ESTUDIO 4UN ESTUDIO SOBRE EL

PASTORY LAS IMPLICACIONES

DE LA ÉTICA ECLESIÁSTICA

Por el profesorLes Thompson

Estoy en deuda con el Dr. W. Andrew Hoffecker, profesor de religión en Grove City College,

por sus escritos sobre este tema.

Como pastores tenemos que establecer las bases para

nuestra ética bíblicaLa sola base que existe para

establecer una orden moral objetiva es Dios y su auto-

revelación en la Biblia.

Leyes morales establecidas por Dios gobiernan

el cosmos, y nosotros los sereshumanos rendimos cuenta a Dios por

nuestras acciones, precisamente porqueDios nos creó –junto con todo lo que existe. Por tanto,

nuestro deber es obedecer su santa y soberana voluntad.

COMENZAMOS DESCRIBIENDO LAS CONSECUENCIAS ÉTICAS DE

LA CAÍDAPrevio a la

caída, Adán y Eva gozaban

de una conducta

perfecta, y de una relación

íntima y hermosa con

Dios.

La desobediencia destruyó la relación perfecta que existía entre el

hombre y Dios. Tenemos que comprender lo que nos dice la Biblia

que el pecado tuvo el siguiente efecto sobre la humanidad:

1. Envaneció nuestro razonamiento (Ro 1:21)2. Entenebreció nuestro entendimiento (Ef 4:18)3. Entenebreció nuestro corazón (Ro 1:21)4. Y dejó al hombre en estado de muerte ante

Dios (Ef 2:1)

Por tanto: descubrimos dos importantes consecuencias de la caída:

EFECTOS:

Como primer paso, para que el santo Dios pudiera de

nuevo establecer unarelación con nosotros, seres

caídos, tuvo que establecer el nuevo

pacto de salvación en Cristo Jesús.

(Juan 3:16; Efesios1:3-4)

Como segundo paso –a cuenta de nuestro pecado– Dios reveló a Moisés las leyes

morales en el Sinaí por las cuales pudiéramos

conocer las normas de moralidad divina requeridas, y sobre las

cuales estaríamos moralmente obligados a rendir cuenta a Dios

(Ro 1:18-32).

Los tres propósitos de la ley1. Refrenar a los pecadores (Ro 13:1-3):

Enseñándoles el comportamiento pedido por Dios.Proveyendo una fuente clara y externa de lo que es

aceptable ante Dios, es decir, de lo bueno y lo malo.

2. Apuntar los pecadores a Jesucristo: Convenciéndoles de su pecaminosidad (Ro 3:20), es decir, sirviendo como tutor (Ga 3:24) para llevarles a

Cristo. Además, proveyendo base legal para condenar a los que rehusan recibirle como Salvador.

• Guiar a los hijos de Dios: Proveyendo una medida por la cual los creyentes

pudiesen medir sus decisiones éticas. La ley es nuestra guía para saber cómo vivir para agradar a Dios (Pr 6:23; Jn 15:10; Ro 3:31; 7:12).

La base objetiva y subjetiva de la ética cristiana

• Objetivamente, la obra de Cristo nos libra como creyentes de las demandas de la ley, que pide que el transgresor muera (Ez 18:4). Ya que Cristo pagó nuestra pena, nos libró de tener que cumplir las demandas morales de la ley, cosa que nos hubiera sido imposible por nuestra naturaleza pecaminosa.

• Subjetivamente, la Biblia nos demuestra que la moralidad Cristiana pedida por la ley sólo puede ser realizada por la obra regeneradora del Espíritu Santo que mora en los hijos de Dios. Únicamente por el poder que él nos da podemos vivir conforme a las demandas que exige la ley: “Sed santos poque yo soy santo.”

En Romanos 7 y 8 vemos el rol que juega el Espíritu de Dios –primero, condenando nuestro pecado (crea esa luchainterna tan difícil); segundo, enseñandonos el rescate: “Gracias doy a Dios por Jesucristo…”; tercero, mora en nosotros (Ro 8)para hacernos victoriosos y guiarnos en los caminos de Dios.

Aplicaciones equivocadas de la ética bíblica

• Meramente aprender de memoria versículos bíblicos aplicables a la ética no nos ayuda a saber cómo portarnos correctamente.

• Necesitamos establecer un sistema de acción personal para saber como tratar cada cosa.

• Los Diez Mandamientos sólo representan un lugar de comienzo; igual con el Sermón del Monte.

• La Escritura se interpreta por los otros textos que tocan el tema. Nuestro deber, entonces, es tomar en cuenta todo lo que dice la Biblia sobre los temas éticos para poder llegar a buenas y sabias decisiones.

TRES MANERAS USADAS POR DISTINTOS GRUPOS PARA

INTERPRETAR LA LEY

• LOS “LEGALISTAS”–Para cada cosa hay una ley

• LOS “SITUACIONALISTAS”–Nuestras aciones son

determinadas por el amor• LOS “INTUICIONALISTAS”

–Lo que es determinante es mi buen juicio sobre el caso

1. El legalista

• Ven a la Biblia como una compilación de reglas. Por tanto consultan la Biblia y buscan la regla apropiada para cada circunstancia.

• De esta manera reducen la Biblia a un directorio legal que consultan cuando tienen un problema moral.

Los legalistas creen que al identificar y obedecer los mandatos bíblico que han identificado ya resuelven las preguntas éticas.

• Los legalistas tienen la razón al entender que los mandatos divinos revelan lo que es moralmente correcto. El que no toma la Biblia como la autoridad para su conducta no es muy distinto a un incrédulo.

• El error que tienen es pensar que sólo por las reglas se encuentra la voluntad de Dios.

Por ejemplo, Jesucristo en sus enseñanzas nos da principios éticos. Vemos en la parábola del Buen Samaritano el principio de cómo amar a nuestos enemigos; es así que Él nos revela maneras de aplicar la ley moral de Dios.

La Biblia no tiene respuesta directa para todos los problemas

Muchos de los inventos modernos –y la

creciente tecnología– nos obligan a hacer preguntas difíciles.

1. ¿Cómo tratamos las implicaciones éticas de un transplante de corazón? La Biblia no nos dice.

2. ¿Qué de la fecundación en Vitro? No hay reglas. 3. ¿Qué respuestas convincentes podemos dar al aborto?

En busca de respuestas a preguntas como estas, estamos obligados a estudiar lo que la Biblia dice de lo que es la vida y cómo la da Dios.

Otra consideración• La tendencia de un legalista es olvidarse que lo

correcto consiste en mucho más que una obediencia ciega a la letra de la ley. Jesús en el Sermón del Monte exige que nuestras acciones respalden el intento divino detrás de la letra, como en el caso del adulterio.

• Es posible hacer lo que legalmente es correcto, pero con motivaciones pecaminosas.

• Ejemplo:Alguien puede dar ayuda a un pobre, pero detrás del gesto está el deseo de que en el boletín dominical aparezca su nombre como persona generosa y bondadosa.

2. “SITUACIONALISMO”(también se llama “contextualismo”)

En lugar de comenzar con la Biblia y ver cuál

regla se aplica a un caso

específico, el situacionalista

considera el contexto en que

se toma la acción.

En lugar de revisar la Biblia en busca de la ley correcta, como hace el legalista, el situacionalista acepta sólo una regla moral absoluta: el amor que nos ordenó Jesús.

¡El amor es lo que gobierna nuestras acciones!

Siempre se preguntan:

¿Qué es lo más amable que hago

en esta situación?

• ¿Quién puede oponerse a que todas las cosas se hagan con amor?

• El mensaje céntrico de la Biblia es que amemos a los demás, porque Cristo nos amó primero.

El situcionalista, por tanto, le da preeminencia a las personas y la

demanda de Jesucristo que mostremos amor al mundo que tanto lo necesita.

¿Dónde se equivocan?• Hay ocasiones en que el amor conlleva

preferencias; por ejemplo, cuando en la iglesia debemos disciplinar a familiares, y no lo hacemos.

• En otros, engañamos. Ej., cuando un ser querido ha sido diagnosticado con cáncer, y no se le quiere informar por el dolor que le pudiera causar: le mentimos, dando un explicación cualquiera.

• Los situacionalistas fallan porque no reconocen la unidad encerrada en toda la verdad divina. En la Biblia todos los mandatos del Señor están ínter lazados.

El “amor” en muchas situaciones se acomoda y se vuelve muy maleable. ¡No es confiable!

EVALUACIÓN:1. El situacionalista no puede evadir el reclamo

válido que hace un legalista: que a todos nos corresponde obedecer las leyes que Dios nos ha dado en su Palabra.

2. Tenemos que reconocer que las leyes dadas nos muestran la manera en que hemos de amar. Es decir, sin mentir, sin ser infiel en el matrimonio, respetando los derechos de otros.

3. Además, ¿estamos seguros que un acto de amor no se haga para cumplir con un deseo egoísta? Parecido a los legalistas, podemos hacer las cosas con una motivación equivocada.

4. Sin una serie de principios para guiarnos (la ley de Dios), no hay manera en que podamos distinguir entre lo bueno y lo malo.

El concepto detrás del intuicionalismo es que todos tenemos un entendimiento mental de lo que es bueno o malo. El valor del concepto es que las decisiones morales nunca se deben hacer sin referencia a nuestra capacidad innata para pensar y reflexionar.

3. “INTUICIONALISMO”

¿A qué lleva este concepto del intuicionalismo?

No es la Biblia ni los mandamientos los que controlan al intuicionista, son

sus sentimientos.Esta metodología es muy popular

hoy día porque a la gente le gusta hacer decisiones éticas

sin referencia a la Biblia y a las leyes de Dios.

El problema es que la intuición está manchada por el pecado.

Por tanto, nunca podemos confiar absolutamente en

nuestras razones y conclusiones.

Yo voy a ser el pastor porqueahora me siento

muy pastor

• El problema con este concepto es que se asume que el Espíritu que mora en ellos no se fija por la Biblia, sino que les guía directamente sin referencia a lo que dice la Biblia ni lo que requiere la ley divina.

• Han llegado a la conclusión que la ley no se aplica hoy, ya que vivimos por gracia, por tanto, las conclusiones a que llegan son superiores y sobrepasan a las bíblicas, porque (en su opinión) le son dadas por el mismo Espíritu Santo.

El intuisionista cree que para el cristiano no hay ley; esto se llama

ANTINOMIANISMO (PALABRA LATINA QUE QUIERE DICIR “SIN LEY”).

Grupos antinómicos aparecieron en los tiempos de la Reforma Protestante del Siglo XVI. Estos grupos se creían súper cristianos, porque, en lugar de ser amarrados por la Biblia —que ellos consideraban “una letra muerta”— ellos creían que eran guiados internamente por el Espíritu Santo.

1. Se equivocaron, confundiendo la voz del Espíritu Santo con su propia intuición y consciencia.

2. Se equivocaron al pensar que cuando Pablo enseña que no somos salvados por obedecer la ley, él quería decir que la ley ya no tenía ni aplicación ni vigencia para el cristiano.

Hay peligro que hoy de nuevo nos volvamos antinominianos.

• Bajo el intuisionismo las decisiones se hacen por lo que uno siente –sin apelar a la Biblia, ni a lo que Dios exige. Hacer lo correcto (lo ético) significa seguir lo que alguien siente.

• Pero sin una base moral –en la forma de leyes y principios bíblicos– una persona carece de la habilidad para distinguir entre un sentir emotivo personal, la voz de Dios, y los dictados de su propia consciencia.

• Por eso, una discusión sobre temas morales o éticos es imposible con ellos, ya que insisten en hacer lo que ellos sienten sin permitir que esos sentimientos sean examinados a la luz de la Biblia.

El legalismo, el situacionalismo y el intuicionalismo…todos tienen fallas.

No producen el tipo de obediencia total a la Biblia que Dios nos pide. Cada una tiene puntos válidos, pero cada una tiene sus debilidades y problemas.

¿Cómo y dónde encontramos la solución?

¿Qué si unimos lo mejor de los tres sistemas en busca de una metodología más adecuada?

Buscamos lo bueno de cada unoLas leyes normativas

dadas por Dios(Legalismo)

(Situacioalismo)La situación

controlada porDios

(Intuicionalismo)La mente

controlada porDios

La conductabíblica bajo el

manejo del Espíritu

El objetivo es obedecer a DiosSabemos que Dios ha revelado Su verdad en laBiblia, por tanto no se salta ninguno de los pasos:1. Buscamos la norma bíblica o principio que se aplica a la

decisión que tenemos que tomar (la parte “legalista”).2. Consideramos (es decir, razonamos) cómo esa norma

bíblica se ajusta amorosamente a esa situación que estamos decidiendo (la parte “situacionalista”).

3. Aceptamos nuestro deber de obedecer esa norma bíblica; que nuestro sentimiento reconoce que se aplica al caso, para así agradar a Dios y cumplir con Su voluntad (la parte “intuicionalista”).

Tomemos un ejemplo. Una persona pudiera citar de memoria cada uno de los Diez Mandamientos sin entender las implicaciones y aplicaciones de muchos de ellos a su caso en particular. Sabe que robar es malo, pero no ha hecho una conexión entre “robar” y su hábito de “sacar fondos de las ofrendas” para comprarle medicina a un hijo enfermo.

Él se sabe el octavo mandamiento de memoria: “No hurtarás”, pero sigue sacando dinero de las ofrendas porque permite que su situación o necesidad le ciegue a la realidad que ese mandamiento se aplica a lo que él está haciendo.

¿Cómo aplicamos los tres pasos a este que se roba las ofrendas?

1. Le referimos a la norma bíblica, que robar es pecado, y le asociamos lo que él está haciendo con el mandato.

2. Le ayudamos a reconocer que tomar lo que no es suyo es robar (no importa la razón), y a someterse a la prohibición que Dios nos ha dado.

3. Le convencemos que al someterse a lo que Dios le pide, y no a sus sentimientos, podrá confiar en que Dios proveerá sus necesidades de alguna manera honesta y sin la vía del pecado.

Casos modernos difícilesHemos visto que por los avances técnicos de nuestro mundo, hay decisiones que tenemos que tomar por las cuales no hay instrucción bíblica. Esto no implica que podemos hacer lo que nos parezca en tales casos.

1. ¿Qué de la fertilización in vitro?2. ¿Qué de la inseminación artificial?3. ¿Qué de madres sustitutas? 4. ¿Qué del aborto?

Ya que Dios es el Señor de toda vida, todas estas preguntas poseen componentes morales. En cada uno tenemos que preguntarnos, ¿qué glorificaría a nuestro Dios? Tenemos que hacer nuestras decisiones a base de los principio bíblicos ya revelados, jamás en un vacío, cosa que nos lleva a muy cuidadosos estudios de casos aplicables en la Biblia.

Tanto el rey como el zapatero son portadores de la imagen divina. Como tales

cada uno es moralmente responsable de actuar de acuerdo a las normas

establecidas por Dios. La única diferencia entre un rey y un zapatero es su oficio, no

su condición moral. Dios no asigna virtudes especiales a grupos particulares, mas bien da sabiduría, coraje y templanza a todos.

Nadie posee virtudes morales superiores a los demás mortales.

UNA OBSERVACIÓN

Como creador y soberano, Dios en su bondad ha establecido leyes y principios para enseñarnos lo que es para nuestro bien. Si no fueran por estas normas, no sabríamos como comportarnos y viviríamos en un caos moral. Para nuestro bien, aprendamos siempre a ir al libro que Él nos ha provisto para poder hacer lo que a Él le agrada.

EN CONCLUSIÓN:

Abramos nuestras puertas y… sigamos su camino.