Post on 23-Dec-2015
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CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
1.1.- Planteamiento del Problema
En la actualidad, en los diversos sectores de la economía del mundo, el
principal cliente de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) ha
sido el sector financiero y la administración pública. La evolución de las TIC en las
últimas décadas ha sido extraordinaria en capacidad y en coste. El desarrollo
alcanzado por Internet como medio de comunicación está produciendo un intenso
cambio del modo en el que los agentes económicos interactúan en los mercados.
Así mismo, la importancia de dicha tecnología en el ámbito empresarial
supera la ampliación de la oferta de productos o servicios porque, como señala Canals
(2001), “impulsa la aparición de nuevos modelos de negocio que pueden llegar a
transformar los sectores económicos en que se aplica, condicionando la estrategia y el
posicionamiento tanto de las empresas tradicionales, como de las innovadoras”
(p.45), este autor hace referencia a la búsqueda de las nuevas formas de buscar que
las organizaciones estén actualizadas en la actividades que realizan para un mejor
auge del producto que esta distribuya, tomando en consideración las nuevas
tecnologías como punto de partida de innovación.
Además, desde el punto de vista de la oferta de productos y servicios
financieros, las entidades financieras encuentran en Internet un medio global que va
más allá del canal a través del cual pueden dar a conocer sus productos. A la facilidad
que proporciona en la tramitación de los pedidos se le une la conveniencia que ofrece
en la centralización de órdenes de pagos, ambas sin apenas intervención manual y de
forma instantánea.
Los beneficios antes mencionados también se extienden a la vertiente de la
demanda. Los consumidores pueden acceder a una oferta más amplia y versátil sin
necesidad de desplazarse hasta el punto de venta, reduciendo el tiempo y los costes
necesarios para materializar sus planes de consumo.
En la República Bolivariana de Venezuela (RBV), el sector bancario ofrece
servicios financieros que no requieren el intercambio físico del producto, y cuya
transacción puede materializarse a través de un contrato establecido electrónicamente.
Dada la naturaleza virtual de los servicios financieros es previsible que el desarrollo
de la banca por Internet tenga un gran impacto sobre el sector bancario venezolano.
Tanto la estructura como la rentabilidad de las entidades financieras se verán afectada
por la implantación actual y previsible generalización posterior de Internet en el
sistema financiero de la RBV.
Actualmente existen puntos de vista diversos sobre el desarrollo futuro de la
banca por Internet y su impacto sobre el sector bancario. Algunos académicos y
profesionales han mantenido que Internet es un canal de distribución sin capacidad de
alterar las reglas competitivas del sector. En cambio, otros expertos afirman que la
banca por Internet constituye, en sí misma, un nuevo modelo de negocio dentro del
sector bancario que, además, transformará el modelo de negocio de las entidades
tradicionales. Según Ortiz (2002) “afirma que el número de usuarios de banca por
Internet creció de 700,000 en el 2000 a 2.4 millones en el 2001 y se espera que para
el 2005 llegue a 4.5 millones” (p.1), el presente autor infiere en la capacidad de
aumento de la banca electrónica en el transcurso de un año dejando en la imaginación
el aumento de los venideros años.
Cuando Internet con banda ancha sea accesible (conexión) y asequible
(precio) para el hogar medio en los países desarrollados, la mayoría de las
operaciones financieras se realizarán por Internet. A medida que se superen algunos
problemas tecnológicos relacionados con la seguridad y la velocidad de la
transmisión de la información, es muy probable que se produzca una convergencia
gradual entre los bancos online, que aumentarán su presencia física (número de
sucursales), y la banca tradicional que se transformará, si no lo ha hecho ya, en banca
multicanal.
Por tanto, cabe esperar un proceso simultáneo de apertura (banca online) y
cierre (banca tradicional) de sucursales. De esta manera, el marco competitivo del
sector bancario quedaría claramente alterado por una reducción de las barreras de
entrada (no es necesaria una extensa red de oficinas) y por la coexistencia y probable
convergencia de dos modelos de negocio diferentes. Desde un punto de vista
institucional, según indica Bernabé (2002), “en el sistema financiero tradicional
podemos establecer en la actualidad tres parcelas de actividad diferenciadas: área
crediticia, área de valores y área de seguros y previsión”.
Por otro lado, abordamos ahora la situación actual y las perspectivas futuras
de las sucursales tradicionales. La red propia de oficinas continúa siendo el principal
canal de distribución de los productos y servicios financieros. Dado el desarrollo
alcanzado por las TIC en las últimas décadas y el progresivo deterioro de los
márgenes financieros, es comprensible que las entidades de depósito se cuestionen la
necesidad de mantener amplias redes de oficinas y las funciones que deben realizar
las sucursales.
En realidad, una red de oficinas es el resultado histórico de una acumulación
de decisiones tomadas a lo largo de los años en función del entorno competitivo
existente en cada momento y lugar. Cabe añadir, que la rígida regulación bancaria de
los años 60 y 70 prácticamente limitaba la competencia a la apertura de oficinas.
Actualmente es difícil saber si el mantenimiento de una amplia red de
sucursales es una ventaja competitiva y una barrera defensiva o si, por el contrario, es
un canal de distribución ineficiente y una fuente de problemas futuros. Otros
problemas derivados del mantenimiento de redes bancarias son la cuestión de la
dimensión necesaria de la red, el tamaño de las oficinas y sus funciones.
Por ello, la banca tradicional la oficina bancaria desempeña un papel
fundamental y se consideraba un elemento competitivo en el que la distribución era el
factor de mayor peso. En la sucursal tradicional orientada al producto, las
herramientas de acción comercial se utilizan para empujar el producto, comunicando
una supuesta superioridad del mismo y con instrumentos de venta simples (folletos).
Los empleados, a menudo detrás de una ventanilla, son pasivos; es decir, esperan a
que entre el cliente por la puerta y solicite un servicio o producto.
En consecuencia, a lo descrito anteriormente la autora presenta en este estudio
monográfico un análisis comparativo entre la banca electrónica y banca tradicional en
la RBV, para ello, se tomaron en consideración una serie de interrogantes que
ayudarán al desarrollo del mismo y que a continuación se describen: ¿Cómo es la
estructura actual de la banca tradicional de RBV?, ¿Cuáles son los beneficios de la
irrupción de Internet en el entorno competitivo del sector bancario?, ¿Cuál es la
diferencia de los modelos de negocio de las entidades tradicionales y de las entidades
online?. Estas interrogantes ayudarán a entender por qué y para que del estudio
monográfico presentado por la autora.
1.2.- Objetivos
General:
Realizar un análisis comparativo entre la banca electrónica y la banca
tradicional en la RBV.
Específicos:
Estudiar la estructura actual de la banca tradicional de RBV
Identificar los beneficios de la irrupción de Internet en el entorno competitivo
del sector bancario.
Realizar un estudio comparativo de los modelos de negocio de las entidades
tradicionales y de las entidades online.