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JOHN LYNCH LAS REVOLUCIONES HISPANOAMERICANAS 1808-1826 Captulo 10 EL BALANCE La independencia fue una gran fuerza libertadora, pero la liberacin poda ser usada tanto para bien como para mal. Al final, con profundo pesimismo, Bolvar tena sus dudas: Me ruborizo al decirlo: la independencia es el nico bien que hemos adquirido a costa de lo dems. Las naciones no se podan edificar en el curso de una sola generacin. Era un logro suficiente ganarle la libertad a Espaa, destruir aunque no crear. Pero haba nuevos factores que favorecan un ms positivo concepto de nacin. La guerra revolucionaria era en s una noble causa, en la cual los ejrcitos insurgentes combatieron en gloriosas batallas, y el pueblo tuvo que hacer grandes sacrificios aunque de mala gana. Los hispanoamericanos tenan ahora su propio heroico pasado, su propio honor militar, sus propios mitos revolucionarios. Se vieron obligados, adems, a entrar en relaciones con otros estados, en Europa y en Amrica, un proceso que los hara ms conscientes de su propia identidad y ms expuestos a las rivalidades nacionales. Algunos de los nuevos estados Uruguay y Bolivia - encontraron su verdadera identidad precisamente en conflicto con sus vecinos americanos. Los smbolos y el lenguaje del nacionalismo adquieren una nueva urgencia. En el Ro de la Plata, la derrota de los invasores britnicos en 1807 fue celebrada como una victoria argentina en el poema de Vicente Lpez y Planes: El triunfo argentino. El propio Belgrano dise la bandera azul y blanca de Argentina. Lpez y Planes escribi la Marcha patritica con msica de Blas Parera, que en 1813 fue adoptada como himno nacional .l fue slo uno del grupo de poetas y escritores -todos ellos tristemente escasos de talento- cuyos temas eran casi exclusivamente patriticos. Cantaban a los hroes de la independencia las victorias sobre los tiranos espaoles, la grandeza de Argentina. Cuando se complet la independencia estas efusiones fueron coleccionadas y publicadas por las autoridades en un volumen titulado La lira argentina (1824), un gesto de esperanza en un momento en que la nacin estaba amenazada en el mejor de los casos por el federalismo extremo, en el peor por la completa anarqua.

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Hasta qu punto los americanos consiguieron la independencia econmica? El nacionalismo econmico, la hostilidad a la perpetracin extranjera, el resentimiento ante los controles externos, estos ingredientes tardos del nacionalismo latinoamericano estaban casi completamente ausentes de las actitudes de entonces. Mientras las nuevas naciones rechazaban el monopolio espaol, daban la bienvenida a los extranjeros que eran partidarios de la libre competencia y que aportaban el tan necesitado capital, los productos manufacturados y las especializaciones empresariales. Amrica Latina era positivamente deferente hacia Gran Bretaa. Estas opiniones estaban llenas de inters particular y traicionaban la ansiedad de los jvenes y dbiles estados por encontrar un protector un protector liberal contra la Santa Alianza. En general, los dirigentes latinoamericanos sobreestimaban hasta qu punto sus pases necesitaban proteccin: en realidad, las potencias de Europa no tenan ni los medios ni la voluntad de intervenir militarmente en las Amricas. La Doctrina Monroe, proclamada por primera vez en 1823, tuvo slo escasa relevancia en aquel tiempo. Significaba poco para los latinoamericanos y desde luego no iba dirigida principalmente a ellos: fue una declaracin unilateral de los Estados Unidos, advirtiendo a los europeos contra las incursiones en las Amricas, fuera para colonizar de nuevo o para recolonizar a los nuevos estados. Los Estados Unidos posteriormente no hicieran nada para llevar a la prctica la doctrina, a menos que tus propios intereses estuvieran en juego. Los latinoamericanos continuaban viendo al podero naval britnico y tu potencia comercial como la mejor prenda de tu seguridad. Las guerras de independencia fueron destructivas para vidas y propiedades; el terror y la inseguridad provocaron, adems, la huida de mano de obra y capitales, lo que hizo ms difcil organizar la recuperacin y aun ms diversificar la economa. Era ms fcil permitir que las manufacturas afluyeran al mercado y prcticamente destruyeran la produccin nacional. Y detrs de las manufacturas britnicas llegaron banqueros, comerciantes y armadores britnicos que venan a llenar el vaco empresarial dejado por Espaa. La poltica la hacan los nuevos lderes y los grupos econmicos nacionales. Estos intentaban edificar sus particulares intereses dentro de una nueva metrpoli y reducir a las otras regiones o provincias a una especie de dependencia colonial. Las economa nacionales, por tanto, estaban divididas originariamente por rivalidades internas, por conflictos entre el centro y las regiones, entre el libre comercio y la proteccin, entre agricultores que buscaban mercados de exportacin y los que favorecan a la industria o la minera, entre los partidarios de las importaciones baratas y los defensores de los productos nacionales. En general los promotores de

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las exportaciones primarias y de las importaciones baratas ganaron la competicin, y los britnicos permanecieron a la expectativa para aprovecharse. La polarizacin de la sociedad latinoamericana en dos sectores, una privilegiada minora que monopolizaba las tierras y los cargos pblicos, y una masa de campesinos y obreros, sobrevivi a la independencia y continu con gran mpetu. Sin duda el subdesarrollo inmoviliz estas sociedades y prolong su estancamiento. Posiblemente el crecimiento econmico hubiera elevado los niveles de vida del pueblo y creado a una clase media nativa. Pero la rigidez social y los falsos valores sociales fueron a la vez la causa y el resultado del retraso econmico. Muchos terratenientes consideraban a sus propiedades como una inversin ms social que econmica, y su principal actividad econmica era el consumo ostentoso. En cuanto a los campesinos, eran vctimas de una grotesca desigualdad y constituan un inevitable obstculo para el desarrollo. Sin una reforma agraria no haba posibilidades de elevar los niveles de vida de la gran masa del pueblo, y sin sta no haba posibilidades de desarrollo industrial. Unos campesinos que vivan al nivel de subsistencia no podan ser consumidores de manufacturas y los trabajadores urbanos gastaban demasiado en alimentos como para que les quedara algo para los artculos de consumo. En estas circunstancias no haba un mercado de masas para la industria nacional: Latinoamrica compraba productos importados o se quedaba sin artculos de consumo. Mientras tanto, las nuevas naciones se hundan en las clsicas economas de exportacin, produciendo materias primas para el mercado mundial, explotando los recursos primitivos de la zona: tierra y mano de obra. La institucin econmica bsica, pues, era la hacienda, una organizacin relativamente ineficaz, que produca para el consumo nacional o para exportar al mercado mundial, absorbiendo demasiadas tierra y demasiado poco capital, y que se basaba en la mano de obra barata, temporera o servil. Pero la hacienda cumpla algo ms que una funcin econmica. Era una organizacin social y poltica un medio de control, base de la oligarqua dominante. La independencia fortaleci la hacienda. Mientras el estado colonial y sus instituciones se hundan, las haciendas se hacan ms poderosas: en rnedio de la inseguridad de la revolucin y de la guerra civil permanecieron firmes, como un bastin de sus propietarios, un refugio para muchos habitantes. Creci tambin a expensas de la Iglesia, continuando el proceso iniciado en 1767 cuando las vastas y altamente comerciales fincas de los jesuitas fueron rematadas a precios ridculamente bajos a los hacendados vecinos y a los nuevos terratenientes.. Los terratenientes formaban la nueva clase dominante, prevaleciendo sobre los antiguos sectores coloniales de las minas, el comercio y laLynch EL BALANCE Capitulo 10 Pgina 3

burocracia. Las ambiciones polticas de la nueva elite fueron aplacadas por los cargos pblicos y la representacin; y para satisfacer sus necesidades econmicas estaban ya dispuestos a tratar con los extranjeros, y obtener de las naciones ms desarrolladas del hemisferio septentrional el crdito, los mercados y las importaciones de lujo que la propia Amrica Latina no poda proporcionar. El nuevo nacionalismo estaba casi por entero desprovisto de contenido social. Las masas populares tenan escasa devocin por las naciones en las que vivan; durante las guerras estaban sujetas al alistamiento forzoso y posteriormente a un estrecho control. La ausencia de cohesin social haca que idealistas como Bolvar desesperaran de crear naciones viables. Los esclavos negros, y los peones vinculados que los sucedieron, recibieron muy pocos de los beneficios de la independencia. Tambin la poblacin india permaenci indiferente a la nacionalidad. La estructura colonial de castas, de la cual formaban parte, no sobrevivi a las guerras de independencia, puesto que la sociedad de castas generaba tensiones entre sus componentes que amenazaban con destruir el orden tradicional en un holocausto de violencia sociorracial. Los criollos estaban obsesionados por el espectro de las guerras de castas. La obsesin de los criollos por la ley y el orden y su ansiedad por mantener intacta la estructura social los persuadi a luchar por el poder desde muy pronto. En cualquier caso, la revolucin popular dio una nueva dimensin a la revolucin, que motiv en los criollos momentos cercanos al pnico. Durante las guerras de independencia las revueltas populares, aunque no tuvieron xito, amenazaron lo bastante a los criollos corno para compelerles a controlar ms estrechamente la revolucin; tuvieron que mantener a raya el resentimiento de los indios y la ambicin de los pardos y de los mestizos. Y despus de las guerras intentaron aliviar la tensin que haba en la estructura social mediante la abolicin del sistema de castas al menos en la ley y crear una sociedad de clases, mitigando la vez la situacin y manteniendo su predominio social y econmico. Los indios, sin embargos permanecieran como un pueblo aparte, ignorados por los conservadores y hostilizados por los liberales. Estos ltimos consideraban a los indios como un impedimento para el desarrollo nacional, y crean que su autonoma e identidad corporativa deba ser destruida para obligarlos a entrar en la nacin a travs de la dependencia poltica y la participacin econmica. La promesa final era la ms siniestra. La legislacin en Per, Nueva Granada y Mxico intent destruir las entidades comunales y corporativas para movilizar las tierras y fondos de los indios y forzarlos a abandonar el estatuto especial que tenan en una sociedad de laissez-faire. Eso supona la divisin de las tierras comunales indias entre los propietarios individuales, tericamente entre los propios indios, en la prctica entre sus poderosos vecinosLynch EL BALANCE Capitulo 10 Pgina 4

blancos. La poltica liberal no integr a los indios en la nacin; los aisl todava ms en su desesperada pobreza, que tena como nica salida la rebelin ciega e intil. El sistema poltico de los nuevos estados representaba la determinacin criolla de controlar a indios y negros, la fuerza rural de trabajo, y contener a las castas, la ms ambiciosa de las clases bajas. Esto tambin se reflej inevitablemente en las divisiones econmicas y en los intereses regionales. Es verdad que los liberales tenan una poltica: defendan el gobierno constitucional, las libertades humanas bsicas, el laissez-faire econmico, la oposicin a los privilegios eclesisticos y militares. Hasta cierto punto, liberalismo y conservadurismo representaban intereses diferentes, los grupos urbanos contra los rurales, los valores empresariales contra los aristocrticos, la provincia contra la capital. En teora los liberales eran favorables al federalismo, suponindolo una forma de gobierno descentralizada y democrtica, mientras que los conservadores pedan un ejecutivo fuerte y un control central. Pero, cuando se les present la oportunidad, los liberales impusieron el liberalismo mediante instituciones centralizadas en un rgimen unitario, como propugnaron Rivadavia y Sarmiento en la Argentina. Y para mantener su control sobre las provincias particulares, o por si acaso se vean fuera del poder, caba la posibilidad de que los conservadores se convinieron en federalistas. El federalismo, pues, no era necesariamente una fuerza progresiva. Tambin sola ser una forma de gobierno costosa. La proliferacin de gobiernos y de legislaturas estatales era un medio por el cual las clases dominantes controlaban los cargos pblicos y los favores polticos en sus regiones y creaban empleos y sinecuras para s mismas. Uno de los principales gastos era el presupuesto militar. El tamao y el costo de los ejrcitos sobrepasaban de toda proporcin con sus funciones. De este modo, en los nuevos estados haba lo que en la prctica podan considerarte corno ejrcitos de ocupacin , cuya funcin principal era el bienestar de sus miembros. Licenciarlos era difcil porque era caro. Los ejrcitos republicanos eran instituciones relativamente democrticas; aunque la aristocracia criolla monopolizaba los altos mandos, hombres de origen humilde e incluso pardos podan hacer carrera en los cuadros medios del ejrcito, Pero los salarios eran escasos y casi siempre se pagaban con retraso, los resultados inevitables eran las deserciones, los amotinamientos, el pillaje y la delincuencia general. Lejos de proporcionar la ley y el orden, el ejrcito era a menudo la causa primera de la violencia y la anarqua. Los liberales eran positivamente hostiles a los ejrcitos fijos, prefiriendo las milicias estatales, e intentaron varios ardides para alejar la amenaza de los militares, prohibiendo la unin de los mandos civil y militar, subordinando alLynch EL BALANCE Capitulo 10

ejrcito al gobierno civil, y sobre todoPgina 5

aboliendo el fuero militar. Al contrario de otros grupos de poder, los hacendados y la Iglesia, los militares no tenan una fuente independiente de ingresos. Por lo tanto, se sentan tentados a dominar el estado y controlar la distribucin de los recursos . Latinoamrica se convirti en el prstino hogar de los golpes y de los caudillos. El caudillo era un jefe militar. Naci del perenne y universal instinto humano en tiempo de guerras de conceder poderes absolutos a un hombre fuerte, un solo ejecutivo que pueda reclutar tropas y requisar los recursos. Pero el movimiento de independencia fue una guerra, en algunas regiones una larga guerra, y las guerras crean a los guerreros. Los soldados no solo combaten en las batallas sino que dominan la poltica. La revolucin americana, pues, engendr el militarismo y produjo la personificacin del militarismo, el caudillo. Porque la revolucin introdujo una caracterstica desconocida para la annima burocracia del rgimen colonial; el personalismo, la lealtad a un individuo. Los ejrcitos revolucionarios no eran ejrcitos profesionales ni tampoco los caudillos eran necesariamente soldados profesionales: los ejrcitos surgieron como un informal sistema de obediencia de varios intereses, que los caudillos representaban y podan. Aunque originariamente el caudillo era un jefe militar, tambin responda a los grupos civiles de presin de varias clases. En algunos casos representaba a una lite vinculada por el parentesco; ste fue el papel de Martn Gemes que era creacin de un grupo de poderosos estancieros en Salta, formado y controlado por ellos ,Y

por lo comn los

caudillos simplemente representaban intereses regionales. De modo caracterstico, en Argentina, el caudillo defenda los intereses econmicos regionales contra la poltica del centro. A su vez, como el centro habitualmente usaba la fuerza, las regiones podan encomendar su defensa a un fuerte guerrero local. Algunos caudillos Quiroga, El Tigre de los llanos, era uno de ellos- adquirieron su posicin poltica como delegados del centro ms que como representantes de su propio pueblo. Pero haba una fcil transicin desde la autoridad delegada al liderazgo local . Y muchos fueron locales hasta que se convirtieron en nacionales, federales hasta que se convirtieron en unitarios. A escala nacional, un golpe afortunado poda dar recompensas espectaculares. Llegados a este punto, surge otra imagen del caudillo: el caudillo como benefactor, como distribuidor de clientela. La independencia proporcion a los criollos lo que haban largamente ambicionado: el acceso a los cargos pblicos . El caudillismo, personalista como era, se ajust enseguida a ese papel. Los caudillos podan atraer a una necesariaLynch EL BALANCE Capitulo 10 Pgina 6

clientela prometiendo a sus seguidores cargos pblicos y otras recompensas cuando llegaran al poder. Y los clientes se vinculaban al posible patrn en la esperanza de ser preferidos una vez que ste hubiera llegado a la cumbre. Las necesidades mutuas de patrn y clientela fueron uno de los sostenes del caudillismo en los nuevos estados. Pero la recompensa ms preciada era la tierra, y un caudillo no era nada si no poda conseguir y distribuir tierra. A pesar del espreo populismo asumido por algunos caudillos, stos no eran reformadores. Rosas era un demagogo que se identificaba con los gauchos primitivos para dominarlos y explotarlos. Esto lo hizo despiadadamente, viendo en ellos tan solo a peones o conscriptos. La principal recompensa de la revolucin, la tierra, fue reservada para sus partidarios de lite. Sarmiento lo entenda as cuando preguntaba: Quin era Rosas? Un propietario de tierras Qu acumul? Tierras Qu dio a sus sostenedores? Tierras Qu quit o confisc a sus adversarios? Tierra El caudillismo perpetu el latifundismo. La desorganizacin de la economa, debida a las guerras revolucionarias los ejrcitos de los caudillos. grandes propietarios, disputaban el poder. El caudillismo reflejaba la debilidad de las instituciones republicanas, que ni tranquilizaban ni convencan, y que no podan de modo inmediato cubrir la brecha dejada por el colapso del gobierno colonial. Pero el ascenso y cada de los caudillos, el frecuente cambio de presidentes, los repetidos golpes, la suspensin de las constituciones, el constante clamor poltico, enmascaraban la estabilidad bsica y el aguante de las sociedades en la postindependencia, que hacan de Amrica Latina uno de los lugares menos revolucionarios del mundo. Porque stos eran cambios superficiales, luchas por el poder que se celebraban dentro de la propia clase dominante, conflictos de facciones que no tenan nada de revolucionarios, y que no afectaban a las masas populares. La independencia fue una fuerzaLynch EL BALANCE Capitulo 10 Pgina 7

y al

subsiguiente subdesarrollo, dej un gran excedente de desempleados que se alistaban en Los caudillos se dieron en regiones dominadas por las y en sus dependientes, se haciendas, donde las provincias enteras eran propiedad de unas pocas familias, donde los cuya fuerza resida en sus fincas

poderosa pero finita, que se abati sobre Hispanoamrica pero dejando intactas las profundamente arraigadas bases de la sociedad colonial. Los campesinos mexicanos decan que era el mismo fraile en diversa mula, una revolucin poltica en la cual una clase dominante desplazaba a otra. La independencia poltica era slo el principio. Amrica Latina segua esperando todava espera- revoluciones en su estructura social y en la organizacin econmica, sin las cuales su independencia seguir siendo incompleta y sus necesidades permanecern insatisfechas.

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