Villa Hidalgo, Municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit; a
veinticinco de marzo del año dos mil diecinueve.
V i s t o s,**********para resolver en Primera Instancia los autos
originales del expediente número 226/2017, promovido en la vía
Civil Ordinaria, por **********en contra de **********, llamando a
juicio a los terceros con interés **********, ejercitando la acción de
Nulidad de Donación y Nulidad de Cesión de Derechos
Hereditarios por ingratitud y demás prestaciones reclamadas, y;
R E S U L T A N D O
1º.- Mediante proveído dictado por este juzgado en fecha siete de
diciembre de dos mil diecisiete, se admitió la demanda presentada
por **********en contra de **********, ordenándose entre otras
cosas que con las copias simples de ley se emplazara a juicio a la
demandada para que dentro del término de nueve días produjera
contestación y opusiera las excepciones legales que estimara
conveniente y señalara domicilio para recibir notificaciones en
esta población, apercibiéndola que de no hacerlo el juicio se
seguiría en su rebeldía y se le tendría por contestada en sentido
afirmativo, y por confesados los puntos de hechos de demanda
que dejare de contestar, y las posteriores notificaciones se les
practicarían por listas, excepto la sentencia definitiva.
2º.- Realizado que fue el emplazamiento a juicio a la demandada
en los términos ordenados, se tuvo a **********, el día seis de
marzo de dos mil dieciocho, dando contestación a la demanda
instaurada en su contra, por hechas las manifestaciones que del
mismo se desprenden, oponiendo excepciones las cuales serian
resueltas al momento de dictar sentencia definitiva, en ese mismo
auto se ordenó abrir el juicio a prueba por el término de cinco días
comunes y perentorios para las partes.
3º.- Una vez que fueron ofrecidas las pruebas por las partes,
mediante auto de fecha cinco de abril de dos mil dieciocho, se
dictó proveído en el que se admitieron las procedentes, señalando
fecha para su desahogo; una vez que fueron desahogados en su
totalidad los medios de convicción admitidos, se ordenó turnar los
autos al Titular del juzgado para dictar la sentencia
correspondiente; empero, mediante autos de fechas catorce de
junio y doce de octubre de dos mil dieciocho respectivamente, se
ordenó llamar a juicio al **********, toda vez que les resultaba
interés en el mismo.
4º.- Con fecha trece de julio del año dos mil dieciocho, la parte
demandada **********, promovió incidente de tacha de testigos, el
cual fue debidamente substanciado, al haber dado contestación al
mismo por la parte actora, asimismo fueron desahogadas las
pruebas ofrecidas y admitidas dentro de la incidencia planteada.
Finalmente con fecha veintisiete de febrero del año dos mil
diecinueve, se reservaron los presentes autos al titular de este
Juzgado para dictar sentencia la cual el día de hoy se pronuncia;
y:
C O N S I D E R A N D O:
I.- COMPETENCIA.
Este Juzgado es competente para conocer y resolver todo lo
relacionado con el presente juicio, ello atento a las reglas
generales de competencia establecidas en el artículo 30 fracción
IV del Código de Procedimientos Civiles para el Estado, puesto
que se ejercita una acción personal y el domicilio del demandado
se ubica dentro de la Residencia de este Juzgado.
Por la sumisión tácita, de la actora por el hecho de haber acudido
ante los Tribunales de esta población entablando su demanda; de
la demandada, por contestar la demanda y no invocar
incompetencia, lo que actualiza los supuestos jurídicos de
competencia establecidos en las fracciones I y II del artículo 29
del precitado Ordenamiento Jurídico.- Artículos 22, 28, 29 fracción
I y II, 30 fracción IV del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado.
II.- PERSONALIDAD Y CAPACIDAD DE LAS PARTES.
Existe criterio uniforme de que la personalidad es un
presupuesto procesal, que puede estudiarse de oficio en cualquier
momento, sea durante el procedimiento o en la sentencia y que
ha sido de explorado derecho, que la Excepción de Falta de
Personalidad, consiste en carecer de la calidad necesaria para
comparecer en juicio o en no acreditar el carácter o
representación con que se reclama.
En cambio, la capacidad procesal consiste en la facultad de
poder comparecer ante los Tribunales a ejercitar o defender un
derecho, tiene carácter procedimental o adjetivo y se refiere a la
idoneidad de las personas para actuar válidamente en
determinado procedimiento judicial y, por ello, sus efectos son
intra procesales.
Consecuentemente, la excepción de falta de capacidad procesal
es de naturaleza dilatoria, dado que su procedencia no podría
afectar la acción intentada sino que sólo impediría o retardaría la
debida integración del proceso, el cual podría reanudarse una vez
desaparecida o subsanada la incapacidad, según el caso.
Ahora bien, de la lectura de las constancias procésales que
integran el presente juicio se aprecia del escrito de demanda, que
la parte actora **********comparece a juicio por su propio derecho,
por lo que, sí tiene personalidad para comparecer a juicio, toda
vez que la falta de personalidad tiene lugar contra quien carece de
las calidades para promover, o en no acreditar la representación
que ostenta, supuestos legales que no se producen en el caso a
estudio, porque la parte actora comparecen a juicio por su propio
derecho y no requiere de acreditación alguna.
Lo mismo acontece con la parte demandada **********quien
compareció a juicio por su propio derecho, por ende, también, no
tiene personalidad alguna que acreditar.
Apoya el criterio anterior, la tesis aislada en materia civil-
común, sustentada por la Tercera Sala, publicada en el Tomo:
157-162 Cuarta Parte, página 145, de la Séptima Época, del
Semanario Judicial de la Federación, registro número 240571,
titulada: “PERSONALIDAD, EXCEPCIÓN DE FALTA DE,
INOPONIBLE A QUIEN ACTÚA POR PROPIO DERECHO. La
excepción de falta de personalidad en el actor consiste, según
doctrina uniforme, en carecer éste de la calidad necesaria para
comparecer en juicio o en no acreditar el carácter o
representación con que reclama y, por lo mismo, la excepción de
falta de personalidad no puede oponerse al que comparece en
juicio por su propio derecho, no debiéndose confundir, por otra
parte, la falta de personalidad con la falta de acción y de derecho
a la cosa litigiosa, pues la primera se refiere a la calidad de los
litigantes y no a la substancia del pleito.”
La capacidad de las partes, se acredita con el escrito de
demanda, documento fundatorio de la acción, escrito de
contestación a la demanda y en general con todo lo actuado y
practicado en el presente juicio.- Artículos 9 y 10 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Nayarit.
III. LAS FORMALIDADES DEL JUICIO.
Las formalidades establecidas por el procedimiento para esta
clase de juicio, se han cumplido y en cuanto a la vía elegida, es la
adecuada, conforme a lo dispuesto por el libro tercero
denominado JURISDICCIÓN CONTENCIOSA, título segundo
JUICIO CIVIL ORDINARIO, capítulo primero, del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado. Artículos 1, 3, 5, 49, 50,
52, 53, 145 al 153, 163 al 248 del Código de procedimientos
civiles para el Estado.
IV. DEBATE ENTRE LAS PARTES.
La parte actora **********al presentar su demanda manifiesta lo
siguiente:
"Que por derecho propio en la Vía Ordinaria Civil; vengo a
demandar a la señora **********, quien puede ser emplazada a
juicio en **********) en ********** por las siguientes;
PRESTACIONES:
1. La Nulidad de la Donación, por incurrir en ingratitud, al
realizar actos de Violencia Familiar en contra de la suscrita;
contrato que se encuentra amparado con la escritura pública
contenida en el Instrumento número **********; expedida por el
Notario Público número dos de la Segunda Demarcación
Territorial ********** e inscrita en el Registro Público de la
Propiedad y del Comercio de la ciudad de Santiago Ixcuintla,
Nayarit el día **********, misma que se encuentra archivada
**********; en el cual se contiene contrato de Donación del
cincuenta por ciento de la finca urbana ubicada en **********,
en el centro de la población de **********.
La nulidad de dicha donación y escritura se demanda por
incurrir la donataria en ingratitud, al realizar actos de
Violencia Familiar en contra de la suscrita; mismos que se
acreditan en la sentencia definitiva dictada dentro de la causa
penal **********, misma que se dictó el 13 de enero del 2015; la
que en su resolutivo primero decreta que la hoy demandada
********** son penalmente responsables en la comisión del
delito de violencia familiar, en agravio de la suscrita,
condenándolos en el resolutivo segundo a pena privativa de
la libertad personal por el termino de seis meses de prisión,
la que causó ejecutoria el día 19 de febrero del mismo año.
2. La Nulidad de la Cesión de Derechos Hereditarios realizada
en fecha trece de septiembre del año 2011; por incurrir en
ingratitud, consistente en actos de Violencia Familiar en
contra de la suscrita.
La nulidad de dicha cesión se demanda por haber incurrido la
cesionaria, hoy demanda en ingratitud, al realizar actos en
actos de Violencia Familiar en contra de la suscrita; mismos
que se acreditan en la sentencia definitiva dictada dentro de
la causa penal **********, misma que se dictó el 13 de enero del
2015; la que en su resolutivo primero decreta que la hoy
demandada ********** son penalmente responsables en la
comisión del delito de violencia familiar, en agravio de la
suscrita, condenándolos en el resolutivo segundo a pena
privativa de la libertad personal por el termino de seis meses
de prisión, la que causó ejecutoria el día 19 de febrero del
mismo año.
3. Como consecuencia de las dos prestaciones que
anteceden a la demandada le reclamo la restitución,
desocupación y entrega con sus frutos y accesiones de la
finca urbana ubicada en ********** **********4. El pago de gastos
y costas judiciales que se originen por la tramitación del
presente juicio.
Me fundo para hacerlo en las siguientes consideraciones de
hecho y de derecho:
HECHOS:
I. El día veintitrés de octubre del año 2007, la suscrita en mi
carácter de cónyuge supérstite presenté ante este H. Juzgado
denuncia de intestado a bienes de mi finado esposo quien en vida
llevó por nombre **********, radicándose dicha denuncia en el
expediente familiar **********II.**********En auto de radicación de
fecha veinticuatro del mismo mes y año se admite en la vía de
tramitación especial la denuncia de juicio sucesorio
intestamentario; ordenándose la notificación como presuntos
herederos a todos los hijos que procree con mi finado esposo.
III. Una vez que se recibió el informe de la dirección estatal del
notariado del gobierno del estado, en el cual se informa a esta H.
Juzgado la existencia de un testamento público abierto; ante esta
situación y después de recibir copia certificadas del protocolo en
el cual se contiene el testamento en mención; con fecha primero
de julio del 2008 se decreta el sobreseimiento del juicio
intestamentario ordenándose abrir juicio testamentario.
IV. Después de agotada y declarar cerrada la primera etapa del
juicio; con fecha catorce de noviembre del 2008, se abre la
segunda etapa llamada de inventarios y avalúos.
V. Es el caso que con fecha trece de septiembre del año 2011,
con mentiras me hicieron estampar la huella digital en un
documento; puesto que me dijeron mi hija ********** que me iban a
arreglar una pensión. Posteriormente mi hija ********** trataron de
convencerme para que les volviera a estampar mi huella digital,
pero como mi hijo ********** ya me había dicho que en el juzgado
estaba un escrito en el que decía que yo le había dado la casa a
mi hija ********** aconsejándome que ya no estampara mi huella ni
que les firmara nada sino estaba presente él o mi otro hijo
**********; ante esa recomendación opte por ya no estampar la
huella a ningún documento, ganándome con esto malos tratos por
parte de mi hija ********** llegando a amenazarme con ya no
cuidarme y con sacarme a media calle sino le ponía la huella a un
papel que traían.
VI. De igual manera y sin tratar de ocultar que la verdadera
intención de la hoy demandada **********, fue la de despojarme de
mis bienes, puesto que con fecha 28 de septiembre sin pedir mi
opinión y con amenazas de ya no cuidarme, me llevaron a realizar
un contrato de donación; contrato que se encuentra amparado
con la escritura pública contenida en el **********; expedida por el
Notario Público número ********** e inscrita en el Registro Público
de la Propiedad y del Comercio de la ciudad de Santiago Ixcuintla,
Nayarit el día 30 de abril del 2014, misma que se encuentra
archivada **********; en el cual se contiene contrato de Donación
del cincuenta por ciento de la finca urbana **********, en el centro
de la población de **********; mismo del cual junto con la cesión de
derechos hereditarios hoy reclamo su nulidad, por haber incurrido
la hoy demandada en ingratitud, puesto que al lograr su objetivo,
es decir despojarme de mis bienes y al ya no tener la suscrita
ninguna propiedad de la cual pudiesen apropiarse; empezaron a
tratarme mal, infringiéndome un sin número de agresiones
verbales.
VII. Como ya lo dije antes; tiempo después que estas personas
consumaron sus planes, es decir apropiarse de la totalidad de mis
bienes; intensificaron los malos tratos hacia la suscrita; hechos
que fueron denunciados por mis hijos ********** ante el C. Agente
del Ministerio Público quien al encontrar causas suficientes realizó
el ejercicio de la acción penal, concediéndose orden de
aprehensión en contra de mis agresores y después de tramitarse
en todas sus etapas el proceso penal fueron declarados
responsables, lo que se acredita en la sentencia definitiva dictada
dentro de la causa penal **********, misma que se dictó el 13 de
enero del 2015; la que en su resolutivo primero decreta que la hoy
demandada ********** son penalmente responsables en la
comisión del delito de violencia familiar, en agravio de la suscrita,
condenándolos en el resolutivo segundo a pena privativa de la
libertad personal por el termino de seis meses de prisión, la que
causó ejecutoria el día 19 de febrero del mismo año; al dictado de
la aludida sentencia y su declaración de ejecutoria; es decir al
dejar de estar dicho juicio en estado de subjudice, para
convertirse en la verdad legal; no obstante a que fueron
sentenciados por cometer actos de violencia familiar, en lugar de
normar su conducta hacia la suscrita, la hoy demandada y sus
coacusados, realizaron trabajos de albañilería y me restringieron
el libre acceso a la totalidad de la casa, así como al patio y a los
baños de la misma, dejándome confinada en un reducido espacio.
Por su parte la demandada **********al dar contestación a la
demanda entablada en su contra expresó lo siguiente:
"Que por mi propio derecho, por medio del presente ocurso
vengo a producir contestación a la demanda promovida en mi
contra por Mi **********, presionada por mis hermanos
**********.
Por lo que en cuanto a las prestaciones reclamadas las
considero son totalmente improcedentes.
Que la acción intentada por la actora le ha prescrito según lo
establece el artículo 1744 del Código Civil para el Estado de
Nayarit, pues transcurrió con exceso el termino previsto por
la ley de la materia, para que la actora ejercitara la acción
revocatoria, por lo que desde luego se me tenga oponiendo la
excepción de PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN.
En cuanto a los hechos me permito contestar en los siguientes
términos:
CONTESTACIÓN.
Al punto I, no es hecho propio.
Al punto II, no es hecho propio.
Al punto III, no es hecho propio.
Al punto IV, no es hecho propio.
Al punto V, no es cierto, ya que tal como la actora lo afirmado en
su demanda que hoy se contesta en los puntos del I al III del
capítulo de hechos, promovida un juicio sucesorio testamentario
ante el Juzgado Mixto de este poblado de Villa Hidalgo, municipio
de Santiago Ixcuintla, Nayarit, juicio radicado bajo el número de
expediente ********** y al estar bajo mi cuidado la hoy actora, la
suscrita la llevaba al IMSS para su atención médica, a cobrar los
programas federales en que resultaba beneficiaria entre otras
acciones, por lo que es por demás mencionar que inclusive la
llevaba al juzgado de este poblado a recibir la pensión que
ocasionalmente le depósitos mi hermano **********, ya que dentro
del testamento que dejo mi padre, le impuso que a cambio de las
tierras tendría que darle una pensión alimenticia vitalicia, y para
impulsar además el juicio testamentario y siendo heredera y
albacea tenía que promover dicho juicio, razón por la cual firmaba
o bien estampaba su huella para promover lo que es derecho
correspondía dentro del juicio testamentario **********; en relación
a la cesión de derechos hereditarios realizada por la hoy actora es
cierto que la firmo, pero ante la presencia de Notario Público, por
lo que no es cierto que fue sorprendida ya que el Notario Público
le hizo saber el actora jurídico que realizaría por lo que sin
coacción y sin violencia ni algún otro vicio que invalidara el acto
jurídico celebrado en forma voluntaria por la actora, acepto
realizar una cesión de derechos hereditarios en mi favor, lo que
da la certidumbre el acto jurídico precisamente es haberlo firmado
por ante la fe de Notario Público, por lo que carece de veracidad
dicho señalamiento de haber ejercido violencia moral o física en
contra de la hoy actora, dicho documento fue firmado el día 13 de
septiembre del año 2011 (cesión de derechos hereditarios), y el
día 28 de septiembre del mismo año 2011 me hizo la donación de
la parte alícuota que como propietaria tenia de la finca urbana
ubicada en calle ********** esquina con calle **********según
escritura pública número********** **********
En cuanto a las amenaza y presiones que dice es falso, incluso
tratos que aduce y que malamente fuimos sentenciados por un
delito no cometido, según expediente penal ********** radicado
antes este H. Juzgado Mixto de Primera Instancia.
Al punto VI, es falso, que hayamos despojado de sus bienes a mi
señora madre hoy actora, ya que en agradecimiento de estarla
cuidado y prodigándole atenciones y cuidados desde que falleció
mi padre, es por ello que de ella nació donarme el 50% del bien
inmueble que le correspondía en copropiedad del bien inmueble
ubicado en ********** acto jurídico celebrado por ante la fe de
Notario Público investido con suficiente fe, por lo que al no haber
ningún vicio que hiciera nulo el acto jurídico, la escritura es forma
y valida en todos sus aspecto. Es menester señalar que no debe
confundirse nulidad con revocación, por lo que en la presente
demanda la actora promueve la acción de nulidad, pretendiendo
que se declare judicialmente la nulidad del acto jurídico de una
donación realizada por la hoy actora hecha en mi favor, acto
jurídico que en ningún momento se encuentra viciado, así como
tampoco la cesión de derechos hereditarios se encuentra viciada
por lo tanto son validos, además la ley civil no previene la nulidad
por ingratitud, ya que en todo caso la actora debió promover
acción revocatoria por ingratitud que es muy distinto a la nulidad
pretendida; pero no obstante de que en forma injusta de que
fuimos sentenciados en el delito de violencia familiar en agravio
de la hoy actor, por hechos supuestamente ocurridos el día 2 dos
de junio del año 2012 dos mil doce y 30 o 31 de diciembre del año
2011 dos mil once, luego entonces a partir de dichos hechos la
actora tuvo el derecho de ejercitar la acción revocatoria en un
plazo de un año, según lo previene el artículo 1744 del Código
civil vigente para el estado de Nayarit, que establece: LA ACCIÓN
DE REVOCACIÓN POR CAUSA DE INGRATITUD NO PUEDE
SER RENUNCIADA ANTICIPADAMENTE Y PRESCRIBE
DENTRO DE UN AÑO, CONTADO DESDE QUE TUVO
CONOCIMIENTO DEL HECHO EL DONADOR. Que la acción
intentada por la actora le ha prescrito según lo dispone el artículo
1744 del Código Civil para el Estado de Nayarit, pues transcurrió
con exceso el termino previsto por la ley en la materia, para que la
actora ejercitara la acción revocatoria, por lo que desde luego se
me tenga oponiendo la excepción de prescripción de la acción.
Es de explorado derecho, que la ley previene que la nulidad
produce efectos contra actos jurídicos viciados o defectuosos al
momento de su celebración y en el presente caso tanto la cesión
de derechos como la donación hecha en mi favor son perfectas
por no contener ningún vicio ni defecto alguno.
Por nulidad de un contrato se entiende su ineficacia o insuficiencia
para producir los efectos deseados por las partes y que le atribuye
la ley, tanto respecto de las propias partes como respecto de los
terceros.
La nulidad de un contrato ocurre cuando faltan los elementos
esenciales a su existencia o a su validez, o cuando viola el orden
público o las buenas costumbres.
El contrato afectado de nulidad es un contrato que ha nacido en
forma anómala, irregular o imperfecta. La nulidad es, en Derecho,
una situación genérica de invalidez del acto jurídico, que provoca
que una norma, acto jurídico, acto administrativo o acto procesal
deje de desplegar sus efectos jurídicos, retrotrayéndose al
momento de su celebración. Para que una norma o acto sean
nulos se requiere de una declaración de nulidad, expresa o tacita
y que el vicio que la afecta sea coexistente a la celebración del
mismo.
Por revocación de un contrato se entiende específicamente la
terminación del mismo por voluntad unilateral de una de las
partes. La revocación procede en determinados contratos, en los
que por su peculiar naturaleza, el legislador autoriza a una de las
partes para darlo por terminado sin necesidad del consentimiento
de la otra parte.
La revocación en principio opera solo hacia el futuro y no tiene
efecto retroactivo.
Revocación es la ineficacia que generan ciertos actos jurídicos
que permiten la retractación de la voluntad de su actor (actos
unilaterales) o en el caso que lo permite expresamente la ley
(actos bilaterales). Ej. En actos unilaterales tenemos en el
testamento y en las donaciones revocables, y en actos bilaterales
en el mandato.
La caducidad es una institución jurídica por el cual un acto o el
ejercicio de un derecho potestativo se sujeta a un plazo prefijado y
de perentoria observancia, que para el caso de no ser ejecutado
determina la extinción del derecho.
Por lo que quedar claro cuál es la diferencia entre nulidad y
revocación el juez de la causa, previo estudio deberá dictar la
improcedencia de la acción intentada en la presente causa,
además de tomar en cuenta la PRECRIPCION O CADUCIUDAD
DE LA ACCIÓN INTENTADA EN LA PRESENTE CAUSA, por
hechos ocurridos supuestamente en el mes de junio de año 2012
y diciembre del año 2011, según previene el artículo 1744 del
Código Civil para el Estado de Nayarit.
Al punto VII, es cierto parcialmente, ya que ciertamente fuimos
injustamente condenados y sentenciados en la comisión del delito
de violencia familiar, niego haber cometido al delito por el cual fui
condenada, sin embargo y para los efectos de la acción de
nulidad promovido por la actora en la presente causa, la acción
intentada le ha prescrito, según lo dispone el artículo 1744 del
Código Civil para el estado de Nayarit, que establece un término
de un año, para el ejercicio de la acción revocatoria, dicho termino
a partir de que el donante tuvo conocimiento del hecho y
suponiendo sin conceder que la violencia familiar haya existido,
esta ocurrió y se dio cuenta la hoy actora el día 30 o 31 de
diciembre del año 2011 y 2 dos de junio del año 2012, por lo que
al haber transcurrido más de un año desde que ocurrieron los
hechos y se hizo sabedora la hoy actora, la acción le ha prescrito
y caducado, por lo tanto la acción intentada es improcedente por
así prevenirlo el Código Civil para el estado de Nayarit. Que en
relación al computo para la interposición de la acción revocatoria,
dicho computo empieza desde el momento en que la actora se dio
cuenta de los hechos, por lo que al haber sucedido estos el día 30
o 31 de diciembre del año 2011 y 2 de junio del año 2012, la
acción intentada le caduco y quedo rescrita según lo reviene el
artículo 1744 del Código Civil para el estado de Nayarit y en
relación al momento que cuenta el computo desde luego invoco la
siguiente tesis de jurisprudencia que me permito transcribir, para
que surta los efectos legales a que haya lugar: “…”
Que al igual que otras demandas planteadas en mi contra, las
mismas ha sido promovidas por mis hermanos ********** igual
siguen presionando a mi madre, para que promueva la presente
demanda, en la que plantean una serie de mentiras como la que
se expresa al final del punto VII que se contesta, pues dice que he
despojado de una parte de la posesión de la finca en que habita
mi madre hoy actora, que es falso dicho señalamiento, ya que
precisamente fueron **********, quienes cometieron el delito de
despojo en mi agravio, ya que yo vivía en casa de mi madre y que
ya me había cedido la propiedad de la misma y por su propia
autoridad los ya señalados, mandaron cerrar los accesos al resto
de la casa, lo que me motivo a interponer forma querella en su
contra ante el agente del Ministerio Público del fuero común de
Villa Hidalgo, Nayarit con fecha el día 6 de agosto del año 2013.
Contestada la demanda en sus términos, se me tenga oponiendo
la excepción de sine action agis, la excepción de prescripción de
la acción prevista por el artículo 1744 del Código Civil para el
estado de Nayarit, ase como también se me tenga oponiendo la
excepción de cosa juzgada respecto a la nulidad de la cesión de
derechos de fecha 13 de septiembre del 2011, hecha en mi favor
por la hoy actora, respecto a los derechos hereditarios que le
fueron legados mediante testamento publico abierto por el
**********, documento que corre agregado en autos del expediente
********** radicado en el juzgado primero mixto de Villa Hidalgo,
Nayarit, se opone la excepción de cosa juzgada, ya que la actora
**********, promovió la nulidad de dicho documento ante este H.
Juzgado, radicándose el expediente ********** mismo que culmino
en sentencia absolutoria.
**********Por su parte los terceros con interés llamados a
juicio**********no realizaron manifestación alguna.
V. PRUEBAS Y SU VALOR JURÍDICO.
Establece, el artículo 173 del Código de Procedimientos Civiles
Vigente en la entidad, que señala:
“El actor debe probar los hechos constitutivos de su acción y
el demandado sus excepciones”
Precepto del que deriva que la carga de la prueba para acreditar
la acción principal corresponde a la parte actora, en tanto que la
misma carga procesal, recae en el demandado para la
justificación de sus excepciones; siendo entonces, indudable que
cuando el actor no acredite los hechos en que funda su acción,
ésta no puede prosperar, independientemente de que la parte
demandada haya o no opuesto excepciones y defensas.
Ahora bien, no pasa desapercibido para este Juzgador, que la
accionante manifiesta en su demanda que promueve Nulidad
de la Donación, por incurrir en ingratitud, cuestión
desacertada, toda vez que, del contenido integral de la
demanda, se advierte que se encuentra promoviendo la
acción de revocación por causa de ingratitud, toda vez que
para iniciar un juicio no es necesario que se exprese el
nombre de la acción, con tal de que se determine con
claridad el titulo o causa en que se apoya y la prestación que
se exija al demandado, tal y como lo establece la parte final
del artículo 6 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado.
Efectivamente, aun cuando no se exprese su nombre o se
exprese equivocadamente y, con esto, se admita la posibilidad de
que el juez corrija el nombre de la acción, no viola el derecho de
audiencia del demandado, ya que dicha corrección está
condicionada, en el propio precepto, a que en la demanda se
determine con claridad la clase de prestación exigida y el título o
la causa de la acción, es decir, el petitum y la causa petendi
expresados en las prestaciones reclamadas y los hechos en que
se funda el derecho a éstas; las cuales, junto con los sujetos,
constituyen los elementos relevantes para la identificación de las
acciones, pues concurren a configurar su esquema lógico, por lo
que sirven de base al juzgador para identificar cuál es la acción
que verdaderamente se hizo valer, en el caso en estudio resulta
incuestionable que se promueve la acción de revocación de
donación por incurrir en ingratitud.
Al respecto tiene aplicación la siguiente tesis:
Décima Época, Registro: 2018530, Instancia: Primera Sala,
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, Materia(s): Constitucional, Tesis: 1a.
CCXVIII/2018 (10a.), Página: 253. ACCIÓN. EL ARTÍCULO 2
DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL
DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD DE
MÉXICO, AL ESTABLECER QUE AQUÉLLA PROCEDE EN
JUICIO AUN CUANDO NO SE EXPRESE SU NOMBRE, NO
VULNERA EL DERECHO DE AUDIENCIA. El precepto citado, al
establecer que la acción procede en juicio, aun cuando no se
exprese su nombre, con tal de que se determine con claridad la
clase de prestación que se exija del demandado y el título o causa
de la acción, no vulnera el derecho de audiencia reconocido en el
artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pues la identificación de la acción ejercida, aunque no
se nombre o se nombre equivocadamente, no puede representar
violación contra el demandado, siempre que no opere algún
cambio en lo pedido y en la causa de pedir, pues estos aspectos
deben permanecer inalterados durante el proceso. Lo anterior es
así, pues si en la demanda constan con claridad las prestaciones
pedidas (petitum) y el título o causa de la acción (causa petendi),
que se expresan en aquéllas y los hechos en que descansa el
derecho a éstas, las cuales, junto con los sujetos constituyen los
elementos de la acción y que han de servir para que el Juez
identifique cuál es la acción que en realidad hizo valer el actor, el
demandado estará en condiciones de defenderse mediante la
oposición de excepciones y defensas, el ofrecimiento de pruebas
y la expresión de alegatos, máxime si se toma en cuenta que con
el emplazamiento se le corre traslado con la demanda. Por tanto,
mientras al identificar la acción no se modifique lo pedido o la
causa de pedir, ni esto implique un cambio en las defensas que
pudieran hacerse valer, se respeta el derecho de audiencia del
demandado, porque está en condiciones de defenderse frente a
ellos.
Amparo directo en revisión 98/2017. Laura Angélica Reséndiz
Barragán. 30 de agosto de 2017. Unanimidad de cuatro votos de
los Ministros José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto
concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena y Norma Lucía Piña Hernández. Ausente y Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, en su ausencia hizo suyo el asunto el
Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretario: Arturo Bárcena
Zubieta.
Por su parte la diversa tesis señala lo siguiente:
Décima Época, Registro: 2014687, Instancia: Primera Sala,
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 44,
Julio de 2017, Tomo I, Materia(s): Constitucional, Tesis: 1a.
LXXVIII/2017 (10a.), Página: 55. ACCIÓN. EL ARTÍCULO 2o.
DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO
DE JALISCO QUE PREVÉ SU PROCEDENCIA, AUN CUANDO
NO SE EXPRESE SU NOMBRE O SE EXPRESE
EQUIVOCADAMENTE, NO VIOLA EL DERECHO DE
AUDIENCIA DEL DEMANDADO. El precepto citado, al establecer
que la acción procede en juicio, aun cuando no se exprese su
nombre o se exprese equivocadamente y, con esto, se admita la
posibilidad de que el juez corrija el nombre de la acción, no viola
el derecho de audiencia del demandado, ya que dicha corrección
está condicionada, en el propio precepto, a que en la demanda se
determine con claridad la clase de prestación exigida y el título o
la causa de la acción, es decir, el petitum y la causa petendi
expresados en las prestaciones reclamadas y los hechos en que
se funda el derecho a éstas; las cuales, junto con los sujetos,
constituyen los elementos relevantes para la identificación de las
acciones, pues concurren a configurar su esquema lógico, por lo
que sirven de base al juzgador para identificar cuál es la acción
que verdaderamente se hizo valer, según el derecho aplicable; y
lo que se funda, además, en el principio según el cual, a las
partes corresponde dar los hechos y al juez, el derecho (da mihi
factum, dabo tibi ius), así como de aquel que presume en el juez
pericia en el conocimiento del derecho (iura novit curia). Así, al
quedar expresados los elementos de la acción desde la demanda,
con la cual se corre traslado al demandado al ser emplazado a
juicio, éste se encontrará en condiciones de defenderse de ellas
mediante la oposición de excepciones o defensas, así como el
ofrecimiento de pruebas y la expresión de alegatos. Por tanto, se
trata sólo de la determinación correcta de la acción ejercida, sin
que implique algún cambio en las prestaciones o los hechos en
que se funda la demanda, ya que éstos deben permanecer
inalterados durante el proceso, esto es, mientras al identificar la
acción no se modifique lo pedido y la causa de pedir, ni
represente algún cambio en las defensas que pudieran hacerse
valer, se respetará el derecho de audiencia del demandado,
porque habrá estado en condiciones de posicionarse frente a
ellos.
Amparo directo en revisión 6488/2015. Miguel Ascencio Sánchez.
17 de agosto de 2016. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario
Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña Hernández y Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Mónica Cacho Maldonado.
Por ende, y atendiendo a la disposición contenida en el artículo
173 del ordenamiento legal invocado en líneas precedentes, se
procederá en primer término a estudiar las excepciones opuestas
por la demandada **********, puesto que de resultar éstas
procedentes, harían innecesario estudiar la procedencia de las
prestaciones reclamadas por la actora, sin que se cause perjuicio
a los intereses del mismo, ya que únicamente se le podría
ocasionar agravio si se declarara procedente una excepción sin
estar fundada ni motivada.
Primeramente se analizará por su trascendencia, la
excepción planteada de LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN,
en el cual la demandada manifestó lo siguiente:
“Que la acción intentada por la actora le ha prescrito según lo
establece el artículo 1744 del Código Civil para el Estado de
Nayarit, pues transcurrió con exceso el termino previsto por la ley
de la materia, para que la actora ejercitara la acción revocatoria,
por lo que desde luego se me tenga oponiendo la excepción de
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN**********
Por lo que, para adecuar los hechos planteados a la norma
hipotética aplicable, debemos recurrir a la norma sustantiva
prevista por el artículo 1119 del Código Civil en Vigor, que
establece:
1119:**********“Prescripción es un medio de adquirir bienes o
de librarse de obligaciones, mediante el transcurso de cierto
tiempo, y bajo las condiciones establecidas por la ley.”
Asimismo, del aludido Código Civil los siguientes numerales:
1120:**********“La adquisición de bienes en virtud de la
posesión, se llama prescripción positiva; la liberación de
obligaciones por no exigirse su cumplimiento, se llama
prescripción negativa.”
1121: “Sólo pueden prescribirse los bienes y obligaciones
que están en el comercio, salvo las excepciones establecidas
por la ley.”
1124: “La prescripción negativa aprovecha a todos aún a los
que por sí mismos no pueden obligarse.”
1142: “La prescripción negativa se verificará por el sólo
transcurso del tiempo fijado por la ley.”
1143: “Fuera de los casos de excepción, se necesita el lapso
de diez años, contados desde que una obligación pudo
exigirse, para que se extinga el derecho de pedir su
cumplimiento.”
1160: “El tiempo para la prescripción se cuenta por años y no
de momento a momento, excepto en los casos en que así lo
determine la ley expresamente.”
En este orden de ideas y tocante a la figura jurídica de la
Revocación de Donación por Ingratitud, dicho ordenamiento legal
establece:
1742: "La donación puede ser revocada por ingratitud:
I.- Si el donatario comete algún delito contra la persona, la
honra, o los bienes del donante o de los ascendientes,
descendientes o cónyuge de éste;
II.- Si el donatario rehúsa socorrer, según el valor de la
donación, al donante que ha venido a pobreza."
1743: "Es aplicable a la revocación de las donaciones hechas
por ingratitud lo dispuesto en los artículos del 1733 al 1736."
1744: La acción de revocación por causa de ingratitud no
puede ser renunciada anticipadamente y prescribe dentro de
un año, contado desde que tuvo conocimiento del hecho el
donador.
En consideración a tales disposiciones legales, se obtiene que la
prescripción negativa o de acciones es un medio para librarse de
obligaciones mediante el curso de cierto tiempo y bajo las
condiciones previamente establecidas por la ley, que tiene como
razón de ser la presunción del abandono o renuncia del derecho
que el acreedor podría hacer valer, compeliendo o exigiendo al
deudor el cumplimiento de la obligación a su cargo. Por tanto y
debido a que las acciones son potestativas, el acreedor puede
decidir si las ejerce o no, pero si elige esta última opción, se
entiende que no desea hacer valer su derecho a accionar contra
el deudor y esa actitud releva a este último del cumplimiento de la
obligación que contrajo.
Así, la figura jurídica de la prescripción negativa radica en una
presunción de que el acreedor no tuvo el deseo de accionar
contra el deudor exigiéndole el cumplimiento de las obligaciones
que éste estaba obligado a cumplir. Considerándose al respecto
que el interés del legislador al crear la figura de la prescripción de
las acciones es que el derecho de ejercerlas contra un deudor no
sea perpetuo ni eterno, lo que garantiza la seguridad jurídica de
los gobernados, mismos que están en aptitud de conocer hasta
qué momento pueden hacer valer los derechos que tienen y
también hasta cuándo están sujetos a que se les demande el
cumplimiento de las obligaciones que hayan contraído.
En este sentido, como ya se dijo, la prescripción es una institución
de orden público, porque es un mecanismo a través del cual el
Estado impide que los gobernados afecten intereses
fundamentales de la sociedad, en el presente caso, la seguridad
jurídica y por tanto, no puede dejarse al arbitrio de los
particulares.
Dicho criterio ha sido establecido por varias tesis de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, entre las que se encuentra la
localizada en el Tomo CIV, Quinta Parte, del Semanario Judicial
de la Federación, visible en la página número treinta y cuatro,
sustentado por la Cuarta Sala correspondiente a la Sexta Época,
que establece: "PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN. ES DE
ORDEN PÚBLICO.- El cómputo del término prescriptorio, por ser
de orden público, no puede quedar al arbitrio de una de las partes,
es decir, no debe correr a partir de la fecha en que a juicio de la
actora o demandada ocurrieron los hechos fundatorios de sus
acciones o excepciones, sino que debe computarse desde la
fecha en que realmente acontecieron, de acuerdo con las pruebas
rendidas en los autos del juicio.”
Ahora bien, debe considerarse que la prescripción de la acción de
Revocación de Donación por Ingratitud, comienza a correr partir
del día en que el donador tuvo conocimiento del hecho,
puesto que, como ya ha quedado precisado en párrafos
anteriores, el Código Civil para el Estado de Nayarit, en su artículo
1744, la acción para exigir la revocación de donación por
ingratitud, prescribe en un año, contado a partir del día en que el
donador tuvo conocimiento del hecho. Por tanto, para establecer
cuándo prescribe la acción de revocación de donación por
ingratitud, es necesario determinar cuándo puede exigirse la
obligación o cuándo puede ejercerse, ya que es a partir de
ese momento cuando comienza a correr el plazo prescriptivo
respectivo, por tanto, debe decirse que a efecto de que esta
autoridad jurisdiccional de primer grado pueda válidamente
pronunciarse respecto a si en el caso a estudio se encuentra
acreditado o no que ha operado la figura jurídica de la
prescripción negativa, es imperativo tener conocimiento del
momento en el cual la obligación se volvió exigible.
Atentos a tales consideraciones, y para efectos de demostrar la
excepción planteada, de las pruebas aportadas y que les fueron
admitidas a la demandada se obtiene lo siguiente:
INSPECCIÓN JUDICIAL.- Consistente en la fe judicial
practicada por el personal de actuaciones de éste Juzgado, de la
resolución definitiva del proceso penal **********, del cual se
advierte que fue dictada la sentencia final de primera instancia el
día trece de enero de dos mil quince, la cual fue instruida en
contra de ********** y otros, por su responsabilidad penal en la
comisión del delito de **********, cometido en agravio de **********,
imponiéndose una pena privativa de libertad de seis meses y diez
días de multa, desprendiéndose del contenido de dicha resolución
que la ofendida comparece a denunciar hechos el día treinta y
uno de octubre de dos mil doce, ante el Agente del Ministerio
Público, sin que se advierta la fecha exacta del hecho de
ingratitud, inspección que adquiere valor probatorio pleno acorde
a lo señalado por el artículo 238 fracción X del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Nayarit, por tratarse de
una inspección que no requiere conocimientos especiales o
científicos, advirtiéndose que la denuncia de hechos fue
presentada por la parte actora del juicio **********el día treinta y
uno de octubre de dos mil doce, lo que se corrobora con la
DOCUMENTAL PÚBLICA, consistente en la resolución definitiva
del proceso penal **********, del cual se advierte que fue dictada la
sentencia final de primera instancia el día trece de enero de dos
mil quince, la cual fue instruida en contra de ********** y otros, por
su responsabilidad penal en la comisión del delito de Violencia
Familiar, cometido en agravio de **********, imponiéndose una
pena privativa de libertad de seis meses y diez días de multa,
desprendiéndose del contenido de dicha resolución que la
ofendida comparece a denunciar hechos el día treinta y uno de
octubre de dos mil doce, ante el Agente del Ministerio Público,
sin que se advierta la fecha exacta del hecho de ingratitud,
documental pública que adquiere valor probatorio pleno acorde a
lo señalado por el artículo 238 fracción VI del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Nayarit, documental
pública que se presentó en copias certificadas expedidas por
servidor público en ejercicio de sus funciones, sin que hubiese
sido objetado por la otra parte, atentos a la descripción que de
ellos hace el diverso artículo 176 del Ordenamiento Legal
invocado, con las que se acredita que fue seguido un juicio penal,
integrado con motivo de una responsabilidad penal, atribuida a la
demandada **********, por su responsabilidad penal en la comisión
del delito de Violencia Familiar, cometido en agravio de **********,
imponiéndose una pena privativa de libertad de seis meses y diez
días de multa.
Ahora bien, de lo anterior se acredita que ha operado la excepción
de prescripción negativa, interpuesta por la parte demandada,
dado que el día treinta y uno de octubre de dos mil doce, se
presentó ante el Representante Social la hoy actora del juicio, a
formular su denuncia de hechos, (sin que se tenga dato preciso
de la fecha en que sucedió el hecho de ingratitud), empero, para
efectos de determinar el día en que el derecho se volvió exigible,
se tomará en consideración el día treinta y uno de octubre de
dos mil doce, por lo que a la fecha de presentación de la
demanda que fue el día veintinueve de noviembre del año dos
mil diecisiete, transcurrió con exceso el término de un año que la
ley concede para interponer la acción de revocación de donación
por ingratitud.
Al respecto tiene aplicación la siguiente jurisprudencia.
Novena Época, Registro: 165034, Instancia: Primera Sala,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo
XXXI, Marzo de 2010, Materia(s): Civil, Tesis: 1a./J. 104/2009,
Página: 261. DONACIÓN. SU REVOCACIÓN POR CAUSA DE
INGRATITUD, SE DEMUESTRA MEDIANTE LA PRUEBA DE
LA COMISIÓN DE UN ILÍCITO O DELITO CIVIL POR EL
DONATARIO EN AGRAVIO DEL DONANTE, SUS FAMILIARES,
CÓNYUGES O BIENES. POR LO QUE PARA LA
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN CORRESPONDIENTE NO ES
NECESARIA LA PREEXISTENCIA DE SENTENCIA
CONDENATORIA PENAL. De la interpretación integral,
sistemática y teleológica del artículo 2224 del Código Civil para el
Estado de México abrogado, equivalente al numeral 7.642 de su
similar en vigor, y el diverso 2344 del Código Civil del Estado de
Chiapas, que prevén el supuesto de revocación de la donación
por ingratitud cuando el donatario cometa algún delito contra la
persona, la honra o los bienes del donante o de sus ascendientes,
descendientes o cónyuge, se advierte que dichos preceptos no
remiten a los ordenamientos penales de esas entidades, por lo
que al referirse a la comisión de un delito, éste no debe
interpretarse como una conducta criminosa en sentido técnico-
penal, sino como el hecho ilícito que trastoca el derecho privado.
Por ello el Juez civil no resolverá la existencia o no de un delito en
términos penales, sino de la ingratitud hacia el donante. De ahí
que si se toma en cuenta, por un lado, que la revocación de la
donación por ingratitud se dirige a dotar al donante de un medio
coactivo y psicológico para obligar al donatario al cumplimiento de
sus deberes morales y, por el otro, que se trata de un
procedimiento civil mediante el cual pretende demostrarse la falta
del deber de gratitud moral que tiene el donatario para con el
donador, resulta evidente que para la procedencia de la
revocación de donación por ingratitud no es necesario que la
conducta asumida por el donatario sea calificada como delito en
sentencia ejecutoria dictada por un Juez penal, pues en el
derecho privado el acto ilícito sólo se considera en relación con el
daño, prescindiendo de la idea de hecho punible penalmente, en
virtud de que en la especie la tutela jurídica se dirige a sancionar
una acción entre particulares que aun sin ser ilícita en el ámbito
criminal, es reprochable tanto por la sociedad como por el
donante, al tratarse de una conducta realizada con ánimo de
causar una afectación a las personas estipuladas en la ley. Por
tanto, el Juez civil que conozca de la revocación señalada está
facultado para analizar las pruebas ofrecidas por las partes para
determinar con su libre apreciación si la conducta de que se trata
es ingrata o no, ya que de lo contrario se limitaría su jurisdicción
en tanto que se condicionaría su actuar a la existencia de una
sentencia dictada por un Juez penal; máxime que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que los juicios civiles
cuentan con sus propias pruebas y que las actuaciones penales
sirven como meros indicios para la comprobación de los hechos
que tendrán que valorarse junto con los demás elementos
probatorios existentes. Además, si se admitiera como único medio
de prueba la sentencia que condene al donatario por un delito, en
la mayoría de los casos la acción de revocación sería
improcedente, pues al tener que esperar hasta la emisión de la
sentencia penal, aquélla prescribiría por el plazo que tarda en
integrarse y resolverse el juicio penal.
Contradicción de tesis 175/2009. Entre las sustentadas por el
entonces Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, actualmente
Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito. 23 de
septiembre de 2009. Mayoría de tres votos. Ausente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Disidente: Juan N. Silva Meza. Ponente:
Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Paola Yaber Coronado.
Tesis de jurisprudencia 104/2009. Aprobada por la Primera Sala
en sesión de fecha veintiocho de octubre de dos mil nueve.
Por su parte la diversa tesis señala lo siguiente:
Octava Época, Registro: 215424, Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo
XII, Agosto de 1993, Materia(s): Civil, Página: 423, DONACION.
COMPUTO DE PRESCRIPCION DE LA ACCION
REVOCATORIA POR INGRATITUD (LEGISLACION DEL
ESTADO DE GUANAJUATO). En concordancia con la tesis
número once, del Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
visible en el informe de mil novecientos ochenta y siete, de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, página quinientos treinta
y ocho, bajo el rubro: "DONACION, REVOCACION DE LA. POR
INGRATITUD". La conducta tipificada como delito, base de la
acción revocatoria, debe acreditarse durante el procedimiento civil
incoado, por ser una sanción que la ley adjetiva civil impone al
donatario ingrato, por ello no se requiere que el donante acredite
la existencia de sentencia penal condenatoria, pues la sanción
penal es independiente de la civil; luego entonces, el término de
un año que señala el artículo 1868 del Código Civil del Estado de
Guanajuato, para la prescripción de la acción revocatoria, debe
computarse a partir del momento en que el donante tuvo
conocimiento del hecho delictuoso.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO SEXTO
CIRCUITO.
Amparo directo 93/89. Leandro Maldonado Arroyo. 28 de
noviembre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Ignacio
Patlán Romero. Secretario: Ulises Domínguez Olalde.
En virtud de lo anterior, al haberse acreditado la excepción de
prescripción, resulta innecesario continuar con el estudio de
las demás excepciones interpuestas por la demandada
**********, así como con los elementos de la acción de nulidad
de la donación por incurrir en ingratitud intentada por
**********, así como de los demás medios de convicción
admitidos a las partes.
Con respecto al pago de gastos y costas que en el presente
juicio se originen.
Debe decirse que el artículo 17 de la Constitución Federal, en su
segundo párrafo, estatuye:
"Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia
por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los
plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su
servicio será gratuito, quedando, en consecuencia,
prohibidas las costas judiciales."
En este sentido, la condena al pago de costas establecida en los
preceptos 281 al 284 del Código de Procedimientos Civiles, no
contraviene el espíritu del legislador constitucional, conforme a lo
ordenado por el referido numeral 17 de la Norma Fundamental, ya
que tal condena en realidad tiene como finalidad resarcir a la
parte tercera perjudicada por los gastos que se le originaron con
la tramitación del juicio natural, y lo que realmente prohíbe el
precepto constitucional citado es la retribución al órgano
jurisdiccional por la prestación de sus servicios en la impartición
de justicia, pues dicha condena en costas, tiene como finalidad
resarcir los gastos efectuados por quien obtuvo una sentencia
definitiva favorable en la que se le reconoció su derecho y que
además tuvo que vencer la resistencia del obligado a cumplirle.
Por ello, las costas o gastos procesales deben imponerse en la
sentencia, pues las partes tuvieron la misma oportunidad procesal
y el acceso a la impartición de justicia en forma gratuita.
Al respecto, se considera que en la jurisprudencia y la doctrina
suele conferirse al vocablo costas dos acepciones: la amplia,
conforme a la cual las costas comprenden todos los gastos
necesarios realizados por la parte con derecho a cobrarlas, para
la defensa de su interés dentro de un juicio (honorarios de
abogado, honorarios de peritos, publicación de edictos, gastos de
transporte para alguna diligencia o para la obtención de copias,
etcétera), que deberán tener una relación directa con la
controversia de que se trate, de tal manera que sin dichos gastos
no es posible concluirla debiendo ser excluidos, en consecuencia,
los gastos innecesarios, superfluos, contrarios a la ley, a la ética
personal y profesional; y la acepción restringida, según la cual,
las costas se identifican únicamente con el gasto relativo a los
honorarios del abogado o procurador que patrocinó a dicha parte
durante su intervención en el juicio.
Sin que pase desapercibido para esta autoridad que, los
honorarios son la contraprestación por los servicios profesionales
que brindan los abogados, y el derecho a cobrarlos deriva de lo
convenido entre el perito en derecho y su cliente, y a falta de
estipulación o convención entre éstos, el pago de honorarios debe
regirse por la ley respectiva, se llega a la conclusión de que las
costas son una cuestión de índole procesal, en tanto que los
honorarios profesionales, por el patrocinio judicial, son de
naturaleza contractual.
En el capítulo de costas, que es el único referente a la
contraprestación de los abogados en juicio, los ordinales 281 a
284 del Código de Procedimientos Civiles, usan la palabra en su
acepción restringida, al establecer el derecho a costas sólo para
quien acredite haber sido asesorado, durante el juicio, por
licenciado en derecho con cédula profesional expedida por las
autoridades correspondientes.
En efecto, el precepto 283 del Enjuiciamiento Civil en Vigor,
establece:
“La condenación en costas se hará cuando así lo prevenga la
Ley, o cuando, a juicio del Juez, se haya procedido con
temeridad o mala fe. Siempre serán condenados:
I.- El que ninguna prueba rinda para justificar su acción o su
excepción, si se funda en hechos disputados;
II.- El que presentaré documentos o testigos sobornados;
III.- El que fuere condenado en los Juicios Ejecutivo,
Hipotecario y el que intente alguno de ellos, si no obtiene
sentencia favorable. En estos casos, la condenación se hará
en la primera instancia, observándose en la segunda lo
dispuesto en la fracción siguiente;
IV.- Cuando en la sentencia de segunda instancia, se
confirme la de primera, sin tomar en cuenta la declaración
sobre costas. En este caso, la condenación comprenderá las
de ambas instancias”.
Lo que implica, que la condenación en costas, puede ser forzosa,
en los casos que presuponen las cuatro fracciones anteriores;
cuando la condenación en costas queda al criterio del Juez, éste
tendrá que apreciar si en el juicio procedieron o no las partes con
temeridad o con mala fe, pudiendo ser, que hubiese ocurrido que
una u otra, luego entonces, habrá condenación al pago de los
gastos judiciales, cabe señalar también, que dicha facultad
concedida al Juzgador por la Ley, para condenar al pago de las
costas, cuando a su juicio se haya procedido con temeridad o
mala fe, no es absoluta, sino que debe ejercitarse de manera
prudente, tomando en cuenta los datos que arrojen las
constancias procésales, para apreciar la conducta y lealtad
procesal y percatarse si el litigante ha hecho promociones
inconducentes, si ha incurrido en faltas de veracidad o en otros
actos semejantes, encaminados a entorpecer o dilatar el
procedimiento, contrarios a la buena fe, por ello son de naturaleza
procesal y, aunque se les considera accesorias de la sentencia
pronunciada en el juicio principal, son independientes en tanto
que no están ligadas ni dependen del derecho sustancial
reconocido en aquélla. En consecuencia, si la materia de las
costas causadas pertenece al ámbito procesal porque tienen su
origen en el proceso y están reglamentadas por las leyes
procesales, además de que su imposición es una de las
consecuencias derivadas de la sentencia, resulta indudable que
deben cuantificarse de acuerdo con la ley vigente en la fecha en
que se dicte dicha sentencia, que es en donde se define la
responsabilidad de quien debe indemnizarlas. Lo anterior, en
tanto las costas son erogaciones por todo el proceso, y sólo al
dictarse sentencia se puede tener conocimiento de su costo real
actualizado; adicionalmente, no se causan en todos los juicios, y
es sólo hasta que se surte la hipótesis específica que se actualiza
la obligación de su pago.
Por ello, la condena en costas tiene la naturaleza de una
prestación accesoria a la principal, aducida en una controversia
judicial, admitiendo en este rubro la doctrina mexicana tres
sistemas, que son:
1).- El del vencimiento puro, consistente en que una controversia
judicial es por sí causa generadora y suficiente de una pena
adicional para la parte vencida;
2).- El de la compensación o indemnización que responde al
propósito de restituir, a quien injustamente ha sido llevado a un
tribunal, de las erogaciones, gastos y pagos que hubiere realizado
por razones del procedimiento; y,
3).- El sistema sancionador de temeridad o mala fe del litigante,
consistente en aplicar una pena a quien sabiendo que carece de
derecho, acude al tribunal provocando la actividad jurisdiccional,
la de su contraria y la de terceros que se apersonan en el
proceso**********Luego entonces, se llega a la conclusión de que
las costas son una cuestión de índole procesal, en tanto que los
honorarios profesionales, por el patrocinio judicial, son de
naturaleza contractual, por tanto, si los primeros se generan con
motivo de la tramitación del juicio y su condena ha de imponerla la
autoridad judicial en la sentencia, de ello se excluye que puedan
ser materia de estipulación o pacto previo, dado que su monto
dependen de lo que hubiese erogado quien obtiene sentencia
favorable y no de lo convenido antes del inicio del procedimiento.
Impone la obligación la tesis de jurisprudencia 1a./J.
167/2005, en materia civil, sustentada por la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en el
tomo XXIII, Enero de 2006, página 262, de la Novena Época,
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, registro
176340, que dice: COSTAS. DEBEN CUANTIFICARSE
CONFORME A LA LEY VIGENTE EN LA FECHA EN QUE SE
DICTA LA SENTENCIA DEFINITIVA (LEGISLACIÓN DEL
DISTRITO FEDERAL). Los artículos 140 y 141 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal establecen el
sistema para la condena en costas, su tramitación y la parte a
quien corresponde regularlas, así como la forma de liquidarlas.
Ahora bien, las costas representan el conjunto de gastos que
origina el proceso para los litigantes, comprendiendo el importe de
los honorarios de los abogados y los necesarios para desahogar
las diligencias solicitadas durante aquél; por ello son de
naturaleza procesal y, aunque se les considera accesorias de la
sentencia pronunciada en el juicio principal, son independientes
en tanto que no están ligadas ni dependen del derecho sustancial
reconocido en aquélla. En ese orden de ideas, una vez que el
pago de costas ha sido declarado procedente por el órgano
jurisdiccional en la sentencia definitiva, inicia la etapa de
liquidación, regulación, determinación, cuantificación o tasación,
pues si ya se impuso la condena, sólo queda traducirla a cantidad
líquida. En consecuencia, si la materia de las costas causadas
pertenece al ámbito procesal porque tienen su origen en el
proceso y están reglamentadas por las leyes procesales, además
de que su imposición es una de las consecuencias derivadas de
la sentencia, resulta indudable que deben cuantificarse de
acuerdo con la ley vigente en la fecha en que se dicte dicha
sentencia, que es en donde se define la responsabilidad de quien
debe indemnizarlas. Lo anterior, en tanto las costas son
erogaciones por todo el proceso, y sólo al dictarse sentencia se
puede tener conocimiento de su costo real actualizado;
adicionalmente, no se causan en todos los juicios, y es sólo hasta
que se surte la hipótesis específica que se actualiza la obligación
de su pago.
La tesis aislada III.1o.C.169 C, en materia civil sustentada por
el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, XX, Octubre de 2009, Página: 1513, de la Novena
Época, registro número 166191, de rubro y contenido:
“COSTAS. LA CONDENA A SU PAGO NO PUEDE
CONSIDERARSE UN DERECHO ADQUIRIDO, SINO HASTA
QUE ASÍ LO ESTABLEZCA EL JUZGADOR EN UNA
RESOLUCIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).
Las costas son un derecho de naturaleza procesal, que se
integran con los gastos y erogaciones (entre ellos honorarios de
abogados) que las partes tienen que hacer con motivo de su
intervención en el proceso, y no con motivo de la relación
sustancial generada por el acto jurídico que les vincula; aunado a
que para la condena al pago de costas se requiere que el
juzgador así lo establezca en una resolución, para lo cual debe
verificar que se satisfagan las condiciones jurídicas necesarias
para ello, que en tratándose de juicios civiles sumarios, como lo
es el natural, se prevén, entre otros dispositivos, en el artículo 142
del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco. Es
claro, entonces, que el derecho a percibir costas no puede
considerarse como un derecho adquirido, sino hasta que así se
establezca en la sentencia o resolución en la que el juzgador
determine que se ha configurado alguno de los supuestos
relativos a que se refiere la legislación aplicable, y mientras ello
no ocurra, quienes se ven en necesidad de ejercer una acción
para obtener la satisfacción de alguna o algunas prestaciones a
que estimen tener derecho, lo más que tienen, en torno a las
costas, es una mera expectativa de derecho, esto es, una
esperanza de que si se configuran ciertas circunstancias fácticas,
previstas en el ordenamiento aplicable, ello traerá como
consecuencia que adquieran, el derecho a su pago.”
Supuestos que en el caso, se estima que no se cumplieron,
puesto no existe disposición en los artículos relativos a esta figura
jurídica que indiquen que deba condenarse a la parte demandada.
Tampoco, se aprecia temeridad o mala fe de la parte demandada,
incluso de los supuestos enumerados ninguno es aplicable, pues
el juicio es un Civil Ordinario, por ende, es procedente absolver a
**********, del pago de gastos y costas que se hayan generado
con motivo de la tramitación de este juicio.
En mérito de todo lo expuesto, podemos concluir, que la parte
actora **********, no acreditó los elementos constitutivos de su
acción y la parte demandada **********, justificó sus excepciones y
defensas, los terceros con interés llamados a juicio **********, no
comparecieron a excepcionarse, en consecuencia; es de
absolverse y se absuelve a la demandada **********, y a los
terceros con interés llamados a juicio **********, de todas y cada
una de las prestaciones que le fueron reclamadas por la actora.
Se absuelve a la demandada **********, y a los terceros con
interés llamados a juicio **********, del pago de gastos y costas,
que se hayan generado con motivo de la tramitación del presente
juicio, al no darse supuesto alguno de los establecidos por el
numeral 283 del Enjuiciamiento Civil en vigor.
Por lo expuesto y con fundamento en los artículos 5, 9, 62, 63, 68
fracción VII, 8l, 249, 250, 637, 639 a 644, 651 fracción V y
relativos del Código de Procedimientos Civiles para el Estado, es
de resolverse y se R E S U E L V E de conformidad con los
siguientes puntos:
R E S O L U T I V O S:
PRIMERO.- La parte actora **********, no acreditó los elementos
constitutivos de su acción y la parte demandada **********, justificó
sus excepciones y defensas, los terceros con interés llamados a
juicio **********, no comparecieron a excepcionarse, en
consecuencia;
SEGUNDO.- Se absuelve a la demandada **********, y a los
terceros con interés llamados a juicio **********, de todas y cada
una de las prestaciones que le fueron reclamadas por la actora.
TERCERO.- Se absuelve a la demandada **********, y a los
terceros con interés llamados a juicio **********, del pago de
gastos y costas, que se hayan generado con motivo de la
tramitación del presente juicio, al no darse supuesto alguno de los
establecidos por el numeral 283 del Enjuiciamiento Civil en vigor.
CUARTO.- Hágase saber a las partes el derecho y plazo de
nueve días que les concede el numeral 641 de la ley en cita,
para inconformarse de la presente resolución.
NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE.
Así lo resolvió, el Licenciado CARLOS ALBERTO ELÍAS
MARTÍNEZ, Secretario de Acuerdos, quien por acuerdo del Pleno
del Consejo de la Judicatura, es Habilitado en Funciones de Juez
Mixto de Primera Instancia de Villa Hidalgo, Nayarit, con las
facultades a que se refiere el artículo 46 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial para el Estado de Nayarit y demás disposiciones
Constitucionales y Reglamentarias aplicables conferidas en el
nombramiento mediante oficio 257/2019, emitido por la Secretaría
de Acuerdos del Consejo de la Judicatura, ante el Licenciado
GASTÓN CARLOS ROMERO, quien autoriza y da fe.
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