2. Las Wankas de Espinar

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LasWankas de Espinar MÚSICA TRADICIONAL DE LA REGIÓN CUSCO MANUEL ARCE SOTELO COLECCIÓN

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  • LasWankasde Espinar

    MSICA TRADICIONAL DE LA REGIN CUSCO

    MANUEL ARCE SOTELO

    COLEC

    CIN

  • MSICA TRADICIONALDE LA REGIN CUSCO

    LasWankasde Espinar

  • PRESENTACIN

    Msica Tradicional de la Regin Cusco es una colec-cin de grabaciones de campo que rene muestras del patrimonio musical de nuestra regin. Cada entre-ga aborda una prctica musical especfica a travs de una pormenorizada explicacin etnomusicolgica. Adems de las particularidades estticas propias de cada uno de los extractos sonoros, se busca con esta coleccin entender la historia, configuracin y contex-to social en el que se inscriben.

    Con una vocacin mltiple, esta coleccin combina el estudio, la comprensin y la difusin de la msica cusquea en todos sus matices con un compromiso enfocado al patrimonio musical menos atendido de la regin del Cusco. Asimismo, esta serie responde a la pendiente deuda con los trabajos pioneros en la ma-teria, realizados en esta regin desde hace ms de un siglo.

    Enrique Pilco Paz (Ph.D.)Equipo de Investigaciones

    sobre Espiritualidades Autctonas (ERSAI)Universidad de Montral

  • 4La relacin particular que existe entre el hombre y los productos agrcolas que cul-tiva es un rasgo caracterstico de las so-ciedades andinas:

    La vida emotiva en los Andes ha en-contrado canales de expresin tan interesantes como su propia produc-cin agrcola. Hay en cada planta una carga de historia cultural que convierte al vegetal en un actor vivo que participa de su cotidianeidad. Adems, su forma, los cambios por su crecimiento y los cuidados que exige, hacen que los cultivadores les atribuyan caractersticas de compor-tamiento humano

    (Millones 2001:163)

    Las condiciones climticas extremas de las Provincias Altas han hecho que la produccin agrcola al sur Cusco se con-centre principalmente en el cultivo de la papa, y en particular en la variedad lla-mada amarga, por su gran resistencia al frio. Entre los numerosos rituales a la papa en esta regin, destacan en parti-cular los cantos femeninos rituales para la siembra conocidos en la provincia de Espinar como las wankas. El canto wanka reviste una importancia particular en el ciclo agrcola de este tubrculo ya que sus versos ayudan y estimulan a las semi-

    llas para que se desarrollen ptimamente en el seno de la Pachamama durante los meses por venir.

    Los cantos femeninos en los andes

    Desde la dcada de los 80, estudios pio-neros realizados en poblaciones ayma-ras de Bolivia dan cuenta del poder y la influencia de la voz femenina no solo en actividades humanas o en el bienestar de los animales, pero tambin en el de-sarrollo de los productos alimenticios. Los trabajos de Denise Arnold y Juan de Dios Yapita son particularmente interesantes en este sentido. En Ro de velln, Ro de canto (1988), estos investigadores mues-tran diferentes aspectos del impacto de las performances vocales femeninas en los animales domsticos, lo que influye en la reproduccin del ganado o en la ca-lidad del pelaje de las llamas y alpacas. Los trabajos de Arnold y Yapita se acer-can ms a la presente investigacin sobre las wankas en Hacia un orden andino de las cosas: tres pistas de los Andes meridio-nales (1992), ya que abordan el repertorio vocal y su influencia en el desarrollo de diferentes productos alimenticios. Pero es en Madre melliza y sus cras = Ispall mama wawanpi: Antologa de la papa (1996), que estos estudios se refieren especfica-mente a la relacin particular que se ha

  • 5forjado entre el tubrculo emblemtico de los Andes y poblaciones del lago Titi-caca. Por otra parte, en el artculo Msi-cas y papas en una comunidad del Norte de Potos (1996) y sobre todo en Music and the poetics of production in the Bo-livian Andes (2006), el etnomusiclogo Henry Stobart estudia la relacin en ayllus aymaras entre las performances musica-les y la papa.

    En el caso de los Andes peruanos, se han realizado algunos trabajos en relacin a los cantos rituales agrcolas. Entre los ms significativos podemos citar a La sangre de los cerros. Urkunapa yawarin. Antolo-ga de la poesa quechua que se canta en el Per (1985), antologa que rene ms de 300 cantos quechuas de dife-rentes temticas recogidos por el antro-plogo Rodrigo Montoya y sus hermanos Edwin y Luis. Asimismo, en Nosotros los hu-manos. Nuqanchik runakuna. Testimonio de los quechuas del siglo XX (1992) y en un artculo posterior (1993), los investigadores Ricardo Valderrama y Carmen Escalante transcriben testimonios sobre wankas a la papa recogidos en la dcada del 70 en la provincia de Apurmac. Podemos as constatar que esta actividad ritual alrede-dor de la papa en poblaciones quechuas peruanas es igualmente practicada entre poblaciones aymaras de Bolivia. La histo-ria de la regin conocida bajo los incas

    como el Collasuyo puede darnos algu-nas pistas para comprender mejor estas y otras homologas existentes en una y otra ribera del lago Titicaca.

    Historia de la region de las wankas

    A lo largo de su historia, desde la poca precolombina hasta la repblica, Espinar y las Provincias Altas han conocido dife-rentes divisiones territoriales, polticas y ad-ministrativas. Despus de la desaparicin de la cultura Tiawanaco (1100 d.C.), las poblaciones de la regin del lago Titicaca delimitan sus fronteras a travs de guerras y alianzas (Bouysse-Cassagne 1980: 236-237; Platt 1987: 82-89; Platt et alt. 2006: 24), reagrupndose en seoros que habran sido los siguientes: Quillacas, Chichas Ca-racara, Chuis, Charcas, Soras, Carangas, Pacajes, Lupacas, Collas, Canas y Can-chis (Bouysse-Cassagne 1978: 1058-1059). Hacia el siglo XIII, estos seoros ocupaban un vasto territorio que se extenda desde el norte de Potos hasta el actual pueblo de Urcos al sur de Cusco, siendo el Titica-ca su eje central. En esta rea geogrfi-ca, los Canas y los Canchis se situaban al norte del lago y de la meseta del Collao: los Canas ocupaban la orilla izquierda del ro Vilcanota y los Canchis, la orilla dere-cha (Markham 1923: 64).

  • 6El cronista Cieza de Len es uno de los pri-meros en referirse a los Canas como una nacin o reunin de pueblos: Luego que salen [del territorio] de los Canchis, se entra en la provincia de los Canas, que es otra nacin de gente: y los pueblos dellos se llaman en esta manera: Hatuncana, Chiquana, Horuro, Cacha, y otros que no cuento (Cieza de Len 1941[1533]: 286).

    Los dos seoros aymaras en cuestin ha-bran formado una alianza (Glave 1992: 26) que reconoca como autoridad cen-tral a los Hatuncana situados en el actual distrito de Pichigua (noreste de la provin-cia de Coporaque). Esta confederacin de pueblos, conocida ms tarde como la Nacin Kana, se extenda sobre cuatro zonas geogrficas que corresponderan a los pueblos de Pichigua (Espinar/Cusco), Sicuani (Canchis/Cusco), Orurillo (Mel-gar/Puno) y San Pedro (Canchis/Cusco), con zonas de influencia en Lampa (Puno) y las provincias cusqueas de Paruro y Acomay (ibid.). Pueblos eminentemente guerreros, los Canas y los Canchis fueron finalmente sometidos por el Inca Pacha-ctec y anexados al imperio como alia-dos. Posteriormente los incas contaron con su espritu combativo para vencer a otras poblaciones aymaras como los Co-llas, durante la consolidacin territorial del Collasuyo o regin sureste del Tawantinsu-yo. Prueba de ello es que los Canas tenan

    en Cusco un cuartel permanente para sus tropas conocido como Kanamarka, ape-lacin homnima de los restos arqueol-gicos situados en el actual distrito de Alto Pichigua (Espinar).

    Despus de la conquista, las provincias de Canas y Canchis forman en 1572 el corre-gimiento de Tinta. Cabe sealar que en el siglo XVII la lengua aymara estaba todava en vigencia en estas poblaciones segn lo menciona Bertonio en la Introduccin de su Vocabulario de la lengua aymara () y aunque ellos eran de diversas pro-vincias como Canas, Canchis, Carancas, Quillaguas, Charcas, etc., fcilmente en-tendamos y ramos entendidos de todos aquellos indios, por ser todos aymaraes, aunque de diversas provincias () (Berto-nio 1984 [1612]). Fue en Tinta que se inici en 1780 el movimiento revolucionario con-tra la corona espaola liderado por Jos Gabriel Condorcanqui, prcer que pas a la historia como Tpac Amaru II. Durante la poca republicana, en 1833, Canas y Canchis se convierten en dos provincias independientes, cada una con su capital, respectivamente, Coporaque y Sicuani. Esta situacin dura hasta 1863, ao en que Yanaoca se convierte en la capital de Canas en reemplazo de Coporaque. Finalmente, en 1917 la provincia de Canas es dividida en Canas (capital: Yanaoca) y Espinar (capital: Yauri), la regin de las wankas.

  • 7La papa: un ser vivo

    Para comprender la importancia de los cantos rituales wankas, es necesario tener presente dos premisas muy importantes. La primera es que, en estas regiones de altura y de frio intenso, la papa constitu-ye el cultivo y el sustento principal de las comunidades de Espinar. Sin exagerar, podemos afirmar que toda la vida de estos poblados alto andinos gira prcti-camente en torno a la realizacin de las diferentes etapas del ciclo agrcola de este tubrculo.

    El ciclo agrcola comienza as con la siem-bra de setiembre, el aporque en noviem-bre que consiste en cubrir de tierra las nuevas races de las plantas, los rituales a la papa de febrero, el barbecho en marzo, la cosecha entre abril y mayo, la preparacin de chuo y moraya en ju-nio, los rituales de agosto seguidos de los preparativos del material necesario para la siembra de setiembre. La segunda pre-misa a retener es que en estas comunida-des la papa es considerada como algo ms que un simple producto alimenticio. Tratada como un ser vivo, este trato es sin embargo ambivalente, ya que a veces la papa es considerada como una hija que merece los mejores cuidados, pero tam-bin como una entidad divina a la que se elogia y respeta. Esta relacin particular

    Inicio de la siembrade la papa en Espinar.

  • 8que se ha forjado entre los hombres y el tubrculo emblemtico de los Andes nos ayuda a comprender mejor la importan-cia de las intrpretes wankas y sus cantos rituales que sirven de nexo entre los co-muneros y las divinidades subterrneas.

    En la provincia de Coporaque (Espinar), durante la cosecha del mes de mayo, un momento de particular alegra sobre-viene cuando se desentierra un yayawi, tubrculo raro formado por dos papas unidas entre s como siamesas o con dos cuerpos y dos cabezas pegadas. El hallazgo del yayawi da lugar al juego co-nocido como el yayawinakuy, durante el cual, la persona que ha desenterrado la papa doble es arrastrada por los pies a lo largo de los surcos, afn de transmitir la fecundidad a toda la parcela. Se trata de un juego ritual, un pukllay agrcola, reali-zado en medio de la algaraba y risas de todos los comuneros participantes en la cosecha. En suma, el yayawi, que para un observador forneo sera solo una papa deforme, en Espinar es considerado ms bien como un tubrculo que ha alcanza-do la perfeccin, ya que simboliza la fer-tilidad misma. El diccionario de la Acade-mia Mayor de la Lengua Quechua define as el llallawi: Patatas grandes unidas por un lado, utilizadas en ofrendas religiosas. Papa con 3 bulbos juntos (Academia Mayor de la Lengua Quechua 2005: 261).

    Estas papas dobles pueden adoptar algunas veces formas humanas y son actualmente conocidas en Bolivia como llallawa (Solomon 2000: 266; Stobart 2006: 235). Y es con este nombre que este ejem-plar inslito de papa es descrito desde la colonia. A fines del siglo XVI, Mura se refiere a este tubrculo y a las mazorcas dobles de maz, que clasifica en el ac-pite Del sacrificio que los indios hacan:

    (...) en tiempo de cosecha, viendo las papas, llamadas llallaguas, que son de diferente forma que las de-ms, y viendo mazorcas de maz y otras races de diversa hechura que las otras, las solan adorar, e hacer muchas ceremonias particulares de veneracin, bebiendo y bailando, te-nindolo por agero (...)

    (Mura 1946 [1590] : 278)

    Contemporneo de Mura, Jos de Acosta clasifica el trmino llallahua entre los gneros de idolatras practicadas por las poblaciones autctonas del Nue-vo Mundo: las races que llaman papas hay unas extraas, a quien ellos ponen nombre llallahuas, y las besan y las ado-ran (Acosta 1940 [1590]: 360). A principios del siglo XVII, Bertonio define llallahua en su diccionario aymara como : papa o animal monstruoso, como dos papas pe-

  • 9gadas, o como una mano, un animal de cinco o seis pies () papas monstruosas que nacen como una mano o balaus-tradas, o como una cabeza, llallahua, y hacen supersticiones con ellas (Bertonio 1984 [1612]). Este vocablo seria de origen aymara.

    Estas referencias nos dan cuenta del significado ritual que ciertos productos agrcolas adquieren a causa de su forma singular, cualidad tambin reconocida durante el incario bajo otros nombres. La cosecha del maz se realizaba el mes de mayo con la fiesta Aymuria o Airihua-mita. Airi designaba una mazorca doble (como siameses) signo de la fecundi-dad del Sol (Caballero Farfn 1959: 147). Segn Guaman Poma de Ayala, en mayo (Aymoray Quilla) se celebraba con fiestas el hallazgo de estos raros ejemplares, ya sean de maz o de papa, como lo notara tambien Mura: (...) dizen que hallando una masorca que nasen dos juntas, o pa-pas, y de recoger la comida y llevarlo a casa o al depsito para guardarse en las cullunas, chauays, pirua que son barriles, hazen muy mucha fiesta y borrachera (...) (Poma de Ayala 1963 [1615]: 245). Este tipo de tubrculo era tambin cono-cido como aqsu mama. Durante la cose-cha, su hallazgo era considerado como una bendicin y el ejemplar desenterrado se le guardaba con reverencia, dado

    que la fertilidad de los campos estaba asegurada (Millones 2001: 177).

    El vocablo yayawa est muy presente en los versos de las wankas. Este culto de ancestro prehispnico puede ser consi-derado como una invocacin a las semi-llas de la papa, para que se conviertan en yayawi y que la cosecha del mes de mayo sea un xito. As, las wankas de Es-pinar forman parte del acervo de cantos propiciatorios que las poblaciones andi-nas dedican a la fertilidad desde tiempos inmemoriales.

    Las interpretes wankas

    La palabra wanka se refiere tanto al can-to como a cada una de las cuatro intr-pretes que constituyen el conjunto vocal. Sus presentaciones las realizan durante los diferentes momentos de descanso que los trabajadores toman durante la ardua labor, en pleno sol, que constituye la siem-bra de la papa en setiembre. Las wankas son cantadas por un conjunto de cuatro intrpretes, previamente contactadas por el dueo de la parcela a sembrar. Un rasgo caracterstico que llama inmediata-mente la atencin en esta tradicin vocal es la postura que las cuatro intrpretes adoptan al cantar: de pie, formando un crculo, con los rostros dirigidos al interior

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    de este crculo, y tapndose el rostro con una de sus polleras. Esta actitud y esta postura son indispensables para ellas, afn de entrar en contacto con el mundo os-curo de la Pachamama.

    De esta forma, al taparse la cara y cerrar los ojos justo antes de cantar, las intrpre-tes recrean y se encuentran inmediata-mente en un mundo sin luz y de tinieblas como es aquel donde habitan las entida-des telricas. Y al ponerse en crculo ce-rrado, agachando la cabeza y cubrin-dose con sus polleras, las cantantes no dejan escapar sus voces hacia el exterior. Ellas forman un ente solidario y sonoro, enviando sus cantos directamente hacia la tierra y al universo oscuro donde se en-cuentran la Pachamama y las semillas de las papas, a quienes ellas dirigen sus ver-sos en quechua. Entre las intrpretes de wankas existe una categora de cantante llamada la cantora. Se trata generalmen-te de la intrprete de ms edad, quien por su experiencia conoce todas las me-lodas y versos en quechua del repertorio. Es ella quien dirige y lleva la iniciativa del desarrollo de la performance.

    Sin embargo, no se podra calificar a la cantora como una solista propiamente dicho, ya que el canto wanka se inter-preta al unsono. No hay primaca real de una voz sobre las otras, salvo algunos

    comienzos de versos donde la cantora sobresale fugazmente justo al comenzar la frase musical que ser seguida inme-diatamente por las tres wankas acompa-antes. Su rol es ms bien de una gua, caracterstica propia a este tipo de per-formance ritual colectiva que se plasma en una conjuncin solidaria de las voces.As, la cantora puede ser considerada como el pilar del conjunto de wankas, sobre la cual van a basarse las otras intr-pretes, quienes se amoldan exactamen-te a su entonacin, palabras y estilo de cantar. La participacin de esta gua es realmente indispensable, tal como lo pudimos comprobar en varias ocasiones durante las entrevistas realizadas en casa de las intrpretes acompaantes, las cua-les tenan la mayor dificultad en cantar sin la presencia de una cantora.

    El repertorio no se transmite directamente de maestro a discpulo como es el caso de la mayora de tradiciones de transmi-sin oral; las cantantes acompaantes no vienen nunca a la casa de la cantora para aprender a wankar. Las jvenes sue-len aprender el repertorio escuchndolo directamente durante la siembra, desde muy nias, tal como nos lo comentaba una cantora: He aprendido [a cantar wankas] yendo a la chakra [para la siem-bra de la papa]. Es a travs de esta visin de las intrpretes y la audicin in situ de

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    La papa es consideradacomo un ser vivo.

    sus cantos delante de los surcos que al-gunas jvenes se impregnan totalmente de este repertorio para convertirse quizs ms tarde en una cantora. Sin embargo, es interesante observar que algunas can-toras tienen algn familiar que es o ha sido a su vez cantora. Este es el caso de la cantora Victoria que aprendi a wankar con sus hermanas mayores, el de Juanita, quien aprendi el canto con su madre Fe-licitas, o bien, el de Adela que aprendi los versos con su madre, la renombrada cantora Eusebia. Esta forma de transmi-sin en familia es probablemente ms efectiva para aprender este repertorio practicado una sola vez al ao, durante la siembra de setiembre. La cantora es la memoria viviente de esta tradicin vocal, la depositaria de las melodas y los versos en quechua, gracias a quien se efecta la transmisin oral durante las performan-ces de septiembre.

    Pero la cantora no es solicitada por el dueo del terreno a sembrar nicamen-te por su conocimiento del repertorio de wankas. En efecto, su presencia es in-dispensable durante la siembra ya que, gracias a la cantora, la comunidad pue-de esperar tener una buena cosecha en mayo debido a que es ella quien sabe entrar en contacto con las semillas de la papa y con la Pachamama. De esta for-ma la cantora, tanto como gua vocal y

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    como intermediaria ritual, transmite a las dems intrpretes su experiencia como portavoz entre el mundo de los hombres y el mundo de las divinidades. Al mismo tiempo que las intrpretes acompaantes se impregnan de los versos y de su estilo de cantar, ellas aprenden igualmente la posicin y la concentracin que la can-tora transmite en cada una de sus inter-venciones para dialogar y dirigir sus versos directamente a la Pachamama. En tanto que intermediarias rituales, la cantora y sus wankas acompaantes renuevan as los lazos de reciprocidad y de intercam-bio entre la comunidad y las divinidades ctnicas.

    Una tradicin en vias de extincin

    Hacia la dcada de los 80, cuando las wankas estaban en su apogeo, estos cantos rituales eran practicados en todas las comunidades productoras de papa de Coporaque. Desde entonces, este canto ha ido desapareciendo en esta provincia de Espinar, de manera que en la actualidad solo se practica en Tarcuyo, poblado situado al sur de la capital distri-tal de Coporaque y que se constituy en comunidad el 2011. Desde el fallecimien-to el 2010 de Jacoba Ccahua Salcedo, la cantora de ms edad, en este poblado quedan solo 8 cantoras: Juana Ccahua

    Suri, Felicitas Ccahua Suni, Julia Suni Suri, Eusebia Huamani Chaupi, Demetria Salas Suni, Juanita Merma Ccahua, Francisca Chaupi Ala y Adela Suni Huamani.

    En Sukuytambo, provincia al sur de Co-poraque, la siembra de la papa ya no se realiza con cantos wankas. Pero todava se puede encontrar algunas intrpretes de edad en la comunidad de Chaupi-mayo, particularmente en los sectores de Concaja y Patillani donde entrevistamos a las ltimas cantoras de esta comunidad. En Concaja grabamos a las cantoras Balbina Alberta Kawaque y Luisa Merma Nuonca. En Patillani pudimos ubicar a la nica cantora del sector, Victoria Chaupi Ccahua, quien hacia pastar su ganado a algunos kilmetros de su domicilio. Fue solo gracias a su hija Demetria Merma Chaupi que pudimos entrevistarla, ya que ella nos guio gentilmente hasta el lugar donde su madre llevaba todos los das sus llamas y ovejas. Adems Demetria acom-pao a la cantora Victoria en algunos cantos wankas que interpret para noso-tros en medio de la puna.

    Diferentes factores han contribuido a la desaparicin de las wankas. El primero que salta a la vista es la interrupcin de la transmisin oral. Existe un verdadero desin-ters por parte de las jvenes en aprender el canto wanka; este abandono volunta-

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    rio es considerado por ellas como un pri-mer paso necesario para poder proyec-tarse hacia nuevos horizontes urbanos. De tal manera que el hecho de romper con sus races no es vivido como una situacin dolorosa; al contrario se trata de un he-cho social comn a su generacin para, segn ellas, salir adelante. La influencia urbana se extiende as hasta estas co-munidades alejadas de Coporaque: las nuevas generaciones son ms receptivas a los cambios y novedades que les ofrece el mundo moderno, consecuencia de su frecuente contacto con la ciudad, razn por la cual los cantos wankas ya no for-man parte de sus proyectos de vida. En efecto, Yauri (capital de la provincia de Espinar) se encuentra a solo a 40 minutos en combi (transporte en comn) desde Tarcuyo.

    Esta falta de inters en aprender cantos rituales por parte de las jvenes se mani-fiesta en otros aspectos, por ejemplo en su forma ms moderna de vestirse y en su re-chazo por aprender otras tradiciones, en particular el tejido, como lo manifiestan sus padres: Ni siquiera saben tejer, eso es lamentable. Esta situacin ilustra bien la verdadera ruptura que existe entre las generaciones, si se tiene en cuenta que el canto y el tejido son soportes privile-giados de la identidad en las sociedades andinas.

    Los pobladores y las cantoras de Tarcu-yo manifiestan cierta forma de orgullo porque su comunidad es actualmente el ltimo baluarte de esta tradicin vocal, como lo reconocen otras comunidades vecinas: En Tarcuyo, lindo wankan las se-oras ah, En Tarcuyo, ah saben [cantar wankas]. Al mismo tiempo, las cantoras encaran con resignacin la actitud de las jvenes: Ellas [las jvenes] no gustan ese canto antiguo, ahora estamos cam-biando, dicen, no quieren saber [sobre el aprendizaje de wankas]. Esta claudica-cin por parte de las actuales cantoras tambin puede explicarse por el hecho de que ellas han visto la desaparicin de numerosas tradiciones y rituales en las l-timas dcadas, muchos de los cuales se practicaban en la poca de la cosecha de la papa. Entre estas tradiciones de la cosecha cadas en el olvido tenemos el haspiy tatay (ritual con exclamaciones in-vocatorias para llamar a la papa, justo antes de comenzar la cosecha), el tuta qhashwa (cantos y rondas nocturnas de jvenes, junto a las papas cosechadas) y el chuo apay (transporte del chuo [papa helada para su conservacin] so-bre llamas, con cantos, desde el terreno de cultivo hasta la casa).

    Pero la interrupcin de la transmisin oral no es la nica causa de la desaparicin de las wankas. La divisin de los terrenos

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    colectivos en terrenos privados de 7 hec-treas por familia ha sido nefasta para esta tradicin. Antes de convertirse en comunidad campesina el 2011, Tarcuyo era uno de los 11 sectores que constituan la comunidad de Apachaco. El 2006, Tar-cuyo fue uno de los ltimos sectores de Apachaco en adoptar este sistema de parcelacin. Las actuales parcelas priva-das no necesitan de muchos trabajado-res para que la siembra o la cosecha se lleve a cabo. El propietario de un terreno realiza estas labores en familia y convoca menos frecuentemente a otros comune-ros para ayudarlo, y an menos a cantan-tes wankas durante la siembra. Una situa-cin muy similar haba ya sido observada por Arguedas en el Valle Sagrado hacia los aos 40, cuando comparaba los ritua-les de las cosechas colectivas en las gran-des propiedades de los terratenientes, en oposicin a la cosecha austera y en fa-milia que efectuaban los propietarios de pequeas parcelas (Arguedas 1985).

    En los ltimos aos, la introduccin del tractor en reemplazo del arado y la chaki-taclla es un factor que marca tambin la decadencia de la minka y el trabajo co-munitario en esta regin. Es una tcnica agrcola individual y mecanizada, en total contradiccin con el trabajo colectivo y la ayuda mutua, de prctica general en Espinar y Sukuytambo hasta hace pocos

    aos. En lo que concierne las performan-ces musicales andinas, es importante tener en cuenta que muchas de estas tradiciones fueron concebidas en las so-ciedades incas y pre incas para ser inter-pretadas durante los trabajos colectivos, en especial para dar nimos y alegra a los numerosos trabajadores que participa-ban en ellos. La relacin entre la alegra, el juego y el hecho de trabajar o realizar diferentes tareas colectivas es un aspec-to esencial, rico de implicaciones rituales (Arce Sotelo 2008), como el yayawinakuy de la cosecha en Espinar, caractersticas esenciales de la nocin del trabajo en las comunidades andinas desde pocas precolombinas (Harris 2010). Adems, es-tar contentos, trabajar comunitariamente y de buen humor, es tambin otra forma de honorar juntos a la papa y recibir los beneficios de la Pachamama.

    Como en otras regiones de los Andes, otro factor que influye en la decaden-cia de las tradiciones en general es la presencia cada vez mayor de religiones forneas. Por el momento, la mayora de los pobladores de Tarcuyo practica la religin catlica sin conflicto aparente con el culto paralelo de las divinidades locales como la Pachamama o los apus (montaas tutelares). Pero en los secto-res vecinos los evangelistas o adventistas tienen cada vez ms adeptos. Conocidos

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    Wankas silbicas de Challquidurante la Fiesta de San Francisco.

    como los hermanos, ellos no solamen-te abandonan los cultos a los santos y a las divinidades locales, pero igualmen-te dejan de practicar las performances musicales o vocales que acompaaban estos rituales: Se vuelven hermanos y ya no pueden hacer fiesta [para los santos o para las divinidades]. Esta influencia es ms marcada en Chaupimayo donde la performance de las wankas de la siembra ha desaparecido completamente desde hace una dcada.

    Evolucin del canto

    El canto wanka es una performance con versos en quechua. Segn los testimonios recogidos, existi en Coporaque otro tipo de wanka diferente al de Tarcuyo, pero actualmente ya extinguido. Se tra-taba de un canto totalmente silbico, es decir, sin palabras en quechua y ba-sado nicamente en slabas, ms preci-samente cantado exclusivamente con el vocablo yayawa. Por otro lado, este tipo de wanka posea las caractersticas de las wankas de Tarcuyo: performance ritual practicada una vez al ao para la siembra de la papa, durante las pausas de los trabajadores, interpretada por un conjunto compuesto por una cantora y tres cantantes acompaantes, posicin en crculo y cubrindose la cara con una de sus polleras, etc.

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    El rea geogrfica de estas wankas sil-bicas estaba situado al norte de Copo-raque (capital del distrito), y comprenda las comunidades de Sepillata, Cotahua-si, Ccamanocca, Urinsaya, Pumahuasi, Huayhuahuasi, Oqquebamba y Totora Alta. En el pueblo de Coporaque y en los sectores aledaos, este tipo de wanka desapareci hace ya unas cuatro d-cadas; mientras que en las comunida-des mencionadas situadas ms al norte, esta versin silbica habra sobrevivido hasta la ltima dcada del siglo pasado antes de extinguirse a su vez. Este tipo de wanka silbico haba sido practicado tambin en Challqui (sector de la comuni-dad de Hatun Ayraccollana, limtrofe con Apachaco), poblado situado a 7 km de Tarcuyo. Esta performance vocal no se practica ms en Challqui ya que en este sector la siembra de la papa se realiza sin wankas desde hace por lo menos tres d-cadas. Sin embargo, cada 4 de octubre, al final de la fiesta de San Francisco que se lleva a cabo en Apachaco y que mar-ca el final de la siembra de la papa en la regin, se puede todava escuchar breve-mente esta versin silbica interpretada por las ltimas representantes de este tipo de canto. Esta costumbre de concluir esta fiesta patronal con el wanka silbico se ha convertido en una especie de tradicin, como un homenaje de este poblado a San Francisco, y es la nica ocasin en

    que se puede escuchar a estas intrpre-tes de Challqui en todo el ao.

    En Challqui tuvimos la oportunidad de entrevistar y grabar a una de las ltimas cantoras de este sector, Melchora Cana, quien canto acompaada de su hija Ci-rila lvarez Cana. Es interesante sealar que los pobladores de Challqui resal-tan aun hoy en da el hecho de que las wankas de este poblado eran cantadas antao con versos en quechua y que, es solo desde que esta tradicin comenz a extinguirse, que el canto pas a ser si-lbico con la palabra yayawa: Canta-ban antiguamente con letra, ahora no. En una entrevista realizada a Felipa Noa, antigua cantora de Challqui fallecida el 2013, ella se refiri de esta forma a las ul-timas intrpretes de este poblado: Ya no cantan igual como antes con esa ento-nacin, con cario, [hoy en da] ya no re-cuerdan, todas cantaban con palabras, ya no recuerdan, por eso tararean [con el vocablo yayawa]. Estos hechos nos permiten retrasar la evo-lucin del canto wanka hasta su extin-cin. Al desaparecer las cantoras con el repertorio y al no tener discpulas debido a la interrupcin de la transmisin oral, las cantantes acompaantes quedaron des-amparadas sin sus guas rituales y vocales. Pero aun as, sin la presencia de las can-

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    toras y su conocimiento de los versos en quechua, las intrpretes acompaantes continuaron con esta tradicin cantando solo con el vocablo yayawa. Esta versin silbica puede ser entonces consideraba como el canto de cisne de las wankas de Espinar ya que marca la etapa final de las cantos a la papa antes de la desapa-ricin de las intrpretes acompaantes y la consecuente extincin definitiva de esta tradicin vocal agrcola. Hemos po-dido tambin constatar que, a diferencia de las wankas en quechua cantadas al unsono, en las wankas silbicas de Cha-llqui la heterofona es muy frecuente. Este paso de la homofona a la heterofona se-ria tambin una de las caractersticas del canto wanka antes de desaparecer.

    Sin embargo, a la diferencia de la mayo-ra de los cantos silbicos en otros lugares del mundo interpretados con silabas sin significacin, el wanka silbico de Espinar est basado en el yayawa, vocablo pro-piciatorio de hondas races precolombi-nas y de gran significado ritual.

    El canto ritual

    El canto wanka posee una forma estrfi-ca. Pero si la meloda se repite fielmente en cada estrofa de una misma wanka, desde el punto de vista de los versos en

    quechua el canto puede dividirse en tres partes:

    1. Una introduccinEsta primera estrofa est basada ex-clusivamente en el vocablo yayawa

    2. Un nmero variable de estrofasEstas estrofas estn compuestas de versos en quechua que siguen exac-tamente los parmetros musicales (meloda, mtrica, pulsacin, etc.) ex-puestos por la estrofa de introduccin

    3. Una conclusinltima estrofa que retoma el vocablo yayawa (al igual que la estrofa de in-troduccin), anunciando esta vez el fin de la performance

    La estrofa de introduccin enuncia as las caractersticas meldico-rtmicas que en adelante se van a repetir en cada una de las estrofas que constituyen la wanka. Esta estrofa inicial con el yayawa constituye por lo tanto el modelo y el signo distintivo de cada wanka del repertorio. La estrofa de introduccin de las wankas podra te-ner antecedentes en cantos rituales pre-hispnicos. El investigador Maurice Husson ha estudiado cantos rituales consignados por el cronista Guamn Poma de Ayala en su Nueva Coronica y Buen Gobierno (1936 [1615]). Entre estos tenemos al hay-

  • 18

    lli, el harawi y el waqaylli en relacin con actividades agrcolas, y en los cuales Hus-son seala que estn precedidos de una introduccin que l denomina obertura o introduccin ritual (Husson 1993: 47):

    - Harawi: cantos de amor, de relatos histricos y para las labores agrcolasObertura: Haray harawi

    - Haylli: canto de triunfo de guerras y para la siembra del mazObertura: Ayaw haylli yaw haylli

    - Waqaylli: canto en forma de invo-caciones para atraer la lluvia en caso de sequias extremasObertura: Aya uya waqaylli

    Esta introduccin ritual guarda cierta analoga con la estrofa de introduccin de las wankas basado en el vocablo ya-yawa, porque la obertura precolom-bina anunciaba tambin el nombre o el tema de la performance que segua. Como en la introduccin silbica de las wankas, es muy probable que esta ober-tura instaurara tambin el perfil de la es-tructura meldica y rtmica del canto, con vocablos especficos para cada uno de ellos. Tambin es interesante sealar en los textos de las wankas diferentes caracters-ticas de la poesa quechua, en particular los pareados semnticos, que consisten

    en correspondencias que se establecen entre palabras homologas situadas en versos o estrofas diferentes. Este procedi-miento de la poesa verncula sealado por Husson en diferentes cantos rituales de la Nueva Coronica y Buen Gobierno, ha sido anteriormente estudiado por otros investigadores (Salomon & Urioste 1991; Manheim 1991).

    Es posible que luego de la desaparicin de las ltimas cantoras de Tarcuyo, las wankas acompaantes continen to-dava por un tiempo cultivando esta tradicin cantando nicamente con el vocablo yayawa. Pero tal como nos lo demuestran los casos de las wankas del norte de Coporaque y del poblado de Challqui, esta etapa silbica marca el preludio de la extincin definitiva de esta tradicin vocal en Espinar. Podemos as constatar que, al adoptar en exclusividad el vocablo yayawa en todas sus estrofas, el canto wanka se convierte, antes de extinguirse, y ms que nunca, en una in-vocacin constante a la fertilidad de la papa y en una ofrenda final a la Pacha-mama.

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    La cantora Balbinacantando en las alturas de Concaja.

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  • 22

    Este CD forma parte de las Producciones Fonogrficas Etnomusicolgicas realiza-das el 2014 por el Ministerio de Cultura de Cusco. El equipo de investigacin a cargo de la grabacin de las wankas de Espinar estuvo dirigido por el etnomusiclogo Ma-nuel Arce Sotelo, investigador del Instituto Francs de Estudios Andinos (IFEA), quien estudia desde hace aos a las wankas de la regin de Coporaque, asistido en la parte etnogrfica por la investigadora y arqueloga Flor de Mara Huaycochea. El registro fue realizado por los tcnicos de sonido Carlos Medina Anaya, Yojhan Achahuanco Gamarra y David Quijano Olarte, quienes aportaron su experiencia y profesionalismo en este tipo de trabajo de campo. La labor de la intrprete de quechua Yanet Hermoza Pinedo fue tam-bin muy importante por su facilidad de contacto, en especial para las entrevistas con la interpretes, lo que nos permiti fi-nalmente grabar a las ltimas cantoras de Challqui, Tarcuyo (Coporaque), Concaja y Patillani (Sukuytambo). La grafa y la tra-duccin del conjunto de textos recaba-dos han sido previamente revisadas por el eminente investigador Cesar Itier, profesor principal de quechua en el Instituto Na-cional de Lenguas y Civilizaciones Orien-tales (INALCO) de Paris (Francia).

    El corpus que figura en el CD est cons-tituido por 22 melodas diferentes reca-

    badas en Espinar y Sukuytambo. Hemos escogido las mejores versiones que fueron grabadas por cantoras de Tarcuyo y Pati-llani, ms dos versiones de wankas del tipo silbico recogidas en Challqui. Algunos de los textos se repiten en las melodas re-cabadas en Tarcuyo y Patillani, razn por la cual tenemos solo 14 wankas en que-chua diferentes. Este corpus podria ser considerado como todo el repertorio de wankas que queda en nuestros das en la memoria de las cantoras.

    Segn los testimonios recabados, cuando esta tradicin estaba en todo su apogeo hace ms de medio siglo, el repertorio de wankas estaba constituido de varias decenas de cantos diferentes, tanto en sus textos como en sus melodas. El redu-cido nmero de wankas recabado en la presente investigacin reflejara en-tonces no solamente las pocas cantoras que quedan en la actualidad, sin vistas a aumentar ms, pero sobre todo el verda-dero proceso de extincin en que se en-cuentra esta tradicin vocal en Espinar. Adems de la papa, los versos en que-chua estn dirigidos tambin al alfrez, a los trabajadores y a diferentes elementos de la naturaleza. Paralela a la estructura estrfica, cabe sealar la organizacin general de la performance de las wankas que nos permite considerarla como un programa ritual. En efecto, los cantos

  • 23

    se ejecutan en 4 momentos precisos del da de la siembra, cada uno con su ape-lacin respectiva. Los 14 textos de wankas en quechua de esta produccin fonogr-fica han sido numerados para su estudio y, segn el programa ritual, se pueden ordenar as:

    Akulli(En la maana,en el primer descanso)Wankas N 01, 02, 03, 04, 05

    Merienda(A la hora de almuerzo)Wankas N 06, 07, 08, 09, 10

    Toro karachi(En la tarde, al finalizar la siembra)Wankas N 11, 12, 13

    Kacharpari(En la noche, en la casa del alfrez o dueo del terreno)Wanka N 14

    Cabe sealar que esta numeracin de las wankas del programa ritual no co-rresponde exactamente a aquella asig-nada a las 22 wankas del CD, ya que es-tas ltimas han sido ordenadas segn el poblado donde han sido grabadas, con el nombre de sus respectivas intrpretes.

    La cantora Melchora de Challqui,escuchando su propia grabacin.

  • 24

    Wanka N 01

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    achus mamallay kuskayunkiasanta tirraman terra-birhinman?

    Kuskayusqayqa yananchasqayqaqanas mamallay waytarishanki.

    uqas mamallay chayayamusaq,febreruchallay killataa.

    Paris ualla silwillantinaMahis binulla chullayantin.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Al fin, madre, ya te unistea la tierra santa, a la tierra virgen?

    Una vez reunida, una vez unida por mieres t, madre, quien florece.

    Soy yo, madre,quien va a llegar en febrero.

    Con un paris ua en mi mantacon vino de Majes como ofrenda1.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    1 En febrero se realizan diferentes rituales a la papa. Durante uno de ellos, el sawasira, se lleva a la chakra el paris ua y vino de Majes como ofrendas. El paris ua es una diminuta figura en forma de dos toros simbolizando el arado, mode-lados con sebo de llama mezclado con harina de caihua para ser quemado en la chakra. El vino de Majes es para brindar.

  • 25

    Wanka N 02

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    achus mamallay kuskayunkiaerraybirhinman? Yananchasqayqa.

    Arwiy-arwita karuy-karuta.uqas mamallay chayayamusaq.

    Rurusqallayki cuentariqllaasaphisqallayki yachayuqllaa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Al fin, madre,ya te uniste a la tierra virgen?Una vez unida por mi.

    Toda enredada, toda alargada.Soy yo, madre, quien va a llegar.

    Para contar tus frutospara conocer tus races2.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    2 El sawasira consiste en desenterrar algunas ra-ces de papa, para ver y conocer el desarrollo de las llamadas papas nuevas. Febrero, poca de lluvias por excelencia, es el mes en que las plan-tas de papa florecen y se encuentran en todo su esplendor, as que las plantas se rozan entre si y hasta de surco en surco.

  • 26

    Wanka N 03

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Qanas mamallay waytarishankiclavelinascha tikayayuqa.

    Qqanas mamallay waytarishankirosalinascha tikayayuqa.

    Amas mamallay qatikunkichhuwichay uraylla pasahiruman.

    Haku niqtiyki qatikuqtiykiapachitaman saqisunkiman.

    Haku niqtiyki qatikuqtiykihurnaraman wikchusunkiman.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Eres t, madre, quien florececon flores de clavelina.

    Eres t, madre, quien florececon flores de rosalina.

    Madre, no sigas al pasajeroque va de arriba a abajo.

    Si t le dices vamos , si t lo sigues,l te dejara en el abra.

    Si t le dices vamos , si t lo sigues,l te abandonara en la cabaa3.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    3 Hacia fines de junio, algunos comuneros de Tarcuyo llevaban moraya (papa helada) en llama hasta la comunidad de Cabanoconde (Arequipa) para intercambiarla con maz. Era un largo viaje que duraba 6 das y durante el cual el cortejo se reposaba en las hurnaras, rsticos abri-gos de piedra para protegerse del frio en plena puna. Este viaje a pie se interrumpi el ao 2000 cuando el transporte de moraya hacia Arequipa comenz a hacerse en camin. En esta wanka se aconseja a la papa que no se fie de los forasteros durante este viaje.

  • 27

    Wanka N 04

    Mamay alfrez, taytay alfrezmaytan qhawanki wichay urayta?

    Wichay urayta qhawaqtiykirirunayki kaqch chayayamunqa,

    Amas mamallay risilankichhufuerte qasaa waqtamuqtinpas.

    Amas mamallay risilankichhurumi chikchia challamuqtinpas.

    Kurpa sunquman pakayukunkiChillwaq llanthunman llantuyukunki.

    Chillwa sunquman pakayukunkiIro saphiwan pakayukunki.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Madre alfrez, padre alfrez,Qu miras de arriba a abajo?

    Si miras de arriba a abajoes tu gente que llegara4.

    Madre, no tengas miedocuando venga la helada fuertemente.

    Madre, no tengas miedocuando caiga el granizo de piedras.

    Bajo los terrones escndete,bajo la sombra de los arbustos protgete.

    Entre los arbustos escndeteentre las races del iro escndete5.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    4 Estas estrofas hacen referencia al alfrez (dueo de la chakra a sembrar) y la espera impaciente en su parcela de los comuneros que ha citado para que lo ayuden en la siembra.

    5 La helada y el granizo son las principales incle-mencias climticas con las que deben lidiar las plantas de papa durante su desarrollo. De ah los versos de esta wanka para dar nimos a las papas nuevas y los consejos para que se protejan escon-dindose debajo de los terrones y del ichhu (Festu-ca) que es una mata de paja que crece en pasti-zales discontinuos y que constituye la vegetacin tpica de la puna. El iro es una variedad de ichhu que tendra la propiedad de espantar al granizo.

  • 28

    Wanka N 05

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Paris urpita kachamuraykiwachukunayki yachayuqta,

    paris urpita kachamuraykimillkanaykita yachayuqta.

    Ichas chayaran ichas manapas,ichas willaran, ichas manapas.

    May mayupichhus malvas tikashanmay qaqapichhus panti tikashan.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Te he enviado una pareja de palomaspara saber cundo hars tus surcos.

    Te he enviado una pareja de palomaspara saber cundo hars tus surcos.

    De repente han llegado, de repente no,De repente han dicho, de repente no.

    En que rio florece la malva,en que roca florece el panti6.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    6 Los ahijados suelen a visitar a sus padrinos para saber cundo van a empezar a sembrar y ayu-darles en esta faena. En esta wanka se sugiere que el ahijado no llego donde su padrino por dis-traerse con su pareja en amoros en plena natu-raleza. El panti (Cosmos peucendanifolius) es una flor asociada al amor, la medicina y la purifica-cin. En general, las flores silvestres estn asocia-das a la fertilidad.

  • 29

    Wanka N 06

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Taytay alferez, seor alfrez,sumaq sunqulla samakapuway.

    Qaynallamanta yachayman karan,quri sillapi tiyachiykiman.

    Kunanri kunan imanasaqtaq?Maypiraqchari quri sillaqa?

    Qaynallamanta yachayman karan,arus pallarqa mikhuchiykiman.

    Kunanri kunan imanasaqtaq?Maypiraqchari arus pallarqa?

    Hina qaymata hina chuymatasumaq sunqulla gustayapuway.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Seor alfrez, padre alfrez,descansa de buen corazn.

    Si hubiera sabido con anticipacin,te hubiera hecho sentaren una silla de oro.

    Y ahora que voy a hacer?Dnde voy a encontrar una silla de oro?

    Si hubiera sabido con anticipacin,Te hubiera hecho comer arroz y habas

    Y ahora que voy a hacer?Dnde voy a encontrar arroz y habas?

    As desabrido, as sin gustosaboralo de buen corazn7.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    7 Esta wanka, as como las dos siguientes (wankas 7 y 8), refleja el clima de alegra y festejo del tra-bajo colectivo que reina durante de la siembra, con versos irnicos de los trabajadores hacia el alfrez.

  • 30

    Wanka N 07

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Taytay alferez, seor alfrez,sumaq sunqulla samakapuway.

    Hina qaymata gustayapuway hina chuymata gustayapuway.

    Qaynallamanta yachayman karan,quri sillapi tiyachiykiman.

    Qaynallamanta sabiyman karan,quri platupi servichiykiman.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

    Seor alfrez, padre alfrez,descansa de buen corazn.

    As desabrido, saboralo as sin gusto, saboralo.

    Si hubiera sabido con anticipacin,te hubiera hecho sentaren una silla de oro.

    Si hubiera sabido con anticipacin,te hubiera servido en un plato de oro.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa.

  • 31

    Wanka N 08

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa,yayawayawa.

    Kartillamuway, iskribimuway,papel blancopi kartillamuway,yayawayawa.

    Kartayventapi iskribimuwaypapel blancopi kartillamuway,yayawayawa.

    Ichas chayllata qhawayuspaqawachunaykiman chayayamuymanyayawayawa.

    Ichas chayllata mira yuspaqamillkanaykiman chayayamuyman,Yayawayawa.

    Wayra muyuylla muyuyamuyman,parachallaylla chayayamuyman,yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa,yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa,yayawayawa.

    Hazme una cartilla, escrbeme,hazme una cartilla sobre papel blanco,yayawayawa.

    Escrbeme una carta de venta, escrbeme, hazme una cartilla sobre papel blanco,yayawayawa.

    De repente solo bastara que yo mire esopara llegar a tus surcos,yayawayawa.

    De repente solo bastara que yo mire esopara llegar a tus surcos,yayawayawa.

    Llegare dando vueltas como el viento,llegare como la lluvia,yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawayayawayawa, yayawayawa,yayawayawa.

  • 32

    Wanka N 09

    Yayawaya, yayawaya, yayawayayayawaya, yayawaya, yayawaya.

    Yanaqucha yana phuyu yayawayakayniqllaman llanthurimuy yayawaya

    Kiswarani kiswar mallki, yayawaya, kayniqllaman waymirimuy,yayawaya. Icha qanchu yachawaqpas yayawayakaypi mama llanthuyuyta,yayawaya. Yayawaya, yayawaya, yayawayayayawaya, yayawaya, yayawaya.

    Yayawaya, yayawaya, yayawayayayawaya, yayawaya, yayawaya.

    Nube negra de Yanacocha, yayawaya,lleva tu sombra de este lado, yayawaya,

    rbol kiswar de Kiswarani, yayawaya, agtate en esta direccin,yayawaya. De repente tu sabes yayawaya,hacer sombra sobre la madrekaypi8 yayawaya. Yayawaya, yayawaya, yayawayayayawaya, yayawaya, yayawaya.

    8 Yanacocha (laguna negra) es una laguna si-tuada cerca del Quimchasata, montaa tutelar de la regin. Esta laguna es considerada como salvaje y peligrosa, y las nubes negras que sur-gen de sus profundidades estaran cargadas de lluvia, pero tambin de granizo. El kiswar o qulli (Buddleja coricea) es el nico rbol que crece en las planicies alto andinas de Espinar. Con esta wanka, se les hace un pedido para que contribu-yan con su sombra y frescura a la dura labor de la siembra en pleno sol, y para proteger asimismo a la papa kaipi, variedad de papa nativa.

  • 33

    Wanka N 10

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    Maskarillaway, taqwirillaway,wachun-wachunta, millka-millkanta.

    Mana chaypipas tariwaspaqawaqachiqtiych ripuy niwanki.

    Mana chaypipas tariwaspaqausuchiqtiych ripuy niwanki.

    Sacha chuspichhus awiyuq kanmanchaychus qanmanri willasunkiman?

    Sacha chuspichhus sunquyuq kanmanchaychus qanmanri kwintasunkiman?

    uqas ripusaq, uqas pasasaqinti haykuyman, lamarkantuman.

    uqas ripusaq, uqas pasasaqkilla haykuyman lamarquchaman.

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    Bscame, bscame,en los surcos, en las sementeras.

    Como no me encuentras,me dices que me vaya porque te hago llorar.

    Como no me encuentras,me dices que me vaya porque te he dejado.

    Si el mosquito de las hierbas pudiese ver,Te lo dira aun as?

    Si le moustique des herbes pouvait penserTe lo contara aun as?

    Voy a partir, me voy a irhacia el occidente, hacia la costa.

    Voy a partir, me voy a irhacia donde se oculta la luna,hacia el ocano9.

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    9 En esta wanka, es la papa quien dirige sus versos a los trabajadores y les previene que no hagan nada que pueda ofenderla, porque esto podra ser daino para su desarrollo. Como la papa es un ser muy sensible, podra inclusive desaparecer y partir lejos.

  • 34

    Wanka N 11

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    Altun phawaq lasirwana,kunkaykita prestamuway,

    Phawchi ukhu sirinita,ayriykita maamuway.

    Icha kayllay kunkaykiwankaypi mama yupaychayman.

    Icha qanchu yachawaqpaswaa rosa yupaychayta.

    Mana qanpas yachaqtiykisapallayan sayashani,

    Sawsi sayay sayashanimallki sayay sayashani,

    Chiri wayra samayllantinunuypara waqayllantin.

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    Ave lasirwana que vuelas alto,prstame tu voz,

    Sirenita de la cascada,prstame tu aire.

    De repente con tu vozpodre honrar a la madre paqus.

    De repente tu sabeshonrar a la waa rosa.

    En caso que no lo sepasyo me mantengo erguida sola,

    Me mantengo erguida como el sauce,me mantengo erguida como el rbol.

    Con el frio y el viento como nico soplo,con la lluvia abundante como nicas lgri-mas10.

    Yayawayawa, yayawayawaYayawayawa, yayawayawa.

    10 En estas estrofas la intrprete de wanka pide a diferentes seres de la naturaleza (el ave lasirwa-na y la sirenita) que le presten su voz para honrar mejor a la papa. El paqus y la waa rosa son va-riedades de papas nativas.

  • 35

    Wanka N 12

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    Waymirimuway, qhawarimuway,llawlli sintawan waymirimuway,

    Waymirimuway, qhawarimuway sahun sintawan qhawarimuway,

    Ichas chayllata qhawarimuspawachunaykiman chayayamuyman,

    Chayay-chayaylla chayayamuymanWayra muyuylla muyuyamuyman

    Yayawayawa yayawayawa,yayawayawa yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    Hazme una sea, mira en mi direccinagita en mi direccinuna cinta de flor de llawlli.

    Hazme una sea, mira en mi direccinmira en mi direccincon una cinta de sahun.

    Quizs pueda verlay llegar hasta tus surcos.

    Rpidamente llegar,dar vueltas como el viento11.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    11 Ver nota 7

  • 36

    Wanka N 13

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    Seor alferez seor sacristan,sumaq sunqulla samachipuway.

    Huchuy hatun kullayllaykiman,Sullka kuraqlla runallaykiwan.

    Aceitunata machukunataQuri qulqilla machukunata.

    Paypa kallpansi sasa tarinaquri qulqilla fcil tariyna.

    Seor alferez senor sacristan,sumaq sunqulla samakapuway.

    Quri qulqilla yuguntata gusta sunqulla samachipuway

    Paris chuyaywan chuyaspa (rispay)gusta sunqulla samachipuway.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    Seor alfrez, seor sacristn12,descansa de buen corazn.

    A nuestra comunidad, grandes y pequeosCon tus gentes, grandes y pequeos.

    El yugo color de oliva, el yugo de oro y plata.

    Su fuerza es difcil de encontrarel oro y la plata son fciles de encontrar.

    Seor alferez, seor sacristanhazlas reposar de buen corazn.

    La yugunta en oro y platahazlas reposar de buen corazn.

    Con dos ofrendas de cerveza y mazhazlas reposar de buen corazn13.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa.

    12 Durante la siembra, el cura, es el comunero que mantiene firmemente el arado que traza los surcos y el sacristn, un nio que camina delante de los toros y los dirige para que lo sigan afn que el trazado se haga en lnea recta.

    13 Esta wanka es interpretada al final de la siem-bra, al momento de liberar los toros del yugo. Los comuneros consideran a los animales domsticos como parte de su familia.

  • 37

    Wanka N 14

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Taytay padrella, seor kurallayayawayawa yayawayawa, yayawayawa.

    Despachuykita despachapuway,yayawayawa yayawayawa yayawayawa.

    Sullu untuta kanayapuway,yayawayawa yayawayawa yayawayawa.

    Quri platupi, qulqi platupi,yayawayawa yayawayawa yayawayawa.

    Paris challawan chuyayapuwayyayawayawa yayawayawa yayawayawa.

    Paris urpuwan chuyayapuway,yayawayawa yayawayawa yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Seor cura, seor cura14,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Haz para m una ofrenda,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Quema para mi grasa de feto,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa

    En un plato de oro, en un plato de plata,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Ofrece para mun par de ofrendas de cerveza de maz,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa.

    Ofrece para mun par de jarras de cerveza de maz,yayawayawa, yayawayawa, yayawayawa15.

    yayawayawa, yayawayawa,yayawayawa, yayawayawa yayawayawa.

    14 Ver nota 12.

    15 Esta wanka se interpreta la noche de la siem-bra en la casa del alfrez, delante de una mesa ritual. El clmax de la performance es entonces alcanzado, lo que se manifiesta por la presencia persistente del vocablo yayawa entre los versos en quechua, que simboliza la presencia misma de la papa doble y la fertilidad entre los comu-neros.

  • Las Wankas de EspinarMsica tradicional de la regin CuscoPrimera edicin. Cusco, diciembre de 2014

    De esta edicin:Direccin Desconcentrada de Cultura de CuscoMinisterio de CulturaAvenida de la Cultura 238, Condominio Huscar.Wanchaq, CuscoCentral telefnica (051) 084 582030www.drc-cusco.gob.pe

    Hecho el Depsito Legalen la Biblioteca Nacional del Per N 2015-00541

    Queda prohibida la reproduccin total o parcial de esta publi-cacin por cualquier medio o procedimiento, sin para ello con-tar con la autorizacin previa, expresa y por escrito del editor.

  • DireccinDesconcentrada de Cultura de CuscoEdwin Ricardo Ruiz Caro Villagarca

    Sub Direccin Desconcentrada de Industrias Culturales y ArtesJos Omar Bonet Gutirrez

    InvestigacinEtnomusicolgica y textos Manuel Arce Sotelo

    Asistente de investigacin Flor de Maria Huaycochea

    Intrprete de quechuay fotografasYanet Hermoza Pinedo

    Revisin de los textosen quechuaCesar Itier

    Registro de audioYojhan AchahuancoCarlos MedinaDavid Quijano

    Diseo y diagramacinNico Marreros

    Edicin fotogrficaNico Marreros

    Edicin y masterizacin Kantos Producciones

    InterpretesWankas de Tarcuyodel N 01 al N 17Juanita Merma CcahuaFelicitas Ccahua SuniEusebia Huamani ChaupiJuana Ccahua Suri Francisca Chaupi Ala

    InterpretesWankas de Patillanidel N 18 al N 20Victoria Chaupi CcahuaDemetria Merma Chaupi

    InterpretesWankas de ChallquiN 21 y N 22Melchora CanaCirila Alvarez Cana

  • LasWankasde Espinar

    MSICA TRADICIONAL DE LA REGIN CUSCO

    Textos de las canciones1 | AKULLI (En la maana, en el primer descanso) | Wankas N 01, 02, 03, 04, 05

    2 | MERIENDA (A la hora de almuerzo) | Wankas N 06, 07, 08, 09, 10

    3 | TORO KARACHI (En la tarde, al finalizar la siembra) | Wankas N 11, 12, 13

    4 | KACHARPARI (En la noche, en la casa del alfrez o dueo del terreno) | Wanka N 14

    Las Wankas de EspinarMsica tradicional de la regin Cusco

    Primera edicin. Cusco, diciembre de 2014 De esta edicin: Direccin Desconcentrada de Cultura de Cusco Ministerio de Cultura

    Avenida de la Cultura 238, Condominio Huscar. Wanchaq, CuscoCentral telefnica (051) 084 582030

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