Post on 19-Dec-2015
CAPITULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud el cáncer es un
proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. En tal
sentido, constituye hoy día un flagelo biológico que está socavando la vida
de las personas sin distingo de raza, color, sexo, estatus social u orientación
política; más cuando esta crisis de salud se ve agravada por el entorno social
y económico, dada la naturaleza y cuantía que implica, el diagnóstico,
tratamiento y recuperación del paciente víctima de la enfermedad.
Ciertamente, son numerosos los avances en la materia y en gran
medida se ha facilitado el acceso a las clases menos pudientes al
tratamiento del cáncer, mediante la promoción y ofrecimiento de servicios
especializados en los distintos centros de salud pública de los diferentes
países del mundo. No obstante, gran parte del proceso implica el empleo de
mecanismos de ataque drásticos con graves efectos secundarios que van
desde la pérdida de cabello, de peso, desánimo hasta incluso afecciones
gástricas por la indigestión alimentaria, así como por el maltrato continuo que
conlleva el consumo de medicamentos de efectos fuertes.
Asimismo, la publicidad o en general el conocimiento que se tiene del
cáncer se encuentra permanentemente asociado a la muerte, a la calvicie, a
la lucha ya perdida, entre otros términos y comentarios que con frecuencia se
manejan en los centros de salud; percepciones que tienden a crear en el
paciente nervios, vértigos e incluso negativa a aceptar y afrontar su
enfermedad, quedando muchos de los diagnosticados en shock o en
negación, como mecanismo de defensa psicológica.
Otros, por el contrario, tienden a abandonar los consultorios y hacer
caso omiso del diagnóstico, mientras que alguna minoría decide afrontar el
diagnóstico y actuar en consecuencia; aunque ciertamente no es
desestimable aquel sector que no se trata por la condición económica
preexistente. En definitiva diferentes reacciones frente a un mismo problema,
como lo es el cáncer.
No obstante, la frecuencia de mujeres con edades entre 30 y 60 años
que padecen de cáncer de mamas, es cada vez mayor lo que ha estimulado
la ampliación del campo de la medicina hasta llegar a la mastologia como
herramienta necesaria para el estudio, detección y tratamiento de posibles
tumores o infecciones tendentes a convertirse en cáncer.
Esta realidad es cada vez más evidente cuando 2 de cada 5 mujeres
deben someterse a procedimientos quirúrgicos abruptos que incluso, llevan a
la necesaria mastectomía y al sometimiento de radiaciones y quimioterapias
cuyos efectos físicos se materializan en un estado de salud paupérrimo.
Por otro lado, el desinterés, la falta de convicción en el tratamiento, la
espera de la muerte, las depresiones, la falta de dinero, entre otros,
representan principales factores que aceleran el proceso de deterioro físico y
emocional del paciente.
En este contexto, Venezuela, no escapa de esta situación, pues
diversas instituciones no gubernamentales, así como el mismo Ministerio de
Salud indican que las cifras de cáncer de mamas son alarmantes. Si se
contrastan estas afirmaciones con las informaciones dadas en centros de
salud por médicos o enfermeras, hasta por los mismos familiares y
pacientes, se evidenciará la importancia de la estabilidad emocional en el
proceso de tratamiento. Debido a que Ruiz (1998) ha sostenido que “la mejor
cura para cualquier enfermedad es la risa y la buena cara, pues son retos
que deben ser superados, pero ante los cuales el entorno desempeña papel
decisivo” (p.145).
Guayana, por ejemplo, refleja lo que hasta ahora se ha expuesto,
sobre todo cuando se visualiza en entidades de salud pública como
“Guaiparo”, “Uyapar”, incluso, en los Centros de Rehabilitación Integral,
personas que padecen de cáncer de mamas sin compañía al practicarse
quimioterapias o radioterapias. Mujeres que deben permanecer en
habitaciones de observación hasta tanto pasen los efectos del tratamiento,
por cuanto no tienen personas que las ayuden; mientras que otras afirman la
preocupación en gastar dinero en tratamientos si el resultado siempre es
fatal.
Asimismo, muchos de los hijos, hermanos, vecinos de las pacientes se
interesan en conseguir el dinero para abastecer los gastos de la enfermedad,
sin considerarse en los muchos casos, el estado emocional de la víctima,
cuya incidencia en la posible cura está ya harto expuesto.
Es por ello, que surge la necesidad de preguntarse ¿En qué situación
psicoafectiva y económica se encuentran las mujeres víctimas de cáncer de
mamas? ¿Qué factores emocionales inciden en el proceso de tratamiento y
recuperación de personas enfermas? ¿Qué incidencia psicoafectiva y
económica produce en el paciente víctima de cáncer de mamas su
diagnóstico y tratamiento?
Objetivos
General
Analizar la situación psicoafectiva y económica de las mujeres
víctimas de cáncer de mama.
Específicos
Identificar los factores emocionales que inciden en el proceso de
tratamiento y recuperación de personas enfermas.
Describir los efectos físicos que generan en el paciente víctima de
cáncer el estado anímico.
Determinar la incidencia psicoafectiva y económica que produce en el
paciente víctima de cáncer su diagnóstico y tratamiento.
Justificación e Importancia
De acuerdo a los objetivos planteados y considerando la problemática
desarrollada anteriormente es posible comprender la importancia y
necesidad del estudio desde diferentes puntos de vista a saber:
Desde el punto de vista institucional, permitirá que el plantel se perfile
como centro del quehacer científico e investigativo.
Considerando el aspecto social y afectivo, permitirá ofrecer
información general sobre la importancia de la atención emocional en el
paciente con cáncer además del económico.
En relación al punto de vista metodológico, la investigación ofrecerá
referencia en el diseño, tipo de estudio así como en los instrumentos y
técnicas más idóneas para recolectar la información objeto de análisis.
Con respecto al aspecto social, permitirá que la comunidad inmediata
disponga de fuentes referenciales en el centro educativo en curso, sobre
todo como sustento para proyectos o programas a desarrollar por los
consejos comunales, entre otros.