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    9 ,PUEDE EL DERECBO SER EMANCIPATORIO?

    L~ccl6n

    A 10 largo de este libro he estado defendiendo que vivimos en una epoca abrumada por la cuestion de su propla relatividad. £1 dtmD, la escala, la naturaleza y el alcance de la transformaci6n social son tales que los momentos de destrucci6n y los momentos de cread6n se suceden linos a otros a un ritmo frenetico sin dejar ni tiempo ni espacio para momentos de estabilizaci6n y consoJidaci6n. Esta es precisamente la raz6n por la que caracterizo el periodo actual como un periodo de transid6n.

    En los periodos transitorios es caracteristico que la naturaleza de la tran

    sidon se distinga por eI hecho de que las cuestiones complejas que plantea no logren encontrar un entorno social 0 cultural propido para obtener su respuesta,

    Por un Jado, quienes encabezan secuendas de destrucd6n y de creacion social -generalmente, grupos sociales pequenos. dominantes- se encuentran tan absorbidos en La mecaniddad de la secuencia, que preguntarse 10 que hacen es. en

    el mejor de los casos, irrelevante y en el poor, amenazante y peligroso. Por otro Lado. la gran mayoria de 1a pobladon que vive Las consecuencias de una intensa destrucci6n y creacion social, esta tan ocupada 0 presionada para adaptarse, resistir, 0 simplemente sobrevivlr, que no logra indagar y Mucha menos responder a cuestiones complejas sabre 10 que estin haciendo y por que. Ai contrano de 10 que algunos .utores han propuesto (Beck, Giddens y Lash, 19(4), este no es un periodo conducente a la autorrefie)don. 13sta probablemente este restrmgida a aquellos 10 suficientemente privilegiados como para atribuirIa a otros.

    Se trata de un periodo muy complejo de analizar. En los capitulos anterio.. res he insistido en dicha complejidad en re1acion al derecho, Parad6jicamente, no

    obstante, cl significado de-tal complejidad como una orientaci6n para la acci6n no se aborda de forma mas efectiva con preguntas complejas, sino mas bien con

    preguntas simples. Una pregunta simple~ elemental, es aquella que alcanza, con

    1a transparencla tecnica de un tirachinas; el magma mas profundo de nuestra per

    plejidad individual y colectiva - que no es m~s que Ja eomplejidad no explorada. En un periodo no may diferente del nuestro~ Rousseau, en su Discurso sabre las ciern:ias y las artes !'7So{'973)1, pregunt6 y respondi6 a una pregunta muy simple que desde su perspectiva captur6 la compleJidad de I. transici6n que se estaba desarroUando. La pregunta era: lEl progreso de las dencias y de las artes con~

    tribuye a la pureza 0 a la corrupci6n de las costumbres? 0 con una formulaci6n todavia mas simple: LExiste alguna relacion entre la ciencia y la virtud? Tras un

    complejo amilisis, RQusseau responde de una forma iguaJmente simple: con un

  • iendo que vivimos en una

    .d. El rirmo, Ia escala, la naturatt. les que los momentos de destrUd

    )$ a otros a un ritmo frenetico"i

    abilizacion y consolidad6n. I perioda actual como un periodil

    .ieo que ]a naturaleza de la

    tioncs complejas que plantea

    >pida para obtener su respuesblll :Iestrucci6n y de creaci6n lantes-~ se encuentran tan

    )reguntarse 10 que haeen es, menazante y peligroso. Por as consecuencias de una

    ') presionada para adaptarse.

    lagar y mucho menos respon~ ndo y por que, AI eontrario ddens y Lash, 1994), este no )robablemente este restringida lra atribuirla a atros.

    lalizar. En los eapitulos antetmL

    al derecho. Paradojicamente ..

    una orientacion para la IS complejas, sino mas bien tal, es aqueUa que alcanza,

    la mas profundo de nuestra

    1e la complejidad no explorada, lsseau, en su DisCUTSO sobre ldio a una pregunta muy simple , de la transid6n que se estaba las ciencias y de las artes

    mbres? 0 con una formulaci6n

    la ciencia y la virtud? Tras un rna igualmente simple: con un iis del derecho, la globalizacihD

    tando responder una pregunta

    1.I'IIodee1_...~1

    igualmente simple: i,Puede el derecho &er emancipatorio? 0 i,existe alguna re

    bcron enrre el derecho y la busqueda de una weiedad buena? A diferencia de

    Rousseau, sin embargo, no creo qu.e pueda ser capaz de responder con un simple no 0 con un simple s1.

    En la primera secd6n de este capitulo, proporcionare los antecedentes histaricos y politicos de )a pregunta que intento responder. En la segunda seccion, analizare la situacion en la que nos encontramos hoy en dia. Por ultimo/ en las

    secciones tercera y cuarta, elaborare las drcunstancias bajo las cuales se puede dar un si altamente calificado a la pregunta que se plantea. Concretare algunas de las

    areas en las que una reladon entre el derecbo y la emancipacion social parece ser mas urgentemente necesaria y posible,

    n. CODtea1qaHzando Ia cuesU6B Como defiendo en el capitulo 2, en el momento en que el Estado liberal

    asumi6 el monopolio de la crcaciDn y apHcad6n del derecho -y el derecho f'ue de ese modo reducido al derecho estatal~ la tensi6n entre 1a regulacion y emancipacion social se convirtio en un objeto mas de la regulad6n jurfdica, En relaci6n a ia distindon entre Ja emandpad6n social legal e ilegal ~ue despues se convirtio en una categoria poHtica y juridici crudal~ sOlo fueron permitidas las practicas y objetivos emancipatorios sancionados por el Estado y, por 10 tanto. coherentes con los intereses de los grupos soclales que 10 'poyan. Esta dJaJeclica reglamentada se transf'orm6 gradualmente en una regulaci6n no diaJ&:tica a traves de la cualla emanclpad6n social dej6 de ser el otro de la reguladon social para convertirse en el doble de 1a regulaci6n social. En otras palabrasF en lugar de ser una alternativa radical a la regulacion social existente, la emancipacion social pasO a ser el nombre de la regulaci6n social en e1 proceso de revisarse 0 transformarse a si misma.

    Con el triunfo delliberalismo en 1848, la preocupaci6n central del Est.do

    liberal paso de ser la lucha contra del Antiguo Regimen a la lucha mas bien contra las reivindicaciones emancipadoras de las «clases peligrosas», que aunque hubie

    ran sido derrotadas en la revoluci6n de 1848. continuaron presionando al nuevo regimen politico con demandas crecientes de democrada (Wallerstein, 1999: 90).

    Desde esc momenta en adelante, las Juchas por la emancipaci6n social se manifestaron en ellenguaje del contrato social. como luchas contra la exc1usion del contrato social y para la inclusion en eJ mismo, Las estrategias difirieron entre aqueUos que buscaban luchar dentro de los limites juridicos del Estado liberal

    -los demoliberales, y mas tarde, los demosocialistas~ y aquellos para quienes semejantes limites se habian establecido para frustrar cualquier lucha emancipadora que vaJiera esc nombre y por 10 tanto tenian que ser abolidos ~·diversos tipos de socialistas Tadicales~.

    Esta dua1idad caracterizO a las politicas de izquierda durante los liltimos

    dento dncuenta anos: por un 1ado, Ulla poHtica emancipadora l1evada a cabo

    por medias parlamentarios legales a traves de] reformismo gradual; por ottO, una

    politica einancipadora nevada a cabo por medios extraparlamentarios ilegales con

    el objetivo de rupturas revolucionarias. La primera estrategia, que llego a dominae

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    m_v____

    en Europa occidental y eI Atlantico Norte, adopto la modalidad del Estado de derecho y se transformo a S1 misma en un amplio programa de concesiones liberales que se dirigieron a expandir tanto el ambito como la calidad de la inclusi6n en el contrato social sin amen.azar 1a cstructura basiCll del sistema ccon6mko y poHtico vigente ~o es, del capitalismo y de Ia democrada liberal-·. La expansion de la ciudadania politica -"€l sufragio universal. los derechos civiles y politicos·~ y de la ciudadania social-~l Bstado del bienestar, los derechos sodales y economicosfue el resultado politico de esta estrategia. La segunda estrategia, inspirada en la Revolucion rusa, que llego a dominar en 1a periferia del sistema mundo. adopt6 el caracter de ronfrontacion ilegal, violenta 0 no violenta, con cl Estado liberal, los

    Estados coloniales y poscoloniales y 13 cconomia capitalista, llevando a la creaci6tt de Estados sodalistas de diferentes opos. Como he mencionado anteriormente, la Revoludon rusa fue la primera revoluclOn moderna que en lugar de ser dirigi~

    en nombre del derecho fue dirigida contra el derecho. Estas dos estrategias fueron internamente muy diversas. Ya he mencionado

    que fa estrategia revolucionaria, aunque estuviera predominantemente ceflida a la misma teoria politica -el marxismo- abarcaba diferentes politicas que defend.i:an diferentes significados y objetivos y la competencia entre elIas era con frecuencia feroz. 5i no incluso abiertamente violenta. Asimismo. el campo legal, refortJri&..

    ta, se dividio entre oquellos que dieron prioridod a Ia Jibertad sobre Ia igualdad y estaban a favor de las concesiones minimas mas viables (demoliberalismo) y oquellos que rechazaron establecer un. jerorquia entre Ia libertad y I. igualdad y estaban a favor de las concesiones miximas mas viables (demosocialismo). Ambu tendenclas de politica legal lucharon contra el conservadurismo que se oponia inflexiblemente a cualquier concesion a los excluidos del contrato social. Aunq. encuodradas todas elias en el Estado libera!, estas diferentes estr.tegi.s politicas condujeron a diferentes politicas del derecho que. a SU \feZ, estuvieron en el origen de las transformaciones del Estado Uberal en diferentes dtrecciones ~fuertej Estados de bienestar en Europa, debiles Estados de bienestar en Norteamerica;

    especialmente en los Estados Unidos, etcetera-. Como he estado defendiendo, en los Ultimos veinte afios este paradigma

    politico entro en una crisis que impact6 tanto la estrategia reformism como " revolucionaria. En los paises del centro, la crisis del reformismo adopto la fOClDil& de I. crisis del Estado de bienestar, y en los paises de 10 periferia y semiperiferia I. de la crisis del Estado desarrollista • trave. del ajuste estructural y de las drU' ticas reducciones en los gastos del incipiente Estado social. Signifioo, en terminos politicos, I. reemergencia del ronservadurismo y una oleada ideol6gic, contra II

    agenda de inclusion gradualmente expansiva en el contrato social que, de diferet'lo' tes modos, era cormin a! demoliberalismo y al demosocialismo. Asi, Ia vi. legal ba-' cia la emancipacion """ial parecia (y parece) estar bloqueada, Hay que recanocompatibilidad entre el capital la democracia basada en politi listas. El colapso de esta estrate

    atenuada, entre la regulacion : habit6 eJ modelo politico en SI social acarre6 consigo la desin' crisis de 1a regulacton y eman( una crisis en la que el conSCl\ neoliberalismo. El neoliberalisl mas bien una version nueva del

    hecho de que el colapso de las ( la compatibilidad entre el capit patibilidad de las dos, aparente

    Ia h. extendido mas .U' de los f que en el pasado estuvo en su n

    Aproximadamente al mi! dpaci6n social entro en una (

    Estados~nad6n que emergieron capitalismo. Naturalmente, al ig ta, la «caUdadn de la emancipa( naria se habia puesto en duda I entre elIos, tanto los Estados Ii una tension muy regulada, prot regulacion social a traves de )a Cl

    econ6micas 0 sodales-- se cristal Esta manera de pensar a(

    minos de una tension entre la n En una situad6n como la nUestr, regulacioll' como de la emancipat

    don no deberia simplemente ab positivos ningun aspecto de nue

    nuestras expericndas vitales, al~ en terminos incondicionalmente pliamente extendidas para gener mo juridico y la revoluci6n estan no por motivos de reforma soci no esta alli- es legitimo pregunto para que 1a transformaci6n sod~ como una manera de describir },

    individuales y colectivas. COmo he estado defendien

    de transidon que se puede des un periodo en el que nos enfren existen soluciones modernas. u

  • ) la modalidad del Estado de

    ograIDa de eoncesiones liberaltll :> la calidad de la inc1usi6n en

    lei sistema economico y polltk::a lcia Hberal-. La expansion de

    rechos civiles y politicos·· y jerechos sociales y economiCOlJ'A ;unda estrategia. inspirada en ria del sistema mundo, adoptO. oIent., con el Est.do liberal,

    "pitalista, IIevando a la crcacillll Ie mencionado anteriormente,

    rna que en lugar de ser dlrigi4f ",ho.

    nuy divcrsas. Ya he ~enciQn.a4I; I predominantemente ccruda all erentes politicas que defend';ia entre ellas era con frecuendl/t

    ismo, el campo legal, reforml!ll

    I • la libertad sobre la iguald.lllll

    ,as viables (demoliberalismot'l entre la libertad y la igualdad:f iables (demosocialismo). AmI.'Onservadurismo que se

    dos del con tram social. Aunqall

    j diferentes estrategias politi~ , a su vez, estuvieron en el diferentes direcciones -fuertti de bienestar en NorteamericaL

    lOS veinte anos este paradigIIIJ_l estrategia reformista como'

    jel reformjsmo adopto la

    s de la perlferia y semiperlferit ljuste estructural y de las io social. Signifieo, en tt!nninOf una oleada ideo!6gica contra

    conlrato social que, de difereq,.

    )socialismo. As!, la via legal bao bloqueada. Hay que reconocer por el Estado capitalist. y, ~ inherenternente polarizadorat :e Hmitada. No obstante, en 101 1ic6 durante muchas decadas II

    .-oJ -.."'" 0IIIaI1

  • '

    ~

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    m Derecbo y emanClpaCl6n tIOdal

    ciedad contimian obsesionandonos. sino por otra raz6n. debido a la naturaleza del des(orden) que prevalece en nuestras sociedades cada vez mas desiguales y excluyentes. precisamente en un momento de la historia en e1 que el progreso tecnolOgico parece existir para que nuestras sociedades sean diferentes y mejores. Abandonar totalmente la tensi6n entre la reglliacion y la emancipacion social 0 la propia idea de 1a transfonnac:i6n social ~uer como mostre en el capitulo I, es la propuesta de los posmodernistas celebratorior parece par tanto una proposicloo politicamente arriesgada. no solo porque coincide can 1a agenda conservadora sino tambien porque en eI horizonte no existe ninguna nueva concepcion con el potencial de captar las aspiraciones politicas condensadas en los conceptos mer dernos. Reinventar 1a tension entre Ia regulacl6n y la emancipaci6n social parece pOl' eso una proposicion mejor 0 mas prudente que echarlas juntas al cubo de]a basura de la historia.

    Lo mismo se puede afirmar respecto a las estrategias poJiticas que en el pasado encarnaron la tension entre 1a regulacl6n y la ernancipaci6n social: el derecho y la revolucion. La reinvendon en este caso es especialmente compleja puesto que mientras la revoluci6n parece sin duda descartada, e1 derecho es mas ornnipresente que nnnea, hasta el punto que llena los espacios sociales y politicos abiertos por el colapso de la revoluci6n. Para los conservadores, aqui no hay nada que reinventar excepto modalidades mas sutiles (y no tan sutiles) de desmantelar los mecanismos a ttaves de los cuales tanto los liberates como los demosocialistas transformaron el derecho en un instrumento de cambia social. La tarea dentHica y politica que se avecina puede furmuJarse de esta manera: como reinventar el derecho mas aHa del modelo liberal y demosocialista sin caer en la agenda conser.:vadora y. en efecto, cOmo collseguirJo para combatir esta ultima de una manera mas efidente.

    m. El pmjulcio oeddeatal yIa pJauslblDdac! de Ia I;IIeIItiOD Antes de intentar responder esta pregunta es predso preguntarse si abord4

    adecuadamente los problemas que preocupan a la politica progresista y 1. pmc, tica juridica al comienzo del nuevo milenio. Porque si Lt respuesta es negativat la cuesti6n de ]a reinvenci6n del derecho deberia refonnularse antes de prose,. , guir. La narrativ3 mencionada es una narrativa occidental que comenw con u~

    pregunta quintesencialmente occidental: LPuede el derecho ser emancipatori~ Esta pregunta, en apariencia totalizante, reaHza una serie de suposiciones qUI: son espedJicas de I. cultura y la politica occidental ... Presupone que existe entidad sociaillamada derecho susceptible de definirse en sus propios termino. 'I' de funcionar de fonna autonoma. Tambren asume que existe un concepto general de emancipaci6n social. diferente y separado de la emancipation individual y dol proyectos emancipatorlos particulares de grupos sodales diferentes, en diferente:t· contextos historicos. Ademas. da por hecho que hay expectativas sociales muT por encima y mas alia de las expeIiencias sociales actuales y que el vacio experiencias y expectativas puede y debe Uenarse. ,f'

    Todas estas suposiciones son muy problematicas cuando se analizan rna.

    aHa de los limites de la moderni

    expansion europea y una geogra donde transcurrieron una multitu via es problematico para muchas, el derecho como un campo social autonomo y homogeneo. En caml nas afinidades formales con el cor amplia se1eccion de estructuras I no estatales. Semejantes estructUl conjuntos de practicas socwes q campos juridicos. poHticos, ecou simultineamente, Ademas, en est y politicas formulan el vacio ent problema que se ha de superar I colectiva de lucha 0 de movimi cipaci6n social». En la mayoria aproxima a esta idea se relaciom

    orden y 1a buena sociedad con implican un derecho religioso er que 1a revolucion.

    Si la pregunta que estoy p da, una cuestion distintivamente

    rrativa historica del destino de Ii! juega el derecho en ella. En el caJ mano en el siglo XlI marca 1a prin entre regulaci6n y emandpacior adaptada a servir a los intereses I es. evidentementef una narrativ.:i antes, prosperos comerciantes p e India con el Mediterraneo y n: Occidental y el norte de Africa. p 1a historia de las clases urbanas contra los senores feudales can Derecho romano. Ademas, desde

    ocupaba el limitado espacio geo: dental. Habia Estados antiguos d China y Jap6n. Habia colonias eu nialismo estaba aun por comenza que se servian de constitociones otras COSa5J consentian la esclavi indigenas. Durante los siglos XI de gobiernos democraticos mini1 e1 caso de algunos Estados de EUI La compatibilidad entre Ja deme

  • .tra

  • moliberallsmo como por el demosocialismo fue en reaUdad exclusiva de algunos paises -e incluso en Europa tuve que ceder al fasdsmo en Italia, al nazismo en Alemana, al franquismo en Espana, al salazarismo en Portugal, etc.-. Las forma$ inclusivas de la ciudadania politica y social (Estados de bienestar) han sido rna. la excepcion que 13 regIa. Del mismo modo, a la escala global, el derecho, como el derecho estatal, ha jugado un papel minima en fa gestion de Ia tension entre la regulacion y la emancipacion sociaL Con mucho la revolucion, como es'trategia politico de 10 oposici6n y como modolidad estatal no liberal, jug6 un papel rnuchn mas significativo durante el siglo XX.

    La peculiaridad hist6rica de mi pregunta e investigaci6n en apariencia total mente abarcadora deberia ya ser evidente. (.Por que debo entonces proseguir? i.Y cOmo? En primer lugar, por que proseguir. Maotengo que la historia de mi pregunta es probablcmente mas occidental que su futuro. En los ultimos. veinte anos, la globaliz_cion hegemonica neoliber_1 y la desaparici6n del bloque sociali., ta han interrumpido de diversas fannas tanto las historias juridico-politicas occidentales como las no ocddentales, creando de esta manera un vacio instltucional que esta lIenaodose globabnente par parte de una version especifica de Ia politiQ occidenta1- el conservadurismo. Tanto el reformismo juridico como]a revoluci6n social se han visto desacreditados, de la misma manera que otras modalidades politico-jurldicas existentes fuera de Europa Occidental y deJ Atlantico norte. Por otta parte. cualquier intento de articular alternadvas a] consenso hegem6nico ha sido suprimido nlpida y eficientemente. Tal oonsenso; como demosu'e en los capitulos 6 y 7. esta de hecho constituido por cuatro consensos sectoriales que estaD interrelacionados: el oonsenso econbmico neoliberaL el consenso del Estado debil, el consenSQ democratico-liberal y el consenso del Estado de dereeho y En suma, I. glob.liz.cion hegemOnica neotiberal ha avanzado un paradig!

    rna juridico y politico de _Iean« de 1a tradicion occidental. se est significa que la cnestion de la Tel aunque haya side historicamente cuesti6n global, en la medida eJ'l de pafses ocddentales y no occi< perW~ricos..

    Evidentemente, para que de la glob.liz.cion neoliberaL I judicial son hoy en dia temas ( cualquier discusion sabre la ema de la glob.lizacion neoliberal P" buena sociedad esLin ya aqul COl cuestion del papel del derecbo., una cuestion contrahegemonica que de un extrema a otto del ~isl monica neoliberaL En efecto, eS1 el mismo sistema de dominaci6n las fuerzas, organizaciones y mo gares mas disp.res del globo vis las muchas diferencias que les Sl que incorporen proyectos social

    Puesto que, como se ha n: precisamente en la distinci6n eJ de arriba, por un I.do, y globa abajo, por otro, en mi opinion la se puede afrontar adecuadamen globales oontrahegem6nicas. 1351 capitulO. Asi, 10 pregunta es pI; prometedora para repensar el p( dones de la globalizaci6n,

    Sin embargo, queda tada' tambien es crucial para roi arg1. contrahegem6nica de globaJiza( que no se frustre la posibilidad t imprescindi ble desoccidentaliUl gadon. Esto implica el radical d· 2 Ys? esto es, reinventar el dert normativas de grupos sociales que luchan por alternativas a la

    Como mostrare abajo, ta en las concepciones y practica: concepciones y practicas que, evolucionen en paises occiden'

  • 1 realidad exdusiva de algunos scisrno en ItaUa. al nazismo en ) en Portugat etc,-. Las formas dOli de bienestar) han sido mas "cala globaL el derecho, como 1 la gestion de la tensiOn entre }la rcvolud6n, como estrategia 10 liberal, jug6 un papel mucho

    investigaci6n en apariencia to-que debo entonces proseguit1

    [antengo que la historia de mi 1 futuro. En los ultimos veinte

    esaparicion deJ bloque sociaJis-:listorias juridico~poHticas oed.., l manera un vacio institucional version especifica de la politica rno juridico como 1a revolucioD nanera que otras modalidades idental y del Atlantico norte.. lativas al consenso hegemonico

    atro consensos sectoriales qUC' )liberal, eJ consenso del Estadq so del Estado de derecho y da

    leeir, para responder a la cues«! acibn sobre si el derecho pu~ te que ~omo se demuestra ell tJ en curso esta reemplazandQ

    I y la emancipadon social poe lyO unieo criterio es el Estadd ie un poder judicial honestoJ que prevalece en este modekl oliberal ni en 1a demosociali ... , .stablece .1 marco dentro d. iona y fiorece, mientras que d esta ampJiamente aceptado )t

    :lades juridicas y judiciales dQ 1 bastante sendllas: los costell de propiedad deben defininlll uaJes tienen que ejecutarse;) ..

    tpuedeal_...~

    In ma juridieo y politico de a1cance global. lnspirado en una visi6n muy selectiva de la tradici6n occidental. se esta iroponiendo por todo el sistema mundo. Esto significa que la cuesti6n de la relaci6n entre el derecho y la emancipacion social, aunque baya side historicamente occidental, puede que ahora se convierta en una cuesti6n global, en la medida en que encajana en la agenda cicntifica y poJitica de paises occidentales y no occidentales, y de paises centrales, semiperifericos y perifericos.

    Evidentemente. para que ello acurra. cs necesario ir mas aHa de los limites de Ja globalizacl6n neoliberaL Mientras que el Estado de derecho y 10 reforma judirial son hoy en dia tema. de debate a 10 largo de todD el sistema mundo, cualquier discusi6n sabre la emancipacton social esta siendo suprimida por parte de la globalizacion neoliberal puesto que, segiln sus terminos, el buen orden y Ja buena sociedad estan ya aqui con nosotros y solamente necesitan consolidarse. La cuesti6n del papel del derecho en ocasionar la emancipaci6n social es acrualrnente una cuesti6n contrahegemonica que se ha de llevar a cabo por las fuerzas sociales que de un extremo a otro del sistema mund" luchan contra Ja globalizaci6n hegemonica neoliberaL En efecto, esta, .1 ticmpo que ba propagada por todo eI gloOO el mismo sistema de dominadon y exclusion, ha creado las condiciones para que las fuerzas, organizaciones y movimientos contrahegem6nicos ubicados en los lu~ gares mas dispares del globo vlsualicen los intereses comunes muy por encima de las muchas diferencias que les separan y converjan en luchas contrahegemonicas que incorporen proyectos sociales separados pero relacionados,

    Puesto que. como Sf ha mostrado en eJ capitulo 6, mt investigaci6n se basa precisamente en la distincion entre globalizacion neoliberal 0 globalizaci6n desde arriba, por un Jado, y glob.lizaci6n contr.hegem6nica 0 globalizadon desde abajo, por otro, en mi opinion la cuestion del potencial emancipatorio del derecho se puede afrontar adecuodamente an.lizando I. dimension jurldica de las luchas globales contrahegemonicas. Esta es la t:a:rea que asumo en la Ultima parte de este capitulo. Asi, Ja preguntll es plausible y su respuesta puede ser una posibilidod prometedora para repensar eJ potencial emancipatorio del derecho bajo las condiciones de Ja globalizaci6n.

    Sin embargo, queda todavfa par ver cOmo se va a abordar la cuestion. Aqui tam bien es crucial para rni argumento distinguir entre las formas hegemonica y controhegemonica de globalizacion juridica. Para f.,rmular la pregunta de forma que no se frustre la posibilidad de una globalizacion juridica contrahegemonica es impresdndihle desoccidentalizar la concepcion del derecho que guiara 1a investigacion. Esto implica el radical despensar de~ derecho que propuse en ]os capitulos 2 y 5, esto es, reinventar el derecbo de forma que encaje con las reivindicaciones normativ3s de grupos sociales subalternos y sus movimientos y organizaciones que luchan por a1ternativas a la globalizacion neoliberaL

    ~ Como mostrare abajo, tal reinvencion del derecho implica una husqueda

    en las concepciones y pdcticas subalternas, de las cuales distingo tres tipos: I) concepciones y practicas que, aunque sean parte de la tradicion occidental y evoludonen en paises ocddentales, fueron suprirnidas 0 marginalizadas por las

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    concepciones liberates que han llegado a dominar; 2) concepciones que evolucionaron fuera de occidente, principalmente en las colonias y .mas tarde en los Estados poscoloniales; 3) concepciones y practicas que hoy en dia proponen organizaciones y movimientos activos en avanzar fonnas de globalizaci6n COlltrahegernonica, En surna, en una epoca de transici6n paradigmatica desde de Ia modernidad dominantcT la modernidad suhalterna nos proporciona algunas de las herramientas que nos permitiran seguir transitando en una direcci6n progresista. es decir, en la direcci6n de un bueo orden y de una buena rodedad que todavia no tenemos.

    Para captar completamente tanto e1 potencial como los obstaculos para la consolidaci6n de tales practicas cosmopolitas subalternas. es necesario analizar brevemente el contexto social, politico y economico que la globalizad6n neoliberal ha produeido y en el que se han de desplegar pnicticas subalternas. Dedico a esa tarea la siguiente secci6n,

    IV. La _ delCOJ1vato social y Ia asC8D8i6D del fasc:lsmo social

    I. La ""c/uslon BOOlal l' /a crisis del modemo contrato Bocial Tal como defend! en el capitulo 2, el contrato social ---con su criterio de

    inclusion y exclusion y Sus principios metacontractuales- ha presidido la organizacion de la vida economica, politica y cultural de las sodedades modernas. Durante los ultimos veinte anos. este paradigma social. politico y cultural ha estado experimentando un periodo de gran turbulencia que afecta no s610 a sus dispositivos operativos sino tambien a sus presupuestos. En efedo. 13 turbulencla es de tal intensidad que ha produddo una autentica crisis del contrato social Semejante crisis es un de los rasgos mas distintivos de la transicion paradigmatica.

    Como be argumentado en otro lugar (Santos. 1998b). eI conITato social se basa en tres postulados: un regimen general de va1ores, un sistema de medidas y un espado-tiempo prlvilegiado. La crisis del contrata social se puede detectar en cada uno de estos postulados. El regimen general de valares se basa en Ia idea del bien comtin y de la voluntad generaL Estos son principios a traves de los cuales las sociabilidades indivlduales y las practicas sod.ales se agrupan. Asi, se vuelve posible designar como «sociedad» a1 universo de interacciones autonomas y con~ tractuales entre individuos libres e iguales.

    Tal regimen parece hoy en dfa incapaz de resistir la creciente fragmentadbn de la sodedad. dividida en muchos apartheids. poladzada a 10 largo de muchos t;jes economicos, sociaJesy politicOS y culturales. La lucha por el bien cormin parece estar perdiendo Sll significado y en consecuencia 10 mismo ocurre a]a lucha por las definiciones a1ternativas del bien comtin. La voluntad general par_ haberse convertido en una proposicion absurda. Bajo estas circunstancias. algunos autorQs incluso hablan del fin de la sociedad. EI nuestro es un mundo pos-foucaultiano y de repente nos damos cuenta, retrospectivamente, de cuan organizado era e1 mundo de Foucault. Como vimos en el capitulo I. segim Foucault. en las soci~ dades modernas coexisten dos modos prindpaJes de poder social: por un ]adQ, el poder disciplinario. el dominante. centrado alrededor de las deneias. y por eI

    otro, eJ poder juridico, centrad, de detedoro. En 1. actualidad. enos mismos estan ftagmentado vez mas un poder no disdphruu fianza epistemologica y se les f saberes rivales ~omo los saber· neas alrededor de la biodiversid tipos de poder y resistencia. PO] regulaci6n de la sociedad. su dt desorganizado a1 seT Conado a legisladores no estatales de hel dispone~, transforman la factic monopolio de 1a violencia y de de poderes vuelve dificil la id< identificad6n de las propias vi~

    Por otra parte, los valor miaT subjetividad, justida, soli manecen, pero estan sometido: forma crcciente significan rosa: grupos sodales, con el resulta(

    trivilizacion, y de ahi en neutr La turbulencia de nuest

    segundo postulado del contral comun de medidas se basa en ur homogeneas, neutrales y lineal nadores para la definicion de ci es posible, por un lado, sepal establecer un metodo cuantiti: globales y alta mente diferencu reducidas a indicadores cuanti mada. El dinero y las mcrcanc comun de medidas. A traves de son fadlmente medib;lcs y com

    Pero el sistema comtin d candas, En virtud de las home

    inc1uso permite estableccr con plo, entre Ia libertad y la igm redistribucion y solidaridad. funcionan por correspondenci te es posible entre iguales. sicr trabajadores.

    E1 ticmpo y el espado n desaparecido de las ciencias pi a crear diferendas en Ia vida,

  • linar; 2) concepciones que evobl.

    :n las eolonias y mas tarde en ldl

    cticas que hoy en dia propODell

    tZar formas de globalizacion CODt

    }s1CWn paradigmatica desde de 11

    :na nos proporciona algunas de las

    mdo en una direcdon progresiSblf

    :: una buena sociedad que tooavia ,:

    ~J "

    ~ncial como los obstaculos para..Iit wbalternas, es necesario analizat nieo que Ia globalizacion neolibe. . lr practicas subalternas. Dedioo 8:

    OD del fasc:lsmo social no oontrato SOCial '') ntrato social ---con su criterio de t,actuales- ha presidi do la orgat [ral de las sodedades moder~ rut social, politico y cultural hi mlencia que afecta no sOlo a sus mestos, En efecto, la turbulencia entica crisis del contrato social. fS de la transicion paradigmatica. :os, 1998b), el

  • 482

    dominado por la turbulencia que afecta las escaIas en las que estamos acostumbrados a observar e idcntificar fen6menos. conflictos y relaciones1 . Como cada uno de e!los es eI resultado de la escala desde I. que los observamos. la turbulencla de escalas produce extraneza, desfamiliarizacl6n, sorpresa, perplcjidad e invisi

    bilidad. En mi opinion, un ejemplo claro de la turbulencia de escalas se halla en el renomeno de la vlolencia urbana en Brasil, que tambien se puede encontrar en otras partes alrededor del mundo (Santos. 1998b). Cuando un nino sin techo busca un refugio para pasar la noche Y, como consecuencia. Ie mata la policia, 0 cuando un mendigo ie pide limosna a alguien en la calle que se mega a darla y, como consecuencia, es asesinado por el mendigo. 10 que sucede es una explosion imprevista de la escala del conllicto: un fen6meno aparentemente trivial de repente sube a otro myel y se transforma en un fen6meno dramatico con consecuendas fatales. Este cambio abrupto e impredecible de la escala del fenomeno ocurre hoy en dia en los mas diversos ambitos de practica social. Siguiendo a Prigogine (1980 y 1997), opin~ que nuestras sociedades estan experimentando un periodo de bifurcad6n! es decir, una situacion de inestabilidad sistematica en la que un cambio Menor puede provocary de una manera ca6tica e impredecible, transformaciones cualitativas. La turbu1encia de escalas destruye secuencias y posibilidades de realizar comparaciones, redudendO' de este modo alternativas, generando impotencia 0' promoviendo pasividad.

    La estabilidad de escalas parece estar limitada al mercado y consumo, e induso ahi con mutaciones radicales de ritmo y ambitos que imponen constantes transformaciones de perspectiva en los aetos de comercio. La hipervisibilidad y gran velocidad de las mercancla.s intensamente publicitadas transforman la intersubjetividad solicitada por los consumidores en interobjetualidad entre aetas de consumo. En otras palabras. los consumidores se convierten en soportes nomadas de los productos. La misma transformacion constante de perspectiva esta tambien sucediendo en 13 informacion y en las tecnologfas de telecomunicaciones. en que la turbulencia de escala es efectivamente el acto generador y la condicion de funcionalidad, Aqui, la creciente interactividad de las tecnO'logias dispensa cada vez mas la capacldad de invencion de los usuarios, resultando como consecuencia que la interactividad se desUza subreptidamente en interpasividad, Hacer zapping es

    probablemente un ejemplo elocuente de la interpasividad baciendose pasar por interactividad.

    Por ultimo. el espacio-tiempo del Bstado nacional esti perdiendo primacla debido a la creciente importancia de los espacios-tiempos globales y locales que compiten con eL Esta desestructuraci6n del espacio-tiempo del &udo nacionaJ tambien sucede en los niveles de ritmos. duraciones y temporaHdadeR EI espacio-tiempo del Estado nacional esta compuesto de marcos temporales diferentes pero compatibles y articulados: el marco temporal de las elecciones. el marco temporal de la negociacion colectiva. el marco temporal de los tribunales. eI de Ia burocracia de la seguridad. el marco temporal de fa memoria historica nacionaL etc. La co--

    Sobre el concepto de turbulencia de cscalas cr, Santos, 2005:124.

    herencia entre estas temporali nacional su configuraciOn pro m.3S y m.3S problematica porqu y local varia de un marco tem tribuna1es tiende a estar meno' temporal de la negociaci6n col, Estados Unidos, afecta mas al de seguridad social -dada la ["{ los Estados y comunidades loe mientras que en Europa pare nuevas iniciati vas de democra

    Ademas, son cada vez 1 son totalmente incompatibles raL Merece la pena mencionar del ciberespacio por un lado. cuestion indigena y la biodiv< ralidades choca de frente con El tiempo instantaneo de los n o regulacion de parte del Esta puede obtener al nivel de Ia es a traves de acciones internacic do lento como para ser camp. Estado nacionaI, especialment En realidad, las recientes yu

    glacial han sido poco mas qu< baHzar y descaracterizar el tie se ha manejado la cuesti6n in redente ola global de leyes na intelectual ha influido en ela!:

    Puesto que hasta ahora

    do-tiempo del Estado nadon. bien las practicas sociales en g entre el tiempo instantaneo y de los mercados financieros c

    que tienen impaero en Ia poW inadecuaci6n de las respuestat ca)a, tanto el tiempo instantaI formas. para reducir a[ternati El tiempo insta nte colapsa la:

    Con el proposito cspedfko los mercados financieros. a f demoera.tka, los movimien1 contrahegemonica han esta Sabre cste tcma, veas

  • en las que estamos acostumhray relaciones1. Como cada uno

    :05 observamosy la turbulencia sorpresa, perplejidad e invisibulencia de escalas se halla en e tam bien se puede encontrar Jb). Cuando un nino sin techo secuencia. Je mata la policia, 0 I. calle que se nieg. a darla y. o que sucede es una explosi6n parentemente trivial de repen[) dramatico con consecuenci.as scala del fen6meno ocnrre hoy ,I. Siguiendo a Prigogine (I980 :rimentando un pcriodo de biistematica en ]a que un cambio

    npredecible, transformaciones "encias y posibHidades de reanativas. generando impotenda

    ada al mercado y consumo, e bitos que imponen constantes )mercio. La hipervisibilidad y ,Udtadas transforman la inter",:

    teIObjetualidad entre actos de nvierten en soportes n6madas te de perspectiv3 esti tambien Ie telecomunicaciones, en que lerador y la condici6n de f\mtecnologias dispensa cada Vell tando como consecuencia que erpasividad. Hacer zapping es sividad hacit!ndose pasar por

    ional esta perdiendo primac.la .empos globales y locales que o-tiempo del Estado nadona! y temporalidades. EI espadoos temporales diferentes pero elecdones. el marco temporal s tribunales, el de la burocrahist6rica nadonal, etc. La co

    :os, 2005; J.l4.

    ~.. ___",,_t_ hereneia entre estas temporalidades es 10 que otorga al espacio-liempo del Estado naciona! su configuraci6n propia. Ahora bien. esta coherencia se est! volviendo mas y mas problematica porque el impaeto producido par el espacio-liempo global y local varia de un marco temporal a otro. Por ejemplo, el marco temporal de los tribunales tiende a estar menos afectado por el espacio-tiempo global que el marco temporal de la negociacion colectiva. Por otra parte, el espacio-tiempo local, en los Estados Unidos. arecta mas al marco temporal denlro del eual fundona el sistema de seguridad social-dada 13 feCiente «devolucioID> de las funciones de bienestar a los Estados y comunidades locales- que al marco temporal de la politica electoral. mientras que en Europa, parece ocurrir 10 contrario, tal como se ilustra por las nuevas iniciativas de democrada local en Espafia, Francia 0 Alemania.

    Ademas. son cada vez mas Jmportanteslos marcos temporales 0 ritmos que son totalmente incompatibles con Iatemporalidad del Estado nacional en general. Mcreee la pena mencionar e.pecificamente dos de ellos. EI t.empo .nstantaneo del ciberespado por un lado. y el tiempo glacial de la degradacion ecolagica, la cuestion indigena y la biodiversid.d, por otro lado. Cualquiera de las dos temporalidades choca de frente con la temporalidad polltica y burocnitica del Estado. El tiempo instantaneo de los mercados financieros excluye cualquier deliberacion a regulacion de parte del Estado. La reduccion de e.ta temporalidad solamente se puede obtener at nivel de la escala en I. que ocurre, la escala global. y por 10 tanto a traves de acciones internacionales2 . Por otra parte, el tiempo glacial es demasiado lento como para ser compatible con cualquiera de los marcos temporales del Estado nacional. espedalmente con los de la politica electoral y de los tribunales. En realidad, la. redentes yuxtaposidones del tiempo del Estado y del tiempo glacial han sido poco mas que jnteutos por parte del tiempo del Estado de canibalizar y descaracterizar el tiempo glaciaL SOlo se tiene que tener en cuenta c6mo se ha manejado la cuestion indigena,en muchos paisesJ, 0 como la relativamente reciente ola global de leyes nadonales sobre derechos de patentes y de propiedad inteleetual ha influido en el asunto de la biodivetSidad.

    Puesto que basta ahora habia sido el espacio-tlempo heg.monico. el

  • I

    484

    las alternativas por su multiplicaci6n tecno-Iudica, fundiendolas en variaciones de 10 mismo. El tiempo gtaciaJ; por el contrario, crea una distanda tan amplia entre alternativas rcales ----desde mOOelos de desarroUo alternativo a alternativas al desarrolJO"--- que estas dejan de ser medidas y susceptibles de ser contrapesadas y acaban desvlandose hada sistemas de referenda incomunicables4 . El mismo enfrentamiento entre el tiempo glacial y el tiempo del Estado nacional crea la nece~ sidad urgente de una alternativa glob.1 aJ desarrollo capitalist. y haec imposible imaginarseJo y mucho menos optar por el.

    Est sin embargo, al nivel de los dispositivos operacionales del contrato social donde los signos de la crisis de este paradigma son mas visibles. No obstante, a primera vista, la situaci6n actuat lejos de prefigurar una crisis del contrato social~ mas bien se caracteriza por una consolidaci6n sin precedentes del mismo. Con anterioridad nunea se hab.ia hablado tanto de la contractuaHzaci6n de las relaciones sociales, las relaclones laborales .. las reladones de seguridad socia} y de colaboracl6n del Estado con organizadones sadales. Pero esta nueva contrac~ tualizadon tiene poco que ver con la contractualizaci6n fundada en la moderna idea del eontrato sociaL En primer lugar~ a diferencia del contrato social, los nuevas vinculos (.'Ontractuales no tienen ninguna estabilidad y se pueden romper en cualquier momento por cualquiera de la..., partes. No es una opd6n radical; es mas bjen una opci6n trivial. El «bJoque historico)} que en su dia se necesit6 para

    amparar las condiciones y objetivos del contrato social se ha separado y reemplazado por una multitud de contratos cuyas condiciones y objetivos acaban siendo un asunto prlvado. En segundo lugar, la contractualiiaci6n neoliberal no reconoce el conflkto y 1a lucha como elementos estructurales del pacto social. Por el contrario, los reemplaza por consentimiento pasivo a condiciones supuestamente universales estimadas insuperables. Vease elllamado Consenso de Washington. Si efectivamente es un contrato social. solamente ocurre entre los paises capitalistas centrales. Para todas las otras sodedades nacionales, se presenta como un conjunto de condiciones inexorables de aceptaci6n acritica bajo pena de exclusion implacable. Lo que mas tarde sostiene los contratos individuales del derecho civil son predsamente estas condiciones globales insuperables no contractuallzadas.

    Por todas estas razones, la nueva contractualizacion corresponde a un contrato falso, una mera apariencia de un compromiso constituido por condiciones tan costosas como inescapables e impuestas sin haberse debatido por la parte mas debiL Bajo la apariencia de un contrato, la nueva contractualizacion prefigura la reemergenda del estatus, esto es, de los principios del orden jerarquico premoderno en el que las condiciones de las relaciones sociales estaban directamente vinculadas: a la posicion de las partes en la jerarqufa sociaL Pero no esta en cuestion un retorno al pasado. En realidad, el estatus es en la actualidad una mera consecuencia de la enorme desigualdad del poder econorn.ico entre las partes -ya sean Estados 0 individuos~ en el contrato individual, asl como la capacidad con

    4 En relacion a este tema en general y sobre las posibilidades

    de irnaginarse un desarroHo alternativo y alternativas al

    desarrollo, cf. Santos y Rodrfguez-Garavitl), 2003.

    la que tal desigualdad ~n au: a la parte mas fuerte para que favorables para eJla. EI nuevo

    terminos contractuales sumarr [a crisis de la modem

    tructural de los procesos de t todavia vigentes e inciuso asu rna reconciliacion de los valort a grupos carla vez mas restri( sobre grupos mucho mas gra adopt. dos modalidades apar< el precontractualismo, Bl poS( pos e intereses sociales que he excJuyen de este sin ninguna hasta el momento considerado

    pasan de ser ciudadanos a se excluidos del reducido sisten mundo. Bl precontracualismo

    grupos sociales que anteriorm

    expectativa razonable de acce populates en la semiperiferia

    Asi, las exclusiones OCi

    el precontractualismo son ra( que las sufren, aunque sean de I. soeiedad civil y han sid sociedad posmoderna de com la ansiedad permanente frenl inminente sobre las expectati mas simples de supervivencia

    Ya sea por Ia via del po intensificacion de la logica de eariedad de Ia vida y I. servi! trabajadores asalariados en re ansied.d de aquellas persona ni siquiera reu.nen eondlciont

    dad de los trabajadores autor ellos mismos han de crear cat y por ultimo, por la ansiedad carecen de cualquier derecho neoHberal es siempre la estabi versiones, nunea las expcctati de los mercados e inversiones

    las expectativas de las person Por todas estas razone:

  • odiendolas en variadones una distancia tan amplia alternativo a altemativas

    .ibles de set contrapesadas municables4.. EI mismo entado nacional crea la neeeIpitalista y haee imposibJe

    racionales del contrato semas visibles. No obstante, ar una crisis del contrato .in preeedentes del mismo.

    eontractualizaci6n de las mes de seguridad social y ). Pero e8ta nueva contracon fundada en la moderna iel contra-to social. los nuelidad y se pueden romper o es una opcion radical; es ~ en su dia se necesito para 1se ha separ.do y reempla; y objetivos acaban siendo lzaci6n neohberal no reco.les del pacto social. Por el :ondiciones supuestarnente onsenso de Washington. Si entre los paises capitalistas se presenta como un con

    iea bajo pena de exclusion lividuales del dereeho civil lIes no contractualizadas, cion corresponde a un con

    Dnstituido por condiciones e debatido por la p.rte mas tractuaHzacion prefigura la el orden jenirquico premo:iales estaban directamente :ocial. Pero no esta en cuesen la actualidad una mera

    nomico entre las partes -ya , asi como )a capacidad con

    :lades ,I

    tpuedeet __~,

    48. 1a que tal desigualdad --en ausencia de la regulaci6n correctiva del Estado- dota a la parte mas fuerte para que imponga sin discusion las condiciones que son mas favorab)es para ella. E1 nuevo contractualismo se reproduce a sf mismo a tra.".--es de terminos contractuales sumamente injustos .

    La crisis de la mooerna contractualizacion consiste en el predominio estructural de los procesos de exclusion sobre los de inclusion. Los ultimos estan todavia vigentes e incluso asumen modalidades avanzadas que permiten la mini

    ma recondliaci6n de los valores de la modernidad, pero que se Jimitan a si mismos a grupos cada vez mas restrictivos que imponen formas abismales de exclusion sobre grupos mucho mas grandes. El predominio de los procesos de exclusion adopta dos modalidades aparentemente contradictorias: el poscontractualisrno y el precontractualismo. El poscontractualismo es el proceso mediante el cual grupos e intereses sociales que hasta ahara estaban incluidos en el contrato social se excluyen de este sin ninguna posibUidad de retorno. Los derechos de dudadania, hasta el momento considerados inaUenables. se confiscan Yr sin eUos, los exc1uidos pasan de ser c1udadanos a ser siervos. Este es el caso, por ejemplo, de aquellos excluidos del reducido sistema de bienestar en los paises del centro del sistema mundo. El precontracuaJisrno consiste en bloquear el acceso a la ciudadania de los grupos sociales que anteriormente se conslderaban candidatos a esta y tenian una expectativa razon.bl. de .cceder a ella. Est. es el caso, por ejemplo, de las clases populares en ]a semiperiferia y en la periferia.

    Asi, las exclusiones ocasionadas tanto por el posoontractualismo como por el precontractualismo son radicales e insuperables, hasta el punto que aqueUos que las sufren, aunque sean formalmente ciudadanos, estan de hecho excluidos de ]a sociedad civil y han side arrojados a un nuevo estado de naturaleza. En la sociedad posmoderna de oomienzos de siglo, el estado de naturaleza consiste en la ansiedad permanente frente al presente y al futuro. en la perdida de control inminente sobre las expectativas y en el cans permanente en relaci6n a los actos mas simples de supervivencia y de convivencialidad.

    Ya sea por la via del poscontractualismo 0 por I. del precontractualismo, Ia intensificaci6n de la logica de exclusi6n crea nuevos estados de naturaleza: la precariedad de la vida y la servidumbre generada por I. ansiedad perm.nente de los tr.bojadores a ..lariados en relaci6n a I. cantid.d y continuidad del trabajo, por la ansied.d de aquella, personas sin empleo en busc. de empleo 0 de aquellos que ni siquiera reunen condiciones minimas para la btisqueda de empleo, por 13 ansiedad de los trabajadores aut6nomos respecto a la continuidad de un mercado que ellos mismos han de crear cada dia para asegurar la continuidad de sus ingresos, y por ultimo, por la ansiedad de los trabajadores inmlgrantes «(sin papeJes», que carecen de cualquier derecho social. La estabilidad a la que se refiere el consenso neoliberal es siempre la estabilidad de las expectativas de los mercados y de las in

    versioncs, nunea las expeclativas de la gente trabajadora. En efecto, la estabilidad de los mercados e inversiones solamente se consigue a costa de Ja inestabilidad de las expectativas de las personas.

    Por todas estas razones, el trabajo sustenta cada vez menos la ciudadania,

    http:razon.blhttp:separ.do

  • 488

    y viceversa, carla vez mas la ciudadania deja de sustentar el trabajo. Al percler su estatus politico de producto y productor de ia ciudadania, el trabajo se reduce at dolor de la existencia., tanto cuando existe '~por ser un trabajo estresante- como cuanda no existe -·por sec un desempleo estresante-. Esta es )a razon por la que el trabajo, aunque domine cada vez mas las vldas de las personas, este desaparecien~ do de las referencias eticas sobre las que se asientan la autonomia y autoestima de los sujetos.

    En terminos sociales, el efecto cumularivo del precontractualismo y del postcontractualismo es la ernergenda de llna subdase de excluidos, que es mayor o menor segun Ja posicion central () periferica de una determinada sociedad en c) sistema nrundo. Esta subclase marginada sc compone tanto de grupos sociales atrapados en una movilidad social deseendente ~trabajadores no cuaIificados, desempleados. trabajadores migrantes. mlnorias etnica~ como de grupos sociales para los cuales 1a posibilidad del trabajo dej6 de ser una expectativa realista, 0 nunea 10 fue; por ejemplo, ]08 parados de larga duraci6n, los jovenes con dificultades para acceder al Mercado laboral, las personas con discapaddad, un gran numero de campesinos pobres en America Latina. Africa y Asia,

    Esta cIase excluida asume en los paises centrales la forma de un Tercer Mundo interior, el Hamado tercio inferior en la sociedad de dos tercios. En Europa, hay 18 millones de parados y mas de 52 millones de personas por debajo de 1a linea de pobreza; 10% de la poblacion tiene alguna discapaddad usica o mental que difieulta su integracion social, En los Estados Unidos, William .Tulios Wil~on (Ig87) ha propuesto 1a tesis de la subclase para caracterizar a los afroamericanos de los guetos urbanos, afeetados por el declive industrial y la desertizacion economica de los centros de las ciudades. Wilson define la subclase en fundon de seis caracteristicas principaIes: residencia en espacios socialmente aislados de las otns clases; falta de empteo durante un largo perindo de tiempo; familias monoparentales encabezadas por mujeres; falta de cuali~ ficadon 0 formaci6n profesional; largos periodos de pobreza y de dependencia de la seguridad social; y la tendencia a involucrarse en actividades delictivas, como la vioiencia callejera. Bsta clase se extendio considerablemente entre los anos setenta y los anos ochenta y. tragicamente. esta cada vez mas compuesta de gente joven. El porcentaje de pobrcs menores de 18 anos en 1970 era un 15% yen 1987 un lO%, siendo el aumento de la pobreza infantil especialmente dramatico. El caraeter estructural de la exclusi6n. y par tanto. de los obstaculos a la inclusion a la que esU sometida esta c1ase se puede observar en el hecho de que, aunque los afroamericanos han mostrado haber alcanzado un extraordinario perfeccionamiento educativo entre generaciones, tal lagro no Jes ha permitido obtener puestos de trabajo estables, a tiempo completo. Segun Lash y Urry~ esto se debe, fundamentalmente, ill tres factores: la disminuci6n del empleo industrial en la economia en general; 1a fuga del remanente de empleo desde los centros a las periferias de las dudades; y la redistribud6n del empleo segun los disantos tipos de areas metropolitanas (1996: 1)1). En 1a periferia y la semiperiferia, la clase de los excluidos suma mas de 1a mitad de la poblacion

    de los paises y las causas de de una pequena elite con cal< que se ahorraron 1a quiebra

    expectativa alguna. El crecirniento estructll

    contractualismo °del poscont de naturaIeza, que no permU una crisis paradigmatica, histl contramodernizaci6n. Esta sit· es, en efecto, el fenomeno a1 (

    sodedad del riesgo>, (1999) o· tion es si tal situad6n contienc social de la modernidad por 0:

    de la exclusion.

    2. EI surglmielllO del fill

    Analicemos en primer dad resumlrse en uno solo: el hablando de un regreso al fus del anterior, el fascismo actual sodal y civilizacionaL En lugt capitalismo, trivializa la demo siquiera conveniente, sacrifica Se trata de un tipo de fascism Estado, EI Estado es aqui un t Estamos entrando en un perio las sociedades fascistas. Este e

    existido. Distingo cllatro clases I

    cist1W del apartheid social. Es ,

    de la division de ciudades en ~ son las zonas del estado de n zonas deJ contrato social. y v jes. Para defenderse a Sl misl1 neofeudales, enclaves fortific. de segregaci6n urbana: urban La division entre zonas salvaj do -incluso en «ciudades gk mostrado Sassen (200I), son. un criterio general de socia~ atraviesa todas las relaciones s por 10 tanto, connin a la acd6 si6n agrega un doble criterio En las zonas civilizadas. el E:

  • etar .1 trabajo. AI perder su mia, el trabajo se reduce al n trabajo estresante- como :sta es la rawn por la que el ler:sonas, este desaparecien1a autonomia y autoestima

    t prerontractualismo y del de excluidos, que es mayor a determinada sociedad en

    :le tanto de grupos sociales .bajadores no cualificados,

    IS~ como de grupos sociales

    una expectativa realista, 0 tcion, los j6venes con difi

    con discapacidad, un gran iea y Asia. ales la forma de un Tercer lCiedad de dos terdos. En mes de personas por debaalguna di5capaddad fiska ; Estados Unidos T WilHam lbdase para caracterizar a S poT el declive industrial ;iudades, Wilson define la

    Ies: residencia en espados leo durante un largo periopor mujeres; falta de cuali pobreza y de dependencia , en actividades delictivas,

    ms] derablemente entre los acada vez mas compuesta 8anosen 1970 era un 150/0 infanlil especialmente draJr tan tOt de los obstaculos uede observar en el hecho lber a1canzado un extraor:iones, tal logro no les ha

    npo completo, Segun Lash ctores; la disminucion del

    ;J. del remanente de empleo l redistribuci6n del empleo !l96: 151], En la periferia y le Ia mitad de I. poblacion

    ;Puodael __...............'

    ta7

    de los paises y las causas de exclusion son induso mas contundentes: aparte de una pequefta elite con rakes cada vex mas debiles en sus paises, los unicos que se ahorraron la quiebra de las expeetativas son aquellos que no poseen expectativa alguna.

    EI crecimiento estructural de Ia exclusion social, ya sea por Ia via del pre

    contractualismo °del poscontractualismo, y Ia consiguiente extension del estado de naturaleza, que no permite escapar a njngu.n individo 0 colectivo, indican una. crisis paradigmatica, hist6rica, que algunos denominan desmoderni:t.aci6n 0 contramodernizaci6n. Esta situaci6n conlleva, par 10 tanto, muchos riesgos. Este os, en efecto, el fen6metlo aI que Beck se ba referido como el surgimiento de «Ia sociedad del riesgo» (19'}91 0 dela «brasileilizaci6ID> (.000) del mundo. La cuestion es si tal situacion contiene alguna oportunidad para sustituir el viejo contrato social de la modernidad por Olro, men"" vulnerable a la proliferacion de Ia 100ica de Ia exclusion,

    2. 1:1 srv:gJmfenlO del faBcimJo-W

    Analicemos en primer lugar los riesgos. A mi entender, pueden en realidad resumirse en uno solo: el surgimiento ikl fascismo social. Con ello no se esti hablando de un regreso al fascismo de los anos treinta y cuarenta. A diferencia del anterior? el fuscismo actual no es un regimen politico. Es mas bien un regimen social y civilizadonal, En lugar de sacrificar la democracia ante las exigeocias del capitaUsmo, triviali7.3 ]a democracia basta tal punta que ya resulta innecesario, ni siquiera conveniente, sacrificar 1.1 democracia a fin de promodonar el capitalismo.

    Se trata de un tipo de fascismo pluralist. producido por la soeiedad en lugar del Estado. EI Estado es aqui un testigo complaciente, cuando no un culpable activo. Estamos entrando en un periodo en el que los Estados democraticos coexisten con las sociedades fascistas. Este es~ por 10 tanto, un tipo de fasdsmo que nunea habia existido.

    Distingo cuatro clases principales de rnscisrno social, La primera es el fascisma ikl apartheid social, Es dedr, Ia segregadon social de IDS excluidos a traves de la division de ciudades en zonas salvajes y zonas dvilizadas. Las zonas salvajes son las zonas del estado de naturaIeza de Hobbes. Las zonas civilizadas son las zonas del contrato social, y viveo bajo Ia amenaza constante de las zonas salvajes. Para defenderse a si mismas, las zonas civilizadas se convierten en castil10s neofeudales, enclaves fortificados que son caracteristicos de las nuevas formas de segregad6n urbana: urbanizaciones pnvadas cerradas. comunidades valladas. La divisjon entre zonas salvajes y civiJiudas en las ciudades alrededor del mundo -incluso en «dudades globales» como Nueva York 0 Londres que, como ha

    mostrado Sassen (2001 I, son los nodos de Ia economia global- es'" volviendose un criterio general de sociabilidad, un nuevo espado-ticmpo hegcm6nico que atraviesa todas las relaciones sociales. economicas, politicas y culturales, y que es, por 10 tanto, comun a la accion estatal y no estatal. En relad6n al Estado, la di visi6n agrega un doble criterio de accion estatal en las zonas salvajes y dvilizadas. En las z.onas dvilizadas, el Estado actUa de forma democratica, como un Baado

  • 488

    protector, incluso si en ocasiones es inefidente y poco fiablc. En las zonas salvajes, el Estado actua de una manera fascism, como un Estado predador, sin ninglin respeto, n1 slquiera en apariencia, por eJ Estado de derecho5•

    La segunda dase de fasdsmo social es el fascismo paraestataL Se refiere a la usurpacion de las prerrogativas del Estado (como la coercion y la regulaci6n social) por parte de actores sociales muy poderosos que. frecuentemente con la complicidad del mismo Estado, 0 bien neutratizan 0 bien suplantan el control social produddo por eI Estado. EI fascismo paraestatal tiene das dimensiones: el fascismo contractual y el fascismo territorial.

    El fascismo contractual sucede en las situaciones, ya descritas. en las que La discrcpancia de poder entre las partes en el contrato civil es tal que la parte mas de-bU, presentada como mas vulnerable por no tener ninguna alternativ3, acepta las condiciones impuestas por la parte mas fuerte, por muy costosas y desp6ticas que sean. El proyecto neoIiberal de convertir el contrato de trabajo en un contrato de derecho civil como cualquier otro prcsagia una situaci6n de fascismo contractuaL Esta clase de fascismo sucede hoy en dia con frecuenda en poJitkas dirigidas a «flexibilizan) los mercados de trabajo 0 a privadzar los servidas publicos. En tales casos$ el contrato social que regia]a production de servicios puhlk'Qs en el Estado de bienestar y en el Estado desarrollista se reduce al contrato individual entre consumidores y proveedorcs de servicios privatizados. Esta reducd6n conlleva la ellminacion del ambito contractual de aspectos decisivos de la protection de consumidores, que, por esta ra.z6n, se convierten en extracontractua]cs. Estas

    son las situadones en que la connivencia entre el Estado democratico y el fascismo paraestatal es mas evidente. Exigicndo prerrogativas extracontractualcsr las agendas fascistas. paraestatales. asumen fundones de regulacion social que anteriormente llevaba a cabo el,Estado. El Bstado, bien implicita 0 explicitamente,

    subcontrata agencias paraestataJes para llevar a cabo estas funciones y. al hacerlo sin Ia participacion a control de los dudadanos, se convierte en compHce de la produccion del fascismo social paraestatal.

    La segunda dimensiOn del tascismo paraestatal os el fascismo territorial. Sucede siempre que actores sociales cOD enormes cantidades de capital se dispu~ tan al Estado el control s-?bre los territorios donde actUan, 0 neutralizan ese control al cooptar 0 coaccionar a las instituciones de1 Estado y al ejercer la regulaci6n social sobre los ciudadanos del territorio.. sin que estos participen y en contra de sus intereses. Se trata de los nuevos territorios coloniales dentro de los Estados que son con frecuencia Estados poscoloniales. Algunos de estos territorios son rejnvenciones del viejo fen6meno del comnelismo 0 caciquismo mientras que otros son nuevas enclaves territoriales cerrados a la intervencion estatal aut6noma y regulados por pactos entre actores sociales armados6•

    , Una buena ilusttadon de e5ta dinamica es et estudio de Caldeira sobre las diferendas geograticas y soclales en sao Paulo. cr. Caldeira. 2000.

    • liste es el caso, POI' ejemplo, de las milicias populares en Medellin (Colombia) y de los gropos de llIineros de esmeraldas en 13 parte occidental de Boyaci, Colombia. Cf Gutierrez y Jaramillo, 2;004.

    La tercera dase de fa

    Consiste en la manipulaci6n personas y grupos sociales v a causa de accidentes 0 even dad cronica e incertidumbre de personas. quienes de esta se vuelven dispuestos a sop minimas de tiesgo e inseguri(

    Lebensra.um -el «espado vita que justmco sus anexiones

    las personas y su ansiedad e Punciona at poner en movir

    y prospectivas, y es hoy en vatizad6n de los servicios ! la educaci6n y la vivienda. la memoria de 1a insegurid< rocracia estatal en proveer 1 vez, se dirigen a crear hori~ sector privado y sobrevalor. las condiciones para la prav proliferan hoy en dia sobre fondos de pensi6n privados.

    La cuarta dase de fus zas la clase mas atroz de s:o~ mas detaIlados. Es el tipo de econom13 de casino. Es la m; tal son el resultado de las de

    esparddos por todo el mund de maximizar sus activos, pIa clase de fascismo mas crw cualquier clase de intervene

    rouy significativa la contest que eonsideraba par largo p minutos}~. Este espacio-tiem1

    ea especulativa del lucro qu al capital financieror suficie: segundos, la economia real ( del poder financiero es total a los que les afecta ~algunas

    La crueldad del fusci!

    modelo y eJ criteria operath· tan solo uno de eIlos: las a~ cadas internacionalmente )J

    Estados y los riesgas y op<

    http:Lebensra.um

  • bic. En las zonas salvajes, 10 predador, sin fiingun

    ,00'. J paraestatal. Se reticre a

    coerci6n y la regulaci6n e, frecuentemente con la lien suplantan el control jene dos dimensiones: el

    ya descritas, en las que la 'il es lal que la parte mas '1guna alternativa, acepta 1Uy costosas y desp6ticas de trabajo en un contrato don de fascismo contracnda en politicas dirigidas os servicios pubJicos. En e servicios pliblicos en el .ce a1 contra to individual idos. Esta reducd6n conjecisivos de la proteccion extracontractuales. Estas tdo democratico y el fasltiV3S extracontractuales,

    de regulaci6n social que nplicita 0 explicitamente~ ;as funciones y. a1 hacerlo lvierte en complice de la

    es el fascismo territorial. lades de capilal se dispuim/ 0 neutralizan ese con~ ) y al ejercer 1a regulaci6n participen y en contra de .les dentro de los Estados oS de estos territorios son ruismo mientras que otros nci6n estatal autonoma y

    Caldeira sobre las ~ira, 2000.

    I Medellin . fa parte 10,2004,

    /,PIMoI8-al __......

    La tercera clase de fascismo sodal es el fascismo de La insegurid4tl Consiste en la manipulacion discrecional del sentido de 1a inseguridad de las personas y grupos soci.les vulnerables debido a 1. precariedad del tr.bajo 0 a causa de accidentes 0 eventos desestabilizadores. Esto resulta en una ansiedad cronica e incertidumbre frente al presente y el futuro para gran numcro de personas. quienes de esta manera reducen radicalmente sus expectativas y se vuelven dispuestos a soportar enormes cargas para conseguir reducciones

    minimas de riesgo c inseguridad. En 10 que respecta a esta c1ase de fascismo. el Lebensraum -el «cspacio vital» reivindicado por Hitler para el pueblo aleman, que justitico sus anexiones- de ]05 nuevos Fuhrers representa 13 Intimidad de las personas y su ansiedad e inseguridad con respecto al presente y al futuro. Funciona al poner en movimiento el doble juego de ilusiones retrospecovas y prospectivas, y es hoy en dia espec1aimente obvio en el dominio de la privatizacion de los servicios sodales. tales como 13 salud, la seguridad social,

    Ia educad6n y la vivienda. Las ilusiones retrospectivas consisten en reca1car la memoria de 1a inseguridad en este aspecto y en la ineficienda de la burocracia estatal en proveer seguridad sociaL Las ilusiones prospectivas, a su vez$ se dirigen a crear horizontes de seguridad y bienestar producidas en el sector privado y sobrevaloradas por la ocultaci6n de algunos de los riesgos y las condiciones para la provision de los servicios. Estas ilusiones prospectivas

    proliferan hoy en dia sobre lodo en la modalidad de seguras de salud y de fondos de pension privados.

    La cuarta clase de fascismo sodal es el fascismo jinanciero, Esta es qui:Us Ja clase mas atroz de sociabilidad fascista y requiere, por 10 tanto, amilisis mas detallados. Es el tipo de fascismo que controJa los mercados finanderos y su economja de casino. Es la mas pluralista en el sentido de que los flujos de capital son el resultado de las decisiones de inversores individuales 0 instirucionales esparcidos por todo eI mundo y que no tenian nada en cOrnUn excepto el deseo de maximizar sus activos. Precisamente porque es la mas pluralista, es tambien

    la clase de fascismo mas cruel. puesto que su espacio-tiempo es el mas adverso a cualquier dase de intervenci6n y deliberacion democnitica. En este aspecto, es muy significativa la contestad6n del inversor financiero ruando se Ie pregunto que consideraba por largo plazo: «para mi, un plazo largo son los pr6ximos diez minutos», Este espacio-tiempo virtualmente instantcineo y global junto a la logica especulativa dellucro que 10 sustentaf confiere un enorme poder djscrecional

    al capital tinanciero, sufidentemente fuene como para debilitar, en cuestion de segundos, la economia real 0 Ia estabilidad politic. de cualquier pais. EI ejercicio del poder financiero es totalmente discrecional y las consecuendas para aquellos a los que les afecta ~algunas veces, naciones enteras- pueden resultar aplastantes.

    La crueldad del fascismo financiero consiste en que se ha convertido en el modelo y el criterio operativo de las instituciones de regulacl6n global. Menciono tan solo uno de elIos: las agendas de calificaci6n/ las agendas que estan certificadas internacionalmente para evaluar Ja situacion finandera de los diferentes Estados y los riesgos y oportunidades que pueden ofrecer a los inversores ex

  • 490

    m De:recbo y emancipacl6D soda!

    tranjeros, Las calificadones que se Jes otorga -que, en el caso de Moody'57 puede

    ir de la Aaa a la C. con 19 calificadones intermedias- son decisivas para deter... minar las condiciones bajo las cuates un pais () empresa en dicho pais puede set

    eligible a credito internacional. Cuanta mas alta sea 1a calificacion, mejor seran las condiciones. Estas companias tienen un poder extraordinario. Segun Thomas

    Friedman, ~(el mundo de la posguerra fria tiene dos superpotencias, los Estados

    Unidos y Moody's». Friedman justifica este enundado al aiiadir: «(Si es cierto que

    los Estados Unidos de America pueden aniquilar un enemigo al utilizar su arsenal

    militar, la agenda de rating financiero Moody's posee la capacidad de estrangular

    financieramente a un pais otorgandole una mala calificaci6n» (Warde. 1997: 10-II). El poder discredonal de estas agendas es incluso mayor porque tienen la prerrogativa de realizar evaluaciones no solicitadas por los paises 0 empresas en cuestion.

    En todas estas dases, el fascismo social es un regimen caracteri7.ado por

    relaciones socia1es y experiencias de vida bajo relaciones de poder e intercambios

    exttemadamente desiguales, que se dirigen a fonnas de exclusion particularmente

    severas y potencialmente irreverSibJes. Semejantes eJases de exclusion social exi£ten tanto dentro de las sociedades nacionales (el Sur interior) y en las reJaciones entre paises (el Sur global). La caUdad de las sociabilidades que las sociedades

    permiten U otorgan a sus miembros depende del correspondiente peso del fascis ..

    rno social en la consteladon de diferentes regimenes sociales pre5entes en eUos. Y 10 mismo se puede afirmar para las reladones entre paises.

    3. El fascismo social y Is produccJ6n de """ sociedad civilestrallllcada

    i.,Como combatir el fascismo social? i..Que estrategias politicas y jUrldicas SCTan las mas efectivas para eliminarlo? Antes de abordar estas preguntas, identifiean! brevemente el impaeto del fuscismo social en la dicotomia liberal Estadof sociedad civil-puesto que, como sera evidente abajo. tal dicotomia subyace tanto

    a los problemas como a las potentiales soluciones a los fascismos sociales-. En

    otro lugar avance una alternativa coneeptual ampliamente extendida y a largo plazo de I. dicotomia Estadofsocied.d civil". En el presente capitulo. en que mi argumentaci6n tiene un enfoque m.is restricto y de mas corto plazo, y tiene el proposito de proporcionar orientaciones politicas, recurro por un momento aJ mareo conceptual dominante aunque me desvio de el de manera significativa. Distingo

    tres tipos de sociedad civil: la sodedad civil intima, la sociedad civil exttafia y Ia sociedad civil incivil. Podemos ubicar al Estado, aunque sOlo sea par motivos gTiificos en el centro de una determinada socicdad. siendo la sociedad intima el drculo interior alrededor del Estado. Se compone de individuos y grupos sociales que

  • en el c.so de Moody's7 puede as- son decisivas para deterlresa en dicho pais puede ser

    a ]a calificaci6n. mejor seran maordinario. Segun Thomas s superpotencias, los Estados :10 al aiiadir: «Si es clerto que

    enemigo aJ utilizar su arsenal e la capacidad de estrangular

    lificacionn (Warde, '997: 10lusn mayor porque tienen Ia por los paises 0 empresas en

    n regimen caracterizado por ones de poder e intercambios de exclusion particularmente lases de exclusion sodal exisr interior) y en las relaciones !bilidades que las sociedades 'respondiente peso del fascissociales presentes en ellos, Y

    paises.

    ciedad civil elftratiflcada

    :rategias politicas y juridicas :)ordar estas preguntas, iden

    1 la dicotomia liberal Estado! ), tal dicotomia suhyace tanto a los fascismos sociales~. En

    lamente extendlda y a Largo presente capitulo, en que mi ,as corIO plazo, y tiene eJ prorro por un momento at marco nanera significativa. Distingo I, 1a sociedad civil extraila y

    aunque s610 sea por motivos , siendo la sociedad intima el , individuos y grupos sodales

    (hiperinclusion). Asumiendo

    Ida por la Securities '00 Poor, Fitch 'aun y lECA. ,dol

    tpuedeal_. __c:Ipato_

    que la idea de las tres generaciones de derechos humanos es adecuada -los de~ rechos civiles y politicos, socioeconomicos y cultura1es-, aquellos induidos en la sociedad civil inti'nUl disfrutan de toda la gama de derechos, Pertenecen a la comunidad dominante que esta muy estrechamente vinculada al Mercado y a las fuerzas econ6micas que 10 gobiernan. Efectivamente, su intimidad con el Estado es tan grande que aquellos induidos en este escalon de la sociedad civil Henen acceso a recursos estatales 0 publicos muy por encima y mas alIa de 10 que se puede obtener por cualquier politica de derechos. La relacion de esta sociedad civil con el Estado se puede describir como la privatizacion del Estado.

    La sociedad ovil extrana es el clrculo intermedio alrededor del Estado. Las clases sociales 0 grupos incluidos en este tienen una mezda de experiencias de vida de inclusion y exclusion sociaL La inclusion social es de una caUdad baja 0 moderada y, por ronsiguiente, la exdusion social se atenua por alguna$ redes de seguridad y no se percibe como irreversible. En relaci6n a las tres generaciones de derechos humanos, se observa que aquellos en la sociedad civil extrana pueden ejereer con n1

  • 492

    tuvieron COn el colonialismo 0 el imperialismo, La intervenci6n en las economias

    y politicas en los paises tanto perifericos como semiperifericos dirigida por la globalizacion neoliberal no tiene precedentes en cuanto a Sll escala e intensidad V

    tam bien en cuanto a la amplia coalid6n hegemonica global que la controla. Es;e

    hecho explica por que la vision de raiz' occidental de la rea1idad sociopolitica, exponada como un locaHsmo globalizado a traves del glabo, es una vision eter

    namente «adecuada>. de las estructuras dominantes de poder en diferentes paises. Sin embargo, como sostengo mas abajo# esto tambh~n significa que e) occidente

    subalterno puede aliarse mas llicilmente al (

  • L

    ntervenci6n en las economias miperifericos dirigida por I. :nto a su escala e intensidad y a global que la control•. Este de la realidad sodopolitica,

    Jel globo, es una vision eterde poder en diferentes paises. en significa que el occidente lhalterno. Solamente sera pe>de semejantes alianzas,

    uda arriba nos penDjte mos\ 10 contrario. los discursos y zaci6n neoliberaI son incapa~ e abordar la «cuestion social») iL En efecto, la reemergencia to decisivo en las otras dos ismo y el demosocialismo. tal , I. fusion de las dos. bajo la po de hibridacion politica es :>n de semejante hibrido es 1a sta britanico y teorizada por ;ntara como la renovacion de , parte de la agenda liberal y

    ;nfrentarse a1 fascismo social til incivil se necesjta otro debalizaci6n contrahegemonica

    ate lmente en el capitulo 6, que begem6niea de la globaliza

    )cialeSr redes. iniciativas, or

    lsnacionales han sido activos Vde proponerle alternativas, ionales. incluyo en este vas)dales que. aunque sean de ferentes maneras con luchas que denomino 1a globaliza

    n contra los resultados ec

  • 494

    conseguido reproducir Sll hegemonia utilizando en Sil beneficio conceptos~ como

    cl cosmopolitismOT que parecerian ir en contra de fa propia idea de beneficios de grupo. Esta pregunta tiene de esta manera una caracter critica, deconstructivo.

    La segunda pregunta es sobre las expectativas sodales. Implica la identificaci6n de grupos cuyas aspiraciones se deniegan 0 se vuelven invisibles pur cl uso begem6nico del concepto y que puedcn ser utiHzadas para un uso alternativo de este. Esta cuestlen Hene una postura reconstructiva poscritica. Esta es la pregunta que planteo .qui.

    Pantfr.soando • Stuart Hall (1996a), que planteD una cuestien similar en relaci6n al concepto de identidadlO, planteo: i.quh~n necesita el cosmopolitismo? La respuesta es simple: quienquiera que sea una victima de la intolerancia y la discriminaci6n necesita tolerancia; a quienquiera que se Ie deniegue la dignidad hurnana basica necesita una comunidad de seres humanos; quienqulera que sea un no-ciudadano necesita la ciudadania mundial en cualquier comunidad 0 nadon determinada. En suma, aqueIlos que estan sodalmente excluidosl victimas

    de la concepcion hegemonica de rosmopolitismo necesitan un diferente tipo de cosmopolitismo, FJ cosmopolitismo subalterno es por 10 tanto una variedad de oposici6n. As} como la globalizadon neoliberal no reconoce ninguna forma alternativa de g]obalizacion. tambien el cosmopolitismo sin adjetivos niega su propia particularidad. EI cosmopolitismo subalterno e insurgente es la forma poiftica y cultural de la globaUzacien contrahegem6nica. Es el nombre de los prayeetos emancipatorios cuyas reivindicaciones y criterios de inclusion social se extienden mas aU. de los horizontes del capitaUsrno global.

    Puesto que no existe una teoria unificada, y mucho menos una estrategia unificada subyacente a estos proyeetos, el cosmopolitismo subalterno e msurgente

    se puede presentar mejor en referenda a esos proyectos que proporcionan ilustraciones especialmente convineentes 0 ejemplares de Ja lucha contra la exclusion social en nombre de una globalizad6n alternativa. En mi opinion, el movimiento zapatista es uno de estos proyectos. As!, a continuaewn pasare a identifiear las principales caracteristicas poHticas del cosmopolitismo subalterno a travCs de una reconstruccion teorica del movimiento zapatista. Esta reconstrucci6n te6riea transciende arnpliamente a los propios Zapatistas y. opino que, su importancia sobrevivira las vicisitudes futuras de sus aetuales protagonistas.

    Lo mas sorprendente de los zapatistas es su propuesta de introdueir 1a luem contra la exclusion social en un nuevo horizonte civUizador. Al eentrarse en

    la humanid.d, dignidad y respeto, van mucho mas all. dellegado politico progresista que hemos heredado de los siglos XIX YXX. En rni opini6n, Ia novedad de su contribudon al pensamiento subalterno y a las Juehas es cuadruple.

    La primera novedad corresponde a Ia cnncepcion del poder y 1. opresi6n. El neoliberalismo~ mas que una version especffica del modo de produccion capitalista es un modele civilizador basado en el incremento dramatico de la desigual

    -_........_ ....

    t(l Sobre las diferentes concepciones del cosmopolitismo.

    cf. Breckenridge et ai. (eds.), 1001.

  • tpuede e1 derecho 1181' enumclpatorto1

    dad en las relaciones sociales. 5emejante desigualdad adopta multiples formas que

    tienen las numerosas caras de la opresion. La explotacion de los trabajadores es

    una de elIas, pero existen muchas otras clases de opresion que afectan a las mu

    jeres, a las minorias etnicas, a los indigenas, a los campesinos, a los parados, a los

    inmigrantes, a las subclases de los guetos , a los gays y lesbianas, a los jovenes y

    a los nifios.

    Todos estos tipos de opresion provocan la exclusion y, por elIo, en el centro

    de la lucha zapatista no estin los explotados sino mas bien los, excluidos, no hay

    clases sociales sino mas bien humanidad: «detras de nuestros 'pasamontafias' [ ... J

    estan todos los hombres y mujeres sencillos y corrientes sin importancia, invisi

    bles, sin nombre, sin futuro»ll. La naturaleza emancipatoria de las luchas sociales

    reside en todos ellos en genera] y en ninguno de ellos en particular. La prioridad

    dada a uno u otro no proviene de ninguna teoria sino mas bien de las condiciones

    especificas de cada pais 0 region en un momento historico determinado. La lucha

    a la que, bajo estas condiciones, se da priori dad, asume la tarea de establecer el

    espacio politico para las restantes luchas. Asi que, por ejemplo, las condiciones

    especificas de Mexico en este momenta otorgan prioridad a la lucha de los indige

    nas. Sin embargo, no fue fortuito que ellider zapatista que se dirigio al Congreso

    mexicano el 28 de marzo del 2001 fuera la comandante Esther. Con su impresio

    nante discurso, el movimiento zapatista sella su alianza con el movimiento de

    liberacion de las mujeres.

    La segunda novedad tiene que ver con la equivalencia entre los principios

    de la igualdad y de la diferencia. Vivimos en sociedades que son obscenamente

    desiguales pero la igualdad escasea como un ideal emancipatorio. La igualdad,

    entendida como la equivalencia entre 10 mismo acaba excluyendo 10 que es dife

    rente. Todo 10 que es homogeneo al principio tiende eventualmente a convertirse

    en violencia excluyente. Las diferencias, en la medida en que conllevan visiones

    alternativas de emancipacion social, se deben respetar. Depende de aquellos que

    las reivindican decidir hasta que punto desean hibridizarse 0 desdiferenciarse.

    Esta articulacion entre el principio -de la igualdad y el principio de la diferencia

    exige un nuevo radicalismo en las luchas por los derechos humanos. A pesar de

    los privilegios otorgados a los trabajadores, y mas adelante a otros excluidos del

    contrato social, el liberalismo politico neutralizo el potencial radicalmente de

    mocratico de los derechos humanos por imponer a nivel mundial una realidad

    historica europea muy restrictiva. En terminos politico-juridicos esto se plasma

    en el concepto de las diferentes generaciones de derechos humanos y en la idea de

    que la primera generacion (derechos civiles) prevalece sobre la segunda (derechos

    politicos) y ambas prevalecen sobre la tercera (derechos economicos y sociales).

    La novedad radical de la propuesta zapatista en este aspecto radica en fonnular

    sus reivindicaciones, que, en general, tienen que ver con los derechos humanos,

    en tales terminos que se evite 1a trampa de las generaciones. 5i se consideran de forma separada, las once reivindicaciones Zapatistas estan lejos de ser innovado-

    Subcomandante insurgente Marcos, dtado por Ceceiia, 1999: 102-102. II

    495

  • 498

    ras 0 revolucionarias: el trabajo, la propiedad, la vivienda, la comida, La salud, la su educacion. 13 independencia, Ia libertad, la democracia, 13 justicia, 13 paz. juntas D. componen un ({nuevo mundo», un proyecto civilizador que ofrece una alternativa ci respecto al neoliberalismo. iJ

    La terccra novedad tiene que ver con la democracia y

  • L.PDede el derecho 1H!I' 8IIIaDCJpatorio1

    subalterno e insurgente es que la rebeli6n y no la revoluci6n es e1 tema clave. Dado que tomar e) mando del poder estataJ no es un objetivo inmediato, las acclones rebeldes poseen un vasto campo social para operar: el vasto conjunto de interacciones sociales estructurado por las desigualdades de poder, Los diferentes movirnientos y luchas pueden estar interesados en enfrentarse a diferentes interacciones sociales y la lucha ha de dirigirse a la luz de las especificas circunstan~ cias que se tienen a mane en ese campo social delimitado en esa precisa coyuntura histOrica, Esto significa que esta por eso abandonada 0 completamente subvertida una vieja secuencia canonica del marxismo revolucionario en el siglo XX, que se expuso elocuentemente por Althusser: «Los marxistas sahen que ninguna t.ictica

    que no se apoye en una estrategia es viable y tampoco ninguna estrategia que no se base en una teoria» (cit, en Debray, 1967: 27)' Bajo el Zapatismo 10 que es tictica para un rnovirniento puede ser estrategia para otro y los termlnos pueden significar casas diferentes para luchas diferentes en otras partes del mundo y en algunos de eHos incluso pueden carecer completamente de significado, Ademas, ninguna teoria unificada puede, eventualmente, traducir el inmenso mosaico de movimientos, luchas e iniciativas de una manera coherente, Bajo el paradigma revolucionario moderno, la creenda en una teoria unificada estaba tan afianzada que los diferentes movimientos revolucionarios tuvieron que adherirse a las descripciones mas simples de su realidad empirka, a fin de que encajaran con las exigencias te6ricas14 ,

    Desde el punto de vista del cosmopolitismo subalterno, semejante esfuerzo no sola mente es ridiculo sino tambien peligroso. La teoria, cualquiera que sea su valor, siempre sera 10 ultimo y no 10 primero. En lugar de una teoria que unifique la inmensa variedad de luchas y movimientos, 10 que necesitarnos es una teoria de traduccion, es deck una teoria que en lugar de dirigirse a crear otra reaJidad (te6rica) por encima y ademas de los movimientos, intente conseguir crear un en~ tendimiento mutuo, una mutua inteligibilidad entre estos para que se beneficien de las experiencias de los otros y para que se interconecten entre ellos. En lugar de nuestras descripciones enrarecidas e1 procedirniento de traducci6n se apoya en descripciones densas, En efecto, nunca hay suficiente especificidad en Jas consideraciones de des 0 mas movimientos 0 luchas para garantjzar una traducci6n no problematica entre elIos,

    otra vieja idea de la poIitica revolucionaria del siglo XX que se abandona aqui es la idea de etapas de lucha ·-esto es, Ja idea del paso de la fase de coaliciones con fuerzas democniticas a la fase de la toma de poder socialista- que consumio gran parte del tiempo y energia de los revoludonarios y fue responsable de tantas divisiones y enfrentamientos fratiddas. Dado el mosaico de movimientos cosmopolitas subalternos en fundonamiento bajo drcunstancias tan diferentes alrededor de) mundo, no tiene senti do hablar de etapas, no 5610 porque no hay

    14 La manifestacion mas destacada Y sin embargo brillante de este trabajo teorico rue el analists de Regis Debray de fa revolud6n social en diferentes paises latinoamcricanos de los anos sesenta. cr. Debray. I967, Sobre los Zapatistas, cf. Holloway y Pelaez (eds.), I99B.

    497

  • 498

    un punto 0 etapa final sino tamhien porque no hay una definicion general de las condiciones iniciales que son responsables de la primera etapa. En Iugar de un paradigma modernista cvolucionista de un movimiento transformador, las luchas cosmopolitas subalternas ~omo ilustra el zapatjsmo- estan guiadas por un principia pragmatico basado en eJ conocimiento de sentido comun en Iugar del conocimiento teorico: haecr que el Mundo sea cada vez menos cOmodo al capital global. La idea'de las etapas se reemplaza por la idea del potencial desestabiliza· dor. un potencial que, independientemente de la escala de los movimientos, se ve reforzado por la conexi6n en red entre estos. Una determinada lucha local puede ser el «motor pequeno» que ayuda al motor mas grande de un movimiento global a arrancar. Pero. en cambio~ un movjmiento global tambien puede ser eJ motor pequeno que ayuda a arrancar al motor mas grande de una lucha locaL

    Por wtimo, en el cosmopoHtismo subalterno la cuesti6n de la compatibilidad de una determinada luch. 0 movimiento con el capitalismo global. que ha Uevado en el pasado a debates acalorados# se ha convertido en una cuesti6n

    discutible. Dado que asumir el poder del Estado no es un objetivo privilegiado y como no existe una organizacion que unifique el mosaico de los movimientos contrahegem6nicos bajo una sola bandera¥ se permlte que todas las iniciativas cosmopolitas se ocupen, sin justificaci6n¥ de sus raices particulares y realidades empiricas. Como vjven en un nrundo en gran parte regido por el capital global son, por definicion, compatibles con este, y cuando representan una ruptura mils radical con un determlnado estado de cosas, pueden ser fcicilmente rechazados como una isla de diferencia, como un microcosmos de innovacion social que se acomoda fucilmente dentro de Ia imagen global de la gobernanza hegem6nica. La cuestion de la compatibilidad es entonces la cuestion de si e1 mundo es cada vez menos c"modo aJ capitalismo global por las pnlcticas subalternas insurgentes 0 si. por el contra rio. eI capitalismo global ha logrado cooptarlas y transformarlas en mediDS para su propia reproducci6n.

    La cuesti6n de la compatibilidad se reemplaza a efectos practices por 1a cuesti6n de ]a direcci6n politica de los procesos acumulativos de mutuo apren~

    dizaje y de reciproca adaptadon y transformad6n entre practicas sociales hegem6nicas dominantes y practicas subalternas insurgentes. E5ta es realmente una cuestion crucial porque el futuro de las globaJizaciones en disputa depended d