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Gardiol - Algunas Reflexiones sobre el Funcionamiento de la Corte Suprema

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  • ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMRICA

    por Ariel Alvarez Gardiol Deca Mitre. en la oracin fnebre pronunciada ante la tumba del Dr. Francisco

    de las Carreras, primer presidente de la Corte Suprema de Justicia de nuestro pas por el designado. que "cuando apenas se disipaba la tempestad. era necesario hacer prevale-cer las fuerzas morales sobre las fuerzas materiales. Era necesario para ello consolidar. a la vez que el poder ejecutivo y el legislativo. el Supremo Poder Judicial, que impera sobre las pasiones. que corrige sus extravos. que garantiza la paz de los pueblos y de los ciu-dadanos y que gobierna a todos en nombre de la razn. con la fuerza invencible de la ley" y es indubitable que fue bajo esos auspiciosos amparos. que la Corte comenz a fun-cionar. siendo de tener en cuenta que sus miembros debieron empezar por redactar las leyes orgnicas y de procedimiento indispensables para realizar sus tareas. que no son Aras que la ley 48 y la ley 50 que continan aun hoy en vigencia.

    Para la redaccin de estas leves procedimentales, signific un valiossimo aporte al informe que produjo el Dr. Manuel Jos Garca. a quien se haba encomendado estu-diar en los Estados Unidos el funcionamiento de los Tribunales de justicia y ello. sin duda. porque nuestra Corte Suprema. en su estructura orgnica. esta sencillamente calcada del modelo norteamericano. En efecto. fueron los convencionales de Filadelfia. los que concibieron v pusieron en funcionamiento un sistema sin precedentes en las instituciones judiciales hasta entonces conocidas y ello permiti consolidar el principio fundamental. con arreglo al cual la justicia esta encarnada en un poder que no depende del juego armonioso de los otros dos. Alberdi pensando en una Corte Suprema de Justicia. como cabeza de uno de los tres poderes que deba crear la carta poltica. haba dicho que "la civilizacin solo prende de gajo" v as. de esta manera v con este 'gajo". arrancamos nosotros en nuestra estructura de la justicia, del rbol de las instituciones judiciales norteamericanas. que transplantada por manos expertas. es en nuestra Repblica. un rbol gallardo y airoso. a cuya sombra se guarecen. todos los derechos enunciados en la constitucin ven la ley. con plenitud de confianza y garanta.

    La Corte ha sido y lo sigue siendo venciendo inocultables dificultades. el sobrio moderador de los avances del poder central. tanto en sus diferentes facetas de lo polti-co. como en aquellas que hacen a la estructura econmica v tributaria de nuestra nacin. habiendo sido el contraloreador del respeto a la constitucin Nacional. por ser sin duda. su interprete definitivo v absoluto.

    A partir de la reforma constitucional de 1860 v de la organizacin definitiva de la Corte Suprema y de todo el poder udicial en la ley N9 27. hubo distintos proyectos dirigi-dos a darle al mas alto Tribunal de la Repblica. una dinmica diferente. Sarmiento. que tanto haba abrevado en las fuentes informativas del pas del norte y que haba partici-pado en el desenvolvimiento de las instituciones de los Estados Unidos. haba sostenido la tesis de que la Corte no deba tener una sede fija en la Capital de la Nacin. ya que deba llevar su luz a los rincones mas oscuros del pas. donde las nociones de justicia se pervierten y donde prevalecen la violencia y el poder de la fortuna. La Corte deba as -en ese proyecto- celebrar una nica reunin en Buenos Aires v sobre la base de que la Corte deba implementar una "justicia activa" . el alto Tribunal deba ir a buscar las causas en el lugar de origen. La constitucin Nacional no acept esa tesis y la Corte fue creada conforme al modelo que fluye del articulo 108 del texto vigente de la Constitucin Nacional. 1

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  • Esos 1nten1os, tienen tambin su expresin contempornea, en la constitucin de la Comisin creada por la Resolucin N" 772 del Q de abril de 1984, dic1ada por el Minis1eno de Educacin y Juslicia de la Nacin, dirigida al propsito de sugerir proyectos de reforma de la ley 48 y disposiciones complementarias, motivada fundamentalmente en la extraordinaria sobrecarga que soporta actualmente el mas alto Tribunal de la Repblica, con un arrastre de largos aos de similar problema y que ha motivado intere-santsimos estudios de especialistas en la materia.

    Una vez mas creemos que es importante volver a la matriz de nuestra estructura orgnica y descubrir en su funcionamiento. modelos que puedan paliar esa grave situacin insfituc1onal, que pone en oque hasta los mismos cimientos traducidos en aque-llas nobles palabras de Mitre ante la tumba del primer presidente de la Corte Suprema.

    Frente al cuadro sobrecogedor que presenian las estadsticas que proporcionan la Cor1e y que nos demuestran que en el ao 1984 ingresaron 6756 expedientes, de los que se resolvieron 3977. habiendo quedado un saldo pendiente de resolucin de 3100 ms 3977 expedientes en la Procuracin de la Corte (y todo ello por el arrastre de aos antenoresJ lo que supone que se resolvieron mas o menos once causas por da. contan-do todos los das del ao incluyendo ferias y feriados, y debieron haberse resuelto por lo menos mas de treinta causas por da para haber con ello satisfecho las queas abiertas y planteadas por los justiciables y receptadas por el Tribunal, es ndice ms que insobor-nable, para demostrar que algo l1ay que hacer para que la Corte pueda funcionar efi-cazmente como garanta de los derechos de los habitantes, o contralor de los poderes del Estado y adems. paro que sus pronunc1om1enlos importen un genuino crecimiento del derecho y de los 111stituciones fundamentales del pas, que al ritmo impuesto. es imposible lograr. La c1rcunstanc1a de una reciente visita a los Estados Unidos y el estudio de algunos cosos en el funcionamiento de la Corte. me ensearon algunos hechos y me pusieron en evidencio algunos resortes que solo vindolos en su efectivo desenvolvimien-1o son comprensibles -por lo menos paro m- que estimo pueden ser un verdadero aporte en ese intento revisor en el que. plausiblemente. se han concitado por convocatoria del poder central. un ncleo valioso de nuestros mejores juristas.

    Es esa peculiar estructura del andamiaje interno de la Corte en los Estados Unidos. la que esta provocando -en estos das- las mayores controversias en ese pas, mucho ms que las maniobras de la Caso Blanca o los debates del Parlamento. La Corte. al igual que los restantes Tribunales infenores aplica las leyes, pero si a esto se limitar su funcin jurisdiccional. no podra haber adquirido la solemnidad gravitante que tiene den-tro del desenvolvimiento de las instituciones en los Estados Unidos. La tarea realmente for-midable de este Tribunal. no se agota en la interpretacin de la Constitucin y las leyes ni tampoco en el poder de fiscalizacin que tiene sobre los mas altos funcionarios d6 Gobierno. (incluyendo al Presidente de la Repblica. a legisladores y a Gobernadores estatales).

    Lo genuinamente trascendental. es que la Corte Suprema ha podido realmente hacer la ley y tambin deshacerla. cuando ha entendido que se encuentra en juego una cuestin constitucional. Y es la trascendencia de ese control de constitucionalidad de las ~yg(L.Que~inci~c:;~_(J_~~8r--(0~~~P.!~~~rrl~-~-ieJ.

  • "la igual proteccin". "el poder de polica" y otros muchos que solo encuentran abrigo en aquella famosa expresin de Hughes -uno de los ms lucidos Chief Justice de la Corte Suprema de los Estados Unidos- cuando. siendo Gobernador del Estado de Nueva York declar: "Vivimos bajo una Constitucin. pero la Constitucin es lo que los jueces dicen que es"

    La Corte es. y cada da lo es ms, un cuerpo_bQIDogneo, y oo.dependLente de f?ccion~i:f)1iTI~(J~~&D:~1~~ii~~J?9rtidista-d~-J9~p~algQ~(J:~Q~fJ(i~~-h~ce~2i-Pri~~--cipios polticos fundamentales de la Nacin, c929:;:_c:l~ofr&ntgr1~_g_l9sc:uestiones de_ ~S7.l.DR9rfocia.enJa . .vida.social .. y.. .. eGi:imica.de.Jos Estadosl.Jnic:Jos~Sif1-o1rane= iramienta que las profundas convicciones_ l:)ersonales de sus integrantes y su resl:)etuoso

    s~ig~flimTfacinpara el juego armonioso de los otros poderes de la R~"R_~~icc1 __ y es por eso. que no responde a los dicfodos de la mayora sino que. manejando el con-cepto deBemocracia en su ms prstina acepcin. se propone brindar salvaguarda y tutela a los derechos e intereses de todos los grupos. an de aquellos ocasionalmente -'iesvalidos de fuerza poltica. ) Nadie puede olvidar. en los Estados Unidos que el xito que acompa a la gestin de Franklin D. Rooselvet fue un rotundo fracaso en la Corte, a la que no pudo vencer. aunque la derrota lleg -como suele ocurrir con la justicia- tardamente. cuando el presidente ya no necesitaba el xito y la represin atacada por su poltica haba ter-minado. Cabe recordar que cuando el pas recibi la visita de Roosvelt -me refiero ahora a Teodoro- aquel hizo clara referencia a como su gestin y sus intereses polticos haban sido frustrados por decisiones de la Corte. recomendndonos entonces, que no cayse-mos en la exageracin de un sistema que pone en manos de los jueces la solucin de los problemas ms vinculados al bienestar general.

    Se ha dicho y sin duda lo compartimos. que la Suprema Corte de los Estados Unidos. es esencialmente norteamericana en su concepcin y funciones y poco debe a los precedentes anglosaones de las instituciones judiciales anteriores. No obstante fue nuestro modelo. y cuando se pens en su reglamentacin -repetimos- se mir y estudi el funcionamiento de su sistema. Hoy, esas ideas no deban considerarse periclitadas y por ello traemos la experiencia de su conocimiento.

    El debate sobre esas funciones extrajurisdiccionales de la Corte est atravesan-do uno de los momentos culminantes en la historia institucional de los Estados Unidos. el debate es como esa autoridad debe ser ejercida y las crticas. insinan que los jueces, con demasiada frecuencia toman decisiones polticas que deberan permanecer como incumbencias exclusivas de los otros poderes del Estado. La Corte se defiende sostenien-:-t_o que no pocas veces deben adoptar decisiones drsticas para proteger efectiva-. ente los derechos de los ciudadanos.

    Hasta no hace mucho tiempo la Corte fue criticada por una actitud que se la ha denominado de "activismo judicial" y que consiste en trascender la mera tarea inter-pretativa para hacer decididamente su propia poltica. No obstante la Corte de estos das. est sin duda desacelerando la direccin y el ritmo de aquella tendencia que marco el ritmo de las decisiones de las dcadas del 60 y del 70.

    El propio procurador de la Corte. que es quien representa los intereses de la Casa Blanca ante el Alto tribunal, acepta que actualmente. los miembros de la Corte respaldan los deseos de los legisladores y del propio Presidente. evidenciando un mayor respeto y acatamiento a las decisiones del Congreso. de los Gobiernos Estatales y del Poder Ejecutivo Nacional.

    Un ndice -aunque pequeo de esa actual tesitura- es el criterio sustentado de que la evidencia obtenida ilegalmente por la Polica. podra tener relevancia probatoria.

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  • si la polica poda probar que haba actuado de buena fe. cosa que hasta la adopcin de ese criterio obstaba a la labor efectiva de la polica en muchos casos y facilitaba el obrar de los delincuentes.

    Esa opinin y otras de idntica extraccin parten del presupuesto y de los esque-mas de aos anteriores. cuando la Corte persegua objetivos decididos a proteger dere-chos en expectativa.

    Los cambios, en los criterios de la Corte se producen muy gradualmente. es decir que avanza un poco. en un sentido y retrocede en el mismo sentido un poco menos. en la tpica expresin de uno de sus integrantes.

    El Justice William Rehnquist aplicando con ello el principio de que debe man-tenerse lo sustancial y desestimarse lo intrascendente. La efectiva Intangibilidad de las nominaciones en la magistratura federal en los Estados Unidos es una realidad casi absoluta. Un Juez solo puede ser removido por juicio poltico por el Congreso. En 1984 se desestimaron 175 pedidos de juicio poltico y en la historia de la Justicia Federal norteamericana. ello ocurri solo cuatro veces. el caso mas reciente ocurri en el ao 1936. Ningn Juez est forzado a retirarse. pero despus de 15 aos d6 actividad y con mas de sesenta y cinco aos de edad. pasa a revistar como "senior judge" con tareas sensiblemente reducidas. aunque su remuneracin no se altera. En 1984, 237 jueces pasaron a esa condicin. El salario de un Juez de Distrito es de aproxi-madamente 75.000 dlares por ao v el presidente de la Corte percibe una remu-neracin anual de 104.700. Los restantes miembros de la Corte perciben una remu-neracin de 100.600 dlares anuales.

    La administracin Crter. y la encabezada por Reagan han sido. en las ltimas dcadas. las que han tenido mayores posibilidades de incorporar jueces. aproximada-mente ciento cincuenta cada uno con lo que galvanizaron un importante rol en esa rama efectiva del poder global.

    La justicia produo importantes cambios cuando extendi la gama de derechos que disfrutaban distintas minoras discriminadas. como los delincuentes. los negros y las mujeres. en las reas de educacin y trabajo. Muchos creyeron que esa situacin cam-biara cuando Nixon designo al presidente Burger para suceder a Warren. pero la Corte inicialmente sigui la misma direccin activista. Indice significativo de ello fue la decisin del ao 1973 cuando se legaliz el aborto. sosteniendo la tesis de que la mujer madre. tena un derecho sustancial de privacidad en esa decisin. que estaba por encima del derecho del hijo en gestacin y no obstante las fuertes y difundidas quejas pblicas por ese criterio. que ha insinuado hasta la necesidad de una enmienda constitucional. la Corte se ha mantenido firmemente en esa decisin. contra tres o cuatro disidencias inter-nas. segn los casos. del seno de su propia Integracin actual.

    El aborto continua siendo uno de los pocos temas aun destinados a posibles deliberaciones de la Corte y por ello se cree que una posibilidad de incorporar nuevos miembros, podra acrecentar el nmero de disidentes que en este momento es minori-tario.

    Mas de cuatro mil quinientos perdedores de litigios intentan los caminos que conduceaTaflervenci-aersupremTri5naleri"Tq~9slh,Sinembcrgo.IOcorte no _!2:.f.oclif!~ado en aos su crite,ric::> 9lf1()f>r_r:nl~.d~t~~.~!2.~~~~rrf~i.de-esoscasos que son los nicos 'cfuEq5fomaialmente resuelve por ao. Hace falta el voto de cUatr6 de sus ntfeve miembrsparaqe:erasunlo sea ConsideradopolaCorte:A comienzos de este aKo: tres miembros de la Corte Increparon a sus colegas por no acoger un caso del Estado de Nueva York de discriminacin al revs, en el cual guardias blancos de una cr-cel. protestaron por la diferencia otorgada a los negros para ser elegidos en el

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  • o1orgomiento de empleos. Es decir. que siguiendo ese criterio activista v fuertemente pro-teccionista de minoras discriminados, se ha llegado al extremo de enfatizar lantos los derechos ele los discriminados, que se producen verclocleros situaciones de inustic10 respecto ele los mayoras 110 cliscriminoclos.

    Lo Corte Supremo ele Justicia comienzo su actividad en el mes de octubre de cada or'o y cesa al or'o siguiente a comienzos de julio. El periodo que va ele julio o fines ele se1iembre, es ele 111activ1clocl y ele los restantes semonos, solo coloree estn progra-madas en coclo peroclo anual paro or los casos y tocios los aos, la primera hora ele lo primero sesir1 del mes ele octubre se dedico a escuchar un discurso sobre el conflictivo tema de lo peno ele muerle.

    f:I presidente -si esto e11 la mayora- se osigno a si mismo o o otro miembro paro que expongo uno opinin explicondo los cc1usos de lo decisin. Los que estn en m1noro escriber1 sus votos disidentes o se incorporon ol criterio expuesto por mayoro. Los criterios moyorilarios, pueden ser modificoclos, uno vez co11oc1clo lo o los disidencias, yo que los niembros co11s1ontemente se compromelen en complejos deliberaciones y discusiones sobre los criterios a seguir onles ele ocloptar ur10 decisin definitivo, sobre tocio en esos lemos que permonentemenle eslr1 siendo revisoclos o lo luz de oportes esclarecedores que proporcioncm los minorios, como los yo mencionodos del oborto y de lo peno de muer le.

    Cuonclo los decisiones sobre esos temas lgidos han sido adoptodos la Corle onunc10 sus resultodos, generolmente en primovero, con los ltimos rfagos del mes ele junio -yo que paro el cuolro de julio lo Corte generolmente culmino su perodo-. En los lti-mos perodos, uno ele cado cinco ele esos cosos oguclos, fue resuelto por uno moyoro de u11 solo voto. Uno de esos casos as resuelto. otorgobo derechos a los herederos de u110 operario de uno plonta nuclern a los daos y perjuicios reclomados por su muerte, como consecuencia de rodiociones recibidos (coso que probablemente muchos conocemos por el nombre de la operario:"Karen Silkwood" que fue temo de uno pelculo ele bostante xito comercio!). Otro. sumamente cleboticlo fue el que permiti a los Estodos Unidos restringir los viajes o sus ciudadanos a Cubo y la Unin Sovitica. No obstonte. en trminos estodsticos muy generales, una cuarta parle de las decisiones que adopta lo Corte. se resuelven por unonimidod, y sin dis1dencios expresados. Ningn follo esto predeterminodo pero los decisiones de los Tribunoles Inferiores son uno buena clove o seguir ya que en genero! solo uno de cado cinco cosos fue revocodo el pronunciomiento apelado.

    Otra 1nic1ativo del Presidente Burger. opoyado por otros cuotro integrantes de lo Corle es la creocin por el Cor1greso ele un Tribuno! temporario, integrado por jueces ele

    "''Jpelacin poro es1ucliar y considerar 1emas imporlontes que la Corte tiene muy poco tiempo para dedicarle y el Juez Stevens ho propuesto la posibilidad de omplior conside-roblemente el marco ele receptividod de causos por lo Corte.

    No obstante esas iniciativos, tanto en el seno de la Corte. como los 1n1enlos en el congreso. no hon prosperodo. Lo 1usticia Federal le cuesto a los contribuyentes ms ele mil millones de dlares por ao y lo creacin de nuevos tribunales intermedios, solo enco-recero y olongoro el trmite, ya que los perdedores en esos Tribunales intermedios, de cualquier modo opeloron a la Corte. con lo que no se habra ganodo nodo. He querido traer esta referenc10 al funcionamiento de la Corte Suprema de los Estodos Unidos, mo-delo de la nuestra, como modesto contribucin en el octuol 1ntento revisor que mejore el estado crtico de nuestro 1usticia superior. Creo que si queremos efectivamente mantener el equilibrio de los derechos y de los poderes, que es prototipico de nuestra estructuro republicana, debemos ser sumamente prolijos y cautelosos en los intentos revisores que se propongan yo que ser menester. en ese estodo crtico que se sealo, determinor con

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  • toda precisin cuanto hay de accidental y fortuito y cuanto de funcionamiento normal del instituto.

    En ese intento revisor. no se est buscando un sustituto de la Corte Suprema ni aspiramos a que en el supuesto de plantearse cuestiones constitucionales ellas sean con-sideradas por un rgano diferente al existente. Todo lo que hasta ahora se ha elaborado en el mbito del ejercicio jursdicconal de la Corte Suprema se ha dirigido por una parte a hacerla funcionalmente mas eficiente y por el otro a tratar de limitar el ejercicio de su competencia. La limitacin de esa competencia revisora deber dejarse. tal vez. cada vez en mayor grado a la seleccin de los casos por la propia Corte Suprema va que el derecho de los justiciables. no puede estar por encima del princpo fundamental de con-servar la propia autoridad judicial de ese tribunal.

    El aumento del nmero de magistrados. no parece ser el expediente mas indi-cado para superar la instancia crtica de su funcionamiento. Sabido es que un conjunto de personas con variadas opiniones. necesitan de mucho tiempo para poder llegar a resultados concretos. Todos los que en algn mbito hemos trabajado en grupos r equipos. sabemos de la absoluta necesidad de reducir su amplitud para que el rganL pueda funcionar con eficacia. Y esta afirmacin. que vale en general para todos los rganos colegiados. adquiere una significacin muy especial en los rganos del poder judicial.

    La sancin en 1990 de la .1(3y }3.774 incorpor. al funcionamiento d.e la Corte. r:iacionareT Instituto del "certiorari' importado. por lo menos el nombre. del modelo n'crtemericano' pero que en el sistema incorporado. solo le da al mas alto tribunal la facultad discrecional para desestimar. sin necesidad de fundamento. la admisibilidad de los recursos interpuestos o quejas deducidas. cuando a su solo criterio. la misma no reviste cuestin federal suficiente o sustancial. o la misma no revista suficiente trascendencia institucional. Este certiorari no significa. como en el modelo norteamericano un mecanis-mo que disminuya el numero de causas. para permitirle a la corte avocarse a su genuina fu11cin institucional. sino mas bien la legitimacin de un vicio de ausencia de motivacin. que no nos parece conveniente. Con la incorporacin a nuestra carta magna en forma explcita de los tratados internacionales con jerarqua constitucional. la corte suprema debe ser el rgano reservado a fijar los criterios interpretativos esenciales del texto de nuestra constitucin y vertebrarse como el instrumento para anexar a nuestro fun-cionamiento institucional los prncpios que. con origen en la mas autonzada doctnna transnacional y en las decisiones de tribunales de los pases rectores de nuestra cultura. fijen los alcances de los derechos que esos tratados y pactos han incorporado. Hoy, a cos ocho aos de la sancin de la ley reformadora y no habiendo producido el resultado esperado. hay nuevos intentos modificadores que no han plasmado an.-

    Con modificaciones. o sin ellas. la Corte deber seguir siendo la suprema gara ta del sistema de gobierno que hemos elegido. y que coloca a la ley en el vrtice de la estructura del poder. pero no como un edicto arbitrario del soberano. sino como obe-diente a los principios fundamentales de la justicia. Todos, los funcionarios y el mismo Estado est.n por debajo de la ley que puede ser invocada en su beneficio por el ms humilde de los ciudadanos. La corte suprema ha sido y deber seguir sindolo, la repre-sentacin vivida de esta concepcin de nuestro pensamiento poltico y las enormes com-plejidades del tiempo que nos ha tocado vivir y las vivencias crticas de una circunstan-ci:l tumultuosa. que da a da se complica. no debe hacer poner en duda esa creencia fundamental de los hombres de derecho que nos hemos prometido darle a cada uno lo suyo. Si ese bastin de nuestra fe cayera. si se debilitara nuestra creencia poca sera la esperanza que podramos depositar en el futuro de la Repblica.-

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