Post on 10-Feb-2016
La importancia del uso de las rúbricas en la evaluación docente.
La rúbrica es un instrumento de evaluación basado en una escala cuantitativa y/o
cualitativa asociada a unos criterios preestablecidos que miden las acciones del
alumnado sobre los aspectos de la tarea o actividad que serán evaluados. Desde
estos criterios “se juzga, valora, califica y conceptúa sobre un determinado
aspecto del proceso” y se establecen niveles progresivos de dominio o pericia
relativos al desempeño que una persona muestra respecto de un proceso o
producción determinada.
Es una herramienta poderosa para evaluar, porque promueve expectativas sanas
de aprendizaje, en tanto clarifica cuáles son los objetivos que el docente espera
que los estudiantes cumplan y de qué manera pueden alcanzarlos los estudiantes.
En ese sentido, orientan al maestro para que determine de manera específica los
criterios con los cuales va a medir y documentar el progreso de los estudiantes,
permitiéndole describir cualitativamente los distintos niveles de logro que estos
deben alcanzar. Su aplicación provee información sobre la efectividad del proceso
de enseñanza que el docente está utilizando y ayuda a mantener el o los logros
del objetivo de aprendizaje centrado en los estándares de desempeño
establecidos y en el trabajo del estudiante, a partir de un registro claro y preciso.
Constituyen una herramienta al servicio de la mejora en el desempeño, porque
reducen la subjetividad en la evaluación, de manera tal que los estudiantes
evalúen y analicen la versión final de sus trabajos o tareas, antes de ser
entregadas al docente. A su vez, proporcionan a los estudiantes retroalimentación
sobre sus fortalezas y debilidades en las áreas que deben mejorar y permiten que
los estudiantes conozcan los criterios de calificación con que serán evaluados,
pero sobre todo, el estándar de desempeño que reflejara calidad en sus trabajos.
Finalmente, promueven la responsabilidad, la autorreflexión y proporcionan
criterios específicos para medir y documentar su progreso. Pueden ser utilizadas
para mejorar las tareas cuando estas son deficientes. Las rúbricas pueden ser de
dos tipos: globales u holísticas y analíticas. La rúbrica global u holística es aquella
que permite hacer una valoración de conjunto del desempeño del estudiante
sin determinar o definir los aspectos fundamentales que corresponden al proceso
o tema evaluado. Como su nombre lo indica, permite hacer una valoración general
o de conjunto de un determinado aspecto. A diferencia de la rúbrica global, la
rúbrica analítica es mucho más compleja, amplia y definitiva para la evaluación,
puede proveer retroalimentación más precisa al estudiante sobre su ejecutoria.
Algunas de las características de las rúbricas son claramente beneficiosas para
los procesos de enseñanza-aprendizaje, tanto para profesores como alumnos, en
especial las siguientes:
Son fáciles de usar por el profesor y de explicar a los alumnos.
Dejan claras las expectativas de los profesores, lo que se transforma para los
alumnos en seguridad sobre cómo alcanzar lo que el profesor espera que ellos
sepan hacer.
Los alumnos tienen mucha más información sobre sus fortalezas y debilidades en
la asignatura que en otro tipo de evaluaciones (retroalimentación).
Fomentan el aprendizaje y la autoevaluación: los alumnos evaluados por medio
de rúbricas desarrollan más capacidades que los evaluados por otras formas más
tradicionales.
Facilitan el desarrollo de las competencias.
Facilitan la comprensión global de los temas y la internalización de las
capacidades.
Ayudan a los alumnos a pensar en profundidad.
Incrementan la objetividad del proceso evaluador: los criterios son conocidos de
antemano, no pueden ser modificados arbitrariamente.
Sirven para evaluar procesos, no solo resultados.
Promueven la responsabilidad de los alumnos, que en función de los criterios
expuestos pueden revisar sus trabajos antes de entregarlos al profesor.
Facilitan al profesor las explicaciones a los alumnos sobre las calificaciones ante
las revisiones de estas.