11 El Laborioso Retorno de a Ciencia

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PREFACIO - TEMA X - TEMA XI - TEMA XII TEMA XI. EL LABORIOSO RETORNO DE LA CIENCIA ESQUEMA-RESUMEN 1.LA TIERRA Y EL FIRMAMENTO 1.1.El heliocentrismo antiguo. 1.2. El geocentrismo 2.LA TRANSFORMACIÓN DE EUROPA 2.1. Las ciudades libres 2.2. Erasmo como portavoz 2.3. Lutero o la convergencia 3.UNA ESCOLÁSTICA CIENTÍFICA 3.1.Guillermo de Occam 3.1.1.El saber y los signos 3.2.El movimiento de las Universidades 3.2.1 La Universidad de París . 4. PREPARANDO EL RENACIMIENTO 4.1. El cardenal de Cusa. 4.2. Los paduanos. 4.3. La academia florentina. 5. RASGOS GENERALES DEL RENACIMIENTO 1. Dejamos a la filosofía maltrecha en el tema anterior, y nos interesa saber por qué vericuetos históricos acaba regresando el espíritu del análisis científico a Europa, qué resultará de la justicia social neotestamentaria, etc.. Pero se nos queda atrás una cuestión influyente en los cambios ocurridos a partir del siglo XIV, que es la idea del mundo visible -en el sentido de qué sucede en el cielo-, forzándonos a retroceder un momento. Se dice que Filolao, un pitagórico del siglo V a.C., fue el primero en sostener que la Tierra es una esfera y describe un movimiento circular alrededor de un punto externo llamado «fuego central», aunque Filolao no identificó ese “fuego” con el Sol precisamente, sino con un astro invisible para nosotros. Décadas más

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El Laborioso Retorno de a Ciencia

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PREFACIO - TEMA X - TEMA XI - TEMA XIITEMA XI. EL LABORIOSO RETORNO DE LA CIENCIAESQUEMA-RESUMEN1.LA TIERRA Y EL FIRMAMENTO1.1.El heliocentrismo antiguo.1.2. El geocentrismo2.LA TRANSFORMACIN DE EUROPA2.1. Las ciudades libres2.2. Erasmo como portavoz2.3. Lutero o la convergencia

3.UNA ESCOLSTICA CIENTFICA3.1.Guillermo de Occam3.1.1.El saber y los signos3.2.El movimiento de las Universidades3.2.1 La Universidad de Pars.4. PREPARANDO EL RENACIMIENTO4.1. El cardenal de Cusa.4.2. Los paduanos.4.3. La academia florentina.5. RASGOS GENERALES DEL RENACIMIENTO

1. Dejamos a la filosofa maltrecha en el tema anterior, y nos interesa saber por qu vericuetos histricos acaba regresando el espritu del anlisis cientfico a Europa, qu resultar de la justicia social neotestamentaria, etc.. Pero se nos queda atrs una cuestin influyente en los cambios ocurridos a partir del siglo XIV, que es la idea del mundo visible -en el sentido de qu sucede en el cielo-, forzndonos a retroceder un momento. Se dice que Filolao, un pitagrico del siglo V a.C., fue el primero en sostener que la Tierra es una esfera y describe un movimiento circular alrededor de un punto externo llamado fuego central, aunque Filolao no identific ese fuego con el Sol precisamente, sino con un astro invisible para nosotros. Dcadas ms tarde, el tambin pitagrico Herclides de Ponto, oyente de Platn y Aristteles, afirma que la tierra esfrica gira alrededor de su propio eje, causando as la sucesin de los das y las noches. Los cinco planetas1 entonces conocidos giraran en torno al Sol, conjunto que a su vez gira alrededor de la Tierra. Se trata del sistema llamado egipcio, que adoptar muchos siglos despus Tycho Brahe.El matemtico Eudoxo de Cnido contemporneo de Herclides propuso la teora de los orbes, que ve en los planetas cuerpos engastados sobre esferas concntricas que encajan unas en otras. Ya el milesio Anaxmenes hablaba de los planetas como clavos fijos en lo cristalino. Al igual que sus predecesores, Eudoxo no hace fsica celeste (no se pregunta de qu material estn hechos esos orbes, qu impulsos los mueven ni a qu distancia estn unos de otros). Lo que pretende es cumplir el requisito formal planteado por Platn: qu movimientos ordenados y uniformes han de suponerse para dar cuenta de los movimientos planetarios aparentes? La cuestin no es la existencia real de tales orbes, sino la eficacia de su teora para mantener el principio de las trayectorias circulares de todos los cuerpos celestes.El mecanismo de Eudoxo fue ampliado en nmero de orbes por Calipo, y vuelto a ampliar por Aristteles. Su tratado Sobre el cielo contiene el primer ensayo de medir la Tierra el resultado es una cifra algo inferior al doble de su tamao efectivo considerando que no puede haber gran distancia entre el Estrecho de Gibraltar y la India. Esta opinin, por cierto, fue el principal argumento aducido por Coln para intentar su viaje, y la razn de llamar a los territorios descubiertos Indias occidentales. Ajeno a la mstica pitagrica del centro, Aristteles pone a la Tierra en el centro por lo contrario de conferirle esencialidad; ese centro es la esfera sublunar, la menos perfecta o etrea (la ms inmvil). Ms all comienzan los orbes planetarios incluido el del Sol y en ltimo trmino el de las estrellas fijas. El resultado es un complicado mecanismo de 55 orbes giradores y compensadores (para impedir la comunicacin del movimiento de unos orbes a otros), que simplemente no funciona.

1.1. El ao en que muere Herclides (310 a.C.) nace el tambin pitagrico Aristarco. Su revolucionaria tesis es que la Tierra posee un doble movimiento: alrededor de su eje y alrededor del Sol. La construccin basada en orbes concntricos presentaba varios fallos palmarios. 1) Postulaba una misma distancia siempre entre los planetas y la Tierra, cosa contraria a la variacin ostensible de su respectiva luminosidad; 2) no explicaba las trayectorias irregulares de los planetas; 3) tampoco explicaba el movimiento de los cometas el de Halley por ejemplo, que se mova con su larga cola por nuestros cielos en los siglos IV y III salvo suponiendo que fuesen fenmenos sublunares, pues en otro caso perforaran los orbes cristalinos sin sufrir modificacin alguna en sus trayectorias.El sistema heliocntrico permita superar limpiamente todos esos inconvenientes. Pero no tuvo xito, falto de un discpulo como lo fuera Platn para Pitgoras y, quiz, porque obligaba a multiplicar cientos de veces las distancias, incurriendo en lo descomunal. Un estoico llamado Cleantes, cuenta Plutarco, sostuvo que Aristarco de Samos deba ser acusado de impiedad, por mover el corazn del mundo. Ms slida pareca la objecin de que si la Tierra se moviese a la alta velocidad requerida para completar anualmente su rbita en torno al Sol (unos 1.600 km/h) nada podra conservarse en su sitio, los mares se saldran de sus cuencas, vientos devastadores pulverizaran todo, etc. Sea como fuere, es llamativo que ni este tema ni la perspectiva heliocntrica ocupasen a Euclides, Apolonio o Arqumedes los tres matemticos ms geniales-, sugiriendo que quiz les pareci demasiado material, y propenso por eso a soluciones irracionales en vez de armoniosas en sentido pitagrico.

1.2. A salvare apparientias como peda Platn, vino Claudio Tolomeo -un peripattico que floreci en Alejandra a mediados del siglo II- con la Sintaxis matemtica o Almagesto, el tratado de astronoma ms completo y antiguo. La obra, que trata los planetas como puros puntos matemticos, quiere captar regularidades en los errticos arabescos descritos por ellos, para mantener contra Aristarco-.la tesis geocntrica y el principio de la circularidad y uniformidad de todas las trayectorias.Ninguno de estos postulados es conforme al estado de cosas, y esto constituye precisamente el mrito del Almagesto. Despliega un aparato calculatorio de gran potencia para mantener premisas incorrectas, pero ofrece a la vez un instrumento prctico vlido, no inferior en calidad predictiva superior quiz al sistema de Coprnico. Partiendo de orbes excntricos no concntricos el expediente concreto de que se sirve Tolomeo para hacer circulares todos los movimientos planetarios es la tcnica de los epiciclos desarrollada varios siglos antes por Apolonio en su Tratado sobre las secciones cnicas, al que aade un segundo artificio llamado punto ecuante para conseguir la uniformidad del movimiento. El ingenioso sistema permite trazar suavemente, mediante constelaciones de epiciclos, incluso trayectorias cuadradas o triangulares si preciso fuera.El resultado de estos finos expedientes matemticos fue una astronoma que bast para las necesidades prcticas (navegacin, agricultura, eclipses, calendarios, etc.). El anverso de las ventajas era el divorcio de la astronoma y la fsica, y la preservacin de principios cosmolgicos falsos.

2. En la alta Edad Media europea (entre los siglos VI y X) no encontramos discusiones entre heliocentristas y geocentristas. Los bosques han crecido, borrando caminos y vas empedradas; viajar resulta muy peligroso; desaparecieron ferias y mercados por falta de movilidad y capacidad adquisitiva, tanto en compradores como en vendedores; los antiguos municipios y provincias romanas son enclaves feudales aislados; las nicas personas capaces de leer y escribir estn dispersas por algunas abadas; mdicos, farmacuticos y otras profesiones liberales han desaparecido, bien porque son rivales incmodos del clero o bien porque sus conocimientos se olvidaron; la clase media no existe, y en lugar de la estructura social grecorromana hallamos grupos compuestos por un noble, sus clientes o servidores de primer rango y los siervos de la gleba o campesinos, vinculados perpetuamente a una comarca. Este estancamiento, sembrado de hambrunas, guerras y escaramuzas locales acaba originando una alianza del establecimiento militar y el eclesistico, que ser el Sacro Imperio Romano-Germnico. Sin embargo, desde bastante antes y hasta bastante despus del ao 800 -cuando Carlomagno es coronado nuevo emperador de Occidente- la estabilidad en el atraso se relaciona con un cuadro econmico repetido, cuyo rasgo comn es la falta de comercio exterior, y la correlativa falta de manufacturas. Lo que se produce es tosco, relacionado con la mera supervivencia y muchas veces objeto de trueque en vez de vendido o comprado. Comarca a comarca, prcticamente todos son clientes o siervos de un amo feudal y ste mantiene su autoridad sobre ellos conformndose con un juramento de fidelidad, o recibiendo cosas como un cordero al ao de cada familia establecida en sus tierras. Conseguir docenas, cientos o hasta miles de corderos nuevos regularmente no le proporciona acceso a una existencia lujosa o siquiera cmoda. Esto se debe en parte a que su clientela guarda proporcin directa con su propio rango nobiliario, con lo cual algunos duques y condes cuentan sus dependientes en castillos y burgos por miles y hasta decenas de miles. Pero en parte se debe a falta de comprador para sus propios bienes muebles, inmuebles y semovientes. Si quiere pedir ms tributo a sus siervos, o sostener menos clientes, arriesga una alianza de estos inferiores con algn otro amo de la vecindad. Y lo mismo les sucede a stos si conspiran contra su deber de obediencia incondicional, pues vendr otro amo (quiz ms exigente). Como vio por primera vez Hume, ese mundo se mantuvo inalterado hasta florecer las primeras ciudades mercantiles, tambin llamadas libres, que surgen al amparo de una mejora en las comunicaciones y demuestran como los municipios lombardos- capacidad para resistir el ataque de la nobleza rural, en buena medida alindose con las monarquas de cada pas.

2.1. Nos referimos a Venecia, Florencia, Brujas y Basilea, seguidas por msterdam, Amberes, Gnova, Londres y algunas ciudades de la Liga Hansetica (Bremen, Hamburgo, Lbeck, Colonia). Precedidas por Venecia, que aprovecha los bienes y procedimientos trados de Oriente Medio por sucesivas Cruzadas, Miln y otras ciudades del valle del Po albergan ya a un mercader que no slo transporta, almacena e intercambia objetos, sino que empieza a vislumbrar la posibilidad de producirlos y transformarse as en industrial, amenazando con ello el monopolio manufacturero de las asociaciones de artesanos que son los gremios. Lo absolutamente fundamental de estas ciudades es que proporcionan un mercado amplio e inmediato para los productos del campo, que hacen surgir oficios y profesiones para la clientela del noble y ofrecen bienes tentadores para el noble mismo y su familia. Adquirir dichos bienes fuerza la venta de tierras a comerciantes, que mejoran esos predios para elevar su rentabilidad, creando as mejores cultivadores. Hacia 1400 la Lombarda y la Toscana, por ejemplo, son los territorios agrcolamente ms prsperos de Europa, mientras siglos antes padecan el mismo estancamiento miserable que otras partes de Italia y Francia. De este modo, la ms grande de las revoluciones conocidas (Hume) se produce sin asomo de batalla, inconscientemente, por una mezcla de conveniencia del campesino y vanidad adquisitiva del amo. El vnculo servil queda herido de muerte, porque el cambio promueve divisin del trabajo. Muchos dependientes no serviles del noble se orientan al aprendizaje de profesiones civiles, trocando con gusto su condicin de hijos-dalgo o caballeros por un ejercicio de la medicina, el derecho, etc. Del mercader dedicado a almacenar o trasladar pasamos al empresario, que inventa la produccin de algo nuevo o nuevas maneras para producir lo antiguo, exponindose con denuedo al posible fracaso. 2.2. Al amparo de esta revolucin silenciosa e insondablemente profunda, la sociedad gobernada por clrigos y nobles, as como sus tradiciones ms veneradas, empiezan a parecer anacronismos tan analfabetos como crueles. El nfasis antes puesto sobre herosmo militar, milagros y revelaciones mgicas ahora empacha insufriblemente, y omos despreciar fbulas tirnicas y estpidas del rey Arturo. Quien dice esto en particular es un clrigo fillogo, Erasmo de Rtterdam (1469-1536), mucho ms fillogo que clrigo, a quien incumbe algo tan imposible como evitar la guerra entre reformistas y catlicos. Holands, como buena parte de los hombres decisivos desde aqu hasta mediados del XVIII, Erasmo es el campen septentrional del Renacimiento, que aprende con trabajo a dominar literariamente el latn, y luego el griego, para leer sin descanso lo que a l le preocupa el Nuevo Testamento-, pues el trnsito de la sociedad jerrquica a la comercial coincide con una sublevacin religiosa encabezada por el Norte de Europa l representa al humanista, extrayendo de ello consejos infalibles; a saber: que somos lo que leemos, que todo aprendizaje sensato ser secular, que la educacin resulta infinitamente econmica comparada con cualquier otro sistema de control social. Respeto consigui Erasmo, desde luego, para poder traducir y publicar en latn el Nuevo Testamento sin problema alguno. Aunque fue varias veces a Inglaterra, donde intim con Toms Moro, y a Italia, su vida discurre entre Basilea y los Pases Bajos, en esa gran curva del Rin que concentraba ya a los grandes ingenieros y proyectistas, cuyo propio desarrollo econmico fulgurante corre paralelo con reformas de la religin, proseguidas de manera inmediata por reformas polticas. Percibimos la magnitud de desgarramiento sentimental e institucional- que la poca vive por el ttulo de su libro ms clebre Elogio de la locura-, al que acompaa un texto inequvocamente orientado a sugerir que cualquiera llamado al conocimiento se finja loco. Cuerdamente, en efecto, no se entiende ni admite que Europa vaya a entrar en las cadenas de una doble Inquisicin. Cuando el prestigioso erudito Erasmo Desiderio de Rtterdam se sienta a departir con el monje agustino Martn Lutero (1483-1546), en una sola pero memorable ocasin, hablan de San Pablo -el apstol por definicin exigente-, y de qu peso podran tener en la Salvacin el azar y el merecimiento. Quince aos ms joven, Lutero propone una predestinacin que nada cambia en nuestros deberes, como dando voz a esa novedad absoluta que es el buscarse la vida da a da, propio de profesionales y clase media, en su oscilacin continua del xito al fracaso. Erasmo replica que el merecimiento terrenal el xito con honestidad- no puede ser indiferente a ojos de Dios, poniendo en duda que su propia omnipotencia le haya forzado a escribir desde el origen de los tiempos los nombres de quienes sern salvados. Cuando Len X le pregunta por ese fraile energumnico, Erasmo responde que la tradicin evanglica ha encontrado en l una poderosa trompeta. Ni Len X ni Lutero saben lo que l sabe la formidable extensin del anticlericalismo en todas partes-, y Roma tampoco puede acceder a lo que Erasmo sugiere como mnimo para apaciguar aquellos tumultuosos nimos: conceder el cliz a los laicos (permitindoles volver a beber la sangre de Cristo simbolizada por el vino de la misa, reservada desde muchos tiempo atrs al oficiante), y liberar los clrigos del celibato. En realidad hace falta mucho ms, porque el trnsito del capitalismo feudal al industrial promueve tambin estallidos de radicalidad fantica apoyados formalmente sobre la Escritura que se inician con la Guerra de los Campesinos capitaneada por T.Muntzer, antiguo seguidor y ahora enemigo acrrimo del pusilnime, fornicario y borracho Lutero. En el mismo ao de 1524 los fanticos son derrotados en la batalla de Frankenhausen, y aparece una invitacin a la concordia terica representada por el De libero arbitrio de Erasmo. Lutero responde con su De servo arbitrio, y no se hace esperar la Guerra de los Ochenta Aos entre catlicos y protestantes, que compromete de un modo u otro a toda Europa.

2.3. Comprendido como resultado de esta convergencia de factores un retorno a la pureza evanglica a travs de San Pablo, un rescate del humanismo y el ideal cientfico, y una nueva estructura econmica-, el fenmeno ha sido analizado con singular exhaustividad por M.Weber, y se examina en la segunda parte de este manual Aqu, donde slo nos interesa un desarrollo histrico del concepto analtico, basta completar el perfil de Erasmo con el Lutero, que si bien no hizo anlisis distintos de comentarios a la Escritura (finalmente, sermones) tuvo la fortuna o desgracia de convertir en conceptos cada uno de sus personales actos, como Buda, Moiss o Mahoma. Muerto donde naci, en la villa de Eisleben (Sajonia,), que hoy sigue siendo una pequea ciudad de Alemania central, su padre fue un minero convertido en empresario del cobre gracias a su propio esfuerzo. Tras atravesar brillantemente los estudios secundarios, y para satisfaccin de sus progenitores, Martn Lutero haba resuelto estudiar leyes cuando cierto da una tormenta elctrica le llev a hacer votos monsticos, pues haba prometido renunciar a toda vida mundana si los rayos no le mataban. A consecuencia de ello, y cargando con el amargo reproche de su padre, se hizo agustino una orden mendicante que tena entonces unas 2.000 centrales en Europa, algunas formadas por varios conventos-, y progres rpidamente hasta ocupar puestos de responsabilidad. En el nterin tuvo tiempo para hacerse nominalista (una perspectiva nacida con Occam, a quien estudiaremos en el epgrafe siguiente), lo cual significa en buena medida realista. La franqueza de Lutero, que no le abandonar jams, pone el ataque juvenil de pavor como justificacin para un periodo de intensas tentaciones carnales y sociales-, que le llevaron a la idea de Dios como alguien que aade penas al penar, una blasfemia en la cual se mantuvo hasta que -releyendo sin pausa a San Pablo- obtuvo una revelacin sobre la justicia divina. Injustificable e incomprensible como obra de una Inteligencia todopoderosa que busca el bien de todos y cada uno, el mundo permite a pesar de todo vivir por la fe, justificarse merced a ella, que as mirada es el divino regalo de querer creer, concebido como una gracia sobremanera exigente a su vez, pues exige recta intencin en todo instante. Hay que ponerse en el lugar de Cristo durante la Pasin, cuando est abrumado por el tormento y en vano suplica alivio (Padre, padre por qu me has abandonado?). Vista como responsabilidad personal e intransferible, la gracia de una fe no asegura que el fiel forme parte de los elegidos (para el Cielo), pero s vertebra una conciencia capaz de resistir los embates de la vacilacin, el desaliento y la deshonestidad para con cualesquiera otros, consolidando una actitud de respeto social adaptada a la vida en comn. A partir de esta revelacin, que se produce hacia 1515, la vida de Lutero parece una especie de institucin impersonal subjetivizada, que va haciendo puntualmente lo demandado por el espritu del tiempo.En 1517 fulmina abusos en la poltica fiscal del Papado las indulgencias o promesas de evitar el Infierno o acortar el Purgatorio a cambio de dinero- con 95 tesis que clava en la puerta de su iglesia. En 1520, ya con un enorme respaldo popular, y mientras el Papado vacila entre hoguera o simple excomunin para l, publica lo que ser el origen de la unidad germnica (Apelacin a la nobleza cristiana de la nacin alemana), as como un atestado de defuncin para el Papado tradicional (Sobre la cautividad de la Iglesia en Babilonia). En 1521, convocado como reo a la solemne Dieta de Worms que preside el joven Carlos V, no slo no abjura de sus proposiciones sino que en realidad evita un linchamiento de ste por los luteranos del pueblo y la nobleza, dejando en el aire un Aqu me planto, sin alternativa. En 1522 publica la primera versin no latina del Nuevo Testamento, convirtiendo el Deutsche Sprache en lengua escrita y poniendo en manos de cualquiera la Escritura y su interpretacin, a la vez que define derechos de la conciencia individual (algo inconcebible desde los griegos) como consecuencia de la libertad cristiana. En 1523 reduce los sacramentos catlicos a menos de la mitad, y preconiza el matrimonio de los clrigos. En 1524 desautoriza las rebeliones campesinas y otras iniciativas fanticas, en Contra los profetas celestiales, que reclama calma y firmeza, no improvisaciones, en la construccin de la Reforma. Desde 1530 a 1530 persigue -y en gran medida logra- que en los territorios alemanes se practique una escolarizacin general de nios y jvenes, cuyo resultado ser una reduccin drstica del analfabetismo.

3. Mucho antes de aparecer este Moiss de los tiempos modernos, el proceso que desemboca en las ciudades comerciales tiene su reflejo intelectual en el desarrollo de la Escolstica, que nace con Anselmo (1033-1109) y prosigue una lnea teolgico-cannica hasta Juan Duns Escoto y Toms de Aquino (1224-1274), pero que envereda luego por lneas ms afines al anlisis cientfico, hasta acabar constituyendo una especie de Internacional del pensamiento donde no influyen ni la cuna ni el pas de origen, y los clrigos llamados a reflexionar e investigar son mantenidos dignamente como profesores, sin otra interferencia de la autoridad que el propio dogma cristiano. Parte importante de este cambio se debe a los rabes, y al espritu ilustrado de Federico Barbarroja y Alfonso X financiando escuelas de traductores en Sicilia y Toledo, gracias a las cuales retorna la obra de Aristteles. En 1211 el Concilio de Pars prohbe leer libros del Estagirita, porque contradicen los temas principales de la fe. Se alega al efecto que la Topographica christiana del monje Cosmas, inspirada en el apologeta Lactancio, ha establecido que la Tierra tiene la forma del Tabernculo descrito en el Pentateuco (plana y dos veces ms larga que ancha). Si fuese esfrica, los situados en las antpodas estaran cabeza abajo y llovera al revs.Ms tarde, los esfuerzos adaptadores de Toms de Aquino permitirn que el Corpus aristotlico se emplee para demostrar la existencia de Dios, de los ngeles y de la providencia divina. Lo que se condena es deducir de Aristteles doctrinas contrarias a la ortodoxia. Sin embargo, el Aristteles cannico se hace pronto tan opresivo e insuficiente como los antiguos Padres, y comienza a gestarse una oposicin platnica.

3.1. No se puede considerar pensamiento todava, por ejemplo, preguntar si los muertos recobrarn al resucitar los dientes de leche o los definitivos, si el Mesas habra podido revelarse en forma de calabaza, o si los ngeles tienen uas. En sus difundidas Sentencias, Pedro Lombardo -que fue obispo de Pars- consideraba con la mayor seriedad gran nmero de dilemas semejantes (puede Dios saber ms de lo que sabe?, qu edad tena Adn al ser creado?, cmo se habran reproducido los humanos de no haber pecado?). El franciscano Guillermo de Occam (circa 1285-1349) elige precisamente este libro para unos Comentarios que fechan el resurgimiento de una actitud ms filosfica, y representan una rfaga de aire fresco.2 Vive el momento culminante de las luchas entre la tendencia conciliar y el papado -que desemboca en el Gran Cisma, (del cual derivan dos Papas o anti-Papas)-, y sufre excomunin por defender la doctrina franciscana de la pobreza absoluta de Cristo y los apstoles. He ah lo que resulta en el medioevo de la justicia social reivindicada por el Nuevo testamento. Hasta Occam es dogma la doctrina de que la razn constituye una sierva (ancilla) de la fe. Sin embargo, l mantiene que se trata de fuentes distintas, con contenidos distintos tambin. El saber racional parte de la observacin, y la observacin no permite probar la existencia del especfico Creador revelado por la Escritura. En ciencia slo es aceptable lo que sea objeto de un conocimiento intuitivo o se deduzca necesariamente de ello. Argumentador legendario, Occam propuso un sano principio de economa conceptualla llamada navaja de Occam, basado en la idea de que no deben multiplicarse los entes sin necesidad. Esto era singularmente oportuno ante el tipo de elucubracin derivada del periodo helenstico (neoplatnicos, hermticos, etc.), donde como vimos en el tema previo- entre Creador y criatura proliferaban toda suerte de seres intermedios. Pero ahora no slo se aplica a demoler esas supersticiones sino a usos filosficos propiamente dichos, cuestionando distinciones fundamentales como esencia y existencia, substancia y accidentes, intelecto agente y paciente. Adelantndose a Hume, este escolstico no slo pone en duda la causa final sino la eficiente.

3.1.1. En un texto justamente celebrado, Occam contrapone lo abstractivo a lo intuitivo.Digo, pues, que de lo incomplejo puede darse una doble noticia, una que puede llamarse abstractiva y la otra intuitiva [...] Lo mismo totalmente, y segn razn totalmente idntica, se conoce por una y otra noticia. Pero se distinguen en cuanto que la noticia intuitiva de la cosa es un conocimiento tal que en virtud suya puede saberse si la cosa existe o no [...], es distante o no es distante, y as respecto de las dems verdades contingentes.El conocimiento abstractivo, en cambio, presupone el principio de individuacin una identidad ideal o de esencia entre grupos de individuos y la realidad de los universales. Pero lo nico real son los individuos, y hay tantas esencias ideales como individuos. En vez de principio de individuacin hay individuos, pura y simplemente. Lo ms curioso, con todo, es que esta conclusin tiene en Occam races teolgicas. Si los gneros ideas ejemplares deca Toms de Aquino tuviesen un ser separado y eterno, seran un lmite para la accin divina, pues en Platn el demiurgo no crea tanto como contempla las ideas, guindose por ellas. Resulta as que el nominalismo ms coherente (la consideracin de los universales como meros signos lingsticos) tiene races teolgicas anti-intelectualistas, basadas en lo divino como ser omnipotente antes que como pensamiento del pensamiento (nous griego). Ms adelante tendremos ocasin de ver el problema llevado a sus lmites en Newton.Hay dos conceptos dominantes en Occam:a) El conocimiento abstractivo est compuesto por meros signos. Los signos son trminos proferidos, escritos y concebidos mentalmente. Es propio del signo en general hacer las veces de lo significado, suplantar a los individuos, confundiendo meras semejanzas de hecho entre ellos con la vigencia de universales. Este hacer las veces de lo otro es llamado por Occam suposicin.No obstante, las palabras son signos convencionales, y los conceptos son signos naturales, que se emparentan con otros signos no lingsticos como el llanto o la risa. De ah que la palabra lluvia sea distinta en las diversas lenguas y posea indefinidos sinnimos, mientras el concepto de la lluvia es algo ligado necesariamente a cierto fenmeno.b) Puesto que slo hay individuos y signos, el orden del universo constituye algo meramente fctico, contingente. Hay un individuo Dios que manda, y que podra decretar en cualquier momento cualquier cosa (una inversin del Declogo, el reino del odio entre todos los vivientes, la tendencia del fuego hacia abajo y la de la tierra hacia arriba, etc.). No es posible entonces investigar las causas a priori, porque toda deduccin parte de lo abstractivo, y todo cuanto est en manos del hombre es observar atentamente los hechos. Precisamente esto desligado de su fondo teolgico ha fomentado la consideracin de Occam como un precursor de la investigacin emprica de los fenmenos naturales.

3. 2. Para entonces las Universidades se han convertido en centros de fuerza no slo intelectual sino poltica, con un grado notable de libertad, y la simple amenaza de suspender cursos bastaba para intimidar a monarcas y legados pontificios. Anticipando o siguiendo la lnea de Occam, algunos escolsticos enveredan por caminos prximos a la ciencia experimental y se vuelven hacia el patrimonio de tcnicas desarrolladas por las artes y oficios. Cunde la idea de que es preciso cambiar radicalmente la orientacin de las investigaciones. No slo conviene saber matemticas, sino disponer de tcnicas instrumentales que permitan interrogar a la naturaleza mediante experimentos, y a travs del platonismo resurge con fuerza la tendencia pitagrica.En Oxford y tengamos en cuenta que para Inglaterra es la poca de la Carta Magna, primer reconocimiento de la particularidad poltica y de los derechos civiles el obispo Grosseteste (1175-1253) trabaja con fruto en metodologa de las ciencias, compone tratados de ptica, acstica, astronoma y meteorologa, profesa una metafsica de signo neoplatnico y reconoce los lmites la provisionalidad de cualquier teora cientfica. Su principal discpulo es Rogerio Bacon (circa 1210-1292), que exhibe una desconcertante mezcla de astronoma, astrologa, experimentacin y ocultismo. Defendi la matematizacin del conocimiento y el valor de la experiencia inmediata. Su crtica de la ignorancia clerical le vali pasarse quince aos en mazmorras, enviado all por San Buenaventura, General de los franciscanos entonces.El movimiento equivalente a Oxford se produce en Pars un siglo despus aproximadamente. Sobre los caminos indirectos o mediaciones que recorre el conocimiento nos informa el origen de la dinmica nueva que desarrollarn los escolsticos parisinos. El primero en mencionar una fuerza impresa concepto nuclear en Galileo y Newton, como veremos es un discpulo de Duns Escoto, Francesco de Marchia, en 1320, al exponer el poder de la gracia santificante aparejado a los sacramentos; Marchia compara la fuerza residual que deja el sacramento en el fiel con la que conservan los proyectiles tras abandonar la mano del lanzador. En la Fsica Aristteles dijo que el movimiento de los proyectiles -un caso de movimiento forzado, y no natural (como el ascenso de la llama o el descenso del agua, por ejemplo)- slo poda explicarse por un fenmeno como de propulsin a chorro, pues en todos esos casos la fuerza motriz no se encuentra en la cosa movida y debera cesar cuando cesa el contacto con el propulsor; si no es as, y los proyectiles no caen perpendicularmente tan pronto como resultaban despedidos del lanzador, es porque se forma tras de ellos una corriente de aire ms enrarecido que los impulsa durante algn tiempo. Esta ingeniosa inexactitud de la teora aristotlica en su aplicacin a la balstica ser el caballo de batalla de los antiperipatticos. Veamos su gnesis.

3.2.1. En 1348 Juan Buridn un nominalista es nombrado rector en la universidad de Pars. Retomando (a travs del rabe Avicena) la nocin del mpetu sugerida ya a mediados del siglo vi por el bizantino Juan Filopn, Buridn ataca la dinmica aristotlica desde dos puntos: a) el medio no explica la continuacin del movimiento, sino su progresiva desaparicin; b) una fuerza constante aplicada a un cuerpo no produce una velocidad uniforme, como pensaba Aristteles, sino un movimiento uniformemente acelerado. La conservacin del movimiento slo puede explicarse por una fuerza impresa (impetus) en lo movido, que para cada cuerpo resulta ser la cantidad de materia multiplicada por la velocidad. El logro cientfico de Buridn es brillante, y casi definitivo. Sin embargo, para fundar una autntica fsica matemtica no bastaba un principio de conservacin del movimiento, sino un principio de conservacin del estado (de reposo o movimiento). En otro caso el mpetu no ser fuerza inercial, sino una cualidad ms o menos oculta de los cuerpos movidos, ni matematizable ni universalizable.El sucesor de Buridn en el rectorado de Pars, Alberto de Sajonia, ser el primer europeo en afirmar que la Tierra se mueve y el cielo est en reposo. Trata de hacer la gravedad numerable, aunque fracasa a la hora de calcular con precisin la velocidad, el tiempo y el espacio recorrido por los cuerpos en cada. El obispo Nicols de Oresme, discpulo de Buridn, precursor de la geometra analtica y notable economista terico (uno de los fundadores del monetarismo), piensa el universo fsico como un reloj puesto en marcha por Dios en el inicio de los tiempos, y librado luego por completo a s mismo. Esta metfora resulta hegemnica hasta finales del siglo XX, con la teora del caos, cuando en vez de concebirse como sistema de relojes el universo deje de parecer un a priori y pase a concebirse como resultado de mecanismos adaptativos (termostato, timones, pilotos automticos, etc.) basados sobre el principio de una realimentacin. 4. Lo que en estos momentos empieza a cundir es una combinacin de ciencia experimental y platonismo, que por una parte redescubre la teora atmica de Demcrito (y en esa medida presenta perfiles materialistas) y por otra exalta lo contrario de la materia, descubriendo por todas partes un nuevo espritu (el humanismo).4.1. El pitagrico Nicols Krebs, cardenal de Cusa (1401-1464), es quiz el mayor pensador de su tiempo y parte de la idea nada pitagrica en principio de un universo infinito. Pero esta infinitud -el concepto de un cosmos abierto- va a ser el ncleo de muchos desarrollos.Para el Cusano, la Tierra no es mejor ni peor en substancia que los otros astros, y se encuentra desde luego en movimiento. Como el cosmos es ilimitado (lo que llamaban los griegos apeiron, algo abominable para el pitagorismo griego), la mquina del mundo tendr su centro en cualquier lugar y la circunferencia en ninguno. Lo asombroso en la estructura del mundo es que no se base en la uniformidad ni en la pura exactitud y, sin embargo, funcione armoniosamente. En eso radica, segn Krebs, la inmensidad de la inteligencia divina, y de ello deriva el camino abierto ante las ciencias. El tratado Sobre la docta ignorancia resume lo que estaba gestndose desde Grosseteste y Rogerio Bacon:Pitgoras, primer filsofo tanto por el nombre como por los hechos, puso en los nmeros toda la investigacin de la verdad. Como seguidores suyos, los platnicos y nuestros filsofos ms destacados afirmaron indubitablemente que el nmero haba sido en el nimo del Creador el primer modelo de las cosas que haban de crearse [...] Dado que la va de acceso a las cosas divinas solo se nos manifiesta mediante smbolos, podemos usar con ventaja los signos matemticos debido a su incorruptible certeza.

4.2. La Universidad de Padua hereda por entonces la orientacin de Oxford y Pars. Dependiente desde 1405 de la repblica veneciana, nombra y despide a sus profesores sin intervencin del poder religioso, convirtindose durante ms de dos siglos en un ncleo de tolerancia e intensa investigacin terica. En contraste con Oxford y Pars, que siguen gobernadas de un modo u otro por la ortodoxia, depender de una repblica independiente como Venecia genera en Padua una recuperacin del Aristteles griego sin decantar ni deformar que produce de inmediato convencimientos inadmisibles para la fe. Cremonini y Zabarella ensean la eternidad del cielo, llegando incluso a prescindir del motor inmvil como cosa distinta del firmamento. Pietro Pomponazzi ensea la muerte del alma con su cuerpo .Se le acusa de minar la moralidad al excluir los premios y castigos de la vida futura, y responde en lnea con Scrates, Aristteles y los estoicos que la virtud se recompensa a s misma (o no es virtud). Slo el apoyo de algunos cardenales evit que la Inquisicin llevara hasta sus ltimas consecuencias el proceso. En realidad, la alta Curia romana se ha convertido en un estamento defensor de la cultura y la tolerancia, absolutamente corrompido desde una perspectiva purista como la que harn valer los protestantes, pero refinado y proclive al mecenazgo de artistas y pensadores.

4.2. En Florencia, la Academia patrocinada por los Mdici una dinasta de banqueros- difunde los dilogos ms pitagricos de Platn (Timeo y Fedn) como la verdadera filosofa y, por tanto, la nica religin digna de obediencia, prefiguradora de la religin intelectual de la Ilustracin en el siglo XVIII. En esta restauracin de la Academia ejerce un influjo capital la cada del Imperio romano de Oriente, con la consecuente emigracin de eruditos griegos a Italia (como Plethn y el cardenal Besarin, patriarca de Constantinopla) y un conocimiento directo de las fuentes. Sin embargo, Ficino, Patrizzi, Pico de la Mirndola y los dems eruditos difunden un platonismo acorde con los nuevos tiempos, no inclinado a la severidad dualista; Pico de la Mirndola intenta una sntesis de platonismo y aristotelismo, difundiendo el ideal humanista. En su Discurso sobre la dignidad del hombre (1452) hace pronunciar al supremo Hacedor un significativo discurso dirigido a los humanos, que contrasta agudamente con las palabras de Yahvh a Adn en el Gnesis:T, que no ests restringido por estrechos lazos, segn tu propia y libre voluntad, en cuyo poder te he colocado, definirs tu naturaleza por ti mismo. Te he puesto en el centro del Universo para que as puedas contemplar del modo ms conveniente todo lo que existe en el mundo. Tampoco te he hecho celeste o terrestre, mortal o inmortal, para que t seas, por as decirlo, tu propio y libre creador y te des la forma que creas ptima. Tendrs poder para descender hasta las bestias o criaturas inferiores. Tendrs poder para renacer entre las superiores y las divinas, segn la sentencia de tu intelecto.De los humanistas partir, con todo, la escisin entre lo que hoy llamamos Ciencias y Letras, motivada por una actitud de menosprecio hacia la investigacin emprica, cuya peor consecuencia por infundada fue excluir el estudio de la filosofa entre los matemticos y fsicos tericos (y a la inversa), cosa impensable entre los griegos.

5. Paralelo a la reclamacin luterana de unos derechos de la conciencia individual, en Europa del Sur se consolida el sentimiento de una legitimidad del individuo libre, evidentemente vinculada a las responsabilidades que se derivan de ello. El hombre deja de soar con la conquista de una remota Tierra Santa donde slo hay un sepulcro vaco, y vuelve los ojos hacia el universo concreto. El universo concreto es el interior del hombre, no menos que la realidad exterior, y en todas partes aparece la certeza de haber dejado atrs una barbarie inhumana, sostenida a partes iguales por la autoridad religiosa y la autoridad feudal.La descomposicin del Sacro Imperio y la crisis del Papado desembocan en el surgimiento de los Estados nacionales y la transformacin de las lenguas vulgares en lenguas escritas, cosa que contribuye en gran medida a popularizar el patrimonio cultural antiguo. El desarrollo de clases medias ligado estructuralmente a la aparicin de los bancos, la letra de cambio, las grandes casas comerciales de los Mdici y los Fugger, el intenso intercambio de materias primas y manufacturas, las nuevas concentraciones urbanas, etc, que agilizan y aseguran el intercambio de muchos ms bienes y servicios. coincide con un espritu mercantil que es una forma de individualismo basada en la posesin de bienes materiales, pero que admite la movilidad social y trata de consolidar libertades civiles. Las transformaciones demogrficas y econmicas suscitan, como era previsible, multitud de luchas sociales que se reprimen con singular crueldad, a menudo porque los brotes igualitaristas se vinculan a reivindicaciones prematuras, difusas o poco realistas, cuyo vnculo de unin es algn demagogo exaltado como Savonarola.Un vigoroso florecimiento de las artes coincide con el desarrollo e invencin de nuevas tcnicas (uso militar de la plvora, cartografa, brjula, fundiciones, imprenta) y el hallazgo de nuevas rutas martimas, coronado por el descubrimiento de Amrica y Extremo Oriente. La esperanza del hombre no es ya el fin de la historia, sino el desarrollo de la ciencia, el cultivo de la belleza, el respeto por la particularidad. La vida parece merecedora de ser vivida, y en el desarrollo del conocimiento se cifran expectativas de un futuro mejor para la especie.La situacin global guarda como vemos importantes paralelos con el despliegue de la civilizacin griega, y se origina sin duda a partir de los mismos presupuestos: la libertad individual transformndose en autonoma de la razn.Sin embargo, el retorno de la obra de arte y la ciencia encuentra en Europa dificultades ms speras que en Atenas y las colonias jnicas. Desde el comienzo hay una tenaza que oprime el despliegue del Renacimiento: uno de los mangos es esgrimido por los reformistas, que en principio reclaman libertad de conciencia pero defienden en realidad un puritanismo salvaje, heredero de los primeros siglos cristianos, cuyos principios son la salvacin por la gracia y la inmundicia del corazn humano; el otro mango de la tenaza lo esgrime el Santo Oficio de la Inquisicin catlica, que tras perder posiciones se reorganiza en el Concilio de Trento (1545-1563) como Contrarreforma. A principios del siglo XIII la Orden de Predicadores (dominicos) haba recibido como incumbencia combatir la hereja, convertir a los incrdulos y someterlos a la jerarqua. Dos siglos ms tarde, en 1540, entra en liza una Compaa de Jess regida por estatutos militares y destinada a la conversin de herejes y paganos, previndose que sus soldados de elite acten en las cortes como confesores y educadores de las familias reinantes.A ambos lados del hombre renacentista hay, pues, una fila de inquisidores adiestrados en la aniquilacin del nuevo espritu. A ello se aade que la aparicin de las nacionalidades y las lenguas europeas no desemboque en el establecimiento de politeias o repblicas democrticas, sino en la consolidacin de monarquas absolutas cuyo funcionamiento obedecer a los principios de la razn de Estado, expuestos por Maquiavelo como inexcusable lgica del poder moderno. Hay una diferencia con Grecia, que es la falta de esclavos en sentido formal (ahora son siervos de la gleba, con menos intervencin en el proceso manufacturero), y de ella deriva que el vasto reino de los pobres deba ser mantenido en su lugar sin conflictos. Desde aqu hasta finales del siglo XVIII se entabla, como veremos, una lucha sin cuartel entre el espritu del libre examen y sus enemigos.REFERENCES1 Planetoi significa en griego errantes, algo explicable por las trayectorias aparentemente caprichosas que describen cuando son vistos desde la Tierra, detenindose y retrocediendo adems de avanzando. 2 Lombardo parece ser un estimulante infalible para herejes, ya que dos siglos ms tarde ser estudiado por Lutero, con los resultados ya vistos.

BIBLIOGRAFACASSIRER, E., El problema del conocimiento. Mxico, F.C.E. 1974. Vol. I.BUTTERFIELD, H., Los orgenes de la ciencia moderna, Taurus, Madrid, 1971. BURTT, E.A., The Metaphysical Foundations of Modern Science, Anchor, Nueva York, 1954. Antonio Escohotadohttp://www.escohotado.org

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