en el aspecto laboral y en consecuencia,
económico. Encontrar un trabajo que le permita obtener los ingresos suficientes para poder
mantenerse a sí mismo y a su familia constituye su prioridad. Asimismo, reconoce que
precisaría algo más de formación para tener más oportunidades.
204
Usuario 10 (EU10)
El perfil de EU10 es el de una mujer de 42 años, soltera, de nacionalidad española, que
convive con su pareja y sus dos hijos, de 16 y 9 años de edad.
En el aspecto laboral, EU10 comenzó a trabajar con quince años, ayudando en la cocina de un
bar de un familiar. Siempre ha trabajado en el sector de la Hostelería y tiene una vida laboral
de nueve años. Su marido acumula una vida laboral de ocho años aunque refiere estar
trabajando más de veinte años, ya que comenzó a trabajar con 13 años. Actualmente, EU10
está trabajando con contrato un día a la semana en una ONG como limpiadora. Su marido
está desempleado y agotó todas las prestaciones por desempleo. Esta situación de desempleo
se remonta hasta hace unos nueve años, en que nació su segundo hijo, en el que comenzó a
alternar periodos de empleo con otros de desempleo, realizando trabajos esporádicos de baja
cualificación, pero sin contratar.
En el plano formativo, EU10 terminó la EGB. No realizó formación complementaria, ya que
a una edad muy temprana se puso a trabajar. Su pareja también tiene estudios primarios. El
hijo pequeño está escolarizado y la hija de 16 años realiza un curso de peluquería.
En lo referente al aspecto económico, EU10 percibe 25€ a la semana por su trabajo de
limpieza al que solo acude los lunes. Esos son sus ingresos actuales. Al tener vivienda cedida
no pagan ni alquiler ni hipoteca, siendo sus gastos fijos los suministros, el mantenimiento de
un coche que apenas usan y el sostenimiento de la unidad familiar. Actualmente está en
trámite de una RBI que ya ha percibido en otras ocasiones, cuando su pareja agotó las
prestaciones del SEF.
En cuanto a la vivienda, EU10 reside en una vivienda cedida por la familia política. Es de
reducidas dimensiones y tiene tres habitaciones. Dispone del equipamiento básico.
Actualmente tienen la luz “enganchada” porque no pudieron hacer frente a los recibos, y el
205
suministro de agua acumula dos recibos sin pagar. No tienen ni ordenador ni internet, aunque
sí los electrodomésticos básicos y aire acondicionado.
En cuanto al aspecto sanitario, EU10 y su unidad familiar tiene tarjeta y asistencia sanitaria.
La pareja de EU10 tiene problemas de salud crónicos que precisan medicación pero que no
suponen una merma en su capacidad laboral, teniendo una minusvalía reconocida del 33%.
No existen problemas de toxicomanías ni de dependencia en su entorno. Tanto su hija como
su pareja tienen problemas de ansiedad que precisan de tratamiento médico. No obstante, su
percepción sobre su estado de salud es positivo.
En lo referente al ámbito relacional, EU10 recibe principalmente apoyo económico de su
suegra, quien percibe una pensión de jubilación. No cuentan con más familiares ni amigos
que le apoyen.
En relación al contexto espacial, el lugar donde reside EU10, es un barrio céntrico, accesible
y con equipamientos, pero la zona donde se encuentra su vivienda constituye una zona
conflictiva con problemas de tráfico de drogas. La unidad familiar se desplaza fuera del
barrio para sus momentos de ocio.
En cuanto al plano político, EU10 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No ha tenido nunca inquietud al respecto. En este sentido, su pareja
tampoco, mostrando ambos cierta desafección política.
Con respecto a las expectativas, EU10 considera que acceder a un trabajo con el que obtener
ingresos para poder mantener a su familia, es la solución para su situación.
206
Usuario 11 (EU11)
El perfil sociodemográfico de E11 es el de una mujer, de 42 años, de nacionalidad española,
soltera y con dos hijos menores a cargo, de siete y nueve años, respectivamente, ambos
escolarizados.
En el aspecto laboral, EU11 comenzó a trabajar con 17 años, cuidando niños y limpiando
domicilios particulares, aunque este trabajo lo desempeñó sin estar contratada. Su único
periodo de cotización fue durante cuatro meses, en el que trabajó como dependienta en una
Heladería. El resto del tiempo, ha trabajado como empleada de hogar hasta la actualidad, que
trabaja en un domicilio un día a la semana por el que le pagan 5€ la hora, también sin
contratar.
En el plano formativo, EU11 abandonó los estudios sin terminar la EGB. Con posterioridad
obtuvo el Graduado Escolar en un Centro de Educación de Adultos.
En lo referente al aspecto económico, EU11 percibe unos 80€ al mes en el trabajo que
desempeña como empleada de hogar. Además percibe la Renta Activa de Inserción por haber
sufrido maltrato, siendo éste el segundo año que lo percibe. El padre de los menores no abona
la pensión de manutención desde hace dos años, ni hace frente a la mitad de la hipoteca.
EU11 tiene como gastos fijos la hipoteca de la vivienda que constituyó el domicilio familiar
que asciende a 500€, además de suministros y el sostenimiento propio de la unidad familiar.
Actualmente tiene más gastos que ingresos siendo su situación económica muy precaria.
En cuanto a la vivienda, EU11 reside en una vivienda sobre la que pesa una hipoteca de
500€. Tiene tres habitaciones y presenta deficiencias en cuanto al equipamiento, ya que los
electrodomésticos tienen frecuentes averías. No dispone de ordenador ni de Internet. En
ocasiones ha sufrido el corte de suministros por impago.
En el aspecto sanitario, EU11 tiene tarjeta y asistencia sanitaria. No padece ninguna
enfermedad crónica o minusvalía y su percepción sobre su estado de salud es positivo, no
207
teniendo dolencias o enfermedades que le mermen su capacidad. Con respecto al estado
anímico, refiere problemas de ansiedad constante derivadas de la situación económica por la
que atraviesa. No hay problemas de toxicomanía o dependencias en su unidad familiar.
En lo referente al ámbito relacional, EU11 cuenta solo con el apoyo de su padre que es quien
le ayuda a pagar la hipoteca. Además cuenta con el apoyo de amigas para el cuidado de sus
hijos, cuando tiene que realizar alguna gestión o para apoyo emocional ya que todas tienen
situaciones similares. Recibe apoyo vecinal de manera puntual en lo referente a ayudas en
especie (vestido, mobiliario…).
En relación al contexto espacial, el lugar donde reside EU11 desde hace doce años, es un
barrio dotado con recursos, accesible y sin aparente conflictividad.
En cuanto al plano político, EU11 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No ha tenido nunca inquietud al respecto.
Las expectativas de EU11, es la de encontrar un trabajo con el que poder mantener a su
familia y poder hacer frente a los gastos.
208
Usuario 12 (EU12)
El perfil de EU12 es el de una mujer de 25 años, de nacionalidad ecuatoriana, soltera y que
vive con sus cuatro hijos de 6, 5, 4 y de seis meses, respectivamente. Los menores en edad
escolar, están escolarizados.
En el aspecto laboral, EU12 comenzó a trabajar con 17 años en la cocina de un Restaurante
durante dos años. Durante este tiempo, y como descubrió posteriormente, solo estuvo
contratada la mitad del mismo. Posteriormente, trabajó limpiando casas también sin contratar.
Su último trabajo ha sido como fija discontinua en un almacén agrícola, aunque no ha
cotizado lo suficiente como para percibir la prestación. La actividad laboral de EU12 ha
estado condicionada por los sucesivos embarazos y crianza de sus hijos. Actualmente está en
desempleo.
En el plano formativo, EU12 terminó en Ecuador tercer curso, el equivalente al Tercero de la
ESO en España.
En lo referente al aspecto económico, EU12 percibe la RAI por haber sufrido maltrato que
asciende a 426€. También recibe 250€ en concepto de pensión de alimentos de dos de sus
hijos y está reclamando el pago de la pensión de los otros dos. Sus ingresos totalizan 626€.
En breve tiempo termina de percibir la RAI y tiene previsto solicitar la RBI. Como gastos
fijos, EU12 hace frente al pago del alquiler de la vivienda que se eleva a 250€, aunque tiene
la luz incluida y tiene que pagar el suministro de agua y el sostenimiento de la unidad
familiar de cinco miembros. Sus hijos escolarizados acuden al comedor escolar. Su situación
económica es muy precaria.
En cuanto a la vivienda, EU12 reside en una vivienda de alquiler por la que paga 250€.
Cuenta con tres habitaciones y espacio suficiente. Presenta deficiencias en cuanto al
equipamiento y al acondicionamiento, ya que carece de mobiliario básico y falta una ventana.
De momento no ha tenido situaciones de impago de suministros o de alquiler.
209
En el aspecto sanitario, EU12 y su unidad familiar tiene tarjeta y asistencia sanitaria. No
padece ninguna enfermedad crónica o minusvalía y su percepción sobre su estado de salud es
positivo, no teniendo dolencias o enfermedades que le mermen su capacidad. Con respecto al
estado anímico refiere problemas de ansiedad derivadas de la situación económica por la que
atraviesa. No hay problemas de toxicomanía o dependencias en su unidad familiar.
En lo referente al ámbito relacional, EU12 cuenta con el apoyo de sus padres que residen
cerca, sobretodo, con el cuidado de los niños y apoyo económico puntual. También tiene
familia extensa de la que recibe apoyo puntual en especie (vestido, calzado,…)
En relación al contexto espacial, el lugar donde reside EU12 es un barrio céntrico, accesible y
dotado de recursos, sin conflictividad aparente sentida por la entrevistada.
En cuanto al plano político, EU12 no participa ni ha participado en ninguna asociación u
organización social. No ha tenido nunca inquietud al respecto.
Las expectativas de EU12 es la de encontrar un empleo para poder obtener ingresos con los
que poder mantener a su familia, no presentando impedimentos para trabajar en cualquier
sector.
El perfil sociodemográfico de las personas entrevistadas queda recogida en el
siguiente cuadro resumen donde se refleja el sexo, la edad, la nacionalidad, los estudios
cursados, el estado civil y los hijos que conviven con la persona entrevistada y se encuentran
a su cargo, independientemente de la edad, aunque en la mayoría de casos se trata de hijos
menores de edad.
Se aprecia que las tres cuartas partes son mujeres, lo cual coincide en la mayoría de casos en
situaciones de monoparentalidad. También se justifica por el hecho de que en la mayoría de
ocasiones, las mujeres son las que suelen acudir a este tipo de recursos. A pesar de que el
210
número de usuarios de las OAR se distribuyen por igual en cuanto al género, hay que
distinguir entre solicitante y beneficiario, englobándose en este último epígrafe los
destinatarios finales de los alimentos, que son todos los miembros de la unidad familiar. En
este sentido, los varones entrevistados solicitantes de los alimentos, corresponden a hogares
monoparentales (por viudedad) y a hogares unipersonales, y solo uno de ellos está casado,
siendo él el solicitante del recurso.
Tabla 38
Perfil Sociodemográfico
Sexo
Edad
Nacionalidad
Estudios
Estado civil
Hijos a cargo
EU1 Mujer 49 Española 1º Bachiller Separada legal 2
EU2 Mujer 53 Española EGB Divorciada 0
EU3 Mujer 55 Marroquí Bachiller Divorciada 2
EU4 Hombre 46 Marroquí 1º Bachiller Viudo 4
EU5 Mujer 52 Española EGB Divorciada 2
EU6 Mujer 44 Española EGB Soltera 0
EU7 Hombre 65 Española EGB Divorciado 0
EU8 Mujer 33 Española EGB Soltera con pareja 2
EU9 Hombre 47 Guinea Ecuatorial FP Casado 4 (+2)
EU10 Mujer 42 ·Española EGB Soltera con pareja 2
EU11 Mujer 42 Española EGB Soltera 2
EU12 Mujer 25 Ecuatoriana 3º ESO Soltera 4
Con respecto al perfil sociodemográfico, destaca la configuración familiar en la que la mitad
de las personas entrevistadas se corresponden con familias monoparentales, bien por
separación, divorcio o viudedad o por ser madres solteras. Una cuarta parte corresponde a
hogares unipersonales o formados por una sola persona, y otra cuarta parte se corresponde
con familias compuestas por la pareja, constituidas o no en matrimonio, y los hijos.
211
b) Ámbito Laboral
Tras analizar las entrevistas realizadas en cuanto al ámbito laboral, se han estructurado las
diversas variables que están relacionadas con la trayectoria laboral y la situación actual de las
personas entrevistadas. Así, se ha considerado la edad de incorporación al mercado de
trabajo, puesto que nos aporta una visión de la trayectoria laboral. También se ha considerado
la existencia de periodos de actividad laboral sin contrato, que va a repercutir en una mayor
vulnerabilidad en el futuro de las personas entrevistadas; se ha incluido el tipo de trabajo
ejercido ya que, en la mayoría de casos viene determinado por la formación previa adquirida
y condiciona, asimismo, la incorporación a otro tipo de trabajo. Así pues, se ha recogido la
situación laboral actual en tres posibilidades: situación de desempleo, trabajando en economía
sumergida y pensionista. La posibilidad de encontrarse laboralmente activo con contrato, no
se daba en ninguno de los representantes de la muestra.
Tabla 39
Ámbito laboral de los usuarios
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47 Edad de
incorporación al mercado laboral
18 13 29 16 23 17 15 17 17 31 14 25
Periodos actividad sin contratación
* * * * * * * * *
Trabajo no cualificado
* * * * * * * * * * * *
Situación actual desempleo
* * * * * *
Jubilado *
Trabajo *
Economía Sumergida
* * * *
212
En función de estas variables, se aprecia que la totalidad de las personas entrevistadas ejercen
o han ejercido trabajos de baja cualificación, pero que le permitían ingresos suficientes para
poder desenvolverse.
Pues ninguna, en el paro. ¿Qué quieres que te diga? Limpio casas, limpio casas y no te voy a decir el nombre del Restaurante al que voy porque como no me aseguran, tampoco puedo decirlo (EU1). Empecé a trabajar con 17 años cuidando niños y limpiando casas, y así he estado desde que empecé hasta ahora, que tengo 42 y sigo en lo mismo (EU11). De cocinera y de camarera, siempre he desempañado ese papel. Salía de la cocina y si necesitaban ayuda en la barra me ponía en la barra, si que había que servir mesas, servir mesas, o sea que… (EU2). Tres años, seis meses y unos 20 días. He trabajado muchos años en la construcción y no han cotizado por mi todo. En la construcción es donde me han contratado más (EU4). Trabajé en casas y de cafeterías en el fregador y luego en mi último trabajo, son casi 17 años de cocinera en diferentes sitios (EU3).
Asimismo, es una tónica general el que gran parte de los entrevistados reconocen haber
trabajado más que el tiempo que tienen cotizado, bien por desconocimiento o por
considerarlo una práctica general extendida por parte de los empleadores. Es decir, casi todas
las personas entrevistadas han tenido periodos de actividad en los cuales no estaban
contratados o tenían contratos por tiempo inferior al que efectivamente trabajaban.
Tengo una vida laboral que es lo más triste del mundo; toda mi vida trabajando; no sé si tengo dos o tres años; si trabajar he trabajado pero nadie me hacía contrato. Claro, he trabajado de cocinera, siempre, pero sin contratar porque no hacen contrato. Tuve contrato...me hicieron contratos de estos basura cuando empezaron a salir y me hacían ese tipo de contrato que fue estando en - que no me acuerdo como se llama- un restaurante del Cabezo de Torres (EU2). Me jubilé hará unos cuatro o cinco años, antes de los 60 años, pero tengo poco cotizado porque en (nombre de la empresa) no me querían dar de alta y era, ya ves, un crío; ahí, un montón de años sin dar de alta y todo eso no se ha cotizado, que yo no paraba de decirle al jefe: pero bueno, ¿cuándo me vais a dar de alta? Que luego para el día de mañana; éste, tenía todo trapicheao, ahí gente sin dar de alta por ahorrarle dinero a la Seguridad Social. En fin, así hemos ido (EU7).
213
No, sin contrato; estuve, sí, una vez estuve trabajando en una heladería de allí del barrio, Heladería (nombre de la empresa) que sí me hicieron. Estuve en el verano los cuatros meses así fuertes de verano y ahí sí me hicieron el contrato, pero ya después nada (EU11). No he llegado al tiempo cotizado para cobrar paro; no sé el tiempo que llevo cotizado, porque cuando yo trabajé en el restaurante yo pensaba que me pagaban todos los días, pero luego estaba uno sí, uno no, uno sí; y yo como no sabía, no tenía preocupación de nada y aún no tenía a nadie. Y ya fue cuando fui a trabajar en (nombre de la empresa), fui a preguntar y fue cuando me dijeron que me faltaba (tiempo de cotización para cobrar el paro) (EU12). Según se aprecia, las edades de incorporación al mercado laboral ocurrieron a edades
relativamente tempranas, en función de las edades de los entrevistados que superan los
cuarenta años, salvo EU8 y EU12, produciéndose en la mayoría de los casos antes de los
veinte años. El abandono de los estudios y la posibilidad de encontrar empleo a pesar de no
estar cualificado, son los factores más fuertemente asociados a la incorporación temprana al
mundo laboral.
Empecé a trabajar a los quince años y ya me fui a…un primo de mi madre tiene en la Universidad de Murcia, en el comedor y yo estaba en la cocina y en el comedor y allí estaba haciendo patatas fritas y carne, y las tapas. (EU10).
Pues empecé a trabajar…puf, no tenía la edad para trabajar, en una fábrica de maletas (EU5). Empecé casi a los catorce años, empecé allí en (nombre de la empresa), de pantalón corto en un taller que era de tractores, luego de ahí eso lo cerraron y ¿Dónde me fui luego? Me metí en (nombre de la empresa), una tienda que había de electrodomésticos y luego cerraron (EU7).
Las incorporaciones más tardías corresponden a trayectorias de vida vinculadas en la
migración, puesto que se inician desde el momento en que se produce la incorporación en
nuestro país, como es el caso de EU3, EU4 y EU9. La excepción es EU12, ya que se
incorporó a nuestro país mediante la reagrupación familiar, por lo que llegó siendo menor de
edad.
Empecé a trabajar de 22 años en Marruecos. Aquí me vine con 29 años, vine divorciada con mi primer hijo y cuando vine aquí encuentro a un chico, un vecino que estudió conmigo y casamos allí (EU3).
214
Vine a España en el 2001 con 31 años, estaba ya casado y con mi hijo mayor de tres añitos. Primero vine yo y después me traje a mi mujer e hijo. Llegué y me puse a trabajar hasta el año 2007 que entra la crisis y me quedo sin trabajar (EU4). Sin Seguridad Social estoy muchos años, diez años por lo menos, que se dice pronto. Ya quisiera que alguien me asegurara aunque fuera dos horas (EU1). Me dieron de alta cuando pudieron. No sé si entonces daban de alta con 16. Allí estuve poco tiempo…a mi me dieron de alta porque la fábrica, según ellos había caído en quiebra y tenían que cerrarla y me dieron de alta porque yo les propuse: “oye, que para echarme a mí sin cobrar nada, porque como tiene que dejar a dos personas para acabar de desalojar todo lo que hay, dame de alta a mí y por lo menos cobro el paro” (EU5). No cobro nada, porque no han cotizado por mi; .fui a preguntar y me dijeron que no, al no cotizar no (EU6).
En los supuestos de parejas, esta situación se extendía también al cónyuge, siendo similar a la
de la persona entrevistada.
Él trabajaba en una empresa de plásticos, pero él estaba contratado cuatro horas, trabajaba ocho, pero… (EU8). A él le salen 7 u 8 años cotizados, pero trabajando lleva más de veinte años (EU10). No, ella no trabaja; no trabaja como se puede decir, trabajo con contrato, ni cotizando nada; pero bueno, estamos buscando formas de que nos den un contrato. Podemos trabajar en lo que sea, a destajo, lo que sea para sobrevivir, pero no tenemos contrato para demostrarlo (EU9). En el caso de EU9, la obtención del contrato de trabajo no es solo un medio de vida, sino que
constituye la única vía para obtener la nacionalidad española, tras más de 21 años en España.
La vulnerabilidad de la población inmigrante se ve incrementada en las situaciones de
desempleo.
Otro aspecto a considerar en el desempeño laboral es la dificultad de las mujeres para
conciliar la vida laboral y familiar, o la interrupción de la vida laboral activa para contraer
matrimonio o cuidar de los hijos
215
Hombre, yo me he visto un poco sola para encontrar trabajo y que alguien me ayudara con las crías. Eso para empezar. Porque a mí nadie me las recogía ni me las llevaba al colegio. Nadie. Eso compaginarlo con un trabajo es complicado (EU1). Tuve a mis hijos, me casé. Estando casada yo trabajé junto a mi marido. Cuando tuve a mis hijos, iba parando lógicamente, cuando fueron más grandes los metimos en la guardería y me iba con él (EU2.) Hace un año y medio que dejé de trabajar porque me quedé embarazada y entonces se lo tuve que decir a mi jefe, que estaba embarazada porque estaba de limpiadora y no podía ejercer (…) desde que me quedé embarazada del segundo, estoy en paro (EU8).
Esta dificultad de conciliación afecta igualmente a los hombres que ostentan el cuidado y
atención de los hijos
Pues mi mujer estaba mala con cáncer. Estaba en el Hospital y ella estaba ingresada en el Hospital y yo no puedo ir a verla, no puedo llevar los críos al cole, tengo que lavar ropa, tengo que.. y no hay tiempo para ir a trabajar, no puedo ir a trabajar (EU4).
c) Ámbito Económico
En el ámbito económico se han tenido en cuenta la cuantía de los ingresos y el porcentaje que
supone con respecto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 2016, que asciende a 655 €,
así como, el volumen de gastos de la unidad familiar y el porcentaje que representan en
función de los ingresos. Solo se han considerado los gastos fijos cuantificables (gastos de
vivienda ya sea alquiler o hipoteca), dejando otros gastos difíciles de cuantificar por su
variabilidad (suministros, alimentación y otros de tipo periódico, como seguros, etc.). Debido
a esto, las cifras son aproximadas y precisamente, por no tener en cuenta algunos gastos por
no poder ser cuantificados, la precaria situación económica de las personas entrevistadas, es
peor de lo que se refleja en el cuadro. También se ha incluido la renta per cápita de las
familias una vez deducido el gasto principal, teniendo como referencia el SMI.
216
Tabla 40
Ámbito económico
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47
Nº miembros 3 1 3 3 1 4 4 3 3 5 1 8
Ingresos (% SMI) 114% 45% 79% 27% 0% 23% 15% 80% 103% 100% 106% 183%
Relación ingresos /gastos
46% 50% 67% 102% 0% 106% 0% 95% 36% 53% 0% 12,5%
Renta per cápita (%SMI)
20% 22% 8,6% 0% 0% 0% 3,8% 1,31% 13% 9,2% 106% 20%
De todos los entrevistados, la mitad tiene ingresos inferiores al SMI en la proporción
indicada. Cabe recordar que la cuantía que se está tomando como referencia es de 655€, lo
que deja de manifiesto el nivel de ingresos que se están considerando. La otra mitad tiene
ingresos superiores, y una de las personas entrevistadas carece de ingresos actualmente,
aunque se encuentra en trámite de una prestación social.
La proporción de los ingresos con respecto a los gastos, también ofrece una visión de la
dificultad de las familias para hacer frente a su sostenibilidad cotidiana. En cuanto a los
gastos, la existencia del 0% no implica la ausencia de gastos. En el caso de EU6, al no existir
ingresos no se puede establecer una proporción de gastos, y en el caso de EU7 no existen
gastos de vivienda y no se han considerado otro tipo de gastos.
En algunos casos, como en EU5, EU8 y EU11, estos gastos igualan o superan los ingresos,
por lo que la renta per cápita de estas familias es uno o cero. En todos los casos no se trata de
que el gasto de la vivienda -ya sea alquiler o hipoteca- sea muy elevado, sino que además
confluye la existencia de ingresos económicos muy precarios o directamente, inexistencia de
ingresos.
217
Se destaca la situación de EU7, que con unos ingresos procedentes de una pensión de
jubilación, es el que ostenta la mayor renta per cápita.
Tabla 41
Procedencia de los ingresos
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47 Número de miembros 3 1 1 3 1 4 4 3 5 5 1 8
Prestaciones sociales periódicas (APIPS) *
Prestaciones sociales no periódicas (RBI,
RAI) * * * *
Prestación desempleo *
Pensiones *
Trabajo * * * * * *
Pensiones alimenticias * * * En trámite de
prestación * * *
La procedencia de los ingresos, también aporta una perspectiva de la estabilidad o
inestabilidad de las diversas situaciones. Así, los ingresos procedentes de prestaciones
económicas periódicas, garantizan un mínimo la cobertura de las necesidades básicas, aunque
siguen siendo deficientes para poder garantizar la sostenibilidad de las familias, y mucho
menos, para proporcionar un mínimo de bienestar. En este sentido, se ha considerado la
prestación de Ayuda Periódica de Inserción y Protección Social (APIPS) procedente del
Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), que se concede de manera periódica aunque
revisable y sujeta al cumplimento de compromisos, y la pensión de jubilación por tener
ambas la consideración de periódicas.
218
Por otra parte, EU2, EU3, EU11 y EU12 se encuentra percibiendo una prestación social de
tipo no periódico, es decir, que se percibe durante un tiempo determinado, por lo general once
o doce meses, y debe renovarse para poder volver a solicitarla, que en el caso de la Renta
Básica de Inserción (RBI) se eleva a seis meses de carencia. En el caso de la Renta Activa de
Inserción (RAI), se puede solicitar un máximo de tres años seguidos –cuando se es persona
con discapacidad-, y en determinados casos se puede solicitar hasta en tres ocasiones, pero en
años alternos. De este modo, los ingresos procedentes de prestaciones sociales de tipo no
periódico o finalistas, suponen tan solo un paréntesis en las situaciones de precariedad, pero
no presentan una solución a largo plazo.
La existencia de trámites y los periodos de resolución, prolongan más las situaciones de
necesidad.
Antes pedías una ayuda y eran más rápidos; ahora fíjate a qué día estamos y todavía no han pagado la renta de inserción; el mes pasado creo que pagaron el ocho o el nueve. Mi casero espera para que le pague el agua y la luz, el alquiler. Entonces, yo lo paso fatal porque a mí no me ha gustado deber nada y en el momento en que pasan unos días ya me está mirando raro, ya me siento incómoda, me siento mal y llevo ahí un año viviendo y…fatal (EU2). Cuando tuve a mi nene ya estaba el trabajo fastidiado, agotó todo lo que tenía de paro y de ahí ya echamos una vez la Renta Básica, la cobramos. Me dijo la mujer que podíamos renovarla cuando pasaran seis meses. Renové hace dos viernes y ya los meses que tarde eso en venir, que tarda unos cuantos meses (EU10). El acceso a las distintas prestaciones económicas para garantizar un mínimo la cobertura de
necesidades básicas, se convierte en uno de los recursos principales de las familias. La
totalidad de las personas entrevistadas han solicitado y accedido a prestaciones económicas
de tipo no periódico, con anterioridad.
La precariedad económica y los bajos ingresos obtenidos a través de prestaciones sociales, se
ven complementados, en algunos casos, por la realización de actividades laborales no
regularizadas, es decir, la economía sumergida. Esta relación también ocurre a la inversa, la
219
inestabilidad de los ingresos obtenidos a través de la economía sumergida y la ausencia de
documentación acreditativa, hace posible la solicitud simultánea de prestaciones sociales. En
el caso de EU1, EU3, EU11, EU4, y EU12 combinan dos fuentes de ingresos, procediendo de
economía sumergida todos, a excepción de EU12.
d) Ámbito Formativo En el análisis del ámbito formativo, se ha incluido el nivel de estudios reglados que las
personas entrevistadas han completado. Se ha incorporado además la edad de incorporación
al mercado laboral como una causa/consecuencia del abandono de los estudios. La mayoría
de las personas entrevistadas, por edad, estudiaron en el sistema educativo anterior, en el que
la Educación General Básica finalizaba en el octavo curso, cuya correspondencia actual es el
curso de la ESO, finalizando con 14 años la escolarización obligatoria.
Tabla 42
Ámbito formativo
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47
Formación
EGB EGB BACH EGB EGB EGB EGB EGB ESO BACH EGB FP
Edad de incorporación al mercado laboral
18 13 29 16 23 17 15 17 17 31 14 25
Trabajo no cualificado * * * * * * * * * * * *
A nivel formativo, existe cierta homogeneidad entre las personas entrevistadas. La mayoría
han realizado la formación básica reglada. Existe coincidencia entre las personas que han
realizado Educación General Básica (EGB) y su edad de incorporación al mercado laboral,
produciéndose ésta antes de los 18 años, como es en el caso de EU1, EU2, EU5, EU8, EU10,
EU11 y EU7. La única excepción es EU6 quien se incorporó superados los veinte. Las
220
personas que han realizado formación ligeramente superior, como es el caso de EU3, EU4, y
EU9, se incorporaron posteriormente al mundo laboral. Igualmente existe homogeneidad en
todo el conjunto en lo referente al tipo de trabajo realizado, tratándose en su totalidad de
trabajos no cualificados tales como limpiadoras, peón de construcción, camareras, peón de
almacén, peón agrícola, etc., que requieren de poca especialización, lo cual tiene su
justificación en la mayoría de casos por los niveles de formación alcanzados.
e) Ámbito Sanitario
En el aspecto sanitario, se ha incorporado la posibilidad de acceso a la sanidad de las
personas entrevistadas. Se ha analizado la existencia de dolencias de tipo crónico y que
requieren de tratamiento, así como, de la existencia de problemas de ansiedad vinculadas al
estado de ánimo. La percepción de cada persona entrevistada sobre su situación de salud, es
importante para valorar las limitaciones que ese estado de salud puede suponer a la hora de
poder acceder a un trabajo o poder seguir manteniéndose en activo.
Tabla 43
Ámbito sanitario
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47
Tarjeta y asistencia sanitaria * * * * * * * * * * * *
Minusvalía * * *
Enfermedad crónica * * * * *
Problemas de ansiedad
* * * * * * * * * * *
Percepción negativa del estado
de salud
* * * *
221
La totalidad de las personas entrevistadas tienen tarjeta sanitaria y cuentan con asistencia
sanitaria, por lo que el acceso a la salud no constituye ninguna problemática añadida.
Solo EU2, EU3 y EU4 tienen reconocida una minusvalía, con una puntuación que no genera
derecho a la obtención de una Pensión No Contributiva (PNC). Sin embargo, casi la mitad
tienen enfermedades de tipo crónico y que precisan tratamiento. La situación de salud es
también un condicionante que limita y dificulta el acceso a una actividad laboral normalizada,
constituyendo una problemática añadida a la precariedad económica.
Tuve un accidente y me quedé con la columna mal y eso es para toda la vida. No puedo coger peso, no puedo trabajar tanto. Me duele y tomo medicación (EU4). Yo lo que pienso es que como tengo muchas enfermedades, estoy siempre buscando para cobrar mi jubilación antes de tiempo o una pensión; con esto no pediría ninguna ayuda, si tuviera una pensión o jubilación no pediría nada, ni facturas, ni alquiler, ni nada (EU3). ¿Lo que yo podría hacer? No sé, trabajar, trabajar en algo donde yo pudiera porque es mi ilusión, en algo que no requiera un esfuerzo físico, que no me encontrase tan mal, porque a veces estar en casa parece que todo me duele más, que estoy peor (EU2).
En el caso de EU2, EU3 y EU4, la búsqueda de empleo constituye una dificultad añadida, por
lo que, las personas con minusvalía constituyen un colectivo de alta vulnerabilidad en
situaciones de precariedad económica.
Los problemas de ansiedad afectan a todas las personas entrevistadas, a excepción de EU7
que es el único que tiene unos ingresos fijos y estables provenientes de su pensión de
jubilación y del que, según se desprende de la entrevista, no pasa grandes apuros económicos,
teniendo sus principales gastos cubiertos. Los problemas de ansiedad manifestados, tienen su
origen en la precariedad económica que padecen.
Sí, claro, y en tratamiento además con la psiquiatra que tengo que pasar revisión (…) vivo además en un tercero que es un cuarto, y como la ventana la tengo detrás, he pensado muchas veces en tirarme, lo tengo fácil, sí, sí; eso yo lo veía, vamos a ver, le voy a suponer un problema a los demás, cada vez más enferma, esto es un momento (EU2).
222
Sí, él es raro la noche que no le lleve a Urgencias, se pensaba que tenía un ataque al corazón (…) Íbamos todas las noches, “es que me va a dar” y decían que era ansiedad, pero nos asustamos mucho (EU10). Bueno, mi marido tiene ansiedad, está con…ya se lo dejó porque fue al psicólogo cuando nació la cría, lo despidieron, se vio sin trabajo, con el crío, la cría, la casa, la otra que todavía no nos habían hecho la dación en pago, pues, estuvo con ansiedad que no podía dormir por las noches y tuvo que estar en tratamiento con psicólogos (EU8).
La precariedad económica afecta a la salud, en cuanto no al acceso al sistema de protección
sanitaria, pero sí en el acceso a las medicinas.
Los antidepresivos me los estuve tomando y me los dejé porque no quiero tener más deudas ni con la farmacia, porque cuando te cortan la cara una vez, y mira que me han dado cuerda en mi farmacia, ¿eh? pero hubo un momento en que me la cortaron y dije, uf… (EU5). Fui a la Seguridad Social y dice “cuando te den la ayuda, entonces ya no te cuestan las medicinas”,tendría que ser al revés, porque cuando no tenemos es cuando no tendríamos que pagarla. Esto es para retirarla, pero no tengo, ¿qué hago? Acudir a mi hermano y cuando él pueda me lo da (EU6).
Se puede concluir que las situaciones económicas de los entrevistados, influyen directamente
sobre su estado anímico, tal y como apuntaba Gili (2014), al afirmar que los periodos de
recesiones económicas influyen negativamente en la salud mental por diversos factores
interrelacionados, entre los que el desempleo y la pobreza, como consecuencia lógica de éste,
constituyen los principales factores de riesgo.
f) Ámbito de la Vivienda
En lo referente a la vivienda, se ha tenido en cuenta el régimen de tenencia y la proporción
que supone con respecto a los ingresos, el gasto destinado a pagar el alquiler o la hipoteca.
Asimismo, se ha señalado la falta de equipamiento y las condiciones de habitabilidad con
deficiencias (humedad, falta de equipamiento, hacinamiento).
223
Tabla 44
Ámbito vivienda
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47
Alquiler * * *
Sin cargas * * *
Vivienda con hipoteca * * * * *
Habitación en piso compartido *
Vivienda con deficiencias * * * * * * *
% gastos (sobre ingresos) 46% 50% 67% 102% 0% 106% 0% 95% 36% 53% 0% 12,5%
En más de la mitad de las viviendas, existen problemas de falta de equipamiento o de
condiciones de habitabilidad inadecuadas en mayor o menor grado. La precariedad
económica impide la resolución de estos problemas que, en ocasiones, amenaza la salud de
las familias.
El espacio está bien, es una casa muy fría, yo tengo mi cabecera justo en la ventana, son pisos muy viejos, muy viejos, tienen más de 40 años y me entra mucha humedad y me pongo peor de los huesos. Tengo un colchón lleno de bultos y claro, me levanto peor que me acuesto. Pero eso hace la economía, porque si tuviera dinero me podría comprar un colchón, podría tener una casa para mí (EU2). Tiene tres habitaciones, la lavadora que tuve que pedir para poder pagar, frigorífico, agua caliente, luz, cocina con solo dos hornillas, no tengo internet ni ordenador; lo único que me falta son las camas de mis niños que son muy pequeñas, y me falta la ventana que entra mucho frío (EU12). No tenemos agua caliente, la hemos anulado. Calentamos con el fuego (EU9).
Las condiciones inadecuadas o la falta de equipamiento, afecta por igual a las viviendas en
propiedad que en las de en régimen de alquiler.
224
Tiene tres dormitorios, comedor, cocina y baño. Tiene lavadora, frigorífico, que está que se va ya, el pobretico, está súper viejo, lo tengo ahí con alambres cogiendo las puertas, con toallas debajo porque se sale el agua. La lavadora chunga, el televisor súper antiguo que se ve del color que le da la gana, unas veces rojo, otras azul. No tengo Internet (EU11).
g) Ámbito Relacional.
El ámbito relacional, tiene en cuenta las redes familiares y las redes sociales que constituyen
un pilar importante de la inclusión social. En el análisis de los discursos, se pone de
manifiesto la importancia que ha tenido el apoyo familiar como factor de protección ante
potenciales situaciones de exclusión social. Una gran mayoría de las personas entrevistadas
han recurrido a la familia extensa como soporte económico, evitando así una mayor
precariedad. El apoyo oscila entre el apoyo económico, el pago de recibos, el apoyo en la
alimentación, etc..
Las familias extensas constituyen un soporte fundamental en la economía de las familias. Así,
se convierten en “amortiguadoras”, tal y como se desprende del análisis de los discursos de
los usuarios entrevistados, de los cuales un gran porcentaje de ellos hacen alusión a que, son
familiares próximos, a los que recurren en caso de extrema necesidad. De hecho, los usuarios
que no recurrían a ellos, era por carecer de familiares o encontrarse estos en situaciones
igualmente precarias.
No tengo a nadie, estoy solo; no tengo hermanos. Quiere decirse que la familia, se han muerto muchos, estamos también peleados con algunos, mis tías se han muerto, quiero decir que la familia no tengo (EU7).
El Informe FOESSA de 2014, destacaba que la fortaleza en las relaciones familiares y
vecinales evitaba el riesgo de fractura social, y resaltaba que el capital social y relacional no
se está viendo afectado todavía por el deterioro tan significativo en otros ámbitos
225
Para otros autores, la amortiguación social, donde el papel de las familias es crucial, logra
rebajar las consecuencias inherentes a la crisis y retrasan la aparición de conflictividad social
que, dadas las circunstancias actuales cabría esperar (Vicent, 2013).
De este modo, las personas entrevistadas destacaban el papel fundamental que las familias
tenían como paliativo de situaciones económicas muy precarias.
El otro día le dije a mi hermana: “nena, el mes que viene es mi cumple, necesito mistol, detergente”. Es que el año pasado vino con un paquete así de grande; el otro día vino también con una sudadera y mallas, porque yo no me compro ropa jamás, y también va a venir una amiga que me va a traer los vasos (EU1). Mi madre me ayuda en lo que puede, porque está en Madrid y está pagando alquiler, está pagando comida, que mi madre está fuera trabajando, su sueldo se va entero para vivir en Madrid, y mi padre, tiene a mi hermana que está estudiando y le paga la academia y todo. Si mi padre yo le digo, me hace falta una caja de leche o como ahora me ha hecho falta ropa para la cría, y mi padre “toma, cómprale ropa a la cría”, zapatos, uniforme, todo me lo ha pagado mi padre. (EU8).
La persistencia de las situaciones de precariedad económica en las familias ocasiona el
debilitamiento de los elementos de apoyo, bien por imposibilidad o por dificultades
sobrevenidas en aquellos miembros que otrora fueron soportes.
Pues es lo que hacían antes mi hermana y mi hermano. Cada uno me daba una bolsicas con cosas, lo que hacían antes, pero bueno, prefiero dejarlo al margen que también están...cada uno tiene sus cosas (EU1). A fecha de ahora no, porque creo que se han acomodado a ver que me manejo bien, que todos mis hermanos han perdido las casas y yo me mantengo ahí (EU1). Tengo un hijo mayor que vive con su pareja y un hijo mayor que vive en el Carmen, pero no trabaja bien. A veces me hace una compra en la carnicería y (nombre del supermercado), pero a veces. Porque él también, a veces trabaja, a veces no (EU3). Mi suegra, si me hace falta pan, mi suegra me compra el pan; me hace falta una caja de leche, me le compra. Pero mi suegra también está de alquiler y mi suegro es jubilado y cobra 200€, que también está pidiendo ayuda de alquiler en la Asistenta Social de Patiño (EU8). Mi padre cuando puede me da algo; tengo un hermano pero también está en el paro pero no cobra nada, está peor que yo. Tengo vecinos, pero los vecinos, los pobres.., pero bastante… (EU11).
226
La existencia de redes familiares o sociales de apoyo se vuelve imprescindible para muchas
familias; en el caso de las personas inmigrantes, la naturaleza del propio proceso migratorio
implica carecer, en la mayoría de casos, del soporte vital familiar, lo que se traduce en un
incremento de la vulnerabilidad de este grupo de población. La existencia de otras redes
sociales de apoyo, se convierte entonces en fundamentales.
Aquí nada de familiares. Solo algunas amigas de mi mujer que traen la comida, ya hecha por lo menos (EU4). Aquí en España no, que me puedan ayudar, no…sí tengo familiares, pero de ayuda no. En Guinea, sí, tengo a unos familiares que de vez en cuando me pueden mandar cien euros, de la familia política, la familia de mi mujer (EU9). Pues, mi vecina, algunas veces le doy una bolsa de garbanzos y tal.. y digo, mira, porque ella sabe que estoy yendo allí y me dice, “toma un plato; uno para ti y otro para mi” (EU7).
h) Ámbito Espacial
La descripción del equipamiento, los recursos, el acceso y la distribución de las zonas de
residencia, constituyen un factor importante para valorar las condiciones de vida de las
personas entrevistadas. En cuanto al ámbito espacial, todas residían en zonas del casco
urbano del municipio de Murcia.
Tabla 45
Ámbito espacial
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47
Barrio accesible * * * * * * * * * * * *
Con equipamiento (centros de salud, colegios, comercios…) * * * * * * * * * * * *
Bien comunicado * * * * * * * * * * * *
Problemas de convivencia /Conflictividad *
227
El entorno espacial donde residen las personas entrevistadas, no presentan a grandes rasgos
circunstancias negativas, siendo barrios con centros de salud, colegios, comercios, transporte
y accesible. Solo en uno de los supuestos, EU10, reside en un barrio con problemas de
conflictividad debido al tráfico y consumo de drogas, constituyendo este hecho una
circunstancia de difícil solución, debido a la escasez de recursos económicos
Nosotros vivimos en lo peor, en lo peor y él se ha enfrentado muchas veces y yo “no salgas, no salgas”, porque se han puesto ahí a fumar y a vender (…) Lo llevamos bien porque no nos queda otro remedio, pero no sabemos dónde irnos, pero ahí no se pasa bien, se oyen cosas desagradables, la gente le gusta formar escándalos, en fin, que no, que no... (EU10).
i) Ámbito Político
El ámbito político hace referencia, en este caso, a la participación por parte de las personas
entrevistadas en organizaciones sociales, sindicales y/o políticas. Si bien se entiende la
participación “como un elemento clave en el engranaje de la inclusión plena o exclusión
relativa que puede padecer la población en un territorio en términos globales” (Subirats,
2014:145), la no participación en los casos expuestos por las personas entrevistadas tienen su
origen en la desafección política, el desinterés y la falta de medios, entre otros, no existiendo
mecanismos de expulsión añadidos.
La totalidad de las personas entrevistadas no han participado en ninguna asociación u
organización social, política o vecinal. Las expectativas de participación o el interés en una
participación futura tampoco son muy elevadas, siendo en este caso, las mujeres las únicas
que manifiestan un interés por ello.
228
Tabla 46
Ámbito político
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Edad 49 53 55 52 44 33 42 42 25 46 65 47
No ha participado * * * * * * * * * * * *
Expectativa de participar * * *
No, digamos que soy antipolítica, o sea, antes tenía un poquito más de fe en la política, pero la perdí. Con toda la corrupción que uno va viendo, y con todo el desastre que se está montando, y veo los políticos y me decepciono tanto; y he votado, eso sí, lo hago porque me siento responsable a la hora de votar (EU2). A mí lo que me más me interesa es trabajar más que otra cosa, lo que es la política… (EU10). Uf, sí quiero, y además lo tengo en mente, me gustaría ser voluntaria para hacer reír a los niños que tiene problema de cáncer, pero precisamente por la economía, mi hija me ofreció el bono del autobús para que pueda ir, pero ella está bien hoy, pero ¿y mañana?(EU5). Junto a la precariedad económica, la salud es un factor que afecta a la participación de
aquellas personas que muestran un cierto interés
Pues me gustaría mucho apoyar, porque yo he estado en Radio ECCA y allí me levantaron muchísimo el ánimo, (…) y bueno, me encantaría apoyar, pero me impide mis medios de transporte porque andar me supone un daño;, y luego estoy a base de calmantes, derivado de morfina que no me lo tomo porque me deja lista de papeles, solo en casos extremos. El moverme, desplazarme andando medio kilómetro o un kilómetro es dolor de rodillas, me he quedado coja (EU2).
j) La carencia material severa
En el análisis de los discursos, se ha considerado además la existencia no solo de aquellos
factores que conforman la exclusión social, sino además, las consecuencias derivadas de la
precariedad económica que las personas entrevistadas padecen.
La carencia material severa, está conformada por nueve componentes que están relacionados
con aspectos básicos de la vida cotidiana (alimentación, vivienda, condiciones de
229
habitabilidad de la vivienda), y otros más vinculados a cuestiones complementarias
(vacaciones, vehículo, televisión, teléfono, etc.). Según el INE, se considera que una persona
está en situación de carencia material severa, cuando su hogar carece de al menos cuatro de
nueve de los ítems propuestos. En el siguiente cuadro, se relacionan cada uno de los ítems
que integran la carencia material severa, y se relacionan cada uno de los aspectos en que los
entrevistados tienen carencia, dejando en blanco aquellos que sí poseen o pueden acceder.
Tabla 47
Distribución usuarios componentes de la carencia material severa Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Tipo de hogar Mon. Unip. Mon. Mon. Unip Fam Fam Mon. Mon. Monp. Unip. Fam. Mantener la vivienda con temperatura adecuada los
meses de frío * * * * * * * * * * * *
No tener retrasos en el pago de alquiler/ hipoteca * * * * * * * * *
Hacer frente a los gastos imprevistos * * * * * * * * * * *
Comida de carne o pescado cada dos días
* * * * * * * * *
Ir de vacaciones al menos una semana al año
* * * * * * * * * * * *
Un coche * * * * * *
Lavadora
Televisión
Teléfono
En el año 2015, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del INE, un 9% de las
personas de la Región de Murcia vivían en situación de carencia material severa, ocupando el
cuarto lugar en el conjunto nacional.
En una primera aproximación, los componentes de la carencia material severa que están
relacionados con aspectos básicos de la vida cotidiana, suponen una gran dificultad para todas
230
las personas entrevistadas. No existen grandes diferencias en cuanto al tipo de hogar, estando
afectados por igual los hogares de familias monoporentales, los hogares unipersonales y los
conformados por la pareja y los hijos.
El resto de componentes, vinculados a cuestiones complementarias y más relacionadas con
un cierto nivel de bienestar son más accesibles, a excepción de las vacaciones. Tener una
lavadora, una televisión o un teléfono, constituye un equipamiento habitual en la mayoría de
los hogares y su adquisición se materializa en los momentos de prosperidad económica, no
siendo a priori el mantenimiento de este equipamiento, demasiado gravoso para las familias.
El uso de ordenador, y por extensión, el uso de Internet, si bien no es un artículo de primera
necesidad, se ha convertido en una herramienta necesaria en la educación, haciéndolo casi
indispensable en los hogares con estudiantes, siendo un gasto ineludible que desplaza a otros
considerados más básicos, como la alimentación o mantener la vivienda en condiciones
adecuadas de temperatura.
Tengo televisor y hay Internet, porque el televisor y el Internet y todo, lo tengo cuando tenía trabajo; y el Internet mi hija ha encontrado una compañía que paga 60€ cada seis meses y eso..; hace cuatro años que lo tenemos y como mi hijo está estudiando y necesita Internet no puede perderlo. Muchas veces necesito el dinero y quiero venderlo, pero mi hijo estudia con eso (EU3). Cuando me compré el ordenador fue cuando estaba trabajando, mi ordenador tiene…bueno, mío no, se lo compré a mi hijo porque lo necesitaba, porque empezaron a ponerle pegas que todo tenía que ser por ordenador… ya ni los estudios… (EU5). El vehículo se convierte, en ocasiones, en herramientas de trabajo del cual es difícil
desprenderse, pero cuyo mantenimiento constituye una carga de difícil afrontamiento para las
familias.
Tengo coche, pero llevo el seguro atrasado. Lo pagué ayer que pasó mi hermano por aquí camino de Italia y me dejó los 200 € para el seguro (EU4). El coche, que no vale nada porque es un coche viejo y la caja de cambios no va, lo tengo más metido en la cochera que andando, más que a un recado, pero me viene el seguro y… que son pagamentas que cuando vienes a darte cuenta, se te han ido las perras del mes (EU7).
231
Sí tengo coche, pero no podemos mantenerlo, cuando viene el seguro que me lo he puesto cada tres meses me las veo y me las deseo para…, se lo pido a mi madre, a mi suegra, pero el coche lo cogemos para lo básico, para llevar al crío al colegio, porque el crío va a un colegio que está a cinco kilómetros (EU12). El coche lo tenemos para salir…para ver si encontramos trabajo (EU9). Tenemos coche, pero está pagado y todo; a lo mejor, si hay tres euros se le echa, pero está siempre aparcado… (EU10).
La totalidad de las personas entrevistadas tienen dificultad en mantener la vivienda en
condiciones de temperatura adecuada, o directamente renuncian a poder hacerlo por sus
dificultades económicas. La pobreza energética, es definida como la que tienen los hogares
con incapacidad “de pagar energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades
domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la
factura energética de su vivienda” (Tirado, López y Martín, 2012, p.21), y afecta en España
a más de cinco millones de personas, siendo la Región de Murcia la cuarta Comunidad
Autónoma con mayor incidencia de condiciones asociadas a la pobreza energética (Tirado et
al, 2014). Tras analizar los discursos, se observa que la gran mayoría se encuentra en
situación de pobreza energética, puesto que la situación económica de las familias
entrevistadas renuncian a parte de su bienestar, sobre todo en lo referente a la temperatura del
domicilio, por no poder hacer frente al pago del suministro.
Nunca jamás, en la vida, encendemos el aire acondicionado o la calefacción, jamás, nos ponemos batas, calcetines y mantas en el sofá (EU1). No tengo ni podría ponerlo (calefacción/aire acondicionado), porque con el gasto no puedo (EU3). La mayoría de familias recurren a recursos o apoyos externos para poder hacer frente a este
tipo de pagos, y en ocasiones, el acceso a los mismos se consigue de manera ilícita,
recurriendo al “enganche” del suministro eléctrico.
232
¿La Luz? De ese tengo ya una montonera, va ya para juicio; la tenemos enganchada porque nos salió un recibo de 300€ en verano, y nosotros siempre hemos ido bien en la luz, pero ya mi marido se quedó en paro, empezamos con el tema éste, nada más que del verano pasado que vino el recibo ese y no podíamos hacerle frente, y nos la iban a cortar (EU10).
La dificultad en hacer frente a pagos del alquiler o hipoteca de la vivienda están presentes en
la totalidad de hogares, no dándose esta dificultad en aquellos supuestos obvios en los que no
existen gastos de este tipo, por estar la vivienda cedida o ya pagada. La inexistencia de estos
gastos en algunos hogares no afecta, sin embargo, positivamente en el resto de componentes,
teniendo dificultad en cubrir otro tipo de gastos. Esto deja en evidencia la delicada situación
en la que se encuentran los hogares con cargas hipotecarias o gastos fijos de alquiler.
La alimentación es uno de los factores que más se ven afectados, desviando el gasto hacia
aquellos otros que son ineludibles y que no pueden cubrirse de otra forma. La forma de
alimentarse también se ve modificada, adaptándose a la situación; así, con respecto a la
posibilidad de poder comer carne o pescado cada dos días, el 75% de las personas
entrevistadas, tenían dificultad en mantener una alimentación equilibrada y, en concreto, el
acceso a este tipo de producto. En aquellos casos en los que este ítem no constituye un
problema, se debe principalmente a que hay soporte familiar o social que le garantiza el
acceso, es decir, que sin la existencia de dichos soportes la satisfacción de ciertas necesidades
se vería frustrada.
Mis hermanos se juntan, cuando pueden, y me hacen una pequeña compra de lo que es carne y pescado para que coma un poquito variado (EU2).
No obstante, en aquellos hogares en los que se accede a la carne y al pescado, este acceso
constituye un esfuerzo económico.
Carne cada dos días comemos, pescado una vez al mes…si me aprieto, dos veces (EU1).
233
No lo sé, porque mi hija se preocupa y entonces mira y a lo mejor es ella la que dice, “pues traigo unas pechugas” o lo que sea, pero…una vez en semana, puede ser… (EU5).
En determinados casos, el autoabastecimiento constituye un alivio para las familias, así
como, la capacidad de administrar los escasos recursos disponibles.
Pescado no compro, porque mi marido es pescador y cuando va a pescar, lo que pesca lo comemos. Carne casi todos los días, porque cuando mi marido cobra el paro hago la compra y me administro bien (EU8). Yo no compro aceite, me administro muy bien, no echo aceite, el huevo frito, sin aceite, a la plancha todo, en fin, ya me busco la manera; me la busco perfectamente y como ya venimos así ya de siempre, pues las tengo bien enseñadas a las criaturas, pobreticas (sus hijas) (EU1).
En otras familias, junto a la administración de los recursos disponibles, el acceso al comedor
escolar supone una válvula de escape a esta situación, garantizando al menos la alimentación
equilibrada de los menores que acuden al centro escolar.
Cero, yo carne, ni verla y pescado, ni olerlo, y los críos porque están en el comedor y allí comen carne cuando le tocan y pescado; pero yo…cero, pero en casa ni carne, ni pescado ni nada, legumbres porque me lo dan en Cáritas. Es difícil, pero, cuando no hay, no hay (EU11). Pues la verdad, como cuando yo cobro ya veo que me queda, me voy al mercado de Vistabella y compro 30 euros de carne, pero es rara la vez que coma pescado; como mucho dos veces al mes, porque mis niños los pongo en el comedor, pero ahora he estado pagando, porque como no salen las becas…(EU12).
k) El reparto de alimentos en el marco del Programa Operativo
Este bloque contienen los aspectos que, de alguna manera, suponen una valoración del
recurso que representan las diferentes OAR para satisfacer el acceso a los alimentos. Se han
introducido las cuestiones relativas a la incorporación y el tiempo de permanencia en el
mismo, la frecuencia de uso, la satisfacción con respecto a la alimentación recibida, la
accesibilidad con respecto a la ubicación y al trámite a seguir, las expectativas de dejar de
234
usar el recurso y la complementariedad de otros recursos para satisfacer la necesidad de
alimentos.
Tabla 48
Distribución usuarios según uso del recurso
Mujeres Hombres
EU1 EU2 EU3 EU5 EU6 EU8 EU10 EU11 EU12 EU4 EU7 EU9
Tipo de hogar Mon. Unip. Mon. Mon. Unip Fam Fam Mon. Mon. Monp. Unip. Fam.
Tiempo en el recurso 4 años
2 años
2 años
2 años
3 años
2 meses
2 años
9 años
4 años 1 año 18
meses 7
meses
Considera el recurso suficiente para satisfacer
su necesidad
* * *
Considera adecuado el tipo de alimento recibido * *
Considera el recurso accesible * * * * * * * * * * * *
Tiene expectativas de dejar de usarlo
Accede a más de un recurso para obtener
alimentos
* * * * *
Acude a Servicios Sociales y otros recursos
* * * * * * * * * * * *
Medidas Acompaña
En líneas generales, un tercio de las personas entrevistadas están acudiendo al recurso más
de tres años; otro tercio superan los dos años; y otra tercera parte está menos de año y medio
acudiendo. En la mayoría de los casos, todas las personas entrevistadas comenzaron a acudir
a partir del año 2008, fecha en la que se cifra que comenzó la actual crisis económica. Sin
embargo, el acceso al recurso no comenzó inmediatamente después sino en algunos supuestos
tuvo lugar entre 2012-2013, y en otros a partir de mediados de 2014. La existencia de
235
prestaciones por protección al desempleo y de subsidios de empleo, ha permitido en cierta
medida, la cobertura de necesidades vinculadas a la alimentación. Las razones esgrimidas
para acudir al recurso obedecen a una misma causa, la precariedad económica en la que
quedan las familias cuando los recursos económicos de cualquier índole desaparecen,
disminuyen o se retrasan en su percepción. La pérdida del empleo y la consiguiente
disminución de ingresos, provocan situaciones de carencia que propicia la asistencia al
recurso.
Fui porque ya terminé de cobrar yo la ayuda familiar y mi pareja solo le quedaba un mes por cobrar, y como yo cobraba 300€ y yo, son 40 € menos que se ingresan en casa. De 300€ le quitas 160€ que tenemos que pagar de hipoteca, me quedan 140€ (EU8). Por falta de dinero, lógicamente, porque no tengo para comer, si no, no iría (EU2). Pues el no tener trabajo y no tener para comer, el único recurso que te queda es irte a pedir comida (EU6). En otros supuestos, la existencia de redes familiares, servían de muro de contención a la
delicada situación económica, pero al extenderse la precariedad económica a las redes
familiares que les servían de apoyo y quedar también estas afectadas, el acceso a este recurso
se precipitó. En otros supuestos, la contradicción entre el imperativo de la autonomía y el
proceso de adaptación a la nueva situación, provoca la resistencia a la hora de incorporarse al
recurso.
Uf, la verdad es que me costó, me costó…sinceramente, sí. Llegar a eso, es decir.., y fíjate que yo podía haber ido mucho antes, pero, es que yo no me he visto en estas situaciones; entonces, como no he tenido que recurrir a solicitar ayuda, en el sentido de la alimentación, ni dinero ni de nada, pues…me ha costado mucho. Yo decía “si yo puedo por mí misma” entonces lo he ido dejando en el tiempo, lo he ido postergando, porque he pensado “ a ver si no tengo la necesidad y a ver si…” pero el “a ver”, es que al final he ido (EU5). Conozco gente que necesita alimentos y no va…por el qué dirán los vecinos si lo ven ahí en la puerta; por eso…porque yo no he ido antes por lo mismo, sí, porque me ven ahí y…por vergüenza, porque te crees que nunca te vas a ver así (EU8).
236
En líneas generales y con matices, la totalidad de las personas entrevistadas no
considera suficiente el recurso para poder satisfacer su necesidad. Esto se justifica por la
cantidad de comida que se reparte, así como, la periodicidad del reparto. Las distintas OAR
tienen asignados un día de reparto mensual, que, en ocasiones se puede acortar hasta los 21
días.
Las diferentes OAR no solo reparten alimentos adquiridos con cargo al FEAD, sino también
lo hacen con alimentos procedentes de colectas, donaciones y excedentes de grandes
superficies. La cantidad de alimentos repartidos va en función del número de miembros de la
unidad familiar, así como, de la disponibilidad de los productos. Los hogares unipersonales
coinciden en valorar la cantidad de alimentos recibidos, así como la frecuencia de reparto,
suficiente para cubrir sus necesidades; por el contrario, las unidades familiares con menores a
cargo, valoran insuficiente ambas variables. De los discursos se desprende que la duración de
los alimentos recibidos no cubre las necesidades alimenticias de la unidad familiar, sufriendo
periodos de carencia hasta el siguiente reparto.
Pues antes era cada quince días, y ahora es una vez al mes y con seis litros de leche que me dieron el otro día, tú dime a mí si llegamos a cumplimentar el mes. A lo mejor el mes que viene hay más, pero este mes ha sido así (EU1). Cinco o seis días nada más, porque dos paquetes de espagueti, una de arroz, una de lentejas, una de alubias, una de aceite y cuatro o seis máximo de leche, no es suficiente (EU3). La variedad de los productos entregados tampoco cubren las preferencias y necesidades
alimenticias de las familias. En el año 2016, se licitaron los productos que aparecen en la
Tabla 49. Estos productos licitados no presentan demasiada variación de un año a otro, siendo
sustituidas unas legumbres por otras. Los alimentos que se distribuyen se obtienen de
empresas agroalimentarias que resultan adjudicatarias como resultado de un procedimiento de
licitación y que el FEGA resuelve, entre las que presentan ofertas económicas más
237
ventajosas. Con respecto a años anteriores, algunos productos han ido desapareciendo de la
lista de los productos licitados actualmente, como por ejemplo, cacao, bollería, harina, queso
en porciones, macarrones, caldo de carne y azúcar entre otros. Esta cesta de 14 alimentos, son
considerados por el FEGA como nutritivos, básicos, de fácil transporte, poco perecederos, lo
que permite que las personas desfavorecidas puedan preparar fácilmente una comida
completa para una persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés.
Tabla 49
Tipo de alimento y cantidad repartida. Año 2016
Fuente: FEGA. Elaboración Propia
En algunas ocasiones, la variedad en los productos entregados procede, no de los productos
licitados por el FEGA con cargo al FEAD, sino de los productos que las distintas OAD y
OAR consiguen a través de donaciones y campañas de recogida dirigidas a toda la población.
Alimento Cantidad año 2016 Nacional (Kg/l)
Lentejas Arroz Aceite Atún Espagueti Leche entera Tomate frito Crema de verduras deshidratadas Galletas Judías verdes en conserva Fruta en conserva Tarritos infantiles Cereales infantiles Leche de continuación en polvo Total
3.443.944 9.276.672 6.070.683 4.932.000 5.460.060 43.761.720 5.307.528 558.700 6.802.120 5.580.973 5.720.338 468.997 544.366 579.120 98.777.221
238
Poder realizar varias comidas al día o poder contar con una alimentación más amplia y
equilibrada, se convierte en una dificultad para la mayoría de las familias, que ven limitado
su menú cotidiano a lo que reciben de las OAR.
Pero vamos, que poco, porque luego está fiambre, carne, fruta, verdura, todo eso ¿qué? Pescado no comes, yo no como, solo una vez al mes; luego está todo los demás, bocadillos, salchichón, mortadela, ajos…todo eso hay que comprarlo (EU1). Pues no, suficiente, arroz, garbanzos, habichuelas, suficientes tengo; también te dan botes de tomate frito; pero claro, comida te dan, pero suficiente…para comer, almorzar, cenar, todo eso no. (EU1). Otra de las dificultades que se añaden a las familias en situación de precariedad económica,
es la preparación de los alimentos suministrados para lo que tienen que recurrir generalmente
al uso de la electricidad y del gas encareciendo el proceso de elaboración, lo que deja de
manifiesto la relación que existe entre la pobreza energética y las posibilidades de poder
alimentarse de manera adecuada.
He de decirte que yo las lentejas, las habichuelas, y los garbanzos no los utilizo porque me sale más barato comprar un bote que cuesta 60 céntimos…yo no puedo estar media hora con la electricidad a todo confort para que se cueza aquello, y no se lo digo para que no me tomen manía. (EU1). Además la limitada variedad de alimentos, obliga a las familias a hacer uso de un solo tipo de
producto para recibir el aporte nutritivo necesario, recurriendo en exceso a los hidratos de
carbono procedentes de la pasta y del arroz, careciendo del resto de ingredientes para hacer
comidas completas y equilibradas.
Con los macarrones que me dan y eso, hago macarrones; ahora gasto mucho que nunca lo he hecho, arroz a la cubana, lo gasto mucho porque te dan arroz largo, dan muchísimo, con lo que dan aguantas aunque faltaría que dieran pues verdura, carne, porque sí, tienes lentejas pero no tienes qué echarle (EU8).
La duración de los productos alimenticios se ve comprometida cuando son varios los
miembros de familia y sobre todo, cuando hay menores que consumen productos de manera
diaria, como la leche, cuya asignación no resulta suficiente. El reparto mensual, tal y como se
239
desprende de la mayoría de discursos, no resulta suficiente para cubrir las necesidades de
alimentos de todo el mes, agotándose los alimentos, en la mayoría de casos, durante la
primera semana o la primera quincena.
No, no, porque siempre dan lo mismo, leche beben mucha leche, se gasta enseguida, a lo mejor te dan una caja, y dando gracias…pero no hay variedad de nada; no hay lentejas, a veces no hay aceite o solo te dan uno, galletas para ellos, tomate, macarrones o espaguetis; como cubrir las necesidades.. No, eso te puede durar unos días, más no, pero para un mes…¿? (EU10). El primer mes sí, me dieron bastante leche, que la leche con dos críos pequeños gasto un cartón diario; este mes, que fui el lunes pasado, me dieron una caja de leche, seis cartones para un mes entero, pues se hace duro y más cuando no tienes ingresos (EU8). La consideración de la suficiencia de la cantidad recibida está relacionada con el número de
miembros de la unidad familiar; así, se observa que EU2, EU6, y EU7 al ser hogares
unipersonales, consideran la cantidad proporcionada como suficiente. También se desprende
de los discursos, que el tipo de productos que reciben son siempre los mismos, no existiendo
variedad en las diferentes entregas.
Hombre, la cantidad, con lo que dan es más que suficiente, porque yo estoy sola y la verdad es que, aunque vaya mi nieto o mis hijos, pero si tengo que hacer pasta, me dan bastante pasta, arroz, lentejas, todo eso a mí me dura muchísimo (EU2). Sí, sí, habichuelas, garbanzos, lentejas, atún que me viene muy bien, pasta, botella de aceite, en fin que está muy bien (EU7).
Otro aspecto destacable en lo referente a la cesta de alimentos repartidos, es que no
contempla necesidades nutricionales específicas, así como, problemas de salud que limitan la
ingesta de determinados tipos de alimentos. En este sentido, personas con celiaquía,
hipertensas, diabéticas o con otro tipo de dolencias, cuya estrictas normas de alimentación
también hace más costoso acceder a determinado tipo de alimentos, quedan al margen del
reparto de alimentos, o se ven obligadas a modificar su dieta impuesta facultativamente.
La frecuencia, sí; voy todos los meses una vez. Pero vamos, lo que dan no da para comer todos los días; porque, o sea, ti tienes macarrones, tomate frito y es lo que
240
ocurre, que como yo tengo colesterol y los triglicéridos en cuatrocientos y pico, me dan leche normal y yo no la puedo tomar, entonces, ahí yo tengo problemas a que me den un tipo de alimento, por mi salud (EU2). No obstante, el recurso es valorado positivamente, si bien, no para cubrir la totalidad de las
necesidades alimenticias de las familias; sí está bien considerado como un recurso
complementario. Por una parte, las familias complementan la cesta de la compra con la ayuda
de apoyos externos, ya sea de familiares o de otro tipo de recursos; y de otra, el ahorro que
supone la recogida de los alimentos, son aprovechados por las familias para poder realizar
otros gastos, ineludibles y de difícil cobertura por otro medio.
Si me dan algo de comida, bienvenida sea y eso que lo destino yo para pagar la luz. He dicho pagar la luz por no decirte comprar unos bambos, por no decirte cualquier otra necesidad, que también la tengo (EU1). Porque una parte, cuando tengo dinero, y voy a comprar la comida, ya sé lo que tengo, lo que me dan ya no compro, y ya lo que me voy a gastar lo guardo para cuando se me termine, cuanto tenga que comprar carne o algún yogur o zumos, ya lo cambio por otra cosa (EU12). Pues ha mejorado…vamos a ver, se ahorra un pelín, no compras aceite. Mira, el mes pasado solamente me dieron una botella de aceite, este mes, dos, según ellos vean. Pero eso que ahorras, si son seis litros de leche, seis litros de leche que no compras y si es un paquete de arroz, paquete de arroz que no compras (EU1).
La efectividad del recurso, a pesar de no cubrir las expectativas y las limitaciones en cuanto a
su variedad y la frecuencia en su reparto, no es cuestionada por aquellas personas para los
que constituye la principal fuente de a los alimentos.
Bastante, bastante, porque además lo noto en la economía; si me quedo después de pagar el alquiler, luz y agua con 30 euros para pasar el mes, lógicamente para mí eso me salva; aunque tenga que rebajar la leche con agua, pero bueno, en estos momentos de crisis que tenemos, no estamos para elegir (EU2). Si no acudiera, buah, fatal, claro que lo notaría, con que es yendo al Banco de Alimentos y algunas veces me piden de cenar “mami, quiero esto” y yo “pues no” (EU11).
241
A pesar de las opiniones en contra de la variedad y cantidad de productos recibidos, se
aprecia en muchos discursos la aceptación del mismo, en ocasiones, por temor a no seguir
recibiendo alimentos, por resignación o por no parecer desagradecidos/as
No es suficiente la cantidad, pero estoy conforme (EU9).
Comida te dan, pero suficiente no. Yo te estoy diciendo lo que tú me preguntas, no me estoy quejando, tú me preguntas y yo te contesto, pero no me estoy quejando para nada, absolutamente, al contrario, ¿eh? (EU1). Hombre, yo…me sirven, ¿suficiente? Es que no sé qué decirte, por ejemplo, el azúcar, si nosotras no tomamos azúcar, pero no yo no puedo decirles que no tomamos azúcar (…), se lo doy a otra persona, a mi vecina de arriba que no va y no se lo digo para que no me tomen manía (EU1).
En cuanto a la accesibilidad del recurso se han tenido en cuenta dos variables; por un lado, la
ubicación física y la organización en el reparto de alimentos; y por otra, el trámite burocrático
a seguir para poder acceder al mismo. La totalidad de las personas entrevistadas han
coincidido que el recurso, en cuanto a la ubicación y la accesibilidad, garantiza la asistencia
al mismo ya que las mayoría de OAR se encuentran ubicadas en lugares próximos al
domicilio de las personas solicitantes, puesto que el certificado de empadronamiento, que
acredita la residencia en la zona de actuación de la OAR, es un documento imprescindible
para poder ser atendido, facilitando así la proximidad.
Con respecto a los trámites necesarios para poder acceder al recurso, el objetivo de solicitar
determinada información va orientado a conocer la situación económica de las unidades
familiares que acceden al recurso, y valorar la necesidad existente determinando así
situaciones de especial vulnerabilidad social. Esta condición viene recogida en el Programa
Operativo en el que se especifica que los alimentos se distribuirán en España, entre las
personas más desfavorecidas, entendiendo por tales “a aquellos individuos, familias, hogares
o grupos que se encuentren en situación de pobreza económica, así como las personas sin
hogar y otras personas en situación especial de vulnerabilidad social” (MESS, 2014 p. 8).
242
Para identificar y determinar esta condición, se hace preciso un Informe de los Servicios
Sociales Públicos o de las propias OAR, que tengan trabajadores sociales o profesiones
asimiladas.
La casi totalidad de las personas entrevistadas no asumen la aportación de documentos como
un obstáculo, normalizando el trámite y aceptando la modificación con respecto a anteriores
convocatorias
Si, no pusieron muchos requisitos, te piden unos documentos, pero fue fácil (EU5). Pues ahora se han vuelto más eso que antes, ahora miran más y llevan más control con los papeles; ahora te lo piden cada seis meses, piden que renueves papeles, que justifiques, porque dicen que a lo mejor en seis meses cambia tu situación. Yo qué sé, antes no, antes te lo pedían y se tiraban años y años y no te pedían nada para ver si tu situación había cambiado (EU11). Llegué, entregué unos papeles que pidieron; ahora lo he tenido que entregar otra vez, lo he tenido que renovar; fue el mes pasado o el otro, cuando lo renové y ya me creo que hasta dentro de seis meses no tengo que renovar (EU7)
Para otras personas, sin embargo, la aportación de documentos no supone un trámite sencillo
No, hemos corrido, hemos recogido papeles, hemos venido aquí, hemos vuelto, hemos corrido también; mi mujer la pobre enferma cogiendo cola, mucha gente, el papeleo ha tardado tiempo y me han pedido papeles en todos (EU4)
La organización del reparto, está condicionada al número de personas a las que se atiende y
los días de atención de que disponen las OAR para realizar el reparto; todos los discursos
apuntan hacia el considerable número de personas que acuden a las distintas OAR,
refrendado por los datos cuantitativos obtenidos. La visibilidad de la pobreza, se traduce en
largas colas que dejan al descubierto la realidad por la que pasan muchas familias.
Sí lo tienen organizado, porque si antes iban un día a lo mejor, ahora van tres para no hacernos esperar en una fila que llega hasta la punta de la calle. (EU1) Una vez fui a Cruz Roja para ver si, pero no estaba en Caritas y fui a ver y cada vez que llegaba no tenía número porque allí dan los números no sé a la hora y
243
entonces fui, llegaba temprano, pero había muchísima gente en la puerta…y lo dejé (EU2).
La existencia de algunos conflictos, durante el reparto de alimentos en algunas de las OAR,
contribuye a incrementar la imagen negativa de la pobreza y ha propiciado el cambio, en
cuanto a cuestiones organizativas en algunas de las entidades.
La primera vez que fui me dieron fecha para la siguiente, y como hubo una pelea en la puerta entre dos personas, entonces ya dijeron…porque hacían colas poniendo los carros, yo como era la primera vez que iba no sabía cómo funcionaba eso, se pelearon allí, entonces dijeron que lo iban a hacer con horario (EU8).
Esta visibilidad constituye un duro trance de difícil asimilación, sobre todo para las personas
cuya situación de pobreza ha sido sobrevenida por determinadas circunstancias.
La trabajadora social me mandó a Caritas, me puse en la cola, la que está detrás y cuando vi lo que había me dio por llorar y me tuve que ir. Me quedé ese día sin comer y me fui. No pude. Subí a ver a la trabajadora social y le dije “mira, no puedo, lo siento” y me fui a casa (EU2).
En relación a las expectativas de poder dejar el recurso, hay unanimidad al respecto y la
totalidad de las personas entrevistadas son bastante pesimistas, con respecto a su situación
presente y futura. La dependencia del recurso, está directamente relacionada con la
posibilidad de poder obtener unos ingresos económicos estables vinculados al desempeño de
una actividad laboral.
Yo creo que como no me salga un trabajo o que mi economía se ponga tal, tendré que ir tirando de ahí (EU11). Yo estoy esperando que mi niña pequeña esté más grande e irme a trabajar, sacar adelante, como todas las madres, aunque sea un almacén, donde sea, donde pueda encontrar un trabajo, tener mi sueldo…para los que estamos muy necesitados de verdad es muy necesario, por mi podría estar hasta que tuviera un trabajo, pero ahora mismo es muy necesario (EU12). Por desgracia, creo que vendré durante bastante más tiempo, porque no tengo expectativas ninguna, o sea que… (EU2). Hombre, a mi me gustaría no ir, sinceramente, pero si veo que ellos mismos no me dicen nada yo sigo yendo; por lo menos hasta que mi situación cambie. Yo, con ganar
244
un poquito más, el doble de lo de ahora yo no iba, lo dejaría para otras personas, por supuesto (EU1). Si pudiera sí, lógicamente, en un principio no tengo en mente que pueda dejarlo, lo dejaría si no lo necesitara, si tuviera unos ingresos propios, un trabajo…lotería no me va a tocar, porque no juego (EU5). La asistencia a otros recursos se hace en la mayoría de los casos, imprescindible. Casi la
mitad de las personas entrevistadas, recurre a más de un recurso para la obtención de
alimentos. La cantidad y la frecuencia en el reparto es la razón para ello, sobre todo, en las
familias donde hay varios menores. La totalidad recurren a su vez a otros recursos sociales,
principalmente, a Servicios Sociales, donde se gestionan gran parte de las prestaciones
económicas a las que acceden las personas entrevistadas. El resto de los recursos a los que
acuden las personas entrevistadas proporcionan ayuda económica puntual, para el pago de
algunos recibos, ayudas en especie, como ropa y otros enseres y recursos de tipo formativo e
informativo.
En cuanto a las medidas de acompañamiento propuestas por las entidades- y previstas en la
normativa -, solo recogen la orientación e información de recursos sociales existentes. El
Programa Operativo define las medidas de acompañamiento, como el conjunto de
actuaciones dirigidas a favorecer la inclusión social de las personas más desfavorecidas
destinatarias de la ayuda alimentaria. La totalidad de las personas entrevistadas manifestaron
no estar realizando ninguna medida de acompañamiento, dirigiéndose a la entidad tan solo a
recoger alimentos.
La comunicación “boca a boca”, resulta ser el principal medio por el cual las personas
entrevistadas accedieron al recurso. Dos tercios de las mismas, fueron informadas por vecinas
o amigas que acudían o conocían de su existencia, sirviendo posteriormente, de correa de
transmisión de la información. Un tercio, fue derivado e informado por la Trabajadora Social
de la zona correspondiente. La asistencia a otros recursos como Servicios Sociales, el Centro
245
de Atención Especializada para Mujeres Víctimas de Violencia de Género (CAVI) u otras
entidades religiosas fue anterior a la recogida de alimentos, dándose en este caso concreto y
con estas personas entrevistadas, que existía un conocimiento de los recursos sociales
existentes más cercanos a su domicilio.
l) Auto percepción e imagen
Las situaciones de precariedad económica, obligan a las familias a la búsqueda y
acceso a los recursos que permitan un mínimo de cobertura de sus necesidades básicas. En lo
que respecta a la alimentación, y al tratarse de una necesidad perentoria y básica, la
imposibilidad de poder hacer frente a la misma por medios propios, provoca sentimientos de
vergüenza, rechazo y fracaso.
Triste, por la situación, de hecho recordarlo me pone…porque lo pasé muy mal. Porque nunca había estado, porque yo venía de estar viviendo relativamente muy bien, de salir todos los fines de semana, de comidas, de cenas, de amigos, de gente; y de pronto me vi sola y mal…y una Trabajadora Social me mandó a Cáritas, me puse en la cola, la que está detrás y cuando vi lo que había, me dio por llorar y me tuve que ir. No pude. (EU2). Me siento mal porque cada vez que voy, puf, esto podría tenerlo yo sin tener que pedirlo, nunca me ha gustado pedir, lo hago porque no tengo más remedio, por ellos, pero no, no me gusta, me cuesta ir, ¿Cómo me siento? No me siento bien conmigo misma, me siento que me he fallado a mi misma y que le estoy fallando a mis hijos; veo que están con falta, ya no de cosas materiales, “mami, tengo hambre”, “pues no puedo darte nada ni te puedo comprar nada”, eso un día y otro día y otro, se hace… (EU11). La primera vez me sentí bastante mal, porque toda la vida trabajando y ganando y luego que te tengan que dar algo así, parece que no, pero te cuesta, te da pena, te sientes mal; porque vaya, tengo que venir aquí y además que siempre me he ganado mi comida, pues, me dio mucho sentir (EU10). La visibilidad de la pobreza, retratada en las colas de las distintas OAR a las que se acude a
solicitar alimentos, supone un revés a la autoestima, la propia imagen y la percepción que las
personas sufren. Las distintas trayectorias de vida, en las que en muchos de los casos, hay un
antes y un después de la necesidad de acudir a recoger alimentos, acusan el deterioro de esta
246
auto percepción. En la mayoría de los discursos se aprecia la vergüenza y la tristeza por
precisar de este tipo de recursos, la mayoría relacionados con la incapacidad de hacer frente
por sus propios medios para obtener lo que otrora hicieran por sí mismos.
En realidad, la crisis está desestructurando las formas de vida de una forma muy
grave para su salud física o mental...la situación de pobreza y la pérdida de
recurso y derechos no suele ir acompañada de una tendencia a la movilización, más
bien de un sentimiento de vergüenza y fracaso y de un hundimiento personal (Bayo et
al, 2016:128)
La percepción que se tiene de la pobreza es negativa y supone una degradación para el que la
sufre. La no identificación de las personas entrevistadas con otros usuarios del mismo
recurso, supone una imagen negativa de la pobreza que se ha ido potenciando y que entraña
un riesgo de criminalización hacia ciertos colectivos con precariedad económica. No solo
existe una imagen peyorativa del pobre, sino que dentro de los que se consideran pobres, a su
vez, hay una imagen más denostada de cierto tipo de pobres, reproduciendo un sistema de
clases dentro de la pobreza. Por ello, “la clase de los pobres constituye una de las síntesis
sociológicas más singulares. Posee una gran homogeneidad, por lo que a su significación y
ubicación en el cuerpo social se refiere; pero carece completamente de ella si tomamos en
consideración las circunstancias individuales de sus elementos.” (Simmel, 2014, p.83)
No es por nada, pero como voy con los críos a mí eso no me gusta; porque fueron dos, no es que sea racista, pero allí dos moras que se iban a pegar, diciéndose de todo. Me cambiaron el día también, me han puesto cuando más gente española va; no sé por qué, cuando fui ese día eran más que nada marroquíes lo que había, y la chica me dijo que me iba a cambiar a un día más tranquilo que va menos gente, para ir con los críos y menos lío (EU8). Lo único que pasa es que algunas veces la gente se cabrea, porque van muchas moras, eso es así, hay unos jaleos…jaleos porque van y piden la vez y se van y luego quieren venir y ponerse primeras. Son ellos los que lían, porque personas como nosotros van pocas, hay dos o tres o cuatro conmigo, de personas normales, bueno, normales, españolas…los demás son extranjeros (EU7).
247
Las personas que se encuentran en una situación de pobreza, ya sea cronificada, mantenida
en el tiempo, o sobrevenida por distintas causas, viven inmersas en la misma sociedad que el
resto de personas que pueden mantener un nivel de vida adecuado, rodeadas de los mismos
mensajes que alientan e incitan al consumo. Vivir expulsado de la sociedad de consumo, tal
y como expresaba Bauman (1999), construye la imagen de la pobreza actual, por lo que
“cuando la pobreza conlleva perder la capacidad de elección, cuando no se puede elegir qué
comer o qué ropa ponerse, cuando no hay proyectos a medio plazo ni esperanza en que la
situación cambie los pequeños “lujos” se convierten en necesidades para mantener la cordura
(Sales, 2015).
Cuando te las ves ahí en la puerta, con el cigarro y “¿tú tienes para el tabaco y no tienes para un cartón de leche?”. Porque yo lo he visto en la puerta de la Iglesia, o en Puente Tocinos mismo, las he visto fumando, bien vestidas, mejor que yo, y también lo que yo decía, puf, no lo entendía (EU8).
Por otra parte, se dan situaciones en las que la negatividad de la imagen de la pobreza es
refrendada por las propias entidades, estableciendo una mirada “en vertical” donde arriba se
posiciona quien entrega y debajo quien recibe, creándose un marco de interacción que puede
ser asumido por quien solicita la ayuda
Sí, la gente se portó muy bien conmigo, la primera y segunda vez que fui, bueno, me recriminaron que fuera con el crío, que a qué colegio iba el crío y si estaba escolarizado; y una chica que estaba ahí me recriminó que por qué llevaba al crío ahí, (solloza) que estoy pidiendo ayuda y que por qué lo llevo ahí; se lo expliqué y me da igual si no lo entiende, me da igual (EU8).
Por otra parte, la idea de asumir la situación de pobreza tiene un coste personal. Existe una
imagen negativa de la pobreza en el imaginario de las personas que, de manera fortuita, se
ven de pronto inmersas en el otro lado; la no identificación con “el otro” que atraviesa por la
misma situación, la pérdida de la imagen de pertenencia al grupo “de los que pueden”,
generan sentimientos de vergüenza.
248
Pues con vergüenza, débil, porque digo “mira, estoy con gente pobre” y me sentí mal (EU4). Me cuesta mucho trabajo, de hecho es que eso de ponerme ahí en la cola y ver a los vecinos que pasan y demás y “adiós” y tal…y yo, jolín, lo paso fatal, lo paso mal (EU2).
De manera invisible, se traza una línea, que “separan un estar-dentro y un estar-fuera que rige
la posición de cada individuo según los contextos en los que se desenvuelve su existencia”
(Molina, 2014, p.13)
Sin embargo, no todos los discursos apuntaban hacia el sentimiento de vergüenza o fracaso.
Por una parte, está la sensación de alivio por parte de quienes ven resuelta una situación que
les angustia y consideran el recurso valioso para satisfacer su necesidad. Este alivio, sin
embargo, supone el hecho de lo que puede constituir un fracaso del sistema para poder
proporcionar un mínimo de bienestar a la ciudadanía
Me sentí aliviado, en casa no había leche, no había macarrones, en el momento en que me lo dieron, me sentí bien (EU9). A mí no me da vergüenza, hay gente que no va porque le da vergüenza; ni chispa, yo me puse en la fila ahí con todos los…(va a decir moros, pero no completa la frase) y no pasa nada (EU1).
La evolución que tiene la propia imagen de los que hacen uso del recurso de recogida de
alimentos se va modificando con el paso del tiempo, sufriendo en la mayoría de ellos una
normalización o acomodación a la situación. El nivel de resignación se va incrementando, lo
que lleva a reflexionar sobre las posibilidades de abandono de este tipo de recurso que en la
mayoría de supuestos, está condicionado a la incorporación laboral o a la mejora de las
condiciones económicas de las familias.
Porque antes trabajo bien y tengo todo lo que quiero, la primera vez me da vergüenza de que me vea toda la gente, pero luego, ahora todo normal (EU3). Ya después te vas habituando, pero al principio la verdad es que sí, me dio bastante sentir (EU10).
249
A lo mejor es por vergüenza, porque es duro, al principio es duro, luego te haces como todo en esta vida; además, pienso que no hay que tener vergüenza, es mejor pedir que robar, siempre lo he dicho (EU5). En los discursos analizados, se comprueba las distintas estrategias de subsistencia que
realizan las familias para hacer frente a la situación de crisis que viven. La reutilización de
mobiliario, la reparación de electrodomésticos, el enganche de la luz en el caso de corte de
suministro eléctrico, la disminución en el uso de los suministros para ahorrar en la factura, el
suministro de agua de fuentes públicas, la ocupación de viviendas y el alquiler de
habitaciones como medio para bajar los costes del alquiler de una vivienda, entre otros. Con
respecto a la alimentación, sustituyen algunos productos por otros de más bajo coste;
priorizan algunos gastos ineludibles, como el pago de alquiler o hipoteca en detrimentos de
otros, como la alimentación, que en este caso es proporcionado por los Bancos de Alimentos.
Pero, "que las personas, a nivel individual o conjuntamente en sus hogares o redes sociales,
desarrollen sus propias estrategias de subsistencia, no quiere decir que cuenten con la
capacidad de solucionar sus problemas" (Bayo et al, 2016, p.128)
El aprovechamiento de los recursos es otra estrategia de la que hacen uso las familias
entrevistadas. El uso de los comedores escolares, constituye otro recurso a la vez que
estrategia de subsistencia, que permite a las familias proporcionar una alimentación
equilibrada y completa a los hijos que acuden a los centros escolares. El autoabastecimiento,
es una de las estrategias de algunas familias, como es el caso de la pesca, por ejemplo.
250
Capítulo Quinto:
Conclusiones
251
Conclusiones de la investigación En este capítulo, se exponen las principales conclusiones que se han obtenido tras los
distintos análisis realizados a nivel cuantitativo y cualitativo. Algunas de estas conclusiones
responden al cumplimiento de los objetivos específicos planteados inicialmente tras el
análisis de los datos aportados por BASMUR, y de los discursos de los profesionales y
beneficiarios de las entidades.
Se exponen igualmente, otras conclusiones no previstas inicialmente en los objetivos pero
que aportan aspectos importantes vinculados tanto al reparto de alimentos como a las
personas que lo reciben.
1.- Cumplimiento de los objetivos y verificación de la hipótesis
1.1.- En cuanto a los objetivos de la investigación
a) Alcance del reparto
En función de los análisis realizados, se ha cumplido el objetivo general de esta
investigación, lo que ha permitido conocer el alcance del reparto de la ayuda del Programa
Operativo con cargo al FEAD, y la repercusión en la satisfacción de las necesidades
alimentarias o favorecedoras de la inclusión social de las personas más desfavorecidas.
En cuanto al reparto y su alcance, se consiguió profundizar en su conocimiento llegando a
saber la cantidad de beneficiarios del FEAD que hacían uso del mismo, y cierta evolución
basada en las tablas de registro de otros años.
Por encima de 65.000 personas fueron las atendidas e integradas a su vez en más de 19.000
familias, y se comprobó una tendencia a la baja en los últimos años. No obstante, tanto los
usuarios como los profesionales estimaban que la cantidad y variedad de alimentos entregada
era insuficiente, para satisfacer tanto las necesidades básicas así como para atender a todas las
personas en situación de desfavorecimiento.
Esta particularidad, da muestra del alcance de la ayuda ofrecida que no está restringida al
252
reparto de alimentos, ya que determinadas OAR no se limitan exclusivamente a esto, sino
que también elaboran los alimentos para ser consumidos en sus dispositivos de atención. Por
esta razón, se concluye el gran alcance del Programa porque abarca gran cantidad de
situaciones desfavorecidas.
Con las conclusiones que se pueden extraer de los datos facilitados y sus limitaciones, en
cuanto a la distribución geográfica de la ayuda, se comprobó que la comarca Huerta de
Murcia que engloba a los municipios de Alcantarilla, Beniel, Murcia y Santomera, concentra
casi las tres cuartas partes del reparto para una población que supone el 34% del total
regional, no existiendo una correspondencia entre la comarca con mayores niveles de pobreza
y la intensidad de reparto. Haber centrado el estudio en el reparto de alimentos con cargo al
Programa Operativo del FEAD, limitó conocer si en las zonas de la Región de Murcia con
menor densidad de reparto ejercen su actividad otras entidades no registradas en este
programa o, por el contrario, las mismas entidades registradas realizan campañas propias con
las que satisfacen alguna medida las necesidades alimentarias.
En cualquier caso, se constató la implicación de las entidades sin ánimo de lucro para afrontar
la tarea de reparto de alimentos, en las que se apoya todo el entramado de reparto del
Programa. Su inexistencia en ciertas demarcaciones geográficas, puede condicionar que la
ayuda alimentaria no llegue de manera suficiente a determinados lugares de la Región o no
quede registrada la intervención que realizan en ellos.
b) Perfil del beneficiario
El perfil de los beneficiarios indica un incremento en cuanto al número de componentes de la
unidad familiar de la que forman parte, tanto con respecto a la media nacional como regional.
Además, se observó la correlación del tamaño de los hogares con las situaciones de carencia
material, habiendo una alta asociación entre ambas variables, de lo que se puede inferir, que
se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad las personas que tienen un mayor número
253
de menores a cargo o que viven en el seno de familias con muchos miembros. A pesar de que
esta relación no puede interpretarse como causal, surgieron importantes matices para aquellas
personas que forman hogares unipersonales y que también se encuentran en situación de
vulnerabilidad.
En general, el cálculo porcentual de los datos por indicadores, fue la mayor fuente de
información para el análisis cuantitativo que permitió la extracción de conclusiones más allá
de la mera observación de los mismos, al comparar proporciones y cruzar datos entre
variables. Dentro de la heterogeneidad lógica en cuanto a factores sociodemográficos, se
aprecia mayor vulnerabilidad en función de determinadas variables.
En lo relativo al sexo, se comprueba que no hay diferencia relevante en cuanto a su
significación entre los beneficiarios, por lo que la posibilidad de convertirse en perceptores de
la ayuda no se orienta según este indicador. Sin embargo, hay que destacar que el análisis
cualitativo refleja un mayor número de mujeres que acuden al recurso, y esto nos indica que
son las mujeres las que asumen la representación de la unidad familiar en este sentido. Esto
puede deberse, principalmente, a la figura de la mujer como proveedora de recursos, o al
mayor número de familias monoparentales o la de familias donde la mujer ostenta la guarda
y custodia de los menores. Por su parte, considerando la edad, se aprecia la especial
vulnerabilidad de los menores de 16 años cuyo porcentaje llega a doblar el regional, lo que
deja de manifiesto la dependencia de los menores de edad de las situaciones de las familias a
las que pertenecen. El porcentaje de mayores de 65 años, en cambio, sufre un importante
descenso entre los perceptores con respecto al regional, y puede explicarse por las medidas de
protección que disfrutan (pensiones, recursos residenciales, centros de mayores, ley de
dependencia, etc.).
La modalidad de reparto ofreció datos sobre las necesidades de las personas atendidas, ya
que se intuye una peor situación para las que hacen uso de la modalidad “Consumo en la
254
instalación” suponiendo éstas cerca de un 5% del total. Esta diferenciación, también permitió
extraer conclusiones sobre la influencia de los diferentes indicadores, para estimar la
vulnerabilidad dentro del conjunto de las personas más desfavorecidas. En cuanto al sexo, se
apreció la mayor vulnerabilidad de los hombres. Las personas sin hogar, eran las más
desprotegidas y vulnerables en este apartado. Las personas con discapacidad, sufrían de una
importante vulnerabilidad una vez que eran beneficiarias del recurso. Y aunque se
incrementaba en menor medida su porcentaje en comparación con el resto de indicadores, las
personas inmigrantes, pertenecientes a minorías étnicas o de origen extranjero sufrían
también de un incremento porcentual en la modalidad de “Consumo en la instalación”.
En cuanto a la edad, los menores se encuentran en porcentajes próximos a los regionales en
esta última modalidad de reparto. Lo mismo ocurre con los mayores de 65 años, por lo que se
concluye que en el conjunto del recurso hay mayor protección para los menores de 16 años,
aunque mucho menor para los mayores de 65 años.
c) El acceso a los alimentos y el favorecimiento de la inclusión social.
A este respecto, se concluye que se resuelve en parte la necesidad alimentaria y es débil el
alcance de los programas de acompañamiento a las personas más desfavorecidas.
Por otra parte, la inclusión social de los perceptores de la ayuda se ve favorecida por la
información y los programas formativos dirigidos a los más desfavorecidos en base al
contenido de los mismos.
Aún así, aunque se disponga de medios para poder sufragar los gastos que supone la
alimentación de los beneficiarios, disponer al menos de esta ayuda les permite poder afrontar
otros gastos necesarios.
d) Aspectos vinculados al reparto de alimentos.
El uso del reparto de alimentos como medida para paliar la pobreza alimentaria se configura
en dos aspectos. Por un lado, para las personas con algunos ingresos económicos, el acceso
255
al recurso supone un medio de amortiguación ante otras carencias, constituyendo un apoyo
complementario a su economía y desviando el dinero que ahorran en alimentación a otros
gastos ineludibles y de difícil cobertura por otros medios como los suministros y el alquiler o
hipoteca. Para otras personas o familias, en las que no existen ingresos económicos, la
existencia de este recurso constituye un soporte importante para satisfacer su necesidad de
alimentos.
Por otra parte, se ha comprobado que ante la vulnerabilidad que experimentan las familias
ante su precariedad económica, éstas hacen uso de distintas estrategias de abordaje para
poder hacer frente a su situación. El apoyo familiar sigue constituyendo un pilar importante
para su sostenimiento; por otra parte, el establecimiento de redes de apoyo informales, como
la vecindad o las amistades, constituyen un verdadero amortiguador. El trabajo en economía
sumergida, la mejor gestión de los pocos recursos disponibles, los forzados cambios en los
hábitos de consumo, el uso de suministros de manera ilícita y el acceso a varios recursos para
cubrir la necesidad de alimentos, entre otras, constituyen estrategias de abordaje frente a la
precariedad económica.
1.2.- En cuanto a las hipótesis de la investigación.
La hipótesis planteada en esta investigación es que el perfil de las personas que acceden al
recurso no se corresponde en exclusividad con personas en situación de exclusión social, sino
por el contrario, responde al perfil de personas en situación de carencia económica motivada
por una situación de desempleo prolongado o por la existencia de una precarización laboral.
La siguiente hipótesis de partida, es que la eficacia del recurso para paliar la necesidad de
alimentos puede verse comprometida por el desajuste entre la necesidad existente y los
alimentos distribuidos. También se plantea la hipótesis de que la eficacia del recurso como
respuesta para favorecer la inclusión social puede verse limitado por la medida básica de
256
inclusión propuesta, consistente en la información de recursos.
Dichas hipótesis han quedado demostradas tal y como se desprenden de los análisis
efectuados, exponiéndose a continuación las conclusiones obtenidas.
a) El perfil del beneficiario
Aunque se realizó un exhaustivo análisis cuantitativo, los datos disponibles no permitían la
comprobación del perfil de exclusión del beneficiario desde esta aproximación. Para ello, se
empleó el análisis cualitativo de las entrevistas de las personas beneficiarias y de las
encargadas de varios recursos. De las aportaciones de estas personas, se concluye que el
perfil del perceptor de la ayuda no se corresponde exclusivamente con las personas que
podrían cumplir con criterios de exclusión. El azote de la crisis ha mostrado que ante estas
coyunturas económicas, hay personas y colectivos que disfrutando niveles de inclusión
satisfactorios previamente, sufren mayor vulnerabilidad que otros ante estos cambios bruscos
del entorno socioeconómico. Entre los supuestos de vulnerabilidad se han encontrado el
empleo, la formación y el nivel de ingresos como factores más sobresalientes, aunque deben
ser estudiados en conjunto con otras variables moduladoras. La evolución del perfil de las
personas que acceden al reparto de alimentos, más allá de las variables sociodemográficas
como sexo o edad, arroja un resultado tras el análisis que apunta a un incremento de familias
de nacionalidad española que se han visto afectadas por la crisis, y que no responden al perfil
previo considerado como excluidos sociales.
En cuanto a las situaciones de carencia material severa, casi todas las personas entrevistadas
se encuentran en esta situación al no poder ser capaces de hacer frente a imprevistos, tener
unos gastos que superan más de la mitad de los ingresos, y en ocasiones, tener
comprometidos todos sus ingresos, decantándose por disminuir el presupuesto familiar en
alimentación para poder hacer frente a los mismos.
Se ha constatado que la gran mayoría de las personas entrevistadas proceden de trayectorias
257
laborales más o menos estables, con trabajos poco cualificados pero que les ha proporcionado
ingresos suficientes para poder mantenerse; la pérdida o la disminución de ingresos ha sido
provocada por situaciones prolongadas de desempleo, responsabilizando de esto a la crisis
económica persistente.
Con respecto a la formación de las personas entrevistadas, si bien, no se puede extrapolar
resultados, se puede aceptar que un bajo nivel académico condiciona la obtención de un
empleo de mayor cualificación y, por lo tanto, de mayor remuneración económica, así como,
de ampliar las posibilidades de reincorporarse laboralmente. No obstante, no existe en esta
muestra, distinción en cuanto a la situación de precariedad económica en función de la
formación, aunque del análisis cualitativo se extrae su gran importancia como factor
predisponente.
Las familias con un mayor número de menores a cargo, las familias monoparentales y las
personas solas tienen mayor vulnerabilidad, y por ello, más dificultades para acceder a los
alimentos por sí mismos. Del contraste del tamaño de los hogares con la situación de carencia
material, se extrae que el tamaño es una variable muy asociada a la precariedad económica,
con la doble perspectiva de que a la vez que puede servir como propiciador de las situaciones
de carencia, también puede ejercer su efecto al contrarrestar la influencia de este factor. De
hecho, habría que constatar, que las personas en situación de mayor riesgo y vulnerabilidad
suelen encontrarse con escasas redes de apoyo o situación de aislamiento social.
En cuanto a los ingresos económicos, prevalece la ausencia de los mismos o la precariedad
económica en el perfil de las personas que acuden al reparto de alimentos. Esta precariedad
económica radica, principalmente, en la dependencia de prestaciones económicas de índole
social cuya temporalidad, cuantía y retraso en su concesión, suponen tan solo un paréntesis
en las situaciones de precariedad pero no presentan una solución a largo plazo. La
dependencia de prestaciones económicas propicia, por tanto, una situación de inseguridad y
258
de vulnerabilidad. También se encuentran los ingresos procedentes de economía sumergida,
difíciles de cuantificar y que generan precariedad en tanto que no generan derechos futuros
(prestación por desempleo, pensiones, cotizaciones, etc..).
b) En cuanto a la eficacia del recurso, para paliar la necesidad de alimentos, aunque
supone una ayuda para los perceptores de este recurso, se constata la distancia entre la
necesidad real alimentaria y el montante real aportado por el FEAD.
No obstante, aunque sea un soporte valioso para la alimentación de las familias, el reparto de
alimentos con cargo al programa operativo del FEAD presenta ciertos aspectos deficientes.
Por una parte, la opinión de los entrevistados es que no resulta suficiente para cubrir las
necesidades nutricionales, tanto por su composición como por la cantidad de productos
repartidos. Otro aspecto que contribuye a ello es la periodicidad del reparto, una vez al mes,
lo que impide que las familias puedan ver cubiertas sus necesidades de alimentación.
Asimismo, no contempla necesidades nutricionales específicas, así como, problemas de salud
que limitan la ingesta de determinados tipos de alimentos. En este sentido, personas con
celiaquía, hipertensas, diabéticas, intolerancias alimenticias, o con otro tipo de dolencias,
cuya estrictas normas de alimentación también hace más costoso acceder a determinado tipo
de alimentos, quedan al margen del reparto de alimentos, o se ven obligadas a modificar su
dieta impuesta facultativamente.
c) En cuanto al tipo de alimento distribuido, además de la limitada variedad, la
opinión generalizada de las personas entrevistadas fue, que los productos perecederos
ofrecidos requieren de conservación y preparación cuyo coste no pueden asumir como
electrodomésticos, enseres, gas o electricidad, lo cual nos lleva otra vez a considerar la
influencia que tiene la pobreza energética en las situaciones de precariedad económica de las
personas.
En líneas generales la totalidad de las personas entrevistadas no consideran suficiente
259
el recurso para poder satisfacer su necesidad, constatado al comparar los datos sobre el
consumo medio de alimentos por persona en España y lo que se facilita a los beneficiarios.
Estas consideraciones permiten concluir, que se trata de un recurso complementario y con
necesidad de otras aportaciones para poder ser satisfactorio.
Por último, se constató la eficacia básica que proporciona el recurso tanto en su
aportación de alimentos como en las medidas de acompañamiento que ofrece. Por una parte,
como los alimentos se reparten en general a personas en diversas situaciones de necesidad,
las que sufren mayor desfavorecimiento reciben lo mismo que otras con cierta mejora. En
este sentido, el reparto equitativo perjudicaría a las personas más desfavorecidas y
favorecería la inclusión de los que están en mejor situación dentro del conjunto de
beneficiarios, al poder disponer de un recurso que les permite dedicar sus esfuerzos a sufragar
otras necesidades. En cuanto a medidas de acompañamiento, las personas más desfavorecidas
serían las más beneficiadas dadas las limitadas condiciones de salud, formación económica y
doméstica, habilidades sociales o incluso limitaciones para la elaboración de alimentos que se
les atribuye. En este sentido, la contribución de estas medidas es limitada para el conjunto de
los perceptores porque no todos sufren estas carencias, aunque favorecería la inclusión social
de los más desfavorecidos.
2.- Otros aspectos relevantes obtenidos de la investigación
Nivel formativo y precarización laboral
Los niveles formativos superiores y especializados en determinados ámbitos, son un factor
protector frente al desfavorecimiento social. No obstante, la formación no garantiza el acceso
al empleo, y sobre todo, en momentos de crisis económica en los que el mercado laboral se
encuentra reducido. Por otra parte, la existencia de empleo no garantiza la cobertura de las
necesidades básicas, la llamada “precarización laboral” afecta a cada vez más trabajadores,
260
bien por la parcialidad de la jornada laboral, la baja cuantía del salario y/o la duración del
contrato. Si se puede aceptar que las estadísticas ofrecen datos en los que disminuyen las
tasas de desempleo, no es menos cierto que gran cantidad de contratos cumplirían estas
características de precariedad.
De lo anterior se concluye, que la formación para el empleo es un factor de mucha
importancia para la inclusión social, y aunque sea necesario ofrecerla para dotar de recursos
personales a la población, no resuelven del todo las situaciones coyunturales que se vayan
sucediendo.
Los discursos y la necesidad de su estudio en la estructura social
El lenguaje utilizado en la vida cotidiana en diversos ámbitos puede ser copartícipe del
mantenimiento cultural de cualquier situación social. Las estructuras y posiciones de poder,
tienen generalmente en su mano la posibilidad de elaborar, con sus afirmaciones, muchas
realidades que afectan al conjunto de la población receptora. Transmitir una idea sobre las
personas en situación de necesidad, puede generar actitudes generalizadas hacia ellas y entre
ellas, una vez que han recibido y aceptado estos mensajes. La consecuencia inmediata, es
que el desfavorecimiento es aceptado de forma generalizada incluyendo a los estratos más
desfavorecidos y se justifica por sí mismo dentro de cada estructura social.
Los ciudadanos que supuestamente no están inmersos en situaciones de vulnerabilidad,
pueden transmitir mensajes sobre ellos mismos y sobre los más desfavorecidos que podrían
hacer vivir como normales las situaciones de exclusión. Estos mensajes podrían configurarse
como perpetuadores del fenómeno.
Cualquier detalle en los discursos da lugar a la posibilidad de interpretación de los
intervinientes. Tanto el emisor como el receptor de los mensajes son entonces generadores de
la realidad que se transmite en los mensajes. Cualquier elemento del discurso puede orientar
261
la interpretación hacia una concepción u otra de la realidad: un verbo, un adjetivo, el orden de
las palabras, etc. Incluso los sobreentendidos pueden dar a entender afirmaciones tácitas que
no se cuestionan, pero que pueden contribuir a percibir ciertas realidades en determinada
orientación. La voluntad es necesaria para resolver los problemas de vulnerabilidad social,
pero esta intención también requiere de una reflexión sobre el lenguaje que se utiliza para
referirnos a ella, y no caer en paradojas como reforzar con las palabras lo mismo que con
ellas se dice que se pretende eliminar.
Esta influencia del lenguaje, es la que hace necesario su estudio cuando nos aproximamos a
estudiar las realidades sociales complementando siempre una aproximación cuantitativa, si es
posible este acercamiento.
Limitaciones al derecho a la alimentación y su exigibilidad
Si se acepta la alimentación como necesidad básica de los seres vivos y en particular del ser
humano, y además que los Estados tienen la obligación de garantizar esta necesidad como
derecho, deben garantizarla para atender a sus ciudadanos. Esta realidad, aunque con
esfuerzos dedicados a ello, no se cumple del todo, lo que supone cierto mantenimiento de
situaciones de precariedad.
En términos motivacionales, se puede sostener que los poderes públicos no resuelven la
situación de privación alimentaria del todo, y proponen un esfuerzo a las personas más
desfavorecidas para lograr las habilidades que les permitan conseguir lo necesario para vivir.
La lógica de esta perspectiva consistiría en dotar de las competencias necesarias a estas
personas, para que de esta forma perciban que es su autoeficacia y esfuerzo los que se ponen
en juego para sus objetivos.
No obstante, entre las personas más desfavorecidas encontraremos a las que no son capaces
de conseguir estos mínimos necesarios, por falta de potencial o porque la situación las
262
sobrepasa. Es aquí donde puede surgir la cuestión de la progresividad de la ayuda, por medio
de la cual, los más desfavorecidos sean los prioritariamente atendidos.
Por otra parte, no es solo por medio de Programas de Ayuda Alimentaria como se logra paliar
la necesidad futura de alimentos, sino por medio de otras medidas o políticas paralelas que
faciliten la autonomía de las personas para conseguirlos. En este sentido, se llevan a cabo
programas de formación desde los Servicios de Empleo y entidades especializadas en
atención a colectivos desfavorecidos, atención económica desde Servicios Sociales, políticas
de fomento e incentivación del empleo desde diversas instancias, etc.
Pilares de integración
Podríamos afirmar que unos más que otros, los cinco pilares de integración social en las
sociedades modernizadas consisten en tener acceso a estos elementos: vivienda, energía,
ropa, agua y alimentos. La satisfacción de las necesidades básicas, constituye una condición
primaria para que se pueda ir avanzando en la satisfacción del resto de necesidades. Sin la
cobertura de los elementos anteriormente enunciados que abordan las necesidades más
perentorias, se hace difícil pensar que se pueda obtener un empleo o contar con unos niveles
aceptables de salud. El alimento es necesario para la supervivencia y en la misma línea el
agua. La vivienda, la ropa y la energía son más o menos necesarios en función del clima y los
potenciales peligros del entorno, o también condicionadas por las presiones sociales hacia
determinadas conductas establecidas como aceptables en las agrupaciones sociales de la
modernidad.
Es aceptado que alguna cantidad de ropa se puede conseguir con facilidad, aunque no reúna
los mínimos aceptables de adecuación a la norma social imperante en la sociedad. No
obstante, esos mínimos establecen relaciones sociales con los demás del entorno, que sitúan a
los portadores en uno u otro lugar de apreciación.
263
Por otra parte, no siempre se puede elegir donde vivir, por lo que los peligros y el clima
amenazan el bienestar y las posibilidades de las personas en los lugares en que se encuentran.
La vivienda ofrece la posibilidad de acoger a sus habitantes, brindándoles la ocasión de
obtener cobijo, temperatura óptima, aseo y lavado en su interior y poder guardar sus
pertenencias. Además, posibilita los suministros de agua y energía siempre y cuando su
contratación se pueda costear con cierta regularidad. Precisamente, en este punto es donde se
establecen las diferencias más significativas con respecto a la ayuda alimentaria, porque las
personas más desfavorecidas son las que no disponen de este recurso y por lo tanto ni pueden
guardar alimentos salvo los que puedan portar, ni pueden cocinarlos por no disponer de lo
necesario para su preparación. La ausencia de vivienda establece la peor de las circunstancias
para poder acceder a los alimentos, motivo por el que las personas que disponen de ella y
reciben la ayuda alimentaria, pueden disponer de un desahogo económico para poder costear
los gastos que supone su mantenimiento. Se ha oído hablar de la pobreza energética y de las
consecuencias para la calidad de vida de las personas, y en muchas ocasiones con
consecuencias trágicas. La energía es otra de las condiciones para poder elaborar alimentos y
disponer de ciertos mínimos aceptados en esta sociedad. Poder afrontar este gasto junto al del
suministro de agua, también puede verse facilitado por medio de la ayuda alimentaria.
La dificultad de acceso a los alimentos y problemas estructurales.
La posibilidad de obtener una cantidad de alimentos suficiente se consigue cuando se tienen
los medios para ello. Disponer de los recursos para la producción de alimentos o de fuente de
ingresos para acceder a ellos, es el requisito para mantener la autonomía a estos efectos. Los
entornos sociales, económicos y políticos marcan las formas de acceso tanto a unos como a
otros, y no disponer del soporte para adaptarse a estas condiciones fomenta la desprotección
de las personas que se encuentran con más dificultades para ello. Si más allá de proporcionar
264
el producto, es necesario establecer mecanismos eficaces de compensación que tengan en
cuenta las dificultades reales o probables de las personas y familias. El presente estudio se
limita a las dificultades de acceso a los alimentos, que están mediatizadas por otro tipo de
medidas que se realizan desde otros ámbitos: renta básica, vivienda social, ayudas de alquiler,
pensiones, recursos residenciales, programas formativos, incentivos a la contratación de
personas desfavorecidas, etc.
En esta línea, pareciera que ciertos fenómenos de la esfera social son estructurales a los
sistemas en los que ocurren. El alimento, es una necesidad fundamental del ser humano para
sobrevivir. Por este motivo, se establece como derecho fundamental e innegable que se debe
garantizar en cualquiera de los casos. No obstante, no sólo es función de la disponibilidad de
alimentos suficientes en el entorno lo que permite el acceso a ellos, sino que en las
sociedades actuales existen unos itinerarios obligatorios para conseguirlos, que no es posible
recorrer para muchas personas por diversos motivos. Facilitar una cantidad de alimentos
escasos a la población necesitada, se sabe que no es suficiente para erradicar el problema. Es
probable, que desde instancias políticas se asuma que solo se puede reducir el número de
desfavorecidos reconociendo la dificultad de erradicar de manera completa la problemática
social, por lo que atendiendo a ello siempre queda población más vulnerable en momentos de
crisis, que tendrán que pasar por estas dificultades como una aceptación estructural.
En cualquier caso, el resto de Políticas Sociales al uso, van encaminadas en la dirección del
empoderamiento de las personas intentando dotarlas de competencias que promuevan su
mayor autonomía. Sin embargo, el sistema establecerá el máximo de personas que pueda
asumir, y el resto quedará dotado de herramientas que no podrá poner en práctica. Y es que,
después de más de 35 años de Políticas Sociales en España, las dificultades de acceso a los
alimentos siguen siendo de actualidad entre la población. En definitiva, se podría concluir
que las crisis económicas no hacen más que agravar problemas de exclusión social que ya
265
existían anteriormente.
Dificultades / Limitaciones en la investigación
La información contenida en las tablas facilitadas por BASMUR, ha permitido extraer
conclusiones sobre el alcance del Programa Operativo y sobre el perfil de los beneficiarios de
la ayuda. Inicialmente, era pretensión de esta investigación conocer la evolución en términos
cuantitativos del perfil de beneficiarios en relación a determinadas variables, comparando
tablas de distintos periodos. No obstante, las tablas que recogían los datos de otros años no
contenían las mismas variables ni estaban organizadas de la misma forma, por lo que ha sido
imposible realizar una comparativa temporal. Asimismo, la ausencia de ciertos indicadores
dificultaba profundizar en la influencia que tienen unas variables en relación con otras. La
dificultad de establecer cruces entre variables y la disparidad de los indicadores registrados
en otros ejercicios, ha limitado los resultados.
La población objeto no es muy accesible salvo por medio de entidades que reparten
alimentos; además, el acceso a ciertos datos puede incomodar a las personas beneficiarias,
añadido a las dificultades inherentes a preguntar sobre la situación de necesidad de las
personas. Asimismo, las cuestiones planteadas acerca del recurso eran tomadas inicialmente
con recelo por las personas usuarias, puesto que existía un conflicto para hablar de un recurso
que valoran positivamente y critican al mismo tiempo.
La investigación futura
La recogida de datos sobre los repartos reales que realizan las OAR, además del que depende
del FEAD y el que realizan otras entidades que no estando registradas ejercen la actividad en
la Región, aportaría más información sobre la situación real de la precariedad alimentaria.
El hecho de haber registrado ciertos indicadores en las dos últimas campañas, permite estimar
266
su influencia en el conjunto de la población estudiada. Continuar realizándolo, permitiría la
monitorización de la ayuda; en función de ello, se realizarían campañas específicas de
atención para ver el impacto y evolución del perfil de las personas inmigrantes, de origen
étnico minoritario o extranjero, personas con discapacidad o personas sin hogar.
Ampliar el registro de la variable sexo y ampliar los rangos de edades, permitiría profundizar
más en la extracción de conclusiones sobre estos indicadores y sobre la población usuaria del
recurso.
La discapacidad, cruzada con los demás indicadores, también daría información sobre su
influencia en la vulnerabilidad de los perceptores. Se puede pensar que la discapacidad es un
factor de especial vulnerabilidad, y cruzada con el colectivo de personas sin hogar daría
mucha información al respecto.
Investigar sobre las personas que dejan el recurso, permitiría ahondar en las situaciones que
favorecen poder obtener sus alimentos y cubrir sus otras necesidades.
A nivel general, investigar la interacciones de diversas situaciones de vulnerabilidad
(discapacidad, formación, empleo) considerando las que se pueden abordar y las que son de
difícil afrontamiento, darán más información acerca de lo que realmente sería resoluble a
efectos de problemática social, ayudarían a comprender mejor el fenómeno de la necesidad
alimentaria, además de saber cuál es el horizonte al que se puede aspirar y de qué forma hay
que realizar las intervenciones.
Aunque no se tuvo acceso a los alimentos entregados a cada persona, del análisis
pormenorizado de las situaciones también se podría establecer un reparto quizás más
equitativo en función de las necesidades.
En la misma línea, un análisis de las consideraciones extraídas sobre vivienda, energía,
ingresos, empleo, formación, brindaría la posibilidad de establecer modelos de
intervenciones, por una parte más paliativas de situaciones de desfavorecimiento, y por otra
267
de promoción social.
Se han estimado los datos de consumo alimentario en las sociedades actuales y además los de
desperdicio alimentario. Lo paradójico de la situación es que con la cantidad de alimentos
que se desperdician, se estima que podría darse de comer en igualdad de condiciones a todas
las personas beneficiarias de los Bancos de Alimentos de España. La investigación orientada
en este sentido, podría favorecer la satisfacción de parte de la necesidad en la población
afectada con recursos que no supondrían mayor gasto para los fondos públicos.
Por otra parte, sería importante la realización de más investigaciones de tipo cualitativo que
recojan tanto las percepciones como las propuestas de intervención que, las propias personas
desfavorecidas inmersas en situaciones de vulnerabilidad, realicen.
Concluyendo
El reparto de alimentos a cargo del Programa Operativo del FEAD, realizado a través de las
entidades de reparto no constituye, en sí mismo, una solución al problema de la pobreza
alimentaria. En una sociedad donde no existe escasez de alimentos, sino que la dificultad
radica en el acceso a los mismos por imperativos económicos, los esfuerzos deberían ir
encaminados no sólo a satisfacer las necesidades básicas, sino también a dotar de los recursos
suficientes para favorecer la autonomía e independencia de los individuos y familias, para la
satisfacción de las mismas, en el marco global del establecimiento de los mecanismos
necesarios para garantizar una adecuada redistribución alimentaria.
268
3ª Parte
REFERENCIAS Y
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establecen las normas generales aplicables al suministro a determinadas organizaciones de alimentos procedentes de existencias de intervención y destinados a ser distribuidos a las personas más necesitadas de la Comunidad. DOU nº 352 de 15 de diciembre de 1987.
- Reglamento (CEE) nº 3744/87 de la Comisión de 14 de diciembre de 1987 por el que se
establecen las normas específicas de aplicación del suministro de alimentos procedentes de las existencias de intervención a organismos designados para distribuirlos entre las personas más necesitadas de la Unión Europea. DOUE N° L 352/37, de 15 de diciembre de 1987.
- Reglamento (CEE) Nº 3149/92 de la Comisión de 29 de octubre de 1992 por el que se
establecen las disposiciones de aplicación para el suministro de alimentos procedentes de las existencias de intervención en beneficio de las personas más necesitadas de la Comunidad. DO L 313 de 30 de octubre de 1992.
283
- Reglamento (UE) Nº 807/2010 de la Comisión de 14 de septiembre de 2010 por el que se establecen las disposiciones de aplicación para el suministro de alimentos procedentes de las existencias de intervención en beneficio de las personas más necesitadas de la Unión.
L 242/9 15.9.2010. - Reglamento Delegado (UE) nº 1255/2014 de la Comisión de 17 de julio de 2014 que
complementa el Reglamento (UE) no 223/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo relativo al Fondo de Ayuda Europea para las personas más desfavorecidas mediante el establecimiento del contenido de los informes de ejecución anuales y del informe de ejecución final, incluida la lista de indicadores comunes L 337/46 25.11.2014.
- Resolución de 25 de febrero de 2015, del Fondo Español de Garantía Agraria, por la que se
establece el procedimiento para la designación de las organizaciones asociadas de distribución y los requisitos que deben cumplir las organizaciones asociadas de reparto, encargadas de la distribución de alimentos en el marco del Programa 2015 de ayuda alimentaria a las personas más desfavorecidas. BOE nº 56, de 6 de marzo de 2015, páginas 20563 a 20583.
284
Apéndices
285
Apéndice 1 Guión de entrevista para expertos y/o técnicos del ámbito Institucional (OAD y OAR)
La entrevista está dirigida a informantes clave del ámbito Institucional, tanto de las OAD
responsables de la distribución de alimentos como de las Organizaciones No
Gubernamentales (ONG) que funcionan como OAR, encargadas del reparto de alimentos en
el marco del Programa Operativo del FEAD.
Bloque 1.- Política Social y Derechos Sociales
1.-Considerando que la Política Social es un instrumento que materializa el acceso a los
ciudadanos a un cierto nivel de bienestar y concreción de los derechos sociales, díganos cuál
es su opinión sobre la situación actual de la Política Social en la Región de Murcia, y si
considera que alcanza su objetivo.
2.- ¿Cuál es su opinión sobre el hecho de que un derecho tan básico como el acceso a los
alimentos sea una cuestión actual y no superada?
3.- ¿Considera que corresponde a la Administración Pública garantizar las necesidades
básicas de la población (acceso a alimentos, luz, agua, vivienda...?
4.- ¿Cómo cree que debería ser una Política Social efectiva?
Bloque 2.- La Pobreza y la Exclusión Social
1.- ¿Cómo cree que ha evolucionado la situación de la pobreza y la exclusión social en la
Región de Murcia?
2.- ¿Considera suficiente las políticas llevado a cabo para favorecer la inclusión social?
3.- Para algunos autores, la exclusión social es multifactorial y se pueden describir diversos
ámbitos de exclusión (económico, laboral, formativo, sociosanitario, relacional, político,
vivienda y espacial). De todos los ámbitos anteriormente citados donde se producen los
factores de exclusión social: ¿cuál considera que es el más determinante entre las personas
que acuden a los bancos de alimentos?
286
Bloque 3.- El Programa Operativo del FEAD
1.- ¿Cómo cree que el Programa Operativo del FEAD cumple con su objetivo de satisfacer el
acceso a los alimentos?
2.- ¿En qué medida considera que influye las medidas de acompañamiento en la inclusión
social de las personas beneficiarias? ¿Qué otras medidas incluiría? ¿Por qué?.
3.- ¿Cómo cree que influye en el acceso al Programa Operativo la existencia de un
procedimiento estandarizado (solicitud de documentación, acreditación por parte de Servicios
Sociales, etc..)?
4.- Describa si ha observado algún cambio o evolución en el perfil del beneficiario del FEAD
5.- ¿Cuál cree que es la expectativa de futuro del Programa Operativo del FEAD?
287
Apéndice 2 Guión de entrevista dirigida a las personas beneficiarias del reparto de alimentos en el marco del Programa Operativo del FEAD PARTE 1
DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS ( PERFIL E IDENTIFICACIÓN USUARIO)
Preguntas orientadas a conocer el perfil sociodemográfico del entrevistado:
- Sexo
- Edad
- Estado civil
- Nivel de estudios
- Con quien convive
- Si tiene hijos a su cargo especifique el número
- Nacionalidad (si es extranjero preguntar si tiene documentación y desde cuándo)
- Convivencia con personas en algunas de estas situaciones (puede haber varias) e indagar
sobre las implicaciones de esta convivencia:
- alguna persona mayor
- en situación de dependencia
- en situación de discapacidad
- con trastorno mental
- con problemas de toxicomanía
ÁMBITO LABORAL
Contenido
Situación laboral actual
Especificar desde cuándo está en esa situación laboral (paro, activo, etc..).
En el caso de estar desempleado, cual ha sido su trayectoria laboral previa?
Edad a la que comenzó a trabajar
Sector de contratación
Modalidad de contrato
Pregunta orientación: Hábleme de su trayectoria laboral y de su situación laboral actual
288
ÁMBITO ECONÓMICO
Contenido
Nivel de ingresos aproximados (cifra aproximada)
Cantidad que cuenta para pasar el mes
En cuanto a los siguientes ítems, indagar sobre su capacidad sobre si: (ítems relativos a la
carencia material severa)
-Puede permitirse irse una semana de vacaciones al año
-Puede comer carne o pescado cada dos días
-Puede permitirse mantener la vivienda en condiciones de temperatura adecuada (aire
acondicionado/calefacción)
-Tiene capacidad para afrontar pagos imprevistos
-Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal
(hipoteca/alquiler/seguros/comunidad)
-Puede permitirse tener coche
-Puede permitirse tener ordenador
Nivel de ahorro
Nivel de gastos fijos
Fuente de ingresos propios y de los familiares (Pensión no Contributiva (IMAS), RBI, RAI,
Ayuda Familiar (SEF), Otras ayudas
Pregunta orientación: Hábleme de su situación económica y cómo hace para cubrir gastos.
Evolución de esta situación. En qué ha afectado la crisis a su situación económica.
ÁMBITO VIVIENDA Y EQUIPAMIENTO
Contenido
Régimen de tenencia de la vivienda y modalidad de uso (habitación, vivienda compartida,
recurso de acogida)
Equipamiento de la vivienda. Principales carencias o déficits (Agua caliente, luz, Lavadora,
Cocina, Frigorífico, Televisión, Internet)
Pregunta Orientación: Hábleme de cómo es su vivienda y de con qué equipamiento cuenta.
289
ÁMBITO SANIDAD
Asistencia sanitaria ¿Tiene usted tarjeta sanitaria? ¿Y asistencia sanitaria?
Situación de salud ¿Tiene algún problema de salud crónica?
Minusvalía ¿Está usted reconocido como minusválido?
Adicción ¿Tiene usted alguna adicción?
Percepción sobre su situación de salud ¿Considera que tiene buena salud?
Situación de dependencia propia o de algún conviviente. Consecuencia de ello.
Problemas de ansiedad derivadas de su situación
ÁMBITO POLÍTICO
Pertenencia o participación en alguna asociación o entidad
Intencionalidad de hacerlo
ÁMBITO RELACIONAL
Familiares de apoyo
Otras redes sociales de apoyo
Pregunta de orientación: ¿A quién acude en caso de dificultad económica?
ÁMBITO ESPACIAL
Equipamientos de la zona donde reside (colegios, centro de salud, comercios, medios de
transporte, servicios sociales)
Situación del barrio (ubicación, conflictividad, etc.)
PARTE 2
ACCESO Y USO DEL BANCO DE ALIMENTOS
Asistencia al Banco de alimentos ¿Cuánto tiempo hace que acude a recoger alimentos?
Frecuencia con la que acude
Existencia de usuarios del Banco de Alimentos dentro de su familia extensa
¿Cómo se enteró de la existencia del recurso?
Cobertura de necesidades alimentarias ¿Le parece suficiente para cubrir sus necesidades la
frecuencia con la que acude?
Alternativas al uso del Banco de alimentos ¿Si no acudiera al Banco de Alimentos, qué otras
alternativas tendría para alimentarse?
Evolución de su situación desde que acude ¿Cómo cree que ha mejorado su situación con
290
respecto a la alimentación desde que acude al Banco de Alimentos?
Expectativas sobre su asistencia al recurso ¿Tiene expectativas de dejar de acudir? ¿Cuánto
cree que seguirá acudiendo al recurso?
¿Ha informado a otras personas sobre la existencia de este recurso?
¿Conoce a alguien que lo necesite y que no acuda a recoger alimentos?
En caso afirmativo, ¿Cuál cree que es el motivo?
¿Acude a más de una asociación a recoger alimentos?
¿Considera suficiente la cantidad que recibe?
¿En qué medida satisface sus necesidades de alimentos el reparto de alimentos al que acude
al Banco de Alimentos?
Utilización de otros recursos de tipo social (Otras ONGs, Servicios Sociales…)
Realización de alguna medida de acompañamiento propuesta por el banco de alimentos
¿Cómo cree que estas medidas le ayudan en su situación? ¿Creen que son efectivas?
Trámite de acceso al recurso ¿Le fue fácil acceder al recurso?
Opinión sobre la ubicación del recurso (lo considera cercano, apropiado, de fácil acceso)
Tiempo de permanencia en el recurso (tiene que esperar mucho tiempo cuando acude, etc.)
Pregunta de orientación. Usted está acudiendo al Banco de Alimentos X. ¿Cómo accedió y
qué le motivó a hacerlo?
PARTE 3
PERCEPCIÓN SOBRE RESPONSABILIDAD DEL ACCESO A ALIMENTOS Y
AUTOIMAGEN
¿De quién cree que es la responsabilidad de la situación que está atravesando?
¿Cómo cree que debería satisfacerse la necesidad de alimentos y quién debería satisfacerla?
Opinión sobre este recurso. ¿Considera que debería existir siempre?
¿Qué es lo que cree que podría hacer usted para salir de esta situación? ¿Qué es lo que
necesitaría para ello?
¿Cómo se sintió la primera vez que acudió a solicitar alimentos? ¿Por qué?
En la actualidad, ¿cómo se siente al respecto?
¿Siente usted que vive en situación de pobreza?
291
Apéndice 3 A continuación, se presentan las tablas de donde se han extraído los datos para realizar el
análisis cuantitativo, correspondientes a la primera fase del año 2016. Las tablas se han tenido
que adaptar, eliminando registros identificativos y otros no necesarios para su tratamiento.
292
292
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Personas discapacitadas
Personas sin hogar
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(+ de 65)
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0 0
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11 0
37 0
0 0
47 0
0 0
84 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
12 0
2 8
1 0
3 24
2 0
0 0
0 0
0 1
0 0
0 8
0
13 10
40 64
3 7
31 73
1 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 19
0
14 13
74 195
8 16
96 147
6 15
42 78
2 0
0 0
0 0
0 0
0
15 3
19 45
0 8
20 45
0 5
31 45
0 0
1 3
0 0
0 11
0
16 3
21 42
4 3
25 39
1 0
8 11
0 0
0 4
0 0
0 1
0
17 0
0 0
39 0
0 0
31 0
0 0
1 0
0 0
19 0
0 0
0
18 9
37 68
3 8
42 65
2 3
12 35
4 0
0 0
0 0
0 3
3
19 0
12 18
2 0
3 65
4 0
4 18
2 0
0 0
0 0
5 60
6
20 0
0 3
1 0
0 20
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
21 0
0 12
0 0
0 53
0 0
0 19
0 0
0 15
0 0
0 65
0
22 0
0 13
0 0
0 47
0 0
0 0
0 0
0 12
0 0
0 2
0
23 2
20 35
2 3
17 35
0 0
0 10
0 0
0 0
0 0
0 0
0
24 3
23 43
0 2
33 50
0 3
23 47
0 0
0 0
0 0
0 0
0
294
294
O
AD
: BA
SMU
R N
ombre O
AR
OAD
Tipo
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. Adulto
Nº B
enef. Lactante
(0-2)
Nº Total
Beneficiarios 25
AS
OC
. MU
JER
ES H
ISPA
NO
AM
ERIC
AN
AS D
E LOS
ALC
ÁZA
RES
C
E
ntrega Lotes de Com
ida 2319,112
35 127
18 145
26 C
.I. DE LO
S DO
LOR
ES (C
AR
TAGE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 4633,04
56 256
17 273
27 C
.P. SA
NTA
FLOR
EN
TINA
(LA PALM
A-C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
1436,2 25
88 5
93
28 A
SO
C. C
OLE
CTIV
O LA
HU
ER
TECIC
A C
EA M
UR
CIA
C
E
ntrega Lotes de Com
ida 505,952
29 29
0 29
29 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
L RO
SA
RIO
- PU
EN
TE TO
CIN
OS
)(CO
NS
UM
O)
M
Consum
o en la Instalación 785,6
1 67
0 67
30 A
SO
C. D
E INM
IGR
AN
TES G
HA
NE
SES U
NID
OS D
E MU
RC
IA
M
Entrega Lotes de C
omida
4655,464 89
130 9
139
31 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LAS
TRES
AVE
MA
RÍAS
(TOTA
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 12666,44
261 704
57 761
32 C
.P. SA
NTA
FLOR
EN
TINA
(CA
RTA
GE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 1942,576
33 107
7 114
33 O
BR
A SO
C. S
TA. LUISA
DE M
ARILLA
C-E
SC
UE
LA INFA
NTIL SAN
JOS
E DE
CA
LASA
NZ
C
Consum
o en la Instalación 2038,512
1 116
25 141
34 C
.P. SA
N JU
AN
BAU
TISTA
(CA
RTA
GE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 6050,264
89 338
15 353
35 A
SO
C. TR
APE
RO
S DE E
MA
US D
E LA R
EG
IÓN
DE
MU
RC
IA
M
Consum
o en la Instalación 477,2
1 27
0 27
36 A
SO
C. O
NG
SAN
PA
TRIC
IO
M
Entrega Lotes de C
omida
2188,352 25
121 5
126
37 R
ES
ID. A
NC
. SA
N JO
SE
C
Consum
o en la Instalación 363
1 21
0 21
38 H
ER
MA
NITAS
DE
LOS
PO
BR
ES A
SILO D
E AN
CIA
NO
S D
E C
AR
TAG
EN
A
C
Consum
o en la Instalación 1031,464
1 68
0 68
39 C
.P. SA
N P
ED
RO
APO
STOL (SAN
PE
DR
O D
EL P
INA
TAR
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 6931,152
120 387
14 401
40 C
.P. SA
N R
OQ
UE
(ALU
MB
RE
S)
C
Entrega Lotes de C
omida
745,512 14
41 3
44
41 A
SO
C. H
OG
AR
EL B
UE
N S
AM
ARITA
NO
C
E
ntrega Lotes de Com
ida 16107,768
111 668
41 709
42 C
.P. SA
N A
NTO
NIO
ABAD
(CA
RTA
GE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 8285,776
132 460
25 485
43 C
.D.C
. (C.P. S
AN
AN
DR
ÉS Y
STA
. MA
RIA D
E LA AR
RIXA
CA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 3323,176
68 188
9 197
44 C
.P. IN
MA
CU
LAD
O C
OR
AZÓ
N D
E M
ª (BA
RR
IO PE
RA
L-CA
RTA
GEN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
6582,576 101
367 13
380
45 C
.P. SA
GR
AD
A FA
MILIA
(CA
RTAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
3299,44 58
184 8
192
46 C
.D.C
. (C.P. S
AN
BASILIO
EL G
RA
ND
E)
M
Entrega Lotes de C
omida
7585,104 144
423 18
441
47 C
.D.C
. (C.P. N
UES
TRA SE
ÑO
RA D
E LA
PAZ)
M
Entrega Lotes de C
omida
10068,976 176
555 41
596
48 C
.P. SA
N FR
AN
CIS
CO
JAVIE
R (LO
S B
AR
RE
RO
S-C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
8054,04 92
448 25
473
295
295
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen
extranjero, minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
25 7
23 40
0 11
30 34
0 18
50 68
0 0
0 0
0 0
0 0
0
26 11
49 86
6 6
36 73
6 5
13 29
5 0
0 2
0 0
0 6
0
27 2
11 31
0 3
16 29
1 2
16 26
0 0
0 4
0 0
0 0
0
28 0
0 2
0 0
1 26
0 0
0 13
0 0
1 11
0 0
0 28
0
29 0
30 0
0 0
37 0
0 0
25 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
30 6
5 17
0 3
15 93
0 0
0 0
0 0
0 1
0 0
0 38
0
31 31
130 286
4 26
111 167
6 39
100 331
5 0
0 7
0 0
0 1
0
32 4
17 39
2 3
17 30
2 3
10 43
0 1
0 1
0 0
0 1
0
33 16
50 8
0 9
46 12
0 25
96 20
0 0
0 0
0 0
0 0
0
34 10
53 108
15 5
42 117
3 2
10 43
1 0
0 0
0 0
0 0
0
35 0
0 5
0 0
0 22
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
36 3
28 37
0 2
25 31
0 0
5 25
0 0
0 0
0 0
0 0
0
37 0
0 0
14 0
0 0
7 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
38 0
0 3
44 0
0 0
21 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
39 8
65 134
5 6
71 112
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
40 1
6 13
1 2
4 16
1 1
4 4
0 0
0 0
0 0
0 0
0
41 16
100 224
3 25
113 220
8 8
73 214
2 0
0 11
2 0
0 0
0
42 15
78 137
5 10
95 143
2 19
147 216
6 0
0 0
1 0
0 0
0
43 3
32 73
2 6
22 59
0 6
34 82
1 0
0 0
0 0
0 0
0
44 7
50 136
1 6
54 123
3 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
45 5
19 72
1 3
30 61
1 6
20 39
0 0
0 2
0 0
0 0
0
46 12
52 163
6 6
55 139
8 10
36 149
5 0
0 1
0 0
0 0
0
47 17
88 199
6 24
97 161
4 12
62 162
2 0
0 0
0 0
0 0
0
48 10
46 167
14 15
63 150
8 10
27 38
6 0
0 6
0 0
0 29
0
296
296
O
AD
: BA
SMU
R N
ombre O
AR
OAD
Tipo
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. Adulto
Nº B
enef. Lactante
(0-2)
Nº Total
Beneficiarios 49
C.P
. SAN
LEA
ND
RO
(CA
RTA
GEN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
8506,56 139
539 38
577
50 M
HA
M-M
UA
D - M
UR
CIA
(ON
G. M
UJE
RE
S UN
IDAS
APO
RTA
ND
O A
L DE
SAR
RO
LLO)
M
Entrega Lotes de C
omida
3639,776 65
201 18
219
51 C
.D.C
. (CE
NTR
O D
E A
CC
IÓN
SOC
IAL S
AN
JOSÉ
OB
RE
RO
) C
C
onsumo en la Instalación
1010 1
86 0
86
52 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LA ESP
ER
ANZA
(UR
B. ME
DITE
RR
AN
EO
-CAR
TAG
EN
A)
M
Entrega Lotes de C
omida
2236,712 30
125 3
128
53 M
HA
M M
UA
D - A
LCA
NTA
RILLA (O
NG
. MU
JER
ES U
NID
AS AP
OR
TAN
DO
AL
DE
SA
RR
OLLO
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 2032,176
37 114
4 118
54 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LA SO
LED
AD (M
OLIN
OS
MA
RFA
GO
NES
-CAR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
3854,712 60
214 13
227
55 C
.P. M
AR
IA A
UXILIA
DO
RA
(LOS
DO
LOR
ES
-CA
RTA
GE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 4195,728
60 235
6 241
56 C
.P. SA
N FR
AN
CIS
CO
DE AS
IS (C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
6050,464 103
339 10
349
57 C
.P. SA
N G
INES
DE
LA JA
RA
(CA
RTA
GE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 5994,864
94 331
21 352
58 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
FÁTIM
A - V
ISTA
BELLA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 5532,112
101 306
20 326
59 C
.D.C
. (C.P. LA
INM
AC
ULA
DA
CO
NC
EP
CIÓ
N - S
AN
TIAG
O Y ZA
RA
ICH
E)
M
Entrega Lotes de C
omida
0 57
184 7
191
60 C
.D.C
. (C.P. S
TA. MA
RIA M
AD
RE
DE LA IG
LESIA - V
ISTA
LEG
RE)
M
Entrega Lotes de C
omida
3418,576 80
189 15
204
61 C
.P. IN
MA
CU
LAD
A C
ON
CEP
CIO
N D
E M
ª (BA
RR
IO D
E LA CO
NC
EP
CIO
N)
CA
RTA
GE
NA
C
Entrega Lotes de C
omida
4442,088 88
317 10
327
62 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
L RO
SA
RIO
- PU
EN
TE TO
CIN
OS
) (RE
PAR
TO)
M
Entrega Lotes de C
omida
13081,856 156
543 39
582
63 C
.P. SA
N FU
LGE
NC
IO (C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
3902,552 67
217 11
228
64 A
SO
C. E
VAN
GE
LICA
NU
EVA
VID
A D
EL SE
GU
RA
M
E
ntrega Lotes de Com
ida 1565,2
22 88
4 92
65 C
.D.C
. (C.P. S
AN
MIG
UE
L AR
CAN
GE
L) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 974,488
23 54
6 60
66 C
.P. SA
N A
NTO
NIO
MA
RIA
CLAR
ET (C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
903,688 21
50 1
51
67 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LO
S LLA
NO
S (E
L ALG
AR
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 2444,688
30 137
7 144
68 C
.P. SA
N A
ND
RE
S (MA
ZAR
RO
N)
C
Entrega Lotes de C
omida
2823,224 50
160 9
169
69 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E B
ELE
N (VISTA
ALE
GR
E-C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
819,488 15
46 1
47
70 C
.P. SA
N JO
SE O
BR
ER
O (C
AR
TAG
EN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
1283,464 20
71 4
75
71 C
EN
TRO
DE R
EH
ABILITA
CIO
N D
E M
AR
GIN
AD
OS (C
ER
MA
) C
C
onsumo en la Instalación
505,952 1
29 0
29
297
297
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen
extranjero, minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
49 23
96 168
8 15
93 173
1 10
60 111
1 0
0 2
0 0
0 0
0
50 8
30 74
2 10
44 49
2 0
0 0
0 0
0 1
0 0
0 0
0
51 0
33 3
0 0
46 4
0 0
10 2
0 0
2 0
0 0
0 0
0
52 2
35 36
4 1
21 26
3 1
32 34
0 0
0 1
1 0
0 0
0
53 1
14 44
2 3
14 39
1 0
0 0
0 0
2 6
0 0
0 0
0
54 5
36 63
0 8
58 57
0 3
63 65
0 0
0 0
0 0
0 0
0
55 4
43 80
0 2
48 63
1 3
60 83
0 0
0 0
0 0
0 0
0
56 7
48 114
3 3
52 121
1 7
75 125
0 0
0 0
0 0
0 0
0
57 7
53 129
3 14
54 90
2 0
0 0
0 0
2 2
0 0
0 0
0
58 12
41 120
7 8
41 94
3 7
19 83
1 0
0 0
0 0
0 0
0
59 3
31 66
3 4
24 57
3 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
60 7
33 82
2 8
30 41
1 7
40 93
2 0
0 2
0 0
0 0
0
61 5
58 107
0 5
54 98
0 4
62 86
0 0
3 1
0 0
0 0
0
62 24
105 201
7 15
78 150
2 26
123 211
1 0
4 2
0 0
0 0
0
63 5
22 88
7 6
34 64
2 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
64 2
22 33
0 2
13 20
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
65 5
3 27
0 1
10 14
0 6
13 41
0 0
0 0
0 0
0 0
0
66 1
7 21
1 0
8 12
1 1
7 17
0 0
0 1
0 0
0 0
0
67 3
25 43
1 4
29 36
3 4
42 52
2 0
0 0
0 0
0 0
0
68 3
30 53
1 6
25 48
3 6
23 35
0 0
0 1
0 0
0 0
0
69 0
4 12
3 1
7 18
2 0
2 3
0 0
0 0
0 0
0 0
0
70 3
12 22
0 1
14 23
0 1
6 16
0 0
0 0
0 0
0 0
0
71 0
2 5
0 0
0 20
2 0
0 0
0 0
0 5
0 0
2 25
2
298
298
O
AD: B
ASMU
R N
ombre O
AR
OA
D
Tipo K
ilos Recibidos
en la Cam
paña N
º Familias
Nº B
enef. A
dulto
Nº B
enef. Lactante (0-
2)
Nº Total
Beneficiarios
72 C
.P. SA
N N
ICO
LAS D
E BAR
I (EL E
STR
EC
HO
DE SA
N G
INES
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 1315,024
22 74
2 76
73 C
.P. SA
N P
ABLO
(CA
RTA
GE
NA
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 1008,648
22 56
2 58
74 R
AIS - R
ED
DE AP
OYO
A LA
INTE
GR
AC
IÓN
SOC
IOLAB
OR
AL
M
Consum
o en la Instalación 441
1 36
0 36
75 IG
LESIA
NU
EVO
NA
CIM
IEN
TO (C
RTA
. ALC
AN
TAR
ILLA)
M
Entrega Lotes de C
omida
2638,088 49
144 15
159
76 FU
ND
AC
IÓN
AD
RA
- AG
EN
CIA
PAR
A E
L DE
SAR
RO
LLO Y
RE
CU
RS
OS
ASIS
TEN
CIA
LES M
E
ntrega Lotes de Com
ida 1055,088
21 60
1 61
77 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
LOR
ETO
- ALG
EZA
RE
S)
M
Entrega Lotes de C
omida
3173 55
178 13
191
78 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
LOS
AN
GE
LES -S
AN
GO
NE
RA LA VE
RD
E)
M
Entrega Lotes de C
omida
6280,04 128
352 7
359
79 A
SO
C. FE
DD
E FULBÉ
DE LAS
TOR
RE
S D
E C
OTILLAS
M
E
ntrega Lotes de Com
ida 6447,44
88 355
29 384
80 C
.D.C
. (C.P. S
AN
JUA
N EV
AN
GELIS
TA - B
LAN
CA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 3834,152
64 217
15 232
81 C
.D.C
. (C.P. LA
PU
RISIM
A - FO
RTU
NA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 4958,216
77 278
5 283
82 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
LAS LÁ
GR
IMAS
- CAB
EZO
DE TO
RR
ES
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 7060,448
126 415
27 442
83 FU
ND
AC
ION
SO
LIDA
RID
AD
Y RE
INSE
RC
IÓN
- (PR
OY
EC
TO H
OM
BR
E)
M
Consum
o en la Instalación 1176,664
1 70
0 70
84 C
.P. SA
N JO
SE (P
TO. D
E M
AZAR
RO
N)
C
Entrega Lotes de C
omida
3682,552 67
207 3
210
85 A
SO
C. M
UR
CIA
NA N
ER
I PO
R LO
S IN
MIG
RA
NTE
S (RE
PAR
TO)
M
Entrega Lotes de C
omida
2570,288 38
142 13
155
86 C
.D.C
. (C.P. C
RIS
TO R
EY - LA
FLOTA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 901,888
22 51
3 54
87 C
OM
ED
OR
SO
LIDA
RIO
JES
US
MA
ES
TRO
Y PASTO
R (C
AR
TAG
EN
A)
C
Consum
o en la Instalación 361,08
1 121
0 121
88 C
.D.C
. (C.P. S
AN
FRA
NC
ISC
O JA
VIER
- SAN
AN
TÓN
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 4818,6
70 177
15 192
89 C
EN
TRO
SA
N P
ABLO
(LOS
DO
LOR
ES
-CA
RTA
GE
NA
) C
C
onsumo en la Instalación
971,088 1
55 0
55
90 S
OLID
AR
IDA
D E
N A
CC
IÓN
CA
RTA
GE
NA
C
E
ntrega Lotes de Com
ida 16780,192
233 923
75 998
91 H
OG
AR
DE LA IN
FAN
CIA
C
Consum
o en la Instalación 0
1 23
12 35
92 A
SO
C. E
L CAIR
E DE C
AR
TAG
O
C
Entrega Lotes de C
omida
2265,712 29
126 5
131
93 C
.P. SA
N FR
AN
CIS
CO
JAVIE
R (S
AN
JAVIE
R)
C
Entrega Lotes de C
omida
8042,04 120
445 26
471
94 C
.P. N
UES
TRA SE
ÑO
RA D
EL R
OS
AR
IO. LA U
NIO
N
C
Entrega Lotes de C
omida
13799,544 179
778 26
804
95 A
SO
C. C
ON
GR
EGA
CIÓ
N C
RIS
TIAN
A N
UE
VA S
ION
M
E
ntrega Lotes de Com
ida 1077,288
24 60
2 62
299
299
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen
extranjero, minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
72 0
14 24
0 2
13 23
0 2
9 16
0 0
0 0
0 0
0 0
0
73 0
6 24
2 2
6 17
1 0
24 0
0 0
0 0
1 0
0 0
0
74 0
0 8
2 0
0 21
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 29
7
75 6
8 79
4 9
2 48
3 13
8 111
7 0
1 2
0 0
0 0
0
76 1
9 21
1 0
9 18
2 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
77 7
25 50
7 6
24 71
1 8
32 49
1 0
1 3
0 0
0 1
0
78 3
50 126
7 4
46 117
6 6
31 49
0 0
0 0
0 0
0 0
0
79 15
39 102
1 14
64 145
4 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
80 4
43 65
1 11
30 78
0 14
54 96
0 0
3 11
0 0
0 1
0
81 0
47 97
2 5
46 85
1 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
82 10
53 130
18 17
72 134
8 18
84 149
4 0
2 5
0 0
0 8
0
83 0
0 10
0 0
0 60
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
84 0
29 71
5 3
33 66
3 1
10 35
3 0
0 0
0 0
0 0
0
85 9
27 45
4 4
25 40
1 9
43 65
0 0
0 0
0 0
0 0
0
86 2
6 19
1 1
8 17
0 2
7 27
0 0
0 0
0 0
0 0
0
87 0
0 16
4 0
0 95
6 0
0 41
2 0
0 0
0 0
0 30
1
88 8
27 68
0 7
31 50
1 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 5
0
89 0
29 0
0 0
26 0
0 0
15 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
90 42
155 312
9 33
172 270
5 14
65 103
2 0
0 9
0 4
10 21
0
91 0
0 0
0 12
16 1
6 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
92 1
17 39
0 4
25 44
1 0
36 78
1 0
0 0
0 0
0 0
0
93 14
78 146
8 12
81 130
2 15
100 136
1 0
0 0
0 0
0 0
0
94 10
134 245
3 16
176 219
1 13
131 224
0 0
0 0
0 0
0 0
0
95 1
7 17
1 1
17 16
2 4
13 12
0 0
0 1
0 0
0 0
0
300
300
O
AD
: BA
SMU
R N
ombre O
AR
OAD
Tipo
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. Adulto
Nº B
enef. Lactante
(0-2)
Nº Total
Beneficiarios 96
C.P
. LA PU
RIS
IMA (LA A
LJOR
RA)
C
Entrega Lotes de C
omida
5509,312 49
306 17
323
97 R
ES
IDE
NC
IA SAN
TISIMA
Y V
ER
A C
RU
Z HE
RM
AN
ITAS D
E AN
CIA
NO
S D
ES
AM
PAR
AD
OS
C
Consum
o en la Instalación 1206,024
1 76
0 76
98 C
.P. N
TRA. S
RA. D
EL R
OSA
RIO
(SU
CIN
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
4312,664 57
242 7
249
99 A
SO
C. M
UR
CIA
NA N
ER
I PO
R LO
S IN
MIG
RA
NTE
S (CO
NS
UM
O)
M
Consum
o en la Instalación 2878
1 263
0 263
100 C
.P. SA
N P
ED
RO
APO
STOL (LAS
PA
LAS
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 1816,376
30 101
8 109
101 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A DE LA AS
UN
CIÓ
N - A
LCA
NTA
RILLA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 21103,856
355 1170
69 1239
102 C
.D.C
. (C.P. S
AN
PED
RO
APÓ
STOL - A
LCA
NTA
RILLA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 9517,504
172 519
56 575
103 C
.D.C
. (C.P. S
AN
JUA
N BA
UTIS
TA - B
EN
IAJAN
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 5069,352
93 305
15 320
104 C
.D.C
. (C.P. S
AN
RO
QU
E - A
LCAN
TAR
ILLA)
M
Entrega Lotes de C
omida
11034,48 152
622 14
636
105 C
.D.C
. (C.P. LA
PU
RISIM
A C
ON
CE
PC
IÓN
- EL PA
LMA
R)
M
Entrega Lotes de C
omida
11012,68 205
611 32
643
106 C
.D.C
. (C.P. S
AN
PIO
X) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 2113,128
45 135
5 140
107 C
.D.C
. (C.P. S
AN
JOS
É AR
TESAN
O - SA
NG
ON
ER
A LA
SE
CA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 2230,352
41 124
6 130
108 P
RO
YEC
TO A
BR
AH
AM
(REP
AR
TO)
M
Entrega Lotes de C
omida
12284,144 161
545 37
582
109 FU
ND
AC
IÓN
PA
TRO
NA
TO JE
SÚ
S A
BAN
DO
NA
DO
DE
MU
RC
IA
M
Consum
o en la Instalación 12882,016
1 728
0 728
110 A
SPR
OD
ES - A
SO
C. D
E P
RO
MO
CIÓ
N A
L DE
FICIE
NTE
M
C
onsumo en la Instalación
4414,464 1
250 0
250
111 C
.P. SA
N A
GU
STÍN (FU
EN
TE ÁLA
MO
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 15184,768
239 846
37 883
112 C
.P. SA
N JO
SE (A
GU
ILAS
) C
E
ntrega Lotes de Com
ida 11428,64
191 624
60 684
113 R
ES
ID. A
NC
. LA P
UR
ISIM
A
C
Consum
o en la Instalación 595,312
1 34
0 34
114 C
.D.C
. (CE
NTR
O D
E A
CO
GID
A Y A
CO
MPA
ÑA
MIE
NTO
INTE
GR
AL - C
AYA
M)
M
Consum
o en la Instalación 770,4
1 50
31 81
115 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
LA FU
EN
SAN
TA - PA
TIÑO
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 5715,488
117 316
19 335
116 C
.P. SA
NTIA
GO
APO
STOL (S
AN
TIAG
O D
E LA RIB
ER
A)
C
Entrega Lotes de C
omida
4234,128 85
235 19
254
117 C
.D.C
. (C.P. S
AN
AN
TOLÍN
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 3414,376
67 186
21 207
118 C
.D.C
. (C.P. S
AN
TA M
AR
IA DE
GR
AC
IA)
M
Entrega Lotes de C
omida
5527,728 132
313 11
324
119 A
SO
C. M
UR
CIA A
CO
GE
M
Consum
o en la Instalación 401,136
1 22
0 22
301
301
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen
extranjero, minorías
Personas discapacitadas Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
96 9
44 138
11 8
32 73
8 17
76 211
19 0
0 0
0 0
0 0
0
97 0
0 38
0 0
0 38
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
98 7
51 70
4 0
46 69
2 6
79 99
0 0
1 2
1 0
0 0
0
99 0
0 32
0 0
0 220
11 0
0 170
7 0
0 10
0 0
0 125
0
100 1
27 27
4 7
20 23
0 8
47 50
0 0
0 0
0 0
0 0
0
101 31
168 421
15 38
187 370
9 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
102 19
79 186
6 37
82 164
2 28
91 174
1 0
1 1
0 0
0 0
0
103 4
22 101
2 11
82 98
0 0
0 0
0 1
1 5
0 0
0 2
0
104 8
104 219
13 6
101 180
5 4
41 84
1 0
0 0
0 0
0 1
0
105 11
109 184
13 21
116 187
2 18
128 177
4 1
1 4
1 0
0 0
0
106 2
16 49
5 3
24 40
1 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
107 4
22 39
3 2
17 41
2 0
5 5
2 0
1 2
0 0
0 0
0
108 17
83 203
7 20
110 137
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
109 0
0 120
18 0
0 550
40 0
0 373
10 0
0 28
2 0
0 680
12
110 0
0 95
7 0
0 138
10 0
0 0
0 0
0 250
0 0
0 0
0
111 17
150 317
5 20
125 240
9 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
112 34
104 231
6 26
98 179
6 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
113 0
0 0
27 0
0 0
7 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
114 17
19 2
0 14
20 9
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
115 12
38 126
6 7
39 105
2 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
116 9
37 80
3 10
36 74
5 6
37 80
2 2
3 15
2 0
0 4
0
117 12
29 75
2 9
33 46
1 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
118 5
32 125
6 6
45 103
2 10
52 139
3 1
0 2
0 0
0 0
0
119 0
0 6
0 0
0 16
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
302
302
O
AD
: BA
SMU
R N
ombre O
AR
OAD
Tipo
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. Adulto
Nº B
enef. Lactante
(0-2)
Nº Total
Beneficiarios
120 C
.D.C
. (C.P. S
AN
TA E
ULA
LIA)
M
Entrega Lotes de C
omida
3401,776 82
190 7
197
121 C
.D.C
. (C.P. S
AN
JUA
N BA
UTIS
TA-M
UR
CIA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 3918,464
94 239
16 255
122 C
.D.C
. (C.P. N
TRA
. SR
A. DE
L CAR
ME
N)
M
Entrega Lotes de C
omida
11082,88 194
613 37
650
123 C
.D.C
. (C.P. LA
PU
RISIM
A - BA
RR
IOM
AR
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 8954,528
147 488
50 538
124 C
.D.C
. (C.P. S
AN
TIAG
O E
L MA
YOR
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 5303,552
77 295
15 310
125 C
.D.C
. (C.P. S
AN
TA M
AR
IA DE
GU
AD
ALU
PE)
M
Entrega Lotes de C
omida
2188,352 44
121 6
127
126 A
SO
C. A
MA
S DE
CA
SA V
IRG
EN
DE
L CA
RM
EN
M
E
ntrega Lotes de Com
ida 7069,552
57 211
11 222
127 A
SO
C. P
IED
RA
S VIVAS
M
Consum
o en la Instalación 445,136
1 25
0 25
128 C
.D.C
. (C.P. S
AN
BEN
ITO - M
UR
CIA
) M
E
ntrega Lotes de Com
ida 8364,216
128 468
17 485
129 C
.D.C
. (C.P. N
UES
TRA SE
ÑO
RA D
E LA
PAZ - M
UR
CIA
) M
C
onsumo en la Instalación
410,8 1
35 0
35
130 A
SO
C. D
EFEN
SA S
OC
IAL BE
HU
MA
N
M
Entrega Lotes de C
omida
4565,464 70
129 8
137
131 A
SO
C. C
OLE
CTIV
O LA
HU
ER
TECIC
A C
EA C
AR
TAG
EN
A (C
ON
SUM
O)
C
Consum
o en la Instalación 1804,4
1 140
0 140
132 A
SO
C. C
OLE
CTIV
O LA
HU
ER
TECIC
A C
EA M
UR
CIA
(CO
NS
UM
O)
C
Consum
o en la Instalación 714
1 60
0 60
133 A
SO
C. M
UJE
RE
S NO
ESTA
MO
S SO
LAS
C
E
ntrega Lotes de Com
ida 1248,664
14 70
0 70
134 IG
LESIA
EVA
NG
ÉLIC
A D
E H
ER
MA
NO
S D
EL VA
LLE DE
L SEG
UR
A
M
Entrega Lotes de C
omida
14546,216 240
818 22
840
303
303
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen
extranjero, minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
120 4
20 79
5 3
18 64
4 5
27 113
8 0
0 3
0 0
0 0
0
121 9
25 98
9 7
29 75
3 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
122 11
88 222
15 26
102 181
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
123 25
89 174
4 25
87 130
4 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
124 8
43 120
5 7
46 79
2 0
0 0
0 0
0 1
0 0
0 0
6
125 3
23 42
2 3
23 29
2 3
6 15
1 0
0 0
0 0
0 0
0
126 6
21 66
6 5
33 81
4 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
127 0
8 7
0 0
2 7
1 0
2 2
0 0
0 0
0 0
0 1
0
128 9
62 170
20 8
80 125
11 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
129 0
17 0
0 0
18 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
130 5
19 46
1 3
24 38
1 4
5 5
0 0
0 0
0 0
0 0
0
131 0
0 24
0 0
0 116
0 0
0 41
0 0
0 28
0 0
0 140
0
132 0
0 5
0 0
0 55
0 0
0 27
0 0
0 43
0 0
0 60
0
133 0
11 23
0 0
15 21
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
134 12
200 250
3 10
115 248
2 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
304
304
O
AD: C
RU
Z RO
JA Nom
bre OAR
Tipo
Tipo OAR
K
ilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. Adulto
Nº B
enef. Lactante
Nº Total
Beneficiarios
1 A
SO
CIA
CIÓ
N D
E UC
RA
NIA
NO
S NU
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A G
EN
ER
AC
IÓN
E
ntrega Lotes de C
omida
Asociación
5219,752 95
294 11
305
2 A
SO
CIA
CIO
N M
AN
A DE M
UR
CIA (C
ON
SU
MO
) C
onsumo en la
Instalación A
sociación 901,888
1 51
0 51
3 A
SO
CIA
CIO
N M
AN
A DE M
UR
CIA (R
EPA
RTO
) E
ntrega Lotes de C
omida
Asociación
2598,464 45
147 3
150
4 C
.P. SA
N P
ABLO
DE
ABA
RA
N
Entrega Lotes de
Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 12232,256
273 687
34 721
5 C
.P. SA
N JU
AN
BAU
TISTA
DE AR
CH
EN
A
Entrega Lotes de
Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 10876,992
187 615
18 633
6 C
.P. SA
N P
ED
RO
APO
STOL. LO
S R
AM
OS
E
ntrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
6365,616 104
357 22
379
7 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E MU
RC
IA
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
51616,608 700
1375 119
1494
8 C
.P. SA
NTIS
IMO
CR
ISTO D
EL VA
LLE.
TOR
RE
AG
ÜE
RA
Entrega Lotes de
Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 6990,928
152 391
24 415
9 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E LA U
NIO
N
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
12674,392 345
713 35
748
10 C
.P. E
L SALVA
DO
R D
E CA
RA
VACA
E
ntrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
8948,84 147
503 23
526
11 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E JUM
ILLA
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
6257,04 180
340 60
400
12 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LA SA
LCE
DA
DE TO
RR
ES D
E
CO
TILLAS E
ntrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
6038,44 117
335 31
366
13 A
SO
CIA
CIO
N LA VID
PU
EN
TE TO
CIN
OS
Entrega Lotes de
Com
ida A
sociación 982,44
20 60
1 61
14 C
.P. SA
GR
AD
O C
OR
AZON
DE JE
SU
S DE R
IBE
RA
DE
MO
LINA
E
ntrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
1762,776 23
100 3
103
15 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E AR
CH
EN
A
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
11379,176 212
683 27
710
16 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E CA
RAV
AC
A D
E LA
CR
UZ
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
3318 107
308 22
330
17 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LO
S R
EM
EDIO
S. R
INC
ON
DE
B
EN
ISC
OR
NIA
Entrega Lotes de
Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 8639,304
126 481
43 524
18 C
.P. LA P
UR
ISIM
A CO
NC
EPC
ION
. JAVA
LI VIEJO
Entrega Lotes de
Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 2587,064
46 144
11 155
19 JU
NTA M
UN
ICIPA
L DE LA Ñ
OR
A
Entrega Lotes de
Com
ida S
ervicios Sociales de la
Adm
inistración 2898,528
68 224
8 232
20 JU
NTA M
UN
ICIPA
L DE P
UE
BLA
DE
SOTO
E
ntrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la A
dministración
742,512 23
40 5
45
21 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E ABA
RA
N
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
5316,288 90
302 19
321
22 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E YEC
LA
Entrega Lotes de
Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
4880,416 80
273 18
291
23 C
.P. SA
N JU
AN
BAU
TISTA
. ABAR
AN
E
ntrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
5722,904 111
325 13
338
24 JU
NTA M
UN
ICIPA
L DE A
LQU
ER
IAS
E
ntrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la A
dministración
13083,744 229
740 20
760
305
305
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen
extranjero, minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64)
(+ de 65)
1 5
46 112
6 6
39 88
3 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
2 0
15 8
0 0
21 7
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
3 2
35 45
4 1
25 33
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
4 22
46 331
9 12
43 246
12 21
48 326
0 0
0 0
0 0
0 0
0
5 13
104 205
9 5
103 190
4 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
6 12
54 124
2 10
63 112
2 10
48 102
0 0
1 4
0 0
0 0
0
7 55
135 542
56 64
137 466
39 72
272 730
82 0
0 0
0 0
0 20
0
8 9
40 141
15 15
36 149
10 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
9 18
134 229
1 17
120 227
2 0
0 0
0 0
0 1
0 0
0 0
0
10 11
62 195
9 12
72 154
11 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
11 29
90 85
3 31
80 80
2 25
55 53
4 0
0 20
0 0
0 1
0
12 15
65 131
0 16
54 85
0 7
32 44
0 0
0 0
0 0
0 0
0
13 1
20 3
37 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
14 1
8 40
0 2
10 41
1 2
8 19
0 0
0 0
0 0
0 0
0
15 15
148 210
39 12
81 185
20 18
160 276
41 0
0 0
0 0
0 0
0
16 8
39 95
9 14
45 110
10 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
17 22
69 159
7 21
83 157
6 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
18 8
32 47
0 3
20 45
0 2
21 31
0 0
0 0
0 0
0 0
0
19 4
10 100
0 4
11 103
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
20 2
5 10
5 3
5 10
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
21 6
47 102
8 13
36 106
3 2
2 5
0 0
0 0
0 0
0 0
0
22 4
34 90
5 14
56 86
2 10
55 83
1 0
1 2
0 0
0 1
0
23 5
30 115
10 8
41 122
7 0
44 35
2 0
1 0
0 0
0 1
0
24 10
101 265
20 10
94 243
17 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
306
306
N
ombre O
AR
Tipo
Tipo OA
R
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. A
dulto N
º Benef.
Lactante N
º Total B
eneficiarios
26
C. IN
TER
PAR
RO
QU
IAL D
E LOR
CA
(REP
AR
TO)
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
37758,416 600
2117 125
2242
27
AY
UN
TAM
IEN
TO D
E RIC
OTE
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la A
dministración
423,552 26
42 3
45
28
C.P
. VIRG
EN
DE
L CA
RM
EN
DE S
AN
TO A
NG
EL
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
1239,464 23
69 3
72
29
AY
UN
TAM
IEN
TO D
E CA
MP
OS
DE
L RIO
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la
Adm
inistración 2865,264
51 158
19 177
30
C.P
. CR
ISTO
DE
LA E
XPIR
AC
ION
. SAN
TA C
RU
Z E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 6011,04
120 337
17 354
31
AY
UN
TAM
IEN
TO D
E OJO
S E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la
Adm
inistración 396,552
13 36
0 36
32
AY
UN
TAM
IEN
TO D
E PU
ER
TO LU
MB
RE
RA
S
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la A
dministración
4507,84 86
252 16
268
33
CR
UZ R
OJA O
FICIN
A LO
CA
L DE A
GU
ILAS
E
ntrega Lotes de Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
9017,48 180
505 31
536
34
C.P
. NTR
A. SR
A. DE
LAS LA
GR
IMA
S. LLA
NO
DE
B
RU
JAS E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 4094,464
78 231
8 239
35
C.P
. SAN
BA
RTO
LOM
E. BE
NIE
L E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 6002,32
171 334
52 386
36
C.P
. SAN
TIAG
O AP
OSTO
L. LOR
QU
I E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa O
tras Confesiones
10419,24 90
249 33
282
37
C.P
. SAN
AN
TON
IO D
E PAD
UA. C
EH
EG
IN
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
745,512 13
41 4
45
38
C.P
. NTR
A. SR
A. DE
LAS M
AR
AVILLAS
DE
CE
HE
GIN
E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 4476,04
75 251
11 262
39
AY
UN
TAM
IEN
TO D
E MO
RA
TALLA
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la
Adm
inistración 2915,2
54 174
4 178
40
CE
NTR
O D
E AC
CIÓ
N S
OC
IAL D
E M
OLIN
A E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 14141,56
341 792
68 860
41
C. IN
TER
PAR
RO
QU
IAL D
E JUM
ILLA (C
ON
SU
MO
) C
onsumo en la
Instalación E
ntidad Religiosa C
atólica 311,776
1 13
22 35
42
C.P
. NTR
A. SR
A. DE
LA EN
CA
RN
AC
ION
. LA RA
YA E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 2114,312
34 126
11 137
43
AY
UN
TAM
IEN
TO D
E ALG
UA
ZAS
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la A
dministración
15272,856 250
855 55
910
44
C.P
. STMO
. CR
ISTO
DE LAS
MISE
RIC
OR
DIA
S. LOS
G
AR
RE
S E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 4452,04
68 252
6 258
45
C.P
. NTR
A. SR
A. DE
L RO
SAR
IO. LA
ALBE
RC
A
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
5877,64 102
331 17
348
307
307
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen extranjero,
minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15)
(16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64)
(+ de 65)
26 65
190 850
50 60
177 800
50 70
260 1122
21 0
0 5
0 0
0 0
0
27 2
6 16
2 1
4 11
3 0
9 7
0 0
3 5
1 0
0 0
0
28 2
4 25
2 1
11 26
1 1
7 14
0 0
1 14
0 0
0 0
0
29 13
22 58
0 6
19 59
0 1
9 11
0 0
0 14
0 0
0 0
0
30 9
45 151
19 8
29 82
11 13
57 142
2 0
0 0
0 0
0 0
0
31 0
4 11
2 0
5 13
1 0
0 1
0 0
0 2
0 0
0 1
0
32 6
43 85
2 10
50 69
3 15
81 98
3 0
0 7
0 1
12 49
2
33 15
60 170
30 16
100 130
15 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
34 4
28 77
8 4
36 76
6 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 1
0
35 25
65 142
11 27
50 60
6 10
21 80
3 0
0 5
2 0
0 0
0
36 23
35 80
0 10
19 115
0 33
54 195
0 0
0 0
0 0
0 0
0
37 2
8 15
0 2
7 11
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
38 6
42 95
1 5
36 74
3 5
29 60
0 0
0 0
0 0
0 0
0
39 2
24 64
0 2
35 51
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
40 29
129 294
3 39
170 190
6 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
41 11
0 0
0 11
0 13
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
42 1
22 47
1 10
20 36
0 11
40 71
0 0
0 0
0 0
0 0
0
43 25
80 320
25 30
80 320
30 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
44 2
57 84
2 4
40 66
3 3
38 73
1 0
0 6
0 0
0 3
0
45 10
56 127
9 7
41 94
4 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
308
308
N
ombre O
AR
Tipo
Tipo OA
R
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº Fam
ilias N
º Benef.
Adulto
Nº B
enef. Lactante
46 C
EN
TRO
DE A
CC
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SO
CIA
L SAN
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NC
ISC
O
Consum
o en la Instalación E
ntidad Religiosa C
atólica 518
1 44
0
47 C
. INTE
RPA
RR
OQ
UIA
L DE JU
MILLA
(REP
AR
TO)
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
12675,4 245
712 50
48 C
EN
TRO
DE A
CC
ION
SO
CIA
L DE
CIE
ZA
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
11301,592 212
629 55
49 C
.I. DE A
LHA
MA D
E MU
RC
IA
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
7609,272 152
547 50
50 A
SO
CIA
CIO
N D
E MU
JER
ES H
ISPA
NO
AM
ER
ICA
NA
S DE
CA
LASP
AR
RA
Entrega Lotes de C
omida
Asociación
489,752 8
28 1
51 C
.P. SA
N P
ED
RO
APO
STOL D
E C
ALA
SPA
RR
A
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
3165,24 62
182 16
52 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE LO
S ALC
AZAR
ES
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la Adm
inistración 0
40 139
5
53 C
.P. LA P
UR
ISIM
A CO
NC
EPC
ION
DE
CA
RA
VAC
A
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
2319,888 51
142 16
54 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
CO
MA
RC
AL D
E MO
LINA D
E SEG
UR
A E
ntrega Lotes de Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
15016,92 226
894 70
55 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE FU
EN
TE ALA
MO
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la A
dministración
16733,856 280
937 61
56 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E LOR
CA
E
ntrega Lotes de Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
3259,176 76
180 20
57 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E CA
LASPA
RR
A
Entrega Lotes de C
omida
Asam
blea de Cruz R
oja Española 6765,728
109 383
11
58 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE AB
AN
ILLA
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la Adm
inistración 0
125 384
14
59 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E MA
ZAR
RO
N
Entrega Lotes de C
omida
Asam
blea de Cruz R
oja Española 5169,712
79 292
10
60 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LA A
NTIG
UA
. MO
NTE
AG
UD
O
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
6540,992 101
367 20
61 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
CO
MA
RC
AL D
E MA
R M
EN
OR
NO
RTE
E
ntrega Lotes de Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
13140,568 180
631 48
62 A
SO
CIA
CIO
N D
IGN
IFYN
G LIV
ING
E
ntrega Lotes de Com
ida A
sociación 4445
74 249
14
63 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE A
LBU
DE
ITE
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la Adm
inistración 3576,152
56 203
6
64 C
.P. N
TRA. S
RA. D
E LO
S A
NG
ELES
. EL ES
PAR
RA
GA
L E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 5077,952
100 289
8
65 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE VILLA
NU
EVA D
EL R
IO S
EG
UR
A
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la Adm
inistración 2088,312
34 118
6
66 A
SO
CIA
CIO
N C
OM
ITE D
E APO
YO A LAS
TRA
BAJA
DO
RAS
DE
L S
EXO
C
onsumo en la Instalación
Asociación
550 1
50 0
67 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE M
ULA
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la A
dministración
21469,272 445
1290 80
68 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE P
LIEG
O
Entrega Lotes de C
omida
Servicios S
ociales de la Adm
inistración 2658
87 274
11
69 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE B
LAN
CA
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la A
dministración
2674,064 44
149 13
309
309
M
ujeres H
ombres
Inmigrantes, participantes de origen extranjero,
minorías
Personas discapacitadas
Personas sin hogar
(0 a 2)
(3 a 15)
(16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64)
(+ de 65)
46 0
23 0
0 0
21 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
47 19
89 288
3 31
123 207
2 0
0 0
0 0
0 1
0 0
0 7
0
48 25
84 230
7 30
110 193
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
49 22
102 178
7 28
114 144
2 30
197 307
7 0
0 0
0 0
0 0
0
50 0
7 12
0 1
3 6
0 0
2 9
0 0
0 0
0 0
0 0
0
51 6
28 63
2 10
28 60
1 3
15 42
5 0
0 1
0 0
0 0
0
52 3
10 38
25 2
9 37
20 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
53 12
28 39
5 4
19 51
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
54 24
170 271
2 41
171 219
5 3
56 97
1 0
0 0
0 0
0 0
0
55 35
95 382
12 26
79 360
9 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
56 14
49 71
0 6
27 33
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
57 4
51 126
1 7
57 144
4 0
0 5
0 0
0 0
0 0
0 5
0
58 8
43 138
5 6
44 150
4 9
32 75
1 0
1 34
5 0
0 0
0
59 5
55 98
0 5
55 81
3 9
50 81
1 0
0 6
0 0
0 0
0
60 5
56 128
9 15
44 125
5 20
100 253
14 0
1 2
0 0
0 2
0
61 20
110 203
7 28
136 168
7 23
105 155
4 0
8 1
0 0
4 1
0
62 9
21 105
11 5
16 90
6 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
63 2
31 74
6 4
24 64
4 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
64 6
31 115
13 2
25 100
5 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
0
65 1
20 40
0 5
23 33
2 1
6 25
0 0
5 7
0 0
0 0
0
66 0
0 50
0 0
0 0
0 0
0 50
0 0
0 0
0 0
0 0
0
67 46
260 480
15 34
140 385
10 43
151 404
2 8
24 30
18 0
0 2
1
68 5
31 90
7 6
40 101
5 8
47 95
2 0
0 0
0 0
0 0
0
69 5
27 52
0 8
27 43
0 7
32 45
0 0
0 7
0 0
0 0
0
310
310
N
ombre O
AR
Tipo
Tipo OA
R
Kilos R
ecibidos en la C
ampaña
Nº
Familias
Nº B
enef. A
dulto N
º Benef.
Lactante N
º Total B
eneficiarios
70 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
CO
MA
RC
AL D
E CA
RTA
GE
NA
E
ntrega Lotes de Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
15886,808 240
887 64
951
71 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E SAN
TOM
ER
A
Entrega Lotes de C
omida
Asam
blea de Cruz R
oja Española 6148,376
184 346
19 365
72 A
SO
CIA
CIO
N D
E DES
CE
ND
IEN
TES D
E OD
UD
UW
A E
ntrega Lotes de Com
ida A
sociación 2828,664
43 159
7 166
73 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE B
ULLAS
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la
Adm
inistración 12494,76
299 924
35 959
74 C
RU
Z RO
JA OFIC
INA
LOC
AL D
E CIEZA
E
ntrega Lotes de Com
ida A
samblea de C
ruz Roja Española
9672,992 157
543 32
575
75 C
.D.C
. (C.P. S
AN
JOS
E DE LA VE
GA
) E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 2428,864
48 151
9 160
76 C
.P. SA
NTIA
GO
EL M
AY
OR
(TOTA
NA
) E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 6562,352
131 363
37 400
77 C
.P. SA
N P
ED
RO
APO
STOL D
E E
SPIN
AR
DO
E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 7667,416
187 432
18 450
78 C
.P. LA P
UR
ISIM
A DE ZA
RA
ND
ON
A
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
3957,488 57
224 13
237
79 A
SO
CIA
CIO
N A
MIG
OS M
IRA
ESP
AÑ
A
Entrega Lotes de C
omida
Asociación
2042,512 30
110 21
131
80 A
YU
NTA
MIE
NTO
DE U
LEA
E
ntrega Lotes de Com
ida S
ervicios Sociales de la
Adm
inistración 685,8
21 68
6 74
81 C
EN
TRO
CÁ
RITAS
MU
RC
IA. C
ASAS
DE A
CO
GID
A
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
1398,96 80
80 0
80
82 FU
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MU
RC
IAN
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E SALUD
ME
NTA
L E
ntrega Lotes de Com
ida Fundación
427,136 24
24 0
24
83 C
.P. SA
N R
OQ
UE
DE
CO
BA
TILLAS
E
ntrega Lotes de Com
ida E
ntidad Religiosa C
atólica 3176,016
127 178
9 187
84 A
SO
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CIO
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IA R
EGIO
N D
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UR
CIA
E
ntrega Lotes de Com
ida A
sociación 951,688
16 53
5 58
85 C
.P. SA
NTA
Mª M
AG
DA
LEN
A D
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UTI
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
4854,616 80
269 13
282
86 C
.P. N
TRA. S
RA. D
EL R
OSA
RIO
DE
SAN
TOM
ER
A
Entrega Lotes de C
omida
Entidad R
eligiosa Católica
14521,968 262
838 56
894
311
311
(0 a 2)
(3 a 15) (16 a 64)
(+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2) (3 a 15)
(16 a 64) (+ de 65)
(0 a 2)
70 27
147 300
3 37
174 261
2 33
161 321
3 0
0 1
0 0
71 10
65 161
3 9
51 66
0 0
0 0
0 3
0 0
0 0
72 4
20 60
2 3
21 56
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
73 20
100 346
16 15
128 312
22 15
125 361
16 0
0 95
0 0
74 15
76 200
2 17
70 195
0 0
0 0
0 0
0 1
0 0
75 2
15 47
7 7
17 60
5 3
20 50
5 0
0 0
0 0
76 14
69 136
1 23
62 93
2 24
66 126
1 0
0 0
0 0
77 10
58 151
22 8
48 140
13 4
29 65
1 0
1 9
5 0
78 5
33 76
3 8
29 79
4 8
45 84
1 0
0 2
0 0
79 11
15 40
8 10
9 33
5 4
6 0
0 2
0 2
0 0
80 3
7 24
0 3
14 23
0 1
10 22
0 0
1 3
0 0
81 0
0 6
0 0
0 74
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
82 0
0 5
0 0
0 19
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
83 4
13 60
8 5
30 60
7 5
13 7
0 0
1 5
1 0
84 1
12 14
0 4
9 18
0 0
0 0
0 0
0 0
0 0
85 7
22 119
2 6
13 112
1 0
0 0
0 0
0 0
0 0
86 24
106 326
0 32
143 260
3 0
0 0
0 0
0 0
0 0
312
312
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