Post on 18-Feb-2016
Introducción Cuando se habla de niños de la calle la mayoría de las personas piensan en
una población homogénea, sin embargo a través de los estudios realizados, se evidencia
una población heterogénea con diferentes características lo que supone también diversas
alternativas de solución. Una de las soluciones es indiscutiblemente mejorar la calidad de
vida de la familia.
Los mitos se van construyendo a través de personas influyentes en la sociedad.
La mitología siempre ha sido coetánea de los seres humanos. El individuo sabe que, para
convivir en la comunidad en la que nació, debe adaptarse al orden de la vida existente
en ese momento. En general, existe una minoría, la cual se ve como una fuente de
constante peligro del orden y la tranquilidad social. Se considera que esta minoría debe ser
aislada para que no perturbe ese orden.
En la actualidad los medios de comunicación juegan un rol importante en
la construcción de los mitos, como es el caso concreto de los niños de la calle, cuya
población es considerada una minoría desviada. La prensa publica artículos, en
determinados momentos, que son recogidos por el político de turno y en especial en
momentos pre o post electorales. Para los teóricos de la mitologización existen tres fases
en la creación del mito:
- creación de una idea de peligro
- propuesta de explicación
- promesa de solución.
Con el tiempo tendrán hijos que, a su vez, reproducirán el mismo proceso de
marginación. Sencillamente porque entre una y otra generación no ha mediado ninguna
intervención social eficaz y global que rompa el proceso.
Pertenecen al estrato inferior de nuestra sociedad industrial, que vive en una
situación de carencia económica extrema, con escasas posibilidades de acceder a
los bienes y recursos en la comunidad, con una calidad de vida muy baja en contraste con
esa sociedad.
En las siguientes páginas presentamos las informaciones obtenidas.
Marco referencial conceptual
DEFINICIÓN: "Niños de la calle es un término cada vez más reconocido por sociólogos y antropólogos
para categorizar a un grupo social que realmente no está definido, ni forma
una población o fenómeno homogéneos. (Vid. Glauser, 1990; Ennew, 2000; Moura, 2002).
Por tanto, con niños de la calle nos referimos a niños de una enorme variedad de
circunstancias y características que resultan difícilmente catalogables para los servicios
sociales o asesores políticos. De cualquier modo, son niños y niñas de todas las edades
que viven y trabajan en espacios públicos, y son visibles en la gran mayoría de los centros
urbanos de todo el mundo."
"La definición de niños de la calle está aún en discusión, pero muchos de los
responsables de la redacción de políticas para la UNICEF utilizan este concepto para
referirse a menores de 18 años para los que "la calle" -incluyendo bajo este término
inmuebles abandonados y descampados- se ha convertido en un hogar y en su medio de
vida, y que se encuentran en un estado de desamparo e indefensión. (Black, 1993)"
Con niños de la calle se denomina a los niños que viven en las calles de una ciudad,
privados de atención familiar y protección de un adulto. Los niños de la calle viven en
edificios abandonados, cajas de cartón, aparcamientos, estaciones en desuso o en
cualquier rincón donde puedan dormir sin ser agredidos ni descubiertos por la policía. Es
difícil encontrar una definición precisa que pueda definir la enorme variedad de
circunstancias en las que estos niños de la calle viven día a día. Sus condiciones son muy
heterogéneas, desde niños que pasan todo el día en la calle y duermen en casa, con unos
padres poco capacitados para atenderle adecuadamente; a jóvenes totalmente
independientes que establecen sus propios grupos sociales, o comunidades de
drogadictos dedicados al robo. De cualquier modo, la UNICEF ha establecido dos
categorías definitorias de este término:
Niños de la calle son aquellos que están relacionados con algún tipo de actividad
económica, que va desde la mendicidad a la venta modesta. La mayoría de ellos vuelven a
casa al final del día y contribuyen con sus ingresos a la economía familiar. Ocasionalmente
pueden asistir a la escuela y normalmente mantienen cierto sentido de comunidad familiar.
Debido a la precariedad de la situación económica familiar, estos niños pueden verse
eventualmente empujados a una estancia más permanente en la calle.
Niños de la calle también son aquellos que realmente viven en la calle, fuera de un
medio familiar convencional. Los lazos familiares pueden existir todavía, pero son
mantenidos sólo ocasional o involuntariamente.
Entre las definiciones más comúnmente usada proviene de UNICEF y distingue dos grupos:
Niños en la calle: son aquellos que pasan la mayor parte del tiempo en la calle, pero que
tienen algún tipo de soporto familiar y vuelven a su casa por la noche.
Niños de la calle: pasan el día y la noche en la calle y están funcionalmente sin soporte
familiar.
Causas Varios son los factores causales que impulsan a niños, niñas y adolescentes a tomar la
decisión de no regresar a su casa y quedarse a enfrentar los peligros de la calle, algunos
de ellos son:
Ruptura de vínculos familiares y de las redes sociales de contención: Niños, niñas
y adolescentes desarrollan su cotidiano en espacios públicos, calles, terminal de ómnibus,
mercados, etc. durante el día y las noches, es decir “viven en la calle”, en busca de
recursos para la sobrevivencia. En la mayoría de los casos, se dan situaciones de violencia
intra familiar, malos tratos físicos y psicológicos de parte de los adultos, padres separados,
familias desintegradas, padres, madres, familiares y/o tutores maltratadores, alcoholismo y
abuso a las mujeres y los niños. Las cuales tienen como causalidad de fondo la extrema
pobreza de estas familias.
· Pocas políticas y programas de atención integral que aborden la problemática desde la misma calle para llegar a las familias y comunidades: La mayoría de los niños
han pasado alguna vez por hogares. Los mismos abandonan estos hogares debido a que
muchos no logran adaptarse totalmente al proceso de vida dentro de los mismos, siendo
para ellos mucho más atractiva la vida en calle.
La falta de alternativas de contención en la vida comunitaria: las comunidades,
asentamientos y barrios urbanos carecen de una planificación. Por lo tanto no existen los
espacios de recreación y mucho menos programas municipales o departamentales para la
utilización creativa del tiempo libre. Muchas veces, las calles resultan más atractivas que la
misma comunidad, por las malas condiciones de infraestructura y la falta de oportunidades
en el interior de la misma que en un marco de extrema pobreza genera el debilitamiento de
las redes sociales.
El precario nivel de ingreso de los adolescentes, jóvenes y las familias: Las
alternativas de generación de ingresos de las familias se dan en el marco de la
informalidad y la precariedad con pocas perspectivas de ingresar al marco del empleo
decente.
Entre las Consecuencias:
La ruptura del vínculo familiar expulsa a los niños, las niñas y adolescentes a la calle,
sin referentes adultos positivos, sin ninguna protección y expuestos a todo tipo de
riesgo.
Estos niños, se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad, son abusados
sexualmente, huelen cemento, cola de zapatero, en su mayoría consumen marihuana,
cracki, se involucran en actos delictivos, hurtos, etc. Teniendo experiencias de varias
entradas en comisarías, y algunos en el Centro Educativo Itauguá.
Duermen en sitios sucios, promiscuos, se alimentan por general de lo que consiguen a
través de la mendicidad o a través del robo.
Todos han abandonado la escuela, o nunca accedieron a ella, y no reciben ningún tipo
de capacitación
Efectos psicológicos en niños/as y adolescentes trabajadores de la calle
Los niños/as y adolescentes trabajadores de la calle asumen constantemente el
presente con gran esfuerzo psíquico y afectivo, en el marco de las relaciones sociales
inestables y discontinuas donde el consumo de droga deviene en un medio más, utilizado
para afrontar problemas de adaptación social, al medioambiente y
de sobrevivencia psíquica. La miseria, el grado de abandono y las carencias en el plano de
la salud, de la formación escolar y de la familia, hacen que la lucha por la supervivencia
sea un problema permanente. Se trata, en primer lugar, de la supervivencia física, psíquica
y social.
Estando en constante movimiento con el fin de protegerse, saben reconocer con
facilidad signos de peligro o de facilitación vinculados con la supervivencia en la calle que
guían en forma aislada las conductas. Esta circunstancia condiciona el aprendizaje de
las normas perceptivas, de evaluación y de comportamiento que organizan las relaciones
con el entorno y que van configurando la identidad.
Algunos niños y adolescentes se sienten discriminados, muchos presentan
sentimiento de rabia, rencor o tristeza. La sociedad los considera como algo natural y
válido en cuanto a estrategia de supervivencia. La actitud apática de la ciudadanía revela
la falta de conciencia sobre esta problemática. Los niños trabajadores de la calle se
desarrollan en un entorno inadecuado que al paso del tiempo y conforme a su crecimiento
se encuentran en una línea muy delgada de elegir y seguir por un buen camino de
desarrollo para ellos y nuestro entorno social, e incluso de convertirse en un niño de la
calle. La mayoría de ellos terminan siendo los delincuentes y adictos en nuestra sociedad,
y conforme ellos tienen hijos en esas condiciones los mandan a estudiar y trabajar a la
calle para su misma manutención.
Prevención
Prevenir la exposición de niños y jóvenes a la calle, a través de acciones afirmativas
dentro del núcleo familiar, así como atender de manera oportuna a los que actualmente se
encuentran en esa situación, mediante acciones articuladas de salud,
educación, alimentación, capacitación y reintegración familiar.
INSTITUCIONES QUE AMPARAN A LA NIÑEZ . La Ley 1680/01, Código de la Niñez y la Adolescencia, adecuada a los principios
de la Convención Internacional por los Derechos del Niño, la cual fue ratificada en nuestro
país en 1990 como Ley 57/90, es la que establece los derechos y deberes del niño, así
como cuáles son las instituciones encargadas de su defensa.
Según el artículo 37 del Código, el Sistema Nacional de Protección y Promoción Integral de la Niñez y la Adolescencia (SNPPI) organiza y supervisa la ejecución de las
políticas, programas y acciones nacionales de la niñez y a la adolescencia. Según el
Artículo 38 del Código de la Niñez y la Adolescencia, los recursos financieros de los que
dispondrá el SNPPI se hallan previstos en el Presupuesto General de la Nación y en los
Presupuestos Departamentales y Municipales. El Presupuesto del año 2009 fue
exactamente de 39.836.055.596 Gs. Aunque no disponemos del valor exacto del
Presupuesto del 2008, sabemos por fuentes de información que el del 2009 constaba de
5.000.000.000 Gs. más que el del 2008, por lo que se puede inferir que en ese año, el
presupuesto había sido aproximadamente de 34.000.000.000 Gs. A continuación, se
muestra el organigrama de los organismos encargados de la protección de la niñez y la
adolescencia:
Conclusión El trabajo que realizamos sobre los niños y jóvenes trabajadores de la calle nos ha
hecho analizar las causas que motivan a los mismos a desarrollar alguna actividad
económica a temprana edad (trabajo infantil); nos referimos a dos grandes factores que por
un lado el déficit económico, y el conflicto familiar, afirmando que estas familias poseen un
nivel social bajo.
Dentro de la explotación laboral encontramos a quienes realizan trabajos riesgosos
con ínfimos pagos, por ejemplo los que portan bultos pesados, así como aquellos que se
pasan más de cinco a siete horas diarias ofreciendo productos variados.
En cuanto al consumo de drogas, muchos lo hacen para satisfacer psicológicamente
el hambre que sienten, otros por simple gusto. Esto ocasiona a su vez efectos negativos en
su salud, así como también influye en su conducta social; se vuelven agresivos, sensibles,
cometen vandalismos y otros se dedican al hurto. Cabe destacar que no todos los
problemas conductuales se debe al consumo de sustancias nocivas; se comportan de esa
manera porque algunos han sufrido de maltratos en sus propios hogares.
También descubrimos los centros e instituciones que se encargan de acoger y
ayudar a los mismos, como la Unicef, la Codeni, Dequení, entre otros. El programa Abrazo,
que trabaja para la disminución del trabajo infantil, proyectos como la Fundación
Teresiana, Partidí. Este último con la finalidad de utilizar el deporte como un medio de
desahogo, generando un espacio de aprendizaje y así entender la importancia de aunar
esfuerzos entre todos para mejorar la situación de los niños trabajadores de la calle.