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Educar juntos Año LIV - Mensual n. 9/10 Septiembre Octubre Spedizione in abbonamento postale art.2 comma 20/c legge 662/96 Filiale di Roma 2007

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Educar juntos

Año LIV - Mensualn. 9/10 Septiembre OctubreSpedizione in abbonamento postale art.2 comma 20/c legge 662/96 Filiale di Roma2007

4EditorialCrecer en reciprocidadde Giuseppina Teruggi

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14MariaMujer de corazón con memoria

17Filo di AriannaLa autoreferencia

Revista de las Hijas de María Auxiliadora Via Ateneo Salesiano, 81 - 00139 Roma RM

tel. 06/87.274.1fax 06/87.13.23.06

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Directora responsableMariagrazia Curti

RedacciónGiuseppina TeruggiAnna Rita Cristaino

ColaboradorasTonny Aldana • Julia Arciniegas • Mara Borsi

Piera Cavaglià • Maria Antonia ChinelloEmilia Di Massimo • Dora Eylenstein

Laura Gaeta • María Pía GiudiciBruna Grassini • Palma LionettiAnna Mariani • Cristina Merli

Marisa Montalbetti • Maria Helena MoreiraConcepción Muñoz • Adriana Nepi

Maria Luisa Nicastro • Louise PasseroMaría Perentaler • Rosella RaspantiLoli Ruiz Pérez • Manuela Robazza

Lucía M. Roces • María Rossi

TraductorasAlemán • Inspectorías alemana y austríaca

Español • Amparo Contreras ÁlvarezFrancés • Anne Marie Baud

Inglés • Louise PasseroJaponés • Inspectoría japonesa

Polaco • Janina StankiewiczPortugués • Elisabeth Pastl Montarroyos

EDICIÓN EXTRACOMERCIALIstituto Internazionale Maria Ausiliatrice

00139 Roma, Via Ateneo Salesiano, 81c.c.p. 47272000

Reg. Trib. Di Roma n. 13125 del 16-1-1970Sped. abb. post. art. 2, comma 20/c

Ley 662/96 – Filial de Roma

n. 9/10 septiembre - octubre 2007

Tipografia Istituto Salesiano Pio XIVia Umbertide 11, 00181 Roma

ASSOCIATA ALLA UNIONE STAMPA PERIODICA ITALIANA

REVISTA DE LAS HIJAS DE MARÍA AUXILIADORAdma damihianimas

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36Diálogo La túnica blanca

38Periferias Más allá del estereotipo

40Vídeo La Telaraña de Carlota

42Vitrina Recensión de vídeo y libros

44Libro Ministerios de la mujer

en la Iglesia

46 Camila Palabras mágicas

20La LámparaMás allá de la ventana

22Es vidaEncarnizamiento terapéutico

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28Mundo sumergidoCada vez más ogros

30 Meta 2015¡No más SIDA!

32Mundo Jóvenes Como jóvenes, vivir la libertad, en África

34Explora recursosMi Blog - Mi Espacio

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Crecer en reciprocidadGiuseppina Teruggi

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“Desde que decidí pensar y actuar pasandodel yo al nosotros, descubrí qué significa ser li-bre y feliz”, me confiaba una Hermana des-pués de un periodo de inquietud. Había salidode él cogiendo el buen camino. Es este un retocotidiano que a menudo nos toca afrontar, enla vida personal y en la realidad comunitaria.Probablemente es el recorrido preferencial pa-ra realizarnos como mujeres consagradas queviven juntas.

En este número, la Revista propone el tema dela comunidad educativa, que ha marcado losorígenes del Instituto. Estamos atraídas por lafisonomía de la comunidad de Mornese y porla larga tradición de corresponsabilidad y dereciprocidad con los seglares en la misión edu-cativa. Hoy, como en el pasado, se viven autén-ticas experiencias de caminos juntos, en losque el implicar y hacer percibir que la aporta-ción de cada cual es estratégica e irrenuncia-ble para el buen éxito del proyecto educativo.

En el barrio de Trastévere, uno de los más po-bres de Roma, a inicios del 1900 una pequeñacomunidad de mujeres contagió a todo el ba-rrio y se convirtió en señal creíble de la ternu-ra de Dios para las jóvenes menos aventajadas.Trabajando juntos, Hermanas y seglares. Conellas, una Hermana joven que supo hacer deldon compartido para la vida de las muchachaspobres un estilo habitual: S. Teresa Valsé Pan-tellini, de la que este año celebramos el cente-nario de la muerte.

La carta de convocatoria del Capítulo Gene-ral XXII ayuda a reflexionar sobre uno de lospresupuestos para construir la comunidad

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educativa; la superación de la autoreferencia,la conversión continua para entrar en la ópti-ca del “Nosotros que supera nuestras divisio-nes y nos convierte en una cosa sola, hastaque, al final, Dios sea todo en todos” (Deuscaritas est, 18).Formarse y trabajar juntas – FMA, laicos/as, jó-venes y familias – es el mejor camino a recorrerhoy para revitalizar las comunidades. Todas lascomunidades, también aquellas donde no hayobras apostólicas. En efecto, no se trata de unaestructura cuanto de una mentalidad que favo-rece experiencias de corresponsabilidad y deconvergencia hacia un proyecto compartido.

En una conversación con las veintiuna Neoins-pectoras reunidas en Castelgandolfo en el mesde julio, la Madre delineó algunas actitudespara realizar este proceso de reciprocidad.Crear un ambiente de familia, donde la pre-sencia de María, madre y maestra de comu-nión, ayuda a promover auténticas relacionesinterpersonales, según el Sistema Preventivo. Aceptar compartir lo problemático de los jóve-nes y de la gente, partir juntos desde la incerti-dumbre, y orientar con discreción ayudándo-les a liberar su libertad. Vivir juntos la alegría y la fatiga del camino sininjustas presiones, pero también sin abando-nar la utopía.Ofrecer el testimonio de relaciones significati-vas vividas entre nosotros y con los seglares.Testimoniar la gratuidad en la relación, ser per-sonas de comunión son un regalo grande paralos jóvenes.Un itinerario valioso para cada FMA.

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quisiera que tú me ayudaras a hacer mu-chas otras casas”.“Se necesita mucho”, soy apenas un mu-chacho”.“Es lo que se requiere. Por lo tanto ¿estarí-as dispuesto a venir?…Necesito recogerde aquí y de allá jovencitos que me quie-ran seguir en las empresas del Oratorio.Tú serías uno. ¿Aceptarías?”.El muchacho explica: “Miraba a Don Bos-co que me explicaba estas cosas y me pa-recía soñar… Tenía siempre delante de mía Don Bosco que me hacía ver un horizon-te lejano y la esperanza de estar con él”.Giuseppe se quedará toda la vida traba-jando bajo la guía de Don Bosco y en 1877se convertirá en Coadjutor Salesiano.María Dominica acostumbraba consultartambién a las Postulantes para llegar a de-cisiones compartidas.Por otra parte, ya San Benito en su “Regla”sugiere tener en consideración el parecerde los novicios porque a menudo el Espí-ritu Santo se sirve de los pequeños parahacer llegar su voz.Espíritu de familia, pues, como estiloevangélico de relaciones, no tanto comoambiente confortante y protector. Si ladespensa estaba vacía, si las preocupacio-nes se hacían molestas, si la enfermedad yla muerte llamaban a la puerta de nuestrasprimeras comunidades se compartía la fa-tiga de la fe operante, de la esperanza cre-ativa, del amor concreto.El espíritu de familia es el clima en el quese descubre la propia identidad, nos reco-nocemos amados por Dios y llamados porÉl a la “vida plena y abundante”. Valdoccoy Mornese eran comunidades educativas,comunidades en las que las relaciones

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“Si quieres ir aprisa, corre solo. Si quieres ir lejos, camina junto a otros” (Dicho de Kenia).De la revisión trienal al documento en preparación al CG XXI, mientras hemos reflexionado sobre nuestro “ser signos y expresión del amor del Padre”, se ha reforzado la convicción de que es la comunidad educativa el lugar del crecimiento integral con el estilo del Sistema Preventivo. Pero para ser comunidad educativa hay que poner algunas condiciones.

En los orígenes: el espíritu de familiaAsí nacimos. Valdocco y Mornese fueroncasa para los muchachos y las muchachasy para sus educadores y educadoras, antesbien educadores y muchachos formabanfamilia, un clima más que un lugar, unared de relaciones a servicio de Jesús quehabita en cada persona más que institu-ciones. Don Bosco lo creyó hasta tal pun-to que para realizar el proyecto que Diosle había confiado buscó entre sus mismosmuchachos sus primeros y más cercanoscolaboradores. Giuseppe Buzzetti tenía 10 años cuando,en 1847, entró por vez primera en el Ora-torio. Don Bosco, con una pequeña estra-tagema, lo para y le pregunta: “¿Vendrías aestar conmigo?”. “A ¿estar con usted?. Ex-plíquese”. “Tú ¿haces de albañil ¿verdad? Y bien yo

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educaban al don de sí mismo, a la plenadisponibilidad para el Reino. María Domi-nica, sentada en la escalera, escuchaba aHermanas y a muchachas que le confia-ban sueños y debilidades y, pacientemen-te, conducía a encontrar el proyecto deDios, el camino de la santidad. La alegría yla oración, el sacrificio y el trabajo hechojuntas, llevaban a María Dominica a escri-bir que entre educandas y religiosas casino había diferencia, tanto se respiraba ai-re de casa.

Del para al con: el testimonio de la comuniónUno de los temas centrales del debate so-bre la vida religiosa es la relación con losseglares. En realidad, esta reflexión tiene

orígenes mucho más lejanos; el ConcilioVaticano II presenta a la Iglesia como co-munión; no sólo sacerdotes y religiosas,sino múltiples vocaciones y carismas queinteractuan para edificar el Reino en laciudad de los hombres. En la Iglesia, pue-blo de Dios, los diversos estados de vidase completan recíprocamente; es la expe-riencia de muchos nuevos movimientoseclesiales y de muchas nuevas fundacio-nes en las que el seglar, el consagrado, elpresbítero, el célibe, el casado… convivenunidos por la misma espiritualidad. Losseglares son portadores de una identidadpropia, tienen una vocación bien precisa,recibida en el Bautismo, confirmada conel sello del Espíritu. Luigi Guccini, religio-so dehoniano, en una intervención suya

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del 2000, afirmaba: “El lugar de encuentroentre religiosos y laicos es la vocación detodos a la plenitud de vida, a la santidad.Como se entra en la vida religiosa en defi-nitiva para vivir el Evangelio y servirlo, asíes también para el encuentro con los se-glares; nos encontramos para estar juntosdiscípulos de Jesús, para vivir mejor elEvangelio y anunciarlo”.Tras esta idea, hay una imagen de vidaconsagrada trasladada sobre el “ser”. Hayun “magisterio espiritual”, continúa Guc-cini, que desde siempre ha caracterizadola vida religiosa; es ésta su primera misiónque no se agotará y que, antes bien, hoymás que nunca es urgente. No son los laicos los que han de ir hacialos consagrados, sino que son los religio-sos los que van hacia la comunidad cristia-na y encuentran a los laicos para un servi-cio mayor del Reino de Dios. El crecienteempobrecimiento cultural y espiritual alque asistimos, sin diferencias de latitudes,espera la presencia de comunidades cris-tianas en las que cada uno de los indivi-duos, unidos por el amor por Cristo, fielesa la propia peculiar vocación e identidad,den testimonio de la entrega al Reino.La espiritualidad salesiana y la misióneducativa que Don Bosco y Madre Mazza-rello nos han confiado son el espacio delencuentro con los seglares. Y si, en el pa-sado, hemos interpretado su presenciacomo un servicio “para”, hoy nos percata-mos que “con” nosotros comparten an-sias y alegrías, ideales y proyectos.Las dificultades son muchas, no nos lo escondemos; a veces hay un contrato detrabajo que pesa, está la precariedad delvoluntariado, la tentación de pretenderque estén con nosotros todo el día, elmiedo a “perder” las riendas del sector ola tarea que nos ha sido confiada, una vi-sión demasiado preocupada por el éxitode la obra. En realidad, la colaboración delos laicos es ante todo una riqueza no tan-to para el futuro de nuestras obras, comoaquí y allá estamos tentadas de afirmar, si-

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tos no para la autenticidad de nuestra voca-

ción en la Iglesia. El documento Vita Consacrata afirma: “Primera tarea de losreligiosos es ser guías expertas de vida es-piritual”. Es sobre la calidad de la vida espiritual, donde se juega para nosotrasFMA en la misión educativa, donde ha detener lugar el encuentro con los laicos y laconstrucción de la comunidad educativa.Aldo Giraudo, trazando las líneas de la fisonomía del educador según el corazónde Don Bosco, afirma que quien trabajaen favor de los jóvenes ha de tener tiem-pos para revisar la calidad de las motivacio-nes que le empujan al servicio educativo.Don Bosco pensaba en la educación comoen una misión confiada por vocación querequiere entrega y oblatividad.Se entra con pleno título en la comunidadeducativa cuando se descubre que se tie-ne vocación. Si a menudo ocurre que sellega ahí por casualidad, como profesor,como animador, voluntario… es tambiénverdad que se permanece sólo despuésde haber descubierto la vocación a la edu-cación según el estilo del Sistema Preven-tivo. Nuestras comunidades educativasante todo están llamadas a hacer visible lavocación de cada cual, sólo entoncesaquellos “talentos” que Dios ha entregadoa cada persona pueden emplearse en lamisión.

La corresponsabilidad para la educación de los jóvenes“Vivir la corresponsabilidad significa experimentar la riqueza del espíritu de familia… Don Bosco quería que sus cola-boradores fueran personas capaces deiniciativa y de creatividad en la búsquedadel mayor bien para la juventud” (Líneasorientadores de la misión educativa de lasFMA, 73).El descubrimiento de la vocación perso-nal a la educación dentro de una comuni-dad que reza y trabaja por los jóvenes renueva el compromiso inicial, enrique-ciendo las motivaciones y disponiendo

progresivamente a la lógica de la gratui-dad y del don.La educación es obra compleja que requiere la aportación y la interacción demuchos; el reto al que hoy estamos llama-dos a responder es precisamente el de saber implicar y coordinar las intervencio-nes educativas. El fracaso de la escuela yde las empresas educativas tradicionalesen muchas naciones, quizás, se debe tam-bién a la pretensión de agotar la tareaeducativa dentro de un ambiente o de unhorario.

Nuestras comunidades educativas tienenla riqueza de la mirada sobre el muchachoen todas sus dimensiones; en la escuela sebusca, a veces obstinadamente, la colabo-ración con la familia; en el oratorio se es-tudia como tejer vínculos con las escuelasdel territorio; en los centros de FormaciónProfesional se interactúa con las adminis-traciones que mañana podrían acoger alos muchachos; los educadores de la casafamilia gastan tiempo y energías para bus-car apoyo en los servicios sociales… Lacomunidad educativa sabe que no puedehacer a menos de nadie por el bien de losjóvenes. Y así, poco a poco, va madurandoel conocimiento que se es educa-dor/educadora también en la medida enque se deja implicar en un horizonte cadavez más amplio.M., de 28 años, en la primera experienciade enseñanza afirma: “No puedo pensarsólo en los conocimientos, que son importantes, ciertamente; veo que los mu-chachos hacen preguntas sobre la fe, so-bre el futuro, sobre su vida… la lección nobasta. Se necesita tiempo para el diálogo”.La corresponsabilidad no es tanto una es-trategia para hacer óptimos los “costes degestión” sino la consecuencia concreta dela comunión; no se trata de roles, sino demanos que se tienden, movidas por lamisma pasión que animó a Valdocco yMornese.Si la corresponsabilidad es todavía, enmuchos ambientes, una meta lejana, tene-mos la tentación de culpabilizarnos a no-sotras mismas y a los otros. Las Líneasorientadoras de la misión y los pasitos quehacemos nos animan a “dar confianza”.Cuando ponemos aparte nuestros titube-os, a veces fundados, podemos descubrirenergías insospechadas en los que traba-jan con nosotros, no sólo capacidad, sinoriqueza interior. Quien se queda con no-sotros casi siempre es atraído por el sue-ño de Don Bosco y de María Mazzarello;esta fascinación enriquece a cada uno y danuevo empuje a la misión.

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Al comentar esta línea orientadora para laacción, las Actas del CG XXI hablan de“modelo de comunión de relaciones”que, si asumido y vivido por las comuni-dades, hace a estas últimas más acogedo-ras y flexibles. Hasta aquí todo tranquilo,el discurso no tiene doblez en el planoconceptual. Mientras que son precisa-mente los dobleces de lo cotidiano losque nos desaniman y nos hacen encontraruna confortante coartada a la idea que loque bloquea el concretarse de tales dis-cursos son los límites personales, lo ina-decuado de los individuos.Es increíble como ahora ya esté presenteen todos los manuales de gestión de em-presa la idea de que la fuerza ganadora, elelemento portador del éxito en las organi-zaciones complejas, el recurso que másque ningún otro hay que valorar, porqueéste en absoluto es “la” ventaja competiti-va, es el recurso humano.Y cuando en el sistema empiezan a mani-

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La corresponsabilidad se ha de alimentar:los momentos de oración, de reflexión, deproyectar y de revisar son ocasiones en lasque nos conocemos, nos renovamos en elcompromiso. Sobre todo el acompaña-miento, el diálogo interpersonal franco yabierto, el aprendizaje guiado, la lecturade la experiencia, son ocasiones de forma-ción recíproca que no se pueden derogar.Los talentos personales, entonces, en-cuentran sitio en un proyecto compartido,los límites de uno se compensan por la ri-queza del otro, y con la confianza recípro-ca nos abrimos a nuevas ideas que puedenmarcar positivamente el crecimiento delos jóvenes confiados a nuestros cuidados.

De dependientes a protagonistas“Volver a expresar la grandeza carismáti-ca del espíritu de familia con la experien-cia de la espiritualidad de comunión, conun estilo de animación en la corresponsa-bilidad”.

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festarse grietas, disfunciones, tensiones,incomprensiones, se descubre que la cau-sa principal de esto no es un error de cál-culo, sino el haber olvidado en el cálculola variable humana.Este “olvido” ocurre a menudo tambiénen nosotros cuando no logramos cambiarla óptica en la interpretación de los pro-blemas. En lugar de sumergirnos en laaventura del corazón, que es la construc-ción del clima de familia, nos hundimosechando encima de esta y de aquella otrapersona la causa del problema, mientrasque podríamos buscar las causas o lascondiciones del comportamiento en lassituaciones, en el contexto en el que laspersonas trabajan. Por eso, según un au-tor, se hace necesario una apertura comu-nitaria estructuralmente orientada al desa-rrollo de las personas que viven en ésta através del cuidado de dos exigencias delindividuo:La de ser implicado en la responsabilidad,es decir, sentirse protagonista en el alcan-zar los fines de la institución (la comuni-dad).Y la de encontrar instrumentos que desa-rrollan a la persona.Hoy los procesos de responsabilizaciónpueden sintetizarse con estas dos pala-bras: de dependientes a protagonistas.En efecto “la responsabilización es aquelproceso, individual y organizativo, a travésdel cual las personas refuerzan las propiascapacidades de opción, autodetermina-ción y autorregulación desarrollando pa-ralelamente el sentimiento del propio va-lor, reduciendo los sentimientos de des-confianza y miedo, ansiedad y tensión ne-gativa”.Si ya en el ambiente laboral está presenteuna nueva interpretación del “colabora-dor” al cual no hay que organizarlo, disci-plinarlo, controlarlo, sino entenderlo,orientarlo y motivarlo, con mayor razónnosotros que somos una familia que estolo tiene en su ADN carismático.

Del control de los resultados al compartirSin retórica podemos afirmar que las per-sonas cambian a través de las relaciones.En efecto, una aportación importante paradesarrollar la responsabilización viene delas relaciones que se está en grado de cre-ar. Pero, la responsabilización no es unconjunto de técnicas.Ante todo tiene inicio con un cambio den-tro de quien dirige. A veces las dificulta-des con los laicos empiezan y se robuste-cen cuando estamos apegadas a la convic-ción de que compartir la responsabilidadsignifica perder el control de la marcha dela actividad.Dar la vía libre a procesos de responsabi-lización, a nivel individual y comunitario,quiere decir crear las condiciones para sa-tisfacer las necesidades de expresividad,de autoestima y confianza, de importan-cia. En suma, es de la mezcla de estos ele-mentos que se genera, precisamente, unclima en el que las personas se sienten encasa, libres incluso de equivocarse.El paso fundamental a llevar a cabo será elalejamiento de la atención de quien ani-ma del “control de los resultados” a la cre-ación de un ambiente en el que las perso-nas (FMA y seglares) puedan trabajarbien, con serenidad y sintiéndose respon-sables.Cuando nos sentimos las únicas respon-sables, se reduce al mínimo el feedback,se teme introducir variaciones en el cursode un trabajo, se considera una pérdidade tiempo la discusión y la revisión. En-tonces, quizás, hemos emprendido un ca-mino distinto del que las indicaciones delas Líneas orientadores de la misión hoyestán intentando indicarnos.El elemento de verdad de un estilo cola-borador, capaz de implicar y entregar elcarisma a los laicos ayudándoles a asumir-lo, es la serenidad al aceptar que algunavez las experimentaciones no se realizanpositivamente. Éste es el elemento clavepara verificar si el paso arriba indicado ha

tica del proceso, entonces habrá que cui-darla en las modalidades y con una evi-dente coherencia entre idealización y pra-xis, manteniendo a toda costa las prome-sas de implicación para evitar desilusio-nes devastadoras entre nuestros colabo-radores. Así nos sentiremos un poco menos comoSísifo, condenados a empujar este pesadopedrusco de la colaboración con los lai-cos que, una vez llegado a la cima, pareceque ruede de nuevo al valle haciendo va-na nuestra fatiga.Aunque en la práctica los problemas de locotidiano parecen llevar la mejor parte so-bre la pasión por lo que se hace y sobre elinterés sincero por las personas convienerecordar que trabajar con los seglares enla misión común no es sólo fruto de op-ciones técnico-operativas, sino que estambién un trabajar con empeño constan-te en el lado de las emociones, haciendoaflorar las que favorecen el crecimientoespiritual e intelectual de las personas conlas que colaboramos. La puesta en juegoes alta: Hacer de “la comunidad educativauna experiencia de corresponsabilidad yreciprocidad… Todo gesto de amor es unfragmento de vida que genera vida”. (Enpreparación al Capítulo General XXII, pág.13-14).Referimos finalmente un párrafo del Do-cumento de trabajo del 1er Congreso In-ternacional de la Vida Consagrada (2004):“El conocimiento de la reciprocidad, pro-pia de la eclesiología de comunión, noslleva a sentirnos interdependientes de to-das las formas de vida cristiana. En modoparticular los seglares están siendo, paraesta vida consagrada que el Espíritu estásuscitando, inspiración, sostén y compa-ñía para ir adelante de forma renovada yfecunda” (it. , pág. 59).

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RIVISTA DELLE FIGLIE DI MARIA AUSILIATRICEdma damihianimas

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s tenido lugar o no. El error si se piensa y sevive como una culpa, un fracaso, algo a es-conder, no se convertirá nunca en la fa-mosa “valiosa ocasión” para reflexionarsobre la propia acción, para modificar elpropio comportamiento, para aprender.

El gusto de la colaboraciónSi plantamos semillas y las flores no seabren, es inútil tomárselo a mal con lasflores. Podría ser culpa del terreno, delfertilizante, de riegos insuficientes. Paradescubrir el problema quizás hay queaprender a identificar los problemas, a en-tender como resolverlos y, quizás, a enfo-car de ¡forma distinta la formación!Si desde hace tiempo no entendemos yala formación como un trasvase de conte-nidos y, en cambio, la pensamos en la óp-

BIBLIOGRAFÍALa vida espiritual como compromiso.Cuadernos de espiritualidad salesiana, nueva serie, 3 LAS, 2006.

Una comunidad para mañana. Perspectivas de la vida religiosa apostólica,Luigi Guccini (a cargo de) EDB, 2000

PREGUNTAS¿Qué dificultades, en el ámbito de ideas,nos impiden dar confianza a los diversos miembros de la comunidad educativa?

¿Qué momentos de oración, reflexión yacompañamiento ofrecemos a los segla-res que trabajan con nosotros para quedescubran su vocación dentro de la co-munidad?

¿Qué itinerarios de formación “juntos”(seglares y FMA) estamos activando?

¿Cómo estructuramos las fases de pro-yectos, realización y revisión de las acti-vidades educativas que animamos?

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Profundizaciones pedagógicasbíblicas y educativas

Recordar toda la historia salvíficaEl libro del Deuteronomio, verdadero bre-viario de espiritualidad del Antiguo Testa-mento, exhorta continuamente al pueblode Israel a volver con la mente sobre loshechos del pasado. Moisés, en calidad demaestro exhortaba así a la asamblea de sushermanos y hermanas: “Ten cuidado yguárdate bien, no vayas a olvidarte de estascosas que tus ojos han visto, ni dejes quese aparten de tu corazón en todos los díasde tu vida… Guardaos, pues de olvidar laalianza que Yahveh vuestro Dios ha con-cluido con vosotros…” (Dt 4, 9, 23). La de Is-rael es una memoria totalizadora, porquenada debe omitir de todo lo que el Señorha hecho por él. Es un memorial que man-tiene sus extremos “… ¿No es él tu padreque te creó?” (Dt 32, 7) hasta el día presen-te. Objeto al que hay que aplicar tal memo-rial, por lo tanto, son “todos” los hechosque constituyen la Alianza de Dios con supueblo; desde la creación hasta Abraham,desde Abraham al Sinaí, del Sinaí al exiliode Babilonia.

María, como hija del pueblo del que des-ciende, hereda esta fe de sus padres y desus madres. En efecto, Lucas, testimoniaque ella “…guardaba todas estas cosas ensu corazón” (Lc 2, 19, 51).Su meditación se concentra en toda la his-toria del Hijo, que va desde el seno mater-no hasta el otro seno, es decir, la tumba dela que Cristo renace con la resurrección delos muertos. Así la Madre repetía el itinera-rio sapiencial que ya había caracterizado lafisonomía espiritual de Israel. A las voces de la tradición medieval les gus-tará, después, presentar a la Virgen como

María, mujer del corazón con memoriaAristide Serra*

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El evangelista Lucas – artista delicado, ve-teado de femineidad – fija magistralmen-te la índole silenciosa y meditativa de Ma-ría. Por dos veces él presenta a la Virgenabsorta con el pensamiento sobre losacontecimientos referentes al nacimientoy al crecimiento de Jesús, hasta los doceaños. “María, por su parte, guardaba to-das estas cosas y las meditaba en su cora-zón“ (Lc 2, 19). “Su madre conservaba cui-dadosamente todas las cosas en su cora-zón“ (Lc 2, 51).Es increíble la riqueza de doctrina con-densada en este versículo y medio de Lu-cas (2, 19, 51). Uno de los secretos paradescubrirla, es el de leer estas dos frasesa la luz de los libros del Antiguo Testa-mento. En efecto, en éstos el tema de la“memoria”, del “recuerdo” ciertamentees capital. Es virtud fundamental, que for-ma parte de la educación básica del pue-blo elegido. Israel es el pueblo de la me-moria.Hoy, la memoria ¿es un valor o una pérdi-da de tiempo? La Sagrada Escritura ense-ña que Dios se revela como “Esposo” desu pueblo. Él está “enamorado” de Israel,de todos nosotros, su “Esposa”. Sabemosque los enamorados nunca se cansan derecordar, de narrar… Por eso el lenguajebíblico, de uno a otro extremo, está im-pregnado de memoria. Dios se “acuerda”de nosotros, y nos pide a nosotros que“nos acordemos” de Él.

He aquí algunas breves llamadas a la en-señanza propuesta por los libros del Anti-guo Testamento sobre la “memoria-re-cuerdo”, con las respectivas referencias alcaso de María.

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aquella que “rumiaba” todo lo que concer-nía al Hijo. No pocos autores de aquellossiglos comparan a la Madre de Jesús conuna abeja laboriosa que chupa el néctar dela Flor, que es Cristo Jesús.

Recordar para revivir, para actualizarPara la Biblia, “recordar” equivale a “actua-lizar” el pasado en el presente. De aquí elcarácter dinámico de la memoria según laEscritura.La memoria es principio de fecundación,de vida; en efecto, libera energías vitales;es fuente de propósitos renovados parahoy y para mañana. Baste un solo ejemplo.Moisés, con insistencia reiterada predica alpueblo: “Recuerda que fuiste esclavo en el

país de Egipto y que Yahveh tu Dios te sacóde allí…” (Dt 5, 15; cf. 15, 15 y 24,18). ¿Porqué motivo Israel ha de recordar que fueesclavo en tierra de Egipto? La razón es lasiguiente: en Egipto los hebreos hicieronexperiencia de la misericordia auxiliadorade su Dios, que los sustrajo del duro yugodel Faraón (cf. Ex 3, 7-9). Por eso, ahora Isra-el ha de mostrarse misericordioso hacia losmás abandonados, como el esclavo, el fo-rastero, el huérfano, la viuda (cf. Dt 5, 14-15,15, 12-15; 24, 17-22). Y la Eucaristía - ¡cum-bre de la memoria! (“Haced esto en me-moria mía”) - ¿no nos enseña quizás a revi-vir el don de nosotros mismos, según elejemplo de Jesús?

También el recordar de María es dinámi-co. En efecto, ella no sólo conserva en elcorazón todos los eventos que concier-nen al Hijo, sino que al mismo tiempo lospone a revisión, los “simboliza”, dice eltexto griego de Lucas 2, 19 (symbállusa). Elverbo symbállô, empleado aquí por elevangelista, quiere decir poner junto, re-visar los distintos elementos o aspectosde una situación bastante enigmática, envista precisamente de “interpretarla”, de“darle su recta explicación”, en suma de“hacer su exégesis”.Entonces he aquí el momento dinámico yactivo de la fe de María. Ante su mirada sedespliega todo la vicisitud del Hijo, desde laconcepción virginal hasta la Resurrección.Ella no deja perder nada de tanto memorial:“guarda todo”. Al mismo tiempo, María estáen grado de colocar cada pieza en su lugar,para identificar la armonía de conjunto detodo el mosaico. Ella saca este resultadohermenéutico “simbolizando”, o sea “con-frontando” acontecimientos y palabras deJesús con las respectivas prefiguracionesdel Antiguo Testamento (como documentabien el Magníficat), y luego situando en re-lación dialéctica los distintos segmentosdel itinerario de Jesús; desde su descensoal seno materno como Verbo divino encar-nado, hasta el regreso al seno del Padre. Enefecto, de la Resurrección emanaba la ple-

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por el que ellas han de ser anunciadas yproclamadas. Hay que darlas a conocer. Enesto consiste un aspecto de la evangeliza-ción.Ahora también María es consciente de queel Poderoso ha hecho grandes cosas (cf.Lucas 1, 49). Por eso siempre en el Magnífi-cat, puede cantar que Dios, poniendo lamirada en “su pobreza”, exalta a los pobres(cf. Lc 1, 48, 52). Además, en cuanto “escla-va del Señor”, la Virgen siente que está encomunión con todo Israel, “siervo del Se-ñor” (cf. Lc 1, 54) y con los padres de supueblo: “Como había anunciado a nues-tros padres” (Lc 1, 55). En una palabra, Ma-ría sabe que ya no se pertenece a ella mis-ma, sino al mundo.Entonces ¿podemos imaginar a la madrede Jesús replegada celosamente en losmisterios a los que fue llamada a colabo-rar? Ciertamente es más conforme al desig-nio divino pensar que ella, una vez pasadoPentecostés, ha vertido sobre la iglesia lostesoros que, hasta aquel momento, habíaencerrado en el cofre de sus meditacionessapienciales.

ConclusiónMaría, dedicada por completo a reflexionarsobre las “grandes cosas” obradas por Diosen la historia de la salvación, se conviertefácilmente en imagen guía para nosotros,hoy. Nuestra fe ha de ser rica de escucha,de memoria. Tenemos necesidad no tantode nuevas revelaciones, cuanto de recor-dar la Única Gran Revelación que se nos haentregado en la Palabra de Dios. Juan PabloII, el 1° de enero de 1987, anunciando elaño mariano, se dirigía a la Virgen dicien-do: La Iglesia fija su mirada en ti, como ensu propio modelo... Tú eres ¡Memoria dela Iglesia! La Iglesia aprende de ti que serMadre quiere decir “ meditar en el cora-zón” las vicisitudes de los hombres y delos pueblos...”.

* docente de exégesis bíblica em la Ponti-ficia Facultad Teológica “Marianum” Roma

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na luz sobre la persona y sobre la obra deCristo Salvador. Desde la cima del misteriopascual, la Virgen podía contemplar la co-herencia sujeta al designio de la entera his-toria salvífica. Por así decir, ella fue la prime-ra “exégeta” de Cristo, su Hijo.

Transmitir las cosas custodiadas en el corazón La memoria reviste una dimensión social-comunitaria. En efecto, tiene como finali-dad transmitir las cosas recordadas. Las“grandes cosas” actuadas por el Señor enla historia de la salvación constituyen untesoro de familia, que pertenece a todo elpueblo como tal y a cada uno de sus miem-bros. Ningún individuo o grupo tiene elderecho de apropiarse de él de forma ex-clusiva. De aquí deriva la obligación de ha-cer conocer de padres a hijos, de una a otrageneración el conjunto de los aconteci-mientos memorizados y el sentido queellos encierran.Moisés exhortaba: “No vayas a olvidarte(las cosas recordadas) ni dejes que se apar-ten de tu corazón en todos los días de tu vi-da; enséñaselas a tus hijos y a los hijos detus hijos” (Dt 4, 9). Y proclamando las gran-des cosas de Dios, Israel se edifica a sí mis-mo como pueblo de la Alianza sobre estamemoria de comunión. Ésta, según dice elprofeta Malaquías (3, 24): “Él hará volver elcorazón de los padres a los hijos, y el cora-zón de los hijos a los padres“.

En cuanto a María, un hecho es cierto. Yadesde los siglos IV-V la tradición de la Igle-sia consideraba que ella era la fuente de in-formación sobre el nacimiento y sobre losprimeros años de Jesús. Diversos exponen-tes de esta doctrina fundamentan la propiapersuasión sobre Lucas 2, 19, 51 y exacta-mente. Las “grandes cosas” de Dios, aunque realiza-das hacia una persona singular, redundanen definitiva en ventaja de todo el pueblode Dios: “Sí, grandes cosas hizo con noso-tros Yahveh” (Sal 126, 3). He aquí el motivo

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Vivir y trabajar juntas es motivo de gran-des oportunidades y de no poca fatiga.Sabemos bien que la misión educativa encuentra alimento en la vida comunita-ria, que cada vez más estamos descu-briendo en su valía de realidad abierta. Yestamos convencidas de la necesidad depasar del protagonismo de la comunidadreligiosa a la implicación corresponsablede la entera comunidad educativa. Enefecto, el nosotros constituye el conjuntode las personas que viven y trabajan en elsurco de la educación de los jóvenes, enla realización de un proyecto común. Sinsuperioridad o inferioridad, sino con tare-as diferenciadas.El protagonismo a veces tiene una conno-tación de autoreferencia, con la sutil tenta-ción de considerar nuestros caminos,nuestras iniciativas, nuestras propuestascomo ejemplares y mejores. La autorefe-rencia no interesa sólo a las institucioneso a las comunidades; nos toca como per-sonas y juega un rol no secundario en lavida de relación. A menudo es uno de losmayores obstáculos a la relación misma.

El argumento que conocemos mejorMomentos cotidianos de vida comunita-ria. Conversando en un pequeño grupo,S. Margarita explica una experiencia quela implica profundamente. En una pausaS. Rosa interviene, interrumpiendo el de-sahogo y apropiándose de la conversa-ción: “Yo también he vivido esto y aque-llo…” Y así continúa compartiendo situa-ciones vividas por ella. No es la primeravez que S. Rosa entra de improviso en eldiscurso para referir con abundancia de

detalles situaciones que tocan su expe-riencia.Quizás nos ocurre a todas que caemos enla misma trampa; nos cuesta escuchar hasta el final. Tenemos tantas cosas queexplicar, todo un mundo nuestro a com-partir. En los momentos comunitarios deencuentro, asumimos tareas variadas; hayquien informa, comparte experienciaspastorales, explica hechos de vida; quienpermanece en silencio escuchando o via-jando con el pensamiento hacia otras di-recciones; está la persona que desenfun-da sus méritos; hay quien tiende a inter-venir para hablar exclusivamente de símismo. Ser autoreferenciales constituyeuna actitud difundida que puede crear unclima pesado en comunidad.El escritor francés Anatole France mani-festó: “Reprochamos a la gente porque hablan de ellos; pero es el argumentoque sabe tratar mejor”. Citando la expre-sión, Gianfranco Ravasi comenta: “Esta-mos en presencia de un comportamientoampliamente practicado por todo tipo depersonas. Cuántas veces nos pasa quenos aburrimos hasta la muerte oyendo in-finitas explicaciones que otro hace de sus vicisitudes. Y, sin embargo, cuántas veceshemos enfermado nosotros también a losotros con nuestras historias. Sólo que nosotros no nos dábamos cuenta delaburrimiento ajeno, llenos del placer denuestro pavonearnos…”. Y refiere el di-cho de François de Rochefoucauld: “El ex-tremo placer que experimentamos al ha-blar de nosotros mismos ha de hacernostemer que no lo damos para nada a quiennos escucha”.Concluye Ravasi: “La sobriedad y el auto-

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La AutoreferenciaGiuseppina Teruggi

función social. Es muy importante que no-sotros pensemos en el sí mismo comoaquella característica de la personalidadque permite relacionarse con los otros. Lapalabra yo la emplea aquel que, en el fon-do, está todavía dentro de sí mismo: elnarciso. Una de las patologías de la rela-ción la da precisamente el narcisismo.Narciso es un personaje de la mitologíaque vio su imagen reflejada en un espejode agua, se enamoró de sí mismo, intentóabrazarse y murió ahogado.El sí mismo en cambio es aquella parte denosotros que abre y predispone a la rela-ción. Es importante que el sí mismo tiendaa la cooperación y no a la exclusión por-que si hay competición, para afirmarsesiempre se ha de eliminar a alguien. Para afirmar tu sí mismo necesitas al otro;el amor es una típica expresión de relacióndel sí mismo. El yo se comporta como si losotros no fueran necesarios y constituyerancasi una platea, se siente omnipotente ytiende a dominar, mientras que trámite el símismo tenemos la posibilidad de comple-tarnos con el otro. Hoy nuestra sociedadestá privada de capacidad cooperativa, por-que privada de finalidades comunes, y ca-da cual tiende a tener deseos y sueños que,quizás, no realizará nunca.Cada uno de vosotros, sugirió Andreoli alos jóvenes, ha de ser consciente del he-cho que el propio significado principal es-tá en la comunicación con el otro, sobretodo en la comunicación existencial.Es el conocido paso del yo al nosotros, re-corrido obligado para superar la fase de laadolescencia y encaminarse a la madurezde persona adulta.

Tener a los demás dentro de sí

¿Hay una alternativa a la cultura de la au-toreferencia? Creemos que sí, sobre todoporque tenemos confirmación de ello enmuchas personas que, hoy como ayer, lohan testimoniado. Sor Teresa Valsé, porejemplo, supo constantemente referirse aDios y a los otros en cada una de sus op-

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control al hablar nos evitarían no sólo ver-daderas y propias desdichas sino también,más sencillamente, nos defenderían de fi-guras mezquinas. Ciertamente, decir denosotros y de nuestras obras y pensa-mientos es lo más fácil, el argumento quemejor conocemos. Pero nosotros ¡no somos el centro del mundo!”.

Cultura de la autoreferenciaAún con tantos valores, la cultura de nues-tro tiempo nos sumerge en una atmósferaque muchos definen de autoreferencia. Elmodelo de persona propuesto no tienepuntos de referencia fuera del propio yo;la persona de una sola dimensión, que atoda costa hace surgir su individualidad.De ahí deriva un clima de cerrazón al Tras-cendente y de pérdida de la relación como sentido del estar en el mundo y dela vivencia social.Es una mentalidad que influencia la ac-tuación de la gente, sobre todo de los jó-venes, y penetra también en nuestras co-munidades. Estamos condicionados poruna comunicación inmediata y altamentetecnológica que parece que nos basta-mos a nosotros mismos, pero afloja lascompetencias de relación y hace rodartodo en torno al individuo particular. Eneste contexto la búsqueda de identidadpuede convertirse en autoreferencia, quelleva a escapar del sentido de pertenen-cia y a la acogida de la diversidad del otro.Al mismo tiempo, hoy, emerge con parti-cular fuerza la necesidad de encuentro, decompañía, de alguien que, acompañando,restituya a la persona a sí misma.En una conversación con un grupo de jó-venes universitarios, el psicólogo SeverinoAndreoli les ha conducido a reflexionarsobre los riesgos del declinarse de nuestracultura a la autoreferencia, ayudándoles aprofundizar sus causas.Partiendo de la distinción entre yo y sí(mismo), ha hecho notar como el yo es loque de estructural tenemos dentro de no-sotros, mientras el sí mismo indica una

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ciones. No sólo porque se “propuso pasarinobservada”, sino porque creyó en el ca-risma del “insieme” más que en sí misma.

Cito algunos aspectos para indicar vías al-ternativas a la autoreferencia.Vivir el sentido de pertenencia. Se ha di-cho que “la pertenencia no es un conjun-to casual de personas, no es consenso auna reunión; la pertenencia es tener a losotros dentro de sí” (Giorgio Gaber). Asu-mir el conocimiento de tener una perte-nencia es esencial tanto para el bienestarpsicológico de la persona, como para elequilibrio y la eficacia de una institución.El sentido de pertenencia es la declina-ción auténtica del verdadero amor: tenera los otros dentro de sí – las Hermanas, losjóvenes, los seglares, las personas queri-das, la familia de la que se parte – comopensamiento de los propios pensamien-tos, parte de la misma propia vida. Signifi-ca, consiguientemente, activar opcionesque tienen en cuenta que se está insertasen un nosotros en el que cada cual es irre-petible y tiene un rol único y singular.

Crecer en la reciprocidad. Hablando decircularidad la asociamos en general alservicio de animación. Sin embargo, encada relación tiene lugar un proceso cir-cular que permite superar modalidadesde único sentido. Esto significa que la re-lación tiene siempre lugar con un movi-miento recíproco de dar y recibir, de amary de ser amado, asumido alternativamentepor las dos partes. Crecer en la reciproci-dad significa sobre todo ir más allá delnarcisismo que ofrece la ilusión de seromnipotentes, de saber hacer las cosas enel mejor modo, de poseer la idea más ilu-minada. En el fondo, superar la tentaciónde reducir a los otros a nuestra sombra.

Gestionar los conflictos. En la vida juntashacemos experiencia de alegrías, de fati-gas, de conflictos que pueden molestar oretrasar los caminos. Pero la comunidadno es tan dañada por el conflicto, cuantopor no saber solucionarlo. La persona cre-

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ce y alimenta en sí una conciencia de relación precisamente a partir de la histo-ria cotidiana de relaciones incluso deconflicto que, en definitiva, conducen aexperimentar la diferencia y los recursosimplícitos en ella. Si nos ponemos en ac-titud receptiva y realista. la buena gestióndel conflicto ofrece la oportunidad decambiar algo en sí mismos, de abrirse ahorizontes más amplios, de ver en la di-versidad muchas semillas de vida.

Ser asertivos y solidarios. El superar la au-toreferencia implica ir más allá de loscomportamientos pasivos, agresivos,competitivos. Y entrar en la óptica de unaactitud de asertividad que conduce al res-peto de sí y de los otros, a la capacidad deno sufrir sino de hacer opciones teniendoen cuenta las exigencias de las situacio-nes. Conduce a la sabiduría de perseguirtambién la propia satisfacción sin prevari-car sobre los otros. En esta línea, la perso-na se abre a un sentido de solidaridad quegenera reciprocidad positiva, y asume lagratuidad como estilo de relación por lacual no nos esperamos reconocimiento orecompensas.

El CG XXI consignó a cada una de nosotrasel compromiso de actuar “un proceso devital renovación en el contexto de la bús-queda sobre la vida religiosa en acto en laIglesia”. El Congreso Internacional de la Vi-da Religiosa (2004) incluyó en una expre-sión de síntesis el camino del futuro: “Pa-sión por Cristo, pasión por la Humanidad”.Para tener futuro, la vida religiosa está lla-mada a ser fraterna, solidaria, realmentecomunitaria, y a asumir con cada vez ma-yor seriedad la realidad del otro como me-diación indispensable, aunque misteriosa,de la experiencia de Dios.

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participado activamente en la historiade la salvación”. Aquella salvacióncotidiana que se actúa en el caminoeducativo.

Hacia nuevas fronteras El tema del próximo Capítulo de los Salesia-nos, que tendrá lugar en los primeros mesesde 2008, es Da mihi animas cetera tolle. ElRector Mayor presentándolo ha escrito: “Elargumento es vasto. Por eso hemos queridoenfocar la atención en cuatro áreas temáti-cas: la urgencia de evangelizar, la necesidadde convocar a la vida consagrada salesiana,la exigencia de vivir en pobreza evangélica,el reto de ir hacia las nuevas fronteras de lamisión”. Además, Don Pascual Chávez su-braya que haciendo propio el lema del fun-dador: “Queremos asumir el programa espi-ritual y apostólico de Don Bosco y la razónde su incansable trabajar por la gloria deDios y la salvación de las almas”. Así podre-mos encontrar de nuevo el origen de nues-tro carisma, el fin de nuestra misión, el futu-ro de nuestra Congregación”. Precisamenteen la dimensión misionera se pone la raíz yla meta de la espiritualidad salesiana. El cora-zón de la identidad carismática.Esta mirada dirigida hacia el más allá está in-dicada también por nuestra Madre en casitodas las Circulares mensuales. En particularen la 879, Para un camino de esperanza, es-cribe que la dimensión misionera, “permiteexperimentar cada vez fragmentos de vidanueva en lo cotidiano y, a la vez, reconocerlos grandes horizontes en los que está inser-ta nuestra pequeña historia”.Nuestra Regla de vida afirma que en la expe-riencia educativa de Don Bosco, de María

Más allá de la ventanaGraziella Curti

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La ventanita de la Valponasca es un símbolo/síntesis de la espiritualidad salesiana. Una espiritualidad abierta a lo cotidiano, a la historia y a la geografía del mundo. En el anfiteatro de las colinas de Mornese, que se alinean en el infinito, hay una mirada de contemplación que vuela hacia horizontes lejanos. La dimensión misionera está escrita en el ADN de las Hijas de María Auxiliadora. Tanto en aquellas que parten hacia tierras desconocidas, como en las que permanecen en la propia patria, a menudo convertida en tierra de misión.La pasión de hacer conocer a Jesús y su buena noticia fue típica de María Dominica y de Don Bosco, que la imprimieron en los hijos y en las hijasde forma indeleble.En el Proyecto formativo se sintetiza así esta tensión: “Nos comprometemos a ‘mantener vivo el impulso misionero de los orígenes, trabajamos por el Reino de Dios en los países cristianos’, a menudo transformados por un materialismo imperante, ‘y en los que no han sido evangelizados todavía’(C 6)”.Sucesivamente, se aclara mejor el núcleo generador de esta espiritualidad,del más allá: “Nuestra vocación se inserta en la genealogía de muchas mujeres que, en el sucederse de los siglos, a partir del antiguo Israel y sobretodo con la llegada de Jesús, han

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Dominica Mazzarello y en la tradición delInstituto el don carismático se expresa en unestilo de vida que lleva impreso “un fuerteimpulso misionero”.

Más allá del océanoLa espiritualidad del viaje, la que permite de-jar lo que es habitual, conocido, para ir hacialo desconocido, hacia un anuncio difícil, delque hay que aprender los gestos y las pala-bras justas, está aún viva en nuestro Institu-to. Y entonces se parte hacia Mongolia, haciaPapua Nueva Guinea, hacia Samoa america-na. Por doquiera se busca a los pequeños, alos jóvenes, a los pobres, a las mujeres.Una historia que dura desde hace más decien años, pero los inicios, no obstante la ex-periencia de muchos que han hecho de guía(abrecaminos), son siempre difíciles. Son losque dan sabor a los nuevos tiempos. Nos loconfirma el P. Antonio Alessi SDB, que escri-biendo la historia de las FMA pioneras enTailandia, observa: “Mirando hoy las obrasgrandiosas realizadas por las FMA en el país,

no se puede imaginar la pobreza, las priva-ciones, las fatigas de los duros inicios”. Y sedocumenta con algunas florecillas de época:“Octubre 1931. Habían partido cinco de Tu-rín: S. María Baldo, S. Luigina Di Giorgio, S.Graziella Amati, S. Antonietta Modellato y S.Giulia Lauton. En Bombay S. María Avio, mi-sionera en Assam (Norte de la India) se unióal grupo designada como superiora deaquella comunidad de religiosas enviadas aponerse al lado de la obra de los Salesianosen Tailandia”.Fue el Inspector de los Salesianos el que in-sistió: “Estoy seguro de que se abre en estepaís, también para nuestras Hermanas, unmaravilloso campo de trabajo y de apostola-do. Y Madre Luisa Vaschetti se adhiere, pero,superada por la emoción por una partidaque lleva a sus hijas tan lejos, después de ha-berlas invitado a cenar la noche anterior, lasconfía a Madre Linda Lucotti, entonces Con-sejera General, para que las acompañe a Ve-necia para embarcar”.Y después de haber explicado el impacto di-fícil, los imprevistos, los sufrimientos de lasprimeras misioneras, concluye un capítulocon una noticia que tiene algo de extraordi-nario: “En Tailandia, país del Budismo, en1975, el rey concede la alta condecoracióndel Elefante blanco a S. Rosa Moore, por laobra desarrollada por ella durante 25 añosen la escuela de los ciegos”.Personalmente, tuve la ocasión, yendo a aquellas tierras, de asistir a los ritos fúne-bres de S. Moore, misionera irlandesa, y deconstatar el amor y el agradecimiento de centenares de invidentes que ella habíaseguido con amor haciéndoles acceder has-ta los estudios universitarios.

“Por la gracia de nuestra adopción como hijos, el Espíritu Santo ora en nosotros, intercede con insistencia por nosotros y nosinvita a dejarle actuar para que -a través denuestra voz- pueda alabar al Padre e invocar-lo para la salvación del mundo”

(de la Regla de vida, nº 37).

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SMS•SMS•SMS

Las fronteras de la esperanza

nos piden estar presentes

en las vanguardias de la misión,

cada vez más habitadas

por jóvenes desilusionados

ante promesas de felicidad a

buen precio, jóvenes

emigrantes, a veces

manipulados y explotados,

privados de referencias

familiares significativas

o de educadores en grado

de acompañarles en el difícil

camino del diálogo con

culturas y fe diferentes

(Antonia Colombo)

tación de la eutanasia así llamada pasiva,o bien la suspensión o el rechazo de trata-mientos médico-asistenciales con la fina-lidad de provocar la muerte del paciente,como medio para eliminar el dolor.El valor ético de los dos actos es opuesto;en el primer caso significa aceptar la ac-tuación perfecta humana, en el segundoquerer poner fin a la vida de un ser huma-no. El segundo caso revela la intención deconstituirse dueños de la vida, determi-nando la hora y la forma de la muerte.

El esfuerzo de quien busca por vocaciónacercarse a la persona que sufre y quemuere ha de ser no sólo el de curar la en-fermedad, sino también y sobre todo elde curar a los enfermos, es decir, a laspersonas que están mal. Sólo con estascondiciones puede realizarse plenamentela misión del médico de servir y defenderla vida humana.

El motivo por el que el tratamiento no seinicia o bien se suspende lícitamente noes el hecho de que en una situación dada“es inútil prolongar la vida”.

El tratamiento no se inicia o bien se sus-pende porque tal tratamiento no es pro-porcionado en la situación específica, yaportaría un daño ulterior en lugar de unbeneficio, aunque sea limitado y momen-táneo. Además es absolutamente funda-mental precisar que el juicio de encarni-zamiento ha de pronunciarlo el médico.

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Con la expresión “encarnizamiento tera-péutico” se entiende la multiplicaciónobstinada de los esfuerzos terapéuticosen las fases terminales de la vida.Si está uno obligado a curar haciendo to-do lo posible para defender la vida huma-na, igualmente es un deber rechazar elencarnizamiento terapéutico.

Renunciar al encarnizamiento terapéuticoo rechazarlo, no debe significar privar alenfermo de la asistencia médica, de en-fermería, psicológica, espiritual necesa-rias para acompañar lo mejor posible alpaciente hacia la muerte.

En el contexto angloamericano, se distin-gue frecuentemente entre to cure (curaren sentido médico, efectuar terapias) y tocare (cuidarse, asistir al paciente); aúncuando las terapias han cesado de ser be-néficas para el paciente, a él no le ha defaltar la asistencia y el cuidado. Desde elpunto de vista psicológico y espiritual, esto significa conservar las relaciones humanas, circundar al agonizante de unambiente afectuoso y atento, que le hagasentir hasta el final importante como sudignidad de hombre, no importa cuán enfermo esté, merece. Desde el punto devista médico y de enfermería, significa hacer que no le falten los cuidados “nor-males” (limpieza personal, alimentación ehidratación incluso artificiales, etc.); también significa aliviar los sufrimientosfísicos según la capacidad y la voluntad de tolerancia del paciente.El rechazo del encarnizamiento terapéuti-co no hay que entenderlo como la acep-

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Encarnizamiento terapéuticoAnna Rita Cristaino

ESTE DEÁFRICA (AFE)

LA PROVINCIA “NUESTRA SEÑORADE LA ESPERANZA” NACIÓ EL 15 DE

AGOSTO DE 1992 Y SE EXTENDIÓ ENVARIAS NACIONES DEL ESTE DE ÁFRICA:

SUDÁN, ETIOPÍA, KENIA, TANZANIA, RUANDA.INICIALMENTE, EN 1988, LAS CASAS DE KENIA Y

DE ZAMBIA SE REUNIERON PARA FORMAR UNADELEGACIÓN Y EN 1989 SE AÑADIERON LAS CASAS DE

ETIOPÍA Y SUDÁN, CONSTITUYENDO UNA VISITADURÍA.A CONTINUACIÓN TENIENDO EN

CUENTA LAS DIFERENCIASLINGÜÍSTICAS DE LAS NACIO-NES DE PERTENENCIA, EL

15 DE AGOSTO DE 1992,LA VISITADURÍA, SECONVIERTE EN LA

INSPECTORÍA “NUES-TRA SEÑORA DE LA

ESPERANZA” ESTE DEÁFRICA, BAJO LARESPONSABILI-

DAD DE LA INS-PECTORA S.GERALDINEREAKES.

LA PARTICULARIDAD DE LA INSPECTORÍA

ES EL CONJUNTO DE CINCO NACIONES MUY DISTINTAS

ENTRE SÍ CON CULTURAS Y PROBLEMÁTICAS

DIVERSAS CON UN GRAN RECURSO: LOS JÓVENES.

ACTUALMENTE LA INSPECTORÍA TIENE 18 COMUNIDADES

DISTRIBUIDAS ASÍ:

ETIOPÍA 4; KENIA 7; RUANDA 2; SUDÁN 4; TANZANIA 1.

EL NÚMERO DE CONJUNTO DE LAS FMA

EN LA INSPECTORÍA ES DE 97.

MISIONERAS 59, AUTÓCTONAS 34,

DE OTRAS INSPECTORÍAS: AFO, AFM, AFC 4.

LA PRESENCIA DE LAS HERMANAS EN ESTAS NACIONES

INICIÓ CON OBRAS PARA LA PROMOCIÓN Y EDUCACIÓN

DE LA MUJER, CON ESCUELAS Y COORDINACIÓN DE LA

CATEQUESIS. LAS PRINCIPALES OBRAS, ÉSTAS:

ORATORIOS, ESCUELAS MATERNAS, ELEMENTALES,

DE ENSEÑANZA MEDIA Y SUPERIORES. ESCUELAS

TÉCNICAS Y PROFESIONALES, ALFABETIZACIÓN, ESCUE-

LAS INFORMALES PARA NIÑOS REFUGIADOS, ESCUELAS

DE NOCHE PARA ADULTOS, CENTROS PROMOCIONALES

JUVENILES, CENTROS DE PROMOCIÓN DE LA MUJER,

CATEQUESIS Y COORDINACIÓN DE LA CATEQUESIS

EN EL ÁMBITO DIOCESANO. PASTORAL PARROQUIAL.

AMBULATORIOS, DISPENSARIOS, PROGRAMAS DE

ALIMENTACIÓN PARA NIÑOS DESNUTRIDOS,

INTERNADOS, ORFELINATOS, CASAS FAMILIA.

ACTIVIDADES PROMOCIONALES, VISITA A LAS FAMILIAS

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE PASTORAL JUVENIL.

Los niñosson la luna que resplandece(proverbio de Tanzania)

KENIA

ETIOPÍA

RUANDA

TANZANIA

SUDÁN

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Actualidad eventos e ideasde todo el mundo

Cada vez más ogrosMara Borsi

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Hablar de prostitución de menores significa hablar de una situación que devora a los niños en cualquier continente que se encuentren.El fenómeno se está extendiendo y agrandando y sobre todo está haciéndose en sus prácticas cada vez más cruel e inhumano.La prostitución expropia de su dignidad al niño, a la niña implicado/a y le obliga a padecer daños físicos y psicológicos profundos y a veces permanentes.

Según las estimaciones de UNICEF en elmundo cada día son obligados a entrar enel mercado del sexo de pago tres milniños por una cifra total que va alrededordel millón al año.Naciones Unidas y la ONG ECPAT sostie-nen que los niños explotados serían tres millones, de éstos un millón doscientosviven en Filipinas, seiscientos mil en Chi-na, quinientos mil en Brasil, cuatrocientosmil en la India, trescientos mil en Tailandiay en Europa/África.Según una investigación reciente, lascompensaciones por cada prestación varí-an de los cinco dólares en Brasil, Rusia,Vietnam, Filipinas; a los 10 de China, Ne-pal, Tailandia, República Dominicana, Pa-kistán, Sri Lanka; a los 20 de la India; a los30 de Japón y a los 50 de Taiwan.

La causa del horrorLa prostitución de menores inició en elSudeste asiático en torno al decenio 1960-70 y se ha ido extendiendo a algunos Paí-ses de América Latina y de África, exten-diéndose cada vez con más fuerza en Eu-ropa y en Estados Unidos.Las causas están unidas a múltiples facto-res de carácter cultural y económico, co-nectadas también a las carencias institu-cionales y legislativas. Pero el factor quemás incide es la pobreza. Los datos de Na-ciones Unidas y de UNICEF afirman que lapobreza hace a una niña, a un niño aúnmás vulnerable, todavía más sujeto a lasdecisiones de los adultos. Es notorio quees la falta de medios para sobrevivir la queinduce a ciertos padres a vender a uno desus hijos. Las niñas son cedidas con mayorfacilidad.Pobreza en muchos contextos significahambre. Los niños, varones y hembras,pueden decidir vender su cuerpo para so-brevivir. El cuerpo se convierte en el únicomedio que pueden comercializar.

Violencia y crueldad inauditaEl mundo de la prostitución de menorespresenta una brusquedad y una crueldadindecibles. Hagamos una rápida vuelta delmundo con los datos puestos a disposiciónpor la ONG “En Child Prostitution, ChildPronography and Trafficking of Children forSexual Purposes” (www.ecpat.net).En Camboya una muchachita virgen es ad-quirida por las “casas” pagando alrededorde 300-400 dólares. Ha de tener menos de15 años, pero la triste realidad es que mu-

chas tienen sólo ocho años. En Filipinas laedad mínima de los niños explotados esde siete años. En Pakistán preferidos porlos clientes son los varones, como en laRepública Dominicana donde los sankypanky, es decir, los muchachos jóvenes,van con los turistas extranjeros a las playasde Boca Chica y Sousa. En Brasil el más al-to número de menores explotados está enlas ciudades de Río de Janeiro, Fortaleza yRecife. Las meninas-mulheres, es decir lasniñas-mujeres, con tal de ir con los turis-tas, se drogan para resistir el altísimo nú-mero de relaciones.La zona entre Alemania y la RepúblicaCheca está considerada el más gran mer-cado abierto de toda Europa, donde niñasy niños de cualquier edad son vendidosdescaradamente. Cada año cien mil turis-tas frecuentan esta zona.Últimamente está teniendo cada vez másconsistencia el mercado de material por-nográfico para uso de los pedófilos. Pelí-culas, catálogos, publicaciones fuertes,apuntes sobre el índice de agrado los su-ministran organizaciones pedófilas euro-

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peas y estadounidenses. Organizacionesque ofrecen, afirma Nicoletta Bressan enun estudio suyo reciente, todo el apoyoposible a sus miembros: “Desde los luga-res en los que es posible abordar o alqui-lar a los niños, a las niñas, a la disponibili-dad de películas pornográficas, hasta losdocumentos falsos o a la defensa legal encaso de problemas con la ley”.Por desgracia un número cada vez másconsistente de pedófilos muestra apreciopor películas pornográficas en las que va-rios menores tanto varones como hem-bras, son obligados a hacer sexo entre sí,o donde es el adulto el que viola al menor,hasta torturarlo y matarlo. Estos tipos depelículas llamados snuff (extinguir) cues-tan cuarenta mil euros.Una panorámica y datos que dejan sinaliento y que no pueden no interpelarnos.La pasión educativa que Don Bosco y Ma-ría Dominica Mazzarello nos han transmi-tido no puede no indignarse, no puedecontinuar estando cerrada en los peque-ños horizontes de los conflictos comuni-tarios y entre las paredes de nuestrasobras.La situación en la que se encuentran ni-ñas/os, muchachos/as, adolescentes, jóve-nes interpela a salir a recorrer las calles.Por otra parte somos discípulas de ungran caminante: Jesús.Su caminar ha vuelto a dar dignidad. Hoyestamos llamadas a recorrer con Él las ca-lles de la marginación con más decisión ycon más capacidad de riesgo. Natural-mente sin abandonar aquella clave del de-sarrollo que es la educación, sobre todo lade la mujer. Las mujeres son las más importantesconstructoras de cambio. Contrastando através de la educación su discriminación,se puede hacer progresar los derechos delas niñas y de los niños… y hay una grannecesidad de [email protected]

Fuentes consultadas:www.unicef.com; www.ecpat.netAA. VV. Il prezzo del Mercato, Bologna, EMI 2006.

nable, la causa del SIDA. Tal virus, origina-do en África por los chimpancés, se trans-mitió a los hombres probablemente en laprimera mitad del siglo pasado. En su len-to desarrollo y difusión en la poblaciónafricana, éste ha seleccionado cepas degérmenes muy agresivos, en grado de ma-tar a la persona infectada, no antes de ha-berse transmitido a otras personas, prefe-rentemente mediante relaciones sexuales.Además tienen lugar casos de transmisiónen el ámbito hospitalario: a través de lasjeringas, las transfusiones con sangre in-fectada… pero éstos representan el 10-20% del contagio total (incluidos los casosde contagio del virus trámite las incisionesde la piel con instrumentos potencial-mente infectados y otras prácticas de tipode brujería). La epidemia del SIDA se hizoalarmante sólo al inicio de los años 80cuando se difundió en los Países ricos.

El Objetivo nº 6 En los últimos veinte años, el VIH/SIDA hasido el fenómeno que ha tenido el impactomás devastador en las políticas de desarro-llo. Éste es el motivo por el que se mira avencerlo, a detenerlo dentro del 2015. Sinembargo es verdad que se trata de una me-ta más o menos utópica, unida a lograr losotros siete ODM. En efecto, no se puedehablar de él sin hablar a la vez de la pobre-za extrema que aflige a muchas poblacio-nes del mundo, de las guerras suscitadaspara acaparar sus riquezas, de la discrimi-nación y la violencia sexual contra las mu-jeres, de las carencias educativas concer-nientes sobre todo a las primeras fajas deedad, de la extrema lentitud para permitir a

¡No más SIDA!Julia Arciniegas

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En todo el mundo hayya alrededor de 42 millones de seres humanos afectados por el VIH. Viven 39 millones en los Países pobres. El sexto ODMentiende detener e invertir la tendencia a la difusión no sólo del SIDA, sino también de la tuberculosis, la malaria y otras enfermedades. Éstas son verdaderasepidemias que amenazan la existencia de generaciones enteras.

Un planeta amenazadoLas cifras concernientes a las personasafectadas por el SIDA nos hacen pensaren un escenario verdaderamente impre-sionante: la expectativa de vida de las po-blaciones desciende notablemente, dece-nas de millones de mujeres y de jóvenesmueren, muchos pueblos permanecensemidesérticos, miles de niños son huér-fanos y seropositivos al mismo tiempo…Bastarían estos datos para afirmar que elSIDA es un flagelo comparable a la pesteque asoló al mundo occidental durante laEdad Media y se llevó alrededor de unatercera parte de la población de la época.

… Y ¿las causas?El origen de esta enfermedad podemosentenderlo por cuanto dice C. F. Perno,Profesor ordinario de Virología en la Uni-versidad Roma Tres: el virus VIH es sin du-da, y más allá de cualquier hipótesis razo-

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los más pobres contar con los medios delucha contra el SIDA y las otras enfermeda-des. Al afrontar este flagelo es necesarioademás un fuerte liderazgo para superar lainercia institucional y afrontar los proble-mas sociales que alimentan la epidemia.

Educación: prioridad absoluta Mientras gobiernos y ONG valoran la uti-lización del preservativo como único me-dio eficaz para luchar contra el SIDA, no-sotras, FMA, nos sentimos en plena sinto-nía con cuantos prefieren el camino de laeducación para hacer frente a esta epide-mia. Ayudar a los jóvenes, a las familias, alos profesores, a los adultos en general, acoger el camino del amor verdadero, apartir de una visión abierta e integral de lapersona; prevenir abusos y desviacionesmediante una información seria y profun-dizada sobre el valor de la sexualidad;acompañar el proceso de formación afec-tivo-sexual para llegar a establecer relacio-

nes interpersonales libres y responsablesen la reciprocidad de la entrega y del ser-vicio, deshaciendo el binomio que identi-fica amor-sexo y sexo-amor… Éstos nosparecen algunos pasos imprescindibles sise quiere obtener un cambio de modelosde conducta en las jóvenes generaciones.

Entre compromiso, reto y profecía Ésta es la consigna que une las dos Unionesde Superioras/es Generales (UISG/USG) enun proyecto común hacia la sensibilizaciónde las Congregaciones Religiosas respectodel SIDA. La epidemia nos reta a nuevas for-mas de pobreza radical al compartir el dra-ma de una gran parte de la Humanidad ynos invita a un amor incondicional que he-mos de traducir en estrategias concretas deacción. Podemos preguntarnos: ¿Cuál pue-de ser mi compromiso?

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La batalla de Erik al silencio que mataErik T. es seropositivo. Lo descubrió porcasualidad, al hacerse un análisis de san-gre hace siete años. Sólo después enten-dió que fue infectado por su esposa K. T.,que a su vez cogió el virus VIH del exmarido, marinero, muerto en la vueltade pocos meses. Para Erik fue una sacu-dida. Él, director de varias empresas delsector petrolífero, acomodado, no esta-ba acostumbrado a ir a doctores, a ver aenfermos y tanto menos serlo. Hasta delSIDA. Un estigma. En diciembre siguien-te su esposa Key murió, con sólo 28años. La enfermedad se la llevó rápida-mente, en menos de un año. Fue preci-samente entonces cuando Erik decidiócambiar de vida. No más petróleo, nadade negocios, sino sólo un interés, com-pletamente distinto: luchar contra el SI-

DA, contener su difusión, salvar vidashumanas y familias. No era posible quelas personas no supieran, que nadie ha-blara de ello. Y así, con el dinero ahorra-do en muchos años de trabajo, empezóa organizar campañas de sensibilización,a vocear su dolor. Erik no esconde su en-fermedad, antes bien, la transforma enuna lección a no repetir nunca más.“Muchas mujeres terminan en el círculode la prostitución… - recapitula – y des-pués de pocos años vuelven a sus aldeasdestruidas psicológica y, a menudo, físi-camente. La enfermedad se lleva a lagran parte. Y el virus se difunde tambiénentre las aldeas perdidas y en las peque-ñas ciudades más aisladas.(De: Italia Caritas, octubre de 2006).

mar los espíritus y los rencores. Concreta-mente no puedo decir que no existe liber-tad. Pero, la mayor parte de los jóvenespiensa que la libertad es “libertinaje” y lasociedad refuerza esta idea a través de losmedios de comunicación. Ladide, Costa de Marfil.

En la sociedad en que vivo la libertad esuna prueba de sabiduría que permite reco-nocer las propias responsabilidades. San-dra, Benin.

La sociedad invita a tener éxito, con las pro-pias fuerzas, a satisfacer las necesidadesprimarias. Todos soñamos esta libertad quea veces se desencadena en el consumismoque en nosotros no es sino la expresión deldeseo de salir de la pobreza. Gildas, Benin.

En nuestra sociedad cuando se habla de li-bertad se piensa sobre todo en la democra-cia y la democracia es un sostén para la li-bertad. Thiédy, Benin.

¿Has vivido experiencias en las que te hassentido verdaderamente libre?Las actividades del Centro Juvenil y las delas vacaciones en la aldea María Dominicason experiencias de libertad, de alegría. Re-cientemente ha tenido lugar en Douekuoéel Fórum Nacional del Movimiento JuvenilSalesiano; la presencia de muchos jóvenesde distintas culturas me ha dado confianzay me ha permitido sentirme espiritual y físi-camente libre. Ladide, Costa de Marfil.

En un momento de mi vida he tenido la po-sibilidad de elegir entre quedarme en mi

Vivir la libertad, como jóvenes,en África

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Se pueden hacer infinitas disquisiciones filosóficas, teológicas, psicológicas sobre la libertad. Nosotros sólo queremos ponernos a la escucha, dejándonos acompañar por S. Viky Ulate que nos lleva a África, a dialogar sobre este tema con jóvenes de distintas naciones.

Cuando digo “libertad” pienso en……Una perenne capacidad de sobrevivir yde responder a las propias necesidadespersonales. Gildas, Benin.

… En la autonomía, al hacer que circule elpropio pensamiento, a hacer actos respon-sables. Thiédy, Benin.

… En la libertad de expresión, en la posibi-lidad de decir lo que uno piensa o lo quequisiera hacer. Françoise, Togo.

… En la apertura de sí a un universo másgrande, a una anulación de las barreras cul-turales, religiosas, para llegar a un mundomás unido, más fraterno. Ladide, Costa de Marfil.

¿Cuál es la idea de libertad propuesta por lasociedad en que vives? La sociedad en que vivo tiene una idea ne-gativa de libertad: hacer todo lo que sequiera sin tener en cuenta lo que nos ro-dea. Françoise, Togo.

Costa de Marfil ha conocido la guerra, estápara salir de ella ahora. A menudo se ve pu-blicidad que tiene como finalidad la de cal-

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cuenta mi modo de vivir, de ser, de los valo-res en que creo. Sandra, Benin.

¿Nos regalas una frase sobre la libertad queprefieras particularmente?

Trabajar es darse poco a poco la propia li-bertad. Gildas, Benin.

La libertad es una disciplina o una actitudque reposa en actos conscientes.El perdón es una potencia que libera al serhumano. Sandra, Benin.

La libertad no es sinónimo de holgazanear.Françoise, Togo.

La libertad es un soplo imprevisible, unviento que hace renacer, una llama en elmundo, la libertad es el Espíritu de Dios enel corazón del mundo. Ladide, Costa deMarfil.

Sigamos caminando, con nuestros jóvenes,siguiendo al Espíritu de Dios en el corazóndel mundo. Y la Verdad nos hará efectiva-mente libres.

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País o continuar los estudios en Cotonou,Benin, como me habían propuesto las Her-manas Salesianas. He experimentado la li-bertad al poder elegir pensando en lo quesería mejor para mi futuro. He elegido de-jar mi país y esto ha causado sufrimientopor el desprendimiento, esfuerzos, perotambién mucha alegría, y he asumido todoesto con libertad. Françoise, Togo.

Una experiencia de libertad que he hechoha sido cuando logré satisfacer mis necesi-dades en el vestuario sin tener que depen-der de mis padres. Thiédy, Benin.

Entre las dos sugeridas, ¿cuál es la frase quemás te gusta y porqué? 1. Libertad es poder hacer lo que se desea. 2.Libertad es hacer opciones partiendo de losvalores fundamentales de mi vida.

Quiero partir de una imagen. Es una foto-grafía que he visto en una tienda, que retra-taba una situación durante la guerra en Sie-rra Leona: jóvenes que dan la espalda a lasarmas puestas en el suelo y que tienen unagran sonrisa en el rostro. Su libertad no essólo psicológica sino también física; handepuesto las armas y se han alejado deellas. Esta fotografía muestra que la libertadexiste todavía en elmundo, está en el co-razón de cada personay requiere ser elegida.Nos corresponde a no-sotros hacer que salgafuera, testimoniarla,custodiarla como un te-soro y gritar a todos quela verdadera libertad vie-ne de Dios. Ladide, Costa de Marfil.

Ciertamente entre lasdos prefiero la segundafrase, porque en las op-ciones he de tener en

comentarse; de cada post o comentario, setiene una señal, dejando visibles primero alos últimos que llegan y según un criterio dearchivo-clasificación por categoría de perte-nencia o por período temporal. Cada Blogno tiene únicamente los propios post co-nectados entre sí, sino que, a su vez, está co-nectado con los otros Blog de la Blogosfera.

Los reflectores sobre la generaciónMySpace Un fenómeno vastísimo es la red social parajovencísimos. Nacida en octubre de 2003,MySpace se estructura como estrella del so-cial networking online, dedicada sobre todoa personas de 13 a 19 años y jóvenes hastalos 24, implicados o interesados en la esce-na musical. Un fenómeno, el de la MySpacegeneration, que hace hincapié ante todo enla insaciable sed de Internet por parte delos más jóvenes que, aún continuando con-temporáneamente el seguimiento de losotros medios de comunicación, se encuen-tran regularmente en red; para éstos las re-des sociales online asumen cada vez mayorimportancia, incluyendo amigos antiguos ynuevos, compañeros de clase actuales y pa-sados, amores varios, familiares, club de afi-ciones y grupos de afinidad. MySpace, co-mo otros espacios análogos, responde a susnecesidades de encontrarse y de crear “re-des de comunicación” pero también previe-ne los posibles peligros con medidas varia-das; la prohibición del empleo del sito porparte de menores de 14 años, limitación deacceso al perfil personal de usuarios com-prendidos entre los 14 y 15 años, softwarepara identificar a los menores basado en pa-labras empleadas típicamente en esa edad.Hay un abanico de áreas que se mueven enel espacio de las habitaciones para charlar alas inserciones, del cofundador de MySpa-ce, Tom Anderson, que lanzó el sito propiocon la intención de crear y ofrecer espaciogratuito para sus colegas independientes. Elaumento incontrolable del tráfico y de lasdistintas exigencias de los nuevos que lle-gan ha llevado luego a las necesarias expan-siones, con la pérdida gradual de la atmós-fera íntima y difusa típica de los inicios.

My Blog my SpaceAnna Mariani

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El blog ¿qué es?Los Blog, hoy, han revolucionado la páginaweb, haciendo aún más sorprendente esteinstrumento de comunicación. Los weblog,o blog, o bien “el diario de la red”, nuevafrontera de Internet es la contracción dedos palabras – web y log en inglés quieredecir diario de a bordo. El Blog es a todoslos efectos, un diario operativo, un instru-mento de Internet en la mitad entre el dia-rio personal, el fórum de discusión, el diarioon-line. Trámite el blog se entra en contactocon personas lejanas físicamente pero amenudo cercanas a las propias ideas, a lospropios puntos de vista. Con éstas se com-parten los pensamientos, las reflexiones so-bre diversas situaciones. Se puede expresarla propia creatividad libremente, interac-tuando de forma directa con los otros blog-ger. Es un ambiente donde los navegadorespueden expresarse, interactuar con las es-crituras de otros, comentándolas o inte-grándolas, crear minicomunidades agre-gando navegadores con intereses comunes.En torno a un blog pueden encontrarse ex-pertos de arte, de marketing, apasionadosde la Literatura, curiosos de las tecnologías,apasionados del deporte o, sencillamente,personas que desean interactuar con ungrupo de amigos.

Cómo y para qué se emplea La sencillez de empleo es el secreto de suéxito y de su difusión sobre todo entre losmás jóvenes.El Blog crea sentido de pertenen-cia/autonomía, libertad/independencia yconsiente una buena interactividad; cadauno de los post (artículo, anotación, el mis-mo comentario) dejado en el Blog, puede

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Informaciones noticiasnovedades

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El Sultán acoge su petición y le concedeun salvoconducto para quedarse un añoen Tierra Santa.Este gesto de extraordinaria disponibili-dad, a través de los siglos llega hasta noso-tros como una cita con la historia que noscompromete a liberarnos de viejas sospe-chas, de los prejuicios, de la intolerancia,para construir juntos un diálogo de frater-nidad y de paz. Decía Juan XXIII: “La paz es una astillerosiempre abierto… Espera a sus profetas, asus artífices para construir un mundonuevo basado en cuatro pilares: la verdad,la justicia, el amor, la libertad”. El diálogo –añadía – es “una responsabilidad que nosimplica a todos, desde la oración a los milpequeños gestos de la vida”.Los Franciscanos están en Marruecos des-de hace ocho siglos; viven y trabajan entrelos musulmanes creando lazos de amis-tad, en el respeto de la propia religión,unidos en la fe del único Dios.El alma del diálogo es la amistad. Decía elCardenal Duval: “Nada de grande se pue-de hacer en el mundo sin la intervencióndel corazón”.Dialogar es expresarse y saber escucharpara seguir descubriendo juntos “las se-millas del espíritu”.

Aquellas seis manosEn una nota autógrafa del 21 de septiem-bre de1963, Pablo VI manifiesta el propósi-to de una peregrinación a Tierra Santa pa-ra implorar la paz, con la esperanza de unacercamiento a las dos religiones monote-ístas: la hebrea y la islámica.Enseguida surgen muchos problemas. Las

La túnica blancaBruna Grassini

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La voz resuena a través de las estrechascalles de la Medina y entra en la pequeña Capilla.Lleva la llamada a la oración, eco de la antigua tradiciónde invitar a la gente a alabar a Dios, purificar el corazón y confortar el alma.La oración se mezcla con la voz guturalque viene del minarete de la mezquita más cercana.La mente vaga a través del pasado yencuentra a San Franciscoque abre su corazón a las oraciones del Islam.Se había conmovido ante la práctica de oración de los musulmanes,expresión de su fe en Alá.Así continuamos con el cántico de nuestros Salmos.La voz se pierde en el frío aire otoñaly deja una pregunta que flotaentre los musulmanes…(Diálogo de los creyentes)

En agosto de 1219 Francisco de Asís em-prendió por tercera vez el viaje a TierraSanta, después de dos intentos fallidos acausa de la guerra, y después de una gra-ve enfermedad que le había obligado a re-nunciar.Junto a Damietta, encuentra la ciudad ase-diada por los Cruzados. Intenta conven-cerles de que suspendan los combates.Luego se presenta con toda sencillez alSultán Malik-al-Kamil y le habla como unhermano pidiendo su intervención parapoder llegar a Palestina.

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El diálogo de la vidaUna muchedumbre inmensa de jóvenesintenta entrar en el estadio municipal dePacaembu en São Paulo, pero encuentratodo lleno. Más de un millón de jóvenesse queda fuera a esperar a Benedicto XVI.Han llegado de 26 Estados brasileños y dedistintas regiones latinoamericanas paraescuchar qué les dirá el Papa.El mensaje es uno solo: el amor. “Acercán-dome a la meta de este mi viaje – dice elPapa – pensaba en este encuentro con vo-sotros. con el deseo de estrecharos a to-dos en un gran abrazo muy brasileño…”.“Brasil ocupa un sitio especial en el cora-zón del papa: Vosotros sois los jóvenes dela Iglesia, los protagonistas del Tercer Mi-lenio, sois los que trazarán el destino deesta nueva etapa de la Humanidad”.El Papa Benedicto quiere el “Diálogo de laVida”. Es decir, el único diálogo posible; la“fraternidad” que lleva al conocimiento,en el respeto de las distintas confesionescristianas y de otras religiones.Por la noche, en el Monasterio benedic-tino de São Paulo, el Papa encuentra alos Representantes de las diferentes tra-diciones religiosas y de las ConfesionesCristianas presentes en Brasil, entre loscuales un luterano, un ortodoxo, un ar-meno, un cristiano reformista, el RabinoHerry de la Congregación israelita, unmusulmán, un anglicano, un exponentede la Iglesia Presbiteriana.En el coloquio está presente también elJeque Hussein Saleh de la comunidadislámica de São Paulo que cumple ungesto altamente significativo; él se quitasu Túnica Blanca y se la da al Papa comoseñal de amistad y hermandad, recuer-do de este histórico encuentro.

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dificultades parecen insuperables.Pero el 4 de enero de 1964, en el aeropuer-to de Amán aterriza el avión Alitalia quelleva al Papa a Tierra Santa.Están esperándole el Rey Hussein de Jor-dania con su Primer Ministro, el Jerife H-ibn-Nasser, y el Gran Mufti, custodio de laLey Islámica, además de un gran númerode personalidades de las Iglesias Orienta-les, Patriarcas, Embajadores, Miembrosdel Gobierno y de los Organismos Inter-nacionales. Un acontecimiento que cam-bia el curso de la historia y del mundo.Y sin embargo no será fácil para el PapaJuan Pablo II reanudar el camino de la uni-dad. Haciendo memoria de las raíces co-munes y del rico patrimonio espiritualque ortodoxos y cristianos comparten, elPapa buscó constantemente un encuen-tro con el Patriarca de Moscú Alexis II. ElEcumenismo – decía – es la voluntad deCristo y del Concilio “Que todos seanuno”. Y éste es mi programa: “Testimoniarel compromiso de profundizar el diálogocon todas las Iglesias ortodoxas y con elIslam. A lo largo de los siglos hemos reco-rrido caminos distintos; ésta es la hora delencuentro. Un Dios que cierra los corazo-nes no es el verdadero Dios”. Y aunque nofue invitado emprende la peregrinación aRumanía, Grecia, Ucrania… Humildemen-te pronuncia el “mea culpa”, por el pasa-do y lanza el grito “Unidad” que sacudióal mundo. Entonces, juntos, por vez pri-mera, católicos, ortodoxos, protestantes,evangélicos invocaron el regreso a la uni-dad cristiana de hacía tiempo. Y fue aún elPapa Juan Pablo II el que ofreció al mundouna señal profunda de significado, en laApertura del Año Santo. Él quiso unir susmanos a las manos del Metropolitano or-todoxo Athanasios y del Primado anglica-no Carej para abrir la Puerta Santa de laBasílica de San Pablo extramuros. Seis ma-nos que abrieron un horizonte de futuroen el camino ecuménico, borrando el es-cándalo de la “separación”.

Brooklyn, profundizando el contenido de100 películas con temas científicos produ-cidos y difundidos entre 1984 y 1994, des-cubrió que sólo nueve representaban alos estudiosos según una acepción positi-va. “El mejor entre todos – afirma – es Risvegli en el que Robin Williams es unneuropsiquiatra muy atento y cercano alos pacientes. Uno de los temas más co-munes, en las películas de Frankenstein aParque Jurásico, es que los doctos buscancontrolar a Dios o la tecnología corriendoserios riesgos, también la muerte. El famo-so E.T. es una excepción dado que el pro-tagonista es un letrado con el “corazónbueno”. Pero hay también criminales co-mo Mr. Freeze y Poison Ivy en Batman andRobin y también quien está completamen-te loco como en Back to the Future.Los críticos avanzan serias preocupacio-nes respecto a algunos videojuegos, queinsistiendo en imágenes potencian este-reotipos raciales. “El problema – dicen –no es debido al hecho de que los juegoselectrónicos representan las minorías étnicas y las diferencias raciales, sino a lasmodalidades que se emplean en las repre-sentaciones; en el juego se nos invita a hacer el mal, matar, forzar a “virtuales”enemigos negros, hebreos, personas di-versamente capaces”. En esta era “post 11 de septiembre”, pare-ce ser un gran problema en Europa el velode las mujeres musulmanas: “Ni la gente,ni tanto menos los medios de comunica-ción social – explica Sarah Ludford, miem-bro británico del Parlamento Europeo –saben ir más allá y considerar, hablar, dar aconocer en cambio, la verdadera condi-ción de la mujer musulmana”.

Más allá del estereotipo

Maria Antonia Chinello / Lucy Roces

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Los estereotipos forman parte de la vida cotidiana,pero si no se presta atencióndeforman nuestra comprensión de loshechos y de los acontecimientos. Por desgracia, cada vez más a menudo, éstos son sostenidos y fo-mentados por los medios de información, que promueven y ali-mentan formas de sentir, estilos de vida y de pensamiento comunes,no siempre correctos y respetuososde la noticia y, sobre todo, de la realidad.

Por definición, el estereotipo es un “com-plejo coherente y bastante rígido de creencias que un grupo comparte, comolugar común, respecto a otro de sí. Estoconstituye, sobre todo en sus acepcionesy en los aspectos negativos, el núcleo cog-nitivo del prejuicio”.El sistema mediático, en formas distintas,es causa y potenciador de estereotipossociales a través de los contenidos que re-presenta y manifiesta. He aquí algunosejemplos:En las ficciones televisivas, sobre todoaquellas transmitidas en “la primera se-sión de noche”, los protagonistas, a menu-do, son hombres (y mujeres) con carreras,policías, médicos, abogados, pero nuncaletrados, investigadores, universitarios, aexcepción de la serie X Files. Lo afirma unsondeo coordinado por Gorge Gerbner,teórico de la comunicación en la TempleUniversity. También Anne Eisenberg, docente en el Polytechnic University de

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Cómo combatir los estereotiposContrastar los estereotipos no es fácil, pero es posible si se tienen presentes algunos pequeños criterios de “buenaconducta”.Controlar nuestro lenguaje: a veces, sindarnos cuenta, empleamos expresiones yformas de decir que contribuyen a refor-zar imágenes mentales injustas. No generalizar nunca respecto a formasde ser y de hacer de personas y, sobre todo, de pueblos: ¿Estamos seguros de

que todos los estadounidenses comen enMcDonalds?. De que los italianos ¿son todos mafiosos? De que los suizos ¿sonverdaderamente precisos? De que los in-gleses ¿son todos flemáticos? Intentemosescribir una lista de los estereotipos queposeemos respecto a una raza, al género,a la cultura… Profundizar el conocimiento y la com-prensión de las diferencias culturales; noseguir pensando “según el sentido co-mún” de cuanto se ha sabido por la radio,por la televisión, se ha leído y difundidoen la red, sino ir personalmente a buscar ya descubrir.Ayudarnos a guiar a las jóvenes generacio-nes a valorar las diferencias: comprenderque la diversidad es positiva y animarnos acompartir lo que poseemos de profun-do…Confrontar las fuentes de las informacio-nes y “aprender a leer” entre líneas las pa-labras que escuchamos.Vivir la Regla de Oro: hacer a los otros loque nos gustaría que ellos nos hicieran anosotros.

Establecer la diferenciaTambién en este número, como en los anteriores de la Revista, llegamos a la conclusión de que “nosotras estamos”comprometidas en primera persona abuscar y a producir una información decalidad. En un tiempo de pluralismo y decomplejidad, de rapidez de conexión y deflexibilidad de conclusiones, no es indife-rente la tarea que nos compete comoeducadoras y formadoras. Ir en búsquedaimplica organizar el propio tiempo, los conocimientos y los saberes adquiridos,para abrirse a la revisión y al diálogo, a laparticipación y a la expresión, a la libertadde opinión y a la capacidad de hacer sen-tir el propio pensamiento, la propia voz.

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BUENAS NOTICIASCerrado por racismo. Dos meses de cierrey el equivalente a cincuenta mil eurosde multa. Éste el castigo para los propie-tarios del restaurante Café del Mar, Mira-flores, provincia de Lima, Perú. Su culpa:ser racistas. Es la primera vez que en Perúacaece una cosa semejante. La éliteblanca siempre va señoreándose en unpaís de mayoría indígena y discrimina aquien tiene la piel oscura, es un modusvivendi. Pero algo está cambiando.

El árabe en la academia. La Knesset, elParlamento Israelí, ha votado una ley queinstituye en Israel una academia para laLengua Árabe. Nunca había ocurrido an-tes, en un país no árabe. “La academiaconstituirá un puente entre grupos dedistinta cultura en Israel, y entre Israel ysus vecinos”, ha comentado el diputadolaborista Michael Melchior. La academiala instituirá el ministerio israelí de Educa-ción y trabajará coordinándose en para-lelo con una academia para la LenguaHebrea, promoviendo investigacionesen torno a los antiguos lazos entre lasdos lenguas, hebrea y árabe. Los estu-diosos profundizarán también la termi-nología árabe, la gramática, la dicción y elárabe escrito. La academia estudiará lalengua moderna y los nuevos términos,nacidos del adviento de las nuevas tec-nologías.

La Telaraña de Carlota nace de un clásico dela Literatura para la infancia. El libro homóni-mo de E. V. White ilustrado por Garth Wi-lliams fue publicado por vez primera en 1952;ha vendido más de 45 millones de ejempla-res. “Una suave y poética narración en clavede fábula que alegra a los veteranos del ho-rror – escribe la crítica – y ha atravesado lasgeneraciones, ofreciendo a los niños de todoel mundo una justa dosis de emociones, con-moción y buenos sentimientos”. Para estaversión cinematográfica no se ha tenido cui-dado de gastos; efectos especiales de apre-ciable trabajo para humanizar el “bestiario”de varios colores de la granja, un coro de vo-ces famosas doblando a los protagonistas, ca-si todos “animales parlantes” (la edición ame-ricana puede contar con interpretaciones denombres muy conocidos como Julia Roberts,Robert Redford, Jennifer Garner) y Gary Wi-nick en el alojamiento de dirección que loscoordina y dirige. El resultado final nos rega-la una obra deliciosa y convincente, quizásprivada de particulares vibraciones en la es-cenificación de las escenas, pero extremada-mente fiel al libro y capaz de hacer conmovertambién a los espíritus más endurecidos, gra-cias a un final verdaderamente acertado.Agradables, además que necesarias para inte-rrumpir el ritmo algo lento de los aconteci-mientos, las incursiones cómicas confiadas aun ratón y a una extraña pareja de cuervos,únicos sujetos de la vicisitud creados del to-do en digital, en lugar de tomados del naturalcomo los otros animales y animados sucesi-

LA TELARAÑADE CARLOTA

(Charlotte’s Web)de Gary Winick

EE.UU – 2006

vamente por la pronunciación de lo hablado.Un cine prodigioso desde el punto de vistatecnológico, que experimenta efectos abso-lutamente extraordinarios, pero tiene un al-ma tradicional del todo: film “para familias”,por lo tanto, como los que, hace mucho tiem-po, hacía la Disney del período de oro.Centrado en la magia de los mensajes entre-tejidos por la araña Carlota – amiga finísimadel cerdito Wilbur pero también “escritora”pensativa -, se presta a hacer reflexionar so-bre un tema particularmente actual y estraté-gico: el poder de la palabra.

“Suspendida de un hilo…” – Cuandola amistad salva la vidaHan pasado once años de la edición de Babeel cerdito hablante que convenció al públicoy a la crítica a que se apasionaran por su con-movedora historia. Cerditos de hocico ange-lical y voz retumbante ya los habíamos visto,junto a un nutrido muestrario de sombríosamigos de granja. Pero una araña que teje sutela bordando encima mensajes para los se-res humanos como en este “La telaraña deCarlota” no se había visto verdaderamentenunca. Si luego el insecto en cuestión tieneun aspecto que se diga poco complicado,junto a la voz de Julia Roberts y un afecto in-condicional por sus amigos del patio, enton-ces el éxito está asegurado.Comienza con Fern Arable, la cría-heroínaDakota Fanning. Vive con los padres en unahacienda y logra hablar con sus animales.Cuando una puerca pare a once cerditos ro-sa y el padre decide matar al undécimo por-que es demasiado pequeño y grácil, la hija seopone decidida, y “adopta” al recién nacidoque llamará Wilbur. Desde aquel día los dospermanecen inseparables y Wilbur es intro-ducido en el establo de los Zuccherman paraque la pequeña Fern lo pueda ver cuandoquiera. La desconfianza del inicio con la queel nuevo que llega es acogido por los otros“inquilinos” del establo (el ratón Templeton,la oca Gussy con su compañero Golly, la au-toritaria oveja Samuel, Ike, el caballo aracno-fóbico, Bitsy y Betsy, dos vacas muy irónicas,

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Sobre la idea del film

En el panorama agresivo e hipercinético de la ani-mación de los años 2000, acomodar a todos,adultos y pequeños entre los enfados y la solidari-dad de la que por muchos motivos parece una co-munidad de hombres: una granja, donde los ani-males hablan y “los niños escuchan – aprenden”.

Es así, el gran E. B. White (1899 – 1985) escribepara los niños diciendo muchas “palabras” tam-bién a los mayores. El film se dirige de formaparticular a un público infantil también en virtudde una moral explícita y exhibida que vierte susmensajes positivos, cálidos y humanos como:amistad, esperanza, tolerancia y solidaridad.La alianza entre un cerdito destinado al mata-dero y una araña “virtuosa” es, en efecto, atípi-ca y ofrece con originalidad impensable ideasde reflexión no banales sobre la “diversidad”,sobre una grandeza unida más al ingenio que alas dimensiones, sobre la importancia de lafuerza de voluntad y sobre el poder de la soli-daridad, sobre la alegría que nace de la convi-vencia humana cuando la amistad sabe tejer la-zos de lealtad, confianza y sacrificio. Todo deforma muy cercana a la naturaleza y a su mara-villoso alinearse en la parte del ciclo de la vidano obstante la muerte.

Sobre el sueño del film

Enseñar a tejer la “PALABRA JUSTA”, hoy, en laera de la comunicación en la que el poder mediá-tico sabe y puede amplificar su resonancia hastahacerla capaz de salvar la Vida haciéndose “Ins-trumento de comprensión entre los Pueblos”(Juan Pablo II).

El tema es muy actual, escribe Ciak. En el ori-ginal, Charlotte salvaba a Wilbur tejiendo (lite-ralmente) sus elogios. Hoy, la misma parábolaresuena más como una reflexión sobre el po-der de la fama. Es cierto que el director nosvuelve a proponer la “Civilización de la conver-sación en el henil, donde a los altercados bajosdel establo se alternan los argumentos altosdel aéreo habitar de la araña. Diálogos ocu-rrentes y con rasguños, a través de los cuales seafirma el valor de la palabra, la poderosa suges-tión de la palabra, sobre todo si escrita”, o me-jor – añadimos nosotros – mediática. Éste es elprodigio/espectáculo – o bien la tesis – que Wi-nick se compromete a celebrar en la inolvida-ble y mágica secuencia en la que hace aparecerel “milagro” de la “tela parlante”. Una lección arelanzar del todo, en la óptica de la educomu-nicación para una ciudadanía creativa y res-ponsable.

Para hacer pensar

etc.), se transforma pronto en espíritu de soli-daridad, gracias a la implicación, que logra“tejer” con su prodigioso hilo la Carlota deltítulo, una araña de fuerte espíritu materno,sensible enseguida a la causa del suave Wil-bur, condenado a ser pronto el plato fuertede Navidad.He aquí el secreto mágico de esta obra queWinick ha trasladado nuevamente a la granpantalla para sensibilizar y al mismo tiempoencantar a mayores y pequeños con una his-toria que se puede definir una “delicada pa-rábola sobre el perdurable valor de la amis-tad y el espíritu de sacrificio que la funda-menta/refuerza”. Determinante, dado el ar-gumento, la presentación visual de los ani-males parlantes y de su interacción. Para ob-tenerla se han rodado dos películas; una conlos actores verdaderos (los animales) y unaen la que se han añadido aquellos digitales(ratón y cuervos) y se han hecho las modifica-ciones necesarias para hacer más humanos alos animales reales, sincronizando sus movi-mientos con las frases y la pronunciación de

los actores. Sin contar las dificultades sobrela colocación. Era imposible rodar las escenascon todos los animales presentes contempo-ráneamente y atraer la atención para quesiempre miraran en la dirección justa. Ade-más “muchos no iban de acuerdo” – explicael fotógrafo: “El caballo no quería a las vacasporque estaban demasiado cerca de él y ha-bía que rodar sus escenas por separado”, “ylo mismo para las ocas que son odiadas portodos los animales”. La película se ha validode la tecnología de hasta cuatro Estudios y delos software más avanzados. Para el rol deWilbur además en el ordenador se han utili-zado 47 cerditos distintos, dado que los ca-chorros porcinos crecen demasiado rápida-mente para los tiempos cinematográficos. Acada uno de ellos los adiestradores han teni-do que enseñarles a fijar determinados pun-tos y caminar a una distancia precisa de losotros animales. En suma: una empresa gigan-te de enorme éxito y prestigio.

Tierra de Sueños JIM SHARIDAN EE.UU. - IRLANDA - GRAN BRETAÑA 2003

Su director especialista en contar historiasde injusticias y desafíos bucea en su propiaexperiencia de inmigrante en los EstadosUnidos para narrar las desventuras de unafamilia irlandesa que en los años 80 vive ile-galmente en uno de los peores barrios deNueva York, intentando dejar atrás la trage-dia de la pérdida de uno de sus hijos. Sheridan se basaba en la muerte de su her-mano Frankie y escribe esta historia con sushijas para captar mejor la esencia de lo suce-dido en ese período y sostener el punto devista de las niñas como eje central de la obra. A pesar de construir un cierto arco narrativoque culmina con un hecho importante, el di-rector no está muy interesado en llevarnosde la mano a través de la historia. En vez deeso, se limita a ofrecernos diversas viñetassobre la vida de la familia.Tres deseos para tres momentos claves, es lamagia de la película. Vivimos para lograrciertas cosas, pero desearlas realmente escompletamente distinto. Uno busca y nuncaencuentra, uno encuentra y ya nunca másbusca. "Tierra de sueños" contradice estaforma de hacer las cosas. Las pequeñas he-roínas del film hacen que su familia encuen-tre parte de su identidad en un lugar que pa-rece hostil.Son los profundos lazos de amor los que ha-cen posible que cada miembro de la familiavaya afrontando con éxito sus propios fan-tasmas. Lo que busca el recuerdo no es la recons-trucción de los hechos vividos tal como fue-ron sino la recreación de los sentimientosexperimentados entonces, los que quedarongrabados en el corazón. La sugestiva selección musical y la ambienta-ción son otros pilares de este film honesto yhondamente conmovedor, el cual fue nomi-nado para tres Oscar: actor de reparto(Hounsou), actriz (Morton) y guión original.

a cargo de Tonny Aldana

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Una verdad incómoda DAVIS GUGGENHEIM USA – 2006

Relata la historia de la apasionada entrega deun hombre decidido a exponer los mitos eideas equivocadas acerca del calentamientoglobal y de su prevención. Este hombre es elex vicepresidente Al Gore, que después deperder las elecciones de 2000 decidió cam-biar de rumbo y dedicarse a ayudar a salvarel planeta. Dispuesto a todo para hacer lle-gar a la mayor cantidad de gente posible lasorprendente verdad acerca de lo que élllama "la emergencia planetaria", antes deque sea demasiado tarde.Los productores del film reconocen queestaban preocupados por la forma en que elpúblico y los medios recibirían un documen-tal con dos temas, Al Gore y el calentamien-to global, que siempre han sido muy contro-vertidos. Pero sus inquietudes desaparecie-ron después del estreno en el Festival deSundance donde fue recibido con entusias-mo y ovacionado por el público.Las tomas realizadas desde el Kilimanjaro ydesde el Himalaya demuestran que losmayores glaciares del planeta se derritencon dramática rapidez. Al Gore tambiénmuestra que en Estados Unidos, el famosoParque Nacional de los Glaciares tiene yamuy pocos glaciares. La pérdida de estoslugares mágicos nos empuja a querer haceralgo. Si antes pensábamos que la naturalezase movía lentamente para que pudiéramosver algún cambio, o que la Tierra era dema-siado grande o sus fuerzas demasiado pode-rosas para que pudiéramos dañar su salud,ahora sabemos que estábamos equivocados.Al Gore deja muy claro que estamos enmedio de cambios enormes y que la Tierracambia minuto a minuto.

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EL LIBRO DE LOS VALORESElogio de la vida buenaAnselm Grün - 2007

Los valores hacen que nuestra vida sea pre-ciosa y buena; son fuentes de las que pode-mos beber para que nuestra vida florezca ytenga éxito. Estos dan al árbol de nuestravida la fuerza de resistencia de un ginkgo(en Asia es un árbol sagrado, símbolo de lafuerza vital y la esperanza se dice que resistetanto a las tormentas como a la contamina-ción y la sal para el deshielo empleada en lasciudades), quien está arraigado en la sabi-duría de los valores resiste a las influenciasnegativas a que se ve expuesto cada día. Y nosufre ningún daño por la irradiación de unambiente contaminado, por emociones ne-gativas.Anselm Grün no da instrucciones, sino quemás bien ofrece "sugerencias del corazón":echar profundas raíces en la actividad decada día, configurar bien las relaciones,encontrar la justa medida... y vivir con uncorazón grande. Sólo esto proporciona lafelicidad y produce verdadera satisfacción.Un libro inspirador y sencillo.

ANTROPOLOGÍA DEL HECHO RELIGIOSOBarrio MaestreMadrid 2006

Este libro pone de relieve la influencia posi-tiva que ha tenido la religión en el desarro-llo de la civilización humana. Expone lafenomenología y una antropología delhecho religioso, tanto desde la vivencia per-sonal como desde sus símbolos culturales.En una aproximación a las grandes tradicio-nes religiosas, se ponen de manifiesto laspropuestas fundamentales que la religiónhace a la persona a la hora de orientar suvida, y las posibles respuestas de la razónhumana ante ellas. Analizando así la faceta

objetiva -histórica y cultural - del hecho reli-gioso y su dimensión subjetiva.Quienes pretenden reducir la religión -o laética- a la dimensión exclusivamente “priva-da” de la existencia humana, no han enten-dido lo que estas son.

Joan D. ChittisterLA AMISTAD FEMENINA La tradición oculta de la Biblia“ST BREVE” Santander - 2007

“Entonces empezamos a mirar la historiacon nuevos ojos. Entonces comenzamos aver, como si fuera por primera vez, a lasmujeres que dieron nacimiento a nuestrasesperanzas y proclamaron su presenciacomo mujeres y demostraron su conexiónmutua y con Dios. Entonces empezamos avernos con ojos nuevos”.La amistad impregna el aire mismo que res-piramos; es omnipresente; une el pasado yel presente y hace soportable la incerti-dumbre respecto del futuro. En La amistadfemenina, su autora analiza la dimensiónsagrada de la amistad a través del prisma dela fe, la tradición, la Escritura y las cienciassociales, revelando la voz y la experiencia,frecuentemente desdeñadas, de las muje-res bíblicas.Chittister recupera y reivindica el testimo-nio y la sabiduría de mujeres: en Lidia el crecimiento, en Prisca el yo, en Débora lasabiduría, en Febe el apoyo, en Esther elliderazgo, en Marta la verdad, en la Verónicala presencia, en Isabel la aceptación, en Rutla disponibilidad, en Ana la solicitud, enMiriam el gozo y en María Magdalena laconfianza y el amor. Con el inspirador men-saje que Joan Chittister extrae de la vida deestas mujeres, nos invita a buscar y aceptarla amistad tal como se encarna entre muje-res, entre Dios Creador y toda la creación yentre todos los seres humanos.

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guan la colaboración de la mujer en laevangelización y demás tareas eclesiales. Los evangelios revelan que Jesús acogióentre sus discípulos y seguidores a algunasmujeres. Llama la atención la libertad conque procede en su trato con ellas, sin quese sintiese obligado por leyes de pureza oimpureza legal, cuando se trataba de ayu-dar a una mujer necesitada. Un hecho sig-nificativo e importante es que son las pri-meras en ver a Jesús resucitado y reciben elencargo de anunciarlo a los discípulos. El final de la carta a los Romanos (16,1-16),donde se nombran a doce mujeres, algu-nas de las cuales ejercen algún ministerio;el saludo a la carta a los Filipenses (1,1), enel que se mencionan obispos y diáconos, yla primera carta a Timoteo (3,11) en la quese señalan las cualidades que debe tener lamujer que está al servicio de la Iglesia,muestran que en la primitiva Iglesia habíamujeres diáconos, colaboradoras y apostó-les. Un texto de Pablo fundamental paraapreciar la posición de la mujer en la nuevacomunidad de los bautizados es Gálatas3,27-28: «En efecto, todos los bautizados enCristo os habéis revestido de Cristo: ya nohay judío ni griego, ni esclavo ni libre, nivarón ni mujer, puesto que todos vosotrossois uno en Cristo Jesús».

La conducta de Jesús abre horizontes D. Fernández añade una reflexión final trasel acercamiento a la Escritura, en el sentidode que si la apertura demostrada por laconducta de Jesús con las mujeres y en lastareas de evangelización que Pablo ha con-fiado a sus colaboradoras, se hubiera toma-do en serio en la historia de la Iglesia, co-mo punto de partida, y no como barrera in-franqueable, y se hubieran ampliado y de-sarrollado como se han desarrollado lasbreves indicaciones sobre la potestad dePedro o sobre los sacramentos, no tendría-mos hoy ningún problema sobre la posibi-lidad de confiar a la mujer ciertos ministe-rios. «La conducta de Jesús abre nuevoshorizontes y señala un camino que la Igle-

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Domiciano FernándezMinisterios de la mujer en la Iglesia

El tema de los ministerios de la mujer en laIglesia y del posible acceso a los ministe-rios ordenados es de gran importancia, co-mo lo demuestran el gran número de inter-venciones del magisterio y de los sínodosde obispos de los últimos años. Tambiénen las demás Iglesias cristianas, sobre todoen la Comunión anglicana, ha sido objetode estudio y de discusión desde hace másde treinta años. Domiciano Fernández, sacerdote claretia-no, murió en 2001 sin que le permitieranpublicar este libro, que un año más tarde sípudo salir a la luz, como confirmación desu voluntad de «Mantenerse fiel a la pala-bra, ser así discípulo verdadero, conocer laverdad y ser libre» (Jn 8,32). El autor presen-tó este tema como curso opcional en diver-sos centros eclesiásticos, durante variosaños. En esta obra logra ofrecernos una do-cumentación histórica, bíblica y teológicaúnicas sobre esta materia, que tantos pro-blemas ha suscitado y sigue suscitando.

Panorámica actual de la cuestiónEn la primera parte encontramos una infor-mación interesante sobre cómo surgió lacuestión de los ministerios de la mujer ennuestros días, gracias al cambio de mentali-dad ocurrido en la sociedad y en la Iglesia,el clamor de las bases y peticiones de algu-nos organismos oficiales. También presen-ta las resoluciones de los sínodos que hantratado el tema, principalmente los de 1974y 1987. No se ha logrado ninguna decisiónimportante, pero las opiniones de los obis-pos manifestadas en estas asambleas nocarecen de importancia.

Ministerios de la mujer en el NuevoTestamento Encontramos en la segunda parte, recogi-dos los datos más relevantes que atesti-

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María Dolores Ruiz Pérez

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sia hubiera debido recorrer. Como advier-te el documento de la Pontificia ComisiónBíblica, la exégesis “debería procurar preci-sar la dirección del pensamiento expresadapor el texto; dirección que, en lugar de in-vitar al exegeta a detener el sentido, le su-giere, al contrario, percibir las extensionesmás o menos previsibles”» (p. 98).

Más de siete siglos de diaconado fe-menino en la IglesiaLa ordenación de las diaconisas en la Igle-sia antigua es un hecho reconocido. Fue enla Iglesia oriental donde tuvieron su origeny donde llegaron a su máximo esplendorentre los siglos IV y IX. A partir del siglo Xse inicia la decadencia hasta llegar a la ex-tinción total. El problema suscitado después del concilio

de Trento y en nuestros días no es la orde-nación de mujeres para el ministerio diaco-nal, porque esto es innegable, sino el ca-rácter de dicha ordenación. ¿Se trata de unsacramento o de un sacramental? ¿Impri-mía carácter o se reducía a una bendición yconsagración por la que se le encomenda-ba un oficio en la Iglesia? Tal planteamien-to resulta anacrónico y falso. Es ajeno a lamentalidad y al contexto de los primerossiglos, en los que no existía aún una nociónprecisa de sacramento y sacramental. Has-ta el siglo XII no se fijó ni el número de lossacramentos ni los elementos esencialesque los constituyen. La historia del sacra-mento del orden nos descubre hechos sor-prendentes, y no sólo en los primeros si-glos, sino durante toda la Edad Media. ¿Nonos parece hoy extraño que la inmensamayoría de los canonistas y teólogos de lossiglos XI-XIV sostengan que las órdenesmenores son sacramento e imprimen ca-rácter, mientras que el episcopado no loconsideran como sacramento, sino comomera dignidad y oficio que confiere mayorpoder de jurisdicción?

Proyecto de restauración del diaconado fe-menino en la Iglesia ortodoxa

El Congreso Teológico Interortodoxo cele-brado en Rodas en otoño de 1988 trató conamplitud el tema del puesto de la mujer enla Iglesia ortodoxa y de su posible ordena-ción sacerdotal. Respecto al diaconado seexpresa la voluntad de restablecer o darnueva vida “al orden apostólico de las dia-conisas”. Se insinúa en el documento quese podrían utilizar, con oportunas modifi-caciones, los ritos y oraciones de los anti-guos libros litúrgicos. Se sugiere además,como posible y deseable, el conferir tam-bién a la mujer las “órdenes inferiores”por la imposición de manos, como sub-diaconado, lector, cantor, otras que pudie-ran ser necesarias a juicio de la Iglesia.

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Entre las palabras mágicas de estosúltimos tiempos (que van desdecuando ¡yo era joven!) está la palabraSEGLARES…“Hemos de trabajar con los seglares”,“pensar con los seglares”, “buscar ca-minos nuevos para la misión con losseglares, “rezar con los seglares”,“formarnos con los seglares, “revisar-nos con los seglares”… en suma nosabemos ya qué hacer con los segla-res, olvidando que cuando queremosrezar con los laicos ellos están en eltrabajo, cuando quisiéramos trabajarcon los seglares ellos querrían rezar,cuando nosotros quisiéramos formar-nos con los laicos ellos, quizás, qui-sieran … ¡cenar!En mi ignorancia he entendido quenuestros tiempos no son sus tiem-pos… permanece verdaderamenteun problema encontrar espacios encomún en los que introducir los en-cuentros más diversos.Es verdad que cuando los seglares es-tán motivados logran hacer saltosmortales para estar presentes, aun-que quizás, nosotros les pedimos tan-tos de aquellos ”saltos” mientras quenosotros damos poco testimonio de“saltar con ellos”… A menudo meocurre, cuando estoy de turno en laportería, que veo a madres o a padresde familia que llegan sin aliento paraalguna reunión, porque para llegar

puntuales quizás han tenido que hacer quién sabe qué corridas y noso-tros allí haciendo nuestros comenta-rios sobre el retraso de los seglares u otra cosa… Con esto no quiero ha-cer el papel de la madre compasiva deturno protectora de los atrasados, sólo quiero decir que quizás estos pobrecitos tienen problemas algo ma-yores que nuestras programaciones oque nuestros encuentros masivos, en los que en cambio en lugar deabreviar e ir a la conclusión de los discursos nos perdemos en homilíaslargas y, espero no disgustar a nadie,algo aburridas.Pero, a mi edad, no soy tan ingenuapara creer que las dificultades estánpresentes sólo por una parte, porqueveo a muchas de mis Hermanas queverdaderamente trabajan mucho paracrear buenas relaciones con los segla-res e intentar implicarlos en nuestramisión, haciendo propias sus exigen-cias. No obstante esto encuentranmuchas dificultades en la ¡respuestahonrada y sincera!Entonces ¿qué hacer? Ciertamente,tocar a retirada nunca es conveniente.Quisiera terminar con una frase famo-sa, pero no me viene ninguna a lamente… digo sólo que convienesiempre amar, amar y luego todavíaamar… y ¡algo bueno saldrá de ahí!

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Palabras mágicas

A CARGO DE MARA BORSI FOTO: MEDICI SENZA FRONTIERE

SOMOS CONSCIENTES DE QUE LA MEJORA DE LA SALUD Y DEL BIENESTAR DE LAS PERSONAS CONSTITUYE EL OBJETIVO ÚLTIMO DEL DESARROLLOECONÓMICO Y SOCIAL.

Declaración mundial de la salud, 1998

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El misterio de la vida está en la búsqueda de la belleza

(Oscar Wilde)

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