LIDERAZGOS DE MUJERES, PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN EN EL PODER LOCAL 1 23

1. DEMOCRACIA, DERECHOS HUMANOS Y PARTICIPACIÓN

"Las mujeres hemos avanzado, con paso firme, hacia la conquista de muchos de los espacios de los que

estábamos siendo excluidas por pertenecer a un determinado

sexo. Finalmente, aunque con bastante retraso en el tiempo y poniendo de

manifiesto desigualdades latentes, en función de los

territorios y las culturas, hemos ido alcanzando los Derechos Humanos".

Teresa Jiménez Vílchez Directora Instituto Andaluz de la Mujer

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1. Acercándonos a la democracia

En la Grecia antigua se habló de una sociedad democrática, pero lo que se olvida mencionar a menudo, es que ese Gobierno del Pueblo no incluía en ese vocablo a todos los seres humanos. Sólo eran pueblo un pequeño sector de la sociedad, constituido por aquellos que detentaban en alguna medida el poder; en la democracia griega, no estaban incluidas las mujeres.

Con el paso del tiempo el concepto de democracia fue sustituido por el de monarquía, hasta que durante la Revolución Francesa volvió a retomarse el concepto. Documentos como el Contrato Social y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, contribuyen a viabilizar la esencia de la democracia y el de pueblo como sujeto en donde reside la soberanía.

A finales del siglo diecinueve, el marxismo interpela al concepto de democracia ligado exclusivamente al de Estado y afirma que éste, tal como se ha constituido es la mediación para que las clases dominantes ejerzan su poder sobre los desposeídos.

Para Giovani Sartori, se deben distinguir tres aspectos: la democracia como principio de legitimidad, como sistema político y como ideal. La democracia como principio de legitimidad postula que el poder deriva del "demos", el pueblo, y se basa en el consenso verificado, no presunto, de los ciudadanos. En la democracia no se aceptan auto investiduras, ni tampoco que el poder derive de la fuerza. En las democracias el poder está legitimado, además de condicionado y puede ser revocado, por elecciones libres y recurrentes. Hasta aquí está claro que la titularidad del poder la tiene el pueblo. Pero

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el problema del poder no es sólo de titularidad, es sobre todo de ejercicio.

Entonces, la democracia como sistema político tiene relación con la titularidad del poder y el ejercicio del poder. Para colectividades pequeñas, como fue el caso de las asambleas en la ciudad-estado de la Grecia antigua, o los cabildos abiertos de nuestra organización colonial, fue posible la interacción cara a cara de los ciudadanos, y en estos casos, la titularidad y el ejercicio del poder permanecían unidos, una forma de autogobierno. Pero cuando el pueblo se compone de decenas o centenas de millones, dicha práctica es imposible y entonces se hace necesario separar la titularidad del ejercicio, nace así la democracia representativa2.

La democracia como es en la realidad, no es la democracia como debería ser. La democracia es ante todo y por encima de todo, un ideal. El elemento ideal o normativo es constitutivo de la democracia y provee una tensión ideal, sin la cual, una democracia no nace o bien se distiende rápidamente. El elemento dinámico es esta diferencia entre la democracia ideal y la democracia real, que hace a esta última perfectible. Cuanto más se democratiza una democracia, tanto más se eleva el ideal.'

SARTORI, Giovanni. Elementos de teoría política. Alianza Editorial. Madrid. 1987. SARTORI, Giovanni. 1987.0p-cit.

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Sin lugar a dudas la reflexión sobre la democracia puede abordarse desde diferentes enfoques; para el desarrollo de los procesos de formación con las mujeres de las localidades de Santa Fe, Usaquén y Suba se asumió como:

Una forma de gobierno donde los pueblos deciden libremente sobre cuestiones que afectan el ejercicio de la ciudadanía y la vida de la nación en general ó de las regiones, municipios y localidades, según el nivel en que este tipó de gobiernos democráticos adelanten su gestión.

Una forma de vida, que propende por un relacionamiento igualitario entre todas las personas, a partir del reconocimiento de su dignidad y el respeto por las opciones de cada ser humano.

1.1. La democracia como forma de gobierno

Empezaremos por decir que la democracia como forma de gobierno no es estática, ha evolucionado desde la época en que se experimentó por primera vez el mandato del pueblo. (El concepto se atribuye en Grecia a Heródoto, en el siglo V antes de Cristo). En nuestros días, se entiende como un sistema político, en el que a la totalidad de los ciudadanos y ciudadanas se les reconoce la capacidad de participar en las decisiones más importantes de la vida pública.4 Esta definición parte del supuesto de que, quienes toman decisiones están en igualdad de condiciones para decidir. La democracia moderna se sustenta en la existencia e independencia de tres ramas de poder público: el ejecutivo, el legislativo y el poder judicial. En las últimas décadas, en las nuevas constituciones políticas de América Latina se ha consolidado otro espacio de poder y control para el poder ejecutivo y para las otras dos ramas,

4 GARAY SALAMANCA, Luis Jorge: Ciudadanía, lo Público, Democracia. Bogotá, 2000.

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(Procuraduría, Defensoría del Pueblo y Contraloría). En la democracia, los gobernantes deben actuar siempre de acuerdo con la ley. Atrás quedaron las épocas en que una sola persona o unas pocas personas podían imponer su voluntad a las demás y que esto se considerara legítimo.

¿La democracia ha significado lo mismo para las

mujeres que para los varones?

Aún en los países más democráticos, en un principio y por mucho tiempo sólo a los varones se les reconocían todos los derechos que se consagraban. A las mujeres, por considerarlas incapaces para ocuparse de lo público, se las relegó al mundo doméstico, donde no existía mas autoridad que la del varón. Pero, en lo público no todos ellos eran asumidos como iguales: los analfabetas, los que no eran propietarios de tierras, los extranjeros, los negros y los esclavos, al igual que todas las mujeres quedaban excluidos/as de la ciudadanía. Modificar esas condiciones de discriminación era bastante difícil y en algunos casos imposible (por ejemplo en el caso de raza o de las mujeres que están referidos a características biológicas), por ello, la democracia era realidad para unos pocos.

Por fortuna, la democracia se ha ido ampliando cada vez más. Se han reconocido más derechos y más sujetos titulares de esos derechos. Algunas circunstancias han jugado sin proponérselo, un papel importante en la obtención de los derechos: El desarrollo del capital y las leyes del mercado crearon condiciones para eliminar la esclavitud, pues sólo los ciudadanos "libres" podían ofrecer en el mercado su fuerza de trabajo. Necesidades vinculadas al desarrollo de la ciencia, la tecnología o el arte, hicieron reconsiderar el papel de los extranjeros. En épocas recientes, mujeres campesinas de países

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"pobres", accedieron a la tierra, a la tecnología y al capital, cuando instancias internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, consideraron en sus teorías sobre el desarrollo de los "países atrasados" que al vincular a las mujeres a la producción de mercantil, esos países se desarrollarían.

En los Estados Unidos, sólo hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, la población negra obtuvo sus derechos civiles y políticos. La mayoría de las mujeres latinoamericanas alcanzaron el derecho al sufragio al promediar la mitad de este siglo. La democracia se amplía, incluyendo mas personas y grupos de personas (varones no propietarios, de razas y culturas diversas, así como las mujeres) han ido adquiriendo su reconocimiento como ciudadanos.

¿Por qué le ha costado tanto a la democracia reconocer

como iguales a las mujeres y por qué se ha negado a

reconocerles los mismos derechos que a los varones?

En todos los países desarrollados o no y en todas las épocas, las mujeres han tenido que luchar para alcanzar sus derechos más obvios. Aquellos que se reconocían sin discusión a los varones por el hecho de ser varones, eran negados a las mujeres; así tuvieron que ir conquistando

progresivamente cada derecho hasta el reconocimiento y ejercicio de la ciudadanía. Desde la Revolución Francesa,

cuando las mujeres actuaron masivamente en defensa

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de la libertad y la igualdad, fueron asumidas como iguales en la lucha, no así cuando triunfó la revolución sobre la monarquía, pues la república les negó los derechos que les reconoció a los varones. Por diversos caminos las mujeres han logrado reconocimiento social e inclusión, pero aún hoy, en muchos países del mundo, las mujeres todavía no son ciudadanas plenas y sus derechos específicos, como por ejemplo la maternidad, el goce de su sexualidad ó el disfrute de una vida libre de violencia están a distancia de materializarse.

En Colombia, a lo largo del siglo XX se avanzó en una serie de derechos: el acceso al estudio hasta el nivel universitario; autonomía para escoger profesión u oficio y el derecho a trabajar en forma remunerada, a recibir sin intermediarios el propio salario, decidir con quién casarnos; manejar el propio patrimonio; elegir el lugar de residencia. Desde hace cerca de cincuenta años podemos VOTAR, elegir gobernantes y a quienes nos representen en los espacios legislativos en el ámbito nacional, departamental y municipal. Además podemos ser elegidas, es decir, podemos acceder a todos los espacios de decisión social y política; nos hemos convertido, según la ley, en ciudadanas plenas.

La Constitución Política de 1991 afirma que todas las personas son iguales ante la ley; que tienen los mismos derechos e iguales obligaciones y el Estado se compromete a prevenir y sancionar todo tipo de discriminación contra las mujeres. Hemos alcanzado, por lo menos ante la ley, la igualdad. Ahora está en las manos del Estado, y también en las nuestras, el lograr la igualdad frente a la vida, o sea igualdad real de oportunidades en todos los campos. Lo anterior se expresa de manera clara en la propuesta que el feminismo construye, para lograr hacer de la democracia una forma de vida.

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1.2. La Democracia, como forma de vida

La democracia puede ser una forma de vida, constituyéndose en una manera de relacionarse con todas las personas a partir del respeto, de asumir como igual a la otra y otro, aunque seamos diferentes en sexo, raza, edad, ó tengamos diferentes opciones de carácter político, sexual, religioso o cultural.

La democracia como forma de vida significa igualdad ante la ley y las oportunidades en el ámbito público y privado; la posibilidad para cada persona de ser valorada, respetada, reconocida y tratada como igual, en todas las circunstancias. La discriminación no es posible, cuando se habla de igualdad frente a la vida.

La democracia como una forma de vida implica el respeto por los derechos de mujeres, varones, niñas y niños en el espacio privado; la construcción de la autonomía individual y colectiva para las mujeres y para quienes por razón de etnia, opción sexual, religiosa o posición política son discriminadas-os y subordinadas-os en lo privado y lo público. Significa darse a la lenta y ardua tarea de definir y crear nuevas subjetividades femeninas y masculinas, con capacidad para aceptar la diferencia, asumir el conflicto como elemento de la vida humana y el diálogo y la concertación como formas de zanjar diferencias.

2. Democracia directa y representativa.

La Democracia directa es la que ejerce cada ciudadana-o cuando expresa directamente su voluntad, por ejemplo, cuando elige al presidente o a los parlamentarios. También se manifiesta cuando se responde a una consulta popular, se participa en un referendo o en