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VUELVE A BRILLAREL SO L DE CAMUS
Dos publ icaciones que datan de noviembré de 1981 pero que sólo hastafechas más recientes han circuladocon normalidad . ponen de manif iesto la revital ización de un interés creciente. y creo que muy explicable. por laobra de Albert Camus (1913-1960). ellucidísimo pensador franco -argelinoque de no haber sufrido en un accidenteautomovilíst ico una muer te 'absurda'.'injusta' y prematura. podría tal vez celebrar en este año lo que sería apenas elseptuagé simo aniversario de su nacimiento. De manera análoga a como enlos últimos años de la vida de Camus.cuando -en expresión de Vargas Liosa- " era un autor de moda y sus dramas. ensayos y novelas ayudaban amuchos jóvenes a vivir" . parece que enla actua lidad un sector considerable dela human idad desalentada de nuestrotiempo busca el calor y la luz de ese solde Camus (el sol de mediodía. realidadmuy significat iva a lo largo de toda suobra y todo su pensamiento). y es satisfactorio comprobar que las numerosasreedic iones de El extranjero (o de Lapeste) resultan insufici entes para colmar nuestra sed intelectual (puede leerse 'existencial' ] del sol de Camus.
Durante una sesión del Homenaje aSpinoza celebrado recientemente en laFacultad de Filosofía y Letras de laU.N.A.M . el maestro Gregor io Kaminsky advertía la dif icultad de aliar lafilosofía spinozista a uno de los dosgrandes bloques teór icos que antagonizan en la fórmula ' idealismo vs. mate-
... Ana Rosa Péraz, Antonio Zirión: Lamuerte en el pensamiento de Albart Camus.México. D. F.. Ed. UNAM.• 288 pp.
... ... Mario Vargas Llosa : Entra Sartre y Camus. Gaorga Santa Co. Virginia . USA .. Ed.Huracán. 144 pp.
riatismo'. y sostenía con fundamentoque el lugar más adecuado para Spinoza en dicha fórmula sería ese versus »,
esa disyunción. Me parece que algo semejante sucede con la 'doctrina' de Camus y. por lo que se desprende del libroque aquí reseño. no creo improbableque sus autores compartan mi opinión.Camus representa una excepción. undía fuera de calendario en la historia dela filosofía : su pensam iento es sencillo.claro. natural. inocente. pero a la vez. yparadój icamente. rico . profundo. original. inconformista. El ensayo de AnaRosa Pérez y Antonio Zirión también esclaro y está redactado en uñ estilo preciso y a la vez accesible. No obstante elcarácter excesivamente reiterativo dealgunas de sus secciones, constituye unbuen rastreo de notas y citas sobre lossubte mas estudiados y resulta una guíamuy út il para comprender cabalmenteel pensamiento de Camus. Prescindiendo de notas biográficas. los autores sujetan la obra de Camus a una interpre-
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tación propia. De ahí que. en determinado momento. escriben que - "estetrabajo se propone poner en claro queel motivo fundamental que puede hallarse en el pensamiento de Camus es lamuerte (. . .) El pensamiento de Camusno puede reducirse en modo alguno auna reflexión sobre la muerte. Es. antesque nada. una reflexión sobre el hombre y su condición (. . .) eso sí, dentro deesta reflexión el tema de la muerte juega un papel de primer orden. un papelesencial y decisivo ". (p. .18 Yp. 33). Esainterpretación está apoyada y enrique cida por una recopilación exhaustiva decitas y propone "una hipótesis de lectura, pero lectura filosófica, de la obra deCamus". (p. 341. Los autores encuentran, además , que su examen es " a vuela pluma" y sostienen que "por abarcar mucho aprieta poco", aunque quizás es el principal mérito de su trabajo:preparar el terreno para hacer posiblesprofundizaciones particulares y proponer, a la vez, un marco, un esquema
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global de la filosofía de Camus . Considero mi obligación en esta reseña esquematizar ese esquema'. dada la importancia que éste tiene. pero no creopoder ser fiel al imperati vo de 'apretarmucho abarcando poco' -que tal vezme correspondería- y me permitiré elpecado de matizar algunas cuestionesen la descripción del esquema .
Según lo declaró el propio Camus.existen tres fases de su pensamiento: ladel absurdo. la de la rebel ión y la delamor. Esepensamiento no aspiraba al título de sistema filosófico y sin embargosu coherencia interna lo distingue propiamente como pensamiento filosófico.El libro insiste correctamente en la preeminencia de una dimensión metafísicadel hombre (la realidad de su muerte)sobre la dimensión histórica (las formasparticulares que puede tomar la muerteen la historia : el suicid io . el crimen.etc.) . La condición metafísica del hom bre (la eminencia de su desaparición) esabsoluta. le viene al hombre de lo indeterminado. le es dada sin explicaciones:la condición histórica del hombre es relativa porque está contenida por la condición metafísica y es impuesta al hom bre por el hombre. Existe un presupuesto básico en esta concepción de Camus : Dios. que por definición suministra racionalidad y sentido. está ausenteen el mundo y de esta facticidad parteCamus para formular la inexistencia hipotética. aunque no categórica. deDios. Camus no negó la posibilidad deque Dios existiera : sólo asumió la vidacomo si no exist iera. Como ha sido bienvisto por algunos críticos. se trata másde un 'anti -teísmo' que de un ateísmo.En el prefacio a su primera obra . El revés y el derecho. Camus escribió: " Paracorregir una ind iferencia natural. me vicolocado a mitad del camino entre lamiseria y el sol. La miseria me impidiócreer que todo está bien bajo el sol y enla historia ; el sol me enseñó que la historia no lo es todo. Cambiar la vida. sí.pero no el mundo. del que yo hacía midivinidad" .
Lo primero que asume Camus desdela perspectiva metafísica es el absurdoque surge de la confrontación entre unafán humano de racionalidad o - másgeneralmente- de pensamiento (paraCamus la razón es sólo un instrumentodel pensamiento. porque el pensamiento es ante todo nostalgia humana. 'nostalgia de unidad') y la irracionalidad in-
herente al mundo (" . . .el silenc io no razonable del mundo". decía él). En estepunto es conveniente establecer la dist inc ión entre irracionalidad y absurdo:el absurdo surge de una relac ión de incompatibil idad metafísica entre el hom bre y la irracionalidad del mundo; lairraciona lidad del mundo no es el absurdo, sólo es 'madre' del absurdo .pues únicamente cuando la razón humana exige un sentido. una un idad delo real . nace el absurdo. Por ot ra parte.la vida es absurda porque hay que mo rir, vla muerte es la dispers ión absolutadel intento humano de unidad . pero " elgran coraje -decía Camus- consisteen mantener los ojos abierto s a la luz.así como a la muerte" ; es decir. la realidad del absurdo debe suministrar alhombre conc ienc ia y voluntad de rechazo de la mue rte. debe despertar sulucidez antes que nutrir su posible tentac ión de suicidio ("suprim ido el sent ido de la vida. queda todavía la vida" ). Elsent ido' de la existencia. relat ivo e inmanente al mundo. se convierte así enun puente que los hombres erigen yt ienden hacia otros hombres: la única
_ trascendencia es la que un hombre pro yecta hacia otro hombre. De este mo do. " Camus no se ent rega a una f ilosofía irracionalista. .. (no se desilusionaante) la permanente resistencia de Imundo a dejarse redu cir a la unidad" (p.53 ); para el hombre el mundo es un exi lio porque el esfue rzo humano po r comprender absolutamente el mundo fracasa. pero el mundo se le manifiesta tam bién como un reino porq ue es su únicapat ria posible. el único sit io donde puede dar realización a su vida (" La dudaen la razón pura no cierra el camino dela razón práctica"). a sus valores con venc ionales pero humanos al fin . y. ensuma, a su rebelión. La rebel ión . que espor pr incipio conc ienc ia de la muerte yreacción hac ia la muerte o anhelo de vivir y asunción del destino . define el carácter provisional de la noc ión de lo absurdo en la concepción de Camu s; sí: elabsurdo es un prime r momento (Camusno es "absurdista" o nihilista así comoDescartes o Husserl no son escép ticos).un punto de part ida del pensamiento.pero a la vez representa un punto departida que se prolonga a través detodo el pensamiento rebelde como unaconstante que en su presencia mismaestá superada: Camus nunca evadió lapresencia del absurdo sino que le reco-
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noció plenamente realidad para explorarla y superarla superponiéndole lapresencia de la moral y los valores de larebelión. Ana Rosa Pérez y Antonio Zirión sostienen que " el problema noconsiste tanto en cómo salir del absurdo. puesto que se ha decidido mante nerlo. sino en cóm o vivir en é!". (p. 79)Y para Camus la rebelión constituye laúnica solución digna y coherente al problema que el hombre encuentra al ver se inmerso en el absurdo . porque sin'saltar' sobre la situación al liquidar aalguno de los tres factores ontológ icosen cuestión (mundo. hombre. absurdo)- la fe en otro mund o liquida ría la lr racionalidad de este mundo o a nuestromundo mism o. el suicid io suprimi rla alhombre. etc .- propone al hombre unaacti tud e to ica de conci encia piona , cabal. sobr I s realidades mapl zablasdel absurdo V d I mu rt Plantear ela unto d I b urdo va una forma delucid z Vd r bel ión contr I pres ncialat nto d I b urdo ; s n ce ario actu Iiz r lo xperi nci d I b urdo p radquírir conc nel d IIa. poro sumi rn I pi no d I conci nCI I m nif _
taci én f ct lc d I bsurdo, V VIVir n unclim angus t oso p ro CI rto. ut nt icoy r pon bl (s rv d J mplo aqu IIar ti xión d El mito d Siuto - bi ntrald a discusión por P rOl V Zlf ión -
gún I cu I1 vid rut in rro del obr rosólo dqul r un tono tr6glCO cuandoé te es con ci nt d lo absurdo d sutrabajo V d u d stino - 51slfo cargando u p dr V subi ndo con IIa ha talo m Ito d I mont para luogo erro jarl al abismo V bej r d nuevo por ellarepit iendo sin tr gu e te acto " inútil ysin esperanz "- l . Vivir implica radicalm nte una actitud r Id ant lo in vi·tabi/id d d I mu rte : " Carnus vivió Vexpresó su amor a la vida siempre bajoel telón d fondo d I muerte" . Ip . 98)La lucid z d I r humano es asl el único vehículo qu pu d conducir a loque e tamb n única felicidad d Camus: la al gría d r. el placer d vivir,Pero r ( t humano) es esencialmente para Camu • r-consciente-da', Vvivir no es fácil n este régimen de injust icia metafí 'ca dond el orden d Imundo está suminist rado por la mu rte. (Aunqu la idea d Dios. como creoque está b' n observ do. no consti tuyepara Cemul 'no un pretexto lit rano.una m ra cción para personificarel poder d dar mu rte según la con-
cepción expuesta. Dios resul taría inius too Dios result a contradic torio porqu emata, y en su impotencia para 'matar lamuer te' le va su existencia dudosa.) Vivir exige una rebelión que im ponga unprinc ipio de justicia a la injusticia enbruto del mundo: vivir es una rebeliónfrente al absurdo y a la injus ticia. y elobjeto de su rebelión se reduce a uno:la muer te, la muerte en cual quiera desus forma s o t ipos de man ifestación.porque " el hombre muere y eso es metafísico . Aho ra bien. el hombre mata alhombre, y eso ya es histórico sin dejarde ser metafísico ". (p. 141 ) Y a Camus-como hoya Borges- ya no le conmovía tanto la muerte . en abstracto .como el crimen : su razonamiento es este : si el homb re está de antemano 'condenado a muerte' ¿para qué condenarse él mismo ? Si bien es cierto que 'lamuerte hace indi ferente toda exper iencia ', la indiferenc ia misma es símbo lode lucidez y valor autént ico que permitela pos ibil idad (léase necesidad, felicidad) de vivir senci lla pero pasionalmente cada instante. Se es indi ferente porque no se espera otra vida sino una prolongación de esta vida misma : se viveen el presente y no en el porven ir. Libertad es necesariamente libert ad ante lamuerte: " Saberse plenamente morta l-concluyen los autores- es estar plenamente vivo " . (p. 112)
RESEÑAS
El pensamiento rel igioso que encuentra en el hombre a un ser débil. subordinado y resignado es reemplazado,por Carnus. por la moral. que es obraautónoma y autosuficiente del hombre.Así. " lo que cuenta para Camus. enefecto , no es pues decidir la cuest ión dela existencia de Dios desde un punto devista teórico, sino luchar contra un maly una muerte que son hechos seguros :luchar 'contra la creac ión tal como estaba hecha'... (p. 123) Esta lucha. noobstante, no debe desembocar en la actitud del deicida que hace del hombre,contradictoriamente, un Dios, un sertrascendente e inmortal; el hombredebe conceder existencia a aquellocontra lo que se rebela . es decir, el 'poder de matar', para af irmar su propiaexistencia, su auténtica natu raleza. Latrascendenc ia homb re-hombre resulta ,paradó jicamente, inmanente, concreta,real; para usar una imagen. el hombretiende a otro hombre un puente de piedra y no una escalera divina. Sobre estabase. la rebelión metafísica adquiereclaridad en su expresión histórica ('h istoria ' es más para Camus 'política', situac ión, relación entre hombres, quesucesión de los acontecimientos pasados). donde el hombre puede afirmar sumora l. sus valores y la raíz misma de suacto rebelde . La rebelión (otra vez versus) no asume ni el extremo irraciona-
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lista (pérdida de la lucidez) ni el extremo racional ista (legit imación de lamuerte) de las ideologías porque ambas desembocan en un nihilismo -entendido y caracterizado de un modobastante particular por Camus- quebásicamente consiste en negar la vida.Por un lado , el absurdo como estado dehecho, y no la asunción consciente delfenómeno, conlleva a una forma de nihilismo que al olv idar la lucidez aceptasin más la muerte : "Pe rder esta lucidezdurante el mov imiento de rebeliónequivale a hacerse cómplice de lamuerte " . (p. 148) Por otro lado, unaconcepción racionalista de la ideología ,que " quiere encontrar el sent ido absoluto del mundo en la histo ria" (p. 175).traiciona la tendencia natural de cadaindividuo a experimentar dignamente loabsurdo de su condic ión , y busca la unidad, real y racional , en un todo profético; cont ra ella, Camus dice que "la totalidad no es la unidad" . Camus nopudo militar en el marxismo , por ejem plo, porque la rebelión no es revolución:mientras que la rebelión parte de actosque sólo después pueden acaso formu larse en ideas, la revolución pone la to tal idad de los actos (de la vida humana)al servic io de unas cuantas ideas preestablecidas, sacrificando así al hombrepor el porvenir, matando en func ión deun ideal po lít ico, adaptando lo real a lasexigenc ias lógicas de lo ideal. La vida, siquiere conservársele , debe tener , y dehecho la tiene, una anterioridad y unapreeminenc ia ontológicas con respectoa la idea. En vista de que la revoluc iónsólo es degeneración de la rebelión, Camus propuso Jo que una vez él denominó un " buen nihilismo que conduzca alo relativo y a lo humano" , un movi miento de rebeldía que, partiendo delabsurdo, respete ante todo el autotelisrno. casi lúd ico, de la vida (la vida abriga en sí misma su propio f in, su propiovalor, su presente sin futu ro) para edif icar sobre este cimiento un estilo devida que reemplace toda posible ideología -que esencialmente está viciadapara Camus por su abst racción - yencuentr e en la moral el escudo más noble de la vida humana . Esta moral sefunda a la vez en la solidaridad (solidari dad que radicalmente es metafísica :solidaridad frente a la muerte ; aunqueesto evidentemente no se opone a queesta solidaridad pueda adquirir una for ma histórica: solidaridad contra el ase-
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sinato l , que como valor medio conducenatura lmente a un clima de lucidez, just icia, libertad , amor. felicidad, garantizando el éxito de la rebelión y la segur idad del hombre, La rebelión es prime ramente individual (cada uno de nosotrosdecide personalme nte vivir descartando el suicidio) pero luego se torna comunitar ia, solidar ia, Este es. por lo demás. el sentido de la fórmu la camus iana de El hombre rebelde : " Yo me rebelo. luego somos" . El hombre rebelde reconoce que está limitado históricamente pero tamb ién sabe que su natu ralezahumana debe imponer ciertos lím ites ala histor ia y lucha " en el absurdo y contra el absurdo. en la histo ria y contra lahistor ia" (p. 217), En su levantamientocontra la condición humana. la rebeliónafirma la naturaleza humana limitandoy exaltando su justo ser. Esta med iación tan griega -de nuevo el versuses típica del pensamiento ét ico de Camus y por eso se puede decir que " todovalor moral es un término med io entre larealidad escueta y el mero ideal " (p.220): ni idealidad desentendida de loreal. ni realidad bruta. pues tanto lapura abstracción como la act itud bárbara liqu idan lo humano. El justo med io. lamesura griega. que lejos de tomar el aspecto de mediocr idad toma el de unverdadero afán y una auténtica búsque da de justiciª'-f!s la base de una mora lcoherente que proclame valores relat ivos (la libertad desmesurada. o absol uta . de un hombre . como ejemplo. aniquilaría la libertad de los otros hom bres), Pero aun así la mora l de Camus.que es relat iva. adqu iere valor 'un iversal' 'para' los hombres. Lo ante rior sesustenta en la paradoja : " el valor de lavida del hombre funda un sent ido relativo pero con valor de absoluto" (p. 188).Y esto es radicalmente dife rente al plande un Estado totalitario que niega existencia a lo individual al disolver en susleyes el sentido del hombre . Traicionarla rebelión en función de una libertad yuna just icia a largo plazo es una operación que presupone suf rim ien to ymuertes que no admiten comp ensaciónalguna: y también: ningún hombre estan culpable que merezca la pena demuerte (castigo absoluto y definit ivo).En este punto fluctúa en el pensamiento de Camus - como creo que lo detectan bien los auto res- un socrat ismopatente en la idea de que se realiza elmal por ignorancia (Un viejo citado en
La caída exclamaba : "[ Av. señor. no esque uno sea malo pero se pierde laluz !") . El conjunto de la filosofía políticade Camus puede resulta r simple y vagoa pr imera vista . pero es claro que intencionalmente deriva de una base de realidades elementales que las ideolog ías,presuponiéndolas muchas veces comoválidas . acaba n po r perde rlas prácticamente de vista a lo largo de sus abstractos desarrollos. " Camu s nunca pretendió poseer so luc iones especi ficamente técn icas a problemas polít icosespecíficos. sino simplemente establecer líneas y marcos que con st ituiríansólo las premisas de aque llas solu ciones" (p. 196).
Camus proponía la democrac iacomo el régimen 'menos malo ', como lautopía menos pe ligrosa : buscaba unpacifismo que por teórico . act ivo. crítico y rebelde. rehusara el calificativo'abstencionista'. Compromiso polít icofue para Camus compromiso con loshombres: "Siempre constit uye un pro greso -dijo alguna vez- que un pro blema político quede reemplazado porun problema humano" . Creo que es cla ro : a Camus le importaban más losobreros que las ideologías. Este es elsentido de un humanismo sincero. consecuente y responsable,
" Pesimista en cuan to al dest ino humano -declaró en ot ra ocasión - soyoptimista en cuanto al hombre" . Manten iendo f irme el principio de que " Elhombre 'es' sólo cuando es con scientede que no será" (p. 277). es pos ible. según Camus. una fel ic idad relat iva perointensa. instantánea pero cálida: tardeo temprano será la muerte quien seapunte la victoria y por tanto no puedetratarse de salva r al hombre sino deatenderlo. Una fo rma de ate nder alhombre -quizá la más decisiva en elplano metafísico- es descubr ir le en elhecho de su muerte el verdadero sentido de su vida : esto significa que el sentido equivale al destino . a la muerte.porque la muerte es la últ ima realidadfáct ica en la vida de cada individuo ypor esta cond ición de fina lista es lo quele brinda una imagen singula r. unitaria.cabal . cerrada . Porque la vida es finitatiene sentido: la inmortal idad del hombre daría a su vida un aspecto de indeterminación . de proyección sin objeto.de fa lta absoluta de sentido . Es lamuerte. sorpres ivamente. lo que leofrece cons istencia. lo que le otorga ser
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a la vida: si la vida tenía un sentido relat ivo. la muerte. instancia absoluta. laerige al fi n en una dimensión absoluta.
y sin embargo qué apariencia tandesoladora mente inacabada presentala vida del prop io Camus. Esta amargaironía me permite plantear un últimopunto. Sobre la muerte de Camus. Sartre declaró que "pocas veces las característ icas de una obra y las circunsta ncias del momento histór ico han exigidotan a las claras gue un escritor viva" .(Situaciones. IV)' En efecto, la terce rafase anunciada del pensamiento de Camus se nos presenta amb igua. inconclusa. Una sección del libro . por ejemplo . nos revela a un Camus un tanto asceta contemplando lo mefable de un"enigma fe liz" que lo " ayuda a com prender todo" , Camus mtule profundamen te un 'sentido de lo sagrado' ajenoa un Dios O a una vIda futu ra del alma .Con ello urg e un clima peculiar de fque quizá por ahora conVI no suenclar.Sólo diré que da la impro ión do raparecer en ese siloncio la luz do los mediodl s claro d I mundo. p ro estimage n. con o sin invlt ci ón, no puedd j r de asist ir la muorte (lo tesISde P rez y Zirión par ce muy firmo I muertes el f ctor d term inll nt do la concepción m tafl sic de Camus) Es, n suma. la imag n do un tlg r - sol y mu rte - que. caldo en la trampa de la queuna vez habló J . Gremor, erna la vida yse rebela contra las red s InJUStllS qulo envuelven.
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El volumen de Vargas Llosa reúne breves ensayo escritos y publi cados entre1962 y 1981 y. sagún con tesi ón propia. " están plagado de contradicciones. repeti ciones y recuü cacione ".pero es este carácter el que delinea mejor el itinerario intelectual de "un latinoamericano que hizo su aprendizaje(...l deslumbrado por la inteligoncia ylos vaivenes dialécticos de Sartre y terminó abrazando el reformismo libertario de Camus " (p. 91. El libro. magníficamente escrito. toma la forma de un testimonio honesto sobre la forma ción literaria y ante todo ideológica de su autor dentro de lo que pudo aportarle elpensamiento francés de postguerra.Entre Sartre (realismo politico . Historiay moral. revoluciónl y Camus ('idealismo' político. More I e historia. rebelión).según Vargas Uosa. " la guerra ent re
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Mario Varga s Llosa
ambos órdenes es a muerte y no haymanera de ser neut ral nr indiferente.Quien pretende serlo. lo úm co Quelograes vo lverse un instrum ento Inerte enmanos de uno u otr o bando " (p. 12) Esprinc ipa lmente esta polémica el asuntoQue el libro examina desde diferentesperspect ivas de época y de men tali dad(del mismo Vargas Llosal, y en especraldesde el punto de vista de sus posiblesrelaciones con la lite ratura.
Como ha dicho Armando Pereira alcomentar este libro . Simone de Beauvoir toma el lugar en la obra de VargasLlosa de una 'invitada', Sí. una invitadaescasamente vista en la reun ión y sinembargo muy sat isfacto riamente aten dida por su anfit rión. porque las dos reseñas. tan precisas. QueVargas Llosa leded ica. la definen como una escritoratalentosa. valiente y constan tementepreocupada por la prob lem át ica másaprem iante de l hombre contemporá neo. Para el escrito r peruano . la escritu ra muestra sus virtudes tanto en el arro jo de hacer de la literatura algo tan ínt imo como el test imonio narrado de lamuerte de su madre (su relato 'arnarqo'.Una muerte muy dulce s. como en latentativa de una novela experimentalque entrañe el compromiso existenc ialista ( Las bellas imágenes) al " mostrara través de una ficción. la alienación dela mu jer en una gran sociedad de con sumo moderna" . (p. 62)
La Imagen de Sartre que Vargas Liosa nos proporciona se va disto rsionan do gradualmente a través del libro hasta volverse negat iva. Vargas Llosa reco noce primeramente la admirable honestidad intelectual (siempre dispuestaa desnudar las contradicci ones propiaso ajenas) que disti nguió según él la actividad filo sóf ico-literaria V la mil itanciapol ítica de Sartre. Esta virtud podía hacer de una obra como Los secuestradosde Altona " un chorro de kerosene vert ido sobre fuego" (p. 53 ) para los bloques tajan tes de izqui erda o de derechaQue buscaban, inút ilmente. aplacar esaformidable 'máquina de pensar' al clasificarla ideológicament e dentro de susreducidos esquemas preconcebidos.Pero, fina lmen te , Vargas Llosa se con fiesa defraudado ideo lógica V literariamente por Sartre . Su decepción se produjo a raíz de ciertas declaraciones enlas Que Sartre , una vez alcanzado el reconocimiento público. echaba por laborda sus prop ias V viejas conviccionessobre la solidaridad entre la lite ratura yla acción polít ica. traicionando así lamental idad y la labor de qu ienes fielmente lo seguían. " Cuando Sart re afirma: 'He visto morir de hambre a unosniños. Frente a un niño Que se muere.La Náusea es algo sin valor' , dice algoQue hab la muy alto de su noció n de responsabilidad histór ica, pero desde luego que no tiene razón y que en ningún
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caso puede plantear el problema en esaforma " (p. 25) Sartre. en efecto. movido acaso por la impresión de una expe riencia muy deprimente. parecía con fundir dos ámb itos. si no antagónicos síal menos inconfundibles. en su valoración: el de la realidad V el del arte . A lrespecto . Vargas Llosa es más sut il :"¿A part ir de Qué coef ic iente de proteínas per capita en un país era va ét icoescribir novelas? (. . .) Para esa época yano había argumento capa z de librarmede la lit eratura, de modo que el reportaje sirvió más bien para libra rme de Sartre" (p. 133 Y p. 1321. El autor concibede otro modo lo que puede ser la función del escritor V su obra : " la literaturacamb ia la vida, pero de una maneragradual. no inmediata. V nunca directamente sino a través de ciertas conciencias individuales que ayuda a formar"(p. 25 ).
Pero su desacuerdo intelectual no sereduce en modo alguno a una mera opinión sobre la func ión de la literatura.sino que se ext iende coherentemente ala problemática interna de la literaturamisma y encuentra ahí el fundamentode esa op inión : por así dec irlo . se cuestiona también el valor de La náusea sinnecesidad de refer irlo al niño muerto dehambre. Vargas Llosa evidencia un supuesto tác ito de Iq literatura sartreana :el elemento deliberadamente raciona lQue obsesivamente responde a las exigencias de una lit eratura comprometida. Acaso pueda discutirse con éxitoQue la valo ración final de Vargas Llosasobre la obra literaria de Sartre . valoración que le niega originalidad y alta calidad. constituya una cierta exageración-producto tal vez de los efectos de unadecepc ión súbita y muy profunda - .pero un escritor. como él..para qu ien eldiscurso literar io no es sólo un tej ido deideas. sino también 'una cierta dos is desinrazón. intu ición. obses ión, locura yfantasía '. definitivamente no puedeaprobar la act itud que Sartre asumíacuando " citaba los versos como si tueran prosa. es decir . únicamente por losconceptos racionales que expresaban"(p. 1181. Por últ imo . para 'acabar deuna vez con Sartre '. qu izás habría queapuntar el juicio de Vargas Llosa sobreel enciclopédico ensayo El id iota de lafamilia Que Sart re dedicó al estud io deFlaubert; su opinión es que " a los dosmeses de lectu ra Que exige el ensayouno queda con la sensación de una 9i-
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Luis Ignacio Helguera
¿ Luis Bullue/: MI ú mo ro. Plau y Ja-" ••. Barcelonll, 1982.261 pp.
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De este modo. Vargas Llosa se apega. solidar iamente . a una forma 'humanista ' de vida que, por encima de 'la'ideología. confiere al hombre el derecho de proclamar la dign idad y la autent icidad que le son esenciales a sunatura leza. Entre ideal - pero idealafincado. claro está. en la realidad quese vive- y conformismo a la realidad.Vargas Llosa opt a por el ideal. EntreSart re y Carnus. Vargas Llosa no borradel todo a Sartr e. pero se queda conCamus.
donar la empresa de reseñar este libro - . apoyadas casi siem pre en el prejui cio de menospreciar la pecul iar sencillez de la prosa de Camus. a un examen rico y fecundo - de lo mejor del libro. creo- que al fin reconoce implícitamente la posib il idad. de algún modopresente en todo el pensam iento de Camus. de filosofar con la belleza . El perfumado impresionismo - visto muybien por Vargas L1osa- que ema na esaprosa camus iana, tan poética. hecha de"frases generalmente cortas. (. .. ) conla perfección de una piedra prec iosa"(p. 871. entraña en primer luga r una filosofía de lo sencillo y de lo natural. La relectu ra de las obras de Camus. a la quese vio orillado Vargas Llosa por su rotunda decepción de Sartre. le descubríacon nueva luz ese cierto ateísmo que" no es mate rial ista . sino . más bien . unaespecie de religión pagana (. .. ) una sacralización de la natu raleza" (pp . 81 82 1. esa moral de los límites que conc iliando el arte y la vida, las ideas y la belleza, of rece una visión templada y humanista de la vida,
El cl ima de tolerancia que nuncapierde de vista la rebelión contra lossistemas total itarios. se funda en laconvicc ión de que son los medios losque justif ican los fines , y no al revéscomo pensaba Maquiave lo. y con él. sinduda, muchos ot ros ; si el f in al que tien de el hombre es la felicidad, como pensó Aristóteles. entonces son los mediospara llegar a esa felicidad los que espreciso revalorar y. de ser neces ario.rect if icar.
Volv iendo brevemente al asunto delcompromiso político e ideológico delescritor con su sociedad , Vargas Llosacomparte también la idea de Camu s deque el creador debe defender a su modola libertad humana:puesesto "es no tanto un deber moral como una necesidadfísica" (p. 106); para ser art ista , sencillamente, es prec iso antes ser libre .
Sobre la concepción de la vida engeneral que Camus propone, VargasLlosa escribe : " Esta 'utopía relativa'¿resulta a simp le vista demas iado remota ? Tal vez sí. pero ello no la hacemenos deseable, y sí más digna queotros modelos de acción contemporánea. Que éstos tr iunfen más rápido noes una garantía de su superior idad , porque la verdad de una empresa humanano puede medirse por razones de eficacia" (p. 103).
gantesca tarea que no llega jamás acumplir el design io anunciado en el prólogo : exp licar las raícesy lanaturaleza dela vocación de Flaubert (.. .)para most rarqué se puede saber . hoy. de un hombre(.. .}, Libro extraordinariamente desigual. alternan en él análisis agudos yhallazgos luminosos con contrad icciones flagrantes (. . .) Hay repeticiones desesperantes y se tiene a ratos la sensación, girando en esa prosa que reitera.vuelve, desanda . trajina cien veces lamisma idea. que Sartre ha caído prisionero de su propia telaraña (.. .). El escritor se ha puesto a escrib ir con tanta fur ia , ha desarrollado con tanto pormenory consideraciones advent icias los prolegómenos, que ha perdido la perspect ivadel conjunto. y de pronto descubre queel trabajo ha tomado tales proporcionesque ya no tendrá t iempo -ni. sin duda.ganas- de llevar a térm ino la empresa.El resul tado es un bebé monstruo. ungigante niño. un producto frustrado ygenial. Eso se llama, desde luego. caercon todos los honores. ser derrotadopor exceso de audacia : sólo ruedanhondo los que han t repado alto " (pp.73-77). En la cita anterior ya es posibleentrever que no todo para Vargas Llosaes negro en el genio del que fue, segúnél , el 'último mandarín'. y una confesiónf inal. no sin su dejo de nostalgia. locomprueba : " Yo sé que mi vida hubierasido peor sin los libros que escribió Sar-tre" . (p. 134) ,
Con la imagen de Camus que se desprende del libro sucede lo cont rario quecon la de Sartre en el sentido de uncambio radical de la imagen. La de Camus se nos presenta primero confusa.irreconocible casi. y después un hermoso estudio. Albert Camus y la moral delos límites -que desde su aparición en1976 en México se ha convert ido paralos estud iosos de Camus en un textoclásico de consulta- disipa todas lasnieblas y nos ofrece una visión clara yf ie l de Camus. Efect ivamente. VargasLlosa pasa de las consideraciones insostenib les de sus ensayos iniciales-afirmaciones como que Camus no era
'sino un " delicado poeta puro" (p. 20)de " pensami ento vago y superficial" (p.17) Y que La caída no era sino un " ejercicio de est ilo sin vuelo" (p. 60), que deno ser por la prop ia recti ficación de Vargas Llosa páginas adelante me habríanpuesto en la penosa circunstancia debuscar refutarlas o bien en la de aban-
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