MISTERIOS, CONFUSIONES Y MALEFICIOS

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Cuento de terror escrito por alumnos de Segundo Ciclo de E.P.B.

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Cuenta la historia que en un pueblo muy lejano a este lugar y a estos tiempos, sucedió algo inexplicable a la razón humana.Una noche, llovía torrencialmente, los rayos que caían del cielo abrían la luz de aquella inmensa oscuridad que todo lo cubría y nada dejaba ver.En una precaria vivienda de aspecto muy humilde y deteriorado por el paso inevitable de los años, se oían los gritos desesperados por el sufrimiento de una mujer, que estaba por dar a luz.

Mientras tanto en el pueblo, la gente se reunía por un rumor que corría hacía mucho tiempo por allí. Se creía que la mujer estaba vinculada a la brujería y a los maleficios. No iban a permitir que naciera el niño porque pensaban que iban a traer desgracia y maldición a todo aquel lugar.Tanta gente enfurecida y enojada que

no quería escuchar las explicaciones que pudieran darle la pobre y desdichada mujer, que yacía por el agonizante dolor de la espera de su hijo, y su marido, un hombre que era capaz de dar la vida por su esposa y la criatura.

Gritos amenazantes, cuchillos afilados y antorchas de fuego ardientes en busca del castigo y sacrificios a la maldecida familia venían acercándose a lo lejos. En medio de una noche oscura y cercados por la nada, el sonido de un búho que merodeaba desde hacía varios días a la vivienda anunciaba el triste y penoso hecho . . .

Llegó el momento, nacieron dos bebés muy lindos pero muy diferentes. La madre sufrió mucho durante el parto. Minutos después ella murió, no pudo sobrevivir a tanto sufrimiento..El padre quedó muy triste por la desgracia ocurrida a su esposa y a sus hijos que habían quedado sin su estimada madre.

Los vecinos furiosos, escucharon llantos desesperados que salían de la casa. Enojados decidieron entrar, pero en

ese momento rogándoles pudo salir el padre y pedirles que por favor, no maten a sus criaturas, que eran lo único que les quedaban.La gente respondió enojada y

sorprendida:- ¡Entonces son dos! No es como

creíamos.- ¡Noooo! Es uno sólo ¡están muy

equivocados! – Lo dijo para salvar aunque sea a uno de sus hijos.

Con miedo y agitado entró a la casa, cerró la puerta con llave y aseguró todas las ventanas. Muy nervioso, asustado y atemorizado escondió a uno de los bebés en un mueble pequeño y tenebroso, que estaba en las sombras del sótano de la casa. Escapó por la puerta trasera con un hacha para defenderse; estaba espantado, temblando, con escalofríos de horror y dolor, pero esperaba salvarlos. Todavía llevaba en sus brazos a uno de sus hijos; sorprendidos y arrebatados por la muchedumbre fueron golpeados hasta morir por la cantidad de vecinos que, enfurecidos y enceguecidos, llegaron para terminar con el maleficio.

Para asegurarse, quemaron la casa con las antorchas de fuego. Las llamas ardieron y el fuego se expandía rápidamente, se escuchaban los ruidos de las maderas que se desarmaban y que caían del techo, las chispas se alcanzaron a ver desde lejos y el calor llegaba tan intenso que quemaba.

Comenzó a amanecer. El fuego se había apagado. De repente una familia que pasaba por allí, escuchó llantos de una criatura. Se acercaron. Con una linterna revisaron entre las cenizas y maderas carbonizadas. Vieron un mueble oscuro, lo abrieron y con cuidado lo revisaron. Encontraron a un bebé. Ellos no sabían que estaba “maldecido”, lo llevaron al médico y lo adoptaron.

Pasó mucho tiempo. Ocurrió un extraño accidente. Los padres adoptivos murieron. El

chico sobrevivió.Él caminó sin prisa por la orilla del sendero que

serpenteaba a lo largo de un río. Había un sol rojo, grande, las nubes lo cubrieron, dejando el lugar a oscuras. Desde lejos una voz siniestra lo guió. Era

una voz de una mujer. En ése mismo momento dos voces más se sumaron: la de un hombre y la

de un bebé que lloraba...

Franco, que así se llamaba el chico, empezó a sentir mucho miedo. Tres sombras oscuras flotaron en el aire y le dijeron:¡Somos tu familia! ¡Tienes que vengarte!

Él llegó a un pueblo abandonado que le pareció conocido. No supo cómo llegó hasta allí. Había estado inconsciente un par de horas. Sintió escalofríos. Se detuvo en un lugar. Recuerdos familiares llegaron a su mente: gritos amenazantes, cuchillos afilados, antorchas de fuego...

Al final esta historia inexplicable con muchos misterios que ocurrieron en un pueblo muy lejano en una noche trágica y terrorífica concluyen así: ¿Cómo sabía el pueblo que la mujer estaba vinculada a

la brujería y a los maleficios? ¿Por qué iba a traer maldición el niño a la

comunidad? ¿Quién de las dos criaturas que nació esa noche tenía la maldición?

¿Quién sobrevivió?Se contarán los hechos difíciles de

explicar buscándoles una respuesta:

Meses antes del nacimiento de los bebés, el médico del lugar le diagnosticó una enfermedad que podía poner en peligro la vida de los pequeños y de ella. La madre desesperada buscó la casa de una mujer hechicera pensando que iba a resolver sus problemas. Esta desdichada tomó los consejos de la hechicera y comenzó el ritual.

Un pueblerino pasaba por allí recolectando leña, oyó ecos aterradores; se asomó por la ventana de aquella casa y observó a la dueña haciendo un culto extraño. Este hombre joven corrió espantado y lo contó a la primera persona que se encontró y así fue de voz en voz.

Como estaba embarazada y al verla en medio de la ceremonia, todos pensaron que la descendencia de ella, iba a traer desgracia a la población. En esa noche tan penosa nacen dos criaturas inocentes, sin maleficio. El pueblo juzgó y sentenció a estas criaturas sin razón y por actitudes de la madre.

Llegó el momento en que la muchedumbre se acercó a la humilde morada para exterminarlos y que no haya maldición (¿Qué maldición?) ¿Quién llevaba la maldición? ¿Por qué debía vengarse Franco? . . . ¿Se vengará? . . .