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2 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos. 4 .- LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS 4.1.- La Península Ibérica en la Edad Media: los primeros núcleos cristianos de resistencia (S. VIII-XI) Tras la rápida conquista musulmana de gran parte de la península, se formaron pequeños reinos cristianos en las montañas del norte. Hasta el S. XI están, frente Al Andalus en clara inferioridad demográfica, económica, militar, etc. y se limitan a sobrevivir. Los reinos cristianos se ven obligados a pagar tributos (parias) a emires y califas, pero aprovechan los periodos de crisis internas en Al Andalus para ampliar sus territorios hacia el sur. Tradicionalmente se ha llamado “Reconquista” a este avance cristiano aunque se trate de una ocupación pacífica de tierras vacías o “tierra de nadie”. - La economía es pobre, agrícola-ganadera de subsistencia con escaso comercio y mínimo desarrollo urbano. - La sociedad está en proceso de feudalización: las tierras y los cargos públicos se concentran en manos de una nobleza laica y eclesiástica que confunde propiedad y poder político. Las tierras son trabajadas por campesinos siervos o colonos. La repoblación en este periodo, bajo la forma de pressura o aprisio, dio lugar a la aparición de numerosos campesinos libres en las zonas fronterizas o peligrosas (condado de Castilla y condados catalanes) pero también a la formación de grandes propiedades de la nobleza o de los monasterios. - La cultura se refugia en los monasterios (Ripoll, San Millán de la Cogolla, etc.) en cuyos escriptorios se guardan y copian libros clásicos traídos de Oriente. El arte es pobre: pequeñas iglesias rurales y a una rica orfebrería. Destaca el arte asturiano. Reino astur-leonés Condados Pirenaicos S. VIII - Don Pelayo, un noble visigodo, al frente de un grupo de astures derrota a los musulmanes en la Batalla de Covadonga (722), mitificada y considerada el inicio de la Reconquista. Tras ella surge reino de Asturias. - Alfonso I organiza el reino, asumiendo la herencia visigoda, y lo consolida atrayendo a la población mozárabe del valle del Duero donde crea una “tierra de nadie”. El Imperio carolingio (los francos) fracasó en su empeño de llevar la frontera al Ebro (derrota de Roncesvalles), limitándose a controlar militarmente la zona pirenaica y conquistar el norte de Cataluña, que se convierte en una provincia fronteriza (La Marca Hispánica) dividida en condados con autoridades nombradas por los reyes carolingios. S. IX - Alfonso II. Extiende el reino hasta Galicia y el País Vasco y traslada la capital a Oviedo. Los clérigos mozárabes elaboran la teoría de la continuidad y del derecho de Reconquista. La idea se refuerza con el descubrimiento de la tumba de Santiago. - Alfonso III (866-910). Lleva la frontera hasta el Duero aprovechando la crisis final del Emirato. Este rey y sus sucesores repueblan el norte del valle del Duero mediante el sistema de pressura individual o través de nobles y monasterios. Se empiezan a formar reinos o condados independientes pero su avance hacia el sur es escaso por la fuerte presencia de los musulmanes en el valle del Ebro. - Iñigo Arista, con ayuda de los Banu Qasi, crea el reino de Pamplona (816). - A mediados del S. IX, en el Pirineo central surgen los condados de Aragón (Aznar Galindo), Sobrarbe y Ribagorza que terminan bajo influencia navarra. - Sancho Garcés I repuebla la Rioja Alta y los valles prepirenaicos aragoneses con ayuda de nobles y monasterios. En el imperio carolingio, la nobleza empieza a apropiarse de los poderes reales. Carlos el Calvo (Capitular de Querzy, 877) termina haciendo hereditarios los cargos y tierras otorgados. El conde de Barcelona, Wifredo “el Belloso” unifica los condados y actúa con independencia de los francos. Repuebla la Plana de Vic siguiendo el modelo de presura o aprisio. S. X- principios del S. XI - Ordoño I traslada la capital a León. La superioridad militar del Califato frena todo avance y obliga al pago de parias. La debilidad del reino se agrava con la independencia de Castilla (zona oriental y fronteriza de campesinos libres y guerreros) con el conde Fernán González. La superioridad militar del Califato frena todo avance y obliga al pago de parias. A comienzos del S. XI, el rey de Navarra, Sancho III el Mayor se anexiona Aragón, Sobrarbe y Ribagorza y Castilla e impone su hegemonía sobre los reyes cristianos. Al morir divide su reino en 4 partes. El conde Borrell II independiza totalmente a Cataluña de los francos

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2 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

4 .- LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS

4.1.- La Península Ibérica en la Edad Media: los primeros núcleos cristianos de resistencia (S. VIII-XI)

Tras la rápida conquista musulmana de gran parte de la península, se

formaron pequeños reinos cristianos en las montañas del norte. Hasta

el S. XI están, frente Al Andalus en clara inferioridad demográfica,

económica, militar, etc. y se limitan a sobrevivir. Los reinos

cristianos se ven obligados a pagar tributos (parias) a emires y

califas, pero aprovechan los periodos de crisis internas en Al

Andalus para ampliar sus territorios hacia el sur. Tradicionalmente

se ha llamado “Reconquista” a este avance cristiano aunque se trate

de una ocupación pacífica de tierras vacías o “tierra de nadie”.

- La economía es pobre, agrícola-ganadera de subsistencia con

escaso comercio y mínimo desarrollo urbano.

- La sociedad está en proceso de feudalización: las tierras y los

cargos públicos se concentran en manos de una nobleza laica y

eclesiástica que confunde propiedad y poder político. Las tierras

son trabajadas por campesinos siervos o colonos. La repoblación en este periodo, bajo la forma de pressura o

aprisio, dio lugar a la aparición de numerosos campesinos libres en las zonas fronterizas o peligrosas

(condado de Castilla y condados catalanes) pero también a la formación de grandes propiedades de la nobleza o

de los monasterios. - La cultura se refugia en los monasterios (Ripoll, San Millán de la Cogolla, etc.) en cuyos escriptorios se

guardan y copian libros clásicos traídos de Oriente. El arte es pobre: pequeñas iglesias rurales y a una rica

orfebrería. Destaca el arte asturiano. Reino astur-leonés Condados Pirenaicos

S. VIII

- Don Pelayo, un noble visigodo, al

frente de un grupo de astures derrota

a los musulmanes en la Batalla de

Covadonga (722), mitificada y

considerada el inicio de la

Reconquista. Tras ella surge reino de

Asturias.

- Alfonso I organiza el reino,

asumiendo la herencia visigoda, y lo

consolida atrayendo a la población

mozárabe del valle del Duero donde

crea una “tierra de nadie”.

El Imperio carolingio (los francos) fracasó en su empeño de llevar

la frontera al Ebro (derrota de Roncesvalles), limitándose a

controlar militarmente la zona pirenaica y conquistar el norte de

Cataluña, que se convierte en una provincia fronteriza (La Marca

Hispánica) dividida en condados con autoridades nombradas por

los reyes carolingios.

S. IX

- Alfonso II. Extiende el reino hasta

Galicia y el País Vasco y traslada la

capital a Oviedo. Los clérigos

mozárabes elaboran la teoría de la

continuidad y del derecho de

Reconquista. La idea se refuerza con

el descubrimiento de la tumba de

Santiago.

- Alfonso III (866-910). Lleva la

frontera hasta el Duero

aprovechando la crisis final del

Emirato. Este rey y sus sucesores

repueblan el norte del valle del

Duero mediante el sistema de

pressura individual o través de

nobles y monasterios.

Se empiezan a formar reinos o condados independientes pero su

avance hacia el sur es escaso por la fuerte presencia de los

musulmanes en el valle del Ebro.

- Iñigo Arista, con ayuda de los Banu Qasi, crea el reino de

Pamplona (816).

- A mediados del S. IX, en el Pirineo central surgen los

condados de Aragón (Aznar Galindo), Sobrarbe y Ribagorza

que terminan bajo influencia navarra.

- Sancho Garcés I repuebla la Rioja Alta y los valles

prepirenaicos aragoneses con ayuda de nobles y monasterios. En el imperio carolingio, la nobleza empieza a apropiarse de los

poderes reales. Carlos el Calvo (Capitular de Querzy, 877) termina

haciendo hereditarios los cargos y tierras otorgados. El conde de Barcelona, Wifredo “el Belloso” unifica los condados

y actúa con independencia de los francos. Repuebla la Plana de Vic

siguiendo el modelo de presura o aprisio.

S. X-

principios

del S. XI

- Ordoño I traslada la capital a León.

La superioridad militar del Califato frena

todo avance y obliga al pago de parias.

La debilidad del reino se agrava con la

independencia de Castilla (zona oriental

y fronteriza de campesinos libres y

guerreros) con el conde Fernán

González.

La superioridad militar del Califato frena todo avance y obliga al

pago de parias.

A comienzos del S. XI, el rey de Navarra, Sancho III el Mayor se

anexiona Aragón, Sobrarbe y Ribagorza y Castilla e impone su

hegemonía sobre los reyes cristianos. Al morir divide su reino en 4

partes.

El conde Borrell II independiza totalmente a Cataluña de los

francos

3 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

4.2. Las principales etapas de la Reconquista (S. XI-XIII)

Desde el S. XI, el mundo cristiano experimenta un crecimiento demográfico y económico que le obliga a ocupar y

roturar nuevas tierras. La debilidad política y militar de Al Andalus, tras la desaparición del Califato, permitió a los

reinos cristianos cobrar las parias y

posteriormente ocupar militarmente

casi toda la península. Al Andalus

quedó reducida al reino nazarita de

Granada

La idea de continuidad con el estado

visigodo y el ideal de cruzada justifican

ideológicamente la reconquista.

Los reinos cristianos realizaron la

reconquista de forma independiente, de

norte a sur, aunque establecieron

acuerdos para delimitar sus áreas de

ocupación.

Al final de esta etapa, los reinos

cristianos tras procesos de unión y

división, han quedado reducidos a 4:

Portugal, Navarra (que no participa en la

Reconquista), la Corona de Aragón

(unión del reino de Aragón y el

condado de Barcelona) y la Corona de Castilla (unión del reino de Castilla y de León).

Castilla y León Reinos orientales

Finales del S. XI-

primera mitad del

S. XII

Reconquista del valle del Tajo

- Alfonso VI de León y Castilla se apodera del

reino taifa de Toledo (1085) y del resto del

valle del Tajo hasta Lisboa. Los almorávides

le derrotan en Sagrajas (Badajoz) y pierde

parte de sus conquistas pero mantuvo

Toledo.

- Alfonso VII, hijo del anterior, recupera

definitivamente el valle del Tajo: conquista

Coria, Ocaña y Uclés.

- Portugal se independiza (1143) y sigue su

reconquista hacia el sur.

Reconquista del valle del Ebro

- Pedro I de Aragón conquista Huesca.

- La llegada de los almorávides frena el avance

hasta que Alfonso “El Batallador”, rey de

Aragón y Navarra, los derrota y se apodera

del importante reino taifa de Zaragoza

(1118).

- Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona

conquista Lérida y Tortosa dando por

terminada la conquista del valle.

2ª mitad del S.

XII- principios del

S. XIII

Reconquista de la Mancha

Alfonso VIII ocupa la Mancha pero los

almohades le derrotan en Alarcos y pierde casi

todos territorios conseguidos. Pidió ayuda a los

demás cristianos que terminaron derrotando a los

almohades en la batalla de las Navas de Tolosa

(1212). Tras la batalla, el imperio almohade se

hunde. En esta etapa intervinieron las Órdenes

Militares que reciben a cambio grandes

propiedades de tierras.

Reconquista del Alto Júcar (Cuenca) y Alto

Turia (Teruel)

De la unión del reino de Aragón y del condado de

Barcelona (Petronila y Ramón Berenguer IV)

surgió la Corona de Aragón. Este hecho llevó a

la independencia de Navarra (el reino queda

encerrado y no participará en la Reconquista).

- Alfonso II, hijo de Ramón Berenguer IV, se

apodera de la zona montañosa al sur del Ebro

y funda Teruel. También conquista Cuenca,

junto a Alfonso VIII (se incorporará a

Castilla). También intervienen las Órdenes

Militares.

Las grandes

conquistas del

S. XIII

Reconquista del valle del Guadalquivir,

Extremadura y Murcia.

- Alfonso IX de León conquista el sur de

Extremadura.

- Fernando III “El Santo”-rey con el que se

unen definitivamente Castilla y León-

conquista el valle de Guadalquivir (Jaén,

Córdoba y Sevilla)

- Su hijo, Alfonso X “El Sabio”, conquista

Cádiz, Huelva y Murcia.

Reconquista del reino de Valencia y Baleares

Jaime I “El Conquistador” se apodera de

Baleares y del reino de Valencia (Castellón,

Valencia y Alicante) hasta los límites establecidos

en los tratados con los castellanos.

4 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

4.3. Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad. Modelos de

repoblación y organización social

La repoblación es la ocupación efectiva del territorio que se produce tras la

Reconquista. Las distintas formas que adopta determinarán la estructura

social y económica de los reinos cristianos.

ETAPAS DE LA REPOBLACIÓN

S. IX y X

Norte del valle del Duero y pequeñas

zonas orientales

(Plana de Vic, Rioja

Alta y los valles

prepirenaicos)

Se hace bajo la forma de PRESURA O APRISIO, repoblación de carácter privado en la

que de forma libre se ocupa “tierra de nadie”. El rey dará posteriormente el derecho de

propiedad. Con este sistema se formaron grandes propiedades de nobles y monasterios –

trabajadas por siervos- pero también pequeñas propiedades de campesinos libres en las

zonas fronterizas (condado de Castilla y zona sur de los condados catalanes) que se

encargaban de la defensa del territorio.

S. XI y XII

Sur del valle del

Duero

Valle del Tajo

Valle del Ebro

La repoblación es oficial u organizada directamente por el rey y configura un modelo social

con predominio de la mediana y pequeña propiedad. Adopta dos formas:

- Concejil en las zonas deshabitadas de sur del valle del Duero, Tajo (excepto el reino de

Toledo) y sur del Ebro. Para atraer pobladores a zonas fronterizas, el rey dividía el

territorio en amplios concejos o municipios y concedía tierras y privilegios–recogidos

en las Cartas-pueblas o fueros- a sus habitantes. Los caballeros villanos, encargados

de la defensa, se convierten en el grupo social dominante de los nuevos concejos (Ávila,

Salamanca, Sepúlveda, etc.).

- Capitulaciones o pactos en las grandes ciudades del valle del Ebro y del reino de

Toledo, con mucha población y agricultura de regadío: se mantiene la población

musulmana y judía pero a los musulmanes se les obliga a trasladarse a los arrabales o

barrios extramuros (morerías). La nueva población cristiana se instala en la ciudad y

recibe tierras en los alrededores.

S. XIII

La repoblación sigue siendo oficial mediante el sistema de repartimientos: el rey reparte

lotes a los que participan en la conquista según sus méritos y categoría social. Los

resultados varían según las zonas.

Primera mitad del

S. XIII

La Mancha, Cuenca

y Teruel

En estas zonas despobladas se entregan grandes lotes de tierras a las Órdenes Militares

que convierten en latifundios dedicados a pastos para el ganado.

2ª mitad del S. XIII

Extremadura y valles

del Guadalquivir,

Valencia y Murcia

- En Andalucía Bética y Extremadura, predomina el reparto de grandes lotes a nobles

y Órdenes Militares al faltar repobladores (presiones nobiliarias sobre los campesinos

del norte) para los concejos reales. La escasez de mano de obra (los musulmanes

emigran o son expulsados) hace que los nuevos latifundios se orientan a la ganadería

lanar o cultivos extensivos (vid, olivo).

- En el reino de Valencia predomina el reparto de pequeños lotes a los campesinos –

excepto en las zonas montañosas del interior-. Se mantiene a la población mudéjar

como colonos en las huertas de regadío. En cambio, en Mallorca, se concedieron

grandes lotes a los nobles al ser diezmada la población musulmana-.

5 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

El modelo de sociedad feudal se consolidó en estos siglos. La sociedad se presenta jerarquizada en estamentos

(grupos sociales con distintos derechos y funciones).

Los privilegiados son la nobleza (que guerrea) y el clero (que reza) que no pagan impuestos y son propietarios

de señoríos. Dentro de cada grupo hay diferencias (alta y baja nobleza o clero).

Los no privilegiados son los campesinos, generalmente no son propietarios y dependen de los señores

(derechos señoriales). Desde el siglo XI, surge en las ciudades, la burguesía, un nuevo grupo social sin

privilegios (pagan impuestos) pero que consigue cierta autonomía en los gobierno de las ciudades y

participación en las Cortes.

El proceso de feudalización va haciendo desaparecer a los pequeños y medios propietarios libres, surgidos con la

repoblación, ya que la nobleza acapara tierras (señorío territorial) y poder (señoríos jurisdiccional).

En el reino de Castilla, la alta nobleza adquirió gran fuerza gracias a los inmensos latifundios recibidos en

Andalucía que dedicaron principalmente a la ganadería ovina lanar. Los monarcas favorecieron los intereses

ganaderos (dando privilegios al Honrado Concejo de la Mesta) y la exportación de la lana lo que frenó el

desarrollo agrícola y artesanal del reino. Por ello, en este reino la burguesía es débil.

En la Corona de Aragón, la nobleza tiene menos fuerza y la burguesía adquiere gran importancia en

Cataluña debido a un gran desarrollo del comercio y la artesanía.

También existen minorías religiosas y étnicas marginadas: los judíos, que viven en las ciudades y los mudéjares,

preferentemente en el campo.

4.4. Diversidad cultural: cristianos, musulmanes y judíos

Durante la Edad Media convivieron y se fusionaron las tres culturas que existían en todos los reinos peninsulares:

cristiana, musulmana y judía. Los intercambios culturales se realizaron en todos los campos: idioma, filosofía,

religión, alimentación, arte, etc.

Hasta el siglo XI, la España islámica fue culturalmente muy superior a los reinos cristianos. En éstos, la

actividad cultural, como ya vimos, se limitó a algunos monasterios (Ripoll…) en los que se copiaban libros

Entre los S. XI y XIII los reinos cristianos experimentaron un renacer cultural impulsado por el contacto con

el resto de Europa y con Al Andalus, y sobre todo tras la incorporación de ciudades musulmanas de larga tradición

cultural en las que se hacían traducciones de libros clásicos al árabe o al latín. La situación de los reinos cristianos

entre dos mundos -el islámico y la Europa cristiana- les hizo desempeñar el papel de transmisores de la cultura

entre dos civilizaciones. Los judíos también contribuyeron a esta labor de transmisión.

Las principales vías de difusión cultural fueron:

- El Camino de Santiago una ruta de peregrinación europea que recibió un gran impulso en el S. XII gracias

al apoyo de los reyes que construyeron puentes y hospitales y repararon los caminos. El Camino fue la vía

de entrada de las corrientes culturales europeas: los cantares de gesta, los estilos artísticos –románico y

gótico- y las reformas monásticas (Cluny y Cister). La influencia cultural también tuvo lugar en sentido

contrario, llegando a Europa las aportaciones del mundo hispano musulmán y cristiano.

- La Escuela de Traductores de Toledo fue el principal puente cultural entre el mundo islámico y la

cristiandad. Fue creada en el S. XII por un arzobispo francés, pero fue el rey Alfonso X “El Sabio” (rey

que destacó por su labor literaria y científica) el que le dio un mayor impulso. En ella colaboraban

intelectuales cristianos, judíos y musulmanes hispanos y extranjeros que traducían del árabe al latín y, luego

directamente al castellano. Gracias a esta escuela se difundieron en Europa las obras científicas, filosóficas

y literarias de griegos, romanos y orientales.

La cultura se trasladó a las ciudades, en las que surgieron las Universidades a comienzos del S. XIII

(Palencia, 1208; Salamanca, 1218) a partir de las escuelas catedralicias, cuando maestros y discípulos se liberaron

de la tutela de los obispos. Los nuevos estudios se desligaban de la religión.

El despertar cultural fue unido al desarrollo de las lenguas romances (castellano, catalán, gallego y

portugués) que empiezan a ser utilizadas en textos escritos y obras literarias (Cantar del Mío Cid, 1208).

6 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

4. LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS

4.1.- La Península Ibérica en la Edad Media: Los primeros núcleos de resistencia cristianos

Desde los S. VIII al XI se crearon pequeños reinos cristianos independientes en las zonas montañosas del

Norte que habían quedado libres de la ocupación musulmana. Son reinos pobres y atrasados, con escasa población,

que se limitaron a sobrevivir y a ocupar zonas despobladas (ej. el norte de la cuenca del Duero). No representan

ningún peligro para Al Andalus que tiene una clara hegemonía política y militar en este periodo. Los reinos

cristianos sufrieron las aceifas islámicas y fueron obligados a pagar las parias durante el Emirato (Abd Rahman I y

II) y Califato. Sin embargo, en los momentos de crisis internas de Al Andalus pudieron extenderse hacia el sur.

Aunque tradicionalmente se ha llamado “Reconquista” a estos avances cristianos, se trata de hecho de una

ocupación pacífica de territorios vacíos o no ocupados de forma permanente por los musulmanes.

Su economía y sociedad eran similares al resto de la Europa feudal. Una economía agraria y de

subsistencia -casi autosuficiente-, la artesanía y el comercio casi han desaparecido y, con ello, las ciudades. La

sociedad se encuentra en proceso de feudalización: la nobleza y el clero (monasterios y obispados) poseían

grandes propiedades rústicas y los campesinos tenían algún tipo de dependencia de ellos. El rey acudía a la ayuda

militar de la nobleza, entregaba tierras o delegaba parte de sus funciones en ella o en el clero. La llegada de

mozárabes desde Al Andalus y la repoblación contribuyeron a aumentar la población y a mejorar la economía.

Estos reinos colonizaron o repoblaron zonas vacías: el norte del valle del Duero, valles pirenaicos, la Rioja

Alta y La plana de Vic. La repoblación se hizo mediante el sistema de presura o aprisio - repoblación privada con

derecho a la propiedad-. Así se formaron grandes propiedades de nobles o monasterios trabajadas por campesinos

colonos que entregaban como renta una parte de la cosecha; pero también aparecieron numerosos campesinos

libres en las zonas fronterizas y peligrosas del valle del Duero (Castilla) o de los condados catalanes. Estos

campesinos adquirieron el derecho de propiedad por el hecho de ocuparla y ponerla en explotación.

Su cultura era pobre y sin originalidad. Los centros culturales eran los monasterios (Ripoll, San Millán de

la Cogolla). Las reglas monásticas, como las de San Benito, imponen el estudio como obligación. Por ello, en los

monasterios surgieron los escriptorios, en los que se formaron modestas bibliotecas donde se copiaban textos de

autores clásicos y, sobretodo, de la época visigoda. El arte es pobre: pequeñas iglesias rurales entre las que

destacan las del arte asturiano (Santa Mª del Naranco y San Miguel de Lillo en Oviedo, entre otras) en las que se

adelantan soluciones técnicas del arte románico, de ahí el nombre de estilo prerrománico.

S. VIII S. IX S. X

a) El reino astur-leonés, es el que surge primero y se extiende con más rapidez.

S. VIII - Don Pelayo, posiblemente un noble visigodo, organizó una revuelta con los indígenas astures y derrotó a los

musulmanes en la batalla de Covadonga (722). Se trata de una más de las muchas escaramuzas protagonizadas

por los pueblos del norte que desde la época romana se resistían a ser dominados. Las crónicas musulmanas no

dan importancia a esta batalla pero los cristianos la mitificarían y la convertirían en el origen de la Reconquista.

Después de la batalla de Covadonga, don Pelayo estableció la corte en Cangas de Onís.

- Alfonso I (739-756). Su reinado coincide con el final del Emirato Independiente (primeras luchas internas en

Al Andalus y revolución abbasí). Organiza el reino asumiendo la herencia visigoda (instaura el Fuero Juzgo y

7 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

las instituciones visigodas) y lo consolida atrayendo la emigración de mozárabes desde el valle del Duero (lo

convierte en “tierra de nadie”). La llegada de población hispano-visigoda refuerza la idea de continuidad.

S. IX

Alfonso II (791-842) extiende el reino hacia Galicia y el País Vasco. La corte se traslada a Oviedo. En esta

época los clérigos mozárabes emigrados elaboran la teoría de la continuidad con los reyes visigodos lo que les

da derecho a conquistar Al Andalus. Esto lleva a recuperar las tradiciones del reino visigodo. Esta misma

ideología explica el descubrimiento del sepulcro de Santiago.

Alfonso III estableció la frontera en el Duero, aprovechando los problemas internos del Emirato, y esta “tierra

de nadie” se repoblará con los excedentes de población de las montañas y con los mozárabes huidos del

territorio musulmán mediante el sistema de presura.

S. X

Ordoño II, hijo del anterior, para atender mejor a los nuevos territorios traslada la capital a León y el reino

empieza a llamarse “Reino de León”. Este reino sufrió, en este siglo, las incursiones musulmanas y detuvo su

expansión hacia el sur. Los problemas internos llevaron a la independencia de Castilla.

El Condado de Castilla es la parte oriental (entre el alto Ebro y el alto Duero) y fronteriza del reino astur-

leonés ya que sufre los ataques musulmanes desde el valle del Ebro. Dentro del reino de León, tiene una con

personalidad jurídica y cultural: es una sociedad de pequeños campesinos guerreros (en su mayoría vascones

cristianizados) que hablan un nuevo idioma. Sus condes, desde Don Rodrigo, actúan con mucha independencia.

Fernán González se declara independiente y se acerca a Navarra.

b) Los estados pirenaicos

Su origen es más tardío, por haber estado bajo el poder carolingio,

y su expansión hacia el sur es más lenta por la fuerte presencia

musulmana en el valle del Ebro.

S. VIII

El rey franco, Carlomagno, para proteger la frontera de su imperio ante

el avance musulmán intentó conquistar hasta el Ebro pero fracasó. En el

778 atacó sin éxito Zaragoza y, en su retirada, los vascones los hostigaron

sufriendo la derrota de Roncesvalles (acontecimiento mitificado en el

poema épico de la Chanson de Roland). No obstante, los reyes francos si

consiguieron el dominio efectivo del norte de Cataluña –hasta Barcelona-

(la Marca Hispánica) y la hegemonía militar en los Pirineos.

S. IX, X y XI

Estas regiones empiezan a independizarse del poder carolingio y a crear

estados independientes.

Reino de Navarra.

El primer reino pirenaico que surgió fue el reino de Pamplona cuando, en el 816, el conde Iñigo Arista se alió con

los Banu Casi, familia muladí que gobernaba en Zaragoza (donde habían creado un estado independiente de

Córdoba), expulsó a los francos y se convirtió en el primer rey. Posteriormente, este reino se llamaría reino de

Navarra.

A mediados del S. IX, la dinastía Jimena rompe con los Banu Qasi y se alía con los reyes astur-leoneses. A

partir del S. X, Sancho Garcés I, ayudado por Alfonso III y aprovechando la crisis final del Emirato, extendió su

reino por la Rioja Alta y la ribera navarra que repuebla con ayuda de los monasterios (San Millán de la Cogolla,

etc.).

El reino de Navarra llega a su apogeo con Sancho III “El Mayor” (1000-1035), el monarca más poderoso

de los reinos cristianos a comienzos del S. XI: se anexionó Aragón, Sobrarbe y Ribagorza y heredó Castilla, hizo

vasallos a los reyes de León y a los condes de Barcelona. Pero, a su muerte, reparte el reino entre sus cuatro hijos:

Navarra para García, Aragón para Ramiro I y Castilla para Fernando. Fue un rey europeísta que potenció el Camino

8 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

de Santiago y abrió el reino a la entrada de las influencias culturales europeas, como la orden Cluny y el estilo

románico.

Los condados aragoneses

En el Pirineo central se constituyeron los condados de Aragón (con el conde Aznar Galindo), Sobrarbe y

Ribagorza. A finales del S. IX serían anexionados por el reino de Navarra. El avance hacia el sur es escaso por la

fuerte presencia islámica en el valle del Ebro. Los reyes navarros impulsaron la repoblación de los valles del

Prepirineo. Se independizaron con el testamento de Sancho III el Mayor, en el año 1035 que dejó Aragón a su hijo

Ramiro I.

Los condados catalanes: La Marca Hispánica

A finales del S. VIII, el norte de Cataluña, se convierte en una provincia fronteriza del Imperio carolingio o

Marca. Se dividía en condados y el conde de Barcelona predominó sobre los demás por el carácter fronterizo de su

condado.

Los sucesores de Carlomagno son reyes débiles e incapaces de defender sus territorios por lo que la nobleza

empieza a apropiarse de los poderes reales. Carlos El Calvo reconoce esta realidad y hace hereditarios los cargos y

las tierras entregadas a cambio de los servicios prestados o feudos (capitular de Querzy, 877).

En la Marca Hispánica, el proceso de independencia lo inicia en el 874, Wifredo el Velloso, conde de

Barcelona, que impuso su hegemonía al resto de los condados, los gobernó de forma casi independiente y los legó

a sus descendientes creando la dinastía de la casa de Barcelona.

En el S. X, sus sucesores dejaron de prestar el homenaje feudal al monarca franco. El conde Borrell II es

totalmente independiente y el único que hace frente a Almanzor. Las tierras vacías de estos territorios se repoblaron

con el sistema de aprisio –similar a la presura-.

4.2. Las principales etapas de la Reconquista

A partir del S. XI, el predominio militar pasó a los reinos cristianos que iniciaron una rápida expansión hacia el

sur. Por “Reconquista” se entiende la ocupación militar de los territorios de Al Andalus por los reinos cristianos.

Éstos actúan de forma individual –con alguna excepción-, siguen una trayectoria norte-sur, y mediante acuerdos

delimitan sus fronteras. Los factores que determinaron la Reconquista fueron:

- El crecimiento demográfico y económico de los reinos cristianos desde el S. XI plantea la necesidad de ocupar

nuevas tierras. Las roturaciones –puesta en cultivo de nuevas tierras- se producen en toda Europa.

- La debilidad política y militar de Al Andalus al desaparecer el Califato permitió a los reinos cristianos

imponer su hegemonía militar exigiendo el pago de parias a los Reinos de Taifas por la ayuda en sus luchas

internas y, después, como tributo de vasallaje. Esta afluencia de oro aceleró el resurgimiento económico en el

mundo cristiano.

- El ideal de cruzada (defensa de la fe cristiana) y la exaltación del pasado visigodo, que se fue extendiendo

poco a poco, proporcionó la justificación ideológica de la reconquista.

Por otra parte, durante estos siglos, los reinos cristianos vivieron procesos de unión y división, debidos al

concepto patrimonial del Estado (confusión entre propiedad y autoridad) propio del feudalismo-: el rey considera

el reino propiedad suya y, después de haber hecho esfuerzos por ampliarlo, lo divide entre sus hijos. Finalmente,

quedaron constituidos los 4 reinos cristianos peninsulares: Portugal, Castilla, Navarra y la Corona de Aragón.

a) Finales del S. XI y primera mitad del XII. Reconquista del valle del Tajo y del Ebro

Aprovechando la debilidad militar de los Reinos de Taifas, los reinos de León y Castilla, ocupan la zona

comprendida entre el Duero y el Tajo. Para consolidar el dominio de estos territorios, el rey organiza la

repoblación dividiendo el territorio en concejos (repoblación concejil o de fueros) a excepción de Toledo

(capitulaciones).

- Fernando I, rey de León y conde de Castilla, empieza la expansión al sur del Duero. Conquista de Coimbra

(1064).

- Alfonso VI, rey de Castilla y León, atraviesa el Sistema Central y se apodera del reino taifa de Toledo lo que

significó la incorporación a su reino del territorio situado entre el Sistema Central y el Tajo. La capital cayó por

9 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

capitulación de su monarca (1085). Esto fue un duro golpe para los musulmanes, que vieron en peligro su

supervivencia, por lo que pidieron ayuda a los almorávides norteafricanos.

El testamento de Alfonso VI de Castilla condujo a la independencia de Portugal con Alfonso Enríquez. Este

reino controlaría la costa atlántica desde el Miño hasta el Tajo, conquistando Lisboa en 1147.

Alfonso VII “El Emperador” recuperó parte del valle del Tajo conquistando Coria, Ocaña, Uclés, etc.

coincidiendo con la crisis del imperio almorávide y los segundos Reinos de Taifas:

En la zona oriental, dividida a consecuencia de la herencia de Sancho III el Mayor, en Navarra, Aragón y

Sobrarbe- Ribagorza se inicia la reconquista del valle del Ebro: los navarros se apoderan de Calahorra (1045) y

Pedro I de Aragón conquista Huesca (1095).

La llegada de los almorávides frena también el avance cristiano hacia el sur pero, a comienzos del S. XII, se

reactiva en los reinos orientales que completan la reconquista del valle del Ebro.

- Alfonso I “El Batallador”, rey de Aragón que se ha anexionado Navarra y Sobrabe y Ribagorza, derrota a los

almorávides y conquista el Zaragoza (1118), Tudela y Calatayud, cayendo en sus manos el importante reino

taifa de Zaragoza.

- El conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, aprovechando la crisis del imperio almorávide y los segundos

reinos de Taifas, se apodera de Tortosa (1148) y Lérida (1149) dando por terminada la conquista del valle del

Ebro.

El testamento de Alfonso I “El

Batallador”, dejando el reino a las Órdenes

Militares, no será aceptado por la nobleza de

Aragón que elige rey a su hermano Ramiro

“El Monje” (apodo que se debe a que lo

sacaron de un convento). Ramiro se acerca a

Ramón Berenguer IV y le ofrece en

matrimonio a su hija Petronila. Este

matrimonio llevó a la unión de Aragón y

Cataluña, que forman un nuevo reino, la

Corona de Aragón, que se organizará como

estado federal. Estas circunstancias, llevaron a

la independencia de Navarra, reino que no

participará en la reconquista y que iniciará un

proceso de acercamiento a Francia.

b) 2ª mitad del S. XII-principios del S.

XIII (hasta 1212).

Reconquista de la Mancha, del alto

curso del Júcar (Cuenca) y del Turia

(Teruel)

El rey de Castilla, Alfonso VIII conquista

la Mancha llegando hasta Sierra Morena, pero

la llegada de los almohades, que le derrotan en Alarcos, le hace a perder parte de los territorios conquistados.

Alfonso VIII pide ayuda a los demás reyes cristianos que forman una alianza (la iglesia le atribuye el carácter de

cruzada) y obtienen la victoria en las Navas de Tolosa (1212). Fue la batalla más importante de la Reconquista: en

ella participan tropas de los distintos reinos –menos de León porque su rey está enemistado con Alfonso-, de las

Órdenes Militares, milicias concejiles y hasta cruzados europeos enviados por el papa. Tras la batalla, el dominio

almohade su hunde.

El primer rey de la Corona de Aragón, Alfonso II, hijo de Ramón Berenguer IV, conquista los territorios al sur

del Ebro: el alto Turia o Teruel. La conquista de Cuenca la realizan conjuntamente Alfonso VIII de Castilla y

Alfonso II de Aragón pero pasa a manos castellanas.

Los territorios ocupados en esta etapa fueron entregados a las Órdenes Militares, que habían participado

activamente en la reconquista, debido a que ya escasean los repobladores cristianos.

Las fronteras de los reinos cristianos después de estas

primeras etapas.

10 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

c) Las grandes conquistas del S. XIII.

Reconquista de Extremadura, Andalucía

Bética, Valencia, Murcia y Baleares.

Los almohades han sido derrotados en las

Navas de Tolosa y se han formado los terceros

reinos de taifas lo que facilita la reconquista

cristiana.

Los reinos de Castilla y León se van a unir

definitivamente con el rey Fernando III “El Santo”

(1230-1252). El nuevo reino será el mayor de la

península y se denominará “Reino o Corona de

Castilla”.

El reino de Castilla y la Corona de Aragón

firmaron tratados para delimitar su área de

expansión (Tudillén, Cazorla y Almizra).

El reino de Castilla reconquista Extremadura,

Andalucía Bética y Murcia gracias a los reyes:

- Alfonso IX, el último rey de León, conquista

Cáceres y Badajoz.

- Fernando III “El Santo”, conquista el alto

Guadalquivir (Córdoba, Sevilla y Jaén).

- Alfonso X “El Sabio” conquista el bajo

Guadalquivir (Niebla y Cádiz).

El rey taifa de Murcia –territorio que corresponde a Castilla- capitula ante Fernando III (1243) pero una revuelta

posterior obliga a Alfonso X a conquistar el reino (1266).

La Corona de Aragón con el rey Jaime I “El Conquistador” se apodera de Baleares, Castellón, Valencia y el

reino de Denia llegando hasta el límite marcado por los tratados con los castellanos.

Portugal también terminará la reconquista llegando hasta Faro en el sur.

La repoblación de estos territorios se hace mediante el sistema de repartimientos entre los conquistadores.

A los musulmanes sólo les quedaba el reino nazarita de Granada, que en los tratados de reparto cristianos le

correspondía a Castilla. En el S. XIV, Alfonso XI de Castilla detuvo una nueva invasión de benimerines en la

batalla del Salado (1340) y conquistó Algeciras (1344) controlando el Estrecho de Gibraltar. En el S. XV, los

Reyes Católicos finalizaron la Reconquista conquistando Granada (1492)

4.3. Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad. Modelos de

repoblación y organización social.

Tras la Reconquista se produce la Repoblación que consiste en la ocupación efectiva de las tierras

despobladas y de los territorios conquistados. Se hizo en varias etapas y se aplicaron distintas modalidades lo que

afectó de forma fundamental a la vida económica y social.

a) S. IX y X: Norte del valle del Duero, Rioja Alta, valles pirenaicos y la Plana de Vic. Presura o aprisio.

En esos siglos, la repoblación es privada, llevada por particulares de forma libre, aunque consentida por

el rey. La presura se realizó sobre “tierras de nadie” o tierras abandonadas y sin dueño, cuya propiedad

correspondía al rey. El rey, para favorecer la repoblación, reconocía del derecho de propiedad a quien ocupaba y

explotaba la tierra. Este derecho se conoce con el nombre de presura en Castilla y León y de aprisio en Cataluña.

La presura o aprisio adopta dos formas:

11 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

- La que realizan nobles y monasterios, con por siervos o colonos que dependían de ellos, dio lugar a la

formación de señoríos feudales. Se da en la zona occidental (Galicia, parte de León), la Rioja Alta y los valles

del prepirineo.

- La que realizan campesinos de forma individual, dio lugar a una sociedad de pequeños campesinos libres con

pequeñas propiedades que eligen a su propias autoridades (condes o jefe militar). En zonas de frontera, como

Castilla, se comprometían a defender sus tierras y si disponían de un caballo se convertían en caballeros

villanos (baja nobleza).

b) S. XI- S. XII. Valles del Tajo y Ebro. Repoblación concejil y capitulaciones.

La repoblación es oficial -organizada por el rey- para asegurar las tierras conquistadas. Varía según las zonas:

- En los territorios poco poblados, fronterizos y peligrosos del sur del valle del Duero, del valle del Tajo

(excepto Toledo), del sur del Ebro y del sur de Cataluña, el rey necesita atraer pobladores y para ello divide

el territorio en grandes términos municipales o concejos1 (villa y alfoz) a los que otorga el Fuero o carta-

puebla en la que se recogen las libertades, privilegios y obligaciones de los vecinos. Los repobladores recibían

una casa y un lote de tierras de tamaño medio. Los concejos se administraban mediante una asamblea de todos

los vecinos (llamada también concejo) que se encargaba del reparto de las tierras de labor y de la explotación

de las tierras comunales. Los caballeros villanos se encargaron de la defensa y se terminaron convirtiéndose en

el grupo social dominante. Al ir creciendo las ciudades, las asambleas se reducen a unos pocos vecinos,

generalmente los más poderosos.

Así, se repoblaron Salamanca, Ávila, Segovia, Calatayud, Guadalajara, etc. El fuero de Sepúlveda, dado por

Alfonso VI, sirvió de modelo a los demás

- En Toledo y en los grandes núcleos urbanos del valle del Ebro (Zaragoza, Tudela y Tortosa) se mantuvo a la

población musulmana mediante el sistema de capitulaciones. Las capitulaciones son pactos o acuerdos con las

poblaciones sometidas (musulmanes, judíos y mozárabes) por las que se respetaban sus creencias, costumbres y

casi todas las propiedades a cambio del pago de tributos especiales, pero eran expulsadas hacia los arrabales de

las ciudades o al campo. La nueva población cristiana se instala en la ciudad y recibe tierras en los alrededores.

Estos modelos de repoblación dan lugar a un modelo social en el que predominan las medianas y pequeñs

propiedades.

d) Finales del S. XII y S. XIII. Los repartimientos.

Los repartimientos son la nueva forma de repoblación oficial. El rey concede de lotes de tierra a los soldados

y nobles que participaron en la conquista según sus méritos y condición social. Los donadíos (grandes latifundios a

la alta nobleza, Órdenes Militares e Iglesia) y los heredamientos (propiedades más pequeñas). La escasez de

repobladores por la rapidez de las conquistas y por las presiones nobiliarias sobre los campesinos para evitar su

huída al sur, obligan al rey a conceder grandes propiedades a los nobles u Órdenes Militares. El sistema de reparto

varía según las zonas.

- A finales del S. XII y principios del S. XIII se conceden grandes propiedades a las Órdenes militares de

Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa2, en La Mancha, Cuenca, Teruel. Al ser zonas de escasa densidad

de población se crearon grandes latifundios dedicados a la ganadería que proporcionaron pastos de invierno a

los rebaños leoneses, castellanos y aragoneses.

- En la segunda mitad del S. XIII:

o En Andalucía, Murcia y Extremadura se conceden grandes propiedades a las Órdenes Militares y a los

nobles. En Andalucía Occidental, los mudéjares se rebelan y son expulsados, huyendo a Granada o al norte

de África; por ello, escaseaba la mano de obra y los nuevos latifundios se destinan a cultivos extensivos

(vid, olivo y trigo) y, sobretodo, a la ganadería.

o En la región valenciana se conceden pequeñas propiedades y se mantiene a los mudéjares como colonos.

1 Concejos: organismos de gobierno local antecedentes de los municipios actuales.

2 Órdenes Militares: monjes guerreros que participaron también en las Cruzadas.

12 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

o En Baleares, hubo repartimientos entre la nobleza, siendo la población musulmana diezmada o expulsada.

La organización social de los reinos cristianos

A pesar de las distintas formas de repoblación, la sociedad feudal se consolidó en la Península Ibérica como

en otras zonas de Europa. Es una sociedad jerarquizada y dividida en estamentos (grupos sociales con distintas

funciones y situación ante la ley). La nobleza y el clero son los grupos privilegiados que acaparan tierras y poder y

no pagan impuestos. El clero además cobraba el diezmo. El estado llano es el grupo no privilegiado: la mayoría

son campesinos.

A partir del S. XI, el crecimiento demográfico y económico experimentado por los reinos cristianos

(ampliación de las tierras de cultivo, mejores técnicas agrarias y cobro de parias) hizo resurgir el comercio y la

artesanía. Los comerciantes y artesanos se instalaron en las ciudades que se crearon en torno a fortalezas (burgos) o

cruces de caminos. Así, apareció una nueva clase social, la burguesía, que perteneció al grupo de los no

privilegiados (pagaban impuestos) pero que se liberó del dominio nobiliario y eclesiástico al conseguir la

autonomía del gobierno municipal. Las primeras ciudades surgieron en el Camino de Santiago –ruta de peregrinos

y comerciantes- y, desde finales del S. XI, se fueron incorporando las grandes urbes musulmanas (Toledo,

Zaragoza..).

En todos los reinos el proceso de feudalización llevó a la progresiva desaparición de los campesinos

libres que eran numerosos antes del S. XII debido a los sistemas de repoblación iniciales. Poco a poco, las clases

privilegiadas fueron acaparando las tierras (señorío territorial) y los campesinos se vieron obligados a

encomendarse y convertirse en colonos o aparceros. Además, los reyes empezaron a conceder a los señores poder

sobre los habitantes de un territorio (señorío jurisdiccional) con lo que cobraban tributos, ponían multas, juzgaban

etc. Además, muchos campesinos fueron adscritos a la tierra para evitar su huída a los municipios del Sur.

Además, en la sociedad de los reinos cristianos hay dos minorías étnico-religiosas: los judíos, que

dominaban la vida mercantil y financiera y tenían gran influencia sobre los reyes, y los mudéjares, importante

mano de obra agrícola de las zonas de regadío de la Corona de Aragón (valle del Ebro y Valencia) y de Murcia.

Se observan algunas diferencias entre los distintos reinos cristianos:

- En el reino de Castilla, la alta nobleza alcanzó gran fuerza al recibir inmensas propiedades sobretodo en

Andalucía y, para consolidar su posición, crearon el mayorazgo. Sus tierras las dedicaron principalmente

a la ganadería lanar porque, entre otras razones, escaseaba la mano de obra (expulsión de los mudéjares) y

aquella recibió el apoyo de los reyes (Alfonso X creó el Honrado Concejo de la Mesta, organización

poderosa que defiende los intereses ganaderos frente a los agricultores). La exportación de la lana y la poca

productividad agrícola frenaron el desarrollo de la artesanía y de las ciudades. Por ello, la burguesía era

escasa y débil (menestrales que trabajan para el mercado local).

En la Corona de Aragón, la economía era más equilibrada: se incorporaron fértiles tierras de regadío en

las que se mantuvo a la población mudéjar y se desarrolló el comercio y la artesanía. La alta nobleza tenía

menos fuerza, más en Aragón que en los otros reinos, y la burguesía era numerosa y fuerte en Cataluña,

diferenciándose dos grupos: patriciado y menestrales. El campesinado vio empeorar su situación: fue

adscrito a la tierra para evitar su huída a la ciudad o al sur.

4.4. Diversidad cultural: cristianos, musulmanes y judios

Durante la Edad Media, al mismo tiempo que se guerreaba, se produjo la convivencia y la fusión entre las

tres culturas que existían en todos los reinos peninsulares: cristiana, musulmana y judía. Los intercambios

culturales se realizaron en todos los campos: idioma, filosofía, religión, alimentación, arte, etc.

Hasta el siglo XI, la España islámica fue culturalmente muy superior a los reinos cristianos. En éstos, la

actividad cultural, como ya vimos, se limitó a algunos monasterios (Ripoll…) en los que se copiaban libros

Entre los S. XI y XIII los reinos cristianos experimentaron un renacer cultural impulsado por el contacto

con el resto de Europa y, sobretodo, con Al Andalus. La situación de los reinos cristianos entre el mundo islámico y

la Europa cristiana les hizo desempeñar el papel de transmisores de la cultura entre ambas civilizaciones. Los

judíos también contribuyeron a esta labor de transmisión. Las principales vías de difusión cultural fueron:

13 4. La Península Ibérica en la Edad Media: los reinos cristianos.

- El Camino de Santiago3, una ruta de peregrinación europea que recibió un gran impulso en el S. XII

gracias al apoyo de los reyes que construyeron puentes y hospitales y repararon los caminos. El Camino fue

la vía por la entraron las corrientes culturales europeas: los cantares de gesta, los estilos artísticos –

románico y gótico- y las reformas monásticas (Cluny y Cister). La influencia cultural también tuvo lugar en

sentido contrario, llegando a Europa las aportaciones del mundo hispano musulmán y cristiano.

- La Escuela de Traductores de Toledo fue el principal puente cultural entre el mundo islámico y la

cristiandad. Fue creada en el S. XII por un arzobispo francés, pero fue el rey Alfonso X “El Sabio” (rey

que destacó por su labor literaria y científica - 1252-1284) el que le dio un mayor impulso. En ella

colaboraban intelectuales cristianos, judíos y musulmanes hispanos y extranjeros que traducían del árabe al

latín y, luego directamente al castellano. Gracias a esta escuela se difundieron en Europa las obras

científicas, filosóficas y literarias de griegos, romanos y orientales.

El despertar cultural fue unido al desarrollo de las lenguas romances (castellano, catalán, gallego y portugués) que

empiezan a ser utilizadas en textos escritos y obras literarias (Cantar del Mío Cid, 1208). También surgieron las

primeras Universidades (Salamanca, 1218) a partir de las escuelas catedralicias cuando los maestros y discípulos

se liberaron de la tutela de los obispos. Las ciudades fueron sustituyendo a los monasterios como centros

culturales.

4.5. Manifestaciones artísticas

En el siglo XI penetró a través del Camino de Santiago el arte románico, estilo internacional de la cristiandad de la

época. Sus rasgos más singulares eran el predominio del macizo sobre el vano y el carácter simbólico de la

mayoría de sus elementos. Los edificios más significativos de este estilo son el monasterio catalán de Santa Mª de

Ripoll, la catedral de Jaca en Aragón; la iglesia de San Martín de Frómista en Palencia, y la catedral de Santiago de

Compostela. Como muestras de la escultura románica podemos recordar el Pórtico de la Gloria en la catedral de

Santiago de Compostela o la impresionante fachada del monasterio de Ripio. En el terreno pictórico cabe señalar,

como obras más representativas, las de San Isidoro de León o las de San Climent de Tahüll en Lérida.

A partir del siglo XIII triunfó en la cristiandad un nuevo estilo, el gótico. En contraste con el románico, el gótico

daba primacía al vano sobre el macizo, a la vez que buscaba rasgos como la verticalidad y la luminosidad.

También le caracterizaba su tendencia al naturalismo en la escultura y pintura. De este estilo son las

espectaculares catedrales de Burgos, León y Toledo, las tres situadas en la Corona de Castilla. En la de Aragón

podemos mencionar las catedrales de Barcelona y Palma de Mallorca. En el terreno de la escultura, la obra

maestra es, sin duda alguna, el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, muestra excepcional de la transición

del arte románico al gótico. La pintura, por su parte, alcanzó un gran desarrollo en el siglo XV, con nombres tan

relevantes, en la Corona de Castilla, como Fernando Gallego y Bartolomé Bermejo y Jaime Huguet en la Corona

de Aragón.

En estos siglos, alcanzó gran desarrollo el arte múdejar. Este estilo adoptó las formas arquitectónicas del

románico y el gótico pero emplea el ladrillo como material de construcción y emplea elementos decorativos muy

influidos por el arte islámico. Destaca el uso del azulejo y los artesanados –en madera policromada- de los techos.

Ejemplos de este estilo son el alcázar de Sevilla y las torres de Teruel.

3 En el reinado de Alfonso II de Asturias (813), coincidiendo con una importante emigración de mozárabes que huían de Al

Andalus, se descubre un sepulcro que se atribuye al apóstol Santiago y se difunde la leyenda por el noroeste peninsular que

dice que Santiago cristianizó estas tierras y fue enterrado en Galicia. El término Compostela viene de Campus Stellae, ya que

la leyenda dice que un ermitaño vio una estrella posada en el bosque Libredón, avisó al obispo de Iria Flavia y éste encontró

una capilla con el sepulcro. El rey y su corte serán los primeros peregrinos: viajó a Santiago, mandó construir una pequeña

iglesia y fomentó la leyenda. A partir de aquí se convierte en un centro de peregrinación.