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27Técnicas Quirúrgicas en Ortopedia y Traumatología 1 • 2014 |
Técnicas quirúrgicas
Introducción
Un déicit de movimiento del codo no
solo puede afectar signiicativamente la
función de la mano, sino también reper-
cutir en la función de palanca del brazo9.
Según Morrey, el 90% de las actividades
de la vida diaria se pueden realizar con
un rango de movimiento de 100º de la
articulación húmero-ulnar. El sistema
de determinación denominado «méto-
do del cero neutro» indica un rango de
movimiento de 0-30-130º, así como
de 50º en pronación y supinación res-
pectivamente5. El déicit en extensión
del codo se puede compensar más fácil-
mente con la movilidad del hombro
que el déicit en lexión8. Los pacientes
que practican deporte son los que, pre-
cisamente, menos toleran a largo plazo
pequeñas limitaciones en el movimiento
del codo3,7.
En cuanto a las causas de rigidez del
codo, se diferencia entre causas intraar-
ticulares y extraarticulares, aunque con
frecuencia aparece también una mezcla
de ambas (. tabla 1). En la rigidez del
codo por causas intraarticulares está
indicado realizar una artrolisis artroscó-
pica7,10.
La limitación funcional del codo se
traduce en un déicit en extensión y/o
en lexión. El déicit en lexión puede ser
debido a la presencia de osteoitos en la
zona del húmero anterior o del proceso
coronoides, o bien a cuerpos libres en
el compartimento anterior, así como a
adherencias masivas en la zona de la fosa
olecraniana (. ig. 1).
En el déicit en extensión a menudo
se encuentran cuerpos libres articulares,
formaciones osteofíticas en la zona del
A. Achtnich • P. Forkel • S. Metzlaff • W. PetersenKlinik für Orthopädie und Unfallchirurgie, Martin-Luther-Krankenhaus, Berlin-Grunewald
Artrolisis artroscópica de codoRedacción
M. Hessmann, Fulda
Ilustraciones
R. Himmelhan, Heidelberg
Oper Orthop Traumatol 2013 • 25:205-214
olécranon o incluso una ibrosis capsular
en la zona de lexión (. ig. 2).
Para determinar el tratamiento tera-
péutico, así como para indicar una
artrolisis artroscópica, se requiere una
valoración conjunta de los resultados
de la anamnesis, del diagnóstico y de la
amplitud de movimiento funcional. En
función de ello, en nuestra clínica clasii-
camos las rigideces de codo en dos tipos
(. tabla 2).
En los casos de rigidez de codo de
tipo II damos la indicación de realizar
una artrolisis artroscópica, mientras que
en los casos de rigidez de tipo I se rea-
liza la artrolisis abierta. En caso de una
patología combinada de tipo I y II, el
procedimiento quirúrgico se debe pla-
niicar para cada caso en función de la
causa patológica y tomar una decisión
conjunta con el paciente.
Principio y objetivo de la intervención
Mejora de la movilidad de la articula-
ción del codo mediante artrolisis ar-
troscópica con sinovialectomía parcial, desbridamiento y capsulotomía en el
compartimento anterior y posterior. Re-
Intraarticular Extraarticular
Sinovialitis Osificaciones heterotópicas
Osteofitos Cicatrización de la piel y de partes blandas
Cuerpos libres/fijos articulares Contracciones musculares
Fibrosis capsular Fibrosis extracapsular
Adherencias de la fosa ventral Quemaduras
Incongruencia postraumática de las superficies articulares
Osteoartrosis
Osteocondritis disecante
Condromatosis
Tabla 1 Causas de la rigidez del codo
Tipo I Tipo II
Etiología Luxación/fractura Microtraumas repetitivos
Diagnóstico radiológico Osificaciones heterotópicas Osteofitos Sin osificaciones heterotópicas
Transcurso de En los meses posteriores Aumento a lo largo de meses la enfermedad a la enfermedad
Limitación de la movilidad Déficit extensión > 30º Déficit extensión < 30º Flexión < 100º Flexión > 100º Pronación y supinación Pronación y supinación libre < 5-0-50º o limitada en los últimos gradosLesiones nerviosas Nervio ulnar Ninguna
Tabla 2 Clasificación de la rigidez del codo; ayuda en la decisión sobre el tratamiento en nuestra clínica
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Técnicas quirúrgicas
sección de patologías asociadas intraar-
ticulares para la mejora de la capacidad de extensión y de lexión.
Ventajas
F Procedimiento poco invasivo.
F No daña las partes blandas ni el
tejido.
F Tasas de complicación reducidas en
el procedimiento estándar.
F Menos dolores postoperatorios en
comparación con la artrolisis abierta.
F Buen resultado cosmético.
Fig. 1 8 Representación de las causas del déficit en flexión. En el comparti-mento anterior existen cuerpos libres articulares y/o osteofitos, y en el com-partimento posterior son frecuentes adhesiones en la zona de la fosa ole-craniana.
Fig. 2 8 Representación de las causas de un déficit en extensión. En el lado de flexión puede ser causado por una fibrosis capsular; en el lado de exten-sión existen cuerpos libres articulares y osteofitos.
Fosa olecranianaPunta del olécranon
Cuerpo libre articular
Húmero
Húmero
Cúbito
Cúbito
Olécranon
Lado de lexión Lado de lexión
Lado de extensión
Fibrosis capsularOsteoito
Cuerpo libre articular
Proceso coronoides
Fig. 3 8 a, b) Vista general sobre el diagnóstico radiológico preoperatorio. En la radiografía estándar de la articulación del codo se observan cambios óseos, incongruencia articular, presencia de osteofitos y cuerpos libres articulares.
Desventajas
F Procedimiento técnicamente complejo.
F Indicaciones limitadas.
F Desventajas generales de un proce-
dimiento quirúrgico.
Indicaciones
F Déicit en extensión hasta 30º.
F Flexión mínima de 100º.
F Combinación de déicit en lexión y
en extensión ante pronación y supi-
nación ligeramente limitadas.
F Causas intraarticulares: cuerpos
libres articulares, osteoitos o con-
tractura capsular.
Contraindicaciones
F Causas extraarticulares, por ejem-
plo, osiicaciones heterotópicas.
F Supericies articulares incongruen-
tes.
F Lesión nerviosa del nervio ulnar
(en este caso, se debería realizar
una descompresión, así como una
neurolisis. En función de la génesis,
también puede resultar necesaria
una transposición).
F Infección articular aguda.
Información para el paciente
F Riesgos quirúrgicos generales.
F Riesgos especiales: lesión de vasos
sanguíneos y de nervios por la
realización del portal (portal ante-
roradial: nervio radial; portal ante-
roulnar: nervio mediano; portal
transtendinoso: nervio ulnar).
F Fístula persistente en la zona del
portal.
F Limitación de la movilidad persis-
tente.
F Programa de rehabilitación: isiote-
rapia intensiva a partir del primer
día postoperatorio, catéter en plexo.
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Resumen
Oper Orthop Traumatol 2013 • 25:205-214
A. Achtnich • P. Forkel • S. Metzlaff • W. PetersenArtrolisis artroscópica de codo
Resumen
Objetivo. Mejora de la movilidad del codo asistida por artroscopia. La planificación de la intervención quirúrgica requiere, además de la anamnesis, un amplio diagnóstico preope-ratorio mediante radiografías, TAC y RMI.Indicaciones. Déficit en extensión < 30º y/o déficit en flexión de máximo 100º, junto con una causa intraarticular de la limitación de la movilidad (por ejemplo, cuerpos articulares libres, osteofitos o contractura capsular).Contraindicaciones. Déficit en extensión > 30º y causas extraarticulares de la limita-ción de la movilidad (por ejemplo, osificacio-nes heterotópicas). Irritaciones nerviosas o superficies articulares incongruentes, infec-ción aguda de la articulación.Técnica quirúrgica. Posición en decúbito prono, relleno de la articulación con lactato de Ringer. Artroscopia del compartimento ante-rior y posterior. Sinovialectomía parcial y des-bridamiento, así como liberación capsular, resección de osteofitos y extracción de cuer-pos articulares libres.Tratamiento postoperatorio. Ejercicios intensivos de fisioterapia, férula de moviliza-
ción de codo. Anestesia del plexo y adminis-tración de antiflogísticos no esteroides.Resultados. Se realizó un seguimiento pos-terior durante un periodo medio de 15,4 meses a un total de 29 pacientes sometidos a una artrolisis artroscopia del codo. La exten-sión del codo mejoró de 23º en el preope-ratorio a 5º en el postoperatorio. La flexión aumentó de 115º en el preoperatorio a 131º en el postoperatorio. El rango de movili-dad del codo aumentó, por tanto, 34º. No se observaron lesiones neurológicas ni vascula-res. No aparecieron infecciones peri ni posto-peratorias. En un caso se produjo una reci-diva, para la que fue necesario realizar una nueva artroscopia. La satisfacción de los pacientes con el resultado fue de 8,9 pun-tos en la escala análoga visual (VAS). El índi-ce Mayo de la funcionalidad del codo fue de 92,9 puntos de media (70-100 puntos; SD 7,0).
Palabras clave
Artroscopia. Indicación. Rigidez articular. Ran-go de movilidad. Cirugía.
Preparación de la intervención
F En la fase preoperatoria: anamnesis
y examen del rango de movimiento.
F Documentación del movimiento
y de la sensibilidad de los nervios
ulnar, radial y mediano veriicando
los miotomas y las áreas sensibles.
F Veriicación de la vascularización
periférica.
F Diagnóstico radiológico estándar:
radiografías del codo en dos planos
(. ig.3).
F Diagnóstico radiológico ampliado
en caso de dudas especiales: tomo-
grafía por resonancia magnética,
por ejemplo, para comprobar la
presencia de cuerpos libres articula-
res (. ig. 4a).F Tomografía computarizada, por
ejemplo, para la valoración de las
supericies articulares y la localiza-
ción de osteoitos (. ig. 4b).F Afeitado de la zona a operar.
F Marcado de las referencias anatómi-
cas y de los portales.
F Proilaxis antibiótica preoperatoria
una hora antes de la intervención
(cefuroxima de 1,5 g intravenosa en
una dosis única).
Instrumental
F Artroscopio con cámara de alta
resolución (4 mm, ángulo de visión
30º, Karl Storz, Tuttlingen, Alema-
nia).
F Cable de luz y sistema de documen-
tación.
F Trocar con entrada y salida de agua.
F Resector sinovial motorizado (diá-
metro 3,5-4,5 mm, Karl Storz, Tutt-
lingen, Alemania).
F Fresa de bola motorizada (diámetro
4,2 mm, Karl Storz, Tuttlingen, Ale-
mania).
F Cincel Lambotte.
F Cuchara ailada.
F Pinza de agarre.
Anestesia y posición del paciente
F Anestesia general combinada con
un catéter en el plexo.
F Posición del paciente: decúbito pro-
no, brazo abducido a 90º apoyado
sobre un rodillo, antebrazo colgan-
do hacia abajo, codo en lexión de
90º (no deberá estar comprimido)
(. ig. 5). Ventajas frente a la
posición en decúbito supino: buena
accesibilidad a las zonas articulares
dorsales, posición estable del brazo,
distracción del antebrazo por su
propio peso.
F El cirujano está sentado delante de
la articulación del codo.
F Isquemia.
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Técnicas quirúrgicas
Fig. 4 8 a) En la imagen de la RMI se observan osteofitos en la zona del húmero anterior. b) El control mediante TAC muestra la magnitud y la localización de las formaciones osteofíticas.
Fig. 5 9 Representa-ción de la posición del paciente en decúbito prono. El brazo en ab-ducción de 90º se po-siciona sobre un rodi-llo, el antebrazo cuel-ga hacia abajo y el co-do está flexionado a 90º. Además, se aplica-rá una isquemia neu-mática.
Fig. 6 7 Para evitar lesiones nerviosas es necesario el posicionamiento exacto de las vías de abordaje. En primer lugar se palpan y se marcan los puntos de referencia anatómicos: el epicóndilo medial, el epicóndilo lateral y el olécranon, así como el recorrido del nervio ulnar. Tras una dilución suficiente de la arti-culación del codo, se realizan los abordajes mediante el procedimiento estándar. Después de palpar las referencias anatómicas se realiza una incisión cutá-nea a la altura del abordaje marcado anteriormente. Con una pinza pequeña se lleva a cabo la separación roma del tejido subcutáneo y se puede introducir el artroscopio. Para la artrolisis artroscópica del codo se realizan cuatro abordajes artroscópicos. Para la valoración del compartimento anterior del codo se requiere un portal anteroradial, así como un portal anteroulnar. La artroscopia en el compartimento articular dorsal se realiza a través de un abordaje poste-rorradial y uno transtendinoso. a) El abordaje anteroradial se encuentra aproximadamente a 1-2 cm distal y a 1-2 cm anterior del epicóndilo lateral, directa-mente proximal delante de la cabeza palpable del radio. En la proximidad inmediata del portal transcurren dos nervios: el nervio cutáneo antebraquial pos-terior y el nervio radial. b) El portal anteroulnar se posiciona a 1-2 cm delante y a 1-2 cm distal del epicóndilo medial palpable. En esta misma zona transcu-rre el nervio cutáneo antebraquial medial, y en la profundidad se encuentra el nervio mediano. Este portal se realiza mediante la técnica de tornillos canula-dos (. Fig. 9), de modo que el punto de inserción óptimo para los demás instrumentos se puede elegir bajo visión artroscópica. c) El abordaje posterora-dial se posiciona a 1 cm proximal de la punta del olécranon directamente lateral al tendón del tríceps, y a la misma altura se perfora el centro exacto del ten-dón del tríceps y se ubica el portal transtendinoso.
Técnicas quirúrgicas
(. Figs. 6-15)
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Nervio radial Nervio mediano
Nervio cutáneo antebraquial lat. Nervio cutáneo antebraquial med.
Radio Radio
Cúbito Cúbito
Portal anterorradial Portal anterorradial
Epicóndilo lat. Epicóndilo med.
Olécranon Olécranon
Nervio radial
Olécranon
Portal posterorradial
Portal anterorradialPortal anteromedial
Nervio ulnar
Portal transtendinoso
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Técnicas quirúrgicas
Fig. 8 9 a) Mediante un artroscopio estándar (án-gulo visual de 30º) es posible visualizar el com-partimento anterior. Primero se observa el húme-ro distal (1), la cabeza del radio (2) y el tejido sino-vial (3). b) A continuación se desplaza el artrosco-pio más hacia el interior del compartimento ante-rior. Aquí se pueden observar la tróclea humeral (1), el proceso coronoides (2) y el tejido sinovial (3). Con frecuencia se observan osteofitos (4) en la zo-na del húmero anterior, así como cuerpos articula-res libres (5).
Fig. 7 8Debido a la proximidad entre los portales y las estructuras neurovasculares, se deberá prestar especial atención a la conti-nua distensión de la articulación durante la intervención. a) En primer lugar, se rellena la articulación del codo con una solución de Ringer realizando una punción transtendinosa con una aguja canulada, para lo que se usará una jeringa estéril de 20 ml. b) Una vez la articulación tenga el relleno suficiente, se tapará la aguja para evitar la salida de la solución de Ringer. c) La ubicación del abordaje anteroradial se realizará a través de una pequeña incisión cutánea de 5 mm de longitud con el bisturí (cuchilla de 15) por encima de la referencia anatómica palpada y marcada previamente. A continuación se retrae con cuidado el tejido subcutáneo con una pinza pequeña. d) El trocar romo se introduce a través del abordaje anteroradial y se orienta en dirección al epicóndilo medial.
Punción transtendinosa con aguja canulada
Aguja tapada
Aguja tapada
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Fig. 10 8 Después de la sinovialectomía se ex-traen los cuerpos articulares libres. Según el ta-maño de estos cuerpos, la extracción se realizará mediante pinzas o un resector sinovial.
Fig. 9 8 La perforación del abordaje anteroulnar se realiza mediante una aguja canulada. a) Bajo visión artroscópica desde anteroradial se realiza en primer lugar la punción con la aguja en el portal anteriormente marcado. b) Si la aguja está correctamente posicionada, tras la incisión cutánea se procederá al cor-te romo con tijeras del tejido subcutáneo y de la cápsula. c) A través de este portal se introducirá a continuación un resector sinovial motorizado. A través del portal anteroulnar se puede quitar la membrana sinovial inflamada.
Fig. 118 a, b) Los osteofitos en la zona del proceso coronario se extraen con un cincel Lambotte. c) Los fragmentos osteocondriales se extraen de la articulación con una pinza de agarre. d) El proceso coronoides remanente se alisa con el resector sinovial o una fresa de bola (no representado en la ima-gen).
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Técnicas quirúrgicas
Fig. 12 8 Las formaciones osteofíticas del borde del húmero anterior se pueden extraer progresivamente con una fresa de bola.
Fig. 13 8 Para finalizar, se verifica la amplitud de movimiento del codo. En caso de déficit en flexión remanente se puede realizar una liberación capsular en el compartimento anterior bajo control artros-cópico. La cápsula se separa con precaución de sus inserciones en el húmero distal mediante el resec-tor sinovial. Como alternativa se puede utilizar también un raspador.
Fig. 14 8 La artroscopia en el compartimento posterior se inicia con la realización del abordaje dorso-rradial y del abordaje transtendinoso desde el cual se introducirán los instrumentos (. Figs. 6c). En el ángulo visual de la cámara por encima del portal posteroradial se encuentran la punta del olécranon y la fosa olecraniana. a) Con frecuencia existen adherencias masivas en la zona de la fosa olecraniana, que se separan con un resector sinovial y se extraen. b) En los casos con graves limitaciones de movi-miento se puede realizar también una cirugía de la fosa con una fresa para hueso (no se representa en la imagen). Mediante esta cirugía se extraen las formaciones óseas molestas, así como formaciones os-teofíticas en la zona de la fosa olecraniana, hasta que se restituye la libre movilidad entre el olécranon y la fosa olecraniana.
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Fig. 15 8 a) Las formaciones osteofíticas en la zona del olécranon se extraen mediante un pequeño cincel Lambotte (5-6 mm) a través del portal transtendinoso. b) Después de haber desprendido los os-teofitos, estos se extraen con una pinza de agarre. Para que la unión sea suave, se puede alisar la zona con un resector sinovial. Para finalizar, se verificará y documentará el rango de movimiento, se intro-ducirá un drenaje de Redon en la articulación y se cerrarán los abordajes mediante una sutura de pun-to simple.
Tratamiento postoperatorio
Vendaje compresivo
F Cambio de vendaje el primer día
postoperatorio.
F Extracción del drenaje de Redon el
primer día postoperatorio.
F Vendaje adhesivo hasta la cicatriza-
ción de la herida.
F Extracción de los hilos el décimo
día postoperatorio.
Fisioterapia
F Ejercicios activos y pasivos a partir
del primer día postoperatorio.
F Estiramientos isométricos, terapia
manual.
F Proseguimiento de la isioterapia
durante seis semanas postoperatorias.
F Aplicación de férula para MPC a
partir del primer día postoperatorio
durante el periodo del tratamiento
estacionario además de la isioterapia.
F Crioterapia.
Terapia del dolor
F Catéter del plexo hasta el 2.º-4.º día
postoperatorio.
F Administración de medicamentos
antilogísticos (Indometacin) con
protector de estómago durante
2 semanas postoperatorias.
F Control radiológico postoperatorio
en 2 planos (. ig. 16).
F Estancia hospitalaria: 2-7 días.
Errores, riesgos y complicaciones
F Diicultades durante el proceso
artroscópico: la visibilidad limita-
da, así como diicultad en el uso
de los instrumentos debido a un
posicionamiento desfavorable de
los portales, la hinchazón de partes
blandas y/o la acumulación de líqui-
dos en el tejido subcutáneo a causa
de múltiples perforaciones capsu-
lares, provocan la compresión de la
cápsula articular y desviaciones de
la úvula. En posición de decúbito
supino existe poca visibilidad sobre
el compartimento dorsal.
F Lesión de vasos sanguíneos o de
nervios durante la realización del
portal: es importante rellenar sui-
cientemente la articulación del codo
con medio de distensión (solución
de Ringer) y prestar atención a los
puntos de referencia anatómicos.
En caso de producirse una lesión
de los nervios, se realizará inme-
diatamente una revisión mediante
cirugía abierta. Además de la neuró-
lisis y de la descompresión, también
puede resultar necesaria una recons-
trucción y/o interposición nerviosa.
F Si durante la incisión transversal
para la realización del abordaje
transtendinoso se corta el tendón
del tríceps, entonces será necesaria
una reijación del tendón mediante
anclaje óseo o sutura.
F Limitaciones de movimiento: reci-
divas en caso de isioterapia insu-
iciente o de limitaciones de movi-
miento a causa de una postura que
alivie el dolor.
Resultados
Entre abril de 2008 y setiembre de 2010
intervenimos a 29 pacientes (9 m; 20 v;
edad media: 40,2 años) mediante una
artrolisis artroscópica del codo. Realiza-
mos un seguimiento posterior de todos
los pacientes.
En todos los casos se trató de pacientes
con una rigidez de codo del tipo II, que
se caracteriza por la presencia de micro-
traumas repetitivos que se producen
como consecuencia de una sobrecarga
crónica de la articulación. En el control
Fig. 16 8 Para la documentación de los resultados de la intervención quirúrgica se realiza un control radiológico en dos planos del codo antes del alta del paciente. a, b) Se pudieron extraer los osteofitos humerales presentes en el preoperatorio (flechas).
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Técnicas quirúrgicas
Autor Cantidad Seguimiento Resultados Complicaciones pacientes (n) (meses)
Röpke M.9 17 24 0-18-120º (102º) Ninguna 0-9-133º(124º) MEPI 76,5 pre/90,8 postoperatorio
Nguyen D. et al.6 22 25 0-38-122º (84º) Sin lesiones vasculares/ 0-19-141º (122º) nerviosas MEPI 57 pre/88 postoperatorio
Kum S.J. et al.2 120 24 0-27-104º (77º) 2 n. mediano 0-10-127º (117º) 2 n. ulnar
MEPI 60 pre/87 postoperatorio
Céfo I. et al.1 27 24 0-24-123º (99º) 1 infección 0-7-133º (126º) de portal superficial EFA 69 pre/92 postoperatorio
Tabla 4 Resultados indicados en la literatura
Parámetros Síntomas Puntos
Dolor Sin dolor 45 Dolor ligero 30
Dolor moderado 15 Dolor fuerte 0
Movilidad ROM > 100º 20
(ROM) 50-100º 15 < 50º 5Estabilidad Estable 10
Inestabilidad 5 moderada
Inestabilidad 0 manifiesta
Función Peinarse 5 Capacidad 5 para comer solo
Higiene 5 Ponerse una 5 camiseta
Ponerse los zapatos 5
Tabla 3 Índice Mayo de la funcionalidad del codo en el momento del control pos-terior
ROM: range of motion (rango de movilidad).Valoración máxima: 100. Clasificación puntos: > 90 puntos muy bien; 75-89 puntos: bien; 60-74 puntos: satisfactorio; resultado insatisfactorio: < 60 puntos.
EFA: Ellbow Function Assessment (Evaluación de la función del codo); MEPI: Mayo-Elbow-Performance-Index (Índice Mayo de la funcionalidad del codo).
radiológico con frecuencia se observan
formaciones osteofíticas o cuerpos arti-
culares libres. En cuanto a la función de
la articulación, suelen aparecer limita-
ciones en la extensión y en la lexión;
la pronación y la supinación están solo
ligeramente limitadas.
En la fase preoperatoria no había pre-
sencia de lesiones neurovasculares.
Todos los pacientes pudieron ser
sometidos a un control postoperatorio.
Se midieron el rango de movimiento
de la articulación del codo, la satisfac-
ción del paciente y el índice Mayo de
la funcionalidad del codo4. El tiempo
de seguimiento posterior medio fue de
15,4 meses. El tiempo más corto supuso
nueve meses, y el más largo, 26 meses.
La extensión mejoró de 23º (mín. 10º,
máx. 30º) a 5º (mín. 0º, máx. 15º). La
lexión aumentó de 115º a 131º. El ran-
go de movimiento total aumentó de una
media de 92º (mín. 85º, máx. 130º) en el
preoperatorio a una media de 126º (mín.
90º, máx. 140º) en el postoperatorio.
En el momento del seguimiento pos-
terior, el índice Mayo de la funciona-
lidad del codo fue de 92,2 puntos (70-
100 puntos; SD 7,0). Se valoraron el dolor,
el movimiento, la estabilidad y la funcio-
nalidad (. tabla 3). 19 pacientes en total
obtuvieron un resultado muy bueno,
9 pacientes uno bueno y en un paciente
el resultado fue suiciente.
La satisfacción de los pacientes con el
resultado postoperatorio, la mejora de la
movilidad del codo y los dolores todavía
existentes fue de una media de 8,9 pun-
tos en una escala de 1-10.
No se observaron lesiones neurológi-
cas o vasculares. No aparecieron infec-
ciones perioperatorias o postoperatorias.
La única complicación que observamos
fue una recidiva temprana en un pacien-
te, que fue sometido inmediatamente
a una intervención quirúrgica con la
consecuente mejora de la movilidad del
codo.
Los resultados que se indican en la
literatura tras la realización de una
artrolisis artroscópica se han relejado
en la . tabla 4.
CorrespondenciaProf. Dr. W. Petersen
Klinik für Orthopädie und Unfallchirurgie, Martin-Luther-Krankenhaus, Berlin-GrunewaldCaspar-Theyss-Str. 27–31, 14193 Berlín (Alemania)w.petersen@mlk-berlin.de
Conflicto de intereses. El autor del presente trabajo declara que trabaja como asesor para la empresa Karl Storz (W. Petersen).
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