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EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA Una primera aproximación al tema, es significar que los derechos del hombre constituyen, sin duda alguna, un concepto o principio histórico, que se consolida en la época actual y que ha ido surgiendo de manera progresiva y cambiante. Así tenemos que de la Edad Media a la Edad Moderna la persona reclama su libertad religiosa, intelectual, política y económica, en el paso progresivo desde una sociedad teocéntrica y estamental a una sociedad antropocéntrica e individualista. Y es así como en el siglo XVIII, también denominado "Siglo de las Luces", aparece en su mejor esplendor la filosofía de los derechos del hombre. Desde esa línea, el contexto histórico de los derechos fundamentales, dice Peces-Barba', se iniciarán en tres ámbitos: I. En la reflexión de la tolerancia para poner fin al enfrentamiento religioso sobre los límites del poder ante el fortalecimiento del Estado como poder absoluto, y sobre la necesaria humanización en el ámbito penal y procesal por su situación de inseguridad, de ' Peces-Barba, Gregorio, Derecho positivo de los derechos humanos. Madrid, Ed. Debate S.A., 1987. I5

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EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LOS DERECHOSHUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

Una primera aproximación al tema, es significar que los derechos

del hombre constituyen, sin duda alguna, un concepto o principio histórico,que se consolida en la época actual y que ha ido surgiendo de manera

progresiva y cambiante.

Así tenemos que de la Edad Media a la Edad Moderna la persona

reclama su libertad religiosa, intelectual, política y económica, en el

paso progresivo desde una sociedad teocéntrica y estamental a una

sociedad antropocéntrica e individualista. Y es así como en el siglo

XVIII, también denominado "Siglo de las Luces", aparece en su mejor

esplendor la filosofía de los derechos del hombre.

Desde esa línea, el contexto histórico de los derechos

fundamentales, dice Peces-Barba', se iniciarán en tres ámbitos:

I. En la reflexión de la tolerancia para poner fin al enfrentamiento

religioso sobre los límites del poder ante el fortalecimiento del

Estado como poder absoluto, y sobre la necesaria humanización

en el ámbito penal y procesal por su situación de inseguridad, de

' Peces-Barba, Gregorio, Derecho positivo de los derechos humanos. Madrid, Ed. Debate S.A., 1987.

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL 1 ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

intermediación de las penas, de utilización de la tortura corno forma

de averiguación de la verdad y como pena, en definitiva por la falta

de garantías.

2. Desde la tolerancia se aplicará el espectro a todos los derechos

que afectan a la convivencia, a la opinión, a la expresión de las

ideas, etc., como primer núcleo de los derechos individuales más

vinculados a la propia personal.

3. La reflexión sobre los límites del poder estará en el origen de la

justificación contractualista, de la separación de poderes, y de los

derechos de participación política.

(;=-- Ambitos de Contexto Historico

de los Derechos Humanos

Poder Religioso vs.

Poder del Estado

Inclusión de todos

los derechos individ

Reflexión sobre

Limites de poder

Cuando en 1787 se aprueba la actual Constitución americana, la

preocupación fundamental de los constituyentes no se encuentra

dirigida a proclamar una lista de derechos que se habrán de reconocer

a los individuos, sino básicamente a establecer un sistema de controles

y contrapesos al Gobierno Federal, tasando un conjunto de

competencias que impidan su acumulación y concentración.

En esa perspectiva, no es que la explicitación de aquel conjunto

de derechos aparezca como una tarea inútil o carente de sentido.

Por el contrario, tal era la extremada importancia que se le concedía

a tal asunto, que la principal preocupación se centró en establecer

los órganos del gobierno y en determinar el conjunto de

competencias con las cuales éstos habrían de contar. Los excesos

del parlamento inglés contra las colonias, bien narradas por Roscoe

Pound, estaban tan demasiado próximas como para poder obviar un

asunto de vital importancia.

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CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

Este hecho muy pronto habría de ser puesto en evidencia por

Hamilton, ante los ataques furibundos que venía sufriendo la obra de

los Constituyentes de 1787, por no haber incorporado una lista de

derechos, en franca desarmonía con lo que desde la primera

Constitución estadual, era una práctica generalizada. En el octogésimocuarto ensayo de El Federalista, en I788, llegaría a afirmar:

Es evidente...que de acuerdo con su primitiva

significación, estos instrumentos (la declaración de derechos)

no tienen aplicación para constituciones claramente

fundadas en el poder del pueblo, y ejecutadas por susrepresentantes y servidores inmediatos. En éstas, en rigor,

el pueblo no renuncia a nada; y como él lo retiene todo, notiene necesidad de enumerar reservas particulares. 'Nos, elpueblo de los Estados Unidos, con el objeto de asegurar los

beneficios de la libertad para nosotros y para nuestraposteridad, ordenamos y establecemos esta Constituciónpara los Estados Unidos de América.

Hay aquí un mejor reconocimiento de los derechos del

pueblo que volúmenes enteros de los aforismos que

constituyen el elemento principal de las declaraciones dederechos de nuestros estados, y que estaría mucho mejor

en un tratado de ética que en una constitución política.

Sin embargo, la necesidad política de contar con la ratificación de

la Carta por todos los estados -no obstante toda esta filosofía que

trasunta de ella-, lleva a los padres fundadores a preocuparse por ese

Bill of Rights, que finalmente es incorporado en 1791.

No es nuestro propósito reseñar aquí todos los pormenores

políticos que tras aquella necesidad se habría de presentar en el

Congreso Americano. Lo que en todo caso parece necesario ponerse

de relieve es, que si a alguien se debe la paternidad de gran parte de lo

que son en la actualidad las diez primeras enmiendas, ése es James

Madison, de cuyo proyecto presentado el 8 de junio de 1789, inclusive

habría de desprenderse aquella cláusula de los derechos no enumerados:

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Si en el plano teórico operaba la distinción entre derechosnaturales y derechos civiles, en el plano jurídico esa distinción

habría de traducirse en la distinción entre derechos naturales

y derechos constitucionalizados, que es lo que al final de cuentas

cumple con realizar la novena enmienda.

TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ,ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

La excepción que se haga aquí o en cualquier punto de

la Constitución en favor de derechos particulares, no se

interpretará en el sentido de que disminuye la justa

importancia de otros derechos retenidos por el pueblo, o

que amplía los poderes delegados por la Constitución; sino

como efectivas limitaciones de tales poderes o como

incluidos meramente por vía de mayor precaución.

Pues bien, del hecho que en 1791 se incorporase el Bill of Rights,

bajo la forma de enmiendas a la Constitución original, no se desprende

precisamente la idea de que al reconocerse ciertos derechos, la

distinción teórica entre derechos naturales y derechos civiles, pierda

su sentido.

Muy por el contrario, pues frente a la necesidad política de que la

Constitución se ratificase por todos los Estados, hay en la novena

enmienda una singular afirmación, en vía de constitucionalización de la

teoría política del iusnaturalismo racionalista:

Ello supone además que del reconocimiento a nivel constitucional

de ciertos derechos, no se ha de inferir a partir de lo que el Bill of Rigths

confiere a tales derechos. Por el contrario, como lo han expresado

Edward Corwin y J.W. Petalson 2 , su enunciación sólo ha de tener un fin

instrumental, que se traduce en la protección de los ya otorgados por la

ley natural. De otro lado, ha de significar, en el extremo de consecuencia

filosófica y política, la constitucionalización del propio derecho natural.

1 Corwin y Patelson, La Constitución. Una interpretación de la Constitución de los Estados Unidos de América Buenos Aires, Ed. Bibliográfica

Omeba, 1968.

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CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

De ese modo, lo que en el plano de la especulación

teórica, la admisión de la existencia de un derecho natural se

presenta como una cuestión ciertamente opinable, en los

Estados Unidos, por fuerza de la Constitución, el constante,

franco y vinculante diálogo entre el derecho positivo y

derecho natural, aparece como absolutamente normal y

hasta obligado que se produzca.

No hubo de suceder lo mismo en Francia, tras la expedición de su

famosísima Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

de 1789. Ciertamente dicha Declaración, contó con los mismos

supuestos políticos y filosóficos de los del iusnaturalismo racionalista.

Investigaciones más modernas de las realizadas por Boutmy han

mostrado, con insistencia, que en Francia sucedía algo similar a lo que

a su turno se denunció de América del Norte, acerca de la influencia

que allí habría ejercido Locke. Por ejemplo, ya en 1933, Mornet (Les

Origines intellectuelles de la Révolution francaise) había advertido que el

Contrato Social de Rousseau había sido un libro tan poco leído durante

la revolución, que la idea de conciliar el mensaje que proponía tal texto

con la más famosa de las obras de la revolución, era un intento

desesperado por buscar una legitimación teórica allí donde realmente

no la existía.

No es éste, desde luego, un asunto sobre el que ahora convenga

detenerse. Lo que en todo caso conviene poner de relieve es que la

doctrina del iusnaturalismo racionalista se expandió tan

subconcientemente en el siglo XVIII, que el propio rescate de Rousseau

por Boutmy buscó justificar la paternidad ideológica de la declaración

de 1789. Si en el plano de la comprensión histórica de los derechos

humanos, no deja de ser un simple dato de mayor o menor trascendencia,

en el plano teórico, sus alegaciones para conciliar la doctrina roussoniana

con la Declaración, virtualmente han dejado de llamar la atención.

Lo que sí parece absolutamente necesario enfatizar aquí, es

destacar que la doctrina del iusnaturalismo en el siglo XVIII, como no

sucedió ni antes ni después con alguna otra doctrina jurídico-política,

prácticamente se encontraba en el "ambiente", o como lo dijera

Boutmy, en el "espíritu" de Europa y América de aquel entonces.

Buscar la paternidad de dicha obra señera y profunda que significó la

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

Declaración de 1789 en uno u otro autor, parece ser una tarea

condenada, desde el inicio, al fracaso.

Ahora bien, si la separación tajante de unos derechos naturales,

prejurídicos, y por lo mismo, anteriores y superiores al Estado, de

aquellos derechos fundamentales, o mejor aún, constitucionales, es la

característica del modelo americano de los derechos de la persona, el

modelo francés que sirvió de marco de referencia en las subsiguientes

revoluciones republicanas, habría de adquirir un rasgo bastante peculiar,

si es que tal modelo es visto, cuando menos, en dos de sus primeros

momentos: el que se va a presentar en 1789, tras la Declaración de los

Derechos del Hombre y del Ciudadano, y la que ofrece tras la dación

de la Constitución de 1791.

Al margen de cuál haya sido el ulterior desarrollo, a partir de I 791,

de la concepción de los derechos que se van a presentar en la Francia

post revolucionaria, desde el inicio parece ser importante poner en

evidencia, que en ningún momento se va a producir aquella mixtura

que representa el fenómeno de la constitucionalización del Derecho

Natural, que en América es posible advertir por influjo de la IX Enmienda

de su Constitución, como con cierto optimismo han pretendido

encontrar no pocos autores.

La Declaración de 1789 no obstante conocer (y muy de cerca) la

experiencia precedente del pueblo inglés en materia de derechos que

durante siglos se había desarrollado en la isla, sin embargo, no la habría

de tomar en cuenta al momento ser elaborada. Participaba, por el

contrario, y en frases muy famosas lanzadas por A. De Lamartine, de la

idea de convertirse en "el decálogo del género humano escrito en todos

los idiomas", por aquel "concilio ecuménico de la razón y de la filosofía

modernas".

Su expedición en 1789, en relación con la dación de la Carta

Constitucional, un par de años después, no significó, en ningún momento,

que ambos documentos fueran partes de un todo, y que la dación de la

Declaración, sólo significase un trascendental adelanto de laConstitución de 1791.

Ella misma afirmaba un carácter de inmanencia, que no admitía ser

hallada al principio de la Constitución, sino separada de ella. La idea de

lanzar una declaración de esta naturaleza, de manera previa a la

confección de la Constitución, desde el inicio lo que hacía era poner

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CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

en evidencia la propia concepción que allí los constituyentes manejaron

de éstos, es decir, unos derechos anteriores y superiores a la creación

del Leviathan, el "Dios mortal" hobbesiano.

En esta primera versión del modelo francés, que no admite punto

de comparación con el ejemplo americano, basado en la tradición del

common law, la idea de los derechos que se maneja aparece desligada

de cualquier documento normativo. Su expedición ha de representar

no un intento de tornar exigible judicialmente un mínimo de atributos

subjetivos, sino la de prever un catálogo mínimo de derechos que se ha

de rescatar para los hombres del presente, y se ha de proyectar para la

humanidad. No se trata de una obra hecha por franceses y para franceses;

es la afirmación moral de un pueblo, para el legado del mundo.

Pues bien, aceptar que la Declaración de 1789 significa el

encumbramiento de unas reglas morales proyectadas para

la humanidad, lanzadas por un pueblo, supone que los

moldes conformes a los cuales ha de evaluarse no sean los

que pertenecen al Derecho, sino a los de la Filosofía, y si se

quiere, a los de la Teoría Política.

Por ello nada tiene de particular que, en la afirmación de su ideal

iusnaturalista estricto, cuando se confecciona la declaración, sus autores,

en forma resuelta, se propongan, "exponer en una declaración solemne

los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre, a fin de que esta

declaración, constantemente presente para todos miembros del cuerpo social,

les recuerde sus derechos y sus deberes..." y no se vean en la necesidad,

al momento de enunciar sus 17 artículos, de prever una cláusula

semejante a la Enmienda IX de la Constitución americana, propia de un

modelo que no se agota en su faz iusnaturalista, sino que supone la

juridización de ella.

No obstante, se ha pretendido apreciar, especialmente en los

predios del Derecho Constitucional, que el artículo 16 de la

Declaración, a tenor del cual "Toda sociedad en la cual la garantía de losderechos no está asegurada, ni determinada la separación de poderes, carece

de Constitución", representase un documento previo, pero

inevitablemente ligado, a la Chartae Magna que sólo un par de años

más adelante (1791), lograría aprobarse.

2I

... las garantías de los derechos son algo muy distinto (a

las declaraciones de Derechos)... La finalidad que se persigue

dictándolas es la de conferir a los derechos así garantizados

la fuerza que es propia...de las disposiciones

constitucionales...Lo que se pretende con estas garantías de

los derechos es proteger a los derechos individuales contra

el Legislador mismo.

TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL

ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

Pues bien, y con ello ingresamos al segundo momento que la

experiencia francesa ofrece y que hacíamos referencia hace sólo unas

líneas atrás. Cuando en 1791 el Título 1 de la Constitución

("Disposiciones fundamentales garantizadas por la Constitución")

garantiza como derechos naturales y civiles los enunciados en la

Declaración de 1789, no tenía por intención juridizar la concepción

iusnaturalista de los derechos al estilo americano, es decir, incluir como

parte de la Constitución, a la propia Declaración.

La idea de derechos, que se enuncian en la Declaración, y la de

garantía de los derechos, a la que se alude en el artículo 16 y que se

desarrolla en el Título 1 de la Constitución de 1791, son dos nociones

realmente singulares de la experiencia y el Derecho Constitucional

francés. El no advertirlas en sus justos contornos, pueden realmente

generar una gigantesca confusión.

En palabras de Esmein, que cita Pedro Cruz Villalón:

La Declaración de Derechos mantiene el carácter de ser

trascendente al mundo jurídico, constituye Derecho Natural, que no

por el hecho de dictarse una Constitución, habría de configurarse en

Derechos Fundamentales. Mientras que las garantías de los derechos,

han de tener la específica finalidad de reforzar en un plano jurídico

aquellos derechos naturales, que no por ese hecho, habrían perdido su

condición de tales.

Eduardo García de Enterría 3 , explicando el desarrollo de la categoríade los derechos subjetivos en la Francia de 1789, afirmaba que:

García de Enterría, Eduardo. La lengua de los derechos.La formación del Derecho Público europeo tras la Revolución Francesa. Alianza Editorial,

Madrid, 1994.

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CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

Es cierto que toda la concepción del derecho subjetivo

va a quedar marcada por esta decisiva reformulación desde

la perspectiva de los iura innata, como titularidades

"naturales" o propias del sujeto, que al derecho objetivo toca

reconocer y proteger, pero que tendría origen extrapositivo.

Pero el funcionamiento técnico de la figura requiere siempre,

sine qua non, un reconocimiento del Derecho objetivo, al

que compete siempre determinar su titular, delimitar su

objeto y su alcance y otorgar tutela.

Desde esta perspectiva, pues, no es casual que el artículo 2

de la Declaración vaya a enfatizar, en absoluta coherencia

con la idea que venimos sosteniendo, precisamente que los

derechos naturales en cuanto anteriores y superiores a la

creación del estado, no han de reconocerse a partir de la

existencia de éste, sino que al revés, el Estado ha de edificarse

con la finalidad de preservar aquellos derechos naturales:

"el objeto de toda sociedad política -dice su artículo 2°- es la

conservación de los derechos naturales e imprescriptibles

del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la

seguridad y la resistencia de la opresión".

Tampoco es carente de significado, el hecho de que cuando en

1791 se redacta la primera Constitución, en ella no se haga el menor

esfuerzo por introducir una cláusula semejante a la contenida en la IX

Enmienda de la Constitución americana.

Simplemente carecía de sentido el que se preservase el ámbito de

los derechos naturales, pues, simplemente nunca llegaron a perder tal

condición. La distinción entre derechos naturales y derechos civiles (o

constitucionales), sólo operaría allí donde se habría realizado tal

distinción, y no, por cierto, donde los derechos naturales no sufrirían

una mutación, tras la suscripción del Pacto Social.

No obstante ello, la concepción francesa de los derechos no es un

tópico que se va a mantener por mucho tiempo, ni resulta del todo

comprensible lo que al final de cuentas se perseguía a la luz de las

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL : ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

precedentes consideraciones, cuando, un par de años más tarde, al

aprobarse la Constitución de 1793, se aluda a los derechos.

Autores hay, que en el breve período que va desde 1789 a 1795,

han visto en la experiencia francesa la generación de una serie de

inflexiones acerca de la propia consideración de la tabla de derechos.

Si en 1789 aparece como absolutamente clara la distinción entre los

derechos de los hombres de las resultas de la suscripción del contrato

social, que no la hacían perder su naturaleza de ser anteriores y

superiores a cualquier creación artificial, en 1793, se va a producir una

tenue y tímida constitucionalización. Sin embargo, ésta no ha de ser

respecto de los derechos enunciados en la Declaración de I789, sino

como se ha anotado, de las garantías de aquellos, que no sólo no es lo

mismo, sino que inclusive permite comprender la específica condición

de "naturales" de los derechos allí especificados.

A lo largo de la historia los derechos del hombre han

atravesado por una evolución producto de la influencia de

distintas corrientes filosóficas y jurídicas. Tanto la

Constitución americana de I 787, como la Declaración del

Hombre y del Ciudadano proclamada en Francia en 1789,ofrecen un interesante debate acerca de la distinción entre

los derechos naturales y constitucionales.

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¿Cuáles son los ámbitos en el contexto histórico de los

derechos fundamentales según Peces-Barba?

¿Cuál fue la característica de la experiencia francesa tras

la dación de la Constitución de 1791?

Según Elías Díaz, ¿Cuáles son las características del

Estado de Derecho?

¿A qué se refiere Pérez Luño con la significación

axiológica de los Derechos Fundamentales? i

CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

AUTOEVALUACIÓN

CAPÍTULO 1

Responda las siguientes preguntas luego de haber concluido el

estudio del capítulo y la revisión de las lecturas anexas: "Estado de

Derecho y sociedad democrática" y "Los derechos fundamentales". Luego,

encontrará al final del material la Clave de Respuestas, la misma que le

indicará los criterios generales con que debieron abordarse cada una

de las preguntas.

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

CASO I

Revise detenidamente el siguiente caso. Conteste las preguntas

que a continuación se presentan y luego confróntelas con la "Hoja de

Criterios para la solución de casos" que el tutor le alcanzará en el

transcurso del programa.

Exp. No. 331-96-AA/TC

Caso: Francisco Palomino Mendoza

Lima.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los trece días del mes de agosto de mil novecientos

noventa y siete, el Tribunal Constitucional, reunido en sesión de Pleno

Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados

Acosta Sánchez, Presidente (i)

Nugent,

Díaz Valverde,

García Marcelo,

actuando como secretaría la doctora María Luz Vásquez, pronuncia la

siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso extraordinario interpuesto contra la resolución de la

Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima de fecha doce de junio

de mil novecientos noventa y seis, que, revocando la sentencia apelada

de fecha treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y seis, declara

improcedente la acción de amparo interpuesta por el SOT3 de la Policía

Nacional del Perú Francisco Palomino Mendoza contra el Consejo

Directivo de la Asociación del Centro de Esparcimiento Lima "El Potao".

ANTECEDENTESEl demandante interpone su acción sustentando su reclamo en la

transgresión de sus derechos constitucionales a la defensa y al debido

proceso por parte de los directivos de la Asociación del Centro de

Esparcimiento Lima "El Potao".

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CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

Alega que no obstante desempeñarse como Secretario del Consejo

Directivo de la Asociación emplazada el mismo citado organismo ha

resuelto con fecha diecisiete de mayo de mil novecientos noventa y

cinco, destituirlo de su cargo, excluirlo como socio, prohibirle ingresar

a las instalaciones de la Asociación y ponerlo a disposición de su Unidad

de origen, hechos todos estos que resultan violatorios de sus derechos,

por cuanto en ningún momento se le ha hecho saber los cargos que se

le imputan, ha desconocido los informes del Consejo de Vigilancia, no

ha formulado ningún descargo, ni tampoco se le ha escuchado.

Especifica que la acusación que se le imputa se basa en una falsa

denuncia levantada por el abastecedor de insumos de la Asociación a

quien incluso el demandante ha denunciado ante la Fiscalía al igual que

a los otros directivos por delito contra la administración de Justicia.

Señala además que los integrantes del Directorio al ser sus homólogos

no tenían facultad para sancionarlo con destitución, debiendo haberlo

hecho la Asamblea General, que es la autoridad máxima conforme a

los Estatutos que los rigen.

Por último precisa, que contra la resolución que lo destituye

interpuso recurso de revisión o reconsideración con fecha veintiséis

de mayo de mil novecientos noventa y cinco, el mismo que no fue

resuelto, por lo que habiéndose dado por agotada la vía administrativa

es que ha recurrido a la acción de amparo y ante ello solicita que se le

reincorpore a su cargo y se le reconozca los beneficios económicos

que le corresponden.

Admitida la demanda por el Octavo Juzgado en lo Civil de Lima, se

dispone su traslado a la entidad emplazada, siendo absuelta por su

Presidente Catalina Abanto Padilla quien solicita, de conformidad con

el artículo 37 de la Ley No. 23506, se le declare improcedente por

haberse interpuesto extemporáneamente.

De fojas setenta y uno a setenta y cuatro y con fecha treinta y uno

de enero de mil novecientos noventa y seis, el Juzgado expide resolución

declarando fundada la acción fundamentalmente por considerar: Que

analizada la Resolución No. 02-ACEL-CD del diecisiete de mayo de

mil novecientos noventa y cinco se aprecia que la misma fue emitida

por el Consejo Directivo de la Asociación del Centro de Esparcimiento

de Lima "El Potao" estando firmada dicha resolución por sus miembros;

Que el citado Consejo Directivo no tiene atribuciones para destituir a

un miembro de dicho Consejo pues la misma no ha sido concedida en

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

el artículo 75 de los Estatutos de la Asociación demandada; Que la

única que puede remover por causa justificada a los miembros del

Consejo Directivo es la Asamblea General Extraordinaria ya que tal

atribución se le ha concedido en el artículo 54 inciso a) corroborado

con el artículo 71 inciso f) del Estatuto; Que siendo esto así la resolución

impugnada deviene en inaplicable por haberse dictado por organismo

incompetente; Que tales hechos constituyen violación de los derechos

constitucionales señalados en los incisos 2 y 9 del artículo 24 de la Ley

No. 23506; Que el demandante ha acreditado haber agotado la vía previa

por haber interpuesto la acción dentro del término señalado en el

artículo 37 de la Ley No. 23506.

Interpuesto recurso de apelación los autos son elevados a la

Segunda Fiscalía Superior en lo Civil para efectos de la vista

correspondiente y devueltos estos con dictamen que se pronuncia por

la confirmación de la sentencia apelada, la Segunda Sala Civil de la Corte

Superior de Lima a fojas ciento cuarenta y dos y ciento cuarenta y tres

y con fecha doce de junio de mil novecientos noventa y seis, revoca la

resolución apelada y declara improcedente la acción principalmente

por considerar: Que contra la resolución de Consejo No. 02-DCEL-.CD del diecisiete de mayo de mil novecientos noventa y cinco el actor

interpuso recurso de apelación por petitorio del tres de agosto de mil

novecientos noventa y cinco, por lo que desde la fecha de la expedición

del acto hasta su apelación transcurrió mucho más del término previsto

en el artículo 99 del Reglamento de Procedimientos Administrativos

aprobado por Decreto Supremo No. 02-94-JUS, pudiendo deducirse

que el mencionado recurso tuvo la intención, recusada por la ley, de

habilitar el amparo que era inaccesible por haber transcurrido un tiempo

mayor al previsto en el artículo 37 de la Ley No. 23506; Que el

denominado recurso de revisión que aparece en autos no está

recepcionado por la persona jurídica de destino, de manera que no

puede considerarse como interpuesto.

Contra esta resolución el demandante interpone recurso de nulidad

por lo que de conformidad con el artículo 41 y la Disposición Transitoria

Cuarta, inciso 2, de la Ley No. 26435, y entendiendo el referido recurso

como "Extraordinario" se dispuso el envío de los autos al Tribunal

Constitucional.

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CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DE LA HISTORIA

FUNDAMENTOS

Que en primer orden debe merituarse que el demandante no se

encontraba incurso en la causal de caducidad al momento de interponer

el Amparo, pues mientras su recurso de reconsideración (errónea pero

intrascendentemente calificado como revisión) fue presentado con fecha

veintiséis de mayo de mil novecientos noventa y cinco (fojas cuarenta) y

su recurso de apelación lo fue con fecha tres de agosto de mil novecientos

noventa y cinco (fojas sesenta y ocho), su demanda constitucional fue

deducida el dos de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, por lo

que efectuados los cómputos en días hábiles para resolver cada uno de

estos recursos en la vía administrativa y el que corresponde al plazo para

interponer la acción de garantía, según se está a lo dispuesto en el artículo

37 de la Ley No. 23506, se encontraba plenamente habilitado, como lo

ha hecho ver la resolución de primera instancia.

Que por el contrario, no es válida la razón esgrimida por la

resolución de segunda instancia en el sentido de que el recurso de

"reconsideración" carece de valor por no llevar el sello de su

destinataria, toda vez que la copia que lo acompaña a los autos eh ningún

momento fue tachada u observada por la demandada sino que, al revés

de ello, la misma lo ha ratificado en su plena y absoluta validez conforme

consta en la cuestionable Resolución de Consejo No. 04-ACEL-PCD

del veintiseis de abril de mil novecientos noventa y seis (fojas ciento

cincuenta y dos y ciento cincuenta y tres).

Que el petitorio de la demanda de autos tiene dos extremos: 1)

Que se reincorpore al accionante en el cargo de Secretario de la

Asociación emplazada; y, 2) Que se le reconozcan "todos los beneficios

económicos" que dice le corresponden.

Que conforme fluye del texto de la Resolución No. 02-ACEL-CD

obrante a fojas tres y cuatro de los autos, el Consejo Directivo de la

Asociación Centro de Esparcimiento Lima "El Potao", con fecha

diecisiete de mayo de mil novecientos noventa y cinco, resolvió, no

sólo destituir al demandante por los cargos que se le imputaron sino

consultar su exclusión como asociado de la referida entidad, además

de prohibir su ingreso a todas sus instalaciones y ponerlo a disposición

de su unidad de origen, entre otras medidas.

Que, como quiera que toda persona jurídica por principio se

encuentra sometida a sus propios Estatutos Internos, que son los que

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

regulan su funcionamiento y establecen los derechos y obligaciones desus asociados, es de merituarse que en ninguna de las disposiciones delEstatuto de la Asociación demandada, y que corre de fojas cinco a treintay nueve de los autos, se establece como facultad del Consejo Directivo,la destitución de alguno de los integrantes del referido Consejo, tal ycomo ha ocurrido en el presente caso, reconociéndose por elcontrario, y de modo expreso, que tal atribución corresponde a laAsamblea General Extraordinaria, según se está al artículo 55 inciso"i", en concordancia con el artículo 71 inciso "f" del referido Estatuto.

Que, por consiguiente, no puede reputarse como legítima lafacultad que el Consejo Directivo de la Asociación demandada se haarrogado, ya que ello contraviene manifiestamente al debido proceso yparticularmente al derecho a la jurisdicción predeterminada por la ley,que, como es evidente, y en parte ya lo ha establecido este Colegiadoen el Expediente No. 067-93-AA/TC, resultan aplicables al interior decualquier persona jurídica dentro de la cual se hayan reconocidoatribuciones de proceso y correlativa sanción a sus integrantes.

Que por otra parte, resulta necesario puntualizar, que además deencontrarse viciada la antes citada resolución por haberse expedido porórgano incompetente, la forma como se ha procedido a delimitar lasupuesta responsabilidad del demandante, es igualmente arbitraria, puesen ningún momento y como consta de los autos, se le notificó en formadebida y oportuna al actor a los efectos de que presentara sus descargospor ante el Consejo de Vigilancia de la Asociación demandada, lo quesupone que también existe transgresión de su derecho de defensa, sinque puede invocarse como excusa la absolución de preguntas que figurade fojas ciento veintidós a ciento veinticinco, pues éstas fueron cursadasen total destiempo, y cuando el citado Consejo ya había emitido su InformeNo. 13-CV.ACEL-P de fecha trece de mayo de mil novecientos noventay cinco, conforme se corrobora a fojas ciento veintiuno.

Que en éste orden de ideas, resulta por demás inadmisible que laAsociación demandada pretenda subsanar con fecha posterior a lainterposición de la demanda de Amparo las diversas irregularidades enlas que incurrió su Consejo Directivo apelando para ello a la expediciónde la Resolución de Consejo No. 04-ACEL-PCD del veintiséis de abrilde mil novecientos noventa y seis (fojas ciento cincuenta y dos y cientocincuenta y tres), ya que además de no tenerse muy clara la participaciónde la Asamblea Extraordinaria de Delegados de la Asociación (por noacompañarse las actas firmadas por los Delegados de conformidad con

30

CAPÍTULO 1 EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DERECHOS HUMANOS A TRAVES DI,LAMISTORIA

el artículo 59 de los Estatutos), la resolución en referencia no se

pronuncia en lo absoluto acerca del grave problema de competencia

expuesto anteriormente y por el contrario, lejos de ello, ratifica como

suyas todas las conclusiones del Consejo de Vigilancia, que como se

dijo en el considerando precedente, fueron hechas de modo

ostensiblemente arbitrario. Este Colegiado, en consecuencia, no puede

aceptar, que por espíritu de cuerpo se distorsionen Estatutos o normas

internas, pues ello sentaría un pésimo precedente en el funcionamiento

de la misma Asociación demandada, si es que desde ahora y en lo

sucesivo no se corrigen tales excesos.

Que por último cabe puntualizar que esta última Resolución No.

04-ACEL-PCD, de fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventa y

seis, además de pretender convalidar las irregularidades de su antecesora,

ha generado una inconstitucionalidad sobreviniente, al haber pasado por

encima del mandato de medida cautelar que el Juzgado de Primera Instancia

emitió con fecha veintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y

cinco (fojas ciento cincuenta y cuatro a ciento cincuenta y cinco de los

autos) y a través del cual se ordenó expresamente a la emplazada

suspender los efectos de la Resolución de Consejo No. 02-ACEL-P, por-

lo que mal puede la Asociación demandada proseguir, como lo ha hecho,

con la expedición de medidas o resoluciones que ratifiquen los actos

violatorios sobre los derechos cuya tutela provisional precisamente se

está disponiendo. Es entonces deber de éste Colegiado reparar en esta

posterior inconstitucionalidad al igual como lo ha hecho con la derivada

de la primera resolución cuestionada.

Que, en consecuencia, habiéndose acreditado manifiestamente

la transgresión a los derechos constitucionales invocados por el

demandante resultan de aplicación, los artículos I , 2, 9, 24 incisos 16 y

22 de la Ley No. 23506 en concordancia con los artículos 139 incisos 3

y 14, 200° inciso 2 y 202° inciso 2 de la Constitución Política del Estado.

Que no obstante ello, el segundo extremo de la petición resulta

infundada, toda vez que el actor no ha precisado en que consisten los

"beneficios económicos" que reclama y menos aún ha aportado prueba

alguna al respecto.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las

atribuciones conferidas por la Constitución, su Ley Orgánica No. 26435

y la Ley Modificatoria No. 26801

31

MAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIKDE LA MAGISTRATURA

FALLA

REVOCANDO la resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte

Superior de Lima de fecha doce de junio de mil novecientos noventa y

seis, que, revocando la resolución apelada del treinta y uno de enero

de mil novecientos noventa y seis, declaró improcedente la acción.

REFORMÁNDOLA declaran FUNDADA EN PARTE la acción,

disponiendo la inmediata reincorporación de don Francisco William

Palomino Mendoza en el cargo de Secretario del Consejo del Consejo

Directivo de la Asociación demandada e INFUNDADA en el extremo

de la pretensión referida al reconocimiento de los beneficios

económicos alegados por el demandante. Dispusieron su publicación

en el diario oficial "El Peruano"; y los devolvieron.

SS.

ACOSTA SÁNCHEZ

NUGENT

DIAZ VALVERDE

GARCIA MARCELO

PREGUNTAS GUÍA

I. ¿El derecho al debido proceso, opera al interior de las personas

jurídicas o corporaciones de particulares?

2. ¿A juicio del Tribunal Constitucional cuáles han sido las

modalidades o variables del debido proceso transgredidas en el

presente caso?

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