Post on 13-Jul-2022
EL FUTURODE LA DANZAVioleta Konsulova(Servicio Especial de Prensa Latina)
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La inmensa mayoría de los especialistas que asistieron a la Conferencia Teórica que se organizóm¡entras se desarrollaba el IVConcurso Internacional de Balletde Varna, coincidieron en sugerir eltema "El Futuro del Arte del Ballet" como base de discusión. En
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cierto sentido, esa es una temática ilimitada, que incluye las tendencias que han surgido en elballet contemporáneo y nos llevaa lo que vendrá mañana, a todaslas hipótesis posibles, incluso lasmás sorprendentes, que se refierena una etapa posterior, poco ligada
todavía, por lo menos en formadirecta, a la práctica actual.Es indiscutible que la naturalezadinámica del arte del ballet tienea su favor el dinamismo de laépoca contemporánea, pues hoysus posibilidades adquieren un relieve particular entre los otros
géneros musicales y escemcos. Eldesarrollo del ballet, los cambiosinternos y externos que en él sehan operado, son cosas claramentevisibles. En este sentido es en elque hay que conceb;r la elecciónde este tema como objeto de unadiscusión teórica, y quizás tambiéncomo intento de una síntesis, el1diferentes puntos, de los procesosde cambio que se verifican en elballet contemporáneo y que conformarán sus características futuras.Por supuesto, que el hecho de en-
• trar en estas materias no significaen modo alguno, que se pretendatratar todos los problemas que hansurgido. Los enfoques de estaConferencia, de dos días de duración, tampoco podrían agotar eltema, no obstante la participaciónde eminentes especialistas de diversos países, cuya experienciapersonal refleja, en diferentes aspectos, las tendencias del futuroen el arte del ballet. Consideramos muy valiosas sus opiniones,y esperamos que tengan a biencompartirlas con nosotros en eltranscurso de este encuentro.
Cuando se habla de las modificaciones que sufre un arte, habríaque buscar también su impulsoinicial. Según los principios de laestética. del materialismo marxista, que nosotros profesamos, loscambios en la esencia artística delarte llegan como un reflejo delmundo que nos rodea. Y para expresarlo en términos más precisosaún, las relaciones sociales exis·tentes en la realidad, dictan también nuestra idea de la belleza,nuestro ideal artístico. Y si hubiera que señalar los rasgos duraderos de este ideal habría que incluir, por necesidad, la idea de launidad de las cual idades morales
y fisicas del hombre, de la grandeza y el espiritu de continuidadde sus acciones, de su tendenciafecunda y constante a manifestarse como unidad social. Las confrontaciones artísticas can el idealexistente son siempre históricamente concretas, precisadas porlas contradicciones que surgen enla sociedad.La sociedad contemporánea estásacudida por explosiones sucesivas, más 3.gudas y más fuertesque en cualquier otra época anterior. En otras palabras, su desarrollo en revolución permanentemodifica sin cesar, hace más nítidala idea de lo bello, del ideal artistico. Paralelamente a los problemas fundamentales de la sociedad contemporánea, tales como larevolución cientifica universal quetraza ya, por una parte, un porvenir insospechable para el hombre, y por la otra, el temor cons-'tallte de una conflagración atómica aniquiladora; simultáneamntecon los conflictos sociales extremadamente agudizados, es muyposible que haya otros problemas,más o menos importantes, que determinen también las cualidadesespirituales del hombre contemporáneo, sus tendencias estéticas.Ciertamente, no es fortuito el hecho de que el teatro contemporáneo siga politizándose en todos losgéneros y comprometiéndose, cadavez de una manera más determinada, en los cambios sociales quese establecen. En las obras de lapráctica artistica contemporánease hace sentir de una maneracada vez más tangible, la negación de la existencia presente de la humanidad, en nombrede un mañana dinámico, libre deinjusticias sociales. En algunos
casos los creadores artísticos pronostican un porvenir casi peor queel que vaticina la inteligenciacientífica, con sus métodos matemáticos.Sería difícil afirmar que el artedel ballet, en su evolución haciael futuro, queda excluido de uncompromiso determinado respectoa los cambios que ocurren en elproceso de la sociedad contemporánea. Sus marcos temáticos habituales sufren fuertes violaciones y lo mismo sucede con elcirculo usual de estos temas. Elballet clásico está superando ya,de una manera decisiva, no sólamente los marcos de la narracióno del cuento romántico o fantástico, sino también los intentos deestilización estética de los modeloshistóricos o folklóricos. De unmodo todavia inseguro qUlzas,pero completamente decidido, elballet se acerca, cada vez más,al aliento quemante y duro de losproblemas que se desprenden directamente del sentido rle nuestraexistencia en la época actual.De manera que la esfera de losproblemas sociales, morales y psicológicos tratados por e; arte delballet se ha ampliado enOrmemente. Y en el futuro to<'avia seampliará más, pero el elementoesencial en nuestro pronóstico seria la conclusión de que el futurodel arte del ballet se dibuja,esencialmente, en la mutabilidad,en el enriquecimiento de su ,contenido, que dicta también transformaciones fundamentales en susformas.Junto con una conclusión de estetipo, también merece ser esclarecido el problema de la correlación de ciertas categorías estéticas,respecto al arte del ballet, y en
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primer plano la existente entre elprincipio emotivo y el racional entre sí. Los cambios ocurridos en lasociedad contemporánea, que hanllevado a determinadas transformaciones en la manera de pensaren la época actual, están predeterminados, hasta cierto punto, porla especificación científica de la.información . obtenida mediantemétodos cada vez más perfectos.Esta prioridad de la información científica hace lógicos, deuna manera especial, los procesos artísticos, ineluso cuando seutilizan como argumento a favmdel carácter no-arbitrario de laconciencia humana. No se trata deningún modo, en estos casos, depréstamos temáticos ordinarios delterreno del pensamiento puramente científico, que pueden adquirirsu visión artística en el arte delballet -aunque se hayan realizadopréstamos de este tipo- sino másbien de la complejidad de las categorías filosóficas y morales, complicadas por conocimientos científicos recientemente adquiridos, asícomo la salida de su adecuada manifestación emotiva, en el artecoreográfico clásico. Naturalmente, hoy la simple perfección delelemento racional ante el elemento emotivo o a la inversa,sería esquemático e impreciso yel arte coreográfico contemporáneo difícilmente podría utilizarlocomo un medio. Pero descubrir, opor lo menos seii.alar, los procesosde la rectificación científica actualen el pensamiento artístico emotivo es, nos pa,rece, una labor tentadora para esta conferencia.La segunda cuestión, por orden deimportancia, después de los cambios en el contenido y del concepto de lo bello, en el arte del ballet,
es el cambio en los medios de expresión. Su cambio procede, comoya hemos dicho, de la asimilaciónde nuevos objetivos artísticos, dela necesidad de expresar nuevosvalores emocionales. Evidentemente, el lenguaje coreográfico de ladanza clásica ya no es el que era,por ejemplo, a fines del siglo pasado, cuando la reglamentacióndel léxico fundamental' ya eraconsiderado como casi terminado.De un modo general, su armoníaartística es violada por la aspiración a encontrar nuevas formasabsolutas que expresen estados deánimo perfectamente determinados. La época contemporánea señala una pulsación capr;chosa enel esbozo de la danza, una nuevaamalgama de medios de expresiónque se han ido tomando del folk-
. lore, de las danza.s modernas, laacrobacia, el deporte y las escuelasplásticas.Después de la cristalización sucesiva, viene de nuevo un período de3.cumulaciones empíricas, de nuevos descubrimientos en las manifestaciones plásticas, que exi stenparalelas, y al mismo tiempo, quela danza clásica. Y, ¿por qué seha tomado, precisamente, de estastendencias?
Quizás porque están más próxImasa los mov'mientos que existen enla vida real, que se someten, pocoa poco, a la abstracción en la esfera de la danza clásica. Pero ¿cuálserá la orientación de su esclarecim'ento en el futuro? Dependetambién de una ca-subordinacióncompleja de la danza a las leyesde la música y del teatro, respectivamente, dentro del marco de lascuales ha adquirido su importancia escénica. Desde que en la prehistoria, quedó particularizada co-
mo parte del r'tual religioso, hastala creación, relativamente nueva,del espectáculo global, la danza sigue purificando su autonomía y susíntesis. En el futuro, podrá desligarse de la importancia auxiliar delas leyes del teatro y de la música para penetrar plenamente en su"muda" belleza, lo que significaque su propio arsenal debe adquirir otro relieve; o bien, en una nueva etapa, volverá naturalmentehacia su fusión total con la palabra, el canto y el juego de la pantomima: he aquí otro tema de discusión. Existen síntomas de evolución en ambos sentidos; tambiénserá interesante oír algunas conjeturas en cuanto a este problema.
El patrimonio que constituyen lasobras clásicas tradicionales, representa un problema particular enel desarrollo del arte del ballet.El carácter perenne que tienen establecido, garantiza un número incalculable de representaciones escénicas. Dado que en la existenciade las obras maestras del ballet setrata no solamente de la preservación del tema o motivo temático'y de la música escrita para él, sinoque muy frecuentemente se tratatambién de la preservación de l~
escritura coreográfica, el problema, en sí mismo, es muy complejo.Actualmente, coexisten dos tendencias fundamentales en la actitud hacia la herencia clásica delballet: la de una estricta conservación del espectáculo según elmodelo establecido como original,y la de conservar en general elestilo de la obra con una nuevainterpretación libre de su contenido emocional y su significación,aceptando incluso algunas modificaciones en el texto coreográfico.Tamb'én hay extremos en la inter-
pretación completamente libre deciertas obras conocidas, no conformes con una tradición históricadeterminada; sin hablar de experiencias anti-artÍsticas en la readaptació" de esta herencia, quepor otra parte, no podrían ser objeto de nuestra atención. Difícilmente podríamos fijarnos de unamanera def;nitiva, en lo que leconcierne a una de estas dos concenciones fundamentales.¿Cuándo es necesario preservarintacto el modelo clásico? I.A cualquier precio y en toda representación de la obra seleccionada?¿Acaso poner esto en práctica noconduciría a una solución única,que empobrecería los derechos dela obra clásica, su pluralidad deaspectos internos? Pero por otraparte, el no conservar la tradición,y esencialmente el renunciar altexto coreográfico. ¿no conduciría a la destrucción de los ejemplo~ clásicos, a la despersonalización de la época histórica que reflejan? ¿Qué sería lo determinanteen este caso, la fidelidad hacia elcompositor, o la fidelidad· hacia
el maestro de baIlet que ha puestola obra en escena?y todavía una pregunta más, nomenos importante, ¿es posible -uobligatorio- reflejar vivencias actuales en la obra, mediante unaconstrucción escénica establecidaen el pasado?Siempre resulta que la modificación del criterio social de lo bellocrea invariablemente nuevas dimensiones de la herencia clásicay, en este sentido, le imprime unaimportancia no estática, sino dinámica. Lo importante es establecero señalar estas tendencias prácticas que, de la manera más fecunda,crean el derecho a la existenciaulterior de los modelos del balletclásico.
La educación global del artista deballet es, ind'scutiblemente, unacuestión importante ligada al porvenir del arte coreográfico. Por elmomento, los cuerpos de balletcontemporáneos nos dan garantíasalentadoras en cuanto a las crecientes posibilidades técnicas delos baila,rines de ambos sexos enla época actual. El no-profesionalismo o el semi-profes'onalismo,con su limitada formación coreográfica, está a punto de desaparecer.Se han realizado logros, no solamente cuantitativos, sino tambiéncualitativos. La maestría de las formas de la danza, aparece en unaforma cada vez más precisa y máselevada. Su asimilac'ón acusa también ciertas particula'ridades nacionales. ¿Acaso deben detenerseahí los ejecutantes? El nuevo acervo lio sólo físico, sino tambiénpsíquico, la transformación de losmedios de expresión en el espectácu lo del ballet contemporáneo¿acaso no amplían las exigencias
en cuanto a la formación de losartistas?El problema es tanto estético comopedagógico. Estético, en la medid"en que trata de la responsabilidadartística del ejecutante respectoa la del maestro de balIet: ¡,qué eslo que hay que orear? ¿Un hombre-robot, un instrumento virtuosoen manos de un director de escenao bien un ca-creador esp'ritual?En el futuro ¿cuál de estas doscualidades vencerá en el artistade ba.llet? Como hemos dicho anteriormente. el problema es también pedagógico. ¿hasta qué punto se mantendrán en el futuro lasdisciplinas que se han estudiadohasta ahora? ¿Se ampliarán en loque se refiere a la plástica, lasdanzas modernas. la pantomima, etc.? Un problema de este tipoencierra igualmente sus tendenciasfuturas, que pueden ser descubiertas en el desarrollo de nuestroConcurso. No es menos interesantela aparición de una tendenciafutura: partiendo de diferentesescuelas pedagógicas nacionales,avanzar hacia una escuela unificada, o hacia una mayor y másclara diferenciación de las mismas.Parece que el experimento siguesiendo el método más justo para lasolución de todos los problemas.Hay que experimentar. buscar elcamino del ballet hacia el futuro.Lo esenCIal es no olvidar que e'¡cri terio de estas búsauedas es labelleza del hombre. física y espiritualmente armonioso, en honorde la cual. aún hov, sigue existiendo el arte de la danza.
Ponencia presentada en la COnferenciaTeórica Internacional celebrada duranteel V Concurso Internacional de Ballet deVarna, Bulgaria 1970.
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