07 Sentir Es El Secreto_ Goddard

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Neville Goddard Sentir es el Secreto (1944)

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Como lograr todos tus deseos

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Neville Goddard

Sentires el

Secreto(1944)

Neville Goddard

El New Thought –Nuevo Pensamiento– es una corriente filosófica que surgió en Estados

Unidos hace unos ciento cincuenta años, impulsada por grandes pensadores como Emerson,

Trine, Allen y Atkinson, entre otros. Rápidamente fue tomando cada vez más fuerza,

mejorando la vida de muchas personas al elevar su nivel de conciencia y llegando, durante

todo el siglo xx, a surgir grandes escritores. No es una religión –aunque de él emanaron

algunas instituciones religiosas–, sino más bien una filosofía que proclama la necesidad de

que tengamos una experiencia directa del Creador, sin intermediarios. Su mensaje central

es que nuestro pensamiento da origen a nuestras experiencias y a nuestra visión del mundo;

por ello, concede mucha importancia a una actitud mental positiva, a la meditación y a la

visualización. En la colección New Thought estamos editando obras poco conocidas de este

movimiento filosófico-espiritual, cuya influencia en nuestros días sigue siendo enorme.

TABLA DE CONTENIDOS

Prefacio

LECCIÓN ILa Ley y su operación

LECCIÓN IIEl Sueño

LECCIÓN IIILa Oración

LECCIÓN IVEspíritu-Sentimiento

LECCIÓN VEl Método Neville

Prefacio

ESTE libro trata del ARTE de realizar tu DESEO. Te da cuenta del mecanismo usado en la

producción del mundo visible. Es un libro pequeño pero no leve. Hay un tesoro en él, un camino

claro y definido para realizar tus sueños.

De ser posible llevar convicción a otro por medio de argumentos razonados y ejemplos detallados,

este libro sería muchas veces su tamaño. Pocas veces es posible, sin embargo, hacer eso por medio

de declaraciones escritas o argumentos dado el juicio suspendido, siempre parece plausible decir

que el autor fue deshonesto o ingenuo, y, por lo tanto, su evidencia estuvo contaminada.

Consecuentemente, he omitido intencionalmente todos los argumentos y testimonios, y

simplemente reto al lector de mente abierta a practicar la ley de la conciencia como se revela en

este libro. El éxito personal será una prueba mucho más convincente que todos los libros que

pudieran ser escritos respecto al tema.

NEVILLE

LECCIÓN I

La Ley y Su Operación

EL MUNDO, y todo dentro de él, es la conciencia del hombre condicionada y objetivada. La

conciencia es la causa así como la sustancia del mundo entero. Entonces es a la Conciencia a quien

debemos dirigirnos si queremos descubrir el secreto de la creación.

El conocimiento de la ley de la conciencia y el método de operar esta ley te permitirá lograr todo lo

que desees en la vida. Armado con el conocimiento de cómo funciona esta ley, puedes construir y

mantener un mundo ideal. La conciencia es la única y sola realidad, no figurativamente sino

realmente. Para explicarlo más claro, esta realidad puede ser comparada con un flujo que se divide en

dos partes, el consciente y el subconsciente. Para operar inteligentemente la ley de la conciencia es

necesario entender la relación entre lo consciente y lo subconsciente. Lo consciente es personal y

selectivo; lo subconsciente es impersonal y no selectivo. Lo consciente es el reino del efecto, lo

subconsciente es el reino de la causa. Estos dos aspectos son las divisiones masculina y femenina de

la conciencia.

El consciente es masculino; el subconsciente es femenino. El consciente genera ideas e imprime

estas ideas en el subconsciente; el subconsciente recibe ideas y les da forma y expresión. Por esta

ley – primero concibiendo una idea y luego imprimiendo la idea concebida en el subconsciente –

todas las cosas evolucionan de la conciencia; y sin esta secuencia no hay nada hecho que sea hecho.

El consciente imprime en el subconsciente mientras el subconsciente expresa todo lo que se le

imprime. El subconsciente no origina ideas pero acepta como verdaderas aquellas que la mente

consciente siente como verdaderas y de una manera que sólo el subconsciente conoce éste objetiva

las ideas aceptadas. Por lo tanto, a través de su poder para imaginar y sentir y su libertad para elegir

la idea que abrigará, el hombre tiene control sobre su creación. El control del subconsciente se logra

a través del control de tus ideas y sentimientos.

El mecanismo de creación está escondido en la misma profundidad del subconsciente, el aspecto

femenino o la matriz de la creación. El subconsciente trasciende la razón y es independiente de la

inducción. Contempla un sentimiento como un hecho existiendo dentro de sí mismo y al asumir esto

procede para darle expresión. El proceso creativo comienza con una idea y su ciclo corre su curso

como sentimiento y termina en una voluntad de actuar. Las ideas son impresas en el subconsciente

a través del medio del sentimiento. Ninguna idea puede ser impresa en el subconsciente hasta que es

sentida, pero una vez que es sentida – sea buena, mala o indiferente – debe ser expresada. Sentir es

la única y sola manera a través de la cual las ideas son expresadas al subconsciente. Por lo tanto, el

hombre que no controla sus sentimientos puede imprimir fácilmente al subconsciente con estados

indeseados. Por controlar los sentimientos no quiero decir reprimir o suprimir los sentimientos, sino

más bien disciplinarse a uno mismo para imaginar y abrigar sólo tales sentimientos que contribuyan

a su felicidad. El control de los sentimientos es muy importante para una vida plena y feliz. Nunca

abrigues un sentimiento indeseado ni apoyes ningún perjuicio de ninguna forma. No te concentres

en tus imperfecciones o en las de los demás. De otra manera estarás imprimiendo al subconsciente

con estas limitaciones. Lo que no quieres que te hagan, no sientas que te lo hacen a ti o a otro. Esta

es la ley completa de (para) una vida plena y feliz. Todo lo demás es palabrería.

Cada sentimiento hace una impresión subconsciente que debe ser expresada, a menos que sea

contrarrestada por un sentimiento más poderoso de una naturaleza opuesta. El que domina de dos

sentimientos es el que se expresa. Soy sano es un sentimiento más fuerte que seré sano. Sentir que

seré es confesar que no lo soy; Yo soy es más fuerte que no lo soy. Lo que sientes que eres siempre

domina lo que sientes que te gustaría ser; por lo tanto, para que el deseo se realice debe sentirse

como un estado donde ya es [una realidad], en lugar de un estado donde no lo es. La sensación

precede a la manifestación y es la fundación sobre la cual toda manifestación descansa. Se

cuidadoso de tus estados de ánimo y sentimientos, porque hay una conexión irrompible entre tus

sentimientos y tu mundo visible. Tu cuerpo es un filtro emocional y soporta las marcas

inconfundibles de tus emociones predominantes. Los disturbios emocionales, especialmente las

emociones suprimidas, son las causas de toda enfermedad. El sentimiento intenso con respecto a

algún perjuicio sin verbalizarse o expresarse, es el comienzo de las enfermedades tanto en el

cuerpo como en el ambiente. No abrigues el sentimiento de arrepentimiento o fracaso porque la

frustración o desapego de tu objetivo resulta en enfermedad.

Piensa sintiendo solo en el estado que deseas realizar. Sentir la realidad del estado buscado y vivir y

actuar desde esa convicción es la manera de todos los aparentes milagros. Todos los cambios de

expresión se traen a través del cambio de sentimiento. Un cambio de sentimiento es un cambio de

destino. Toda creación ocurre en el dominio del subconsciente. Lo que debes adquirir, entonces, es

un control reflexivo del funcionamiento del subconsciente, es decir, el control de tus ideas y

sentimientos. El azar o accidente no es responsable por las cosas que te ocurren, ni el destino

predestinado es el autor de tu fortuna o tu desgracia. Las impresiones de tu subconsciente determinan

las condiciones de tu mundo. El subconsciente no es selectivo; es impersonal y no respeta a las

personas. El subconsciente no se preocupa por la verdad o falsedad de tu sentimiento. Siempre acepta

como cierto aquello que tú sientes como verdadero. El sentimiento es el consentimiento del

subconsciente respecto a la verdad de aquello que es declarado verdadero. Por esta cualidad del

subconsciente no hay nada imposible para el hombre. Lo que sea que la mente de un hombre pueda

concebir y sentir como verdadero, el subconsciente puede y debe objetivar. Tus sentimientos crean

el patrón desde el cual tu mundo es creado y un cambio de sentimiento es un cambio de patrón.

El subconsciente nunca falla en expresar aquello que se le imprime. En el momento en que recibe una

impresión comienza a elaborar las formas de su expresión. Acepta el sentimiento impreso en él, tu

sentimiento, como un hecho existiendo dentro de sí mismo e inmediatamente comienza a producir en

el mundo exterior u objetivo lo que se asemeja exactamente a ese sentimiento. El subconsciente nunca

modifica las creencias que el hombre acepta. Las expresa hasta en su último detalle ya sean

beneficiosas o no.

Para imprimir el subconsciente con el estado deseable debes asumir el sentimiento que sería tuyo si

ya hubieras realizado tu deseo. Al definir tu objetivo debes concernirte sólo con el objetivo mismo.

La forma de expresión o las dificultades involucradas no deben ser consideradas por ti. Lo que se

piensa con sentimiento en cualquier estado se imprime en el subconsciente. Por lo tanto, si te

concentras más que nada en las dificultades, barreras o retrasos, el subconsciente, por su naturaleza

no selectiva, acepta el sentimiento de dificultades y obstáculos como tu petición y procede a

producirlos en tu mundo exterior.

El subconsciente es la matriz de la creación. Recibe la idea en sí mismo a través de los sentimientos

del hombre. Nunca cambia la idea que recibe, pero siempre le da forma. Por lo tanto, el subconsciente

expresa la idea a imagen y semejanza del sentimiento que recibe. Sentir un estado de desesperanza

o imposibilidad es imprimir al subconsciente con la idea de fallar. Aunque el subconsciente le sirve

al hombre fielmente no se debe deducir que la relación es la de un sirviente a su maestro como se

concebía antiguamente. Los profetas antiguos lo llaman el esclavo y sirviente del hombre. San Pablo

lo personificó como una “mujer” y dijo: “La mujer debe estar sujeta al hombre en todo”. El

subconsciente sirve al hombre y fielmente le da forma a sus sentimientos. Sin embargo, el

subconsciente tiene un disgusto distintivo por la compulsión y responde a la persuasión en lugar de

al comando; consecuentemente, se parece a la esposa amorosa más que al sirviente.

“El esposo dirige a la esposa”. (Eph. 5), puede no ser cierto del hombre y la mujer en su relación

terrestre pero es cierto del consciente y el subconsciente, o de los aspectos masculino y femenino de

la conciencia. El misterio al cual Pablo se refería cuando escribió, “Este es un gran misterio... Aquel

que ama a su esposa se ama a sí mismo... Y ellos dos han de ser uno en la carne”. Es simplemente el

misterio de la conciencia. La conciencia es realmente una e indivisa pero por el bien de la creación

parece estar dividida en dos.

El consciente (objetivo) o aspecto masculino verdaderamente es la cabeza y domina al subconsciente

(subjetivo) o aspecto femenino. Sin embargo, este liderazgo no es ese del tirano sino del amante.

Entonces al asumir el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu objetivo, el

subconsciente se motiva para construir lo que se asemeje exactamente a tu asunción. Tus deseos no

son aceptados subconscientemente hasta que asumes el sentimiento de su realidad, porque sólo a

través del sentimiento es una idea aceptada subconscientemente y sólo a través de esta aceptación

subconsciente puede ser expresada alguna vez.

Es más fácil atribuirle tu sentimiento a eventos en el mundo que admitir que las condiciones del

mundo reflejan tu sentimiento. Sin embargo, es eternamente cierto que el exterior refleja lo interior.

“Como es adentro es afuera”. “Un hombre no puede recibir nada a menos que le sea dado desde el

cielo”. Y “El reino de los cielos está dentro de ti”. Nada viene de afuera; todas las cosas vienen de

adentro – del subconsciente. Es imposible para ti ver otra cosa que los contenidos de tu conciencia.

Tu mundo en cada detalle es la conciencia objetivada. Los estados objetivos son testigos de las

impresiones del subconsciente. Un cambio de impresión resulta en un cambio de expresión.

El subconsciente acepta como verdadero aquello que tú sientes como verdadero y debido a que la

creación es el resultado de las impresiones del subconsciente, tú, por medio de tus sentimientos,

determinas la creación. Ya eres aquello que deseas ser, y tu negativa a creer esto es la única razón

por la que no lo ves. Buscar en el exterior por aquello que no sientes que eres es buscar en vano,

porque nunca encontramos aquello que deseamos; encontramos sólo aquello que somos.

Resumiendo, expresas y tienes sólo aquello de lo que eres consciente de ser o poseer. “Al que tiene

se le da”. Negar la evidencia de los sentidos y apropiarse del sentimiento del deseo cumplido es la

manera para la realización de tu deseo.

La maestría del dominio de ti mismo sobre tus pensamientos y sentimientos – es el mayor logro. Sin

embargo, hasta que este dominio de ti mismo se alcance a la perfección, de modo que en lugar de

apariencia sientas todo lo que deseas sentir, usa el sueño y la oración para ayudarte en realizar tus

estados deseados. Estas son dos puertas de enlace hacia el subconsciente.

LECCIÓN II

El Sueño

EL SUEÑO, la vida que ocupa un tercio de nuestra estancia en la tierra, es la puerta natural hacia el

subconsciente. Por eso nos ocupamos del sueño ahora. Los dos tercios conscientes de nuestra vida

en la tierra son medidos por el grado de atención que le damos al sueño. Nuestra comprensión de y

deleite en lo que el sueño tiene para conceder nos causará, noche tras noche, ponernos en camino a

él como si estuviéramos yendo a una cita con un amante.

“En un sueño, en una visión de la noche, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, al dormir

en la cama; entonces él abre los oídos de los hombres y les da sus instrucciones”. (Job 33). Es en el

sueño y en la oración, un estado similar al sueño, que el hombre entra al subconsciente para hacer sus

impresiones y recibir sus instrucciones. En estos estados el consciente y el subconsciente se unen

creativamente. El aspecto masculino y el aspecto femenino se vuelven uno. El sueño es el momento

cuando el aspecto masculino o mente consciente va del mundo de los sentidos a buscar a su amante

o parte subconsciente. El subconsciente – a diferencia de la mujer del mundo que se casa con su

marido para cambiarlo – no tiene deseo de cambiar al estado consciente o de vigilia, sino que lo ama

como es y reproduce fielmente su semejanza en el mundo exterior de la forma. Las condiciones y

eventos de tu vida son tus niños formados de los moldes de las impresiones de tu subconsciente en el

sueño. Son hechos en imagen y semejanza de tu sentimiento más interno que ellos pueden revelarte

a ti a ti mismo.

“Como es en el cielo así es en la tierra”. Como es en el subconsciente así es en la tierra. Lo que sea

que tengas en la conciencia cuando vas a dormir es la medida de tu expresión en los dos tercios

conscientes de tu vida en la tierra. Nada te impide realizar tu objetivo salvo tu incapacidad de sentir

que ya eres aquello que deseas ser, o que ya estás en posesión de la cosa que buscas. Tu subconsciente

le da forma a tus deseos sólo cuando sientes tu deseo realizado. El estado inconsciente del sueño es

el estado normal del subconsciente. Debido a que todas las cosas vienen desde tu interior, y tu

concepción de ti mismo determina aquello que viene, deberías siempre sentir el deseo como ya

realizado antes de irte a dormir. Nunca traes de lo profundo de ti mismo aquello que deseas; siempre

traes aquello que eres, y eres aquello que sientes que eres así como aquello que sientes cierto de los

demás.

Para ser realizado, entonces, el deseo debe ser resuelto en el sentimiento de ser o tener o presenciar el

estado buscado. Esto se logra al asumir el sentimiento del deseo realizado. El sentimiento que viene

en respuesta a la pregunta “¿Cómo me sentiría si mi deseo se cumpliera?” es el sentimiento que

debería monopolizar e inmovilizar tu atención mientras te relajas para dormir. Debes estar en la

conciencia de ser o tener aquello que deseas ser o tener antes de dormirte.

Una vez dormido el hombre no tiene libertad de elección. Su sueño es completamente dominado por

su último concepto despierto de su ser. Por lo tanto, él debería siempre asumir el sentimiento de logro

y satisfacción antes de retirarse a dormir, “Ven ante mí con canto y agradecimiento”, “Entra en sus

portones con gratitud y en sus tribunales con elogios”. Tu disposición de ánimo previa al sueño define

tu estado de conciencia mientras entras en la presencia del amante eterno, el subconsciente. Tu mente

subconsciente te ve exactamente cómo te sientes que eres. Si mientras te preparas para dormir asumes

y mantienes la conciencia de éxito al sentir “Yo soy exitoso”, debes ser exitoso. Tiéndete sobre tu

espalda con la cabeza en un nivel con tu cuerpo. Siente como serías si estuvieras en posesión de tu

deseo y relájate tranquilamente hacia la inconsciencia.

“Aquel que mantenga Israel no deberá dormir”. Sin embargo, “Él le da a su amada el sueño”. El

subconsciente nunca duerme. El sueño es la puerta por la cual la mente consciente o mente despierta

entra para unirse creativamente con el subconsciente. El sueño oculta el acto creativo mientras el

mundo objetivo lo revela. En el sueño el hombre imprime en el subconsciente su concepción de sí

mismo.

La descripción más hermosa de este romance del consciente y el subconsciente es la que se cuenta en

la “Canción de Salomón”. “Por la noche en mi cama busqué a aquel a quien mi alma ama... Encontré

a quien mi alma ama; lo sostuve y nunca lo dejé ir, hasta que lo llevé a la casa de mi madre y a la

recámara de ella que me concibió”. Preparándote para dormir, siéntete en el estado del deseo

respondido y luego relájate en la inconsciencia. Tu deseo realizado es lo que buscas. Por la noche en

tu cama buscas el sentimiento del deseo realizado de modo que lo puedas llevar a la recámara de ella

que te concibió, al sueño o al subconsciente que te dio forma, para que este deseo también pueda

expresarse. Esta es la manera para descubrir y conducir tus deseos al subconsciente. Siéntete en el

estado del deseo realizado y tranquilamente déjate caer al sueño. Noche tras noche deberías asumir el

sentimiento de ser, tener y ser testigo de aquello que buscas ser, poseer y ver manifestado. Nunca

vayas a dormir sintiéndote desanimado o insatisfecho. Nunca duermas con la conciencia de la

insuficiencia. Tu subconsciente, cuyo estado natural es el sueño, te ve como tú crees que eres, y ya

sea que lo que crees es bueno, malo o indiferente, el subconsciente va a expresar fielmente tu creencia.

Así como te sientes la imprimes a ella; y ella, la amante perfecta, le da forma a estas impresiones y

las expresa como hijos de su amado. “Toda hermosa eres, mi amor, no hay mancha en ti”, es la actitud

mental para adoptar antes de dormir.

Descarta las apariencias y siente las cosas como deseas que sean, porque “Él declara cosas que no se

ven como si se vieran y lo que no se veía se vuelve visible”. Asumir el sentimiento de satisfacción es

declarar aquellas condiciones que reflejan satisfacción como si fuesen una realidad actual. “Las

señales siguen, no preceden”. La prueba de lo que eres seguirá a la conciencia que eres, no la

precederá. Eres un soñador eterno soñando sueños no eternos. Tus sueños toman forma cuando

asumes el sentimiento de su realidad. No te límites al pasado. Sabiendo que nada es imposible para

la conciencia, comienza a imaginar estados más allá de las experiencias del pasado. Lo que sea que

la mente del hombre puede imaginar lo puede realizar. Todos los estados objetivos (visibles) fueron

primero estados subjetivos (invisibles) y los hiciste visibles al asumir el sentimiento de su realidad.

El proceso creativo es primero imaginar y luego creer el estado imaginado. Siempre imagina y espera

lo mejor.

El mundo no puede cambiar hasta que cambies tu concepción de él. “Como es adentro es afuera”.

Las naciones así como la gente sólo son lo que tú crees que son. Sin importar cuál sea el problema,

sin importar dónde está, sin importar a quien concierne, no tienes a nadie que cambiar excepto a ti

mismo, y no tienes un oponente o un ayudante en realizar el cambio dentro de ti mismo. No tienes

nada que hacer salvo convencerte de la realidad de lo que deseas ver manifestado. Tan pronto como

logras convencerte de la realidad del estado que buscas, los resultados siguen para confirmar tu

creencia fija. Nunca le sugieras a otro el estado que deseas verlo expresar; sino que convéncete de

que él ya es lo que deseas que sea.

La realización de tu deseo se logra al asumir el sentimiento del deseo cumplido. No puedes

fallar a menos que no te convenzas de la realidad de tu deseo.

Un cambio de creencia se confirma por medio de un cambio de expresión. Cada noche cuando vas

a dormir siéntete satisfecho y sin manchas [o claro], porque tu amante subjetiva siempre forma el

mundo objetivo a imagen y semejanza de tu concepción de él, la concepción definida por tu

sentimiento. Los dos tercios conscientes de tu vida en la tierra siempre corroboran o son testigos de

tus impresiones subconscientes. Las acciones y eventos del día son efectos; no son causas. El libre

albedrío es sólo la libertad de elección. “Elige este día a quien servirás” es tu libertad de elegir el

tipo de disposición de ánimo que asumes; pero la expresión de esa disposición es el secreto del

subconsciente.

El subconsciente recibe impresiones sólo a través de los sentimientos del hombre y en una manera

conocida sólo por el subconsciente éste le da forma y expresión a estas impresiones. Las acciones del

hombre son determinadas por sus impresiones subconscientes. Su ilusión de libre albedrío, su

creencia en la libertad de acción, es sólo ignorancia de las causas que lo hacen actuar. Él piensa que

es libre porque ha olvidado el vínculo entre él y el evento.

El hombre despierto está bajo la compulsión de expresar sus impresiones subconscientes. Si en el

pasado él imprimió algo en sí mismo de una manera poco sensata, entonces hay que dejarlo que

comience a cambiar sus pensamientos y sentimientos, porque sólo cuando lo haga él cambiará su

mundo. No pierdas ni un momento en lamentarte, porque pensar sintiendo los errores del pasado es

re infectarte. “Deja que los muertos entierren a los muertos”. Sal de las apariencias y asume el

sentimiento que sería tuyo si ya fueras el (lo) que deseas ser. Sentir un estado produce ese estado.

La parte que juegas en el escenario del mundo es determinada por tu concepción de ti mismo.

Sintiendo tu deseo realizado y relajándote tranquilamente hacia el sueño, te pones como estrella

protagonista para interpretar tu papel en la tierra mañana, y mientras duermes ensayas y eres

instruido en tu papel. La aceptación del final [de la 'obra'] automáticamente da los medios de (para)

su realización. Que eso quede claro. Si mientras te preparas para dormir, no te sientes

conscientemente en el estado del deseo cumplido, entonces llevarás contigo a la recámara de aquella

que te concibió, la suma total de las reacciones y sentimientos del día de vigilia; y mientras duermes

serás instruido en una manera en la cual serán expresados mañana. Te levantarás creyendo que eres

un agente libre, sin darte cuenta de que cada acción y evento del día de mañana estarán

predeterminados por tu concepto del yo cuando te dormiste. Tu única libertad es entonces tu libertad

de reacción. Eres libre de elegir como sentirte y reaccionar al drama del día, pero el drama – las

acciones, eventos y circunstancias del día – ya ha sido determinado.

A menos que definas conscientemente y a propósito la actitud mental con la cual te vas a dormir,

inconscientemente vas a dormir en la actitud mental compuesta por todos los sentimientos y

reacciones del día. Cada reacción hace una impresión subconsciente y, a menos que sea

contrarrestada por un sentimiento opuesto y más dominante, es la causa de acción futura. Las ideas

envueltas en sentimiento son acciones creativas. Usa tu derecho divino sabiamente. A través de tu

habilidad para pensar y sentir tienes el dominio

de toda la creación. Mientras estás despierto eres un jardinero seleccionando semillas para tu jardín,

pero “Excepto que un grano de trigo caiga en el suelo y muera, se mantiene solo; pero si muere, trae

mucho fruto”. Tu concepción de ti mismo mientras te estás quedando dormido es la semilla que

sueltas en el terreno del subconsciente. El quedarte dormido sintiéndote satisfecho y feliz hace que

las condiciones y eventos aparezcan en tu mundo confirmando estas actitudes mentales. El sueño es

la puerta hacia el cielo. Lo que incluyes como sentimiento lo proyectas como una condición, acción

u objeto en el espacio. Por lo tanto, duerme en el sentimiento del deseo cumplido. “Como es en la

conciencia es en la tierra”.

LECCIÓN III

La Oración

LA ORACIÓN, tanto como el sueño, es también una entrada hacia el subconsciente, “Cuando ores,

entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado tu puerta, ora al Padre en secreto y tu Padre en secreto

te recompensará abiertamente”. La oración es una ilusión de sueño que disminuye la impresión del

mundo externo y pone a la mente más receptiva a la sugestión desde adentro. La mente durante la

oración está en un estado de relajación y receptividad similar al sentimiento que se logra justo antes

de que nos quedamos dormidos.

La oración no es tanto acerca de lo que pides, sino como te preparas para recibirlo. “Lo que sea

que desees, cuando pides creyendo que lo has recibido, lo tendrás”. La única condición requerida

es que creas que las oraciones ya se realizaron.

Tu oración debe ser respondida si asumes el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión

de tu objetivo. En el momento en que aceptas el deseo como un hecho realizado el subconsciente

encuentra los medios para su realización. Para orar exitosamente entonces, debes ceder al deseo, eso

es, sentir el deseo realizado.

El hombre perfectamente disciplinado está siempre sintonizado con el deseo como un hecho

cumplido. Él sabe que la conciencia es la única y sola realidad, que las ideas y sentimientos son

hechos de la conciencia y son reales como objetos en el espacio; por lo tanto él nunca abriga un

sentimiento que no contribuye a su felicidad porque los sentimientos son las causas de las acciones

y circunstancias de su vida. Por otro lado, al hombre indisciplinado le resulta difícil creer aquello

que los sentidos niegan y usualmente acepta o rechaza solamente basado en apariencias de los

sentidos. Debido a esta tendencia a contar con la evidencia de los sentidos, es necesario ignorarlos

antes de comenzar a orar, antes de intentar sentir aquello que ellos niegan. Cuando sea que estés en

el estado mental, “Me gustaría pero no puedo”, más intentas y menos consigues obtener el deseo.

Nunca atraes aquello que deseas pero siempre atraes aquello que estás consciente de ser.

La oración es el arte de asumir el sentimiento de ser y tener aquello que deseas. Cuando los sentidos

confirman la ausencia del deseo, todos los esfuerzos conscientes de contrarrestar esta sugerencia son

inútiles y tienden a intensificar la sugerencia. La oración es el arte de ceder al deseo y no de forzar

al deseo. Cuando sea que tu sentimiento está en conflicto con tu deseo, sentir será lo que ganará. El

sentimiento dominante invariablemente se expresa a sí mismo. La oración debe ser sin esfuerzo.

Cuando se intenta fijar una actitud mental que los sentidos niegan, el esfuerzo es fatal.

Para ceder exitosamente al deseo como un hecho cumplido, debes crear un estado pasivo, una especie

de ensueño o reflexión meditativa similar al sentimiento que precede al sueño. En tal estado relajado

la mente se aleja del mundo objetivo y fácilmente siente la realidad del estado subjetivo. Es un estado

en el cual eres consciente y bastante capaz de moverte o abrir tus ojos pero no tienes deseo de hacerlo.

Una manera sencilla de crear este estado pasivo es relajarte en una silla confortable o en una cama.

Si es en una cama, acuéstate sobre tu espalda con la cabeza al mismo nivel de tu cuerpo, cierra los

ojos e imagina que estás somnoliento. Siente – “tengo sueño, tengo mucho, mucho sueño...” y dentro

de un corto tiempo después te envuelve un sentimiento de lejanía acompañado por una laxitud

(relajación) general y una pérdida de todo deseo de moverte. Sientes un descanso placentero, cómodo

y no te inclinas a alterar tu posición, aunque bajo otras circunstancias no estarías cómodo. Cuando

este estado pasivo se alcanza, imagina que has realizado tu deseo – no como fue realizado – sino

simplemente el deseo realizado.

Imagina en forma de imágenes lo que deseas lograr en la vida; entonces siéntete como que ya lo has

logrado. Los pensamientos producen pequeños movimientos de habla los cuales se pueden oír en el

estado pasivo de oración como pronunciamientos desde afuera. Sin embargo, este grado de pasividad

no es esencial para la realización de tus oraciones. Todo lo que es necesario es crear un estado pasivo

y sentir el deseo cumplido.

Todo lo que podrías necesitar o desear ya es tuyo. No necesitas un ayudante que te lo de. Declara tus

deseos una realidad imaginándolos y sintiéndolos como ya cumplidos. Cuando el final se acepta, te

vuelves totalmente indiferente respecto al posible fracaso, porque la aceptación del final consigue los

medios para ese final. Cuando emerges desde el momento de la oración es como que te mostraran el

final feliz y exitoso de una obra aunque no te mostraran cómo se logró aquel final. Sin embargo,

habiendo presenciado el final, sin importar cualquier secuencia anticlímax permaneces tranquilo y

seguro en el conocimiento de que el final se ha definido perfectamente.

LECCIÓN IV

Espíritu - Sentimiento

“NO por voluntad, ni por poder, sino por mi espíritu, dijo el Señor de las huestes”. Entra en el espíritu

del estado que deseas asumiendo el sentimiento que sería tuyo si ya fueras quien quieres ser. Al captar

el sentimiento del estado que buscas, te alivias de todo esfuerzo de hacerlo que sea una realidad,

puesto que ya lo es. Hay un sentimiento definido asociado con cada idea en la mente del hombre.

Capta el sentimiento asociado con tu deseo realizado asumiendo el sentimiento que sería tuyo si ya

estuvieras en posesión de la cosa que deseas, y tu deseo se objetivará.

La fe es sentimiento, “De acuerdo a tu fe (sentimiento) será hacia ti”. Nunca atraes aquello que deseas

pero siempre atraes aquello que eres. Como es un hombre, así ve. “A aquel que tiene le será dado y a

aquel que no tiene se le quitará...”. Aquello que sientes tú mismo que eres, eres, y se te da aquello

que eres. Entonces asume el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu deseo, y tu

deseo deberá realizarse.

“Entonces Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. “Permite que esta mente

sea en ti así como también fue en Jesucristo, quien asumiendo la forma de Dios no pensó que ser

igual a Dios era un robo”. Eres aquello que crees que eres. En lugar de Creer en Dios o en Jesús –

cree que eres Dios o que eres Jesús. “Aquel que cree en mí, las obras que yo hago él también las

hará” debería ser “Aquel que cree como yo creo, las obras que yo hago él también las hará”. Jesús

no encontró extraño hacer las obras de Dios porque él creía que era Dios. “Yo y mi Padre somos uno”.

Es natural hacer las obras de aquel que crees ser tú mismo. Entonces vive en el sentimiento de ser el

(lo) que deseas ser y lo serás. Cuando un hombre cree en el valor del consejo que se le da y lo aplica,

establece dentro de él la realidad del éxito.

Notas de un estudiante de Neville: Cuando pongas en práctica estas enseñanzas de Neville, debes

visualizar y sentir tu deseo como ya cumplido ahora, dándole a tus escenas mentales el mayor grado

de realismo posible y debes mantenerte haciendo esto hasta que te llegues a emocionar. Es muy

importante llegar al punto en que surge la emoción porque es así como se causan las impresiones en

la mente subconsciente. Hay que ser constantes y repetir el proceso hasta que lo que sea que deseemos

se manifieste en el mundo físico. Recordemos que el cerebro es incapaz de diferenciar una

experiencia física de una imaginaria, y las toma a ambas por verdaderas. Esto está demostrado hoy

en día por la ciencia. Luego a nivel energético cualquier cosa que vivamos en nuestra imaginación

sintiéndola como si fuera verdadera es en ese mismo momento una realidad.

LECCIÓN V

El Método Neville

Sin embargo, esta simple fórmula para cambiar el futuro, la cual fue descubierta por los ancianos

maestros y dada a nosotros en la Biblia, puede ser probada por todos.

El primer paso en cambiar el futuro es el Deseo, eso es, definir tu objetivo, saber definitivamente

qué deseas.

Segundo: construir un evento que creas que podrías encontrar SIGUIENDO el cumplimiento de tu

deseo, un evento que implique el cumplimiento de tu deseo, algo que tendrá la acción predominante

del mismo.

El tercer paso es inmovilizar el cuerpo físico e inducir un estado similar al de dormir. Entonces

mentalmente sentirse justo en la acción propuesta, imagina mientras tanto que estás realmente

haciendo la acción AQUÍ Y AHORA. Debes participar en la acción imaginaria, no meramente

apartarte y mirar, sino SENTIR que estás realmente haciendo la acción, tal que la sensación

imaginaria sea real para ti.

Es importante siempre recordar que la acción propuesta debe ser una que SIGA el cumplimiento de

tu deseo, una que implique satisfacción. Por ejemplo, supón que deseas una promoción en la oficina.

Entonces ser felicitado sería un evento que encontrarías siguiendo el cumplimiento de tu deseo.

Habiendo elegido esta acción como la que experimentarás en la imaginación para implicar una

promoción en la oficina, inmoviliza tu cuerpo físico e induce un estado cercano al sueño, un estado

somnoliento, pero uno en el cual aún eres capaz de controlar la dirección de tus pensamientos, un

estado en el cual estás atento sin esfuerzo. Entonces visualiza a un amigo parado delante tuyo. Pon

tu mano imaginaria en la suya. Siéntela sólida y real, y sigue una conversación imaginaria con él en

armonía con el SENTIMIENTO DE HABER SIDO PROMOVIDO.

No te visualizas distante en un punto del espacio ni distante en un punto del tiempo siendo felicitado

por tu buena suerte. Más bien, HACES que el lugar sea AQUÍ y el futuro AHORA. La diferencia

entre SENTIRTE en acción, aquí y ahora, y visualizarte en acción, como si estuvieras en una pantalla

de cine, es la diferencia entre el éxito y el fracaso.

La diferencia será apreciada si ahora te visualizas a ti mismo subiendo una escalera. Entonces, con

los ojos cerrados imagina una escalera justo delante tuyo y SIÉNTETE REALMENTE

SUBIÉNDOLA.

La experiencia me ha enseñado a restringir la acción imaginaria que implica la satisfacción del deseo,

a condensar la idea en un solo acto y recrearlo una y otra vez hasta alcanzar la sensación de realidad.

De otra manera, tu atención vagará hacia un camino asociado y una gran cantidad de imágenes

asociadas serán presentadas a tu atención, y en unos pocos segundos te llevarán cientos de millas lejos

de tu objetivo en el punto del espacio y años lejos en el punto del tiempo.

Si decides subir un tramo particular de escaleras, porque ese es el evento probable que sigue el

cumplimiento de tu deseo, entonces debes restringir la acción a subir ese tramo particular de

escaleras. Si tu atención se desvía, tráela de regreso a la tarea de subir ese tramo de escaleras y

sigue haciéndolo hasta que la acción imaginaria tenga toda la solidez y particularidad de la

realidad.

La idea debe ser mantenida en la mente sin un esfuerzo sensible de tu parte. Debes, con el mínimo

de esfuerzo permear la mente con el sentimiento del deseo cumplido.

El adormilamiento facilita el cambio porque favorece la atención sin esfuerzo, pero no debe ser

empujado al estado de sueño en el cual ya no eres capaz de controlar los movimientos de tu atención.

Sino un grado moderado de adormilamiento en el cual aún eres capaz de dirigir tus pensamientos.

Una manera muy efectiva de encarnar un deseo es asumir el sentimiento del deseo cumplido y

entonces, en un estado somnoliento y relajado, repetir una y otra vez como una canción de cuna,

cualquier frase corta que implique la satisfacción de tu deseo, tal como, “Gracias, gracias, gracias”

como si lo dirigieras a un poder superior por haberte dado aquello que deseas.

Sé que cuando este curso termine muchos de ustedes aquí serán capaces de decirme que han

cumplido sus objetivos. Hace dos semanas dejé el escenario y fui a la puerta a estrechar la mano de

gente de la audiencia. Estoy seguro al decir que al menos 35 personas de una clase de 135 me dijeron

que lo que deseaban cuando se unieron a la clase ya lo tenían realizado. Esto ocurrió hace solo dos

semanas. No hice nada para que pasara excepto darles esta técnica de oración. No necesitas hacer

nada para que ocurra excepto aplicar esta técnica de oración.

Con tus ojos cerrados y tu cuerpo físico inmovilizado induce un estado similar al del sueño y entra

en la acción como si fueras un actor haciendo la parte. Experimenta en imaginación lo que

experimentarías en persona si estuvieras en posesión de tu objetivo. Haz que ese otro lugar sea AQUÍ

y que entonces sea AHORA. Y tu yo mayor, usando un enfoque mayor utilizará todos los medios y

los llamará buenos, lo que tiende hacia la producción de aquello que has asumido.

Estás aliviado (eres libre) de toda responsabilidad de hacerlo así, porque cuando imaginas y sientes

que es así, tu yo dimensionalmente mayor determina los medios. No pienses ni por un momento que

alguien va a ser dañado para que ocurra, o que alguien va a ser decepcionado. No te corresponde, no

es asunto tuyo. Debo conducir esto a casa. Muchos de nosotros, educados por distintas enseñanzas,

estamos tan (demasiado) preocupados por el otro.

Preguntan, ‘¿Si obtengo lo que deseo no implicará daño para otro?’ Hay maneras que tú

desconoces, así que no te preocupes.

Cierra tus ojos ahora porque vamos a estar en silencio por un largo rato. Pronto estarás tan perdido

en contemplación, sintiendo que eres lo que deseas ser, que estarás totalmente inconsciente del hecho

de que estás en este cuarto con otros.

Recibirás un shock cuando abras tus ojos y descubras que estamos aquí. Debería ser un shock cuando

abras tus ojos y descubras que no eres en realidad aquello que hace un momento sentías que eras, o

sentías que poseías. Ahora iremos a lo profundo.

PERIODO DE SILENCIO.........

No necesito recordarte que ahora eres aquello que has asumido que eres. No lo discutas con nadie,

ni contigo mismo. No puedes pensar en el CÓMO, cuándo sabes que ya ERES.

Tu razonamiento tridimensional, que es un razonamiento muy limitado en efecto no debería ser

traído a este drama. No sabe. Lo que sentiste como verdadero es verdadero.

No permitas que ningún hombre te diga que no deberías tenerlo. Lo que sientes que tienes, lo tendrás.

Y te prometo esto, después que hayas realizado tu objetivo, como reflejo tendrás que admitir que esta

mente razonadora tuya nunca podría haber organizado el camino o la manera [para que se cumpliera

el deseo].

Eres y tienes aquello en este mismo momento en que te lo apropiaste. No lo discutas. No mires a

alguien buscando aliento porque la cosa podría no venir. Tiene que venir. Sigue con los negocios de

tu Padre haciendo todo lo que haces normalmente y permite que estas cosas ocurran en tu mundo.

Neville Goddard

Notas de un estudiante de Neville: Esta técnica de oración debe realizarse por lo menos una vez

cada día hasta que nuestro deseo se haya manifestado completamente.

Para saber si lo estamos haciendo correctamente hay 2 indicadores. El primero es si llegamos a

alcanzar la sensación de realidad de nuestro deseo cuando estamos perdidos en su contemplación. El

segundo indicador es cuando surge una emoción que recorre todo nuestro cuerpo y que gradualmente

se hace más y más intensa a medida que sentimos nuestro deseo como real.

Se puede dar por concluida la sesión cuando hayamos alcanzado la sensación de realidad de

nuestro deseo, y/o surgió la emoción que recorre todo nuestro cuerpo y que gradualmente aumenta en

intensidad, y en el momento en que nos sintamos completamente satisfechos por esos minutos de

imaginación y visualización.

Y ahora pon esto en práctica. Practicando es como mejorarás tu aplicación de este método.

Porque recuerda que no hay mejor maestro que la experiencia y que aquello que se sabe pero que

no se usa de nada sirve. Esta técnica funciona. Así que empieza a ordenar tu mundo y tu vida hoy

mismo. Y no olvides compartirla con otros así como alguien la compartió contigo una vez.